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Entrevista - Félix Clemente
FÉLIX CLEMENTE: “Nos esmeramos en lo invisible, para mejorar lo visible”
Médico neurocirujano, padre de familia, amante del golf y miembro del club desde “antes de nacer”, está entregando su cargo como presidente de nuestra más reciente –y previa– Junta Directiva, luego de finalizar una exitosa labor
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Texto: Yolanda Manrique Fotos: Raymond Fuenmayor
No fue una temporada fácil. Los últimos cuatro años han sido especialmente retadores y severos. En un entorno muy complicado, el más difícil que nos ha tocado vivir en nuestra historia republicana, a la Junta Directiva presidida por el Dr. Félix
Daniel Clemente Luigi, le ha tocado dirigir un barco en aguas muy turbulentas y llevarlo a buen puerto. Las decisiones que se asumieron no fueron sencillas y, sin duda, hubo cierta resistencia y aversión a las más controversiales, pero en estos duros tiempos, se ha demostrado que fueron las más adecuadas, para mantener el oasis de tranquilidad que representa el club para sus socios y relacionados.
Háblenos de su cotidianidad como Presidente de la Junta Directiva del club. –Mi día a día en el cargo no ha sido muy distinto a como ha sido mi vida en el club desde mi infancia. Mi familia, desde el siglo XIX, ha pertenecido a distintos clubes de Venezuela y somos socios del VAGC desde hace más de 60 años, pues mi padre adquirió la acción en los años 50. Este no es mi segundo hogar, es mi casa y, como es natural, quiero que mi casa sea agradable, bonita, que todos nos sintamos a gusto, protegidos. Una buena parte de mis relaciones, amigos, afectos surgieron del club y estoy comprometido con el bienestar de todos los que hacemos vida en este espacio. ¿Cuáles han sido los retos más significativos de su gestión como Presidente del club? –Uno de los más importantes fue implementar el cobro de la cuota ordinaria en dólares. Aunque aún estamos por debajo de lo que cobrábamos en marzo de 2011, $192 (en enero de 2018 se redujo solo a $2,8) hemos logrado homologar el aporte de forma representativa a $180, (y sigue siendo insuficiente) pues el deterioro que sufrimos
con la dramática devaluación del bolívar se vio reflejado en todos los niveles del club, y especialmente en los beneficios del personal, que -sin duda- es parte de nuestro mayor capital. Fuimos el primer club en cobrar en dólares y eso significó un arduo trabajo en el que se invirtieron recursos y tiempo, pero logramos el objetivo. Eso ha repercutido en nuestros empleados, que hoy se sienten más ligados a los frutos de todos estos esfuerzos. Otro de los muchos retos ha sido involucrar a los socios en los proyectos que requieren apoyos monetarios, pues hoy en día, mantener una infraestructura de forma óptima, la operatividad de sus instalaciones, y todo lo que implica un club de nuestra categoría, exige una inversión acorde con esas exigencias. ¿Cómo evalúa el desempeño de su equipo y colaboradores en su gestión? –En su gran mayoría, ha sido muy bueno. Los trabajadores han entendido la situación. En este período, la Junta y yo nos hemos esmerado en garantizar estabilidad, confianza y bienestar a nuestros empleados. Para mí, en lo personal, se convirtió en una finalidad.
Rescatamos a un gran grupo de personas que trabajaban mal pagados, en un ambiente lleno de rencillas, grupos más favorecidos que otros, desmotivados, en un recinto laboral desorganizado y sucio, sin posibilidades de aprender ni ascender. En nuestra dirección, cumplimos las actividades con la ética que han dado rendimientos positivos. ¿Cómo le gustaría ser recordado en el VAGC? –Este ha sido un período muy duro. Me gustaría que nuestros socios recuerden todo lo que se hizo en estos tiempos tan difíciles. En estos cuatro años, se realizó una actividad cuantiosa, productiva y con evidentes resultados para el presente y el futuro. Y esto no lo afirmo yo, ha sido un comentario de muchos miembros del club. El campo de golf es el más importante de nuestros haberes estructurales. Es uno de los mejores del país y yo me aboqué en cuerpo y alma a recuperarlo. En estos cuatro años se han alcanzado notables mejorías, pues hay que recordar que el campo es un ser vivo. La labor de mantenimiento y conservación no se detiene, es constante y permanente. Pero esto no se habría logrado sin el apoyo del personal muy especializado con el que hoy contamos. Esto también ha sido un esfuerzo importante, pues el ambiente de trabajo en campamento era muy negativo, y debimos iniciar una labor de motivación para desarrollar el sentimiento de compromiso que requieren nuestros empleados para cumplir con estas funciones. Desde la infraestructura del campamento hasta elementos básicos como uniformes, maquinarias y herramientas, fueron remozados y restaurados, para afianzar el vínculo con nuestros trabajadores. Los resultados están a la vista: recuperamos
árboles que estaban infectados de guatepajarito, una plaga que da la falsa percepción de follaje y en realidad el árbol ha muerto bajo esta parásita. Lamentablemente, perdimos bellísimos ejemplares por muchos años de abandono, pero en estos momentos podemos afirmar que hemos saneado una inmensa parte de nuestro campo de todas las malezas. El agua es otro de los elementos fundamentales para un club de nuestras características. Este factor también estaba abandonado, y también nos abocamos a rescatar proyectos que se habían planeado hace algunos años, y que finalmente se llevaron a cabo, con óptimo efecto. Ha sido una importante inversión de tiempo y recursos, pero contamos con una de las mejores canchas del país, formalmente asesorados por el Grupo Jach, desde 2020. Esta alianza también ha significado un aval inestimable en la gestión de campo para alcanzar sus óptimas condiciones. ¿Cuáles son sus actividades preferidas dentro del club? –Insisto en que el VAGC es mi casa. Aquí nací y crecí. Mis afectos están aquí. En mi adolescencia practiqué tenis intensamente, pero mi gran afición actual es el golf. Por eso, creo que nuestro campo es un privilegio que debemos conservar y en el cual hay que invertir permanentemente. Pienso que el manejo de campo de golf y mi actividad profesional se parecen, porque en ambos casos sus sistemas se basan en disciplina, análisis, proyecto, procesos, personal, estudios y resultados. Si uno sigue ese esquema se ven los resultados que uno espera.
¿Qué opina de las nuevas generaciones del golf venezolano e internacional? –La escuela infantil hace un trabajo muy importante, de la cual han salido muchachos maravillosos, como el gran Virgilio Paz. El golf, como toda actividad deportiva, requiere esfuerzo, trabajo, dedicación y estudio. Creo que tenemos un buen semillero. ¿Qué efectos ha tenido la pandemia para el club? –Sin duda, nos ha afectado como a todo el mundo. Pero nuestro departamento médico ha sido muy competente en la continua revisión de evidencia médica y datos epidemiológicos. El permanente cumplimiento de los protocolos de bioseguridad que han realizado coordinadamente todas nuestras instancias, dirigidas por nuestro equipo médico, liderado por la Dra. Gabriela Giuliani, nos permite afirmar, hasta hoy, que entre nuestros colaboradores no hubo decesos ni enfermos graves relacionados con el Covid-19. Para la Dra. Giuliani no tengo más que palabras de profundo agradecimiento. Mientras sigamos en pandemia, y sin disponer de un plan de vacunación masivo, la prudencia, el cumplimiento estricto y permanente de las medidas de protección deben continuar, pues es lo único que nos puede brindar resguardo en la actualidad.
Con la satisfacción del deber cumplido, el Dr. Clemente Luigi se despide de su cargo como Presidente de la Junta Directiva, con sinceras expresiones de agradecimiento a todos los colaboradores, relacionados y amigos que contribuyeron a llevar a feliz término los dos períodos consecutivos que ejerció con especial entusiasmo. Ahora le corresponde a la nueva Junta, la tarea de implementar de inmediato el cobro de la cuota extraordinaria, del proyecto de inversiones en campo, tuberías y cableado eléctrico del riego y adquisición de maquinarias, aprobado en la Asamblea del 14 de mayo.
Su Memoria y Cuenta, 2020 finalizó: “Nuestra meta de junta directiva fue la de procurar los mejores logros, en un ambiente complicado, con ética, honestidad y valores; y así, generar mejoras a cada uno de nosotros y a nuestra casa, el oasis, Valle Arriba Golf Club”.