Xisqua: rescatar la naturaleza ancestral de Bacatá

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Xisqua: rescatar la naturaleza ancestral de Bacatรก


Diego Casallas Proyecto de Grado DiseĂąo Universidad de los Andes 2019 - 2


Abstract Los muiscas fueron una comunidad indígena que habitó el territorio cundiboyacense, reconocidos por oficios como la metalurgia, la alfarería y el tejido con telar que ofrecían en honor a la naturaleza debido a su gran admiración, respeto y devoción, pues era su materia prima y de ella aprendían todo. Por razones diversas, como la imposición de las creencias occidentales sobre las indígenas muiscas, la conexión que los aborígenes tuvieron con la naturaleza ha ido desapareciendo y con el tiempo ha ido mutando a otros entendimientos como una objetualización hacía ella, provocando así gran deterioro ambiental. A través de narrativas ancestrales y de ilustrar la simbiosis de los muiscas con el mundo, este proyecto pretende hacer una reflexión sobre las creencias precolombinas muiscas para que las personas encuentren su valor en la conexión que esta comunidad tenía con la naturaleza y de este modo puedan reflexionar acerca de su relación actual y el modo de actuar con ella.

Palabras clave: Muiscas. Cosmogonía. Naturaleza. Armonía. Espiritualidad. Energía. Ancestros. Simbiosis. Dirección creativa. Instalación. Vídeo. Proyección.



Tabla de contenido Introducción. Statement. Encargo. Objetivos. Preguntas de investigación. Pasado muisca. Espiritualidad. La naturaleza. Desconexión hombre-naturaleza y devaluación de las creencias indígenas. Marco teórico. El contrato natural. El mundo sin nosotros. Arqueoastronomía y arquitectura armónica. La profecia del aguila y el cóndor. 500 años después de la conquista. De esta información. Áreas de oportunidad. Referentes. Moodboard. Concepto. Propuesta. Tipo de diseño. Conclusiones. Bibliografía.



Introducción Desde la llegada de los conquistadores al territorio colombiano y la imposición de sus creencias sobre las de los muiscas aborígenes, se ha maltratado y se ha ido perdiendo el valor que tuvieron las creencias indígenas a través de varios factores como lo fue en un inicio la prohibición de practicar cualquier tipo de rituales, provocando así la pérdida de la conexión espiritual y la relación de simbiosis que los ancestros muiscas tenían con la naturaleza. Durante los últimos 500 años, la visión que tenían los primeros habitantes de la zona ha sufrido una serie de transformaciones influenciadas por el nuevo régimen, como fue el hecho de llegar a permitir la intervención de suelos sin ser estudiados antes o el arrojo de desechos a fuentes fluviales que, con el tiempo, construyeron la

visión actual de los habitantes de Cundinamarca con la naturaleza, dando paso al abuso de los recursos naturales a través de la explotación de la tierra y a un gigantesco deterioro ambiental. La naturaleza empezó a ser tratada como un objeto y perdió el respeto que antaño tenía. Aunque hasta hace muy poco algunas personas han empezado a tomar consciencia de la naturaleza y su importancia en la vida del ser humano, cambiando algunos hábitos como la reducción del uso de plásticos y la implementación del reciclaje, muchas otras aún mantienen un desconocimiento acerca de la vitalidad de la naturaleza y el pensamiento ancestral que los muiscas tenían con la tierra.


Es importante plantear una postura desde la visión indígena ancestral para validar una de las principales razones del porqué las comunidades indígenas son importantes y deberían ser escuchadas. Ellos son los únicos que saben realmente cómo tratar a la naturaleza y vivir en armonía con ella, saben cómo conservarla, cuidarla y hacer un uso consciente de ella. El proyecto se enfoca en los muiscas, pero al compartir pensamientos y prácticas con otras comunidades indígenas no habla solo de ellos, hace referencia a un pensamiento ancestral colectivo que puede ser apreciado en otras etnias. Este proyecto nace a partir de un interés personal por la fantasía de las mitologías y por comprender más acerca del pasado de la tierra

que he habitado. Empezó por un cuestionamiento acerca de qué conocía de la mitología de lo que en un inicio fue Bogotá y en realidad sabía muy poco, esto generó un interés por conocer los relatos que los muiscas aborígenes compartieron entre ellos por generaciones y una búsqueda del por qué no los conocía. Encontrando así la información que los conquistadores rescataron en sus crónicas en las que contaban parte de la cosmogonía indígena nativa que más adelante ellos mismos terminarían destruyendo y desapareciendo al esclavizar y casi que acabar con las poblaciones muiscas. La investigación se emprendió con los muiscas por un sentimiento de nostalgia por mis ancestros, ellos fueron los que trabajaron, lucharon y vivieron en el mismo territorio en el que yo lo hago


actualmente. Es por esto que el proyecto está enfocado en los relatos muiscas de Bacatá, conocido hoy en día como Bogotá y parte de sus alrededores. Al pensar en la fantasía de la mitología precolombina muisca se llegó a las creencias y prácticas relacionadas a la conexión que los muiscas tenían con la naturaleza, viendo su relación como algo casi que inalcanzable en el territorio de hoy en día, llegando a verse incluso como una utopía en donde la conexión de humano-naturaleza era fluida y su trato con ella era armónico. Hablando un poco del cambio que se ha visto de la coexistencia entre la naturaleza y el hombre desde el proceso de conquista y colonización y proponiendo retomar el pensamiento indígena ancestral de trato con el entorno en la actualidad.


Statement “Xisqua, rescatar la naturaleza ancestral de Bacatá” es un tributo a nuestros antepasados muiscas con el que busco hacer una reflexión hacia cómo son vistas las creencias indígenas después de la conquista, la devaluación de estas comunidades que aún luchan por tener una voz, y hacia nuestra forma de actuar con la naturaleza hoy en día. Personalmente considero que es importante recuperar la voz y poder que las comunidades indígenas tenían en un comienzo y apoyar sus luchas, escuchar lo que tienen por decir y encontrar un balance entre las creencias indígenas y las occidentales para que de la mano de ambas se pueda tomar decisiones más acertadas y llegar a mejores resultados frente a diversos aspectos como lo es el


trato y manejo del territorio. Creo que es fundamental volver a encontrar el balance de hombre-naturaleza que se ha perdido con el tiempo porque ella lo necesita, necesita que despertemos de este pensamiento occidental de abuso hacia ella y empezar a agradecer y respetarla tanto como nuestros ancestros muiscas lo hacían, debemos volver a tratarla con cuidado antes de que sea tarde porque si no lo hacemos, no tendremos un futuro. La naturaleza puede vivir sin nosotros, nosotros no sin ella. La instalación que propongo abstrae y conceptualiza la relación que nuestros ancestros muiscas tenían con la naturaleza y su conexión espiritual con ella para ser plasmada en una serie de proyecciones que buscan mostrar la

importancia de las creencias indígenas y propone una reflexión frente a nuestra relación actual con la naturaleza. Es importante aclarar que mi proyecto hace parte de cómo hoy en día estamos intentando reconstruir nuestras raíces, parte de una reconstrucción de conocimiento a partir de libros, conferencias, entrevistas, diálogo con expertos, visitas a museos y mi propia experiencia en lugares que en su momento fueron sagrados para los muiscas. Cabe resaltar que el conocimiento plasmado en este documento no viene de fuentes de primera mano, es decir, no hay información proveniente de los muiscas como tal, esto debido a que era una comunidad que no conocía la escritura, todo su conocimiento


era transmitido de forma oral. Otros, como museos, han intentado rescatar este conocimiento a través de suposiciones basadas en diversos factores, entre los que se encuentran las crónicas de los conquistadores, estudios arqueológicos muy recientes en los terrenos y estudios a indígenas actuales de la amazonía. Por esta razón es muy probable encontrar diferentes versiones de cualquier relato cuándo se habla de creencias precolombinas muiscas. Es interesante cómo la investigación me ha permitido conocer el pasado para entender el presente, entender porqué las comunidades indígenas han sido tan subestimadas a través de los años, entender por qué hemos llegado afectar la naturaleza, conocer cómo empezó todo y cómo, de alguna forma,

con la conquista terminó y se perdió parte importante de nuestro pasado. Las respuestas y razones de estos porqués se irán desarrollando alrededor de todo el documento, sin embargo, es clave mencionar que la desinformación acerca de las comunidades indígenas del territorio y sus pensamientos han conllevado a la desestimación de las mismas, la objetualización de la naturaleza ha llevado a su abuso y la pérdida de la lengua chibcha y de los indígenas muiscas nativos han conllevado a una pérdida de conocimiento ancestral y a no poder recuperar por completo la memoria muisca. Finalmente, para el título del proyecto quería buscar una palabra muisca que hiciera referencia a renacimiento, por


el hecho de volver a nuestras raíces y creer en estas nuevamente. Así fue como llegué a “xisqua”, que en castellano se entiende como sembrar o parir, lo cual puede ser traducido a nacimiento, dar vida a algo. Dar vida a ese rescate de la naturaleza que aún se mantiene presente en Bacatá y sus alrededores con toda la energía ancestral circulando en esta. Sembrando así, a través del proyecto, una forma de ayudar a la madre tierra, una forma de ayudarnos.



Encargo Generar reflexiones sobre las prácticas actuales con la naturaleza a través de la representación de algunos relatos ancestrales de las creencias precolombinas muiscas y su relación con la naturaleza.


Objetivos Reconocer la importancia de nuestros antepasados muiscas y de las culturas indígenas actuales para redimir la invisibilización que se le ha dado con el pasar de los años a través del uso de relatos que muestren su pensamiento. Generar interés y curiosidad en las personas por las creencias precolombinas muiscas para intentar disminuir el estigma de que las creencias indígenas están asociadas a algo aburrido, o a una obligación, a través de una experiencia que logre envolver a los asistentes. Generar una reflexión en las personas que conozcan el proyecto acerca de sus prácticas relacionadas a la naturaleza para recuperar y retribuir a ella el valor que ha perdido a través de piezas audiovisuales que generen una admiración hacia ella.


Preguntas de investigación 1. ¿Por qué no existe un sentido de pertenencia sobre los relatos de la comunidad muisca precolombina y por qué muchas personas no conocen o no se interesan sobre esta mitología? 2. ¿Por qué son importantes las creencias precolombinas muiscas? ¿ por qué se debería hablar de ellas? 3. ¿Cómo han cambiado las relaciones que tuvieron los muiscas nativos con su entorno y han mutado a nuestras relaciones actuales con el mismo? 4. ¿Cómo es nuestra conexión actual con la naturaleza? 5. ¿Por qué es importante cambiar las prácticas y pensamientos que están destruyendo la naturaleza? ¿Cómo podrían las creencias precolombinas muiscas ayudar a que esto suceda?


Investigación

Pasado Muisca Los muiscas eran una comunidad indígena de lengua chibcha1 que durante el periodo precolombino2 habitaban gran parte de lo que actualmente se conoce como Cundinamarca y Boyacá. Para subsistir se basaban en la siembra de maíz y tubérculos como la papa, en la pesca de río y el uso de la sal, que muchas veces tenía como fin intercambios comerciales. Esto era hecho de una forma consciente en donde buscaban no afectar a la madre naturaleza, hacían 1 El chibcha es un lenguaje compartido por diferentes comunidades indígenas. Aunque en algunos relatos los muiscas también son llamados chibchas, este hace referencia es a su lenguaje. Otros dicen que su lengua era el muysccubun. 2 Se entiende como precolombino al periodo que viene desde el inicio de la especie humana hasta la llegada de los conquistadores.

estudios a la tierra antes de tratarla, dedicaban grandes cantidades de tiempo a observarla, e incluso llegaban a pedir permiso a ella antes de realizar cualquier actividad que llegara a alterarla de alguna forma, teniendo siempre presente la importancia de ella en la vida del ser humano y el cuidado que necesita para vivir en armonía.


Esta comunidad gozaba de una tecnología muy avanzada en cuanto a oficios se trataba, entre estos resaltan la metalurgia en el trabajo de materialidades como el oro, la plata, el cobre y especialmente la tumbaga (una aleación entre oro y cobre para prolongar su conservación y firmeza).

serpiente, el jaguar, el venado y el oso tenían gran valor espiritual y diferentes significados, en donde muchas veces las personas con poder o influencia usaban accesorios que hacían referencia a estos. Esta comunidad indígena era gobernada por zipas y zaques4 que eran la mayor autoridad para el pueblo.

La alfarería, que era el manejo de barro cocido y los telares de algodón a los que les daban color con pigmentos naturales3, también tenían gran importancia para la comunidad ya que haciendo uso de estos buscaban entregar ofrendas a sus deidades por medio de diferentes prácticas y rituales. Animales como las aves, la

Sin embargo, la figura del moja era una de las más relevantes para los indígenas, pues él o ella era quienes aprendían de la naturaleza diferentes prácticas como la curación por medio de plantas medicinales, la observación astronómica para predecir estados climáticos de los días siguientes, la observación y prueba de los recursos para enseñar a su sociedad cómo

3 El uso de los telares era muy importante para los muiscas. Tenía gran significado cultural, ofrecerlos era uno de los mejores regalos y llegar a rasgar el telar de otro una de las peores ofensas.

4 Los zaques eran los gobernantes de la parte norte del territorio muisca (Boyacá) y los zipas eran los que gobernaban la parte sur (Cundinamarca).


tratarlos, e incluso eran quienes tenían diferentes viajes espirituales en dónde podían encontrar respuestas a inquietudes del territorio y en ocasiones podían ver y narrar profecías. Algunos relatos cuentan que los muiscas incluso tenían una profecía que decía que un ser externo iba a llegar a su territorio a cuestionar sus creencias y podrían llegar a ser esclavizados.


Investigación

Espiritualidad De lo que se conoce de los muiscas es importante destacar que era una comunidad muy espiritual, empleaban gran parte de su tiempo adorando a sus dioses y haciendo diferentes piezas y figurillas que luego les ofrecían a ellos de forma íntima o en rituales por medio de la naturaleza. Textos como Literatura de Colombia aborigen (1978) de Hugo Niño hablan de dos tipos de rituales que realizaba la comunidad, por un lado se encontraban los rituales de “sangre”, que involucraban el sacrificio de personas con diferentes propósitos, un ejemplo es el ofrecimiento al sol de la sangre de niños vírgenes derramada sobre una piedra; y por el otro lado, se encontraban los rituales más parecidos a una celebración, estos en función de agradecer a la naturaleza y sus


deidades todo lo que les daban. Eran muy estrictos en cuanto a espiritualidad se trataba, tenían zonas sagradas5 entre las que destacaban lagunas y bosques, en las que se practicaban algunos rituales de renovación de energías del territorio, de celebración de unión entre la comunidad y la naturaleza y agradecimiento a la madre tierra por todo lo que les entregaba. 5 Para los muiscas las zonas de su territorio podrían considerarse sagradas por diversas razones. Algunas eran asociadas propiamente a relatos míticos, desde sitios que hablaban del origen de un mito o sus protagonistas (Bachué y su procedencia de las lagunas) hasta lugares por los cuales habían transitado los mismos (Bochica y su recorrido hasta llegar a el salto de Tequendama). Por otro lado también se encontraban algunos sitios como cerros que eran considerados sagrados porque los muiscas creían que conservaban una gran fuerza espiritual.

Existían otras zonas a las que no podían entrar sin pedir permiso antes, o incluso sólo podían entrar los jefes de la población que habían tenido una preparación antes. Los niños que cuándo grandes iban a pertenecer a un puesto con poder eran sometidos a una estricta educación durante gran parte de su vida y al final a una serie de pruebas antes de alcanzar su cargo en un ritual ceremonial. Al igual que otras comunidades aborígenes de diferentes partes del mundo, estos tenían varias creencias para explicar el origen de la vida y la creación del mundo. Sus dioses siempre estuvieron asociados con la naturaleza, desde Chiminigagua, su dios creador de todo lo que los rodeaba, que envió dos aves de fuego para engendrar la luz en todo el


territorio, hasta Xue que representaba al sol y Xía a la luna. Incluso Bochica, que fue reconocido en un punto como el dios del saber tuvo que ver mucho con la naturaleza, pues decía aprender de ella para ir por todo el terreno cundiboyacense enseñando a lo que sabía a los muiscas. Finalmente la diosa creadora y madre de la especie humana para los muiscas fue Bachué y ella también jugaba un papel muy importante dentro de la comunidad ya que la creencia decía que ella había salido de una laguna con un niño en brazos, lo había criado y al crecer habían ido juntos de lugar en lugar poblando el terreno, enseñándoles a los muiscas todo lo que conocían para finalmente envejecer, transformarse en serpientes y volver a la laguna.


Investigación

La naturaleza “El mito no es mítico: no es un acto creador puro, no es ficticio en términos absolutos. Si bien es cierto sus asociaciones son aparentemente arbitrarias..., ellos y sus elementos son extraídos de la naturaleza...” Literatura de Colombia aborigen. Hugo Niño. Pg. 27

Al ser la naturaleza su materia prima estando completamente rodeados de ella y al tener asociaciones sagradas, los muiscas sentían un gran respeto y admiración por ella. De ella aprendían todo lo que sabían y sentían que le debían devolver tanto como ella les daba. Los muiscas se sentían uno sólo con la naturaleza, le pertenecen, no son distintos, para ellos el ser humano está hecho de los mismos elementos y es por esto que es posible llegar

a conectarse con ella, vienen de la naturaleza y al morir vuelven a ella. Esto era soportado por la creencia de Bachué, que venía de una laguna y al envejecer volvía a ella. Esta comunidad indígena siempre estaba buscando formas de agradecer a la tierra y devolver a ella. A través de actos simbólicos como lo hacían al sumergir sus ofrendas en las lagunas o enterrarlas en la tierra, podían devolver parte de lo que la naturaleza les daba,


con el fin de renovar las energías y de hacer fértil la tierra de la zona. Esto se podía apreciar con el oro, que para los muiscas era una representación del sol en la tierra, para algunos lágrimas del sol, para otros su sudor, entre otras interpretaciones. Ellos sabían que este metal venía de la tierra y sentían que debían devolverlo a ella, debían completar ciclos para estar en una constante circulación, para que de esta forma la energía pudiera ser fluida y evitar que las malas energías se

posaran en el terreno que habitaban. Esto esta relacionado y estaba muy presente en los rituales y ceremonias que los indígenas hacían en honor a la naturaleza. En crónicas como El Carnero (1995) de Juan Rodríguez Freyle se habla de un ritual conocido como “correr la tierra”, el cual era realizado por los muiscas durante veinte días. Este consistía en un recorrido por algunos puntos sagrados muiscas entre los que sólo


se menciona cinco por la parte trasera de los cerros de Bogotá. Estos cinco puntos están compuestos por siete lagunas: la laguna grande de Guatavita, la laguna de Teusacá (conocido en la actualidad como la laguna del Verjón), la laguna de Ubaque, las tres lagunas de Siecha y la laguna de Guasca. Al finalizar la ceremonia, se reunían grandes cantidades de indígenas alrededor de la laguna de Guatavita a celebrar consumiendo fapqua, una mezcla de maíz fermentado, mientras tenían fuegos imponentes y quemaban plantas como el moque para generar grandes cantidades de humo. Según Rodríguez Freyle, la celebración se realizaba con cánticos y el uso de instrumentos como las gaitas, los fotutos y las sonajas. Así mismo se

realizaban ofrendas con figuras de oro, cobre, barro cocido o mantas de algodón, en las que se representaban principalmente aves y serpientes, que eran arrojadas al agua o enterradas en la tierra con fines espirituales. Es relevante aclarar que aunque se habla del ritual, no se dan detalles a profundidad sobre este debido a que no tenían mucha relevancia ya que el propósito principal era satanizar estas prácticas y dejar en un buen visto a la corona española. Sin embargo, según Roberto Santos Curvelo en el libro Cátedra de la memoria Mhuysqa (2015), en la actualidad se está intentando volver a implementar una nueva versión de este ritual, realizado por algunas sabedoras mayores del consejo de


abuelas indígenas de Colombia, en dónde quieren volver a renovar las energías de los lugares sagrados para sacar todas las malas y llenarlas de buenas, con la intención de ordenar el territorio removiendo la magia que tienen los lugares sagrados y fortalecer el despertar de la energía femenina del territorio. La naturaleza era en general un lugar sacro para los muiscas, sin embargo había lugares que para ellos eran aún más sagrados ya que eran focos de fuerza espiritual. Esto sucedía principalmente con las lagunas, los cerros y algunos bosques, que al adorar a sus dioses a través de estos puntos, adquirían una energía y poder mayor. Las lagunas eran asociadas al vientre de la madre tierra, es por esto que el agua era considerada la

fuente del origen de la vida. La base de todo lo que conocían, alimentaba la vegetación que los indígenas luego usaban para su consumo. Es importante mencionar la relación del agua con la luna y sus ciclos, que a su vez era otra de sus diosas (Xía). Los ciclos lunares eran muy importantes para la comunidad porque controlan la cantidad de lluvia, lo cual ayudaba a los muiscas a tomar decisiones sobre el terreno y conocer sobre el pronóstico de los días siguientes. De esta forma los muiscas sentían que todo estaba conectado tanto física como espiritualmente. Roberto Santos, arquitecto armónico y conferencista de la actual cátedra muisca, propone una teoría que afirma que la energía de los lugares sagrados muiscas está


conectada entre ella y en compañía de algunos sabedores mayores indígenas aseguran que las siete lagunas del ritual “correr la tierra” son el soporte espiritual de toda Bogotá, porque la energía ancestral de la naturaleza aún está viva y siempre envían fuerzas espirituales hacia el territorio. Aunque no se conoce con certeza toda una lista de cuáles fueron los puntos sagrados para los muiscas y aunque algunos posibles puntos se han conservado, como lagunas que hoy en día son turísticas, otros puntos sólo fueron alterados de una forma fuerte y actualmente han mutado a otras cosas como catedrales en las que sólo queda rastros espirituales de lo que en algún momento fueron aquellos puntos sagrados muiscas.


Investigación

Desconexión de hombre-naturaleza y devaluación de las creencias indígenas Según el museo colonial (2019) de Bogotá, Colombia, cuando los conquistadores llegaron al territorio muisca pensaron que la civilización a la que habían llegado estaba muy poco desarrollada, por esta razón los españoles nunca tuvieron en cuenta los conocimientos y saberes de los habitantes, sino que empezaron a tomar todas las decisiones a partir de lo que ello. En el momento de la conquista, el cristianismo estaba en uno de sus mejores momentos al lado de la corona española. Los viajeros que conquistaron América traían consigo bastantes piezas religiosas que usaban como amuletos para su travesía y que más adelante usarían para imponer sus creencias sobre las de los aborígenes.


Cuándo empezaron a relacionarse con los muiscas y pudieron encontrarse con sus creencias y prácticas precolombinas, estas fueron vistas como algo profano, al ser relatos que adoraban a otros dioses diferentes al cristiano e incluso, en historias como El Carnero (1995), se hace ver a los indígenas como adoradores de demonios. Al tener otra fé y creer en cosas distintas, los españoles empezaron a prohibir a los indígenas practicar sus rituales y profesar sus creencias. Algunos conquistadores empezaron a “educar” y evangelizar a los muiscas a cambio de trabajo como obra de mano por parte de los segundos, lo que terminó en una esclavización en dónde los indígenas sólo perdían. Incluso se empezó a implementar el castellano


sobre la lengua chibcha y esto provocó la pérdida de información de la comunidad, pues esta sólo conocía la tradición oral. La llegada de los conquistadores trajo consigo varios cambios al territorio, entre estos la desconexión del hombre con la naturaleza que era tan presente entre los muiscas. Aunque los indígenas nativos seguían practicando sus rituales, poco a poco las prohibiciones se fueron haciendo más estrictas e incluso la imposición de las creencias occidentales se fue haciendo más violenta, los españoles empezaron a construir sus catedrales sobre puntos sagrados muiscas, esto con el fin de que siguieran asistiendo a sus puntos pero con otro propósito. Esto se ve muy claro con los cerros


del sol y de la luna, que hoy en día los conocemos como el cerro de Monserrate y el cerro de Guadalupe. Algunos abuelos sabedores mayores en estos puntos dicen sentir viva aún la energía de nuestros ancestros muiscas. La naturaleza empezó a perder valor, empezó a ser cosificada, los españoles empezaron a traer cultivos y a sembrar de acuerdo a cómo lo hacían en su tierra, sin tener en cuenta las condiciones de estas zonas, lo que afectó gravemente todo el terreno. Desde ese momento en la historia los indígenas fueron y han sido vistos como algo inferior y sus prácticas y creencias se devaluaron al punto de hasta hace muy poco invisibilizarlos como habitantes del país, e incluso

muchas veces fueron censados bajo el nombre de campesinos. No fue sino hasta la Constitución del 91 en que se empezó a ver la diversidad como algo bueno. Las creencias precolombinas pasaron a ser parte de nuestra historia, pero pareciera que el tema se dejó de lado, no se trata con énfasis ni frecuencia. No se deja claro el valor que tiene. Esto sucede por diferentes factores: en Colombia y parte de latinoamérica hemos sido criados con el pensamiento occidental de que existe una especie de evolucionismo social, el cual habla de que hay ciertos desprecios hacia ciertas etnias porque estas no tuvieron imperios al igual que otras comunidades indígenas, pero lo que sucede realmente es que existe es un desconocimiento por parte de las


personas por su importancia, una desinformación hacia los relatos y prácticas de los muiscas nativos. Con el pasar de los años la desconexión de las personas con la naturaleza se ha ido haciendo más evidente. El agua de la zona empezó a ser contaminada poco a poco de forma consciente e incluso, según Carolay Morales en el artículo “la historia no recordada del río Bogotá” para rcn radio (2019), en 1872 se emitió una ley que permitió que las personas pudieran arrojar a ríos y caños de agua corriente materias excrementicias entre las 11 de la noche y las 4 de la mañana. Esto provocó que en la actualidad el río Bogotá llegara a estar contaminado en un 98% en distintos niveles. El pensamiento y conocimientos

indígenas nunca se tuvieron en cuenta por las razones mencionadas con anterioridad y la importancia que para los muiscas tenía el territorio nunca se logró transmitir adecuadamente, por esto para las generaciones siguientes a la conquista la tierra fue algo para explotar no parte de nosotros mismo, llevando al maltrato de la tierra, la contaminación de las aguas y su malgasto. Hoy en día los humedales muchas veces no son apreciados porque las personas no conocen su importancia. Los páramos se han deteriorado. La tala de árboles cada vez es más abundante. En el 96 se publicó un artículo de El Tiempo que hablaba de que Cundinamarca se estaba quedando sin agua, afirmaba que secaban nuestras lagunas, nuestros


ríos y nuestros nacederos. En el 97 la laguna de Suesca se estaba muriendo. Durante más de 500 años dejamos de lado todo el pensamiento ancestral que nuestros indígenas tenían con la naturaleza y este proyecto es una invitación a retomarlo, de devolverle el poder y la voz a las comunidades indígenas actuales, de volver a nuestras raíces y respetar a la naturaleza, agradecerle y ser conscientes de lo que hacemos.


Marco teórico

El contrato natural Michel Serres “Debemos decidir la paz entre nosotros para salvaguardar el mundo, y la paz con el mundo a fin de salvaguardarnos”. Pg. 47.

La reflexión que Michel Serres hace enfocado en el hombre de occidente habla que desde el comienzo de la historia sólo han habido guerras. Siempre el hombre ha estado buscando un dominio y poder de las tierras y personas a través de la guerra, y para él a eso se resume nuestra relación con el mundo. Es clave hablar de la referencia que Serres hace al cuadro de Goya, duelo a garrotazos, en el que dos hombres se encuentran peleando sobre arenas movedizas para hablar de una forma algo literal de cómo a pesar de que los

hombres luchan entre ellos, afectan a la naturaleza y sin importar qué, ella va a ganar porque sin saberlo los hombres se están hundiendo en ella. Estas guerras muchas veces se dan sin importar que se llegue a impactar algo en el proceso, en donde la naturaleza es la que resulta afectada en gran medida, es por esto que el hombre está en una constante pelea con la naturaleza. Y al final ella siempre triunfará, porque no necesita de él, él si de ella. Desde la revolución industrial se ha hecho que la tierra pierda poder por


medio de varias acciones que han aumentado el daño ambiental, entre ellas el aumento de la propagación de sustancias tóxicas y gases de efecto invernadero. La tierra que antes era temida y respetada ahora se ve frágil y herida. Sierres propone que se deben dejar las guerras a un lado y realizar una unión entre todos, en donde no sólo se amen entre los hombres sino también a lo que los rodea. Para él no se puede luchar con la naturaleza, se debe estar en paz con ella o sino sólo morirán. El hombre debe dejar de ser parásito que sólo quita a la tierra sin importar qué, sino devolverle tanto como recibe, empezar a ser seres simbióticos que se preocupan por ella.


“En memoria de aquellos que se han callado para siempre, demos la palabra a hombres de largo plazo”. Para que las decisiones tomadas sobre la naturaleza sean efectivas y ayuden a la tierra, en honor a todas nuestras raíces y a las comunidades aborígenes del mundo que, como los muiscas, tanto tiempo dedicaron al cuidado de la naturaleza, se propone pensar en el largo plazo, en dónde no sólo se reduzca la velocidad del daño que se le está haciendo a la naturaleza, sino que se cambie el rumbo y se tomen acciones para asegurar que el daño empieza a detenerse. Serres da ejemplos de cómo nunca se habla de la naturaleza, ni en la declaración de los derechos humanos, ni en la religión. Siempre se usan frases como “amaos los unos a los


otros”, “sólo los hombres...” o “cualquier hombre que...”, pero allí también se debería tener en cuenta al mundo, la naturaleza necesita del cuidado del ser humano sin importar las creencias o prácticas. Aunque no se deben superponer unas creencias sobre otras, todo debe coexistir en armonía. El pensamiento occidental con el que hemos sido criados y el pensamiento indígena que deberíamos escuchar. Se debe retornar a la naturaleza y escucharla pues el hombre debe a la naturaleza su vida y todos se deben ayudar entre sí para sobrevivir.


Marco teórico

El mundo sin nosotros Alan Weisman Weisman a través de sus profesiones de periodista y científico, realizó un análisis a la naturaleza en el que hacía el ejercicio de a imaginarse cómo sería el mundo sin nosotros, intentando responder a la pregunta de ¿qué pasaría con la naturaleza si los humanos no estuviéramos? Este análisis se dio a través de un diálogo con especialistas en el tema del cambio climático, expertos en diferentes enfoques de la naturaleza y la exploración de espacios casi vírgenes o que han tenido muy poco contacto con humanos en un gran periodo de tiempo, como lo es el bosque de Bialowieza en Europa. Este texto es un llamado a una acción colectiva de una forma diferente, pero que invita a tomar consciencia acerca

de la relación del ser humano con la naturaleza hoy en día. Para el autor la naturaleza tiene el poder de autocuración, vuelve a donde alguna vez estuvo para recobrar lo que le pertenece, el espacio que alguna vez le fue arrebatado a la fuerza. La vida de la naturaleza empezaría a emerger sobre las infraestructuras que conocemos hoy en día y, por diversos factores como filtraciones u oxidaciones, todo caería y daría paso a esta nueva forma de vida. El mundo volvería a empezar. Todo lo hecho por el hombre desaparecería, todo regresaría a como estaba antes de la presencia de cualquier ser humano, como sucedió con la jungla que consumió algunas pirámides mayas en Guatemala. Aquí se vuelve a retomar


el punto de que la naturaleza podría vivir perfectamente sin nosotros y de que, como los muiscas, debemos vivir en armonía para evitar que sufra más daños y que la sigamos destruyendo. Los muiscas comparten la idea que Weisman plantea alrededor de todo el texto de que la naturaleza tiene propiedades de reparación, para ellos la naturaleza tiene memoria y es capaz de restaurar daños que le han hecho, un ejemplo de esto son un par de cerros que rodean la laguna de Guatavita. En la época de la conquista había un cerro al frente de la laguna por el cual los españoles querían extraer el oro de la laguna, ellos decidieron cavar por el cerro y hacer una enorme abertura para realizar un “canal” de extracción y así poder bajar el nivel del agua de

la laguna y vaciarla. Actualmente estas dos partes del cerro que se han llenado de naturaleza nuevamente, parecieran como si estuvieran intentando volver a unirse de nuevo y volver a cerrarse para ser uno sólo como antes.


Marco teórico

Arqueoastronomía y arquitectura armónica La arqueoastronomía es la ciencia que estudia las construcciones y puntos habitados por civilizaciones pasadas para entender cuáles fueron sus conocimientos astronómicos. De esta forma se han llevado a cabo una serie de descubrimientos como los mencionados por Juan David Morales en su tesis arqueoastronomía en el territorio muisca (2003) y en una charla ofrecida para la Cátedra de la memoria Mhuysqa (2016), que proponen la teoría de que algunos puntos sagrados muiscas eran observatorios astronómicos, o que algunos de esos puntos estaban ubicados justo donde aparecen los primeros rayos del sol y de la luna en sus respectivos solsticios y lunasticios.


Como se ha mencionado antes en el documento, los muiscas sentían un gran respeto hacia estos dos astros y buscaban estos puntos con el fin de llenar estos lugares de la energía que daban sus dioses al aparecer. Según Morales, los monolitos eran una piedras que funcionaban como observatorios astronómicos y permitían la apreciación del cielo (principalmente en la noche para la observación de las constelaciones) para aprender de este aspectos como el manejo del tiempo y la predicción de climas. Unos ejemplos de este aprendizaje fueron la asociación de los ciclos lunares con las lluvias de los días siguientes o el hecho de conocer la luna, que era fundamental para los muiscas, pues basados en el número de lunas que pasaban y según su calendario,

podían darse cuenta de cuándo iba a suceder un evento importante para la comunidad: ceremonias, sacrificios e incluso intercambios comerciales. Finalmente, Morales en su investigación buscaba encontrar relaciones entre espacios naturales del territorio como lagunas, cerros y puntos sagrados en general, concluyendo que es muy posible que la astronomía y esta observación del cielo hayan influenciado en la posición de los lugares sagrados muiscas, estableciendo una conexión entre estos por medio del sol, la luna y la constelaciones en general. Roberto Santos Curvelo se denomina a sí mismo como arquitecto armónico y busca recuperar el pasado que se ha ido perdiendo, contribuyendo


así a la restauración de la memoria muisca por medio de investigación, libros y conferencias, muchas de estas ofrecidas en la Cátedra de la memoria Mhuysqa. A través de un uso de arquitectura y simbología sagrada, Santos propuso la teoría de que la energía natural viaja en forma de la curva dada por la proporción áurea y, al ponerla en un mapa de Cundinamarca, se dio cuenta de que todas las lagunas del ritual conocido como correr la tierra pasaban por esta, o algunas muy cerca a esta, y la espiral terminaba en la plaza de Bolívar, el centro de la ciudad. Proponiendo así la teoría de que todas las lagunas estaban conectadas entre sí de forma energética y toda esta energía alimentaba la ciudad. Esto fue respaldado por algunos abuelos sabedores mayores indígenas que

afirmaban que las lagunas ubicadas detrás de los cerros eran el soporte físico y espiritual de Bogotá. Por otro lado, en compañía de algunos sabedores, también se propuso la teoría de que las iglesias del centro histórico de Bogotá pudieron llegar a ser en algún momento puntos sagrados muiscas. Esto debido a que al llegar los conquistadores pusieron sus catedrales sobre puntos sagrados muiscas con el fin de poder evangelizarlos más rápido, intentando que ellos siguieran yendo a sus lugares sacros pero con nuevos propósitos. Actualmente los sabedores dicen sentir toda la energía ancestral de los muiscas nativos en estos lugares. Un ejemplo claro son los cerros orientales, los cuales antes de la conquista eran


conocidos como el cerro del sol y el cerro de la luna, la figura masculina del sol fue reemplazada por el señor caído de Monserrate y la figura femenina de la luna por una virgen y le dieron el nombre de Guadalupe. Esto también se puede ver soportado por algunas catedrales que están construidas sobre imperios incas en Perú, las cuales aún mantienen algunas de las piedras de estos imperios debajo de las iglesias. Esta información es pertinente para el proyecto porque explica en cierta medida la conexión astronómica de los puntos físicos precolombinos muiscas y el porqué de la ubicación de los mismos, plasmando la idea de que todos sus sitios sagrados podrían llegar a estar conectados entre sí de una forma energética.

Sumado a esto, la teoría de Santos le da soporte a la idea de que el hombre, la naturaleza y los espacios están conectados y que todo es cíclico, que la energía y la naturaleza está una constante circulación. Los ciclos de la luna les enseñaban a los muiscas a entender los ciclos naturales como las temporadas de lluvia, de algunos alimentos e incluso de animales.


La profecía del águila y el condor “Cuando el Águila del Norte vuele con el Cóndor del Sur, el espíritu de la tierra volverá a despertar”.

Esta profecía, que no se sabe exactamente de dónde viene, pues algunos dicen que pertenece a los incas, otros a los mayas e incluso algunos indígenas colombianos la usan, es muy pertinente para el proyecto porque habla de volver a nuestras raíces, de

recuperar la espiritualidad con la tierra y volver a tratarla con amor, respeto y cuidado. Aunque no se tenga certeza de su procedencia, lo cierto aquí es que involucra a todas las comunidades indígenas ancestrales de América como actor principal.


La profecía hace una analogía con las creencias y tecnologías científicas del hombre de occidente y las creencias y prácticas más espirituales de los indígenas, en dónde dice que cuándo estos dos mundos crean el uno en el otro y coexistan, es cuándo realmente el espíritu de la madre tierra volverá y se podrá hacer algo para ayudarla. Proponiendo así una unión entre las dos partes, en donde una es tan valiosa como la otra, sin el apoyo espiritual o el científico no se podrá ayudar tan eficientemente a la naturaleza. Es muy curioso cómo esta profecía mantiene la idea de los muiscas que todos somos unos solo y la idea de Michel Serres en El contrato natural que habla de que debemos ser seres simbióticos con la tierra y debemos unirnos para trabajar juntos antes de que el daño sea irreversible.



Investigación en campo

500 años después de la conquista

Se realizaron una serie de observaciones y algunas entrevistas semiestructuradas a personas de colegios, universidades y museos para establecer cuál era la percepción y conocimiento de diferentes personas y entidades de Bogotá en la actualidad en torno a los muiscas nativos y sus creencias precolombinas. Colegios Según algunas entrevistas a profesores y estudiantes de dos colegios de Bogotá, el tema de la cultura precolombina muisca es enseñado a niños de 11 a 14 años entre los grados cuarto de primaria y sexto de bachillerato. Esto es debido a los lineamientos curriculares del ministerio de educación y los derechos básicos de aprendizaje que cualquier persona debería tener, de esta forma debería aparecer en los curriculums normales de cualquier colegio. En algunos colegios esto es

enseñado en sólamente un periodo académico equivalente a 2 meses. Es decir, en el caso de bachillerato, este tema es tocado únicamente 2 meses dentro de un tiempo de 6 años aproximadamente. Esto en parte es porque en ciencias sociales se debe enseñar la historia de forma cronológica y se requiere de bastante tiempo para enseñar la historia del mundo. Sin embargo, la información enseñada es poca o casi nada y es dada a edades en las que a los niños no les interesa aprender de creencias precolombinas muiscas,



sumado a que la dinámica de enseñanza es vista como una obligación por parte de los mismos. Por otro lado, existe mucha confusión por parte de los niños o no están seguros de la información que en algún momento aprendieron, “... sé que habían unos indígenas que adoraban al sol y la luna. Usaban el oro para ceremonias y adorar al sol, pero no recuerdo si eran de Colombia o de dónde...” Valentina, 13 años, séptimo grado.

Universidades Para levantar información se realizó una entrevista semiestructurada a universitarios entre los 18 y 22 años. Entre las cosas más reiteradas por los entrevistados aparece un sentido de desconexión con los muiscas porque

sienten que esta comunidad indígena ha dejado de tener importancia en nuestra actualidad porque no se habla de esta, llegando a sentirla como algo ajeno, lejano y que no nos pertenece. Además no existe una apropiación hacia la historia por los antepasados, al sentir que es algo que no se inculca mucho, a diferencia de la religión católica. Por ejemplo, para Natalia de 21 años, la comunidad ha perdido su valor y ahora se usan palabras como “guaricha” o “que indio” con connotaciones negativas, afirmando que “uno se llega a identificar más con el europeo que con el indígena”. El interés se llega a activar en algunos adolescentes universitarios sólo si la información llega a ellos, pero no la buscarían para conocer más por cuenta propia, esto sucede principalmente cuando van a museos o zonas que


tienen algo de historia muisca, al estar allí se ponen en disposición de aprender de esos relatos e intentar entender la postura de los indígenas. Para Ana, de 22 años, aprender de creencias precolombinas es un gusto adquirido, esto debido a que siempre le ha emocionado este tema y desde pequeña le han contado estas historias.

de forma abrupta y sus creencias eran satanizadas por los autores la mayor parte del tiempo. Estudios arqueológicos muy recientes en los terrenos, debido a que esta ciencia empezó hace poco en Colombia. Y finalmente estudios a indígenas actuales de la amazonía, en dónde se iban identificando diferentes patrones que pudieron tener los indígenas nativos.

Museos La información proveniente del museo del oro está basada en hipótesis de cómo se creían que eran las comunidades aborígenes a partir de tres ejes principales: Las crónicas de los conquistadores, que al tener que dejar bien vista a la corona española siempre y al estar el cristianismo con esta, los indígenas eran devaluados

El museo del oro intenta contar cómo su cosmogonía regulaba lo que los rodeaba, regulaba sus animales y promovía una caza consciente. Sus figuras predominantes en su simbología como el pájaro, el jaguar y las serpientes. Habla de las relaciones entre los metales y sus deidades e intenta explicar cómo todo estaba conectado. Como el oro, que representaba el sol en la tierra.


La plata, la luna y el agua. Resalta la importancia de sus deidades como el sol nuevamente, que es quien nos da vida por medio de la luz y es el alimento de las plantas que el ser humano consume. Cuenta cómo sus rituales buscaban recrear sus relatos mitologicos por medio de danzas y atavíos, o cómo otros significaban la renovación de la vida. Este museo fue uno de los importantes para el proyecto ya que permitió entender y conocer que no sólo los muiscas, sino muchas más comunidades indígenas alrededor de Colombia tenían y han tenido una cosmogonía similar, compartiendo grandes pensamientos ancestrales de la importancia y cuidado hacia la naturaleza. Además, fue una base para conocer parte de lo que los muiscas


hacían y fue el que llevó a formular la reflexión de la “memoria fragmentada” que se desarrollará más adelante.

la llegada de los españoles al territorio debido a las razones mencionadas en el párrafo anterior.

El museo colonial intenta contar cómo fue el proceso de la conquista y los intentos de evangelización en la misma lengua de los indígenas. Cómo la iglesia y el espíritu cristiano siempre ha estado en el poder junto al gobierno. Cómo los europeos no tuvieron en cuenta los saberes de los pueblos indígenas y cómo se llegó a la esclavitud de estas comunidades.

En ambos museos se encontraron diferentes tipos de visitantes, entre los que sobresalen antropólogos, historiadores y personas pertenecientes a las ciencias sociales. Personas, principalmente de clase media, que buscan formas alternativas para un crecimiento personal o sanación, colombianos por un especie de sentimiento nacionalista o una búsqueda de una identidad nacional. Y finalmente extranjeros, que aunque muchas veces no conocen casi nada, van por el voz a voz o por que quieren conocer más de la “leyenda del dorado”.

Este museo fue un inicio de la investigación acerca de la intervención de los conquistadores sobre los indígenas nativos como un intento por conocer el por qué las comunidades indígenas se han visto tan invisibilizadas y menospreciadas, encontrando que efectivamente el problema parte desde



De esta información Analizando la información mencionada con anterioridad se obtuvieron una serie de reflexiones que se verán a continuación: Memoria fragmentada Narraciones polimórficas Según la tradición de Bogotá, Chiminigagua fue el dios creador del mundo. Según la tradición de Tunja, dos caciques subieron al cielo para convertirse en el sol y la luna y dar paso a lo todo lo que conocemos. Literatura de Colombia Aborigen, Hugo Niño.

“No tenemos certeza de que lo que conocemos del museo haya sido cien por ciento así, Todo sale de suposiciones a partir de las piezas encontradas y algunos estudios…” María, antropóloga y guía del museo del oro.

Dentro de las creencias precolombinas muiscas hay diversas versiones de historias para cada creencia y/o diferentes historias para explicar un mismo origen. Esto permite que existan varias interpretaciones de lo que fueron y que cada persona llegue a tener una imagen distinta, en ocasiones llenando vacíos con otras historias que ya conocen.

Existe una memoria histórica fragmentada de lo que fueron las creencias precolombinas muiscas ya que lo que se conoce de estas ha salido de varias fuentes y diversas interpretaciones alteradas de los conquistadores, estudios arqueológicos muy recientes y estudios a comunidades indígenas actuales. Esto se debe a que en la actualidad no hay una fuente completamente


original, en parte por la pérdida de la lengua muisca y en suma a la pérdida de algunos relatos ya que estos eran enseñados sólo por tradición oral. E incluso, al pensar en los relatos muiscas, algunas personas sólo recuerdan partes de ellos, haciéndolo de forma fragmentada.

empiezan a tornarse aburridas para algunas personas. El interés por el tema puede empezar a presentarse cuándo van a museos, zonas arqueológicas o cuando ven algo que les llama la atención sobre esto como vídeos, fotografías, reflexiones, entre otros.

Relaciones mutadas Un tema aburrido “A mí me interesa pero no busco sobre eso. Si llega a mí lo veo, pero de resto no. Siento que es más como cultura general, pero igual hace parte de mis intereses”. Francisco, 21 años, estudiante de arquitectura y diseño. Al ser enseñado en clases de historia y tener connotaciones de algo arcaico y obligatorio, las creencias indígenas

“Varios siglos más tarde, llegaron los españoles y los indígenas perdieron la noción de la limpieza y el aseo. El agua pasó de ser una fuente de salud a una fuente de contagio cuando proliferaron las pestes durante esa época… la relación con el río cambió porque los conquistadores creyeron inútil esa visión del mundo Muisca.” La historia no recordada del río Bogotá. (2019). Artículo rcn radio.


La relación del hombre con la naturaleza en el territorio de Bacatá desde la época precolombina hasta el día de hoy ha sufrido una serie de transformaciones que han afectado de forma grave a la naturaleza y la han deteriorado con el paso del tiempo. Los muiscas nativos tenían gran consciencia hacia ella y hacia el manejo de recursos pues sentían gran respeto por ella al pensar que somos solo uno, sin embargo, se fueron perdiendo estas prácticas y cosificando la naturaleza haciéndola ver simplemente como un objeto de uso. Pensamiento ancestral “No hay pueblos indígenas sin bosques y no va a haber bosques sin pueblos indígenas”. RAISG (Red amazónica

de información socioambiental georreferenciada). (2018). Artículo El País. Las comunidades indígenas actuales comparten un conocimiento ancestral similar al que los muiscas tenían y mantienen prácticas relacionadas al cuidado de la naturaleza buscando llevar una buena relación con ella e intentando restaurarla porque quieren y consideran necesario retomar este pensamiento indígena con el fin de conservarla y protegerla.



Áreas de oportunidad Resaltar las creencias y pensamientos indígenas muiscas en relación a la naturaleza para mostrar la importancia de ésta en nuestras vidas, cómo nuestros actos la afectan y porqué es importante empezar a pensar en ella. Generar interés en los usuarios y disipar el estigma de obligación y aburrimiento que tienen las creencias precolombinas muiscas haciendo uso del concepto de memoria fragmentada y las diversas versiones e interpretaciones de las historias.



Hijas del agua

Referentes

Ruven Afanador y Ana González (2019) Esta obra consta de una serie de fotografías por Ruven Afanador que posteriormente fueron intervenidas por Ana González en las que buscaban plasmar los retratos de algunas mujeres de comunidades indígenas que durante años han estado en un aislamiento social que las ha mantenido internadas en medio de selvas y cordilleras, afectadas por diversos factores como el conflicto armado. Lo más interesante es que al entrar en contacto con las comunidades, Afanador y González pudieron identificarse con algunas raíces ancestrales y a partir de ahí sintieron una necesidad de recuperar estas raíces que se han dejado de lado, buscando honrar la riqueza étnica de


las comunidades y una especie de redención de nuestro pasado de guerra. De esta forma el proyecto se convierte en un pagamento con el que querían rendir tributo a las denominadas hijas del agua mientras buscaban resaltar la relación que los indígenas tienen con la naturaleza al vivir en condiciones extremas. Este referente conceptual logra darle importancia tanto a las comunidades indígenas como a la naturaleza y generar una reflexión por medio de la transmisión de intimidad y empatía con las comunidades gracias a los ángulos de las fotografías.


The weather project

Referentes

OlafurEliasson (2003)

Esta instalación constaba de un gigantesco sol artificial saliendo de una niebla y una lámina de espejo en el techo del salón. Eliasson quería dar la ilusión a los espectadores de estar muy cerca al sol y quería que las personas se sintieran en cierta forma insignificantes para que se dieran cuenta de su humanidad, buscando que cada asistente tuviera una reflexión personal, abierta a cualquier interpretación, y que a pesar de llegar a estar acompañados, la magnitud de la instalación y el espejo permitía poder ver todo el panorama para generar introspección. Lo más relevante de esta instalación fue que Eliasson la realizó con el fin de que la gente fuera, se sentara, se

acostara y se desconectara un poco de la ciudad, para que los asistentes pudieran estar un rato contigo mismo y reflexionar usando sólamente un elemento que pudiera transmitir esta tranquilidad a las personas (el sol).


Ascension

Referentes

Bill Viola (2000) Esta instalación es una gran proyección de una fuente de agua con muy poca luz que se ve intervenida por la entrada de un hombre con ropa y los brazos extendidos, este se mueve lentamente por el vídeo mientras poco a poco va ascendiendo y luego descendiendo. Lo interesante de este referente es que Viola busca apelar a una alteración de consciencia y a generar una serie de reflexiones a partir de cuestionamientos espirituales con el acto de subida y bajada del hombre preguntándose el porqué se cree que el cielo se encuentra en la parte superior o el infierno en la inferior. Basado en su experiencia personal, para él, el agua ayuda a las personas a


tomar una consciencia espiritual. Este referente sirvió de inspiración estética y conceptual para mostrar la fluidez del agua en cuanto a elemento propio de la naturaleza y cómo la lentitud y el movimiento pequeño del agua en Ascension permiten que las reflexiones que Viola buscaba generar, se dieran con efectividad en la audiencia, cambiando, al igual que Eliasson, la dinámica cotidiana de los asistentes a través de un espacio donde pueden ver las cosas que ven a diario de una forma diferente.


Hora de cosechar

Referentes

Carlos Jacanamijoy (2014)

Jacanamijoy es un indígena inga colombiano que hace una serie de pinturas abstractas en dónde busca extraer las formas de la naturaleza (principalmente de paisajes selváticos) basándose en rituales ingas y el chamanismo para finalmente realizar estas piezas en óleo. Este referente estético fue de gran inspiración para el proyecto para plasmar todas las

energías muiscas ancestrales que se mencionan más adelante, las formas fluidas de la naturaleza plasmada en la pintura fueron tenidas en cuenta para el movimiento de la energía y los colores vibrantes de la pintura ayudaron a entender más una abstracción de cómo se podría ver la naturaleza al momento de estar en un ritual indígena.




Moodboard Con este primer moodboard se buscaba experimentar con materialidades haciendo referencia a la forma de los espacios y texturas de elementos naturales que tuvieron gran importancia para los muiscas en el periodo precolombino como lo fueron los cerros, las lagunas y los bosques de Bogotá y sus alrededores. Esto se unió a referentes meramente estéticos asociados a la dirección creativa para finalmente generar una serie de sensaciones cálidas y amigables pero misteriosas, en un ambiente casi que onírico y fantástico, en donde la naturaleza predomina y se ve grande y admirable, en donde pareciera mostrar que hay muchos

lugares que esperan por ser recorridos y descubiertos, que invitan a la gente a entrar y vivir una experiencia diferente en cada espacio. Las formas fluidas del moodboard y la conexión de los elementos dio paso a la narrativa de ficción usada en el concepto que hace referencia a toda la energía ancestral de los muiscas nativos que aún andan por estos espacios naturales donde pueden ser libres y en dónde están en una constante búsqueda de ayuda por la madre naturaleza. Finalmente también ayudó a pensar en la luz que viaja por cada “espacio” como una forma de materializar esta energía ancestral.


Concepto

Energía ancestral de la naturaleza en Bacatá La energía de nuestros ancestros está viva, navegando a través de los cerros, los bosques y las lagunas de Bacatá, de a poco se van uniendo a los espíritus guardianes de la naturaleza que van viajando por el mundo, llevando consigo sus deseos y rituales que antaño ponían en práctica. Se comunican con los concejos de ancianos por medio de la naturaleza, les piden ayuda, protección. La fuerza espiritual de esos sitios debe mantenerse. Es necesario unir fuerzas para reforzar nuestros lazos. Su energía se mueve con velocidad, despacio, se esconde entre algunas piedras y frailejones, recorre tyhyquys de arriba abajo, tabacos, nogales, animales, entra a lagunas, se mezcla

con el agua y vuelve al cielo. Está en constante circulación, tal vez buscando un inexistente lugar donde posarse. La madre naturaleza está volviendo a despertar, durante bastante tiempo ha sido sometida a alteraciones que la han afectado de formas casi que irreversibles y ya es momento de restaurar el orden, necesita estar bien sin importar cómo, con ayuda o sin esta. Se debe dejar de ver la naturaleza como un objeto. Ella nos da, nosotros deberíamos dar de vuelta tanto como eso, lo necesita, necesita de nuestro cuidado. Ella intenta hablarnos, pero hay que aprender a escucharla y dejar de negarnos a hacerlo. Respetarla.


Nos escucha y nos siente, responde a nuestras acciones. Ver la naturaleza como nuestros ancestros lo hacían, honrarlos. Conectarnos. Ser conscientes de lo que hacemos. Vivir en armonía. Volver a nuestras raíces.


Propuesta Una instalación que a través de la proyección de piezas audiovisuales obtenidas por medio de la abstracción y conceptualización de la conexión espiritual de los muiscas nativos con la naturaleza y de cómo ella es vista y tratada hoy en día, permita a los asistentes vivir una experiencia envolvente que busca generar reflexiones personales en cuanto a nuestras prácticas y formas de relacionarnos con la naturaleza en la actualidad y hacia la importancia del pensamiento ancestral de convivencia con ella que comparten algunas comunidades indígenas. La propuesta está compuesta por un cubo de dos metros por dos metros, con la parte superior descubierta, realizado con un plástico llamado lindasoft. En el centro de este cubo se encontrará

un recipiente circular en acrílico de 1 metro de diámetro y de máximo 5 cm de altura que contiene agua. En la parte superior se encontrará un gotero regulador que dejará caer una gota en el centro del recipiente cada cierto tiempo durante el recorrido. Se ubicarán cuatro proyectores frente a cada pared del cubo desde la parte exterior para visualizar las piezas. Sobre el cubo habrá un proyector que dará sobre el suelo y el recipiente. Finalmente, en la entrada se ubicará una piedra que contará de qué trata proyecto.



Narrativa de propuesta Durante bastante tiempo existió un terreno conocido como Bacatá en el que los nativos fueron seres que sabían cómo convivir con la naturaleza, la dejaban ser, sabían que estaba llena de vida y se sentían uno con ella. Tiempo después, externos llegaron al territorio, se dieron cuenta que para dominar su terreno, debían dominar la naturaleza de este y así fue como empezó un abuso hacia ella. Todos querían una parte y la lucha no paró, dónde antes había naturaleza ahora sólo quedaba destrucción. Los nativos se vieron sometidos ante estos intrusos, la relación de cuidado con su entorno se fue deteriorando y la naturaleza fue mutando. Por años, los espíritus ancestrales de estos nativos, que dicen llamarse muiscas,

han buscado formas de ayudar a la naturaleza, quieren restaurar el daño que los externos y mestizos alguna vez hicieron. Buscan un rescate del pensamiento indígena de convivencia con ella y devolverle el respeto que antaño tenía. Ella tiene memoria y quiere volver a sus inicios. Y hoy, por fin, los espíritus lograron salir de una de las lagunas sagradas y van a ayudarla a restaurarse. A eliminar todo y volver a conectarnos de nuevo, porque somos uno sólo.


La narrativa presentada para la propuesta se divide en dos partes. En la parte exterior del cubo se muestra la desconexión con la naturaleza y se hace evidente la destrucción de ella, materializando por medio de un glitch cuadrado esta intervención del hombre desde la conquista y con un glitch fluido el dominio y abuso. Por otro lado, en el interior del cubo se muestra la recuperación de la naturaleza a través de una materialización de las energías ancestrales por medio de unas partículas de color que ayudan a que esto pase. Estas salen de una fuente de agua para resaltar la importancia de ella y plasmar el hecho de que las lagunas sagradas aún conservan la energía ancestral muisca. El espacio muestra el cielo para hacer referencia a la importancia de este en

la cultura muisca y luego la luna para hacer una transición hacía el agua. Esto debido a la conexión entre la luna y el agua en cuanto a que los ciclos de la luna influencian en ella. Finalmente el agua envuelve todo el cubo para mostrar que nos hace parte de la naturaleza, nos conecta a ella y nos vuelve uno solo de nuevo. Ahora somos agua. Por fuera es un cuadrado y con esquinas para cortar con las formas fluidas de la naturaleza y para de cierta forma “encerrarla”. Adentro el círculo de la fuente de agua hace referencia a la fluidez de la naturaleza y el agua en sí y da parámetros para el espacio ya que hace que las personas se tengan que ubicar alrededor de ella.


Partes que componen las insatalación 1. En la entrada se encuentran dos piedras muiscas que sostienen una alargada con información del proyecto, contando su propósito principal y un resumen del porqué de este. Audio de naturaleza grabado en las lagunas.

partes de algunas lagunas entre los espacios vacíos que deja el glitch. En una esquina empieza a aparecer el glitch fluído ocupa una parte de la pantalla y se va mueve hacia la siguiente pantalla. El glitch cuadrado se apodera del audio también.

2. Una proyección de las lagunas aparece en la primera pantalla (cara del cubo) mostrando vídeos de ellas. Una pequeña intervención de glitch cuadrado empieza a aparecer en la esquina y se mueve hacía la siguiente pantalla, invitando a las personas a continuar. El audio de naturaleza empieza a pausarse.

4. El glitch fluido se apodera de la tercera pantalla, ocupando toda la imagen. El audio se torna un poco más natural.

3. El glitch cuadrado se apodera de la segunda pantalla. Se ven

5. La cuarta pantalla está rodeada del glitch fluido pero hay un hueco en la proyección central en donde (en el medio de este glitch y un glitch cuadrado) aparece parte de la naturaleza resplandeciente, intentando luchar con este barrido para


ver quién ocupa la pantalla. Los sonidos de la naturaleza y el glitch van aumentando y disminuyendo.

empiezan a navegar por este glitch fluido. Empieza a sonar audio de música precolombina muisca (cantos e instrumentos).

6. Hay una flecha en piedra que indica a las personas ingresar al cubo por lo que queda de naturaleza. Audio del glitch fluido aumentando.

9. Las partículas van cambiando el color al glitch fluido y forman un cielo de noche, estas se quedan quietas a través de las pantallas formando imágenes de simbología muisca. El glitch pierde el sonido. Aperece sonido de la naturaleza en la noche y se mezcla con los cantos indígenas.

7. Al ingresar el punto de naturaleza de la cuarta pantalla se consume y todas las pantallas quedan con el glitch fluido por un tiempo. Audio glitch fluido con fuerza. 8. De la laguna central de agua surgen partículas de color que se desplazan a las paredes y

10. La simbología muisca se dispersa, quedan sólo las partículas de color y surgen nuevos puntos para formar las estrellas. La laguna es proyectada como una luna. El


audio de la naturaleza en la noche gana y sólo queda este. 11. La luna desaparece, las partículas se mueven nuevamente cambiando el color y formando agua, una mezcla entre lluvia y como si se estuviera sumergiendo todo el cubo en ella. Ahora somos agua, somos uno solo. Los sonidos de la noche se mezclan con el agua moviéndose rápidamente y queda un audio de agua relajante.

12. El agua cae, se escurre por todas las pantallas y se dirige a la laguna dejando una proyección en negro y sólo la laguna queda con color. El sonido cambia del agua relajante a un sonido de una gota cayendo. 13. En las pantallas aparece un letrero como el siguiente: “Un tributo a la naturaleza y a nuestros ancestros indígenas”.


Storyboard



Tipo de diseño La propuesta plantea una instalación con un tipo de diseño enfocado hacía la dirección creativa, en dónde se puede ver aspectos tanto de un diseño museográfico como de un diseño de experiencia. En una instalación se busca generar reflexiones o sensaciones en los espectadores a través de una experiencia desarrollada por diferentes medios y/o materialidades, buscando apelar a lo sensorial para que esto suceda. Se está realizando una instalación como propuesta final con el fin de mostrar las creencias indígenas de relación con la naturaleza y la importancia de ella en la vida del ser humano de una forma envolvente a través de un recorrido guiado por las proyecciones

y a través de esta experiencia poder generar reflexiones personales en los asistentes. La instalación maneja la técnica del vídeo y la edición e intervención del mismo pues es un medio apropiado para comunicar de forma efectiva el mensaje. Así mismo, el audio propuesto en la instalación ayuda a que las personas se puedan sentir más sumergidas en esta experiencia sensorial, viéndose alterado de acuerdo a las imágenes y piezas visuales del cubo.



Concluisiones Este proyecto me ha hecho crecer bastante personalmente ya que durante el proceso me di cuenta de algunas aberraciones que decía y hechos puntuales a los que antes no les daba tanta importancia. Un ejemplo de esto es que al referirme a la naturaleza usaba el pronombre “esta” en lugar de “ella”, lo hacía como si me refiriera a un objeto en lugar de un ser, los acontecimientos históricos mencionados en todo el documento llevaron a que esto me fuera enseñado así y que sólo pensara en la naturaleza como nuestro hogar que simplemente nos da y ya. Por otro lado no conocía la diferencia entre el término chibcha y el término muisca, para mi eran comunidades diferentes, pero luego entendí que la

primera hacía referencia al idioma y la segunda al nombre del grupo. Estos ejemplos los pongo para mostrar qué tan “afectado” tenemos el pensamiento algunas personas y cómo nos han educado ignorando y/o restándole importancia a las creencias precolombinas muiscas y a todo un conocimiento ancestral. Es importante empezar a cambiar nuestro pensamiento y darle (y devolverle) la importancia que tanto merecen la naturaleza y las comunidades indígenas. Esta investigación me ha permitido dar respuesta a las preguntas de investigación y a inquietudes establecidas en un inicio que se desarrollarán a continuación. Es evidente que no existe un sentido de pertenencia porque no se le da la


importancia que merece a las creencias indígenas ancestrales, principalmente por una notable desinformación de las personas, e incluso debido al no reconocimiento y ocultamiento del término “indígena” por parte del gobierno desde la llegada de los conquistadores hasta la constitución del 91. Las personas con frecuencia no conocemos mucho sobre la cultura precolombina muisca, sus pensamientos, ni cómo se llegaban a desenvolver en sus prácticas por que es un tema del que casi no se habla y que se ha ido perdiendo con el tiempo. La tarea de reconstrucción de la memoria muisca es muy reciente y hay demasiados huecos en esta ya que mucha de la información no ha podido ser encontrada o leída de forma adecuada y pareciera que el

único foco importante del pasado del territorio hubiera sido la llegada de los conquistadores pues sólo se hace énfasis en este. Así mismo, la investigación me ha hecho dar cuenta de que es importante resaltar que las creencias precolombinas muiscas enfocadas en la relación con la naturaleza son importantes porque representan un conocimiento ancestral que comparten algunas comunidades indígenas sobre el cuidado y convivencia con la naturaleza, se debería hablar de ellas para enfocarse en la importancia de la naturaleza y de las creencias como tal para ayudar a contrarrestar el deterioro ambiental y la invisibilización de los indígenas. Las relaciones de los muiscas nativos con su entorno han mutado de forma significante a la que


nosotros tenemos actualmente con el nuestro, ha pasado de una armonía a un abuso y explotación. En la actualidad la naturaleza sólo se ve como un “escape” a la ciudad y al caos de lo que esta representa, pero no se aprecia de la misma forma. Se usa como planes que sacan de la rutina y ya, como pasa con las acampadas o subidas a Monserrate por ejemplo. Es importante cambiar las prácticas y pensamientos que están destruyendo a la naturaleza porque sin ella no podremos vivir y si no las cambiamos, ella podría terminar gravemente afectada, necesitamos volver a estar en armonía con ella y respetarla. Finalmente, a modo de invitación me gustaría decirle a cada persona que llegue a leer esto que intente hacer

el ejercicio de reflexión personal pensando acerca de sus prácticas relacionadas a la naturaleza que puedan llegar a afectarla y pensar e implementar alternativas que eviten que esto pase, o al menos lo reduzcan, para poder recuperar y retribuir a ella la importancia y respeto que ha perdido. Así como ayudar y apoyar a las comunidades indígenas cuándo tengamos la posibilidad de hacerlo.



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