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Viajando

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St. Honoré La dulce

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tradición francesa

La pastelería que comenzó hace 24 años como un negocio familiar en una pequeña esquina en los Palos Grandes, pronto abrirá nueva sede en Maiquetía

Por Gladyz Zapiain Fotografía: Gabrielle Pierotti Zapiain

Aquel refrán, “Del horno directo a tu boca” no es retórica. Mucho menos en lugares donde el encuentro con los sabores genuinos, la tradición y la calidad culinaria están en cada bocado.

Como a nadie le amarga un dulce, nos fuimos a St. Honoré, un ícono de la pastelería francesa en Caracas, ubicada en la urbanización La Alameda. Envueltos en aroma de café, conversamos con sus fundadores Yves Harrar y su esposa Clarita junto a Karelvis Alfonzo, gerente general.

Desde su apertura, el 4 de mayo de 1996, la pastelería disfrutó de una gran aceptación del público. “El primer día fue extraordinario. A casa llena, obsequiamos café para todos los amigos y visitantes y se dio a conocer la más surtida propuesta de pasta seca, croissants horneados de almendras y variedad de postres elaborados con la auténtica receta francesa. El boca a boca se extendió y St. Honoré se convirtió rápidamente en el lugar predilecto de los caraqueños para celebraciones, eventos o simplemente conversar tomando el mejor café”, recuerda Clarita de Harrar.

Arraigo y compromiso de familia

La génesis del negocio surge de su cofundador, Morris Harrar, hijo de Clarita e Yves, durante una estadía en Paris para perfeccionar el idioma, luego de haber culminado sus estudios de Administración. Seducido por los sabores y aroma de una pastelería cercana, se aventuró a emplearse como aprendiz, para luego enamorar a sus padres con la idea de replicar la experiencia parisina en Caracas.

“En un principio no estábamos nada ganados a la idea de que nuestro hijo fuera un pastelero”, afirma Clarita. Más pudo el entusiasmo y la pasión de Morris, que continuó especializándose con renombrados pasteleros franceses y, al poco tiempo, hacer realidad, junto a su hermano Ronald, el sueño de abrir St. Honoré con el respaldo empresarial de la familia.

Una fortaleza de la pastelería es la unión que mantienen con su personal a quienes llaman “miembros de la familia” y, el seguir apostando a la formación del equipo que suma 60 empleados, de los cuales 13 están desde la inauguración.

La mente maestra detrás de los sabores dulces es Jenny García, formada en la pastelería desde muy joven, cuando llegó junto a su pequeña hija Karelvis Alfonzo de 8 años. Esa pequeña niña que corría por los pasillos y abría capacillos para poner la pasta seca, creció, estudió y se graduó de administradora, hoy en día, es la gerente general.

Experiencia St Honoré

Al entrar a sus instalaciones, un festín sensorial nos atrapa y nos pasea por crujientes croissants de almendras y surtida bollería que nos dan la bienvenida, para seguir entre coloridos macarons, éclairs de crema, Petit Fours, profiteroles, los famosos Ojos de tigre, elaborados 100% con harina de almendras con su irresistible centro de ganache, tejas de almendras y variedad de postres, junto a originales versiones de cannolis de hojaldre con crema pastelera, chocolate, nutella y el de guayaba con queso crema para deleitar con maestría los paladares de ambos mundos.

Es un oasis al sureste de la ciudad que te invita a pasarla bien, los siete días de la semana, de 8 am a 9pm y, los domingos se disfruta con música en vivo hasta las 8pm, en sus dos amplias terrazas al aire libre, rodeado de mucho verdor, donde reina un ambiente casual con gran encanto.

A cualquier hora del día se puede ir a tomar un buen café prensado con granos recién tostados por los baristas Roger Colmenares y Gabriel Berríos o merendar suaves waffles con frutas. Para empezar el día ofrece desayunos franceses o la nueva opción criolla de mini empanadas fritas de pollo, queso, carne, cazón y pulpo. Bajo la batuta del chef Carlos Bermúdez, maracucho con gusto francés, la carta ofrece variedad de ensaladas gourmet, risottos y pastas, pizzas, hamburguesas y los clásicos sandwich deli para almuerzos, brunch o cerrar la noche.

Un clásico decembrino es su pan de pavo ahumado hojaldrado, el primero comercializado en el país y el roscón con almendras para celebrar el Día de Reyes, que aún conserva la sorpresa en su interior, además del panettone de chocolate y el de frutillas con pasas. Fiel a la tradición Koscher, cada viernes sale de sus hornos el Challah Bread o típico pan trenzado. “Quisimos honrar los sabores y la tradición de Venezuela con los orígenes y creencias de los dueños”, expresa Karelvis Alfonzo.

Buscando ampliar la experiencia de su clientela, pronto dispondrá de un área tipo lounge para disfrutar no solo de la propuesta gastronómica sino también de vinos y licores a lo que se suma el anuncio de una segunda sede en el terminal nacional del Aeropuerto Simón Bolívar, en Maiquetía.

Para quienes deseen disfrutar de su surtida pastelería y productos en la comodidad de la casa, ofrece un servicio delivery privado y a través de la app Ubbi Go, PedidosYa y Jump para llegar a toda la gran Caracas, desde las 8 am hasta la 5 pm.

Queso crema

Enriquece el sabor

Al momento de cocinar, el queso crema incorpora sabor y densidad a cualquier receta, sin dejar de lado que, cuando está elaborado con leche de búfala aporta nutrición baja en colesterol y carbohidratos

Texto y Fotos: Cortesía Bufalinda

La tendencia en la cocina, desde hace algunos años, apunta a preparar comidas saludables. El queso crema es un ingrediente que enaltece platos dulces y salados. Tan versátil es que igual realza el sabor de una cheesecake, un flan o un bizcocho esponjoso japonés que el de una quiche Lorraine o unos sushi rolls.

Más recientemente, el esfuerzo se centra en que estas recetas sean suculentas y atractivas, que lo nutritivo no implique sacrificar sabor. Es en este punto donde encajan deliciosos ingredientes como el queso crema de búfala Bufikrim producido por Bufalinda, que se distingue por ser bajo en sodio, colesterol y carbohidratos, y por contener más proteína y más antioxidantes que los elaborados con la leche de vaca.

Es una opción perfecta para disfrutar de los lácteos y la leche sin temor a las alergias. La lista de recetas en las que se puede usar queso crema de búfala es larga.

A la hora de hacer helados se puede cambiar los huevos por el queso crema, para obtener cremosidad. Al preparar tortas, es posible sustituir una parte de la cantidad de leche o agua que requiere la receta para un resultado final más esponjoso, mientras que las coberturas (glaseados) de bizcochos y cupcakes elevan su sabor cuando se les agrega este queso fresco. En las cheesecakes y pies (de limón, parchita, fresas y hasta de chocolate) aporta firmeza y cremosidad, al igual que en las mousses y hasta en las refinadas recetas de panacotta y tiramisú.

Tanto la mantequilla como la crema de leche se pueden reemplazar con queso crema para hacer salsas y preparaciones más ligeras, no sólo para pastas sino para cubrir carnes, pollos y pescados. Es un truco culinario que vale también para salsas que acompañan platos que serán gratinados.

Aliado nutricional por excelencia Al incluir en su dieta quesos hechos 100% con leche de búfala y productos naturales, se obtiene un aporta de calcio, fósforo, magnesio, potasio, hierro y zinc. Además la leche de búfala tiene otras ventajas, en comparación con la de vaca, como su mejor digestibilidad, mayor contenido de proteínas, más ácidos grasos Omega 3 y presencia de vitamina K2, que es esencial para los huesos.

Los quesos crema Bufikrim al igual que todos los productos Bufalinda, se pueden recibir en la puerta de la casa, a través del despacho a domicilio, un servicio que puedes consultar en la página www.bufalinda.com en la pestaña de Encuéntranos.

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