MINERÍA l
CARBÓNLA El mineral colombiano por excelencia, el que más pesa en la economía y una industria que se reinventa para estar al día con los desafíos ambientales.
BASE DE TODO
LOS APORTES DE LA PEQUEÑA MINERÍA SON LA FUENTE DE EMPLEO EN ZONAS REMOTAS. PÁGINA 74
Carbón, la base de todo Director Mauricio Bayona FOTO: ISTOCK
Editora General Mariana Suárez Rueda Directora Comercial Natalia Angarita Jefe de Redacción Mauricio Sáenz Editor Iván Hurtado
Agosto de 2017
Coordinación Editorial Daniela Puerta Padilla, Juan David Montes, Daniela Chinchilla C., Juliana Duque Patiño. Director de fotografía Erick Morales
Productor de fotografía Julián Andrés Galán
Gerente de Circulación Natalia Peinado Bustamante
Asesor de Diseño Hernán Sansone Directora Creativa Mónica Loaiza Reina
Diseño y diagramación Diana Velásquez, Gabriel Eduardo Henao y Milo Reyes.
Periodistas Vanessa Cortés Uchuvo, Luisa Fernanda Gómez, María Andrea Muñoz Gómez, Fredy Gonzalo Nieto, Lina Niebles. Columnistas y colaboradores Brigitte Baptiste, Daniel Páez, Juan Miguel Álvarez, Mónica Pardo, Luis Gilberto Murillo, Jorge Valencia, Ricardo Lozano, Carolina Urrutia, Silvana Habib, Ken Silverstein, Jairo Herrera.
Minería
PUBLICACIONES SEMANA Gerente General Sandra Suárez Pérez
Corrección de estilo Hernán Miranda Torres
Gerente Financiero Mariano Salinas Gerente Administrativa Carol Ramírez Director de Producción Orlando González Director de Planeación Financiera Miguel Cepeda Preprensa Digital SEMANA
Producción General Yina Aranda
Directoras de proyectos
Logística Diana Milena Quintana
Asistentes de Dirección Comercial Ana Cristina Basto, Dina Lemus, Laura Villamil y Manuela Pavía.
María Paula Romero, Natalia Robledo Luna y Ana María Velásquez.
Fotografía Iván Valencia, Harold Lozada, Carlos Julio Martínez, David Amado Pintor, Esteban Vega La-Rotta, iStock, 123rf, AFP. Agradecimientos Eduardo Chaparro, Edith Mendoza, Margarita Saade, Nelcy Portela, Fescol, Centro de Investigación y Educación Popular, Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria, Agencia Nacional de Minería.
Impresión Printer Colombiana S.A. Publicaciones Semana S.A. Todos los derechos reservados. Prohibida su producción total o parcial sin autorización expresa de Publicaciones Semana S.A. Sede: Carrera 11 Nº 77A-49 Bogotá D.C. PBX. 6468400 SEMANA en Internet: www.semana.com E-mail semana: correo@semana.com
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FOTO: IVÁN VALENCIA
FOTO: CORTESÍA CERREJÓN
CERREJÓN
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14
Mientras tanto, en Estados Unidos
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Contenido
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Padrino y embajador
Silvana Habib, presidenta de la Agencia Nacional de Minería, explica por qué el carbón no solo está incrustado en el subsuelo colombiano, sino que también hace parte de la esencia del país.
Ken Silverstein, experto en el sector energético y colaborador frecuente de Forbes, da su visión sobre el futuro del carbón en un mundo cada vez más concentrado en reducir el dióxido de carbono.
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Residuos artísticos
El artista inglés John Sabraw usa un material poco convencional para crear coloridas obras. Hablamos con él sobre su creativa forma de criticar el mal manejo de residuos.
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Entrevistamos a Carlos Andrés Amaya, gobernador de Boyacá, quien reconoce la importancia de la minería en su departamento y, al mismo tiempo, es un férreo defensor del medioambiente.
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Las mejores prácticas están en Colombia
La World Coal Association (WCA) agremia a los actores más importantes de la industria del carbón. Varias compañías que operan en Colombia hacen parte de ella. Conversamos con Benjamin Sporton, su director, sobre los retos globales del sector.
Pulido a mano
En Tópaga, Boyacá, jóvenes artesanos convierten carbón en artesanías que rescatan lo más autóctono del folclor colombiano.
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Cierres bien hechos
Francia, España y Alemania representan casos exitosos en materia de cierre de minas de carbón. Allí, las zonas mineras transformaron su vocación y hoy son ejemplo de sostenibilidad.
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La fe del minero
Cucunubá es el municipio de Cundinamarca que más carbón produce y uno de los que más podría beneficiarse si su minería se formaliza. Visitamos una mina que sirve como ejemplo para la región. Página 108
FOTO: CARLOS JULIO MARTÍNEZ / REVISTA SEMANA
CAPÍTULO 1
Colombia es el principal productor de carbón de América Latina y representa el 10 por ciento del comercio mundial. Comunidades enteras han surgido alrededor de este mineral que pasa por un gran momento en nuestro país. Su explotación bien hecha es mirada de cerca por otras industrias extractivas, lo que demuestra que minería y sostenibilidad no son antagonistas.
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Carbón, la base de todo
La historia del carbón en Colombia se remonta a épocas indígenas.
Más antiguo que el pan de sal La historia del carbón empieza con los muiscas que habitaban el centro de lo que hoy es Colombia y aún no termina. Este mineral ha sido clave en la construcción de nuestras ciudades. 10
E
l carbón ha sido usado en el territorio donde vivimos desde mucho antes de que se llamara Colombia. Antes incluso de que llegaran los españoles y de que las grandes mineras extranjeras tuviesen títulos en La Guajira, Boyacá y Santander. Su historia se remonta muchos años atrás: para llegar a sus primeros momentos de uso, hay que olvidarse del siglo XX y ubicarse,
Tesoro bajo tierra
durante la época precolombina, en la meseta cundiboyacense, en el centro de lo que tiempo después sería nuestro país, en donde la familia muisca se encontraba en pleno proceso de expansión hacia el norte del territorio. En ese momento, antes de la llegada de los españoles, los muiscas o chibchas comerciaban con las familias que los rodeaban: los pijaos, quimbayas, panches y guanes. Gracias al intercambio, el oro que no existía en el centro del país llegó a Guatavita desde Tolima y Antioquia y dio pie al nacimiento de la leyenda de El Dorado. Esto mismo sucedió con el algodón: como prueba de que los muiscas eran grandes tejedores nos quedan las mantas que hasta hoy se conservan en los museos. Pero el algodón debía nacer necesariamente en tierras menos frías que las suyas, por lo que los chibchas debían conseguirlo con las poblaciones vecinas a cambio de uno de sus propios productos. El bien que intercambiaban los muiscas estaba hecho con la sal que encontraban en Zipaquirá y Nemocón, y era conocido como pan de sal. Para crearlo, los muiscas calentaban durante horas una gacha de cerámica repleta de agua con sal, que al colmatarse y enfriarse se convertía en este pan, que luego se partía en pedazos y se intercambiaba en los mercados. Para calentar las gachas, los muiscas utilizaban carbón. Además de ser indispensable para cocinar el pan de sal, el carbón también se utilizaba para cocer cerámicas. Como explica Eduardo Chaparro, analista minero y director del proyecto MDNP para América Latina, “los indios se dieron cuenta de que había diferentes tipos de arcilla que podían soportar, o no, las altas temperaturas. Fue así como sometieron a distintas temperaturas las arcillas y descubrieron que el carbón les proveía una temperatura constante sin tener que talar árboles para obtener madera. Estas cerámicas que hoy aún se pueden encontrar eran las que usaban para cocinar el pan de sal y para quemar las urnas funerarias”. La llegada de los españoles no significó el fin del carbón. Al contrario, durante la Colonia se le dieron
La llegada de los españoles no significó el fin del carbón. En la Colonia se usó para construir ciudades.
“
... con este se cocieron las cerámicas y las tejas coloniales, además de los tubos de gres que llevaban el agua por Bogotá": Eduardo Chaparro, analista minero.
nuevos usos, con los cuales se construyeron las ciudades. El calor de la ciudad En la primera Bogotá, en esa Santafé que empezó a crecer alrededor de la Plaza de Bolívar, se construyeron las primeras casas coloniales de techos altos de la ciudad. Allí se elevó, en septiembre de 1604, el Colegio de la Compañía de Jesús, hecho con paredes de adobe, pisos de tablón cerámico y techo de tejas de barro cocido. Estos dos últimos elementos, característicos de las viviendas del barrio La Candelaria, no se habrían podido crear sin carbón. “El carbón se sacaba de la base del cerro de Monserrate –explica Chaparro–. Y con este se cocieron las cerámicas y las tejas coloniales, además de los tubos de gres que llevaban el agua por Bogotá. El carbón construyó la ciudad”. Este mineral era esencial en el día a día de los primeros bogotanos, pues además de resultarles imprescindible para cocinar, calentaba sus enormes casas gracias a unos braseros que soportaban carbones ardientes y amenizaban con calor las noches heladas de la sabana. Más adelante, llegando ya al siglo XIX, el gas carbono se empezó a utilizar para iluminar las vías públicas de la ciudad. El carbón también ayudó a que poco a poco crecieran ciudades comerciales del centro del país como Cucunubá, Lenguazaque y Samacá, como consecuencia de su explotación: la minería de carbón, que ha estado tan ligada a nuestra historia, incluso desde antes de que se concibiera la idea de ser un país. No es más que la continuación de la historia de un mineral clave en la región, protagonista de la vida de nuestros antepasados indígenas e indispensable para la construcción de nuestras ciudades.
Con la ceniza que desechan las centrales eléctricas después de quemar el carbón se puede fabricar cemento, ladrillos, metales y hasta absorber crudo. 11
Carbón la base de todo Carbón,
¿QUÉ ES?
E
s de origen vegetal y en términos geológicos se trata de un mineral relativamente nuevo. Empieza a surgir en el mundo en el periodo devónico, hace 416 millones de años aproximadamente.
En 2016 exportó 83.325.472 toneladas.
En 2016, Turquía fue el país que más importó carbón colombiano. Le siguen Países Bajos y Estados Unidos.
Las reservas colombianas superan los 100 años, esto lo ubica en el puesto 12 de la lista de países con mayores reservas. Sus cifras de exportación superan las de café, banano, oro y flores. 85 por ciento de la producción nacional es exportada. Es cotizado en el exterior por su calidad y por su alto poder calorífico. 83 por ciento de las regalías mineras del país provienen del sector carbonero. Es la fuente de aproximadamente 1,3 billones de pesos anuales de regalías. 12
A diferencia de lo que los españoles creían, la riqueza de Colombia no radica en el brillo de algunas rocas y metales. Opaco y oscuro, el verdadero rey es el carbón.
FOTO: IVÁN VALENCIA
Colombia es el primer exportador de carbón de América Latina y el cuarto a nivel mundial.
Tesoro bajo tierra Capítulo
Tierra de carbones Estas son las zonas del país en las que se extraen diferentes tipos de carbón. La Guajira y el Cesar
1
Boyacá, Cundiamarca y Norte de Santander
2
Santander
3
1
Carbón térmico
Se necesitan más de 1,6 toneladas de carbón metalúrgico para producir una tonelada de coque.
Es necesario en procesos de siderurgia y metalurgia. Al quemar la piedra de carbón metalúrgico se separan las impurezas y queda una piedra de carbón, a eso se le llama coque. El coque es necesario para la fabricación de acero. El acero se utiliza para la construcción de viviendas y obras públicas.
antracita
En Colombia también se utiliza para procesos termoeléctricos con pequeñas calderas para la producción de leche.
2
Colombia es el tercer exportador de coque en el mundo, después de China y Polonia. Una tonelada de coque puede costar tres o más veces que una de térmico. Se clasifica de acuerdo con su calidad: altos, medios y bajos volátiles; donde los bajos son los que más cuestan y los altos los de menor precio.
Es uno de los carbones más avanzados en términos de evolución.
3
Se utiliza para generar energía a través de calderas. La producción de este está destinada a la exportación y al consumo interno. Es utilizado como fuente de energía en la industria cementera, de alimentos y bebidas y en la papelera.
Tiene usos industriales, por ejemplo: la fabricación de los filtros de agua potable. El carbón térmico y el metalúrgico no se diferencian visualmente. Las antracitas sí se pueden diferenciar a simple vista por ser más negras y brillantes. Su valor comercial es mucho más alto que el del térmico y el metalúrgico. Su producción es escasa. Aunque Colombia tiene pocas reservas de antracita, es uno de los pocos países que producen este carbón.
Carbón metalúrgico
NO TODOS SON IGUALES 13
Carbón, la base de todo
Mientras tanto, en Estados Unidos A diferencia del caso colombiano, en este país no solo se extrae carbón, también se consume. Un vistazo a la industria refleja la necesidad de adaptarse a un futuro con menos emisiones de dióxido de carbono.
Ken Silverstein
Experto en energía y colaborador frecuente de ‘Forbes’.
C
uando una de las grandes empresas de servicios públicos de Estados Unidos decidió renunciar a su avanzada planta de carbón, que había sido promocionada por su captura del CO2, algunos pensaron que el último guardián de este mineral había muerto. El proyecto Kemprer, de Southern Company, ubicado en Mississippi, que inicialmente estaba planteado dentro del plan de Cambio Climático del gobierno de Obama para usar “carbón limpio” con el fin de generar energía, ahora tendrá que hacerse con gas natural. ¿Esto quiere decir que es el fin de la moderna energía a carbón? Hoy, los mayores productores de carbón conocen la realidad: el mundo está concentrado en reducir el CO2 y las empresas de servicios
*Las centrales supercríticas y ultrasupercríticas usan menos carbón con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 y mercurio.
públicos tienen acceso a combustibles asequibles que emiten menos carbono, como el gas natural y las energías eólica y solar. “La industria de carbón debe construir, operar y ser propietaria de estas nuevas plantas”, afirmó en el Foro de Innovación de Energía el exsecretario de Energía del gobierno del presidente Obama, Ernest Moniz. Según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos, para 2020 se perderán 60 gigavatios de carbón. Aproximadamente 250 plantas de carbón se han cerrado y otras 100 están a punto de hacerlo. En resumidas cuentas, alrededor de la mitad de la flota de este mineral se habrá desmontado para ese entonces. La producción de carbón en Estados Unidos disminuyó un 18 por ciento entre 2015 y 2016, y arrojó la cifra más baja desde 1970. Varias docenas de empresas carboneras se vieron afectadas, incluyendo las más grandes: Alpha Natural Resources, Arch Coal y Peabody Energy. La buena noticia para ellos es que está presupuestado que el carbón corresponda, al menos, al 30 por ciento de la generación global eléctrica en 2040. Por eso, están tratando de convencer al gobierno de la necesidad de una quema de carbón más limpia. “El objetivo acá es reducir las emisiones”, afirma Benjamin Sporton, director de la Asociación Mundial de Carbón. “Los gobiernos están reconociendo que la captura y el almacenamiento tienen un papel que cumplir. Esto es algo que los ambientalistas no quieren escuchar, pero el carbón estará durante décadas y no pueden desecharlo”. ¿Cuál es la opción? El método de gasificación de carbón, que lo transforma en un gas sintético antes de capturar el CO2 para retenerlo, algo en lo que Southern Company, American Electric Power y FutureGen fallaron. Los costos han sido un factor importante, al igual que los obstáculos tecnológicos. Longview Power, una de las nuevas plantas supercríticas* de carbón ubicada en Morgantown, Virginia Occidental, produce en promedio 8,85 Btu por kilovatiohora; una planta promedio de 45 años produce 10,500 Btu por kilovatio-hora. Esto quiere decir que hay menos
Los carbonados o diamantes negros son la variedad de diamante natural más resistente. Reciben su nombre por el parecido que tienen con el carbón. 14
Tesoro bajo tierra
carbón puesto en el horno para generar más electricidad, lo que disminuye los contaminantes. “Nuestra planta va más allá de las tecnologías del carbón”, argumenta Jeffrey Keffer, director de Longview Power en una entrevista. “No es simplemente cuestión de ideología, es cuestión de practicidad”. ¿El carbón avanzado vale la pena? Las plantas combinadas de gas natural ahora son claramente el camino de menor resistencia para generar electricidad. El costo de construcción de esas unidades de gas está alrededor de 1 billón de dólares para instalaciones de 800 megavatios, mientras que en el caso del carbón avanzado el costo para las mismas medidas es 1,4 billones. Aún más importante, los precios de combustible de gas natural son de 3,15 dólares por cada millón de Btu, y a futuro no va a variar mucho. Y más irresistible aún: emite muchos menos gases que el carbón, incluyendo la mitad del CO2. “¿Por qué tomar ese riesgo financiero cuando hay proyectos más limpios y menos costosos por generar?”,
El carbón seguirá cumpliendo un papel importante, especialmente entre los países en vías de desarrollo.
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El principal reto de esta industria es encontrar métodos más limpios para producir energía.
se pregunta Carl Pope, exdirector de Sierra Club. American Electric PowerCo. y Duke Energy han gozado del carbón, pero están en proceso de cerrar aproximadamente 6.000 megavatios cada uno. Por su parte, Southern Company está apagando 4.000 megavatios. Ninguna de esas empresas tiene planes de abrir nuevas instalaciones, pero todas están investigando sobre gas natural y energías renovables. La conclusión es que el carbón ha perdido su preeminencia, especialmente en el mundo en desarrollo, que está invirtiendo en nuevas tecnologías y combustibles más limpios para combatir el cambio climático. Sin embargo, seguirá cumpliendo un papel importante, especialmente entre los países en vías de desarrollo, lo cual significa que es imperativo encontrar nuevas formas de quemar los combustibles.
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Carbón, la base de todo
Un buen ejemplo Otras industrias extractivas miran de cerca la minería de carbón. Esta, además de encontrarse en un gran momento, proyecta sus beneficios a largo plazo. Así está creciendo en Colombia.
L
a minería de carbón es un modelo por seguir para otras industrias extractivas en el país. Es un sector formalizado en gran medida, y se desarrolla cumpliendo los más altos estándares medioambientales. No se trata de un discurso retórico: hay hechos que lo demuestran. En los yacimientos de carbón más grandes de Colombia es visible un proceso de recuperación del territorio basado en lo técnico. En el caso de La Guajira, se ha dado un ejemplo de minería bien hecha en el desarrollo de la industria carbonífera, que se destaca por un manejo responsable y cuidadoso. Después de las intervenciones y contando con un acompañamiento científico, especies de la zona han sido reincorporadas y se han logrado preservar ecosistemas y la biodiversidad de la región; incluso se han restablecido áreas que estaban deforestadas o que habían perdido parte de su naturaleza. Este es uno de los aportes que ha hecho la minería grande de carbón en términos de desarrollar un recurso de manera responsable, garantizando que los procesos de cierres de minas y de recuperación de las áreas sean técnicos. Su ejemplo no se ha limitado al país, gracias
Germán Arce Ministro de Minas y Energía.
a que han definido los estándares de la explotación y recuperación de áreas muy superiores, que han servido de modelo para extender la industria a nivel global. Las empresas mineras carboníferas se han adherido a estándares internacionales como los Principios Voluntarios en Seguridad y Derechos Humanos, las Normas de Desempeño IFC y del Banco Mundial para identificación de impactos, manejo de reasentamientos y relacionamiento con grupos indígenas, y los 10 Principios del Pacto Global. De igual forma, Colombia es el primer país en implementar los Principios Rectores de las Naciones Unidas en Derechos Humanos gracias a la participación voluntaria del gobierno nacional, Cerrejón, Drummond y Prodeco en su Plan de Acción. Las dos vías del carbón En Colombia, la industria extractiva de carbón se amplía en dos vías diferentes. La mayor es la industria de carbón legal, con grandes inversiones de capital, regida bajo la lógica de intervenir, explotar y restablecer el territorio. La otra vía es la minería artesanal, de socavón, producida a pequeña escala de manera informal, y en algunos casos ilegal. Sus yacimientos son atractivos porque cuentan con un enorme poder calórico y están localizados en el interior del país, en Boyacá, Cundinamarca y una parte de Norte de Santander y Santander. Allí tenemos un gran desafío: la formalización. El reto es que se extraiga legalmente, de manera responsable y con altos estándares: que los mineros tengan protección de riesgos para preservar sus vidas, y que cuenten con los elementos técnicos para reaccionar en casos de emergencia. En ese sentido, hay mucho por hacer.
El carbón colombiano es de buena calidad y reconocido por su poder calorífico, muy superior al promedio mundial.
Los depósitos de carbón que se explotan en este momento podrían satisfacer las necesidades actuales de energía a nivel mundial en los próximos 300 años. 16
Tesoro bajo tierra
FOTO: JULIÁN GALÁN
El carbón extraido a pequeña y mediana escala, es uno de los productos de exportación más destacados.
A buen ritmo Si bien estamos en un momento de transición, en el cual el planeta se está adaptando al riesgo derivado del cambio climático que está llevando al uso de nuevas fuentes de generación de energía eléctrica, los países desarrollados aún exigen el uso del carbón. Mientras el consumo se mantenga y los mercados demanden el mineral, seguiremos siendo grandes productores. Los argumentos de venta hablan por sí solos: el carbón colombiano es de buena calidad y reconocido por su poder calorífico de 14.000 Btu, mientras el promedio mundial es de 4.000 Btu. Adicionalmente cuenta con bajo contenido de cenizas y pocas emisiones de dióxido de azufre, lo cual genera menor contaminación. Así mismo, Colombia tiene el 46 por ciento de las reservas de
carbón bituminoso y antracítico de América Latina, con 6.746 millones de toneladas de reserva probadas, las cuales representan el 1,64 por ciento de las reservas mundiales. Colombia está exportando carbón a países como Alemania, Holanda, Reino Unido, Italia y Suiza, siendo Europa el principal comprador. Las ventas externas han crecido: en 2016 ascendieron a 85,1 millones de toneladas, que equivalen a 4.638,8 millones de dólares. En 2015 se vendieron 74,7 millones de toneladas por un valor de 4.560 millones de dólares. En materia de producción las noticias son muy buenas. Los datos de la Agencia Nacional Minera señalan que en 2016 se alcanzaron las 90,5 millones de toneladas, una producción his-
tórica. En 2017, el carbón sigue creciendo y en el primer trimestre del año reportó 22,2 millones de toneladas, un 3 por ciento más que las 21,5 toneladas producidas en el mismo periodo del año pasado. Estamos en un escenario de precios estables, con unas cifras récord en producción y una visión para ese mercado relativamente positiva para los próximos años. Además, contamos con los recursos, y desde el Estado, a través de los estímulos de la Reforma Tributaria a la inversión, se están dando señales claras para adelantar los planes de inversión e intensificar las inversiones de capital y así aumentar los niveles de producción en el sector antes de que se dé la sustitución con otras fuentes de energía. Por lo pronto, la minería de carbón tiene larga vida. 17
FOTO: 123RF
Carbón, la base de todo
El jabón, la bicicleta, las raquetas de tenis y hasta el maquillaje están hechos con carbón o sus derivados. Este mineral está en más lugares de los que parece a primera vista.
Algunos de sus usos más importantes:
Combustible doméstico. Reductor en la siderurgia.
Combustible en las centrales térmicas.
Producción de combustibles líquidos.
S
abía que el primer uso que se le dio al carbón fue como combustible doméstico? Aunque todavía se utiliza en países en vías de desarrollo, el carbón ha sido reemplazado por el gas natural, la energía eléctrica y el gas propano. Las cenizas de carbón, que aguantan altas temperaturas, pueden utilizarse para reemplazar la fibra cerámica.
¿
Por todas partes además de utilizarse en la medicina natural, sirve para: Purificar el agua y el aire. Tratar a personas con intoxicaciones agudas (se aplica en algunas salas de urgencias y hospitales). Refinar el azúcar.
La fibra de carbono es empleada en el diseño y la industria de automóviles, de piezas de aviones, barcos, naves espaciales, cañas de pescar, resortes para automóviles, carcasas para portátiles, bicicletas de montaña y raquetas de tenis.
El silicio metálico tiene usos frecuentes en la industria química. Algunos productos que poseen componentes de este son los lubricantes, los repelentes de agua, varios cosméticos, la crema dental, los esmaltes y el champú.
El carbón está compuesto, en su mayoría, por cinco elementos químicos: carbono, hidrógeno, azufre, oxígeno y nitrógeno. 20
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El carbón activado,
impacto positivo
FOTO:CORTESIA ANGLO GOLD ASHANTI
Los habitantes de Cajamarca (Tolima) dijeron 'no' a la extracción de oro en su municipio.
Por qué suenan las alarmas Tolima
Piedras,
Las consultas que han dicho ‘No’ a la actividad extractiva de hidrocarburos encendieron las alertas entre los comercializadores del segundo producto de exportación más importante después del petróleo: el carbón.
Siete
municipios le han dicho ‘No’ a la minería en cinco departamentos: Casanare, Meta, Quindío, Tolima y Cundinamarca.
MES AÑO
07 13
Tipo de minería: exploración de hidrocarburos Resultado de la votación: Sí: 151 (3,27 por ciento) No: 4.428 (96 por ciento)
12 13
Tipo de minería: Resultado de la votación:
Cabrera,
Cundinamarca
02 17 Tipo de minería:
aurífera a gran escala Sí: 24 (0,80 por ciento) No: 2.971 (98,8 por ciento)
22
L
a consulta previa, como mecanismo legal para que algún grupo ciudadano ejerza autonomía, ha venido tomando fuerza. No es gratuito que más de 40 municipios tengan en carpeta esta posibilidad para decidir sobre la extracción minero-energética de sus territorios. Hasta el momento, las siete consultas
materiales de construcción
Tauramena, Casanare
Resultado de la votación: Sí: 23 (1,53 por ciento) No: 1.465 (97,2 por ciento)
Tesoro bajo tierra realizadas han sido a favor de prohibir la extracción de hidrocarburos, oro y materiales de construcción. No ha sido así para el carbón. La relevancia de este mineral, como fuente de energía, crece después de que en 2011 la tragedia de Fukushima puso en jaque la producción de electricidad a partir de energía nuclear. Su precio pasó entonces de 40 dólares por tonelada a 230 dólares en 2012, para después estabilizarse en 74 dólares, valor que hasta hoy se mantiene. En Colombia, las reservas medidas de carbón pasan las 6.000 millones de toneladas y el potencial carbonífero –es decir, lo que aún está por medir– es superior a 16.000 millones de toneladas. De acuerdo con Carlos Andrés Cante, viceministro de Minas, el negocio del carbón incrementa su rentabilidad año tras año: “Desde 1990, este mineral le ha aportado al país cerca de 18 billones de pesos en
03 17
Meta
Tipo de minería: aurífera a cielo abierto Resultado de la votación: Sí: 76 (1,21 por ciento) No: 6.165 (97,9 por ciento)
Cumaral,
En Colombia, el 16 por ciento de la titulación minera es de carbón. De los 8.971 títulos mineros existentes, 1.453 pertenecen a este mineral.
06 17
regalías y compensaciones”. Además, el 16 por ciento de la titulación minera es de carbón, esto significa que de los 8.971 títulos mineros existentes en Colombia, 1.453 pertenecen a este mineral. De acuerdo con la Asociación Colombiana de Minería (ACM), las ventas externas de carbón aumentaron 10,8 por ciento en 2016, al alcanzar las 88,48 millones de toneladas. En contraste, se calcula que las consultas que han impedido la extracción de petróleo pueden costarle al país 684.000 millones de pesos menos en ingresos en un año. Cabe preguntarse entonces cuál será el resultado en caso de que el escenario de las consultas llegue a la minería de carbón. Para Boyacá, que en 2016 registró más de 3 millones de toneladas, con lo que se convirtió en el tercer departamento más productivo en este sector después del Cesar y La Guajira, la prioridad son los recursos naturales. Herman Amaya, director del Departamento Administrativo de Planeación de ese departamento, considera que la protección de recursos como el agua prima sobre la minería: “Poner a la gente a decidir entre carbón y agua deja pocas posibilidades”. Para Oswaldo Ordóñez, geólogo de la Universidad Nacional, esa dicotomía es incorrecta en el planteamiento de las consultas, toda vez que hay un equilibrio económico y social que, sin minería, sería insostenible. “No podemos vivir del paisaje; los recursos para la salud, educación y otros servicios necesarios salen de familias que trabajan en minería legal”, asegura. Un país que encuentra en las consultas previas el mejor ejemplo de participación popular, también está en riesgo de generar huecos fiscales que justificarán la aparición de nuevos impuestos. Santiago Ángel, presidente de la ACM, dice que “el mayor riesgo del país es en materia de atracción de inversión, eso da un efecto de inestabilidad que ha puesto en jaque a inversionistas que tenían proyectos para Colombia. Ahora están pensándolo dos veces antes de traer sus recursos al país”.
Tipo de minería:
minería de metales
Resultado de la votación: Sí: 26 (2,24 por ciento) No: 2.613 (97,7 por ciento)
07 17
Tipo de minería:
Cajamarca, Tolima
07 17
MES AÑO
Tipo de minería:
exploración de hidrocarburos
Resultado de la votación: Sí: 194 (2,51 por ciento) No: 7.475 (96,9 por ciento)
Arbelaéz,
Cundinamarca
materiales de construcción
Pijao,
Quindío
Resultado de la votación: Sí: 38 (1,46 por ciento) No: 4.312 (98,5 por ciento)
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Carbón, la base de todo
Mariana Suárez Rueda Editora general de Especiales Regionales de SEMANA.
Desafíos del posconflicto
La posibilidad de ingresar a territorios ricos en recursos minerales pero que estaban vedados por la violencia entusiasma a inversionistas, preocupa a ambientalistas y genera incertidumbre en las comunidades.
S
alir de la barbarie en la que hemos vivido. Eso es lo que han perseguido por generaciones los latinoamericanos. Y mientras en Venezuela la lucha no aminora, en Colombia comienzan a soplar vientos de paz o, por lo menos, a acallarse los fusiles que durante tanto tiempo se han disparado desde el monte,
FOTO: ARCHIVO PARTICULAR
El Catatumbo , una zona que históricamente ha estado marginada de la vida política nacional.
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Tesoro bajo tierra aterrorizado poblaciones y abierto hondas y dolorosas heridas. Con la firma de la paz entre el gobierno y la guerrilla de las Farc, se asoma la esperanza de un futuro distinto. Aunque la polarización política nubla por momentos la magnitud de lo que está viviendo el país, que finalmente puede hablar en presente de posconflicto, lo cierto es que desde todos los ámbitos de la sociedad es momento de pensar el mañana de cara a esta realidad. Y un sector tan relevante para la economía como lo es el de la minería e hidrocarburos no puede ser la excepción. De hecho, desde que comenzó a especularse con la firma del acuerdo, ambientalistas, sociólogos, académicos y empresarios vislumbraron un escenario que hoy invita a la reflexión. ¿Qué sucederá con los territorios ricos en recursos como el carbón, a los que no se había podido acceder a causa de la guerra? Carlos Andrés Cante, viceministro de Minas, ha repetido que “en un escenario de paz aumentará la productividad del sector de minería e hidrocarburos y más producción significa mayores ingresos corrientes para la Nación y las regiones, desarrollo, competitividad y equidad”. Las empresas que se sintieron temerosas de invertir en explorar territorios minados por el conflicto, parecen entusiasmadas con la idea de descubrir nuevos y ricos escenarios para la extracción de carbón. Una posibilidad que motivó a investigadores de Fescol, el Cinep y el Instituto Neerlandés para la Democracia Multipartidaria a indagar al respecto tomando dos casos de estudio, el Catatumbo y el sur de Bolívar, y generando como resultado un documento de 30 páginas, en su versión más corta y amena, con una radiografía de la situación y valiosas recomendaciones para el gobierno, las autoridades locales y ambientalistas. Un trabajo que según explica uno de los autores del informe, Andrés Aponte, cobra pertinencia en un momento en que los diferentes actores de las zonas afectadas por el conflicto están redefiniendo sus roles y lo que sucedía en estos territorios a los que era incapaz de llegar el Estado está quedando en evidencia. Su intención con este trabajo, sin embargo, no es debatir si la actividad extractiva es buena o contraproducente, sino evidenciar de qué manera las comunidades pueden participar de este modelo de desarrollo sin ser desplazadas y siendo tenidas en cuenta por las grandes empresas mineras. Es un llamado de atención para que no se repitan historias que han contribuido a la estigmatización de esta actividad: la extracción indiscriminada, la opulencia de quienes la realizan y la miseria de los pobladores que viven en los alrededores. Conflictos, advierte Andrés Navas, otro de los autores del informe, a los que no escapa lo ambiental y que en gran medida son causados debido al desconocimiento del territorio por parte de las compañías que van a explotarlo.
La minería en tiempos de paz también puede transformarse en esperanza y oportunidad. La clave: conciliar.
Esperanza Durante los últimos cinco años, el sector de la minería e hidrocarburos aportó 126 billones de pesos para la financiación de programas sociales y de infraestructura como las carreteras 4G y las viviendas de interés social. Su importancia para el desarrollo del país y el bienestar de la población son evidentes. No obstante, la industria enfrenta grandes y permanentes desafíos jurídicos, sociales, ambientales, de formalización, coordinación institucional entre muchos otros; a los que ahora se suma el del posconflicto. Y es que no se trata solamente de analizar los factores a tener en cuenta a la hora de implementar los planes de acción en zonas donde confluyen los actores armados y la extracción minera o del impacto ambiental que tendrá el abrir las puertas de territorios ricos en minerales pero en donde hasta hoy las actividades económicas han sido otras, sino de lo que significa en términos de generación de empleo y recursos el potencial minero que comienza a descubrirse en lugares impenetrables por la guerra. La minería en tiempos de paz también puede transformarse en esperanza y oportunidad. La clave para que sus potencialidades no terminen generando más perjuicios que beneficios se encuentra en acciones que contribuyan a disminuir los conflictos inherentes a esta actividad. Por ejemplo, sugiere el informe Ambiente, minería y posconflicto en Colombia, actualizar una tipología que permita diferenciar, a partir de criterios claros, la minería artesanal de la informal y la criminal, teniendo en cuenta las diferencias regionales y los tipos de extracción; una promoción aún mayor de la formalización y buscar la puesta en marcha de modelos de ordenamiento territorial que respondan a las necesidades de los pobladores y a las características socioambientales del lugar para así determinar cuáles soportan la actividad extractiva y cuáles no. Conciliar. Ese es el desafío. 25
FOTO: ISTOCK
FOTO: IVÁN VALENCIA
Carbón
La industria del carbón en Colombia es un negocio que se fundamenta en la exportación.
Conquistar el mundo Lina Niebles Periodista de Especiales Regionales de SEMANA.
La Asociación Colombiana de Minería (ACM), que representa al gremio, surgió como un ente de regulación, de política pública y vocería del sector. SEMANA habló con su presidente, Santiago Ángel Urdinola, para conocer la importancia de la minería carbónica en el país y los mercados internacionales y desmentir algunos mitos.
La primera mención sobre la existencia del carbón en la zona del Cerrejón fue de 1872.
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Tesoro bajo tierra
S
EMANA: ¿Cómo se proyecta el cierre de las minas desde la perspectiva medioambiental? SANTIAGO ÁNGEL: Todas las
minas tienen un plan de cierre y hay proyectos que han sido galardonados con premios por hacerlo exitosamente. Las grandes minas de este país no se han cerrado –están en plena operación–, pero se han ido cerrando porciones. Lo que se busca es que, una vez se haga el cierre, quede una reconversión ambiental importante. En Colombia hay casos como los de Cerrejón, Drummond y Prodeco, donde se ha hecho una reconversión del suelo en el que antes se minaba: ahora en esas áreas se ubican los bosques tropicales que se han creado en la zona. SEMANA: ¿Definitivamente la minería es necesaria para el desarrollo y el progreso? S.Á.: La industria se ha dado cuenta de que tenía que empezar a contar qué es la minería. Sin esta no podemos subsistir; la humanidad moderna la necesita. Todo lo que vemos, tocamos y sentimos tiene minería. Hay gente que dice que la actividad minera no puede hacerse correctamente en el mundo: eso es falso. Países como Australia, Canadá, Estados Unidos, Alemania y España la usan como fuente de desarrollo, lo que demuestra que sí se puede hacer minería responsable. Las minas más grandes de nuestro país están a la talla de sus equivalentes internacionales y hemos venido avanzando en temas de seguridad, estándares y uso de agua. SEMANA: ¿Cómo puede ayudar el sector minero al posconflicto? S.Á.: El posconflicto se ha planteado en la Colombia rural, que no es solo agricultura, también es minería. En las zonas difíciles, mayoritariamente, los únicos que generamos empleo remunerado, con estándares y seguridad social, somos nosotros. Nuestra apuesta es seguir en la medida que podamos crecer y desarrollar las operaciones, generando un trabajo muy importante para las regiones. A raíz de la consecuente mano de obra empoderada, calificada y con recursos, se generan encadenamientos y una dinámica de consumo local que precisamente apoya en la dinamización de esas regiones. SEMANA: ¿Qué parámetros internacionales siguen los procesos carboneros colombianos?
“El posconflicto se ha planteado en la Colombia rural, que no es solo agricultura, también es minería”.
Santiago Ángel Urdinola Presidente de la Asociación Colombiana de Minería.
S.Á.: La discusión ha girado en torno a cómo se hacen emisiones de dióxido de carbono en el mundo. Nosotros creemos que la industria tiene que trabajar para tener un carbón de las mejores calidades para que sus partículas atmosféricas sean las menores posibles. En cuanto a la quema –tema que no es minero sino industrial–, hemos venido apoyando proyectos de emisiones más limpias, como el Clean Technology Emissions. Colombia es un país que emite menos de lo que limpia, somos una comunidad de carbono neutro. El 97 por ciento de nuestro carbón se exporta y no se quema en el país; somos muy favorecidos en ese sentido, pero no significa que no lo tengamos como una de nuestras prioridades. SEMANA: ¿A qué países se exporta el carbón colombiano? S.Á.: Somos el cuarto exportador del mundo y un jugador importante para el planeta, eso hace que tengamos una industria supremamente competitiva. Competimos con australianos, rusos, chinos, indonesios, canadienses y gringos; por eso tenemos que estar a la vanguardia tecnológica y productiva. Hemos conquistado mercados a los que no ha llegado casi ningún producto colombiano, hacemos grandes exportaciones a Alemania y hemos llegado a los mercados turcos. Penetramos en casi todos los mercados internacionales por nuestro precio y calidad. SEMANA: ¿Qué tan preocupante es, en el caso del carbón, la minería ilegal? S.Á.: Es un tema básicamente del oro; se genera en las industrias que tienen mayor valor, donde el metal o mineral es muy valioso para el mercado y permite que las rentas ilegales sean fácilmente captables. La minería carbónica requiere de mucho trabajo e inversión, lo que hace que los márgenes sean más pequeños. 29
Carbón, la base de todo
Cierres bien hechos Tres casos europeos demuestran que, tras el cierre de las minas, las zonas de extracción pueden convertirse en ejemplos de sostenibilidad.
Francia
Las primeras minas de carbón se inauguraron hace más de 150 años y las últimas cerraron en los ochenta como consecuencia del colapso económico, el paro, la precariedad y profundas secuelas ambientales. En los noventa, tras su cierre, se dio inicio a un proceso de reconversión económica y ecológica, que incluyó acciones de reforestación, un cinturón ecológico, paisajes culturales y conservación del patrimonio minero. Así mismo, buscando cambiar la vocación del lugar, se creó el Centro de Recursos para el Desarrollo Sostenible y el Centro de Ecoempresas, y se implementó una reforma energética a las viviendas, que se contruyeron de forma ecológica con materiales reciclados.
España
Esta mina de Endesa operó en Galicia entre 1947 y 2007. Su cierre implicó la rehabilitación ambiental de la totalidad del espacio. Lo que al final era una superficie degradada por la extracción del mineral se convirtió al cabo de algo más de cuatro años en un gran lago de 865 hectáreas, que acumula 547 hectómetros de agua. Este es ahora el espacio de mayor biodiversidad de Galicia y cuenta hasta con una playa. Durante la conversión de As Pontes, la compañía reforestó 3 millones de metros cúbicos de tierra vegetal, sembró 130.000 kilos de semillas, plantó 600.000 árboles y creó 60 kilómetros de caminos y pistas sin asfaltar.
Gelsenkirchen Alemania
Antes de los noventa, el valle del Ruhr era sinónimo de minas de carbón y empresas siderúrgicas. A mediados de esa década, sin embargo, la producción de la región se detuvo y, tras entrar en paro, los mineros se quedaron en la calle. Para recuperarse de la crisis, levantaron unos cimientos más sostenibles y económicos –que tienen que ver más con el teatro y el arte que con el carbón y el acero– sobre las viejas ruinas industriales. El atractivo principal de esta antigua región minera es el complejo industrial de la mina de carbón de Zollverein, en la ciudad de Essen, uno de los puntos más importantes de la Ruta Europea de la Herencia Industrial, que fue inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco el 14 de diciembre de 2001.
FOTO: LECLERCQ OLIVIER / AFP
En el pueblo francés de Loos-enGohelle, las últimas minas de carbón cerraron en los ochenta.
Loos-en-Gohelle
As Pontes
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COMPROMETIDOS CON
LA PAZ Y EL DESARROLLO TERRITORIAL www.grupoprodeco.com.co
EDUCACIÓN DE CALIDAD
20.000
estudiantes beneficiados
GENERACIÓN DE INGRESOS
FORTALECIMIENTO COMPENSACIÓN INSTITUCIONAL Y AMBIENTAL COMUNITARIO
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90 líderes
259 planes de
3 planes
unidades productivas apoyadas negocio formulados
formados
de desarrollo municipal apoyados
4.600 ha
de bosque nativo conservado
Carbón, la base de todo
Daniela Chinchilla Coordinadora Editorial de Especiales Regionales, revista SEMANA.
Residuos artísticos
El pintor inglés John Sabraw hoy es un referente del arte defensor del medioambiente. Extrae sus pigmentos de aguas contaminadas por minas de carbón cerradas de forma irresponsable.
“
M
i trabajo revela la belleza potencial que puede crearse a partir de los residuos tóxicos. Estos pigmentos pueden elaborarse de manera industrial y, en ese proceso, limpiar nuestros ríos y quebradas”, dice John Sabraw, un artista
El 90 por ciento de las reservas térmicas de carbón de nuestro país se encuentran en La Guajira y el Cesar.
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Tesoro bajo tierra
plástico nacido en Inglaterra que trabaja como profesor de arte en la Universidad de Ohio. A primera vista, el agua de los ríos en el estado donde vive Sabraw no parece contaminada: se ve clara y limpia. Sin embargo, lleva los residuos de las minas de carbón del sureste de Ohio, hierro y ácido sulfúrico que resultan nocivos para el medioambiente. Cuando el artista inglés decidió explorar los ríos de la región junto con varios científicos, se dio cuenta de que, aunque las aguas eran cristalinas en las fuentes, conforme fluían iban tornándose de color naranja y rojo. El componente químico que las había coloreado era óxido de hierro, procedente de las minas de carbón abandonadas en el sur de Ohio que no habían sido selladas apropiadamente. Los ingenieros químicos han utilizado por años ese mismo compuesto para crear los pigmentos necesarios para fabricar pinturas. “Pensé que sería fantástico usar estos residuos tóxicos para crear pinturas en lugar de hacerlo con óxido de hierro importado, y resultó que el ingeniero ambiental y profesor de la Universidad de Ohio, Guy Riefler, ya estaba trabajando por crear un pigmento viable a partir de ellos, así que empezamos a colaborar”, recuerda el artista.
John Sabraw y sus obras arriba: se titulan ‘Chroma S4 Chimaera’ (2017), ‘Chroma S4 Dragon’ (2016) y ‘Chroma S4 Nebula’ (2016).
El proceso de creación de sus obras empieza por decantar los residuos tóxicos del agua recogida en la fuente, hasta que queda completamente limpia y puede ser reutilizada. Luego, aplica una serie de químicos a los residuos hasta que obtiene un pigmento valioso, tras lo cual los combina con aceite para conseguir las pinturas que usa en sus creaciones. Las obras de Sabraw, que se valen de la contaminación generada por las minas cerradas irresponsablemente, sirven para llamar la atención sobre el impacto que puede generar esta actividad cuando no existe una política fuerte de sostenibilidad. Porque Sabraw no solo es artista plástico: también es un activista ambiental convencido de que el trabajo con estos residuos puede ayudar a visibilizar un problema que afecta el medioambiente de Ohio. 33
Carbón, la base de todo
FOTO: ISTOCK
Minería sostenible, es ahora Colombia debe encontrar un balance entre la explotación sostenible de recursos minerales como el carbón y la protección de sus recursos naturales. 34
Luis Gilberto Murillo
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Ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.
ste momento que vive el país pone todas nuestras metas ambientales en una nueva dimensión: construir la paz. En ese contexto estamos implementando una visión donde nuestros activos naturales deben convertirse en el eje central del desarrollo de Colombia.
Tesoro bajo tierra No hay manera distinta de concebir el progreso en la actualidad que por medio de un desarrollo sostenible que busque el óptimo balance entre nuestras necesidades de crecimiento económico, desarrollo social y protección del patrimonio natural. Esta es la única manera en que podemos satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos de las generaciones futuras. Las mayores oportunidades que, en perspectiva, tendrá el país están asociadas a su enorme potencial y a su riqueza natural, que debemos proteger. Este es un enfoque transversal a todos los sectores, y la minería no es la excepción. Cuando se considera una industria minera sostenible, se deben tener en cuenta aspectos ambientales y sociales, además de los económicos. En 2015 Colombia fue el quinto exportador mundial de carbón después de Indonesia, Australia, Rusia y Estados Unidos, y para 2014 se consideraba la reserva más grande de carbón de América del Sur y el país con mayores reservas de carbón en América Latina. En 1940 Colombia produjo 1.150.000 toneladas de este mineral, y para 2016 la cifra incrementó a 90.511.989 toneladas de un recurso que en su mayoría se exporta. Con todo esto, la opción de prohibir la minería no es una medida real para un país con nuestros recursos; sin embargo, la única manera de llevar a cabo la actividad minera debe ser de forma sostenible. Sabemos que las operaciones mineras afectan la dinámica y economía de los territorios en donde se desarrollan. Esto pone a un país como Colombia, rico en biodiversidad y recursos hídricos, en una encrucijada: o protegemos nuestro medioambiente para preservar los recursos naturales prohibiendo la actividad minera, o permitimos y fomentamos la minería a costa de este. Alrededor del tema se polarizan las opiniones y se enardece el debate, pero las discusiones no se están realizando en el marco de
la sostenibilidad. Eso ha llevado a casos como el de Cajamarca donde, después de ver los efectos sociales y económicos, ya se empieza a evidenciar que la decisión no fue la mejor. Por eso es definitivo que la discusión sea integral. En el país hay áreas con restricción y exclusión ambiental para la actividad minera como los páramos, los Parques Nacionales Naturales, las Reservas Forestales Protectoras, los humedales Ramsar y las zonas de Reserva de la Ley Segunda de 1959. Gracias a ellas protegemos nuestro entorno; para finales de este gobierno, las áreas protegidas alcanzarán las 26 millones de hectáreas. Colombia debe ser capaz de aprovechar sus recursos mineros para impulsar el crecimiento económico. Pero esta actividad obligatoriamente tiene que generar un valor agregado más allá de las inversiones y recursos económicos. Debe hacerlo no solo impactando de la menor manera posible los ecosistemas, sino además compensando el uso de la tierra de forma integral, desde la exploración hasta el cierre de la mina, si se tiene en cuenta el desarrollo de las comunidades. No se trata de repartir dinero, sino de fortalecer la estructura social para que las inversiones perduren, y de restaurar el hábitat a su estado natural, como hizo Alemania con el fin de crear nuevos espacios de recreación o Inglaterra en minas desérticas donde hoy se levantan gigantescos jardines botánicos. Es posible hacer una minería responsable con el desarrollo de nuevas tecnologías más eficientes, con licenciamiento ambiental, y restauración de los hábitats, con proyectos sociales que no busquen solucionar los problemas estructurales de los territorios sino aunar esfuerzos con las administraciones locales, dejando capacidades instaladas y acciones que perduren. También es posible hacer bien la minería, con responsabilidad ambiental y social, cumpliendo las normas y disminuyendo los conflictos sociales, con participación y transparencia de las comunidades, compensando y mitigando los impactos mientras se aprovechan las oportunidades para conseguir beneficios tangibles y sostenibles para los territorios. Solo así podremos impulsar un desarrollo integral, con mejor desempeño ambiental y haciendo frente a los retos que aún tiene el país ante la minería de carbón, que van desde la reducción de los efectos sobre la calidad del aire hasta la modificación del paisaje y las posibles afectaciones a las aguas superficiales y subterráneas. Además, al fortalecer la minería bien hecha, estamos dejando menos espacio para que la extracción ilícita destruya nuestro territorio.
En 1940 Colombia produjo 1.150.000 toneladas de carbón, y para 2016 la cifra se incrementó a 90.511.989 toneladas.
26 millones de héctareas estarán excluidas y protegidas de la actividad minera para el final del gobierno de Juan Manuel Santos. 35
Carbón, la base de todo
Las mejores prácticas están en Colombia Benjamin Sporton, director de la World Coal Association (WCA), explica el principal desafío de la industria carbonera mundial, cuenta qué hace especial al carbón colombiano y la relación de este mineral con las energías renovables.
El Cerrejón es uno de los miembros colombianos más activos de la WCA.
usan su carbón dentro de sus países o lo exportan al mercado asiático. Otra diferencia son los desafíos: en economías desarrolladas giran en torno al medioambiente y las comunidades locales, pero debido al conflicto en Colombia, algunas compañías también enfrentan retos históricos.
FOTO: HAROLD LOZADA
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EMANA: ¿Qué diferencia a los colombianos de otros miembros de la WCA? BENJAMIN SPORTON: Los productores colombianos de la WCA son Glencore y Cerrejón. Son únicos porque se enfocan en el mercado europeo, mientras que muchos de nuestros miembros
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Tesoro bajo tierra
SEMANA: Estos ‘desafíos históricos’ le han dado mala reputación al carbón colombiano. ¿Están interesados en cambiar eso? B.S.: La WCA se concentra en el trabajo positivo que nuestros miembros colombianos hacen. Trabajamos con los productores para asegurarnos de que manejen sus minas de la mejor manera y vinculen a las comunidades locales. Este año visité la operación del Cerrejón y fue emocionante ver unas de las mejores prácticas de protección ambiental y de trabajo comunitario a nivel mundial. Esto es poco conocido y nuestro deber es hablar con posibles inversionistas para demostrar que Colombia está enfrentando sus desafíos y que algunas de las mejores prácticas mineras se aplican en el país. SEMANA: Y en el resto del mundo, ¿cómo hacen frente a la mala fama del carbón? B.S.: Es muy difícil porque existen muchas ideas equivocadas sobre el carbón. La gente dice que no lo necesitamos y que podemos dejarlo de repente. Piensan que hay muchas malas prácticas en las minas e ignoran los cambios tecnológicos. El rol de la WCA es desafiar esas posiciones, hablar en público, con medios, legisladores, y ayudarlos a entender que el carbón estará presente por muchos años más y que podemos enfrentar los desafíos a través de innovación y prácticas sostenibles. SEMANA: El carbón es el combustible fósil que más contamina. ¿Por qué sigue siendo necesario? B.S.: El 41 por ciento de la electricidad mundial se genera con carbón, y la Agencia Internacional de Energía prevé que para 2040 su uso aumentará 11 puntos porcentuales. El carbón es asequible, confiable y útil para economías en desarrollo que buscan mantener su competitividad. Ahora, somos conscientes de que genera emisiones y eso es un desafío, pero existen técnicas para reducirlas e incluso eliminarlas. SEMANA: Esas tecnologías son costosas. ¿Cómo las aplicarían los países en desarrollo? B.S.: La WCA cree que la comunidad internacional debe ayudar a los países que quieren usar carbón de la manera más limpia posible. El Acuerdo de París, cuyo objetivo es reducir las emisiones de dióxido de carbono, está diseñado para que cada país pueda proponer su propio plan climático, y 22 naciones ya
Este año Benjamin Sporton visitó la actividad del Cerrejón en La Guajira.
Veintidós naciones han identificado el rol de las tecnologías reductoras de emisiones. Algunas necesitan ayuda para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.
han identificado el rol de tecnologías reductoras de emisiones en sus planes. Creemos que algunos de ellos necesitan ayuda para alcanzar esos compromisos. SEMANA: ¿Eso está sucediendo? B.S.: En cierta medida, pero no lo suficiente. El Banco Africano de Desarrollo ayuda con algunas plantas de carbón en África y lo mismo ocurre en Asia. El Banco Mundial tiene una política de no financiar ninguna planta de carbón; creemos que eso debería cambiar porque esas instituciones tienen un papel en el tránsito hacia centrales más eficientes y trabajamos duro para modificar esas medidas. No se trata de decir “deberíamos usar carbón en vez de energías renovables”, sino “le ayudaremos a usar carbón con la tecnología más limpia posible”. SEMANA: ¿El carbón y las energías renovables trabajan juntas? B.S.: Creemos que todas las fuentes de energía tienen un papel. Somos un planeta con hambre de energía; es lo que mueve la economía, lo que aumenta la calidad de vida y algo fundamental para vivir en el mundo moderno. No desaconsejamos las energías renovables, pero el sol no brilla todo el día y el viento no sopla todo el año, así que necesitan un respaldo. Otra cosa que no se suele considerar es que las energías renovables requieren de mucha infraestructura, y los materiales para esta son hechos de carbón metalúrgico. SEMANA: ¿Qué otros retos enfrentan las industrias carboneras? B.S.: El desarrollo de tecnología para reducir las emisiones carbónicas es el desafío más grande para la industria. El mundo energético está cambiando y a pesar de que las demás fuentes de energía son un desafío, creo que el carbón seguirá vigente. El mundo cambiará, pero el carbón seguirá siendo importante. 37
CAPÍTULO 2 FOTO: DANIEL REINA ROMERO/SEMANA
La gran minerĂa que se desarrolla al norte del paĂs, junto al mar, de extraordinaria calidad y reputaciĂłn mundial, se ha convertido en una posibilidad de cambio para las comunidades y su entorno.
FOTO: CORTESÍA CERREJÓN
Carbón
La oportunidad del turismo De forma paralela a la extracción de carbón, poco a poco se ha consolidado en La Guajira una oferta turística cultural, paisajística y ecológica que en el futuro podría ser una de las principales actividades económicas de este departamento.
N
o es un cliché afirmar que La Guajira tiene algunos de los paisajes más coloridos de Colombia: en un lapso de una hora es posible ver dunas amarillas, playas turquesa, montañas verdes y cielos de un azul eterno. El departamento más septentrional de Colombia es un territorio agreste que sigue teniendo un turismo incipiente. Una de las primeras semillas para viajar por la región se sembró en su corazón, el municipio de Albania, donde se levantó un hotel que pretende causar un impacto mínimo al medioambiente mientras ofrece servicios de alto nivel y una panorámica de la Sierra Nevada de Santa Marta y el final 40
Las distancias pueden parecer muy largas, pero los desplazamientos por La Guajira valen la pena por el paisaje, el viento feroz y la naturaleza intacta.
de la cordillera de los Andes en plena Serranía del Perijá. Se trata del Waya Guajira, fruto de la iniciativa de Cerrejón y el consorcio conformado por Abacus, Contempo, Inversor y EGSA, que está ubicado a algo más de una hora del aeropuerto de Riohacha y a un par de horas del Cabo de la Vela y su Pilón de Azúcar, el cerro sagrado de los wayúu. Desde el hotel, operado por la firma OxoHotel, también se pueden hacer visitas guiadas a la mina de Cerrejón, ver la operación de uno
De negro a verde playas o dormir en el Cabo de la Vela o en Punta Gallinas (el extremo norte de Colombia), pues se encuentra casi en la mitad de ambos puntos. Kurrele (el nombre wayúu de esta bahía) es un lugar perfecto para alejarse de todo. Está literalmente en el desierto y apenas transitan por sus arenas unos cuantos pescadores indígenas, algunos de los cuales bucean para encontrar langostas y ostras en sus ciénagas, manjares que se venden en las comunidades aledañas. La zona fue azotada por la violencia hace 15 años, pero hoy es un ejemplo del cuidado ambiental en el país. Cerca de Bahía Portete, en el camino hacia Punta Gallinas, se encuentra Bahía Hondita, un punto tan recóndito como maravilloso. Entre sus manglares se liberan con frecuencia miles de tortugas en peligro de extinción que han sido protegidas gracias a un programa de conservación liderado por Cerrejón, en el que participan la comunidad, Corpoguajira, Conservación Internacional y la Armada Nacional. Las distancias pueden parecer muy largas dentro de la región, sin embargo, los desplazamientos valen la pena: el Caribe infinito, la ausencia de señal móvil, la biodiversidad, el viento feroz y la naturaleza intacta están ahí para sentirse como si el mundo volviera a empezar. Desde el Sistema de Fundaciones Cerrejón se busca que las comunidades, no solo indígenas, creen microempresas, identifiquen las diferentes potencialidades de la región –como el turismo o el diseño textil– y en unos años sus ingresos no dependan de la mina sino que se construya algo nuevo a partir de ella. “El problema de La Guajira no es que falten recursos; lo que falta es gestión”, afirma González Pushaina y concluye que “aquí hay trabajo, los wayúu necesitamos aprender a hacer productivo nuestro territorio para nosotros mismos”.
En el corazón de La Guajira, el municipio de Albania, se levantó un exclusivo hotel que causa un mínimo impacto al medioambiente.
En lo corrido de 2017, en las 140 habitaciones del Hotel Waya Guajira, a una hora larga del aeropuerto de Riohacha, se han hospedado más de 10.000 personas.
FOTO: CORTESÍA HOTEL WAYA GUAJIRA
de sus tajos y conocer algunas de sus áreas rehabilitadas. En el Hotel Waya, que lleva tres años y medio de operación, se ofrecen rutas turísticas producto de 12 iniciativas comunitarias, promoviendo así la inclusión social de comunidades indígenas a este proyecto. José Ramón González Pushaina se encarga de recibir a los huéspedes. Tiene 30 años y estudió Turismo Ecológico y Cultural en San Antonio, Texas, gracias a una beca del ciento por ciento que le otorgaron el Banco Interamericano de Desarrollo y la Universidad de Georgetown. “No tuvimos que vender todos los chivos para que yo pudiera estudiar”, confiesa, con su amplia sonrisa. Nació en una ranchería entre Uribia y Manaure y hoy es un ejemplo para su comunidad: lleva cuatro años trabajando en el hotel, espera el nacimiento de su segundo hijo, ha dictado clases de inglés en la Universidad de La Guajira y la Policía Nacional, busca mejorar la calidad de vida de otros wayúu –por ejemplo, consiguiendo donaciones de libros y computadores para algunas comunidades– y está creando su propio emprendimiento de servicios turísticos en La Guajira. Solo en lo corrido de 2017, las 140 habitaciones del Waya Guajira han recibido más de 10.000 huéspedes, entre personas vinculadas con Cerrejón y otras que recorren diferentes puntos del departamento. González Pushaina cree que es evidente el crecimiento del turismo, especialmente en la Alta Guajira, un territorio casi virgen con lugares excepcionales como Bahía Portete, que fue declarada área protegida en 2014 por sus formaciones coralinas, manglares y variedades de aves y peces. Se encuentra a menos de 20 kilómetros de Puerto Bolívar –puerto de exportación de Cerrejón– desde donde diariamente se embarcan miles de toneladas de carbón sin afectar a un ecosistema tan frágil. Aunque este Parque Nacional Natural no ofrece infraestructura hotelera y parece escondido para los turistas, es posible acampar en sus
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Cada gota cuenta Una cosa es usar el agua en el proceso de extraer carbón y otra, muy diferente, la gestión integral del recurso hídrico. Los sectores productivos deben implementar medidas de protección, conservación y restauración para una actividad minera exitosa.
Ricardo Lozano Director del Centro Nacional del Agua (CNA-Andi).
E
n Colombia sí es posible trabajar en equipo para proteger la diversidad de cada región y, al mismo tiempo, aprovechar los recursos allí presentes. Esto se conoce como competitividad sostenible, y aquí cada gota de agua cuenta. Por lo tanto, la gestión integral del agua por parte de los sectores productivos es fundamental, y con este propósito se debe recuperar el diálogo libre con un tono constructivo, que lleve a crear un nuevo escenario de gestión ambiental regional y territorial bien informada, donde la opinión diferente sume y genere nuevas responsabilidades para llegar a acuerdos. Uno de esos sectores productivos es la minería de carbón, cuya gestión ambiental y social históricamente ha sido sujeto de análisis, aprobación y seguimiento por parte del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), que actúan en su respectiva jurisdicción monitoreando desde la fase de prospección y exploración hasta el cierre de minas. Un primer criterio de aproximación a los territorios son las restricciones y exclusiones de la actividad en ecosistemas considerados estratégicos por su alto valor ambiental y social. El reto para el Estado en este sentido es definir límites ecosistémicos, sociales y económicos a escalas apropiadas para
Las garantías establecidas por las autoridades ambientales deben procurar que, en todo el proceso, se haga uso eficiente de los recursos naturales. 42
De negro a verde
implementar planes de manejo ajustados a la realidad de los servicios y bienes de dichos ecosistemas. Las garantías establecidas por las autoridades ambientales deben procurar que, en todo el proceso, se haga uso eficiente de los recursos naturales, con medidas de restauración, protección y conservación de los bienes y servicios del ecosistema, y con protección de la calidad del aire e inclusión de indicadores que
relacionen la actividad de extracción con impactos en salud, seguridad alimentaria, agua potable y medioambiente, entre otros. Finalmente, el compromiso debe orientarse a trabajar colectivamente en satisfacer necesidades sociales, ambientales y económicas, así como en construir procesos de articulación eficientes de nuestra relación con los límites de la naturaleza.
CLAVES DE LA GESTIÓN INTEGRAL DEL AGUA EN LA ACTIVIDAD MINERA Realizar estudios de rendimiento hídrico en bajos y altos caudales que integren las dinámicas superficiales y subterráneas. Incentivar medidas de uso y reuso eficiente del agua. Medir y calcular la huella hídrica del negocio con las medidas prioritarias. Tratar el agua antes de devolverla a las fuentes naturales.
Aprovechar el agua de lluvia en el proceso productivo. Realizar monitoreos periódicos de la calidad del agua. Construir sistemas de alertas tempranas para épocas de déficit o exceso. Implementar la política nacional de uso eficiente del recurso hídrico.
¡SÍ CABEMOS EN EL MISMO TERRITORIO! Estas son algunas recomendaciones para que el sector minero pueda convivir con su entorno:
Realizar acuerdos sobre desafíos reales que la Corte Constitucional ha establecido como prioritarios para el relacionamiento de las autoridades nacionales con las territoriales. Revisar los mecanismos y la efectividad de las transferencias
económicas de la Nación a los territorios. Comprender el entorno y detonar acuerdos o compromisos entre distintos actores como ONG, empresas, gremios, institutos de investigación, academia y el gobierno. Articular la institucionalidad que garantice que las decisiones estén en armonía con las escalas local, regional y nacional.
FOTO: ISTOCK
Mejorar la seguridad jurídica de los mecanismos de participación a través de la definición del alcance en el uso del suelo y el subsuelo.
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Carbón, la base de todo
110
El descargue del carbón en el puerto se realiza utilizando una técnica que llaman “de volteo”, única en el país. Consiste en que una matriz se encarga de volcar los vagones sobre las bodegas de acopio y hay matrices para volcar dos, tres y cuatro vagones simultáneamente.
HECTÁREAS es la extensión total del puerto.
En promedio, 13 trenes jalados por tres
locomotoras, llevan al puerto 97.500 toneladas de carbón diariamente.
El almacenamiento está repartido en dos patios:
CADA VAGÓN TRANSPORTA
EN EL 1 la capacidad es de 300.000 toneladas.
50
EN TOTAL, CADA TREN TIENE
VAGONES.
el puerto
SUMANDO LOS TRENES, DRUMMOND CUENTA CON
CAPACIDAD TOTAL DE ACOPIO EN PUERTO
1,5
millones DE T O N E L A DA S .
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FOTOS: CARLOS JULIO MARTÍNEZ
1.950
7.500
TONELADAS DE CARBÓN POR HORA.
mueve
150
son las toneladas que transporta un solo tren de la compañía.
11.000
Así se
TONELADAS MÉTRICAS DE CARBÓN.
VAGONES EN TOTAL.
EN EL 2 ES de 1,2 millones de toneladas.
LOS TRES ANILLOS FÉRREOS DE DRUMMOND PERMITEN EL MOVIMIENTO DE
Su robusta estrategia de transporte de carga directa no solo hace de Drummond una de las compañías más amigables con el medioambiente, también la consolida como un gigante de la exportación de carbón. Algunos datos para que se haga una idea de la magnitud de su operación portuaria en Ciénaga, Magdalena.
De negro a verde
RECAUDO DE CARGUE
CAPACIDAD INSTALADA PARA EXPORTACIÓN DE CARBÓN AL AÑO:
PROMEDIO DIARIO
97.500 T O N E L A DA S.
Cifra récord (octubre 2016)
216.000 T O N E L A D A S.
60 millones de toneladas
Drummond cuenta en puerto con cuatro posiciones de atraque y dos cargadores directos. La compañía hace inventarios cada dos meses para verificar que en patios tenga un nivel óptimo de carbón; es decir, 800.000 toneladas.
PROFUNDIDAD LOS PILOTES QUE SOSTIENEN LA ESTRUCTURA ESTÁN RELLENOS DE CONCRETO Y TIENEN UN DIÁMETRO DE DOS METROS.
Rata nominal de carga:
8.000 toneladas por hora.
SISTEMA DE CARGA DIRECTA
En el puerto cuentan con cuatro atraques (lugares designados para amarrar los buques). Rata efectiva de carga:
5.000 toneladas por hora.
El buque más grande (180.000 toneladas) se carga en un periodo de máximo 36 horas. Antes, un buque del mismo tamaño se cargaba en cerca de cinco días.
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El equipo de góndolas descarga un tren de 2,1 kilómetros en una hora y 45 minutos. El puerto tiene capacidad para recibir buques Handy (40.000 toneladas), Panamax (75.000 toneladas) y CapeSize (180.000 toneladas).
Profundidad natural del puerto:
7 METROS
Durante seis meses, Drummond realizó un dragado de 12 millones de metros cúbicos en banco para garantizar la entrada de buques de 20 metros de calado. La pasarelaviaducto que va desde los patios de acopio hasta el muelle es de 1.525 metros de longitud.
En ambos extremos del muelle hay bordillos de concreto para que el agua lluvia quede confinada. Toda el agua que se produce en el muelle va al sistema de tratamiento de agua del puerto. No hay nada que se vierta al mar.
1,04
MILLONES DE PIES CÚBICOS USÓ DRUMMOND PARA TODA SU OPERACIÓN EN 2016.
EL MUELLE DE CARGUE es de
800 M E T R O S DE L A R GO.
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Carbón, la base de todo
El pago de regalías es uno de los principales beneficios de esta industria.
Calcular las regalías Fijar los precios de un producto de exportación no es tarea fácil. En el caso del carbón, depende del cumplimiento de variables internas y externas que garanticen el pago de las regalías al Estado.
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a ley colombiana establece para el carbón un precio de regalías fijado para cada zona o región exportadora. Para esto, se determina el valor comercial del producto exportado y, a partir de indicadores internacionales de costos, los precios de origen quedan establecidos. La Agencia Nacional de Minería (ANM) utiliza esos indicadores, publicados por agencias de información y mercados internacionales, como herramientas de ayuda para contrastar datos *Con colaboración de Jorge Alberto Valencia, director general de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME). 46
y consolidar un precio justificado. El decreto 4130 de 2011 delega a la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) la labor de “fijar los precios de los diferentes minerales para efectos de la liquidación de regalías asignada al Ministerio de Minas y Energía”. Para efectos de ese cálculo, antes se debe diferenciar entre los dos tipos de carbón que produce Colombia: térmico y metalúrgico. Además, se evalúan condiciones como la ubicación de las minas, el destino del mineral, la exportación y el consumo interno. Dado que estos valores de precios de venta y costos de transporte se establecen en dólares estadounidenses como referencia, una vez se obtienen los precios ajustados, se convierten a pesos colombianos
con la tasa de cambio del Banco de la República. Es así como los precios de regalías se ven impactados por tres factores: los precios internacionales del carbón, los del transporte internacional y la tasa de cambio dólar-peso de Colombia. Para el carbón térmico de exportación se utiliza un indicador internacional denominado API2 (Argus Price Index), que referencia el precio del carbón en Ámsterdam, Róterdam y Amberes. Luego, para determinar el precio del carbón en un puerto de Colombia, se descuenta el flete marítimo a partir de los datos para cada tipo de buque. Eso brinda el valor por tonelada del transporte desde Puerto Bolívar hasta Ámsterdam. Para el carbón metalúrgico y el térmico del interior, el valor de referencia depende del transporte utilizado para su exportación desde otros puertos. El ajuste según la calidad se realiza con información oficial de la ANM. Una vez ajustados los precios, se descuentan los costos de transporte y puerto para determinar el precio base de cada región. Por disposición legal, las regalías y compensaciones del carbón de exportación nunca pueden ser inferiores a las fijadas para el carbón de consumo interno. Por esa razón, el precio base lo establecen las regalías de consumo interno.
FOTO: 123RF
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Impulso al emprendimiento Capacitación, empleo e independencia son las herramientas que ofrece el Grupo Prodeco a las comunidades del corredor minero y portuario de Cesar y Magdalena. Con su orientación, cientos de personas han logrado sacar adelante sus ideas de negocio.
FOTO: CORTESÍA PRODECO
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onsciente de las dificultades para generar ingresos y conseguir recursos en las zonas rurales del departamento del Cesar, el Grupo Prodeco viene impulsando desde 2015 el Centro Regional de Empleo y Emprendimiento (C-Emprende), instalado inicialmente en La Jagua de Ibirico, en donde tuvo un impacto muy positivo y animó a las alcaldías de El Paso y Becerril a replicarlo en sus municipios. El personal capacitado de C-Emprende recibe y orienta las solicitudes de desempleados que llegan en busca de oportunidades. La ayuda que se ofrece puede variar según cada caso: algunos se acercan con ideas de negocio obstaculizadas por falta de conocimientos; otros, con hojas de vida inconclusas o con poca experiencia laboral. El centro los conecta con institutos educativos que les brindan capacitación técnica y con empresas mineras o contratistas –con frecuencia del mismo Grupo Prodeco– que se ajustan a los servicios que ofrece cada individuo. Desde su lanzamiento hasta junio de 2017, unas 2.000 personas asistieron a algún tipo de capacitación y 747 lograron encontrar un empleo formal. Además, 259 planes de negocio empezaron a desarrollarse. En total, en este lapso, se registraron más de 5.300 beneficiarios.
Las alcaldías de La Jagua de Ibirico, El Paso y Becerril, además de la Cámara de Comercio de Valledupar han contribuido al impacto positivo que genera el centro en las poblaciones vulnerables. Los espacios físicos en cada municipio son provistos por las administraciones locales, las cuales también se hacen cargo de los costos de mantenimiento; en tanto la Cámara de Comercio se encarga de la operación estratégica. Por su parte, el Grupo Prodeco asume los costos de operación y del capital semilla que entregan a algunas de las iniciativas de negocio. Así, su aporte asciende a 250 millones de pesos anuales, con los que se garantiza la continuidad del servicio. El modelo C-Emprende, promovido por el gobierno nacional a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, tiene en los municipios del área de influencia de Prodeco, un ejemplo de uno de los casos más exitosos de esta estrategia.
300 personas han sido capacitadas en Ciénaga, Magdalena, en donde también se replicó esta iniciativa en 2016 de la mano de la Alcaldía y de la Cámara de Comercio de Santa Marta. 47
Carbón, la base de todo
Áreas rehabilitadas
¿Qué queda después de la explotación minera? La recuperación de la biodiversidad es posible incluso en climas y territorios tan extremos como La Guajira.
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ace apenas 30 años, en este lugar había una excavación de más de 250 metros de profundidad en donde se hacía minería de carbón. Hoy, desde un mirador a diez metros sobre el suelo, a un par de kilómetros de un tajo de la mina de Cerrejón, se observa vegetación verde típica de un bosque seco tropical joven en donde se destaca la presencia de ejemplares de fauna, entre ellos gavilanes, sobrevolando el cielo. A pesar de su juventud, la secuencia vegetal de pastos y árboles genera un paisaje muy parecido a los bosques que existieron antes de la operación minera, lo que demuestra que la rehabilitación de tierras es posible. Raúl Moscote, especialista en rehabilitación de tierras, quien empezó a trabajar en Cerrejón operando camiones y hace 17 años se vinculó al área de Gestión Ambiental de la empresa, explica que todo comienza con un estudio de terrenos, flora y fauna y sigue con la remoción de tierra para su preservación en bancos de suelos. Ahí se definen características como la capa arable, la acidez, la salinidad, la humedad y otros valores del terreno.
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Una de las sorpresas más celebradas ha sido la presencia de jaguares en el área rehabilitada.
Después de extraer el carbón, empieza la adecuación de los suelos para estabilizarlos y volver a plantar la vegetación que estaba en la zona antes de la extracción minera. La flora no crece de un día para otro y necesita acoplarse a las condiciones climáticas para que la fauna vuelva a ella. Luis Francisco Madriñán, un ecólogo dedicado al rescate de distintos ecosistemas, explica que esto no es un milagro, sino el producto de un proceso detallado en el que se ha venido experimentando con diferentes coberturas para lograr la rehabilitación del bosque seco tropical. El caso particular de La Guajira no es sencillo: es una región semidesértica con periodos de sequía hasta de nueve meses, por lo que la rehabilitación de la tierra es un logro muy grande si se tienen en cuenta estas condiciones. Las áreas en proceso de rehabilitación presentan una biodiversidad muy valiosa, pues sirve como punto de conexión para especies de la Orinoquia, los Andes y la Sierra Nevada de Santa Marta. Rehabilitar las zonas después de finalizar la minería allí ha requerido paciencia y años de trabajo. Y el esfuerzo no ha sido en vano. A la fecha, más de 3.600 hectáreas han recuperado las características del bosque seco tropical. Parte de la rehabilitación ha incluido la creación de lagunas arti-
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ficiales. Al llegar noboa Cerrejonensis. Algunos de estos a una de ellas, es hallazgos estarán disponibles en el notable la cantidad y Museo DesQbre Guajira, proyecto diversidad de hueen el municipio de Albania, en el llas de animales que participa Cerrejón. que se encuenContrario a lo que muchos tran en el barro. podrían pensar, el concepto de tierra CURIOSOS Una de las sorpreproductiva no va necesariamente ligado a la sas más celebradas por HABITANTES actividad agropecuaria. Los monocultivos y el equipo de Madriñán y la ganadería extensiva ADEMÁS DE tortugas gigantes y Moscote ha sido la reciente pueden ser muy negaextrañas especies presencia de jaguares en el tivos para el medioamde plantas, en el área rehabilitada. Este anibiente, por lo que para área de influencia mal volvió desde Venezuela Cerrejón, en una región de Cerrejón habitó hasta la Sierra Nevada descon condiciones ecosisla serpiente más pués de décadas de exilio. A grande de la que témicas como las de La su reaparición se suma la de se tenga registro. Guajira, es oportuno el los monos, venados, saínos, desarrollo de proyectos Los restos fósiles osos hormigueros y mieleagroforestales por parte de la Titanoboa ros, aves, reptiles, anfibios, de las mismas comuCerrejonensis se encontraron en serpientes, roedores, nidades. Con el apoyo 2009. Era más insectos y otras especies de técnicos y expertos pesada que un que han encontrado un se está buscando la bisonte y más nuevo hogar en la región, repoblación de peces larga que un bus. especialmente en estas como el bocachico, Vivió hace unos 60 áreas, lo que demuestra la tortugas hicoteas y el millones de años. calidad de sus suelos. repoblamiento de fauna En la zona de influensilvestre en las áreas rehabilitadas. cia de Cerrejón también Por supuesto, el trabajo de Madriñán se han hallado fósiles de tortugas, y Moscote continúa todos los días, casi sin descanso. reptiles, hojas gigantes, frutos, semiEl equilibrio ecológico siempre será frágil y más en llas y polen cuya existencia en el área lugares con condiciones climáticas tan extremas como data de al menos hace 50 millones La Guajira. La meta en los próximos 15 años es rehabide años. Con la ayuda del Instituto litar cerca de 10.000 hectáreas donde hubo operación Smithsonian se comprobó, entre minera y generar un corredor biológico de agua en otras cosas, que aquí habitó la serotras 15.000 hectáreas adyacentes a la operación, para piente más grande de la que se tenga darle vida a un área de reserva y así proteger la flora y registro, a la que bautizaron Titafauna de la región.
FOTO: CORTESÍA CERREJÓN
Más de 3.600 hectáreas han recuperado las características del bosque seco tropical en espacios antes intervenidos por la minería.
Carbón, la base de todo
Carolina Urrutia Directora de Semana Sostenible.
Cambio de energías La transición hacia un consumo energético con menor impacto ambiental es posible para la industria del carbón. La clave está en los planes de cierre responsables y los bajos costos.
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a empresa privada de carbón más grande del mundo, Peabody Energy, se declaró en quiebra en 2016 citando como principal motivo los “retos históricos en el contexto de la industria”. Peabody no está solo: según la revista británica The Economist, cinco empresas de carbón estadounidenses hicieron lo mismo entre 2015 y 2016. La demanda de energía en el mundo atraviesa por cambios, no necesariamente inéditos, que sin duda imponen incertidumbre. Por una parte, las economías más sofisticadas del mundo completan su tránsito de la manufactura a los servicios, lo que reduce considerablemente su demanda de electricidad. Por otra, el desarrollo de tecnologías más eficientes, como las luces LED o los electrodomésticos ahorradores, tan convenientes para el bolsillo de los consumidores, ya tiene también un impacto sobre la demanda total de electricidad. Se podría pensar que en el continente asiático la demanda estaría creciendo exponencialmente, pero la 50
La recuperación de tierras es posible después de extraer carbón. Greenpeace nos habló al respecto en la
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evidencia hasta el momento indica lo contrario. Aunque Japón planea reemplazar la energía nuclear por carbón limpio, su consumo de energía, al igual que el de Australia, está ya entre los más bajos del mundo. Los titanes asiáticos, China e India, de los que se espera que absorban cada vez en mayor medida la manufactura de bienes para los cuales crece el apetito en el mundo, parecen haber llegado ya a la sobrecapacidad: China redujo en 4 por ciento su consumo de carbón en 2015, mientras que en India el sistema de distribución de electricidad ha aumentado la competitividad de las energías renovables. Una industria en renovación Las energías renovables dejaron de ser una opción futura para convertirse en una certidumbre presente. En Estados Unidos son el sector de la economía que más cantidad de empleos generó en 2016. La instalación de tecnología para la generación de energía solar, gracias a Estados Unidos y China, aumentó en 50 por ciento entre 2016 y 2017. Según la Agencia Internacio-
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En Australia el consumo de energía procedente de carbón está entre los más bajos del mundo.
nal de Energía (IEA por su sigla en inglés), las energías renovables van a ser la fuente de electricidad con la mayor tasa de crecimiento durante los próximos cinco años. Las energías renovables aún enfrentan muchos obstáculos. La inestabilidad en el sol y el viento es el más complejo de ellos, y se suma a las dificultades tecnológicas para almacenar, distribuir y transportar la energía con ese origen. Un tercer factor de gran relevancia es la presión sobre los inversionistas para alejarse del carbón. Un caso reciente y relevante es el de Enel, compañía que ahora agrupa a Codensa y Emgesa en Colombia y que ya se comprometió a dejar de usar carbón en todas sus operaciones antes de 2050. La estrategia fue en parte una consecuencia natural en la evolución de las preocupaciones ambientales de la empresa, pero no se puede negar la relevancia de los accionistas-activistas, quienes compran acciones de compañías específicas para impulsar agendas ambientales y sociales desde los órganos de gobierno de cada una.
EL MOMENTO DE LO RENOVABLE Aunque enfrentan muchos obstáculos, las energías renovables dejaron de ser una opción futura para convertirse en una certidumbre presente.
50 por ciento fue el aumento registrado entre 2016 y 2017 en la instalación de generadores de energía solar.
Los cambios necesarios en la regulación, la forma en que funcionan los mercados y, por supuesto, la inversión e instalación en nuevas tecnologías abren un espacio para que la industria del carbón se transforme. El ocaso del sector podría llegar a durar muchos años; los precios del mineral siguen siendo extremadamente competitivos y pueden serlo aún más. Las empresas inteligentes están tomando dos tipos de medidas claves: por un lado, bajar costos y así prepararse para las fluctuaciones en los precios y responder de manera rápida y eficiente a un mercado cambiante; y por el otro, trabajar a la par en su operación y plan de cierre. Las regiones en las que opera un buen número de las empresas de carbón en el país podrían ser lugares para invertir de manera exitosa en energías renovables bajo las condiciones correctas. Las décadas de construcción de relaciones con comunidades y autoridades, la propiedad de los predios y la capacidad de inversión deberían ponerlas en una posición ventajosa en este aún incipiente mercado. Para aprovechar esa ventaja tienen que asegurarse de cerrar las minas con los menores pasivos ambientales y sociales posibles. Se dice fácil; la experiencia pasada y la de vecinos como Perú y Chile indican que no lo es y que es necesario pensar en el cierre a la vez que se opera. En este caso, perder sí puede ser ganar un poco. 51
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Carbón, la base de todo
Los cultivos de café son una de las actividades económicas de los campesinos ubicados en el Perijá.
De vuelta a la tierra En tres meses inicia la nueva fase de un programa ambiental que incluye compensación y reforestación en las áreas donde opera Drummond, al norte del país. Capacitar a los campesinos es una de las prioridades para garantizar que estos territorios sean prósperos y se mantengan protegidos.
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a casa pintada de varios colores tiene costales de fríjoles, molienda de café y, muy cerca, un cultivo de aguacate. Mientras dos mujeres separan los granos, Abimael Restrepo, dueño de la finca, ofrece una taza de café con queso y banano a quienes llegan a visitarlo. Por la bajada de un barranco, al lado de una escuela, están las hectáreas que Abimael y su familia presentaron como área de conservación para entrar al Programa de Compensación Ambiental que Drummond ofrece a aquellos que demuestren
La antracita, un tipo de carbón abundante en Colombia, podría descontaminar las aguas del río Bogotá gracias a sus propiedades purificadoras. 54
tener conservadas 20 hectáreas o más. Ejemplos como este se pueden ver en plena Serranía del Perijá, en el área de influencia de la compañía. Osman Trillos es el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Alto de las Flores, del municipio de La Jagua de Ibirico. Allí Drummond colabora en la construcción de la escuela Martín Emilio Hernández, que sirve como aula para los niños de la región. De acuerdo con Trillos, allí se conservan 4.666 hectáreas. “Tenemos cultivos de aguacate y varios tipos de café que ofrecemos en las centrales de operación de Drummond”, asegura. Concertar con el campesino para que dentro de su predio existan áreas de conservación es necesario si se quiere recibir apoyo en el mejoramiento de su calidad de vida, el cual incluye el establecimiento de sistemas agroforestales. Con ayuda de la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar) se identifican las zonas de alta sensibilidad ambiental y sobre ellas se acuerda con el campesino qué es lo que se va hacer en el predio. “Lo que hicimos fue modificar la metodología y hacer un reconocimiento al campesino para cambiar su cultura de manejo de tierras y que pueda producir conservando, es decir, dejar intactas áreas como nacimientos de agua, bosques húmedos y bosques secos”, explica Armando Calvano, director de Compensación de Drummond. Capacitación técnica, administrativa y de comercialización es lo que ofrece el programa. La idea es que a futuro logren asociarse y comercializar en conjunto con otros campesinos. En principio, las siembras temporales tendrán plátano, guineo, yuca y ñame. Después se modifica esa producción para darles prioridad a cultivos de más largo alcance como los de cacao, café y aguacate. Este es un modelo de compensación pionero desde 2009, cuando se implementó un pago por servicios ambientales. Es el mismo que ahora utiliza el Ministerio de Ambiente, lo llamaron Bosques de paz y busca promover el trabajo de los campesinos del país como Drummond incentiva el de la Serranía del Perijá. Con la consigna de que se trata no solo de conservar, sino también de producir, la vinculación de las familias campesinas asciende en los proximos cuatro meses a 120. En el futuro se busca impactar a 500 familias en cinco municipios del área de influencia del Cesar: El Paso, Becerril, La Jagua, Codazzi y Chiriguaná. Otro de los componentes que se destaca en la actividad ambiental de Drummond es la conformación de embalses y la reforestación de los lugares cercanos a su operación. Solo el embalse Paujil, ubicado en la operación de la mina llamada Pribbenow, tiene un área de 208
FOTOS: CARLOS JULIO MARTÍNEZ
De negro a verde
POR EL PERIJÁ EL PROGRAMA de Compensación Ambiental de Drummond recupera el medioambiente a partir de mejoras en la calidad de vida de las familias asociadas.
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hectáreas y 10 millones de metros cúbicos de agua almacenados. El año pasado, el 93 por ciento del agua utilizada de la mina fue extraída de aguas lluvia y aguas de infiltración, el 7 por ciento de agua restante está en concesión y se utiliza para servicios generales. “No tenemos disputa con ninguna comunidad por el agua, lo que recibimos es peticiones para que les ayudemos a implementar sistemas de acueducto y alcantarillado”, dice Amílcar Valencia, gerente ambiental de la compañía. Además, este embalse sirve como punto de tránsito para los tigrillos que bajan de la Serranía del Perijá y es captador de especies que han llegado de entidades de conservación de Cali, Norte de Santander, Cesar y Bogotá a traves de Corpocesar. Aquí se encuentran peces como el bocachico y la dorada. Y para los que buscan fauna, animales como el mocorroyo, la tortuga, el venado de cola blanca, la babilla, el paujil y diversas especies de aves están a disposición de los ojos que quieran llegar a admirarlos.
Con Corpocesar recomendamos una metodología que reconociera los servicios ambientales que presta el habitante rural a la región y al mundo": Armando Calvano. Director de Compensación de Drummond. 55
Carbón, la base de todo
Padrino y embajador El carbón es parte de la historia del país, de sus regiones, de comunidades enteras que han surgido alrededor de esta roca. Además, ha conquistado mercados extranjeros con una minería bien hecha.
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o se puede hablar de Colombia sin mencionar el café, para muchos el mejor del mundo; sin hablar de vallenatos, desde los clásicos juglares hasta las fusiones mágicas de Carlos Vives; o de literatura y arte, pasando por las insignes esculturas de Botero y el realismo mágico de nuestro gran Gabo. Pero tampoco se puede hablar de Colombia sin mencionar al carbón, fuente para el país y para sus regiones de empleo formal, desarrollo, oportunidades y progreso. El carbón, por décadas, ha sido el padrino de muchas generaciones de colombianos, a los que una piedra negra les ha permitido tener educación, vivienda, salud e infraestructura. Nuestro carbón representa el 10 por ciento del comercio mundial de este mineral. Somos el principal productor de carbón en América Latina, ocupamos el undécimo lugar en el mundo, y somos el quinto mayor exportador. En 2016 logramos una cifra histórica de producción como país, cuando llegamos a los 90,5 millones de toneladas (86,1 de carbón térmico y 4,4 de metalúrgico). De los 8.866 títulos mineros vigentes en Colombia, 16 por ciento corresponden al carbón y su industria. Con esos 1.425 títulos, el carbón aportó 1,35 billones de pesos en regalías en 2016, que representan el 80,2 por ciento del total recaudado por el sector minero. Con ese aporte, el carbón es literalmente
Silvana Habib Daza Presidenta de la Agencia Nacional de Minería.
En muchas regiones del país se construyen escuelas, vías, hospitales y acueductos con los recursos de las regalías de la minería de carbón.
el ‘padrino minero’ de muchas regiones del país donde se construyen escuelas, vías, hospitales, y acueductos con los recursos de sus regalías. En 2016 cada tonelada de carbón le aportó al PIB nacional alrededor de 105.000 pesos. En el Cesar, departamento que aporta el 60 por ciento de la producción del carbón del país, es común crecer al lado de un minero, ser amigo del hijo de un minero, ver cómo los jóvenes quieren ser ingenieros de minas y pertenecer a alguna de las grandes empresas mineras de la región. La minería bien hecha en muchas partes de Colombia ha representado para familias completas una puerta hacia un futuro mejor: unos 7.000 familiares de empleados de la empresa Drummond, por ejemplo, reciben auxilios educativos para formarse; además, 526 bachilleres de su área de influencia han sido becados, y 358 de ellos ya trabajan en esta compañía. Por su parte, Prodeco, por medio de las fundaciones La Jagua y Calenturitas, destina un presupuesto para el progreso regional y un programa de becas para jóvenes provenientes de los municipios vecinos. En La Guajira, que aporta el 36 por ciento de la producción carbonífera nacional, la empresa Cerrejón ha beneficiado con auxilios educativos a más de 12.000 personas, y además viene desarrollando proyectos de educación, cultura, recreación, deporte, salud, nutrición, saneamiento básico y reasentamientos. En asuntos laborales, el carbón también es motor de oportunidades. Se estima que el sector carbonero genera en el país aproximadamente 130.000 empleos directos formales. De esta cifra, 30.000 corresponden a la gran minería del Cesar y La Guajira, y 100.000 a pequeña y mediana minería en Cundinamarca, Boyacá, Norte de Santander, San-
A mediados del siglo XX comenzó la explotación de carbón en Colombia con el fin de satisfacer la demanda generada por las fábricas de cemento, textiles y ladrillos. 56
tander y Antioquia. Indirectamente, el gremio carbonero beneficia a casi medio millón de colombianos en todas las regiones del país a través de encadenamientos productivos, apoyo a la industria local, y compras de bienes y servicios. Con ‘la fe del carbonero’, el año anterior el sector demostró también su temple y capacidad de resiliencia, superando un ciclo de precios bajos que se inició en 2014. Igualmente, en 2016, se exportaron desde nuestro país 85,1 millones de toneladas de carbón, que representan el 15 por ciento del total de las exportaciones en Colombia y el 71 por ciento de las exportaciones mineras. El carbón lleva nuestra bandera por el mundo: es un símbolo de nuestro potencial y riqueza. Basta ver los principales destinos del carbón térmico, entre los que están Turquía, Holanda, Estados Unidos, España, Israel, Brasil, Chile, Portugal, Corea, Italia, Guatemala, India y el Reino Unido. Por su parte, nuestro carbón metalúrgico (somos el cuarto exportador mundial), insigne embajador de regiones como Boyacá, Cundinamarca y Norte de Santander, va principalmente para Brasil, Turquía y Japón. Estamos en un periodo histórico como país, en un momento en que la minería presenta una gran oportunidad para la paz. Habrá nuevos mercados en las regiones para los empresarios carboneros, quienes tendrán la posibilidad de ampliar sus proveedores y generar nuevas cadenas de valor. El padrino minero de Colombia seguirá siendo motor regional, símbolo pujante de nuestro potencial, jalonador de las economías locapor ciento del les y representotal de las tante protagónico exportaciones de la minería en Colombia corresponden al bien hecha ante sector carbonero. el mundo.
FOTO: JULIÁN GALÁN
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La minería de carbón genera en el país aproximadamente 130.000 empleos directos formales.
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Carbón, la base de todo
Minería y agua En una región semidesértica como lo es La Guajira, el agua es un recurso tan valioso como escaso. Hacer un uso eficiente de este y participar en soluciones de acceso para las comunidades vecinas a su operación es uno de los principales compromisos de Cerrejón.
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El recurso hídrico y la industria minera son compatibles, si se cumple con lo indicado en la
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rroco es una comunidad wayúu ubicada en Maicao. Cada cierto tiempo, el viento trae consigo más arena al caserío. La escasez de agua ha sido una constante que empeoró con la sequía que azotó a Colombia hace unos años. La crisis se agravó cuando el molino que extraía el agua subterránea se dañó, lo que dejó sin líquido a ocho comunidades y afectó a los 300 estudiantes de la escuela local, que tuvieron que abandonar sus clases. Había que caminar cinco kilómetros para conseguir solo un galón de agua, en algunos casos cruzando la carretera y el ferrocarril. Ante el silencio de las autoridades, Gloria y Aleida Tiller, lideresas de la comunidad, se pusieron en la tarea de obtener recursos para reparar el molino. En este proceso, y en alianza con el Sistema de Fundaciones Cerrejón, se crearon los Comités del Agua, que consisten en fomentar la
unión de los habitantes de esta comunidad alrededor del cuidado y la sostenibilidad de las fuentes hídricas de La Guajira: los jagüeyes (lagunas temporales producidas por condiciones climáticas), las cuencas hídricas (especialmente de cinco arroyos y la protección de sus rondas), los sistemas de captación de aguas lluvias y los pozos subterráneos (que, aunque pueden tener una salinidad muy alta, son la principal fuente de agua de esta región semidesértica). Por otra parte, en la operación minera se controla el consumo de agua. El 93 por ciento de esta agua procede de los mantos de carbón y de la escorrentía de las lluvias, que caen dentro del área minera. Esta agua no es apta para humanos ni animales ni para el riego de los cultivos por su contenido de sales disueltas, y se usa para controlar el polvo que genera el acarreo de los camiones mineros. Apenas 7 por ciento del agua proviene del río Ranchería y es para el consumo de empleados, contratistas y para distribuir a las comunidades vecinas. Adicionalmente, el 96 por ciento del agua empleada en Puerto Bolívar (puerto de exportación de Cerrejón) viene del mar, tratada en una planta desalinizadora. En el caso puntual de Orroco, esta gestión se enfocó en la rehabilitación del molino por medio de un trabajo grupal, con distintos roles y capacitación a la comunidad para que, en el futuro, sean ellos quienes se encarguen del cuidado de las herramientas. La experiencia se ha replicado en otras comunidades indígenas vecinas a la empresa y ha incluido también capacitaciones en temas de gestión de recursos públicos y en veeduría ciudadana, con el objetivo de promover su autonomía en diferentes procesos. “Lo que viene es la construcción de una huerta y la implementación de paneles solares que nos ayuden a extender lo que hemos conseguido”, afirma Aleida Tiller. A menos de media hora de Orroco se encuentra la comunidad de Zona Vereda, municipio de Uribia, donde el ingeniero Nolan Brito, del Sistema de Fundaciones Cerrejón, ha trabajado de la mano con los wayúu generando soluciones sostenibles para el acceso al agua. Lo primero fue la construcción de un pozo de 120
Al menos unas 1.000 personas tienen agua de forma ininterrumpida y han aprendido a hacer un uso efeciente de este recurso.
FOTO: CORTESÍA CERREJÓN
Las iniciativas de Cerrejón se han desarrollado como un trabajo en equipo con las comunidades beneficiadas.
metros de profundidad que, usando paneles solares para el bombeo, provee alrededor de 15.000 litros de agua cada día, combinando un sistema automático de boyas para la extracción eficiente del líquido. Esta solución también beneficia a la comunidad de Amuyuwou, en el municipio de Manaure. Hoy, al menos 1.000 personas de las comunidades de Orroco, Zona Vereda y Amuyuwou pueden contar con agua de forma ininterrumpida y han aprendido a hacer un uso eficiente de ella. Junto con esto, se han desarrollado proyectos de saneamiento, por ejemplo se han instalado sistemas de reúso de aguas grises y de productividad para que el acceso no se reduzca a la instalación de una sola tecnología. Agua y alimentos Más cerca de la mina de Cerrejón se encuentra el Resguardo Indí-
96 por ciento del agua empleada en Puerto Bolívar procede del mar y es tratada en una planta desalinizadora.
gena 4 de Noviembre, municipio de Albania. Jorge Segundo Uriana, líder de la comunidad Cerrejón 1 que hace parte del Resguardo, destaca la experiencia de la comunidad con el Programa de Manejo Integrado de Cuencas del arroyo Pupurema. Dentro de este, se comtempló la creación de patios productivos en donde la comunidad cultiva de manera orgánica yuca, guineo, naranja, limón, ahuyama, patilla, melón, tomate, fríjol, cilantro, maracuyá y otros alimentos que satisfacen la mitad de la alimentación de 15 familias. El resto lo cubren con sus propios chivos y algunos productos que compran en mercados aledaños, como arroz y aceite. Antes de la implementación de estos proyectos, compraban 70 por ciento de los alimentos que consumían. “Con mayores técnicas podríamos hablar de comercio. Por el momento somos autosostenibles”, afirma Néstor Vanegas Ipuana, representante legal del Resguardo Indígena y confiesa que antes de la intervención del Sistema de Fundaciones Cerrejón, las prácticas no eran las más óptimas: “Lo que hacíamos era malo para el ambiente: había tala y quema, usábamos químicos en los cultivos… ya no había lugar en la tierra abandonada. Nuestra cultura es muy sólida pero hemos aprendido a mejorar”. 59
Carbón, la base de todo
Una ‘Victoria’ limpia
El Grupo Prodeco, el tercer productor de carbón del país, creó una solución medioambiental para el manejo de los residuos sólidos en La Victoria de San Isidro, un corregimiento rural del Cesar.
EL APOYO DE PRODECO
ACERCA DEL PROYECTO
En alianza con la Alcaldía de La Jagua de Ibirico, Prodeco contrató a las fundaciones Mima y Compartamos con Colombia, para ejecutar el proyecto.
1.
Es un modelo de trabajo cooperativo para los hogares de estratos 0 y 1.
2.
Semanalmente una empresa local, compuesta por trabajadores de la misma localidad, visita a las familias para recoger los residuos sólidos de los hogares.
Participación de Prodeco: Aportó el capital para la inversión de este proyecto. Facilitó los contenedores donde se dividen los residuos. Donó los vehículos para recoger los residuos sólidos de los hogares.
6.
Residuos orgánicos: se recuperan y se transforman en material fertilizante y eficiente para el medioambiente mediante un proceso de lombricultura.
habitantes los separan en 3. Los orgánicos, reciclables y no aprovechables.
De los orgánicos y reciclables, que representan el 78 por ciento, se derivan fertilizantes y materiales para el hogar.
EL LUGAR orgánicos
La Victoria de San Isidro, un corregimiento rural de La Jagua de Ibirico, en el Cesar.
reciclables
no aprovechables
4. Luego los ubican en contenedores
Los no aprovechables representan el 22 por ciento y se utilizan en rellenos sanitarios.
1.500
kilos de residuos son producidos por sus habitantes. Anteriormente estos residuos eran arrojados a lugares públicos y recursos hídricos.
RESULTADOS 362
toneladas de basura fueron recolectadas entre el primero de marzo de 2016 y el 30 de abril de 2017.
60
Los residuos se llevan al parque
5. agroecológico La Victoria
donde se les da un tratamiento dependiendo de su tipo.
397
usuarios hacen parte del sistema, es decir, el 66 por ciento de la población.
50
familias se han visto beneficiadas bajo una iniciativa de seguridad alimentaria.
Residuos inorgánicos: ingresan a un proceso de reciclaje y aprovechamiento.
7.
40
Este programa se sostiene con los ingresos que reciben las familias por la venta de abono orgánico.
millones de pesos se han recaudado por el concepto de tarifa del servicio y por la venta de reciclables y humus.
Los índices de seguridad alimentaria mejoraron con la instalación de huertas caseras en los patios de 50 familias.
FOTO: IVÁN VALENCIA
Capítulo
61
FOTO: CARLOS JULIO MARTÍNEZ
DRUMMOND
Carbón, la base de todo
Música
en la mina
Hablar de una mina de carbón con más de dos décadas de operación, un promedio de exportación anual de 30 millones de toneladas y una extensión de más de 10.000 hectáreas no es más que caer en cifras que dejan de lado un componente vital de la cadena: el minero de a pie.
P
ara el turno de las seis de la mañana, los empleados de Drummond pasan los torniquetes de entrada con más de una hora de anticipación. Llegan temprano para tener tiempo de tomar el desayuno en el comedor de la mina Pribbenow, ubicada cerca del corregimiento de La Loma en el municipio de El Paso, departamento del Cesar. Juan Eliécer Ditta llega como todos, en el transporte asignado por la compañía. Inicia el día con una sonrisa porque en su pueblo ya se respiraba, con las primeras luces de la mañana, el ambiente festivo previo a las fiestas patronales de julio. La cercanía de Rincón Hondo, el corregimiento del municipio de Chiriguaná en el que vive a 50 minutos de la mina, le permite a Juan Eliécer disfrutar algo de tiempo con su hermana después de cumplir su turno de 12 horas. Viniendo de este lugar del sur del Cesar, que desborda alegría con su música vallenata, es apenas normal que Juan Eliécer tararee canciones mientras trabaja. Así lo hace mientras opera el camión Caterpillar 793 que tiene a su cargo.
Es en el equipo humano de Drummond donde están las reservas más importantes de la compañía
Como ese hay otros 250 camiones que transportan el material estéril de la mina. Esas máquinas se integran a una flota de docenas de excavadoras hidráulicas, buldóceres y dragalinas que pueden cargar varias toneladas de material en un solo esfuerzo. Ese inventario causa mayor impacto si se tiene en cuenta que muchas de esas máquinas se trajeron pieza por pieza desde Estados Unidos, y más aún, cuando la primera piedra de esta compañía la puso H.E. Drummond en 1935 en Jasper, Alabama, contando solo con un vagón y una mula. Más adelante, en 1943, un préstamo de 300 dólares, a cambio de tres mulas hipotecadas como garantía, impulsó el negocio. Durante la década de los ochenta, la compañía evaluó diferentes proyectos carboníferos en varios países del mundo, tanto en el mercado del Pacífico como del Atlántico. Llegó a Colombia por ser la mejor opción, basándose en factores como la geología, el acceso al mercado y la sostenibilidad ambiental. Para 1987, la compañía Drummond llevaba medio siglo operando en Estados Unidos, su país de origen, y fue cuando decidió invertir en Colombia. La primera concesión, en La Loma, está ubicada la mina ‘Pribbenow’. El nombre es un homenaje al geólogo Bert Pribbenow, quien descubrió la riqueza carbonífera que escondían esos suelos que hoy hacen parte del Cesar. Aunque no exportó la primera tonelada de carbón sino hasta 1995, desde ese momento ya se hablaba del potencial mineral de ese territorio, a tal punto que hoy se pronostican unos 40 años más de operación en la región. Juan hará parte de la historia de la compañía. Ya lleva cinco años
Antes se usaban canarios para determinar si había suficiente oxígeno en los socavones y si era seguro que los mineros entraran en ellos. Mientras el canario cantara, sabían que no corrían peligro. 64
FOTO: CARLOS JULIO MARTÍNEZ
Capítulo
Juan Eliécer Ditta lleva cinco años trabajando en Drummond.
40 años de reservas se calculan en la zona de influencia de Drummond.
trabajando para Drummond y a sus 32 años espera tener, a la par de su vida laboral en la mina, un espacio para grabar un disco con gente de su pueblo. En ocasiones, mientras labora, almuerza o departe tiempo libre con sus compañeros, comienza a cantar. No es casualidad que sus colegas lo llamen ‘Shojuan’, una expresión más corta que el Show de Juan, el cual todos esperan para amenizar, a ritmo de vallenato, el turno de la noche. El esfuerzo de los trabajadores es una respuesta a ese bienestar que les provee su empleo. Y prueba de ello es que Juan cante mientras cumple la tarea del día, ya sea llevar el carbón al lugar de acopio o, como hace ahora, transportar el material estéril a las áreas de llenado. Mi pueblo es una de las canciones que presentó en una edición de las fiestas de Rincón Hondo, la que más le gusta cantar: “El 26 de julio mi pueblo se engalana/ Con las fiestas patronales/ Llegan forasteros a gozar tu fiesta y a participar/ Y te hacen miles de canciones/ Se oyen voces y acordeones/ Todo es alegría total”. Sus cantos resuenan a lo largo de los 12 mantos de carbón de Pribbenow. A uno de ellos, el más grande, le llaman ‘Gran madre’. Es en ese manto donde trabajadores como Juan transportan el mineral que en 2016 llegó a conformar 32,6 millones de toneladas de carbón que se exportaron a clientes de más de 24 países del mundo. Para 2017, Drummond espera mantener el mismo nivel de producción con la
concesión que hizo el gobierno de la mina de El Descanso. Con otras concesiones, las de Rincón Hondo, y Similoa, se conforman 17.000 hectáreas adicionales para la exploración y explotación. “Aquí lo inseguro, lo hacemos seguro”, dice Juan sobre las garantías que ofrece la compañía en el tema salarial, alimentario y de proyección profesional. A pesar del tamaño de la maquinaria que Drummond maneja en los territorios de su operación, es en su equipo humano en el cual están las reservas más importantes de la compañía. Como dice Juan: “Desde que inicié como operador de camión minero siempre he tenido ganas de avanzar, de aprender a manejar otra maquinaria sin olvidar que lo primero es crecer como persona”. Se escucha vallenato en las minas del Cerrejón y se hacen artesanías con el carbón de Tópaga.
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Carbón
FOTO: JULIÁN GALÁN
Los protocolos de seguridad son más exigentes en la reglamentación vigente.
Seguridad,
ante todo
La formalización es una de las maneras de proteger y velar por la vida del trabajador en las minas de carbón. Así se avanza en esta materia.
92 por ciento de la fuerza laboral de la pequeña y mediana minería cuenta con todos los servicios de seguridad social. 66
E
l que quiera producir carbón debe proteger la vida de sus trabajadores, es la consigna desde el Ministerio de Minas y Energía. Y uno de los mecanismos que garantiza su seguridad dentro de una mina es la formalización. Así, las empresas están obligadas a proveer los elementos de protección personal necesarios y a que las minas sean seguras, sobre todo las subterráneas. Además, la formalización concientiza a los operarios y es sinónimo de productividad. El 85 por ciento de las víctimas en accidentes mineros provienen de la minería subterránea de carbón de Cundinamarca, Boyacá, Norte de Santander y Antioquia, zonas en las que prevalece la pequeña y mediana minería y cuentan con acceso a los servicios de seguridad social.
¿Qué se ha hecho? La autoridad minera realiza como mínimo dos visitas al año de fiscalización y ha impartido medidas de suspensión de actividades. En los últimos seis años se han caducado cerca de 500 títulos en el país, la mayoría por incumplimiento de condiciones operativas y de seguridad. Actualmente el 92 por ciento de las personas que trabajan en la pequeña y mediana minería cuentan con todos los servicios de seguridad social, algo que no ocurría al inicio de este gobierno. El reto es que además de contar con estos servicios obligatorios, también se puedan cumplir a cabalidad las condiciones que exige la formalización de la labor minera, que por naturaleza es riesgosa: es subterránea y además está asociada a la emisión de gases asfixiantes, venenosos y explosivos como el metano y el dióxido de carbono que deben y pueden ser controlados de manera adecuada. Por eso en 2015, tras seis años de trabajo, el gobierno nacional modificó el Reglamento de Seguridad en Minería Subterránea que tenía más de 29 años de vigencia. Esta actualización elevó los estándares y contó con el respaldo de la Organización Mundial del Comercio. Ahora es obligatorio el uso de equipos de autorrescate para que cuando ocurra un incidente el minero pueda tener autonomía de respiración durante una hora. También es indispensable controlar la incidencia de gases asfixiantes y contar con ventilación adecuada, de esta manera el minero no se intoxicará. En este momento hay cerca de 1.000 procesos de formalización en Colombia. Lo más importante de esta fase en materia de seguridad es el acompañamiento al pequeño minero para la implementación correcta de las normas. Además de las campañas de concientización para minimizar los riesgos y evitar posibles catástrofes que puedan inhabilitar las minas por meses y dejar sin trabajo a las más de 125.000 personas que dependen de la pequeña y mediana minería.
FOTO: ESTEBAN VEGA LA - ROTTA
Capítulo
67
Mano amiga
Carbón, la base de todo
A
unque muchos se refieren a Drummond como una multinacional exportadora de carbón, son los mismos funcionarios los que insisten en que ese rótulo es equivocado, “somos una compañía binacional” se les escucha decir, al destacar el papel que desempeña la empresa estadounidense en Colombia. Con su llegada hace 20 años, las áreas comunitarias alrededor de la operación fueron encontrando alternativas económicas más allá del comercio interno. El municipio de La Jagua de Ibirico y los corregimientos de La Loma (en el municipio de El Paso), Rincón Hondo (en el municipio de Chiriguaná) y Casacará (en el municipio de Codazzi) vieron cómo la demanda de vivienda propia o de paso aumentaba. Hubo una proliferación de hoteles y arrendamientos en los municipios aledaños a la operación de la mina. Argemiro González vivía en Barranquilla cuando aplicó para trabajar en Drummond. Tan pronto supo que había obtenido el empleo decidió arrendar una habitación en La Loma. “Es una ventaja, ahora trabajo más cerca de la mina y veo a mi familia durante cuatro días después de una semana”, dice. Este tipo de iniciativas forman parte de una estrategia corporativa de ‘valor compartido’ alineada con los objetivos de desarrollo de las Naciones Unidas y con estándares internacionales como Bettercoal, entre otros instrumentos que
Con el programa de becas, la compañía premia la excelencia académica de los estratos 0, 1 y 2 de los municipios del área de influencia.
FOTO: CORTESÍA DRUMMOND
Drummond se ha convertido en la compañía que tiende puentes sobre los abismos sociales de los municipios cercanos a su operación. No lo hace por medio de programas asistencialistas, sino a través de estrategias robustas para el beneficio de las comunidades.
permiten que Drummond organice sus acciones de responsabilidad social en cuatro pilares: Paz y Derechos Humanos, Fortalecimiento Institucional para el Desarrollo, Desempeño Ambiental y Desarrollo Económico Local para que a partir de la actividad empresarial se puedan dinamizar otros encadenamientos así no estén ligados a la cadena de valor de la compañía. Su éxito ha implicado fortalecer la raíz de las comunidades cercanas, es decir, garantizar su educación. Con el programa de becas, la compañía premia la excelencia académica de los estratos 0, 1 y 2 de los municipios del área de influencia. Los dos mejores bachilleres de cada colegio público de los municipios mineros del Cesar y los dos mejores de los municipios cercanos a la operación portuaria en Ciénaga, Magdalena, obtienen, por medio de dos convenios, el ciento por ciento de la
Las mayores reservas de carbón del mundo se formaron en el periodo Carbonífero, que comenzó hace 359 millones de años y terminó 299 millones de años atrás. 68
De negro a verde
HACER BIEN LAS COSAS
Con el programa de educación de Drummond se han construido más de 630 aulas escolares, salones de laboratorio y salones de informática.
matrícula universitaria y los gastos de manutención. Desde 2009, el programa ha beneficiado a 102 estudiantes, contando cuatro becas más que se entregan en el área de influencia de la mina de El Descanso. Uno de esos jóvenes es Jacobo Gutiérrez, ingeniero de minas de 26 años egresado de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Uptc) de Sogamoso. Aunque nació en Barranquilla, su familia se trasladó pronto a La Jagua, municipio cesarense dentro del área de influencia de Drummond. Cuando lo llamaron para decirle que era el ganador de la beca ya había pagado el primer semestre y dos meses de manutención. Drummond le reintegró ese dinero y aportó el resto durante la carrera. Gutiérrez dice que la gestión humana de la compañía fue fundamental, “no solo es el respaldo económico, también hay un acompañamiento moral porque te están llamando todo el tiempo para saber cómo estás”. Hoy está casado, tiene una hija y con
el trabajo no solo le ayuda a su mamá, también aporta para la educación de su hermano menor. Así mismo, los sectores salud, recreación, emprendimiento e infraestructura están articulados con los planes de desarrollo de los entes territoriales. De esa unión salió un programa de recuperación de tejido social: forman hijos de pescadores para reparar motores fuera de borda y para la fabricación de botes en fibra de vidrio. A las madres cabezas de hogar de los municipios más pobres cercanos a la operación portuaria llegan con emprendimientos basados en el negocio de la belleza y el cuidado de la piel. Herramientas como estas hacen parte de esa estrategia que busca conectar a los menos favorecidos con posibilidades sociales de mayor alcance. Como dice Juan Arteaga, gerente de Responsabilidad Social Corporativa, “cuando la excepción es una empresa que cumple con todos los parámetros legales de operación, todo el mundo quiere trabajar ahí”.
Pablo Urrutia Vicepresidente de Comunicaciones y Relaciones Públicas de Drummond.
SEMANA conversó con él sobre la política de Derechos Humanos de Drummond.
SEMANA: ¿Cuál es el principal enfoque de la política de Derechos Humanos (DDHH) de Drummond? PABLO URRUTIA: Respetar y promover los DDHH con todas las personas que están alrededor de nuestra operación basándonos siempre en los Principios Voluntarios en Seguridad y DDHH y los Principios Rectores sobre las Empresas y los DDHH de las Naciones Unidas. SEMANA: ¿Desde cuándo se ha implementado? P.U.: Desde el primer momento en que llegamos a Colombia. La formalización la hicimos en 2014. SEMANA: ¿Cuál es el mayor logro de esta política? P.U.: La concientización de la gente. A más de 4.000 personas vinculadas a nuestra empresa les estamos explicando cuáles son las responsabilidades de la compañía y de ellos en este tema. SEMANA: ¿En el futuro qué planean? P.U.: Que todos nuestros empleados estén entrenados y concientizados de cuál es la realidad que tenemos como personas y como empresa con los DDHH.
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Yobana Puche moviliza cada día más de 2.000 metros cúbicos de material estéril (roca). Esta madre soltera demuestra que esta actividad no es solo para hombres.
Y
obana Puche mide 1,65 metros y cada día moviliza más de 2.000 metros cúbicos de material estéril (roca). No es la Mujer Maravilla porque no necesita efectos especiales ni ‘superpoderes’. Hace ocho años trabajaba vendiendo celulares y accesorios en Barrancas (La Guajira), su pueblo natal; entonces quedó embarazada y tuvo una hija a la que llamó Laura, por lo que replanteó sus perspectivas laborales. Consiguió un patrocinio del Sena y desde 2010 incursionó en un oficio que muchos no consideraban apto para mujeres: conducir camiones de más de diez metros de altura, transportando rocas durante 12 horas diarias, de día o de noche, llueva o hagan 42 grados centígrados.
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¿Qué tan seguro es trabajar en una mina? Se lo contamos en la
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FOTO: HAROLD LOZADA
Mujer Maravilla
Al principio, como a todos los aprendices, a Puche le dio miedo pisar el acelerador de su camión. Y aunque hoy, sin prejuicios a cuestas, se ríe cuando confiesa que no sabe conducir un carro particular, es consciente de que ser madre soltera puede ser un reto más pesado que trabajar con equipos de gran escala. Su mamá, Osmelia, ha sido el motor para mantenerse en contacto con su hija a pesar de los turnos que se cruzan: a veces Puche llega a casa y Laura ya está dormida y, cuando la conductora de camiones se levanta, la niña ya ha salido para la escuela. “Ha sido difícil pero provechoso”, afirma. Tanto, que a partir de 2017 empezó a capacitar a los jóvenes que aspiran a trabajar en Cerrejón, lo que la convierte en la primera operadora múltiple (domina diferentes equipos mineros) e instructora certificada en Colombia. Esta mujer camufla su timidez en la camaradería que hace llevadero el trabajo en los tajos: aunque habla poco, siempre está sonriendo. Todos los operadores tienen un canal de radio por el que se mantienen contando chistes e infidencias y escuchan música. Su trabajo les ha abierto las puertas a otras mujeres, como Orianis Arregocés y Katherine Guerra, que también tienen tiempo para bromear con sus compañeros. “Cada quien se da su lugar”, afirma Orianis. José Peñaranda, un veterano de la mina, dice que “hasta pa’ conducir las mujeres son elegantes” y que con Puche “se rompió un mito”: el que dice que las mujeres no son tan capaces como los hombres. Lo más duro para ella es trabajar de noche, por lo que su clave para mantenerse en esa titánica labor es el buen descanso. Actualmente se sigue profesionalizando con la responsabilidad de llevar a cabo un trabajo seguro en la mina. “Por eso hay que hacerlo bien”, concluye.
FOTO: FOTO:IVÁN LEÓN VALENCIA DARÍO PELÁEZ/ SEMANA
CAPÍTULO 3 FOTO: IVÁN VALENCIA
La pequeĂąa y mediana minerĂa, tecnificada y muchas veces artesanal, pero legal y bien hecha, enfrenta duros estigmas y crĂticas entre quienes desconocen que aunque crece, lo hace de la mano de las poblaciones y sin arrasar con el ambiente.
Carbón, la base de todo
Gran desconocida Por Jairo Herrera Arango
Experto en minería.
FOTO: IVÁN VALENCIA
La minería artesanal y de pequeña escala en Colombia enfrenta enormes retos, desde formalizar el negocio hasta implementar sistemas de seguridad industrial. Este es el panorama.
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L
a minería artesanal y de pequeña escala (Mape) –conocida mundialmente como ASM, por su sigla en inglés– está constituida por productores que utilizan métodos extractivos rudimentarios o con muy bajo grado de mecanización. La incursión de la Mape en las nuevas tecnologías es lenta debido a que está en manos de personas con bajos niveles de escolaridad y convicciones erróneas fuertemente arraigadas. Sin embargo, existen casos exitosos en los que aplicar prácticas más acordes con los estándares ambientales ha incrementado la producción. En la actualidad el país no cuenta con criterios diferenciales para establecer las fronteras entre la Mape y las extracciones ilícitas; esta indefinición equipara a los pequeños mineros con los explotadores ilegales, lo que dificulta las labores de las autoridades policiales y ambientales en su tarea de combatir la ilegalidad. Dificultades para un diagnóstico acertado El desconocimiento específico sobre la actividad de la Mape origina generalizaciones con poco sustento técnico. Por ejemplo, según un estudio realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el entonces Minercol, en 2003 había en el país 200.000 mineros menores de edad; ese mismo año, el Ministerio de la Protección Social reportó un total de 18.637. En 2011, el Dane, utilizando proyecciones poblacionales, indicó que el número era de aproximadamente 5.000. Desde entonces, la cifra aparece dentro de la agrupación de otras ramas. Los datos sobre consumo anual de mercurio asignados a la Mape por distintos investigadores varían entre 50 y 750 toneladas, es decir, un porcentaje de diferencia del 93,3 por ciento. Un estudio técnico presentado por la Universidad de Córdoba al Ministerio de Minas y la UPME en 2014 encontró que la cifra ronda las 193 toneladas anuales, y que Antioquia es el mayor consumidor, con el 67 por ciento, seguido por Chocó (12,6 por ciento), Cauca (8,7 por ciento), Bolívar (8,1 por ciento), Nariño (2,6 por ciento) y Córdoba (1 por ciento). Debido a que trabajan en regiones aisladas donde la presencia de las instituciones del Estado es débil, los mineros artesanales y de pequeña escala deben compartir el territorio con la delincuencia organizada, lo que no solo los hace víctimas de la extorsión, sino que también los convierte en delincuentes ante la opinión pública. Un desmesurado incremento en los registros oficiales de producción aurífera desde 2008, que coincide con los
A diferencia de la gran minería, los aportes socioeconómicos de la Mape están representados en la generación de empleo en zonas remotas.
De la producción total de carbón en 2016, el 91,2 por ciento correspondió a la gran minería y el 8,8 por ciento a la minería artesanal y de pequeña escala (Mape).
Pequeña es solo una palabra
reportes de las autoridades sobre una creciente actividad extractiva de los grupos al margen de la ley, sirvió para inculpar a la Mape de ser la principal responsable de la contaminación hídrica y la deforestación. Infortunadamente, la ausencia de evaluaciones técnicas apropiadas no permite conocer cuánto de ese impacto ambiental corresponde a esta rama de la minería y cuánto a los grupos delincuenciales. A diferencia de la gran minería, los aportes socioeconómicos de la Mape son más locales y están representados en la generación de empleo en zonas remotas, en muchas de las cuales la economía gira exclusivamente en torno a la producción mineral. Las cifras oficiales presentan debilidades, debido a que la producción se cuantifica a partir del pago de regalías, lo que permite incluir en los registros actividades ilícitas de lavado de activos y contrabando. Sin embargo, es posible obtener un estimado de la participación económica de la Mape. Durante 2016 la producción total de oro alcanzó 61,8 toneladas, de las cuales el 12,6 por ciento correspondió a las compañías de gran minería y el 87,4 por ciento a la Mape. En carbón la relación es inversa: de las 98,8 millones de toneladas extraídas, el 91,2 por ciento es de la gran minería y el 8,8 por ciento de la Mape; en roca fosfórica, sal, yeso y hierro, la Mape representó el ciento por ciento, 41 por ciento, 7,8 por ciento y 3,1 por ciento, respectivamente. Este panorama presenta varios retos: recurrir a prácticas más limpias, en especial en cuanto a eliminar el mercurio, el uso del agua y el manejo de los vertimientos; implementar la seguridad industrial; revertir el estigma al que ha sido sometida por compartir territorio con los grupos al margen de la ley; generar mejores relaciones con las autoridades mineras y ambientales, y, finalmente, poner en marcha un sistema de comercialización que elimine intermediarios y permita ejercer mayores controles sobre las transacciones. 75
Carbón, la base de todo
La fe del minero
Esa fe que se tiene cuando se entra a una mina sin la certeza de que será posible salir es la misma con la que creció el gobernador de Boyacá, Carlos Andrés Amaya, hijo de una provincia minera. Su experiencia de vida le ha permitido entender que en la conciliación y el diálogo está el futuro.
S
EMANA: ¿De qué manera se han logrado conectar sectores tan distintos como la agricultura y la minería en favor del desarrollo? CARLOS ANDRÉS AMAYA: Hemos tenido un diálogo social muy importante. Aunque la prioridad es la biodiversidad, hay regiones donde la minería se puede hacer respetando los recursos. Los campesinos han entendido que la minería genera desarrollo sin renunciar a nuestros principios. Por ejemplo: no aceptamos minería en páramo ni minería que afecte fuentes hídricas o acabe con la biodiversidad. Apoyamos procesos hechos de manera responsable: minería que conviva con la agricultura. SEMANA: ¿Boyacá puede ser un ejemplo de diálogo entre el sector minero y el desarrollo sostenible? C.A.A: Ya lo somos. Boyacá ha demostrado que se puede concertar. El gobierno nacional impone las decisiones desde Bogotá sin conocer las regiones, por eso los territorios no se sentían incluidos. Acá hemos
Boyacá BIO es uno de los programas bandera de esta administración. Lea de qué se trata en la
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hecho lo contrario: hacerlos parte de las decisiones, que entiendan las ventajas y desventajas. Eso requiere mayor tiempo, energía y esfuerzo, pero trae mejores resultados. Los territorios no pueden decir “nada de minería” sin reconocer una realidad económica, y la Nación no puede venir a imponer sus decisiones. SEMANA: ¿Cómo es la minería bien hecha y qué implica? C.A.A: Este año suscribimos un convenio de 2.000 millones de pesos con el Ministerio de Minas para formalización minera. Esto también es generar seguridad en minas. Soy hijo de una provincia minera, Valderrama, vi a amigos morir por explosiones de metano. Estudié ingeniería electrónica y supe que si instaláramos sensores de metano e hiciéramos un proceso de seguridad salvaríamos vidas. Es un tema de tecnología, formalización y seguridad. SEMANA: Usted ha manifestado interés por educar sobre seguridad minera. ¿Qué está haciendo? C.A.A: Poner en la agenda de la formalización la seguridad, los planes de manejo ambiental y demás. La universidad pública está haciendo investigaciones sobre los mayores problemas de accidentalidad y cómo resolverlos. Eso también nos sirve para educar. No se trata solo de darles tecnología a las minas sino de educar a los mineros para que sepan cómo usarla en su vida cotidiana. SEMANA: ¿Cuáles son las falencias de la industria del carbón y cómo las atiende la Gobernación de Boyacá?
“Aunque la prioridad es la biodiversidad, hay regiones donde la minería se puede hacer respetando los recursos”.
Una de las principales compañías exportadoras de carbón, Drummond, fue creada en 1935 en Alabama (EE.UU.) por Heman Edward Drummond, quien comenzó su operación con una mula y un vagón. 76
FOTO: JULIÁN GALÁN
Pequeña es solo una palabra
C.A.A: Conozco la realidad minera. Cuando a mi papá, que tuvo una relación estrecha con la minería, le pagaban la quincena se metía a la tienda, y para mí era un día feliz porque podía pedir papas y jugar con otros niños a las canicas. Mi papá no llegaba con mercado ni ahorraba para la casa ni para la universidad. Acá hay un dicho, el de “la fe del carbonero”: alguien con mucha confianza porque se mete a un socavón y no sabe si va a salir. Y
Carlos Andrés Amaya, gobernador de Boyacá durante el periodo 20162019.
eso se traduce al manejo del dinero. No hay una cultura del ahorro y así mismo el sector minero no ha generado desarrollo en los territorios que explota. Por eso la gente rechaza la minería. Colombia debe migrar hacia otros modelos de desarrollo y hay que ver cómo la minería ayuda a apalancarlos. En el futuro Boyacá va a vivir de los páramos, del agua. SEMANA: Usted declaró que este era el año del campo. ¿De qué se trata? C.A.A: Cada año le damos mucha atención a un tema. El año pasado fue educación; este es el campo: invertimos 20.000 millones de pesos en maquinaria agrícola, estamos dedicados al arreglo de vías terciarias, proyectamos centros agroindustriales en diferentes provincias y, junto con líderes campesinos, logramos concretar compromisos que el gobierno nacional adquirió en el paro agrario de 2013; además hicimos un convenio de asesoría técnica con Italia, entre otros. SEMANA: La primera infancia es otra de sus grandes apuestas. ¿Qué está haciendo por la niñez? C.A.A.: A través de nuestro proyecto Al Derecho y al Crecer buscamos promover la inversión desde diferentes sectores para que niños de 0 a 5 años disfruten de más oportunidades. La estrategia busca promover hábitos saludables y el bienestar nutricional y alimentario de los niños, junto a la construcción de entornos seguros, protectores e incluyentes. SEMANA: ¿Cómo va a impulsar el turismo aprovechando los recursos que deja la minería? C.A.A: Buscando la vocación de cada territorio. Tenemos 123 maravillas. Cada municipio posee un producto turístico único. Por ejemplo, Gachantivá tiene paisajes, fuentes hídricas y cuevas maravillosos; poner una mina dañaría todo, pero hay otros lugares donde se puede hacer minería porque con esos recursos se arreglarían vías. 77
Carbón, la base de todo
Mitos a un lado
En torno a la minería de carbón se dicen muchas cosas, pocas de ellas basadas en información científica. Estas son algunas de las más comunes.
E
Si es minería, fijo contamina con mercurio. Esto es parte del imaginario común en torno a la extracción de minerales. Según el experto en minería Jairo Herrera Arango, en el caso del carbón las posibilidades de contaminación por mercurio son mínimas, porque para la extracción carbonífera no se requiere de este elemento.
FOTO: ERICK MORALES
No. Por ejemplo, desde hace más de 25 años, Cerrejón ha rehabilitado cerca de 3.600 hectáreas de bosque seco tropical. Gracias a esta labor –que hace parte de su programa de Rehabilitación de Tierras–, recibió en 2016 el reconocimiento ambiental Bibo del diario El Espectador y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés) en la categoría de desarrollo sostenible. Por otro lado, los cierres de minas vienen con planes –ya sean de carácter social, ambiental, turístico, etcétera– que reducen el impacto de las labores mineras. La Mina de Sal de Zipaquirá, convertida en un atractivo turístico, es un ejemplo de que los espacios donde se realizaban actividades de explotación pueden recibir diferentes usos cuando culminan sus labores y proyectos.
FOTO: CARLOS JULIO MARTÍNEZ
s verdad que los lugares donde se realizan actividades mineras dejan de ser útiles para el país?
¿Es cierto que las grandes empresas que quieren ejercer minería en Colombia se pasan la ley ‘por la galleta’?
No. Por ejemplo, para explotar carbón térmico a cielo abierto, Drummond tuvo que obtener licencias ambientales que incluyen manejo de agua y aire. Para controlar el polvillo y el hollín, la compañía riega sus campos con más de 11 millones de metros cúbicos de agua cada año. El 81 por ciento de esta es agua lluvia y el 19 por ciento restante proviene de aguas superficiales. Además, la empresa cuenta con una red de monitoreo de calidad de aire que tiene 29 estaciones en el Cesar y está acreditada tanto en su muestreo como en su análisis.
En muchas culturas europeas, se dice que Papá Noel les trae pedazos de carbón a los niños que no se han portado bien durante el año. 78
Pequeña es solo una palabra
las arenas de las playas es del 0,02 por ciento, un valor casi imperceptible en términos del color. Algunos expertos han atribuido la leve coloración negra de las playas a la circulación de un mineral proveniente del subsuelo que llegó hasta allí luego de un proceso de excavación llevado a cabo con el fin de ampliar la playa de El Rodadero.
Las playas de Santa Marta tienen destellos negros porque están ‘contamintadas’ con carbón. En primer lugar, no se debe ignorar que el carbón es un mineral inerte que no representa una amenaza a la vida. Adicionalmente, el puerto de las compañías que, como Drummond, están ubicadas en la costa, se encuentra a más de 20 kilómetros al sur de Santa Marta, donde las corrientes van de sur a norte, por lo que no hay posibilidad de que el carbón llegue hasta las playas de la ciudad. De hecho, este puerto cuenta con bandas transportadoras encapsuladas que evitan la propagación del polvillo y la caída de carbón al mar. Varios estudios del Instituto de Investigaciones Marinas (Invemar), han concluido que la presencia de partículas carbonosas en las playas samarias es de un 0,1 por ciento: una cantidad tan mínima no puede ser la causante de la coloración. Por su parte, SGS, compañía suiza líder en inspección y verificación, hizo un análisis que estableció que el porcentaje de carbón mineral presente en
FOTO: ALVARO TAVERA/SEMANA
FOTO: ALEJANDRO ACOSTA / REVISTA DINERO
¿Es verdad que se presentan casos de explotación infantil en las minas de carbón? No. En 2000, Minercol y otras compañías aseguraban que a 200.000 niños se les obligaba a trabajar en las minas del país. Ese mismo año, el Ministerio de Salud y Protección Social informó que la cifra ascendía a 18.000. Preocupado por esta situación, el Departamento del Trabajo de Estados Unidos realizó un estudio en 2013 para investigar el caso. Después del estudio, se concluyó que en la minería de carbón no hay explotación de menores.
¡El uso de agua en la minería es desmesurado! Esta es una de las afirmaciones más recurrentes frente a la extracción minera. Pero, según el Estudio Nacional del Agua del Ideam, la industria de la minería formal es la segunda actividad económica con menor consumo de agua (1,8 por ciento), muy por debajo de otras actividades, que tienen el 76 por ciento del consumo nacional.
¿Es común que se presenten continuamente casos de minería ilegal de carbón? No. De acuerdo con Santiago Ángel, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, la ilegalidad en las minas “no es un tema carbonero”. 79
FOTO: IVÁN VALENCIA
COOPROCARCEGUA-CÚCUTA
Carbón, la base de todo
Agrominería, una ruta posible
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n la provincia de Valderrama, a unas cinco horas de Bogotá, florece la vegetación y la vida silvestre, pasean cabras y ovejas y transcurre una cotidianidad tranquila a tan solo unos metros de las bocaminas de carbón. En Socha, por ejemplo, junto a los entables de la compañía minera Bulk Trading, se ven los cultivos de los campesinos –maíz, habas, papa– y las vacas pastando. Sobre el polígono de la mina de Santos Goyeneche, en Socotá, crecen pequeños parches de espigas de maíz. Lo mismo ocurre en el polígono de Coprocar, en Tópaga, en la provincia de Sugamuxi. Los dueños permiten que sus trabajadores traigan sus animales a alimentarse con la hierba que crece sobre la mina. Esta particular convivencia entre la vida rural y la actividad extractiva es justamente lo que se busca lograr en Boyacá a través de la agrominería. Una iniciativa que consiste en aprovechar el suelo y los subsuelos en el interior de los títulos y de las zonas mineras para poner en marcha proyectos productivos que combinen el agro con la actividad extractiva. Así lo explica Carlos Oviedo, secretario de Minas del departamento. Para implementarlo, cuenta, fue necesario realizar estudios sobre las condiciones del suelo y del agua de los territorios y así poder determinar qué tipo de cultivos se podían sembrar. “En la región se desarrollan varios proyectos de este tipo, principalmente de hortalizas y frutales”. El propósito, advierte, es demostrar que la agricultura, al igual que la minería, es progreso para Boyacá.
Édgar Pérez, un minero que aprendió el oficio desde niño, hoy de 44 años, es dueño de la compañía Minerales Santa María, en la zona rural del municipio de Sogamoso. El polígono de explotación son 15 hectáreas en las que trabajan unas 35 personas. La mayoría, campesinos. En su opinión, el minero es minero y no agricultor ni ganadero. Pero no todos los que perforan la tierra dentro de un socavón son mineros de vocación. “Antes, aquí se producía maíz, cebada, quinua. Ahora, nadie cultiva. Y si no hay trabajo en la mina, los muchachos se van con la hoja de vida a buscar un empleo”. Un día se puso a ensayar emprendimientos de bajo costo y poca tecnificación sobre el polígono de su mina. Dividió la tierra en parcelas y sembró alimentos. Más tarde, levantó cercos y trajo conejos y aves de corral. Descubrió que el tomate de árbol es una fruta que prende con facilidad en ese clima y no necesita mayor inversión; que los conejos son fáciles de mantener, se repro-
La agrominería busca además empoderar a las mujeres, recuperar los árboles nativos y darle un manejo adecuado al agua.
FOTO: IVÁN VALENCIA
Este proyecto de responsabilidad social, que impulsa la Gobernación de Boyacá, busca que en un mismo territorio coexistan dos actividades claves en la economía del departamento.
Con la agrominería se activa el campo y se revierte el desabastecimiento que solía traer la minería.
El carbón fue el principal combustible de las locomotoras de vapor, protagonistas de la revolución industrial. En Colombia, las primeras de estas máquinas fueron impulsadas por leña. 82
Capítulo
ducen con velocidad, y la carne es económica y de buen mercado. Se convenció, entonces, de que estos emprendimientos podían servir de ejemplo para los campesinos trabajadores de su mina. Y es que la reactivación de la producción agrícola en las zonas donde se llevan a cabo labores de explotación es otro de los impactos positivos de la agrominería. “Los desabastecimientos de alimentos en las zonas mineras siempre han sido una dificultad. Los productos de la canasta básica normalmente llegan de las grandes ciudades, por eso lo que buscamos es activar el campo”, explica Oviedo. Pensar en ellas Desde sus inicios, la minería ha sido una actividad de hombres. Sin embargo, por medio del proyecto de agrominería se ha querido vincular a las esposas de los mineros, que generalmente permanecen en sus casas, a que realicen labores productivas y de esta forma tengan
la oportunidad de obtener un recurso para aportar económicamente a sus hogares. Un mecanismo, además, de fortalecimiento del núcleo familiar que está teniendo interesantes resultados.
El carbón también es arte. Compruébelo en la
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Compromiso ambiental Otro de los objetivos es ‘embellecer’ la minería por medio del paisajismo. Es común que las zonas mineras estén descubiertas, lo que impacta su entorno. Para contrarrestar esta realidad, la Gobernación de Boyacá ha impulsado la siembra de árboles nativos y alfalfa en municipios como Socha, logrando cambiar la forma en la que se percibe la minería. Cultivos a los alrededores y sobre las minas son cada vez más comunes, así como la recuperación de árboles nativos en las áreas afectadas por la actividad extractiva. El manejo y uso del agua es otro de los aspectos que se buscan mejorar a través de la agrominería. Para ello se implementaron medidas que evitan los vertimientos de este recurso contaminado. Este programa está cambiando el esquema de una minería ancestral, que existe desde hace más de 70 años, demostrando que el desarrollo de los territorios alrededor de la minería responsable sí es posible. Oviedo recalca que “la minería es una labor del suelo y del subsuelo”, lo que significa que es necesario utilizarlos de forma responsable para que minería y agricultura se potencialicen, generando progreso y desarrollo sostenible. 83
Carbón
Posicionado en el mundo
Esta es la historia del principal exportador de coque metalúrgico, una de las productoras y comercializadoras más importantes del país, pionera en minería de carbón subterránea en América Latina: Milpa. Un ejemplo de minería bien hecha.
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ilpa es la empresa productora y comercializadora de coque metalúrgico más importante de Colombia. Para consolidarse tuvo que pasar más de un siglo de historia. Todo comenzó a finales de 1800, cuando un grupo de ingleses llegó a Samacá, Boyacá, para montar una de
En Samacá, la agricultura crece con la minería. Lea más en la
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las primeras empresas siderúrgicas del país. Años después esa compañía quedó sepultada por una avalancha, producto del desbordamiento de una represa. Sus sobrevivientes conformaron una empresa textil que funcionaba con una termoeléctrica a base de carbón, que más
El carbón es un gran aliado para el hogar. Es útil para combatir humedades, purificar el agua, eliminar malos olores y hasta para blanquear los dientes.
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Pequeña es solo una palabra
“ FOTO: CORTESÍA MILPA
Con la primera venta de carbón compramos nuestras propias pica y pala. Y con la segunda, la carretilla": Miguel Parra.
Milpa comenzó como una modesta compañía de familia y hoy es una gran empresa, que exporta el 90 por ciento de lo que produce.
Miguel Parra C. Fundador de Milpa
En Cundinamarca y Boyacá se concentra la operación de Milpa, que hoy está en manos de la segunda generación de la familia Parra.
adelante se convertiría en la gran electrificadora de Boyacá. En ese momento entró en escena la familia de Miguel Parra, fundador de Milpa. Una modesta mina, propiedad de la madre de Parra, que proveía el carbón a esa termoeléctrica. Miguel Parra siempre ha estado en contacto con este mineral, incluso llegó a convertirse en su escape. “La letra con sangre entra”, recuerda para explicar que en esa época el ambiente escolar era complicado, por eso decidió a los 9 años de edad abandonar el colegio y adentrarse del todo en el mundo de la minería de carbón. Cuando tenía 20 conformó una pequeña empresa de la mano de su fallecida esposa, Angelita Castiblanco. “Con la primera venta de carbón compramos nuestras propias pica y pala. Y con la segunda, la carretilla. Antes todo era prestado”, relata Parra. En 1990 Milpa ya se había constituido como una gran compañía familiar productora y comercializadora de coque metalúrgico con proyección, pues como cuenta su fundador,“sin el carbón coquizable que produce Colombia no se podría hacer coque, y sin este no existiría el acero, indispensable para la construcción y diferentes industrias como la automotriz”. Milpa dio inicio a sus exportaciones a Cuba, donde recibió la medalla de oro por la calidad de su producto. Este galardón le abrió las puertas en Venezuela y México. La empresa se ha caracterizado por ser pionera en investigación en temas relacionados con minería subterránea de carbón y en las mejoras continuas en la producción de coque y la calidad de sus productos, lo cual le ha permitido posicionar su coque metalúrgico como el mejor de América del Sur, que ha sido vendido en cerca de 25 países. Hoy, sus principales clientes están en Brasil, México y algunos países de Europa. Miguel Parra C. atribuye el éxito de su compañía a la gestión de sus hijos, familiares, empleados,
La empresa se ha caracterizado por ser pionera en investigación en temas relacionados con minería subterránea de carbón.
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Carbón, la base de todo
proveedores, puertos, transportadores, y demás colaboradores que hacen parte de la cadena logística que genera esta industria, quienes “se han puesto la camiseta para producir un producto de excelente calidad”. Es gracias a ellos y a las bondades del subsuelo colombiano que su producto ha empezado a posicionarse como uno de los mejores del mundo. Los colaboradores ejercen su labor desde los frentes de trabajo de la compañía, dos ubicados en Boyacá y uno en Cundinamarca. Según Parra, tienen la mejor tecnología de coquización en América Latina, son los pioneros en minería de carbón subterránea y por eso se han esforzado por cumplir con todos los estándares en materia de seguridad minera, así como ambientales y sociales.
Con su incursión en la comercialización de carbón y producción de coque en el norte de Boyacá se apoya a los mineros formalizados de la región. 86
FOTO: CORTESÍA MILPA
Uniminas S.A.S. cuenta con el túnel para producción minera más largo de Colombia (cinco kilómetros), compañía pionera en el país en procesos de mecanización.
“Siempre nos ponen como ejemplo de minería bien hecha. Trabajamos con los más altos estándares ambientales y sociales. En nuestras aguas se pueden ver peces y ranas nadando”. Para este empresario, la minería de carbón es y será uno de los motores del país que genera miles de empleos formales y regalías, pero que está estigmatizado. “Hay que diferenciar los impactos de la minería legal e ilegal”, advierte. Además, rescata el valor de las iniciativas de responsabilidad social de la Fundación Milpa, uno de sus grandes orgullos. Hoy, la compañía está en manos de sus hijos, quienes desde distintas áreas contribuyen al futuro de una empresa de tradición.
BOYACÁ
FOTO: IVÁN VALENCIA
Carbón, la base de todo
Pensar otro futuro Los impactos de la explotación y el uso del carbón en el medioambiente han llevado a que se hable de un mañana sin este mineral. La transición, sin embargo, no puede ser fruto de una decisión apresurada.
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Brigitte Baptiste Directora del Instituto Humboldt.
ace unos días Jeffrey Sachs publicó algunas reflexiones acerca del uso del carbón y la sostenibilidad, en las que indicaba que su papel en la economía global había llegado a su fin debido a sus efectos en el cambio climático. El Acuerdo de París corrobora esa perspectiva y compromete a los países a acabar con el uso del mineral en la generación
Entre 1870 y 1900, la demanda global de carbón para uso energético pasó del 21 al 52 por ciento. Durante la Segunda Guerra Mundial alcanzó a llegar hasta el 82 por ciento. 88
Pequeña es solo un palabra
Puerto de descargue de carbón en Magdalena.
FOTO: GUILLERMO TORRES /SEMANA
de energía térmica o en otros procesos industriales, aunque es poco probable que el mundo sacrifique la producción de acero, por ejemplo. En Colombia la discusión se centra en los efectos de la actividad minera, no en los del uso del carbón (que es muy bajo), y en las empresas que la desarrollan en La Guajira, el Cesar, Boyacá, Santander y otros departamentos, que han estado en el ojo del huracán desde hace algunos años dado el impacto ambiental (social y ecológico) derivado de la explotación de los yacimientos grandes o pequeños con que cuenta el país.
Los páramos, por ejemplo, ya no permiten estas actividades, pero hay innumerables empresas familiares que dependen de la extracción en pequeña escala en zonas limítrofes y activan o desactivan el negocio según el vaivén de los precios internacionales y su capacidad de amortiguarlos, a veces a costa del sacrificio de la seguridad de sus trabajadores o el incumplimiento de la normatividad minera o ambiental. El reconocimiento de un sector de la economía directamente asociado con la explotación de carbón, esté bien, regular o mal hecha, es el paso fundamental para definir la estrategia de transición hacia un futuro descarbonizado, pues no es poco lo que implica la ratificación de estas decisiones de política global en el futuro de ninguna nación. Es imposible “cerrar el grifo” de la noche a la mañana, no es conveniente hacerlo “por decreto” y no
Los páramos ya no permiten estas actividades pero hay innumerables empresas familiares que dependen de la extracción a pequeña escala.
Conozca la mina que se convirtió en lago. Ocurrió en España, lea al respecto en la
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Carbón, la base de todo es recomendable imponerlo sin considerar el manejo de los pasivos ambientales y sociales que resultarían de una medida apresurada. Por eso, aparte del deber de cumplir e incluso exceder la ejecución de la ley actual, el país carbonero, articulado con el resto de naciones con las que interactúa, debe construir la mejor ruta para llegar a un territorio “libre de carbón”, tal vez en 2050, si no antes.
PROTEGER LOS PARQUES NATURALES SEGÚN LA publicación del Instituto Humbolt Biodiversidad 2014, Estado y tendencias de la biodiversidad continental de Colombia, la Constitución de 1991 determinó que los parques naturales son inalienables, imprescriptibles e inembargables lo que para la Corte significa que deben permanecer incólumes e intangibles (C-649 de 1997). No obstante lo anterior, en Parques Nacionales Naturales y otras áreas protegidas, existían (en 2014) títulos mineros correspondientes a 36.155 hectáreas.
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Siguiendo las huellas Una pregunta inicial para construir estos escenarios es si la decisión de descarbonizar cubre todos los usos del mineral o solo aquellos que por sus modalidades mineras o huella climática no serán aceptables. La innovación tecnológica puede cambiar una parte de estas perspectivas (se habla de “carbón limpio”), ya que el mineral sigue siendo un elemento fundamental de muchos procesos productivos del planeta, no necesariamente térmicos. A partir de ello, hay que definir, para cada modalidad de explotación y uso, cuál es el tránsito hacia un modelo sustitutivo que considere, en su proceso, subsanar algunas de las deficiencias estructurales que generó la actividad históricamente. La perdurabilidad que implicó la decisión carbonera, por ser una actividad de largo plazo, debe constituirse en aliada de la transición, pues está más ajustada a los ritmos de cambio de los sistemas sociales y ecológicos interdependientes. La huella ecológica de la minería de carbón, por ejemplo, persistirá por generaciones, y en algunos casos las inevitables modi-
ficaciones del paisaje que causó se deben convertir en materia de gestión, no de abandono. El cierre minero tiene que ser un proceso restaurativo y de creciente articulación con la gestión territorial tanto a escala local como regional. La programación de estos cierres representa un reto a la innovación y la institucionalidad, ya que la actividad minera en sí ha generado aprendizajes muy importantes que deben ser incorporados en el proceso y que a veces no lo logran porque las normas con las que se expidieron las licencias o se planificaron los procesos no son suficientemente adaptativas. No podemos regular el proceso de descarbonizar con los mismos instrumentos con los que construimos la economía del carbón. Desde el punto de vista de la gestión de los ecosistemas afectados o transformados por las actividades de extracción, almacenamiento o transporte de carbón, es necesario sintetizar la historia y evolución de cada caso, evaluando las trayectorias de cambio, sus responsables y el potencial de los procesos de restauración de la biodiversidad. Pero sin perspectivas naturalistas ingenuas: en muchos casos hay cambios irreversibles y estamos enfrentados al diseño de los ecosistemas poscarbónicos, si se pueden llamar así, con inversiones adecuadas de las regalías y compensaciones previstas por la norma o con recursos adicionales. La comunidad científica tiene retos importantes en este proceso de ingeniería de la sostenibilidad territorial, y los investigadores y expertos el deber de crear narrativas propositivas y serenas del cambio ambiental: no es posible volver al pasado preminero (muchas veces inventado), pero sí construir nuevos paisajes funcionales y muy interesantes, con justicia social y nuevos roles para las comunidades locales que recibirán el legado. Sabemos que las transformaciones ecológicas a escala del paisaje traen cambios importantes en la mentalidad y perspectivas de las personas, algunas veces positivos, y a menudo negativos, como en el caso de la solastalgia que el profesor Albrecht reseñaba en sus trabajos acerca de la historia del territorio en el occidente de Australia: la noción de arrepentimiento generacional o nostalgia por el lugar, el solaz, pese a los beneficios materiales que se derivaron de la decisión de explotar. Lo cierto es que en Colombia debemos pensar en ese futuro posminero desde la misma minería, para explorar y experimentar de manera más directa los contextos ambientales en que deberán vivir nuestros hijos y nietos. Gobernar esta transición será el reto de las próximas administraciones.
No es posible volver al pasado preminero (muchas veces inventado), pero sí construir nuevos paisajes funcionales y muy interesantes, con justicia social.
FOTO: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA
Pequeña es solo un palabra
SOCHA, BOYACÁ 91
Vía rápida La rehabilitación de dos tramos en Boyacá promete mejorar la operación minera y convertirse en una oportunidad para el agro. En el primer semestre de 2019 se entregarán más de 21 kilómetros.
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ace 200 años Simón Bolívar decidió librar una batalla en el puente de Boyacá que hoy se celebra a través de la iniciativa del Contrato Paz y Bicentenario. El objetivo del proyecto es conmemorar estos dos siglos con obras y recursos que contribuyan al desarrollo del departamento. Por eso, hace dos meses se dio inicio a la reestructuración de dos tramos que permitirán agilizar el tránsito del carbón y productos del campo boyacense. El primer tramo, entre los municipios de Tasco y Paz de Río, cuenta con una inversión de más de 43.000 millones de pesos que se verán reflejados en 12.204 kilómetros. El segundo tramo, que va desde Alto de Sagra hasta Socotá es de
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9.250 kilómetros y una inversión que supera los 33.000 millones de pesos. Pavimento no será lo único que dejen estas vías. Con el fin de lograr tramos bien hechos y duraderos, se construirán alcantarillas, estructuras box culvert, filtros, muros de contención y cunetas. Se calcula que 25.000 personas de ocho municipios se verán beneficiadas. El primer paso para arrancar fueron los estudios de tierras, movilidad, diseños y deslizamientos, en los cuales la Gobernación invirtió aproximadamente 4.000 millones de pesos.
FOTO: ANDRÉS CAMILO GÓMEZ /SEMANA
Carbón
Las vías no solo impulsarán la comercialización del carbón al hacer más eficiente su transporte, también contribuirán a cumplir uno de los propósitos del gobernador Carlos Andrés Amaya, quien declaró que para el departamento este es el año del campo. Por eso, se han intervenido 5.000 kilómetros de carreteras rurales en 13 provincias, encaminados a mejorar la calidad de vida de los campesinos, quienes tendrán mayores facilidades para vender sus productos. El gobierno nacional está invirtiendo un total de 250.000 millones en el Contrato Bicentenario, que contempla distintos proyectos. Por ahora, advierte el ingeniero John Carrero, secretario de Infraestructura, “la idea es ir avanzando, pero no queremos hacerlo en tramos largos sino cortos, bien construidos y que duren mucho tiempo para que solo sea necesario hacerles el mantenimiento de rutina”.
LOS NÚMEROS DE ESTAS VÍAS Tramo Tasco-Paz de Río:
12.204 kilómetros, inversión de 43.702 millones de pesos, 69 alcantarillas, 34 box culvert, 24.160 ml de cunetas, 12.080 ml de filtros, 6 muros de contención. Tramo Alto de Sagra- Socotá:
9.250 kilómetros, inversión de 33.258 millones de pesos, 44 alcantarillas intervenidas, 10 box culvert, 17 muros de contención.
FOTO: CARLOS JULIO MARTÍNEZ/EL TIEMPO
Capítulo
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Carbón, la base de todo
Gremio
ejemplar
Alfonso Saade y Juan Manuel Sánchez, voceros de la Federación Nacional de Productores de Carbón, explican los efectos de haberse agremiado para tener una vocería más clara ante el Estado y los desafíos que enfrenta hoy esta industria.
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FOTO: JULIÁN GALÁN
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El fin último de Fenalcarbón es proteger los intereses de todos aquellos que produzcan carbón en el suelo nacional.
EMANA: ¿Cómo surgió Fenalcarbón? ALFONSO
SAADE: Hace 25 años existían en el país distintas federaciones departamentales y municipales de producción de carbón. No obstante, llegó un momento en que los líderes entendieron que era importante tener una federación que los agremiara a nivel nacional y les permitiera una mejor vocería ante los estamentos oficiales. La autoridad minera de ese momento estuvo de acuerdo en que los empresarios tuvieran un solo vocero y fue entonces cuando se creó la Federación Nacional de Productores de Carbón, Fenalcarbón. SEMANA: ¿Cómo está integrada? JUAN MANUEL SÁNCHEZ: Fenalcarbón tiene asociados en el Cesar, La Guajira, Boyacá, Santander, Norte de Santander y Cundinamarca. El fin último es proteger los intereses de todos aquellos que produzcan carbón en el suelo nacional. La federación se ha agrupado en torno a la gran minería con compañías como Glencore y Acerías Paz
Pequeña es solo una palabra
del Río; mediana minería con Carbocoque, Milpa, Coquecol, Carbones Andinos y Excomin, y un gran número de pequeños mineros que están afiliados a través de federaciones departamentales y de las cooperativas mineras que existen a lo largo y ancho de Colombia. SEMANA: ¿Cuáles destacaría como algunos de los grandes logros de esta federación? J.M.S.: El principal ha sido lograr la consolidación de la gran, mediana y pequeña minería en el país para que trabaje de manera cohesionada y mancomunada para incrementar la producción del carbón en Colombia, seguir mostrando que una minería bien hecha es posible y que esa buena minería se ha realizado de tiempo atrás.De hecho nuestro sector resistió, quizás la peor crisis del mercado durante los últimos tres años y sostuvo la producción de carbón. Se destaca el esfuerzo de las compañías que lograron, en medio del entorno adverso, posicionar a Colombia con el carbón y el coque como el tercer país exportador a nivel mundial. SEMANA: ¿Cuál es el papel de la Federación ante las variaciones de los precios del carbón en el mercado, que en ocasiones no resultan favorables? J.M.S.: Nosotros estamos permanentemente en contacto con pequeños mineros productores,
con empresas exportadoras de carbón, con los productores y exportadores de coque metalúrgico. Hacemos ejercicios frecuentes de evaluación de amenazas, de proyecciones para ver hacia dónde va el mercado y cómo debemos apoyar a ese pequeño minero, a la mediana empresa exportadora y a la gran productora y exportadora para que continúen con sus operaciones. SEMANA: ¿Cuáles son los grandes retos que afronta esta industria? J.M.S.: Vivimos recientemente una situación muy complicada en torno a la seguridad jurídica para el inversionista. Creo que el gobierno colombiano ha comprendido el riesgo que esto representa para la economía, la generación de empleo y la estabilidad social del país y está tomando medidas para que sea superada esta situación. A.S.: Colombia compite con el mundo, y con ventaja, en la producción de carbón en boca de mina. Es decir, somos buenos para sacar bien nuestro carbón. Sin embargo, podríamos tener una industria mucho más sólida, más competitiva si tuviéramos la logística y la infraestructura adecuada para exportar. SEMANA: ¿Cuál es el valor de Fenalcarbón para el país? J.M.S.: Nuestra principal fortaleza está sustentada en dos pilares: la inclusión, porque en la Federación está representada la minería del carbón y su cadena productiva. Están las tres escalas de la minería que hay en Colombia (pequeña, mediana y gran minería) y la cohesión, pues independientemente de que los intereses del gran minero sean diferentes a los del pequeño, la Federación vela por todos. SEMANA: ¿Y el aporte de la minería para el país? J.M.S.: Además de sustentar su contribución con cerca del 7 por ciento al PIB colombiano, considero que por su gran impacto en términos económicos y de desarrollo social, la mineria en Colombia debería ser tratada como una política de Estado.
“Por su gran impacto en términos económicos y de desarrollo social, la minería debería ser tratada como una política de Estado”.
Alfonso Saade Director ejecutivo de Fenalcarbón.
Juan Manuel Sánchez Presidente de Fenalcarbón.
UNA INDUSTRIA COMO POCAS
El trabajo hecho por Fenalcarbón es ejemplo de una sana competencia que favorece los intereses comunes del sector y sus comunidades.
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Carbón, la base de todo
Pulido a mano
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En Tópaga, un grupo de jóvenes artesanos transforma bloques amorfos de carbón en bellas figuras de la cultura colombiana.
enny Barrera quedó embarazada cuando despuntaba su adolescencia. Afanada por los gastos que se le venían encima, se puso a buscar trabajo. Era 1997, todavía cursaba noveno de bachillerato y apenas si tenía experiencia laboral. En Tópaga, los jóvenes y adolescentes que podían alternar sus estudios con oficios remunerados lo hacían en los negocios propios de sus familias como tiendas, graneros y carnicerías. Otros ayudaban a sus padres en labores de la agricultura. No había más opciones, salvo una que le pareció gratificante a Jenny: elaborar artesanías en carbón para la Cooperativa Crecer. Todos los días, al terminar su jornada escolar a las dos de la tarde, llegaba al taller de la cooperativa y se quedaba hasta entrada la noche. Al principio, pasaba el
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Las mismas técnicas y destrezas que requiere la talla de madera son aplicadas en este oficio.
tiempo observando cómo los jóvenes tallaban los bloques de carbón y esculpían las figuras. Pronto le encargaron su primera tarea en la cadena de producción: pulir con lija muy suave las piezas talladas bajo la guía de compañeros más instruidos. Con el correr de los días, Jenny fue practicando el resto de pasos del taller: escoger los bloques de carbón directamente en la mina, cortarlos en la máquina, darles forma e irlos tallando hasta los detalles más diminutos. “Así aprendí –dice–. Yo cogía el carbón y les iba preguntando a los mucha-
Pequeña es solo una palabra
Crece la cooperativa La Cooperativa Crecer nació en 1993. Un habitante de Tópaga llamado Floro Álvarez se dio a la tarea de sacar de las minas de carbón a los menores de edad que para ese tiempo trabajaban en los socavones. Este oficio que demanda mucha fuerza bruta y se ejerce en condiciones extremas de riesgo y enfermedad era totalmente inconveniente para los pequeños. Don Floro, como lo llaman en el pueblo, sabía tallar la madera y descubrió que la consistencia del carbón guardaba similitud con la de muchas maderas. Se le ocurrió, entonces, abrir un taller para fabricar artesanías en carbón en el que trabajarían los menores de edad que él recuperaría de la minería y a quienes les enseñaría la técnica. Ecocarbón, una empresa del sector, la Alcaldía y el Instituto de Bienestar Familiar apoyaron la idea y donaron recursos para construir la sede, un edificio de dos plantas con un largo antejardín de acceso, baños y salones para oficina, almacén y taller, situado a metros del parque central de Tópaga. A partir de ese momento y hasta 2011, la Cooperativa Crecer se dedicó a rescatar menores de edad de las minas. Pero desde 2012, por orden del Ministerio del Trabajo, el taller debió cesar labores porque en estos oficios, por muy delicados que sean, tampoco se permite que los niños realicen actividades a cambio de un salario. Al ver que la ley no daba opción, don Floro Álvarez renunció y se fue de Tópaga. La cooperativa duró parada un año. Los menores de edad se quedaron sin destino y se empezaron a ir del pueblo. Otros que alcanzaron a cumplir 18 años dentro del
FOTOS: IVÁN VALENCIA
chos: ‘¿Cómo hago acá?’. Unos con otros nos colaborábamos”. El dinero que recibía a la semana era suficiente para sus gastos de mamá soltera y le quedaba otro poco para ayudar en la casa de sus padres. Para ella y varios jóvenes más del pueblo, el taller de artesanías en carbón ofreció una oportunidad que les transformó la vida.
Unicornios, réplicas de las esculturas de Botero, campesinos y algunas iglesias de la región son los motivos de inspiración de estas artesanías.
taller mantuvieron la ilusión de revivir el oficio. Y un día, un puñado de cinco talladores se organizaron, se asignaron tareas y lograron reabrir la cooperativa. Como no podían emplear niños, les dieron la oportunidad a madres cabeza de hogar y, en general, a todo aquel que quisiera aprender. La nueva cara En la actualidad, la Cooperativa Crecer tiene 20 asociados, 15 mamás y cinco estudiantes, que no tienen horarios fijos de trabajo pero sí asumen la tarea de dedicarle unas cuantas horas diarias. “Somos capaces de fabricar unas 100 piezas cada quincena –dice Diana Rincón, actual directora de la cooperativa–. Pero solo hacemos la mitad, unas 50, porque la mayoría de los talladores solo pueden venir a trabajar por ratos”. Uno de los más entusiastas es Pablo Rincón. Tiene 21 años y comparte su tiempo entre la carrera de Ingeniería Industrial y la producción de artesanías. No es raro encontrarlo en el almacén atendiendo clientes. En las vitrinas se ven figuras diversas: campesinos, cañones, una guitarra eléctrica, miniaturas del puente de Boyacá, de la parroquia de Tópaga, de la catedral de Tunja. Hay vasijas y enseres indígenas imitados en carbón. Y de un tiempo para acá, también se encuentran copias de esculturas del maestro Fernando Botero. Según Pablo, mucha gente en Boyacá no conoce la labor de la cooperativa, y su propósito es aplicar su conocimiento en ingeniería para potenciar ese trabajo. “Industrializar la producción –dice–, que esto se conozca, hacerle publicidad”. En pocas palabras, que la cooperativa siga creciendo.
50 unidades de artesanías elaboran cada quincena los artesanos que hacen parte de la Cooperativa Crecer.
Un puñado de talladores se organizaron y reabrieron la cooperativa, en la que participan 15 madres cabeza de familia. 97
Carbón
Crirsco, por su sigla en inglés, elabora reportes que estiman el potencial minero de un territorio.
Contar
los recursos Colombia se alista para implementar un método que le permita tener mayores certezas sobre las reservas de sus minerales. Un inventario de lo que tiene bajo tierra para aprovecharlo mejor.
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n Australia, durante la década de los sesenta surgió la inquietud de establecer normativas respecto a la información relacionada con recursos, reservas y proyectos mineros, que permitieran hacer frente a casos de fraudes basados, precisamente, en la falta de certezas. A Australia no tardaron en sumarse Canadá, Inglaterra, Irlanda y Estados Unidos, que en conjunto crearon el Comité Internacional de Recursos 98
¿Y cómo se calcula el precio de las regalías? La respuesta está en la
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y Reservas –Crirsco, por su sigla en inglés–, que se encarga de determinar una serie de estándares enfocados en la divulgación de reportes que estiman el potencial minero de un territorio. Intereses más recientes han hecho que otros países se sumen a Crirsco, como lo señala Edmundo Tulcanaza, representante del comité para América Latina: “A partir del año 2000, tanto gobiernos como inversionistas y comunidades han estado muy interesados en saber con exactitud qué se ha estado consumiendo, qué se está extrayendo”. Con miras a la transparencia en la información sobre recursos mineros, a lo largo de los últimos 15 años se han incorporado a esta organización Chile, Brasil, Kazajistán, Rusia y Mongolia. Adicionalmente, se espera que para finales de 2017 se unan India y Colombia. La vinculación de Colombia está a cargo de la Agencia Nacional de Minería (ANM), liderada por su presidenta, Silvana Habib, quien asegura que “conocer nuestros recursos y reservas le permitirá al Estado controlar las fuentes de materias primas necesarias para el procesamiento de minerales, regular los mercados de capitales, optimizar la gestión, avanzar en el ordenamiento territorial, afianzar la fiscalización y contabilización de dichos recursos, y crear una cadena de valor alrededor de una industria minera enmarcada por la responsabilidad social y ambiental”. La minería, como actividad industrial, se basa en activos que Tulcanaza describe como “intangibles”, debido al grado de incertidumbre que los rodea. Por eso la estandarización apunta a “determinar los parámetros principales que deben ser reportados de forma transparente y concreta, sin ambigüedades y con respaldo de cada información”. En resumidas cuentas, se trata de realizar un inventario de lo que tenemos bajo tierra, para que sea mejor aprovechado en la superficie.
FOTO: IVÁN VALENCIA
Carbón, la base de todo
Gigante en potencia FOTO: FELIPE RODRÍGUEZ/SEMANA
Uno de los principales objetivos del Ministerio de Minas y Energía es fortalecer la competitividad de la pequeña y mediana minería de carbón. ¿Por qué es tan relevante? SEMANA se lo pregunta a Carlos Andrés Cante, viceministro de Minas.
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S
EMANA: La pequeña minería representa una fracción de la producción nacional de carbón. ¿Por qué vale la pena insistir en hacer de este un negocio competitivo? CARLOS CANTE: La pequeña y
mediana minería de carbón genera 125.000 puestos de trabajo principalmente en Antioquia, Boyacá, Cundinamarca y Norte de Santander; y representa el 8 por ciento de la producción total nacional movilizando de manera importante la economía de estos departamentos. Además, esta industria representa el 60 por ciento del total de la carga movilizada en el país y permite que los vehículos que transportan carbón a los puertos regresen al interior con diferentes bienes e insumos por un precio bastante competitivo, lo que se conoce como ‘carga por compensación’. SEMANA: Sin embargo, la infraestructura vial es uno de los principales desafíos para la competitividad de la minería en el interior del país… C.C.: Sobre todo porque el costo del transporte con tractocamiones supera al de producción. El primero representa el 60 por ciento del total de costos, mientras que el segundo corresponde al 40 por ciento. Necesitamos condiciones de competitividad superiores, por eso estamos trabajando en el diseño de mejores corredores, como la Troncal del Carbón, entre Samacá, Guachetá y Tausa. También hemos trabajado en la vía de salida de los carbones del interior hacia el Magdalena Medio, desde Vélez, Landázuri, Cimitarra, Chiquinquirá, Otanche y Puerto Boyacá. Y se están buscando alternativas de salida desde Norte de Santander, debido al cierre de la frontera. Estamos analizando la posibilidad de la pavimentación de la vía Tibú-El Tarra-La Mata, para tener una conexión con el Magdalena Medio y desde allí con los puertos del Pacífico. SEMANA: ¿Se contempla la implementación de una vía férrea? C.C.: Desde el Ministerio de Minas y Energías hemos insistido en que necesitamos avanzar en la construcción del Ferrocarril Central y también en la del Ferrocarril del Pacífico, así como en el mejoramiento de las condiciones de navegabilidad del río Magdalena. De todas formas hemos mejorado mucho, ahora hay troncales y estamos enfocados en las regiones para poder llegar a vías secundarias y terciarias. SEMANA: ¿Y la formalización dónde queda? C.C.: La formalización exige principalmente la implementación de condiciones de seguridad sin las que una empresa minera no va a lograr ser productiva, porque
“Con un potencial de 5.200 toneladas de carbón, existe una fuente importante de empleos formales. Estamos donde ningún otro sector opera”.
Carlos Andrés Cante Viceministro de Minas.
Pequeña es solo una palabra
cada vez que ocurra un incidente la mina se va a cerrar. El reto está ahí y encontramos que una de las principales dificultades para el cumplimiento de lo estipulado en el Reglamento de Seguridad en las Labores Mineras Subterráneas es que los pequeños mineros no tenían quién les prestara el dinero para las adecuaciones necesarias. SEMANA: Por eso se creó el programa de crédito con el Banco Agrario... C.C.: Sí, porque los bancos consideran que esta es una actividad de alto riesgo, dado que la mayoría de operaciones son en efectivo. Ocurre así no porque se quiera, sino debido a que las transacciones se producen en zonas rurales. Cuando el sistema financiero no lo conoce a uno, tampoco le presta por eso, en alianza con el Banco Agrario, facilitamos el acceso al crédito a través de una línea con tasa compensada que ya empezó a operar. Hemos prestado 6.000 millones de pesos a la pequeña minería. SEMANA: ¿Qué relación existe entre este tipo de minería y el posconflicto? C.C.: En general, las actividades minero-energéticas mantienen una relación estrecha con la posibilidad de paz en los territorios. Se llevan a cabo en zonas rurales, que históricamente han sido territorios víctimas del conflicto. Por ejemplo, todo lo que corresponde a la zona que hace poco se delimitó como Páramo de Rabanal y La Uvita, una región netamente carbonera, albergó durante años la presencia de las Farc. Con un potencial estimado de 5.200 millones de toneladas de carbón, existe una fuente importante de generación de empleos formales. Estamos en donde ningún otro sector opera, incluso en donde las actividades agropecuarias no son competitivas, y con el desarrollo de una infraestructura vial óptima es posible cambiar ese escenario por uno en el que todos los sectores pueden coexistir y generar empleo. De eso, en gran parte, se trata el posconflicto. 101
Carbón, la base de todo
Samacá:
arado y extraccion
A
Samacá se llega fácil: es una de las estaciones intermedias en la ruta más expedita que conduce de Bogotá a Villa de Leyva. El pueblo queda a unos 30 kilómetros de Tunja en dirección occidental y ha cobrado fama como paradero de restaurantes que ofrecen gallina criolla. La historia del lugar está cruzada por varios emprendimientos de industria pesada. A mediados del siglo XIX se instaló aquí la primera siderúrgica del país; a finales, una textilera, quizá también la primera en Colombia. Luego, ya en la primera mitad del siglo XX, empresarios extranjeros levantaron una termoeléctrica a base de carbón para suplir la demanda de Tunja, y más recientemente, en 1983, se instaló en sus linderos la empresa más grande de la cadena del carbón en Boyacá que aún continúa activa: Comercializadora Internacional Milpa S. A. Paisaje rural En la región hay un valle colosal de tierra fértil que parece un juego cubista, la suma de cientos de cuadra-
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FOTO: IVÁN VALENCIA
En uno de los municipios más prósperos del centro de Boyacá, donde abunda el carbón, también crecen las verduras y los tubérculos. Un recorrido por la zona no estaría completo sin un plato de gallina criolla.
Pequeña es solo una palabra
y rectángulos de diferentes matices de verde. Cada uno es un cultivo independiente y no es SAMACÁ muy difícil diferenciarlos: la arveja es verde militar; la cebolla cabezona, verde esmeralda; la remolacha, verde EL VALLE DE oscuro; las habas, verde pálido, y el maíz, LA LAGUNA verde frondoso. El mapa oficial de Boyacá CON ESTE NOMBRE SE dice que este valle, la zona plana del municibautizó al enorme cuerpo pio de Samacá, puede tener unos 60 kilómede agua que se encontraba tros cuadrados. en donde años más tarde Una cadena de montañas cercanas y se fundaría el municipio de suaves colinas literalmente circundan el valle, Samacá, ubicado a unos 30 como si estuvieran cogidas de la mano forkilómetros de Tunja. mando un círculo o un cerco exacto y redondo para evitar que el valle se expanda. Algunas de estas montañas son de tierra parda y árida por efecto del viento helado y quemante, y allí se pueden ver rocas calvas, tostadas al sol. Otras, en cambio, continuán la regla cubista: contienen cuadros y rectángulos de verdes diversos, parcelas y parcelas donde los campesinos se entregan a sus cultivos de papa industrial, papa criolla, papa pastusa, zanahoria, cereales y lotes de pasto para engorde de ganado. El mapa dice que la zona no plana de Samacá puede ser de unos 120 kilómetros cuadrados, como si se midieran solo las faldas de las montañas hasta la mitad de la cima, donde empiezan las tierras de los municipios limítrofes. Si bien aquí las actividades agropecuarias ocupan a más de 3.000 familias, es la producción minera lo que reporta mayores réditos para la economía del municipio. Es muy frecuente que un campesino dueño de tres o cuatro hectáreas de cebolla y remolacha, o de papa, consiga empleo en alguno de los puestos de trabajo independiente asociados al carbón. Es el caso de Eduardo Martínez, un campesino de 33 años que produce en su tierra zanahoria, habichuela, cebolla y papa. Sobre todo, papa industrial. Pero como el precio es tan volátil, procura conservar un puesto de trabajo en un horno que procesa el carbón coque. ‘Hornero’ llaman a este oficio y, como casi todos los empleos que dependen del uso de la fuerza, el sueldo es a destajo: depende de la cantidad de carbón que logre pasar por el horno.
A mediados del siglo XIX se instaló la primera siderúrgica del país, luego una termoeléctrica a base de carbón y, recientemente, una comercializadora.
Así son los días El valle y las montañas de Samacá están surcados por carreteras de tierra y grava rayada, y por caminos vecinales para mulas y caballos. Los campesinos, protegidos con ruanas y sombreros, pastorean vacas, cabras y ovejas. Por las vías planas transitan furgones y camionetas con los platones llenos de cosecha. Las casas de la parte alta son de barro y caña, es decir, tapia pisada, vigas de madera y tejados de barro, y aunque en la parte baja también hay casas como estas, son muchas menos, pues aquí se levantan con más facilidad edificaciones modernas de ladrillo, techos sintéticos, muros con rejas y estacionamientos para carros personales. Una casa en particular se destaca sobre el resto. Construida en ladrillo suntuoso, tiene ventanas y puertas en metales elegantes, acceso de portón eléctrico al borde de la carretera principal y todos los detalles de la comodidad que permite el dinero. “Es de un cultivador de papa –señala Óscar Martínez, contratista de la Gobernación de Boyacá–. Después de algunas temporadas con mal precio, recogió las cosechas de cultivadores más pequeños y las pudo vender cuando el precio estaba más alto. En un solo negocio hizo bastantes millones”. Por su parte, Eduardo Martínez, el hornero, dice que gasta unos 2 millones de pesos mensuales en fertilizantes, herbicidas, el pago para los ayudantes y la compra del mercado para su familia –una esposa y dos hijos–. Su día empieza antes de las tres de la mañana, cuando llega al horno. A las diez, se va para su finca y trabaja hasta las cinco de la tarde. A esa hora, se guarda en su casa hasta que lo coge el sueño, y vuelve a empezar: su vida transcurre entre el procesamiento del carbón en el horno y el trabajo con la tierra en su finca. Igual que los días de Samacá.
En los años 90 se consolidó, con vocación exportadora y gracias a la apertura de los complejos carboníferos de La Guajira y del Cesar, la gran minería en Colombia. 103
Carbón, la base de todo
Joya negra
Gracias al trabajo de pequeños mineros colombianos, Coquecol produce y comercializa uno de los mejores carbones del mundo.
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oquecol empezó a desarrollar en 2010 una mezcla de carbón metalúrgico colombiano que pudiera ser usada por la industria siderúrgica. Fue así como logró que su producto se abriera campo en una importante empresa brasileña del sector, tras suscribir con ella un contrato a largo plazo de suministro de carbón. Se analizaron las características de la composición química de variedades de este mineral procedentes de pequeñas minas ubicadas en la cor104
Las operaciones mineras de Coquecol se desarrollan en Cundinamarca, Boyacá y Norte de Santander.
dillera Oriental y así se creó una mezcla superior en calidad, ciento por ciento de exportación. Brasil es el principal importador del carbón producido por Coquecol, que es bastante similar al que se produce en Australia o Estados Unidos, considerados como los de mejor calidad. Debido a las altas exigencias de calidad de las empresas productoras de acero, la calidad de este carbón, que se
Pequeña es solo una palabra
transforma en coque, es estable en su composición. Otto Giraldo, gerente general de Coquecol, advierte que el propósito es seguir potenciando el sector minero en Colombia y que la empresa sea reconocida por contar con una de las infraestructuras mineras más modernas del país. Más ahora que Coquecol volvió a abrir las minas de socavón para reactivar su papel como extractor de carbón crudo. La labor de Coquecol tradicionalmente se ha enfocado en la comercialización de carbón y coque metalúrgico. Hoy, la empresa quiere tener presencia en los eslabones más importantes de la cadena de valor carbonífera: desde la extracción, pasando por la producción y continuando con la comercialización. En este último eslabón Coquecol tiene jerarquía. En 2016 adquirió 800.000 toneladas de carbón crudo a los pequeños mineros nacionales, quienes son sus aliados estratégicos al producir carbón de excelente calidad que se ajusta a las necesidades de Coquecol. Esa cifra hace parte de las 5 millones de toneladas de carbón metalúrgico que Colombia produjo el año pasado. Giraldo considera que el territorio nacional tiene con el privilegio de ser parte de los únicos tres países en América que cuentan con este tipo de carbón. “Por eso desempeñamos un papel importante en el contexto internacional”, asevera.
También resalta la importancia del carbón en la economía nacional: Coquecol genera más de 600 empleos directos y más de 3.000 indirectos. Para el mundo Los mineros colombianos extrajeron el año pasado 5 millones de toneladas de carbón metalúrgico y se produjeron alrededor de 2 millones de toneladas de coque de exportación para países de Europa, América y el sudeste asiático. En algunos –como la India, por ejemplo– ya habrán fabricado cientos de edificaciones con varillas de acero producido con coque colombiano, proveniente de pequeños municipios en Boyacá, Cundinamarca y Norte de Santander, en los que tiene sus operaciones Coquecol. Uno de los reparos de Girarldo es la distancia entre los centros de operación y los puertos. Para que el carbón llegue al Caribe, debe recorrer 1.500 kilómetros y 600 kilómetros en el caso del Pacífico. Si bien esta labor de transporte genera una importante cantidad de empleos, se requieren otras alternativas como los ríos y el ferrocarril para hacer más eficiente la logística. Para llegar al puerto de Buenaventura, por ejemplo, hay que pasar por tres cordilleras. Aun así, Colombia es el cuarto exportador de coque en el mundo. “Y, aunque falten recursos, en el país se hace una buena minería”, concluye el directivo. La minería de carbón fue industrializada desde hace más de 70 años. Ahora las técnicas han mejorado y, con la ayuda de grandes profesionales, empresas como Coquecol han creado una mezcla de carbón que no tiene qué envidiar a los mejores. Y mientras los retos del sector se diversifican, esta compañía colombiana mejora sin parar, con el fin de desarrollar una actividad ambiental y socialmente sostenible que impacte de forma positiva en sus grupos de interés.
El territorio nacional tiene el privilegio de ser uno de los tres países en América que cuentan con carbón metalúrgico.
FOTOS: JULIÁN GALÁN
Coquecol genera más de 600 empleos directos y 3.000 indirectos.
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Carbón, la base de todo
Con técnica y corazón
Carbones Andinos S.A.S. tiene más de 60 años de experiencia en el sector minero. Su éxito se refleja en las 250.000 toneladas de coque metalúrgico que produce al año y en el compromiso ambiental y social que promueve en la región en la que opera.
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En 2010 la compañía generó una evolución en la producción de coque con la implementación de una planta lavadora de carbón ‘ecoeficiente’, que además de minimizar el impacto ambiental tiene índices positivos en los costos y la calidad de sus productos. La planta, de tecnología alemana, posibilita la circulación continua del 90 por ciento del agua, reutiliza los insumos allí implementados, impide que las cuencas principales de agua sean afectadas y mejora la calidad del carbón producido. Además, en 2012 creó la Fundación Corazón Andino, organización que tiene el objetivo de institucionalizar, focalizar y participar en las necesi-
FOTO: CORTESÍA CARBONES ANDINOS
u especialidad es la producción de coque, a partir de la explotación de carbón metalúrgico. Su operación tiene sede en el encantador municipio de Samacá (Boyacá), debido a la calidad de sus productos, la tecnología usada y el esfuerzo de sus empleados, Carbones Andinos ha logrado ser competitiva en el mercado nacional e internacional. Desde 2010, exporta toda su producción a Centroamérica, Suramérica, Norteamérica y Europa, principalmente.
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dades de la región. Ha participado en obras de infraestructura, educación y recreación. En 2016 la fundación dio inicio a la estructuración de un proyecto de responsabilidad social que se enfoca en tres programas que están en proceso de implementación: En primer lugar, se busca que las familias mineras logren altos niveles de desarrolo humano gracias a la formulación de un plan de vida cuyo sustento económico provenga de la minería, que les permita construir un futuro sólido que les genere alternativas ante la eventual sustitución tecnológica en las minas. El segundo programa consiste en impulsar una economía comunitaria que aproveche al máximo el potencial de Samacá, aumente los ingresos y el ahorro familiar. Por ello la fundación busca fomentar prácticas comunitarias para generar economías más eficientes. Y el tercer programa se enfoca en acabar con una problemática habitual del campo: todos siembran lo mismo, causando sobreoferta, poca demanda y, en consecuencia, la reducción de precios. Para solucionarlo es necesario un nuevo portafolio de productos para el consumidor. Esta es una organización involucrada con la población minera y agricultora de Boyacá, que trabaja para impulsar el surgimiento de economías modernas que les den la oportunidad a nuevas generaciones de formarse para modernizar la tradición minera y agropecuaria, el ecoturismo y otros servicios.
FOTO: IVÁN VALENCIA
Carbón, la base de todo
Hacia la formalidad
Cucunubá, el municipio con mayores extracciones de carbón de Cundinamarca, se enfrenta a los retos de la formalización. En el proceso, hay quienes ya están empezando a ver los beneficios.
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Periodista de Especiales Regionales de SEMANA.
l 23 de junio de este año una explosión de gas metano destruyó el socavón principal de la mina La Guasca, en Cucunubá, Cundinamarca. La detonación fue tan fuerte que también derrumbó parte de El Cerezo, otra exploración cercana. En la primera mina quedaron atrapados ocho mineros; en la segunda, cinco. Todos fallecieron. Cuando las autoridades llegaron al lugar del accidente –la vereda Pueblo Viejo, en las afueras del municipio–, los túneles estaban destruidos y las entradas, bloqueadas. En poco tiempo se estableció que una de las minas no tenía permisos para explotar el mineral y la otra poseía un título minero vigente pero no contaba con la licencia ambiental. No es un secreto que la minería ilegal es dinero rápido. “Un trabajo en la mina da plata, porque la quincena más mala es de 800.000 o 1 millón de pesos, y la buena supera los 2 millones”, le dijo Amalia, suegra de uno de los mineros fallecidos, a Leonardo Botero, periodista de El Espectador, el 25 de junio. Tampoco es un secreto que las posibilidades de que ocurra una
La ANM ha visitado el municipio con miras a agilizar la formalización de algunas minas y oficializar el cierre de otras.
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La minería es una actividad fundamental para la economía de este municipio. Su futuro depende de la formalización.
FOTO: JULIÁN GALÁN
María Andrea Muñoz Gómez
tragedia son bastante altas: Amalia también perdió a su esposo en un episodio similar años atrás. Existen cifras que indican que, en Colombia, por cada explotación legal de carbón hay dos ilegales, que el 80 por ciento de los accidentes mineros ocurren en estas minas, y que estos se incrementan cuando los precios de venta suben. Lamentablemente, Cucunubá ha sido escenario de estas situaciones. Según la Agencia Nacional de Minería (ANM), de los 2,45 millones de toneladas de carbón que Cundinamarca extrajo en 2016, poco más de 700.000 corresponden a este municipio, el que más produce en el departamento y uno de los que más podrían beneficiarse de la minería bien hecha. Desde que ocurrió el accidente, el 23 de junio, los ánimos en Cucunubá han estado agitados. La ANM ha visitado el municipio con miras a agilizar la formalización de algunas minas y oficializar el cierre de otras. Durante cada visita, aun con casco y overol, los mineros esperan fuera de la Alcaldía a que alguien les dé razón de su futuro, y vuelven a las minas sin novedades para comunicar a sus compañeros. “Necesitamos dos cosas –asegura Guillermo Quintana, minero tradicional cucunubense–, que los entes de control se comprometan a agilizar los trámites y los interesados a cumplir la norma”. Quintana encabeza una empresa familiar que inició cuando su abuelo, hace un siglo mal contado, encontró un afloramiento de carbón en la misma
Pequeña es solo una palabra montaña en la que hoy están las bocaminas que administra su nieto. A pesar de que llevan décadas en el negocio y de que conocen los mantos de carbón de esa montaña como las palmas de sus manos, los Quintana están en proceso de formalización de su empresa. “Como pequeño minero, usted tiene que definir cómo quiere pensar su compañía. Si piensa que es el futuro de sus hijos, tiene que cultivarla y proyectarla; si cree que es pasajero, bájese del bus”, dice Guillermo. La Motua, una de las bocaminas de las que Quintana extrae el mineral, es artesanal, pero la intención de que la empresa alimente a más generaciones es evidente. Se nota en los marcos de acero que cada dos metros refuerzan la estructura del socavón principal y en los tableros que hora tras hora reportan la cantidad de gas presente en los túneles. También es evidente
Hablamos con el viceministro de Minas sobre la formalización de pequeños mineros en la
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en las elecciones que han hecho sus hijos: la mayor maneja las finanzas de la mina, el del medio estudia ingeniería ambiental, y el menor, ingeniería de minas. Este último se llama Camilo, y con 22 años ya recorre la mina con facilidad y conoce todos los elementos que hay dentro de ella, como los refuerzos de acero, los tableros, los nichos de seguridad y las zonas de ventilación. Los fines de semana, Camilo lleva a sus compañeros de estudio a visitar la empresa, porque, dice, pocos de los que cursan esta carrera tienen la oportunidad de ver cómo funciona una mina de verdad. Camilo no es el único que ha salido del pueblo para estudiar una profesión relacionada con el negocio familiar, y el objetivo es que no sea el último. Su papá asegura que, como sus hijos, los jóvenes cucunubenses se han dado cuenta de que la minería legal es una actividad a la que se pueden dedicar. Se podría decir que la formalización –y también el carbón– es lo que le ha dado cuerda al esfuerzo familiar de los Quintana. A diferencia de otros que abren socavones improvisados y de afán cuando el precio del carbón repunta en Europa, Asia o incluso en Colombia, ellos ya van por otro camino: uno con miras al futuro.
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Desarrollo Carbón, la base de todo
sostenible
Generar alternativas sostenibles en zonas de páramo y alta montaña es el propósito de Boyacá BIO. Un ambicioso proyecto que le está cambiando la cara al departamento y le retribuye a la naturaleza por el impacto causado por la minería.
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l departamento de Boyacá cuenta con una diversidad geográfica que se destaca por el valle del río Magdalena, la cordillera Oriental, el altiplano cundiboyacense y el piedemonte de los Llanos Orientales. Una particularidad que permite la existencia de casi todos los climas, desde el calor asfixiante de Puerto Boyacá (35 ºC), hasta las temperaturas bajo 0 en las nieves perpetuas de la Sierra Nevada del Güicán y el nevado del Cocuy. Las abundantes zonas de páramo y alta montaña lo han convertido en un departamento rico en agua, surcado por numerosos ríos, lagos y lagunas. Sabiendo que el 70 por ciento de la población colombiana toma agua que proviene de los páramos y que estos territorios se encuentran en peligro, la Gobernación de Boyacá se puso como meta proteger estos ecosistemas. “El debate de los páramos es un debate del futuro”, afirma Herman Amaya, director del Departamento Administrativo de Planeación de la Gobernación. “Si Colombia pierde los páramos pierde vida”. Justamente para evitar esta pérdida se diseñó Boyacá BIO, un programa de desarrollo verde soportado en la generación de conocimiento a partir de la constitución de alianzas estratégicas que permitan la sostenibilidad ambiental y mejoren la competitividad del departamento. Para Amaya, esta es la apuesta más importante de la Gobernación porque “garantiza desarrollo verde, crecimiento económico sostenible, respeto hacia el medioambiente y, sobre todo, protege un recurso
Son 62.680 millones de pesos provenientes de las regalías los que se destinarán para financiar este proyecto.
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vital, el agua, y por tanto el futuro de los boyacenses”. Boyacá BIO trabaja con la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y otras universidades de la región, empresas privadas, la sociedad civil y recursos del Estado (a través de la Gobernación). Es, sostiene Amaya, una alianza que reconoce “a todos los actores sociales y ambientalistas como actores fundamentales del desarrollo”. El programa contempla siete estrategias, entre las que se encuentra Expediciones Bio, para recorrer el departamento documentando sus hallazgos y entender la biodiversidad, cómo hacer bioprospección y de qué manera proteger los recursos naturales. Para su ejecución cuenta con 5.000 millones de pesos. Así mismo, se proyecta realizar dos convocatorias públicas. Una para promover investigación y desarrollo en biodiversidad, Convocatoria I+D, y otra, la Convocatoria Innovación, para producir innovación y desarrollo de productos a escala comercial que permitan encontrar la sostenibilidad económica de los ecosistemas. Cada una recibirá 5.000 millones de pesos procedentes del Fondo CTel de Colciencias. Con la convocatoria I+D el objetivo es impulsar la generación de conocimiento, desarrollo tecnológico y productivo, así como fortalecer capacidades de investigación científica en temas como biodiversidad y gestión sostenible. Si se tiene en cuenta que la Sentencia C-035 de 2016 de la Corte Constitucional prohibió las actividades mineras y agropecuarias en zonas de páramo, pero no tuvo en cuenta a los campesinos que obtenían su sustento de los cultivos o del ganado que se encuentran en ellas, la Con-
Frailejones en el páramo de Ocetá, en el municipio de Monguí, Boyacá.
FOTO: 123RF
vocatoria Innovación genera alternativas de crecimiento verde. Boyacá BIO busca brindar soluciones para hacer restauración y planear qué actividades económicas serían viables en las zonas de páramo. Las convocatorias para estos tres programas están abiertas desde agosto. Con 24.033 millones de pesos se contempla la construcción de un espacio para la apropiación social del conocimiento, la educación y la cultura ambiental, la investigación, el encuentro de comunidades científicas de diferentes universidades e institutos, y la valoración de colecciones biológicas. Entre otros espacios, contará con áreas de exposiciones adicionales al Museo de Historia Natural y un orquideorama. “Queremos que cuando la gente diga ‘yo quiero conocer un páramo’, vaya a Boyacá. Que nuestro departamento se convierta en un referente nacional de biodiversidad de alta montaña”, manifiesta Amaya. La Gobernación destinará 62.680 millones de pesos provenientes de recursos de regalías para la financiación de estos proyectos. El 90 por ciento del programa Boyacá BIO se enfoca en zonas de páramos y alta montaña, entre los 2.700 y 4.800 metros sobre el nivel del mar, la misma altura a la que opera la minería. De modo que el uso de estos recursos es una forma de retribuirle a la naturaleza, por medio de investigación y desarrollo verde, el deterioro ambiental que sufrió a causa de las actividades extractivas. Boyacá BIO ha contado con el permanente apoyo de actores como Colciencias, el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Corporaciones Autónomas Regionales (Corpoboyacá, Corpochivor, Corporinoquia y CAR Cundinamarca) y la cofinanciación del gobierno británico, por medio del Fondo Newton, en un proceso de cooperación internacional por 4 millones de libras esterlinas (más de 5 millones de dólares) en especie, durante cuatro años, para fortalecer las capacidades científicas del departamento.
Capítulo
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Carbón, la base de todo
Solidez y experiencia Una de las tres comercializadoras de carbón más importantes del mundo realiza su operación en mercados internacionales con carbón extraído en Colombia. Este año, Trafigura espera exportar a través de nuestros puertos 1,5 millones de toneladas. 112
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FOTO: MIKE ABRAHAMS
de toneladas entre carbones térmicos y coquizables y coque. Por eso la multinacional se ha preocupado por establecer acuerdos que consisten en seguir una estrategia de compra continuada para proteger al minero de los drásticos cambios del mercado, lo que genera una estabilidad económica y la posibilidad de mantener una producción eficiente. Una postura que además de llamar la atención da tranquilidad, gracias a noticias como los precios con tendencia al alza que se registran desde agosto de 2016. Sin embargo, esta compañía ha aprovechado su solidez para demostrar que está comprometida con el mercado, a través de una amplia red internacional que permite conectar a los productores de carbón con los usuarios finales y de esta manera fomentar el crecimiento de la actividad minera de forma responsable, al hacer uso de su infraestructura y cadena logística.
a calidad del carbón que explotan los mineros del interior del país, especialmente del departamento de Norte de Santander, llamó la atención de un gigante de esta industria, con oficinas en 36 países y unas cifras extraordinarias: en 2016 comercializó 40 millones de toneladas de este mineral. La compañía Trafigura, de origen holandés, puso sus ojos en Colombia y a través de alianzas ha desarrollado una actividad que impacta las economías locales, el mercado y la vida de las regiones mineras. Este año la meta es superar los resultados y alcanzar las 47 millones
La operación de Trafigura recorre el océano hacia diferentes puertos en Europa.
Trafigura ha establecido acuerdos para la compra permanente de carbón a pequeños mineros colombianos.
Persistir, la clave Desde el cierre de la frontera con Venezuela, Trafigura se convirtió en el único jugador permanente en Norte de Santander que comercializa carbón colombiano. La expectativa es que este año se logren comercializar más de 500.000 toneladas de este mineral que solía pasar por el país vecino, y así no afectar empleos ni la estabilidad de los mineros y transportadores de nuestro país. Además, su operación en Colombia se ha ratificado como una de las más eficientes y limpias, por lo que su presencia se mantendrá a largo plazo. Trafigura comercializa toda la gama de calidades térmicas del carbón en los principales puntos de origen y mercados del mundo. Sus operaciones se originan, además de Colombia, desde Indonesia, Rusia, Australia, Sudáfrica y Estados Unidos; y se concentran en el abastecimiento, almacenamiento, mezcla y entrega del carbón. Los clientes que acuden a esta compañía lo hacen en busca de valiosos servicios de intermediación y logística que evolucionan de acuerdo con los cambios en los patrones de comercio que afectan los precios. Convencida de su aporte al mercado, la compañía espera seguir creciendo y robusteciendo, en el caso de Colombia, su actividad a través de los puertos de Buenaventura, Santa Marta y Barranquilla. Paralelamente fortalecerá las iniciativas sociales que ha desarrollado en Boyacá, Cundinamarca y Norte de Santander para contribuir al mejoramiento de las condiciones ambientales, de salud y educación en las comunidades que se encuentran en las inmediaciones de su operación.
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Carbón, la base de todo
Los paisajes de la minería Más de la mitad de las 1.300 minas de carbón de Boyacá están en la provincia de Sugamuxi. Una región de escenarios naturales impresionantes y de pueblos entrañables donde la actividad extractiva convive con la vida rural.
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l corredor industrial de Boyacá está ubicado en pleno corazón de la provincia de Sugamuxi, cuya ciudad más importante es Sogamoso, un municipio de 120.000 habitantes. En torno a ese centro urbano se encuentran las líneas de los ferrocarriles privados que nutren a las factorías y un aeropuerto comercial para aeronaves pequeñas que conecta con departamentos como Casanare, Arauca, parte de Santander y Cundinamarca. Sogamoso, la segunda ciudad del departamento, está a tres horas largas de Bogotá, en medio de un paisaje en el que montañas de puro hueso de roca expelen altos chorros de un polvo blanco que parece humo. Estos chorros salen de unos entables poco menos que artesanales a los que se llega por caminos pellizcados en la pendiente. Se trata de las minas de cal de donde se extrae la materia prima para fabricar fertilizantes. Casi frente a estas montañas, sobre un valle generoso de tierra verde, se alzan torres, tanques y chimeneas de cementeras y acerías, vastos complejos entreverados unos con otros que se antojan la visión de un futuro industrial en ciudadelas metalizadas. Al anochecer, los reflectores alumbran cada torre, cada tanque, y arrojan sombras enormes de formas esqueléticas contra el suelo. Sogamoso es un paso obligado para quien desea visitar algunos de los pueblos más bellos y conservados de esta región del país. En Monguí, por ejemplo, es posible recorrer las calles empedradas, apreciar las casas del siglo
En Sugamuxi están las minas que producen el carbón térmico, obtenido de las tierras colindantes, para generar energía. 114
Tres pueblos que vale la pena visitar en Boyacá: 1. Sogamoso. 2. Iza. 3. Monguí.
FOTO: SANTIAGO ESCOBAR -JARAMILLO / SEMANA
Pequeña es solo una palabra
SUGAMUXI
ESTO ES SUGAMUXI Además de ser una provincia carbonera, en Sugamuxi existen atractivos turísticos que llaman la atención como el Templo del Sol de los chibchas en Sogamoso, el lago de Tota en Aquitania, Tota y Cuítiva, las artesanías originales de Nobsa y las termales en Iza.
FOTO: IVÁN VALENCIA
XVIII, comprar sus famosos balones de fútbol y visitar el cercano páramo de Ocetá. En Iza vale la pena sentarse en una banca del parque central, bajo urapanes y pinos enormes, para apreciar los acabados decimonónicos de la arquitectura: gigantes portones de madera, aldabas en hierro herrumbroso, paredes blancas en tapia pisada y tejados en barro cocido. Todas las carreteras auxiliares de la provincia confluyen en la autopista Tunja-Briceño-Bogotá. Los surcos tecnificados de cebolla junca y los vastos potreros donde pasta el ganado lechero a cada lado de la carretera anuncian que se está dejando atrás la provincia de Sugamuxi, con sus huellas de industria pesada y sus paisajes que invitan a disfrutar sus pueblos pintorescos. Sugamuxi, después de todo, es una región minera, pero también una que conserva lo mejor del campo colombiano. 115
Cuenta con título minero y licencia ambiental para iniciar operaciones
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Realiza inversiones
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Paga impuestos y regalías
para generar progreso económico y social en las regiones
en regalías, el sector minero ha aportado +$10 billones en los últimos 5 años
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La promueven e impulsan
Dialoga y socializa los proyectos con las comunidades
el Ministerio de Minas y Energía, la Autoridad Minera y el sector minero
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Genera empleos formales
Cuenta con un plan de cierre de minas, que reduce y mitiga el impacto ambiental, para dejar un ambiente saludable y recuperar el paisaje intervenido
1.750.000 empleos con altos estándares de seguridad social e industrial
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Es regulada y fiscalizada
por: Autoridad Minera, Autoridad Ambiental, MinTrabajo, Dian, Contraloría, Procuraduría, personería municipal, alcaldías y veedurías ciudadanas
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Emplea métodos con tecnología limpia NO utiliza mercurio
Cuenta con un plan de diseño minero y uno de manejo ambiental que permiten realizar una explotación sostenible
tta i a c i Í l i n Ó i c a o l t exp de min erales no cuenta con un tÍtulo minero
ni con licencia ambiental, pero aun así opera
1 no realiza inversiones
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no paga impuestos establecidos en la ley
por el contrario, se roban los recursos de todos los colombianos
y en algunos casos está vinculada a los grupos al margen de la ley
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no tiene en cuenta a las comunidades
la controlan y persiguen
y amenazan a quienes se oponen a su actividad
las alcaldías y el Ministerio de Defensa Nacional
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no ofrece condiciones laborales formales;
no cuenta con un plan de cierre de minas
dejan pasivos ambientales, es decir, áreas abandonadas y contaminadas
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no es regulada ni fiscalizada
es perseguida por la Fuerza Pública
6 utiliza materiales contaminantes
sin control alguno, entre ellos el mercurio
sin estándares de seguridad e higiene, sin prestaciones y sin garantía laboral
no cuenta con un plan de diseÑo minero ni un plan de manejo ambiental, extrae minerales
de forma antitécnica, contamina y destruye el entorno, con riesgo potencial para la salud de los empleados y la población
www.minminas.gov.co
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ministeriominasyenergia
(1) 2200 300
@MinMinas
Ministerio de Minas y Energía
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FOTO: DAVID AMADO PINTOR
Carbón, la base de todo
Fuerza minera En nueve años de historia, la Fundación Milpa ha invertido cerca de 11.000 millones de pesos en obras sociales que han dibujado sonrisas en Samacá y algunas zonas aledañas.
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ara los agricultores el término ‘milpa’ significa “tierra destinada al cultivo de maíz”, pero para los más de 10.000 beneficiarios de la Fundación Milpa en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca y Magdalena, esa palabra está relacionada con calidad de vida y satisfacción de necesidades. Y aunque la sede principal queda en Bogotá, la oficina ubicada en el municipio de Samacá es la más frecuentada. De esta población boyacense, donde nació la primera textilera de Colombia y se fabricó el paño más exclusivo para mesa de billar, son Miguel Parra y su familia, creadores de la empresa productora y exportadora de coque metalúrgico C.I. Milpa S.A., quienes han querido retribuirle su éxito a estas tierras con los proyectos sociales que desde 2008 ha llevado a cabo la fundación de su compañía. 118
La pequeña y mediana minería, bajo lupa, en palabras de un experto.
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A la oficina de Samacá diariamente acuden decenas de personas para compartir sus peticiones y sugerencias. Dice Helmer Roldán, director de la Fundación Milpa, que la mayoría de los proyectos que ejecutan son aquellos que los pobladores más solicitan. “Por lo general los habitantes encuentran las necesidades y nosotros actuamos de la mano con ellos y el Estado”. La responsabilidad social empresarial es un asunto que va más allá de querer cumplir con la ley. Su área de influencia son los municipios de Ráquira, Samacá y Socha (Boyacá), Guachetá (Cundinamarca) y Sitio Nuevo (Magdalena) pero la fundación ha trabajado en otras zonas de estos departamentos. “Se podría limitar a pagar impuestos y hacer cosas pequeñas, pero no, porque para Milpa se trata de un tema muy humano e importante”, asevera Roldán.
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FOTO: CORTESÍA MILPA
Pequeña es solo una palabra
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Único en Boyacá En la vereda Tibaquirá, del sector La Batea de Samacá, se alza un edificio de dos plantas y 1.800 metros cuadrados. Se trata del Centro de Atención y Desarrollo de Habilidades Especiales Angelita Castiblanco de Parra, una ciudadela para personas en condición de discapacidad, abierta para todos los que requieran de sus servicios. Su construcción fue iniciativa del ingeniero Carlos E. Parra, gerente general de Milpa, cuando se enteró del alto porcentaje de la población con necesidades específicas en su pueblo (400 entre cerca de 20.000 habitantes). El proyecto inició en 2008 y entró en operación en 2013. La Fundación Milpa se encargó de la edificación y su dotación con una inversión cercana a los 3.000 millones de pesos. Rehabilitación terapéutica, terapia ocupacional, física y del lenguaje son los servicios que presta el centro. También se puede acceder a consultas de psicología, fisiatría y rehabilitación. Todas son gratuitas. “El objetivo es brindar una buena atención en un espacio cómodo y moderno”, explica Lina Rivera, fonoaudióloga y directora del lugar que, además, cuenta con gimnasio y una amplia piscina para hidroterapia. De hecho, tienen hasta un bus completamente adaptado, con una rampa que fue traída desde Estados Unidos para facilitar el acceso a personas con limitaciones para su movilidad. En este vehículo se transporta de manera gratuita y puerta a puerta a los 25 usuarios que asisten a diario. “Es el único centro
1. Aula de informática del colegio Rincón Santo. 2 y 3. Imágenes del Centro de Atención y Desarrollo de Habilidades Especiales Angelita Castiblanco de Parra en Samacá, Boyacá.
Del ‘poli’ no solo se benefician 800 estudiantes, sino todos los que quieran disfrutan de un partido de ‘micro’.
de rehabilitación que hay en Boyacá. Es una maravilla y yo me siento muy feliz de lo que es y de la proyección que tiene”, agrega Rivera. El ‘poli’ En Samacá, en la vereda El Gacal, sobresale el Polideportivo de la Institución La Libertad, donado por la Fundación Milpa en febrero de 2012. Del ‘poli’, como le llaman, no solo se benefician los 800 estudiantes del colegio, sino todos los que quieran disfrutar de un partido de microfútbol, mejor conocido como ‘cotejo’, o de alguna celebración comunal, como una reunión de padres o la tradicional misa dominical. El espacio se presta para todo. Cuenta Roldán que este sector es estratégico. “Es uno de los lugares donde más confluye la comunidad”. Por eso, antes de ejecutar un proyecto, hacen un estudio de viabilidad. “La idea es que las obras puedan tener un verdadero impacto y alcance”, advierte Roldán, mientras observa a un grupo de niñas que entrena en el ‘poli’. Se trata de los equipos infantil y juvenil de microfútbol femenino, que se preparan para representar a su colegio en el torneo provincial. 119
Carbón, la base de todo
dación es “la fuerza minera abriendo caminos de progreso social”, y esa es la frase que pronuncia cuando se refiere a alguna de las más de 100 obras sociales que han entregado en Samacá. Amoblaron con 374 sillas el Auditorio Municipal Camsicá, que abrió sus puertas en 2015. “Es un espacio cultural que le ha servido a la comunidad para hacer foros, practicar danzas, teatro, proyectar películas… La primera que mostramos fue ‘El abrazo de la serpiente’”, recuerda Helen López, administradora del auditorio. La fundación también es responsable de la Planta de Trata-
FOTOS: DAVID AMADO PINTOR
Se ha trabajado en la prevención y detección del cáncer de mama y de próstata en 100 de los 123 municipios boyacenses.
Natalia Arévalo es la capitana, está agitada y no pierde de vista el balón. Su profesor de educación física, Freiman Castro, dice que la altura influye en el desempeño, “sin embargo, es una gran deportista”. Ella, quien cursa noveno grado, cuenta con gracia que permanece en este lugar “siempre que se pueda”. Y su profesor resalta que este espacio ha permitido mejorar la condición física y habilidades deportivas de los estudiantes. Antes, los jóvenes entrenaban en un pequeño coliseo. Hoy cuentan con un escenario adecuado, donado por el colegio y construido por la Fundación Milpa. La inversión fue de 500 millones de pesos, una suma que aumenta con el tiempo, pues la fundación contribuye a su mantenimiento. Pronto se entregará un espacio adicional con baños y camerinos. Cultura y salud Roldán, reconoce que lo más importante de todas estas acciones es el efecto social. De hecho, el lema de la fun120
Arriba: Polideportivo de la Institución La Libertad. Abajo: fachada del Centro de Atención y Desarrollo de Habilidades Especiales Angelita Castiblanco de Parra.
miento de la vereda Gacal, que ha beneficiado con agua potable desde 2014 a más de 250 familias, que de hecho aportaron para la construcción de la misma. Cuenta María de Cruz, mientras riega su cultivo de papa, que “se nota la calidad del agua, los niños ya no se enferman”. Contribuir al bienestar de los niños y jóvenes en Samacá es prioridad. En junio de 2017 se hizo entrega de un aula de informática para el colegio Rincón Santo, dotada con 15 computadores nuevos, escritorios, un video beam y acceso a internet. En nueve años, la Fundación Milpa ha invertido cerca de 11.000 millones de pesos que se han visto reflejados en 200 obras sociales, que van desde infraestructura hasta programas de salud en tres departamentos de Colombia.
FOTO: IVÁN VALENCIA
Carbón, la base de todo
Hijos del carbón
FOTO: IVÁN VALENCIA
Las poblaciones de la provincia de Valderrama consiguieron superarse gracias a este mineral. En los años setenta logró ir a la universidad la primera generación de jóvenes locales y hoy son muchos los habitantes que se enorgullecen del futuro que han labrado trabajando en las minas.
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Pequeña es solo una palabra
VALDERRAMA
HECHO EN BOYACÁ Valderrama es una de las 13 provincias y dos distritos especiales de Boyacá. Por sus pueblos coloridos, de clima frío y templado, se pasean los viajeros.
osé Santos Goyeneche tiene 73 años. Sombrero, ruana, botas pantaneras. Empezó en la minería de carbón hace 38 años, luego de haber sido cultivador de papa y policía. La gente que lo distingue lo llama por su primer apellido. Además de respeto, le profesan el cariño que se le tiene a un abuelo entrañable. Para no pocas personas dedicadas al trabajo de la minería de carbón en los municipios de Socha y Socotá, Santos es el paterfamilias. “Antes de la minería, acá se vivía de cuidar una vaquita. Se sembraba maíz, trigo y papa, pero para el sustento, porque eso no daba plata”. Las familias de campesinos estaban resignadas a la pobreza de la vida en el campo colombiano. “Luego pudimos empezar la minería de carbón y esto cambió. Los jóvenes que hoy trabajan en el socavón comen bien, tienen pago el servicio de salud, llevan plata a su casa y pueden comprarse una moto”. La primera generación de estos pueblos que pudo estudiar en una universidad lo hizo en los años setenta, luego de que sus familias hubieran despegado en el trabajo minero. Padre de tres hijos, Santos se enorgullece de ser dueño de una empresa minera que emplea a casi 100 personas en toda la cadena productiva: desde el hombre de 25 años que pasa jornadas de ocho horas extrayendo a punta de pica la roca del manto de carbón, pasando por el ingeniero que procura el cumplimiento de los protocolos de extracción, hasta los que se dedican a comercializar ese carbón. “Así nos tengan rabia, somos los que ponemos la plata para que la economía de esta región funcione. Hace 50 años no había comercio por acá. Ahora hay almacenes de ropa, restaurantes, hoteles, tiendas, porque la gente tiene plata para comprar. Y esa plata la pone la minería de carbón”. Socha, Socotá, Jericó y Paz de Río son los cuatro municipios que podrían denominarse el corazón minero de la Provincia de Valderrama. De sus entrañas salen, al menos, 1 millón de toneladas de carbón coquizable. Su paisaje es un devaneo por serranías rocosas y también cumbres arropadas con suave hierba, salpicadas de árboles nativos, pinos y eucalíptos. Y cada tanto, este verde es interrumpido por una bocamina o un entable del que cuelga una tolva en la que se deposita el carbón recién extraído. Socha y Socotá gozan de un clima similar, con una tempratura que alcanza los 15 grados. Jericó es más frío. Situado a 3.100 metros sobre el nivel del mar, es el tercer pueblo más alto del país y su temperatura promedio es
de 10 grados. Paz de Río resulta más cálido. Con 18 grados y 2.200 metros de altitud, ha sido un referente histórico de la economía extractiva de Boyacá. Además de carbón, sus tierras también son ricas en hierro. Al pie de la bocamina principal de la empresa de Santos está la casa con las oficinas. En la pared del pasillo central cuelgan cuadros y tablas con información técnica. Un cartel ubicado en la entrada de la mina dice: ‘Lo más importante que debe salir de la mina es el minero’. Santos se queja de la mala fama que le ha brotado a la industria extractiva en general: que contamina las aguas, estropea el paisaje y causa deslizamientos de tierra. Los mineros se defienden diciendo que los cuestionamientos son más ideológicos que técnicos. Santos también critica las vías que conectan las minas con las cabeceras municipales. Todas son rupturas de tierra desgarrada sobre la silueta de la montaña, en las que apenas se mueven vehículos de doble tracción. El otro problema es la fuga del capital. La gente critica a las compañías mineras por supuestamente llevarse toda la plata de esas tierras para gastarla en Bogotá. “¡Dígales a los mineros que dejen la plata aquí!”, le espetó un lugareño del municipio de Socha a este equipo periodístico. Santos defiende su empresa: “Cada ocho o 15 días vengo a pagarles a 60 trabajadores. Calcule cuánta plata circula cada 15 días por aquí y esta no es la única mina”.
Socha, Socotá, Jericó y Paz de Río son los cuatro municipios que podrían denominarse el corazón minero de la Provincia de Valderrama.
Fue policía y cultivador de papa. Pero hace 38 años, José Santos Goyeneche decidió dedicarse a la minería de carbón.
La vida minera también transcurre en Sugamuxi, otra provincia boyacense con encanto. Recórrala en la
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Carbón, la base de todo
Pioneros de la industria
Con más de 35 años de experiencia, una operación integrada que incluye centros industriales para la fabricación de coque con 600 hornos de última tecnología y 980 colaboradores directos, Carbocoque ejerce su labor con calidad, acorde con estándares internacionales.
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100 kilómetros de Bogotá, en el corazón de la región metalúrgica de Colombia, se realiza la operación de Carbocoque, una empresa productora de carbón y coque con más de 35 años de experiencia. Son minas subterráneas de las cuales se extraen 250.000 toneladas de carbón metalúrgico cada año, con un centro industrial de distribución ubicado en Lenguazaque, Cundinamarca. Además, cuenta con otros cuatro centros donde produce cerca de 500.000 toneladas de coque anuales para exportación. Carbocoque fue la primera empresa exportadora de carbón siderúrgico y de coque metalúrgico del país. Sus primeros destinos fueron Perú y Brasil, a siderúrgicas que requerían el material para la producción de acero. A partir de 2002 comenzó su diversificación, con la apertura de las puertas del mercado europeo para Colombia. En pocos años pasó de enviar su producto únicamente a Estados Unidos, Perú y Brasil para llevarlo a todos los mercados del Viejo Continente. En los últimos cinco años, Carbocoque ha enviado cerca de 2 millones de toneladas de coque a más de 25 países. Sus directivos coinciden en que la regularidad y alta calidad del producto son lo que les permitió entrar al mercado internacional. El carbón que produce tiene un porcentaje de materia volátil que está entre el 18 y el 28 por ciento y el porcentaje de azufre siempre se mantiene por debajo del 0,7 por ciento. En los laboratorios de la compañía se realizan cerca de 17.000 análisis mensuales para certificar que se está entregando un producto homogéneo para el consumo de los clientes, un seguimiento desde que el carbón sale de las minas hasta que el coque llega a la
Desde sus inicios, la organización ha implementado un programa que prioriza el empleo para madres cabeza de familia.
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mil toneladas de carbón metalúrgico son extraídas cada año en las minas subterráneas de Carbocoque.
FOTO: JULIÁN GALÁN
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Pequeña es solo una palabra
planta del consumidor final para así garantizar su calidad. Competitividad superior Carbocoque es una de las empresas extractoras de carbón que se encuentra en el centro del país y que para exportar su producto debe enviarlo en camiones, a lo largo de 920 kilómetros hasta el puerto de Barranquilla. A pesar de esas dificultades logísticas, gracias a la experiencia de la compañía y mediante un control riguroso de costos, ha podido ser competitivo en diferentes escenarios. De hecho, debido a los cambios en el precio del carbón que hubo en los últimos tres años, y a la disminución en la demanda, muchas productoras debieron cesar su operación. Carbocoque, por el contrario, continuó con exportaciones de, al menos, un barco mensual durante este tiempo y no tuvo que hacer recortes en la mano de obra que hoy asciende a 980 empleados contratados directamente por la empresa.
La seguridad de sus trabajadores y el bienestar de las comunidades es la prioridad de Carbocoque.
Explotación segura Desde que comenzó operaciones, la seguridad de sus trabajadores y el bienestar de las comunidades donde opera ha sido la prioridad de Carbocoque. En la zona de Cundinamarca, en la que se desarrollan las operaciones mineras, el contenido de metano es reducido; sin embargo, todas las minas cuentan en su interior con auxilios de ventilación mecánica. Para cumplir el objetivo de tener cero accidentes fatales se diseñó un programa de seguridad alineado con estándares nacionales e internacionales. Además, permanentemente el personal es capacitado en seguridad y salud ocupacional. En 2015 el equipo de salvamento minero de la compañía, conformado por un grupo de mineros profesionales de la empresa, ocupó el primer lugar en Colombia en las Olimpiadas Nacionales de Seguridad y Salvamento Minero y representó al país el año pasado en la Competencia Internacional de Salvamento Minero que se realizó en Gran Subdury, Canadá. 125
FOTO: JULIÁN GALÁN
Carbón, la base de todo
Educación y oportunidades académicas Desde 2013, Carbocoque, de la mano de la Alcaldía de Guachetá, en Cundinamarca, y la Universidad Nacional Abierta y a Distancia ha otorgado 107 becas completas semestrales para carreras relacionadas con ingeniería ambiental, ingeniería industrial y administración de empresas. La compañía les da la oportunidad a los jóvenes que obtengan los mejores resultados en las pruebas Saber y que no cuenten con los recursos para ingresar a la educación superior. Al culminar sus estudios, los jóvenes beneficiarios tienen las puertas abiertas para vincularse a la compañía si así lo desean. Pensar en verde Las operaciones mineras de Carbocoque son subterráneas, amigables con el medioambiente, y no utilizan productos químicos ni tóxicos. Con el objetivo de contribuir a la preservación de la biodiversidad en su área de impacto, la compañía implementó un programa de reforestación. A la fecha se han sembrado más de 150.000 árboles entre especies nativas y productivas, es decir, 1.550 árboles por hectárea.
La comunidad, en el ADN Todos los trabajadores están vinculados de manera directa con la compañía. Actualmente la empresa cuenta con 980 colaboradores, de los cuales el 94 por ciento es oriundo de los municipios de la zona. Desde sus inicios, la organización ha implementado un programa que da prioridad de empleo a madres cabeza de familia y actualmente trabajan 167 mujeres que representan el 17 por ciento de los empleados. Adicionalmente, de manera indirecta 6.500 personas se ven beneficiadas con la operación de Carbocoque por medio de la contratación de servicios de transporte y la compra de insumos, repuestos y suministros. Los proveedores de la región tienen prioridad. 126
La operación de Carbocoque es una de las más importantes que se llevan a cabo en Cundinamarca.
Una empresa con futuro Con el fin de cumplir su propósito de contribuir al desarrollo de las comunidades, Carbocoque apoya obras sociales como la remodelación de la Fundación Casa del Abuelo en Lenguazaque, la construcción e instalación de cuatro paraderos para el municipio de Guachetá o la remodelación de la Policlínica de Lenguazaque. Algunos de los lotes que tiene la compañía están siendo entregados en donación a las alcaldías de Guachetá y Lenguazaque para la construcción de un proyecto de 30 viviendas rurales de interés social. La idea es que en tres años el proyecto sea una realidad. La empresa espera producir este año 500.000 toneladas de coque. Una cifra extraordinaria que le permitirá seguir creciendo con el apoyo de la comunidad.
FOTO: IVÁN VALENCIA
FOTO: IVÁN VALENCIA
Carbón, la base de todo
La mina El Guayabo tiene carbón para 10 a 12 años más.
El Guayabo:
la mina verde
En Cerro Guayabo, una vereda cercana a Cúcuta y enclavada en la cordillera Oriental, una cooperativa de productores desarrolla uno de los proyectos carboneros más interesantes de la región.
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hectáreas de árboles nativos se han sembrado en la zona de influencia de esta cooperativa minera.
ocos kilómetros antes de llegar a la mina se empiezan a ver letreros que prohíben la tala de árboles y la caza de animales. El único terreno que no está lleno de vegetación es la carretera, que conecta las cuatro operaciones mineras que la Cooperativa de Productores de Carbón de Cerro Guayabo (Cooprocarcegua) tiene en el sector. Óscar Ortega, director del proyecto, calcula que han sembrado 20.000 árboles nativos en diez hectáreas y que esto ha permitido que especies como micos orejiblancos, armadillos, guartinajas e iguanas hayan vuelto al área. No esconde su emoción: al recorrer la operación, habla de cómo reutilizan el agua en los campamentos mineros, de las reforestaciones que han hecho en taludes abandonados y del
uso que les darán a las tolvas cuando las minas lleguen al final de su vida útil. Cooprocarcegua es una iniciativa que agrupa a varios productores y sus títulos mineros bajo un solo proyecto. Nació hace 22 años por cuenta de una iniciativa estatal con incentivos que pretendía integrar pequeñas áreas carboníferas y en este momento cuenta con 19 asociados y 327 empleados, de los cuales 209 operan en la mina El Guayabo. Trabajar de esta manera ha permitido que la cooperativa tenga una estructura organizacional integral: abarca desde maquinaria e infraestructura civil hasta medioambiente, seguridad y salud en el trabajo. La mina El Guayabo, la operación más grande de la cooperativa, extrae cerca de 16.000 toneladas de carbón térmico al mes, de las 19.000 que oferta la cooperativa en el mismo periodo. Está ubicada en el área rural de El Zulia, un municipio al noroccidente de Cúcuta que, de acuerdo con la Agencia Nacional de Minería, es el segundo productor de carbón de Norte de Santander. Ortega asegura que la minería es una actividad en la que es fundamental hacer inversiones adecuadas en el momento oportuno, y para ello toma como ejemplo el uso de madera inmunizada en El Guayabo. Esta madera ha pasado por procesos químicos que pueden alargar su vida útil hasta 20 años, y por eso es ideal para sostener las bocaminas y los túneles que componen la excavación. Su precio es más elevado, pero se disminuye drásticamente el uso del material y representa un ahorro, pues la madera cruda no aguanta más de un año. El Guayabo todavía tiene carbón para unos 10 a 12 años más. La mina, que además se destaca porque explota un manto que se considera delgado (apenas tiene un metro de espesor), es un ejemplo regional por el empeño que invierte en sus prácticas ambientales, de seguridad y, sobre todo, porque piensa en el legado que puede dejar.
Después de la tragedia del reactor nuclear de Fukushima, en 2011, el precio del carbón se disparó y muchas economías volvieron a usar el mineral con fines energéticos. 128
FOTO: ISTOCK
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Carbón, la base de todo
Cambiar vidas ¿Qué tiene que ver una compañía minera con huevos y gallinas? Pues desde 2008, la Fundación Coquecol ha invertido más de 6.500 millones de pesos para impulsar proyectos productivos con estos animales, además de capacitar docentes y abrir emisoras radiales en los colegios.
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uena extraño, pero cada fin de año es común ver a cientos de personas reunidas en algún auditorio para escuchar la rendición de cuentas de la Fundación Coquecol. En esos encuentros, muchos de los más de 6.000 beneficiarios de su fundación en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Norte de Santander expresan su agradecimiento y confiesan cómo les ha cambiado la vida. Cristina Munévar, directora de la Fundación Coquecol y Otto Giraldo, gerente general de Coquecol, hablan con orgullo del impacto que han generado en la comunidad las labores sociales a lo largo de estos nueve años en los que se han concentrado en cuatro líneas de acción: educación, proyectos productivos, colectivos de comunicación y voluntariado. Desde 2008, la inversión asciende a cerca de 6.700 millones de pesos y una cantidad de horas de trabajo con el propósito de mejorar la calidad de vida de los habitantes de los diferentes municipios donde Coquecol tiene influencia. Cuenta Giraldo que se trata de una misión complementaria a la razón de ser de la empresa. “Brindamos oportunidades de progreso”.
Los beneficiarios de Coquecol arrancaron su empredimiento con con una donación de 25 gallinas, ahora un solo proyecto puede alcanzar las 1.000 gallinas.
¡A aprender como debe ser! En el eje de educación se han beneficiado 5.000 estudiantes. Una de las principales tareas ha sido mejorar la infraestructura de más de 35 colegios. También la entrega de laboratorios. “Queremos que los estudiantes reciban sus clases en óptimas condiciones”, dice Giraldo. Para cumplir esta promesa, la fundación dona cada año más de 600 kits escolares “dotados con útiles indispensables de la mejor calidad”, afirma Munévar. Conseguir que los estudiantes estén a gusto y con disposición para aprender tiene que ver además con la calidad de las clases, por eso capacitar a los docentes es un asunto primordial que se ha llevado a cabo de la mano de profesionales del Sena y la Universidad Minuto de Dios. Este año, 300 docentes se especializaron en prácticas pedagógicas e investigación. La labor de la Fundación Coquecol, sin embargo, no solo se ha limitado a la educación básica. Desde 2016 ha entregado 54 becas para los alumnos más destacados de la región que han querido empezar sus estudios de pregrado en la Universidad Minuto de Dios. Manos a la obra Cundinamarca, Boyacá y Norte de Santander son departamentos agropecuarios por vocación. Uno de los propósitos de la fundación es que este sector sea competitivo para el beneficio de sus habitantes. Por eso desde hace nueve años ha
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FOTOS: JULIÁN GALÁN
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contribuido a la consolidación de más de 120 unidades productivas que mejoraron la economía de unas 1.200 personas. Entre los ejemplos de mostrar de proyectos productivos se destaca el de aves de postura para la venta de gallinas y huevos en Cundinamarca, Boyacá y Norte de Santander. La mayoría de los emprendedores arrancaron con la donación, por parte de la fundación, de 25 gallinas para cada uno. Así, la fundación ha donado más de 3.500 gallinas, que ponen cerca de 2.800 huevos diarios. En Norte de Santander también se desarrollan proyectos productivos de pollos de engorde, además de apro-
vechar las bondades de estas tierras para cultivar fresas, tomate y árboles frutales. Uno, dos, tres: grabando Esta, posiblemente, es la frase más escuchada en los establecimientos de las seis emisoras escolares que la Fundación Coquecol ha entregado. Llevar la radio a los colegios donde la compañía tiene presencia forma parte de la misión de los colectivos de comunicación que se conformaron hace cuatro años, con una inversión de 180 millones de pesos. Practicantes de Uniminuto enseñan redacción y vocalización. Muchos de los temas que abordan están relacionados con problemáticas del sector como violencia intrafamiliar, uso de drogas o embarazo adolescente. Munévar resalta el efecto positivo que ha tenido para los jóvenes estos colectivos que también incluyen prensa, teatro, producción audiovisual y danzas. Se convirtió en una manera muy eficaz de llegar a ellos: “Ocupan su tiempo libre en estas actividades con mucho compromiso, y así vamos formando líderes”.
En el eje de educación, una de las principales tareas ha sido mejorar la infraestructura de más de 35 colegios.
ALIADOS PARA CRECER
La participación de universidades y entes gubernamentales ha sido esencial para que la Fundación Coquecol pueda llegar a los lugares más necesitados de los departamentos de influencia.
Con carbón se produce cerca del 70 por ciento del acero del mundo.
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Carbón, la base de todo
En transición El uso de energías renovables permitirá que la dependencia del carbón disminuya con el paso de los años. Es necesario planear desde ahora esa transición para que no afecte el medioambiente, la economía ni la sociedad.
Luisa Fernanda Gómez Periodista de Especiales Regionales de SEMANA.
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os costos de las tecnologías de alta eficiencia y bajas emisiones de gas carbónico, que reducen las afectaciones generadas en el ambiente por la quema de carbón, dificultan que los países en vía de desarrollo – principales consumidores de carbón con fines energéticos– puedan acceder a ellas con facilidad. Para algunos representantes de esta industria, la comunidad internacional y los bancos mundiales deberían ayudar a que las naciones en desarrollo puedan costear esas tecnologías. Entre tanto, la quema de carbón seguirá siendo una de las principales causas del cambio climático, debido al dióxido de carbono (CO2) y otras sustancias contaminantes que libera a la atmósfera. Actualmente, el carbón representa el 40 por ciento de la producción de energía eléctrica en el mundo, una cifra que ha disminuido considerablemente desde mediados del siglo pasado, cuando representaba el 82 por ciento. La aparición de las energías renovables ha hecho que el consumo de carbón disminuya, al igual que su participación en la economía que aún sigue siendo protagónico. Ante esta realidad, la ONG ambientalista Greenpeace llama la atención sobre la necesidad de comenzar a pensar en un futuro sin carbón. No se trata de elimi-
Greenpeace desarrolló el año pasado un estudio donde presenta una serie de experiencias de transición en cuencas mineras de carbón. 132
nar de la noche a la mañana el uso energético de este mineral, sino de iniciar una transición con los mismos recursos económicos generados por la cadena productiva del carbón para convertirlos en una opción que beneficie al medioambiente, la economía y a la sociedad en general. “Cada vez va a ser menos lucrativo el uso del carbón”, afirma José Luis García, responsable del programa de cambio climático en Greenpeace España. Por lo tanto, sostiene, “es necesario planificar estrategias. El medioambiente no puede esperar al agotamiento de los recursos. Cuanto antes se dé la transición, será mejor y más barato”. En Colombia, el sector minero aporta el 2,1 por ciento del PIB, y dentro de este porcentaje, el 66 por ciento pertenece al carbón. Además, por lo menos 25 municipios derivan su principal sustento de esta actividad y dependen de la extracción, producción, comercialización y exportación del mineral. Las alternativas, por lo tanto, deben construirse con la misma población, escuchando sus preocupaciones y necesidades particulares para poder hacer una transición amigable hacia otras industrias. “La población puede adaptarse. No hay que engañarlos con espejismos, pues lo que está en juego es la supervivencia de la humanidad”, dice García. En consecuencia, los gobiernos tienen la responsabilidad de planificar el proceso, y el primer paso es la educación, que suele ser una de
FOTOS: CORTESÍA GREENPEACE
las barreras y debilidades generadas por la dependencia de la actividad minera. Greenpeace desarrolló el año pasado un estudio donde presenta una serie de experiencias de transición en cuencas mineras de carbón. El caso del cierre de Gelsenkirchen, en Alemania, en 2008, es un buen ejemplo: allí se crearon ocho centros de formación superior y más de 30 institutos de investigación para el transporte de materiales logísticos. “Esto supuso la contratación de más de 26.000 personas en 831 empresas”, reza en el informe, que agrega que la cuenca “ha pasado en 50 años de no tener ninguna universidad a acoger a más de 220.000 estudiantes”. Cada país debe determinar cuáles son las líneas de diversificación económica que pueden funcionar para sus poblaciones. En el caso colombiano, la respuesta probablemente esté en la agroindustria y el sector textil. Esta es una oportunidad también para las mujeres, marginadas del ejercicio minero. En la mayoría de los casos, el número de empleadas en las empresas mineras no supera el 10 por ciento. Con la transición,
“no tenemos que repetir el modelo masculinizado que ha ejercido la minería –asegura García–. Hay más oportunidades de desarrollo con ellas que sin ellas”. Lo importante ahora es hacer un planteamiento integral, realizar un plan de transición con antelación, evaluar las oportunidades que se pueden abrir con el cambio y usar los recursos económicos que genera el sector extractivo en ello.
Las emisiones de dióxido de carbono de las centrales términas de carbón están asociadas al cambio climático.
José Luis García, responsable del programa de cambio climático de Greenpeace España.
El único de los ferrocarriles en Colombia que no emplea diésel y derivados del petróleo es el Tren de la Sabana, que se mueve con carbón. 133
Carbón
El motor del Norte
Mina del Consorcio Minero de Cúcuta, ubicada en el cerro Tasajero, donde se extrae carbón coquizable. 134
FOTO: IVÁN VALENCIA
En los últimos años, la industria carbonera legal de Norte de Santander ha probado que es capaz de superar retos, mantener a flote la economía local y conservar el carbón como lo que es: un recurso que provee un futuro para el departamento en armonía con el medioambiente.
Pequeña es solo una palabra
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a Asociación de Carboneros del Municipio de Cúcuta y Norte de Santander (Asocarbón) tiene claro que no desarrolla una actividad libre de estigmas o retos. Sus cifras de producción demuestran que, si bien han tenido mejores momentos, no están dispuestos a desistir de las operaciones mineras que sus asociados tienen en marcha y que han permitido alimentar a familias del nororiente colombiano por décadas. De acuerdo con la Agencia Nacional de Minería, durante el primer trimestre de este año, Norte de Santander produjo 239.000 toneladas de carbón. De esta cantidad, el municipio de Sardinata es responsable del 28 por ciento; El Zulia del 27,7 y Cúcuta, 22,5 por ciento. Además, en su territorio hay 293 títulos mineros para explotación de carbón y el 98,59 por ciento de las regalías del departamento provienen de la explotación de este mineral.
La minería legal de carbón en el departamento genera, cerca de 22.000 empleos entre directos e indirectos.
Vivir sin Venezuela Colombia es uno de los pocos productores de carbón que exporta la mayor parte de su reserva carbonífera. Muestra de esto es que por cerca de 20 años el carbón de Norte de Santander viajaba al lago Maracaibo para zarpar hacia otros países desde los puertos de Venezuela. Sin embargo, con el cierre de la frontera en 2015 por orden del presidente Nicolás Maduro, gran parte de las empresas mineras colombianas de esta región no pudieron mantener la operación por los elevados costos y se cerraron minas, patios de acopio y plantas coquizadoras. “A pesar de eso, nos metimos en el reto de exportar desde Colombia”, cuenta Óscar Ortega, presidente de la junta directiva de Asocarbón. En ese momento Norte de Santander exportaba 120.000 toneladas de carbón mensuales y el cierre fronterizo llevó a que
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Óscar Mauricio Ortega Presidente de la junta directiva de Asocarbón.
La historia se parte con el cierre de frontera, algunos no siguieron con la operación por los costos al salir por puertos marítimos en el Atlántico, pero otros, a pesar de trabajar a pérdida, insistimos en continuar": Óscar Mauricio Ortega.
más de 200.000 estuvieran represadas en nuestro lado de la frontera. Con el tiempo se lograron movilizar 40.000 al mes, pero no era suficiente: la única opción era buscar una salida por Colombia. Fue así como llegaron a Gamarra, un municipio del Cesar a casi cinco horas de Cúcuta, que tiene un puerto en el río Magdalena y ofrece la conexión más rápida con Barranquilla y el Atlántico. En ese momento, las exportaciones cayeron tanto que el gobierno nacional y algunos privados unieron fuerzas para que el tránsito hacia Gamarra se hiciera de la manera más rápida y menos costosa posible. Entonces, se efectuaron descuentos en los peajes ubicados en el recorrido para llegar al puerto de embarque, se aumentó la cantidad y se le mantuvo el precio diferencial para la frontera al combustible requerido para el transporte del mineral y se otorgó disminución del valor de las regalías por medio de una resolución. Además, el puerto de Barranquilla acordó hacer varias modificaciones en su infraestructura para hacer más eficientes los tiempos de carga. Industria de oportunidades Asocarbón estima que la minería legal de carbón en el departamento genera, entre directos e indirectos, cerca de 22.000 empleos. Por ello, asegura que las actividades mineras, contrario a lo que muchos opinan, no pueden detenerse de repente. De acuerdo con el Dane, en 2016, Cúcuta fue la segunda ciudad con mayor desempleo en Colombia, después de Quibdó en donde la tasa llegó al 15,4 por ciento de desempleados. Y es que en Norte de Santander muchos sectores económicos se benefician de la actividad carbonera y de detenerse, este número que ya es elevado podría agravarse. 135
Carbón, la base de todo
98 por ciento, aproximadamente, de las regalías de Norte de Santander proviene de la explotación de carbón.
Además, la Oficina Nacional para el Control de las Drogas de Estados Unidos determinó que entre 2014 y 2015, Norte de Santander pasó de tener 16.500 hectáreas sembradas de coca a 30.500. Un riesgo que el empleo formal generado por la minería puede mitigar. Por esto, para Asocarbón, es de suma importancia la formalización y que las instituciones públicas y privadas generen directrices claras para que más mineros escojan ese camino y que no vean los procedimientos para legalizarse como un impedimento.
tricas, legislación minera, salud ocupacional, gestión de empresas mineras, entre otros. Además, han estado acompañadas por instituciones como el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Sena, la Universidad EAFIT de Medellín, la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, la Universidad de Santander y el Instituto de Recursos Minero Energéticos. Adicionalmente, han trabajado en convenios de mantenimiento vial que han facilitado la movilización del carbón por el departamento y que por ende han mejorado la calidad de vida de sus familias. En estos casos, Asocarbón ha manejado el capital y supervisado las inversiones que se hacen.
Contribuciones sociales Algo en lo que esta asociación se destaca es en la relevancia que le da a la formación académica de todos los actores de su cadena de trabajo. Ortega comenta que desde hace más de diez años están invirtiendo en cursos cortos, seminarios, talleres y diplomados para sus asociados, y además, gracias a la gestión de recursos del Ministerio de Minas y Energía, algunos de estos programas se han podido replicar en mineras de Boyacá y Cundinamarca. Las jornadas académicas –desde 2004 se han llevado a cabo 15– varían en temas como salvamento minero, manejo de explosivos, instalaciones eléc-
Un gremio unido Asocarbón enfatiza que, si bien representa a sus asociados, también aboga por todo el gremio carbonero de Norte de Santander. Es una de las voces más fuertes de una industria que ha sido capaz de salir adelante y ha demostrado la capacidad de Colombia para forjar su propio camino hacia el resto del mundo. Esta asociación quiere hacer frente a los mitos y la desinformación con hechos y cifras, mostrar que la minería tiene un lugar importante en el desarrollo de nuestro país y, sobre todo, que es una actividad con la que se puede convivir.
Junto a la bocamina se ubica una torre diseñada para trasladar el carbón a la superficie.
FOTO: IVÁN VALENCIA
COEXISTENCIA CON EL MEDIOAMBIENTE
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El Consorcio Minero de Cúcuta (CMC) es uno de los miembros de Asocarbón. Tiene sus operaciones mineras en el cerro Tasajero, en el área rural del municipio de Cúcuta, al lado de la frontera con Venezuela. El CMC extrae carbón coquizable y trabaja fuertemente por mostrar la gestión ambiental en sus proyectos, algo que se evidencia cuando se llega al cerro y las bocaminas parecieran estar escondidas entre toda la vegetación que las rodea.
FOTO: ISTOCK
sobre las
Carbón, la base de todo
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En 2011 una tiara de diamantes y esmeraldas colombianas, que perteneció a la princesa Katharina Henckel von Donnersmarck, se subastó por 12,7 millones de dólares, convirtiéndose en la joya más cara del mundo.
ramente) no sabe
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‘La Lechuga’, una de las joyas más importantes de Hispanoamérica, tiene 1.485 esmeraldas.
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La esmeralda 'Gachalá' (858 quilates), encontrada hace 50 años en Boyacá, es una de las más valiosas del mundo. Hoy hace parte de la colección del Instituto Smithsoniano de Washington.
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11 cosas que (seg u
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La esmeralda tiene berilo, un mineral incoloro en estado puro. Una pequeña cantidad de cromo es lo que le da su color verde.
La esmeralda, el diamante, el rubí y el zafiro conforman las cuatro piedras preciosas de la corteza terrestre.
6 Encontrar una esmeralda es 20 veces más difícil que hallar un diamante.
7La esmeralda debe su rareza a su propiedad cristalina. 8 Colombia es el mayor 9
Próximamente SEMANA presentará un nuevo especial sobre minería. Después del oro y del carbón, es el turno de la piedra insigne de Colombia.
productor de esmeraldas del mundo. Boyacá concentra el mayor número de minas de esmeraldas del planeta. Las esmeraldas colombianas son más resistentes, brillantes y de tonalidades más puras y profundas.
esmeralda es la piedra de Venus. Se dice que llegó como un regalo al planeta Tierra.
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FOTO: ISTOCK
10 Esmeraldas de tono azulado solo se encuentran en Colombia. 11 Para los alquimistas, la