Año 75 Nº 4061 - 23 de Febrero de 2014 7º Domingo ordinario - Ciclo A - Color verde
Amar sin distinción El encuentro con la Palabra de Dios, que realizamos hoy, cuestiona la forma natural como nos relacionamos los seres humanos. Hemos establecido un tipo de relación más afectuosa con “los nuestros” y una relación más distante con “los otros”. La Palabra de Dios nos invita a reconocer que los otros, especialmente los más necesitados son los predilectos de Dios y por lo tanto los más cercanos a su corazón. San Pablo, en la segunda lectura, llama la atención sobre los peligros de atentar contra la persona, que es templo del Espíritu Santo; en ese sentido se estaría atentando contra la obra misma de Dios. Las personas, entonces tienen valor y dignidad por el mero hecho de ser creaturas de Dios, en consecuencia, ese valor no se puede disminuir ni relativizar en ninguna circunstancia. La sociedad en la que vivimos ha restado y anulado el valor de la persona humana y la ha convertido en objeto de consumo, atentando directamente contra la creación y
su Creador. En el Evangelio, Jesús rompe los esquemas de relaciones sociales que tiene la humanidad, “ amar a los enemigos”, perdonar a los agresores y dar más de lo que se nos pide. Se trata de otra lógica, solo posible en el amor infinito del Padre, por lo tanto estar en sintonía con Dios es disponer el corazón y la mente para el perdón y la fraternidad, para la superación de los conflictos y la construcción de un mundo sustentado en la justicia, la igualdad y el amor.
«Amen a sus enemigos»
El Día del Señor. Febrero 23 de 2014
RITOS INICIALES
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Rito de entrada
COMENTADOR: El rito de penitencia con el que se inicia la Eucaristía tiene eficacia cuando va acompañado de una debida disposición interior, del conocimiento de las culpas, del deseo de cambiar la vida, de volver al Señor, de comprometerse con Él. Que estas actitudes acompañen el arrepentimiento con el que ahora iniciamos nuestra celebración y nos lleven a una digna y fructuosa participación de la Cena del Señor.
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Salmo 102
TODOS: El Señor es compasivo y misericordioso. -Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. /R. -Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; Él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. /R.
-El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no nos trata como merecen nuestros CELEBRANTE: Te pedimos, Dios todo- pecados, ni nos paga según nuestras poderoso, que el fruto de la reflexión culpas. /R. en tus misterios sea cumplir de palabra y de obra cuanto te agrada. Por nues- -Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. tro Señor Jesucristo... Como un padre siente ternura por sus LITURGIA DE LA PALAB R A hijos, siente el Señor ternura por sus fieles. /R.
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Oración inicial
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Primera lectura
MONICIÓN: “Yo soy el Señor”; “Serán santos, porque yo, el Señor, su Dios, soy santo”La omnipotencia y la santidad divinas van de la mano. Dios ha promulgado sus mandamientos en virtud de este doble título. Por eso hay que cumplirlos por sumisión a su autoridad y para honrar su santidad, de la que esta obediencia nos hace partícipes. Del libro Levítico 19,1-2.17-18
El Señor habló a Moisés y le dijo: «Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Ustedes serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo. No odiarás en tu corazón a tu hermano. Reprende sin vacilación a tu compatriota, y así no serás responsable de un pecado. No te vengarás y no guardarás rencor a los hijos de tu pueblo; sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor» Palabra de Dios.
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Segunda lectura
MONICIÓN: “Templo de Dios habitado por el Espíritu de Dios”: las divisiones, las rivalidades, el recurso a una supuesta sabiduría humana, son en cierto modo sacrilégios, “todo es de ustedes”: los apóstoles, los predicadores y todos los demás están al servicio de la construcción de este templo. “Ustedes son de Cristo”: no se dejen engañar; aferrense firmemente sólo al Señor. “Cristo es de Dios”: nadie pretenda ser su propietario. De la Primera Carta del apóstol San Pablo a los Corintios 3,16-23
Hermanos: ¿Han olvidado que ustedes son el santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye su santuario, Dios lo hará perecer a él; Porque el santuario de Dios es santo, y eso es lo que son ustedes. Que nadie se engañe: si alguno de ustedes cree ser sabio a la manera de este mun-
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do, tiene que volverse loco, para llegar a ser cuerdo. Porque la sabiduría de este mundo es locura para Dios. De él dice la escritura que “enreda a los sabios en su propia astucia” y añade: “sabe el Señor que los pensamientos de los sabios son insustanciales” Que nadie, pues, se glorie por motivos humanos. Todo es de ustedes: Pablo, Apolo, Sefas, el mundo entero, la vida y la muerte, lo presente y lo futuro, todo es de ustedes. Pero ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios. Palabra de Dios.
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Canto
TODOS: Aleluya, aleluya, aleluya. -Si uno guarda la Palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado en él a ser de veras perfecto. TODOS: Aleluya, aleluya, aleluya.
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Evangelio
MONICIÓN: Dos nuevos ejemplos del modo como los discípulos deben cumplir la Ley y los profetas: oponer el bien al mal; salir al paso de las necesidades de todos cualquiera que sea la manera en que se expresen; amar incluso a los enemigos y pedir a Dios que los perdone. Según san Mateo 5,38-48
Prosiguiendo su enseñanza, les dijo Jesús a sus discípulos: “Saben que está mandado: Ojo por ojo y diente por diente” Pero yo les digo: No opongas resistencia al que te haga algún mal. Al contrario, si alguno te pega en la mejilla derecha, preséntale también la otra; al que te quiera poner pleito para quitarte la túnica, déjale también la capa; y si alguien te obliga a recorrer un kilómetro, recorre con él dos. Dale al que te pida, y no saques el cuerpo al que quiera pedirte prestado. «Saben que está mandado: ‘Amarás a tu prójimo’, sin tener que amar a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen; así llega-
rán a ser hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos y da la lluvia a justos e injustos. Si aman a los que los aman, ¿qué recompensa tendrán? ¿No hacen esto también los recaudadores? Si saludan solo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen esto también los paganos? Sean, pues, perfectos como es perfecto su Padre celestial.» Palabra del Señor.
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Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
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Oración Comunitaria
CELEBRANTE: Hermanas y hermanos: con súplica filial oremos al Padre del cielo, dejando resonar en nuestras mentes y en nuestros corazones la Palabra de su Hijo. Jesucristo, por la acción vivificante del Espíritu Santo. COMENTADOR: Por la santa Iglesia de Cristo, para que en su peregrinar terrestre, sea siempre signo eficaz que ilumine a todos los hombres y a todos los pueblos.
TODOS: Escucha a tu pueblo, Señor. -Por la paz entre las naciones y el progreso de todos los pueblos, en la justicia y en la libertad. -Por su santidad el santo Padre el papa, los obispos y sacerdotes, para que su entrega y servicio apostólico sean la mejor fuente de su propia santidad. -Por los aquí presentes, para que siempre
alberguemos en nuestra vida, en nuestro corazón, en nuestras palabras y en nuestras obras, la bondad del Padre, la verdad del Hijo y la Santidad del Espíritu. CELEBRANTE: Unidos en el Espíritu Santo, te lo pedimos Padre misericordioso, uniendo nuestras súplicas a la oración de tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
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Oración sobre las ofrendas
CELEBRANTE: Al celebrar con fervor tus misterios, te rogamos, Señor, que los dones ofrecidos a tu gloria nos alcancen la salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
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Oración después de la comunión
CELEBRANTE: Dios Todopoderoso, concédenos alcanzar la salvación eterna, cuyas primicias ya hemos recibido en estos misterios. Por Jesucristo nuestro Señor.
Notas importantes de nuestra parroquia