Administrar el azar

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DIEGO LAUTARO BARRENECHEA VILLARROEL

ADMINISTRAR

EL

AZAR

COLLAGE, SINCRONICIDAD Y SERENDIPIA 2019 - PRESENTE


ADMINISTRAR EL AZAR collage, sincronicidad y serendipia (noviembre 2019 • presente)

El presente proyecto constituye una primera muestra de collages analógicos de una producción abierta con múltiples piezas en desarrollo. Tal como al barajar un mazo de Tarot o al determinar un hexagrama del I Ching, en la elaboración de estas composiciones me he basado en la sincronicidad, concepto junguiano que alude a la concordancia entre fenómeno y sentido. Por su parte, la serendipia alude a la circunstancia de un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que ocurre de manera casual en la emergencia del momento, predestinado, tal vez. Valiéndome del azar y la serendipia, el proceso de creación del collage ha constituído una instancia cotemplativa y creativa que opera de manera similar a una consulta oracular, instancia en la que mediante elementos pertenecientes a un sistema simbólico extraemos o elaboramos un relato que se plantea como una develación de un sentido oculto: es la apertura de una escena o composición en la que se alternan e integran diversos elementos en una relación lúdica y dilucidatoria; lúcida y didáctica. Seleccionando imágenes de múltiples revistas, libros y enciclopedias, he ido construyendo estos collages asociando sus figuras por continuidad semántica o bien por semejanza y armonía estética, formal y cromática. Recolectar fuentes, revisarlas exhaustivamente, seleccionar y recortar fragmentos, figuras, sombras, manchas. Tabla de corte, iluminación, tijera, bisturí, cortacartón. Una incisiva y filosa operación quirúrgica. Luego es cosa de archivar, clasificar y cartografiar carpetas en torno a posibles obras, jugar con el puzzle maleable de fotografías deconstruídas, el mosaico fluido de recortes recontextualizados. La magia y la voluntad se desenvuelven y los significados se van construyendo en la medida que las obras han ido brotando de forma espontánea, creciendo y completándose en un diálogo abierto. Una vez finalizadas, he escrito sus textos —en algunos casos, poemas—


complementarios, los que acompañan a cada pieza ofreciendo una interpretación personal y una justificación filosófica, poética o mística, proyectando y descubriendo en ellas reflejadas múltiples ideas a partir de mis estudios y reflexiones* (sin omitir un cariz comprometido, político, artivista y terapéutico, orientado a la conscientización), conciliando una cosmovisión psicoespiritual junto a las contingencias de la actualidad, sin agotar con ello todas las posibles lecturas que el espectador pueda descifrar e interpretar. Liderados por André Breton y fuertemente influenciados por el psicoanálisis freudiano, los surrealistas indagaron en una serie de técnicas y procedimientos para adentrarse en el inconsciente y lograr manifestarlo. Fue así el collage un medio práctico para ejercer la técnica de asociación libre, de la cual el mismo Freud aclaró tajante que ‘de libre no tiene nada’, aludiendo así al cómo aquello que en apariencia puede tomarse como un acto inocente o descuidado responde más bien a una predeterminación de origen subconsciente. Yendo más allá, Max Ernst describe al collage como ‘la explotación sistemática de la coincidencia casual, o artificialmente provocada, de dos o más realidades de diferente naturaleza sobre un plano en apariencia inapropiado […] y el chispazo de la poesía, que salta al producirse el acercamiento de esas realidades’. Así, ya sea causal o bien casual, en la elaboración del collage se entrelazan decisiones estéticas racionales que se topan con la apartura a elementos caóticos, azarosos, asombrosos y misteriosos. *Las ideas que dan pie al desarrollo textual que acompaña a cada collage orbitan ámbitos teóricos diversos, desde la psicología —el psicoanálisis, la psicología analítica junguiana, la psicología humanista, transpersonal, integral y experiencial—, la filosofía tradicional —el perennialismo de autores como René Guenón, Ananda Coomaraswamy y Fritjof Schuon—, la imaginería del Tarot y la sabiduría confucianista y taoísta del I Ching.


IMAGO MNEMOSINE

‘Hay que sacar la historia de la memoria’ Collage analógico, 33 x 22cm, 2019 Mnemosine es la encarnación griega de la memoria, también es el río del que los iniciados beben para que el alma recuerde la verdad trascendente olvidada antes de encarnar. Es la madre de las musas que con la inspiración y el arte nos ayudan a recordar la luz de la que provenimos. La memoria corre en nuestras venas, cifrada en nuestros genes, forjada en nuestra carne. Yace en nuestros pueblos indoamericanos, en los hitos que fundaron la cultura cristiana, en los símbolos y ritos que hemos de excavar, conectar y revivir. La senda de la vida se abre. Como una pantera, recorremos solitarios hasta dar con nuestra manada. Nuestra tribu danza y vibra y grita desde el corazón. El desierto florece. Recto y firme, el Wachuma, abuelo sagrado y planta maestra, guarda las llaves de San Pedro y se eleva hacia el Sol. El fuego del espíritu nos llama a reencantar el mundo, sacralizar nuestra experiencia, transmutar nuestro ser y conectar el Cielo con la Tierra. Tal es el movimiento del Tao, retornar a las raíces, florecer desde dentro, fluir como el río y preservar nuestro centro. La Memoria no será borrada, ha despertado en nuestro corazón. Honrada prevalecerá alzando sus alas de mariposa dorada.



DE RUEDAS SINIESTRAS Y ESFERAS CELESTES Collage analógico, 48 x 33cm, 2020

Rueda, rota, chakra. Resulta un símbolo en el que se pueden inscribir muchos otros a partir del número de radios que ésta tenga. La rueda gira como una tómbola, una ruleta en la que se alternan los diversos aspectos del espectro fenoménico. En su recorrido espiral podemos precisar ciclos y estimar repeticiones. ¿Será que el rayado de cancha universal establece un determinismo fatal que deviene en un eterno retorno? ¿O será que poseemos un libre albedrío en el que ‘no tiene fortuna parte alguna’, creando cada cuál su propio destino? O, tal vez, ambas opciones se entrelazan en distintos niveles. Como una pluma al viento que se posa a nuestros pies, el sentido yace oculto dispuesto a ser develado por la mirada adecuada. Fortuna baraja las cartas forzándonos a aprender a jugar, adaptándonos al cambio para sostener un equilibrio dinámico, atentos al germen de lo inmanifiesto dispuesto a emerger. Lo siniestro acecha, en términos freudianos, como aquello conocido que ha sido reprimido y regresa en la inquietante extrañeza de la compulsión por repetición. Es la mecanicidad automatista de un reloj que se nos opone a la vitalidad organísmica que despliega el mandala de un loto en flor. Mediante la reminiscencia de lo trascendente –con la Tradición como brújula- y su acoplamiento a la consciencia inmanente –dirigiendo el timón del dharma- podemos encarrilar las ruedas de nuestro carro para seguir el sendero celeste templados por la música de sus esferas.



LA CONSCIENCIA VIGILANTE ACECHANDO EL HORIZONTE Collage analógico, 35 x 22,2cm, 2020

En diversas ocasiones, el I Ching nos indica cómo ha de comportarse el noble en relación a la influencia de energías inferiores y tenebrosas (en definitiva: ante los aspectos negativos del yin) que emergen y se expanden hasta apoderarse de la sociedad. Mientras la tiniebla avanza, recluido en soledad, preserva la luz al resguardo confiado en un retorno radiante. Su aislamiento, su retiro, no implica cobardía sino sabiduría: se trata acá de una estrategia para que el mal se desgaste a sí mismo, facilitando así la integración reguladora que somete al yin bajo el propio control, sin perder energía ejerciendo oposición. Pensemos, por ejemplo, en el arcano IX, El ermitaño. Es esta misma la idea que opera durante la cuarentena que vivimos. Propongo al respecto un ejercicio de meditación guiada e imaginación activa, incorporando algunos elementos de la psicoterapia experiencial –focusing- y de dos personajes de la corte en el Tarot: La reina de espadas y la reina de discos: Cierra los ojos. Visualiza que reposas en la cima de un cerro, algún lugar tranquilo y despejado. Es este un lugar de encuentro. El cuerpo está relajado, la postura es cómoda. Respira profundo. Observa atento, prestando atención al flujo energético, al sonido incidental del latido de la sangre y soplo del aire, permaneciendo en el límite entre adentro y afuera. Sin identificarte con su contenido, permite que pasen pensamientos y discursos como nubes cambiantes proyectadas en el cielo. Sin arrastrarte por su caudal, permite que fluyan sentimientos y emociones como el arroyo que nace de la cima y se abre camino a lo largo del valle. Conecta con la presencia silenciosa que subyace a todo movimiento. Si emergen sensaciones, percibe el mensaje cifrado en el cuerpo: ubícalo, siéntelo, descríbelo, nómbralo. Una vez captado su sentido, haz las paces con éste, permite su alivio, su desvanecimiento. Lentamente, abre los ojos.



LA INTUICIÓN INTELECTUAL Y LA FERVIENTE DEVOCIÓN ANIQUILANDO LA FE CIEGA Y LA SUPERSTICIÓN Collage analógico, 37,3 x 25,2cm, 2020 La fe no ha de reducirse a una mera creencia, ha de ser vivida como una experiencia transformadora. Para anular la ‘fe ciega’ –irreflexiva, replicante, supersticiosa y especulativa-, contamos con la intelección intuitiva, es decir, el estudio sentido de los contenidos expresados en las fuentes sagradas originales. Así, mediante una empatía lúcida y una percepción directa, logramos conectar con su lenguaje simbólico y actualizamos la trascendencia en la inmanencia: expresamos el arquetipo en la contingencia. Es de esta experiencia que nace el arte en un primer lugar, y es a esta misma experiencia a la cual accedemos mediante el éxtasis contemplativo o la devoción ferviente. Es la creación un estado consciencial operatorio en el que abrimos un mundo y replicamos la cualidad divina en una escala humana. Por ello, el arte, lejos de reducirse a las nociones contemporáneas –reflexión filosófica, expresión de la psique subjetiva, juego formal, protesta política, provocación transgresora, meme meta-referencial, broma elaborada, nihilismo mágico, pasatiempo elitista, performance postmoderna, etc- consiste en una práctica espiritual y una experiencia trascendental que nos llama a la inspiración vital, la creación consciente y la transformación constante.



LA GRAN EMANACIÓN Collage analógico, 65 x 40,3cm, 2020

¿De dónde han brotado espacio y tiempo? ¿Qué misterio oculta su despliegue sempiterno? ¿En qué punto se intersectan las hipóstasis del templo? ¿Qué embriaguez ha teñido de celeste este infierno? Yin Yang / Big bang Viene y va, fue y será, es y está ¡Boomerang! El Tonal y el Nagual Yoni y Lingam (In and out) Cada polo yace inmerso (Hemisferio cerebral) Al interior de su opuesto (Más allá del bien y el mal) Es sólo un juego (Lilah, lilah) Asunto serio: Recordar (Tra la-lá, tra lalá) Animus y Ánima Venus y Mars Menos y más Ser y estar Black or white, left and right Six, Nine, aquí, allá Wich es Cuál (¿?) Previo a la división Espacio–Temporal Inmanente y trascendente Permanece la Unidad Una Locura: La Verdad



TIEMPO DE DETENER EL TIEMPO

-Entre el rezo inmanente y la meditación trascendentalCollage analógico, 35 x 22,5cm, 2020 Si tú induces La eternidad Te adelantas. Ya es: Íntima faceta Despliegue de lo ubicuo ¿A cuál voz sintonizas esta vez? Te lo replico: Duplicado, la súplica La suplicia, ¡qué delicado! ¿De qué hablaba? Oh, ¡memoria! Habrá que ver: He descendido Aterrizado Al fundamento Definitivo

¿Qué es la meditación? –¿y tú me lo preguntas?- Bueno, veamos. Un discurso elucubrado se alejaría del quid, lo orbitaría como suelen hacer los filósofos cuadrados –miles de páginas para ideas de un párrafo, me pierdo en sus bosquejos, en los bosques, ¡me quejo!- El tema es más a lo Zen, un koan cual bofetada, un cubo de agua helada, la chispa que enciende la llama, ¡un rayo que cae a tus pies! Es cultivar el silencio interior para apaciguar el incesante ruido mental y el absorbente llamado del mundo externo con su frenesí de ocupación y su sociedad del rendimiento. Es equilibrar el mundo externo con el interno, no perderse en evasiones fantasiosas ni flojear de forma ociosa. En quietud o movimiento, bailando, practicando yoga o tai chi, rezando, cantando, creando. No se trata de menospreciar la mente racional y su capacidad discursiva, sino administrarla con certeza y dominio –como el príncipe de espadas, que para avanzar ha de unificar sus múltiples yoes ante un yo central firme y operatorio-, es decir, sin ser atrapado por la información y los pensamientos –opiniones, especulaciones, dudas- dispersados en el viento. Contempla el templo con templanza. Como bien dice el hexagrama 52 del sabio I Ching, La Montaña, símbolo de aquietamiento, detención, apaciguación de los nervios espinales y cómodo reposo de la espalda: ‘El noble no va en sus pensamientos más allá de su situación’. La amplia base de la montaña permite que en su subida hacia el Cielo vayamos adquiriendo una mirada global, tomando cada vez más distancia del mundanal mundo mundano y su continua contingencia cotidiana que nos arrastra a todos lados. El silencio consciente y contemplativo de la meditación (vaciado de contenido conceptual), endulzado por la palabra inspirada del rezo que brota del corazón, permiten concentrar la energía y propiciar una experiencia lúcida y armoniosa en la vida. Vaciados, seremos llenados, irradiando la unidad que envuelve lo visible y lo invisible.



DOS SEGMENTOS DEL GRAN HOLÓN -En la red serpentina, en la espiral del tiempoCollage analógico, 44 x 28cm, 2020 Danza la dama de verde Ante el ritmo de las hojas Como el ginkgo biloba Primitivo y perenne La esmeralda, que brilla Junto al resto de las joyas Los planetas hoy se alinean La espiral dictó la hora Cosechando la espagiria En la escala caracola Las serpientes no le dañan Resplandece en paz la orquídea Teje su telar la araña Recreado, día a día El fractal en su despliegue El holón, encadenando En dinámica armonía Lo más alto y lo más bajo La sagrada jerarquía Concordando, no lo niegues Su recuerdo y su legado ¡Perdurable maravilla!

La elaborada e integrativa obra de Ken Wilber organiza la consciencia -la realidad-, en cuatro cuadrantes –interno, externo, individual y colectivo-, cada uno de los cuáles está configurado por distintos estratos o estadios, en orden jerárquico y evolutivo en función de su complejidad: cada nivel –holón: una parte que es un todo a la vez- supera al anterior y lo involucra en uno nuevo con cualidades emergentes propias de su desarrollo intrínseco. Entre lo individual y lo interno está lo subjetivo, la profundidad de la psicología personal. Entre lo individual y lo externo la complejidad del cuerpo y sus instintos. Entre lo interno y colectivo el sistema cultural, lo inter subjetivo. Entre lo externo y colectivo está la sociedad. En lo externo, el desarrollo y el perfeccionamiento estructural, es decir, una interconectividad dinámica y armoniosa entre sistemas, ha de ser calibrado por una indagación reflexiva y contemplativa hacia la interioridad, a saber, un reconocimiento que profundice en los fundamentos trascendentes e inmanentes de la existencia. Amasamos así un entusiasta despertar creativo y una apertura confiada al devenir. Se trata aquí de compensar los modelos fragmentarios por una integración multidisciplinar.



EL BLANCO VELO TRAS EL MURO DE HIELO Collage analógico, 43 x 19cm, 2020

La búsqueda infatigable por retornar al origen, desata el peregrinaje en la senda espiral. Lamentos y dichas hallamos en el viaje, anhelando el silencio que acalle el ruido mundanal. Lentamente escalamos a las cimas elevadas, advertidos del riesgo del abismo fatal. Creación y creador se entrelazan en el cosmos, apofasis, catafasis: paradoja elemental. El océano se abre, en el cielo hay remolinos, el misterio cristalino: traslucidez global Qué es esta ave blanca, este velo removido, el vacío está repleto de cabalidad total. Qué sublime inspiración, hierofanía revelada, el símbolo renace: ¡la liberación final!



EL DICTAMEN DEFINITIVO -Tao, longevidad y muerteCollage analógico, 50 x 30,5cm, 2020

Los orígenes históricos del I Ching, el Libro de los cambios, se remontan al chamanismo de la región extremo oriental, hace unos 7000 años atrás, antes de que naciera China, la actual potencia mundial con su comunismo neoliberal. A partir de huesos hirvientes y caparazones de tortuga, los chamanes determinaban el dictamen celeste cifrado en marcas aprobatorias expresadas mediante una línea continua (—) yang, o negativas, manifestadas por medio de una línea abierta (- -) yin, signos sexuales de lo masculino y lo femenino, cualidades de la existencia que permiten su preservación y continuidad (tiempo/espacio; creatividad/receptividad; firmeza/flexibilidad; luz/oscuridad; etc). A partir de la sabiduría condensada en el I Ching, los sabios Confucio y Lao Tse actualizaron las vías exotéricas y esotéricas respectivamente, con el confucianismo y el taoísmo, dos facetas que se complementan y armonizan en lo social y lo individual. Al hacerse cargo de la vía iniciática y esotérica, el taoísmo desarrolló diversas técnicas meditativas, contemplativas y alquímicas, que permitieron a sus sabios, valiéndose del conocimiento cifrado en el I Ching y el cuerpo humano como un microcosmos, desplegar una serie de tratados para desarrollar el espíritu, potenciar la consciencia, cultivar la salud y preservar la longevidad (medicina tradicional china; alquimia taoísta; feng shui y artes marciales, entre otras disciplinas milenarias que nacen a partir del I Ching). Por su parte, el confucianismo se encargó de estructurar la sociedad mediante la moral y el respeto a los ancestros, incrustando en el canon del I Ching numerosos tratados que exploran su sabiduría para el cultivo del noble, quien por medio de la consulta y el estudio del I Ching pasa a ser un Chün tzu, es decir, quien actualiza el Tao por medio de su virtud, teniendo al Cielo y a la Tierra por modelos. ‘Morir y no perecer es la verdadera longevidad’ Lao Tse, Tao te king, epigrama 33



PASAR DEL ARDOR -El umbral del inframundo-

Collage analógico, 38,5 x 35,5cm, 2020 Parece ineluctable: para elevarse al cielo hemos atravesar el infierno. Joseph Campbell lo describe así al proponer el viaje del héroe como la estructura básica del monomito: separación-iniciación-retorno o bien caída-búsqueda-redención, un recorrido circular en el que el protagonista se ve obligado a abandonar su zona de confort para adentrarse en lo desconocido, una región de prodigios sobrenaturales en la que ha de superar pruebas asombrosas hasta lograr una victoria decisiva que le permita retornar a su hogar y compartir lo obtenido junto a los suyos. Este despliegue y repliegue se repite en distintas dimensiones, contextos y narrativas. Consiste, de hecho, en el modo operatorio de la propia existencia en un sentido tan práctico como simbólico: el Universo se expande a partir de un punto hasta desvanecerse en el vacío; la materia se disuelve en la lattice que la ha generado; la consciencia diferenciada es reabsorbida en la consciencia no dual. Emanados desde el vacío primordial, perdida la Unidad original, pasamos del olvido y el caos al sentido y la rememoración trascendente: el movimiento del Tao es el retorno a la fuente. Volver al centro, conectar con sí mismo, es en psicología junguiana el proceso de individuación, el autoconocimiento que actualiza el sentido en el ser. En términos esotéricos es el despertar a la Verdad velada que permite lograr la liberación. A este vuelo heroico del alma, Claudio Naranjo lo llama ‘el viaje interior’. En el contexto de la psicología transpersonal, podemos entender las etapas que contempla el proceso de embarazo y nacimiento como un ciclo que replica este movimiento creativo del Universo. Así, las matrices perinatales básicas propuestas por Stanislav Grof, consisten en cuatro estadios que contemplan el periodo de gestación y parto. Estas etapas resultan determinantes para los primeros momentos en que la matriz primigenia de la psique, la consciencia humana, se incuba hasta abrirse a la vida natural despojada del seno materno, pasando desde la fusión indiferenciada en la fase amniótica a la crisis traumática de la contracción, el trabajo de parto y finalmente el pasaje al exterior. Primavera, verano, otoño, invierno; infancia, juventud, adultez y vejez. Las etapas de la vida y los ciclos de la naturaleza nos dan cuenta de un flujo en múltiples escalas y ritmos. ¿Cuántos infiernos cruzamos antes de poder librarnos del exilio de la inconsciencia y el azote del olvido? ¿Cuantas veces morimos, en una sola vida, marcados al rojo vivo, renaciendo de las cenizas? Volcanes ardientes, renacuajos y sabandijas, febriles efervescencias de traumas y complejos. Queman la piel desde dentro, dejan perturbadoras marcas, que con tiempo y tratamiento, cariño y aceptación, nos abren al perdón, dan paso al entendimiento, emprenden al fin su marcha: para siempre dicen adiós. Purificado el recuerdo, logramos abrir nuestras alas, atrás queda el remordimiento, ¡elevada sea el alma!



NACER AL SER

[El huevo de la genio] Collage analógico, 2020 En el jarro del agua manil Otrora del gran Carlomagno Aguardan dos seres extraños Rodeadas de un humo febril Entre cálidas sombras chinescas Rodeadas de oro y de plata Esperan a que amanezca Aguardan tranquilas el alba Pasaron un par de milenios Armando sus plácidos nidos Gestando en silencio el sonido Comienza el primer movimiento Fervientes se elevan brotando Siluetas de luz y sombra gris Despliegan sus cuerpos curvados Definen su forma sutil Semilla que duerme latente Exige prudente trabajo El sol, el agua, el sustrato A un tiempo el cuerpo y la mente Eleva su fruto en lo alto Dictando los versos sabidos Tres deseos, un sólo destino Sellando el rito en el acto: ¿Por cuáles paisajes fluirá el devenir? ¿Hacia dónde te llevan tus pasos? Cruzando de prisa el pantano El hielo comienza a crujir El pájaro rompe el mundo El alma se abre camino Al centro del laberinto El Tao, Dios, el vacío profundo Nacer al Ser En el devenir del estar Hacer el No hacer Despertar al Despertar Al sentido/trascendente; Con propósito/inmanente A la voluntad/constante En la lucidez/sonriente



LA GUARIDA DE FUEGO DE LAS ALMAS PERDIDAS Collage analógico, 2021

Más allá del horizonte Por las grietas de las grutas Donde se une el sur al norte Y converge toda ruta Un imperio se camufla Tras los mares del silencio Majestuosidad oculta Sepultada por el tiempo Condenados al destierro De su alma perdida Anhelando el reencuentro Peregrinos, golondrinas Caravana de espectros Remolinos, serpentinas Arrastrados por el viento Seductoras fantasías Espasmos y espejismos Tormentosa arena fina Mil noches más mil días Ante un coro de lamentos Reina Lamia del desierto Deja atrás esas cadenas Las mentiras, las quimeras Y conecta con el centro Tras lo falso, está lo cierto Templo abierto de acogida Resguardando toda esencia Manantial de aguas floridas El perdón supera al reto Con serena iridiscencia Susurrando ya el secreto Cuando brota la experiencia Donde yace el fuego eterno Donde nace la consciencia



LA ARPÍA Y LA VALQUIRIA [En la guerra por la alquimia] Collage analógico, 2021 Perdida la esencia Del centro inmanente La reminiscencia De lo trascendente Eclipsada la luz Exilio en caída Qué densa guarida Retumba un alud Eterna batalla: Captar la consciencia Deambula demencia Por toda pantalla Castigo divino O humana amenaza Ardid del destino Sutil esperanza La Gran Obra espera A ser completada Romper las cadenas En el alma atadas Congrega fragmentos Prepara el terreno Remueve los velos Y agarra alto vuelo Del plomo que halles Obtén oro y plata Consigue las llaves La esfera más alta Si drena energía Prudencia, distancia Serena alegría: Mide la balanza Germina hacia arriba Penetra hacia adentro En un movimiento De doble partida Y así, lentamente En el atanor Fermenta el elixir Del fuego interior



LA TRAMPOSA PARADOJA DEL PROFANO SACRIFICIO Collage analógico, 2021 Engendros y larvas brotados del averno ante el temblor y el trueno sangre exigen volcar para afirmar la suerte las batallas y cosechas tomando como puente al brujo charlatán ¿Qué demonio ha ordenado tu cruel e innoble ofrenda? El desprecio al humano, la mentira y el engaño azotando al rebaño bestialidad tremenda Sacrificio profano capciosa paradoja una mera performance rito desacralizado impostura atemporal explotar la tierra anular al hermano imponer la guerra derramar el cáliz el sarcófago quemar olvidar la raíz trastocar la realidad El padre celestial y la sabia Pachamama no reclaman sed de sangre ni inocentes inmolar Los ciclos naturales se sostienen por sí mismos el trabajo sagrado continúa dicho obrar Libro abierto del cosmos expresando sus misterios velado al ojo incauto bruto, necio y sin criterio La misma vida guarda el principio original: Ante capas y capas de errores y mentiras permanecen intactas lo divino y la verdad



LOS TRAZOS DE LUZ DEL TRANCE PROFUNDO Collage analógico, 2021

No hay arte ateo. Aunque no ames al creador, lo afirmarás creando a su semejanza Gabriela Mistral Al contrario de lo que se suele suponer, la determinación funcional del arte no se da en despertar pensamientos, transmitir ideas o servir de ejemplo. La finalidad del arte consiste más bien en preparar al hombre para la muerte, conmoverle en su interioridad más profunda. Andréi Tarkovski Pulsando en el interior de múltiples y diversas teorías, filosofías y funciones del arte, late en lo profundo su vínculo común con la religión y la espiritualidad, pese a que como institución contemporánea el arte posea sus propios criterios y a que muchas (im)posturas lo ignoren, lo menosprecien o lo rechacen de lleno. Desde los estadios mágicos, míticos, racionales, pluralistas e integrales, observamos al arte nacer en experiencias que abren procesos creativos, conceptuales y técnicos, replicando el obrar creador (sagrado) de la vida en una escala humana, constituyendo un lenguaje simbólico fruto de la interacción del alma entre la naturaleza y el espíritu. Las obras, productos, instalaciones o registros de dichas experiencias y procesos, son posteriormente socializados por una red de sistemas y circuitos que en menor o mayor medida repercuten e impactan en la cultura y el tejido humano, propiciando a su vez la nueva creación artística en una red de influencias en continua retroalimentación.* Los trazos de luz del trance profundo Se vuelcan al mundo, vislumbran virtud



DEL HORROR NUMINOSO [Díptico] Collage analógico, 2021

A. Exploración sin retorno a la gélida gesta del monstruoso Nihil B. La profética aparición del Microasteroide iridiscente de medianoche De lo espiritual y lo demoniaco en el arte, en un giro ambivalente entre lo sacro y lo profano, los ininteligibles e intrincados misterios arcanos, sepultado lo siniestro acechando en palpitante latencia: la advertencia era clara; el señuelo, amargo. ‘Dejarse entrever es atraer, porque si algo indica (indica que existe) y desvela una posible existencia, la naturaleza humana querrá saber de esa existencia, saber para participar: ansia.[...] La lucha del santo contra lo demoníaco que señala es la lucha contra lo desnaturalizado.’ De lo demoníaco en el arte, Enrico Castelli ‘Asimismo, quien blasfema al mismo Dios alaba a Dios.’ Meister Eckhart



LA ETERNA TRANSUSTANCIACIÓN Collage analógico, 2021

Tras el brillo tornasol del espejo cromado Esbozando sonrisas, con los ojos cerrados Como un holograma proyectado al espacio El sustrato persiste cual enigma sellado En cientos de rostros, tras miles de máscaras ¿Qué guarda ese fruto dentro de su cáscara? ¿Qué luz permanece al apagar la lámpara? ¿Qué aroma perdura en los fragmentos del ánfora?



DESPERTAR AL SUEÑO DENTRO DEL SUEÑO [Tríptico críptico: de lo creepy a lo trippy] Collage analógico, 2021

I. Gran asamblea de invocación [El llamado del sol interno] II. El elixir, el demiurgo, la panspermia y el panóptico [El ojo del cielo; el alma en el cuerpo; la perla lunar en el océano] III. De señales, redes, esquemas y vibraciones [El mapa del laberinto y los diez mil caminos]



NIVELES DE +REALIDAD+IDENTIDAD+ENTENDIMIENTO+ Collage analógico, 2021

Adentro y afuera El libro, el poema Las mil cualidades Del Uno Indescifrable Compenetrando el mosaico Profundas entrañas Aquel fundamento Que flota en el viento En cada granito De polvo infinito Como un gran espejo Que clama alabanzas Una telaraña Un móvil colgante De estrellas y tramas ¡Tan frágil maraña! El cálamo canta En la espiral baila Como un espejismo Con gran simetría Se alza el abismo Reluce su triunfo radiante Entrona toda geometría



DIEGO LAUTARO BARRENECHEA V I L L A R R O E L

2 0 2 1 diegolautaro.tao@gmail.com


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