El Día del Señor 14 de Septiembre de 2014

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Año 75 Nº 4092 - 14 de Septiembre de 2014 24º Domingo ordinario - Ciclo A - Color verde

Perdonar hasta setenta veces siete Otra vez Pedro salta a la escena para consultar a Jesús sobre temas candentes en el ambiente judío en que crece la comunidad cristiana. Pero la actitud de Pedro es la del discípulo que quiere claridad sobre la propuesta del maestro. No es la actitud arrogante de los Fariseos y Letrados que quieren poner a prueba a Jesús y encontrar un error garrafal que ofendiera la ortodoxia judía para tener de qué acusarlo.

uno de sus compañeros de su misma condición que le adeudaba una suma bastante menor. Esto llena de indignación a los cortesanos y al Rey. La pregunta del Rey centra el tema de la parábola: no debías haber perdonado como yo te he perdonado?

La comunidad de Mateo debe resolver ese problema porque está afectando su vida. El perdón es un don, una gracia que procede del amor y la misericordia de Dios. Pero exige abrir el corazón a la conversión, es decir, a obrar con Pedro pregunta por los demás según los el límite del perdón. criterios de Dios y no Pero para Jesús, el los del sistema vigenperdón no tiene límites, te. Como diría el juglar de siempre y cuando el arrela fraternidad, Francisco de pentimiento sea sincero y veAsís, “porque es perdonando como raz. Para explicar esta realidad, Jesús soy perdonado”. emplea una parábola. Un Rey perdona una gran cantidad de dinero a uno ¿Hemos hecho procesos de reconcide sus siervos que no ha podido pa- liación y perdón con las personas que gar la deuda (Probablemente los im- nos han ofendido? ¿Pedimos perdón puestos). A su vez, este no perdona a cuando ofendemos a alguien?

«¿cuántas veces debo perdonar?»


El Día del Señor. Septiembre 14 de 2014

RITOS INICIALES

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Rito de entrada

COMENTADOR: La Eucaristía es el sacramento de la fraternidad. Todos, sin distinción alguna, somos invitados a celebrarla. Que la misa de hoy sea una manifestación de nuestro deseo de vivir siempre en comunión con todos los hombres, nuestros hermanos.

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Oración inicial

CELEBRANTE: Oh Dios, creador y dueño de todas las cosas, mira con bondad a tu pueblo, y para que sintamos el efecto de tu amor, concédenos servirte en la sinceridad del corazón. Por Jesucristo nuestro Señor...

LITURGIA DE LA PALAB R A

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Primera lectura

en cuenta las disposiciones del Altísimo y excusa las faltas de los otros. Palabra de Dios.

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Salmo 102

TODOS: El Señor es compasivo y misericordioso. -Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. /R. -Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; Él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. /R. -No está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo; no nos trata como merecen nuestros pecados, ni nos paga según nuestras culpas. /R.

-Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieMONICIÓN: Es imposible apelar a Dios y a les; como dista el oriente del ocaso, así la alianza, obtener el perdón de los propios aleja de nosotros nuestros delitos. /R. pecados, cuando uno mismo no es capaz de perdonar a los demás. Del libro Eclesiástico 27,30-28,7

El rencor y la ira son cosas detestables, y en ellas es maestro el pecador. Del vengativo se vengará el Señor, estricta cuenta llevará de sus pecados. Perdona a tu prójimo la ofensa recibida, y cuando tú ores alcanzarás perdón de tus pecados. Si uno guarda resentimiento contra su prójimo, ¿cómo puede pedir al Señor la curación? De su semejante no tiene compasión, ¿y pide a Dios perdón? Siendo un simple mortal, guarda rencor; ¿quién, pues, lo librará de sus pecados? Piensa en tu fin y deja el odio; piensa en la muerte y en el sepulcro, y cumple los mandamientos. Acuérdate de lo que ha mandado Dios y no seas rencoroso con el prójimo. Ten

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Segunda lectura

MONICIÓN: Valorar todo lo que nos ocurre, todo lo que tenemos que hacer, es un principio que conlleva, sin duda, innumerables exigencias, pero que establece un clima de libertad que ninguna legislación moral puede crear. De la Carta del apóstol San Pablo a los Romanos 14,7-9

Hermanos: Ninguno de ustedes vive para sí mismo y tampoco muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, para el Señor morimos: tanto en la vida como en la muerte pertenecemos al Señor. Porque Cristo murió y volvió a la vida, para ser Señor de vivos y muertos. Palabra de Dios.


24º Domingo ordinario - Ciclo A - Color verde

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Canto

TODOS: Aleluya, aleluya, aleluya. -«Les doy un mandamiento nuevo -dice el Señor-: ámense los unos a los otros como yo les he amado.» TODOS: Aleluya, aleluya, aleluya.

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Evangelio

MONICIÓN: La deuda que Dios perdona a los que invocan su misericordia es una deuda imposible de valorar y de saldar. Entonces, ¿cómo es posible mostrarse duro y despiadado con los otros, que nos deben tan poco, y decir: “Perdona nuestras ofensas”? Según San Mateo 18,21-35

Con ocasión de las enseñanzas de Jesús, se acercó Pedro y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces debo perdonar a un hermano que me haga algún daño? ¿Hasta siete veces?» Jesús le respondió: «No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces. «En cuanto al perdón, el Padre celestial ejerce su poder como el rey que quiso pedir cuentas a sus funcionarios. Para comenzar le presentaron uno que le debía sesenta millones de denarios. Y como no tenía con qué pagarle, mandó el rey que lo vendieran a él, a su mujer y a sus hijos y todo lo que tenía, para que le pagara. Pero el funcionario cayó de rodillas ante el rey y le dijo: ‘Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo’. El rey se compadeció de él, lo dejó libre y le perdonó la deuda. «Pero al salir ese funcionario se encontró con un compañero que le debía cien denarios, y agarrándolo del cuello quería estrangularlo y le decía: ‘Págame lo que me debes’. El compañero cayó a sus pies y empezó a rogarle: ‘Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré’. Pero

el otro no quiso, sino que fue y lo hizo meter en la cárcel hasta que le pagara lo que le debía. «Sus demás compañeros, al ver lo sucedido, se dolieron muchísimo, y fueron a contarle a su señor todo lo ocurrido. Entonces el rey lo mandó llamar y le dijo: ‘Funcionario despiadado, yo te perdoné toda aquella deuda, porque tú me lo suplicaste. ¿No era lógico que tú también tuvieras compasión de tu compañero, como yo la tuve de ti?’ «Y el rey, lleno de ira, se lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. «Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada uno no perdona a su hermano de todo corazón.» Palabra del Señor.

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Oración Comunitaria

CELEBRANTE: Hermanas y hermanos: Si perdonamos de todo corazón al prójimo, Dios Padre también nos perdona. Con esta seguridad elevemos nuestra súplicas, diciendo: TODOS: Perdónanos, como también nosotros perdonamos. COMENTADOR: “No nos trata como merecen nuestros pecados”. Que tu Iglesia entera sea un recinto de acogida, perdón y reconciliación en esta peregrinación hacia tu casa. /R. -”No está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo”. Que los magistrados y jueces ejerzan pronta justicia con muchos hermanos olvidados en las cárceles. /R. -”Perdona a tu prójimo la ofensa recibida”. Que todos aprendamos de ti, Señor, la capacidad de saber perdonar en el olvido, sin discriminación alguna. /R.


-”¿Cuántas veces debo perdonar a un hermano que me haga algún daño?” Que la mejor preparación de esta comunidad consista en la frecuente confesión de los pecados que conduce al perdón. /R. CELEBRANTE: Escúchanos, oh Dios, en

tu inmensa bondad. Líbranos del peso del pecado; arranca de nuestro corazón el odio y el rencor que nos empobrecen, para que sepamos transparentar tu perdón y demos frutos de auténtica caridad. Por Cristo nuestro Señor.

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

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Oración sobre las ofrendas

CELEBRANTE: Sé propicio a nuestras súplicas, Señor, y recibe con bondad las ofrendas de tus siervos, para que la oblación de cada uno en honor de tu Nombre, sirva para la salvación de todos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la comunión

CELEBRANTE: La gracia de esta comunión, Señor, penetre en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu para que sea su fuerza, y no nuestro sentimiento, quien domine en nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor.

Palabra y Vida:

Dios nos perdona pero sólo si nosotros queremos, si se lo pedimos, si nos arrepentimos y si perdonamos al prójimo. Si no se dan estos requisitos, Dios no puede perdonarnos. Por eso Jesús nos enseñó a pedir en el Padrenuestro: “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Cada vez que uno perdona, opta por cancelar la deuda moral que el otro ha contraído con su proceder. Al perdonar al otro, lo libero en cuanto deudor, pero no suprimo la ofensa como si nunca hubiera existido. Eso solamente lo puede hacer Dios. Perdonar, pues, implica pedir a Dios que perdone, porque sólo así la ofensa es aniquilada. Dios tiene la potestad del perdón absoluto. Yo puedo colaborar con Él cuando perdono al otro, e intercedo y pido que Dios lo perdone. El otro, al arrepentirse –el “dolor de contrición”– da el primer paso para que Dios le otorgue el perdón absoluto de su falta. Pero, además, le hace falta unos requisitos que son los propios del sacramento de la reconciliación: la confesión de los pecados y la “satisfacción” o “penitencia”

Santoral Lunes 15 Martes 16 Miércoles 17 Jueves 18 Viernes 19 Sábado 20

y

citas

Virgen de los Dolores Ntra Sra de las Lajas San Roberto Belarmino San José Cupertino San Jenaro S . Andrés Kim y Pablo Chong

Misión Claretiana

bíblicas de 1Co 11,17-26.33 1Co 12,12-14.27-31 1Co 12,31-13,13 1Co 15,1-11 1Co 15,12-20 1Co 15,35-37,42-49

la

Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo

39 99 32 117 16 55

Seman a Lucas 7,1-10 Lucas 7,11-17 Lucas 7,31-35 Lucas 7,36-50 Lucas 8,1-3 Lucas 8,4-15


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