tomo 1
En marcha hacia la repĂşblica
tomo 1
En marcha hacia la repĂşblica 1760-1859
UniveRsidad nacional de colombia
Revista semana
Rector Moisés Wasserman
Director Alejandro Santos
Comisión Bicentenario Beatriz Sánchez Myriam Jimeno José Vidal Heraclio Bonilla Gabriel Restrepo
Editor general José Fernando Hoyos E.
Director del proyecto Carlos Alberto Patiño Villa Comité editorial Ana Catalina Reyes Cárdenas Carlos Alberto Patiño Villa Coordinación histórica Juan David Montoya Guzmán José Manuel González Jaramillo Coordinación editorial Juliana María Vergara A. Coordinación general Aida Carolina Lancheros Ruiz Investigadores César Enrique Herrrera De la Hoz Miguel Andrés Silva Moyano Viviana Camacho Gaspar Julián Andrés Vargas Cardona Giovanny Guerrero Orjuela Investigación gráfica Rebeca Rocha Villamizar Ilustraciones Martín Javier Guerrero Torres Corrección de estilo Verónica Barreto Riveros Unidad de Medios de Comunicación Unimedios Carlos Alberto Patiño Villa Aida Carolina Lancheros Ruiz Martha Lucía Chaves Alexandra Reyes Valentino Ramiro Chacón Martínez Carlos Emilio Raigoso
Jefe de redacción Mauricio Sáenz Asesor editorial Jorge Cote Producción Sara Rengifo González Director creativo Hernán Sansone Diseño y diagramación Diana Velásquez Carlos Andrés Matiz Javier de la Torre Ilustraciones Ándres Barrientos Corrección de estilo Hernán Miranda Liliana Tafur Yeimi Alexandra Santos Editor de fotografía León Darío Peláez Fotografía Juan Carlos Sierra Guillermo Torres Karen Salamanca Daniel Reina Jorge Bautista Gerente general SEMANA Elena Mesa Zuleta Gerente de circulación Iván Jaramillo Director de producción Orlando González Archivo Semana Javier Cruz Angélica Peña Carlos R. Rocha Yolanda Parra Preprensa Semana Impresión Printer Colombiana S.A.
AGRADECIMIENtoS Personas: Francisco Javier González, Óscar Monsalve, Margarita Mora, Juan Darío Restrepo, Juan Palomino, David Andrés Oliveros, Carlos Suárez, Daniel Borrero, Estefanía Gracia, Ana María Sierra Maya, Cristian Padilla. Instituciones: Universidad de los Andes de Chile, Periódico El Mercurio, Chile, Academia Colombiana de Historia, Museo Nacional de Colombia, Casa Museo Quinta de Bolívar, Museo de la Independencia - Casa del Florero, Museo de Trajes Regionales, Archivo General de la Nación, Biblioteca Nacional de Colombia, Biblioteca Luis Ángel Arango, Museo Casa de Moneda, Museo de Arte Colonial, Museo del Siglo XIX, Sistema de Patrimonio Cultural y Museos de la Universidad Nacional de Colombia, Museo Militar de Colombia. © Publicaciones Semana S. A. - Universidad Nacional de Colombia. Todos los derechos reservados. UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA Carrera 45 No. 26-85 - Edificio Uriel Gutiérrez, PBX: (57-1) 316 5000. Bogotá, D.C. - Colombia - PUBLICACIONES SEMANA Calle 93B No. 13-47 PBX: (57-1) 646 8400 Bogotá, D.C. - Colombia
Julio 17 a 24 de 2010
Sumario Cronología
6
TERRITORIO
Las bondades de un territorio agreste El redescubrimiento del territorio Las rutas para llegar al centro Cartagena, un paso obligado Normas para fundar ciudades
8 12 16 18 22
GOBIERNO
El poder colonial Sin tributos no hay progreso Una única religión El viernes el plan es en la plaza Un imperio en decadencia
24 26 28 31 32
VIDA COTIDIANA
Cuando la sangre se mezcla La muerte se pasea por la Nueva Granada El correo acerca al reino ¡Que vivan las fiestas! La casa en la colonia Los criollos ilustrados El periódico ilustra la sociedad
34 36 38 40 42 44 46
¡A LAS ARMAS!
El largo camino a la Independencia De criollos y chapetones La Patria Boba no, la Primera República La reconquista El Pacificador Armas La batalla final Bolívar, el Libertador Santander, el padre de Colombia Las batallas de la Independencia Cerrando heridas
48 50 52 54 56 57 58 60 62 64 66
TIEMPOS DE CAMBIO
Con el sudor de la tierra La atracción de las haciendas La fuerza de la esclavitud
68 70 72
Bicentenario 1760-1859
Cronología 1760
1770
13 de marzo de 1762: José Celestino Mutis inicia su cátedra de Matemáticas en el Colegio del Rosario de Santafé.
1780 16 de marzo de 1781: Se inicia el levantamiento Comuneros de la población de El Socorro.
1790 18 de octubre de 1790: Arriba a Santafé don Manuel del Socorro Rodríguez.
1774: Francisco Antonio Moreno y Escandón presenta el “Método provisional e interino de los eses tudios que han de observar los colegios de Santafé, por ahora, y hasta tanto que se erige la UniUni versidad Pública o Su Majestad dispone otra cosa”.
20 de noviembre de 1809: Camilo Torres ‘escribe el Memorial de Agravios’.
2 de febrero de 1782: Es ejecutado Antonio Galán, líder de los Comuneros.
9 de febrero de 1791: Circula el primer ejemplar del Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá.
29 de abril de 1783: Comienza la Expedición Botánica.
7 de julio de 1767: El virrey Pedro Messía recibe la orden de expulsar a los jesuitas.
15 de diciembre de 1793: Antonio Nariño publica la traducción de los ‘Derechos del Hombre y del Ciudadano’.
9 de enero de 1777: Abre sus puertas la Biblioteca Pública Real.
1800
12 de septiembre de 1784: Se instala en la Villa de Mompox la Sociedad Económica de Amigos del País.
19 de agosto de 1794: Se da la conspiración de los pasquines.
1760-1859 1810
1820
1830
20 de julio de 1810: Grito de Independencia. Se firma el acta de Independencia de Santafé.
10 de agosto de 1830: Ecuador declara su independencia y se separa oficialmente de Colombia.
1840
1850
enero de 1840: Se inicia la guerra de los Supremos.
21 de enero de 1850: Se inician los trabajos de campo de la Comisión Corográfica.
Catalejo de Agustín Codazzi 1 de enero de 1952: Entra en vigencia la ley de manumisión de esclavos.
3 de octubre de 1821: Se promulga la Constitución de Cúcuta.
30 de mayo de 1853: Se promulga una nueva Constitución, la primera ciento por ciento liberal. Colombia se encamina hacia un régimen federalista. 17 de abril de 1854: José María Melo, apoyado por los artesanos bogotanos, realiza un golpe de Estado.
24 de mayo de 1822: Batalla de Pichincha. 9 de diciembre de 1824: Batalla de Ayacucho.
11 de noviembre de 1811: Grito de Independencia de Cartagena.
1 de marzo de 1832: Es promulgada la Constitución de la República de la Nueva Granada.
28 de enero de 1855: Inauguración del ferrocarril de Panamá.
10 de mayo de 1814: Nariño es derrotado en Pasto por los realistas.
Febrero de 1816: Las tropas de Morillo se toman Cartagena. Se inicia la reconquista española.
7 de agosto de 1819: Batalla de Boyacá. El Ejército Libertador triunfa sobre las tropas realistas.
8 de marzo de 1826: Promulgación de la ley que funda la Universidad Central.
20 de abril de 1843: Se promulga una nueva Constitución.
1857: Se crean los estados federales de Santander, Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Bolívar y Magdalena.
9 de abril de 1828: Se instala la Convención de Ocaña. Días después Bolívar es proclamado dictador.
noviembre de 1829: Venezuela se separa de Colombia. El año siguiente promulga su Constitución.
José Antonio Páez
22 de mayo de 1858: Se promulga una nueva Carta Política. El país pasa a denominarse la Confederación Granadina. 8 de mayo de 1860: Tomás Cipriano de Mosquera declara la guerra al gobierno nacional. Se inicia otra guerra civil.
Bicentenario 1760-1859
Las bondades de un territorio agreste
LOS BOGAS
Debido a la cantidad de territorio selvático que rodeaba al río Magdalena, los viajeros acudían a los nativos, quienes les servían de guías y cuidanderos en su travesía. Auguste Lemoyne. Ca. 1835.
A
finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, viajeros foráneos recorrieron los confines del nuevo mundo en busca de negocios y oportunidades. Algunos de ellos se aventuraron a recorrer el Nuevo Reino de Granada, donde al llegar se encontraron con una sorprendente riqueza natural que los maravilló, pero también los asustó por los grandes peligros y dificultades. Muchos se quedaron en el Nuevo Reino, como Louis Girardot Bressant, militar francés que contrajo matrimonio con María Teresa de la Rotta y se radicó en Santafé de Antioquia para dedicarse a la minería; o el ingeniero español Juan José D’Elhúyar, quien llegó en 1784 para dirigir y mejorar la producción de las minas de plata de Santa Ana, en la provincia de Mariquita. Los miedos no eran infundados. Tan pronto el viajero desembarcaba en Cartagena, Santa Marta o Riohacha, un enjambre de
mosquitos lo atacaba sin tregua. Las altas temperaturas, que se consideran ‘malsanas’, lo hacían temer por su salud. Los exploradores, comerciantes, aventureros o funcionarios de la Corona que decidían iniciar su viaje hacia el interior del reino se encontraban con una porción amplia de territorio compuesto de inmensas selvas y extensas zonas despobladas, en las que cualquier extravío de la ruta podía ser un error fatal. Para evitar esta suerte, la mayoría de viajeros que emprendían la marcha, generalmente por el río Magdalena, lo hacían en compañía de nativos que ofrecían guía y cuidado. No pocos viajeros perdieron sus vidas al despeñarse sus bestias por los desfiladeros de las escarpadas cordi-
Boga de la Magdalena. Auguste Lemoyne. Ca. 1835. Colección Museo Nacional.
A pesar de las dificultades geográficas, muchos españoles, criollos y uno que otro extranjero se aventuraron por sus tierras en la búsqueda de riquezas.
TERRITORIO
el Camino de Honda
Paso de Sargento. Alcide D´Orbighy. 1835. Sala de Libros Raros y Manuscritos Biblioteca Nacional.
era la vía más frecuentada del Virreinato ya que comunicaba el río Magdalena (desde el puerto de Honda) con Santafé. Por este camino tenían que pasar todos los extranjeros que quisieran visitar la capital y también casi todos los neogranadinos que quisieran ir al exterior. Básicamente, la ruta consistía en remontar (si se dirigía hacia Santafé) o descender (si se dirigía hacia Honda) el costado occidental de la cordillera Oriental que por su topografía les imponía a los viajeros toda suerte de dificultades. En temporada de verano el viaje podía durar entre tres y cinco días.
lUGaRes de desCanso
Las fondas eran los lugares donde los viajeros y comerciantes solían descansar con sus bestias. Paso de Sargento. Alcide D´Orbighy. 1835.
serpientes. Los pájaros de plumajes insólitos y cantos variados acompañaban al viajero, mientras los micos cruzaban entre las copas de los árboles. Pero tal vez lo más amenazante fue la convivencia cotidiana con la multiplicidad de insectos. Escorpiones, gigantescas cucarachas, gusanos, jejenes y arañas se convertían en compañía permanente del viajero, quien debía descansar en rudimentarias fondas. Al iniciarse el siglo XIX, las regiones más pobladas se encontraban en la zona central de la cordillera Oriental, donde estaban las provincias de Santafé, Tunja (que incluía el actual territorio de Santander), Mariquita y Neiva. En las provincias de Popayán, Antioquia y Chocó, ubicadas hacia el occidente, se concentraba la mayor producción de oro, que siguió siendo, a principios del siglo XIX, eje de la economía virreinal. Chocó era el lugar que más atraía a los buscadores de fortuna, pues
el CHampán
Fue el vehículo fluvial que se utilizó en el Magdalena durante tres siglos, hasta su reemplazo por el barco a vapor. Por lo general medía 15 varas de largo, tenía una capacidad de 20 a 25 toneladas y en su tercio central estaba cubierto por un arco de guadua.
Descendiendo una cordillera de los Andes. Charles Stuart Cochrane. 1825. Sala de Libros Raros y Manuscritos Biblioteca Nacional.
lleras que atravesaban el territorio del Nuevo Reino. Algunos preferían, por su seguridad, viajar a ‘espalda de indio’, sentados en sillas atadas a las espaldas de aborígenes cargueros, avezados conocedores de los caminos. En su travesía, los expedicionarios se encontraban con una diversidad de climas, desde ardientes temperaturas que superaban los 40 grados hasta el frío de los páramos en donde las temperaturas se acercaban a 0. Los caminos estaban en pésimo estado y, en la mayoría de las regiones, prevalecieron las rutas que por muchos años sirvieron a los aborígenes y que empeoraban sus condiciones en épocas de lluvia. El viaje, en algunos puntos más que penoso, no alcanzaba a ser compensado por la belleza del paisaje, que contrastaba con la soledad profunda de selvas impenetrables y montañas escabrosas, y con la presencia de animales salvajes como el jaguar, el tigrillo y peligrosas
Caminos de los andes
Los viajeros se jugaban la vida durante el recorrido de los precarios caminos que llevaban a Santafé. Stuart Cochrane. 1825.
El CHAMPÁN, Navegación por el Magdalena. Litografía Antoine Delarue, París.
Bicentenario 1760-1859 la presencia de aluviones y placeres de fácil explotación hizo que incluso los mineros del Cauca y Antioquia desplazaran parte de sus actividades hacia estas tierras. Si bien la producción había caído, Antioquia seguía siendo el principal productor de oro. Pero no lo era con el sistema de explotación de esclavos organizados en cuadrillas a manos de grandes mineros, sino como resultado de la actividad de los mazamorreros libres: mestizos, mulatos y zambos pobres que lavaban oro con sus precarias bateas. En los ríos y quebradas se veían familias enteras dedicadas a la extracción de lo que se conoce como oros corridos –metales arrastrados por las aguas– y a la explotación de aluviones o aventaderos. En el norte del territorio sobresalían las provincias de Santa Marta y Cartagena, esta
última quizá uno de los centros urbanos sobre el Caribe que causó más orgullo a los españoles; allí se ubicaba el puerto más importante que tuvo el Nuevo Reino de Granada, que permitió el intercambio comercial por casi tres siglos con la metrópoli. Sin embargo, a finales del siglo XVIII e inicios del XIX, el comercio decayó y la actividad legal en estos desembarcaderos menguó. Entonces el contrabando se convirtió en una de las principales actividades en la región, y toda clase de productos, harinas, ropas y aquellos que pudieran ser considerados como indispensables, encontraron rutas por el río Grande y pasaban por Mompox y otras poblaciones ribereñas para eludir los escasos controles de las autoridades. En algunos sitios de estas provincias se promovió la actividad extractiva, en especial con
la extracción de palo de tinte, utilizado para la coloración de telas y en cuya obtención Santa Marta obtuvo mayor participación. Pero los resultados, por lo que se podía apreciar en los campos, no fueron los esperados. La región caribe del Virreinato estaba formada por extensas llanuras que bien podían servir para el cultivo a gran escala, pero a duras penas especies como la yuca, el ñame y el sorgo eran productos de pancoger. Además, había grandes extensiones de llanos y de selva virgen en las regiones más amplias y despobladas: los Llanos Orientales y la Amazonía. La topografía y variedad de climas se convirtieron en la principal dificultad para las migraciones, el intercambio de productos y culturas. Esto también explica en buena parte las diferencias que se fueron formando durante la Colonia entre el occidente minero, el centro
la nUeVa granada
en los tres siglos de dominación española se consolidaron varias regiones, con fortalezas económicas y dinámicas propias, que marcarían el futuro de la república. Durante todo el periodo colonial nunca se pudo establecer un sistema de comunicaciones eficiente. Aun así se desarrollaron una serie de rutas para comunicar a las provincias con el río Magdalena. Además, esta red buscaba conectar a Santafé, centro político y administrativo, con el resto de las villas y ciudades del territorio.
Tres regiones, Tres poderes Debido a su conformación geográfica y su riqueza natural en la Nueva Granada, aparecieron tres grandes zonas casi autárquicas que marcaron desarrollo político, económico y social de la futura República.
el cenTro-orienTe Era la zona más poblada de la Nueva Granda. Incluía los territorios de la cordillera Oriental. Esta zona giraba en torno a Santafé, capital del Virreinato. En el ámbito económico, El Socorro se dedicaba a la manufactura, mientras que en el altiplano se encontraban las haciendas que abastecían de alimentos a buena parte de la región. También había importantes explotaciones de productos minerales, como la sal. Aparte de Santafé, las ciudades más importantes eran Tunja y El Socorro. la cosTa En su territorio se encontraban Santa Marta y Cartagena, los puertos más importantes del Virreinato, y puerta de entrada con el interior a través del río Magdalena. Casi toda la región estaba volcada a las actividades comerciales, pues allí llegaban los productos del exterior y se embarcaban los cargamentos de metales para ser enviados a España. De la misma manera que en la región occidental, buena parte de su circuito económico giraba alrededor de las necesidades de los puertos.
Tomado de Pardo Pardo, Alberto, Geografía económica y humana de Colombia.
occidenTe minero Estaba conformado por las cordilleras Central y Occidental. La importancia de esta región se debía a la extracción de las minas de oro del Cauca, Chocó, Patía y Antioquia. Su circuito económico giraba alrededor del comercio de este metal precioso. El poder se lo disputaban entre Popayán, Pasto y Cartago, frente al aislamiento de Antioquia.
TERRITORIO oriente agrícola y artesanal, y el norte, con haciendas extensivas y puertos. Estas se fueron constituyendo en regiones con notables diferencias entre sí. Así, Santafé de Bogotá, la capital, fue más un centro simbólico de poder que una ciudad que ejerciera una capitalidad indiscutible. Estas fragmentaciones ambientales y productivas también fueron causales de la ausencia de poderes fuertes. El sistema urbano, residencia de élites que controlaban las provincias, ofrecía servicios redundantes, y es por ello que se encontraban varias ciudades mineras, varios puertos y diversas ciudades administrativas. En la economía, de igual manera, se evidenciaba la ausencia de especializaciones productivas espaciales, con una clara tendencia a la producción de alimentos similares en todas las provincias.
RemontaR la CoRdilleRa
relAtos de un viAjero
oBrAs de ingenieríA
el CAnAl del dique Con la financiación del gobernador de Cartagena, Pedro Zapata, se construyó entre 1649 y 1650 el Canal del Dique, una obra de infraestructura marítima que comunicaba a la ciudad con el río Magdalena. La obra, que unió varios riachuelos y canales, costó 30.000 pesos y en ella trabajaron 2.000 personas. Puente de PoPAyán El puente en calicanto para atravesar el río Cauca se empezó a concebir desde finales del siglo XVII, pero debido a diversas dificultades solo se empezó a construir en 1767 y terminó en 1780. el Puente del Común Ubicado en las afueras de Chía, era el puente que comunicaba a Santafé con Tunja y demás provincias del nororiente. Su construcción finalizó en 1792 y su costo fue de 100.000 pesos.
Anonimo. Chocó, camino para Nóvita en la montaña de Tamaná, 1853.
Para desarrollar el Virreinato, la Corona hizo varias obras de gran importancia
“esPAldA de indio”
Viajar a ‘espalda de indio’ consistía en ir sentados en sillas atadas a las espaldas de aborígenes cargueros, quienes eran avezados conocedores de los caminos.
PAso de HondA A Bogotá
Los arrieros alentaban las mulas que transportaban mercancías o viajeros a superar los pasos más difíciles. John Potter Hamilton. 1827.
Después de atravesar un bosque espesísimo, no dejamos de subir hasta llegar a un sitio, desde el cual disfrutamos de una vista magnífica que se extendía sobre la provincia de Mariquita, cuyas montañas, desde el punto en que nos encontrábamos, parecían poco elevadas. Se distinguían las casas blancas de Mariquita y, por consiguiente, más próxima a nosotros Honda, cuyos muros baña el Magdalena. Las márgenes verdeantes de ese río embellecen muy singularmente el panorama. Recordaba el Sena, serpenteado por entre los prados de Normandía. Pronto perdimos de vista este espectáculo maravilloso al volver a entrar bajo el bosque, y ya no se veía, por entre los árboles, más que un hilito de agua, que era todavía el Magdalena; de repente no vi ya nada. Empezamos de nuevo a subir, y aunque no dejaba de contemplar con espanto el declive de la cordillera, en la que me adentraba por primera vez en mi vida, mis temores fueron disminuyendo al darme cuenta del instinto de la mula que montaba. Resultaba interesante observar el discernimiento con que escogía la roca que le ofrecía mayor seguridad para poner las patas. Tranquilizado por completo me abandoné a sus caprichos. Los arrieros tienen un sistema excelente de conducir a estos animales en los pasos peligrosos; muy pocas veces les pegan, se limitan a arrearles con la voz y sostenerles de la grupa, cuando, al trepar de roca en roca, parece que se van a caer”. Relato de Gaspard-théodore mollien, tomado de Viaje por la República de Colombia en 1823. Biblioteca V Centenario Colcultura, Viajeros por Colombia, Bogotá, 1992, pp. 93-94.
PoBlACión Censo 1780 Provincia de Santafé: Provincia de Cartagena: Provincia de Tunja: (incluida la provincia de El Socorro) Provincia de Santa Marta: Panamá: Provincia de Antioquia: Provincia de Mariquita: Provincia de Chocó: Provincia de Neiva:
119.779 119.647 270.813 83.908 59.914 48.604 47.118 15.286 13.000
Paso de Honda a Bogotá. John Potter Hamilton. 1827. Sala de Libros Raros y Manuscritos Biblioteca Nacional.
John Pooter, Hamilton. 1827. Sala de Libros Raros y Manuscritos Biblioteca Nacional.
ArtesAnos nAturAles
La mezcla de la religión católica con las razas y culturas en América hicieron que los santos y los mismos pasajes de la Biblia dieran vida al arte criollo.
11
El redescubrimiento del territorio
Para explorar nuevas fuentes de riqueza en el territorio neogranadino, la Corona adelantó la Expedición Botánica. esta institución científica revolucionó el mundo cultural del Virreinato.
A
l finalizar el siglo XVIII, Mariquita, situada en el valle del alto Magdalena, por su ubicación y riqueza fue el escenario elegido para hacer el primer inventario de especies naturales: la Real Expedición Botánica, dirigida por Don José Celestino Mutis. Además del benéfico clima, contaba con el hecho de que allí el sabio gaditano estaba cerca de los reales de minas del Sapo y Santa Ana, zonas de extracción que fueron puestas bajo su cuidado por el arzobispo virrey Caballero y Góngora. En el cruce de caminos entre Honda y Neiva, y de Santafé con Antioquia y Chocó, permitía que desde Mariquita se accediera a diferentes paisajes. Allí había llegado el 9 de julio de 1783, tras una fugaz estancia de dos meses en La Mesa, en donde se iniciaron las labores de recolección de especies vegetales. Durante siete años esta ciudad fue la sede de la Expedición. El primero de noviembre de 1783, el rey Carlos III nombró a Mutis en el cargo de Primer Botánico y Astrónomo de la Expedición Botánica de la América Septentrional, cargo que consolida la autonomía del sabio. Para Mutis alejarse de Santafé era, como él
tividad de sus colonias. La primera misión científica que se desplegó en América fue en 1777, en el Virreinato de Perú. En 1783 inició labores la expedición de la Nueva Granada; en 1785 la de Nueva España; en 1789 la de Filipinas, y en 1796 la de Cuba. Pese a la urgencia de la Corona, es muy poco lo que sabía de esta expedición. En la capital algunos afirmaban que se debía a que, desde sus inicios, Mutis también había tenido que cumplir con sus labores de consejero virreinal, y que sus intereses comerciales, relacionados con la minería, lo habían alejado de la observación de la naturaleza neogranadina. Sus intentos de crear un herbario de la flora bogotana y comenzar a hacer un inventario de la riqueza natural de la Nueva Granada lo llevaron a recoger y preparar muestras para plasmarlas en una verdadera colección de láminas, como era usual por los naturalistas. Con solo dos colaboradores (Eloy Valenzuela, como adjunto de la misión, y Antonio García, como dibujante), estos propósitos fueron avanzando de manera pausada, incluso después de la vinculación de Salvador Rizo, convertido en el administrador general de la empresa, y Francisco Javier Matiz, a quien Mutis alababa por su destreza para el dibujo y habilidad “Ya no tiene la naturaleza arcano para la botánica. Pero en este punto era evidente la impacienalguno que no se intente obligarla a que los revele, ni secreto que se cia de las autoridades peninsulares por ver los resultados de la empresa. Francisco Martínez, esconda a la curiosa investigación quien era comisionado para averiguar en qué iba la Flora de Bogotá, manifestó luego de su última de los físicos”. visita a Mutis que “es muchísimo lo emprendido y muy José celestino Mutis poco lo acabado y que se teme, dada la precaria salud del director, un infortunio irremediable”. Hasta ese momento, lo único que había mismo lo reconoció, la posibilidad de escapar llegado a Europa eran referencias enfocadas al de un desierto cultural impropio para la ciencia, donde se movían las intrigas palaciegas y los estudio de la quina, las cuales fueron publicadas en obras del reconocido naturalista Carl Von chismes callejeros se mezclaban con presunciones de intelectualidad. Sin embargo, solamente el Linneo (Mantissa altera plantarum generum. 10 por ciento de las láminas fueron dibujadas en Holmiae, 1771, y Supplementum plantarum Mariquita, el resto en Santafé. systematis vegetabilium. Brunsvigae, 1781) y en La Expedición, según el plan trazado por José las que había colaborado el sabio de Celestino Mutis, debía proporcionar datos sobre Cádiz aun antes de iniciar su labor botánica, historia natural, geografía y astronomía. en la dirección de la Expedición. La Expedición Botánica de la Nueva Granada Busto encarnado de Mutis hace parte de las empresas de racionalidad Obra de Salvador Rizo Blanco, uno de los científica y económica impulsadas por la Corona pintores más importantes de la Expedición Botánica. borbónica con el ánimo de mejorar la produc-
12
Busto encarnado de José Celestino Mutis. Autor Salvador Rizo Blanco. Elaborado entre 1809-1810. Colección de Museo Nacional de
“Astroemeria pul. fructificatio”. Anónimo. La Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. Colección del Jardín Botánico de Madrid.
Bicentenario 1760-1859
territorio
Té de BogoTá La primera escueLa de arTe Con el trabajo de pintores en la Expedición Botánica se inició la primera escuela de arte y pintura del Nuevo Reino de Granada.
Fue una planta descubierta por Mutis que creó una falsa expectativa sobre su potencial de comercialización. Aun así, Mutis la estudió y recomendó sus posibles usos.
El iconismo Mutis fue un ferviente defensor del iconismo, corriente de la historia natural que considera el dibujo como un elemento central en la clasificación de las plantas. y una hora más tarde empezaban a trabajar en el salón de clases, donde se les proporcionaba todo lo necesario para sus quehaceres. Hasta donde se sabe, Don José Celestino pregonaba la excelencia como norma y no toleraba los errores ni la indisciplina. Desde que la Casa Botánica se instaló en Santafé, nuevos colaboradores se sumaron al trabajo de la Expedición, lo que le permitió a Mutis dedicar más tiempo a organizar y clasificar el vasto material que tenía. Y con la participación de Francisco Zea y sus sobrinos, José y Sinforoso Mutis, las colecciones se enriquecieron con las especies de los cerros que circundan la capital. Teresitas, encenillo, dalia, valeriana, genciana y zarzamora empezaron a nutrir las vitrinas y los informes de la Flora de Bogotá, publicación que entonces todavía no veía la luz. Con el paso del tiempo, la salud de Mutis disminuyó su vitalidad, sin duda afectada por las preocupaciones que su díscolo sobrino Sinforoso y su dilecto pupilo Francisco Zea
Puro se usa como remedio Preparación De la primera tintura de infusión, como remedio gustoso. Las personas de quebrantada salud, las de vida sedentaria, las de complexión fría y las que pasan de los 50 años, y más generalmente todas las que necesiten recuperar vigor y fuerza lo tomarán una sola vez al día, por algunas temporadas de 10 a 15 días. Como remedio eficaz no puede usarse por tiempo seguido en esta forma, sin que deje de producir sus efectos. La primera tintura medicinal por infusión se hace como la del Té de la China, según la práctica y su uso introducida de infusiones teiformes en agua hirviendo acabada de apartar del fuego, y puesta en vaso cerrado donde se mantiene la hierba por 15 a 20 minutos. Museo Nacional de Colombia, Mutis al Natural, Bogotá, 2008.
Microscopio portátil. Atribuido a E. Culpeper. 1715-1730. Colección Museo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Algunos escritos sobre esta planta, sus clases y bondades aparecieron también publicados en el Papel Periódico de Santafé –el más destacado es ‘El arcano de la quina’, que vio la luz en diferentes entregas entre mayo de 1793 y febrero de 1794 – y fueron accesibles para las autoridades españolas establecidas en el Virreinato. Dentro de los funcionarios coloniales hubo molestia e inquietud, pues creían que el interés de Mutis por la quina era de índole personal y no necesariamente reflejaba los intereses de la Corona. A decir verdad, las autoridades no conocían en qué iba el trabajo del sabio sacerdote en relación la flora neogranadina, y precisamente por la falta de resultados concretos y por la ausencia de controles efectivos a su trabajo, tras casi 20 años, en 1791, las autoridades españolas le ordenaron que se trasladara con su misión científica a Santafé, la capital del Virreinato. Una vez instalado allí se pudo apreciar algo del trabajo que durante años había realizado ‘el Sabio’ Mutis, como era llamado por la sociedad capitalina. En el segundo piso de la Casa Botánica se dispusieron, como si fuera un pequeño museo, todos los objetos y especies recolectados. Los curiosos vieron los maravillosos dibujos que se hicieron, sus herbarios, maderas y la colección de insectos raros y mariposas, aves disecadas, serpientes y ranas conservadas en envases de vidrio y extraños líquidos. Con el tiempo, las bellas láminas que plasman a la perfección los detalles de la flora neogranadina se multiplicaron gracias al trabajo de los pintores de la Escuela de Dibujo, institución que se creó en 1787 para superar el atraso de esta actividad y que con la llegada de la Expedición a la capital recobró nuevos bríos. La Escuela llegó a contar hasta con 32 estudiantes de manera simultánea. Sus miembros iniciaban actividades a las 4 de la mañana, a las 5 asistían a los actos religiosos que oficiaba Mutis, luego desayunaban
Aristolochia. Anónimo. Dibujo a la témpera sobre papel. Real Jardín Botanico de Madrid..
Advertencias para el uso del Té de Bogotá mientras se imprime el tratado de esta preciosa planta. Por el Sr. Joseph Celestino Mutis
arTe y precisión Con la Expedición llegaron instrumentos como un microscopio botánico que, a pesar de tener años de creados, eran desconocidos por la élite intelectual neogranadina.
13
Echites. Anónimo. Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. Colección del Jardín Botánico de Madrid.
Mutisia clematis. Salvador Rizo. Lámina realizada entre 1784 y 1811. Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. Colección del Jardín Botánico de Madrid.
Bicentenario 1760-1859
'Mutisia CLEMatis'
'ECHitEs'
Salvador Rizo. Jardín Botánico de Madrid.
Anónimo. Jardín Botánico de Madrid.
El 8 de septiembre de 1801, partieron de Santafé Alexander von Humboldt y su compañero de viaje Aimé Bonpland. Ya había pasado cerca de un mes y todavía se sentía la presencia del barón. Las noticias que llegaban dejaban saber que habían continuado su camino hacia Quito y que esperaban pasar por Popayán para visitar a Don Francisco José de Caldas, verdadera promesa de la ciencia neogranadina. La visita de estos científicos europeos le dio un nuevo aire al ambiente social, cultural y científico de Santafé. En la casa que ocupó Humboldt se instaló un pequeño museo que era visitado por toda la gente importante de la capital. Así, la visita de Humboldt se convirtió en una reivindicación para Mutis, pues las continuas muestras de reconocimiento del barón por el trabajo de la Expedición Botánica y su admiración por el sabio sacerdote hicieron que menguara el desdén con que este había sido tratado por las autoridades y miembros de la sociedad santafereña. Pronto, lo que empezó como mera cortesía entre colegas se convirtió en auténtico intercambio entre dos académicos y científicos. Durante seis semanas compartieron notas sobre la flora y fauna del país; Humboldt 14
quedó sorprendido con la calidad de biblioteca de la Casa de la Expedición y admirado con los barómetros y telescopios, pero su mayor asombro fue con la colección de dibujos de flores y plantas, que hasta esa fecha sumaba casi 2000 mil láminas. Todo, sin egoísmo alguno, fue puesto a disposición para que los viajeros tomaran nota, compararan y clasificaran. Humboldt permaneció en el país siete meses. Comprendió que faltaba mucho por hacer en el Nuevo Reino. Señaló que los periódicos contenían más disquisiciones intrascendentes que datos susceptibles de comprobación; que extensas zonas del territorio estaban inexploradas y sobre ellas se tenía el más absoluto desconocimiento, y tildó la actividad minera de artesanal y, por tanto, improductiva. Además, levantó un estudio cartográfico sobre el río Magdalena, que entregó a Mutis y al virrey Pedro Mendinueta y Muzquiz, y que sostiene, contra la evidencia, que esta arteria fluvial es impropia para la navegación. Según Humboldt, el Magdalena no corre en una dirección conveniente en relación con la cordillera sino que la atraviesa, y esto dificultaba las operaciones de transporte. Sugirió como alternativa el río Meta, que desem-
boca en el Orinoco y que, según él, tiene más coincidencia topográfica con la altiplanicie de Bogotá. Sin embargo, señaló que el desconocimiento casi absoluto del país y la falta de información de esta cuenca fluvial eran obstáculos muy fuertes para el desarrollo y progreso de la Nueva Granada. Alexander von Humboldt, “el Nuevo Colón”, como lo llamaron algunos eufóricos, se fue de la capital el 8 de septiembre de 1801. Con sus críticas puso en entredicho la cultura de los criollos y, de paso, dejó la impresión de que la ciencia en esta parte del mundo estaba muy atrasada. Veladamente criticó una sociedad en la que los señoritos de la aristocracia criolla, como él los llamó, conformes con una vida de muelle, no estaban interesados en la aventura y el reto de descubrir la riqueza inconmensurable que ofrecía este territorio. De seguir así las cosas, pensar en el progreso y acercarse a las grandes naciones era apenas una ilusión de pocos, y la mayoría seguiría, según el barón, sumergida en banalidades y pretensiones lejanas al desarrollo de la ciencia.
“Frederic Henry Alexander Barón de Humboldt”. Né á Berlin en 1769. Voyage Piltoresque dans les deux Ameriques. Resume général de tous les voyages. Alcide O’Orbighy. 1835.
EL paso dE HuMboLdt por La NuEva GraNada
territorio
'pasifLora CuadranguLaris' Manuel Martínez. Jardín Botánico de Madrid.
José de Caldas y Jorge Tadeo Lozano, dos criollos que desempeñaron papeles centrales en el movimiento de Independencia. Sus colecciones botánicas se constituyeron en un patrimonio importante para la formación de la nación colombiana por su aporte al conocimiento de las riquezas naturales.
Cátedra de matemáticas El 13 de marzo de 1962, José Celestino Mutis inició su cátedra de matemáticas en el Colegio del Rosario de Santafé. Sus clases sirvieron para difundir unos nuevos paradigmas e ideales en el pacato ambiente cultural de la Nueva Granada. eL observatorio
Palabras tan lisonjeras como las que usted dedica a mis informaciones, no me las imaginaba yo, ni mucho menos. No merezco estos reconocimientos y soy tan feliz de poder cumplir sus deseos, más cuando tanto aprecio todas sus indicaciones. Declaro esto con mucha emoción, sobre todo cuando me informa que mi pequeño paquete de observaciones científicas encontró su aprobación, le parecieron de valor y le agradaron, tal y como si fueran un trago de la maravillosa planta llamada nepentes. No sin razón se asombra de que yo encontrara aquí un árbol que sólo crece en el promontorio del Cabo de Buena Esperanza, pero yo mismo estaba muy sorprendido de encontrar en este país plantas de los distintos climas, en parte nativas y abundantes, y en parte ampliamente extendidas después de su introducción al país. Ahora se desarrollan entre nosotros numerosas plantas europeas. Así adornan durante todo el año la mesa virreinal los más maravillosos vegetales que en Europa solamente Italia puede ofrecer. Excelentes fresas tenemos desde hace unos diez años, cuando el virrey, por mi consejo, introdujo las semillas en frutas disecadas. Usted se queja de no encontrar en el mapa el lugar de mi anterior residencia, pero sucede que un pequeño pueblo de indios como Cácota de Surata no se encuentra en el Atlas. Ahora me hallo con sus cartas enviadas por el cónsul de Suecia aquí en Bogotá, a donde hace poco regresé. Durante mi larga permanencia en el país he coleccionado, en penosos viajes, un número sorprendente de láminas. Antes de venir aquí, no podía creer las noticias sobre la extraordinaria fertilidad de estas regiones, pero ahora, como testigo ocular de tal abundancia, de la cual todavía no me puedo formar idea clara, confirmo el concepto de Charles Marie de la Condamine de que ‘para un botánico capaz y un dibujante ágil, muchos años serían insuficientes para representar, describir y ordenar sistemáticamente la infinita variedad de este mundo vegetal’
CarL von Linneo
Mutis mantuvo con Linneo, uno de los naturalistas y científicos más importantes de Europa, una nutrida relación epistolar con la que intercambiaron conocimientos, descubrimientos y avances científicos.
Construido entre 1802 y 1803, el Observatorio Astronómico fue la última obra emprendida por Mutis y la primera en su género en toda Suramérica. En 1806 el Observatorio fue encargado a Francisco José de Caldas y luego de la muerte de Mutis se convirtió en centro de reunión de algunos próceres de la Independencia. Incluso allí fue donde se planeó la conspiración del 20 de julio de 1809.
15
Carlos Linneo. Magnus Hallman. Óleo sobre lienzo. 1774. Colección del Museo Nacional de Colombia.
Carta a Linneo esCrita por Mutis eL 15 de Mayo de 1770
Passiflora quadrangularis. Manuel Martínez. Lámina realizada entre 1791 y 1816. Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. Colección del Jardín Botánico de Madrid.
le ocasionaron. Los dos jóvenes hacían parte de la élite criolla descontenta por el mal gobierno en América, eran amigos de aquellos que querían un cambio y que reclamaban más poder para los criollos, por lo que, luego de seis años, seguían pagando su condena por conspiración y, aunque fuera de la cárcel de Cádiz, permanecían desterrados en territorio ibérico. En 1801 ninguno de los dos había podido regresar a la Nueva Granada. Las preocupaciones por los acontecimientos políticos y culturales que se venían presentando en la antes pacífica Santafé, dejaron en un segundo plano los trabajos científicos de la joven generación, que comenzó a dudar sobre la utilidad de la labor realizada durante casi 40 años en la Nueva Granada. El legado de Mutis es significativo para la historia de Colombia. Es el que sembró el origen de una tradición científica en el país. Como médico, asistió a los ricos y a los pobres; como naturista, promovió la historia natural con un enfoque internacional; construyó a sus expensas el Observatorio Astronómico, el primero en Hispanoamérica; promovió la participación de los criollos en los avatares de la ciencia, así como en la política, gracias a su capacidad de descubrir la inteligencia entre sus alumnos; promovió la introducción de los avances científicos en la universidad santafereña. Cuando murió, el 11 de septiembre de 1808, se encontraba rodeado de Francisco
Bicentenario 1760-1859
Las rutas para llegar al centro
interior, en especial de Santa Fe, para acceder a las mercancías elaboradas industrialmente, que no se producían en el país. El ritmo de la actualidad de la sociedad del interior era impuesto por las aguas del río Grande. EntrE dos marEs
A pesar de contar con costas sobre los dos mares, a inicios del siglo XIX no existía una ruta natural que permitiera el comercio marítimo de gran calado sobre el Pacífico. Sin embargo, existen algunos testimonios sobre una ruta que durante los últimos años del siglo XVIII era utilizada para comunicar las costas del mar del Norte con las del mar del Sur. El río Atrato era el principal camino
La precaria red de caminos construidos en la colonia planteaba enormes dificultades. Ello constituyó uno de los principales problemas del nuevo reino.
16
veces comían dentro del champán plátano, yuca, pescado y carne seca, que en ocasiones podía ser de manatí. Algunos viajeros describían a los bogas como seres muy alegres y borrachos; para otros, eran unos tramposos y flojos que se aprovechaban de quienes necesitaban su servicio. Si no estaban conformes con el viajero escapaban hacia los bosques y obligaban a contratar nuevos brazos. En el puerto de Mompox, al igual que otros en la ribera del río, o el de Honda, se evidenciaba un tráfico fluido de personas y mercancías sobre el río de la Magdalena, llamado también río Grande. Por su cauce fluía además el comercio ilegal, que remontaba el río en champanes sin control de la autoridad. El río Los puentes era territorio de nadie y reinaba la anarquía: El problema del paso de los ríos no fue resuelto en la Colonia cada quien respondía por su vida. ni en los los primeros años de la República. Durante tres Aun así, el Magdalena era la ruta preferida siglos fueron muy pocos los puentes que se construyeron y la mayoría ni siquiera cumplían con las formas de construcción por viajeros y visitantes extranjeros, y casi la desarrolladas en la época. única alternativa que tenían los habitantes del Puente cerca de Bogotá. Edward Walhouse Mark. 1843-1856. Colección Banco de la República.
P
or capricho de la naturaleza, el territorio colombiano está atravesado por un caudaloso e imponente río que, siguiendo la profunda tradición católica, los españoles llamaron a su llegada “de la Magdalena”. Desde entonces sirvió como arteria principal para llegar al centro del Virreinato, al sortear los grandes obstáculos impuestos por los Andes. Sin ser una ruta agradable, navegar estas aguas impredecibles resultaba más cómodo y seguro que intentar atravesar por tierra una geografía tan desafiante. La ruta del Magdalena le permitía al viajero llegar al centro del país a bordo de un champán, embarcación rústica provista de una cobertura curva a manera de camarote, que era impulsada por zambos llamados ‘bogas’. Esto implicaba además que, una vez embarcado, el viajero quedaba a merced de los bogas durante los casi dos meses que duraba el viaje. Sus jornadas, en promedio, alcanzaban las doce horas de navegación constante, muchas
territorio
natural entre la espesa selva del Occidente y era usado con frecuencia para comunicar la provincia de Zitara con el resto del Chocó. El río de San Juan, que nace al sur de la misma población, desemboca en el mar del Sur, por lo que Zitara, un caserío cuya importancia se debe además al comercio del oro, servía como punto de conexión entre los dos ríos. Sin embargo, en la temporada de lluvias, estos dos caudales se unían gracias al pequeño canal de la Raspadura, abierto por un fraile y los indios de su parroquia para permitir la navegación continua desde la desembocadura del río Atrato en el norte hasta el puerto de Charambira en el río de San Juan. Lamentablemente, esta vía solo viene siendo utilizada para el tránsito de pequeñas embarcaciones y se ha descartado su uso como vía de comunicación interoceánica, tanto por lo estrecho del canal como por los desafíos que imponen al navegante las fuertes corrientes de los ríos Atrato y San Juan. No podían pasar por allí más que algunas canoas que transportaban oro y cacao. LAS CORTAS Y PELIGROSAS RUTAS TERRESTRES
Los caminos de principios del siglo XIX eran, en gran medida, rutas abiertas desde la Conquista española, que habían servido durante centenares de años para comunicar aldeas y ciudades entre sí, pero más que eso, para comunicar los ríos más importantes con dichos asentamientos. El acceso a las ciudades andinas, como Santafé, Tunja y Popayán, no era nada fácil.
Un viaje por el Magdalena
Puente sobre el río Otún. Alphonse de Neuville. 1869. Sala de Libros Raros y Manuscritos Biblioteca Nacional.
La ruta preferida por los viajeros
geografía peligrosa
El cruce de cañones era una de las tantas dificultades que tenían que sortear los viajeros por los caminos de la Nueva Granada.
Los viajeros y las mercancías debían afrontar un duro y peligroso viaje desde que desembarcaban en los pequeños puertos de las riberas de los ríos hasta llegar a lo alto de las montañas. Lo hacían por estrechos caminos que seguían siendo los mismos de hace varios siglos; sin duda el más importante de ellos era el que conducía a Santafé desde el puerto de Honda. Si bien los españoles trajeron la rueda, las trochas que abrieron solo podían ser transitadas por mulas y esclavos y eran tan estrechas como la carga que por allí circulaba. Sin embargo, durante la segunda mitad del siglo XVIII se construyeron unas pocas rutas con el objetivo de aumentar la integración territorial del Virreinato. Un ejemplo fue el camino del Meta, cuya función era establecer una comunicación más eficiente entre Santafé y los Llanos y así ejercer un mayor control territorial sobre la zona. Para mejorar la comunicación entre los poblados más importantes del norte de la Nueva Granada, tales como Cartagena y Santa Marta, la monarquía española también ordenó construir algunos caminos. En ellos se organizaron caseríos cuya función era controlar la presencia de indios rebeldes que habitualmente hostigaban los asentamientos de blancos y criollos de la región. En realidad, los llamados nuevos caminos reales, ordenados a mediados de siglo XVIII, constituyeron el primer intento fuerte de la Corona española por comunicar todo el territorio y recuperar el tiempo perdido durante más de dos siglos.
así fuimos bajando hasta mediodía a una profundidad horrorosa, que levantando los ojos apenas alcanzaba la vista a los penachos de los cerros. Cerro peñascoso de cada lado formando tajos, cuya abertura de uno y otro no tendrá 30 varas, y arriba parece que de un salto se puede pasar. En esta profundidad creo que desde que Dios creó el sol, no había jamás rayado allí. En el llano de esta profundidad todo son peñascos caídos de los cerros, y estos es preciso pasarse como se pueda. Allí hay muchos caños de agua, muchas mulas y reses muertas, y todo lleno de huesos que testifican lo fragoso de aquel lugar” (Fray Juan de Santa Gertrudis). ........ “Nuestro viaje por el Magdalena resultó una horrible tragedia. Ocho de los veinte bogas de piel oscura se quedaron a mitad de camino, mientras los otros llegaron a Honda pálidos y cubiertos de malolientes llagas. Nuestro compañero de viajes Louis de Rieux y su hijo enfermaron de fiebre, lo mismo que la amante del primero, así como Mariano Montenegro y su sobrino Gregorito, hijo del infortunado Nariño, y también José de la Cruz, experimentado compañero desde nuestro desembarco en Cumaná. Sin embargo, por un feliz azar, mi naturaleza ha resultado milagrosamente inmune a todas las fiebres. Durante dos años y medio, con tantos viajes a través de espesos bosques, pantanos y ríos, en medio de enfermedades contagiosas, nunca tuve fiebre alguna”. (Descripción del viaje por el río de la Magdalena hecha por Alejandro von Humboldt en 1801. Tomado de Mutis, un forjador de la cultura, Hermann A. Schumacher.
(Fondo grande) Mompox en el Magdalena. Edward Walhouse Mark. 1845. Colección Banco de la República.
Champanes cerca a Mompox. Edward Walhouse Mark. 1843-1856. Colección Banco de la República.
La arteria fluvial Para conectar las entrañas de las cordilleras con el mar Atlántico, el río Magdalena se convirtió en la principal vía de comunicación de la Nueva Granada.
MoMpoX
Por su ubicación en el Bajo Magdalena, la Villa de Mompox se constituyó en el puerto más importante entre Honda y Cartagena.
17
Ville de Cartagene dans l’Amérique Méridionale). Bellin, Jacques Nicolás, Mapa en Le Petit Atlas Maritime, Paris, 1764. Colección de imágenes Biblioteca Luis Ángel Arango.
Vista de Cartagena. E. Therond. 1869. Sala de Libros Raros y Manuscritos Biblioteca Nacional.
Bicentenario 1760-1859
el puerto de cartagena
En el norte de Suramérica este puerto se convirtió en el destino privilegiado de los circuitos comerciales del Imperio español.
Fundaciones Puertos fundados en la Colonia que existían en 1810 Ciudad Fundación Santa Marta 1525 Cartagena 1533 Riohacha 1545 Villa Tolú Simití Mompox Tenerife Tamalameque Honda
Fundación 1535 1537 1537 1543 1544 1560
Tomado de: Zambrano, Fabio. Colombia, país de regiones. Bogotá: Cinep, 1994.
18
Cartagena, un paso obligado Por ser la puerta de la Nueva Granada y constituir parte fundamental de ruta de los metales preciosos, Cartagena se convirtió en la muralla del nuevo mundo.
s
on las 2 de la tarde del lunes 13 de marzo de 1808. Bajo el inclemente sol, los habitantes observan inquietos el horizonte de la bahía. Militares, carpinteros, cargadores, herreros, sastres, artesanos, esclavos, comerciantes y religiosos, entre otra decena de pobladores, hacen un alto en su trabajo para no perderse la llegada de los tres barcos mercantes que se acercan a la bahía. ¿Qué de tesoros, cartas, alimentos, personas, noticias, historias sobre lugares fantásticos o enfermedades extrañas traerán? No lo saben, pero sin duda esas naves significan oportunidades de negocio y prosperidad para más de una familia de estos territorios. “¡Oh, llega una flota!, este sí que es un magno
acontecimiento. Se tocan las campanas y se enarbolan las banderas en las torres y suenan los tambores, y sale la milicia de gala a recibirlos y se dispara toda la artillería y no queda cojo ni tullido... que no salga a recibirlas”, dejó consignado Don Alfonso Andrade, próspero comerciante del lugar. Tanta pompa y majestuosidad no es para menos. A inicios del siglo XIX, Cartagena disfruta del estatus de principal sitio de entrada y salida del Virreinato y es el hogar de más de 20.000 habitantes, cuyas vidas giran alrededor de flotas de barcos mercantes y sus respectivos navíos de guerra, dirigidos por almirantes que acompañan y protegen los valiosos cargamentos.
territorio
El otro puErto
Santa Marta no SE quEda atráS
La construcción de las murallas y fuertes de Cartagena tardó más de 200 años en ser culminada. Buena parte de las colonias españolas tuvieron que costear la obra más ambiciosa del Imperio en América. Es así como Cartagena se convirtió en el centro de acopio de buena parte de la Nueva Granada. Allí llegaban los metales preciosos encontrados en el territorio (perlas de La Guajira y oro de Antioquia, Cauca y Chocó)
Santa Marta
A pesar de haber sido el primer puerto fundado por los españoles en Suramérica, Santa Marta perdió en muy poco tiempo su hegemonía frente a Cartagena, que tenía una mejor comunicación entre el río Magdalena y el mar Caribe.
El altar
Entre los muchos santos, La Virgen empezó a ocupar un lugar central en el altar de las iglesias le dio vida a un culto mariano que se propagaría por todo el mundo. Claro que algunas capellanías tenían sus escudos, que en algunos casos tenían un lugar más importante que cualquier otra figura.
19
Puerto de Santa Marta. Edward Walhouse Mark. 1843. Colección Banco de la República.
La puerta de entrada aL Virreinato
¿Cómo Cartagena se convirtió no solo en el principal puerto de la Nueva Granada, sino en uno de los más importantes del Imperio español, teniendo en cuenta que nuestro Virreinato no era tan importante como el de Perú o México? Encontramos la respuesta en dos hechos geopolíticos de bastante importancia para los intereses imperiales: por un lado, la producción de oro de la Nueva Granada llegó, en el siglo XVII, a representar cerca del 40 por ciento del oro del mundo; además, Cartagena y Santa Marta eran los únicos puertos que facilitaban la comunicación de las ciudades y pueblos neogranadinos ubicados en el valle del río Magdalena y en la zona andina, en especial Santafé, con la metrópoli española. Aunque el recorrido de Cartagena a Santafé era bastante complicado, comparado con otros trayectos que debían pasar pasajeros y mercancías para poder ingresar al interior de la Nueva Granada o para llegar a otros lugares del mundo, resultaba el más fácil y rápido.
Con el propósito de reanimar la menguada economía imperial, la Corona española, en el marco de las reformas borbónicas, permitió el libre comercio entre las ciudades españolas y las de ultramar. A partir de 1778, año en que se expidió la nueva reglamentación comercial, muchos puestos de las colonias americanas fueron autorizados para el comercio interoceánico. En el caso de la Nueva Granada, Santa Marta y Riohacha obtuvieron este beneficio. Así Cartagena perdió la exclusividad como puerto que había mantenido casi por tres siglos. Para responder a los nuevos retos, Santa Marta contrató a destacados ingenieros cuya misión era mejorar su capacidad para recibir a los grandes barcos que venían del extranjero. En el puerto a mar abierto, sin muelles donde pudieran atracar los barcos, despachaba carga proveniente de las zonas aledañas a la Sierra Nevada y Barranquilla con destino a España. Sin murallas ni fuertes, la vida en Santa Marta también transcurría al ritmo del ir y venir de los navíos, de sus reparaciones y aprovisionamientos, y de las ferias que se organizaban para vender mercancías europeas que llegan al territorio nacional. Años más adelante, entre 1840 y 1872, Santa Marta se convertiría en el principal puerto de la Nueva Granada, en el que se movilizó gran parte del comercio exterior del país, a tal punto que sus recaudos de aduana superaron ampliamente los de Cartagena, Barranquilla, Riohacha y Sabanilla, otros puertos sobre el mar Caribe. Esta posición se perdería a finales del siglo XIX e inicios del XX, cuando Barranquilla empezó a desempeñar el puesto de primer puerto del país.
Bicentenario 1760-1859
Cartagena, en las grandes ligas
El segundo hecho geopolítico consistía en que Cartagena, por su posición y gran disponibilidad de recursos naturales importantes en la navegación (maderas para la reparación de barcos, alimentos y agua para la tripulación), se convirtió en un puerto estratégico para salvaguardar los tesoros, como el oro y la plata, de la Corona, que eran transportados desde el extenso Virreinato del Perú hacia el puerto de Sevilla, en la Península Ibérica, mientras reaprovisionaban los grandes barcos con agua y
la ciudad se FortiFica Fue una de las obras de ingeniería militar más importantes del imperio español que proporcionaba deFensa militar al gran caribe.
el enCierro de la plaza El plan original de amurallar la ciudad comprendía la construcción de una serie de cortinas y baluartes que encerrarían toda la región de Calamarí. La obra se inició en 1602 cuando el ingeniero Cristóbal de Roda puso las primeras piedras del Baluarte Santo Domingo. Hacia 1635, estaban terminadas casi todas las murallas. A mediados del siglo XVII, el ingeniero Francisco de Murga continuó la obra de Roda y diseñó e inició la construcción del amurallamiento de Getsemaní. Cincuenta años más tarde el ingeniero militar Juan de Herrera y Sotomayor reconstruyó, modificó y amplió el trazado original de las murallas, obra que fue continuada por el también ingeniero Antonio de Arévalo. Para finales del siglo XVIII toda Cartagena se encontraba rodeada por murallas.
Castillo de san felipe de Barajas En 1656 Pedro Zapata de Mendoza, gobernador de la ciudad, por orden de la Corona mandó a construir en el cerro de San Lázaro un pequeño fuerte. Durante casi un siglo la fortificación no sufrió ninguna transformación significativa hasta que en 1762 Antonio de Arévalo inició la obra de todo un complejo defensivo. Las autoridades de Cartagena de Indias le pagaron a Francis Drake la suma de 107.000 ducados por el rescate de la ciudad.
20
los fuertes de BoCagrande Durante la Colonia Cartagena tuvo dos entradas marítimas naturales: Bocagrande y Bocachica. Por su profundidad, la primera permitía el tráfico de barcos de gran calado, frente a la segunda. Después de varios ataques piratas ocurridos entre 1540 y 1560, la Corona tomó la decisión de fortificar la entrada por Bocagrande. En 1566 fue erigida en la isla de Manga el fuerte San Felipe del Boquerón, y un año después, en Punta Icacos, fue emplazado el fuerte de San Matías. Ambas estructuras, construidas con materiales poco resistentes, sucumbieron ante el ataque del pirata John Hawkins en 1568 y a la toma de la ciudad de Sir Francis Drake en 1580. Frente a esto, a finales del siglo XVI la Corona proyectó la construcción de un sistema defensivo que impidiera futuros bloqueos o tomas de Cartagena. En 1585, el ingeniero Bautista Antonelli diseñó varios fuertes en Bocagrande y el amurallamiento de la ciudad. En 1603 se reconstruyó San Matías y entre 1608 y 1620 el ingeniero Cristóbal de Roda, continuador del proyecto de Antonelli, edificó la plataforma de Santángel y el fuerte Castillo Grande o Santa Cruz. Pero hacia 1630 Santángel y San Matías fueron demolidos y en su reemplazo se construyó el fuerte San Juan, en el extremo nororiental de la isla Manzanillo. Cartagena quedaba así custodiada por San Juan y Castillo Grande.
alimentos para sus tripulantes. Es así como Cartagena y sus murallas se convirtieron en uno de los puertos fundamentales de la Corona en América, junto a Portobelo (Panamá), La Habana (Cuba) y Veracruz (México). Estos integraban el sistema de transporte conocido como la Carrera de Indias, ideado por la Corona española para proteger sus metales preciosos de los intentos de robo de parte de corsarios y piratas holandeses, ingleses y franceses que rondaban por el Caribe. afriCanos en Cadenas
Sin duda, Cartagena era sinónimo de progreso y un paraíso del comercio al que también llegaban los barcos negreros cargados de esclavos. Hombres, mujeres y niños provenien-
Plano de Cartagena. “A plan of Cartagena”. Publicado en The gentleman’s Magazine, vol. X. Londres, 1763.
na. El destino de estos artículos eran ciudades del interior como Tunja, Santafé, Mompox, Honda, Vélez, Santafé de Antioquia, Cartago, Popayán y otras poblaciones del Nuevo Reino.
Mapa elaborado en Londres 1172 plano de Cartagena.
y los productos del interior (cacao, algodón, tabaco, cueros, etcétera) que debían ser llevados a la metrópoli española. Algunas de estas mercancías llegaban por tierra después de varios días –incluso meses– de ser transportados en animales de carga y champanes. Otros productos llegaban a través del río Magdalena después de ser embarcados en las villas portuarias de Honda, Mompox o Tolú. De la misma forma, los grandes barcos mercantes traían a Cartagena vino, aceite, ropa, hierro, telas, terciopelos y damascos que se compraban y vendían en las ferias y se distribuían a lomo de mula por las vías del comercio interno y en barcos de vapor por el río Magdale-
territorio Construcción del terraplén de una cortina con sus bóvedas. Las fortificaciones de Cartagena de Indias: estrategias e historia. Rodolfo Segovia. El Áncora Ed. Bogotá, 2009.
tes de la costa occidental de África en barcos eran esperados por todos aquellos que podían comprarlos en subastas públicas: comerciantes, ganaderos y dueños de minas que necesitaban reemplazar a los indígenas diezmados por el maltrato, la sobreexplotación y las enfermedades contraídas durante sus largas y extenuantes jornadas de trabajo. El comercio de esclavos negros fue una de las principales actividades de la ciudad. Sus precios eran elevados y se constituyeron en elementos valiosos –porque los hacían trabajar como mulas– para haciendas y empresas mineras. Y así, desde Cartagena, se distribuyeron por el territorio colombiano esclavos hacia Santafé, las minas de Antioquia, Cauca y Chocó, e incluso a destinos lejanos como Quito o Perú.
La fortificación de Bocachica
El otro puErto
canteras y materiales Las piedras salían de las canteras de Tierrabomba, Albornoz, Caimán y Barú... Había buena caliza para cada uso: para hacerles frente a los embates del mar, para fabricar cal viva, o para tallarla primorosamente tal como en la portada de la Inquisición. La madera seca y curada para pilotes y andamios, para arboladuras de los tendales, y para puertas y ventanas llegaba hasta del Sinú y del Choco, a las manos expertas de artífices inmersos en la tradición de los carpinteros de ribera. El hierro para hachas, serruchos, cinceles y demás utensilios para tallar la piedra, y el de los martillos, picos y palas, barretas, clavos, goznes capuchinos y cadenas venla de ultramar pero lo trabajaban las fraguas y fundiciones de la ciudad. Las cuerdas pesadas para izar materiales de construcción se importaban, aunque localmente se hilaba el fique de tradición indígena. El ladrillo para
los parapetos y la teja para los cuerpos de guardia se moldeaba y horneaba con la buena arcilla de los numerosos tejares que rodeaban a Cartagena. Para el cemento, los ingenieros se acogían todavía a las excelentes fórmulas de origen romano. El mejor mortero era la argamasa preparada con tres partes de arena lavada, preferiblemente de arroyo (la de mar era menos apreciada), y dos partes de cal viva mezcladas con agua, y todo reposado y cernido. Nada más era necesario si se tenía buen cuidado al escoger los ingredientes. Fuertes y murallas que aún perduran orgullosamente erguidos en Cartagena, no tienen más pega que esta, excepto en los aljibes y demás obras sumergidas.
Blass de Leso, grabado de Greñas. Papel periódico ilustrado. Biblioteca Luis Angel Arango.
A mediados del siglo XVII, el hundimiento de los galeones Buensuceso y Concepción causaron el taponamiento de Bocagrande. Esto obligó a fortificar la otra entrada a la bahía: Bocachica. Se construyó en el sur de Tierra Bomba el castillo de San Luis de Bocachica. La seguridad de toda Cartagena quedó en manos de esta fortificación ya que Castillo Grande y San Juan habían sido desmantelados. A inicios del siglo XVIII el ingeniero Juan de Herrera y Sotomayor decidió reconstruir San Luis, complementarlo con varias baterías en la costa occidental de Tierra Bomba y emplazar el fuerte de San Tomado de Las Fortificaciones de Cartagena Felipe en el extremo norte de Barú. La prueba de fuego de todo este de Indias: estrategia e historia, Rodolfo Segovia. complejo defensivo fue el asedio del almirante Edward Vernon. Aunque San Luis fue destruido, retardó la entrada de los ingleses al interior de la bahía, lo que en últimas fue una de las causas corsarios y piratas atacan a cartagena de la derrota de los invasores. Una década después del ataque la Junta de Fortificación y Año Nombre País de procedencia Defensa de Indias ordenó la construcción del fuerte San Fernando 1543 Robert de Baal Francia para reemplazar a San Luis. 1559 Martín Cote y Jean de Beautemps Francia 1568 John Hawkins Inglaterra 1586 Francis Drake Inglaterra 1697 Barón de Pointis Francia 1738 Almirante Vernon Inglaterra Tomado de: Pardo, Rafael. La historia de las guerras.. Bogotá: Ediciones B, 2008, pp. 74-75.
Una victoria poco conocida
Como comandante general de Cartagena, Blas de Lezo derrotó en 1741 al almirante Edward Vernon, quien la sitió con 180 navíos armados con 2.000 cañones y casi 25.000 hombres. Para enfrentar esa poderosa fuerza, Lezo usó con imaginación e inteligencia los 2.830 hombres que había en la ciudad, entre tropa regular, milicianos, la marinería, personal de los seis únicos navíos de guerra que había en el puerto y 600 indios flecheros traidos del interior. Su sistema defensivo junto con las inclemencias tropicales diezmaron a la armada inglesa. Fue el esfuerzo más serio del Imperio británico por apropiarse de esa ciudad. Vernon estaba tan convencido de la derrota de los españoles, que mandó acuñar monedas conmemorativas de su triunfo antes de zarpar. Su humillante derrota aseguró el predominio imperial de España en el Atlántico durante medio siglo más.
21
Bicentenario 1760-1859
Normas para fundar ciudades Al igual que la guerra contra los moros, la ciudad fue el eje de la conquista española en América.
L
os españoles crearon normas muy estrictas para fundar ciudades y poblados en los territorios americanos. Desde 1573, el rey Felipe II había dictado una ordenanza sobre el Descubrimiento, Nueva Población y Pacificación de las Indias, en la que se dictaba de forma detallada el orden que debían seguir los conquistadores al encontrar y poblar los territorios recién descubiertos y por descubrir. Como norma principal, “los asentamientos deben ser permanentes y no de paso”, para lo cual los conquistadores se comprometían a tener en cuenta que las condiciones del terreno garantizaran que la fundación pudiera perdurar: agua dulce suficiente, recursos naturales abundantes, piedra y maderas para construir, clima “no enfermizo”, facilidad para la defensa de la ciudad y espacio para el futuro crecimiento de la población. Cualquier asentamiento humano, mucho
más una ciudad, requería de una abundante fuente de agua dulce para sobrevivir prolongadamente. Por esta razón, los conquistadores fundaron los pueblos y ciudades a lo largo de los ríos neogranadinos o allí en donde el agua no faltara, confiriendo así un patrón particular a la ubicación de las ciudades y poblados en el territorio del Nuevo Reino de Granada, siempre relacionado con las rutas de las expediciones de los conquistadores españoles del siglo XVI. Una cUadrícUla para jerarqUizar la sociedad
El poblamiento inicial de la primera conquista se realizó en torno a tres ejes: costa Caribe, que se conformó en torno a las ciudades de Cartagena y Santa Marta con sus respectivas ciudades y villas subalternas (Tolú, Mompox, Riohacha, Valledupar); el de occidente, desde la meseta de los Pastos hasta el nordeste
Mapa de Bogotá Joseph Aparicio Morata 1772. Colección Óscar Monsalve.
la primera Santafé
Esta es la segunda imagen más antigua de Santafé de Bogotá, realizada por D. Joseph Aparicio Morata durante su visita en 1772.
antioqueño, que coincide con las conquistas de Belalcázar; y el del centro oriente del Reino, desde el sur del valle del Magdalena hasta los actuales Santanderes. Las fundaciones de ciudades en el siglo XVI permitieron un mayor control del territorio y al mismo tiempo produjeron una mayor atomización de los espacios en lo económico, lo social y lo político, ya que cada fracción espacial se iba a convertir inicialmente en el patrimonio del grupo de encomenderos y hacendados, cuyo poder se iría a expresar en el cabildo de la respectiva ciudad. Esto constituye una de las primeras fases de la fragmentación del poder que va a caracterizar la historia política del país en el momento de la Independencia, así como en la construcción de la República. Los pueblos y ciudades fundados a lo largo de tres siglos de conquista y colonia imitaron el patrón de cuadrícula característico de las ciudades y villas españolas. Este consistía en trazar en el sitio elegido una plaza mayor, o plaza de armas, en la que se ubican tradicionalmente la iglesia, la casa del fundador y un cuartel para el ejército. A partir del cuadrado en el que se inscribe, se proyectan hacia los cuatro puntos cardinales nuevos cuadrados divididos entre sí por las calles y las carreras, dando así la imagen con la que han crecido la mayoría de las ciudades de toda la América hispánica. Las estructuras políticas, sociales, religiosas y económicas neogranadinas también son una réplica de la sociedad española, cuyas jerarquías se hacen evidentes también en la ubicación de los habitantes en sus ciudades. Aquellos que tienen sus casas en el marco de la plaza son los personajes más respetados e importantes. Luego se les otorgan los predios más cercanos a la plaza central a quienes colaboraron estrechamente con el fundador, dejando los lotes más lejanos a los habitantes de menor categoría militar o civil. Así, se
establece una temprana estratificación de la sociedad neogranadina.
posesión del TerriTorio
Una vez seleccionado el lugar de la ciudad, se trazaban los planos y se efectuaba una ceremonia religiosa que daba por sellada la posesión del territorio.
CUesTión de adapTaCión algunas ciudades fundadas a la orilla de un río o del mar exigían que el espacio rompiera la cuadrícula tradicional. Su forma y distribución debía adaptarse a los accidentes geográficos o a las necesidades producto de las actividades comerciales. Por ejemplo en poblaciones como Riohacha o Mompox los trazados de las calles tenían el mismo contorno de la playa o del río. Vista de Cali. Dibujo de Delauney 1869. Sala de Libros Raros y Manuscritos Biblioteca Nacional.
Pintura Alegórica de la fundación de Bogotá, Agosto 6 de 1538. Participación de los habitantes indígenas y los conquistadores. Celebración de la primera misa. Óleo de Pedro Alcántara Quijano.
territorio
Las ciudades son cambiantes
Sin embargo, a medida que las ciudades van expandiéndose hacia su periferia por el aumento de la población, el patrón de cuadrícula se va deformando y adoptando nuevas características, dependiendo de las condiciones del terreno, los ríos y el clima. Además, según la función que desempeña cada población en el sistema colonial y los recursos con los que cuenta, es dotada con una arquitectura y un carácter específicos. Por ejemplo, el puerto de Cartagena de Indias, desde el principio, se constituyó como una estación para las embarcaciones de la Carreras de Indias que, al ser constantemente atacada por piratas, corsarios y las fuerzas navales inglesas y francesas, empe-
zó a ser modificada para hacer frente a tales amenazas, hasta convertirse en el siglo XVIII en una ciudad amurallada, un fuerte armado en el que se asienta el ejército del Rey o regimiento fijo del Nuevo Reino de Granada. También son destacables en este centro urbano la sede del Tribunal de la Inquisición y la Aduana. Santafé, por su parte, es la capital del Virreinato, lo cual hace que sus construcciones más visibles sean la casa de los virreyes, las universidades, los monasterios, la Casa de la Moneda y, por supuesto, la Catedral, sede del arzobispado. En todas las ciudades que alcanzan cierto prestigio, las cúpulas de las iglesias dominan el horizonte.
La ciudad, una metáfora del cielo La cuadrícula española, de origen griego, representaba la idea del orden celestial. La plaza mayor en el centro era una metáfora de la organización del universo: así como la Tierra era el centro del universo, la plaza tenía que ser el centro de la sociedad.
Tomado del libro La Ciudad en la Historia Colombiana, Fabio Zambrano.
Plano del Puerto de Honda. A.G.N Mapoteca 4 mapa 201 A
La Villa de Honda era el puerto fluvial más importante del interior de la Nueva Granada. Este era el enlace fundamental, en el río Magdalena, entre Cartagena y Santafé de Bogotá.
Escudo de Armas de Medellín 1678. Archivo del Concejo Municipal de Medellín. Libro Historia de Antioquia. Jorge Orlando Melo. Editorial presencia; Colombia, 1988.
el pUerTo inTerior
CreaCión de símbolos
Los escudos de armas fueron los principales símbolos de identificación de las diferentes villas y ciudades. Su creación o diseño se realizaba inmediatamente después de la fundación. Escudo de Armas de Medellín, 1678.
23
José Alfonso Pizarro, marqués de Villar. Virrey del Nuevo Reino de Granada 1749-1753. Óleo de Joaquín Gutiérrez. Museo de Arte Colonial.
Bicentenario 1760- 1859
El poder colonial
Para recomponer el sistema colonial los Borbones impusieron una profunda reforma en la administración del imperio.
conflicto
Si bien en Santafé se estableció finalmente la capital, Cartagena, su más fuerte competidora, fue un punto de vital importancia para las Reformas Borbónicas, y llegó a ser considerada la segunda capital del Virreinato. En esta ciudad, el principal puerto aduanero del país, se centraron las reformas fiscales, se ubicó a la mayor parte del ejército imperial y se estableció el Tribunal de la Inquisición, con capacidad sobre todo el reino. Por su parte, en Santafé se aplicaron las reformas administrativas, judiciales y educativas.
24
Mapa descriptivo tierra firme Nuevo Reino de Nueva Granada y gobernación de Popayán. Williem Janszoon Blaeu. Publicado en Theatre du monde, Ámsterdam, 1638.
La Lucha de cartagena por Ser La capitaL
este lado del mundo. Las órdenes y leyes eran fácilmente desobedecidas. Por eso los Borbones, la nueva familia reinante de España tras la cruenta guerra de sucesión española (1701-1713), diseñaron un amplio programa administrativo conocido como las Reformas Borbónicas, con las que pretendió reforzar el control sobre las colonias. Las constantes guerras, la competencia comercial con la protestante Gran Bretaña y el exitoso ejemplo de la modernización administrativa del Estado francés y sus colonias impulsaron estas reformas, cuyo objetivo era convertir al Imperio español en un Estado fuerte, centralizado, ilustrado, económicamente poderoso y con capacidad militar. Para muchos, estas reformas eran una segunda conquista de América, pues con ellas se buscaba que los impuestos recolectados y los recursos explotados fluyeran directamente hacia la Corona española, además de mantener el orden entre los pobladores americanos, ya fueran peninsulares, criollos, indígenas o esclavos. En virtud de este propósito, la Corona le propuso al Real y Supremo Consejo de Indias, entre otras, instaurar un nuevo virreinato, el Nuevo Reino de Granada, que se debía extender desde Panamá hasta Quito y desde la costa occidental neogranadina hasta la costa oriental deVenezuela. El VirrEinato dEl nuEVo rEino dE Granada
La necesidad de fortalecer militarmente a los puertos de la Costa Caribe, unido al imperativo de restaurar el orden en la administración pública, víctima de continuos y sistemáticos fraudes, obligaron al establecimiento de un virreinato en Santafé, del que se esperaba impusiera respeto y ejerciera mayor autoridad. Sin embargo, solo seis años duró el primer Virreinato de la Nueva Granada, instaurado en 1717 y diluido en 1723, ya que “nada nuevo ni bueno se había obtenido y (el Nuevo Reino) permanece sin aumento de caudales, sin poder evitar los fraudes y algunos desórdenes que se han ocasionado”. No obstante, en 1739, ante los constantes ataques de piratas, la Corona decidió instaurar de nuevo el Virreinato, esta vez con la convicción de establecer una clara centralización administrativa para controlar a los criollos y orientar sus estructuras económicas hacia la complementa-
1
riedad y dependencia con la Península. Luego de una prolongada competencia con Cartagena, la capital se estableció finalmente en Santafé. Desde allí el Virrey, representante del Rey, administraba política y militarmente, nombraba y removía funcionarios coloniales –excepto aquellos nombrados por el Rey–, administraba justicia penal y civil, otorgaba los derechos de patronato y repartía las tierras. Su sede era la Real Audiencia Virreinal, máximo órgano de justicia con jurisdicción sobre la totalidad del territorio que, por ser tan extenso, estaba dividido en gobernaciones y cabildos. la diVisión administratiVa dEl VirrEinato
Para garantizar un mayor control, Madrid fortaleció el poder de las gobernaciones, las cuales correspondían a las provincias del Virreinato. La capital de estas gobernaciones se ubicaba, casi siempre, en la ciudad más importante de la provincia. Desde allí, el gobernador, designado por el Virrey, cumplía funciones muy similares a las del mismo Virrey pero a nivel provincial. El modelo de colonización española estaba determinado por dos actos: fundar ciudades e instaurar cabildos. Estos últimos eran entes jurídico-políticos, que encarnaban el poder político en las diversas ciudades y villas de Hispanoamérica. En la práctica servían como centro de discusión de los problemas locales, impartían justicia ante los conflictos personales y comerciales, velaban porque las leyes fueran cumplidas y distribuían la tierra entre los vecinos. También controlaban los precios y establecían los pesos y medidas, debían abrir y mantener caminos, calles, puentes y edificios públicos, cobraban los tributos, velaban por la provisión de agua, establecían los pastos y bosques José Solís, Virrey del Nuevo Reino de Granada 1753- 1761. Museo de Arte Colonial.
A
inicios del siglo XVII, la Corona española llevó a cabo una gran reforma administrativa para gobernar más eficientemente sus colonias en ultramar. Pero en vez de aumentar el control sobre estos territorios, generó un gran malestar político y social. Desde de la Conquista existían dos instituciones fundamentales para el manejo de las colonias americanas: el Real y Supremo Consejo de Indias y la Casa de Contratación. Las dos estaban encargadas de brindar asesoría al Rey y a su Corte. El Real y Supremo Consejo de Indias, el órgano de mayor importancia para el Nuevo Mundo, tenía entre sus funciones la creación de virreinatos y nuevas gobernaciones; proponer al Rey los nombres de los candidatos a virreyes, gobernadores y oidores, elaborar las leyes que regían a los súbditos colonizados; dividir los obispados y revisar las disposiciones de la Iglesia, entre otros. La otra institución, la Casa de Contratación de Indias tenía atribuciones mucho más especificas. Se encargaba principalmente de fomentar y regular el comercio entre la Península y el Nuevo Mundo y controlar todo el tráfico marítimo. Sin embargo, ambas instituciones se vieron en dificultades para administrar las colonias, pues la escasez de recursos y la corrupción de virreyes, gobernadores y regidores, sumadas a la distancia que los separaba y la inmensidad del mundo americano, impidíeron que la larga mano del Rey se sintiera en
1. Alfonso Pizarro 2. Jorge de Villalonga 3. Pedro Messía de la Cerda 4. Sebastián de Eslava 5. José Solís
3
Escudo de la Real Audiencia. Símbolo de la Soberanía de la Corona.
2
GOBIERNO
retratos De virrey
Sebastián de Eslava, Virrey del Nuevo Reino de Granada, 1740-1749. Museo de Arte Colonial.
Virrey Jorge de Villalonga. Aprox. 1719. Colección de Virreyes del Museo de Arte Colonial.
Pedro Messía de la Cerda, Virrey del Nuevo Reino de Granada. 1761-1773. Museo de Arte Colonial.
4
5
comunales, organizaban los eventos públicos y las fiestas populares, entre otras. En la práctica esto no funcionó ya que las autoridades reales no pudieron nunca controlar del todo a los cabildos debido, principalmente, a las dificultades de comunicación. Tal situación convirtió a los cabildos en micro poderes casi autónomos que a la larga fragmentaron la autoridad colonial e hicieron casi imposible la administración centralizada. Por eso, cuando España adelantó las Reformas Borbónicas para aumentar su autoridad, los principales opositores fueron los miembros de los cabildos. A diferencia de lo que sucedía en España, los cabildos en la Nueva Granada eran mucho más excluyentes. Los cargos se repartían a las familias más pudientes, muchas de ellas de origen peninsular, lo que en últimas constituyó un monopolio por parte de las alianzas y linajes familiares, que solo deseaban mantener los vínculos económicos y comerciales en una sociedad estrictamente jerarquizada. El resto de los habitantes, compuesto por mulatos, mestizos, pardos, zambos y blancos pobres, obedecía y estaba sujeto al cabildo. Muchas de las familias que monopolizaron durante décadas los cabildos eran corruptas y se adueñaron sin mayores consideraciones de los tributos recogidos, dejando en un estado crítico las arcas necesarias para las obras públicas que aseguraran la extracción de las riquezas y su comercialización con la Península. Los regidores se comportaban en muchas ocasiones como los dueños personales de los territorios que deberían gobernar en nombre de la Corona.
escuDo De la real auDiencia De santafé Confeccionado a finales del siglo XVI, era el símbolo del poder español en territorio neogranadino
RELACIÓN
un siglo De virreyes Durante un poco más de un siglo los destinos de esta colonia estuvieron a cargo de 19 virreyes. De estos, Pedrosa y Guerrero actuó como Virrey sin el título formal y Juan de Torrezar Díaz no pudo asumir el cargo, pues según algunas versiones murió envenenado para que asumiera Antonio Caballero y Góngora. Benito Pérez nunca viajó a América. Antonio Ignacio de la Pedrosa y Guerrero
1718-1719
Jorge de Villalonga
1719-1724
Sebastián de Eslava
1740-1749
José Alfonso Pizarro
1749-1753
José Solís Folch de Cardona
1753-1761
Pedro Messía de la Cerda
1761-1772
Manuel Guirior
1772-1776
Manuel Antonio Flores
1776-1781
Juan de Torrezar Díaz Pimienta
1782-1782
Antonio Caballero y Góngora
1782-1789
Francisco Gil de Taboada y Lemos
1789
José Manuel de Ezpeleta
1789-1797
Pedro Mendinueta y Múzquiz
1789-1803
Antonio José Amar y Borbón
1803-1810
Francisco Javier Venegas
1810
Benito Pérez Brito
1812-1813
Francisco Montalvo y Ambulodi
1813-1818
Juan de Sámano
1818-1819
Juan de la Cruz Mourgeón
1819-1821
25
Bicentenario 1760-1859 Monedas de oro o plata denominadas macuquina del siglo XIX. Encontrado en 1936 en el Magdalena. Colección de Numismática del Banco de la República.
El rEal Español
Moneda acuñada en plata de aproximadamente 3,35 gramos que equivalía a 34 maravedís. Sus múltiplos eran dos reales, cuatro reales y ocho reales. Su amplia difusión entre los siglos XVI y XVII la convirtió en una moneda de circulación mundial. En la Nueva Granada su acuñación fue realizada en Santafé desde 1627 y en Popayán desde 1758.
Sin tributos no hay progreso El aumento de impuestos y cambios del sistema tributario motivaron protestas en el Virreinato.
I
mpuestos, impuestos y más impuestos. En la América española había que pagar el quinto real y tributos por el consumo de aguardiente y sal. Hasta por cultivar tabaco y jugar naipes había que pagar. La salida que muchos tuvieron fue protestar. Por eso, hacia mediados del siglo XVIII e inicios del XIX, vecinos e indígenas de villas y ciudades no solo del Virreinato, sino de toda la América española, adelantaron una serie de revueltas y levantamientos cuyo máximo hito en la Nueva Granada fue el levantamiento de los Comuneros en 1781. La inconformidad en gran parte de los casos tenía una causa: la nueva política económica y tributaria de la Corona española. Los Borbones reformaron toda la política tributaria de sus dominios con el fin de aumentar sus ingresos para cubrir el funcionamiento del Imperio y el mantenimiento de los cuantiosos gastos militares causados por la guerra de España contra Inglaterra y Francia. Esto significó promover nuevas actividades comerciales y aumentar el gravamen de impuestos. Cabe señalar que durante los siglos XVI y XVII, la mayoría de las rentas que percibía la Corona era por el recaudo del quinto real, cobrado a los metales preciosos, en especial el oro y la plata, y las composiciones de tierras, impuesto que debían pagar los dueños de tierras para legalizar sus propiedades. Pero en el siglo XVIII ocurrió en gran parte del Imperio una crisis económica marcada por la disminución de la extracción de oro, lo
26
que significó una disminución en el recaudo del quinto real, uno de los impuestos más importantes para la Corona. En el caso de la Nueva Granada, la crisis fue mucho más profunda pues al no tener una vigorosa economía basada en la hacienda o la plantación, la extracción del oro representaba casi el total de su economía. La alcabala, otro de los impuestos más importantes en la Colonia, también sufrió durante el siglo XVIII una drástica disminución en su recaudo debido a la depresión del comercio interoceánico entre las colonias y la metrópoli. Para solucionar el problema, la Corona estableció en 1878 el Reglamento de Comercio Libre que autorizaba a todas las provincias españolas a comerciar con las colonias del Imperio, a la vez que rebajaba los derechos de importación de varios artículos. El propósito de la nueva reglamentación era precisamente reactivar el comercio y así aumentar el recaudo de la alcabala y de otros impuestos que esta actividad económica generaba. EL ESTABLECIMIENTO DE ESTANCOS
La nueva búsqueda de actividades económicas que pudieran ser gravadas llevó a la Corona española a fijar su atención en dos productos que se comercializaban constantemente en el Imperio: el aguardiente y el tabaco. Debido a razones religiosas, la distribución y el consumo del primero estuvieron prohibidos durante el siglo XVII, pero a partir de 1736 las autoridades, con un pensamiento
gobierno independencia aL deBe
un poco más pragmático, decidieron legalizar y organizar su producción y comercialización como una renta del Estado. Hasta 1740 el tabaco había sido de libre cultivo y comercio, pero las autoridades coloniales decidieron volverlo un estanco. Fue tan fuerte este monopolio, que cultivar y comerciar con la hoja por fuera de las zonas autorizadas podía acarrear duras penas. El establecimiento de los estancos del aguardiente y el tabaco mejoró notablemente los ingresos fiscales del Virreinato. Al final del siglo XVIII, representaban la tercera parte de los recaudos. En octubre de 1780, el visitador general de los Tribunales de Justicia y regente de la Real Hacienda, don Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, aumentó los impuestos al tabaco y al aguardiente y creó tributos a la producción de algodón. Si la inconformidad de los neogranadinos por las políticas económicas de la metrópoli ya se había hecho sentir antes, cuando en la primera mitad del siglo XVIII se establecieron los monopolios del aguardiente y el tabaco, las nuevas medidas, que también afectaron principalmente la producción algodonera, fueron rechazadas inmediatamente y causaron a finales de 1780 violentos levantamientos en las poblaciones de Mogotes, Simacota, Barichara, Charalá, entre otros. Si bien con las reformas económicas del siglo XVIII la Corona aumentó sus ingresos fiscales, el precio fue la creciente inconformidad de sus súbditos. que a la postre contribuiría a fortalecer la necesidad de autonomía económica de las colonias frente a la metrópoli.
principaLes impuestos de La coLonia QUINTO rEAl: Fue creado en el siglo XVI. Era el impuesto que cobraba la Co rona por la extracción de metales preciosos. Correspondía al 20 por ciento de la producción de un minero, pero con motivo de las reformas borbónicas este fue reducido hasta una cifra cercana al 5 por ciento.
AlCAbAlA: Impuesto que gravaba las compras y ventas de cualquier producto; su tasa de aplicación fue en promedio del 5 por ciento del valor de la mercancía. Tiempo después fue aplicado a las herencias, donaciones y arriendos.
DIEzMOS: Impuesto recaudado por la Corona pero que estaba destinado al sostenisosteni miento de la Iglesia; gravaba la producción agropecuaria.
INDEPENDENCIA E IMPUESTOS
El periodo de la Independencia fue traumático en materia económica y en especial en el recaudo de impuestos. Los nueve años de guerras devastaron las ciudades más prósperas e importantes, como Cartagena, Santa Marta, Socorro o Mompox. El abandono de las minas de oro y de las haciendas, entre otros, terminaron por crear una gran crisis económica. Esto hizo que la nueva República naciera pobre, sin muchos impuestos qué cobrar, con un aparato productivo destrozado y con la obligación de pagarles a varios países europeos los empréstitos adquiridos para financiar la Independencia. A pesar de los intentos de la nueva República por implantar un sistema económico y tributario, a los gobernantes no les quedó más remedio que mantener gran parte del sistema tributario colonial. Esta situación solo cambió a mitad del siglo XIX, cuando el país giró hacia el liberalismo económico en busca del largo camino del progreso.
AlMOjArIfAzgO, AvEríA, INTErNACIóN, AlCAbAlA DE MAr: MA Impuestos que gravaban el comercio interoceánico.
27
Monedas de oro, plata y vellón acuñadas entre 1720 y 1800. Colección de Numismática del Banco de la República.
Pagaré firmado por Francisco Antonio Zea, vicepresidente de la República de Colombia, al banquero inglés James Mackintosh en 1820.
Bicentenario 1760-1859
Una única religión A pesar de su inmenso poder, la Iglesia nunca logró imponer su modelo de sociedad.
N
Poder de dios en la tierra
Los altos cargos eclesiales estaban reservados para las élites españolas. Después de la Independencia estos puestos pasaron a ser ocupados por las clases prestantes criollas. Un ejemplo fue el caso del arzobispo de Santafé, Manuel José Mosquera, que pertenecía a la familia más poderosa del Cauca.
Manuel José Mosquera y Arboleda. Óleo atribuido a José Miguel Figueroa, 1842. Colección del Museo Nacional de Colombia.
o cabe duda del fervor católico con el que los habitantes neogranadinos de ciudades, villas y parroquias vivían su día a día, siempre respetuosos de las costumbres, la moral y los ritos que imponía la Iglesia católica, la única que podía existir en el reino. Cualquier otra religión estaba expresamente prohibida por las autoridades españolas. Claro que este fervor muchas veces era más formal que real, pues al igual que en el cumplimiento de la fidelidad al Rey, se obedecían pero no se cumplían los mandamientos de la Iglesia. Ni siquiera las élites neogranadinas eran totalmente fieles: en las bibliotecas de los criollos más ricos se encontraban libros proscritos por la religión, y en sus tertulias se tocaban temas que podían ir en contra de algunos de sus dogmas. El Imperio español estuvo al lado del Pontífice en las guerras de la Contrarreforma, y a cambio las bulas papales le concedieron a España la autorización para colonizar los territorios de ultramar en nombre de Dios y la Santa Iglesia Católica, con la obligación expresa de arrancar del paganismo a sus habitantes por medio de la evangelización. Las primeras órdenes religiosas
28
gobierno
Culto a la Virgen de Chiquinquirá Las misas, salves y rosarios solemnes (a esta Virgen) son interminables (...) El precio de las misas varía desde dos a diez pesos, el de las salves y rosarios de uno a siete.
Custodia de la Iglesia de San Ignacio de Bogotá La Lechuga. José Galaz. 1707. Colección Banco de la República.
Manuel Ancízar, La peregrinación de Alpha. que llegaron a las Américas para hacer cumplir las bulas pontificias fueron los dominicos y los franciscanos, quienes estuvieron presentes a lo largo y ancho del territorio de la Nueva Granada desde 1550. Los agustinianos vinieron en 1575 y los jesuitas solo a comienzos del siglo XVII. La evangelización se realizó a partir de la catequesis, método sencillo y práctico para establecer dogmas y doctrinas consistente en la organización de temas y capítulos en forma de preguntas y respuestas, que debían ser aprendidas y repetidas de memoria, lo que permitía una asimilación directa por las gentes de los pueblos y aldeas y por los niños y jóvenes de las escuelas. Los hombres de Iglesia que realizaban la evangelización más devota eran los curas rurales y los misioneros de las parroquias pobres, quienes, a costa de grandes esfuerzos personales, afrontaban territorios y climas agrestes para llevar la doctrina cristiana. Los curas rurales, mal pagados y sin acceso al prestigio, contrastaban con los prelados de las ciudades y villas importantes. Españoles peninsulares o criollos pertenecientes a las familias más ricas del Virreinato eran los llamados a ocupar los más altos cargos en la burocracia eclesiástica. La Iglesia adquirió un amplio poder políti-
Catedral de Santa Marta. Edward Walhouse Mark. 1843-1856. Colección Banco de la República.
La fundación de las ciudades, que era el primer acto material de posesión de la Corona en los nuevos territorios, estaba acompañada de la construcción de una Iglesia, que era el símbolo de la conquista espiritual. Estas son algunas de las catedrales más importantes de la Nueva Granada que todavía perduran.
CatedraL de Santa Marta La iglesia de Santa Marta fue erigida en catedral en 1534, pero debido a su deteriorado estado, en 1766, el virrey Pedro Messía de la Cerda ordenó edificar un nuevo templo. La obra fue terminada en 1794 pero tan solo fue abierta dos años después. En ella reposaron durante un tiempo los restos del Libertador.
Catedral de Cartagena de Indias. Plano de la Capilla Mayor. Archivo de Indias, Sevilla, España. 1666.
Virgen de Chiquinquirá. Óleo. Colección del Museo Nacional de Colombia.
eL CieLo en La tierra
CatedraL de Cartagena Sus obras se iniciaron en 1575 para reemplazar la iglesia de paja y madera que se había construido hacia 1530. En el ataque del pirata Francis Drake fue seriamente averiada y su reconstrucción terminó en 1600.
Primera Catedral de teja, Popayán. Popayán y la Semana Santa, sus templos y procesiones. José María Arboleda Llorente. Popayán, Editorial Universidad, 1953.
CatedraL de Santafé En 1553 comenzó la construcción de una iglesia de ladrillo, pero en 1572 fue reemplazada por otra enteramente nueva. Esta se terminó en 1590 pero un fuerte terremoto en 1785 la averió y fue derribada parcialmente. Las obras de la nueva catedral comenzaron en 1807 y culminaron a mediados del siglo XIX. Antigua Catedral Santafé demolida en 1803. Óleo. Tomado de libro Historia de Bogotá conquista y colonia. Julián Vargas Lesmes. Villegas Editores. 2007.
CatedraL de tunja Una de las iglesias más bellas y antiguas de la Nueva Granada. Sus obras se iniciaron en 1567 y finalizaron en 1600, cuando se construyó la portada. Nunca fue reconstruida, aunque tuvo varias remodelaciones.
La CuStodia de La igLeSia ia de San ignaCio Esta custodia, conocida popularmente como La Lechuga, elaborada en oro, esmeraldas, zafiros, rubíes, amatistas, barrocas y diamantes, es la muestra de la riqueza de la Iglesia y el fervor religioso de la Nueva Granada.
CatedraL de PoPayán La construcción de la Catedral se inició en 1576 para reemplazar la antigua iglesia. Durante el terremoto de 1736, quedó gravemente dañada. Aunque en años posteriores trataron de refaccionarla, en 1784 se ordenó demolerla. En 1819 comenzaría la construcción de una nueva catedral.
Catedral de Tunja. Grabado de García-Sierra. Aspecto de la Iglesia mayor, ca 1600.
29
Bicentenario 20 1760-1859 Fervor neogranadino
Las campanas de las iglesias en el territorio de la Nueva Granada repicaban y los habitantes empezaban a llegar. Los hombres debían quitarse el sombrero y las mujeres cubrirse con la mantilla antes de cruzar el umbral. Al frente, el sacerdote celebraba el rito católico en latín y de espaldas a los feligreses. El atrio mayor estaba adornado con imágenes religiosas, entre las que se destaca una pequeña estatua de la virgen María cubierta con papel dorado, cintas y adornos de oro y esmeraldas. La ceremonia católica, denominada Misa Tridentina por los principios dados en el Concilio de Trento en 1572, era una representación del sacrificio de Jesús en la cruz por la salvación de los pecadores. El sacerdote ofrecía una misa diaria en la mañana con el fin de comulgar, acto que se llevaba a cabo en ayunas y al comienzo de la celebración con tres golpes de pecho. Entre lecciones de maitines (cantos) y el miserere de los laúdes (pequeñas guitarras), los fieles cantaban al ritmo de chirimía (canciones en lengua vernácula que alegraban la misa), a pesar de la prohibición oficial de la Iglesia de cantar composiciones profanas dentro del templo.
La expULsión de Los jesUitas
Mediante la Pragmática Real, expedida el 2 de abril de 1767, Carlos III expulsó a la Compañía de Jesús tanto de España como de sus colonias en ultramar, además de confiscarles sus bienes. La principal razón de este extrañamiento se debió a que la acumulación de poder que obtuvieron los jesuitas desde su creación en todo el Imperio español se había convertido en obstáculo en la política imperial para volver a reasumir el control total de sus colonias. Tres meses después de expedida la pragmática, el 7 de julio de 1767, el virrey Pedro Messía recibió la orden de expulsar a los jesuitas de la Nueva Granada.
co y económico en América. No solo cobraba el diezmo a toda la población, sino que su riqueza se componía también de numerosas propiedades obtenidas por las órdenes religiosas a lo largo de los últimos tres siglos, creando de esta manera una amplia red de monasterios, conventos e iglesias. Estas propiedades eran constantemente enriquecidas por el patrimonio personal de muchos de los sacerdotes y religiosas que ingresaban a estas comunidades, y por las capellanías y donaciones hechas por fieles que aspiraban a obtener un lugar en el cielo. La riqueza le permitía a la Iglesia mejorar y dotar los edificios religiosos con comodidad y lujos mundanos. La grandeza de templos y conventos se reflejaba en las hermosas pinturas y esculturas religiosas, en altares recubiertos en laminilla de oro y valiosos ornamentos que hacían recordar a los fieles el poder de Dios. UNA INSTITUCIÓN CASI OMNIPRESENTE
Henry Price, Interior de la Catedral de Bogotá, 1855, Acuarela.
Aunque la Iglesia católica no tenía una presencia fuerte en muchas partes del Virreinato, en especial en las zonas de frontera, en las regiones más pobladas su poder para controlar la vida de sus fieles era inmenso. La Iglesia estaba en los acontecimientos más importantes de la vida social: el bautismo, el matrimonio y la celebración de las honras fúnebres eran los principales sacramentos con los que la Iglesia controlaba los principales ciclos vitales de los neogranadinos. Sin
30
Jesuita. Acuarela para Baltazar Jaime Martínez Compañon. Trujillo del Perú. Ca. 1790. Biblioteca Nacional. Vargas Lesmes, Julián. Historia de Bogotá. Tomo I. Villegas Ed. Bogotá, 2007, p. 127.
Un día de misa
embargo, debido a los altos costos de los servicios religiosos, muchos no observaban las normas religiosas, condición que explica el alto mestizaje en la Nueva Granada al finalizar la Colonia, población que para la Iglesia constituía ‘los hijos del pecado’. Con el fin de expandir su control hacia los territorios de frontera, la Iglesia católica entregó a las órdenes religiosas provenientes de España la función de evangelizar a todos los pobladores originarios de esas tierras. Así se conformaron misiones que se adentraban en las profundidades de las selvas para buscar indígenas paganos. De esta manera surgieron en los llanos y selvas del oriente del territorio neogranadino pequeños pueblos fundados por las misiones. HISTORIAS DE LA INQUISICIÓN
En México, Lima y Cartagena se establecieron Tribunales del Santo Oficio de la Inquisición, cuya función era perseguir cualquier práctica religiosa que se apartara del catolicismo. Los ritos judíos, las ideas protestantes, el islam, las prácticas mágicas de los negros consideradas brujería y hechicería, la adivinación, la homosexualidad y la bigamia daban pie para insufribles tormentos e incluso para pagar la pena de muerte. El Tribunal se estableció en Cartagena en 1610 y si bien su jurisdicción abarcaba la Nueva Granada, procesó personas de otros virreinatos. La Inquisición se cerró en 1809.
gobierno
A
ntes de salir el sol, la ciudad ya estaba despierta. El frío y la oscuridad de la madrugada en Santafé acompañaban el camino de cientos de personas que se dirigían, como todos los viernes a la Plaza Mayor. Allí iban a vender alimentos, ropa y hasta piedras preciosas. Los campesinos llegaban con sus mulas cargadas de animales, carne, frutas, verduras, huevos, alfandoques, loza, cabuya, zarazas, múcuras, esteras, tunas, cal, entre otras, para ofrecerlos por unos cuantos reales al mejor postor. El bullicio, el olor a caldo de gallina y a longaniza recién ‘asadita’; el humillo que brotaba de fogones hechos con piedras y los pregones de los buhoneros hacían de la plaza el mejor lugar para vender y comprar. Las jóvenes criollas iban acompañadas de sus criadas que cargaban en sus espaldas un gran canasto para la compra. Los puestos de venta se ubicaban bajo toldos de tela. En algunos, las varas que los sostenían estaban llenas de carne de res, cerdo o cordero, y velas de sebo. Hacia uno de los costados del lugar, los indígenas ofrecían artículos hechos en lana, algodón o fibra de pita. En el centro de la plaza,
alrededor de la fuente de agua, se encontraba el azúcar o la sal. Al mediodía muchas mercancías ya habían sido vendidas y el encuentro con los compañeros de plaza se acompañaba de chicha y guarapo. Después de una ardua jornada, en las horas de la tarde los vendedores y comerciantes preparaban su regreso a los pueblos cercanos a Santafé. Al lAdo del mAr, lA FeriA de GAleones
¡Barco a la vista! Traía mercancías europeas que las colonias no cultivaban o producían. Aceitunas, alcaparras, almendras, canela, clavos de especie, armas, vajillas, perfumes, las más variadas telas, vinos, pimienta, entre otros elementos, eran esperados ansiosamente por los comerciantes al por mayor, en Cartagena y en el interior del reino. En la plaza se confundía una multitud heterogénea: comerciantes, esclavos, clérigos, pregoneros, vendedores e indios kalamarís o turbacos que ofrecían collares y otras artesanías. La aglomeración era aprovechada para dar a conocer los edictos del cabildo y del Tribunal de Inquisición. Este ambiente de fiesta contrastaba con el
‘EL mono dE La a PiLa’ L La’ Los santafereños construyeron la primera pila de agua de la ciudad en la Plaza Mayor. Se abastecía con aguas del acueducto de Aguavieja que, en tubos de madera forrados con tela, traía el agua de los cerros orientales hasta ‘el Mono de la Pila’. La obra se demoró casi 20 años y se puso al servicio en 1584.
El mono de la pila. Museo de Arte Colonial de Bogotá. Historia de Bogotá; Conquista y Colonia. Villegas Ed. 2007.
En medio del bullicio y de los olores de las comidas, los neogranadinos pasaban sus viernes en el mercado.
que vivía la ciudad cuando arribaban los barcos negreros cargados de mercancía humana. Para evitar fraudes y robos, las autoridades contaban y controlaban minuciosamente la llegada de cientos de africanos. Después de una travesía de más de 50 días entre Angola y Cartagena, los esclavos llegaban hambrientos, muchos de ellos enfermos de calenturas, sarampión y tabardillo. Otros sufrían de ‘melancolía fija’, locura producida por el miedo y el sufrimiento. Llegaban encadenados y llorando, y caminaban hacia el mercado público, denominado de forma eufemística el ‘mercado de ébano’.
La casa de la ciudad de Bogotá plaza. E. Therond. 1869. Sala de Libros Raros y Manuscritos Biblioteca Nacional.
El viernes el plan es en la plaza
EL mERCado
Una de las pocas actividades en las que ocurría una verdadera interacción entre las distintas clases sociales era el día de mercado. La imagen muestra la Plaza Mayor de Bogotá a mediados del siglo XIX.
31
Bicentenario 1760- 1859
Batalla de traFalgar
A pesar de la alianza entre Francia y España, su armada no pudo derrotar en Trafalgar a la marina británica. Esto impidió que Napoleón siguiera expandiendo su poder en Europa.
Un imperio en decadencia
32
napoleón apoleón y los crIollos sobre el Pacífico y el Atlántico, le favorecía para La invasión de Napoleón a España convertirse en un emporio comercial entre causó un estado de ilegitimidad que Europa y Asia. fue aprovechado por los criollos americanos para poner Sin embargo, las expectativas frente a un aumento de las exportaciones criollas de productos en marcha los proyectos tropicales se vieron frustradas por las reiterativas de autonomía. guerras entre Gran Bretaña y España. Las dos últimas (1796-1802 y 1805-1807) dejaron muchas pérdidas a los comerciantes criollos. Aunque durante el breve periodo de paz entre las dos potencias europeas (1802-1804) las exportaciones de algodón, cacao, cueros y palos de tinte se triplicaron, la reactivación de la guerra en 1805 tuvo un impacto devastador en los exportadores neogranadinos. Por ejemplo, José Acevedo y Gómez, comerciante y regidor del cabildo de Santafé, perdió todo su dinero fruto de 20 años de trabajo, al dañarse en el puerto los cargamentos de quina y cacao, después de que el embarque de algodón que había enviado poco antes a Cádiz fuera capturado “por un poderoso enemigo en el mar”. Todos estos hechos demostraron que el Imperio había perdido el poder y control sobre las rutas marítimas. Para los comerciantes tanto criollos como españoles se hicieron evidentes las Fernando VII Por sus actuaciones al frente del Imperio español desventajas de operar como parte de un sistema durante la invasión francesa, Fernando VII fue imperial demasiado débil para proteger las flotas apodado el Rey Felón.
Napoleón Crossing the Alps. Autor Jacques Louis David, 1800. Pintura de la Colección Malmaison. Francia.
C
on las continuas derrotas de España frente a Inglaterra desde el siglo XVII, el poderío naval y comercial español estaba en franca decadencia. Los comerciantes criollos de la Nueva Granada se quejaban de la parálisis comercial y de la incapacidad del Imperio para defenderse de los ataques de los piratas y de los ingleses, pero lo que más los frustraba era la prohibición de las autoridades españolas para establecer relaciones comerciales con las islas del Caribe y la prometedora nueva nación independiente: Estados Unidos. Además, la Revolución Industrial inglesa ofrecía manufacturas a precios atractivos, mucho más baratos de lo que podía ofertar la atrasada industria española. Por estas razones, el contrabando se incrementaba en desmedro del comercio legal con la metrópoli en decadencia. Desde que José Celestino Mutis se aventuró en su Expedición Botánica surgieron muchas expectativas sobre el potencial económico que podría tener el Nuevo Reino de Granada debido a la diversidad de recursos agrícolas y forestales encontrados en sus tierras. El mismo Francisco José de Caldas escribió en su periódico Semanario del Nuevo Reino de Granada que la envidiable posición geográfica del Virreinato, con sus costas
Fernando VII. Óleo de autor anónimo. Aprox. 1808. Colección Museo Nacional de Colombia.
La pérdida del poder en tierras europeas y en los mares, frente a los imperios napoleónico y británico, causó en la Corona española una crisis política que benefició a los americanos en su búsqueda por la autonomía.
LA ALIANZA FRANCO-ESPAÑOLA
Las noticias tardaban bastante tiempo en llegar desde el otro lado del Atlántico, pero los rumores traídos por los viajeros de que el Viejo Mundo había entrado en una guerra total se propagaron a una velocidad asombrosa. Desde 1792 los diferentes regímenes monárquicos habían hecho alianzas para contener el republicanismo francés. Las dos primeras coaliciones (1792-1797 y 1798-1801) no pudieron derrotar a los franceses. Con el triunfo de Napoleón y su posterior proclamación como emperador, ocurrida el 18 de mayo de 1804, el temor de las monarquías europeas ya no era la propagación de las ideas de la Revolución
Caricatura de José Bonaparte. Anónimo. S.f. Museo Municipal de Historia. Barcelona.
mercantes y sus intereses económicos. Así, en las provincias más prósperas de la Nueva Granada, como Cartagena, empezaron a buscar una mayor autonomía política y económica frente a España, que además, las excluyera de sufragar los altos gastos militares y administrativos de la Corona.
nado en una invasión Francesa sino las napoleónica a España, ambiciones expanpor lo que incentivaron sionistas del nuevo un alzamiento popular emperador. en el cual se arrestó Se sabía que a Godoy y Carlos IV Carlos IV de fue obligado a abdicar España era un rey en favor de su hijo, débil y que era Fernando VII, de quien controlado por se sospechaba que Manuel Godoy, PEPE BoTEllas Debido al odio que se le tenía a José Bonaparte había participado en primer secretario como usurpador del trono español, este fue apodado Pepe Botellas, la planeación de los del Estado, minisen aparente alusión a su gusto por beber licor. motines. tro de confianza Al poco tiempo, Napoleón sometió a del monarca y favorito de la reina María Luisa. Fernando VII y le exigió ceder el trono a Godoy fue el artífice de la política de conciliación y alianza con Napoleón desde 1795, cuando su hermano José Bonaparte. Ello despertó entre el 2 y 3 de mayo de 1808 una resistencia España se separó de la primera coalición al ver generalizada en toda España, comandada por que una victoria sobre Francia no sería posible. pequeños grupos en las diferentes regiones, Muchos nobles españoles criticaban a Godoy y lo que dio inicio a la Guerra que en España a Carlos IV por la firma del tratado de paz de conocen como de la Independencia. Basilea en 1795, pues consideraban que ambos La invasión de Francia fracturó el poder habían puesto a España a los pies de Napoleón, imperial de España. La falta de legitimidad de sobre todo con los tratados de San Ildefonso todo el aparato colonial en América presenes(1796) y Aranjuez (1800). En ellos la Corona es taba una gran oportunidad para los criollos económicapañola se comprometía a contribuir económica partidarios de una mayor autonomía de las mente con las guerras de Bonaparte y a poner a provincias neogranadinas de reestructurar el disposición de Francia la Armada española, con orden colonial. Es decir, surgió la oportunidad el propósito de combatir a la Armada británica. de establecer la autonomía en las colonias. El gran enemigo de la Francia napoleónica en la Europa occidental era Gran Bretaña. En tierra el ejército de Napoleón era invencible, pero en el mar el poderío naval inglés era TesTimonio superior. Ello quedó ratificado en 1805 cuando el emperador francés fue derrotado Camilo TorrEs y El… en la batalla naval de Trafalgar, en un intento mEmorial dE agravios fallido por invadir las islas británicas. Ante la imposibilidad de neutralizar el poder En medio de la crisis de la Corona Española, blonaval de los ingleses, Napoleón ordenó el blo Camilo Torres, escribió el “Memorial de Agraqueo continental, es decir, el cierre de los puertos vios”, un escrito que reflejaba el descontento de los criollos hacia el orden colonial. europeos al comercio británico. Para completar América i España, son dos partes inteesta operación, los franceses planeaban invadir a grantes i constituyentes de la monarquía Portugal, aliado de los ingleses, que permitía por española, i bajo de este principio, i el de sus sus costas el ingreso de productos británicos al mutuos y comunes intereses, jamás podrá hacontinente. El 27 de octubre de 1807, Manuel ber un amor sincero y fraterno, sino sobre la Godoy y Napoleón Bonaparte firmaron en reciprocidad e igualdad de derechos (…) Tan Fontainebleau un acuerdo para invadir españoles somos, como los descendientes de conjuntamente a Portugal, en el que se permitía el ingreso y tránsito de tropas Don Pelayo, y tan acreedores, por esta razón, a las distinciones, francesas por el territorio privilegios y prerrogaespañol. prerroga Represetanción del Cabildo de Bogotá del Nuevo Reino de Granada a la Suprema Junta Central de España en el año 1809. Biblioteca Luis Ángel Arango.
The Battle of Trafalgar, as seen from the mizzen starboard shrouds of the Victory Victory, by Joseph Mallord William Turner (1806-1808). National Maritime Museum.
gobierno
UNA ALIANZA ESPINOSA
Después de derrotar a Portugal, las tropas francesas permanecieron en España. En marzo de 1808, 100.000 soldados franceses se tomaron Barcelona y Pamplona, región al norte del río Ebro que Napoleón exigió que fuera cedida a Francia. Frente a esta amenaza a la soberanía española, el Rey decidió trasladar su corte a Aranjuez con la intención de abandonar territorio español si la situación lo ameritaba. Ya en la villa, la nobleza peninsular fue cons consciente de que la alianza con Francia había termi termi-
tivas del resto de la nación… La ley es la expresión de la voluntad general; y es preciso que el pueblo la manifieste. Este es el objeto de las Cortes: ellas son el órgano de esta voz general
33
Bicentenario 1760-1859
Tipo africano y mestizo. Carmelo Fernández. 1851. Colección Biblioteca Nacional.
Cuando la sangre se mezcla
TerriTorio mesTizo
La Nueva Granada, en comparación con otras zonas de las colonias españolas en América, tuvo un proceso de mestizaje mucho más rápido. Según el censo de 1776, de 826.500 habitantes, 277.068 eran blancos, 368.093 libres (nombre con el que se conocía a los mestizos), 136.753 indígenas y 44.636 negros esclavos. El amplio número de mestizos hizo que los conflictos raciales fueran menos intensos que en otras sociedades, como por ejemplo Venezuela.
LA rocheLA Indios, mestizos, mulatos, negros y zambos, y otras gentes de la inferior clase. Todos se congregaban de montón, sin orden, ni separación de sexos, mezclados los hombres con las mujeres. Unos toman, otros bailan, y todos cantan versos lascivos, haciendo indecentes movimientos con sus cuerpos. En los intermedios no cesan de tomar aguardiente y otras bebidas fuertes, que llaman guarapo, y chicha, y duran estas funciones hasta cerca del amanecer
Danza en la aldea de Bordo, Grabado de A. Sirouy.
Descripción de una rochela por José Fernández Díaz de Lamadrid, obispo de Cartagena en 1781.
34
El mestizaje demostró que fracasaron los esfuerzos de la Corona y la Iglesia por mantener la pureza racial.
A
pesar de vivir en una sociedad vigilada y dividida por razas, los indígenas, blancos españoles y esclavos negros, al mezclarse entre sí, dieron origen a lo que se conoce como el mestizaje, la base de la diversidad y la riqueza de Colombia. En la cúspide de la sociedad estaban los blancos y los criollos, que representaban el 32,7 por ciento de la población del Nuevo Reino de Granada, y cuyos miembros recibían el título de Don o Doña. Los blancos vivían en las ciudades, poseían las tierras, las minas, monopolizaban el comercio, controlaban los cargos públicos y, además, podían ingresar a las universidades y a la carrera eclesiástica y militar. Los indígenas representaban casi el 17 por ciento de la población y, en el mejor de los casos, eran considerados por las autoridades y los criollos como menores de edad, pero generalmente se les tildaba de idiotas. A pesar de su pobreza o de las malas cosechas, debían pagar sin falta el tributo a la Corona. Vivían en zonas rurales, en sus pueblos, y tenían prohibido habitar las ciudades de los blancos. Otros, los llamados ‘indios bravos’, como los pijaos, se resistieron a ser sometidos y cristianizados. Algunos funcionarios coloniales calculaban que podían ser unos 200.000, muchos de los cuales ponían en serios problemas a la Corona con sus ‘insultos y correrías’. Robaban ganado, atacaban a los pueblos y destruían las misiones. Eran particularmente temidos los cunas en la zona del Chocó, pues controlaban la navegación por el río Atrato y mantenían acuerdos comerciales ilícitos con los ingleses. A pesar de las numerosas expediciones militares, al iniciarse el siglo XIX todavía estaban sin someter los chimilas, arahuacos y guajiros. Igualmente, eran de temer los andaquíes, que actuaban entre las provincias de Popayán y Neiva, y los indómitos motilones, situados a orillas del río Catatumbo. Por su parte, los esclavos, que representaban el 6 por ciento de la población, se encontraban subyugados por su condición legal, aunque durante los siglos XVII y XVIII conformaron la fuerza laboral que necesitaban las haciendas costeras y las minas de oro en el occidente del país, al reemplazar a la diezmada mano de obra indígena. No hay datos precisos acerca de cuántos esclavos arribaron al puerto de Cartagena de Indias desde el siglo XVI, pero se cree que fue-
En las zonas costeras de Santa Marta y Cartagena, los esclavos fugados de las haciendas se unieron con otras castas en rochelas, lugares situados en los montes y selvas para librarse del control de la Corona y la Iglesia. Otros se refugiaron en sitios inaccesibles y fundaron palenques de esclavos huidos. El mestizaje de blancos, negros e indios produjo, a fines del siglo XVIII, una recuperación demográfica en la que los libres de todos los colores o castas serían la mayoría de la población. Sin embargo, a pesar de representar el 44 por ciento de todos los habitantes, ese grupo de mestizos, pardos y zambos era considerado inferior. Como tales carecían de honor, riqueza y de un lugar claro en la sociedad colonial, no tenían cabida en las ciudades, ni en los pueblos de indios, ni en las villas de los blancos.
Pelea por el ‘Don’ Destiérrese como polilla que roe la felicidad pública el epíteto de Don en aquellos que no lo tienen, sino porque el público se los quiere dar.
Ñapanga y mestizo del Cauca. Manuel María Paz. 1853. Colección Biblioteca Nacional.
Recomendación de un vecino de Girón al Virrey, 1802
En esta sociedad de castas la movilidad social dependía del color de la piel. Por eso se llevaban estrictos controles para impedir que advenedizos con sangre india o negra se hicieran pasar por blancos. Se prohibían los matrimonios de razas distintas, los negros no podían circular por algunas zonas y las castas, incluso, eran diferenciadas con el vestuario y los adornos. En ese sentido, el ‘blanqueamiento’, tanto racial como jurídico, fue una forma de ascenso social. Algunos tuvieron que comprar ante la Corona costosas ‘cédulas de gracias sacar’, que les permitían, a pesar de su origen oscuro, recibir el título de Don para entrar al mundo de los blancos y acceder a riqueza y poder. Otros, por el contrario, retrocedían, volvían al mundo indígena o negro de sus orígenes y empezaban a recibir nombres dicientes como ‘Tente en el aire’ o ‘Salto pa’tras’.
a pesar de las prohibiciones de la Corona, invadían las tierras de los resguardos indígenas lo que propiciaba numerosos conflictos entre libres e indígenas. Los criollos, si bien eran blancos y sus padres peninsulares o criollos sin mezcla conocida, tuvieron sobre sí la mancha de la tierra al haber nacido en el nuevo mundo. Esta discriminación había estado presente durante toda la Colonia, pero se agudizó a partir de las reformas borbónicas en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando el afán centralizador de la Corona pretendió ponerles límite al poder y a las ambiciones de los criollos en los puestos oficiales. La Corona buscó rehispanizar la administración de sus colonias. Bajo esta política se redujo el número de criollos que ocupaban altos cargos de la burocracia colonial y se restringieron los matrimonios entre funcionarios peninsulares y criollos. A partir de 1808, bajo el peso de la discriminación y con la crisis de la monarquía, los criollos utilizaron como arma política el rechazo contra los peninsulares, a quienes llamaron despectivamente ‘chapetones’ o ‘gachupines’, y los señalaban como responsables del atraso, la pobreza y la ausencia de luces en tierras americanas, mientras reclamaban para ellos los cargos y honores que les arrebataban inescrupulosos e ineptos funcionarios peninsulares.
MEZCLAS RACIALES Español + india = mestizo Español + negra = mulato Español + española = castizo Mulato + española = morisco Español + morisca = albino Mestizo + india = cholo Negro + india = zambo Negro + zamba = zambo prieto
Indias sálivas. Provincia de Casanare. Manuel María Paz. Acuarela de 1856. Colección Biblioteca Nacional.
ron 43.210. A estos hay que sumar un número indeterminado que entraron de contrabando por el río Atrato, Buenaventura, Chirambirá, Gorgona y Barbacoas, en el litoral Pacífico; y por el Darién, Tolú, Riohacha y Santa Marta, en el Caribe. Cuando los africanos llegaban a tierra americana se les denominaba ‘bozales’. Si intentaban la fuga se les llamaba ‘zapacos’, y si persistían en la rebelión, ‘cimarrones’.
vida cotidiana
UN SOCIEDAD EN CONFLICTO
A finales del siglo XVIII, los libres hacían parte de la población de las ciudades y se dedicaban a diversos oficios. Muchos de ellos se empleaban en el servicio doméstico, otros eran propietarios de pequeños negocios como tiendas y chicherías, unos pocos se especializaban en la artesanía y muchos realizaban trabajos como cargadores de agua y lavanderas. Otros muchos formaban un grupo más grande: el de los mendigos, vagos o mal entretenidos, que tanto preocupaban a las autoridades coloniales. Los más decididos habían colonizado y fundado nuevos sitios o aldeas, y no pocos,
35
Bicentenario 1760-1859
La muerte se pasea por la Nueva Granada E
n medio de las guerras de Independencia y frente a la enorme carencia de médicos, enfermarse en la Nueva Granada era casi una condena a muerte. Es 19 de noviembre de 1814. Amanece en Santafé y en el ambiente se siente el pánico. Las personas se encuentran en las puertas de sus viviendas o agolpadas en las plazas rezando y elevando al cielo súplicas para que no se acabe esta ciudad. Es que tembló la noche anterior. La gente no puede evitar el recuerdo del terremoto de Honda en 1805, las epidemias que años atrás acabaron con la vida de miles de neogranadinos y el sismo que destruyó parte de la capital en 1785. Aunque esta vez no hubo muertos, la angustia ante los desastres naturales eran aún más grave pues en estas tierras la atención médica era insuficiente para enfrentar cualquier tipo de desgracia. Y desde que comenzó la lucha por la Independencia, la situación era aún peor. El panorama era igual en todos los rincones del territorio, en donde los auxilios podían llegar de manos inexpertas o de la providencia divina; por lo general, se pagaba con la vida contraer muchas enfermedades, sobre todo en sitios alejados. Las dolencias más temidas eran el paludismo, la fiebre amarilla, la viruela –a pesar de las cam-pañas de vacunación– y el tifo exantemático, que con mayor frecuencia era mortal. Además,
las diarreas hacían estragos entre los niños. La situación se veía agravada por la desnutrición y las malas condiciones de higiene de las viviendas que, por lo general, eran peores entre las gentes más pobres. El horror que implicaba enfermarse en este territorio radicaba en que no se contaba con formas de prevención, control o tratamiento idóneas para proteger a los pobladores, y las medidas de salud pública que ideó el sabio MuMu tis fueron las únicas durante varias décadas. En cambio, existía todo tipo de creencias, que en algunos casos se consideraban como supersticiones. Por ejemplo, los impíos, término que se usaba para referirse a quienes se alejaban de la fe cristiana en busca de remedio, recurrían a prácticas curativas de los aborígenes, en las que diversos espíritus podían curar o producir el mal; la magia también estaba presente entre los negros y los mulatos. Entre los blancos, quienes se creían pertenecientes a una sociedad civilizada, el fervor religioso hacía pensar en las catástrofes como castigos de un dios vengativo con un pueblo que perdió el camino. Como estaban las cosas, en caso de nuevas epidemias u otras manifestaciones naturales, no sería suficien-
LA SANGRíA COMO CURA Una de las técnicas terapéuticas utilizadas por la medicina en los siglos XVIII y XIX era la de practicar una sangría o flebotomía en el paciente, para lo cual se hacía uso de un escalpelo denominado flebótomo o lanceta, con el cual se practicaba una incisión en las venas del afectado, y con el auxilio de compresas, vendas y ventosas, la sangre extraída era vertida en una jofaina dispuesta para tal fin. El alivio que una hemorragia producía en el enfermo, y sobre todo las opiniones que fueron consecuencia del descubrimiento de la circulación sanguínea, hicieron concebir la idea de la sangría, llegando a ser esta una operación muy común. Ver: Archivo General de la Nación. Médicos y abogados. Catálogo e índices, p. 8.
36
te un batallón de santos para salvar la vida en la Nueva Granada. El atraso era evidente. Apenas a comienzos de siglo se creó el primer programa de medicina en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, gracias a la insistencia de Don José Celestino Mutis y del recordado padre Miguel de Isla. Los intentos anteriores fracasaron porque se veía a la medicina como una práctica bárbara, y los jóvenes, por presiones de sus familias, preferían estudiar algo más útil y decente. En la mayoría de las ciudades la ausencia de facultativos era la constante y acceder a sus
Vacuna contra la Viruela. Grabado anónimo del libro Origen y descubrimiento de la Vacuna. Bogotá, 1802.
La fe era la opción más segura que tenían los habitantes para aliviar las angustias generadas por las epidemias que asolaban al territorio neogranadino.
vida cotidiana un cronista dice que...... El rancho del pasero de aganché. Dibujo de Riou. Geografia pintoresca de Colombia, La Nueva Granada vista por los viajeros franceses del siglo XIX. Charles Saffray, Edouard André. 1869.
Todos somos Pecadores
En esta misma noche tembló como a las diez y media, pero como a las once y cuarto fue más grande, por cuya causa se asustó y alborotó toda la gente, en términos que no quedó uno acostado; todos salieron a las calles y amanecieron en las puertas de las casas y tiendas y en las plazas, rezando a gritos por todas partes. La comunidad de San Francisco dio vueltas por la plazuela, cantando letanías, de suerte que en medio del susto daba gusto ver a todas las gentes por todas partes, porque unos rezaban el rosario, otros el trisagio, otros las letanías de la Virgen, otros las de los santos, unos cantaban el Santo Dios, otros la Divina Pastora, unos gritaban el Ave María, otros el Dulce Nombre de Jesús, unos lloraban, otros cantaban, otros gritaban, otros pedían misericordia y confesión a gritos. En particular, las de mayor alboroto eran las mujeres. Yo me reía a ratos de ver tanto movimiento, sin sino, como locos, pues ninguno sabía lo que hacía; y aun en aquellas personas doctas y de mayor civilización. ¡Válgame Dios, lo que es un susto repentino, y más si viene por la mano del Altísimo!
la Viruela en sanTafé
A finales de la Colonia se presentaron cuatro epidemias de viruela (1782, 1783, 1785 y 1801) que diezmaron la población del Virreinato.
en un fuerte apoyo de los desvalidos. Entre las instituciones de mayor reconocimiento estaban el Hospital de San Carlos, en Cartagena; San Marcos, en Popayán, y el San Juan de Dios, en Santafé. Casi todos operaban en condiciones miserables y vivían de la caridad. Sin embargo, el servicio que prestaron a la sociedad no tiene comparación. Por lo menos sirvieron para que los únicos médicos graduados que tenía la Nueva Granada a la hora de la Independencia realizaran las prácticas clínicas planteadas en la reforma del padre Isla. A los problemas de salud ya existentes se sumaban los que trae consigo la guerra. Los discípulos de Mutis y del padre Isla tuvieron que aplazar sus estudios y alternar las armas con la atención en los campos de batalla, lo que dejó a la población aún más desprotegida, sobre todo, cuando se escuchaban rumores de una enfermedad nueva que parecía haber llegado de tierras muy lejanas, a la que algunos llamaban cólera.
dificulTades dificulT ificulTades ificulT Tades P Para acceder a los medicamen medicamenTos Como era de esperarse, la mayor parte de medicamentos llegaba a estas tierras desde Castilla, luego de enfrentar las dificultades de un largo viaje a través del Atlántico y sortear las peripecias que ofrecía la geografía nacional. A finales de la Colonia, las boticas no funcionaban de manera adecuada, carecían de medicinas y las que se encontraban en los escaparates, o estaban vencidas, o habían sido mal preparadas. Para evitar las irregularidades, se reglamentó la profesión de boticario y se determinó que estas personas deben “asistir en su botica todo el día y noche, durmiendo en pieza inmediata para ocurrir al despacho de las recetas, poniendo una campana que deba ser atada a la reja misma de la botica para que sirva al público”. Además, se contempló que a cualquier falla del boticario se le privaría del oficio y se haría merecedor de otras penas. Tomado de: Gutiérrez de Pineda, Virginia. Medicina tradicional de Colombia. El triple legado. Volumen I. Universidad Nacional de Colombia, 1985, p. 145.
Grabado del siglo XVIII ilustrativo de las farmacias en Europa, que fueron el modelo de las que precariamente se crearon en Santafé. Historia de Bogotá, conquista y colonia. Julián Vargas Lesmes. 2007.
servicios era privilegio exclusivo de las familias más prestantes; por lo mismo, abundaban parteras y toda clase de curanderos. Algunos de estos charlatanes gozaban de cierto prestigio en la sociedad porque se ufanaban de conocer las enfermedades con solo mirar la orina. En general, ninguno tenía formación académica y sus procedimientos, casi siempre, despachaban a los pacientes a la otra vida. Otros prestaban ayuda a los enfermos, en hubieespecial a los pobres, aunque no se hubie ran recibido como bachilleres en medicina. Mostraban gran acierto y habilidad cuando trataban pacientes. Por ser personas cultas e ilustradas, tenían acceso a los manuales de salud que llegaban desde Europa. Tal vez el caso más reputado era el de Don Antonio Nariño, de quien se decía que podía curar como cualquier médico de prestigio en París o Londres. Los sacerdotes, además de interceder por la salvación de las almas, también cumplían con las labores de sanación de cuerpos. No tenían estudios, pero como los pocos hospitales que había en el territorio estaban a su cargo, su práctica constante los convirtió
Para los habitantes santafereños de la naciente República resultaba aterrador morir repentinamente sin recibir los auxilios sacramentales, pues era común la creencia que, de suceder así, su alma se perdería eternamente. Esta fue la razón del pánico colectivo y fervor religioso con que vivieron los habitantes de la capital en medio del desorden general resultante del temblor de tierra que azotó a la ciudad el 18 de noviembre de 1814, situación descrita detalladamente por el cronista José María Caballero:
37
El correo acerca al reino
Conducción del correo. Ramón Torres Méndez. Ca. 1849. Colección Museo Nacional.
Bicentenario 1760-1859
En 1750 el virrey Pizarro creó la primera línea de correo entre Santafé, Cartagena y Quito. Un hecho que acercó las provincias e hizo fluir las noticias.
Correista de la Sabana de Bogotá. Acuarela de J.M. Groot.
S
EL CORREO
Debido a las dificultades geográficas y el mal estado de los caminos, los neogranadinos dependían del correo para comunicarse.
38
olo desde finales del siglo XVIII el correo empezó a funcionar en la Nueva Granada. Desde el 14 de mayo de 1514 la Corona española cedió a don Lorenzo Galíndez de Carvajal y a sus herederos El Correo Mayor de las Indias Descubiertas o Por Descubrir. Sin embargo, a finales del siglo XVIII son tan caóticas las comunicaciones en el Nuevo Reino de Granada que don José Pizarro, marqués de Villar y virrey de la Nueva Granada, decidió establecer líneas de correos entre Santafé, Cartagena y Quito por cuenta de la Real Hacienda. Las cartas privadas viajaban de la mano de peones particulares o viajeros frecuentes, y el resto de despachos de carácter político o militar estaban a cargo de los chasquis, antigua mensajería de origen incaico, y de trajinantes, mercaderes que ofrecían productos a lo largo de todo el territorio. Las cartas privadas solían abarcar reclamaciones relativas a cuestiones familiares o personales y tomaban con frecuencia la forma de memoriales, en los que los asuntos particulares se trataban como problemas de interés general, de modo que se convertían en
competencia de las autoridades. Los pocos indígenas que habían aprendido a escribir denunciaban quejas y reclamos –o solicitaban a blancos que les escribieran–, acerca de los excesos cometidos por los encomenderos sobre las injustas tasas de sus tributos o sobre el comportamiento deshonesto y abusivo de los curas. La Corona española reglamentó entre 1762 y 1764 el correo marítimo desde España a las Indias Occidentales y los oficios de administradores, interventores, oficiales, carteros, mozos, guardias, postas y postillones. Puso en marcha, además, el uso de sellos con la marca ‘Indias’ o ‘España’ en todas las cartas que, dependiendo del lugar de recepción y envío, esto es, las Indias Occidentales o La Coruña en el Viejo Continente, eran enviadas con el fin de cobrar correctamente los impuestos. José Antonio de Pando, proveniente de México y nombrado por el marqués de Grimaldi en 1772 como administrador general de Correos, prohibió prestar el servicio de correos, so pena de multas, a personas no autorizadas como arrieros ordinarios, contrabandistas, mercaderes, peones, caminantes de
vida cotidiana LOS PORTES
NOTICIAS DEL IMPERIO
COSTO DE ENVíOS Origen
Destino
Costo por carta
Tarifa por onza
Popayán
Quito
3 reales
4 reales
Santafé
Quito
5 reales
6 reales
Cartagena
Quito
6 reales
8 reales
a pie o a caballo, patronos o pilotos de canoas. Entre otros nuevos reglamentos estaba el servicio de correo del occidente cada 15 días con la ruta Santafé-Cartagena-España o Popayán-Cartago-Anserma-Toro, y puntos intermedios, partiendo el día 4 de cada mes a medianoche, y con un pago a cada chasqui de medio real por legua y al dueño de mulas ocho reales cada uno. Las tarifas del correo se basaban en el peso y en la distancia; se sellaba con la palabra ‘Debe’ si el pago se realizaba en el lugar de destino y con la palabra ‘Franca’ si el porte se cobraba desde el lugar de origen. El impulso que José Antonio de Pando y Riba dio a la correspondencia logró que en poco tiempo el servicio se extendiera a las poblaciones más importantes en el territorio de la Nueva Granada, aunque muchas de las misivas seguían perdiéndose en el camino y llegaban semanas más tarde de lo previsto. Con la aparición del servicio del correo regular también nació otra forma de difusión de las noticias que afectaban al Virreinato y al Imperio. Los arrieros iban narrando sus propias versiones de los acontecimientos y las fondas se convirtieron en lugares de difusión y construcción de opinión pública, muchas veces contrarias a los intereses de la Corona. Sobre esa red de postal los periódicos construyeron las primeras redes culturales a partir de suscriptores que se encontraban en todo el reino. Este es el caso de El Papel Periódico de Santa Fe de Bogotá, que tenía abonados en ciudades tan distantes como Honda, Mompox, Cartagena y Panamá.
Con contadas excepciones, las gentes morían donde nacían. Había muy pocos desplazamientos de sus lugares de origen y algunos comerciantes y pocos funcionarios conocían más allá de sus parroquias. Es por ello que para el Estado español la organización del correo era un asunto muy importante.
1807, May 13. Entire letter from Cartagena to Medellín, rated “4” reales corresponding to a double weight up to ¾ ounce.
1772, April. Entire letter from past to Popayán showing a gorgeous strike in brown of the first type used, carried at single rate. Cert. Bortfeldt.
1808, June 19. Entire letter from San Bartolomé to Medellín, bearing superb Strikes of “SB” and “Franca” handstamps. Cert. Bortfeldt.
Era frecuente sellar los sobres con las palabras ‘Franca’, cuando el remitente pagaba el porte, y ‘Debe’, cuando el destinatario pagaba el valor del envío, que era el caso más frecuente.
LAS PRIMERAS RUTAS Para romper los graves problemas de comunicación en la Nueva Granada, entre 1750 y 1751 comenzaron a operar cuatro carreras de correos. Con itinerarios fijos, bien organizados y frecuencias quincenales o mensuales, las cartas y las noticias empezaron a llegar. Carrera de Cartagena 1750
Popayán - Quito 1750
Santafé - Maracaibo 1751
Carrera de Girón 1751
Santafé
Santafé
Santafé
Santafé
Villeta
La Mesa
Ubaté
Zipaquirá
Guaduas
Tocaima
Tunja
Ubaté
Honda
Purificación
Santa Rosa
Chiquinquirá
Nare
Villa Vieja
Cerinza
Villa de Leyva
El Banco
Neiva
Sátiva
Puente Real
Mompox
Gigante
Soatá
Vélez
Tenerife
La Plata
Tequia
Guadalupe
Barranca del Rey
Popayán
Málaga
Oiba
Cartagena
Pasto
Chitagá
San Gil
Túquerres
Pamplona
Socorro
Tulcán
Villa del Rosario
Piedecuesta
Ibarra
Cúcuta
Girón
Otavalo
San Cristóbal
Quito
La Grita Bailadores Mérida Gibraltar Maracaibo
Bicentenario 1760-1859
Naipes con motivos mitológicos y satíricos. Historia de Bogotá. Villegas Ed. Eugenio Gutiérrez Cely, 2007.
¡Que vivan las fiestas! Ricos y pobres terminaban reunidos en las festividades, eventos públicos y populares que unían a ricos y pobres. de casas y preparar platos exquisitos. La fiesta era una tradición heredada de las costumbres españolas, como la Semana Santa o la Navidad, que nadie objetaba o ponía en duda a pesar de las potensiones sociales y po líticas generadas por la gesta de Independencia. Los preparativos se aceleraban en la víspera de la conmemoración. Los Alrededor de la iglesia naipes principal, los campesinos El centauro era uno de ubicaban las ventas de los motivos empanadas, carnes, papas, longanizas, chicha de los naipes y aguardiente, entre otros productos; muy que circulaban en España y las cerca de altares adornados con flores y frutas, colonias a finales justo en frente de la calle principal por donde del siglo XVIII. pasaría la multitud acompañando la procesión. Con la caída de la noche las calles se desocupaban. Solo quedaba pesar de vivir en una sociedad católiesperar… ca y conservadora, las fiestas no solo El día del Corpus Christi, la reafirmaban la fe sino que daban un iglesia y sus alrededores estaban a espacio para la diversión y el pecado. reventar. Abuelos, padres e hijos La ciudad tenía un ambiente distinto al se acercaban desde temprano cotidiano. En las calles, donde se confundían para ubicarse en los mejores negros y blancos, ricos y pobres, hombres puestos. Llegaban luciendo sus libres y esclavos, no se hablaba de otra cosa. mejores galas y con gran ánimo Lo mismo sucedía en la botica, en la plaza principal y en las salas de visita de las principa- para no perder un segundo de la celebración eucarística, la les casonas. No importaba si las señoras cocinaban, los señores intercambiaban mercancías procesión y las representaciones teatrales del Evangelio. Todo en el mercado de la plaza o salían de la misa encabezado por el alto clero y dominical. En estos días las conversaciones las principales autoridades civitenían un punto en común: la importancia de les de la ciudad. La solemnidad de la celebraparticipar en el Corpus Christi, una festividad ción era complementacatólica en la que da con música y fuegos prevalecían la oraSincretismo artificiales. ción, la eucaristía La fiesta del Corpus Christi coincidía y la consagración a Dios, pero la con el cambio de la temporada de UNA AGENDA LLENA devoción también FESTIVIDADES lluvias a la de verano del calendario DEDesde venía acompañada su formación, agrícola indígena. de canto, baile, la sociedad neogranadijolgorio… y uno na fue bastante devota que otro amorío. de la religión católica. En el diario vivir, los Tanto alboroto y algarabía no eran en fieles buscaban cualquier excusa para mostrar vano. Se acercaba la celebración de una de las su fervor público al Creador Supremo. En el fechas más importantes para la Iglesia católica. marco de una sociedad muy sacra, las festiviUna ocasión ideal para reafirmar la fe de los dades se convertían en los principales eventos creyentes, departir con vecinos y visitantes de públicos y populares que reunían a ricos y a fuera de la ciudad, arreglar paredes y fachadas pobres; a españoles, criollos, indios, negras
A
40
y mestizos en un mismo espacio. Desde los inicios de la Colonia, el calendario de sus habitantes estuvo atiborrado de celebraciones religiosas. Había días para homenajear a San Francisco de Asís, a las diversas vírgenes, al Corazón de Jesús y, en general, a cada figura y hecho importante del dogma católico. Pero, sin duda, la festividad religiosa más importante, junto con la Semana Santa y la Navidad, fue la del Corpus Christi, instituida desde el siglo XVI y celebrada a finales de mayo o inicios de junio (más o menos sesenta días después de la resurrección de Cristo). Su importancia se debía a que, luego de la reforma luterana y el Concilio de Trento, esta celebración fue utilizada por las autoridades eclesiásticas como máxima expresión pública de la fe católica. Todas las actividades en honor del Corpus Christi, además de reafirmar los dogmas católicos que los diferenciaban el protestantismo, simbolizaban la fortaleza de la Iglesia católica y, por ende, del Imperio español. Arraigados en la tradición, estos festejos se convertían en formas de control social: cualquiera que no participara de ellas era acusado de faltar a la fe y, por lo tanto, de romper la armonía social. Paradójicamente, estas fiestas sirvieron para transgredir las pesadas normas sociales impuestas en la Colonia, en especial en los sectores populares. Algunas de ellas eran utilizadas por negros e indígenas para celebrar de manera soterrada algunas de sus tradiciones prohibidas por los españoles. También, por contradictorio que pareciera, estos festejos eran la oportunidad perfecta para realizar algunas actividades que comúnmente eran mal vistas por la Iglesia: tomar aguardiente, hacer riñas de gallos, etcétera. Antes del Corpus Christi se encontraba en la agenda de festividades religiosas la Semana Santa, que se celebraba en cualquier sitio en donde se ubicara una parroquia o una comunidad católica. Pero no era cuestión de una semana. Realmente comenzaba el miércoles de Ceniza. En esa fecha, los curas imponían la cruz de ceniza después de cuatro días de jolgorio y carnaval. Estas carnestolendas también fueron heredadas de los españoles, aunque para esta época ya se empezaba a notar la mezcla con elemen-
vida cotidiana
Procesión de Viernes Santo en la Calle Real de Bogotá. Acuarela de Jhon Brown. Royal Geographical Society, Londres.
ProCesión De viernes santo en bogotÁ
Los ÁrboLes De La LibertaD Desde 1791 se celebró en Francia la fiesta cívica del Árbol de la Libertad, en la que los revolucionarios sembraron árboles adornados con los símbolos de la revolución, como el gorro frigio, la bandera tricolor, además de los cantos revolucionarios. Ventidós años más tarde, el 3 de marzo de 1813, el cronista Caballero reseñó: “Hoy amaneció clavado un sauce, junto a la pila, con la gorra de la libertad y unos lazos de cintas anchas de arriba abajo”. Este acto subrepticio fue seguido por uno público. El 29 de abril de 1813 el presidente Nariño organizó una lucida fiesta cívica con el propósito de sellar la unión de los ciudadanos santafereños, el apaciguamiento de los partidos y la armonía entre las provincias. De allí, la fiesta del 29 de abril se convirtió en una expresión de fiesta popular.
View of the pass from Quindio. Trawls through the interior provinces of Colombia. Jon Polter Hamilton. 1827.
Estampa de un juego de cartas a finales del siglo XVIII. Historia de Bogotá. Villegas Ed.
rrencia. Veíanse en esta, aparentemente mezcladas, tos ceremoniales de indígenas prehispánicos y todas las clases sociales, y eran curiosas las mil esceritos seculares africanos. Estos carnavales eran nas de costumbres a que era ocasionado aquel alegre una verdadera fiesta popular. A diferencia de y variadísimo hormiguero de gente que subía y bajaba los festejos religiosos, no eran encabezados ni por las autoridades eclesiásticas ni por las laicas. a pie y a caballo” (Tomado de Samper, José María, Historia de un alma, Medellín, Editorial Los pobladores comunes y corrientes eran Bedout, 1971). quienes las organizaban. La intensidad de los carnavales era diferente de un lugar a otro. En zonas de frontera, en LAS FIESTAS PATRIAS donde las reglas sociales impuestas desde la Con el advenimiento de la República, el Colonia eran más débiles, calendario de festividades fue los festejos eran bulliciosos aumentando. A las festividades y alborotados; en cambio religiosas y de origen popular se en las ciudades más densales sumaron las que conmemomente pobladas, por lo geraban las fechas decisivas en la neral ubicadas en las tierras Independencia. Estos nuevos altas, las celebraciones eran festejos fueron instaurados relamás sobrias. Prueba de ello tivamente pronto: el 20 de julio es la descripción que hace fue celebrado diez años después José María Samper: en Santafé y gran parte de Cundi“Había llegado el mes namarca. Ese mismo año se llevó de febrero de 1846, y con el a cabo el primer aniversario del domingo anterior al Miércoles triunfo de la Batalla de Boyacá. de Ceniza empezaban las Un elemento caracteeL juego De Cartas carnestolendas, fiesta que rístico de estas primeras Aunque condenados por la Iglesia, las cartas y otros convida a nuestras muchecelebraciones fueron los juegos de azar fueron permitidos por las autoridades virreinales. A cambio, los que realizaban estas dumbres al paseo y a la bailes, que, al igual que huelga. Si en mi ciudad natal actividades debían pagar un impuesto a la Corona. otras costumbres, fueron y en casi todos los pueblos de heredados de la Colonia. nuestras tierras calientes (particularmente los de la cos- Durante este periodo, la conmemoración del ta del Atlántico) subsistía la costumbre de celebrar los nacimiento del Rey, su ascenso al poder o tres días de carnaval o carnestolendas de una manera la posesión de algún virrey, eran celebrados borrascosa y sobrado libre, a la usanza italiana, en con bailes; de la Independencia en adelante Bogotá la fiesta se reducía a un paseo de todas las tarse llevarían a cabo ahora para homenajear los des, durante los tres días sacramentales, subiendo más mitos fundacionales de la nueva nación. o menos por la falda del cerro de Guadalupe hasta la Además de los bailes, los cuales unos altura de la capilla de la Peña. Había allí un pequeño eran de carácter privado dirigidos a las nuevas caserío, y este, y las casas situadas a las dos veras de la élites y otros públicos, los nacientes gobiernos cuesta (todas pobres y de techo de paja), así como los financiaban banquetes y fiestas populares. Esta numerosísimos toldos que dondequiera se levantaban, costumbre duró hasta mediados del siglo XIX. servían de fondas y tiendas de licores, dulces, frutas Con los años, las fiestas patrias se convertirían y otros refrescos y colaciones para la inmensa concuen celebraciones más solemnes y sobrias.
41
Bicentenario 1760-1859
Las casas en la Colonia
1
El rancho
1
Construida en bahareque y con techo de paja, era la vivienda de los indígenas, mulatos y mestizos. Estaba conformada por un solo espacio que servía de sala, comedor y habitación. Su cocina, constituida por solo una hornaza, estaba ubicada en la parte posterior.
Al final del periodo colonial, las personas pasaban gran parte del tiempo en su casa. La calidad de sus materiales y de la construcción, así como el lugar donde estaba ubicada, marcaban las diferencias sociales.
L
42
3
Ilustración: Andrés Barrientos.
os neogranadinos eran muy caseros. Salvo cuando participaban en los servicios religiosos, cuando iban al mercado o a las fiestas en la plaza principal, la mayor parte de la jornada transcurría en las viviendas de tapia, bahareque, ladrillo o paja. El día comenzaba con las primeras oraciones del ángelus, en la madrugada, y concluía con las últimas oraciones al comenzar la noche, puesto que muy pocos eran los que podían iluminar sus viviendas. Los horarios hogareños estaban marcados por el sonido de las campanas de las iglesias. Así, la casa era al tiempo un lugar donde vivían, trabajaban y oraban. Entre los enseres domésticos más preciados estaban los objetos de culto religioso, como estampas, pequeñas estatuas y, en las casas de las élites, cuadros de imágenes sagradas. Otra actividad central era la alimentación. Preparar alimentos y consumirlos exigía disponer de espacios específicos para ello. Además, en muchos patios se cultivaba parte de los alimentos que la familia consumía, como frutas y verduras, además de gallinas y cerdos. La cocina, que en general también funcionaba como comedor, era el lugar central del hogar, entre otras razones, porque se comía en casa. Las ciudades, por su escaso tamaño, eran recorridas a pie y no había restaurantes, salvo, si acaso, alguna fonda en algunos centros urbanos ubicados en la vera del camino real o del río Magdalena. Pero no todos vivían en casas como tales. No es exagerado decir que las tiendas, como se llamaba a las piezas que se alquilaban, y los bohíos eran muy frecuentes en todos los núcleos urbanos. En ciudades consolidadas como Santafé de Bogotá, de los habitantes del barrio La Catedral, el más distinguido de la ciudad, según el censo de 1801 realizado durante la epidemia de viruela, el 58 por ciento vivía en tiendas y el 20 por ciento, en bohíos. El 42 por ciento de los habitantes del barrio más distinguido eran pobres, lo que significa que las fronteras de la distinción social eran difusas. Si en las tierras altas, como en el altiplano cundiboyacense, Los Pastos y Pamplona predominaban las casas de adobe y tapia pisada, en las tierras bajas prevalecían las casas de bahareque, con cubiertas de teja de barro o simples bohíos de precaria factura con techo de palma. Eran casas de tierra cruda, las menos con pisos de baldosas de barro cocido, y la mayoría con piso en tierra. Si eran más o menos cercanas a la plaza mayor, el tipo de construcción, si eran de un piso o de dos, si tenían balcón o no, eran condiciones que generaban distinciones y diferencias sociales importantes. Las formas del vestido, las labores realizadas en los días de mercado y hasta la ubicación en el templo a la hora de la misa mostraban la posición social y la función que realizaba cada uno de los individuos en esa sociedad de finales del siglo XVIII e inicios del XIX. Por eso no era raro que las clases pudientes se esforzaran al máximo para construir grandes y vistosas casas, comprar y lucir lujosos atuendos, y, en últimas, llevar a cabo una serie de comportamientos y actitudes que los diferenciaran del resto de la población.
Las casas de dos pisos
Este tipo de casas eran poco comunes en la Nueva Granada, y generalmente se ubicaban alrededor de la plaza central. En ellas vivían las personas más importantes y pudientes de la sociedad: desde el virrey hasta los altos funcionarios de la Corona y de la administración de la ciudad, grandes hacendados y comerciantes. Podían tener uno o dos patios, según el tamaño del lote. Alrededor del primero se encontraban las áreas aptas para las actividades sociales: salones, comedores y demás. En el segundo patio estaba la cocina, el lugar para los esclavos y la servidumbre, y el depósito de la leña y de los demás elementos necesarios para el correcto funcionamiento de la casa. En el segundo piso se ubicaban las habitaciones familiares. El uso de esteras era un símbolo de distinción, que permitía anotar la ausencia de tapetes. Igualmente, a pesar del frío en las ciudades de los altiplanos, no se usaban las chimeneas. Así mismo, solo unas pocas tenían vidrios en sus ventanas pues era común que se cerraran con hojas de madera. Estas casas, residencia de las élites neogranadinas, eran mantenidas por la servidumbre, que estaba compuesta por indios en el altiplano, y por esclavos africanos en las ciudades y villas de las provincias de Popayán y Cali, y en los puertos del Caribe. Ellos preparaban los amasijos, mantenían la huerta, cuidaban los animales de corral, arreglaban la ropa y abastecían de agua. En las viviendas de otros estamentos sociales diferentes, el funcionamiento de la vida hogareña recaía en los miembros de la familia, en especial, en las mujeres de la casa.
2
vida cotidiana 0 0
El interior de los hogares
La mayor parte de las casas coloniales eran poco ostentosas. La pobreza de la gran mayoría de los neogranadinos y la poca circulación de dinero hacían que solo las clases más adineradas compraran ornamentos para las casas. Las habitaciones de los ricos contaban con camas de pabellón, colchones a base de lana, armarios, reclinatorios y espejos. Sus salas eran adornadas con pinturas, a veces numerosas, tenían sillas de cuero y lámparas que colgaban del techo. Los blancos menos pudientes y los mestizos tenían muy pocos muebles, que por lo general eran bastante toscos. Por último, la gente pobre tenía por todo mobiliario una que otra silla, una mesa rústica y un camastro en el que solía dormir toda la familia.
2
La casa de una planta
Eran construcciones de un solo piso que formaban una L alrededor de un patio central. Contaban con un espacioso corredor que comunicaba a la sala, al comedor y a las habitaciones, que por lo general no eran más de dos. Su techo era de teja. En este tipo de casas vivían familias con ingresos medios: artesanos, mestizos y blancos empobrecidos.
El orden social
3
Las casas de las familias más ricas estaban en el marco de la plaza mayor o muy cerca de ella.
Un lugar para comer
Al comenzar el siglo XIX, a medida que las ciudades y las villas comenzaban a cambiar, con la aparición de nuevos espacios públicos, como alamedas y paseos, la casa también empezó a sufrir transformaciones. En algunas aparece el comedor, independiente de la cocina. Esto permitó introducir muebles para guardar las vajillas y otros enseres. Igualmente, también apareció la biblioteca en casos excepcionales, como se registra en la casa de Antonio Nariño, en Santafé de Bogotá. En 1790 el comerciante e intelectual santafereño construyó su biblioteca en su residencia, y luego se convirtió en librería.
43
Bicentenario 1760-1859
Los criollos ilustrados
La educación fue una de las claves para que una generación de americanos se levantara contra el imperio y el Rey. “Si no quitan los Estancos, si no cesa la opresión, se perderá lo robado, ¡tendrá fin la usurpación!” Santafé, agosto 18 del año 1794 de Nuestro Señor.
E
Fray Cristóbal de Torres. Pintura de Gaspar de Figueroa. Grabado de Rodríguez 1881–1887. Papel periódico ilustrado. Biblioteca Luis Ángel Arango.
so decía el pasquín pegado en una esquina a dos cuadras del costado oriental de la Plaza Mayor. En las horas de la mañana, los hombres del Virrey comenzaron a buscar a los responsables de semejante acto de sublevación frente a las autoridades coloniales. ¡Pobres de ellos cuando fueran encontrados! La temeraria acción logró que algunos de los habitantes de Santafé se cuestionaran sobre la posibilidad de gobernarse por sí mismos. De eso se hablaba con frecuencia en las tertulias secretas de los criollos acaudalados y educados que se preciaban de ser ilustrados. Durante noches enteras discutían la posibilidad de que la Colonia pudiera disfrutar de la misma felicidad que gozaban los revolucionarios norteamericanos desde que se separaron del Imperio británico. Los investigadores responsabilizaron de aquellos pasquines sediciosos a estudiantes y profesores criollos del Colegio Mayor del
Fray Cristóbal de torres
Fundador del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario.
44
Rosario. Los acusaron de conspirar para sublevarse inspirados, según las autoridades, en las ideas de la Revolución francesa. Eran tiempos turbulentos. El asunto de los pasquines republicanos no era un hecho aislado, pues en el ambiente se respiraba un aire levantisco. En días anteriores había comenzado un juicio contra Antonio Nariño por haber publicado los Derechos del hombre y el ciudadano. Pero ¿qué significaba esto?, ¿por qué estos estudiantes promovían la supuesta sublevación? Una de las respuestas a este complejo problema se puede encontrar en las transformaciones educativas que tuvieron lugar a mediados del siglo XVIII. La universidad en La CoLonia
En la sociedad excluyente que impusieron los españoles en sus colonias, la educación, además de ser precaria, abarcaba solo a aquellos blancos descendientes de los conquistadores españoles que pudieran pagar por ella, generalmente criollos comerciantes y acaudalados. La instrucción en los primeros años de vida, en caso de la élite blanca, corría por lo general bajo la responsabilidad de instructores particulares. Para los hijos de blancos pobres y mestizos existían las escuelas parroquiales, pero la pobreza extrema y el desinterés tanto de los padres como de los curas por educar a esos niños impidió que se redujera el analfabetismo en la sociedad colonial. A medida que estos niños crecían, sus oportunidades de educarse se iban reduciendo. Por falta de dinero y por las estrictas reglas que impedían continuar con sus estudios educativos a personas “impuras” (es decir, que tuvieran algún tipo de mezcla con indio o negro), los blancos pobres y los mestizos estaban excluidos. De esta manera la élite blanca era la única que tenía la posibilidad de culminar sus estudios. Pero muchos de sus integrantes pre-
ferían dedicarse a sus actividades comerciales o a administrar minas y haciendas en vez de ir a los colegios y universidades. Desde los inicios de la Colonia, la Iglesia católica dominó la educación en todos sus aspectos, desde los estudios básicos hasta los universitarios. Los claustros educativos, regentados por diversas órdenes religiosas, eran una extensión del poder de la Iglesia sobre la sociedad. Estudiar en ellos era la vía más usada para acceder, así fuera solo a niveles medios, a las burocracias civiles y eclesiásticas. Los dos colegios más importantes y renombrados eran el de San Bartolomé, fundado por el arzobispo Bartolomé Loboguerrero en 1605, y el Mayor de Nuestra Señora del Rosario, creado por el arzobispo Cristóbal de Torres y Motones el 18 de diciembre de 1653. Ambos educaban la burocracia eclesiástica y laica de la Nueva Granada. Estos colegios eran internados y sus clases comenzaban a las seis
Primer colegio femenino El 23 de abril de 1783, en el Convento de Nuestra Señora comenzó a funcionar el primer colegio femenino del Virreinato para formar a las hijas de las familias nobles de la Nueva Granada. de la mañana, después de la misa de las cinco. La enseñanza se basaba en los principios escolásticos. Sus estudiantes recibían lecciones en latín de Filosofía Aristotélica, Derecho Canónico y Romano o Teología. A pesar de la valiosa instrucción que recibían en estos claustros, los colegiales debían presentar sus exámenes de grado en las denominadas universidades particulares, para recibir sus títulos de bachilleres, licenciados, maestros o doctores, únicas facultadas por
aNtiguos colegiales
Los colegios de San Bartolomé y Nuestra Señora del Rosario fueron los encargados de educar a los futuros miembros de la burocracia civil y eclesiástica de la Nueva Granada. Francisco Moreno y Escandón. Grabado de Rodríguez 1881–1887. Papel periódico Ilustrado. Biblioteca Luis Ángel Arango.
Antiguos colegiales de San Bartolomé y el Rosario. Ramón Torres Méndez. 1850. Colección del Museo Nacional de Colombia.
vida cotidiana
la Corona para otorgar esos títulos. Regularmente, los bartolinos concurrían a la Javeriana, fundada por los jesuitas en 1623, y los rosaristas a la Santo Tomás, creada por los dominicos en 1580. Los intentos de reforma educativa
La llegada de los Borbones al trono español también produjo una transformación en el sistema educativo colonial. Ellos pensaban que la educación era fundamental para formar hombres que aportaran al progreso material del Reino. Por eso uno de los principales cambios fue abandonar las lecciones basadas en el método escolástico e impulsar la educación en las ciencias útiles. En la Nueva Granada esta transformación se inició el 13 de marzo de 1762, cuando José Celestino Mutis abrió su cátedra de Matemáticas en el Colegio Mayor del Rosario. Allí mostró a sus estudiantes la importancia de las ciencias naturales para la transformación de la sociedad. Años después, Moreno y Escandón diseñó el Plan Provisional de Estudios Superiores. Inspirado en las Reformas Borbónicas, proponía abandonar la educación escolástica y dogmática e instituir planes de estudios basados en la pragmática, el método científico de observación y experimentación y el libre examen. La puesta en marcha del Plan fue un fracaso. Duró vigente tan solo un año (1774-1775) y solo se aplicó en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en las cátedras de Medicina y Matemáticas. Fueron varias las razones, como la escasez de recursos económicos y la oposición de un buen sector de la Iglesia, por las que se consideró el Plan un intento para disminuir el control sobre el sistema educativo. voLviendo a Los pasquines
Aunque la reforma educativa borbónica no tuvo mayor alcance, pues a finales del siglo XVIII el sistema educativo seguía más o menos igual que hacía un siglo, sí transformó el ambiente cultural e intelectual de la Nueva Granada. Muchos de los estudiantes que fueron discípulos de Mutis y tomaron sus cátedras de Matemáticas y Medicina, y que además aprendían sobre las nuevas tendencias ideológicas europeas a través de los libros que circulaban de manera clandestina,
FRaNcisco aNtoNio MoReNo y escaNdóN
Criollo oriundo de Mariquita que en 1774 elaboró el Plan Provisional de Estudios Superiores, primer intento por construir un sistema universitario público.
Requisitos paRa eNtRaR a los colegios para ingresar al San Bartolomé era necesario ser hijo de españoles y de legítimo matrimonio, tener por lo menos doce años, saber leer y escribir bien y tener buenas costumbres y habilidad. Para el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario se debían presentar certificados de hidalguía y las declaraciones de tres personas que testificaran que el aspirante era legítimo, así como sus padres. Sus padres no debían realizar oficios bajos o considerados infames por las leyes del Reino.
otRos plaNteles del ViRReiNato en otras ciudades también hubo importantes instituciones educativas, pero ninguna podía dar títulos. En 1778 el antiguo convento de San Juan de Dios de Cartagena fue convertido en colegio. En Popayán existía el Colegio Seminario, en donde se impartían clases de Filosofía y Teología. Allí estudió Francisco José de Caldas. Y en Panamá existía el Colegio Seminario de San Agustín, fundado en 1715.
empezaron a cuestionar el orden social que antes se creía natural, desde los impuestos hasta las propias autoridades virreinales. Por eso, los pasquines pegados el 18 de agosto de 1794 no eran un hecho aislado en la sociedad neogranadina, sino una muestra de que algo estaba cambiando.
45
Bicentenario 1760-1859 La OPINIÓN PÚBLICa
Gazeta de Santafé
de Bogotá. 1785.
Biblioteca Luis Ánge
l Arango.
Con la llegada de la imprenta en 1737 surgió la posibilidad de difundir las ideas y las noticias, como la que hizo Antonio Nariño de los Derechos del Hombre en 1794 o desde su periódico, La Bagatela. La prensa permitió la formación de redes culturales al margen de las controladas por la Iglesia.
Antonio Nariño y Francisco Antonio Zea en la imprenta. 1920. Fotolitografia. Anónimo. Colección Museo Nacional de Colombia.
La BIBLIOTECa PÚBLICa
Retrato Juan Rodriguez Freyle. Oleo de Miguel Díaz Vargas. Academia Colombiana de Historia.
El 9 de enero de 1777, con un total de 4.182 volúmenes ubicados en un salón del Colegio Seminario de San Bartolomé, abrió sus puertas la Biblioteca Pública Real, una de las primeras en toda la América española. La biblioteca ayudó a los estudiantes que no tenían recursos para comprar libros y además sirvió para construir la esfera pública del conocimiento.
46
El periódico ilustra a la sociedad El siglo de las luces se dejó sentir en el Virreinato a través de los periódicos y las tertulias
L
a prensa fue para los inquietos criollos ilustrados de la Nueva Granada un vehículo para formarse intelectual y políticamente. Aviso de Terremoto, en 1785, fue el primer periódico publicado en la Nueva Granada. Poco después, el 31 de agosto del mismo año, salió a la luz La Gaceta de Santafé, del cubano Manuel del Socorro Rodríguez, que desapareció después de tres números. A los pocos años, Rodríguez, designado bibliotecario real bajo la protección del virrey José de Ezpeleta, impulsó la creación del Papel Periódico de Santafé de Bogotá, que circuló semanalmente con cuatro páginas desde el 9 de febrero de 1791 hasta el 6 de enero de 1797, con 265 números. Allí publicó José Celestino Mutis las dos primeras partes de su texto científico Arcano de la Quina. Este periódico fue de gran importancia para difundir el pensamiento ilustrado. Producto
de los nuevos tiempos impuestos por la Casa Real de los Borbones, El Papel Periódico pronto se convirtió en portavoz de las reformas de la Corona, sobre todo las relacionadas con la difusión y enseñanza de las ciencias útiles. En sus columnas, firmadas bajo el seudónimo de Hebéfilo, el joven neogranadino Francisco Antonio Zea criticó los métodos pedagógicos de los colegios y seminarios del Virreinato y defendió el valor de las ciencias, las artes, la literatura y el comercio. Luego de que desapareció El Papel Periódico, recogió las banderas de la Ilustración El Correo Curioso de Santafé de Bogotá, periódico fundado el 24 de febrero de 1801 por Jorge Tadeo Lozano y Luis de Azuola. En los 40 números que circularon, sus fundadores, además de estimular y defender la reforma educativa santafereña, publicaron artículos que mostraban las ventajas de las cátedras de Economía Política
vida cotidiana
los asuntos de la política virreinal ya no eran privados sino públicos. De esta manera, un sector de la sociedad colonial empezó a ejercer un nuevo tipo de participación. Ya su función no debía ser solo de súbdito, sino que las autoridades debían escuchar y en algunas ocasiones acatar sus opiniones. Es así como a partir del siglo XIX proliferaron los periódicos y las tertulias, principales espacios donde esta opinión pública se empezó a manifestar.
Nace la Pre PreNsa
Con la publicación del ‘Aviso del Terremoto’ de Santafé en 1785 se inició la publicación de periódicos, de los cuales El Papel fue el que logró una mayor circulación y duración.
EL CAsINO LITErArIO Gazeta de Santafé de Bogotá. 178.5 Biblioteca Luis Ángel Arango.
Las tertulias fueron espacios de encuentro, de esparcimiento y de discusión intelectual, todo al mismo tiempo. Estas reuniones se realizaban en la Biblioteca Pública, en la casona de la calle de la Carrera, donde José Celestino Mutis hablaba de política y de botánica, o en las casas de los personajes más influyentes de la sociedad santafereña, como doña Manuela Santamaría de Manrique. La tertulia más importante e influyente de la primera década del siglo XIX fue El Casino Literario, que se estableció como centro de reuniones políticas organizadas por Antonio Nariño en Santafé. Los debates entre profesores, periodistas, viajeros o intelectuales reconocidos, como Jorge Tadeo Lozano, Camilo Torres, Francisco José de Caldas y Pedro Fermín de Vargas, entre otras personalidades, fomentaron nuevas maneras de ver la sociedad. Aunque las reuniones eran confidenciales por su carácter político, El Casino Literario se destacó por contar con una biblioteca y una imprenta desde la cual se divulgaron textos como los Derechos del Hombre y del Ciudadano, traducidos por Antonio Nariño. Sin embargo, muchas de estas actividades fueron vigiladas por la Corona, lo que en ocasiones causó investigaciones por sublevación y, en últimas, el cese definitivo de las reuniones. Entre las tertulias realizadas a finales de la colonia se destacan la del Buen Gusto, el Círculo de Antonio Nariño, la Eutropélica y la del Observatorio Astronómico.
3 de enero de
EL NACIMIENTO DE LA OPINIÓN PÚBLICA
Para el siglo XVIII, la Costa Atlántica era una región que a pesar de su importancia económica para el Virreinato, tenía muchas dificultades para comunicarse con la capital. Los viajeros, las mercancías, las cartas tenían que sufrir un arduo trayecto que incluía un viaje por el río Magdalena y una travesía a lomo de mula por el valle del Magdalena y la cordillera Oriental para llegar a Santafé. Aún así, en 1791 llegaba a esa región El Papel Periódico Ilustrado.
tá. 1785. Biblioteca
Luis Ángel Arangoo.
Allí, como lo atestigua un lector costeño en una misiva enviada a los directores de la publicación, el periódico era “el favorito de las tertulias, no solo seculares sino religiosas, sin excluir las monjas”. Manifestaciones de este estilo se dieron a lo largo y ancho del territorio neogranadino y eran el signo de que algo estaba cambiando su sociedad. Pero ¿en qué consistía ese cambio? En que nacía la opinión pública. Durante el siglo XVIII, la Corona española entendió que el progreso, la prosperidad y la felicidad del Reino solo eran posibles si se fomentaban y protegían las labores científicas y la educación de sus súbditos. Para ello se embarcó en la tarea de crear una serie de instituciones educativas y culturales financiadas en su totalidad con las arcas del Imperio. Este nuevo espíritu de las autoridades españolas generó una cierta democratización del conocimiento. Por ejemplo, muchos criollos pertenecientes a las élites de las provincias que no contaban con suficientes recursos económicos pudieron llegar a Santafé a continuar sus estudios superiores. Como consecuencia, esa creciente masa de ilustrados sintió el deber de participar en los asuntos económicos, políticos y administrativos, que en épocas anteriores eran de dominio de unos cuantos funcionarios de la Corona. Desde finales del siglo XVIII, esta nueva y ampliada élite cultural discutía sobre las mejores formas de gobierno, las estrategias que debía seguir el Virrey para el progreso material; en fin,
a Luis Ángel Arango.
d de Santa Fé de Bogo
Santafé de Bogotá. 1801. Bibliotac
y Estadística Social y demás ciencias prácticas, para formar ciudadanos que contribuyeran a engrandecer al Virreinato. Entrado el siglo XIX, la actividad periodística aumentó de manera considerable. En esta época el ya veterano periodista Manuel del Socorro Rodríguez emprendió nuevas aventuras editoriales: en 1806 dirigió El Redactor Americano, en 1807 se hizo cargo de El Alternativo del Redactor Americano y en 1809 hizo parte de Últimas Noticias y Los Crepúsculos de España y Europa, dos efímeros periódicos que no pasaron de cinco números. Por otra parte, algunos jóvenes neogranadinos fundaban o hacían parte de la redacción de nuevos periódicos. Tal es el caso de Francisco José de Caldas, quien en 1808 se convirtió en el editor del Semanario del Nuevo Reino de Granada, cuyo primer número fue una memoria detallada de la geografía y el estado del Virreinato.
sucedido en la ciuda
ico y mercantil de la ciudad de
Aviso del Terremoto
Correo curioso, erudito, económ
ada. Santafé, vo Reyno de Gran Semanario del Nue go. Luis Ángel Aran 1808. Biblioteca
47
Bicentenario 1760-1859
Batalla de juanamBú
Entre 1810 y 1825 se libraron más de 100 batallas para poder consolidar la Independencia. Pocas de ellas ocurrieron de noche, como la que enfrentó al ejército de Nariño con las fuerzas realistas del sur. Batalla de Juanambú. José María Espinosa Prieto. Óleo sobre tela. 1850. Colección Museo Nacional de Colombia.
El largo camino a la Independencia La libertad que se selló con la Batalla de Boyacá y la creación de la Nueva Granada fue la culminación de un proceso que inició a finales del siglo XVIII.
C
omúnmente se tiende a pensar que la Independencia se logró a raíz de los hechos del 20 julio de 1810 y que se consolidó con la derrota española en la Batalla de Boyacá del 7 de agosto de 1819. Esta es una idea un poco errada, ya que la Independencia no solo se circunscribe a esas dos importantes fechas sino que hace parte de un proceso que inició a finales del siglo XVIII y finalizó con la disolución de la Gran Colombia en 1830. Para esa época en Europa comenzó una ola de procesos revolucionarios conocidos con el nombre de las Revoluciones Burguesas, y que llevaron a la crisis a las monarquías europeas. En ellas los burgueses, imbuidos por los ideales democráticos y de libertad, empezaron a cuestionar el poder monárquico y a exigir su
48
participación en el gobierno de los Estados. Esta fue la época de la Independencia de Estados Unidos, de la Revolución Francesa y de las posteriores revoluciones iniciadas en Europa y en América Latina en la que se inscribe la Independencia de la Nueva Granada. En la Nueva Granada las críticas a la institución monárquica se iniciaron a finales del siglo XVIII con sucesos como la publicación de los Derechos del Hombre y el Ciudadano y el Affaire de los Pasquines, ambos sucedidos en 1794, y se agudizaron en 1808 a raíz de la usurpación del trono del rey Fernando VII y el subsecuente vacío de poder. Durante este periodo empezó a aflorar en los criollos un sentimiento de autogobierno que se radicalizó cuando las Cortes de Cádiz no reconocieron suficientemente esta autonomía.
Con la revolución de Quito de 1809, en la que se declaró una provincia autónoma de España, se inició otro ciclo del proceso independentista. Este sentimiento autonomista se expandió por toda la Nueva Granada y el continente, y se expresó en el llamamiento a cabildos abiertos, conformación de juntas de gobierno y proclamación de la autonomía de las provincias. La primera ciudad en hacerlo fue Cartagena (22 de mayo de 1810), le siguieron Cali, (3 de julio), Pamplona (4 de julio), El Socorro (10 de julio), y finalizó con el famoso 20 de Julio de 1810. A pesar de proclamar su autonomía estas juntas manifestaron su fidelidad al rey Fernando VII, pero debido a la confusa situación política causada por la invasión de Napoleón a España y a la negativa de
¡A LAS ARMAS! La otra cara
La IndependencIa se consoLIda
Policarpa Salavarrieta ríos epifanio Julián Garay caicedo Óleo sobre tela.1880. colección museo Nacional de colombia
Con el retorno de Fernando VII en 1814, la suerte de las independencias de las colonias americanas se complicó. Si las Cortes de Cádiz toleraban cierta autonomía de los virreinatos americanos, el Rey no lo hizo. Por eso
AsAlto del generAl sucre A PAsto
envió campañas de reconquista. Se iniciaba así otra etapa del proceso independentista: la guerra total contra los españoles. En el caso neogranadino este periodo inició a finales de 1815 con el sitio de Cartagena. En un principio los patriotas no lograron defender su independencia y sucumbieron ante las tropas realistas. Durante un poco más de tres años, los españoles volvieron a dominar a la Nueva Granada, pero no de una manera total, pues durante esos años se gestaron una serie de guerrillas que resistieron al régimen español y fueron la base del Ejército Libertador que, organizado por Francisco de Paula Santander por orden de Simón Bolívar, logró el 8 de agosto de 1819 la independencia total de la Nueva Granada. Una vez consolidada la independencia de la Nueva Granada, Bolívar extendió la guerra a Venezuela, Ecuador y Perú y las logró independizar. En medio de este ambiente de guerra, empezó la organización del Estado colombiano. El 15 de febrero de 1819, aún sin definirse la suerte de la independencia de los territorios neogranadinos, Simón Bolívar instaló en la ciudad de Angostura un congreso en el que participaron representantes tanto de Venezuela como de la Nueva Granada, cuyo propósito era redactar las leyes en las que se sentarían las bases políticas y jurídicas de ambos territorios. A congrepesar de las desavenencias de los congre sistas con Bolívar en torno a la forma de gobierno que debería regir a la naciente nación (centralismo o federalismo), el hecho de mayor trascendencia fue la aprobación de la Ley Fundamental de la República de Colombia, ocurrida el 17 de Diciembre de 1819, en la que se consagró la unión de la Nueva Granada y Venezuela en un solo país. Nació así la República de Colombia, conocida comúnmente con el nombre de la Gran Colombia. Luego de aprobada esta ley se procedió a la convocatoria de un congreso que, entre otras cosas, debía ratificar la Ley Fundamental y crear una Constitución para la República de Colombia que es promulgada el 30 de agosto de 1921. Así se reafirma jurídicamente el nuevo país, pero no significó su consolidación política y mucho menos cultural.
24 de diciembre de 1822 El general Sucre les ofreció la oliva de la paz a los pastusos con la condición de que rindiesen las armas, amenazándolos, que no hacerlo, entraría a fuego y sangre, reduciendo a la ciudad a escombros. Pero ellos, más obstinados, contestaron que no entrarían sino sobre sus cadáveres. Al cabo de dos horas de combates y de unos prodigios de valor, los pastusos cedieron el campo al enemigo, dejando en él como 200 muertos; que los restantes derrotados se esparcieron por los montes, dejando la ciudad entregada al saqueo y degüello, en el que fueron víctimas del furor los ancianos, los enfermos y los inocentes en número de más de 200. Que el soldado brutal no perdonó, en las 26 horas del desorden, ni templos, ni sacerdotes ni a la misma inocencia, estrupando multitud de niñas de 10 años para arriba, viudas, casadas y todo género de mujeres. Que pasaron a los pueblos e hicieron otro tanto con las indias.... Que concluidas las 26 horas, el General dio sus órdenes pa’que saliesen partidas a los campos y haciendas de todo el territorio ha recoger bestias de toda especia, con la prevención de no dejar cosa que respirase en ellos. Que hasta aquella fecha habían salido ya para Quito 8.000 bestias mulares, caballares y como 10.000 reses. Que no han dejado un indio en los pueblos, ni en las haciendas para cultivar la tierra. ¿De qué subsistirán las miserables reliquias que han escapado del exterminio?... Los campos que en mejores días ofrecían un inocente placer al que paseaba sobre ellos, están eriales, la ciudad desierta, las calles teñidas con la sangre fresca de los moradores, las familias enlutadas; quedé para decirlo de una vez, Pasto no ofrece otra cosa que un basto cementerio en donde reina la melancolía, y en donde la muerte auxiliada de el hambre, la peste y de todas las plagas, sentada sobre su trono, pasea su vota sobre el montón de ruinas y de escombros a que la mano del hombre la ha reducido”. Carta enviada por una persona de Pasto. Tomado del extraordinario archivo de Emiliano Díaz del Castillo.
llA M MuJer uJer en llA IIndePendencIA ndePende Al narrar la historia de la independencia siempre se destacó la actuación de los hombres y de los héroes. Sin embargo, en el proceso libertario las mujeres, los indígenas y los afrodescendientes tuvieron un papel fundamental, como Policarpa Salavarrieta, mártir del régimen del Terror.
Archivo particular
las Cortes de Cádiz de conceder la autonomía total a las colonias españolas, un ala radical de criollos, que años atrás ya habían planteado la independencia total de la Nueva Granada, volvió a agitar esas banderas y lograron que las juntas declararan la independencia total del reino de España. Por supuesto no todos estaban a favor de esta idea, había una parte de la élite criolla y de la población que estaba a favor de seguir formando parte del imperio español. Es así como se inició la confrontación entre criollos y realistas. Cabe anotar que en este proceso libertario en la Nueva Granada no hubo una Independencia sino varias e incluso hubo muchas provincias como Pasto, Popayán y Santa Marta, que siguieron fieles al Rey. Luego de que las provincias declararon sus independencias, los criollos tenían el reto de iniciar la organización de un Estado. Ya fuera por razones ideológicas, económicas y sociales, entre 1811 y 1814 los criollos se agruparon básicamente en dos bandos: el que promulgaba un Estado centralista y el que quería uno federalista. Las disputas entre ambos generaron una guerra civil que finalizó con la reconquista española en 1816. Este periodo se conoce como La Patria Boba o Primera República.
49
Bicentenario 1760-1859
De criollos y chapetones El 20 de Julio de 1810 marcó el comienzo de la Independencia y de la mal llamada Patria Boba. un viaje a ese día que partió nuestra historia.
50
Un día EspEcial El 20 de Julio se constituyó en la efemérides que simboliza la Independecia, pues a diferencia de los gritos libertarios de Cartagena, Mompox, El Socorro y Cali, los sucesos acontecidos en Santafé se convirtieron en los más importantes porque en esta ciudad residía el Virrey, funcionaba la Real Audiencia y la Casa de Moneda, principales instituciones del Rey Fernando VII en la Nueva Granada. Si bien el 20 de Julio no fue un rompimiento total con España, sí marcó el inicio del proceso de Independecia porque fue un desafío al centro del poder colonial.
Base del florero del 20 de Julio. 1810. Colección de la Casa Museo del 20 de Julio.
D
de que se avecinaba una “revolución on José González Llorente salió de los chapetones” que acabaría con de la cácel en la que estuvo los criollos. El grito del pueblo era recluido durante cinco meses contra los chapetones. Los Morales, desde el 20 de julio de 1810. En la ciuarmados con palos, le propinaron una dad todavía hay huellas de los destrozos paliza a Llorente que, de no haberse de ese día. Los españoles peninsulares, escondido en la casa de don Lorenzo o chapetones, que antes paseaban tranMarroquín, habría muerto apaleado. quilos por las calles de la ciudad, apenas Más adelante el tumulto popuse atrevían a salir de sus casas y eran lar lo persiguió hasta su casa. Con sus criados quienes debían atender sus dificultad, Llorente logró entrar a la asuntos. vivienda en donde su alarmada faJosé González Llorente, comercianmilia lo esperaba; según él, su mujer, te de Cádiz (España), casado con una recién parida, entró en pánico al ver criolla, poseía un próspero almacén en cómo una turba del la plaza mayor, populacho se agolera apreciado en Muchas dudas pó en las afueras de Santafé como la edificación empuhombre generoso y El famoso florero de ñando todo tipo de bonachón, y nunca Llorente, sobre el que armas. Continuos pensó que el 20 de hay serias dudas de su ataques con piedras julio pondría fin a su tranquila y holautenticidad, fue donado a las ventanas y a hiciegada existencia. por el pintor Epifanio Garay laronfachada temer lo peor. Si bien lo en 1882 al Museo Nacional. Cuando las puertas acusaban de haber estaban a punto de insultado con pacaer, llegó el alcalde, labras soeces a los don José Miguel Pey, con la misión criollos, dado su buen carácter esto era de disipar la revuelta del pueblo. Sin poco probable. Según su versión, nunca embargo la turba exigía que se pusiera se negó a prestar el florero para adornar a Llorente preso. Así, con dudosas el banquete en honor del comisionado acusaciones, se inició el proceso regio, el criollo quiteño don Antonio contra González Llorente que lo Villavicencio. Villavicencio venía de condenó a vivir cinco meses en las Cartagena, en donde había apoyado mazmorras de la cárcel y a ser el antila creación de una Junta de Gobierno. Estaba dispuesto también a apoyar una pático chapetón de la historia. Junta en Santafé, con la condición de que esta reconociera al nuevo Consejo de Regencia establecido en España en 1810 como el legítimo representante de la monarquía española. Tal como estaba planeado, los criollos Antonio Morales, acompañado de sus hijos y de José Acevedo y Gómez, ante la multitud, afirmaron que Llorente había insultado a los criollos y que con furia había dicho que “se se cagaba en Villavicencio y todos los ameriameri canos”. ”. El pueblo se enardeció, pues también se había propagado el rumor
de Colombia. en color realizada
por Simón José
Cárdenas y Jose ph Lem
ercier. Colección
Museo Nacional
El enfrentamiento entre José González Llorente con José Acevedo por un florero habría hecho parte de un plan de criollos ilustres para generar una revuelta popular.
20 de julio de 181 0, 1849. Litografía
EL aCta
rativo del Acta de
la Revolución del
El original del acta del 20 de Julio desapareció en el incendió de las Galerías Arrubla en Bogotá el 20 de mayo de 1900. Se conserva la reproducción de la obra realizada por Sperling en Leipzig para la celebración del centenario de la Independencia.
Cuadro conmemo
Cuadro de la Reyerta del 20 de Julio. Pedro Alcántara Quijano. Óleo sobre tela. Ca. 1940. Museo de la Independencia, Casa del Florero Ministerio de Cultura de Colombia.
La ConspiraCión
TESTIMONIO
CróniCa dE un día quE Cambió La historia
JosÉ maría CarbonELL
El ‘chispero de la revolución’ fue llamado el prócer José María Carbonell, no solo por su activismo para movilizar al pueblo el 20 de Julio, sino por su oratoria y fuerza para luchar por las ideas de la Independencia. Fue ahorcado por los españoles el 19 de junio de 1816 en la Huerta de Jaime, en Bogotá.
aunque varias ciudades y provincias se habían levantado contra la Corona en poder de ‘Pepe Botella’, el 20 de julio de 1810 partió en dos la historia del país. “Es día de mercado, pero hoy un incidente de gravedad se ha presentado en la Plaza Mayor. La gente grita por un lado: “¡Están insultando a los americanos!” Y, por el otro: “¡Abajo el mal gobierno! El campanario está incendiándose, y una multitud de gente se aglomera y grita en contra de las autoridades españolas. En medio de la agitación, el pueblo enfurecido ha empezado a romper las ventanas, a forzar las puertas y a registrar las casas españolas. Sin embargo, aquellas personas, de todas las clases sociales, que permanecen en la Plaza Mayor, provienen de las haciendas cercanas a la Sabana, a las que volverán en la noche. En la Plaza Mayor, así como en las calles, el tumulto es menor según avanzan las horas. Por lo tanto, hemos decidido avanzar con un grupo de estudiantes y amigos hacia los barrios aledaños a la Plaza, como San Victorino, La Candelaria, La Catedral y Las Nieves, y allí arengar a mendigos, artesanos, mulatos e indígenas, para impedir que disminuya la presión ejercida hasta el momento sobre el Virrey. Es la oportunidad de otros. Son las ocho de la noche, la multitud toma piedras del suelo y los garrotes de sus casas y los
llevan entre la ropa. La horda se agolpa en el centro de la ciudad al grito de “¡Cabildo abierto!” y “Mueran los chapetones”. El Virrey ha rehusado las peticiones del Ayuntamiento de Santafé, pero queda algo por hacer: hemos acordado entrar a las iglesias, con permiso o sin él, para tocar las campanas, de este modo llamaremos al resto de los habitantes. Así hemos logrado reunir en la Plaza a unas 9.000 personas, y me han comisionado para hablar con el Virrey, pero su intransigencia hacia la posibilidad del Cabildo abierto hace que me ofusque. Solo el oidor Jurado ha podido calmarme y, una vez más, he tenido que esperar en la Plaza la respuesta del Virrey. El virrey Amar ha autorizado el Cabildo extraordinario. Pero no era lo que esperábamos escuchar, pues este cabildo le da el poder al Ayuntamiento y no al pueblo, como lo hemos solicitado. Pasadas algunas horas nos hemos aproximado a los cuarteles del regimiento de Artillería y, a gritos, hemos pedido que rindan sus armas. Por esta razón el Virrey ha accedido a ceder las guarniciones de la capital al Cabildo y ha autorizado redactar un acta en la que los patricios criollos reconocen su afiliación a Fernando VII y solicitan la posibilidad de compartir el poder del Virrey. Pero este acuerdo no especifica el concepto de Independencia. Finalmente, el pueblo, cansado por las horas de espera, empieza a desperdigarse, mientras que la Junta de Gobierno da por terminada la revuelta. No obstante, la Independencia no es clara; y, por causa de mi pensamiento, se me ha excluido de las deliberaciones del Cabildo, al tiempo que la Junta ha ordenado mi arresto y la pena de cárcel”. José María Carbonell
Retrato de José María Carbonell. Fotografía sobre papel siglo XX. Anónimo. Colección del Museo de la Independencia, Casa del Florero Ministerio de Cultura de Colombia.
51
Biblioteca Nacional de Colombia.
Bicentenario 1760-1859
Periódico de Proclamas
Desde un principio la necesidad de comunicar los sucesos políticos motivaron la edición de los decretos, programas y constituciones de la Primera República.
La Patria Boba no, la Primera República El periodo comprendido entre la promulgación del Acta de Independencia del 20 julio de 1810 y el inicio del Régimen del Terror en 1816 se conoce como la Patria Boba por las guerras que libraron los próceres y las provincias de la Nueva Granada. Lo que se desconoce es que fue una época fundamental para la consolidación de las ideas políticas de lo que debía ser la República.
La confrontación
Luego del Acta del Cabildo Extraordinario de Santafé (conocida comúnmente como Acta de la Independencia), los próceres tuvieron que afrontar el reto de formar una junta suprema que gobernara la Nueva Granada. Con este propósito convocaron para el 22 de diciembre a un congreso al que debería asistir un representante de las 15 provincias del Reino. Nueve de ellas rechazaron el ofrecimiento y las que aceptaron muy pronto se enfrentaron con los representantes de Santafé por la forma de gobierno que debería adoptar la naciente República. Este enfrentamiento significó la primera pugna entre centralistas y federalistas. Antonio Nariño, que había llegado a la Presidencia de Cundinamarca a finales de 1811, consideró que buena parte de las demás provincias debía hacer parte de un proyecto centralista, así fuera por la fuerza. De esta manera se inició una guerra civil entre
52
centralistas y federalistas que duró hasta el 10 de diciembre de 1814, cuando el ejército de las Provincias Unidas, al mando de Simón Bolívar, se tomó a Santafé y anexó a Cundinamarca a la Federación
Federalistas y centralistas
Cuando se dieron los primeros gritos de Independencia, una parte de la élite criolla santafereña consideraba que Santafé, por ser la capital del Virreinato, debía también ser el centro político de la nueva República. Por lo tanto, consideraban que el mejor sistema de gobierno que se podía establecer era uno de tipo centralista. Por su parte, las élites criollas de las otras provincias consideraban que esa forma de gobierno no les servía a sus intereses, pues tenían que ceder parte del poder político y económico obtenido durante los años de la Colonia. Por eso, plantearon formar una República basada en principios federalistas, es decir, que cada provincia delegara algunas funciones políticas y administrativas a un
centro, pero sin perder buena parte de su autonomía. Es así como estas élites crearon las Provincias Unidas de la Nueva Granada.
Las Constituciones
La primera provincia en promulgar su Constitución fue El Socorro, el 15 de agosto de 1810. Aunque mantenía su fidelidad a Fernando VII, estaba inspirada en los principios liberales, democráticos e individualistas que por esa época eran considerados por todo el mundo occidental. El 30 de marzo de 1811 nació la Constitución de Cundinamarca, la primera del imperio en América de alcance nacional que instauraba una monarquía constitucioXilografía de G. Páez. Tinta de grabado sobre papel. Dibujo de Justo Pastor Lozada. Museo Nacional de Colombia.
Museo Nacional de Colombia.
¡a las armas!
BAtAllA de los eJidos de PAsto (14 de mAyo de 1814) La derrota de Nariño en esta batalla y su posterior extradición significó el inicio de la caída definitiva de la Primera República y la desaparición de Nariño del panorama político y militar.
lAs frACturAs de lA nuevA GrAnAdA
nal fiel al rey de España, Fernando VII. Con la intención de contener el proyecto de las provincias de Cundinamarca y Chocó de formar un Estado centralista, el 27 de noviembre de 1811 fue promulgada el Acta de Federación de las Provincias de la Nueva Granada, que fue firmada por Antioquia, Cartagena, Neiva, Pamplona y Tunja. Inspirado en el modelo constitucional norteamericano, e ideado por Camilo Torres, el documento les confería a las provincias neogranadinas una organización política de corte federalista. A medida que se iba difundiendo el ímpetu independentista a lo largo y ancho del territorio neogranadino, también se hacía más fuerte la idea de que cada provincia tenía el derecho a su autogobierno. Entre 1811 y 1815 casi todas las provincias redactaron sus respectivas cartas magnas: Tunja lo hizo el 9 de diciembre de 1811; le siguió Antioquia el 21 de marzo de 1812; después Cartagena, que la promulgó el 15 de junio de 1812. Finalmente, en 1815, Pamplona, el 15 de mayo; Mariquita, el 21 de junio, y Neiva, el 31 de agosto, promulgaron sus respectivas CunConstituciones. Durante este periodo, Cun dinamarca hizo el 18 de julio de 1812 una nueva Constitución que reemplazó a la de 1811. La principal característica de estos documentos era que ya no le juraban lealtad al rey de España.
JuAn José sámAno
Fue el único militar español que estuvo toda la guerra de Independencia. Recibió al final el nombramiento de Virrey en 1817.
Museo Nacional de Colombia.
El enfrentamiento sobre la forma de organización de la República y el Estado enfrentó a centralistas y federalistas. Estos debieron enfrentar, a la vez, las provincias que continuaron fieles a la Corona española.
La lucha contra los realistas
Cuando se inició el proceso de Independencia, Santa Marta, Popayán y Pasto se mantuvieron fieles a la Corona e iniciaron la defensa de sus territorios contra los independentistas, que proclamaron la libertad de España y aspiraban a independizar a todo el Virreinato. En medio de la guerra civil entre federalistas y centralistas, las tropas realistas comandadas por Sámano iniciaron una contraofensiva desde Pasto, en la que al final resultó derrotado Nariño en mayo de 1814.
Antonio nAriño
Defensor del Centralismo. Bajo su presidencia del Estado de Cundinamarca se aprobó su independencia absoluta.
Nariño vs. Torres
Conocido por traducir y difundir los Derechos del Hombre y por pasar parte de su vida en prisión, Antonio Nariño fue la figura más importante del centralismo. Como Presidente de Cundinamarca luchó por convertir a la Nueva Granada en un Estado centralista. Puso el pecho para frenar la invasión española del sur en 1811. Pagó con su libertad, al ser capturado por los españoles cerca de Pasto. A su vez, Camilo Torres, quien se hizo célebre por la elaboración del Memorial de Agravios, se convirtió en el jefe más importante de las Provincias Unidas de la Nueva Granada. A pesar de sufrir varias derrotas a manos de Nariño, su unión con Simón Bolívar consolidó el triunfo final del Federalismo. Desafortunadamente la reconquista truncó este proyecto y murió fusilado, ahorcado y desmembrado a manos de los españoles el 5 de octubre de 1816.
CAmilo torres y tenorio
Autor del Memorial de agravios en 1809, fue un acérrimo defensor del Federalismo, posición que lo llevó al enfrentamiento radical de Antonio Nariño y los centralistas.
53
Bicentenario 1760-1859
La reconquista Tras la larga guerra entre las provincias por imponer sus ideas y su poder, el ejército español pudo reconquistar y controlar a sangre y fuego la Nueva Granada.
¡HAN SITIADO LA CIUDAD!
Desde que el ejército invasor llegó a Santa Marta el 23 de julio, Cartagena empezó a prepararse para una larga guerra, pero los patriotas de la ciudad amurallada no esperaban que el sitio impuesto por los enemigos desde el 18 de agosto fuera tan efectivo. Cuarenta buques en las costas y unos 3.500 españoles y 5.000 realistas de Santa Marta ubicados alrededor de la ciudad impidieron durante un poco más de tres meses la entrada de víveres y pertrechos. La comida se agotó y la población empezó a sufrir de hambre, muchos murieron y otros abandonaron la ciudad. Los patriotas no tenían alimentos ni
54
pertrechos para utilizar en los 293 cañones o los 11 morteros con los que defendían la fortificación, ni balas para cargar los 4.000 fusiles. Por eso, el 6 de diciembre de 1815 ‘el Pacificador’ entró victorioso a la ciudad, mientras los líderes patriotas derrotados la abandonaban en pequeñas canoas. En el sitio a la ciudad murieron más de 6.000 personas, un tercio de la población. LA ESTRATEGIA
Cuando Morillo entró a Cartagena la escena no podía ser más desagradable: cientos de cuerpos tirados en la calle enrarecían el aire y miles de personas yacían moribundas de hambre. Para el general esto no era suficiente castigo:
era necesario aprehender y fusilar a los líderes de la resistencia. Un grupo de más o menos 35 negros y mulatos patriotas fueron los primeros en ser ejecutados. Luego, el 16 de febrero de 1816, comenzó un juicio verbal por traición al Rey contra nueve líderes criollos que no habían alcanzado a escapar o que fueron capturados cuando intentaban huir. Muchos delataron a sus compañeros y proclamaron su lealtad a la Corona con tal de salvar sus vidas, pero no sirvió de nada: el 24 de febrero fueron fusiladas nueve personas en la plaza pública. Con estos ajusticiamientos, Morillo mandó un mensaje a todos los habitantes de la Nueva Granada: los independen-
Un ejército en desventaja Para defenderse del ataque de Morillo las guarniciones y ejércitos de la Nueva Granada contaban con apenas 5.875 hombres
tistas iban a ser tratados sin misericordia por haber traicionado al Rey de España. El ejército invasor se dividió en cuatro columnas que se desplegaron sobre todo el territorio neogranadino. La primera, al mando de Miguel
Fuego mortal
La fuerza de reconquista española sentó su poder no solo en el alto número de soldados, sino en los fusiles y cañones. A la derecha, algunas balas de cañon del fuerte de Cartagena
Latorre, sometió la provincia de El Socorro; la segunda, comandada por Julián Bayer, viajó desde Cartagena a la desembocadura del río Atrato y doblegó al Chocó; la tercera, a cargo de Francisco Warleta, reconquistó la zona de Antioquia, y la cuarta, dirigida por Donato Ruiz de Santa Cruz, remontó el río Magdalena, conquistó Honda y se dirigió a La Plata para encontrarse con las tropas de Juan de Sámano, las cuales habían salido de Pasto con el propósito de reconquistar Popayán. Finalmente, a finales de febrero, Morillo salió de Cartagena rumbo a Mompox. Después de casi tres meses de
Tower Fusil de chispa. Fundición y talla (Hierro, acero y madera). 1810. Colección Museo Nacional de Colombia.
M
alas noticias llegaron de Europa para los independentistas neogranadinos: el 13 de junio de 1813 los ejércitos españoles, con la ayuda de ingleses y portugueses, habían derrotado y expulsado definitivamente a las tropas francesas encabezadas por José Bonaparte. España dejaba de ser parte del Imperio napoleónico y Fernando VII, en mayo de 1814, recobraba su trono. La frágil independencia de las tierras americanas estaba en peligro. Dispuesto a no tolerar ningún tipo de republicanismo en su reino y a recuperar sus colonias en ultramar, Fernando VII emprendió la reconquista del territorio americano. Para ello, encargó la campaña de la Nueva Granada y Venezuela a un ejército de 15.000 hombres comandados por Pablo Morillo, apodado ‘el Pacificador’. La Expedición Pacificadora, como se conoció la misión, partió del puerto de Cádiz el 17 de febrero de 1815. En abril llegó a costas venezolanas y en tan solo un mes Venezuela había sido reconquistada. Luego Morillo y parte de sus tropas se dirigieron a la Nueva Granada. En julio, 56 buques de guerra atracaron en Santa Marta, bastión realista del Nuevo Reino de Granada. Allí el general español planeó su estrategia. Su idea era invadir Cartagena y así controlar el principal puerto y de paso el río Magdalena, esencial ruta de acceso al interior del Virreinato.
Fusilamiento de los próceres de Cartagena. Litografía en color de Generoso Jaspe, Ca. 1886. Colección del Museo Nacional de Colombia
¡a las armas!
Tres balas (Hierro). 1814. Colección Museo Nacional de Colombia.
Decretos De terror Para perseguir y aplacar al movimiento patriota, Pablo Morillo, desde su llegada a tierras neogranadinas, expidió una serie de decretos que fueron la base jurídica del Régimen del Terror. He aquí un extracto de un decreto dictado por Pablo Morillo el 6 de junio de 1816 en Santafé. A todas las Provincias y lugares de este Nuevo Reyno de Granada, y a todos y cada uno de sus havitantes de qualquier estado, clase y condicion que sean, hago saber: Artículo 4°. Todas las proclamas, boletines, libros, Constituciones, y todo género de impresos por los rebeldes, y publicados con su permiso, serán presentados, y entregados al Comandante Militar de cada Departamento. Artículo 5°. Los havitantes y vecinos de cada uno de los Pueblos del Reyno no admitiran en sus casas huespedes sin conocimiento del Comandante Militar. Artículo 7°. En todos los Pueblos, tanto las justicias territoriales, como los vecinos; será de su obligación, y de su particular vigilancia, perseguir, y aprender a todo hombre malhechor, y á todos aquellos que traten de seducir, corromper, y alarmar los lugares en contra de los derechos del Rey” muere un sabio Bajo este decreto fueron fusilados decenas de próceres, entre ellos Francisco José de Caldas, quien en esta imagen camina rumbo al cadalso.
escarmiento PÚbLico
combates, el 26 de mayo se tomó Santafé de Bogotá sin encontrar resistencia. Ante la superioridad en número y en armamento del enemigo, el gobierno patriota había decidido abandonar la ciudad. Para mediados de 1816 la mayoría de las provincias pobladas del país se encontraban bajo el poder español, a excepción de algunas zonas como los llanos del Casanare. En la vecina Capitanía de Venezuela permanecían libres Apure y la región del Orinoco. Una vez controlado parte del territorio neogranadino, Morillo creó en Santafé el Consejo de Guerra Permanente, el Consejo de Purificación y la Junta de Secuestros, órganos encargados de perseguir y juzgar a las personas adeptas a la independencia. Durante el segundo semestre de 1816 los funcionarios de estas instituciones condenaron a muerte a un centenar de líderes patriotas, entre los que se encontraban An-
tonio Villavicencio, primero en ser sentenciado, Camilo Torres, Liborio Mejía, Jorge Tadeo Lozano, Antonio Baraya y Francisco José de Caldas. Aquellos que lograron escapar de Santafé, como Rafael Urdaneta, Francisco de Paula Santander y Antonio Ricaurte, se dirigieron hacia los llanos o hacia zonas rurales a organizar guerrillas opositoras al régimen. El dominio español duró aproximadamente tres años, durante los cuales las tropas y autoridades realistas no lograron implantar del todo el orden anterior a 1810. Paradójicamente, la cruenta persecución a los patriotas, antes de conseguir el sometimiento de los neogranadinos, generó un creciente sentimiento de odio que alimentó la causa independentista. Durante este periodo los españoles nunca pudieron acabar con los focos subversivos que se esparcían a lo largo y ancho del territorio neogranadino y mucho menos derrotar las guerrillas de los llanos del Casanare, donde resurgiría el Ejército Libertador.
Caldas marcha al suplicio. Óleo de Alberto Urdaneta Urdaneta, Ca. 1880. Colección del Museo Nacional de Colombia.
El fusilamiento de nueve patriotas cartageneros fue el primer acto público con el que se inició el régimen del terror en la Nueva Granada.
55
Bicentenario 1760-1859
El Pacificador
La reLación
UN PodERoSo EjéRciTo
Pablo Morillo llegó al mando de las tropas enviadas a reconquistar las colonias españolas. En pocos meses sometió al Virreinato a sangre y fuego.
Para la reconquista de la Nueva Granada, la Corona española envió el ejército más poderoso, que estaba conformado por: FUERZA TERRESTRE Siete batallones de Infantería Dos batallones de Caballería Dos compañías de Artillería Una compañía de Artificieros Un escuadrón volante a caballo con 18 piezas Un batallón de tres compañías de Ingenieros Un batallón de Ingenieros Parque de Artillería de Sitio, un hospital estacional y un hospital ambulante
P
Total: 12.254 soldados FUERZAS NAvAlES: San Pedro Alcántara: navío de 64 cañones, 11 oficiales y 560 marineros Ifigenia: fragata de 34 cañones, 308 marineros Diana: fragata de 34 cañones, 311 marineros Diamante: corbeta de 14 cañones, 114 marineros Patriota: goleta de 7 cañones, 58 marineros Gaditana: barca con un cañón de 12, 39 marineros 12 obuseras o faluchos cañoneros, 146 marineros 52 buques de transporte Total marina de guerra: 1.547 oficiales y marineros
Archivo particular.
Tomado de: Gonzalo Quintero. Pablo Morillo, general de dos mundos, Bogotá, Planeta, 2005, p. 246|.
56
ablo Morillo estaba destindo a ser campesino, pero cambió su suerte al ingresar a la Armada, sin saber que terminaría al comando de los ejércitos del rey en la reconquista. Sus éxitos militares lo hicieron merecedor de ser llamado El Pacificador. Nacido el 5 de mayo de 1775, en Fuentesecas, Castilla, un año antes de iniciarse el ciclo de las revoluciones burguesas (4 de julio de 1776, firma de la declaración de independencia de los Estados Unidos), cuyos vórtices van a arrastrar su vida. De una familia de labradores, se alistó como recluta en la Armada real en 1791. La guerra contra la Francia revolucionaria lo arrastró a su primera acción, cuando participó en 1793 en el desembarco español en socorro de Cerdeña, que combatía contra los revolucionarios. Más tarde, la guerra contra Inglaterra llevó a Morillo a participar en la batalla naval de Trafalgar con el grado de sargento. Sin aún curar las heridas que dejó esta derrota, entre 1808 y 1814 se desató la guerra de independencia española contra la dominación francesa. Esta guerra de liberación adquirió el carácter de guerra nacional. Morillo, soldado de infantería de una armada derrotada, participó en la batalla de Bailén (mayo-junio de 1808) con el triunfo de las armas españolas, primera en la que el ejército de Napoleón sufrió una estruendosa derrota. Con el grado de coronel, participó en la campaña de Galicia (de enero de 1809 a febrero de 1810), y continuó luego por tres años hostigando al enemigo, reclutando hombres, consiguiendo víveres y reprimiendo a los guerrilleros que desobedecían las órdenes de la Junta Suprema que gobernaba en ausencia del Rey. Cuando el Rey retornó al poder, en 1814, Morillo ya había ascendido al grado de general, y había ganado fama de ser un militar exitoso en el campo de batalla. Por ello, la junta de generales lo propuso como jefe de la expedición de reconquista de las posesiones españolas de ultramar. El 14 de agosto Morillo llegó a Cádiz como general en jefe del Ejército Expedicionario, ciudad que era el centro de la ideología liberal española. Esta vida liberal gaditana contagió a Pablo Morillo, quien ingresó al ala más radical del liberalismo, como era la masonería. Es así que le correspondió a un liberal español combatir a los libePAblo blo moRillo
rales independentistas en América. Profunda paradoja que también atravesó a los peninsulares, los afrancesados, quienes terminaron por combatir por un rey en quien no creían. De las 30 expediciones militares de reconquista que envió España entre 1811 y 1819, esta fue la más importante: 12.254 hombres, la mayoría con amplia experiencia en armas, además de buques de escolta y de transporte. El 17 de febrero de 1815 zarpó de Cádiz este poderoso ejército y el 2 de abril fondeó en las costas venezolanas. El 23 de julio desembarcó en Santa Marta y el 5 de diciembre se tomó la plaza fuerte de Cartagena. Fue el inicio de la Pacificación, como le llaman los españoles, o el Régimen del Terror, como se conoce en la historia patria. La participación de Morillo en esta guerra concluyó el 25 de noviembre de 1820, con la firma con Bolívar de los Acuerdos de Suspensión de las Hostilidades y Regularización de la Guerra, que se selló dos días después con el encuentro en Santa Ana, Venezuela, de los dos comandantes. Este acuerdo, firmado por dos masones, es quizá el primer esfuerzo por regularizar el conflicto. Morillo murió el 27 de julio de 1837.
¡a las armas!
Armas
el ejército libertador
Durante la guerra de independencia, españoles y patriotas utilizaron miles de armas y toneladas de pólvora. Sin embargo, la pobreza del Ejército Libertador hizo que las armas de fuego, como fusiles y pistolas, estuvieran reservadas para muy pocos soldados. La mayoría tenían que luchar con lanzas, machetes y otras armas blancas de bajo costo. fusil
Modelo Short, de fabricación inglesa, de calibre 0,75 de pulgada. Llegaron en abundancia con la Legión Británica, y eran remanentes de las guerras napoleónicas.
bayoneta de cubo
Museo Militar de Colombia.
Era un arma blanca que se acoplaba en el extremo del cañón del fusil. Servía para el combate cuerpo a cuerpo o como método de defensa mientras se cargaba el fusil.
Pistola tower
Arma inglesa de pedernal. En su platina se encontraba la corona real con la sigla 'GR', que significaba Rey Jorge (George Rex).
lanza
Utilizada en su mayoría por los jinetes lanceros, era considerada la reina de las armas ya que su elaboración costaba poco y era fácil de usar.
trabuco oriental
Arma de gran calibre y boca ancha. Su disparo a quemarropa era equivalente al de un pequeño cañón.
en agosto de 1818 santander partió de Angostura hacia los llanos del Casanare con 1.000 fusiles y 30 quintales de pólvora comprados a ingleses, alemanes y holandeses. Este era el armamento con el que se empezaría la formación del Ejercito Libertador. Una vez en los Llanos organizó dos batallones de infantería: el primero, bautizado Constantes de Nueva Granada o Cazadores de la Nueva Granada y el segundo, Primer Batallón de la Nueva Granada. Hacia junio de 1819 la infantería estaba formada por 1.116 hombres y la caballería por 832 hombres. Contaban con 895 fusiles, 715 bayonetas y 21.741 cartuchos. Por su parte, bolívar partía con los batallones de infantería Rifles, Barcelona, Bravos y la Legión Británica, que sumaban 1.300 hombres; y con los escuadrones Húsares, Llano-Arriba y Guías, compuesto por 800 jinetes. la caballería vestía calzón de tela rústica hasta las rodillas y camisa suelta de manga corta y un sombrero conocido como corrosca llanera. En la infantería muy pocos sargentos y cabos llevaban morrión de baqueta, y la indumentaria de la infantería no tenía ni camisa ni sombrero. En la Batalla de Boyacá Bolívar comandaba 2.850 hombres. Era tal su pobreza que Barreiro decía que lamentaba enfrentarse con un “ejército de pordioseros”.
sable
Museo Militar de Colombia
Arma blanca con empañadura y de hoja curva. Por lo general estos sables eran utilizados por las caballerías ligeras. Abajo la vaina, elaborada en acero y bronce, era poco común en el Ejército Libertador.
los Partes de batalla FECHA
EFECTIVO REALISTAS
EFECTIVOS PATRIOTAS
BAJAS REALISTAS
BAJAS PATRIOTAS
PAnTAnO dE VARgAS
25 de julio
1.800
2.400
500 según patriotas 140 según Barreiro
104 según patriotas 190 según Barreiro
BOyACá
7 de agosto
2.200 1.800 infantería 400 caballería
2.800 2.200 infantería 600 caballería
1.600 prisioneros pocos muertos
13 muertos 53 heridos
Museo Nacional de Colombia.
BATALLA
Thibaud, Clément. Repúblicas en armas. Bogotá, 2003.
57
Batalla de Boyacá. José María Espinosa. 1840. Colección de la Casa Museo del 20 de julio.
Bicentenario 1760-1859
lA BAtAllA de BoyAcá
La batalla final
La reconquista española obligó a Bolívar y a Santander a crear un ejército regular que nació en los Llanos y liberó a la Nueva Granada.
D
esde el fracaso de la Campaña del Centro, realizada entre diciembre de 1817 y mayo de 1818, Simón Bolívar entendió que para lograr la Independencia era inútil dirigir sus esfuerzos hacia Caracas, pues la presencia de las tropas realistas era muy fuerte. Era necesario un cambio de estrategia: ahora los esfuerzos debían dirigirse hacia la toma de Santafé, centro político del Virreinato, y liberar a la Nueva Granada. Así se lograría una desestabilización política y militar de los españoles, que facilitaría su derrota y expulsión definitiva. Además, la Nueva Granada ofrecía otras ventajas estratégicas para la lucha en contra de los españoles: había un gran descontento popular en contra de ellos y existían más recursos para la alimentación de las tropas. Para el desarrollo de la nueva estrategia, Bolívar nombró a Francisco de Paula Santander subjefe del Estado Mayor General y le delegó la función de organizar las guerrillas de los Llanos en la vanguardia del Ejército Libertador. Para Santander, los Llanos no le eran ajenos. Desde 1816 se había refugiado en esas inhóspitas tierras. Allí había empezado a organizar la resistencia y los cuadros políticos de simpati-
58
zantes de la Independencia. En agosto de 1818, Santander, acompañado de solo tres oficiales, partió de la ciudad de Angostura y en febrero de 1819 ya tenía un ejército armado y disciplinado.
demoraran dos días en cruzarlo. Una vez en la meseta de Tame, el ejército de Venezuela se reunió con la vanguardia, comandada por Santander, y desde allí inició la travesía de cruzar los Andes. El paso debía hacerse por el inhospitalario páramo de Pisba, de 3.900 metros de altura. Las condiciones geográficas del sitio permitían ocultar el movimiento de tropas, garantizando el efecto ascensorpresa sobre el ejército español. El ascen so del páramo comenzó el 22 de junio. El viento helado causó estragos en los soldados patriotas, muchos de ellos durante la marcha, al igual que en las bestias de carga y en el ganado para alimentar las tropas. Antes de la confrontación final
Después de pasar el páramo, el Ejército Libertador llegó a Socha y a los pocos días se tomó la población de Tasco. Este RUMBO A LA BATALLA avance victorioso se retrasó cuando el 11 de julio el ejército español impidió La proximidad del invierno obligó a Bolívar a apresurar la toma de las poblaciones de Corrales la marcha hacia Santafé. y Gámeza. A pesar del revés, Bolívar volvió a reagrupar a las tropas en Tasco Dos opciones tácticas tenía y se dirigió hacia Duitama y Paipa con la el Ejército Libertador en su intención de atacar la retaguardia empresa: atacar por Cúcuta o penetrar por el centro atravedel enemigo y tomarse la ciudad A los vencedores Los héroes de la Batalla de de Tunja. sando la Cordillera Oriental. fueron condecorados Los generales del Estado Mayor Boyacá Las tropas de la Tercera División con una medalla fundida en Española, comandadas por Barreise inclinaron por la segunda bronce y cobre. ro, se dieron cuenta de la estrategia opción. El 4 de junio de 1819, el grueso del Ejército inició el paso del río Arau- y el 25 de julio interceptaron el paso del Ejército Libertador en el Pantano de Vargas, ca, límite natural entre Venezuela y la Nueva un valle estrecho de cinco kilómetros de Granada. Los 200 metros de ancho del río en largo por uno y medio de ancho. La confronpleno invierno llanero hicieron que las tropas
Medalla a los vencedores de Boyacá. Fundición y soldadura.1819. Colección Museo Nacional de Colombia.
Óleo de José María Espinosa
¡a las armas! FLageLarse para evitar La muerte
Pisba. Colección Museo del 20 de Julio.
Un método exitoso empleado por las tropas de retaguardia para reanimar a los emparamados fue la flagelación. Este método mantenía el cuerpo despierto y la sangre circulando, lo que aseguraba una continua irrigación a los miembros más afectados por las bajas temperaturas.
Sin previo consejo de guerra, Santander ordenó el 11 de octubre de 1820 fusilar 38 oficiales españoles que habían sido detenidos en la Batalla de Boyacá. Por haber actuado de la misma forma que los realistas, la reputación del Hombre de las Letras quedó empañada para la Historia. La Legión Británica Desde 1817, antiguos oficiales del ejército británico, soldados rasos y aventureros se embarcaron en la travesía de la Independencia hispanoamericana. Por iniciativa de Bolívar se firmaron contratos con mercenarios y se prepararon buques que zarpaban del puerto de Liverpool. Se calcula que, hasta 1822, unos 6.000 voluntarios iniciaron su camino hacia América, aunque 1.000 menos llegaron a las filas patriotas. El eje de esta fuerza fue la Legión Británica, al mando de los coroneles James Rooke y Thomas Ferriar. Ellos y sus hombres se distinguieron por su resistencia física y su fidelidad al Libertador, incluso en medio de las penurias de la guerra y el duro paso por los Andes. Al día siguiente de la Batalla de Boyacá, Bolívar los condecoró con la Cruz de los Libertadores.
DanieL o’Leary
Como miembro de la Legión Británica se desempeñó como edecán de Bolívar.
Daniel Florencio O'leary Burke. Federik Buck. Miniatura sobre marfil. 1817. Colección Museo Nacional de Colombia.
Bandera de la Gran Colombia del batallón húsares. 1824. Colección Museo Nacional de Colombia.
comandantes de la vanguardia del tación se inició en las Ejército Libertador, recibieron la horas de la mañana. Al siguiente orden: “Salgan inmediacaer la tarde las tropas tamente por el camino real y destruyan comandadas por Bolívar a Barreiro en donde lo encuentren”. y Santander estaban a Bolívar sabía que si Barreiro llegapunto de ser vencidas. ba primero a Santafé la toma de Como último recurso la ciudad iba a ser más difícil. La Bolívar decidió enviar persecución se inició poco antes a los lanceros al mando de las 11 de la mañana. Hacia las 2 de Juan José Rondón, de la tarde, las tropas se encontradiciéndole: “Coronel ron en el Puente de Boyacá, y así Rondón, salve usted la Húsares De La gran coLomBia comenzaron las hostilidades. En patria”. De inmediato, La fuerza que triunfó en la Batalla de Boyacá fue la base del Ejército que liberó a el campo de batalla, una avan14 lanceros montados zada patriota fue repelida por la en sus caballos rompie- Ecuador y a Perú de los españoles. guardia española, obligándolos a ron el orden de las filas retroceder. La alegría española duró poco, pues de la infantería de Barreiro y evitaron la Santander y sus tropas realizaron una avanzada derrota del Ejército Libertador. Luego del triunfo, Bolívar, de manera inteligen- cuyo resultado fue la toma de los puntos altos y estratégicos de la zona, que en últimas proporte, simuló iniciar un retroceso en dirección a Sogamoso, para darle a entender a Barreiro que cionó una ventaja táctica al Ejército Libertador. En el campo de batalla, la rápida acción de sus tropas también estaban desgastadas y que los patriotas dislocó el cuerpo de la Tercera Dino tenían la suficiente fortaleza para continuar visión Española, que logró aislar la vanguardia la avanzada hacia Santafé. Efectivamente, el general español, atrincherado en Tunja, cayó en realista de su retaguardia al interponerse en el la trampa y envió a sus tropas hacia el norte, en medio de las dos y cortar sus comunicaciones. La derrota española era solo cuestión de tiemdirección a Socorro. po. Los constantes ataques realizados por las En la población de Toca, Bolívar dio tropas al mando de Santander en las siguientes media vuelta y emprendió su camino a Tunja. Al no encontrarse el ejército español dos horas llevaron a feliz término la orden en la ciudad, Bolívar la ocupó con facilidad. de Bolívar. Hacia las 4:30 de la tarde los españoles habían sido vencidos y el La noticia sorprendió y devastó a Barreiro, quien temeroso de una derrota se dirigió con camino a Santafé y a la Independencia de la Nueva Granada sus tropas hacia Santafé por un camino que quedó definido a favor de los no pasaba por Tunja. patriotas. El 7 de agosto, Santander y Anzoátegui,
59
Bicentenario 1760-1859
Bolívar, el Libertador Archivo particular
La ambición de obtener la Independencia no solo de Venezuela, sino de gran parte del continente americano, convirtió a Simón Bolívar en el principal protagonista de la emancipación neogranadina y, de paso, en uno de los padres fundadores de la naciente República colombiana. Tanto el éxito y prestigio político y militar como los fracasos y desaciertos de este caraqueño estuvieron ligados desde muy temprano a los neogranadinos, que también luchaban por librar a su patria del yugo español.
Viajes a Europa Su origen En el seno de una de las familias más ricas y prestantes de Venezuela nació Simón Bolívar. Muy niño sufrió la pérdida de su padre y siete años después la de su madre. Esto significó que la crianza y educación estuvieran a cargo de sus parientes cercanos, pertenecientes también a la élite caraqueña. Ellos lo enviaron a la temprana edad de 15 años a Europa, a culminar sus estudios.
Caminos de la independencia El cosmopolita Entre los 15 y los 27 años, Bolívar hizo varios viajes a Europa, en donde conoció los últimos movimientos filosóficos y culturales. Allí comenzó a gestar sus ideas independentistas, que no eran para nada novedosas, pues figuras como Miranda y Nariño ya las habían planteado. Un segundo periodo de viajes de Bolívar es el comprendido entre 1812, año en el que salió exiliado de Venezuela ante el fracaso de la Primera República, y 1819. Durante este tiempo viajó a Nueva Granada en donde hizo contacto con los patriotas de la región, regresó a Venezuela a formar una efímera Segunda República, y volvió a la Nueva Granada, de donde partió hacia Jamaica y Haití para regresar a Venezuela y planear la gesta libertadora. El tercer periodo de viajes es el correspondiente a la Ruta Libertadora. En este, Bolívar recorrió casi todo el suroccidente de Suramérica.
60
“Dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de lo político y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto”.
¡a las armas!
Los amores de Bolívar
Cronología
Bolívar solo tuvo una esposa: María Teresa del Toro y Alayza, a quien conoció en 1800, dos años antes de desposarse con ella. Al poco tiempo de casados, en 1803, Teresa murió y Bolívar juró no volver a casarse. Desde ese momento empezó a tener muchos amores, buena parte de ellos prohibidos. Fueron tantos que el itinerario de sus viajes o de sus campañas militares se puede reconstruir a partir de las amantes que tuvo en cada uno de los lugares que visitó, tal vez en busca del afecto que perdió desde niño. Dentro de estos amoríos hay que destacar a Manuela Sáenz, una quiteña que acompañó a Bolívar desde 1822 hasta sus últimos días. Por haberle salvado la vida a él en los sucesos de la conspiración septembrina, fue llamada la ‘Libertadora del Libertador’.
24 de julio de 1783: Nace en Caracas en el seno de una familia latifundista perteneciente a la élite venezolana. 26 de mayo de 1802: Contrae matrimonio con doña María Teresa Rodríguez del Toro. 15 de agosto de 1805: En Roma, Bolívar jura liberar a América de España. 5 de diciembre de 1810: Regresa de Inglaterra luego de un corto periplo diplomático para conseguir el apoyo inglés a la independencia venezolana. 15 de diciembre de 1812: Luego de la caída de la primera República venezolana, Bolívar escribe el llamado Manifiesto de Cartagena. Museo Nacional de Colombia
28 de febrero de 1813: Derrota a tropas realistas en Cúcuta, dando inicio a la Campaña Admirable que termina exitosamente con la toma de Caracas en agosto.
Óleo sobre tela, Constancio Franco Vargas. Museo Nacional de Colombia.
Algunas ideas políticas La experiencia inicial de Bolívar en los primeros años de la guerra de Independencia en Venezuela, cuando los pardos arrasaron con el notablato blanco caraqueño, se convirtió en causal del desencanto frente al liberalismo ortodoxo, origen de ‘las repúblicas aéreas’, crítica que ya aparece en la Carta de Jamaica (1815) y luego en el Congreso de Angostura (1819), cuando insistió en que la ignorancia de las gentes las hace presas fáciles de los manipuladores. El pesimismo político de Bolívar, derivado de su experiencia militar en Venezuela, lo hacía desconfiar del camino de la democracia representativa, pues temía que la apelación al pueblo produjera el caos social y racial, el gobierno de la ‘pardocracia’, es decir, el dominio político de los negros y mulatos. Bolívar consideraba que la influencia de la civilización producía indigestión en los espíritus, sin suficiente fuerza ““para masticar el alimento nutritivo libertad”. de la libertad En el pensamiento de Bolívar se reflejaba el temor constante al desorden y la anarquía social, que lo llevó a proponer, en la Constitución hereditaBoliviana, la presidencia heredita ria, reflejo del temor a las elecciones. Bolívar propuso un medio seguro de sucesión, consistente en que el presidente nombraba al vicepresidente como jefe de gobierno y sucesor, con lo cual ““se evitan las elecciones, que producen gran azote de las repúblicas, la anarquía, que es el lujo de la tiranía y el peligro más inmediato y más populares”. terrible de los gobiernos populares
Septiembre de 1814: Se convierte en director de los ejércitos de las Provincias Unidas tanto para hacerles frente a los realistas como para luchar en contra de la República de Cundinamarca. 10 de diciembre de 1814: Toma Santafé y obliga a la ciudad a aceptar la autoridad de las Provincias Unidas de la Nueva Granda. 6 de septiembre de 1815: Escribe la legendaria Carta de Jamaica. 23 de marzo de 1816: Desde Haití da inicio a la denominada Expedición de Los Callos, otro intento por liberar a Venezuela del poder español. 7 de agosto de 1819: Bolívar y su ejército triunfan en la Batalla de Boyacá. 24 de julio de 1821: Derrota a las tropas españolas en la Batalla de Carabobo, se sella así la independencia de Venezuela. 9 de diciembre de 1824: Bolívar triunfa en la Batalla de Ayacucho. 12de agosto de 1825: Nombrado Presidente de Bolivia. 27 de agosto de 1828: Se convierte en dictador de Colombia. 25 de septiembre de 1828: Sale ileso de un intento de asesinato. Años después el hecho se denominará la Conspiración Septembrina. 20 de enero de 1830: Simón Bolívar presenta su renuncia a la Presidencia de Colombia. 17 de diciembre de 1830: Muere en Santa Marta a los 47 años de edad.
61
Bicentenario 1760-1859
Muso Nacional de Colombia.
Santander, el padre de Colombia
Maltratado y tergiversado por la Historia, Francisco de Paula Santander fue el dinamizador de la guerra y el constructor de la República. En los Llanos formó el Ejército Libertador, diseñó la logística de la guerra, siempre estuvo en la avanzada militar y fue el héroe de la Batalla de Boyacá. En el poder, impuso el orden de las leyes y la civilidad por encima de las armas. Trazó el camino de la modernidad política en Colombia y las bases de la educación pública.
Sus orígenes
Óleo sobre tela, Francisco de Paula Álvarez Vargas. Museo Nacional de Colombia.
Santander provenía de una familia que formaba parte de la élite de una provincia pobre y aislada: la Villa del Rosario Cúcuta. Allí poseían un pequeño cultivo de cacao al cuidado de un modesto número de esclavos. A los 13 años, fue enviado a Santafé a estudiar abogacía en el Colegio Mayor de San Bartolomé gracias a una beca.
Era tan solo un estudiante de 18 años cuando presenció los hechos del 20 de julio de 1810. De inmediato fue seducido por la revolución criolla, tanto que dejó sus estudios de jurisprudencia, que estaba a punto de terminar, y se enlistó en los nacientes ejércitos patriotas, sin saber que se convertiría en una pieza fundamental no solo del triunfo neogranadino sobre los españoles, sino de la conformación y génesis del Estado colombiano. Entre 1810 y 1819, Santander se destacó como un hábil militar. En tan solo nueve años logró el rango de general. Ya en tiempos de paz, sus habilidades intelectuales lo hicieron merecedor de la Vicepresidencia de la recién creada Colombia. Desde este momento hasta su muerte en 1840, Santander se dedicó a organizar administrativa y jurídicamente la República.
El organizador de la victoria Los escándalos de Santander En octubre de 1810, Santander ingresó al Batallón de Infantería de Guardias Nacionales con el grado se subteniente-abanderado. En los tiempos de la Primera República, hizo parte del ejército federalista de las Provincias Unidas de la Nueva Granada. Luego de la reconquista de Morillo, Santander huyó hacia los llanos del Casanare, donde cosechó su gloria militar. Entre diciembre de 1818 y febrero de 1819 conformó, por orden de Bolívar, un ejército regular disciplinado y con unidad de mando de unos 2.000 hombres, que en los meses siguientes sería el gran protagonista de la Ruta Libertadora.
Santander es un hombre que genera amores y odios. Sus defensores lo caracterizan, en contraposición de Bolívar, de civilista y liberal; en cambio, sus detractores sacan a relucir episodios oscuros de su vida, por ejemplo: el asesinato de 38 prisioneros de la Batalla de Boyacá sin un juicio justo y aun en contra de las órdenes de Bolívar, los supuestos actos de corrupción relacionados con el préstamo otorgado por los ingleses en 1824, y la autoría intelectual del intento de asesinato de Bolívar.
El alejamiento de Bolívar Tras lograr la independencia de la Nueva Granada, Bolîvar fue nombrado presidente de Colombia y Santander, vicepresidente. En vista de que El Libertador siguió al comando del Ejército hacia el sur, Santander asumió como presidente encargado durante 1821 y 1827. En esos años se entregó a la misión de construir las bases jurídicas de la nueva República. Las concepciones sobre la conformación y manejo del Estado, y el ejercicio del poder, terminaron por crear un distanciamiento entre Santander y Bolívar. Aunque nunca se comprobó la participacion de Santander en la conspiración septembrina de 1828, fue declarado culpable y sentenciado a pena de muerte. Bolívar conmutó a regañadientes la sentencia de muerte por el exilio.
“En América, solo los miserables pueden alegrarse por la muerte de Bolívar”.
Óleo sobre tela. Luis García Hevia. Museo Nacional de Colombia.
Colegio de San Bartolome, Bogotá Colombia.
De subteniente a general
Óleo sobre tela, José María Espinosa Prieto. Museo Nacional de Colombia.
¡a las armas!
El Estadista Santander se convirtió en el primer Presidente constitucional de la República de la Nueva Granada. Su principal reto durante su mandato (1833-1837) fue construir los pilares de la nueva República. Intentó fortalecer la rama legislativa y ejecutiva. En el ámbito económico inició el lento proceso de desmonte del sistema económico y fiscal colonial. Pero sin duda, fue en el campo de la educación en donde Santander obtuvo mayores logros.
Cronología 2 de abril de 1792: Nace en Villa del Rosario de Cúcuta. 1805: Viaja a Santafé para iniciar sus estudios en el Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. 26 de octubre de 1810: Inicia su carrera militar al ingresar al Batallón de Infantería de Guardias Nacionales con el grado de subteniente.
‘‘Colombianos, las armas os han dado la independencia, las leyes os darán la libertad”. Museo de la independecia-Casa del florero.
16 de julio de 1816: Es nombrado jefe militar de los ejércitos de Casanare. 12 de agosto de 1818: Es nombrado por Bolívar jefe de brigada del Ejército Libertador. 1 de septiembre de 1819: Es designado vicepresidente de las Provincias Libres de Nueva Granada. 11 de octubre de 1819: Santander ordena la ejecución de 38 oficiales realistas. 30 de agosto de 1821: Es elegido por el Congreso de Cúcuta vicepresidente de la Gran Colombia.
Archivo particular.
El exilio En 1828 Santander partió exiliado rumbo a Europa. Allí conoció Francia, Italia, Alemania Suiza e Inglaterra, en donde se acercó aún más a los idearios liberales que había aprendido en sus años de estudiante. Luego se trasladó a Estados Unidos. En 1832 recibió las noticias de la disolución de Colombia y la muerte del Libertador. Una constivez promulgada la consti tución de la República de la Nueva Granada, regresó a CoCo lombia y fue elegido Presidente.
1828: Debido a los sucesos de la Conspiración Septembrina, Santander es sentenciado a muerte, pero su pena es conmutada por el destierro. 7 de octubre de 1832: Regresa del destierro y es nombrado Presidente provisional de la naciente República de la Nueva Granada. 1 de abril de 1833: Asume en propiedad y por un periodo de cuatro años la Presidencia de la República de la Nueva Granada. 20 de diciembre de 1836: Nace su primer hijo varón de su matrimonio con doña Sixta Pontón. 6 de mayo de 1840: Muere a los 48 años de edad.
“La espada de los libertadores tiene que estar, de ahora en adelante, sometida a las leyes de la República”
La Muerte de Santander
El general murió rodeado de sus más cercanos colaboradores, en Bogotá.
Luis García Hevia. La muerte de Santander, 1841. Museo Nacional de Colombia.
Bicentenario 2 1760-1859
24 de junio de 1821 (Venezuela)
En la batalla de Carabobo, el ejército patriota comandado por Simón Bolívar obtuvo la victoria sobre los realistas de Miguel de la Torre, quienes viéndose vencidos emprendieron la retirada. Con esta batalla, Bolívar sintió asegurada la independencia de Venezuela y decidió iniciar lo que se llamó la Campaña del Sur. Seis mil patriotas combatieron contra 5.000 realistas.
Centro de Estudios Históricos del Ejército.
Museo Nacional de Colombia.
Las batallas de la Independencia
Carabobo
SIMóN bOLíVAr
La brillante estrategia diseñada por el Libertador, permitió derrotar al ejército español en menos de una hora.
ANTONIO bArAyA
El triunfo de Baraya sobre el gobernador de Pasto lo convirtió en uno de los militares más importantes durante la Primera República.
Bajo Palacé
28 de marzo de 1811
Museo Nacional de Colombia.
En provincia de Popayán. El ejército patriota al mando del coronel Antonio Baraya se enfrentó, venció a las tropas del gobernador de la provincia de Pasto, el español Miguel Tacón, y logró la liberación de Popayán. Mil cien patriotas combatieron a 2.500 realistas.
ANTONIO JOSé DE SucrE
A pesar de haber perdido en meses anteriores una batalla con los españoles, Sucre logró recomponer su ejército y obtener un difícil triunfo sobre sus enemigos.
Pichincha
24 de mayo de 1822 (Ecuador)
Museo Nacional de Colombia.
Tratando de llegar a Quito sin tener un encuentro frontal con las tropas realistas, Sucre decidió escalar el volcán Pichincha pero el 24 de mayo fue atacado por sorpresa por los realistas, y comenzó la batalla. La mayor parte del tiempo los realistas tuvieron la iniciativa hasta que el ataque del batallón inglés Albión les dio la victoria a los patriotas. Al día siguiente el realista Aymerich capituló y la ciudad de Quito fue liberada del dominio español. Tres mil cien patriotas combatieron contra 3.000 realistas.
Ayacucho
9 de diciembre de 1824 (Perú)
Es considerada como la batalla definitiva para la independencia del Perú y en general de América del Sur, pues significó la derrota del contingente militar español más grande que aún quedaba en pie en América. Durante la batalla fue herido y apresado el virrey del Perú, José de JOSé MAríA córDObA En momentos anteriores a la la Serna, lo que llevó a José de Canterac, comandante de los ejércitos batalla, Córdoba pronunció realistas, a firmar el mismo día una capitulación en la que renunciaba su famosa frase: “¡División! a la permanencia del ejército del Rey en la zona del Callao, cerca de ¡Armas a discreción, de frente, paso de vencedores!”. Lima. Seis mil patriotas se enfrentaron contra 9.300 realistas.
64
Junín
6 de agosto de 1824 (Perú)
Alrededor del lago de Junín en el Perú, Simón Bolívar al mando del Ejército Unido, se enfrentó a los realistas comandados por José de Canterac. El encuentro comenzó cuando la caballería patriota persiguió y dio alcance al ejército realista que intentaba huir para evitar el enfrentamiento. Ante la persecución, los realistas decidieron atacar. En un fuerte combate, que duró menos de una hora, ambas partes tuvieron considerables pérdidas pero al final los patriotas obtuvieron la victoria. Novecientos patriotas combatieron contra 1.200 realistas.
Museo Nacional de Colombia.
¡a las armas!
BAtALLA DE BOyACá
Otras batallas
Museo Nacional de Colombia.
FRANCISCO DE PAULA SANtANDER Por organizar el Ejército Libertador y por conducir de manera exitosa el enfrentamiento con los españoles en la Batalla de Boyacá, Santander se convirtió en uno de los principales héroes de la Independencia de la Nueva Granada.
La lucha por la Independencia fue larga y ardua. Entre 1810 y 1825 se produjeron más de un centenar de batallas que diezmaron a la población y arrasaron con casi todo el aparato productivo de las colonias españolas.
Puente de Boyacá 7 de agosto de 1819
Es conocida como la batalla decisiva en la campaña libertadora de la Nueva Granada. El ejército patriota estaba comandado por Simón Bolívar y tenía como jefes de división a los generales Francisco de Paula Santander, José Antonio Anzoátegui y Carlos Soublette. Por su parte, los realistas tenían al mando a José María Barreiro apoyado por el jefe del estado mayor Sebastián Díaz y el coronel Francisco Jiménez. Viniendo de la ciudad de Tunja, hacia las 10 de la mañana, Simón Bolívar decidió cortar el paso de los realistas en el puente del río Teatinos, lugar que debía ser atravesado por los hombres de Barreiro en horas de la tarde. Un poco después del mediodía los patriotas atacaron a los realistas y lograron dividirlos en dos grupos que no pudieron unirse y fueron vencidos. Hacia las 4 de la tarde, Barreiro se rindió. Dos mil patriotas se enfrentaron contra 3.000 realistas.
Batallas contra realistas en la Primera rePúBlica en el norte 23 de diciembre 1812: Tenerife 27 de diciembre 1812: Mompox 12 de enero de 1813: Ocaña 28 de febrero de 1813: Cúcuta 30 de septiembre de 1813: Bárbula (Venezuela) 28 de febrero - 25 de marzo de 1814: San Mateo (Venezuela) en el sur 30 de diciembre de 1813: Alto Palacé 28 de abril de 1814: Juanambú 9 de mayo de 1814: Tacines 10 de mayo de 1814: Los Ejidos de Pasto 30 de junio de 1816: La Cuchilla de El Tambo
Museo Nacional de Colombia.
entre centralistas y federalistas 2 de diciembre de 1812: Ventaquemada 9 de enero de 1813: San Victorino 10-12 de diciembre de 1814: Santafé otras Batallas de la ruta liBertadora 25 de julio de 1819: Pantano de Vargas 24 de julio de 1823: Maracaibo 9 de abril de 1822: Bomboná (Ecuador) 3 de abril de 1825: Tumusla (Bolivia)
BAtALLA DE BOyACá
65
Bicentenario 1760-1859
Cerrando heridas
La disolución de la Gran Colombia, unido a las secuelas de la Guerra de Independencia, dejaron a la naciente República de la Nueva Granada en dificultades para modernizar al país y cumplir los sueños prometidos en la emancipación.
Archivo particular.
T
José María obando
Protagonista importante de los ejércitos independentistas del sur, la vida de Obando durante el periodo de la República fue contradictoria. De ser realista se pasó a las filas patriotas. Durante la Gran Colombia fue uno de los acérrimos opositores a Bolívar y, una vez disuelta, fue el protagonista de la Guerra de los Supremos.
La guerra de Los supremos La decisión de suprimir los conventos menores en Pasto llevada a cabo por el gobierno del liberal moderado José Ignacio Márquez, fue el detonante de la primera guerra civil de la República de la Nueva Granada. En el momento de aplicar la norma la gente de Pasto se sublevó ya que consideraban que querían destruir la religión católica. En respuesta, Márquez envió al general Pedro Alcántara Herrán, quien sometió fácilmente a la ciudad y llevó a cabo la medida de eliminación de Conventos. Pero en 1840 José María Obando se rebeló y se proclamó “Supremo director de la guerra en Pasto, general en jefe del ejército restaurador y protector de la religión del Crucificado”. El levantamiento fue aprovechado por opositores al gobierno para también rebelarse extendiéndose así la guerra a todo el país. Después de muchas dificultades, el ejército del gobierno logró derrotar a todos los rebeldes, que se denominaban “Supremos comandantes”, 1842.
66
ranscurridos algunos años desde la Independencia, los problemas derivados de este proceso marcaron el ritmo de las primeras décadas de la República. Venezuela y Ecuador se separaron y se unificaron en torno a gobiernos militares. El poder de las nacientes repúblicas quedó en manos de quienes comandaron la expulsión de las tropas del Imperio español y sobre esta nueva generación recayó la responsabilidad de la formación de un Estado. Los sueños de 1819 resultaron difíciles a la hora de convertirlos en realidad. Todos los deseos de progreso económico tuvieron que aplazarse, al tiempo que el legado colonial era duro de borrar. Por una parte, la crisis económica y social que dejaron los largos años de las independencias fue muy fuerte. Por otra, las inversiones extranjeras no fueron inmediatas, la exportación de productos se vio afectada por la crisis en la que se encontraban los mercados europeos, y el Viejo Continente estaba dominado por gobiernos monárquicos que rechazaban a las nuevas repúblicas. Mientras que la naciente República tuvo que aplazar el progreso, la modernidad política entró de lleno con la aplicación del sufragio, la representación política, la transferencia de la legitimidad al pueblo, la organización del Estado en los tres poderes. En fin, mucha modernidad y poca modernización. Sucesos como el intento de golpe de Estado contra Simón Bolívar del 25 de septiembre de 1828 y el confuso asesinato del mariscal Antonio José de Sucre el 4 de junio de 1830 se constituyeron en muestras claras de que el orden político no se podía basar en la fuerza y lógica del Ejército Libertador. Hasta la Batalla de Ayacucho, en diciembre de 1824, el objetivo común de la expulsión definitiva de los españoles mantuvo la unidad de la Gran Colombia. Pero una vez el objetivo fue cumplido, las diferencias entre Venezuela, la Nueva Granada y Ecuador empezaron a ser muy profundas. El apetito de los caudillos por controlar el estado republicano hicieron imposible sostener la unidad.
Durante los últimos años de la Gran Colombia, los generales Bolívar y Santander protagonizaron una fuerte disputa, cuyos orígenes se encontraban más allá de las diferencias en las personalidades de estos padres fundadores. Mientras que históricamente Venezuela mantuvo una fuerte vinculación con los mercados internacionales y la plantación ocupó un puesto central en su economía, la Nueva Granada se organizó a partir de sus espacios andinos interiores y una economía marcada por sus mercados internos y la producción de oro. Así mismo, mientras que en el país vecino la política republicana se organizó alrededor de la fuerza de los caudillos que participaron en la guerra de liberación, en la Nueva Granada las clientelas políticas urbanas se constituyeron en la base política. Desde el comienzo de la República, una de las principales disputas políticas tuvo que ver
Los primeros símbolos
El primer escudo de la Gran Colombia representaba los ideales de libertad que tenían los próceres de la Patria.
¡a las armas!
Desastres De la InDepenDencIa
Lavadoras de oro, río Guadalupe: Medellín Henry Price 1852. Colección de la Biblioteca Nacional de Colombia.
Con la Independencia la producción de oro, la principal fuente de ingresos del gobierno, quedó en crisis. Solo desde mediados del siglo XIX la actividad se recuperó.
político y administrativo. Y que esta resultara aislada del mundo exterior. Como casi no había vías que permitieran transportar eficientemente las mercancías, no surgió un mercado nacional. En cambio, surgieron circuitos comerciales aislados en las provincias, alrededor de los centros de poder. Esto fragmentó los poderes políticos y frenó la aparición de caudillos regionales que se tomaran el poder nacional, como en otros países. Por lo mismo terminó favoreciendo a los futuros partidos políticos. Las semejanzas entre una provincia y otra eran muy pocas. Pasto y Popayán habían servido años atrás como punta de lanza para la invasión española, pero luego de la disolución de la Gran Colombia y durante las décadas posteriores, los rumores de su intención de separarse y anexarse a Ecuador eran vistos con preocupación desde Bogotá. Algo similar sucedió en Panamá, cuyo vínculo era muy débil con el gobierno central. Claro que los ánimos separatistas también eran animados por el creciente flujo de extranjeros, sobre todo colonos norteamericanos y europeos, que tomaban la ruta de Panamá para llegar a la costa este de Estados Unidos tras la riqueza de las minas de oro de California. La población total del país se aproximaba a los dos millones de personas, de los cuales cerca del 90 por ciento vivía en áreas rurales y el 10 por ciento correspondía a funcionarios estatales, artesanos, comerciantes y personas que habitaban en las pequeñas ciudades y villas. Ese 90 por ciento se dedicaba a labores variadas como la agricultura, la ganadería, la pesca y la extracción de oro, que seguía siendo el principal producto de exportación colombiano. A mediados del siglo XIX, la Nueva Granada era un país rural, aunque el poder residiera en las ciudades.
Población de la nueva Granada 1835
1843
1851
Antioquia
158
190
243
Cauca
210
289
324
Cundinamarca
256
279
317
Boyacá
289
332
380
Santander
262
306
360
Tolima
157
183
208
Bolívar
178
192
206
61
62
68
115
119
138
1.686
1.932
2.244
Magdalena Panamá Totales
Cifras en miles
La rue principale de Colon avan l’incendie. Le canal de Panama : l’Isthme américain; explorations; Comparaison des tracés etudies négociations (1886). Sala de Libros Raros y Manuscritos, Biblioteca Luis Ángel Arango.
Escudo de Colombia 1820.
con la separación entre la Iglesia y el Estado, una disputa fundamental sobre la concepción del poder, el Estado y la legitimidad política. Si se aceptaba que el poder viene de Dios, como en la Colonia, el puesto de la Iglesia debía ser preponderante, pero si se aceptaba la propuesta liberal del origen popular de la legitimidad, inevitablemente había que separar al Estado de la Iglesia. Curiosamente fue la Nueva Granada, durante el gobierno liberal de Santander (1832-1837), el primer país en la América hispana en establecer relaciones diplomáticas con el Vaticano. La educación es otro campo de batalla de las ideas políticas en torno a si esta debe ser laica o debe estar bajo el control de la Iglesia católica. Para los liberales de pensamiento era claro que el sistema educativo es una estrategia para la ampliación del pueblo político, en razón a que la Constitución de 1832 exigía a las personas ser letradas para acceder a la ciudadanía. Precisamente la enseñanza de la obra de Jeremy Bentham, introducida en la instrucción pública por el general Santander, fue uno de los primeros motivos de debate político sobre el asunto de la educación. En efecto los más conservadores, que manifestaban su apego a la autoridad eclesiástica, vieron en los postulados de Bentham un enemigo de la moral pública y la religión católica. Pero no solo las diferencias ideológicas generaban conflictos. La geografía también contribuyó a dificultar la construcción de un Estado unitario. La República de la Nueva Granada era un país en el que no solo la discriminación étnica separaba a la gente, sino también la precaria conexión entre los centros urbanos y las provincias. Esto hizo que la mayor parte del territorio se encontrara desconectado de Bogotá, centro
67
Bicentenario 1760-1859
Con el sudor de la tierra
Los incipientes cambios promovidos a finales del siglo XVIII para modernizar la agricultura fueron frenados por las guerras de Independencia.
E
n los altiplanos del nuevo Reino los parte del imperio. españoles encontraron las condiciones Eso llevó a los propicias para desarrollar una agriculBorbones a introtura similar a la europea, con la que nació el ducir reformas para imperio del pan y la carne, y un menosprecio superar el atraso por la papa y otros tubérculos. de sus posesiones Para recrear la dieta europea, los españoles de ultramar, algunas de las cuales alcanzaron a implantaron transformaciones definitivas en tener consecuencias en la costa caribe. A pesar la jornada de trabajo y cambiaron el uso de la de las ventajas comparativas de la costa, en 1793 tierra, en especial para el pastoreo de ganado. solamente el 12 por ciento de las exportaciones Como había extensiones enormes disponibles eran agropecuarias. y los nativos sometidos proveían una mano de Debido a la pobreza tecnológica, Pedro obra virtualmente gratis e ilimitada, los coloniFermín de Vargas, un ilustrado criollo miembro zadores no se vieron obligados a tecnificar sus de la Expedición Botánica, observaba en 1790: procedimientos de cultivo. “Todo se halla atrasado y el estado actual del Así, por ejemplo, escasamente aplicaron la Reino dista poco del que hallaron los conquistatracción animal y solamente usaron algunos dores en sus primeras invasiones. Una inmensa bueyes para arar la tierra en los altiplanos de extensión del territorio desierta, sin cultivo y Pasto, Popayán, Santafé y Tunja, es decir, en cubierta de bosques espesísimos… presenta en zonas cercanas a las grandes ciudades, donde se las mismas costas la imagen del descuido, de la hallaban los mercados ignorancia y de la ociosidad A DIFERENCIA de otras más densos. En los más reprensible”. altiplanos se cultivaba La Independencia: como haciendas del territorio el trigo y en algunas plaga de langostas neogranadino, las de Cali haciendas estaban los La administración hacia utilizaban en su mayoría mano finales de la Colonia molinos. La harina se vendía en buena parte hacía esfuerzos por de obra esclava. del Virreinato, hasta modernizar la agrique el contrabando puso este cultivo en crisis en cultura, pero eso terminó de manera el siglo XVIII. dramática con la guerra de IndepenCuando se popularizó la práctica indígena dencia. En la Geografía escrita por de fumar tabaco, los españoles promovieron Montenegro en 1820 se describía así su siembra por todo el Reino, lo que permitió la actividad en la provincia de Cartaque florecieran muchas poblaciones. Esto gena: “Sus principales producciones son duró hasta que en 1764 el virrey Messía de la excelentes cacao, algodón, añil, yuca, y Zerda creó un monopolio concentrado en los en Mompox buen tabaco; el algodón de territorios que hoy son los Santanderes y el Cartagena ha formado siempre un ramo departamento de Bolívar. Esto significó la ruina importante de exportación; pero han de miles de personas. decaído mucho por consecuencia En la Nueva Granada se cultivaba maíz, de la guerra…”. Los cálculos que papa, otros tubérculos, cacao y caña de azúcar se han hecho sobre el valor de la para producir mieles. El algodón, en la costa, producción agraria, con base en el se daba casi de manera silvestre, al igual que los impuesto del diezmo, muestran el palos de tinte de Brasil y morito. Los olivos de efecto negativo que provocó la Villa de Leyva, que producen aceitunas de muy guerra de Independencia, pues de buen gusto aunque pequeñas, no se volvieron a un recaudo de 3.700.000 pesos en sembrar desde la Conquista. 1801 cayó a 1.300.000 en 1841. La escasa renovación y la nula tecnificación La guerra dejó la economía en de la agricultura hicieron que a finales del siglo ruinas, a las ciudades destruidas y XVIII esa actividad entrara en crisis en gran a los habitantes diezmados. Para
68
devolverle mayor prosperidad a la agricultura, que se consideraba como una actividad fundamental para la joven república, el gobierno proclamó leyes que eximían de impuestos a los agricultores y les hacían préstamos con plazos de hasta 15 años. Sin embargo, muchos proyectos quedaron inconclusos por la especialización de los cultivos en las diferentes zonas climáticas, lo que evitó que grandes exten-
tiempos de cambio
IMPUESTOS DE EXPORTACIÓN
siones de tierra se explotaran con un solo fin e imposibilitó la exportación de los productos agrícolas debido al mal estado de los caminos y a la inestable administración política.Tiempo después, el 13 de octubre de 1821, el gobierno expidió la ley de enajenación de baldíos. Esta ley representaba una extensión de las leyes de agricultura, pero también significaba que el Estado vendería las tierras con el fin de financiarse, de fomentar la exportación y de estimular la inmigración de europeos. Sin embargo, no consiguió que se dieran estos efectos. Una vez más, las políticas de promover una nación próspera basada en la agricultura se quedaron en buenas intenciones.
Camino al merCado
1826
Café
Libre
6%
Libre
Libre
4%
4%
Cueros
10%
10%
10%
Cacao
10%
15%
10%
Añil
10%
5%
5%
Algodón
Libre
Libre
Libre
5%
Libre
Libre
Arroz Maíz
5%
Libre
Libre
Quina
5%
4%
Libre
Mulas
$15*
$20*
$20*
Caballos
$15*
$16*
$16*
Ganado
$12 1/2
$12 1/2
$12 1/2
VALOR DE LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA (1761–1850)
1761-1765
1824
Azúcar
El abasto de las ciudades se realizaba desde haciendas y estancias cercanas a ellas. Solamente productos como el trigo, melazas, cacao, tabaco y algunas manufacturas soportaban intercambios de a sitios distantes.
AÑO AGRÍCOLA
1821
VALOR PRODUCIDO (Millones) 1.790.000
1781
1.700.000
1790-1794
2.420.000
1801-1805
3.700.000
1830-1835
3.120.000
1836-1840
2.190.000
1841-1845
1.300.000
1846-1850
2.590.000
*Tomado de: Galindo, Aníbal. Historia económica de la Hacienda Nacional. Citado por Zambrano Pantoja, Fabio. 1982. Aspectos de la agricultura colombiana a comienzos del siglo XIX. Anuario colombiano de historia social y de la cultura. Volumen 10.
un día de merCado ado
En el día de mercado se daba la competencia de hacendados y pequeños productores que abastecían los centros urbanos. Algunos productos eran comercializados en las pulperías, como eran llamadas las tiendas.
¿Quién trabaja la tierra? los indios no gustan del trabajo, los mulatos, zambos y negros libres viven con facilidad por la fertilidad asombrosa de la tierra que con muy poco trabajo les da el sustente. El mar, los ríos y los campos le ofrecen de balde los alimentos; el plátano una vez se siembra es perpetuo. Como casi no se visten y como no tienen necesidades no necesitan trabajar. Los blancos no resisten el clima y además miran el trabajo de los campos destinado únicamente para la gente inferior. Solo los negros sirven. Apartes de la Relación del estado de las provincias de Santa Marta y Rioacha de Antonio Narváez de la Torre, 1778.
Tipo blanco e indio mestizo. Carmelo Fernández, Tunja. 1850. Biblioteca Nacional.
Campesino de tierra caliente llevando frutas al mercado. Acuarela. J.M. Groot.
PRODUCTO
Vendedora de papas, Bogotá. Ramón Torres Méndez. Litografía A. Delarue, París.
69
La atracción de las haciendas
Campesinos viajando en la Sabana de Bogotá.́ Auguste Lemoyne. 1835. Colección Museo Nacional de Colombia.
Bicentenario 1760-1859
Los hacendados de la Nueva Granada, al contrario de otras colonias, no fueron tan poderosos y tuvieron que disputarse los mercados con campesinos libres.
L
a historia agraria durante el periodo de la Colonia estuvo conformada por dos elementos que marcaron no solo el destino de la agricultura en ese periodo sino el de la historia del país. Por una parte, los españoles impusieron en los nuevos territorios la dieta alimenticia europea, basada en cereales, carnes y azúcar. Para obtener estos productos la Corona impuso el modelo de grandes unidades productivas, que en un principio fueron las encomiendas y posteriormente las haciendas. Este modelo coexistió con los cultivos de los indígenas, que cosechaban principalmente maíz, papa y otros tubérculos. Si bien las mejores tierras de la Nueva Granada fueron acaparadas por las haciendas, estas no terminaron por controlar la oferta de alimentos en el Virreinato. A la postre, tuvo que competir con la que se originaba en los resguardos y pequeñas propiedades. Por ejemplo, en Tunja y en las provincias de Santafé, Popayán y Antioquia los hacendados terminaron por permitir que peones, aparceros, concertados y arrendatarios explotaran parte de sus tierras para poder subsistir. A diferencia de lo que pasó en Cuba, México o Perú, entre otros países, donde las haciendas controlaban la oferta de alimentos y la mano de obra, en la Nueva Granada eran varios los actores que abastecían a las ciudades y controlaban la mano de obra. En últimas, las haciendas en la Nueva Granada terminaron por ser, comparativamente con las de Hispanoamérica, pequeñas y medianas unidades productivas. Y a diferencia de las de otros Virreinatos, destinaba su producción al mercado interno, mientras que otras, como las
70
de Venezuela o Cuba, producían azúcar, cacao, café o añil para enviar a la metrópoli. La plantación, una unidad productiva intensiva en capital, fuerza de trabajo y orientada a los mercados externos, tampoco estuvo presente en la Nueva Granada. Esto porque su zona Caribe, la más propicia para desarrollar este modelo, no contó con ninguno de esos elementos y además los capitales estaban orientados a explotar el oro, y no la incierta producción agraria. Las otras barreras que tuvieron las haciendas
para crecer como en otros Virreinatos fueron la geografía fragmentada, las dificultades de comunicación y la riqueza ambiental de cada provincia, que permitió cultivar localmente los productos necesarios para satisfacer las necesidades de esa población. Fue así como las haciendas quedaron limitadas a abastecer a las poblaciones cercanas, en donde competían con los productos de las pequeñas propiedades. Si bien las haciendas de ganado dominaron en los valles del Cauca y Neiva, en las provincias
Un propietario de una casa de campo en las cercanias de Bogotá se prepara para montar a caballo. José Manuel Groot. 1835. Colección Museo Nacional de Colombia.
tiempos de cambio
Una finca en tierra caliente. Diseño de É. Bayard. Charles Saffray, Voyage à la Nouvelle - Grenade. En: Le Tour de monde. Paris, Librería Hachette, 1869, p. 105. Biblioteca Nacional.
Una arqUitectUra para el campo
diferencia de poder
Mientras que las haciendas de Cuba o Venezuela estaban destinadas a surtir el comercio internacional, las de la Nueva Granada apenas abastecían el mercado interno.
las haciendas de Pamplona, Tunja y Santafé, productoras de harina. Por otra parte, las haciendas de los jesuidel Caribe y en los Andes orientales existieron tas de los Llanos Orientales y en parte de las variantes según la zona. Un ejemplo de esto selvas del Orinoco, empezaron a ser remason las haciendas del Socorro, Vélez y Girón, tadas a raíz de la Pragmática Sanción del rey donde cultivan caña de azúcar, plátano y maíz, y Carlos III, que los expulsó del territorio en 1767. Si bien estas haciendas eran principalmente ganaderas, también hicieron lozas, mantas, pieles, especias o resinas naturales que enviaban a Santafé de Bogotá, En las gobernaciones de Popayán, Cartagena, Neiva y Antioquia, así como en Mariquita y Tunja, las haciendas que estaban en manos de la Compañía de Jesús también fueron rematadas. Su producción agrícola y pecuaria, bajó ostensiblemente y, en algunos lugares, desapareció. En definitiva, el limitado poder de los hacendados en la Nueva Granada hizo que en esta colonia no pasara lo que en muchas otras, en las que los señores de la tierra terminaron siendo en la República los señores de la guerra y por extensión de la política, convertidos en caudillos. En contraste, en el territorio que se convertiría en Colombia el poder residió en las ciudades y el campo estuvo siempre supeditado a las iniciativas urbanas. el poder de la tierra
En las zonas rurales las haciendas fueron el centro de la organización social, y muchas veces político, de las provincias.
Construcción de muros en Colombia. J.Brown delin., J.M. Castillo Pinx. Acuarela. Royal Geographical Society, Londres. Tipos y Costumbres de la Nueva Granada. Fondo de Cultura Cafetero. 1989.
El impacto de la guerra Antes de la Independencia, en las haciendas de Casanare se sacrificaban 350.000 reses al año. Para 1821 la cifra se redujo a 50.000.
el estilo arquitectónico de las haciendas está inspirado en las grandes casas del sur de España, que abarcan oratorios, trapiches y ramadas alrededor de un patio central, pero adaptado a la geografía del territorio neogranadino. De ese modo, se trata de construcciones de grandes espacios y balcones, cuyo objetivo es agradar la vista con los paisajes y hospedar a los propietarios durante largas estancias. Las construcciones están influenciadas por el clima. En las zonas cálidas, las fachadas principales miran hacia el Norte o hacia el Sur, con el fin de obtener sombra la mayor parte del día. En climas fríos, en cambio, se alarga el frente de las haciendas de occidente a oriente. En estas, los espacios internos no se diferencian unos de otros, a excepción de las haciendas más grandes, que separan las zonas de alimentación, servidumbre y esparcimiento de las estancias para dormir. Los esclavos de las haciendas del Cauca, del valle del Magdalena y de la costa representan la mitad de las expensas. Las habitaciones de los esclavos o peones son bohíos hechos de barro alisado, techo de paja, paredes de bahareque, puertas de madera y pisos de tierra pisada cubiertos con esteras de cabuya. Estas pequeñas cabañas significan para los hacendados un costo mínimo, al igual que las herramientas de uso cotidiano, como machetes, azadas, barras y cavadores. La tecnología agrícola empleada no se ha transformado en 200 años: la tierra se abonaba con excrementos de animales y se labraba a mano, mientras que el riego solo se utilizó en las haciendas de cacao y de caña. En las últimas décadas del siglo XVIII algunas familias se establecieron alrededor de las haciendas. Este hecho dio lugar a nuevas relaciones de los hacendados con los pobladores libres, entre ellos, el agregado, el cosechero, el arrendatario o el terrazguero, así como a otras modalidades de servidumbre, como el colonato (por el cual una persona si bien podía casarse y conseguir bienes, necesitaba del visto bueno del terrateniente para venderlos). Todas estas personas conformaron pequeñas parroquias o viceparroquias. Los límites de los caseríos eran las orillas de las ciénagas, los montes y los bosques típicos de cada zona climática, en los que alternaban las pequeñas cosechas de hortalizas con la cría de marranos. Allí se agrupaban según su estatus: de un lado, los mulatos libres y los mestizos y, del otro, la población esclava. Este patrón de poblamiento dominaría en varias zonas del Virreinato.
71
Bicentenario 1760-1859
La fuerza de la esclavitud
A FINALES DEL SIGLO XVIII, un esclavo niño costaba en promedio 100 pesos oro y un adulto 550 pesos, un precio que muy pocos podían pagar.
Durante varios siglos la economía de la Nueva Granada, especialmente la minería y la agricultura hacendataria, se basó en el trabajo de esclavos traídos de África. Solo a partir de 1852 volvieron a ser libres.
L
Ley de liberta de de esclavos.
a esclavitud en la Nueva Granada, como en gran parte de las colonias europeas, echó profundas raíces en la estructura económica y social. La llegada de población negra se inició desde el mismo momento de la Conquista, pero se acentuó en el siglo XVIII cuando la mano de obra indígena empezó a escasear. La fortaleza física de los esclavos africanos y su admirable resistencia a las altas temperaturas y a los desafíos para la salud que implica el clima tropical hicieron de la trata de esclavos una actividad bastante rentable tanto para los traficantes españoles como para los dueños de haciendas y minas. En la Nueva Granada, el puerto de
DEuDa
Para pagar la libertad de los esclavos el gobierno tuvo que emitir billetes de deuda pública a los esclavistas.
72
Cartagena fue el principal centro de venta y compra de esclavos. De allí eran distribuidos por todo el territorio. Otro epicentro era Popayán, lugar que llegó a concentrar el 15 por ciento de la población esclava en la Nueva Granada. Los esclavos fueron dedicados no solo a extraer oro en el occidente neogranadino, sino también a trabajar en las haciendas y trapiches que producían azúcar, miel y panela en el centro y el oriente del territorio, y en las haciendas ganaderas de la costa. Incluso, en lugares donde había numerosa población negra, como Cali y Cartagena (en donde podía superar a la mestiza y blanca en su conjunto), los esclavos también se dedicaban a actividades artesanales y al servicio. Al utilizar mano de obra esclava en las principales actividades económicas de la Nueva Granada, los propietarios convirtieron a la esclavitud en una de las bases de la sociedad. Por su costo y por su utilidad poseer esclavos era uno de los símbolos más importantes de prestigio social. Ellos eran la posesión más preciada que tenían las élites neogranadinas. Un esclavo o un conjunto de ellos era más valioso que una hacienda e incluso más que una mina. A pesar de esto, no eran bien tratados. En la legislación española siempre estuvieron en situación de inferioridad. Incluso las normas bajo las cuales estaba regida la esclavitud se preocupaban más a regular su comercio y a condenar las actitudes ‘delictuosas’ en las que podía incurrir
que en proteger su integridad frente a abusos. Las penas impuestas por delitos eran mucho más altas que las de cualquier individuo libre, sin importar su nivel social. DECADENCIA DE LA ESCLAVITUD
A finales del siglo XVIII se produjo una gran crisis económica en gran parte de las colonias españolas, de la que no se salvó la Nueva Granada. Para impulsar la produc-
NN. Chocó, vista de una calle de Quibdó. Acuarela, 1853.
tiempos de cambio Todo esto redujo ostensiblemente el número de los esclavos usados en las minas y las haciendas, situación que se agravó con el aumento de los cimarrones (esclavos escapados), que se reunían en palenques. Ante la falta de mano de obra, hacendados y mineros comenzaron a competir por negros que trabajaran en sus posesiones. Para lograrlo, muchos de ellos incitaron a los esclavos a evadirse, a cambio de su libertad y mejores condiciones de trabajo. Este fue el comienzo de la decadencia de la esclavitud en el Virreinato.
EL PALENQUE DE SAN BASILIO Formado por esclavos cimarrones de Cartagena y dirigidos por Dionisio Bohío en 1599, se convirtió en el palenque más legendario. Durante una década las autoridades españolas intentaron destruirlo, pero ante la resistencia de los negros cimarrones no les quedó más remedio que reconocer su libertad y darles cierta autonomía.
El primero de enero de 1852 fueron liberadas por vía de la manumisión estatal alrededor de 16.000 personas que seguían siendo esclavas. ción minera y agrícola la Corona decidió incentivar la compra de esclavos y para ello liberó su comercialización. Sin embargo la falta de recursos, producto de la crisis de los hacendados de la Nueva Granada para comprar esclavos, y la disminución del tráfico internacional causada por los procesos de abolición de esclavitud iniciados por los británicos, impidieron que la política de la Corona tuviera éxito.
HACIA LA LIBERTAD
Durante las guerras de Independencia, tanto realistas como patriotas prometieron a los esclavos su libertad a cambio de servir en sus filas. La emancipación fue un tema especial en los primeros intentos constitucionales de las provincias de la Nueva Granada. En la Carta de Cartagena de 1812 plasmó la primera legislación sobre libertad de esclavos, pero este proceso fue truncado por la reconquista española.
MUCHOS PUEBLOS, UNA SOLA BARBARIE Con los apellidos de la población afrodescendiente y los archivos históricos se puede determinar que la mayoría de esclavos que llegaron al Virreinato eran en su mayoría del África septentrional y congoleses. Eran tribus que hicieron parte de culturas de Guinea, Dahomey, el Níger, Senegal y Sudán. Igual de la cultura Bantú. Estos esclavos pertenecían a tribus como mina, congo, mandinga, lucumí, biáfara, cambindo, guines, cuenú, carabalí, congolino, mutemas, xangos, popós, nagó, arará, chalá, zefre.
Slaves sent to west Indies. Benson, J. Lossing. Our country. Biblioteca Luis Ángel Arango.
La condición de esclavitud nunca fue aceptada por los negros y desde su llegada a la Nueva Granada empezaron a buscar su emancipación. Esta iba desde actos tan radicales como el suicidio y el infanticidio, como el ahorro de dinero para comprar su libertad. Pero sin lugar a dudas los casos más destacados de emancipación fueron las rebeliones esclavas, el cimarronaje (fuga de esclavos) y el establecimiento de palenques. Aunque estos fenómenos se empezaron a ver desde el siglo XVI, aumentaron de manera dramática en la segunda mitad del siglo XVIII. En el caso de las rebeliones, lo interesante fue que no estaban dirigidas en contra del Rey sino en contra de sus amos. De hecho, durante el siglo XVIII empezó a surgir en el imaginario de los esclavos la idea de que el Rey legislaba en su favor y que había expedido una serie de cédulas en las que abolía la esclavitud. Con esta excusa, muchos se sublevaron contra sus amos y las autoridades virreinales pues consideraban habían escondido esas cédulas para evitar la abolición de la esclavitud.
Baile en río Verde. Dibujo de A. de Neuville. Le tour du monde. W.
RESISTENCIA Y ANHELOS DE LIBERACIÓN
73
Bicentenario 1760-1859
El motor dE la Colonia
Por su fuerza física y resistencia al trópico, la mano de obra negra fue preferida por encima de la indígena y mestiza.
A pesar de que años después los independentistas consiguieron la victoria, la libertad de los esclavos fue parcial y no universal. Durante la presidencia de Simón Bolívar, en 1821, fue declarada la libertad de vientres. Según esta norma, todos los hijos de esclavas nacidos de 1821 en adelante podían obtener su libertad a los 18 años de edad. En 1839 cuando se debería producir el primer ciclo de liberaciones, esta decisión fue postergada, lo que causó una desilusión en la población negra y un aumento de los cimarrones. Una década después los liberales ascendieron al poder, lo que sumado a las presiones desde el exterior, especialmente de la Corona británica, le dio vía libre a la manumisión de los esclavos. Después de varios meses de
la vida dE los EsClavos
Un largo Camino
Desde las guerras de Independencia, los patriotas prometieron la liberación de los esclavos, pero esta solo se cumplió hasta1852.
discusiones en el Congreso de la República, y luego de que el presidente José Hilario López prometió ‘pagar’ por la libertad, el 21 de julio de 1851 se aprobó la llamada Ley de Manumisión, que garantizó de manera definitiva la libertad universal de los esclavos a partir del primero de enero de 1852.
El oro nEgro
Una cuadrilla de 16 esclavos podía valer 1.500 pesos oro, mientras que la mina, con sus aguas corrientes, sequía y estanco, valía 500 pesos.
74
Los sitios más malolientes de la ciudad (Cartagena) eran precisamente los alojamientos de los pobres negros esclavizados, cuando llegaban a bordo de los buques negreros para ser vendidos en ella. Los despiadados negreros solo pensaban en alcanzar la mayor utilidad de su infame negocio con el menor gasto que les fuese posible. De manera que de las bodegas oscuras y pestilentes de los navíos, sin aire y llenas de podredumbres, pasaban las trillas de negros llamadas armazones a los depósitos preparados en tierra para recibirlos, no menos sucios y repugnantes que las sentinas de los barcos. Con frecuencia ocurría que en tales hacinamientos huhu manos se desarrolladesarrolla ban temibles epidemias contagiosas externas, que hacían más irrespirables esos malditos lugares. lugares Testimonio del sacerdote Alonso de Sandoval en el siglo XVII.