Tom Tirabosco y Christian Perrissin
o menos nueve años; mientras observaba un mapa de África tal como era entonces, puse el dedo en el espacio en blanco que representaba el misterio sin resolver que entrañaba el continente, y con una redomada confianza y una audacia asombrosa, ninguna de las cuales forman ya parte de mi carácter, me dije:
Tom Tirabosco y Christian Perrissin
Fue en 1868, cuando contaba yo más
Cuando sea mayor, iré allí. Sí, sí que fui allí, siempre que por allí entendamos la región que circunda
El tenebroso viaje de Józef Teodor Konrad Korzeniowski
las Cataratas de Stanley, que en 1868 era el espacio en blanco más blanco de la faz de la tierra. Joseph Conrad Crónica personal
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El tenebroso viaje de Józef Teodor Konrad Korzeniowski
Kazimierowk (Ucrania) 14 de abril de 1890 Mi querida tía: Recibí su bonita y encantadora carta y esa prueba de su amistad que me proporciona al hacerse cargo de mis asuntos africanos me conmueve más allá de lo que puedo expresar. Abandonaré la casa de mi tío dentro de cuatro días; tengo algunas visitas que hacer por el camino (entre otras, 48h en Lublin) de modo que no llegaré a Bruselas hasta el día 29 del presente mes. Su amantísimo amigo y sobrino. Josef Konrad K. Carta de Konrad Korzeniowski a Margarita Poradowska
La Conferencia del Congo, iniciada en Berlín el 15 de noviembre pasado, se clausuró ayer después de concluir sus trabajos y cumplir con el cometido que se había propuesto: primero la libertad de comercio en la cuenca del Congo y después la libertad de navegación por el gran río africano y sus afluentes. Periódico L’indépendence belge, 27 de febrero de 1885
En este inmenso y distante territorio han operado los representantes de Europa. En menos de tres meses lo han dotado de una constitución comercial y, hasta cierto punto, política. Han trazado su futuro, han decretado la civilización, le han entregado todo lo que necesita para ser, con el tiempo, una nueva América; una América negra. Los indígenas, expuestos hasta ahora a todas las empresas de los esclavistas, tendrán garantizado a partir de ahora su habeas corpus. Sus protectores europeos están aquí, comprometidos por su honor y decididos a mantener alejadas a las bestias cazadoras de hombres. No tendrán que temer a la esclavitud. Al contrario; estos desdichados tienen asegurada su propia libertad moral. Podrán ejercer su pueril religión en libertad y podrán, también, instruirse, enriquecerse y elevarse hasta el nivel de los pueblos más gloriosos del universo. Periódico L’indépendence belge, 2 de marzo de 1885
Así que esto es…
El gran río.
Larga y fascinante serpiente…
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Capitán Korzeniowski… El director ya puede recibirle.
¿Una serpiente mortal?
Pase, por favor.
El capitán Korzeniowski, señor.
Y bien, ¿sigue queriendo participar en nuestra gran obra civilizadora?
¡Korzeniowski! Me alegro…
Imagino que mi presencia aquí le sirve como respuesta, señor Thys.
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Y ¿está listo para partir ahora mismo?
Un hombre excepcional. He leído sus referencias …
Todos parecen estar de acuerdo. Excelente oficial, buena puntuación…
La viuda Poradowska, imagino. Se deshace en elogios hacia usted. Por lo visto tiene usted un gran talento.
Mi equipaje está en Bruselas. Solo debo despedirme de un familiar y me iré del continente. Creo que seré perfectamente capaz de llevar un vapor de su flotilla.
No he dejado la marina, todavía no.
Habla bien francés. Allí le hará falta…
… Pero hay algo que me intriga, capitán. ¿Por qué dejó la marina británica?
El río no se parece a la alta mar…
… aunque tiene sus caprichos.
Pero con la crisis de flete presente, las misiones de largo recorrido son cada vez menos frecuentes.
Cuidado con los bancos de arena, capitán.
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Papeleo.
Debe firmar algunos documentos.
Después tendrá que visitar al médico.
¿El médico? Me encuentro muy bien de salud.
Firme aquí. Prometo no divulgar ningún secreto comercial. ¿Qué tipo de secreto?
La revisión médica es obligatoria antes de partir. Es una mera formalidad. No se preocupe, todo lo que se lleva a cabo en el Congo se ¡Perfechace por el desarrollo to! permanente del territorio y la emancipación de sus poblaciones.
Supongo que sigue estando muy bien guardado, ya que nunca ha llegado a mis oídos.
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Vaya, ahora somos misioneros…
Buen viaje, capitán Korzeniowski.
Ejem, ejem…
Disculpe…
Como dijo Platón a sus discípulos… ¿Usted no ha pensado en participar?
… no soy tan tonto como parezco.
Y ¿cuándo partes?
Debo presentarme en Burdeos el 10 de mayo. La Compañía me ha reservado una cabina en el vapor que recorre toda la costa africana.
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Qué contento debes de estar. ¡Por fin una misión! Con todo el tiempo que llevas esperando.
Todo se lo debo a usted, mi querida tía. ¿Cómo podría agradecérselo?
Escribiéndome, querido Konrad. Dame noticias tuyas cada vez que te sea posible.
Todo esto me parece apasionante.
En la primera escala, lo prometo.
Es maravilloso que participes en esta aventura. Lo que se ha propuesto el rey Leopoldo es admirable.
Y cuando llegue al Congo. Después, cuando esté en el río…
Cierto, cierto…
Todos los que partís a trabajar al Congo sois mensajeros de la luz.
¡Cómo te envidio, Konrad! Vas a salvar a millones de ignorantes de sus horrorosas costumbres.
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Occidente tiene la obligación de iluminar a aquel continente con sus luces, pero parece que la Compañía también trabaja para su propio beneficio.
Por supuesto, todo esfuerzo merece su recompensa, ¿no?
Bueno.
Creo que ha llegado el momento.
Mi querida tía…
Sé prudente, querido.
Mis pensamientos te acompañarán en tu viaje.
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Mi tía divina… Es curioso lo poco que están en contacto las mujeres con la realidad.
Apenas nos conocemos y sin embargo… Cuando crucé el umbral de su puerta, noté como si dejase atrás a una antigua compañera.
Su mundo es demasiado bello. Si tuviesen que construirlo, se derrumbaría como un castillo de naipes.
Es extraño, debería irme con el corazón alegre. El contrato es lucrativo… Mis finanzas se recuperarán.
Entonces ¿por qué siento la sombra de la duda?
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