TOLIMA
LA TIERRA QUE SOร AMOS El campo es una de las muchas oportunidades para el desarrollo del departamento. Con innovaciรณn y capital humano, busca ser mรกs competitivo.
LA TIERRA QUE SOÑAMOS Director Mauricio Bayona Editora General
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Octubre de 2016.
Esta revista fue posible gracias al apoyo de:
foto : jorge serrato
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Silo de arroz, cerca a IbaguĂŠ. 5
foto : juan carlos escobar montoya
TOLIMA
* Esvdfecdsf.
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Cultivo de algodรณn. 7
TOLIMA
El Tolima siempre tan musical. * Esvdfecdsf. 8
foto : jorge serrato
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TOLIMA
Anzoรกtegui, Tolima. * Esvdfecdsf. 10
foto : andrĂŠs arenas
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fotos : jorge serrato
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Cultivo de cacao. 12
ALGUNAS FIRMAS ALFREDO MOLANO 14
JUAN CARLOS BAYONA El sur del Tolima ha estado marcado por la guerra desde la época de la Colonia. El reconocido periodista hace un recuento de los conflictos que se han vivido allí y recuerda que hoy más que nunca esa región necesita la paz.
CATALINA GALLO 18
A pesar de haber sido una tierra golpeada por la violencia, la región de Planadas, al sur del departamento, produce uno de los mejores cafés del país y su gente ha encontrado en ese cultivo una nueva oportunidad para salir adelante. Así lo relata la periodista en su crónica.
EDUARDO PIZARRO 22
El departamento vio nacer a las Farc y fue escenario de algunos de sus momentos más decisivos. De acuerdo con el sociólogo y relator de la Comisión de Historia del Conflicto y sus Víctimas, “el Tolima quiere la paz y el fin de las Farc. Pero les exige que asuman su responsabilidad histórica”.
RICARDO SANTA MARÍA 24
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Para el director de la ANI, el Tolima tiene un gran potencial competitivo, por eso se trabaja en la conectividad de la región con el resto del país a través del desarrollo de cuatro megaproyectos de cuarta generación, que disminuyan costos de transporte y tiempos de viaje.
¿Por qué el Líbano es cuna de intelectuales? Aunque el municipio ha vivido los horrores de la violencia es, por tradición, una meca de cultura y conocimiento. El vicepresidente de la Academia de Ciencias Económicas, nacido allí, explica las razones.
CARLOS ORLANDO PARDO 122
EDUARDO ARIAS 124
SANTIAGO CRUZ
Su estratégica ubicación, sus costos de transporte competitivos y su moderno aparato productivo consolidan al Tolima como un nodo logístico clave. El experimentado periodista cuenta por qué la región es un punto de atracción para inversionistas.
LUIS FERNANDO ANDRADE 44
BEETHOVEN HERRERA VALENCIA
El liderazgo femenino en el Tolima está impulsando un cambio social que promete dirigir al departamento hacia la inclusión y el desarrollo cuando llegue la paz. Así lo cuenta el director de la Corporación Reconciliación Colombia.
SILVERIO GÓMEZ CARMONA 30
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En una caminata por la capital del Tolima, el rector del gimnasio Los Pinos, de Bogotá, descubrió una ciudad que ha sido históricamente de paso, pero donde se gestan importantes iniciativas a nivel educativo, social, cultural y musical.
Pocos conocen la historia del municipio de Ambalema, al norte del Tolima, que ha sido construida por personajes ilustres de la política, la literatura y la cultura. El escritor tolimense relata sus principales hitos.
El periodista hace una invitación a explorar y recorrer Honda, una ciudad donde se conjugan la arquitectura colonial y republicana, las calles empedradas y la riqueza histórica con los atractivos turísticos propios de la tierra caliente.
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Atraído por la calidez de su gente y la tranquilidad que ofrece, el cantautor decidió regresar a vivir a Ibagué, su ciudad natal. Asegura que el título de ‘capital musical’ lo tiene bien merecido, pero aún hay retos que enfrentar para sustentarlo.
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El alpinista tolimense, que ha recorrido el mundo escalando las montañas más altas, está convencido de que la mejor escuela para los montañistas es el nevado del Tolima. Ha conquistado esa cima 96 veces y cada subida ha sido un gran reto.
ANÍBAL PINEDA
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LA TIERRA QUE SOÑAMOS
¿El fin de la violencia? Desde la Colonia, el sur del Tolima ha sido escenario de conflictos y luchas. Hoy, la región anhela la llegada de la paz.
POR
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Alfredo Molano*
l sur del Tolima, donde se crearon las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que hoy, después de medio siglo de lucha, se podrían transformar en un partido político, fue el centro del territorio de los indígenas pijaos, un pueblo que extendía su dominio entre Ibagué y Bugalagrande. Los españoles * Periodista.
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no pudieron dominarlos a pesar de hacerles la guerra durante 300 años. Fue una resistencia irregular, aguerrida, persistente. Los pijaos no conocían la pólvora ni el hierro, y los caballos y los perros les eran extraños. Resistieron hasta que al fin Juan de Borja logró hacer matar al indio Calarcá, valiéndose de un traidor que lo atravesó de un lanzazo. El arma se conservó en la catedral de Ibagué. El sur de Tolima –y todo el departamento– fue uno de los escenarios privilegiados de las guerras civiles del siglo XIX y en particular en las de 1876 –batalla de Garrapata–, 1884 – levantamiento de Gaitán Obeso en
Honda– y Guerra de los Mil Días. Después de la sangrienta derrota de los liberales en Palonegro, los revolucionarios resistieron en Tolima, Cundinamarca y Santander organizando guerrillas, que fueron desautorizadas –lo que poco se recuerda– por el general Uribe Uribe. Pese a todo, las guerrillas liberales subsistieron en una especie de latencia, hasta los años treinta y cuarenta, cuando desenterraron un manual de lucha de guerrillas traído de Cuba por el general caucano Avelino Rosas, que había luchado contra España al lado del Maceo. En las tierras del sur del Tolima se establecieron grandes haciendas de ganado y caña panelera y a fines del siglo XIX se explotó la corteza de quina en las zonas medias del páramo de Las Hermosas, que reparte aguas entre el Cauca y el
foto : césar david martínez
INTRODUCCIÓN
Páramo de Romerales, a 3.590 metros sobre el nivel del mar, en el Parque Nacional Natural los Nevados.
Magdalena y es límite entre Valle, Quindío y Tolima. Las familias prósperas de Chaparral y Ortega obtuvieron sin dificultad extensas concesiones del gobierno para la recolección de la quina, tierras que terminarían reclamando como propias sin derecho alguno. Al terminar la bonanza de la planta, comenzó la del café y se fundaron entonces plantaciones que llegaron a ser emporios muy ricos que importaron despulpadoras y trilladoras industriales y controlaron la exportación del grano de toda la región hacia Nueva York. Explotaban muchas de las tierras que controlaban con arrendatarios, terrajeros y aparceros, es decir, trabajo servil. El ferrocarril que se construía entre Bogotá, Girardot y Neiva entró en servicio para trasladar
las tropas colombianas que iban a pelear contra Perú en 1933. Era una obra construida con urgencia y donde se organizó un sindicato muy activo y con relaciones muy estrechas con el de estibadores del río Magdalena. Una fuerza nada despreciable. Estos movimientos laborales fueron mirados con simpatía por los arrendatarios y aparceros –sobre todo cuando los precios del café comenzaron a subir sostenidamente– y pronto el ejemplo cundió y también los campesinos organizaron sindicatos y ligas agrarias. Fueron los días en que María Cano y Gaitán hicieron manifestaciones en Chaparral, Ortega, Natagaima. Fueron los tiempos también en que el Indio Quintín Lame, que venía luchando por la recuperación de los resguardos del norte de Cauca, llegó al sur de Tolima y fundó el Resguardo del Gran Chaparral. Así durante los años treinta y cuarenta, por la convergencia de las luchas de obreros, campesinos e indígenas, existió un clima renovador y liberador que hizo temblar las viejas estructuras de la propiedad y las rígidas normas laborales. En medio de tal efervescencia asesinaron a Gaitán y, a renglón seguido, se crearon juntas liberales en todo el país a la espera de que los jefes naturales del
Durante los años treinta y cuarenta, por la convergencia de las luchas de obreros, campesinos e indígenas, existió un clima renovador y liberador. liberalismo hicieran un ‘pronunciamiento’ como en las guerras civiles. Una orden para levantarse en armas. Nunca llegó. Los dirigentes liberales habían optado por la colaboración con el gobierno de Ospina, que venía incendiando el país desde el año 1946, cuando fue elegido presidente de la República.
No hicieron lo mismo los directorios conservadores de Tolima, Cauca, Huila, Valle, que husmearon el peligro y, con la bendición de los párrocos y las armas de la Policía, declararon la persecución contra el liberalismo, sobre todo agrarista, la herencia de Gaitán. Había que detener al liberalismo; había que atajar a Gaitán. Uno de esos gaitanistas, Pedro Antonio Marín, nacido en 1928 en Quindío, correteado por el Valle después del 9 de abril, organizó con sus primos una cuadrilla y con ellos, armados, llegó al comando La Ocasión en Rioblanco, sur de Tolima, organizado por otro de sus primos, los Loaiza, colonos liberales. Fue allí donde, como instructor de polígono, comenzó a ser conocido como Tirofijo y después Manuel Marulanda Vélez. En Rioblanco las guerrillas del sur de Tolima se fortalecieron y se desparramaron por toda la hoya del río Saldaña. Entre los guerrilleros se comenzó a sentir una diferencia: los influidos por el directorio departamental de Tolima y los que habían hecho las peleas contra las grandes haciendas cafeteras y organizado sindicatos de colonos. Lograron como guerrillas golpear duro a la Policía y poco a poco también al Ejército. Hay que recordar que en los llanos, Cundinamarca, Santanderes, Antioquia, Valle y Boyacá había guerrillas activas y ofensivas. A mediados de 1952 tuvo lugar la Primera Conferencia Guerrillera del Bloque Sur, llamada de Horizontes, donde las diferencias entre los liberales oficialistas, llamados ‘limpios’ o ‘de orden’, se abrieron de los ‘comunes’, influidos por el Partido Comunista. El golpe de Rojas Pinilla, que garantizó la vida a los guerrilleros, logró la entrega de armas de miles de los liberales oficialistas en todo el país, que en el sur del Tolima les declararon la guerra a los comunes, haciéndose eco de la ilegalización del comunismo en Colombia. El sur del Tolima es una gran arteria cuya columna vertebral es el río Saldaña, a donde botan sus aguas el Amoyá, el Davis, el Ataco, el Ambeima. Esa fue la región donde Marulanda y otros dirigentes campe15
foto : jorge serrato
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
El sur de Tolima –y todo el departamento– fue uno de los escenarios protagónicos de las guerras civiles del siglo XIX.
sinos armados –la mayoría con sangre pijao– como Jacobo Prías Alape, Charro Negro; Solito, Rocayoso, Guaraca, desplegaron sus armas contra los gobiernos conservadores de Ospina y Laureano y luego contra el de Rojas. No confiaron en Rojas porque no desarmó a los ‘limpios’ sino que, por el contrario, los protegió para enfrentarlos a los ‘comunes’. “Ya en 1957 –escribió Marulanda– se contaba con comandos en Riochiquito, Símbola, Marquetalia, Villarrica, El Pato, Medellín del Ariari, norte de Tolima”. Lleras Camargo (1958-1962) creó programas sociales de rehabilitación –tierras, vías, escuelas– y con Marulanda llegó a varios acuerdos: libertades democráticas y sindicales, libertad para presos políticos, derogatoria de decretos represivos, amnistía para guerrilleros y levantamiento del Estado de Sitio. Según parece, fueron estas las decisiones de una nueva conferencia del Bloque Sur en 1958. Marulanda aceptó ser inspector de vías y construyó la 16
carretera entre El Carmen y Gaitania. Pero en enero de 1960, los ‘limpios’ asesinaron a Charro Negro y Marulanda volvió al monte. Se fortaleció entre Gaitania y Belalcázar;
Al sur de Tolima, su tradición de luchas y su caprichosa topografía lo han hecho ser una región de guerras, donde tanta sangre derramada reclama hoy la paz total.
entre Planadas y Santa María, es decir, en los alrededores del Nevado del Huila. Estableció vínculos militares con las guerrillas agraristas del Sumapaz. Marquetalia, su cuartel general, es en realidad una colonización de campesinos huyentes. Gómez Hurtado declaró estas zonas
de refugio y autogestión ‘Repúblicas Independientes’. Fue una orden. En 1962 el Ejército organizó la primera gran ofensiva contra Marquetalia, un ensayo. La segunda, la nombrada, tuvo lugar dos años más tarde. El 27 de mayo de 1964, Marulanda ordenó detener la invasión. El primer combate tuvo lugar en un sitio llamado La Suiza, sobre el río Atá. Ese día nacieron las Farc, aunque fueron bautizadas un año después, durante la Segunda Conferencia, que se reunió en las cabeceras del río Duda, páramo de Sumapaz. Al sur de Tolima, su tradición de luchas, su caprichosa topografía –páramo de Las Hermosas y Nevado del Huila– y su privilegiada posición geopolítica que domina el norte del Valle y del Cauca, el norte y el oriente de Tolima y buena parte de Huila, lo han hecho ser una región de guerras, donde tanta sangre derramada reclama hoy la paz total. Entonces sí, como dijo el maestro Echandía: “Se podrá pescar de noche”.
foto : andrĂŠs arenas
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Murillo, municipio al norte del Tolima. 17
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Una niña de Planadas participa en la celebración de la feria de cafés especiales organizada por la Gobernación.
Un grano de esperanza En la búsqueda de formas para dejar atrás la violencia del pasado, el sur del Tolima tiene sembrado su futuro en uno de los productos nacionales por excelencia: el café.
POR
“N
Catalina Gallo Periodista.
osotros que hemos escuchado el rigor de las balas, los tiroteos, que hemos tenido que correr a las dos de la mañana para escondernos en un cafetal, queremos que todo esto termine. Muchas veces nos hemos preguntado cuándo llegará ese momento”. Estas palabras de José Herminso Rojas, presidente de la junta de acción comunal del corregimiento de Herrera, son testimonio de las expectativas de muchos de los habitantes del sur del Tolima durante las negociaciones de paz en La Habana. Ahora, esos cafetales que les sirvieron de refugio a los campesinos son los mismos que crecen como opción de futuro.
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A cinco o seis horas de viaje por carretera desde Ibagué en carro particular o a 12 horas en el bus que recorre los municipios del sur del departamento, en el Parque los Fundadores del municipio de Planadas está Origo, un café que se asemeja a los establecimientos de cadena de las grandes ciudades. Sus sillas fueron diseñadas especialmente para el negocio, con espaldares en forma de granos de café. La carta incluye desde granizado hasta café filtrado con cardamomo, pasando por el café anisado y los tradicionales capuchino y expreso, y también los granos cubiertos de chocolate, que vienen en frascos de vidrio perfectos para llevar. Su dueña, Mildred Quintero Agudelo, una mujer de 38 años, delgada y no muy alta, peinada con una trenza que le llega casi hasta la cintura, es la primera catadora de café de Planadas. Su paladar y su olfato excepcionales motivaron a la Federación Nacio-
INTRODUCCIÓN XXXX
fotos : álvaro cardona
Cerca de 2.500 familias viven del café en el sur del Tolima y el tinto es la bebida de todos los días.
nal de Cafeteros a llevarla a estudiar en 2005 a la Escuela Americana de Café en Long Beach, California, de donde regresó a su tierra con la idea de montar su propio café. Mildred inauguró Origo en 2008 con la idea de competir con los tintos de 100 pesos que se vendían en cada esquina, y en abril de este año abrió dos locales más en Ibagué. Origo es también el nombre de la marca creada junto a Óscar González, su esposo, con la que buscan imprimir un sello propio al café de su región. Los planadunos repiten con orgullo que Planadas es el primer productor del café del Tolima y el tercero del país. Allí, 2.500 de las 5.600 familias del sur de Tolima viven del cultivo del grano. ENTRE MONTAÑAS La región de Planadas se viste de las montañas de la cordillera Central con sus diferentes tonos de verde, una tierra fértil sembrada de cafetales y cruzada por los ríos Ataco, Saldaña y Atá, donde un día se crearon las Farc, cuando la población ya estaba en medio de la violencia entre liberales y conservadores. Generaciones enteras cuentan con un hermano enterrado, un padre desaparecido o toda una familia desplazada. Han llorado a sus muertos por años, y en medio del dolor, el miedo y la incertidumbre muchos han logrado vivir del café. La mayoría son pequeños caficultores que siembran en minifundios de no más de cinco hectáreas y sacan el fruto de la cosecha en mulas hasta las carreteras más grandes, para desde allí llevarlo en camiones a Ibagué, donde se lo entregan a grandes exportadores que lle-
van la carga a puerto para transportarla a diferentes países. Dos de los grandes en el negocio del café en Estados Unidos, Starbucks y Green Mountain Coffee, son compradores del café del sur del Tolima. MercyCorps, ONG internacional que trabaja en la zona hace cuatro años de la mano de estas dos empresas con los cafeteros de la Cooperativa de Caficultores del Sur del Tolima (Cafisur), lidera el proyecto ‘Mi finca cafetera sostenible’, con el que busca Generaciones enteras fundamentalmente ayudar a los minifundistas a solucionar cuentan con un hermano sus problemas de tenencia de enterrado o un padre tierras, de alta inseguridad alidesaparecido. En medio mentaria –los campesinos solo producían café y compraban del dolor, el miedo y la los productos de su alimentaincertidumbre muchos ción diaria porque no tenían han logrado vivir del café. la costumbre de sembrar para autoabastecerse–, y las dificultades en el uso de los suelos y del agua, que no era eficiente. Las cifras de sus resultados hasta el momento son más de 1.200 hectáreas formalizadas, más de 2.400 huertas familiares instaladas y trabajos de recuperación en 48 microcuencas en un área que comprende las poblaciones de Planadas, Ataco, Rioblanco, Chaparral, Ortega y San Antonio. Agprocem, un grupo asociativo conformado por 53 productores de café ubicados en 18 veredas en los municipios de Planadas y Ataco, vende su café en Estados Unidos y en Europa con sellos que lo certifican como café orgánico y 19
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foto : álvaro cardona
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Las nuevas generaciones de Gaitania esperan que el pasado quede atrás.
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que atestiguan que cumple con los criterios mundiales de comercio justo. El perfil de su taza es de dulzura media, con fragancia y aroma de mandarina, jazmín y miel, y un cuerpo aterciopelado. Los caficultores han aprendido a reconocer estas propiedades a medida que el negocio ha ido evolucionando y que le han puesto el pecho por cuenta propia, sin intermediación de la Federación Nacional de Cafeteros. El año pasado, diez contenedores de café de Agprocem llegaron a Estados Unidos y Japón. Ahora le están apostando a la tostación del café y a la venta de su marca propia. Fuentes de la Gobernación del Tolima afirman que los cafeteros han ganado 7.500 millones de pesos más gracias a estos cafés, pero mucha de esta plata se ha quedado en los intermediarios y todavía no se percibe en la vida de los dueños de la tierra. Vaquiro Mendoza, representante legal de Agprocem, promociona su producto en la Feria de Cafés Especiales, evento que organizó la Gobernación como un símbolo de que el grano es una esperanza de futuro. Para algunos habitantes del sur del Tolima este futuro es incierto, pues no saben qué sucederá después del plebiscito. Aseguran que los enfrentamientos y los muertos sí cesaron desde que se definió el cese del fuego unilateral. Un visitante, por ejemplo, cuenta que borraron un grafiti que decía ‘muerte a los sapos’.
LA SOMBRA DE LA GUERRA Según el general Andrés González Cepeda, comandante de la Fuerza de Tarea Zeus, que opera en el Sur del Tolima, 700 de sus hombres resultaron muertos o heridos en combates con las Farc antes de decidirse el cese del fuego, y de los 15 frentes que tenía la guerrilla en la zona, actualmente queda el frente 21, que cuenta con 120 hombres. En Herrera, un corregimiento víctima de las Farc a donde la Policía volvió hace tan solo tres meses con 21 hombres luego de 21 años de ausencia, muchos de sus habitantes quieren paz, porque ya no estallan los cilindros en la esquina de sus casas, y porque no quieren sumar más muertos ni revivir el silencio y el sigilo que debieron guardar por años para evitar ser estigmatizados en cualquiera de los bandos de esta guerra. Sin embargo, la postura no es homogénea, y muchos temen que la guerrilla vuelva y se apodere de sus tierras y de sus vidas. Por ahora, un banco llegó ya ofreciendo créditos. Por Gaitania, corregimiento incrustado en las montañas desde donde bajaban los hombres de las Farc con facilidad para apoderarse del pueblo, los fantasmas de la historia se pasean por las calles. Allí está la esquina donde un hombre murió con la bala certera que disparó un guerrillero desde el filo de una montaña y al cual desde entonces apodaron Tirofijo, y también camina por ahí su hijo discapacitado, a quien todos conocen. Son las historias de un pueblo en el que los muertos amanecían en la calle principal, como cuenta uno de sus habitantes, y quienes conocían el lugar de entonces y vuelven ahora resaltan el comercio que se ha creado y la forma más relajada de las personas al saludar. En Gaitania se vive un presente mejor, pero el pasado no se ha ido del todo. Cerca de 100 de sus mujeres bajaron de las montañas para una videoconferencia desde La Habana con Victoria Sandino, guerrillera que lideró los debates sobre género, días antes de que se diera a conocer el acuerdo al respecto en las negociaciones en Cuba; querían saber de sus hijos, que un día, hace años, la guerrilla les quitó. También preguntaban si la firma de los acuerdos se los traerá de vuelta, o si con ella concluirán sus años de incertidumbre: si se enterarán de que han muerto y dónde están enterrados sus cuerpos. Mientras tanto, Gaitania sigue produciendo café de calidad. Dos caficultoras de sus tierras han ganado el concurso ‘La taza de la excelencia’ por la calidad del café de sus fincas, un logro que trae reconocimiento mundial, y por las calles se sigue vendiendo el pan caliente y el tinto de la esquina preparado a la manera tradicional, sin muchos adornos y sin un local como el de Mildred, pero con el mismo amor por el grano y con un sabor y un aroma difíciles de igualar.
foto : andrés arenas
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Ibagué.
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foto : andrés arenas
El significado de la paz El campo tolimense fue decisivo en la formación y consolidación de las Farc. Una razón más para que la región reciba con singular esperanza los nuevos aires de paz.
POR
Eduardo Pizarro Leongómez*
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l fin de las Farc tiene un hondo significado para Colombia, pero en especial para el Tolima. Este departamento fue no solo la cuna de las guerrillas comunistas a principios de los años cincuenta del siglo pasado, sino de las propias Farc en los años sesenta.
Por ello, si la paz es un profundo anhelo nacional, para el Tolima –una región que ha sido especialmente martirizada por la violencia política– es, sin duda, un acontecimiento. A finales de 1949, el XII Pleno del Comité Central del Partido Comunista decidió impulsar grupos de autodefensa campesina en medio de la guerra civil que se había desbordado tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948. Estos comités de autodefensa, que rápidamente se transformaron en
INTRODUCCIÓN
guerrillas móviles, tuvieron su principal zona de influencia en el sur del Tolima, en especial el antiguo municipio de Chaparral (que comprendía los actuales municipios de Ataco, Chaparral, Planadas, Rioblanco, Roncesvalles y San Antonio), cuna de grandes figuras de la historia nacional como José María Melo, Manuel Murillo Toro y Darío Echandía. En la II Conferencia Guerrillera que tuvo lugar en la vereda de Irco (Chaparral) a fines de 1950, estos destacamentos guerrilleros tomaron el nombre de Ejército Revolucionario de Liberación Nacional y actuaron conjuntamente con las guerrillas liberales que orientaron Gerardo Loaiza y sus hijos. El centro de operaciones de las guerrillas comunistas y liberales en el Tolima en aquella época estaba ubicado en el Cañón del Cambrín (Rioblanco), en el mítico campamento del Davis, sobre el cual se han tejido muchas historias. En estos años llegó a la región un joven aserrador liberal, Pedro Antonio Marín, proveniente de Génova, Quindío, escapando de la violencia con un grupo de primos. Tirofijo, quien más tarde adoptaría el nombre de un dirigente sindical comunista de Medellín, Manuel Marulanda Vélez, inicialmente se integró a las guerrillas liberales de sus familiares, los Loaiza. Sin embargo, cuando se desató en 1952 una guerra sin cuartel entre las guerrillas liberales (los limpios) y las guerrillas comunistas (los comunes), el futuro comandante de las Farc ya había ingresado al Partido Comunista y enfrentó, armas en mano, a sus antiguos aliados. En 1953, el general Gustavo Rojas Pinilla propuso su política de paz. Miles y miles de guerrilleros liberales se acogieron a esta política y depusieron las armas. No así las guerrillas comunistas, que tomaron la decisión de no entregar las armas y retornar a su condición de autodefensa campesina. Para ello, se desplazaron hacia algunas regiones vecinas (en el norte del Cauca y del Huila), pero, ante todo, se dirigieron hacia la región de Villarrica en el oriente del Tolima.
Y la historia se repitió. El gobierno cívico-militar de Rojas Pinilla consideró inaceptable que hubiera aparatos armados desafiando al monopolio estatal de las armas e inició un cerco militar en la región, desatando un nuevo ciclo de enfrentamientos armados: se trató de la terrible Guerra de Villarrica, que se prolongó hasta los inicios del Frente Nacional. En 1957 y 1958 se volvió a respirar en el país un ambiente de paz. La Junta Militar de Gobierno y el primer presidente del Frente Nacional, Alberto Lleras Camargo, abrieron nuevos espacios para la
Si la paz es un profundo anhelo nacional, para el Tolima –una región que ha sido especialmente martirizada por la violencia política– es, sin duda, un acontecimiento. reconciliación nacional. Se creó una Comisión Especial de Rehabilitación y la Comisión Nacional Investigadora de las Causas de la Violencia con el fin de superar definitivamente la Violencia. Desgraciadamente, las guerrillas comunistas de nuevo tomaron la decisión de no entregar las armas y decidieron volver a la autodefensa campesina, iniciando lo que se ha denominado la “colonización armada” hacia distintas regiones del país. La cúpula de las guerrillas comunistas, encabezada por Manuel Marulanda, se desplazó hacia el sur del Tolima e instaló su principal asentamiento en la región de Marquetalia, en el corregimiento de Gaitania. La constitución de zonas campesinas en armas que desafiaban al monopolio estatal fue otra vez fuente de profundas controversias. El dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado denunció en el Congreso de la República la existencia de unas “repúblicas independientes” que, en el contexto de la
revolución cubana y la emergencia de grupos guerrilleros en todo el continente en aquellos años, generaba enormes temores. Guillermo León Valencia tomó, entonces, la decisión de cercar Marquetalia y retomar el control estatal de esta compleja región en 1964. Tras los enfrentamientos, el Partido Comunista ordenó a las autodefensas transformarse, una vez más, en guerrillas móviles, las cuales recibieron inicialmente el nombre de Frente Sur –por su ubicación en el sur del Tolima– durante la I Conferencia Guerrillera que se celebró en esta zona a finales de 1965. Un año más tarde, en la II Conferencia Guerrillera, tomaron el nombre de Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). El ciclo autodefensa-guerrillas había terminado. Ahora era la guerra total por el poder del Estado. Pero la historia no había terminado. Muchos años más tarde, tras la muerte de Manuel Marulanda en el año 2008, el nuevo comandante general de las Farc, Guillermo Sáenz (Alfonso Cano), decidió instalar sus cuarteles generales en el mítico cañón de Las Hermosas. Es decir, decidió regresar nuevamente a la zona originaria de las guerrillas comunistas, al sur del Tolima. Así, pues, en el Tolima tuvieron lugar algunos de los momentos más decisivos en la historia de las Farc. Este hecho se ha visto reflejado en los resultados del plebiscito del pasado 2 de octubre en torno a los Acuerdos de Paz: el ‘No’ con 243.150 votos derrotó ampliamente al ‘Sí’, que solo obtuvo 164.061 votos. En 38 de los 47 municipios triunfó el ‘No’, en especial en las poblaciones más afectadas por el accionar de las Farc, tales como Chaparral, San Antonio, Rovira, Dolores, Villarrica, Planadas y Ataco. El Tolima quiere la paz y el fin de las Farc. Pero les exige a las Farc que asuman su responsabilidad histórica. * Sociólogo de la Universidad de París, miembro-fundador, director y profesor del IEPRI de la Universidad Nacional, ex presidente de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Relator de la Comisión de Historia del Conflicto y sus Víctimas (La Habana, Cuba).
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TOLIMA
Mujeres de la reconciliación El liderazgo femenino ha llevado a la creación de asociaciones en torno a proyectos productivos distintos de los convencionales oficios domésticos a los que han estado relegadas las mujeres. Reconciliación Colombia aspira a que estas iniciativas se potencien en la etapa que vive Colombia. 24
foto : jorge serrato
INTRODUCCIÓN
Yury Marcela Mendoza (izquierda) y María Ximena Figueroa encontraron en la Red de Mujeres Chaparralunas por la Paz un ejemplo de empoderamiento.
POR
Y
Ricardo Santamaría*
ury Marcela Mendoza Pira supo por boca de don Serafín, su abuelo, de la violencia que llegó a Chaparral de manos de los liberales armados en la década de los cincuenta para deambular como una temida leyenda. “Me decía que los llamaban los chusmeros, o algo así”, recuerda con esfuerzo Yury Marcela, quien a sus 31 años montó por primera vez en un avión para participar de la II Cumbre Nacional de Mujeres y Paz,
* Director de la Corporación Reconciliación Colombia
que reunió a lideresas de base, como ella, y las juntó con muchas otras cabezas de programas nacionales en el Hotel Tequendama de Bogotá durante la tercera semana de septiembre. Eran unas 700. “Yo me sé toda esa historia porque mi abuelo la vivió y me la contó. Guardo algunos recortes de periódicos y de hojas escritas por él mismo”, dice con orgullo, mientras alcanza un original empaque de 250 gramos de chocolate de mesa que produce la Asociación de Mujeres Organizadas de Calarma (Amocal), de la vereda Alto Redondo, en el corregimiento que lleva también el nombre de Calarma, donde Yury Marcela tiene sembrados 7.000 árboles de café y 1.000 plántulas de cacao. Treinta y seis mujeres de este pequeño rincón de Colombia pertenecen a Amocal. Su logotipo tiene la silueta de una mujer con las manos extendidas que también refleja un frondoso y bello árbol. De grandes ojos negros expresivos, cuenta con orgullo que su marido le tituló dos hectáreas y media de tierra para que pudiera acceder a la cédula cafetera y por esa vía obtener apoyo del gremio para su cultivo artesanal. Su “empresa cafetera”, como la llama Yuri Marcela, logró romper la forma patriarcal de la propiedad que ‘amarra’ a las mujeres económicamente a sus maridos, y para 2013 formalizó la Asociación de Mujeres Organizadas de Calarma para fortalecerse. “Hoy,
A la par que el fantasma de la guerra perseguía a Chaparral y a otros municipios del sur del Tolima, las mujeres trabajaban silenciosamente para salir adelante.
mi vereda y mi municipio es otro cuento”, dice. Chaparral aparece mencionado por Manuel Marulanda Vélez (Pedro Antonio Marín) desde el primer
párrafo de su libro Cuadernos de Campaña, donde narra por dónde comenzó todo este embeleco en el que los colombianos nos metimos durante ¡seis décadas! “La violencia gubernamental en el sur del Tolima dirigida contra liberales y comunistas –narra Marulanda–, llevó a que se formaran pequeños grupos que se enfrentaban a la Policía y a los conservadores armados, inicialmente en los municipios de Chaparral, Rioblanco y Ataco (…). Los habitantes de esta comarca, de recia tradición liberal, fueron señalados por los interesados en propagar la violencia con fines económicos y políticos”. También en su libro el fundador de las Farc confirmó desde la perspectiva guerrillera el relato que Yury Marcela escuchó de don Serafín: “Los calificativos de ‘nueve abrileños’ y de ‘chusmeros’ resumían todas las razones que se aducían para avanzar con la persecución política en las veredas, pequeños poblados y aun en las ciudades”. A la par que el fantasma de la guerra perseguía a Chaparral y a otros municipios del sur de Tolima, y se extendía a otras regiones de Colombia, las mujeres trabajaban de forma silenciosa para salir adelante. Amocal hace parte de una asociación de mujeres más grande, la Red de Mujeres Chaparralunas por la Paz, que data de 2000, cuando el ruido de la guerra fue muy fuerte, y que reúne a la población campesina e indígena del casco urbano y las áreas rurales del municipio. “Era importante organizarse y que hubiese un espacio para cualificar nuestros derechos”, dice María Ximena Figueroa, de la comunidad indígena Matora de Maito. Aunque sus nombres y apellido no dan pistas sobre su origen, María Ximena es una indígena de 36 años que desde los 15 años fue formada para labores distintas a las domésticas por los mohanes, que representan los ancestros pijaos. A lo largo de su vida, su papel dentro y fuera de la comunidad ha sido la defensa de los procesos sociales, no solo indígenas sino campesinos, y por eso tiene un vínculo estrecho con las juntas de acción comunal. El Tolima cuenta con nueve comunidades indígenas. De hecho, los orígenes del 25
foto : andrés arenas
TOLIMA
Skate Plaza, Ibagué.
departamento indican que su nombre viene de la cacica Dulima, una de las tres lideresas indígenas que defendieron su territorio del avasallamiento español. UN FUTURO ESPERANZADOR Sin duda, mientras que el género masculino abanderó la guerra, el liderazgo femenino se perfila para llevar las riendas en el posconflicto. La Red de Mujeres Chaparralunas por la Paz fue fruto de una de las asambleas por la paz que a principios de 2000 sectores de la sociedad civil impulsaron en los departamentos y municipios afectados por la violencia para hacerles frente a los señalamientos y la estigmatización. “En ese momento había muchas mujeres comerciantes acusadas de rebelión y algunas de ellas encarceladas”, recuerda María Ximena. Yuly Marcela y María Ximena representan el proceso de abrirse camino a punta de esfuerzo y dedicación, como la gran mayoría de las iniciativas con las que Reconciliación Colombia se ha venido encontrando. En este caso, el descubrimiento del silencioso proceso de Amocal y de la Red de Mujeres Chaparralunas vino de la Iniciativa de Mujeres por la Paz (IMP). Son los vientos del posconflicto, cuando el arraigo popular está siendo valorado y separado de lo 26
que antes se consideraba bajo sospecha de ser subversivo. En febrero de 2014, uno de nuestros reporteros escribió sobre la gente del Cañón de Las Hermosas, también en el Tolima, y cómo sus mujeres se resistían a seguir
Son los vientos del posconflicto, cuando el arraigo popular está siendo valorado y separado de lo que antes se consideraba bajo sospecha de ser subversivo.
padeciendo el conflicto armado y, en su lugar, desarrollaron un sofisticado trabajo organizativo que les ha venido protegiendo del fuego cruzado. “Nos organizamos para tener la oportunidad de hacer algo distinto a los oficios domésticos y ganar algo de plata”, dijo en aquel entonces Alcira Fajardo Caicedo, que redondea ya casi los 60 años, y que encontró en la Asociación de Mujeres de Las Hermosas (Asmur) un espacio de encuentro femenino, mientras en la vereda Rionegro, a dos horas de la entrada del cañón, las 14 mujeres de
la asociación se dedican a las labores apícolas. Asmur y otras tres asociaciones de mujeres en el corregimiento permanecen activas: la Asociación de Mujeres de El Cairo (Asomucar), la Asociación de Mujeres Progresistas de San Jorge (Asomuprosj) y la Asociación de Mujeres de El Escobal (Asmues). Existe otra más, de carácter mixto, llamada Asociación de Productores de Fruta (Aprofrus), en la vereda Aguabonita. Para nuestra corporación, esto se llama empoderamiento. Y eso es lo que el posconflicto va a traer para las regiones y sus gentes, sobre todo las menos favorecidas, que también son las que más duramente ha afectado el conflicto. Colombia está en un momento en el que debe perderle el miedo a la democracia, lo que no solo implica la elección popular de mandatarios locales, regionales y nacionales, sino perderle el miedo a que la gente se organice y haga sentir su voz. Es la forma de enfrentar los fantasmas –esos que persiguieron a la gente chaparraluna y que han incentivado la violencia–, para darle paso a la reconstrucción de confianza en las gentes, sus territorios y sus instituciones, pues una institucionalidad fortalecida le garantizará a Colombia dar pasos contundentes hacia la reconciliación.
foto: andrĂŠs arenas
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AnzoĂĄtegui, norte del Tolima. 27
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
foto : christina gómez echavarría
Hernando Corral acaba de lanzar un libro que revela detalles desconocidos del proceso de paz en La Habana.
‘La apatía en las urnas es un fenómeno extraño’ El tolimense Hernando Corral, uno de los periodistas más destacados del país, habla de todas las violencias que ha sufrido el departamento y lanza su tesis de por qué la región dijo No al plebiscito por la paz. 28
INTRODUCCIÓN
prestaron a ese juego porque no fue una pelea contra los ricos. SEMANA: ¿Y el sur? POR
N
Paola Villamarín*
ació en Santa Isabel. Se crió en el Líbano. Y se volvió periodista en Bogotá. En su niñez, Hernando Corral vivió la época de la Violencia. En su juventud, se hizo militante del ELN –“cuando estaban en furor el padre Camilo Torres y la guerra del Vietnam”–, líder sindical y reportero de la revista Alternativa, donde aprendió el oficio con Enrique Santos Calderón, Gabriel García Márquez y Antonio Caballero. Acaba de publicar Relatos clandestinos de una guerra que se acaba, en el que revela detalles desconocidos del proceso de paz en La Habana.
SEMANA: ¿En qué contexto creció usted en el Tolima?
HERNANDO CORRAL: Me crie en todas esas zonas de violencia liberalconservadora. Desde que nací estoy viendo muertos. Era esa una violencia promovida por ambos partidos, que se mataban por una bandera azul y otra roja. SEMANA: ¿Cuáles eran esas zonas?
H.C.: El norte del Tolima: el Líbano, Santa Isabel; y el centro del departamento: Venadillo, Alvarado, Rovira, Piedras. Desde chiquito, veía cómo los campesinos venían de veredas liberales o conservadoras, se ponían a tomar trago y a escuchar ranchera o tango y después se mataban en la plaza. Eran campesinos azuzados por los jefes liberales y conservadores que nunca respondieron por esos crímenes, sino que se sentaron un día y se tomaron unos whiskys e hicieron la paz y crearon el Frente Nacional. SEMANA: Vivió violencia y zozobra…
H.C.: Claro. Mi papá era conservador y, afortunadamente, vivimos en pueblos liberales; él convivía con los liberales y ellos nunca se metieron con él. Pero yo veía cómo Laureano Gómez y Jorge Leyva, entre otros jefes políticos que llegaban desde Bogotá, incitaban a la confrontación y ponían a pelear al pueblo. Eso continuó después con la violencia guerrillera. Es lo que el profesor francés Daniel Pécaut definió como una guerra entre la sociedad más pobre. Las guerrillas se * Editora general de Especiales Regionales
H.C.: Es donde se enquistó la guerrilla y donde hubo mucha violencia liberal: en Chaparral, Villarrica, Rioblanco. Esa experiencia de violencia fue utilizada por las Farc y por eso pactaron con muchos jefes liberales y los convirtieron en guerrilleros revolucionarios, como Tirofijo. SEMANA: ¿Cómo vivieron los jóvenes ese tránsito de la violencia bipartidista a la guerrillera?
H.C.: Estábamos influenciados por la efervescencia de las luchas revolucionarias en el mundo y en especial de la revolución cubana, con un carismático comandante como Fidel Castro, que tenía un discurso muy a favor de los pobres, y por un sacerdote como Camilo Torres. Para nosotros era fácil asimilar la violencia porque vivíamos en medio de ella, era parte de nues-
“Faltó una pedagogía clara sobre las bondades de los acuerdos en materia agraria, en especial en las zonas campesinas donde las Farc se conformaron como organización guerrillera”. tra cultura ver muertos todos los días. Apoyamos la violencia revolucionaria para cambiar lo que estaba pasando en Colombia, para luchar contra la miseria, la pobreza, el abuso de la clase política y los partidos tradicionales.
SEMANA: ¿Cuándo vino el desencanto? ¿Por qué dejó de militar en el ELN?
H.C.: Como lo digo en mi libro Relatos clandestinos de una guerra que se acaba, mis reflexiones sobre la violencia armada comenzaron cuando entré a trabajar en la revista Alternativa y coincidieron con los cuestionamientos de Replanteamiento, un importante grupo de personas vinculadas a la guerrilla del ELN, especialmente en Bogotá, y con la salida del monte de un numeroso grupo de guerrilleros que abandonó la lucha armada. La salida de Fabio Vásquez como jefe del ELN puso al descubierto los numerosos fusilamientos y el
autoritarismo que reinaba en esa organización y permitió descubrir que en las demás organizaciones guerrilleras sucedía lo mismo y que habían perdido su rumbo y su idealismo, confundiendo los fines con los medios.
SEMANA: ¿Qué tan difícil fue cuestionarlos?
H.C.: No fue una tarea fácil, ya que muchos sectores universitarios y en algunos grupos intelectuales y ‘seudointelectuales’ existía una clara simpatía y complicidad con los grupos guerrilleros. Hacían caso omiso con sus acciones vandálicas y guardaban silencio ante sus claras violaciones de los derechos humanos. SEMANA: ¿Usted ha vuelto al Tolima?
H.C.: A Ibagué muy de vez en cuando, pero sigo ligado al Tolima, sobre todo al Líbano.
SEMANA: ¿Por qué ha habido tanto liderazgo de la gente del Líbano en Colombia?
H.C.: Porque era un pueblo muy liberal, fundado por gente que tenía un pensamiento más abierto. Allí los masones tuvieron mucha importancia. SEMANA: ¿Dónde más hubo masones en el Tolima?
H.C.: Sobre todo en esos pueblos liberales como el Líbano y Chaparral. Ser masón en esa época era estar en contra de cualquier dictadura o de cualquier monarca; era una manifestación de libertad. Eran pueblos que seguían el pensamiento de los jefes liberales más progresistas, más avanzados, que tenían un discurso más social. La masonería fue la base social para un nuevo pensamiento, para una rebeldía, para soñar con cambiar el mundo.
SEMANA: ¿Por qué cree que el Tolima votó por el No?
H.C.: La primera explicación fue la ausencia de una pedagogía clara de parte del gobierno del presidente Santos sobre las bondades de los acuerdos en materia agraria, en especial en las zonas campesinas donde las Farc se conformaron como organización guerrillera y en regiones donde posteriormente se asentaron. Un segundo argumento es la influencia de Álvaro Uribe y el Centro Democrático en el Tolima. Finalmente, en el Tolima también se sintió la apatía de los votantes para ir a las urnas, fenómeno extraño en un departamento que padeció primero la violencia liberalconservadora y en los últimos 50 años, la violencia guerrillera, especialmente la de las Farc. 29
foto : jorge serrato
TOLIMA LA TIERRA QUE SOÑAMOS
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El Tolima siempre ha tenido vocación agrícola. Ocupa los primeros puestos en producción de arroz, café, fríjol y sorgo, entre otros productos.
INTRODUCCIÓN
Tierra firme de oportunidades La región ofrece a las empresas grandes posibilidades para abastecer el mercado bogotano. La agroindustria, el turismo y la logística son solo algunas de las opciones para su crecimiento.
POR
N
Silverio Gómez Carmona*
o es regionalismo o amor por la patria chica, pero pocas zonas del centro del país tienen tantas ventajas comparativas naturales para aprovechar en pos de su progreso y, sin embargo, también pocas como el Tolima deben concentrar tanto esfuerzo para labrar este progreso. Por su ubicación estratégica en el centro del triángulo Bogotá-MedellínCali, y por ser paso obligado hacia los puertos del Pacífico, el Tolima tiene la gran oportunidad de ser un nodo logístico gracias a las carreteras Bogotá-Buenaventura y Bogotá-Cambao-MurilloManizales, que en un futuro cruzará el norte del departamento, la conexión a la costa por la vía Ibagué-Girardot-Puerto Salgar, y la salida hacia el sur por la vía Neiva-Girardot. Así, el Tolima reafirma su primer puesto en “costos de transporte terrestre al mercado interno”, que se hace superlativo por su cercanía a Bogotá, primer mercado nacional, que representa, con su área de influencia, el 30 por ciento de la riqueza nacional. Pero no solo eso. Es una realidad que las grandes ciudades del mundo ‘expulsan’ a las empresas que pierden competitividad por los altos costos de propiedad, los impuestos y la logística. En el caso de Bogotá, ese desplazamiento se dio inicialmente hacia los municipios aledaños, pero * Periodista y consultor
es clara ya una saturación. Con la moderna infraestructura de comunicación, la envidiable riqueza hídrica, la disponibilidad de mano de obra y la producción de materias primas, en particular agrícolas, la opción de instalarse en el Tolima tiene lógica. Aquí no solo la tierra es más barata que en la capital, sino que el flete Ibagué-Bogotá es el más bajo en comparación con otras ciudades. El Tolima no tiene mar, pero es una ‘tierra firme’ para disfrutar. Esto lo comprueba el hecho de que el 70 por ciento de quienes salen de Bogotá con ese objetivo, toman la
Aquí no solo la tierra es más barata que en la capital, sino que el flete Ibagué-Bogotá es el más bajo en comparación con otras ciudades.
ruta hacia el Tolima y no solo por el atractivo de las piscinas. En Colombia, son contados los sitios que acumulan tanta historia como el triángulo Ambalema-Mariquita-Honda, en el norte del Tolima. Caminar las calles de Ambalema es pasearse por la historia; esta fue la capital del tabaco que salía hacia Europa, y su Casa Inglesa es un testimonio colonial. Mariquita fue el laboratorio de la Expedición Botánica del
sabio Mutis; allí murió el fundador de Santa Fe de Bogotá, Gonzalo Jiménez de Quesada, y uno de sus caserones fue casa de la moneda en la que el oro se fundía en grandes hornos y, convertido en lingotes, era enviado al rey de España. Honda, la ciudad de los puentes –tiene 40–, es considerada la ‘Cartagena del interior’: la huella española está impresa en su arquitectura, con estrechas calles empedradas y grandes ventanales con rejas coloniales. La distancia entre la capital del país e Ibagué, dos horas y media, también abre una gran puerta para que muchos capitalinos vivan en la ciudad musical y sus alrededores y trabajen tres días a la semana en la agitada metrópoli, con cuatro días de ‘recuperación’ y buena vida… también trabajando con la ayuda de la tecnología. El clima, la naturaleza, la cultura musical, la hospitalidad y la gastronomía son, sin duda, atractivos de la vecina ciudad. LAS APUESTAS PRODUCTIVAS El Tolima ha sido un departamento con vocación agrícola: primer productor nacional de arroz y entre segundo y tercero de café. También ocupa los primeros puestos en producción de fríjol, maíz, sorgo y frutas como mango, limón, guayaba y aguacate. Hasta comienzos de los años noventa del siglo pasado fue potencia algodonera, pero la apertura de la economía, con la revaluación, la baja productividad y la no certificación de la producción acabaron con sus posibilidades. Pese a la pérdida de dinamismo del agro a nivel nacional –pues solo representa ya el 6 por ciento del PIB–, en el Tolima la actividad agropecua31
ria se mantiene como el primer sector productivo, representando el 14 por ciento de su economía. En todo caso, se encuentra en franco descenso, al igual que –de acuerdo con investigaciones de la Andi regional– el sector industrial, que también ha sufrido un retroceso. Incluso actividades que eran importantes a comienzos del siglo, como las textiles, de confecciones y muebles, han perdido participación, y otras, como las artes gráficas, virtualmente han desaparecido. Aun se destaca, no obstante, en la manufactura y en la producción de minerales no metálicos y de alimentos procesados. Todo esto ha hecho que el crecimiento de la economía local esté por debajo de la nacional en más de 1 punto, y que el departamento haya perdido importancia relativa en contribución a la riqueza y haya descendido en el ranking frente a otros departamentos. Esta difícil situación se atribuye a la prolongada crisis económica departamental, y en especial la que vivió la ciudad de Ibagué desde finales de los años noventa, asociada, entre otros factores, al vencimiento de las exenciones tributarias y arancelarias establecidas por la tragedia de Armero, que llevó a la liquidación o traslado de empresas principalmente manufactureras. El Tolima no ha logrado hacer el tránsito hacia una modernización productiva. La vocación minera del Tolima es ancestral. Los pijaos y los panches, que hicieron la cultura Tolima, vivían de la agricultura, hicieron cerámica, explotaron el oro y le dieron relevancia a la música; las minas de oro y plata en el norte fueron un gran atractivo para los españoles, e Ibagué llegó a ser considerado un centro aurífero hasta finales del siglo XIX. Don José Celestino Mutis arribó a Mariquita más con una vocación minera que de científico, e incluso fue socio de minas en Ibagué, en tanto que el autor de La María, Jorge Isaacs, se radicó en la capital tolimense, atraído por el oro. Hoy el Tolima tiene uno de los yacimientos más importantes de oro en Colombia y el mundo, La Colosa, en Cajamarca, pero la disputa sobre su explotación e impacto ambiental tiene al proyecto en el limbo. De acuerdo con datos de Fedesarrollo, el departamento podría más que doblar su 32
La agricultura representa el 14 por ciento de la economía del departamento. Es su primer sector productivo. En la foto, el fruto del cacao.
crecimiento económico si hiciera una explotación responsable del recurso; en 2020 deberá definirse si se otorga la licencia ambiental para su operación. Una eventual decisión popular de prohibir la minería a cielo abierto, promovida por las autoridades locales, podría golpear muy duro la débil estructura productiva regional más allá del proyecto mismo, pues la región es
El Tolima tiene uno de los yacimientos de oro más importantes en Colombia. Podría más que doblar su crecimiento económico si hiciera una explotación responsable del recurso. una de las más importantes en producción de material de arrastre para la construcción y tiene una de las minas más grandes del país de material para la producción de cemento.
foto : jorge serrato
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Además de la minería, que comienza a mostrar decaimiento no solo regional sino nacional, los sectores de la construcción, el transporte y las comunicaciones ofrecen oportunidades de desarrollo para el centro del Tolima, y podrían jalonar inversiones privadas hacia otras actividades como el turismo y la agroindustria, potenciando las fortalezas naturales y la vocación productora de insumos de la región. Para esto se requiere un esfuerzo de promoción tanto del gobierno como del sector privado locales, que parece no compadecerse con la urgencia del desarrollo en la zona. Hace dos años, una investigación del Centro Nacional de Consultorìa (CNC) preguntó a los tolimenses cómo quieren que sea la región en 15 años. La respuesta fue: que tenga más oportunidades de empleo y empresas, que Ibagué cuente con grandes avenidas y sea segura, tranquila, culta y hospitalaria, y que exista una variada oferta en educación… Un sueño que los mismos tolimenses deben liderar, aprovechando que fueron premiados por la naturaleza, la historia y sus ancestros.
foto : daniel reina romero
El Tolima de Juan Mario
Juan Mario Laserna fue un economista con visión, comprometido con el desarrollo de su región y siempre curioso por los temas más diversos. Un amigo y pupilo recuerda su labor pública y algunas de sus facetas personales. 34
INTRODUCCIÓN
POR
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Miguel Ángel Barreto Castillo*
ragmático por su carácter personal y formación académica y por lo que representaba en el mundo de la economía, distinguido por la profundidad de sus más diversos conocimientos y con un trato excepcional a sus semejantes, Juan Mario Laserna desarrolló la búsqueda de un pensamiento holístico, una tarea sumamente compleja durante la transición del siglo XX al XXI, cuando la especialización del conocimiento, junto a las tecnologías, gobiernan los saberes. Lo conocí en el año 2009, al inicio de su camino político electoral. Lo acompañé hasta el último de sus días; fui testigo de que como economista advirtió con anterioridad de la disparidad del sistema pensional, la peligrosa carga tributaria que seguía recayendo en las clases medias y populares como consecuencia de los constantes huecos fiscales de la Nación, los peligros de los monopolios (especialmente de la telefonía móvil) y la evasión y los paraísos fiscales, que con el escándalo de los Panamá Papers terminaron por darle la razón. Al margen de las ciencias económicas, sin embargo, puedo asegurar que tenía una inmensa curiosidad por los misterios divinos. Uno de sus más íntimos tesoros intelectuales, que compartía con pocas personas, fue, a través de la historia de las religiones, la búsqueda de su propia espiritualidad. Le gustaba asomarse en los recónditos misterios del catolicismo, el protestantismo europeo y la cábala, y lo seducían las concepciones de las religiones de Oriente. Con el afecto que le tuve por sus enseñanzas, podría definirlo como un hombre cuyo interior permanecía ávido de grandes conocimientos. Su contacto con personas cosmopolitas y cultas también le permitió incorporar un gusto excelso por la historia, el arte, la filosofía, la
* Representante a la Cámara
música y la literatura. Tenía la formación de un distinguido burgués, pero su trato jovial le permitía establecer comunicación con un humilde labriego con mucha facilidad. No era un hombre selectivo, y entendía que la sabiduría popular es menos ambigua e igualmente valiosa cuando de aprender algo nuevo se trata. Lo recuerdo, como si fuera ayer, montado a caballo, recorriendo su finca familiar y desplazándose por todos los municipios del Tolima, maravillándose con el paisaje de las veredas, haciendo su primera campaña para el Senado. Sí, ese hombre que pudo haber materializado su vida fuera del país, convertirse en un diplomático, banquero o directivo de algún organismo internacional, disfrutaba y agradecía una aguadepanela con queso o un tinto cerrero ofrecidos con generosidad por campesinos que a su paso salían a saludarle y a los que él devolvía el saludo con un gesto de bondad.
Siempre le sorprendió que fueran los más humildes, y quienes no gozan de los beneficios de la Nación, los más atentos y desprendidos con lo poco que poseen.
Siempre le sorprendió que fueran los más humildes, y quienes no gozan de los beneficios de la Nación y se ubican en la periferia del Estado, los más atentos y desprendidos con lo poco que poseen. Precisamente esas experiencias personales y su recorrido por el Tolima lo llevaron a profundizar en la política, entendida como una ciencia que debe generar resultados y garantizar los deberes y derechos de los ciudadanos. Cuando el bicho de la política comenzó a rondar su cabeza, quiso poner sus conocimientos académicos y sus cualidades humanas al servicio de su querido Tolima, y notó en la práctica que las políti-
cas públicas del Estado resultaban ineficientes porque no llegaban a la gente que verdaderamente las necesitaba. Predicaba que el desconocimiento de la problemática social en las regiones llevaba a los altos funcionarios a tomar decisiones no acertadas y que el excesivo centralismo del poder estaba ahogando las regiones, un tema que poco a poco lo distanció del gobierno y lo llevó a ejercer una voz crítica pero siempre autorizada. Desde el Partido Conservador, y como senador, impulsó en beneficio del departamento importantes iniciativas relacionadas con servicios públicos, vías y educación, entre ellas la gestión desde el Legislativo de la consecución de recursos para la construcción de vías terciarias, la apertura de sucursales bancarias, el mejoramiento de cobertura en servicios públicos veredales, la construcción de espacios de recreación, como polideportivos para la población rural, y el mejoramiento de infraestructura para hospitales y centros de salud, hoy realidades para los tolimenses. Junto a él recorrí los ríos y quebradas que rodean la ciudad de Ibagué, desde donde veíamos con gran preocupación las dificultades para acceder al agua. Esto lo alentó a ayudar a gestionar la consecución de dineros para la construcción del acueducto complementario y el Conpes en agua y saneamiento básico que permitiría beneficiar a más personas con el servicio de agua potable. Sus obras, por lo tanto, se pueden traducir en un aporte al desarrollo de la región y al cumplimiento cabal de su palabra y compromisos. Lo cierto es que la historia dirá que por estas tierras tolimenses anidó un ser humano de mucho vuelo, convencido de que el tema político debe asociarse con el servicio, respetuoso con sus semejantes, curioso como un niño, visionario, intelectual, solitario, pero sobre todo un amigo, cuya temprana partida deja un vacío imposible de llenar, y un maestro del cual heredé el reto de seguir construyendo un Tolima con menos divisiones partidistas y más centrado en el progreso colectivo. 35
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Con los pies en el territorio Los rincones del Tolima están llenos de un gran potencial. El gobernador escribe sobre sus planes para desarrollarlo con estrategias educativas, de innovación, de mejoramiento de la seguridad y de inclusión social.
POR
S
Óscar Barreto Quiroga*
iempre es bueno para nuestro departamento contar con escenarios de difusión que nos permitan enterar al país de lo que somos, de lo que queremos, de lo que visionamos y hacemos. Nuestras ventajas comparativas son sin igual. En las competitivas trabajamos con ahínco para mejorarlas, tenemos una visión y unas apuestas en nuestro gobierno que nos permitirán presentarnos como un departamento más seguro, más educado, innovador y con preferencia por lo social; con los pies en el territorio, sobre todo en las zonas más apartadas llegamos para
* Gobernador del Tolima.
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ofertar institucionalmente con hechos reales, tangibles, proyectos y programas con líneas de inversión y tiempo definidas, que nos permiten recobrar en el ciudadano la credibilidad y la confianza, perdidas durante décadas de abandono. La estigmatización de violencia que nos ha marcado territorialmente, la hemos venido combatiendo con articulación institucional de manera sistemática y estructural, para ello, hemos identificado los potenciales de cada uno de nuestros territorios, sus vocaciones, sus experiencias, pero sobre todo sus quereres y quehaceres; con esos elementos orientamos nuestro trabajo y nuestras inversiones, logrando en el corto plazo hechos contundentes como el de la pasada Feria de Cafés Especiales, que hicimos en Planadas, donde tuvimos más de 4.000 visitantes nacionales y
extranjeros y negocios que superaron los 5.000 millones de pesos, o los logros en la pasada feria ExpoEspeciales, donde logramos vender la carga tolimense de café por libra más costosa de la historia del mercado del café colombiano, o la feria Ibagué Negocios y Moda, donde tuvimos más de un centenar de empresas del sector textil, confección y moda y se pactaron negocios por 14.622.732.000 que se dieron en 1.211 citas de negocios programadas, con compradores de 38 ciudades del país, seis compradores internacionales y 12 misiones comerciales que sumaron un total de 698 compradores; estos son dos claros ejemplos de las apuestas que hacemos por sectores para el desarrollo económico y social del Tolima. Nuestra inversión social busca afectar positivamente a los más desprotegidos, a los niños, niñas, ado-
foto : jorge serrato
EL DEPARTAMENTO
La Feria de Cafés Especiales de Planadas tuvo más de 4.000 visitantes y los negocios superaron los 5.000 millones de pesos.
lescentes, mujeres y adultos mayores, grupos poblacionales claves, que siempre han sido golpeados por el abandono gubernamental, en ellos hacemos intervenciones integrales y enormes esfuerzos para garantizarles una mejor calidad de vida. Nuestras potencialidades en materia turística las enrutamos bajo los preceptos de inversión en infraestructura y vocación turística, y las hemos dividido territorialmente para el goce efectivo de quienes nos visitan; páramos, montañas, nevados, ríos, piscinas, música y cultura, conforman la amalgama perfecta de posibilidades que brinda nuestra tierra, cerca de todo y de todos. Acciones diferenciales integrales que no signifiquen más de lo mismo, que tengan como premisa la innovación, son las que aplicamos a cada sector económico y social del
La estigmatización de violencia que nos ha marcado, la hemos venido combatiendo con articulación institucional de manera sistemática y estructural.
Tolima, de esa manera estamos marcando la diferencia y damos un gran impulso al desarrollo, tal y como lo hacemos con nuestro programa ‘Más Cerca de TIC’, que fue implementado y se viene adelantando en 415 instituciones públicas del departamento, específicamente en zonas rurales y en los lugares más apartados, una mirada
diferente para generar un contexto diferente, que les permita a las nuevas generaciones procesos de formación y vidas exitosas. El gobierno nacional ha puesto sus ojos en la inversión regional, actitud que agradecemos y seguimos solicitando, para articular más y mejores escenarios para nuestros ciudadanos, el esfuerzo conjunto dará, sin duda, mejores frutos. En el Tolima todos los días descubro hermosos lugares, gente buena y trabajadora, gente valiente y leal, tenemos enormes retos que venimos cumpliendo y por los cuales seguiremos trabajando, cercanos a la gente con los pies en el territorio. Los invito al Tolima, tierra de seguridad, tranquilidad y progreso, con las mejores gentes, buena gastronomía, riqueza natural, cultural, musical y sobre todo dispuestos a que siempre nos recuerden y regresen. 37
foto : jorge serrato
OPINIÓN
Devolviendo atenciones El alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, ha relegado a un segundo plano la administración de la ciudad para favorecer sus aspiraciones políticas.
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POR
Wilson Leal Abogado de Leal Asesores.
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a vida nos ha mostrado la dureza de la expresión ‘No desear a alguien lo que no deseas para ti’. En Ibagué, durante el cuatrienio del gobierno de la ‘Bogotá Humana’, nos solazamos viendo a constructores e inversionistas, en general, llegando de huidas de la incertidumbre y del particular modo de hacer las cosas que el equipo de Gustavo Petro le imprimió a la administración pública distrital. Guillermo Alfonso Jaramillo fue un integrante notable del equipo de la Bogotá Humana, primero como secretario de Salud y luego como secretario de Gobierno, y aunque los tolimenses le reconocemos que disminuyó la tasa de desempleo en la ciudad de Ibagué, ya que muchos coterráneos fueron llamados a prestar servicios en la capital, la opinión pública bogotana no vio con buenos ojos esa parte de su ejecutoria. El desastroso balance del gobierno de Petro hizo evidente que la continuidad política de la izquierda en Bogotá estaba más que comprometida, y por ello Jaramillo, que veía la Alcaldía de Bogotá con interés, volteó su mirada hacia Ibagué.
Fue entonces cuando el río volvió a su cauce, y la Bogotá Humana llegó a Ibagué. El alcalde trajo a la ciudad el legado del petrismo en términos de sectorización del ejercicio administrativo, improvisación de la agenda y priorización del componente político por encima de cualquier otra consideración. Para Jaramillo, los más ricos, los ‘destetados’ del poder, los que ejercen determinadas actividades, pero en últimas los que no están con él, no tienen derecho a hacer parte del mapa de la ciudad, porque guardan en sus corazones y en sus cuentas bancarias razones oscuras que los inhabilitan. Resulta legítimo y deseable, entonces, adoptar decisiones y orientar inversiones con el argumento de castigar, así el más elemental examen revele la torpeza, la inconveniencia o la ilegalidad de la medida. La improvisación de la agenda surge del hecho de ser Ibagué plato de segunda mesa en la aspiración política del burgomaestre; por lo que nunca fue prioritario para él conocer sus dinámicas y sus problemas, la urgencia de su aspiración política pospuso la tarea de gobernar la ciudad con conocimiento. La falta de un equipo preparado para gobernar ha llevado a la administración a devolver las atenciones burocráticas que en el pasado nos ofrendó la capital de la República. La priorización del factor político en cualquier cálculo, así ello implique desechar la colaboración de quien pueda llegar a aportar en la solución de los problemas o desperdiciar recursos, se ha vuelto nota característica de una administración que demostró que los beneficios que como ciudad tuvimos por cuenta del gobierno de Petro eran mucho menores que los perjuicios que sufriremos al ponerse en marcha en Ibagué su programa político.
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* Esvdfecdsf.
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ECONOMÍA
recogiendo frutos Estratégicamente ubicado y con una agroindustria diversa y en proceso de modernización, el Tolima busca posicionarse como eje logístico y productivo del país. 41
TOLIMA
Donde convergen los negocios Las propuestas de desarrollo de la Andi para el Tolima están enfocadas en el fortalecimiento de los sectores agroindustrial y minero, y buscan la generación de una dinámica de crecimiento que traiga mayores beneficios al departamento. POR
María Cristina Lara. Gerente de la Andi, seccional Tolima.
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ara el año 2014, un poco más del 45 por ciento del PIB industrial en Colombia era aportado por el eslabón industrial en la cadena agroindustrial, constituida por la ela-
boración de artículos de molinería, procesamiento de productos de café, elaboración de alimentos preparados para animales y derivados lácteos. A partir de estas cifras, la Andi construyó
foto : andrés arenas
ECONOMÍA
El Tolima es proveedor del 3,3 por ciento de los productos frescos que consume Bogotá y podría llegar al 10 por ciento.
una propuesta de desarrollo para el Tolima sustentada en fortalecer el potencial del sector agroindustrial, impulsar los encadenamientos del sector minero y consolidar un clúster de mantenimiento para atender los más de 800.000 vehículos de carga que transitan anualmente por las carreteras del departamento. Hasta la fecha, ya se han venido consolidando encadenamientos alrededor de sectores como el avícola, con inversiones de importantes empresas con eslabones productivos en la fabricación de alimentos balanceados, toda vez que el departamento del Tolima cuenta con un potencial en materias primas para este sector. Adicionalmente, hacia el futuro se afianzarán inversiones existentes en genética avícola, huevos
fértiles, huevo de mesa y levante de pollo, que, sumadas a nuevos recursos, ampliarán la capacidad instalada en el beneficio del pollo en canal y su comercialización. De acuerdo con las estimaciones de la Andi, el Tolima, proveedor del 3,3 por ciento de los productos frescos que consume Bogotá, podría aumentar esta cifra al 10 por ciento. El departamento está encaminado hacia el desarrollo de sus cultivos, privilegiando el aguacate, anón, toronja, guanábana y limón, con los que ocupa el primer lugar como productor nacional, y el mango, del que es el segundo del país. De otra parte, es importante señalar que los cultivos agroindustriales tienen una participación del 54,5 por ciento en las actividades agropecuarias en el territorio tolimense, donde los tres cultivos más importantes son el algodón, el café y el cacao, que también han tenido un comportamiento destacado. En cuanto al café, el Tolima lleva más de 25 años exportándolo a mercados como el japonés, donde se utiliza en la preparación de diferentes bebidas comercializadas en dispensadores, tiendas y supermercados. El cacao, por su parte, representa hoy para el Tolima el tercer cultivo agroindustrial, con una participación del 8,9 por ciento en el escenario nacional. El papel estelar en la economía local, sin embargo, lo tiene el arroz, cuya agroindustria representa el 31,3 por ciento del PIB industrial y genera el 29 por ciento del empleo industrial del departamento. Una segunda apuesta se enfoca en el desarrollo del sector minero, que para 2014 representaba el 8 por ciento del PIB del departamento y también ha generado unos importantes encadenamientos hacia la industria. De hecho, cerca del 50 por ciento del PIB industrial del departamento está compuesto por derivados del petróleo y minerales no metálicos. Vale la pena resaltar que el 90 por ciento del feldespato que consume la industria nacional se pro-
duce en Ibagué para la industria del vidrio, la cerámica y los fertilizantes de cuarta generación para el sector agrícola. De otra parte, en su propuesta de desarrollo para los actuales mandatarios locales, la Andi ha planteado que Ibagué sea el centro del clúster del mantenimiento de vehículos de carga del país, para aprovechar así el tránsito de los más de 800.000 vehículos que anualmente pasan por las carreteras del departamento. Esta propuesta ha tenido acogida en la industria automotriz, de lubricantes, de repuestos, de motores y de empresas de servicios, que ya han venido adecuando sus patios para prestar el mejor servicio en mantenimiento preventivo y correc-
La Andi busca que Ibagué sea el centro del clúster del mantenimiento de vehículos de carga del país, para aprovechar los 800.000 que pasan cada año por sus carreteras.
tivo de los vehículos. El proyecto contempla ir ampliando el círculo de servicios a los conductores con restaurantes, servicios de salud, capacitación y posibilidades de alojamiento. La Andi les ha propuesto a los dirigentes del Tolima que sus actividades avancen hacia productos, bienes y servicios de mayor complejidad que puedan generar una dinámica de crecimiento, mejores ingresos y ofertas de trabajo para los tolimenses y una mejor participación en la economía nacional. El camino está fundamentado en consolidar estas apuestas como opción de desarrollo que permitan potenciar la economía en el departamento. Ese es nuestro desafío. 43
foto : guillermo torres
/ semana
TOLIMA
MOVILIDAD
OPINIÓN
Por las vías del tolima El mejoramiento de la infraestructura vial adelantado por la ANI garantizará una mejor conectividad desde el centro del país hacia las regiones del sur y la costa Caribe.
E
POR
Luis Fernando Andrade Moreno Presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura
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l Tolima es una región clave en el programa de infraestructura vial que adelanta el gobierno bajo el liderazgo de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), con el cual se impulsarán la competitividad y el desarrollo del país. Su posición privilegiada lo convierte en un punto estratégico de comunicación: las autopistas de cuarta generación buscan conectar al departamento no solo con la capital del país, sino, en el norte, con los centros de producción de Antioquia y los puertos de la costa Caribe, y en el sur y suroccidente, con la frontera con Ecuador y el puerto de Buenaventura. En esta región se están ejecutando cuatro megaproyectos de cuarta generación: las autopistas Girardot-Ibagué-Cajamarca, Girardot-Neiva, Cambao-Líbano y Girardot-Honda-Puerto Salgar, cuyas inversiones ascienden a los 3,73 billones de pesos. Allí también se están llevando a cabo importantes obras, como el segundo viaducto de Gualanday, ejecutado por la concesión actual Girardot-Ibagué-Cajamarca, y las obras de la iniciativa privada Ibagué-Cajamarca, que iniciaron a principios de este año y cuyas inversiones ascienden a 1,2 billones de pesos. Estas nuevas obras contemplan la construcción de
35 kilómetros de nuevas vías, que incluyen la variante Boquerón y el paso urbano por Cajamarca. A ello se suman 31 kilómetros de dobles calzadas entre Boquerón y el valle de Cocora y 17 kilómetros entre el valle de Cocora y Cajamarca. En dirección al sur se encuentra contratado el corredor Girardot-Espinal-Neiva, una autopista de cuarta generación en la que se están invirtiendo 836.687 millones de pesos. Y en cuanto a la conexión con la costa Caribe y con los centros de producción en Antioquia, desde el Tolima se puede salir a través de los corredores Ibagué-MariquitaHonda, que hacen parte del proyecto de 4G Cambao-Manizales, y desde el norte del departamento por Cambao-Armero-LíbanoMurillo, proyecto que contará con 583.329 millones de pesos. Otro de los proyectos vitales para la conexión del Tolima con el norte del país es el corredor Girardot-Honda-Puerto Salgar, el cual garantizará la conexión sur-norte de la troncal central mediante una vía paralela al río Magdalena, que conecta al municipio de Flandes con Puerto Salgar, llegando a la Ruta del Sol 2. Este proyecto contempla inversiones por 1,1 billones de pesos y se convierte en otra alternativa para conectar la capital del Tolima con la costa Caribe. Todos estos esfuerzos están encaminados a mejorar la infraestructura vial y conectividad del departamento mediante la construcción de vías con mejores especificaciones, dobles calzadas, túneles y viaductos, que permitirán la disminución de los costos de transporte y los tiempos de recorrido hacia las otras regiones del país. Así mismo, el desarrollo de esta infraestructura trae nuevas oportunidades de empleo en la región, gracias al compromiso del gobierno nacional y de los concesionarios de capacitar y emplear a personas de las regiones de influencia de cada proyecto.
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En el departamento del Tolima trabajamos para contribuir al desarrollo de nuestra sociedad mediante la ejecución de proyectos de ingeniería, contribuyendo al crecimiento y progreso del departamento.
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Es una empresa Tolimense que desarrolla proyectos de ingeniería en infraestructura vial y Obras civiles con presencia en todo el país, encontrándose entre las mejores compañías de ingeniería civil en Colombia.
Hemos intervenido obras viales en los municipios de
• PLANADAS • ATACO • CHAPARRAL • RIOBLANCO • SAN ANTONIO • COYAIMA • GUAMO • ORTEGA 37
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LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Una ciudad de calidad El potencial de Ibagué se ve reflejado en el crecimiento de la construcción. Hoy, cuenta con una amplia oferta y proyecta una visión de largo plazo. POR
Veliz Alfonso Mejía
Presidente de Camacol
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bagué, la capital del Tolima, es también la capital musical de Colombia, la capital iberoamericana de los derechos humanos y la paz, y en un tiempo más corto que largo, esperamos, se convertirá también en la capital logística del país. Su ubicación estratégica en el centrooccidente del país, en las estribaciones del nevado del Tolima sobre la cordillera Central de los Andes, entre el cañón del río Combeima y el valle del Magdalena, la convierte en eje central de comunicación terrestre desde el centro hacia el norte, sur y occidente de Colombia. Queda, además, equidistante de muchas de las grandes capitales del país, y tiene una infraestructura vial en excelente estado que permite recorridos terrestres agradables, seguros y con paisajes maravillosos, con un plus que no tienen otras ciudades del país: se encuentran aquí una gran variedad de capas térmicas, desde el calor del valle hasta el frescor de la montaña. Ibagué tiene el encanto de las ciudades en proceso de modernización: son gratas, fáciles de manejar, de distancias cortas, con un gran potencial, de bajos costos, ideales para familias que desean dar una mejor calidad de vida a sus hijos, para ejecutivos con gran proyección, para jóvenes emprendedores o para jubilados con ánimo de disfrutar de su retiro con altura y tranquilidad. Durante los últimos cinco años la ciudad ha reflejado un desarrollo importante en el sector de la construcción, 46
acentuado en la construcción de viviendas, centros comerciales y oficinas, así como de hoteles y servicios médicos. La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), como gremio, está trabajando por la construcción de ciudades de calidad, donde exista una planeación con visión a largo plazo que genere un crecimiento ordenado de infraestructura de servicios y equipamientos que atiendan las necesidades de la población. El crecimiento de la oferta inmobiliaria en Ibagué, con un número importante de proyectos de vivienda en los diferentes estratos, con diversidad en tipos, áreas, variedad de beneficios en las zonas comunes y para todos los presupuestos, le permite al foráneo pensar en establecerse pensando en la calidad de vida y la inversión, y al local mejorar su nivel de vida. Esta gran oferta se corresponde con las múltiples opciones de subsidios impulsados por el gobierno nacional, como la del Fondo de Reserva para la Estabilización de la Cartera Hipotecaria (Frech), que permite acceder a una cobertura o subsidio a la tasa de interés tanto en crédito hipotecario como en leasing habitacional para vivienda nueva urbana no VIS con avalúo comercial entre 162 y 231 millones de pesos en el año 2016. Otro subsidio, Mi Casa Ya, es un novedoso programa del gobierno para facilitar la compra de vivienda a las familias colombianas, dirigido a hogares con ingresos entre los dos y los cuatro salarios mínimos (1.378.910-
Ibagué tiene el encanto de las ciudades en proceso de modernización: gratas, fáciles de manejar, de bajos costos y con gran calidad de vida.
foto : jorge serrato
ECONOMÍA
2.757.820 pesos) a los que se les subsidia la cuota inicial de la vivienda, con valor superior a 70 salarios mínimos legales vigentes (48.261.850 pesos) e inferior o igual a 135 salarios mínimos legales vigentes (93.076.425 pesos), y se les baja la tasa de interés del crédito hipotecario en 4 puntos, del 12,5 al 8,5 por ciento. En el marco del Congreso de Camacol celebrado en Cartagena en junio pasado, se suscribió el acuerdo para la construcción de ciudades de calidad, que tiene como propósito la transformación de los centros urbanos en ciudades más competitivas y que ofrezcan mejor calidad de vida a sus habitantes. Este acuerdo fue firmado por la ministra de Vivienda, Ciudad y Territorio, la presidenta de Camacol, y 18 alcaldes donde tiene regional Camacol, entre ellas Ibagué. El referido acuerdo tuvo en cuenta que las ciudades son un soporte fundamental en la estructura del país: más del 80 por ciento del PIB se genera en ellas, la mayor concentración de la pobreza está en los anillos de las zonas urbanas, el 80 por ciento del empleo se genera en las ciudades y hacia el año 2050 cerca del 80 por ciento de la población residirá en centros urbanos. No podemos evitar que las ciudades crezcan, pero sí podemos hacer que lo hagan ordenadamente. Para ello, es necesario que tanto los sectores público como privado tengan visión de largo plazo, gestión efectiva y oportuna del suelo, y garanticen tanto la promoción de vivienda para todos los segmentos de la población como la creación de equipamientos sociales, temas todos que deben ser conciliados entre los diferentes actores ciudadanos, para empezar así a hacer de Ibagué una ciudad acogedora no solamente para sus habitantes sino para quienes la visitan. Es por esto que el camino que lleva hacia las ciudades de calidad está en manos de los gobernantes, empresarios, gremios económicos y la ciudadanía en general, quienes deberán ponerse de acuerdo con las medidas para dinamizar la oferta de suelo y desarrollar un urbanismo adecuado para la ciudad, donde estén presentes la salud, la educación, la recreación, el deporte y el espacio público. 47
foto : felipe cortés tique
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Conectando a Colombia
El mejoramiento de la infraestructura vial es una de las apuestas por mejorar las condiciones del departamento y acercarlo más al resto del país.
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i viajar a Ibagué desde Bogotá puede resultar extenuante, la razón está al comenzar el camino: los carros se demoran más saliendo de la capital que llegando a su destino. Después de pasar por Girardot, en contraste, la vía se convierte en una autopista con todas sus letras, que parece recién estrenada, flanqueada por árboles que la bordean hasta alcanzar la capital tolimense. Y aunque se encuentra en excelente estado, la concesionaria San Rafael continúa las mejoras en varios puntos con el fin de reducir aún más los tiempos de recorrido. 48
En el sector comprendido entre la intersección de San Rafael, en la salida de Girardot, y la intersección de Chicoral, por ejemplo, se construirá una doble calzada con una longitud aproximada de 22 kilómetros, que permitirá ahorrar media hora de viaje. La velocidad mínima de diseño será de 60 kilómetros por hora en la zona urbana y 80 en la rural. En otros lugares se harán distintas mejoras: más adelante se construirá una calzada de 4,5 kilómetros, y sobre la quebrada de Gualanday se hará un viaducto de 0,7 kilómetros; a la calzada existente, entretanto, se
le hará mantenimiento, y se construirán bermas y un nuevo puente sobre la quebrada Chilapo. Este proyecto, que inicia en Girardot, forma parte del corredor vial Bogotá-Buenaventura, que comunica los centros productivos con el principal puerto comercial del país. Su ejecución trae beneficios como la reducción de los costos de operación de transporte y tiempos de viaje, el incremento del turismo y más oportunidades de empleo. Durante la construcción de este tramo se generaron 1.600 empleos directos, el 95 por ciento de ellos
entre los habitantes de la región y actualmente mueve más de 300 empleos. Siguiendo la ruta al sur se encuentra la ejecución de la segunda calzada Ibagué-Cajamarca, de la concesionaria APPGica, que tiene por lema 'Un proyecto en armonía con la naturaleza'. La misión aquí es habilitar una segunda calzada sin impactar el ambiente de manera agresiva. Por eso, sus obras incluyen la construcción de 59 viaductos y siete túneles a lo largo de la carretera. En total, este proyecto consta de cinco tramos: Boquerón-Valle del Cocora, variante Boquerón, Combeima-Boquerón, Valle del CocoraCajamarca y el paso urbano por Cajamarca, y va a contar con una inversión de 1 billón de pesos para aumentar la velocidad promedio de los automóviles de 40 a 70 kilómetros por hora y conectar de manera más efectiva al Tolima con el vecino Quindío para 2024, cuando se espera que entre en servicio. También existe un proyecto para mejorar una de las vías más difíciles para los transportadores, el paso por el alto de La Línea, que surca la cordillera Central con cientos de curvas cerradas y abismos. En la actualidad, Invías trabaja en el mejoramiento de este corredor con un ambicioso proyecto bautizado el Túnel de La Línea. El plan consta de un túnel principal de 8,6 kilómetros, la construcción y el mantenimiento de la segunda calzada entre el municipio de Calarcá (Quindío) y el intercambiador Américas y entre el intercambiador a desnivel de Bermellón y la entrada al municipio de Cajamarca y la construcción de 23 puentes y 18 túneles. Algunos de los beneficios que traerá este túnel serán los bajos costos de operación, menores tiempos de viaje y una reducción en la accidentalidad. Además, la velocidad del tráfico aumentará de 18,2 a 60 kilómetros por hora. Para los vehículos pesados, el tiempo de viaje se reducirá en 90 minutos. Esta obra es un gran avance para la infraestructura colombiana, ya que se constituirá como el mayor logro en ingeniería y modernización de carreteras. Estos avances
fotos : cortesía ani
ECONOMÍA
Se construirá una doble calzada de unos 22 kilómetros entre Girardot y la intersección de Chicoral.
impulsarán determinantemente el crecimiento del comercio desde el principal puerto marítimo hacia el centro del país, otorgando mejoras significativas en materia de transporte terrestre y permitiendo el ahorro en fletes, tiempos, combustibles y desgaste de los automotores que diariamente deben afrontar la difícil ruta.
Para conectar a Tolima con Quindío, se invertirá 1 billón de pesos en cinco tramos, aumentando la velocidad de los automóviles de 40 a 70 kilómetros por hora. El proyecto cuenta con una inversión aproximada de 1,6 billones de pesos, con los que se están ejecutando actualmente cinco contratos: la construcción del túnel principal y segunda calzada, la terminación del túnel piloto (de rescate), la terminación de acceso al portal Quindío, los equipos electromecánicos para todos los túneles (equipos de seguridad y confort para la operación) y el intercambiador Versalles. Una vez terminado el proyecto, los municipios y departa-
mentos de la zona de influencia del túnel se verán beneficiados; mientras tanto, las obras emplean a más de 1.000 trabajadores directos. Otra de las rutas importantes para el departamento es la que conecta a Honda y Manizales, un proyecto de tres fases a cargo de Invías. La primera fase cuenta con una inversión de 184.196 millones de pesos que se destinarán a la construcción de 2,5 kilómetros de doble calzada, el mejoramiento de otros 30 kilómetros de vías y el levantamiento de dos puentes metálicos de 54 metros cada uno. La segunda fase, con un presupuesto de 162.766 millones de pesos, incluye la rehabilitación de 10,7 kilómetros y la construcción de 2,3 kilómetros de doble calzada, dos viaductos, tres puentes viales y dos peatonales. La última fase, por un valor de 200.855 millones de pesos, consiste en la rehabilitación de 18 kilómetros de carretera. Este proyecto beneficia a los municipios de Herveo, Mariquita, Fresno, Honda, Chinchiná, Villa María y Manizales y genera más de 650 empleos directos en la región. Gracias a todas estas obras, a mediano plazo Tolima contará con una de las mejores vías nacionales y será un punto estratégico para el paso del comercio desde el centro hacia el sur del país. Lo que esto significa, probablemente, es que con ello el departamento verá también una mayor prosperidad. 49
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Tolima está volando Las obras que se adelantan en los aeropuertos de Ibagué, Flandes y Mariquita mejorarán la conectividad aérea y la competitividad del departamento.
POR
E
Alfredo Bocanegra Varón*
l sector aéreo, pieza fundamental para el desarrollo social y económico de cualquier región, se encontraba en un atraso notorio en el Tolima en términos de infraestructura. Por muchos años, el departamento, con una superficie de 23.562 kilómetros cuadrados, no tuvo inversiones destacadas en sus aeropuertos; ahora, gracias al presidente, Juan Manuel Santos, y al impulso del vicepresidente, Germán Vargas Lleras, empieza a ver la luz al final del túnel. En los últimos tres años, el gobierno nacional, en cabeza de la Aeronáutica Civil, ha invertido cerca de 59.000 millones de pesos para mejorar la conectividad aérea de este importante departamento del centro-occidente de nuestro país. Actualmente, y bajo el concepto que hemos denominado ‘Aviación para la paz’, nuestros esfuerzos se centran en los aeropuertos de tres estratégicos municipios que son pieza clave para incrementar la competitividad de la región: Ibagué, Flandes y Mariquita. Iniciemos por Ibagué. En el aeropuerto Perales, que movilizó en el último año cerca de 160.000 pasajeros, nunca se había hecho una inversión tan destacada. Invertiremos al final cerca de 54.000 millones de pesos para la construcción de la ter-
* Director general de la Aeronáutica Civil
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minal, la torre de control, el cuartel de bomberos, el urbanismo, las vías de acceso y el mantenimiento de los equipos y sistemas de seguridad aeroportuaria. Una obra de grandes magnitudes para una región que exige importantes respuestas para su desarrollo socioeconómico. La terminal aérea de Ibagué tendrá 11.000 metros cuadrados y una sala de abordaje con 400 sillas (hoy solo tiene 38), la torre de control será de 872 metros cuadrados con una altura de 34 metros (hoy es de 15 metros), la estación de bomberos contará con 1.545 metros cuadrados
En los últimos tres años, el gobierno nacional, en cabeza de la Aeronáutica Civil, ha invertido cerca de 59.000 millones de pesos para mejorar la conectividad del Tolima.
(hoy registra 384) y el parqueadero se ampliará para 114 vehículos (hoy tiene capacidad para 20). Actualmente, las obras avanzan de acuerdo con el cronograma establecido y esperamos todos los tolimenses poder ver en el segundo semestre del próximo año la nueva cara y la gran transformación del aeropuerto más importante de nuestro departamento. También estamos realizando los estudios para establecer procedi-
mientos de giro en la pista, lo que permitirá a la ciudad recibir aeronaves de grandes magnitudes. Este ajuste en los procesos de operación permitirá a Ibagué tener acceso directo a otras regiones del país, como San Andrés, archipiélago que los tolimenses podremos visitar sin pasar por Bogotá, logrando más conexiones a menores precios. Además, Ibagué formaría parte del Nodo Cali, una red aérea de rutas regionales que busca conectar el suroccidente del país con otras capitales nacionales e internacionales sin pasar por Bogotá. Así descentralizaríamos nuestra Aviación para la Paz y generaríamos mayor conectividad aérea. Y para seguir con los grandes beneficios asociados al sector aéreo, la capital musical de Colombia se convertirá del 14 al 17 de noviembre en la capital aérea de América Latina, ya que será la sede de la XXII Asamblea de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil, el evento más importante de la aviación civil que se realiza cada dos años y que tendría la presencia de importantes personalidades del gobierno nacional, como el vicepresidente de la República y el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas. MÁS NOTICIAS Al aeropuerto Santiago Vila de Flandes también llegarán los cambios que estamos realizando en esta aviación para la paz. El aeródromo, que por casi una década no contó con inversión nacional, hoy está llamado a convertirse en un referente para la carga, la logística y los centros de instrucción en aviación.
foto : cortesía aeronáutica civil
ECONOMÍA
Con inversiones por cerca de 1.665 millones de pesos, no solo recuperaremos la pista, las calles de rodaje y la plataforma de este estratégico aeropuerto, sino que ayudaremos a descongestionar la región cuando se presenten situaciones de bloqueos de vías como las que se vivieron en el anterior paro camionero. Además, convertiremos a este pujante municipio en otro de los puntos de entrada y salida aérea del Tolima, lo que permitirá elevar su competitividad. No debemos olvidar que en los últimos tres años ya invertimos en este aeropuerto, como Aeronáutica Civil, más de 1.305 millones de pesos en servicios y equipos que permiten garantizar la seguridad aérea. Y las buenas noticias continúan. Hoy también estamos recuperando el aeropuerto José Celestino Mutis de Mariquita para seguir mejorando
La terminal aérea de Ibagué tendrá 11.000 metros cuadrados y una sala de abordaje con 400 sillas.
la conectividad aérea del departamento. En los últimos tres años, como Aeronáutica Civil, invertimos cerca de 1.580 millones en el mantenimiento de la infraestructura aérea y en los servicios y equipos que nos permiten garantizar la seguridad en las operaciones. El gobierno nacional está comprometido con el desarrollo y la conectividad aérea del Tolima, y para mí, como tolimense, es un orgullo poder darle a nuestro departamento todas estas buenas noticias. Sin duda, son obras que traerán grandes transformaciones sociales y económicas y que en esta etapa del posconflicto le permitirán a este hermoso departamento, que hace 52 años vio nacer en sus tierras a las Farc, mirar al futuro con otro prisma: el de un Tolima unido, en paz y que piensa en el progreso.
TRES GRANDES INVERSIONES
54.000 millones de pesos para la construcción de la terminal, la torre de control, el cuartel de bomberos, el urbanismo y las vías de acceso del aeropuerto Perales de Ibagué. 1.665 millones de pesos para la pista, las calles de rodaje y la plataforma del aeropuerto Santiago Vila de Flandes y 1.305 millones de pesos en servicios y equipos aeronáuticos.
1.580 millones de pesos en los últimos tres años para el mantenimiento del aeropuerto José Celestino Mutis de Mariquita. 51
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Comprometidos con las regiones El presidente de EasyFly, Alfonso Ávila, habla sobre las perspectivas de su empresa, las oportunidades de conectividad en Colombia y la descentralización del transporte aéreo.
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de Colombia aún están desconectadas. La falta de infraestructura férrea y fluvial, sumada a las dificultades del transporte terrestre en algunas zonas del país, hace del transporte aéreo la mejor alternativa. En Colombia todas las regiones tienen estrechas relaciones económicas, turísticas y sociales entre ellas, sin embargo, antes de la llegada de Easyfly al mercado, no existían vuelos directos entre ellas y era necesario hacer escalas en Bogotá. Nosotros identificamos esa necesidad y por eso todas nuestras rutas nacen de nuestro compromiso de conectar a las regiones de Colombia con vuelos directos y menores tiempos de viaje que benefician a todas las comunidades. SEMANA: ¿Cómo quiere que la gente identifique a Easyfly? A.A.: Como un facilitador del trans-
porte de los colombianos, nuestro lema ‘hacer fácil volar’ es nuestra promesa de servicio. Operamos con estándares de alta eficiencia en cada uno de los procesos que hacen posible los viajes de nuestros pasajeros, y queremos que esto sea percibido por ellos en una experiencia de viaje fácil y eficiente.
SEMANA: ¿Es el Tolima una región estratégica para la aerolínea? A.A.: Indudablemente, en el Tolima
existe un gran potencial de desarrollo y estamos comprometidos con la conectividad de esta región. Estamos ofreciendo a los ibaguereños más opciones para viajar a Bogotá, aumentando las frecuencias, y dándoles una conectividad directa, 52
foto : christina gómez echavarría
EMANA: ¿Qué significan las rutas regionales para una compañía como EasyFly? ALFONSO ÁVILA: Algunas regiones
El propósito de Ávila es llevar los beneficios de la conectividad que brinda el transporte aéreo a toda Colombia.
punto a punto, entre Medellín e Ibagué, con llegada al aeropuerto Olaya Herrera y en 2017 conectar la capital del Tolima con Cali. SEMANA: ¿Cómo terminará Easyfly 2016? A.A.: Seguiremos aumentando nues-
tra oferta de vuelos en nuestra red de rutas y en el mes de diciembre inauguraremos dos nuevas rutas turísticas: Medellín-Bahía Solano y Medellín-Armenia.
SEMANA: ¿A qué nuevas regiones quisieran llegar? A.A.: Nuestro plan de expansión es
bastante ambicioso, pero hay una región en especial que tiene todo nuestro interés: el suroccidente
colombiano. Queremos crear una base de operaciones en Cali y ese será el proyecto que desarrollaremos en 2017 con la llegada de nuevas aeronaves a nuestra flota. SEMANA: Ustedes ya tienen varios aviones turbohélice (JS41 y ATR 42), ¿hay algún plan a futuro de incluir ‘jets’? A.A.: No, por ahora, sin embargo,
es una decisión que depende mucho de las necesidades del mercado. Por ahora, podemos atender nuestra red de rutas de manera eficiente en aeronaves turbohélice, pero si los tamaños de nuestros mercados aumentan y podemos mantener nuestros estándares de eficiencia, operaríamos en equipos jet.
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
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sectores que mueven la economía
café algodón arroz frutas y hortalizas
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Así como tiene una gran variedad de paisajes, Tolima cuenta con un amplio abanico de apuestas productivas que jalonan el comercio, la industria y las finanzas de la región. Lo que era un territorio de difícil acceso, marcado por desafíos como la falta de vías y la afectación de sus áreas rurales por cuenta del conflicto armado, ahora tiene las bondades propicias para desarrollarse como potencia agrícola de la mano de cuatro ejes claves: café, algodón, arroz y el sector hortifrutícola. De acuerdo con el Consejo Privado de Competitividad (CPC), el Tolima ocupó el año pasado el puesto 14 en competitividad, entre 25 departamentos analizados, lo que le da mucho campo para crecer.
Por eso, le apuesta a contribuir con un alza del 0,2 por ciento en el PIB nacional robusteciendo el apoyo a los productos que dinamizan su economía. En materia de café, proyectos de ciencia y tecnología están a la mano de las 62.000 familias tolimenses que viven del comercio del grano. Aunque en seis décadas la produccion algodonera ha caído de 68.000 hectáreas a 6.800, la región asegura actualmente una producción de 1.100 kilos, una de las más grandes del país. Algo parecido sucede con el arroz, sembrado en el departamento desde hace 436 años. Hoy, el 86 por ciento del país consume el cereal tolimense. La guanábana, el plátano, la piña y el aguacate, entre otras frutas y hortalizas, completan los ases bajo la manga de una región que tiene todo por cosechar.
foto : daniel jaramillo
café Con más de 118.000 hectáreas sembradas, el Tolima es hoy un importante jugador en el país.
foto : jorge serrato
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ECONOMÍA
E
POR Roberto Vélez Vallejo Gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros
n el propósito que tengo desde mi posesión como gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros de recorrer nuestra Colombia cafetera, recientemente tuve la oportunidad de visitar el primer municipio productor de café del Tolima: Planadas, una tierra que ha sido capaz de sobreponerse a las adversidades y hoy se levanta como una de las principales potencias de cafés especiales en nuestro país. Este departamento, de paisajes hermosos y gente pujante, es actualmente un importante jugador en materia de café: cuenta con más de 118.000 hectáreas sembradas y 62.308 caficultores que siembran en sus montañas este grano que llena de orgullo a la región. De la mano del gremio, la caficultura de este departamento del centro del país ha vivido una transformación significativa que se refleja en 84.241 hectáreas renovadas entre 2008 y 2016, gracias a la cual el 78 por ciento de sus cultivos corresponden a café tecnificado joven y el 70 por ciento a variedades resistentes a la roya. La vocación cafetera del departamento se extiende a 38 de sus 47 municipios y esta actividad genera aproximadamente 86.000 empleos directos y más de 186.000 empleos indirectos. En años recientes, el Tolima ha sonado por la calidad de su café en escenarios nacionales e internacionales. Muestra de ello son Edith Enciso y Astrid Medina, las dos mujeres, ejemplo de esfuerzo y dedicación, ganadoras de la prestigiosa competencia Taza de la Excelencia. El café cultivado en sus montañas de Planadas es preferido por campeones de barismo propios y extranjeros para sus prepa-
raciones en torneos mundiales en Australia, China, Grecia e Irlanda, entre otros países. Los cafeteros del Tolima también son ejemplo de asociatividad. Ellos cuentan con la capacidad de unirse, de establecer alianzas, de encontrar la mejor manera de resolver su futuro: todo eso engrandece aún más su actividad y los capacita para hacerles frente a unos retos que no son fáciles, pero que ellos saben resolver con sabiduría, tesón y en especial con el amor que le imprimen a ese cultivo que hace grande a nuestra patria.
La vocación cafetera del departamento se extiende a 38 de sus 47 municipios y genera aproximadamente 86.000 empleos directos y más de 186.000 indirectos. 55
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
A pesar de vivir un momento difícil, una política adecuada permitiría sacar provecho de las buenas condiciones que se avecinan.
E POR César Pardo Villalba Presidente de Conalgodón
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l cultivo del algodón ha sido decisivo para el desarrollo agroindustrial del país. Esto es especialmente cierto en el Tolima, donde la cadena Algodón Textil Confecciones desarrolló uno de los clústeres agroindustriales más importantes, y donde el sector ha generado cerca del 5 por ciento del empleo en los últimos cinco años. Este departamento cultivó en la década de los cincuenta en promedio 43.000 hectáreas anuales; en los sesenta, 68.000; en los setenta, 63.000; en los ochenta, 56.000; en los noventa, 37.000; en la primera década del siglo XXI, 14.000, y en lo corrido de esta década, el promedio solo llega a 10.000, siendo 2016 el año con menor área sembrada, con apenas 6.800 hectáreas. Esta drástica caída en las áreas sembradas de algodón se ha dado en todo el país, como consecuencia de la crisis de rentabilidad que enfrenta el cultivo y que no solo afecta a la generación de empleo rural, sino también a la competitividad de la industria textil y de confecciones. No obstante, los agricultores del Tolima han logrado incrementar sus rendimientos año tras año, y han convertido a esta en una de las mayores zonas productoras del mundo: en los años cincuenta se producían en promedio 350 kilos de fibra de algodón por hectárea, mientras que en los ochenta el promedio era de 705 kilos y actualmente alcanza los 1.100 kilos.
foto : andrés arenas
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algodón
El cultivo del algodón fue el primer producto con desgravación arancelaria, incluso antes de la firma del TLC con Estados Unidos. En contraprestación, en 2005 se aprobó el llamado Conpes algodonero, que estableció un precio mínimo de garantía (PMG) durante un periodo de diez años, con el propósito de lograr la competitividad del cultivo a través de aumentos en la productividad y reducción en los costos de producción. Ahora que el periodo establecido por el Conpes ha finalizado, si bien es cierto que la productividad se incrementó notablemente y el precio interno ha mejorado, como consecuencia de la devaluación y de los precios internacionales, los costos de producción, muy por encima del promedio mundial, están poniendo en riesgo la sostenibilidad de la actividad. Los altos costos de una tierra que compite directamente con la del arroz y el maíz, y un incremento en los precios de los principales insumos, como fertilizantes, herbicidas, pesticidas y semillas, hacen de los costos el principal reto de los agricultores. Con el propósito de lograr que el algodón siga siendo generador de riqueza y empleo en el campo colombiano, Conalgodón le propuso al gobierno una nueva política algodonera. La idea es apoyar inversiones que aumenten el rendimiento, reducir costos a través de la adquisición y modernización de equipos, y mantener temporalmente y con disminución gradual un apoyo al precio. De esta manera podemos lograr que en un departamento como el Tolima, en donde están las empresas y los agricultores más eficientes, el cultivo se mantenga a la espera de aprovechar las condiciones internacionales favorables que se están pronosticando.
Los agricultores del Tolima han logrado incrementar sus rendimientos año tras año y han convertido a esta en una de las mayores zonas productoras del mundo.
3 POR Rafael Hernández Lozano
Gerente general de Fedearroz
foto : david estrada
ECONOMÍA
Arroz El departamento cuenta con la zona de mayor producción arrocera del país y ha sido clave en el cultivo nacional del grano.
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l arroz ha sido por décadas uno de los productos más relevantes del sector agrícola colombiano, con presencia en 215 municipios de 23 departamentos y un área cultivada que al finalizar 2016 se estima alcanzará 530.000 hectáreas, la más grande en la historia del país, con una producción récord que le permitirá a Colombia ser autosuficiente en materia arrocera el próximo año. Tolima ha sido siempre protagonista en el cultivo del arroz, no solo porque en Mariquita, hacia 1580, se conocieron los primeros cultivos del país, y porque en Ibagué surgió hace casi 70 años el gremio arrocero, representado por la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), sino porque el departamento ha mantenido sus extensas áreas de siembra, que se destacan por sus altos niveles de productividad. La tradición arrocera es por lo tanto parte de la historia de los tolimenses, quienes durante los últimos cinco años han sembrado en promedio 103.000 hectáreas anuales de arroz, distribuidas en 22 de sus 47 municipios. Esto ha dado lugar a una producción aproximada de 680.000 toneladas de arroz paddy verde, que tiene como destino los platos de los tolimenses (14 por ciento) y de las demás regiones del país (86 por ciento), en especial la costa. En el Tolima se han obtenido rendimientos promedio en algunos años por encima de ocho toneladas por héctarea de arroz paddy verde, y en la meseta de Ibagué, la zona más productiva del país, la cifra ha alcanzado las
12 toneladas por hectárea. Los productores, que trabajan en 6.500 unidades productoras de arroz, son más de 3.500, en su mayoría con cultivos que no superan las diez hectáreas. Los rendimientos y el área sembrada se han mantenido gracias a la infraestructura de riego, que cuenta con los distritos de riego más grandes de Colombia: el de los ríos Coello y Cucuana (Usocoello), el del río Saldaña (Usosaldaña), el del río Recio (Asorrecio), el del río Luisa (Usoguamo), el del río Prado (Asoprado) y el del Triángulo del Tolima, actualmente en construcción. Todas estas características también llevaron a Fedearroz a establecer en la región uno de los más importantes centros experimentales destinados al mejoramiento genético, Las Lagunas, donde además se lleva a cabo investigación en los componentes fisiológico, agronómico y climático del grano. Las Lagunas cuenta, además, con un banco de germoplasma de más de 6.000 líneas y es epicentro para el desarrollo de convenios de investigación con entidades y universidades nacionales e internacionales. Allí se realizan cruzamientos como parte del proceso de producción de variedades y se evalúan las mejores épocas de siembra. Por otra parte, el programa de Adopción Masiva de Tecnología (Amtec), un modelo productivo de Fedearroz, está permitiendo a cientos de agricultores en todo el país incrementar sus rendimientos por hectárea y reducir los costos de producción, con el fin de alcanzar la competitividad necesaria para el sector en medio de los diferentes tratados de libre comercio suscritos por el país.
El Tolima ha sido siempre protagonista en producción de arroz, en parte porque en Mariquita, hacia 1580, se conocieron los primeros cultivos del país. 57
NEIVA
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foto : daniel reina romero
/ semana
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ntre 2010 y 2015, la superficie hortifrutícola sembrada a nivel nacional creció 5 por ciento, al pasar de 968.000 a 1.204.000 hectáreas. En el caso del departamento del Tolima, el crecimiento fue superior al promedio nacional, al alcanzar 6 por ciento y pasar de 48.000 a 68.000 hectáreas, es decir, ampliándose en 20.000 hectáreas. Este incremento se sustenta principalmente en cultivos como guanábana, mango, piña, mandarina y limón, los cuales presentaron un ritmo de crecimiento superior al 11 por ciento, debido en parte al acceso al crédito agropecuario que ha fomentado el aumento de áreas, a la seguridad y a la creciente de productos hortifruLa seguridad al acceso al crédito demanda tícolas en el mercado nacional agropecuario y la creciente demanda e internacional. Es de anotar que en el han hecho que aumente la producción último año el Tolima ocupó de frutas y verduras en el Tolima. el tercer lugar en área sembrada a nivel nacional con 7 por ciento, después de Antioquia, que alcanzó 11 por ciento, y Santander, que consiguió 8 por ciento. Así mismo, cabe resaltar que el 75 por ciento del área hortifrutícola sembrada en el departamento se concentra principalmente en cinco cultivos: plátano, aguacate, mango, limón y arracacha. La producción de frutas y hortalizas creció en el país 8 por ciento entre los años 2010 y 2015, al pasar de 8 a 12 millones de toneladas. En el caso del Tolima, el crecimiento de la producción fue también significativo, al pasar de 398.000 a 550.000 toneladas. En 2015, la producción departamental se situó en el octavo lugar, después de Antioquia (12 por ciento), Santander (9 por ciento), Valle del Cauca (8 por ciento), Cundinamarca (7 por ciento), Meta (6 por ciento), Boyacá (6 por ciento) y Córdoba (5 por ciento). Los cultivos que tuvieron mayor participación en la producción en el Tolima para 2015 fueron el plátano, con 31 por ciento; mango, 14 por ciento; aguacate, 11 por ciento; limón, 8 por ciento, y arracacha, 8 por ciento. Juntos representan el 72 por ciento del total departamental. Respecto al trabajo de la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol) en esta zona del país, se puede decir que a través del Plan Nacional de Fomento Hortifrutícola (PNFH), su proyecto bandera, el accionar del equipo en 2015 estuvo direccionado a las líneas productivas de mango, aguacate, cítricos, plátano, pasifloras y mora, cultivos que como se puede apreciar son de gran importancia económica para los agricultores tolimenses. Para la fase 2016, el PNFH atiende a 700 productores en el departamento por medio de ejes como capacitación, transferencia de tecnología, asistencia técnica y acompañamiento en implementación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). De igual manera, con el objetivo de lograr el fortalecimiento socioempresarial, el PNFH brinda asistencia a 19 asociaciones de productores y se han cerrado negocios cercanos a 3.000 millones de pesos. foto : andrés camilo gonzález
frutas y hortalizas
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Entre 2010 y 2015, el crecimiento de la superficie hortifrutícola sembrada en el Tolima fue del 6 por ciento, superior al promedio nacional.
POR Álvaro Palacio Peláez Gerente general de Asohofrucol.
Muy pronto en Ibagué se inaugurará el complejo médico más avanzado de la región.
Calidad, confort y excelente servicio
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Las organizaciones más importantes del país respaldan la Nueva Clínica Medicadiz
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Explotar con responsabilidad
FOTO: CORTESÍA ANGLOGOLD ASHANTI
El proyecto de extracción de oro en La Colosa presenta la oportunidad perfecta para movernos hacia un modelo de minería social, económica, jurídica, legal y ambientalmente sostenible.
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El yacimiento de la mina La Colosa se ubica en la cordillera Central, al noroeste del municipio de Cajamarca, 30 kilómetros al oeste de Ibagué.
ECONOMÍA
POR
Rodrigo Marín e Idael Blanco*
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n 2006, diferentes sectores económicos y el medio geocientífico colombiano se vieron agitados por una noticia: tras una amplia campaña de exploración, la empresa multinacional minera AngloGold Ashanti anunció que había encontrado el mayor yacimiento de oro de Colombia, y sin duda uno de los más importantes del mundo. La zona del yacimiento de la mina La Colosa está ubicada en la cordillera Central, al noroeste del municipio de Cajamarca, 30 kilómetros al oeste de Ibagué, en el departamento del Tolima. Se trata de una zona montañosa cubierta por una densa vegetación, a una altitud aproximada de 2.000 metros sobre el nivel del mar. El depósito es del tipo pórfido. El oro se encuentra en pequeñas cantidades en la roca del depósito. La cantidad de oro por tonelada de roca se conoce como la ley del depósito. El primer reporte JORC (Joint Ore Reserve Committee) de mayo de 2008 estimaba un recurso inferido de 12,4 millones de onzas de oro, de un volumen total de roca de 468,8 millones de toneladas con una ley de 0,86 gramos de oro por tonelada de roca (habría que remover y procesar una tonelada de roca del yacimiento para obtener 0,86 gramos de oro). Para diciembre de 2011, el recurso inferido del proyecto aumentó a 16,2 millones de onzas y, mediante datos obtenidos por perforación, en marzo de 2012 aumentó a 24 millones de onzas de oro, con una ley cercana a un gramo de oro por tonelada de roca. Un sencillo cálculo permite estimar que el valor de ese recurso en el mercado internacional sería de aproximadamente 93 billones de pesos (suponiendo un precio de 1.334,05 dólares americanos por onza de oro y a una tasa de cambio de 2.901,29 pesos colombianos por dólar estadounidense).
* Rodrigo Marín, director del departamento de Geociencias de la Universidad de los Andes. Idael Blanco, profesor asociado del departamento de Geociencias de la Universidad de los Andes.
El método de explotación sugerido es mediante una mina de cielo abierto, justificado por la baja ley en que se encuentra el oro. La extracción se realizaría por medio de un proceso de trituración y lixiviación de la roca en tanque (mezcla de la roca triturada con agua y cianuro para extraer el metal de oro contenido en la roca). El proyecto se encuentra en una fase de exploración y factibilidad. Si sucede, la fase de explotación tardará aún varios años en iniciarse. En ese caso la mina se explotaría por 20 años o más. Sin embargo, su explotación se debería llevar a cabo de forma que genere beneficios, pero también con responsabilidad. La primera medida de responsabilidad es de tipo ambiental. El proceso de explotación mencionado requiere la remoción, transporte y trituración de enormes cantidades de
No se deben repetir los errores de proyectos como El Cerrejón, o de los proyectos petroleros, en los que la participación de la comunidad local está limitada a labores de bajo valor. roca, así como ingentes cantidades de agua para su procesamiento. Esto genera grandes riesgos ambientales sobre el suelo, el agua y el paisaje de la región. Esos riesgos deben ser correcta y objetivamente evaluados para decidir si el proyecto pasa o no a una fase de explotación y, en caso tal, usar todos los recursos técnicos necesarios para mitigar los riesgos ambientales causados. El proyecto se debe desarrollar con responsabilidad social. No se deben repetir los errores de proyectos como El Cerrejón, o de los proyectos petroleros, en los que la participación de la comunidad local está limitada a labores de bajo valor económico y con pocas posibilidades de movilidad social. En un plazo corto, con un plan formulado desde el inicio del proyecto,
miembros de la comunidad deben tener la oportunidad de ser no solo los conductores y vigilantes del proyecto, sino también sus ingenieros, técnicos y gerentes. Esto aliviaría muchos de los conflictos que históricamente se han dado entre las comunidades locales y los empresarios y autoridades encargadas de organizar y llevar a cabo los proyectos en las regiones. El proyecto también debe llevarse a cabo de manera económicamente responsable. No se deben repetir los errores en el aprovechamiento económico de nuestros recursos naturales. Debemos apartarnos del modelo de explotación extractivista y rentista con el que siempre hemos trabajado. Proyectos como este son una oportunidad para movernos hacia un modelo de explotación de nuestros recursos basados en la transferencia y la apropiación de la tecnología involucrada, incluyendo el uso y la generación de conocimiento que permitan la transformación del recurso mediante procesos que generen valor agregado, y por tanto un beneficio económico y social mucho mayor. Finalmente, el proyecto se debe desarrollar con responsabilidad jurídica y legal. No se deben repetir los errores en cuanto a la inseguridad jurídica que anteriormente han afectado a proyectos como este. Esa inseguridad la han generado la falta de claridad en la delimitación de zonas ambientalmente protegidas, los conflictos de jurisdicción y autoridad entre entes municipales, departamentales y nacionales, la falta de claridad en la legislación ambiental, y el abuso o distorsión, de lado y lado, de instrumentos como las consultas populares. El marco legal y jurídico no debería percibirse como una amenaza y un obstáculo para el desarrollo de proyectos como este, sino como una garantía para todos los involucrados de que se respetarán sus derechos y se harán cumplir sus obligaciones con la comunidad local y con el país. Si cumplimos con esas responsabilidades, tendremos una industria minera de clase mundial, que generará bienestar económico y social para muchas generaciones de colombianos por venir. 61
FOTO: ANDRÉS ARENAS
FOTO: JUAN CARLOS SIERRA / SEMANA
RIO
Despensa de Colombia
Para responder a los retos del campo tolimense, varios proyectos agroindustriales buscan mejorar los cultivos y la comercialización de los productos agrícolas. Una apuesta indispensable que repercutirá en el PIB.
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l Tolima es, esencialmente, un departamento agrario. El 95 por ciento de su territorio es rural, pero el promedio de edad de sus agricultores, según un informe de la Gobernación, es de 55 años. Esta es una cifra preocupante, pues significa que los jóvenes campesinos están perdiendo el interés en cultivar la tierra y quieren ir a vivir a las ciudades en busca de las oportunidades que no encuentran en sus lugares de origen. El campesino está acostumbrado a una economía pequeña que apenas le brinda las posibilidades para sobrevivir, pero su trabajo es indispensable para la economía y la supervivencia de la gente en las ciudades. Juan Rodrigo Alvarado, secretario de Desarrollo Agropecuario y 62
Producción Alimentaria, entiende que la situación es delicada. Por eso, afirma que “tenemos que darle estatus al campo. Evolucionar de lo agropecuario a lo agroindustrial, pasar de la finca a la empresa, que los vecinos se conviertan en socios y unir lo manual con lo tecnológico. Si incentivamos lo anterior, los jóvenes se involucrarán y verán sus espacios con otros ojos; como fuente de empleo, desarrollo y futuro”. GRANO A GRANO Para mejorar las condiciones del trabajo agropecuario y desestimular la migración de los jóvenes a la ciudad se están poniendo en marcha proyectos de ciencia, tecnología e innovación alrededor de productos como el café, que
sostiene a 62.000 familias en el departamento. Tolima es el tercer productor nacional del grano, y en 2015 varios de sus caficultores recibieron la distinción de la taza de la excelencia, concedida por la Federación Nacional de Cafeteros a plantaciones con óptimos procesos de recolección, beneficio, secado y tostado, es decir, desde la siembra hasta el producto final. Este mérito es el resultado del trabajo de capacitación en catación de café, manejo de maquinaria y exactitud en los procesos para obtener sabores apetecidos en el mercado internacional. El proyecto, trabajado desde 2008, época del primer mandato del gobernador Óscar Barreto, se consolidó durante la Pri-
FOTO: JORGE SERRATO
ECONOMÍA
mera Feria de Cafés Especiales en Planadas, a mediados de este año. En el sur del Tolima, una región especialmente afectada por la violencia, se está llevando a cabo una importante labor con el café. Ahora que existen las condiciones y la capacitación para obtener un buen grano, se está buscando fomentar la formación para que los jóvenes se integren, por medio de la tecnología, con el fin de conseguir puntos de venta, socios y clientes, no solo en la región sino también en el exterior. Como resultado de todo esto hay cafetales más productivos, menos intermediarios, ingresos superiores y mentalidad empresarial, que se traducen en mayores beneficios para los caficultores. OTRAS INICIATIVAS Tolima es pionero en el ordenamiento productivo y social de la propiedad en el campo, que consiste en utilizar adecuadamente el suelo mediante estudios en cada piso térmico y en las fincas para determinar los cultivos más apropiados, tanto para sembrar en un terreno específico como para las posibilidades de comercialización. Con esto se garantiza una cadena que asegura la venta y, con ello, recursos para el campesinado. Las políticas agrícolas buscan, a mediano plazo, incrementar de 2,2
Para desestimular la migración de jóvenes a la ciudad, existen proyectos de ciencia, tecnología e innovación en agricultura.
El Tolima es pionero en el ordenamiento productivo y social de la propiedad en el campo, que consiste en utilizar adecuadamente el suelo, con estudios en cada piso térmico. a 2,4 por ciento la participación del departamento en el PIB nacional. “El agro es una excelente alternativa para lograrlo, pero con estrategias agroindustriales que generen valores agregados y una economía sostenible y perdurable”, dice Juan Rodrigo Alvarado, secretario de Desarrollo Agropecuario. Además de la gran apuesta con el café en el sur del departamento, se está proyectando una estrategia para beneficiar a 12 municipios del norte. Para ello se está construyendo en Armero-Guayabal la primera planta de empaque y exportación de aguacate Hass –más pequeño y cremoso que el aguacate común–, con un área de 9.900 metros cuadrados y una capacidad de empaque de ocho toneladas por hora. Hoy, el área cultivada de este tipo de aguacate alcanza 2.300 hec-
táreas que benefician a 574 familias. Con la puesta en marcha de la planta, el departamento aspira a llegar a las 6.200 hectáreas, de esta forma el número de familias aumentaría a 2.500. Para lograrlo hizo un convenio con la Cámara de Comercio de Honda, con el fin de agremiar a las asociaciones de aguacateros y crear una cooperativa que se encargará del funcionamiento y la operación de la planta. Adicionalmente, la empresa sudafricana West Sole, la empacadora más grande que opera en el país, brindará asesorías y capacitación gratuita a los miembros de la cooperativa. Además de encargarse de la entrega del lugar, la Gobernación, por medio de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, donará también equipos, mobiliario, camiones y todas las piezas del laboratorio de calidad. La planta requirió una inversión de 6.700 millones de pesos, cerca de 4.800 millones de ellos aportados por el Ministerio de Agricultura. La administración aspira a que en febrero la maquinaria empiece a funcionar, para que desde entonces salgan los aguacates empacados y listos para que nacionales y extranjeros los disfruten. También en acuicultura el departamento adelanta un proyecto para convertirse en una potencia nacional en producción de tilapia y trucha. Esta iniciativa, basada en el intercambio de conocimientos con especialistas de México y Brasil, busca, por medio de la técnica de geomembrana, aumentar diez veces la capacidad de peces por metro cúbico, con los mismos resultados de calidad. Todas estas iniciativas apuntan a consolidar el campo como la despensa de Colombia, una operación en la que también participarán cacaoteros, arroceros, cultivadores de mango y de gulupa. Llegó la hora de darle al campo la importancia que tiene para todos; de mezclar el azadón con tecnología e innovación para obtener mejores resultados y un mayor bienestar para las personas en las ciudades y en el campo. Es la hora de dejar la violencia atrás, y de empezar a sembrar el futuro. 63
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Aquí brota el agua En los nevados y páramos del Tolima nace el agua que abastece a gran parte del centro del país. Una de las prioridades para el departamento es proteger y rehabilitar estos lugares estratégicos.
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l último fenómeno de El Niño que afectó al país fue particularmente duro para los tolimenses. Fueron casi diez meses (entre 2015 y comienzos de 2016) de una intensa sequía, con temperaturas más altas de lo normal, que acabaron con las cosechas y dejaron a los ríos –incluso a los más caudalosos, como el Magdalena– convertidos en pequeñas quebradas. Durante ese tiempo los pescadores se quedaron sin qué hacer y muchos campesinos, que necesitan las lluvias para regar sus tierras, perdieron toneladas de productos agrícolas. Mientras eso pasaba, los incendios forestales destruyeron más de 26.000 hectáreas de tierra y estuvieron muy cerca de alcanzar a varios de los municipios del departamento. Fue una crisis ambiental (y económica) que le recordó al país la importancia del agua y que motivó a los expertos a revisar cómo se están cuidando actualmente las fuentes hídricas. La situación es particularmente delicada si se toma en cuenta que el Tolima es un lugar estratégico para abastecer de agua al centro del país. El departamento tiene 18 ríos, tres nevados, más de 600 humedales y casi el 30 por ciento de todos los páramos de Colombia, según la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima). Además, en su territorio hay tres parques naturales, una reserva forestal y más de 800.000 hectáreas de bosque húmedo y seco, ecosistemas necesarios para que el agua riegue los campos y llegue hasta los hogares. 64
Pero ese paraíso está en peligro. Según un diagnóstico elaborado por la Gobernación, la ganadería extensiva, la expansión de la frontera agrícola y las malas prácticas agropecuarias deforestaron 295 hectáreas de zonas boscosas en 2014 –62 más que el año anterior–. Y aunque el Tolima está lejos de departamentos como el Meta, en el cual la deforestación alcanzó las 20.123 hectáreas en un solo año (2013), la cifra sigue siendo preocupante.
Hasta la fecha, el departamento ha adquirido 900 hectáreas de predios indispensables para conservar los ríos, los páramos y las fuentes de agua. “Hemos tenido varios encuentros con los montañistas que vienen al departamento y ellos nos han mostrado fotos en donde se ven los frailejones pisoteados y los potreros con ganado. Y para nosotros, que ya vivimos los estragos de la escasez, debe ser una prioridad cuidar esas zonas, que es donde nace el agua”, dice Andrea Mayorquín Perdomo, secretaria de Ambiente y gestión del riesgo del Tolima. Conscientes de ese problema, varias entidades tolimenses, lide-
radas por la Gobernación, tienen el objetivo de darle prioridad al agua, para lo cual se van a enfocar en dos tareas: la primera, proteger los nevados, páramos y otros ecosistemas que garantizan el recurso hídrico; la segunda, recuperar varias de las zonas deforestadas, especialmente en los corredores estratégicos que conectan a estos ecosistemas y resultan indispensables para su conservación. CUIDAR Y RESTAURAR La tarea ya se ha venido haciendo. Hasta la fecha, el departamento ha adquirido 900 hectáreas de predios indispensables para conservar los ríos, los páramos y las fuentes de agua en todo el Tolima, especialmente en municipios como Ibagué, Líbano, Murillo y Suárez. Pero la meta, de ahora a 2019, es llegar a las 2.000 hectáreas. Estas zonas se suman a las ubicadas en parques nacionales y otras áreas protegidas que dependen del gobierno nacional. Incluso Cortolima y algunos distritos de riego han adquirido predios por su cuenta con el mismo propósito. En paralelo, y en los lugares más afectados por la deforestación, el departamento quiere que los propios campesinos de la zona recuperen el terreno y rehabiliten las áreas adquiridas. “Vamos a hacer convenios con las juntas de acción comunal que están en esos lugares para que ellos mismos, por un pago de jornal, hagan las reforestaciones y el mantenimiento de los predios. Queremos que se apropien
ECONOMÍA
foto : andrés arenas
El Tolima tiene 18 ríos, tres nevados, más de 600 humedales y casi el 30 por ciento de los páramos del país.
del conocimiento”, señala la secretaria Mayorquín. La meta, en este caso, es pasar de 250 hectáreas hoy rehabilitadas a 850 dentro de cuatro años. Dentro de esta estrategia, y con el fin de mitigar las deforestaciones, se busca que quienes viven en las áreas estratégicas comprendan la importancia que estas tienen para el departamento y mejoren sus prácticas agropecuarias. Todas estas actividades se deben complementar con el plan de acción de Cortolima para los próximos cuatro años, que también incluye estrategias para adquirir predios en estas zonas, reforestar los que han sido afectados por la acción humana y aislar los nacimientos de ríos y humedales. Cortolima y la Gobernación están obrando para unir esfuerzos y quieren trabajar junto a Parques Nacionales para aumentar el alcance de sus iniciativas. Las autoridades, además, se están preparando para evitar que fenómenos climáticos como El Niño o La Niña (que aumenta las precipitaciones) sorprendan a los campesinos nuevamente sin la preparación adecuada. En conjunto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible se encuentran estructurando un plan de adaptación y mitigación frente al cambio climático que les va a permitir identificar cuáles son las problemáticas y los riesgos que enfrenta cada zona con el fin de adelantar acciones para disminuir sus dificultades. Los demás habitantes del departamento también deben poner de su parte para preservar el agua. Por eso, la Gobernación está adelantando una campaña masiva, llamada ‘Salvando el planeta’, con la que espera concientizar a la población sobre el uso adecuado del recurso, para que, desde sus casas y sus parcelas, sepan ahorrar adecuadamente y no malgasten el líquido que van a necesitar en épocas de sequía. Cortolima, la Gobernación, los campesinos, los gremios y las universidades se encuentran en la misma página y tienen la voluntad de trabajar juntos para que una crisis como la que ocurrió algunos meses atrás no se repita. Ya aprendieron la lección: el agua es indispensable. 65
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Campo productivo E
l Tolima es un cruce de caminos que conecta a Bogotá con el occidente y el sur de Colombia. Tiene además cuatro zonas climáticas, y en su suelo se producen alimentos variados –como arroz, aguacate, café y frutas–, reconocidos por su calidad en todo el país. Sin embargo, aunque estas condiciones le confieren la capacidad de convertirse en una potencia nacional en materia logística y agrícola, actualmente sus áreas rurales sufren una serie de problemas estructurales y el departamento ocupa el puesto 14 entre 25 en el índice de competitividad que elabora el Consejo Privado de Competitividad (CPC). La Gobernación es consciente de la necesidad de convertir las condiciones favorables del territorio tolimense en ventajas competitivas que les permitan a sus campesinos ser más productivos. Por eso, está invirtiendo en ciencia, tecnología e innovación (lo que los expertos llaman CTeI) con el fin de impulsar el departamento. De hecho, el plan de desarrollo contiene un capítulo especial de CTeI que busca transformar el campo, influir en la educación de las nuevas generaciones, fortalecer a las empresas y conectar a todo el departamento. La idea, según la secretaria de Planeación y TIC, Olga Lucía Alfonso, es que la innovación sea un elemento fundamental para la competitividad del Tolima: “Queremos convertirla en el motor que dinamice el crecimiento económico y que nos permita producir con valor agregado”. 66
COMERCIALIZAR BIEN En total, la Gobernación planea llevar a cabo 11 estrategias de innovación a lo largo de los próximos cuatro años, cinco de ellos relacionados directamente con el agro. El objetivo es mejorar los productos con más potencial de llegar al exterior y solucionar algunos de los problemas con los que se enfrentan los campesinos. El más importante en este sentido es la creación de un mapa que caracterice los perfiles de cafés especiales producidos en el departamento. Actualmente, cerca de 62.000 familias dependen del café
La Gobernación trabaja en la caracterización de los cafés especiales producidos en el Tolima. Hoy, 62.000 familias dependen de la siembra de café en la cordillera. que se siembra en la cordillera, y los campesinos de municipios como Planadas lo venden a clientes en el exterior. Definir exactamente qué tipos de cafés se producen en el Tolima, y en qué lugares, facilitaría las exportaciones y la búsqueda de nuevos mercados. Otra iniciativa busca mejorar la comercialización del aguacate hass, el mango y la lima Tahití, tres frutas de
foto : andres camilo gonzález / ministerio de agricultura
El plan de desarrollo departamental contempla la innovación como el motor del crecimiento económico, la productividad y la competitividad necesarios para convertir al Tolima en una potencia logística y agrícola nacional.
alta calidad producidas en el departamento. Para lograrlo, se está construyendo un centro de acopio de aguacate en Armero-Guayabal, en donde se recogerá la cosecha de todos los productores del norte del departamento y se gestionará su comercialización, con miras a alcanzar el mercado internacional con una marca unificada. Para Rafael Cabrera, gerente de innovación del Centro de Productividad del Tolima (CPT), el reto más grande para estos proyec-
ECONOMÍA
PROYECTOS PARA EL CAMBIO Una de las metas del Tolima en materia de innovación es fortalecer las empresas. La Gobernación tiene una alianza con la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) para capacitar a los pequeños y medianos empresarios en el tema, y está estructurando un proyecto para trabajar directamente con 30 grandes empresarios del departamento. Otro proyecto pretende preparar a los campesinos para el cambio climático a través de la ‘cosecha’ de agua. La idea es que los agricultores aprendan a recoger el líquido en época de lluvias y lo utilicen eficientemente cuando llegue la sequía. Finalmente, la Secretaría de Planeación trabajará de la mano con Colciencias y una universidad europea para formular correctamente y con los soportes necesarios los proyectos que tienen que ver con ciencia, tecnología e innovación. “La idea es que la capacidad de formular este tipo de proyectos quede instalada en el departamento”, dice la secretaria Alfonso.
A través de la implementación de la ciencia y la tecnología se fortalecerán los procesos agrícolas.
tos es lograr que los campesinos se vean a sí mismos como empresarios. “No basta producir muchas materias primas, hay que especializarse, diferenciarse y darle mucha importancia a la comercialización, algo que la mayoría de campesinos del Tolima no hacen actualmente”. LOS JÓVENES RENUEVAN La idea detrás de estas iniciativas es lograr también un cambio generacional en el campo, ya que los cam-
pesinos están envejeciendo –la edad promedio de los agricultores tolimenses es de 56 años–, y sus hijos prefieren migrar para buscar un futuro en las ciudades. “Con estos proyectos queremos hacer el campo atractivo para esos jóvenes, que utilicen la tecnología que tanto les gusta en favor del agro y se queden en sus municipios”, dice Juan Rodrigo Alvarado, secretario de desarrollo agropecuario y producción alimentaria del departamento.
De hecho, uno de los proyectos más importantes de la Gobernación es el desarrollo de una cultura científica y un espíritu creativo en los niños a partir de la edad escolar. La Universidad de Ibagué se encuentra desarrollando un método para implementar este proyecto en las instituciones educativas. “Allí vamos a formar a los innovadores del futuro”, señala la secretaria Alfonso. Toda esta estrategia se complementa con la creación de un espacio de innovación en la comunidad para que los tolimenses (especialmente los jóvenes) se reúnan a discutir los problemas que los afectan en su día a día y busquen soluciones creativas. Construir una cultura de innovación, ciencia y tecnología lleva tiempo. Los tolimenses lo saben, y comprenden también su importancia: por eso emprendieron ya el camino a través de su plan de desarrollo. Este es un primer paso con el que esperan llegar muy lejos. 67
TOLIMA
Compromiso con la región La Hacienda El Escobal nació hace más de 70 años, con la producción de arroz y la ganadería. Hoy, produce también panela, maíz y semilla de arroz de alta calidad. Desde sus inicios ha trabajado por la región.
fotos : cortesía doima tolima
La empresa cuenta con 1.200 hectáreas sembradas de arroz y 300 de caña panelera.
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n la zona rural de Ibagué se ubica la Hacienda El Escobal, un predio de 2.300 hectáreas dedicadas a la agroindustria. En sus orígenes, esta fue una tierra agreste, que, para lograr ser productiva, requirió un gran esfuerzo por parte de sus fundadores, Carlos Sarmiento Lora y su esposa, María Cristina Palau de Sarmiento. Hoy, la 68
hacienda es propiedad de Inversiones Agropecuarias Doima S.A., cuyos accionistas son herederos de don Carlos y doña María Cristina. En la Hacienda El Escobal se cultivan actualmente unas 1.200 hectáreas de arroz, 100 hectáreas de maíz y 300 de caña panelera cada año, y se mantienen alrededor de 1.000 cabezas de ganado Brahman de cría. De esta forma, la hacienda produce anualmente 10.000 toneladas de arroz Paddy, de las cuales el 15 por ciento corresponde a semilla certificada. Así mismo, se producen 800 toneladas de maíz para la industria y se sacan al mercado unas 400 cabezas de ganado. Además, en búsqueda de la diversificación del negocio, la hacienda inició en 1992 la producción de panela, para lo cual instaló un trapiche y plantó un área de caña. Esta unidad produce unas 2.000 toneladas anuales de panela, que se destinan a los mercados del Tolima, Eje Cafetero, Chocó, Cundinamarca y Valle del Cauca y, recientemente, en el internacional: España. Para hacer eficiente su producción, la hacienda cuenta con siete represas que almacenan alrededor de 2,5 millones de metros cúbicos de agua para riego, que complementan una concesión de 400 litros por segundo, conducidos a través de los canales de agua administrados por Asocombeima, entre ellos, el canal LasernaSarmiento, una obra que se realizó en los años cuarenta, financiada por Sarmiento Lora y Francisco Laserna –propietario de otras tierras de la región– y que ha sido vital para el desarrollo agroindustrial de la meseta de Ibagué. En su proceso de modernización,
la hacienda ha instalado dos estaciones agroclimatológicas para el registro de las condiciones del clima e introducido el uso de herramientas de agricultura de precisión, como equipos terrestres de aspersión con piloto automático guiados por GPS y monitores de rendimiento para sus cosechadoras. En cuanto a protección del medioambiente, cuenta con más de 300 hectáreas de bosques naturales distribuidas a lo largo de todos los cauces de agua, y en los cultivos realiza un plan de manejo integrado, que incluye la aplicación de insumos de origen biológico y de muy bajo impacto en personas y fauna. “Para nosotros, los recursos más importantes son nuestra gente, la tierra y el agua”, dice José María Madrid, gerente de Inversiones Agropecuarias Doima S.A. De estos intereses dan fe, además de la calidad de sus productos, el compromiso de la empresa con el sostenimiento de hogares para ancianos y guarderías infantiles, su aporte al Banco de Alimentos de la Curia Arzobispal y su apoyo a las actividades deportivas y educativas de los 250 trabajadores permanentes de la empresa. Adicionalmente, dentro de sus predios está proyectada la construcción de 5.600 unidades de vivienda de estratos 1, 2 y 3, y se cedieron a Ibagué 8,7 hectáreas para el desarrollo de proyectos de interés de la ciudad. Por tradición, calidad y desempeño social, las inversiones de Doima no son solo agropecuarias: la empresa le apuesta también a la estabilidad económica y social de toda una región y, aún más importante, a la seguridad alimentaria de las familias del Tolima.
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ECONOMÍA
SOSTENIBILIDAD
OPINIÓN
Renovando con energía La utilización de energía solar podría proporcionar la solución a los problemas del sector agropecuario y energético, y beneficiar de paso a las empresas y las viviendas.
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POR
Daniel Higueras. CEO y Fundador de Smartsolar
l departamento del Tolima, una de las regiones con mayor producción agropecuaria del país, ha visto cómo su economía en los últimos años se ha quedado atrás frente a las demás regiones de Colombia. Factores como el desempleo, la escasez de empresas y el bajo desarrollo en infraestructura ubicaron al departamento en el puesto 25 de 33 en tasa de crecimiento entre los años 2000 y 2013, según un informe elaborado por Fedesarrollo. El departamento tuvo un periodo de auge después de 1985 gracias a varias medidas adoptadas por el gobierno, como la exención del impuesto de renta a las empresas que se crearan en la región, la importación libre de aranceles para maquinaria y líneas de crédito con bajas tasas para la creación de nuevas empresas. Para 1986, las importaciones subieron 162 por ciento, y para la época se crearon 834 empresas, de las cuales 253 correspondían al sector industrial, según un informe del Banco de la República. Infortunadamente, muchas de estas nuevas empresas cerraron cuando se terminó el periodo de los estímulos arancelarios. Esta desaceleración, junto con la crisis de 1998, causó que para el actual milenio se agudizaran las bajas tasas de
crecimiento de los sectores industrial y agropecuario. Otro factor que ha impactado negativamente al departamento en años recientes ha sido la falta de agua. A pesar de que los ríos Magdalena, Anchique y Nanurco, entre otros, atraviesan al Tolima, las sequías de los últimos años lo han afectado por dos frentes. Primero, el sector agropecuario ha sufrido la disminución de la siembra de cultivos como plátano, maíz, limón y mango. Segundo, la falta de lluvias no ha permitido satisfacer la demanda de energía necesaria para crecer como región, y ha afectado el suministro de energía dependiente de las hidroeléctricas, incluida la Hidroeléctrica de Cucuana, inaugurada en 2015. Las energías renovables, especialmente la solar, pueden ofrecer una solución a estos dos problemas. Los sistemas solares se adaptan a todas las aplicaciones de demanda de electricidad: desde frigoríficos, lecherías, almacenamiento de hortalizas y frutas, siguiendo por las pisciculturas, hasta todo tipo de sistemas de riego, bombeo de agua y calentadores, lo que podría utilizarse en beneficio del sector agropecuario. Además, el desarrollo de estos proyectos permite dinamizar el sistema de suministro eléctrico, lo que podría aumentar la competitividad del departamento. Adicionalmente, las empresas y hogares se blindan así no solo contra la escasez de energía por falta de lluvias, sino también contra el aumento de los precios de la energía. Invertir en energías renovables podría ser una estrategia muy beneficiosa para el departamento, pues se generarían ahorros extra, tanto del sector público como del privado. Las empresas podrían destinar estos ahorros a la optimización de sus procesos productivos, y el gobierno podría centrarlos en educación, seguridad e infraestructura, como en el Distrito de Riego del Triángulo del Tolima. 69
TOLIMA
Preparados para crecer La Zona Franca de Ibagué tiene una ubicación geográfica privilegiada para convertirse en un lugar económico estratégico. Este parque ya dio inicio a sus operaciones.
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13 kilómetros de la capital del Tolima, entre la carretera nueva en doble calzada y la antigua vía Ibagué-Bogotá, se está construyendo la Zona Franca de Ibagué, un lugar con condiciones tributarias y aduaneras especiales para impulsar el desarrollo industrial de bienes, de servicios y actividades comerciales en beneficio de la región y del país. En julio de 2014 la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales declaró este terreno como zona franca permanente con un plazo de 30 años, lo que significa una especie de bendición para materializar y poder dar inicio a la construcción y puesta en marcha del proyecto, de tal manera que durante todo este tiempo diferentes empresas puedan calificarse para instalarse en este parque y gozar de los incentivos que otorga el régimen de zonas francas, instrumento que les permitirá ser más competitivas y productivas. 70
Tolima presenta unas condiciones naturales y de infraestructura óptimas para la ejecución de este proyecto. Está ubicado a 180 kilómetros de Bogotá, el mayor mercado económico del país, además, su ubicación geográfica le permite estar equidistante con mercados de gran interés como Antioquia, Caldas, Cundinamarca, Huila, Cauca, Valle, Quindío y Risaralda, lo que se convierte en un gran campo de acción para la atención de las necesidades de consumo de estas regiones. Además, por allí pasa la carretera que conduce hacia Buenaventura, una vía que se está ampliando para convertirse en doble calzada con túneles y viaductos que permitirán agilizar el paso de mercancías desde y hacia uno de los principales puertos de Colombia, acercando los productos provenientes de la Zona Franca hacia mercados externos. En una extensión de 23 hectáreas y con una inversión de 20 millones
fotos : cortesía zona franca ibagué
La Zona Franca, en la que se invertirán 20 millones de dólares, tendrá una extensión de 23 hectáreas.
de dólares, la empresa privada Zona Franca de Ibagué S.A.S. (ZFI) está construyendo el urbanismo para contar con la infraestructura requerida para la instalación de al menos 52 empresas a las que se les brindarán todas las condiciones técnicas para que puedan desarrollar sus procesos industriales con todas las garantías en materia de seguridad, calidad y servicios. Nueve empresas se encuentran ya vinculadas al proyecto, todas ellas se dedicarán a desarrollar diferentes actividades económicas como la fabricación de productos para el sector de la construcción, producción de alimentos, prestación de servicios logísticos y desarrollo de actividades metalmecánicas, entre otros. La finalización de las obras está proyectada para finales de 2017. Para Claudia Penagos, gerente de ZFI, este proyecto atraerá grandes inversiones de capital, “Estamos trabajando con dos empresas extranjeras que están evaluando instalarse en nuestra Zona Franca gracias a todas las bondades de ubicación e infraestructura que brinda nuestro parque, además tenemos un usuario industrial de servicios en proceso de calificación que ha identificado un potencial muy grande para la prestación de servicios logísticos y distribución de mercancías desde este punto del país”. Todo esto se convierte en una gran oportunidad para la región toda vez que se incentivará la generación de nuevos empleos. Sin duda alguna es un proyecto que le apuesta al desarrollo sostenible y progresivo que será de gran utilidad para el crecimiento de la economía del Tolima.
ECONOMÍA
Pasión por dar Niños de todas las edades, ancianos y habitantes de la calle se encuentran entre los beneficiados por la obra social de Droguerías Copifam, que desde hace 33 años respalda a los tolimenses.
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foto : cortesía copifam
uien camina por Ibagué sabe que para llegar a una droguería solo tiene que buscar una franja fucsia. Este es el color que Alexánder Ospina, gerente de Droguerías Copifam, escogió para su marca en homenaje al ocobo, el árbol más representativo del Tolima. Desde los 12 años, Ospina trabajó como mensajero, y 13 años después, a los 25, abrió la primera sucursal de su propia droguería en 1983 en Cajamarca, donde hoy día reposa una escultura en bronce que la empresa donó como reconocimiento al temple de los campesinos cajamarcunos. “Es que uno no es de donde nace, sino de donde se hace”, asegura Ospina. Tal vez es ese arraigo el que hace que la obra social de la empresa en el Tolima sea tan variada como frecuente: la cadena de droguerías entrega anualmente más de 5.000
mercados para la tercera edad y ayuda a los habitantes de la calle con comida y ropa por medio de campañas mensuales durante todo el año. Pero el programa bandera de Droguerías Copifam está en el deporte. Además de apoyar durante mucho tiempo a Óscar Escandón, actual campeón mundial de boxeo en peso pluma, también cuenta en Ibagué con el Club Deportivo Copifam, escuela de fútbol con sede deportiva en el barrio El Salado, donde casi 400 niños se divierten todos los días en una iniciativa que acerca a las familias y que “los mantiene alejados de vicios y malas compañías”, en palabras de Ospina. Un reciente estudio de la Facultad de Administración de la Universidad de Ibagué demostró que el 80 por ciento de los habitantes del departamento reconoce a Droguerías Copifam como la droguería
más representativa del Tolima. Esto demuestra que la tarea de Ospina y su familia es un ejemplo de responsabilidad social a nivel empresarial. Sin auxilios de ONG ni de la administración pública, Droguerías Copifam ha sacado adelante proyectos que impactan a familias tolimenses y que ahora espera llevar a otros departamentos donde la compañía hace presencia. Porque la empresa ha tenido un gran crecimiento, y 33 años después de su fundación ha abierto 139 sucursales en el país: 85 en el Tolima, diez en el Meta, 17 en Huila, 20 en Cundinamarca, cinco en Caldas y dos en Boyacá. El nombre de la empresa proviene de una frase que deja ver su filosofía: Cooperando con la Integración Familiar. En el ámbito regional, la familia Ospina ha logrado su objetivo con creces. Su meta ahora es dejar esa huella en el resto del país. Gracias al Club Deportivo Copifam, 400 niños del barrio El Salado entrenan fútbol todos los días.
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TOLIMA
foto : jorge serrato
Atractiva para todos Ibagué, la ciudad musical de Colombia, se ha convertido en un referente por sus oportunidades de negocio, con un futuro prometedor para la región y el país.
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n un contexto de economía ralentizada, los inversionistas toman con más cautela la idea de poner su plata en algún proyecto. Ibagué, se ha convertido en una ciudad estratégica para la economía debido a los múltiples factores que la hacen atractiva en el momento de invertir, siendo esta una oportunidad para generar crecimiento económico, propiciando nuevos proyectos empresariales que van desde la creación de nuevas empresas hasta la llegada de empresas ya consolidadas en otras regiones o países. Además, la ciudad ha sido escenario de una oferta variada de eventos entre los cuales se destacan los conciertos, el Festival Nacional del Folclor, las obras de teatro y los distintos festivales de música que abren el abanico de oportunidades para quienes la visitan. Desde la Cámara de Comercio de Ibagué, se está liderando un trabajo enfocado al desarrollo económico de la región, el crecimiento del tejido empresarial y la formalización de las cadenas productivas. Además, se apoya el tema de emprendimiento, siendo esta la oportunidad de crear empresas tolimenses innovadoras, que las consoliden como organizaciones competitivas a nivel nacional e internacional, como lo afirma Luis Alfredo Huertas Pontón, presidente ejecutivo de la Cámara. Cifras de esta entidad indican que en Ibagué hay cerca de 23.000 empresas 72
registradas, de las cuales el 95 por ciento son microempresas. Las medianas ocupan el 0,7 y las grandes el 0,1. Esto ha hecho que las estrategias de trabajo lideradas por Huertas se enfoquen principalmente en generar soluciones a los problemas manifestados por los empresarios y así ayudarlos a crecer, pues ese tejido empresarial es el principal generador de empleo de la ciudad. Para disminuir estos problemas, la cámara ha liderado estrategias de acción para incrementar la rentabilidad y prosperidad de las empresas, con el fin de obtener un impacto económico orientado a la generación de más puestos de trabajo y a consolidar el aparato productivo de Ibagué. Así mismo, se busca atraer a grandes empresas con proyectos que lleguen a distintos sectores de la economía. En materia logística, por ejemplo, promueve la construcción de una zona franca para ser un punto nodal en el transporte de mercancías que llegan a la costa Pacífica y se mueven hacia el interior del país. “Hay que aprovechar que Ibagué está ubicada geográficamente en la mitad del camino que recorre el comercio de Colombia con Asia, siendo la capital más cercana a Bogotá”, afirma Huertas. Tolima es un departamento de gran relevancia en la producción agrícola. Por eso, otro proyecto importante
es un centro de acopio para organizar la comercialización de la producción anual de la región. Gracias a la diversidad, hay muchas opciones: Ibagué produce cada año 35.586 toneladas de arroz, 8.000 de tomate de árbol y 7.200 de caña panelera, entre otros. Para el presidente de la cámara, los inversionistas no se han dado cuenta del potencial de la región, y por eso trabaja por revelar el secreto mejor guardado del país. Ibagué es una ciudad intermedia que, de acuerdo con cifras del Dane, tiene una proyección de crecimiento: aumentó su tejido empresarial en los últimos ocho años un 41,8 por ciento, con una densidad empresarial de 41 empresas por cada 1.000 habitantes. A partir de ello se han consolidado tres sectores económicos: telas, agroindustria y salud. El primero está organizado en el clúster moda, proceso que sigue el sector turismo. También se trabaja para fortalecer clústeres estratégicos en los otros dos sectores. Huertas Pontón concluye con una invitación: “Nuestra institución siempre va a estar abierta a recibirlos, a darles información acerca del empresariado”. Ese es el compromiso de la Cámara de Comercio de Ibagué: servir de apoyo en la toma de decisiones de los inversionistas, y como puente entre las empresas que mueven la economía de la región.
foto : juan carlos escobar
TOLIMA
LÃbano. * Esvdfecdsf. 74
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EL DEPARTAMENTO
acortando distancias Los territorios del Tolima, fuertemente golpeados por la violencia, hoy tienen nuevas esperanzas. Con mejoras integrales en materia educativa, laboral, competitiva y de seguridad, lograrรกn cambiar su porvenir. 75
foto : andrés arenas
RIOTIERRA QUE SOÑAMOS LA
Una de las metas de la Gobernación es aumentar en 0,2 puntos el peso del PIB agropecuario en el PIB del departamento.
EL DEPARTAMENTO
Un buen plan Con una hoja de ruta que establece el rumbo por tomar durante los próximos años, el Tolima aspira a convertirse en un departamento competitivo, incluyente, seguro, en paz y sostenible.
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olima es una tierra llena de oportunidades. En sus 23.562 kilómetros cuadrados, ubicados en el centro del país, hay cuatro zonas climáticas diferentes, 18 ríos (incluido el Magdalena), un parque natural con tres nevados, gran cantidad de tierras aptas para la agricultura y 47 municipios en los que viven aproximadamente 1.408.000 personas. El departamento lo tiene todo para ser un polo de desarrollo logístico y una de las regiones más competitivas en materia agroindustrial. Pero su realidad es compleja, pues tiene una baja productividad respecto a otras regiones del país, varias necesidades sociales insatisfechas y un rezago importante en términos de infraestructura. De hecho, la actual administración realizó un diagnóstico durante los primeros meses del año, donde se encontraron grandes brechas entre las cifras del departamento y el promedio nacional en 30 temas como educación, salud, vivienda, agua potable, ocupación hotelera, mejoramiento de vías, tecnologías de la información y desarrollo agropecuario, entre otros. Eliminar las diferencias y ubicar al Tolima en los primeros lugares de competitividad del país no será una tarea fácil. Con todo, los tolimenses quieren empezar a cambiar las cosas desde ahora. Entre enero y junio de este año, la Gobernación se dio a la tarea de construir un plan de desarrollo para los próximos cuatro años que tuviera en cuenta las oportunidades y los enormes retos que tiene por delante el departamento. Para ello, el equipo de la administración convocó y visitó cerca del 90 por ciento de los municipios del departamento para escuchar a sus comunidades, así
como también a los gremios, empresarios y universidades, y se reunió con jóvenes, adultos mayores, mujeres y representantes de los grupos étnicos de sus diferentes municipios para que dieran sus ideas y aportaran al desarrollo de su región. El resultado de estas reuniones es un plan de desarrollo plasmado en un documento en el que participaron más de 8.000 tolimenses, titulado ‘Soluciones que transforman’.
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POR CIENTO de los recursos comprometidos en el Plan de Desarrollo, que ronda los 3,6 billones de pesos, están destinados a proyectos sociales, como educación, salud e inclusión.
Se trata de una hoja de ruta que busca impulsar al Tolima a través de cinco ejes estratégicos: territorio incluyente, territorio productivo, territorio sostenible, territorio en paz y seguro, y territorio con buen gobierno. “A diferencia de muchos planes de desarrollo, este no se estructuró por sectores (sectorial) ni por grupos poblacionales (poblacional). Es transversal y busca transformar al departamento con megaproyectos enfocados en los cinco ejes, con una visión a 2030”, dice Olga Lucía Alfonso, secretaria de Planeación. En total, el plan contiene 12 grandes programas, 53 megaproyectos y 423 metas de producto que se deben superar de aquí a 2019.
SECTORES EN TRANSFORMACIÓN Las metas son sobre todo sociales. De hecho, más del 68 por ciento de los recursos comprometidos (cerca de 3,6 billones de pesos) están destinados a temas como la educación –con la que el gobernador dice que va a transformar al departamento en el mediano y largo plazo–, la inclusión social, la salud, la cultura y el deporte. Otro componente importante de la inversión es la tecnología y la innovación, pues la idea es que los niños y los jóvenes desarrollen un pensamiento creativo. En materia productiva, una de las metas es aumentar en 0,2 puntos el peso del PIB agropecuario en el PIB del departamento. Para lograrlo, la Gobernación apoyará permanentemente a los campesinos que siembran productos como café, cacao, aguacate y frutas, entre otros, para mejorar su productividad. El mejoramiento de la infraestructura también les traerá beneficios, pues permitirá un acceso más efectivo a otros mercados: actualmente, de los 2.454 kilómetros de vías secundarias, solo 1.200 se encuentran pavimentados, y la gran mayoría de vías terciarias no cuentan con mantenimiento. Por eso, otro de los grandes objetivos del plan de desarrollo es pavimentar cerca de 80 kilómetros de la red secundaria y hacer un mantenimiento constante de 500 kilómetros de la red terciaria durante el cuatrienio. El plan contempla también impulsar el turismo, una industria dinamizadora de la economía, si se tienen en cuenta los distintos lugares con los que cuenta el departamento para atraer visitantes potenciales, y la protección de los ecosistemas indispensables para garantizar la dis77
foto : jorge serrato
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En la elaboración del plan participaron jóvenes, gremios, empresarios, universidades, adultos mayores, y minorías étnicas.
ponibilidad del agua en gran parte del centro del país. EN TIEMPO REAL Para focalizar las inversiones, el plan de desarrollo dividió al departamento en seis territorios conformados por municipios con características geográficas y culturales similares. Cada territorio tiene fortalezas y necesidades diferentes, y los programas y proyectos se enfocarán de acuerdo con ellas (ver recuadro). Además, los tolimenses podrán verificar en tiempo real, desde la plataforma www.ejecutortolima.gov.co, cómo va el cumplimiento de las metas del plan de desarrollo. La secretaria Alfonso señala que todo esto está “enmarcado en nuestra misión de ser un buen gobierno, transparente con la ciudadanía y con participación democrática”. Con el camino trazado en ‘Soluciones que transforman’, los tolimenses buscan sentar las bases para que su departamento se convierta en una región competitiva y productiva. Y aunque las transformaciones no se dan de un día para otro, con la continuación sostenida de las inversiones y el cumplimiento de las tareas el Tolima estaría dando un gran paso para ocupar el lugar que merece en el país por su historia, su ubicación y sus recursos naturales. 78
LOS SEIS TERRITORIOS El actual plan de desarrollo dividió al Tolima en seis territorios. La Gobernación espera focalizar las inversiones dependiendo de las fortalezas de cada una. Histórico y cultural. Es el territorio conformado por Honda, Mariquita, Palocabildo, Armero-Guayabal, Ambalema, Falan y Fresno. Muchos fueron importantes centros poblados durante la Colonia y sus calles aún conservan la arquitectura de la época. Son tierras fuertes en producción de aguacate y con un gran potencial como destino de turismo histórico y de memoria (en el caso de Armero). Verde privilegiado. Es la zona de los nevados, la riqueza hídrica y las áreas de conservación. En medio de este paisaje, muy importante para la sostenibilidad ambiental del país, están los municipios de Anzoátegui, Casablanca, Herveo, Lérida, Líbano, Murillo, Santa Isabel, Venadillo y Villahermosa. En las partes altas de ese territorio se pueden sembrar papa y hortalizas, productos que no se dan en la parte plana del departamento. Logístico y competitivo. Es el punto estratégico del Tolima y la zona que conecta al centro con el Eje Cafetero y el suroccidente. Tiene la mejor infraestructura vial, dos aeropuertos y todo el potencial para ser uno de los centros logísticos más importantes del país. Lo conforman Ibagué, Alvarado, Cajamarca, Coello, El Espinal, Flandes, Piedras, Rovira, San Luis y Valle de San Juan.
Frontera abierta. Es la franja que une al Tolima con Cundinamarca. Allí están Melgar, Carmen de Apicalá, Cunday, Icononzo y Villarrica. Es uno de los destinos turísticos preferidos por los bogotanos, y en algunos de sus municipios abundan los condominios con casas de descanso y los centros vacacionales. El café, el cacao y el banano bocadillo son algunos de los productos que se dan en la región. Transformación agropecuaria. Es la región con más potencial para una agroindustria fuerte y tecnificada. Conformada por Purificación, Saldaña, Guamo, Prado y Suárez, es un lugar ideal para la siembra de arroz, café, frutas, algodón y aguacate. Además, es un sitio propicio para realizar proyectos de biocombustibles, carne y piscicultura, aunque existe todavía una serie de obstáculos en materia de propiedad de la tierra, tecnología, innovación y mano de obra. Paz y biodiversidad. Es la zona más golpeada por el conflicto armado, donde viven grupos de campesinos y comunidades indígenas que la consideran su territorio ancestral. Está conformada por Ataco, Chaparral, Coyaima, Natagaima, Ortega, Planadas, Rioblanco, Roncesvalles, San Antonio, Dolores y Alpujarra. Productos agrícolas como el café de alta calidad representan oportunidades para el posconflicto en esta zona.
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foto : david estrada larrañeta
Uno de los objetivos de la Policía departamental es acompañar a los municipios golpeados por la violencia.
De vuelta a la comunidad De la mano de la Gobernación, el Departamento de Policía del Tolima busca hacer presencia en las zonas rurales y atender las emergencias de la región.
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l objetivo ideal de la Policía, desde el momento en que se concibió su creación hace cientos de años, era formar una institución que estuviera de manera constante y permanente al servicio de las comunidades sobre las cuales operaba. Debido al conflicto armado, el narcotráfico, el paramilitarismo y las bandas criminales, en Colombia su atención debió volcarse casi que únicamente a resolver problemas de seguridad. Hoy, en medio de los esfuerzos de paz adelantados en los últimos años por el gobierno, los departamentos de Policía están volviendo a su vocación original: buscar el bienestar de las comunidades. Es este el caso del Departamento de Policía del Tolima. Según su comandante, el coronel Jorge Eduardo Esguerra, “desde hace seis meses nos venimos preparando para el posconflicto en un trabajo conjunto entre la institución y la Gobernación”. Su principal esfuerzo se concentra en llevar la Policía a los llamados
municipios de consolidación, aquellos que han sido fuertemente golpeados por el conflicto armado y en donde la institución quiere afianzar su presencia, especialmente en el ámbito rural. Para lograrlo se han integrado a la estrategia nacional Siser (Sistema Integrado de Seguridad Rural), que reúne todos los servicios que presta la Policía (Sijín, Dijín, Dipol) llevados al campo por medio del grupo de carabineros. Esto porque, “el equipo de trabajo conformado por el equino y el carabinero se presta para llegar a los sitios a los que no puede ir la patrulla en moto o carro”, afirma el subintendente Andrés Vasco. Además, como dice el patrullero Óscar Acosta, “el campesino siente más empatía con el carabinero porque para ellos representa un amigo, una persona que va a ayudar”. La labor de este equipo abarca varios trabajos con la comunidad que trascienden la seguridad. Por ejemplo, una oferta de programas rurales dictados por 35 miembros de la Poli-
cía que son técnicos agropecuarios para que la población se capacite en vacunación de animales, marcación de fincas y tractores y siembra de cafés especiales. Su quehacer también va enfocado hacia la reconstrucción del tejido social en las comunidades golpeadas por la violencia, por ello donaron 100 bicicletas a los niños de Planadas, con el fin de incentivar el deporte y la travesía en zonas rurales; así mismo, han realizado eventos de cine, danza y teatro al parque. CENTRALIZAR LOS SOS Desde hace ocho meses el Departamento de Policía del Tolima se ha concentrado en el nuevo Complejo Policial Picaleña, la edificación más grande de esa institución en el país, con capacidad para acoger a 500 uniformados y que posee la más alta tecnología para atender la seguridad del departamento. En sus instalaciones se encuentra la Sala de Atención de Emergencias, donde está la sede del Sistema Integrado de Emergencia y Seguridad (Sies) 123, una planta telefónica para dar atención a los casos de emergencia del departamento. Para el intendente Diego Usme, “con la implementación de este sistema logramos la centralización para poder tomar las medidas necesarias de forma rápida y oportuna en cualquier clase de emergencia”. 79
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Preparados para la paz El verdadero fin de la guerra se logra con oportunidades para todos. La meta de la Gobernación es que nadie quede excluido.
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espués de más de 50 años de violencia y siglos de olvido, en el departamento del Tolima por fin se respira un viento de tranquilidad y esperanza. Los uniformes que antes generaban miedo y eran sinónimo de armas ahora son reemplazados por camisetas blancas, vestidas por funcionarios de la Gobernación, que pueden llegar por fin a lugares antes inaccesibles para cualquier político. Un día se encuentran en una vereda de Planadas y al otro día llegan a un corregimiento de Ataco; después van a Lérida, Murillo y Roncesvalles para hablar de inversión y desarrollo. Las víctimas del conflicto armado en el departamento ascienden a 250.000, un 80 por ciento de ellas obligadas al desplazamiento forzado. Se estima que 90.000 viven en la capital tolimense, de las cuales, un 70 por ciento viven en condiciones de miseria o pobreza. En la búsqueda de mejorar las condiciones de las víctimas de la violencia, la administración departamental está desarrollando programas de generación de ingresos y empleos mientras se adelantan los procesos de justicia y reparación. Estos programas han acogido a 144.000 víctimas de todo el territorio, y se espera que alcancen al ciento por ciento durante el actual periodo gubernamental, que finaliza en 2019. El plan de desarrollo de la Gobernación busca crear políticas para beneficiar a la comunidad con proyectos sociales dependiendo de los grupos poblacionales, la geografía y el contexto histórico de cada región. La prioridad es crear unidades productivas, planes de concientización, 80
cultura y liderazgo. También se busca desarrollar un programa de memoria histórica en el que, de la mano con la Universidad de Ibagué, se documenten los hechos violentos acaecidos desde mediados de siglo hasta el día de hoy. “Si no se tiene clara la dinámica del conflicto armado, no es posible llevar a cabo los proyectos. Cada región ha tenido su pasado, consecuencias y necesidades para la reparación simbólica, la resiliencia y el perdón”, afirma Ricardo Orozco, secretario del Interior. Para iniciar este proceso se han priorizado 11 municipios del sur y del oriente en donde había una mayor presencia de las Farc: Planadas, Chaparral, San Antonio, Villarrica, Ataco, Rovira, Alpujarra, Dolores, Roncesvalles, Icononzo y Rioblanco. En el tema de restitución de tierras, uno de los puntos clave en la solución del conflicto, el departamento tiene 4.709 solicitudes, encabezando la lista de municipios Ataco, con 992, y Chaparral, con 549. Para lograr la restitución, se hace un estudio en el que se evalúan las condiciones de seguridad de la zona donde se encuentran los predios, y si hay nuevos ocupantes. La meta es que los campesinos regresen a sus tierras con la seguridad de que van a vivir en paz. Un proyecto adicional busca brindar una oportunidad laboral a las mujeres desplazadas por la violencia que decidan quedarse en las ciudades: hasta el momento, 18 trabajadoras se encuentran vinculadas al sector de la ropa, con todas las prestaciones y subsidios, y otras 82 están en proceso de capacitación con el Sena. Se estima que para finales de 2016 se haya logrado
el proceso con 100 mujeres de todo el departamento. Además de lo anterior, la administración departamental puso en marcha la formación de Espacios de Convivencia Ciudadana, no solo en el tema de la violencia armada sino desde todos los ámbitos. Esta estrategia, acompañada por la corporación Eskina del Barrio, está dirigida a niños, niñas, mujeres y jóvenes para incentivar, por medio de expresiones artísticas, ambientes pacíficos y de solidaridad. Estos semilleros llevan el teatro, la música, el baile y la pintura a las comunidades, principalmente del sur del Tolima, con el fin de que sus habitantes hagan un buen uso del tiempo, buscando evitar así su caída en redes de microtráfico, pandillas, delincuencia común, trabajo forzado o tráfico sexual. También buscan crear conciencia sobre los deberes y derechos de los ciudadanos, para que se denuncien las acciones delictivas que afecten a la población. La meta para este año es llegar a nueve municipios, y a 30 durante el próximo cuatrienio.
foto : césar david martínez
Con la creación de unidades productivas, la administración departamental busca beneficiar a las comunidades.
Con el programa Poligoles, apoyado por la Policía, se espera que los jóvenes resuelvan las diferencias entre bandas o pandillas recurriendo a partidos de fútbol. Este programa es impulsado por los agentes de las 14 comunas de Ibagué y de los municipios del Tolima: “El deporte y la cultura son herramientas fuertes para solucionar conflictos, previenen delitos y unen a familias y barrios. Son una excelente estrategia de prevención”, dice al respecto Ricardo Orozco, secretario del Interior. La Policía también cuenta con una iniciativa de promoción de seguridad que se encuentra en etapa de ejecución: la instalación de 240 cámaras en Ibagué, y 15 en Chaparral, conectadas a la institución para hacer una labor más efectiva frente a los problemas sociales. Para articular los proyectos sociales, también se tiene pensado trabajar con los reclusos de los diez centros penitenciarios del departamento con dos enfoques: apoyo psicosocial y unidades productivas. En el apoyo psicosocial se hace un trabajo mental con el fin de prepararlos para su regreso a la libertad, en
tanto en las unidades productivas se les brindan opciones de vida, empleo y trabajo con sus familias. Varias visitas se han llevado a cabo para identificar los nichos empresariales que solicitan los reclusos según sus aptitudes, y en el primer semestre se adelantó trabajo en la cárcel de Líbano, en donde se pondrá
En el departamento hay 182.000 víctimas del conflicto, 90.000 de ellas viven en Ibagué y el 70 por ciento se encuentra en condiciones de miseria o pobreza. en marcha una empresa de panadería y repostería. Aunque el negocio funcionará desde el encierro, tendrá un local abierto al público e involucrará a las familias de los internos. Gracias a proyectos como este se mejorará la
calidad de vida de los reclusos, quienes además podrán ahorrar dinero y contar con experiencia para cuando llegue la hora de buscar empleo. El Sena, en un primer ciclo, está capacitando a casi 500 reclusos en varias áreas, dependiendo de la empresa que se quiera crear: artesanías, marroquinería, maquila, productos de limpieza para el hogar, y hasta un asadero de pollos y comidas rápidas. Estas son algunas de las acciones y proyectos de la Gobernación en materia social y de seguridad para preparar al departamento hacia el posconflicto y la paz. El papa Juan Pablo II decía: “Que nadie se haga ilusiones de que la simple ausencia de guerra, aun siendo tan deseada, sea sinónimo de una paz duradera. No hay verdadera paz si no viene acompañada de equidad, verdad, justicia y solidaridad”. En el caso del Tolima, según el secretario del Interior, el fin de la guerra se logra cuando la gente tiene oportunidades de trabajo, educación y desarrollo: solo así es posible ver el futuro con ojos de esperanza. 81
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
foto : juan david león
Durante este cuatrienio, la Gobernación pretende reducir la deserción escolar del 4,97 al 4 por ciento.
Todos a clase Varios programas de la Secretaría de Educación buscan reducir la deserción escolar, capacitar a los docentes e impulsar proyectos de integración, bilingüismo y paz en los colegios.
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EL DEPARTAMENTO
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os niños y jóvenes tienen derecho a la educación, que debe ser una de las prioridades para cualquier gobierno. Sin embargo, en muchos casos, debido a la violencia o a la escasez de ingresos, los jóvenes deben abandonar las aulas para apoyar a sus padres. La deserción escolar puede implicar grandes problemas: en el peor de los casos, los jóvenes pueden terminar involucrados en negocios ilegales como el narcotráfico y la explotación sexual. La Gobernación, consciente de estos problemas y de la importancia de una buena educación, pretende reducir la deserción escolar en el Tolima durante este cuatrienio del 4,97 al 4 por ciento. Según explica Enrique Váquira, supervisor de la Secretaría de Educación, es importante desarrollar proyectos en cada uno de los municipios de acuerdo con sus particularidades, fortalezas y falencias. También se debe hacer un seguimiento de cada uno de los estudiantes para conocer sus talentos manuales, artísticos y de liderazgo, y las situaciones dentro de sus hogares. Para poder hacer un trabajo de estas características, se creó la estrategia de Mesas Municipales de Educación, que ya se está desarrollando en todo el departamento; estas mesas consisten en reunir a los entes de cada municipio (profesores, rectores, un representante del ICBF, el alcalde, líderes estudiantiles, el personero, y hasta el fiscal y el sacerdote) para que, de manera conjunta, hagan una evaluación de la labor de las instituciones y de la comunidad y creen, a mediano plazo, políticas públicas locales y aúnen sus esfuerzos con otras secretarías para proyectos de infraestructura, salud e inclusión social. Para reforzar el trabajo en la región, la Secretaría de Educación diseñó también el programa de acompañamiento en sitio, que consiste en asistir a los colegios con las estadísticas más bajas en las pruebas Saber y el Índice Sintético de Calidad con el fin de identificar los problemas y mejorar los niveles de escolaridad. Actualmente, este programa está ejecutando un plan piloto en Coyaima, pueblo 90 por ciento indígena, adonde llegaron directores de
núcleo y supervisores de educación para asistir a 11 instituciones. Con este programa se espera aumentar la puntuación de los estudiantes en las pruebas estatales, para superar la categoría D del Ministerio de Educación Nacional. Esta es la peor calificación en las pruebas estatales, y la que predomina en los colegios de Coyaima, con un 80 por ciento. El objetivo es, en un plazo de cuatro años, lograr alcanzar la categoría A. Cuatro aspectos que intervienen en la formación de los estudiantes y en los resultados de las pruebas han sido considerados en este programa: gestión de proyección a la comunidad y gestión directiva, académica, y administrativa y financiera. El equipo de inspección revisa cada factor al tiempo que llevan a cabo estudios sociales y de salud en las comunidades, en un esfuerzo que
Las Mesas Municipales de Educación reúnen a los entes de cada municipio para que evalúen la labor de las instituciones y la comunidad y creen políticas públicas. se espera aumentar a 160 colegios de 11 municipios del sur del Tolima para 2019. En un primer reporte, el equipo determinó que los mayores problemas a los que se enfrentan los estudiantes son la ausencia de planeación, falta de liderazgo de los rectores, drogadicción, embarazo adolescente, descuido de los padres, insuficiencia de infraestructura, baja conectividad tecnológica en las zonas rurales, y carencia de dotación y materiales para estudiar. BILINGÜISMO, PAZ Y OTRAS INICIATIVAS La secretaría también contempla la capacitación, con el apoyo de la Universidad de Ibagué y la Univer-
sidad del Tolima, de 8.000 docentes del departamento en aspectos disciplinarios, académicos y pedagógicos. Así mismo, seleccionará a 60 rectores que se destaquen por su liderazgo para hacer estudios administrativos, actualización en normatividad, conflicto y paz, entre otros temas. La estrategia 'Espacios sanos, seguros y atractivos que invitan a estudiar, participar y aprender' concentra su acción en la disposición y el mantenimiento de 1.883 sedes educativas con ambientes aptos para el éxito en el aprendizaje, sin discriminación entre zonas rurales y urbanas. Para ello, estos espacios deben contar con innovaciones arquitectónicas que correspondan a los entornos culturales y climáticos de las regiones, aspectos de georreferenciación, estándares normativos para construcciones escolares y la totalidad de servicios públicos básicos (energía, agua potable y alcantarillado). Para garantizar espacios dignos, el departamento puso a disposición de los municipios sus diseños de construcción para bloques con aulas iluminadas y dotadas, un modelo de salón múltiple, tres modelos de baterías sanitarias, tres de restaurantes escolares y uno para un polideportivo cubierto. Adicionalmente, se han realizado 41 consultorías específicas sobre diseños en sedes educativas, 16 a cargo del departamento y 25 a cargo de las alcaldías. Esta estrategia se complementa con el ‘Plan de infraestructura, mantenimiento, uso y conservación de establecimientos educativos’, parte del cual se desarrolla en coordinación con el Ministerio de Educación Nacional, a través del contrato Plan Sur. Este plan busca atender a los municipios de Ataco, Chaparral, Coyaima, Natagaima, Ortega, Planadas, Rioblanco, Roncesvalles y San Antonio, en una región que cuenta a hoy con 23 predios listos para construcción. El valor para realizar estas obras asciende a 52.293 millones de pesos, 30 por ciento de los cuales serán aportados por el departamento. La Secretaría de Educación también le está apostando al bilingüismo, a través del proyecto 'Capa83
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
La Secretaría de Educación trabaja con 125 colegios rurales en la creación de alternativas laborales para el campo.
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ver el desarrollo social y económico de la región. Con esto se espera mejorar las condiciones de vida de los campesinos a partir de ideas productivas de los jóvenes con el apoyo de los docentes. En materia de paz y posconflicto se está desarrollando un ejercicio en las instituciones de Planadas, Ríoblanco, Ataco, Chaparral,
El proyecto ‘Capacitación en bilingüismo-inglés’, dirigido a maestros del sector oficial, contará con una inversión de unos 1.400 millones de pesos en materiales y tutorías.
San Antonio y Roncesvalles, seis de los municipios más afectados por el conflicto armado, con el objetivo de prepararlos para una nueva época de reconciliación y esperanza.
La ONG Educapaz, aliada de la Gobernación, está realizando una investigación para determinar las situaciones sociales de las comunidades, y crear planes para generar confianza en los habitantes desde los gobiernos escolares hasta las alcaldías, y crear un centro de pensamiento y medios de difusión a nivel local, nacional y global para hacer redes con otras regiones y compartir experiencias. El campo es una prioridad en este periodo: por eso se espera que los jóvenes, desde sus colegios, creen iniciativas para mejorar sus espacios y aumentar su sentido de pertenencia. A corto plazo, la idea es mejorar la infraestructura, tener profesores y rectores más capacitados, y lograr una sociedad articulada que trabaje por la educación. A largo plazo, lo que se espera lograr es que los estudiantes tengan en sus regiones mayores oportunidades de crecimiento laboral, y puedan llevar a cabo iniciativas propias de construcción de empresas agrícolas y tecnológicas. foto : andrés arenas foto : juan david león
citación en bilingüismo-inglés', dirigido a los maestros del sector oficial. Este proyecto contará con una inversión aproximada de 1.400 millones de pesos en textos, material de apoyo, y tutoría presencial y virtual en los niveles del marco común europeo: Principiante, A1, A2, B1, B2, C1 y C2. Concluido el proceso, se espera que 2.084 docentes hayan conseguido mejoramientos significativos en sus competencias, habilitándose para desarrollar procesos de aprendizaje más efectivos con sus estudiantes y ampliando sus oportunidades de participación en procesos formativos convocados por el Ministerio de Educación Nacional. Por otra parte, la secretaría está apostando por la articulación de 125 instituciones educativas rurales de 44 municipios con el mercado regional laboral a través del desarrollo de planes laborales con docentes y estudiantes. Lo que se busca con estos planes es la creación, desde los colegios, de alternativas en el campo: cultivos, procesamiento de alimentos, empaque y otras actividades que ayuden a promo-
foto : david estrada larrañeta
EL DEPARTAMENTO XXXX
En 2015 solo el 36,2 por ciento de los jóvenes en edad universitaria estaba matriculado. La meta es llegar al 40 para 2019.
El reto de las aulas
A través de la innovación y de estrategias como articular la educación media con la superior y un programa para jóvenes víctimas de la violencia, la Secretaría de Educación busca mejorar la cobertura universitaria.
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a cobertura de la educación superior en el Tolima está por debajo de los niveles nacionales: en 2015, cuando la media del país fue del 46 por ciento, el departamento alcanzó el 36,2 por ciento, lo que significa que solo 47.638 de los 131.000 jóvenes en el rango de edad de 17 a 21 años están matriculados en universidades tolimenses. Para mejorar esta situación, la Gobernación se propuso aumentar la cifra al 40 por ciento durante el actual periodo administrativo. La situación es especialmente compleja si se tiene en cuenta que la mayoría de las opciones se concentran en Ibagué. Por esta razón, la Secretaría de Educación departamental quiere apoyar a los jóvenes de las zonas rura-
les y de los municipios más alejados de la capital tolimense. Para lograrlo tiene programada, en convenio con el Sena, la articulación de la educación media con la superior en 160 instituciones educativas, sobre todo del sur del departamento, con el fin de que los estudiantes aprendan a liderar proyectos apoyados por equipos técnicos. Adicionalmente, en febrero de este año se puso en marcha un plan que busca, para 2019, ofrecer 8.000 cupos de educación superior con prioridad para las víctimas de la violencia y la población con enfoque diferencial. Hasta la fecha, 1.000 jóvenes ya han ingresado a la Universidad del Tolima y a la Universidad de Ibagué gracias a
este programa, aunque Adriana Matiz, secretaria de Inclusión Social, ha identificado en esta primera fase una preocupante deserción por parte de los estudiantes becados, debida a embarazos, la necesidad de abandonar las aulas para trabajar o la autoexclusión. Matiz, en su seguimiento del programa, ha conocido casos particulares que le han dado herramientas para crear políticas de asesoramiento a los becados, con el fin de reducir la cifra general de deserción actual del 9,1 al 8 por ciento: por ejemplo, el de una joven de 18 años, con un promedio superior al 4,5, que terminó abandonando sus estudios por presión de su novio tras quedar embarazada, pues el muchacho le decía que su labor no era perder el tiempo en los salones sino dedicarse al hogar, o el de dos jóvenes de las comunas de la capital tolimense, becados en la Universidad de Ibagué, que se sentían mal por estudiar en una institución privada siendo ellos tan pobres, y prefirieron desertar. “Por la experiencia con los muchachos me he dado cuenta de que los beneficiarios deben recibir asesoramiento, al igual que las familias. Solo así podemos hacer que culminen todo el proceso y, a mediano plazo, cambiar sus vidas y mejorar los índices del departamento”, señala Matiz, quien espera con esto lograr que más jóvenes culminen su preparación educativa. 85
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Primero la niñez L
Las estrategias del Tolima para el bienestar de la infancia buscan mejorar sus condiciones de vida, incluso desde antes del nacimiento.
a secretaria de Inclusión Social del Tolima, Adriana Magaly Matiz, sostiene que “un niño debe sentirse amado, no solo por su familia sino por la sociedad; debe tener una educación garantizada, una comunidad que lo respete y un sistema de salud eficiente”. Con el objetivo de que esto sea así para todos los niños del departamento, las dependencias de la Gobernación están brindando asesorías psicológicas y sociales a los padres, capacitando a los docentes, mejorando la infraestructura escolar y haciendo brigadas de salud con el fin de identificar los problemas y buscar las soluciones que más se ajusten a los retos que enfrentan hoy los niños en el Tolima. Según la Secretaría de Salud, en los 47 municipios y en los corregimientos se están efectuando campañas de salud prenatal para que las gestantes sean evaluadas con ecografías y otros exámenes importantes, como de hipotiroidismo, con el objetivo de determinar posibles complicaciones y encontrar una forma de prevenirlas. Después del parto, se les enseña a las madres la importancia de la leche materna durante los primeros seis meses de vida de sus hijos. Y en caso de que la progenitora, por cuestiones fisiológicas, no pueda lactar, existe un banco de leche materna en el hospital Federico Lleras, de Ibagué, pionero en este servicio. En los Centros de Desarrollo Infantil (CDI), donde los niños ingresan, algunos desde los primeros meses, la Secretaría de Educación, en unión con el ICBF, capacita a los funcionarios en formación temprana para que, aparte de brindar cuidados, impartan conocimientos de una forma lúdica y divertida. Este proceso prepara a los niños, de una manera sutil, para la vida escolar. En 86
la actualidad los CDI cuentan con 12.181 niños. Dentro de los programas, y para hacer el trabajo más eficaz, se tiene proyectada la construcción de seis megajardines con espacios pedagógicos para el desarrollo de la primera infancia con una atención integral en áreas de nutrición, enseñanza y psicología. Por otra parte, con el fin de conocer la situación socioeconómica, inquietudes, necesidades y habilidades de la infancia, se está impulsando en Chaparral, con miras a aplicarlo en todo el departamento, el seguimiento legal niño a niño: desde el registro civil hasta las dimensiones social y educativa. Siguiendo los lineamientos del Plan Nacional de Educación y del programa de Cero a Siempre, la Gobernación también viene adelantando proyectos para fortalecer la formación preescolar, específica-
mente en el grado de transición. La idea es continuar, ahora desde los colegios, las tareas ejecutadas en los Centros de Desarrollo Infantil con atenciones especiales, alimentación, dotación y grupos interdisciplinarios compuestos por nutricionistas, auxiliares pedagógicos y psicólogos, entre otros profesionales, para que los menores se adapten a los cambios con facilidad. “Tenemos que ser conscientes de que los niños pasan por muchas etapas durante la primera infancia: salen del vientre al mundo, luego a los CDI, más tarde entran al preescolar y por último a la primaria. Por eso es importante apoyar cada proceso”, afirma Olga Patricia Lozano, funcionaria de la Secretaría de Educación. Para garantizar que las acciones se ejecuten, el Plan Acompa-
EL DEPARTAMENTO
Se tiene proyectada la construcción de seis megajardines con espacios pedagógicos y atención integral en áreas de nutrición, enseñanza y psicología.
foto : juan david león
ñamiento Pedagógico Situado establece un seguimiento a los docentes con miras a fortalecer sus competencias y niveles de conocimiento y, además, acercarlos a la comunidad y a los padres. Esta estrategia consta de diferentes etapas que permiten no sólo caracterizar a los maestros y estudiantes, sino mirar las fortalezas, debilidades y particularidades de cada municipio. En este proyecto, que se está desarrollando en El Espinal y Flandes, y que continuará en Chaparral y Coyaima, se están formando 77 docentes, para el beneficio de 2.132 niños.
Por el bienestar de los niños, la Gobernación brinda capacitación psicológica y social a padres y docentes.
Con el fin de hacer un trabajo articulado, la Secretaría de Salud llevó a cabo una caracterización de las enfermedades y causas de muerte más frecuentes en los niños. Según cifras de la secretaría, la desnutrición en el departamento en los menores de 5 años es del 6 por ciento, y el municipio más afectado es Murillo, con 11 por ciento. En respuesta, la secretaría está trabajando de la mano con los entes departamentales para hacer campañas de alerta con trabajadores sociales, y de talla y peso con nutricionistas. En el estudio de enfermedades se encontró que las más frecuentes, dentro del rango de 1 a 5 años, son las afecciones respiratorias y los virus intestinales, y que la mayoría de los casos se pueden evitar con una asesoría básica pero efectiva a los adultos, en las que se les invite a mantener a los hijos lejos del humo, el polvo o las aguas estancadas, y se les enseñen los síntomas de las afecciones para evitar que lleguen a ser mortales. Las áreas educativas pueden presentar mejoras, pero es importante que la comunidad participe también en este esfuerzo. Para ello, el área de la salud realiza brigadas de atención y alerta en los municipios y áreas rurales. Según el ente gubernamental, las muertes accidentales de menores se incrementan en temporada de vacaciones o fines de semana, es decir, cuando están con sus padres o familiares. También concluye en su estudio que el 80 por ciento de los decesos infantiles se podrían haber evitado. La unión de esfuerzos a favor de la infancia es el objetivo de la Gobernación: que los niños se sientan seguros en los ambientes pedagógicos, sociales y familiares, y que conozcan, a través de campañas, sus deberes y derechos y las formas de prevenir enfermedades. “Queremos hacer mejoras en el departamento, trabajar con todos los grupos poblacionales de todas las edades, pero debemos apoyar fuertemente los programas con los menores porque de ellos vienen las verdaderas transformaciones en el futuro”, concluye Lozano. 87
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
La prioridad ignorada Incorporar a la juventud a la economía es fundamental para el desarrollo. Así lo ha entendido un instituto que trabaja con los jóvenes, estimula las comunidades y promueve ciertos sectores con resultados que podrían replicarse en toda Colombia. Purificación, un gran ejemplo.
POR
H
Eduardo Aldana Valdés*
ace un cuarto de siglo, la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo llamó la atención del país y las universidades sobre la enorme inequidad * Ingeniero civil, docente universitario, exrector de la Universidad de los Andes.
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regional que crecía sin pausa. Para amortiguar la consecuente emigración de la juventud a las grandes ciudades recomendó que se crearan en cada departamento unos organismos promotores de su desarrollo a los que denominó Instituto de Innovación Regional (Innovar). El primero se fundó en Purificación en diciembre de 1998. Este Innovar ha desarrollado tres funciones interrelacionadas: • Crear una amplia oferta de educación terciaria en el suroriente del Tolima bajo la orientación de la Univer-
sidad de Ibagué y en alianza con la Universidad del Tolima, el Sena, la Esap y Uniminuto. Más de 500 jóvenes han terminado estudios técnicos y profesionales en programas ofrecidos por esas entidades y 90 han cursado los primeros cuatro semestres y se han transferido a terminar sus carreras universitarias en universidades con sedes en Ibagué. El modelo desarrollado en Purificación ya se empezó a duplicar en otras cuatro regiones del departamento. • Estimular la capacidad comu-
foto : andrés arenas
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En el Tolima, alrededor de 110.000 personas entre los 17 y 21 años carecen de oportunidades para acceder a empleo o tener negocio propio.
nitaria para manejar sus propios asuntos. Ejemplos: la organización colectiva del festival folclórico del San Juan con el propósito de fortalecer el sentido de pertenencia y aprecio por lo propio, y el programa Sembrar Paz, de Uniagraria, dirigido a capacitar a la comunidad en la preparación de alimentos a partir de productos locales con el fin de señalar un derrotero para la transformación de materias primas en productos elaborados con valor agregado. • Promover empresas productivas en subsectores estratégicos para el desarrollo económico regional. Para ello, después de una investigación rigurosa, se promovió con la colaboración de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (Jica), y el gobierno
nacional la difusión en Colombia del Movimiento Ovop (Otra Villa Otro Producto): un enfoque diseñado específicamente para el desarrollo regional. Requiere que la población escoja un producto o sector industrial distintivo de su región y lo convierta en un negocio aceptado a nivel nacional y aun internacional. Fue iniciado en 1979 por el entonces prefecto de Oita en el Japón, Morihiko Hiramatsu. Ovop Colombia, coordinado por el DNP, impulsa con éxito 12 iniciativas en varios departamentos del país. En Purificación, el Innovar ha promovido la creación de asociaciones de pequeños productores entre las cuales se destaca Acuisur, en el subsector de la piscicultura, por el dinamismo de sus dirigentes. Las limitaciones financieras del Innovar no han permitido que este movimiento se expanda al ritmo del crecimiento de la población de jóvenes que desean ingresar a un empleo o tener un negocio propio que les permita forjar una existencia decorosa. En el Tolima, alrededor de 110.000 jóvenes en la franja etaria de 17 a 21 años carecen de esta oportunidad. En el país esa cifra es de 3 millones. En cualquier escenario futuro, satisfacer esa necesidad de nuestra juventud es la prioridad nacional. Incorporar esa juventud a la economía y a la vida social del país nos transportaría a un estadio adecuado de desarrollo, y esa juventud se encargaría a su vez de educar a su descendencia. Abandonarla a su suerte es lo más insensato que puede hacer un país por el complejo instinto de aversión a la inequidad que parece tener un importante componente biológico-evolutivo. La Universidad de Ibagué y el Innovar han estudiado conjuntamente algunas de las mejores prácticas nacionales y mundiales dirigidas a superar este desafío, tales como los negocios inclusivos que promueven alianzas responsables entre empresas bien establecidas –‘empresas ancla’– y pequeños productores rurales, la formación técnica alemana que articula eficazmente la educación terciaria tradicional con el aprendizaje práctico y paralelo en empresas certificadas para esa tarea y la educación en línea ofrecida por varias universidades y colegios comunitarios en Estados Unidos con un amplio apoyo de cursos virtuales de alta calidad y tutores debidamente capacitados
para entusiasmar a los estudiantes con sus carreras y potencializar sus competencias personales. Quienes hemos impulsado este enfoque creemos que se ha logrado estructurar una propuesta lista para ser ensayada en uno o varios Innovar. Sus ingredientes críticos son: • Entrenadores-tutores con amplia experiencia o formación de pregrado para apoyar a los estudiantes en el periodo práctico de su carrera – usualmente la mitad del tiempo– y en su periodo lectivo sustentado en gran parte por cursos en línea producidos, ensayados y licenciados gratis o a tarifas mínimas por redes de universidades tanto internacionales como colombianas. • Asociaciones de pequeños productores vinculados al movimiento Ovop Colombia y dispuestos a compar-
Al constituir ‘comunidades de aprendizaje’, los estudiantes adquieren competencias para desempeñarse en el mundo laboral, cada vez más exigente. tir sus conocimientos con los estudiantes y a beneficiarse de su colaboración dirigida por sus entrenadores-tutores apropiadamente capacitados. • Empresas ancla que brinden asistencia técnica a las asociaciones de productores locales y, cuando estos alcancen niveles de calidad, les compren su producción a precios justos. Dos principios básicos guían este diseño: que existen escenarios de aprendizaje tan eficaces o más que los salones de clase y laboratorios, y que todas las personas pueden ser a la vez estudiantes y docentes. Estos dos principios permiten reducir los costos, y al constituir ‘comunidades de aprendizaje’ con los estudiantes como ejes, aseguran que ellos adquieran las competencias necesarias para desempeñarse con idoneidad en un mundo laboral cada vez más exigente. Por supuesto, este modelo no funciona si previamente no se desarrollan las instituciones locales que lo puedan operar con legitimidad y conocimiento de las culturas local y regional. 89
foto : cortesía universidad cooperativa
TOLIMA
Educando y creciendo En las sedes de Ibagué y Espinal de la Universidad Cooperativa de Colombia se han capacitado más de 8.950 estudiantes. La institución cumplió dos décadas y ha extendido sus programas a varias ciudades del país.
C
on presencia en 18 ciudades –13 de las cuales hacen parte del mapa del posconflicto definido por la ONU–, y con más de 55.000 estudiantes, 4.563 profesores, 3.169 empleados y 141.732 egresados, la Universidad Cooperativa de Colombia se ha consolidado como una institución líder a nivel educativo y social en el país. A través de principios y actividades de educación y economía solidaria, la universidad comenzó a gestarse en 1958, y en 1983 recibió el reconocimiento como Universidad Cooperativa de Colombia por el Ministerio de Educación Nacional. Más adelante, en 2002, se confirmó su clasificación como una institución de economía solidaria. La vocación social de la universidad la llevó a desarrollar hace tres años los Centros de Conciliación, en los que se brinda atención jurídica, apoyo y orientación oportuna de 90
forma gratuita a personas en condición de vulnerabilidad. Hoy la universidad cuenta con la red de Centros de Conciliación más grande del país, con sedes en diez ciudades. Otro de los grandes compromisos de la universidad es la acreditación como una garantía de calidad. Por esta razón, está realizando una articulación entre el Plan Estratégico Nacional 2013-2022, ‘Navegando Juntos’, y el proyecto institucional como acción fundamental permanente para mostrar sus avances en los objetivos y metas, además de contar con la participación de toda la comunidad universitaria. ALIADA REGIONAL La Universidad Cooperativa de Colombia comenzó a funcionar en la sede de Espinal en 1994 y, gracias a su vertiginoso crecimiento, extendió su labor en 1996 a Ibagué, con cinco pro-
La universidad tiene 4.449 estudiantes en su sede de Ibagué. Ofrece seis programas de pregrado y cinco especializaciones.
gramas de pregrado autorizados por el Ministerio de Educación Nacional: Administración de Empresas, Contaduría Pública, Ingeniería Civil, Ingeniería de Sistemas, Derecho y posteriormente Medicina Veterinaria y Zootecnia. Hoy, la institución cuenta además con especializaciones en Diseño y Construcción de Pavimentos, Desarrollo de Software, Derecho Procesal Penal, Revisoría Fiscal y Auditoria Integral, y Gerencia de Servicios de Salud. La Universidad Cooperativa de Colombia tiene 357 profesores en las sedes de Ibagué y Espinal, y cuenta con 6.913 egresados, 694 estudiantes de pregrado en Espinal y 4.449 en Ibagué, además de 119 estudiantes de posgrado, la mayoría pertenecientes a estratos 2 y 3. Estas cifras dan fe del esfuerzo de la universidad por construir tejido social y por hacer realidad los sueños de los jóvenes del Tolima. La proyección social ha ido creciendo y se ve reflejada en el apoyo a la generación de proyectos innovadores que brindan soluciones a las necesidades de la región. Entre las acciones lideradas por la universidad se destacan el levantamiento del plan vial del departamento, la investigación de la fuente hídrica de Ibagué y el fortalecimiento socioeconómico para asociaciones de mujeres, comunidad LGTBI y personas en situación de discapacidad, en los que la universidad apoya la generación de proyectos innovadores que brindan posibles soluciones a las necesidades de la región.
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En el Tolima, la institución hace presencia en los municipios de Chaparral, Lérida, Mariquita, San Antonio, Planadas, Fresno, Líbano y Herveo.
Educación al alcance de todos Uniminuto es una institución de educación superior que ofrece formación de calidad a todos los colombianos. Los tolimenses no son la excepción.
P
ara nadie es un secreto que durante muchos años la educación superior en Colombia fue un privilegio de muy pocos. Frente a esta realidad, el padre Rafael García-Herreros creó la Corporación Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO), en 1992, una institución con vocación social orientada a 92
ofrecer educación superior de alta calidad y pertinente con opción preferencial para quienes no tienen oportunidades de acceder a ella. De los 124.000 estudiantes que hoy conforman el Sistema UNIMINUTO, el 73 por ciento hacen parte de los estratos 1 y 2, y asisten a las 85
sedes, centros regionales y centros tutoriales ubicados en diversas zonas del país. Miguel Celemin, estudiante de psicología y beneficiario del programa de becas de la institución, que hace cinco semestres ha cubierto un porcentaje importante de su matrícula, sostiene que “puedo estudiar porque Uniminuto está al alcance de todos, pues somos muchas las familias que vivimos de un salario mínimo”. UNIMINUTO cuenta con una amplia oferta de programas que no solo incluyen las carreras tradicionales sino también programas relacionados con el desarrollo productivo de cada región. El 71 por ciento de sus estudiantes son mujeres, pues según afirmó el rector general, Leonidas López Herrán, “UNIMINUTO llega a sitios donde las mujeres no han tenido la oportunidad de acceder a la educación superior, y el mundo está en manos de ellas. Partimos de la filosofía de que si se educa a la mujer, ella educará al hijo y así se construirá un país más educado”. Por ser una institución con presencia nacional con vocación regional, UNIMINUTO llega a los lugares de más difícil acceso por medio de programas presenciales, virtuales y a
distancia que a través de presencialidad, plataformas digitales, simuladores, aulas virtuales, libros de texto y tutores permite a los estudiantes recibir educación sin necesidad de desplazamientos, en la mayoría de los casos, de su zona de origen. Por todo esto, esta Institución de educación superior ha sido mundialmente reconocida como una entidad que trabaja en la solución de los problemas de acceso a la educación superior en la base de la pirámide, gracias a su modelo educativo innovador y flexible, orientado a servir a la población de menores ingresos y a generar desarrollo social. La institución mereció, por ejemplo, el Premio Desafío G20 (Grupo de las economías más solidas del mundo) a la innovación en negocios incluyentes 2012 y el Premio Finanzas Sostenibles 2013, organizado por el Financial Times, de Londres, en la categoría Logros en Negocios Incluyentes. ALIADA DEL TOLIMA La Organización Minuto de Dios, de la cual hace parte UNIMINUTO, ha estado presente en varios momentos de la historia del Tolima. Después la tragedia de Armero en 1985, inició procesos educativos en Lérida para contribuir a la reconstrucción de la zona. Y, desde 2011, estableció un centro regional en Ibagué, capital del Tolima, un proyecto consecuente con las necesidades socio demográficas de la ciudad. “Impactando a comunidades vulnerables con estrategias pedagógicas y de emprendimiento, siendo una apuesta educativa que ayude al crecimiento de la ciudad y del Tolima”, dice la directora del Centro Regional Ibagué, María Isabel Peña Garzón. Actualmente, 8.091 estudiantes hacen parte de la educación que UNIMINUTO ofrece para todos los tolimenses, siendo beneficiarios de alianzas públicas y privadas que se adelantan en la región para consolidar la pertinencia de su oferta educativa y posicionar las funciones de proyección social e investigación propias de la educación superior. “En el Tolima, nuestra presencia con centros regionales y centros tutoriales es creciente y completa, con una importante cobertura en el departamento”, agrega el rector general,
fotos : cortesía uniminuto
EL DEPARTAMENTO
pues con dos especializaciones y siete programas de pregrado universitario, se consolida el ideal del padre GarcíaHerreros: generar desarrollo humano integral y acrecentar las capacidades transformadoras de las comunidades para el cambio de realidades a través de la inmersión social y el servicio en todo el departamento. “En Ibagué y el Tolima aún hay muchas oportunidades y queremos fortalecer la oferta académica de este centro regional”, asegura el padre Harold Castilla, vicerrector general. De acuerdo con el plan de desarrollo institucional, el Centro Regional Ibagué consolida la estrategia ‘Artesanos para la paz’, una apuesta para la reconciliación y desarrollo integral del Tolima. Entre sus líneas de trabajo se encuentran ‘Uniminuto Mujer’, cuya finalidad es la formación de líderes en Ibagué; la ‘Escuela de liderazgo’, que trabaja con 26 organizaciones sociales al servicio de la ciudad, y la ‘Línea de Liderazgo Juvenil’, que junto a la ‘Organización La Eskina del Barrio’ y el ‘Diplomado Jóvenes Constructores de Paz’– este último financiado por la Alcaldía de Ibagué– promueve la participación de jóvenes en la consolidación de nuevas propuestas para la transformación de la región. Además, se destaca el modelo de reintegración comunitaria que, junto a la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) en Chaparral, trabaja por la reconstrucción de la comunidad, la reconciliación y la generación de cultura de paz.
El Centro Regional de Ibagué, fundado hace cinco años, cuenta con siete pregrados y dos especializaciones.
Así se demuestra que el trabajo de cinco años del Centro Regional de Ibagué ha fortalecido el compromiso que UNIMINUTO tiene con el país y con el Tolima, como lo confirma el padre Diego Jaramillo, presidente de la Organización Minuto de Dios: “Estos años en Ibagué significan haber superado una primera etapa de crecimiento y esperamos que lo que hemos logrado lo podamos multiplicar con óptimos servicios de calidad”.
PENSANDO EN LA GENTE Líderes educativos, políticos y comunitarios certifican la labor social de UNIMINUTO en el Tolima.
“Uniminuto ha sido clave en la construcción de paz y reconciliación. Valoro la oportunidad que les ha dado a los excombatientes de estudiar”. Joshua Mitrotti, director de la Agencia Colombiana de Reconciliación.
“Nos ha ayudado a realizarnos como personas y como asociación de mujeres”. María Leonel, representante legal de la asociación Mujeres con Futuro.
“El proceso formativo de Uniminuto ha trasformado nuestro actuar en el entorno social y comunitario”. Anadel Simaneses, representante legal de la Asociación para la Gestión Integral del Riesgo de la Comuna 6.
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Más empresa, menos pobreza Con iniciativas sociales y empresariales, la administración gubernamental quiere ayudar a la población a encontrar empleo y mejorar su situación económica.
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ace tres años, Paola Useche estaba llorando en una escalera porque no tenía dinero para pagar el arriendo y la alimentación. Se sentía tocando fondo, al borde de la mendicidad. Su hija, que en ese entonces tenía 5 años, se sentó junto a ella. “Mami, si no tienes plata, pues búscala”, le dijo: una respuesta simple pero acertada, y la mujer, de manera empírica, empezó a hacer accesorios. Hoy, Useche es propietaria de la empresa Casamara, que confecciona bolsos en cuero, y estuvo presente en la feria Ibagué, Negocios y Moda, el evento más importante del departamento en esa materia. Allí hizo contactos con diseñadores de todo el país, y ahora se está preparando para asistir a Colombiamoda. Ella es la líder de los artesanos y trabaja de la mano con los proyectos de emprendimiento de la Gobernación. Desde el año pasado está vinculada con la marca Tolima, una estrategia de la Secretaría de Desarrollo Económico que pretende generar sentido de pertenencia entre los habitantes de la región y poner al Tolima a la vanguardia en cuanto a estrategias de mercadeo territorial se refiere, generando expectativas entre 94
los consumidores, turistas e inversionistas acerca de los recursos, productos y servicios que se ofrecen. La marca busca mejorar la calidad de vida de los habitantes mediante la generación de empleo, diversificación de la economía, apertura de nuevos mercados y alternativas de negocio. Para lograrlo, trabaja con microempresarios en áreas como artesanías, temas agroindustriales, diseños de modas y mobiliario. En el departamento, el 97 por ciento de las empresas son pequeñas y medianas, y solo un 3 por ciento son grandes empresas. Teniendo en cuenta ese panorama, la Gobernación está desarrollando iniciativas para capacitar a los empresarios con miras a que crezcan y ayuden a reducir el desempleo de la región, que se encuentra en el 9,7 por ciento. Una de estas iniciativas es apoyar a 300 comerciantes y productores con alianzas estratégicas en formación, acompañamiento e implementación de herramientas financieras por medio de créditos con Bancoldex, Banco Agrario y otras instituciones nacionales y extranjeras. Otra busca capacitar a 100 empresarios
FOTO: JORGE SERRATO
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en estructuración de proyectos e identificación de fuentes financieras. Para generar empleo, la Secretaría de Desarrollo Económico, junto con las empresas agremiadas, publicará las oportunidades de trabajo en la página de la Gobernación, para que todos tengan la oportunidad de conocer las vacantes y organizar sus hojas de vida. Como política de este periodo, se planteó que más del 66 por ciento de los recursos, que suman 3,6 billones de pesos, sean enfocados en lo social (educación, salud, deporte y cultura, desarrollo agropecuario y apoyo a pequeños y medianos productores). Con esto se pretende reducir la tasa de pobreza extrema del departamento de 9,13 a 8,5 por ciento, bajar las estadísticas de pobreza multidimensional (es decir, la población que no cuenta con servicios públicos, educativos y de salud) del 54,6 a 47,8 por ciento, y disminuir la pobreza monetaria del 32,5 al 28,5 por ciento. Aparte de las estrategias de la Secretaría de Desarrollo Económico, la Gobernación está trabajando desde otras dependencias en las áreas
La Gobernación realiza jornadas de capacitación a los empresarios para que crezcan y se reduzca el desempleo.
de inclusión social y agricultura, si se tiene en cuenta que más del 90 por ciento del departamento es rural, con población indígena, mujeres cabeza de familia, población afrodescendiente y mineros artesanales. Con 1.100 de estos últimos se está trabajando para ofrecerles oportunidades diferentes al barequeo en los ríos, y en Ataco se están realizando capacitaciones con una docena de mujeres para vincularlas al sector textil. También con Cortolima se están desarrollando varios programas: la legalización o formalización de 410 mineros inscritos en el sistema integral de gestión minera (Siminero), la formación en seguridad industrial y salud ocupacional de 500 trabajadores para mitigar los riesgos asociados a su labor, y la creación de tres asociaciones de mineros artesanales, aún en planeación. Por otro lado, entró en ejecución el fortalecimiento de ocho unidades productivas mineras, de pequeña escala, con título y licencia ambiental vigente, para la realización de sus actividades en áreas permitidas. En materia social se está gestionando el apoyo a 60 proyectos
Gracias al programa Mi Primer Empleo, 300 jóvenes fueron vinculados a distintas empresas en el primer semestre de 2016. Esta iniciativa asegura un año completo de trabajo.
de emprendimiento de víctimas del conflicto armado y organizaciones juveniles. La idea es capacitar a los futuros empresarios en documentación, Cámara de Comercio y planes de negocio, y brindarles un capital semilla dependiendo de sus necesidades. Adicionalmente, como una iniciativa de la Secretaría de Inclusión Social, se está desarrollando un proyecto para trabajar en las 14 comunas de Ibagué con el fin de reducir la delincuencia y el microtráfico. El plan piloto, que inició este año en el barrio El Bosque, pretende recuperar familias, hacer un cambio social
y generar nuevas oportunidades. En este proyecto, apoyado por la Universidad de Ibagué, están vinculados 80 jóvenes y 170 niños en planes de liderazgo y en prácticas deportivas y culturales. Para 2017, la tarea es extender el proyecto a las demás comunas y a otros municipios del departamento. “El primer semestre de 2016, gracias al programa Mi Primer Empleo, 300 jóvenes fueron vinculados a distintas empresas. Esta iniciativa asegura un trabajo durante un año con todas las prestaciones legales, y le da al beneficiario experiencia laboral en áreas específicas y la oportunidad de crecer laboralmente”, afirma de secretaria de Inclusión Social, Adriana Magaly Matiz. Como en el caso de Paola Useche, la Gobernación planea apoyar a cientos de personas en sus unidades productivas, para que como ella puedan mejorar su situación económica y su calidad de vida y también, por qué no, llegar a ser dueños de una empresa que como la suya les brinde oportunidades de trabajo a mujeres víctimas de la violencia. 95
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Más allá de un techo
La ampliación de la cobertura de servicios públicos y el mejoramiento de las viviendas en la zona rural permitirán mejorar las condiciones de vida de los habitantes. Así se proyectan las obras en una región que quiere la paz.
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airo Mauricio Gómez, director de hábitat de la Secretaría de Infraestructura, recuerda que en una visita al resguardo indígena nasa, en Planadas, vio a una pareja de ancianos durmiendo sobre una esterilla en un suelo cubierto de polvo. En la casa no había ni un baño y la cocina apenas tenía un fogón de leña. En otra vereda de Planadas, se dio cuenta de que los habitantes hacían sus necesidades en el monte y vivían en casas que un vendaval o un terremoto podrían destruir sin mucho esfuerzo. En Carmen de Apicalá, un niño de 8 años, durante un consejo de gobierno, levantó la mano y dijo que necesitaba un hogar. La secretaria de Inclusión Social, Adriana Matiz, al ver en el pequeño el coraje de alguien que está desesperado con su situación, acudió a su hogar, ubicado en el basurero municipal, y vio que había sido quemado casi en su totalidad luego de que un habitante de calle lanzara una colilla encendida. El menor vivía allí con su padre. “Vivir con dignidad va más allá de tener un techo: es tenerlo en buenas condiciones, con agua potable, energía, cocina y, lo más importante, con servicio sanitario”, comenta Andrés Hurtado, secretario de infraestructura. Sobre esta premisa, la Gobernación trabaja para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes haciendo un mejoramiento desde varios ángulos. Tolima tiene mayor déficit de vivienda cuantitativa y cualitativa 96
que Bogotá, Cundinamarca, Boyacá y Meta. Según las últimas estadísticas, el déficit de vivienda nueva en el departamento es del 58 por ciento, mientras que el promedio nacional es del 15 por ciento. Las barreras de acceso son: déficit de suelos habilitados para los hogares, cobertura de servicios públicos en los municipios y títulos de propiedad por parte de las familias.
Las autoridades buscan hacer una caracterización con el fin de conocer la problemática de hogares en cada municipio y determinar una escala de necesidades. Para lograr la meta de vida digna, la Gobernación está trabajando para hacer una caracterización detallada con el fin de conocer la problemática de los hogares en cada uno de los municipios y determinar una escala de necesidades, no solo dentro de cada casa, sino también en las redes de acueducto, gas y energía. En la actualidad se está ejecutando un plan de construcción y mejoramiento de 255 casas en Ataco que favorecerá a las víctimas del conflicto armado. Su inversión será de 6.000 millones de pesos, y
se está considerando extenderlo a Rioblanco y Planadas. Además, en términos macro se planea levantar y arreglar 5.104 casas en el sector urbano y rural en terrenos de sana posesión, para lo cual ya se está desarrollando un estudio en cada municipio. Así mismo, gracias al trabajo de campo en los consejos de gobierno, se han conocido casos como el del niño de Carmen de Apicalá, que ya recibió un hogar nuevo de manos de la Secretaría de Inclusión Social. Además del proyecto de vivienda, la secretaría está trabajando en la pavimentación y rehabilitación de 80 kilómetros de red vial secundaria y 500 kilómetros de red terciaria. “Con el mejoramiento de la vías podemos conocer la situación real de los menos favorecidos y llevar los materiales necesarios para arreglar sus hogares. Además, con estas mejoras evitamos que la gente se marche del campo y encuentre calidad de vida en sus regiones”, asegura Andrés Hurtado. El sistema de acueducto es otro de los puntos por trabajar para mejorar las condiciones de vida de los tolimenses: se estima que algunos sistemas llevan más de medio siglo sin mantenimiento, lo que dificulta el abastecimiento de agua potable en los municipios. Por esa razón, la Secretaría de Infraestructura va a hacer una reposición de 8.000 metros de acueducto en los diferentes municipios, con lo que incrementará la cobertura del
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foto : andrés arenas
La Gobernación hará inversiones para aumentar la cobertura de acueducto del Tolima del 96,4 al 97,4 por ciento.
96,4 al 97,4 por ciento. En términos de salubridad, estas mejoras van a reducir el índice de contaminación del agua del 21,3 al 17 por ciento. Otra de las labores importantes para el fortalecimiento de los servicios públicos en el departamento es el mejoramiento del alumbrado eléctrico, que contará con la instalación de 1.000 puntos lumínicos y un estudio de fuentes alternativas de energía, como los paneles solares, para los hogares que se encuentran más alejados de los cascos urbanos. Con este
método se garantizará un servicio permanente y amigable con el medioambiente. En cuanto al gas domiciliario, durante el periodo actual se va a ampliar el suministro a 5.000 nuevos hogares. Las áreas urbanas cuentan casi en su totalidad con este servicio, por lo que la prioridad en esta materia la tendrá el municipio de Roncesvalles, que con 1.500 habitantes aún no cuenta con gas domiciliario. Debido a las condiciones geográficas del Tolima y a la violencia
del último medio siglo, varias poblaciones se encuentran estancadas en materia de vivienda, vías, acueducto y demás servicios. Ahora, gracias al ambiente de paz y a las políticas de cobijo de todos los corregimientos, se están llevando a cabo planes para sacar adelante al departamento y mejorar las condiciones de sus habitantes. La idea es brindar una atmósfera apropiada para la economía y para la creación de nuevas unidades productivas en beneficio tanto individual como de todo el departamento. 97
foto : jorge serrato
TOLIMA
Trabajo que vale oro La minería ilegal deja a su paso una huella de destrucción medioambiental. En Ataco, uno de los municipios más afectados por esta práctica, un grupo de mujeres recibió el apoyo de Cortolima para revertir sus estragos.
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os estragos que causa la extracción de oro en la naturaleza son bien conocidos por los colombianos: a diario se informa de los peligros que 98
acarrea esta práctica, sobre todo cuando es ilegal. De lo que no se sabe con frecuencia es de las iniciativas que apuntan a reparar estos daños.
Una de estas se gestó en Ataco, municipio ribereño del río Saldaña, ubicado 155 kilómetros al sur de Ibagué. Allí, la fiebre del oro lo convirtió en receptor de mano de obra proveniente de los departamentos de Antioquia, Cauca y Chocó, entre otros. Al volverse un enclave económico aurífero, lo que era un apacible pueblo comenzó a ser un foco de delincuencia. La explotación ilegal en el sector, que era artesanal desde 1996, pasó a ser mecánica desde 2003 hasta 2010. Con retroexcavadora, barequeros y terratenientes abrieron fosas como parte del proceso de extracción, lo cual, además de contaminar el río, acabó con gran parte de los bosques a orillas del afluente. La vegetación fue afectada por la conformación de piscinas y por el acopio del material extraído de diferentes fosas. Dando respuesta a esa situación, desde Cortolima se inició un proceso de recuperación de las zonas junto a otras entidades regionales y locales. Fue en ese momento cuando un grupo de mujeres del municipio presentó su propuesta de reforestación, la cual se analizó y se aprobó, pues cumplía con todos los requerimientos técnicos y sociales esperados, apuntándole al problema más urgente: reparar los lugares donde la extracción ilegal de oro había dejado zonas de terraplenes desiertos. Ya en otras ocasiones, Cortolima había entregado árboles a juntas y asociaciones de todo el departamento para iniciativas similares. Sin embargo, nunca había apuntado a un convenio administrativo tan ambicioso como el que selló con las mujeres de Ataco. Desde 2013, Cortolima ha invertido 1.100 millones de pesos en la logística del proceso de reforestación. Para Diana Quiroga, ingeniera civil a cargo del proyecto, la acción popular se cumplió por ciertas entidades a través del trabajo de estas mujeres: “Fue un trabajo conjunto entre la Gobernación, Cortolima y las alcaldías municipales de Ataco, Chaparral y Coyaima”, señala.
EL DEPARTAMENTO
LA REFORESTACIÓN En septiembre de 2013 comenzó el trabajo que sería la piedra angular en el proceso de recuperación ambiental de Ataco. El aislamiento y la siembra de los terrenos estuvieron a cargo de las mujeres que venían liderando el proceso, ahora formalizadas como Asociación por la Paz Ambiental (Atambipaz). En la primera fase, 15 trabajadoras sembraron 1.437 árboles en un encerramiento de 751 metros de longitud hecho con postes de madera y alambres de púas. Para Sandra Liliana Aroca, quien se encontraba en ese primer grupo y es la actual presidenta de la asociación, la alianza con los entes gubernamentales les permite trabajar en la recuperación de las cuencas hídricas, el manejo de residuos sólidos
y el reciclaje. “A pesar de la minería, la solución de Ataco está en lo ambiental, es mejor ganar poquito pero ser sostenibles”, dice. Lo que en un principio fue un trabajo de mujeres se ha convertido, gracias al apoyo de Cortolima, en un aprendizaje para todas las edades. En las socializaciones participan desde niños hasta personas de la tercera edad, que aportan ideas para la reparación ambiental del municipio. “Todos debemos ser conscientes del daño que causa la minería, lo importante es generar soluciones para repararlo”, asegura Aroca. Las reparaciones han sido efectivas: en 20 predios se promovió el crecimiento de especies protectoras como la guadua, la acacia y el yopo, y
fotos : cortolima
Gracias al aporte de Cortolima, en tres años el avance de la reforestación se ha visto en cerca de 16 hectáreas que han sido arborizadas en un área total afectada de 28 hectáreas.
Arriba, el terreno afectado por la minería. Abajo, el mismo espacio recuperado por el grupo de mujeres.
más de 5.000 de estos árboles se han sembrado en veredas como Apone, Las Vegas y Parasales, donde la minería dejó contaminación y una tierra árida sin posibilidades de vegetación. Con la intervención de Cortolima dio inicio la adecuación de los suelos para que el reverdecer de los predios fuera una realidad. Unos 52.000 metros cúbicos de material fueron utilizados, entre una mezcla que llaman conglomerado y una capa vegetal de hasta un metro de altura. El anuncio de la nueva vida en esos terrenos lo da el color vívido de la vegetación, más fuerte a medida que se aproxima al río. En tres años, el avance de la reforestación ha sido significativo.
Cerca de 16 héctareas han sido arborizadas en un área total afectada de 28 hectáreas, todo un logro si se tiene en cuenta que antes de la intervención de Cortolima la vegetación era nula y lo único que se veía en el terreno eran grandes arrumes de material lavado para la extracción aurífera, que alcanzaban los 18 metros de altura. De los 1.000 kilómetros cuadrados de Ataco, el 99,9 por ciento lo constituye el sector rural. En ese espacio existen 25.000 hectáreas de vegetación natural, una cifra que ha crecido gracias al esfuerzo y la tenacidad de un grupo de mujeres que entiende la importancia de la naturaleza para el futuro de su pueblo. 99
Cimentando desarrollo
Con la filosofía de que las comunidades necesitan oportunidades y no regalos, Cemex contribuye al desarrollo de las poblaciones en sus áreas de operación.
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emex Colombia, que cumple ya 20 años en el país, cambió su objetivo hace cinco años: “Pasamos de tener la visión de ser la compañía más eficiente en materiales de construcción, a querer ser una compañía que contribuya al desarrollo nacional al ofrecer soluciones integrales que generen bienestar a la gente”, afirma su vicepresidenta de asuntos corporativos, Mariana Jaramillo. Esta nueva visión se refleja en su concentración de esfuerzos para diseñar una estrategia social y brindar inversión que contribuya a erradicar la pobreza en las comunidades vecinas a su operación. Su planta más importante está ubicada en Caracolito, en el Tolima, y Cemex ha centrado por lo tanto su trabajo en las poblaciones vecinas de San Luis y Payandé, siguiendo su filosofía de que la comunidad esté vinculada en toda la estrategia social a través de la autogestión de los programas, “con una idea fundamental: las comunidades no necesitan regalos, necesitan oportunidades de desarrollo”, como señala Jaramillo. El desarrollo comunitario es uno de los cuatro componentes en los que se divide la estrategia de sostenibilidad de Cemex, que integra el programa de mejoramiento de 100
infraestructura comunitaria, con el que la empresa ha intervenido principalmente en instituciones educativas, pero también en parques, andenes, vías y salones comunales que la población quiere mejorar. En estos casos, la empresa dona los materiales de construcción, la Alcaldía pone la mano de obra calificada y los habitantes suministran la mano de obra no calificada que se requiere. Bajo este componente se encuentra también el programa de formación y capacitación de Cemex en alianza con el Sena, que ya ha graduado a 600 habitantes del Tolima. La Asociación Mujeres Emprendedoras y Guerreras de Payandé, conformada por un grupo de 11 madres cabeza de familia que estudiaron Tecnología en Construcción en el Sena, nació de este programa. Su trabajo de grado fue un proyecto de diseño y construcción de una vivienda hecha ciento por ciento con materiales reciclados, en un terreno perteneciente a Cemex y con materiales donados por la cementera. El segundo componente es el desarrollo de programas. Para llevarlos a cabo, la empresa busca constantemente las iniciativas más innovadoras en responsabilidad social y ubica
los emprendimientos relacionados con sus estrategias para apoyarlos generando alianzas, y a través de su programa de emprendimiento ayuda a las personas que tengan una idea de negocio o una microempresa en crecimiento por medio de la metodología del líder en desarrollo económico Ernesto Sirolli: “Nadie en el mundo puede prosperar si trabaja solo y hay que ayudar a aquellos que sienten pasión por lo que hacen”. Una de estas personas apasionadas por lo que hacen es Ruby Naranjo, propietaria de Alimentos Dulceto, quien asegura que “el programa nos permitió reflexionar sobre cómo debe estar organizada la empresa para alcanzar los objetivos deseados”. Los otros dos componentes que hacen parte de la estrategia de sostenibilidad de Cemex son los negocios sociales e inclusivos y la ciudadanía corporativa. Con el primero, ayuda a mejorar las condiciones de habitabilidad de familias vulnerables, y con el segundo, incorpora a los trabajadores de Cemex como voluntarios de los proyectos. Ambos han generado un impacto positivo en las comunidades tolimenses donde la empresa ha intervenido.
foto : cortesía cemex
TOLIMA
foto : comfatolima
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Centro Recreacional y Vacacional Lagos Club ComfaTolima, ubicado en el barrio El Salado, de Ibagué.
Familia y región En 23 años, ComfaTolima ha crecido hasta consolidarse entre los tolimenses por su desarrollo de programas y servicios sociales con proyección de región.
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l propósito general de las cajas de compensación familiar es brindar bienestar y mejorar la calidad de vida de los trabajadores afiliados y sus familias a través de servicios de salud, educación, recreación, cultura, turismo, deporte y vivienda. Con el objetivo de aumentar esos servicios, incrementar la eficiencia administrativa y la calidad de atención en beneficio de la comunidad del Tolima, en 1993, las cajas Comfaro y Comfacopi se unieron para crear la Caja de Compensación Familiar del Tolima, ComfaTolima. A partir de ese momento, su crecimiento ha sido tal que mientras en 1991, según Asocajas, entre Comfaro y Comfacopi consolidaban 1.710 empresas afiliadas, 18.003 trabajadores afiliados y 11.181 beneficiarios, en 2016, según ComfaTolima, se registran Nelson Norbey Quintero Melo, director administrativo de ComfaTolima.
3.454 empresas, 60.280 trabajadores afiliados y 106.892 beneficiarios. Actualmente, ComfaTolima cuenta con cobertura en el departamento a través de cinco oficinas, además de la sede principal de Ibagué, ubicadas en Melgar, Líbano, Lérida, El Espinal y Mariquita. Actualmente, se construye el Centro Recreacional Agua Blanca, en El Espinal. Esto ha sido posible gracias a que la entidad ha desarrollado programas de bienestar social comprometidos con mejorar la calidad de vida de los tolimenses. “En ComfaTolima trabajamos por el futuro de las nuevas generaciones de niños y familias con proyección regional”, sostiene su director administrativo, Nelson Norbey Quintero Melo. Entre los proyectos realizados se encuentra la Unidad Móvil, que ofrece el Programa de Promoción y Prevención: Mitigación de Enfermedades Cardiovasculares (avalado por el Ministerio de Salud) para promover la actividad física y el consumo de una dieta balanceada entre los afiliados, debido a que el Tolima presenta la tasa de mortalidad más alta de Colombia a causa de dicha enfermedad. Así mismo, lidera el proyecto Familias Fuertes, avalado por los Ministerios de Justicia, de Salud y la ONU, y que está
orientado a jóvenes entre 10 y 14 años de 720 familias tolimenses. El objetivo es minimizar el riesgo de consumo de sustancias psicoactivas y prevenir conductas de riesgo. También cuenta, pensando en las empresas, con un sistema integrado de gestión para asegurar la calidad de los servicios, la seguridad y la salud de sus trabajadores y la protección del medioambiente. Y para las familias, cuenta con subsidios de educación, recreación, deporte, turismo, crédito social y vivienda. La meta para los años que vienen será concentrar su trabajo hacia la ruralidad, el turismo sostenible en zonas de posconflicto, la articulación de educación media y superior hacia una institución universitaria, y una unidad de emprendimiento y transferencia del conocimiento, que incluya la economía naranja. ComfaTolima cuenta con la solidez financiera y la confianza de empresarios y trabajadores para ser instrumento de políticas sociales que respondan a la necesidad de una ejecución efectiva de servicios sociales focalizados a través de la articulación de su plan estratégico con el Plan de Desarrollo y con los planes departamentales y municipales en el logro del desarrollo regional con equidad e inclusión social. 101
foto : david estrada larrañeta
TOLIMA
La Secretaría de Salud busca reactivar los centros de salud de las cabeceras municipales del departamento.
Tolima saludable El aumento y mejoramiento de la infraestructura y la implementación de estrategias de prevención son los pilares con los que la administración busca mejorar la salud en el departamento.
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on el fin de mejorar la atención y prevención de las enfermedades en el departamento, la Secretaría de Salud está apuntando a cubrir este año todos los corregimientos de los 47 municipios. Para lograrlo, ha puesto en marcha varios programas de diagnóstico y vacunación; además, junto con la Secretaría de Cultura y Deporte, está desarrollando alternativas lúdicas para que toda la población se involucre activamente en acciones de prevención. El principal objetivo de estas iniciativas es prevenir las enfermedades que resultan de hábitos poco saludables. El departamento tiene un índice de desnutrición del 5 por ciento. Los municipios más afectados son Coyaima, de población 102
indígena, y Murillo, ubicado en las faldas del nevado del Tolima. El índice de enfermedades transmitidas por insectos, como el zika, el chikungunya y la leishmaniasis, es del 0,5 por ciento, con mayor incidencia en el sur. La mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio, con una mayor incidencia en los municipios de Honda, Guamo, Dolores, Palocabildo, Icononzo, Fresno y Ambalema, es de 212 por cada 100.000 habitantes, bastante alta en comparación con la del país, que se encuentra en 131. Las causas principales asociadas con este tipo de enfermedades son estrés, depresión, obesidad y sedentarismo. En materia de infraestructura, el departamento cuenta, en Ibagué,
con un hospital de tercer nivel (con la dotación y los especialistas necesarios para atender los casos de mayor complejidad), y con otros seis hospitales de segundo nivel distribuidos en dos sectores: en el norte, en Honda, Líbano y Lérida; en el sur, en El Espinal, Chaparral y Purificación. Sin embargo, en cuanto a centros de salud en las cabeceras de los municipios, la infraestructura y el equipamiento son aún insuficientes. La Secretaría de Salud ya tomó medidas para remediar esta insuficiencia, con un proyecto en marcha que busca reactivar los centros de salud de las cabeceras municipales y que incluye el equipamiento adecuado y un médico las 24 horas del día. Chicoral es
EL DEPARTAMENTO
como la Secretaría de Salud departamental, las alcaldías municipales, las direcciones locales de salud o las Secretarías de Salud municipales, los hospitales públicos y las empresas prestadoras de servicios de salud. Durante estas jornadas, las direcciones departamentales de Salud Pública, Oferta de Servicios y Seguridad Social, ponen a disposición de la población participante los diferentes programas de prevención y promoción que se adelantan, y, de paso, se les ofrece la afiliación al sistema de salud. Dentro de esta estrategia también se lleva a cabo el programa social ‘El Especialista a tu Alcance’. De esta forma, se busca acercar a la comunidad a servicios médicos especializados que, por la distancia o por foto : cortesía gobernación del tolima
el primer municipio donde se está llevando a cabo esta reactivación, para garantizar la atención a 2.400 familias del casco urbano y de las ocho veredas aledañas. La intervención en Chicoral se decidió luego de realizar jornadas de vacunación y atención con el objetivo de hacer una caracterización real, que evidenció la necesidad de construir un centro de salud con las atenciones de un hospital de primer nivel para atender a la población de la zona. Tras el trabajo en este municipio, se están llevando a cabo similares procesos en Ataco, Planadas, Chaparral y Rioblanco. La cobertura departamental en salud, sin embargo, está lejos de ser óptima: 15 municipios tienen una cobertura inferior al 70 por ciento; el 87,7 por ciento de la población está afiliada al servicio de salud, 33,86 por ciento de ellos al régimen contributivo, y se calcula que 173.351 personas están desprotegidas. Se calcula que el número más bajo de afiliación se presenta en la población de primera infancia (niños entre 0 y 5 años). Para garantizar la reducción en la brecha de insatisfacción, la Gobernación está trabajando en 11 obras distribuidas en todo el departamento, que suman en total 105.888 millones de pesos. Estas obras incluyen la edificación del nuevo hospital de Chaparral y de la ESE de Coyaima, el levantamiento de una unidad de urgencias en el hospital de Honda y la adecuación y reforzamiento de los hospitales de El Espinal, Lérida y Purificación, y del Federico Lleras en Ibagué. Adicionalmente, se va a invertir también en dotación de equipos médicos en Cunday, Guamo, Mariquita, Villarrica y Melgar por un valor aproximado de 2.400 millones de pesos. De la mano con el mejoramiento de la red hospitalaria, la Gobernación está implementando la estrategia ‘Diálogos Comunitarios: goce efectivo de la salud del Tolima’, un espacio diseñado para que las personas planifiquen y evalúen el desarrollo de su población en materia de salud y para que establezcan un diálogo directo con los miembros del sistema general de los servicios,
la leishmaniasis, el zika y el chikungunya. Estas jornadas son personalizadas, lo que permite conocer las condiciones internas de los hogares y capacitar a sus moradores en el lavado de tanques y manejo de aguas. La Secretaría de Salud ha repartido además 10.000 toldillos en todo el departamento para contribuir así a la disminución de las enfermedades transmitidas por vectores. Teniendo en cuenta la importancia de la actividad física para la salud, una estrategia adicional busca fomentar el deporte con todos los grupos poblacionales por medio de acompañamiento durante las jornadas de salud y con presencia permanente. El Tolima cuenta con 21 puntos de actividad física destinados a 18.100 niños. Además, la Secretaría de CulEl nuevo centro de salud del municipio de Chicoral cuenta con atenciones de un hospital de primer nivel.
Durante los Diálogos Comunitarios las personas expresan sus inquietudes a los miembros del sistema de salud.
demoras en las autorizaciones médicas, no son de fácil acceso para los pacientes. Las especialidades que se ofrecen a las personas, son: pediatría, medicina interna y ginecología. En total, se han atendido a 1.509 personas en 11 municipios del departamento y en dos comunas de Ibagué. También se están adelantando proyectos de prevención, con jornadas casa por casa, en los municipios de Rioblanco, Rovira, Planadas, Ataco y Chaparral, en las cuales se les enseña a las familias a prevenir
tura y Deporte está desarrollando programas deportivos para 2.350 adultos mayores de los hogares de atención, y espera extender sus actividades en las zonas rural y urbana. Integrar los proyectos de prevención con las jornadas nutricionales y de diagnóstico, las actividades deportivas y el aumento de la red de infraestructura, es la idea que tiene la administración para poder hablar de un departamento saludable. Sus propuestas están encaminadas a lograrlo. 103
TOLIMA
foto : cortesía medicadiz
La nueva Clínica Medicadiz tendrá 138 camas de hospitalización, 32 de observación y 96 consultorios médicos.
Impulso al bienestar
Para ofrecer una atención humana y garantizar completos servicios de salud, la Clínica Medicadiz inaugurará en Ibagué una nueva sede, donde el cuidado y el confort de los pacientes será el principal enfoque.
E
n los últimos años, Ibagué se ha destacado por su crecimiento comercial y desarrollo sostenible, y la Clínica Medicadiz no ha sido ajena a ese proceso. Fundada hace 21 años y reconocida por contar con un equipo médico de primera calidad, inaugurará a final de año una nueva sede que les brindará a los tolimenses un amplio portafolio de servicios. Ubicada en la vía al Aeropuerto Perales (Plan Parcial La Samaria), la institución busca hacer sentir a los pacientes como en casa y les garantizará 104
una prestación integral de los servicios a usuarios de medicina prepagada, planes complementarios, particulares y a afiliados de algunas aseguradoras. Los beneficios que la clínica traerá a la región son de destacar. “Ofreceremos un servicio de urgencias con 32 camas de observación, imágenes diagnósticas avanzadas, un moderno laboratorio clínico, ocho salas de quirófanos, 138 camas de hospitalización y 40 camas de cuidado intensivo, intermedio y coronario; además de una torre con 96 consultorios médicos”, explica el doctor
Orlando López Carvajal, presidente de la junta directiva de la clínica. El compromiso de Medicadiz va más allá de aumentar su capacidad: su objetivo es garantizar servicios de altísima calidad. Para lograrlo, contará con un amplio portafolio de especialidades quirúrgicas, tales como la cirugía general, vascular y periférica, de tórax, maxilofacial, oftalmológica, pediátrica, plástica y estética, de cabeza y cuello, de mano, bariátrica, de oncología, neurocirugía, urología, otorrinolaringología, ortopedia, ginecología y coloproctología. Así mismo, se destacan algunas especialidades médicas, como dermatología, cardiología, neurología, neumología, anestesiología, fisiatría, medicina interna, gastroenterología y pediatría. También se ofrecen especialidades como radiología y patología. Medicadiz ha contado con un gran aliado, la firma de ingenieros Prabyc, encargada de optimizar el diseño original y construir una edificación alineada con los objetivos de calidad. “El área de construcción de la clínica supera los 34.000 metros cuadrados. Hemos buscado la eficiencia en la construcción, y por eso utilizamos un sistema de formaleta alemana, que impide que queden residuos dentro de la clínica”, asegura el ingeniero Diego Prada, representante de Prabyc. El nuevo edificio tiene, además, un diseño sostenible y busca obtener la certificación Leed (edificaciones sostenibles con el medioambiente), convirtiéndose en la primera clínica del departamento que cumple con esa certificación, y ese es precisamente el legado que la institución quiere dejar a las futuras generaciones de la región: conservar los recursos naturales. Otra de sus ventajas es que la nueva clínica será totalmente automátizada, con controles de acceso, manejos de aire acondicionado y sistemas de envío neumático. Adicionalmente, sus terrazas verdes brindarán un espacio cómodo para acompañar la recuperación de los pacientes hospedados en habitaciones VIP. "También tendremos un auditorio con capacidad para 100 personas, un excelente escenario para reuniones o capacitaciones", afirma Luz Stella Perilla, gerente de la clínica. Medicadiz ha cuidado hasta el último detalle para convertirse en un referente de calidad en el centro del país.
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
La unión hace
Las alianzas entre departamentos y municipios son la estrategia perfecta para implementar más proyectos y jalonar más recursos.
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foto : esteban valencia
uando el alcalde de Bogotá y los gobernadores de Tolima, Boyacá, Meta y Cundinamarca se reunieron el 25 de septiembre de 2014 en el Puente de Boyacá para firmar el pacto que le dio vida a la Región Administrativa de Planeación Especial (Rape) del centro del país –conocida como Región Central– nació oficialmente una de las alianzas regionales más importantes de los últimos años en Colombia. No solo era la primera vez que se utilizaba ese esquema de asociación, contemplado por la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (2011), sino que lo suscribían cuatro de los departamentos más importantes y la capital del país, un territorio de 156.000 kilómetros cuadrados en el que viven cerca de 13.800.000 personas y que aporta el 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) de Colombia. Con esta figura, las autoridades territoriales crearon una entidad con personería jurídica propia, que cuenta con las capacidades para
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estructurar megaproyectos que beneficien a los cuatro departamentos y a Bogotá, y las facultades para gestionar los recursos necesarios. “Trabajamos articulados. Cada entidad entrega unos recursos para el funcionamiento de la Rape y en los diferentes escenarios hablamos de nosotros como una región integral, lo que nos ayuda al presentar proyectos al sistema de regalías y otros escenarios”, comenta Javier González, asesor de la Secretaría de Planeación del Tolima para este tema. Con esa alianza, el Tolima encontró una posibilidad para implementar proyectos importantes en el territorio sin la necesidad de aportar muchos recursos, pues comparte la inversión con los otros departamentos. Entre todos, por ejemplo, se está efectuando un proyecto de rehabilitación de los páramos de la región, que abarca a ocho municipios tolimenses, en el cual el departamento aporta solo 4.000 de los 32.000 millones de pesos necesarios. Además, campesinos de otros
siete municipios se verán beneficiados por un proyecto que busca mejorar los ingresos de los pequeños agricultores garantizándoles que sus productos lleguen a centros de acopio en Bogotá. Hay otros proyectos en fila: una feria agroalimentaria con invitados internacionales para apoyar a los campesinos de los cuatro departamentos, la institucionalización de un mercado campesino en Bogotá y el impulso de una iniciativa para intercambiar productos reciclables por productos agropecuarios. JUNTOS ES MEJOR La Rape hace parte de una estrategia de la Gobernación para trabajar de forma articulada con varias entidades territoriales, incluso entre los mismos municipios del Tolima, y es tan solo una de las alianzas apoyadas por el departamento. Las metas del plan de desarrollo buscan apoyar también al menos 20 alianzas supramunicipales (entre varios municipios), que sirvan para imple-
EL DEPARTAMENTO
la fuerza
mentar proyectos en conjunto, jalonar más recursos y mejorar la calidad de vida de los pobladores. Como parte de esa estrategia, al formular el plan de desarrollo las autoridades dividieron el departamento en seis terriorios, confor-
Gracias a la Región Administrativa de Planeación Especial del centro del país, el Tolima ha podido implementar varios proyectos, como la rehabilitación de los páramos. mados por municipios con características, fortalezas y necesidades similares. Adicionalmente, hace tres años el departamento firmó con el gobierno nacional un Contrato Plan para el sur del Tolima. Esa figura, que también es una especie de alianza intermunicipal, permite comprometer una serie de recursos de la Nación, el departamento
y otras entidades para adelantar proyectos que beneficien en conjunto a nueve municipios del sur, aquellos que más han sufrido por el conflicto. La Gobernación ya está haciendo las gestiones para que ese contrato plan se transforme en un contrato paz –con obras enfocadas en la preparación de esta zona para el posconflicto–, que incluya a otros cinco municipios del oriente del departamento. MIRANDO HACIA EL SUR Aún en el papel, pero con miras a una pronta creación, el Tolima también le está apostando a la Región Administrativa de Planeación (RAP) del sur, una alianza interdepartamental de la que también harían parte Nariño, Cauca, Caquetá, Huila y Putumayo. Según Óscar Gutiérrez, director de Planeación para el desarrollo en la Gobernación del Tolima, con esos departamentos se podría trabajar una serie de temas diferentes a los que se trabajan con la Rape. “Los ejes de esta alianza serían el Macizo Colombiano, la importancia del agua, el ordenamiento territorial a partir de la ciencia y las inversiones en el tema de la paz. Ya hay
una agenda planteada y la idea es comenzar con los trámites para crearla formalmente”, dice el funcionario. Con la RAP del sur, el Tolima contaría con dos alianzas diferentes que le ayudarían a obtener más recursos del sistema de regalías y a crear estrategias conjuntas para sacar provecho de su potencial agrícola, de su riqueza medioambiental y de su ubicación privilegiada en el centro del país. “La fuerza pública, los gremios y las universidades fueron consultados para formular el plan de desarrollo y son aliados fundamentales en algunos de los proyectos que adelanta la Gobernación. La relación es buena y eso nos permite trabajar en conjunto”, dice la secretaria de Planeación del departamento, Olga Lucía Alfonso, quien considera que la estrategia de articulación y el trabajo en conjunto también se aplican en el día a día con los diferentes sectores del Tolima. En todos los casos –tanto de la Rape como de la RAP del sur, el Contrato Plan para el sur del Tolima y las relaciones dentro del departamento–, la idea es unir esfuerzos para sacar los proyectos adelante y aumentar su impacto. La premisa en este caso es que así, con iniciativas conjuntas, se conquista el camino hacia el desarrollo. Hace tres años el departamento firmó con el gobierno nacional un Contrato Plan del Sur del Tolima.
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L
foto : andrés arenas
La Gobernación visitó los 47 municipios del Tolima para identificar las deficiencias viales y de transporte.
Vías para el desarrollo Con el mejoramiento de las vías y la creación de alternativas de movilidad por vía férrea y fluvial, el departamento quiere beneficiar a campesinos, empresarios y turistas. 108
as cifras viales en el Tolima no son buenas: su superficie total, de 23.562 kilómetros cuadrados, cuenta con 2.454 kilómetros de redes secundarias, de las cuales aproximadamente la mitad, 1.200 kilómetros, están pavimentadas. Existen también unos 10.000 kilómetros de redes terciarias, de las cuales únicamente al 0,1 por ciento se les ha hecho mantenimiento. El transporte por el Magdalena, entretanto, está inhabilitado, y los rieles no han visto pasar un tren durante años. La Secretaría de Infraestructura de la Gobernación recorrió los 47 municipios y centenares de corregimientos y veredas para conocer de primera mano las condiciones viales del departamento y, a partir de la experiencia y el diálogo con los habitantes, proponer alternativas de conectividad que ya se encuentran en ejecución. La idea es replicar el éxito logrado durante la primera administración del actual gobernador, Óscar Barreto, cuando se priorizó la construcción de las rutas del sur del Tolima, una zona históricamente afectada por la guerra. El resultado de las políticas del anterior periodo son evidentes: actualmente, esa zona del departamento es reconocida por la calidad de su café, y los empresarios nacionales y extranjeros se movilizan por sus carreteras para conocer los cultivos y negociar los granos directamente con los campesinos. Ahora, la administración tiene la mirada puesta en los cuatro puntos cardinales: en el oriente, la Gobernación cuenta con estudios y diseños para pavimentar 70 kilómetros de las vías Prado, Dolores, Alpujarra, ubicadas en el corredor que conecta al Tolima con el Huila. También quiere impulsar la economía y el desarrollo de Villarrica, un municipio casi desaparecido por la violencia, conectándolo con puntos estratégicos como Cunday, desde donde se puede acceder con facilidad a Carmen de Apicalá, municipio favorecido por los turistas del centro del país. En el sur la reactivación continúa: ya fueron pavimentados 14 kilómetros entre Castilla y Coyaima, y se están invirtiendo 100.000 millones de pesos para obras de articulación entre
EL DEPARTAMENTO
Los proyectos de mejoramiento vial ayudarán a impulsar el desarrollo económico y social del departamento.
foto : david estrada larrañeta
Coyaima, Ataco y Planadas. Adicionalmente, se está gestionando la vía Chaparral, Rioblanco y Herrera, que tendrá un costo de 30.000 millones de pesos. También se está trabajando en la conexión entre Ibagué y los municipios Rovira, San Antonio y Roncesvalles, con la que se pretende lograr una articulación más eficiente entre la capital tolimense y los municipios del sur. Un corredor entre Líbano y la vereda Santa Teresa, de 25 kilómetros de largo, será la intervención en la región del norte. Según el ingeniero Andrés Hurtado, secretario de Infraestructura del departamento, “estos proyectos son importantes para apoyar los programas de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y, en general, el desarrollo económico y social que propicie la consolidación del departamento”. Las vías terciarias, que prácticamente no han tenido mantenimiento, también serán intervenidas. La proyección para este cuatrienio es llegar a los 3.000 kilómetros de obras, para lo cual se distribuyeron de forma estratégica equipos de maquinaria por todo el departamento (en Planadas, Ataco y Rioblanco, en el sur; en San Antonio e Ibagué, en el centro; en Anzoátegui, Lérida, Murillo y Armero-Guayabal, en el norte, y en el suroriente en Alpujarra). Dos equipos trabajaron juntos y se hará una inversión de 200.000 millones de pesos para la construcción de más de 100 kilómetros de placa huella. Las rutas planeadas no son solo para el transporte terrestre una gran zona de actividades económicas al norte de la ciudad: el departamento tiene proyectado también el aprovechamiento del río Magdalena, el mayor afluente del país, y la reactivación de las vías férreas, actualmente obsoletas. La idea es lograr que a mediano plazo el Magdalena se convierta en una alternativa de transporte de carga entre Flandes y La Dorada (Caldas), una extensión fluvial de 191 kilómetros que pasa por Ambalema y Honda. Esto traería dos grandes beneficios: por un lado, el recorrido entre los dos puntos tendría 54 kilómetros menos que por vía
Ya se han pavimentado 14 kilómetros entre Castilla y Coyaima, y se invertirán 200.000 millones de pesos en la construcción de más de 100 kilómetros de placa huella.
terrestre; por otro, el volumen de la carga podría aumentar sin impactar el tráfico y la movilidad. Esta rehabilitación del río en el Tolima vendría a sumarse a las del resto del país, que buscan reactivarlo como vía de transporte para aprovechar su potencial. Con estos cambios, La Dorada no solo llegaría a contar con trans-
porte fluvial: uno de los proyectos de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) busca también reactivar el sistema férreo desde la costa Caribe hasta este municipio caldense, desde donde la Gobernación quiere continuar la ruta hasta Ambalema, en primera instancia, y luego conectar con Flandes e Ibagué. Los ferrocarriles son mucho más económicos que las carreteras por dos motivos: los predios pertenecen al Estado y no exigen llevar a cabo un levantamiento de toneladas de tierra durante años. Estas obras constituyen la redención a regiones abandonadas históricamente, el paso al desarrollo y la interconexión interna del departamento, que se convertirá en el eje articulador para generar competitividad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. 109
Reconciliar para producir FOTO: DAVID ESTRADA LARRAÑETA
Una propuesta busca que el contrato plan con el que el gobierno se comprometió a transformar el sur del Tolima se amplíe a 14 municipios, con inversiones que preparen a la zona para el posconflicto.
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EL DEPARTAMENTO
E
l conflicto colombiano con las Farc nació en el sur del Tolima hace 52 años, cuando un grupo de exguerrilleros liberales y de campesinos comunistas crearon la guerrilla en el corregimiento de Marquetalia, en medio de las montañas del municipio de Planadas. Desde entonces varios grupos armados han pasado por la región y cerca de cuatro generaciones de sus habitantes han tenido que vivir, de primera mano, la crudeza de la guerra. Las consecuencias de la violencia han sido nefastas para esa parte del departamento. Miles de víctimas viven hoy en la zona y el territorio, eminentemente rural y agrícola, sufre un atraso económico palpable que empeora a causa de la débil presencia institucional y las carencias de infraestructura. Adicionalmente, según cifras del Dane, el sur es la región con mayores porcen-
La visión del gobierno y su presencia territorial obliga a replantear la inversión en el territorio donde nació la guerrilla para que sus habitantes tengan mejores oportunidades. tajes de pobreza de todo el Tolima, y cinco de sus municipios tienen índices de necesidades básicas insatisfechas mayores al 60 por ciento. Por eso, cuando el gobierno nacional lanzó la estrategia de los contratos plan –una figura en la que compromete recursos para hacer cumplir una serie de inversiones en las regiones–, las autoridades tolimenses vieron una oportunidad única para transformar ese territorio históricamente afectado por el conflicto. El Contrato Plan del Sur del Tolima firmado en 2013 entre el departamento y la Nación contó con un presupuesto indicativo de 900.000 millones de pesos para invertir en el desarrollo agrario, la infraestructura social, el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental con acciones puntuales como electrificar zonas
rurales, pavimentar vías y mejorar viviendas y centros de salud en los municipios de Ataco, Chaparral, Coyaima, Natagaima, Ortega, Planadas, Rioblanco, Roncesvalles y San Antonio. Tan solo tres años después, sin embargo, el balance es agridulce. Aunque el 46 por ciento de los recursos están comprometidos y algunas de las obras ya están marchando, otras quedaron estancadas. Dice al respecto Olga Lucía Alfonso, secretaria de Planeación del Tolima: “Encontramos que en muchos casos los presupuestos indicativos no obedecen a diagnósticos juiciosos y a análisis serios de los recursos con los que realmente cuentan la Nación, el departamento o los municipios. Eso tiene frenada la ejecución de algunos proyectos”. El escenario también ha cambiado: el acuerdo de paz entre el gobierno y las Farc ha obligado a replantear la inversión en el territorio donde nació la guerrrilla, para que sus habitantes tengan más oportunidades. Por eso la Gobernación quiere modificar el contrato plan firmado con el gobierno. “La idea es ampliar el territorio beneficiado, reorganizar algunas de las inversiones planeadas y transformarlo en un contrato paz, una figura que se está usando para invertir en las zonas que serán claves durante el posconflicto”, señala la secretaria Alfonso. El departamento presentó la propuesta de modificación al Departamento Nacional de Planeación (DNP) el pasado 23 de junio. En ella plantea aumentar la inversión a 1 billón y medio de pesos e incluir cinco nuevos municipios: Villarrica, Prado, Dolores, Alpujarra y Rovira. “En total estaríamos hablando de 14 municipios, un territorio de aproximadamente 12.000 kilómetros cuadrados, con 270.000 habitantes y con mucha potencialidad”, dice Wilber Jairo Vallejo, gerente del Contrato Plan del Sur del Tolima. En este nuevo plan de inversiones se mantendrían varios de los proyectos formulados en el documento negociado en 2013 y se reorganizarían y ampliarían otros, como la generación de ingresos para las familias, el mejoramiento de la vivienda rural, la adecuación de la infraestructura hospitalaria y la rehabilitación de varias vías secundarias (ver
TRES EJES DEL PLAN UN IMPULSO AL CAMPO El sur del Tolima tiene mucho potencial agrícola. En Planadas, por ejemplo, la Gobernación impulsó la siembra de cafés especiales en 2008 y el proyecto tuvo tanto éxito que hoy el producto es reconocido a nivel mundial, y el municipio es el primer productor del Tolima. Por eso, casi 40.000 millones de pesos estarían enfocados en fortalecer los proyectos productivos de las asociaciones de campesinos de la zona con productos como el cacao, el café, la piña, la lima Tahití y la ganadería.
MÁS SALUD Y VIVIENDA Uno de los pilares del contrato plan de 2013 ha sido mejorar la infraestructura social de la zona con proyectos en salud, educación, electrificación y saneamiento básico. En la propuesta de la Gobernación se mantienen varios de estos proyectos y se incluyen más recursos para mejorar la vivienda rural en diez municipios (27.000 millones) y para construir un hospital de nivel 2 en Chaparral (36.000 millones) y otro de nivel 1 en Ortega (9.800 millones).
DESARROLLO VIAL EN EL SUR Gran parte de los recursos del contrato paz serían para mejorar la infraestructura vial. Esto ayudaría a conectar los municipios con el resto del departamento y a mejorar la productividad de los campesinos. La idea es culminar el anillo vial del sur para conectar las vías Chaparral-Rioblanco y Ataco-Planadas, pavimentar la vías de Ibagué y de San Antonio a Roncesvalles, y recuperar las vías San Antonio-Chaparral y Prado-Dolores-Alpujarra.
recuadros). La decisión está ahora en manos del DNP, que debe estudiar la propuesta de la Gobernación y juzgar su viabilidad. Todo esto ha hecho que las miradas se vuelvan hacia el sur del Tolima. Si las cosas se hacen bien, en un futuro esta zona no solo será recordada como el lugar de donde surgieron las Farc, sino como un territorio fuerte que logró recuperarse, dejar atrás su pasado y salir adelante. 111
foto : cortesía gobernación del tolima
TOLIMA
El gobernador del Tolima, Óscar Barreto, y el secretario de Transparencia, Camilo Enciso, firmando el Pacto de Transparencia.
La transparencia como bandera En esta administración, los tolimenses podrán hacer acompañamiento y seguimiento presencial de cada una de las obras públicas, con sus plazos, metas y presupuestos.
U
na región sin corrupción y con oportunidades puede potenciar su crecimiento y desarrollo: esta es una de las premisas del gobernador del Tolima, Óscar Barreto Quiroga. Pero ¿cómo se puede convertir una utopía en realidad? La administración departamental tiene un plan para hacerlo: el eje de sus políticas es la articulación del diálogo directo con sus habitantes y el uso de tecnologías de la información y telecomunicaciones, para que lo que se hable en el territorio tenga un seguimiento y se concrete en obras para la población. La violencia y el olvido han hecho parte de la cotidianidad de las comunidades durante más de medio siglo, en el que la ausencia del Estado se convirtió en uno de los mayores problemas históricos del departamento, sobre todo en el sur y el oriente. Para remediar las dificultades que se des112
prenden de esto, la administración pública está legitimando su labor a través de los conversatorios en los municipios, corregimientos y veredas. El fin de estos conversatorios es hablar con los representantes de las comunidades sobre sus necesidades e inquietudes en temas de educación, salud, infraestructura, desarrollo, TIC, y muchos más aspectos de diferentes sectores; los secretarios y el gobernador toman nota y al final de la tarde, frente a toda la población, deciden cuáles proyectos de los tratados son viables y fijan un plazo para su ejecución. “Tanto el gobernador como los secretarios salimos de las oficinas y trabajamos desde las regiones, así podemos darnos cuenta de los verdaderos problemas de nuestro territorio y hacer propuestas reales y creíbles”, afirma Olga Lucía Alfonso, secretaria de Planeación.
Para garantizar que los proyectos se lleven a cabo en las fechas establecidas, se usa la plataforma virtual ejecutortolima.gov.co. A pesar del tiempo que lleva en funcionamiento, hace seis meses se actualiza a diario por los funcionarios de la administración. Este sistema permite a los habitantes, desde sus casas, acceder a toda la información de los programas: inicio, plazo de culminación, estado actual, número de beneficiados e inversión parcial y total. De esta forma, cada persona puede hacer un seguimiento diario de las obras y sus respectivos presupuestos, y compararlas con la realidad. Por otro lado, para que no todo quede en la virtualidad, el gobernador, junto con su equipo, hace permanentes rendiciones de cuentas durante los conversatorios y otros eventos en los municipios, para garantizar inclusión social y transparencia. Según Óscar Barreto, estos son los mejores puntos de partida para generar confianza en el gobierno, sentido de pertenencia y cambios que beneficien a los tolimenses.
EL DEPARTAMENTO
Una nueva historia
La Universidad del Tolima está llevando a cabo un ambicioso plan para sobreponerse a la crisis y continuar liderando la educación superior en el departamento.
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foto : erick morales
uando Ómar Mejía quedó encargado de la Universidad del Tolima en agosto de este año en calidad de rector interino, se encontró con una institución bastante sólida a nivel académico: 71 programas, 40 de ellos en pregrado (de los cuales diez se dictan a distancia), y 31 posgrados (12 especializaciones, 14 maestrías y cinco doctorados), además de un reconocimiento nacional e internacional a sus aportes en investigación. Para Olga Lucía Alfonso, secretaria de Planeación de la Gobernación, “la Universidad del Tolima es el principal ente universitario del departamento, con la mejor calidad en educación superior y los mejores resultados en materia de investigación e innovación, lo cual la hace una institución de fundamental importancia para la prosperidad del departamento”. Este buen desempeño no significa que no existan falencias. Ómar
Mejía se encontró también con muchas fallas a nivel organizacional y financiero, que estaban conduciendo a la institución hacia una crisis económica: al mes de septiembre las obligaciones consolidadas superaban los 5.300 millones de pesos. Si las cosas no cambian, esto llevará a la institución a terminar el año con un déficit de 16.000 millones de pesos en deudas y la consecuente incapacidad de pagar a los trabajadores. La situación se debe, por un lado, a un incremento en la burocracia durante 2013 y 2014, y a los recortes presupuestales que hizo el Ministerio de Educación a nivel nacional desde hace cuatro años y, también, a la disminución del estudiantado. Mientras en 2012 la universidad contaba con 36.500 estudiantes, este año terminarán el semestre apenas 18.000: en cuatro años la institución perdió más de la mitad de sus estudiantes y, por lo tanto, de pagos
en matrículas. Mejía lo resume así: “La falta de financiación de las universidades públicas a nivel nacional produjo desconfianza en la población, lo cual tuvo como consecuencia que disminuyera la cantidad de estudiantes”. Para contrarrestar esta situación, el consejo superior de la universidad tomó algunas medidas y, en cabeza de Mejía, diseñó un plan de acción que comprende cuatro ejes: uno financiero, que consiste en trabajar de la mano con la Gobernación para visionar el departamento y recibir más recursos; un segundo eje administrativo, que busca cambiar al equipo directivo y hacer una reforma administrativa; uno enfocado en gestión, para asumir los planes de mejoramiento impuestos por algunas instituciones nacionales, como el Ministerio de Educación, y un cuarto eje académico, con el que se espera llevar a cabo una reforma académica a partir de una asamblea universitaria con la participación de todos los entes de la institución. El objetivo final será no solo sacar a la universidad de su difícil coyuntura, sino mantener su posición entre las mejores instituciones públicas del país y contribuir a la formación profesional de los tolimenses para que ayuden al desarrollo de la región. El Tolima crece de la mano de su principal institución educativa, pues, como dice Mejía, “la universidad es el reflejo de la sociedad de la cual hace parte”.
El consejo directivo diseñó un plan de acción de cuatro objetivos para salvar a la universidad.
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TOLIMA
CULTURA Y TURISMO
tolima encanta Los municipios del departamento son escenario de paisajes e historias sorprendentes, que pocos conocen. MĂşsica, gastronomĂa y deporte componen la oferta.
Honda. * Esvdfecdsf. 114
foto : cĂŠsar david martĂnez
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LA TIERRA QUE SOÑAMOS
municipios / ibagué
Caminando Ibagué Desde su fundación, ha sido una ciudad de paso. Un paseo por sus calles revela, sin embargo, lo mucho que tiene para ofrecer a quien quiera quedarse un rato. POR
Juan Carlos Bayona Rector del Gimnasio Los Pinos.
B
ien sea las antiguas, las medievales, las barrocas o las soñadas del futuro flotando en el aire, los seres humanos hemos construido ciudades para protegernos de otros seres
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humanos, para celebrarnos como especie, para divertirnos, para congregarnos y progresar o para todas las anteriores. Ibagué heredó de su fundador, Andrés López de Galarza, la vocación de ser una ciudad de paso: el propio López de Galarza, de acuerdo con el historiador y novelista Carlos Orlando Pardo, tal vez la voz más autorizada para decirlo, fundó la ciudad y se fue a las pocas semanas. Menos mal. Porque los indígenas pijaos la incendiaron tres veces, legando para la historia su fama de guerreros libertarios y antropófagos rituales, hasta cuando los españoles al mando de Belarcázar extinguieron al último, y entonces el cacique Ibagué le dio nombre a la ciudad, antecedido, eso sí, por el Santo Bonifacio, y acompañado del apellido del Valle de las Lanzas. Lo cierto es que a sus habitantes no les preocupa ser una ciudad de paso. Hasta mejor. Y se les nota tranquilos. Basta con recorrer un poco sus calles para comprobar que van despacio y con buen semblante. En sus plazas, en sus aceras, los parroquianos discurren con calma y se detienen con frecuencia no solo para saludarse sino para conversar. La prisa, ya se sabe, no es lo suyo. Al decir de Pardo, la colonización antioqueña generó dos Tolimas. Una, la de la opitud, próxima y vecina de la llanura, y la otra, la del aventurero, el montañero, el luchador nato. La
CULTURA
ciudad acoge a casi 500.000 pobladores, en su mayoría de ascendencia campesina, suficientes para ser un desafío para sus dirigentes, mucho más si se tiene en cuenta que el departamento el año pasado creció por debajo de la media del país, y que apenas aporta el 2 por ciento del PIB con el 2 por ciento de la población nacional. Eso lo ha entendido desde su carácter raizal e increíblemente afable María Cristina Lara, la directora del capítulo de la Andi en el Tolima, que lleva más de 15 años en la labor de orientar el desarrollo del departamento y la ciudad. Sabe, como pocas personas, que Ibagué, a pesar de estar en el centro del país, no es el origen ni el destino de la carga que pasa por su lado. Por eso lidera proyectos tan creativos como aterrizados para crecer el doble, como un clúster de mantenimiento para vehículos de carga que convierta a la ciudad en un gigantesco centro logístico. Teniendo en cuenta que más de 800.000 camiones de más de dos ejes pasan al año por la ciudad, también impulsa una planta para producir bolsos de avestruz para segmentos de lujo que incluya toda la cadena productiva, una iniciativa para duplicar los 2,5 millones de huevos que Ibagué produce diariamente y que vende en Bogotá en un lapso no mayor de cinco años, y otra para exportar las frutas que hoy se venden en las calles de la ciudad.
FOTO: JORGE SERRATO
A pesar de estar en el centro del país, Ibagué no es el origen ni el destino de la carga que pasa por su lado.
Lara no oculta las dificultades. La actual tensión entre desarrollo y medioambiente tiene divididos a los tolimenses: el proyecto de La Colosa, una montaña llena de oro, es el centro del debate. Ella cree que se pueden explotar las riquezas del subsuelo con la responsabilidad necesaria para honrar el delicado equilibrio entre la naturaleza y los recursos mineros que guarda. Y que si no se hace legal y sensatamente, es muy probable que se empiece a explotar de forma ilegal, furtiva y, ahí sí, inclemente. La discusión para ella no está en plantear la disyuntiva entre el oro y el agua. El reto es la construcción de un desarrollo incluyente. Sin embargo, a sus contradictores tampoco les falta razón, pues el servicio de agua de la ciudad es muy frágil, porque durante lustros no se han hecho las obras necesarias para que su principal fuente, el río Combeima (que nace en el Nevado del Ruiz), fluya tranquilo y no pierda más terreno y caudal por cuenta del pastoreo y los proyectos mineros. No obstante, una voz tan seria y autorizada como la de Silverio Gómez, quien fue presidente de la Cámara de Comercio de la ciuLa colonización dad, cree otra cosa. De acuerdo antioqueña generó dos con él, el problema de Ibagué no es el agua sino la gestión del agua. Tolimas. Una, la de la La empresa Ibal, encargada de opitud, vecina de la esa gestión, tiene, según Gómez, llanura, y la otra, la del un problema de gobernabilidad que hace que sea ineficiente y se aventurero, el montañero, desperdicie el 44 por ciento del el luchador nato. líquido. Uno de los actores interesantes en todo este proceso de construcción de desarrollo sostenible y equidad es la academia. Creada hace 35 años por un grupo de empresarios agroindustriales, la Universidad de Ibagué se fundó con el propósito de que la juventud de menores recursos pudiera educarse en la ciudad. Que echara raíces gracias a una educación de calidad y a la valoración de su papel en el territorio. Y lo va logrando. Con casi 6.000 estudiantes presenciales provenientes un 80 por ciento de los colegios públicos de la ciudad, la universidad hoy cuenta con cinco facultades y 17 programas académicos. Su rectora, Carmen Inés Cruz, quien fuera la primera alcaldesa de la ciudad elegida popularmente entre 1998 y 2000, se decidió de nuevo por dirigir los destinos de la universidad y engavetar sus luchas en la política pública para hacerlo en donde cree ser más útil: en los programas académicos con un alto componente social. No de otra manera se entienden varios de sus proyectos en marcha. Para empezar, la universidad cuenta con un observatorio de deserción estudiantil: siendo muy baja la deserción –entre 8 y 12 por ciento–, todavía se preguntan en la universidad qué más se puede hacer para reducirla sin 117
Ibagué es la capital musical de Colombia. Casi 1.000 estudiantes pueblan todos los días su conservatorio.
afectar su calidad académica. El observatorio no solo observa: vela por sus estudiantes. De otra parte, y fiel al espíritu de sus fundadores, la universidad insiste en incidir en el desarrollo regional con el diagnóstico y la proposición de políticas públicas, combatiendo el odioso centralismo a través de un programa llamado Paz y Región. Se trata de una opción de grado para cualquier estudiante que quiera vivir su último semestre de carrera en cualquiera de los 47 municipios del departamento, lejos de la zona de la ciudad que lo educara. La universidad le nombra un Con casi 6.000 tutor y lo conecta con las necesiestudiantes, provenientes dades del municipio. Lo anterior está unido a en su mayoría de colegios una certeza de la universidad: a públicos, la Universidad pesar de la reducción evidente la tecnología hace del tiempo de Ibagué tiene cinco que y del espacio y el acceso a la facultades y 17 programas información, puede ser un nuevo académicos. factor de inequidad –y de hecho lo es–. Es por eso que cada estudiante recibe al matricularse un minicomputador, que al tercer semestre pasa a ser suyo. De otra manera, su acceso a la información es poco menos que imposible. Así, la universidad cree estar construyendo una cultura de paz. La rectora Cruz coincide con su amigo el historiador Pardo en que si bien el Tolima fue el primero en entrar a todas las guerras que en este país han sido, también será el primero en entrar a la paz; más en una región que, como la suya, empapó su noble tierra con tanta sangre derramada. Decía al principio de esta nota que las ciudades son ocasión de encuentro y solaz. En ese sentido sus espacios son una forma de expresar la manera en que entendemos el mundo. Yo no sé si el conservatorio de música de Ibagué haya 118
FOTO: JORGE SERRATO
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elegido a la ciudad por algo en particular. Tal vez nadie lo sabe. Tal vez en 1906, cuando Alberto Castilla lo fundara, tuvo presente que siendo una ciudad en que la gente iba de paso, podía tener algo que siempre los hiciera quedar más de lo previsto o los hiciera volver más de lo imaginado. Al fin y al cabo es difícil concebir el mundo sin la música. Lo cierto es que he dejado para el final de esta nota a la joya de la ciudad, que como las joyas verdaderas es discreta y brilla con luz propia. La vieja casa con acentos republicanos que acoge al conservatorio se oye, como es natural, antes de que uno la vea. Una vez en ella, llama la atención que todo el mundo sonríe, que todo el mundo está más tranquilo que en la calle (que no es poco). Mi anfitrión, James Enrique Fernández, un músico serio con alma de historiador, es el rector del bello claustro desde hace tres años. No ha sido fácil para él. Por todo: las lógicas de la administración pública, los vericuetos de la política y las reyertas internas. Pero no se amilana. Conoce bien el legado que tiene en sus manos. Sabe que es más importante que los obstáculos que ha tenido y tendrá que lidiar. Y golpea todas las puertas que haga falta. Fue así como compró para el conservatorio dos pianos Steinway & Sons de una cola. Todo un lujo necesario, así despierte las preguntas de los legos y los despistados. Eso no importa. Importa que los pianos sonaran gracias a una pléyade de pianistas que vendrán al próximo festival internacional que ha convocado para 2017. Para entonces, la espléndida sala Alberto Castilla estará completamente remodelada. También la primera planta de la bella casa. Es muy grato comprobar cómo un edificio público brilla por todas partes. Y está organizado. Y todo funciona. Y cómo los casi 1.000 estudiantes que lo pueblan todos los días tienen en una ciudad de paso algo que permanece para siempre.
foto : jorge serrato
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Nevado del Tolima. 119
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
municipios / líbano
Cultura y rebeldía ancestral El Líbano sufrió los horrores de la violencia, pero también supo mantener activa la curiosidad intelectual y la laboriosidad que le heredaron sus fundadores. POR
Beethoven Herrera Valencia Vicepresidente de la Academia Colombiana de las Ciencias Económicas.
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FOTO: JORGE SERRATO
studia y no serás, cuando crecido, ni el juguete vulgar de las pasiones, ni el esclavo servil de los tiranos”, dice un verso del primer poema que mi padre me enseñó cuando alcancé el uso de la razón, y refleja bien el ambiente cultural del pueblo donde nací y crecí, convertido en razón de su clima templado y del aprecio por el estudio en polo
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de atracción de cientos de jóvenes de los pueblos de las tierras cálidas del valle del río Magdalena. Fundado por el general Isidro Parra y los colonos antioqueños que cruzaron la cordillera por el Nevado del Ruiz, los cedros que allí encontraron los llevó a bautizarlo con el nombre de El Líbano. Más adelante, Ramón María Arana se encargó de su trazado rectangular entre los ríos Lagunilla y Recio, que descienden del nevado y van hacia el Magdalena, una ubicación que lo protegió de la avalancha que desapareció a Armero cuando el volcán hizo erupción. Los fundadores, de origen antioqueño, trajeron su laboriosidad tradicional, sus costumbres de sólida unión familiar y su gastronomía. La escena de los arrieros llegando desde las veredas los días de mercado para vender sus cosechas y comprar el mercado, está viva en mi memoria, lo mismo que los dolores que nos dejó la violencia. Como se trataba de un grupo de librepensadores, construyeron un cementerio laico, hubo siempre tradición de grupos rosacruces, espiritistas y agnósticos, y persistían las publicaciones alternativas y críticas, en pequeño formato, que contraponían sus ideas a las versiones oficiales. La tradición política hizo de El Líbano un pueblo mayoritariamente liberal, ligado con Armero, Mariquita y Honda, tambien dominantemente liberales, por los cuales nos conectábamos con la capital. En cambio, los pueblos vecinos al norte y al sur, Villahermosa y Santa Isabel, son mayoritariamente conservadores. Como secuela de la violencia bipartidista, por seguridad, nuestro padre no nos dejaba visitar estos pueblos, ¡y hasta el día de hoy no los conozco! Con el café, El Líbano se ubicó en el segundo puesto de producción en el país, y por su comercialización se conectó con el mundo. Esto permite entender la modernidad intelectual de un pueblo incrustado en las montañas, donde también nos tocó vivir la cruda violencia de la mitad del siglo XX. El conflicto bipartidista se concentró allí, donde las bandas armadas conser-
CULTURA
vadoras, lideradas por Jacinto Cruz Usma (alias Sangrenegra), y liberales, dirigidas por William Ángel Aranguren (alias Desquite), devastaban las veredas con crueles matanzas, de las que dio cuenta en el libro La Violencia en Colombia el expárroco Germán Guzmán Campos, en asocio con Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña Luna. Desde niño tuve que asistir al sepelio de compañeros de escuela y de colegio, padres de compañeros de clase, y hasta de mi hermano, asesinado brutalmente en la puerta de la casa delante de mi madre y de su hijita. Cuando apenas comenzaba la primaria, nuestra amplia escuela pública tuvo que ser cedida para la instalación del Batallón Patriotas, y cuando finalmente alias Desquite fue muerto por las tropas del gobierno, a los niños de la escuela nos llevaron en fila obligada para comprobar que efectivamente estaba muerto. Desde la escuela podía ver el río Magdalena y desde el patio de nuestra casa se observaba el Nevado del Ruiz. Esa equidistancia dotó al pueblo de un clima templado y acogedor que permite la actividad productiva y social, y atrajo a inmigrantes alemanes como las hermanas Hartman, árabes como los Kafure y Chavur, franceses como Desiré Angée y boyacenses que poblaron el corregimiento de Murillo, rico centro de producción de papa, convertido posteriormente en municipio. El hecho de que mi padre nombrara a sus hijos Galileo, en homenaje al astrónomo proscrito por la Iglesia; Darwin, en reconocimiento al teórico de la evolución; Lincoln, en reconocimiento a quien otorgó la libertad a los esclavos; Sócrates, por haber preferido beber la cicuta antes que arrepentirse de sus enseñanzas en Atenas, y Asdrúbal, por haberse enfrentado a Roma, habla bien de las ideas que circulaban en casa. A mi hermano mayor lo nombraron Benhur por el personaje de la novela romana, y a nuestra única hermana, Tirza, como la hermana de Benhur. A mí me tocó el nombre del músico, porque rom-
pió la dedicatoria que había hecho de su sinfonía a Napoleón cuando este se proclamó emperador. Cuando era niño mi padre observó mi cercanía con la religión y me explicó que la Inquisición había quemado a los cientificos, me insistió en la defensa de la búsqueda racional de la verdad y me expuso su desconfianza en las creencias no demostradas por la ciencia… y él, autodidacta y lector voraz, no había ido a la escuela. Que mi padre, un comerciante del mercado público, tuviera en casa la colección El tesoro de la juventud y suscripciones a revistas norteamericanas, permite entender el ambiente de pasión por la lectura y la historia que se vivía en el pueblo, reforzado por la presencia de centros culturales, grupos de teatro y música, El hecho de que mi padre debates y circulos de lectura. nombrara a sus hijos Allí crecieron Gonzalo Sánchez, Eduardo Santa, Germán Galileo, Darwin, Lincoln, Santamaría, Jorge Eliécer y Sócrates, Ásdrubal, Carlos Orlando Pardo, GuiBenhur, Tirza y Beethoven llermo Alfonso Jaramillo y los periodistas Fernando Barrero y habla bien de las ideas Román Medina. que circulaban en casa. Como bien lo ha mostrado Sánchez en su obra Los bolcheviques del Líbano, el hecho de que los artesanos del pueblo hubieran intentado una revolución en solitario en 1928 se encadena con el hecho de que Mauricio Jaramillo, el actual negociador de las Farc; Afranio Parra, dirigente del M-19, y el joven Villegas, muerto en la toma de la embajada dominicana, hayan nacido en el mismo lugar. La violencia que sufrió el pueblo hacia mediados de siglo terminó con el Frente Nacional, pero las nuevas formas de violencia guerrillera y paramilitar ocuparon su lugar. Sin embargo, a pesar de toda la sangre que ha corrido por sus campos, El Líbano mantuvo siempre su identidad de comunidad librepensadora y su pasión por la cultura.
Cuando la violencia bipartidista terminó, las nuevas formas de violencia guerrillera y paramilitar ocuparon su lugar. 121
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
municipios / ambalema
El brillo del pasado Ambalema conserva rastros de una rica historia. Hoy, sin embargo, lucha por salir del olvido en el que está sumido desde hace años.
POR
foto : david estrada larrañeta
Carlos Orlando Pardo Escritor tolimense
A
mbalema: el embrujo de la arquitectura con sus mil y una columnas que la han hecho hermosa, homogénea y muy particular, acompañada por un clima ardiente, un paisaje ribereño y el correr tranquilo del río Magdalena, conforman ese marco por donde ha transcurrido tanta historia y la grandeza que el tiempo se llevó. Solo algunos libros recorren su historia realzando apartes de la participación de Egidio Ponce en las luchas de Independencia, resaltando lo escrito por José Celestino Mutis cuando recolectaba muestras de quina en el territorio o recordando el paso del comunero José Antonio Galán por el Tolima con Ambalema como epicentro de su revolución. Y qué decir de su núcleo para formar ejércitos en los tiempos de tantas guerras que cubrieron de pólvora y muertos el inventario final de las guerras civiles, dando próceres conservadores como Luis V. González o el caudillo liberal radical Ricardo Gaitán Obeso, a quien tantas páginas dedica Malcolm Deas. La desaparecida ruta del tren hacia Honda o Ibagué es un recuerdo estacionado en sus rieles, y la gente aún narra las aventuras de los marineros cuando Ambalema era un puerto desde donde zarpaban o arribaban barcos. Todo parece derrumbarse entre
La ciudad, fundada en 1627, logró su prestigio gracias a que se convirtió en el centro tabacalero del país en el siglo XIX. 122
CULTURA
la indiferencia y el olvido sin que aún pierda el encanto. No es poco el inventario de sitios emblemáticos: desde La casona, donde funcionó el primer banco de comercio en 1846; la fábrica La Factoría, fundada en 1926 por los industriales del tabaco, o la Casa Inglesa, mansión de 17.000 metros cuadrados que anuncia ruina, sin que sea tan vieja como la iglesia antigua, de arquitectura romana con ventanas de estilo francés. La ciudad, fundada en 1627, logró su prestigio gracias a que se convirtió en el centro tabacalero del país en el siglo XIX. De aquel emporio económico por el auge del tabaco parecieran quedar apenas los recuerdos del mago Lember, cuya fama le dio la vuelta al mundo por sus giras en Europa. Todo sin embargo no son historias de magos y marineros, sino también de leyendas que fueron desapareciendo, tras haber sido epicentro de brujas que asustaban de noche e inclusive un sitio pesquero tan abundante como Honda. La población de Ambalema ha descendido casi a la mitad desde los años sesenta y apenas existen hoy poco más de 7.000 habitantes. De los grandes cultivos de arroz y ajonjolí restan los de arroz, y una ganadería que poco a poco viene acabando la flora silvestre, ante todo los humedales, como Guasimal, Zancudal y Lagunilla. De nada le ha valido estar hermanada con Cádiz en España, puesto que sus 239 kilómetros cuadrados parecen quedar en la indiferencia, a pesar de encontrarse a 78 kilómetros de Ibagué y a 45 de Honda. El ingenio de Pajonales, que fuera importante productor nacional de azúcar, desapareció, las fiestas patronales en las que Santa Lucía pasea en barco por el río grande hacia Beltrán, en Cundinamarca, ya no tienen el mismo flujo de turistas, y sus adoradores le piden que haga ver al mundo que aún existen. El antiguo pueblo de indios que hacia mediados del siglo XVIII reunía a un numeroso grupo poblacional de cultivadores semeja hoy en ocasiones un lugar desolado donde el tiempo parece detenido. En 1979, una campaña de alfabetización, que luego se hizo nacional, logró hacer de ‘Ambalema el primer territorio libre de analfabetismo en el Tolima’, cubriendo de alegría a los que alcanzaron a aprender e iluminando los titulares de las primeras páginas de periódicos como El Tiempo. Por aquellos años, Jesús Antonio Bejarano, en compañía de Orlando Pulido, cumplieron investigación para un libro sobre la historia del municipio que publicó el gobierno departamental y fue divulgado luego por la Universidad Nacional. Aquel comienzo des-
prendió indagaciones y libros posteriores de mucha valía sobre el poblado, como los firmados por Jorge Ernesto Leyva, Germán Santamaría y Óscar Gerardo Ramos. Desde luego, las crónicas no son pocas en la pluma de escritores como el mismo Germán Santamaría, Jorge Eliécer Pardo y David Sánchez Juliao, que bien podrían integrar una lujosa antología sobre el municipio, sumándole apartes de lo escrito por José Celestino Mutis, por Eugenio Díaz en Manuela e inclusive Medardo Rivas en Trabajadores de la tierra caliente. No estaría completa esta posible antología si no se sumaran los escritos de Luis Segundo de Silvestre, cuya familia estuvo asentada en estos lugares, José María Samper, Augusto y Jorge Ernesto Leyva; de los costumbristas de El Mosaico, como Salvador Camacho Roldán, Emiro Kastos y Jesús María Madiedo, y de Agustín Codazzi en su crónica sobre el río Magdalena; hasta de Laura Restrepo, una de cuyas protagonistas proviene de estas tierras, o de La gente aún narra las Felipe Martínez Pinzón y sus aventuras de los marineros estudios, como Tránsitos por el río Magdalena, sin olvidar los cuando Ambalema era pasajes de un reconocido autor un puerto. Todo parece de esta tierra como Nicanor derrumbarse entre la Velásquez Ortiz. A pesar de las mediindiferencia y el olvido sin das del gobierno central, que aún pierda el encanto. que declarara a Ambalema Monumento Nacional del Patrimonio, el 2 de abril de 1980, pocas se han hecho para salvarla. Hoy se conserva la aspiración para que surjan políticas salvadoras después de septiembre, que es el mes del patrimonio. La esperanza es que por fin llegue el momento para redimir a lo que se ha llamado una joya del patrimonio nacional colombiano. La lista de lo que hay por hacer para convertir a Ambalema en epicentro de la ruta turística del norte del Tolima es larga. Partir desde Ambalema para ir luego a Mariquita y Honda, ciudades históricas, vinculando luego a El Líbano, Murillo y la nueva carretera que se traza hasta Manizales, completaría un panorama sugestivo para reivindicar a todo el norte del Tolima, tan azotado por la violencia colombiana en sus diversas épocas. El desafío está ahí. Todos los caminos del norte del Tolima conducen a Ambalema, en el sector central del país, con su ruta fluvial y el famoso ferry Omaira, que conecta a la población con Cundinamarca, además de balnearios, cascadas y piscinas naturales. El sugestivo viaje es entre la historia y las bellezas del entorno. 123
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
municipios / honda
una ciudad por descubrir Su excesivo calor distrae a los visitantes de sus muchos atractivos. Una pasada por Honda revela, sin embargo, una población llena de encanto.
POR
Eduardo Arias Periodista.
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FOTO: DAVID ESTRADA LARRAÑETA
P
ara las personas que solo han pasado por allí sin detenerse, su recuerdo de Honda es el calor infernal que sintieron al cruzar el Magdalena por el puente Luis Ignacio Andrade, el ruido de los motores de buses y camiones, y ventas callejeras de comida a lado y lado de la vía. Esa es la imagen que guardan quienes alguna vez pasaron por allí en un viaje por tierra a Manizales, Medellín o la costa. Esa misma idea me hice en 1986, cuando, de regreso de Medellín a Bogotá, entré por primera vez a Honda. Estaba ofuscado porque tenía que bloquear una tarjeta de crédito que había perdido en una parada anterior, así que no estaba de ánimo para admirar nada. Como la sede del banco estaba al lado de la casa de López Pumarejo, alcancé a detallar un par de cuadras con casas coloniales y republicanas que me llamaron la atención. Cuadras que por fin pude recorrer a pie en 1992. Bastó una caminada de una hora, a pleno sol de mediodía, para que yo quedara atrapado por la magia única que produce la arquitectura colonial en el sopor de un mediodía en que solo se oye, si acaso, el leve murmullo de la brisa. En ese fin de semana me enamoré de Honda. Pero no solo de su pasado colonial. También estuve en un barrio de origen obrero y en un centro vacacional en la llamada ‘zona rosa’. Fue amor
a segunda vista, que se convirtió en una especie de amable relación estable cuando mi hermano y unos socios compraron y remodelaron una casa con vista privilegiada al río. Aunque en los últimos años Honda se ha convertido en un destino de moda (al menos en ciertos círculos de conocedores), todavía muchas personas siguen con la imagen del infierno de calor al lado de la carretera y se sorprenden cuando uno les habla de la calle de Las Trampas, el Alto del Rosario o el Puente
CULTURA
Navarro; cuando uno les habla de una ciudad de una belleza sin par, donde convive un pasado de calles empedradas y viejas casonas republicanas y coloniales, y un presente propio de los pueblos de tierra caliente, de piscinas, hoteles y la constante presencia del río Magdalena. Honda es una ciudad que no solo cuenta con sus hoteles tradicionales de hace 40 o 50 años, sino donde también funcionan hoteles boutique, y varios propietarios de casas remodeladas las alquilan a aquellos que quieran combinar unas vacaciones de tierra caliente con la visita a una ciudad con muchas historias para contar. Es una ciudad en forma de ele, que ha crecido más que todo alrededor de las carreteras que la unen con La Dorada, hacia el norte, y Mariquita, hacia el oeste. Su forma no solo la han determinado esas dos vías sino también su topografía escarpada, y los ríos Gualí y Quebradaseca, que la atraviesan de occidente a oriente y han generado los valles y mesetas donde se han construido la En la ciudad mayor parte de sus casas. convive un Estos dos ríos, más pasado de calles empedradas y el Magdalena, han hecho un presente de necesarios los más de 40 piscinas, hoteles puentes con que cuenta la y la constante ciudad, y que son una de presencia del sus principales característiMagdalena. cas. Dos puentes de metal cruzan el Magdalena a la altura de Honda. Uno de ellos es el puente Luis Ignacio Andrade, por donde pasa la carretera. El otro, peatonal, es el puente Navarro, uno de los principales atractivos de la ciudad, ubicado en uno de los pasos más angostos del río Magdalena. De hecho, los rápidos que forma el río convirtieron desde tiempos prehispánicos a la ciudad en una parada obligada. Dato significativo es que los historiadores no hablan de la fundación de Honda sino de su descubrimiento, puesto que el primer asentamiento
español, que data de 1539, se hizo en un lugar ya ocupado por indígenas ondaimas y gualíes. Un siglo después, en 1643, Honda accedió al título de villa y se la consagró a San Bartolomé. Como los rápidos impedían el paso de embarcaciones, allí era necesario hacer trasbordo y pasar las mercancías y los pasajeros a mulas y carruajes. En 1897 se puso en servicio el Ferrocarril de La Dorada, que une a esa ciudad con Honda, y a partir de 1907, la red se extendió hasta Mariquita y Ambalema. El clima, muy cálido y seco, propio del valle del alto Magdalena, se presta para que la piscina y el baño de río sean actividades casi obligatorias para quienes van a pasear a Honda. Pero no es lo único que se puede hacer allí. Honda es una ciudad que vale la pena recorrer a pie. Lo ideal es hacerlo cuando cae la tarde y el calor no es tan inclemente. Quienes estén dispuestos a trepar monte disfrutarán de la subida a pie al alto de la Cruz, que ofrece una vista privilegiada de todo Honda, Si el solo casco urbano de Puerto Bogotá, un buen tramo Honda amerita una visita, del Magdalena y las montañas circundantes. los alrededores también La zona colonial, que son de una gran belleza. gira alrededor del Alto del Muy cerca de la ciudad Rosario (donde se encuentra la catedral), está conformada está el río Guarinó y la por calles empinadas que llecharca de Guarinocito. van a la catedral y su parque. Algunas de ellas están revestidas de piedra. La más conocida de todas es la calle de Las Trampas, que bordea la loma del Alto del Rosario y desemboca en la plaza de mercado, un edificio muy destacado. Además de casas coloniales y republicanas (varias de ellas remodeladas y con visos de arquitectura contemporánea), de tarde en tarde aparecen casas de estilos más recientes, como el art déco. Cerca de Quebradaseca y bordeando el Magdalena está el Museo del Río. Pero si el solo casco urbano de Honda amerita una visita, los alrededores también son de una gran belleza. Muy cerca de Honda, yendo hacia La Dorada, está el río Guarinó y la charca de Guarinocito, ya en el departamento de Caldas. En ese trayecto, y yendo hacia Mariquita, se pueden apreciar pequeños cerros con forma de meseta, muy característicos de la zona. También se ofrecen paseos en lancha por el río Magdalena. Cierto, en Honda hace mucho calor. Pero bien vale la pena asumirlo y recorrerla con calma, disfrutarla y dejarse sorprender por su diversidad, su agitado comercio, su arquitectura, sus ríos y sus montañas. 125
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
municipios / melgar
un fin de semana con rojas pinilla POR
Alejandra López González Periodista.
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Además de ser famoso por sus piscinas, Melgar fue también el lugar desde donde Gustavo Rojas Pinilla viajó a Bogotá para dar su golpe de Estado. Una visita a una historia caída en el olvido.
H
ay una crónica publicada en el Magazín Dominical, de El Espectador, firmada por Carlos Villar Borda y titulada ‘Un week-end con el presidente Rojas’, en donde se cuenta que el general Rojas Pinilla tenía dos perros. Se llamaban Blackie y Trece. Pequineses de color negro. Blackie y Trece eran asiduos visitantes, como lo era también el general Rojas Pinilla, de un bello pueblo tolimense llamado Melgar, bañado por las –en aquel tiempo– cristalinas aguas del río Sumapaz. Al general Rojas Pinilla le daba mucha angustia que Blackie y Trece se metieran al río.
FOTO: JORGE SERRATO
EL DEPARTAMENTO
Muchos jóvenes escapan del calor del municipio bañándose en el río Sumapaz, sin saber que el general Rojas Pinilla solía hacer lo mismo.
Quién sabe, a lo mejor le aterraba que se los llevara la corriente y se ahogaran. Con semejante calor que hace en Melgar y con lo peludos que son los pequineses, a los pobres no les quedaba más remedio que hacer caso y refugiarse del sol a la sombra de algún buen árbol. La pasión secreta de Rojas Pinilla era la natación. Se bañaba en el río Sumapaz tres veces al día. Una antes del desayuno, la otra tipo once de la mañana –justo antes de que le sirvieran el almuerzo– y la tercera como a las cinco de la tarde. Luego recibía a los campesinos de la zona, que le llevaban plátanos y gallinas. Todo eso lo hacía el general en su casita de recreo en Melgar, levantada en una tierra que compró en 1952, justo al lado del río. Cuando era presidente, aprovechaba cualquier fin de semana libre para visitar ese terruño. Eso sí, como cualquier mandatario de Colombia que se respete, iba en su avión privado hasta Girardot y de ahí un helicóptero lo llevaba hasta aquella casita. Por carretera, como el resto de los mortales, viajaba muy de vez en cuando, para ver si la vía estaba buena y para calcular cuánto tardaba el viaje por tierra desde Bogotá.
Lo de los viajes en helicóptero no es un detalle menor. De hecho, fue en un helicóptero que salió de esa finquita en Melgar el día que dio el golpe militar. Cuentan algunas crónicas de la época que a las dos de la tarde de aquel sábado 13 de junio de 1953 un avión sobrevoló tres veces la finca de Melgar del general Rojas Pinilla, pues ese era el santo y seña pactado para indicar que su presencia en Bogotá era requerida con urgencia. Luego la historia es la que todos conocemos: el famoso golpe militar que tumbó a Laureano Gómez. Sinceramente, yo no me acordaba de que el general Rojas Pinilla estaba en Melgar el día del golpe. Y yo que tenía a Melgar subestimado y estigmatizado pensando que era simplemente el pueblo conocido como ‘el mar de las piscinas’, por tener –según Wikipedia– más de 5.000. En mi cabeza Melgar simplemente es un paso obligado cuando uno va para Cali por tierra. Una vez, en un viaje Cali-Bogotá (o Y yo que tenía a Bogotá-Cali, que para efectos Melgar subestimado y es lo mismo), paramos unos días en Melgar. De tanto nadar en estigmatizado pensando la piscina se me metió el agua a que era simplemente el un oído y mi abuela materna, no pueblo conocido como el tengo ni la menor idea por qué, mandó a conseguir una lechuga. mar de las piscinas, por No recuerdo muy bien – tener más de 5.000. porque en realidad yo era muy niña–, pero lo cierto es que había que escurrir la lechuga hasta que “le saliera la leche”, y esa leche le tenía que caer a uno en el oído afectado (las abuelas tienen esas cosas). Hasta el sol de hoy desconozco el poder misterioso de la lechuga para sacar el agua que se le mete a uno en el oído. Al final terminé saltando en un pie, el agua terminó saliendo y yo nunca supe cuál de los dos remedios fue el efectivo. Después de eso, volví a Melgar –ya siendo grande– de week-end con algún novio. Y volví a lo que todo el mundo va a Melgar. El recuerdo que tengo es el de un pueblo lleno de piscinas con gente tomando aguardiente en vasos plásticos con limón partido en pedacitos, de discotecas con luces de neón y música infernal y de tiendas donde venden flotadores de brazo (de esos que se ponen las tías o los bebés), bikinis puestos en maniquíes con tetas enormes y pantalonetas narizonas animal print que usan los señores con bigote. Por fortuna encontré el Magazín Dominical, de El Espectador, y ahora, cuando piense en Melgar, al menos pensaré en el helicóptero de Rojas Pinilla. Y en Blackie y Trece, los pobres pequineses a los que no dejaban nadar en el río Sumapaz. 127
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
El Espinal se lo merece El suroriente del Tolima contará, por primera vez, con un espacio para las compras, la diversión y el entretenimiento.
A
una hora y 40 minutos de Bogotá se ubica El Espinal, la segunda ciudad más importante del Tolima por su número de habitantes –más de 100.000– y por ser epicentro de todas las actividades del suroriente del departamento. En su casco urbano están la Cámara de Comercio del sur y oriente del Tolima, que aglutina 19 municipios; una amplia oferta de institutos de educación superior, tres universidades con asiento permanente, cua128
tro a distancia, 21 instituciones de formación técnica e intermedia y el Instituto Tolimense de Formación Técnica Profesional (ITFIT), y centros de salud, como el Hospital San Rafael de El Espinal, quinto mejor centro médico de carácter público de Colombia, que atiende las necesidades de los pobladores de esa subregión del Tolima. El Espinal es, además, el municipio arrocero del país, porque allí tienen asiento los principales y más
importantes molinos arroceros de la industria y cuenta con Usocoello, el distrito de riego más grande de Colombia con 25.000 hectáreas. Como la vocación del Tolima es principalmente agrícola, “todos los agricultores del sur tienen la necesidad de migrar hacia El Espinal para conseguir lo que requieren”, sostiene el alcalde, Mauricio Ortiz. Todos estos servicios hacen que El Espinal tenga influencia directa sobre Guamo, Ortega, Purificación, Saldaña, Coyaima, Natagaima y Prado, poblaciones que suman más de 240.000 habitantes, que se movilizan, desde sus municipios, en al menos 250 taxis. Aun con todos estos elementos que la hacen una ciudad relevante para el departamento, El Espinal no cuenta con un solo espacio para el entretenimiento, la diversión y el esparcimiento de locales y visitantes. Pero eso está cambiando. Para Óscar Galindo, director de desarrollo del Grupo Stirling, “las condiciones actuales llevan a que sean ahora las ciudades pequeñas las que empujen el desarrollo”.
foto : cortesía grupo stirling
foto : erick morales
El centro comercial Estación San Pedro, construido en un lote de 34.000 metros, tendrá 110 locales.
TOLIMA, PUNTO DE PARTIDA Galindo, que nació y creció en el Tolima, vivió 23 años en España. Salió de Colombia muy joven, como muchos otros colombianos, debido a las pocas oportunidades que ofrecía un país azotado por la violencia. Sin embargo, nunca olvidó su país y cuando se dio cuenta, con agrado, de que Colombia empezaba a ocupar posiciones importantes de crecimiento y desarrollo en América Latina convenció al Grupo Stirling, una compañía con sede en España con más de 30 años de experiencia, de invertir en un megaproyecto que sirviera para cambiar la vida de los tolimenses: el centro comercial Estación San Pedro, que empezará a construirse en enero próximo con la ayuda de ALC Constructora y el estudio de arquitectura de SanchezHorneros. Las firmas ya llevan cinco años trabajando en proyectos inmobiliarios en Colombia; además de El Espinal, están trabajando en Girardot, Barranquilla y Bogotá, y están explorando Ibagué. Galindo escogió El Espinal como sede del centro comercial por-
Óscar Galindo, director de desarrollo del Grupo Stirling.
que está convencido de “que ofrece las condiciones por su influencia en el suroriente del Tolima”. Y, de igual forma, el objetivo final será, asumiendo el riesgo que conlleva realizar un proyecto de tal magnitud en una ciudad intermedia, replicar este tipo de desarrollo en otras regiones del país.
En El Espinal se ubican la Cámara de Comercio del sur y oriente del Tolima, tres universidades, 21 instituciones de formación técnica e intermedia y varios centros de salud.
La impresión de Galindo sobre el progreso que traerá la realización del proyecto para El Espinal quedó demostrada en el estudio de mercado de la Asociación Colombiana de Centros Comerciales, que concluyó que era
viable en un 95 por ciento y sugirió que su realización estuviera enfocada en atender las necesidades de pobladores pertenecientes a los estratos 1, 2 y 3, pues el 80 por ciento de los habitantes del municipio y la región están concentrados en esos niveles socioeconómicos. Personas como Luis Carlos Lozano, taxista desde hace varios años y de quien depende el sustento de su familia, hace parte del público objetivo del centro comercial. En sus días de descanso no tiene más opción que quedarse en la casa compartiendo con su familia. “No me acuerdo de cuándo fue la última vez que fui a cine”, dice. Y por esa razón, se emociona al saber que a finales de 2018, cuando finalice la construcción del centro comercial, podrá hacerlo en compañía de sus hijos sin tener que viajar hacia Ibagué o Girardot, con todos los gastos que esto implica. ENTRETENIMIENTO, INTEGRACIÓN Y PATRIMONIO Las cinco salas de Cineland, que pertenecen al Grupo Royal Films, son apenas uno de los atractivos con los que contará el centro 129
LA TIERRA QUE SOÑAMOS
foto : erick morales
A una hora y 40 minutos de Bogotá y con más de 100.000 habitantes, El Espinal es la segunda ciudad más importante del Tolima.
comercial Estación San Pedro. En un lote de 34.000 metros cuadrados, ubicado entre las calles novena y once con carrera tercera, frente a la antigua estación del tren, tendrán asiento 110 locales, supermercado, casino, acuaparque y parque recreativo para niños, que atraerán aún más desarrollo y crecimiento para El Espinal. De igual manera, si se tienen en cuenta las condiciones climáticas del municipio, el centro comercial tendrá un diseño de arquitectura bioclimática, elaborado por el prestigioso estudio español Sanchez-Horneros, que aprovechará los recursos disponibles y será sostenible en energías, tratamiento de agua lluvia y sistema de refrigeración en zonas comunes. Pero además, Estación San Pedro no se presenta como un espacio exclusivo para las compras, pues en la era moderna los centros comerciales se han constituido como espacios de integración y diversión sana. “La paz se construye a partir de generar puntos de encuentro y socialización –sostiene Galindo–; el objetivo del proyecto es acercar a los habitantes para generar desarrollo en la región”. 130
Por otra parte, como el centro comercial se construirá frente a la antigua estación del tren, de la cual solo quedan los cimientos, y es considerada patrimonio nacional, el
El centro comercial tendrá una arquitectura bioclimática, que aproveche los recursos y sea sostenible en energías, tratamiento de aguas y refrigeración.
Grupo Stirling, con una inversión de 3.000 millones de pesos de la Alcaldía Municipal, se comprometió a hacer la remodelación de la estación y de las alamedas aledañas, bajo los parámetros del Ministerio de Cultura y el Instituto Nacional de Vías, que han acompañado el proceso. “La idea es rehabilitar la zona para que sea de esparcimiento y contacto con la natu-
raleza en cercanía a un monumento nacional”, agrega el alcalde Ortiz. Él es uno de los espinalunos que ha visto crecer la ciudad en los últimos ocho años. En su primer gobierno construyó la terminal de transporte y el coliseo cubierto, que jalonaron la llegada de constructoras e inversionistas. “El Grupo Stirling no fue el único que se dio cuenta del potencial con que cuenta El Espinal. Ya varias constructoras están desarrollando proyectos de vivienda vacacional, centros de salud y apartamentos”, complementa el alcalde. Y está muy emocionado porque el proyecto hará atractivo a El Espinal, no solo para los pobladores, sino para la gente de Bogotá, que ya tiene saturados municipios vacacionales como Melgar y Girardot, que quedan a pocos kilómetros de El Espinal. “Lo que veo es que se va a venir mucho progreso para El Espinal y uno ya no tendrá que irse a Ibagué o a Girardot para nada”, concluye el taxista Lozano, pues un espacio como el centro comercial Estación San Pedro es algo que la ciudad y todos sus pobladores se merecen.
foto : andrés arenas
TOLIMA
Al ritmo de Ibagué Un músico ibaguereño recuerda la ciudad de su infancia, cuenta por qué esta se ganó su famoso epíteto y esboza las posibilidades que tiene para el futuro.
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CULTURA
POR
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Santiago Cruz*
n este justo momento tengo a Ibagué de fondo, el cielo se presenta con bastantes nubes y la mañana ha estado bajo la influencia de ese frío extraño que a veces confunde a una ciudad generalmente acostumbrada al calor. Ahí está Ibagué, rodeada de sus montañas, envuelta en ese trazo verde que le ha dado su carácter. Se destacan el edificio de la vieja Caja Agraria en la 15 con tercera, la iglesia del Carmen en la quinta, arriba de la 19, algunas obras y los edificios que enmarcan el Parque Murillo Toro, cerca de donde viví desde los 7 años, en pleno centro de la capital musical de Colombia. Mi memoria se activa en uno de los viejos barrios residenciales de Ibagué: ahí es donde tomo conciencia de que existo; un barrio donde las familias de mis abuelos tenían sus casas, casi colonizadores de lo que alguna vez fue Cádiz. Como dirían en el Club de los Nostálgicos: “Ya no es lo que era antes”. Siempre guardé en mis recuerdos el recorrido que hacía siendo muy niño, desde la casa de mi abuelos Vélez Peláez, Elvia y Julio, hasta la tienda del barrio, pasando por la casa de mis abuelos Cruz Betancurt, Rosalba y Librado, y llegando adonde el viejo Hélmut a pedirle El Tiempo, las noticias y el crucigrama para el doctor Vélez. Eran tres o cuatro cuadras, y recuerdo perfectamente saludar de nombre a todos los que se asomaban por esas calles. Esa es la firma que dejó Ibagué en mí, un lugar donde la gente se conoce y se saluda amablemente, donde todos sabemos de dónde venimos, y donde me siento seguro y tranquilo. Crecer en una ciudad pequeña, o mediana, tiene sus ventajas. Yo las viví, y en gran parte he sido y soy consecuencia de eso, y justamente por eso quise volver a que mis hijos crecieran acá, a que vivieran eso. Bueno, exactamente ‘eso’ es imposible porque Ibagué ha cambiado, ha crecido, pero sigue siendo una ciudad pequeña, donde la gente se conoce y se saluda amablemente, donde creo * Cantante y compositor.
que mis hijos también se van a sentir seguros y tranquilos. Ibagué ha sido una ciudad de paso para mucha gente, porque quedaba camino a Cali desde Bogotá, pero también ha sido un centro industrial y agrícola importante. Obviamente, no ha sido inmune al difícil momento que atraviesa el campo en la historia reciente de Colombia, y su desarrollo industrial se ha visto truncado por múltiples razones; no en vano durante muchos años fue la ciudad con mayor índice de desempleo del país. Pero ahora es claro que tiene una oportunidad histórica que debemos aprovechar y que ya estamos empezando a aprovechar, gracias a su cercanía a Bogotá, la doble calzada que hace que el viaje por tierra sea muy corto y la infraestructura que la ciudad ofrece, además de la que nos estamos preparando para ofrecer. Ibagué es conocida como la ciu-
En cada escenario que piso en cualquier país de Iberoamérica abro mi concierto con esta frase: “Mi nombre es Santiago Cruz, ibaguereño, tolimense, colombiano”. dad musical de Colombia o la capital musical de Colombia entre otros motivos por tener uno de los conservatorios de música más antiguos del país y por albergar la sala Alberto Castilla, un hermoso monumento arquitectónico que es patrimonio cultural de Colombia. Allí vi varias veces a mi mamá cantar con el coro de cámara al que pertenecía, y con varios compañeros de ese coro hacía unas bohemias monumentales que tatuaron mi memoria musical. Durante un año de mi vida pasé muchas tardes en un salón para entonces casi en ruinas del conservatorio, y recuerdo el ambiente vibrante de estudiantes practicando su instrumento en cualquier recodo de la emblemática construcción, en la esquina de la calle 10 con carrera primera. Ahora, a su lado se explaya el Parque de los Músicos, recuperado después de un momento un poco turbio.
No podemos hablar de la condición de ‘capital musical’ que ostenta Ibagué sin mencionar al Festival Príncipe de la Canción, estandarte del folclor andino de nuestro país y destino obligado cada año de los amantes de bambucos, guabinas, torbellinos y demás. Cada vez el festival se abre más a nuevas propuestas artísticas, pero el panorama es enorme para que sigamos creciendo en visión artística. Siento que podemos hacer más para sustentar el título de capital musical, como articular de mejor manera las iniciativas de festivales de variadas corrientes musicales que se están haciendo en Ibagué, cada vez con mayor éxito y mejor organización: festivales como el Ibagué Ciudad Rock, el Ibagué Jazz Festival o el Festival Internacional de Hip-Hop merecen una oportunidad de sostenibilidad para que la oferta musical sea más amplia. También hay gestos que ayudan. Uno podría ser que, cuando llegue la oportunidad de reinaugurar el aeropuerto de Ibagué, actualmente en reforma, lo hiciéramos bautizándolo con el nombre de algún músico que haya engrandecido a la ciudad. A mí personalmente me suena muy bien lo de Aeropuerto Leonor Buenaventura de Valencia, maestra insigne del Conservatorio del Tolima y compositora de varias joyas de la música tradicional. Los hechos construyen, los gestos construyen, creer en nosotros como ciudad construye, tenernos fe que construye, apostarle a Ibagué construye, y es hora de construir la ciudad que queremos. Lo principal es tener dónde hacer música, tener dónde tocar, y esto es algo de lo que adolecemos en casi toda Colombia. Pero no hay otra forma de crecer en la música: tener lugares dónde tocar es muy necesario, y más pronto que tarde. Creo en Ibagué y tengo la fortuna de que Ibagué ha creído en mí. Los amigos de la radio, especialmente la familia Garay y toda la gente de Tolima Estéreo, han hecho de su emisora tierra fértil para mis canciones, pero además de eso, toda su gente, mis paisanos, me han hecho sentir orgulloso de ser de esta tierra. Por eso, en cada escenario que piso en cualquier país de Iberoamérica abro mi concierto con esta frase: “Mi nombre es Santiago Cruz, ibaguereño, tolimense, colombiano, y esta es mi música”. 133
foto : jorge serrato
TOLIMA
GASTRONOMÍA
OPINIÓN
Deliciosa tradición
Para nadie es un secreto que hay dos platos que identifican al Tolima: la lechona y el tamal. Pero si hubiera que describir en una palabra la principal característica de su comida, sería diversidad. Así se sirve la mesa en la región.
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POR
Mariela Londoño Botero Presidenta de la junta directiva de Acodrés, capítulo Tolima.
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eniendo en cuenta su variada topografía, el departamento del Tolima cuenta con gran variedad de cultivos y productos derivados de la cría de animales. Su gastronomía es, por lo tanto, bastante diversa, y va más allá de los platos típicos más famosos de la región, como el tamal y la lechona, que gracias a que ya se venden en lata en los supermercados ahora llegan también con más facilidad al extranjero. Existen otros platos que, aunque no gozan de la fama de estos dos, son ampliamente consumidos por los tolimenses. El sancocho de gallina, por ejemplo, conserva la tradición del fogón de leña, y ha tenido variaciones, como el sancocho trifásico (es decir, con tres carnes: gallina, costilla de cerdo y res) y el sancocho de cola. También hacen parte de la dieta y los antojos del tolimense los insulsos, el caldo de aquel o de ministro, el Juan Valerio, la poteca de ahuyama, el dulce desamargado de Navidad, la sopa colí o de guineo, la de mondongo, de arroz, las rellenas o morcillas, el cuchuco, el peto de arroz, los envueltos de mazorca, las arepas de arroz, también conocidas como orejas de perro,
y los subidos, las mistelas y las arepuelas, la chicha y el dulce de papaya, los bizcochos de achiras, los enmochilados y las empanadas. Existen también las especialidades locales, que se encuentran en algunas zonas específicas del departamento: el viudo de pescado (capaz o bocachico) y el bagre sudado en los municipios bañados por el Magdalena; la mojarra frita en Prado, la trucha en Murillo, los huesos de marrano en Venadillo y la avena en El Espinal; los bizcochuelos, pandeyucas y almojábanas en Castilla; el quesillo de Roncesvalles y Guamo y los chorizos de Villahermosa; el chivo asado en Alvarado y el salchichón del Líbano… la lista continúa con productos como el mangostino y una gran variedad de frutas en Mariquita, las ostras del río Opia en Piedras, el plátano paso del Guamo, el arroz, los cafés especiales, la panela, el aguacate, el mango, la arracacha, el maíz… Todos estos productos provienen de distintas zonas del departamento, y a su alrededor se desarrollan las fiestas tradicionales de los municipios. Estas celebraciones se originaron como una forma de agradecer por la bendición de las buenas cosechas, y hoy día jalonan el turismo hacia las diferentes regiones del departamento, convirtiendo de paso a la gastronomía en uno de los ejes turísticos y de crecimiento en muchas ramas de la economía tolimense. La industria, el comercio, la academia, la hotelería, los alimentos y los servicios también se ven beneficiados por el turismo. Lo que esto quiere decir es que a lo largo de los años ha existido un círculo que gira alrededor de la gastronomía, y que ha sido tal vez uno de los mayores impulsadores de la economía en el país. De ahí la importancia de que exista un apoyo total y real a las actividades gastronómicas regionales.
FOTO: ANDRÉS ARENAS
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Finca algodonera, El Espinal. 135
TOLIMA LA TIERRA QUE SOÑAMOS
Destinos mágicos
DESCANSO AVENTURERO
¿Qué tal unas vacaciones en un lugar con más de 5.000 piscinas, muchas de ellas con olas artificiales, y miles de toboganes para niños? Si este es su tipo de plan, entonces Melgar es su lugar ideal. Pero la ciudad no solo ofrece piscinas y hoteles: cuenta con una amplia oferta ecoturística que incluye recorridos como las rutas del Cacique Kualamaná y la del Cacique Nali, diseñadas para entrar en contacto con la naturaleza, cabalgar y bañarse en la quebrada La Cajita y el río Sumapaz. También tiene atracciones para los expertos: la Travesía Tolima Trekking y la ruta Morada del Viento son perfectas para practicar rappel, 136
espeleología, canotaje, canopy, torrentismo y hasta escalada de árboles de más de 100 metros. Y si lo que se busca es entrar en contacto con las especies salvajes, Ciudad Reptilia alberga boas, cocodrilos, caimanes y babillas. Pero un viaje a Melgar no tiene por qué ser solo a Melgar. A 28 kilómetros de la ciudad se encuentra Flandes, conocida como la Puerta de Oro del Tolima. Sujetados por cuerdas elásticas, jóvenes y niños se lanzan sobre el río Magdalena a través del puente férreo Mariano Ospina Pérez, que conecta los departamentos de Tolima y Cundinamarca. Para conocer el paisaje desde el cielo, se alquilan ultralivianos o paracaídas con guía. Esta es una región dedicada a la aventura. Que lo atestigüe, si no, la famosa frase con la que Melgar y Flandes acogen a los turistas: “Déjanos ser cómplices de tus locuras”.
foto : andrés arenas
Desde ciudades llenas de eventos culturales hasta montañas para practicar deportes extremos y ecoturismo o conocer el proceso del café, el aguacate y el arroz, el Tolima es una tierra con mucho para ofrecer.
El sur del Tolima huele a café, y para sus habitantes ese es el aroma de la paz. Luego de décadas de violencia y dolor, los campesinos de Planadas, Ataco y Rioblanco encontraron en el grano la mejor alternativa para lograr el progreso. Apoyados por los entes gubernamentales se capacitaron en siembra, recolección, trilla y tostión para lograr que sus granos y su producto final se destacaran en el país. En la última feria de cafés especiales, Planadas obtuvo la Taza de la Excelencia, premio otorgado por la Federación Nacional de Cafeteros. Gracias al desarrollo, miembros de grupos ilegales que estaban en los campos fueron reemplazados por recolectores y chapoleras. Y ya no se habla de los resquemores del pasado, sino de las propiedades del café según la plantación: si son cítricos, frutosos, dulces o achocolatados. Esto ha demostrado ser bueno para todos: ahora los turistas tienen la oportunidad de entrar a las fincas y ver el proceso de beneficio y secado y, al final de tarde, degustar una excelente taza en el mismo lugar donde se sembró el café que tiene en sus manos.
foto : álvaro cardona
VIAJE AL ORIGEN
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La belleza natural del Tolima se extiende desde los 2.200 metros, en el Cañón del Combeima, hasta la blancura de los nevados. A solo diez minutos del centro de Ibagué, aparece a un lado de la vía el río Combeima, y se aprecian cientos de mariposas azules, rojas, amarillas, doradas y plateadas. Cuando termina la carretera, los turistas se bañan en las aguas del río y de las cascadas heladas. Más arriba se levanta el mirador, donde se observan aves migratorias provenientes de Canadá que desfilan uniformadas para seguir su ruta al sur. No se queda atrás la magia de Anzoátegui, Líbano y Murillo, pueblos de clima frío y de cálidos hogares que invitan a contemplar las nieves desde la lejanía bebiendo un canelazo o un carajillo al calor de una chimenea. Son poblaciones de ruana y sombrero donde el agua pura que baja de los nevados se ve brotar en cualquier parte, lugares donde sigue muy vigente la música de cuerda y los tangos de los años treinta que hacen sentir a los turistas cómo el tiempo se ha estancado en una época más simple, y también más tranquila. 138
foto : david estrada larrañeta
AL NATURAL
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EL MAR DEL INTERIOR
foto : david estrada larrañeta
Prado es como un mar de agua dulce donde los turistas practican motonáutica, tabla y gusanito. También es un sitio de contemplación: desde una chiva acuática, cuyo timonel es un hombre que conoce la historia, los mitos y las leyendas de la región, se observa el ocaso en todo su esplendor. Ubicada a dos horas de Ibagué y a cinco de la capital del país, la represa de Hidroprado, que abastece de electricidad al departamento, tiene una extensión de 4.200 hectáreas y es alimentada por los ríos Cunday y Negro. Desde 1961, fecha de su construcción, la infraestructura hotelera empezó a crecer, y hoy está en capacidad de recibir a 1.200 visitantes en cabañas, quintas y ecohoteles con todas las comodidades para la diversión y el descanso. En medio de esos kilómetros y kilómetros de mar apacible se encuentra la Cascada del Amor, una caída de agua de 40 metros que, según los habitantes, tiene poderes curativos, o por lo menos, la capacidad de aliviar el estrés. Allí se ve cómo emergen los arcoíris durante los días soleados, extendiéndose por el cielo y anunciando a quienes lo ven que allí cerca se encuentra un gran tesoro.
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TOLIMA
foto : juan carlos sierra
/ revista semana
TRAS LAS HUELLAS DEL PASADO
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Un miembro de la Expedición Botánica, en el siglo XVIII, se adentró en las selvas tolimenses y escuchó el cotorreo de varias mujeres a lo lejos. Creyó que eran fantasmas y sintió que se le helaba el cuerpo, pero la curiosidad le ganó y decidió no huir. Encontró, entonces, a media docena de loras hablando de lo que no entendían. Así empieza un niño de 12 años a contar la historia de la región, en la puerta de la Casa de la Expedición Botánica, en Mariquita, lugar en el que José Celestino Mutis hizo el inventario de especies animales y vegetales del país. Ahora, la casa está restaurada y el material del sabio se encuentra en urnas de cristal. A 20 kilómetros de Mariquita, en una tierra cálida donde el viento sabe a calor, está ubicada Honda, llamada la ciudad de los puentes. Fundada como villa en 1643, conserva aún una arquitectura colonial muy bien cuidada por sus habitantes. Fue el primer puerto fluvial del país en el siglo XIX, un dato que atestigua su importancia histórica para Colombia. A 21 kilómetros en línea recta de Honda está Armero, que sufrió la peor avalancha del siglo XX en Colombia: ocurrió el 13 de noviembre de 1985 y perecieron más de 25.000 personas. Donde estaba el municipio aún quedan fachadas, habitaciones cubiertas de maleza, antiguas calles y la tumba de Omayra, la niña que se convirtió en el ícono de la tragedia.
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MITOS, LEYENDAS Y MUCHA MÚSICA
artesanías en barro y servir sancocho de gallina, tamales y lechona. Pero cuando se trata de folclor y leyendas, es obligada la visita al Espinal, municipio que vio nacer el bunde tolimense. Allí se cuenta la historia del Mohán, un hombre moreno, de pelo largo, que enamora jovencitas hasta matarlas de amor en el río. Aquí se habla de hombres que lo han buscado tras perder a sus mujeres y de algunos que se botaron al río Magdalena creyendo que lo habían cazado. Otros prefieren burlarse de la leyenda como mejor saben hacerlo: por medio de canciones y versos.
foto : álvaro cardona
En el centro de Ibagué, capital musical de Colombia, durante todo el día suenan papayeras, tangos, bambucos, pasillos y violines de aficionados o conocidos artistas. Los habitantes caminan siguiendo el ritmo, y muchos se mueven con cadencia, sin darse cuenta. Durante las fiestas de San Juan y San Pedro, la música se impregna como un virus que obliga al canto y al baile a nativos y turistas. En Guamo, a 70 kilómetros de la capital musical, se celebran, hace más de 200 años, las fiestas del Corpus Christi. Aunque tiene un carácter religioso, los campesinos aprovechan para bailar, exhibir sus
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fotos : cortesía hotel brisas la gaviota
TOLIMA
Las brisas del Tolima
El hotel cuenta con seis lagos: cuatro para cría de peces y dos para pesca deportiva.
Ubicado a las afueras de Mariquita, el Hotel Brisas La Gaviota cuenta, entre otras bondades, con pesca deportiva, gastronomía amazónica y una vista privilegiada del Nevado del Ruiz.
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o primero que sorprende al visitar el Hotel Brisas La Gaviota es la vegetación. Aquí confluyen especies frutales y vegetales traídas desde Brasil con el único fin de ofrecer productos diferentes de los que se acostumbra a ver en Colombia. Copoazú, yaca y acerola son algunas de las frutas de las que se extrae la pulpa para hacer los jugos, los postres y los helados del restaurante que se encuentra dentro del hotel. De las 100 hectáreas de extensión que tiene la hacienda La Gaviota, el hotel y el restaurante se roban cuatro para ofrecer a los huéspedes una experiencia de desconexión y armonía total. Lo que empezó hace seis años como un lago en el que la gente pescaba, pasó por tres ampliaciones y se convirtió en un epicentro gastronómico con seis lagos: cuatro pequeños para cría y levante de peces y dos grandes para pesca. 142
En estos lagos los comensales y huéspedes pueden extraer especies amazónicas tan diversas como el tambaquí, el yamú y la gamitana. El hotel conserva el registro de la pesca de una gamitana de 12 libras, suficiente para alimentar al menos a diez personas. Su extracción aquí es todo un suceso, si se tiene en cuenta que esta especie, natural de la cuenca del Orinoco, tiene un ciclo de producción muy rápido: en tres o cuatro meses adquiere la talla comercial de 350 gramos. Samba y bossa nova acompañan a las personas que disfrutan de otro de los exclusivos platos del restaurante: la cazuela de mariscos en leche de coco. “En Brasil le llaman moqueca, es un plato típico del estado de Bahía”, dice el empresario gerente del hotel. Sus nexos familiares con el país vecino inspiraron su idea de inaugurar un hotel en Mariquita. “Todo nació de querer brindar al Tolima y a
Colombia un lugar único, que respira calidad de vida en un lugar campestre y tranquilo”, asegura el gerente. El hotel está comprometido con la sostenibilidad, y por eso, el 70 por ciento de la comida para los peces es fruta producida en la misma hacienda. Este tipo de prácticas han sido elogiadas por profesores adjuntos de la Universidad de Wisconsin. Las 16 habitaciones, de las cuales cinco son tipo malocas, con capacidad para 60 personas, hacen del Hotel Brisas La Gaviota, adonde ya han llegado visitantes de Alemania, Austria, Bélgica, Canadá e Italia, un establecimiento boutique con todas las capacidades para convertirse en foco del turismo en la región, y sus características hacen que se pueda hablar de un lugar del Tolima en el que todo parece estar en pausa. Excepto las brisas que, allí, nunca se detienen.
foto : cortesía parque nacional del arroz
CULTURA
El arroz tiene su parque
foto : jorge serrato
Los visitantes pueden alojarse en el hotel y disfrutar de los espejos de agua del parque.
Seis décadas de tradición cobijan a la empresa tolimense de abarrotes y licores Elías Acosta. Pocos saben que la compañía cuenta con un atractivo más en su portafolio: el Parque Nacional del Arroz.
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a Hacienda La Guaira es el resguardo de un espacio natural propicio para la familia y de paso obligado para quien quiera conocer en detalle el proceso del arroz, desde que se cultiva hasta que llega al plato. Además, por la belleza del lugar, sus paisajes, ubicación y excelente calidad de servicio, es ideal para la celebración de bodas o eventos familiares y empresariales. Hace 12 años, José Elías Acosta Ortiz, fundador de la empresa Elías Acosta, junto con su esposa, María
Elena Osuna de Acosta, tuvo la idea de enlazar el producto insignia del Tolima con un espacio natural que encontró en el terreno de La Guaira, ubicado en el kilómetro 2 de la vía que va de Alvarado a Piedras, 35 kilómetros al nororiente de Ibagué. Acosta y su esposa no entendían cómo no existía un parque del arroz en el Tolima, cuando el departamento es el mayor productor de este cereal en todo el país. La consigna del Parque Nacional del Arroz apunta a que los visi-
tantes entiendan que este cereal está destinado a cubrir la seguridad alimentaria del mundo. Para transmitir el mensaje, ofrece visitas guiadas por el Museo del Arado y el Museo Molino, donde se puede atestiguar de primera mano el exigente proceso agroindustrial previo a la producción de unas cuantas libras de arroz. Los paseos a caballo, el senderismo y los triciclos náuticos son otros medios posibles para impregnarse de la actividad agrícola en el departamento. Además, los recorridos agroturísticos guiados por arroceros expertos muestran las buenas prácticas agropecuarias representadas en la tecnificación de sus campos, donde intentan mantener el equilibrio ecológico introduciendo especies de insectos benéficos que diezmen a los perjudiciales con el fin de evitar el uso de agentes químicos. El estudio ‘Cuantificación arbórea’ de la Universidad del Tolima indica que el parque se ha convertido en foco de reforestación, tras la siembra de 10.000 árboles de diversas especies, como el iguá, la teca, el ocobo y la melina. Además, más de 800.000 árboles de guadua fueron sembrados en un espacio adecuado para ello. El Parque Nacional del Arroz también cuenta con zonas de protección como acuíferos y represas: 70.000 metros en canales de riego a cielo abierto para preservar el agua del lugar. Del inventario acuático hace parte un espejo de agua natural con cascada que llaman La Olleta, y una piscina convencional para quienes se hospedan en el hotel. En total, 85 personas trabajan en la hacienda, dedicadas a los distintos oficios de mantenimiento y servicios para los visitantes. Algunas de ellas viven en la Guaira y sus hijos asisten a la escuela ubicada en el mismo lugar, que les brinda la oportunidad de disfrutar del agua, el sol, los animales, las siembras y el verde de los paisajes. El Parque Nacional del Arroz agrupa formas de sostenimiento ambiental, turístico, social y empresarial responsable. Y lo hace al tiempo que rinde un homenaje a un cereal que ha sido protagonista histórico de la alimentación humana. * www.parquenacionaldelarroz.com
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LA TIERRA QUE SOÑAMOS
foto : luis robayo
Con 5.150 metros de altura, el Nevado del Tolima se encuentra al sur del Parque Natural Los Nevados.
‘El Nevado del Tolima, mi clave para el Himalaya’ Un experimentado escalador tolimense, que ha recorrido el mundo conquistando las cumbres más altas, cuenta por qué el icónico nevado de su tierra natal ha sido su mejor lugar de entrenamiento. POR
Aníbal Pineda* Alpinista.
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n el país no podríamos hablar de las grandes cumbres del Himalaya sin mencionar nuestras grandes montañas colombianas y, sobre todo, una especial para los tolimenses: el Nevado del Tolima, que con sus 5.150 metros de altura entre páramos, morrenas, roca, hielo y nieve se yergue imponente al sur del Parque Natural Los Nevados. La primera vez que escaladores colombianos remontaron una montaña de más de 8.000 metros de altura en el Himalaya, el Broad Peak, fue en 1984, gracias a un grupo encabezado por Manuel Arturo Barrios, la cuota tolimense en aquella expedición. Paralelamente, y en la misma tempo144
rada, se realizó con mayores esfuerzos de tipo económico y logístico otra excursión al monte Batura I (7.795 metros), en el sector occidental de la cordillera, con la participación de dos tolimenses −José Ignacio Rengifo y quien esto escribe− y un alemán: Volker Stallbohm. No se logró por culpa del coletazo del monzón, pero los esfuerzos, la preparación y el proceso vivido para llegar hasta esa montaña tuvieron un ciclo previo que al final rindió sus frutos: el entrenamiento en el Nevado del Ruiz, el Santa Isabel y, sobre todo, el del Tolima, en compañía de los integrantes de la Asociación Tolimense de Montañistas y Escaladores. Paredes, canaletas, brechas, contrafuertes, espolones y glaciares conformaban nuestro
centro de alto rendimiento y las penalidades sucumbían ante nuestro coraje. En 1995 organizamos una modesta expedición al Himalaya, exactamente al pico Rakaposhi (7.788 metros), considerado de alta dificultad en la zona del Karakorum en Pakistán. El equipo estuvo conformado por cinco escaladores, entre ellos dos tolimenses. Tras múltiples dificultades − como consecución de mi visa, reponerme de una infección intestinal de tres semanas, perder parte del equipo y solucionar problemas financieros de última hora con préstamos personales y sacrificios familiares−, hacia finales de julio de ese año estuvimos en posición de asalto para la pirámide cimera. Y el 3 de agosto, en una extenuante jornada de 18 horas, logré llegar en solita-
CULTURA
rio a la cumbre. Mi compañero Volker Stallbohm no superó los últimos resaltes y prefirió echar atrás para evitar un posible ‘vivac’ en el descenso. Fue una de las conquistas más valiosas en mi carrera deportiva. En 1997 fui llamado a formar parte de una expedición al Manaslú (8.156 metros), la cual terminó en una tragedia que puso a llorar a medio país con la muerte de nuestro entrañable amigo Lenin Granados. Por cosas del destino no pude hacer parte de ella, ya que para 1998 teníamos entre manos otra expedición al monte Nanga Parbat (8.125 metros) y era un compromiso ineludible. La preparación fue una de las más exigentes que haya tenido y desde luego fue en el patio trasero de mi casa: el Nevado del Tolima. Fuimos varios los tolimenses que participamos, incluidos un par de fuertes montañistas de aquel entonces: Guido Grover Varela y Hernán Eusse Jaramillo. Luego de superar enormes dificultades de toda índole, llegamos a Pakistán en el verano del 98. Pero, inexplicablemente, el día de la cumbre se desató una gran tormenta que al principio fue solo eléctrica, pero que luego, con poderosas ventiscas y nevadas, nos obligó a retroceder cuando faltaba ya muy poco para lograr la cima. Retornamos al campamento base con los dedos de los pies congelados y completamente extenuados. En 1999 y con el apoyo de Suramericana de Seguros conseguimos patrocinio para volver y tratar de terminar lo que habíamos dejado inconcluso, con mejores botas y la experiencia del año anterior. Sin embargo, un error técnico de nuestro líder le produjo un grave accidente al rodar por una pendiente de más de 150 metros que lo dejó sin movilidad. La historia parecía terminar ahí, pero la pasión por la montaña fue más fuerte. Escalé en Chile, Bolivia, Ecuador y Perú, pero no dejaba de entrenar en el Nevado del Tolima, que cada vez que lo ascendía se convertía en todo un reto. Llevo 96 ascensos exitosos por 13 rutas diferentes y aún hoy cada ascenso es una prueba física muy dura. Con esas cifras, cualquiera pensaría que es muy sencillo subir y bajar, pero es lo contrario y tal vez en ello radica su seducción y belleza.
En 2009 fui fichado para otra expedición al Himalaya, esta vez a la montaña más alta de todas: el Everest (8.848 metros). Nuestra misión era llevar a la cumbre a Wylmar Marulanda, un joven discapacitado de Manizales. Nos llevó 18 meses enseñarle los gajes del oficio y prepararlo para el máximo reto. El Nevado del Ruiz fue nuestro
“Llevo 96 ascensos exitosos por 13 rutas distintas al Nevado del Tolima y aún cada ascenso es una prueba física muy dura. En ello radica su belleza”. centro de operaciones, pero yo seguía entrenando en el del Tolima. En el Everest, los problemas no se hicieron esperar. Un edema pulmonar atacó al joven Wylmar y el jefe de expedición se negó a continuar la travesía. Paralelamente a la expedición al Everest, yo venía trabajando con
un grupo de Bogotá la posibilidad de realizar otra expedición al Himalaya, a los picos Gasherbrum 1 y Gasherbrum 2, pero el proyecto se aplazó debido a dificultades económicas. De modo que, con todos los indicadores en contra, tomé la decisión de emprender esta aventura solo, y efectivamente en junio de 2013 me dirigí a Pakistán. Luego de 25 días de duras jornadas, logré llegar a la cumbre del Gasherbrum 2 (8.035 metros) el 21 de julio a las 12:45 del día. Estuve solo en la cumbre y, en el descenso, la euforia me dio fuerzas para hacerlo con tranquilidad y saborear ese momento único. Pero donde había establecido el campamento se presentó la terrible desaparición de tres miembros del equipo español con el que me había integrado y, ante la infausta noticia, mi moral se vino al piso. En medio de la conmoción, preferí dar por terminada la aventura. En esa lucha y persistencia, mi entrenamiento ha sido definitivo. Y sigo convencido de que la mejor escuela para los montañistas tolimenses seguirá siendo el Nevado del Tolima, que también se vuelve viejo pero sigue siendo fuerte e implacable.
Aníbal Pineda, cerca del campamento base del Everest, en un refugio nómada.
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LA TIERRA QUE SOÑAMOS
‘Tolima me apoyó antes de mi fama’
Ingrit Valencia, la estrella de la Liga de Boxeo Tolimense que ganó medalla de bronce en los Olímpicos de Río 2016, no nació en el Tolima, pero su corazón le pertenece a esa tierra. Por Diego Rubio*.
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EMANA: ¿Por qué su nombre se escribe con T? INGRIT VALENCIA: No sé, así
aparece en mi cédula. Aunque casi siempre lo escriben con D y eso es un problema: el otro día iba a viajar, y como me habían sacado el tiquete como Ingrid y no como Ingrit, estuvieron a punto de bajarme del vuelo. Casi me toca mostrarles la medalla olímpica.
SEMANA: ¿Dónde tiene la medalla? I.V.: La llevo conmigo
foto : mauricio alvarado
/ colprensa
a todos lados, porque todavía ando en eventos y homena-
jes. El último fue en Morales, Cauca, mi pueblo natal. La gente estaba contenta de verme. Había familiares y amigos. Hasta alguna lágrima se me salió al recordar mi niñez. SEMANA: Usted nació en Cauca y vivió en Valle, ¿por qué siempre ha representado a Tolima en los Juegos Nacionales? I.V.: Hubo una eliminatoria en
Tolima para ir a los Juegos Suramericanos, yo vine y me fue bien. Ahí me vio el entrenador del departamento, Raúl Ortiz, quien estaba manejando la Selección Colombia femenina, y me invitó a que fuera parte de ella.
SEMANA: Ya que esta es una revista dedicada a Tolima, cuénteme ¿qué significa el departamento para usted? I.V.: Cauca representa los rasgos de
mi tierra, mi familia, mi niñez, mis abuelos. Tolima es el departamento que creyó en mí, el que me abrió las puertas, el que me acogió como una tolimense más, el que me respaldó antes de ser famosa.
SEMANA: Si se siente tan tolimense, me imagino que ya hasta baila el bunde… I.V.: No lo he intentado, pero si toca
lo aprendo, porque soy buena para bailar. Lo que sí le digo es que me sé el himno del Tolima: como he ganado tantas medallas para el departamento, ahí lo pasan a uno al podio y ponen el himno.
SEMANA: Deportista colombiano que se respete tiene un apodo, ¿cuál es el suyo? I.V.: Hoy todos me dicen Ingrit, pero
antes era la Zarca. Los niños del colegio me lo pusieron por el color de mis ojos: son como miel claro, como verde oscuro, algo así.
SEMANA: ¿Siente miedo en el cuadrilátero? I.V.: No es miedo, son nervios de
pensar que algo puede salir mal. Si uno les tiene miedo a los golpes, es mejor que se dedique a otra cosa.
SEMANA: ¿Le gustaría que su hijo fuera boxeador? I.V.: No: no me gustaría verlo gol-
peado o noqueado. El boxeo deja secuelas, los golpes entran pero no salen.
SEMANA: Él podría decirle lo mismo… I.V.: Sí, por ahora le gusta lo que
hago, pero más adelante me puede decir lo mismo.
SEMANA: ¿Hasta cuándo piensa boxear? I.V.: Hasta que Dios me lo permita,
hasta que tenga las fuerzas necesarias y la salud para hacerlo.
SEMANA: ¿Contamos con usted para los Olímpicos de Tokio 2020? I.V.: Esa es la idea. Ahora empiezo a
practicar más duro que nunca. Pero sé que se viene una etapa muy difícil, porque ya no soy solo Ingrit, soy la medallista olímpica, y todas las competidoras van a ir con más fuerza contra mí. * Editor General de la revista ‘Soho’.
www.tolima.gov.co @gobertolima Gobernacion del Tolima