Instituto Humanista Transpersonal Formación de terapeutas integrales en psicología humanista transpersonal Antropología de la Consciencia - Profesor Gianfranco Mónaco
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CONCEPCIÓN RELIGIOSO-ESPIRITUAL DE LA CONSCIENCIA EN EL DESARROLLO DE LA HUMANIDAD • • •
Integrantes Luis Serón Pastora Echeverría Diego Barrenechea
ÍNDICE
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Desarrollo conceptual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 A. Cristianismo Presentación Antecedentes históricos
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Desarrollo conceptual Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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B. Chamanismo Presentación
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Antecedentes históricos Desarrollo conceptual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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C. Taoísmo Presentación
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Antecedentes históricos Desarrollo conceptual. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 Conclusión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Fuentes consultadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
PRESENTACIÓN Desde sus misteriosos orígenes hasta nuestros actuales y acelerados días, la humanidad se ha diferenciado por ser una especie simbólica dotada de lenguaje y razonamiento, capaz de modificar su realidad y transformar el mundo. Al contemplar sus condiciones y límites espacio-temporales, nuestra auto-percibida consciencia se ha cuestionado las grandes preguntas existenciales ―’¿De dónde venimos?’, ‘¿Quiénes somos?’, ‘¿Hacia dónde vamos?’, etc― intuyendo un origen y fin trascendente de carácter espiritual, no obstante inmanente en la vida y la creación en su constante juego cósmico. Dicha intuición ha sido elaborada y explorada por diferentes vías ―experiencias místicas, revelaciones, hierofanías, filosofía, metafísica, estados ampliados de consciencia, profetas e iluminados, etc― que han derivado en la concepción de una dualidad entre cuerpo y alma. De dicho modo, el cuerpo serviría de contenedor material al alma, consciencia individualizada nacida del Espíritu. Este origen común, cuya etimología puede traducirse como ‘primer respiro’ o ‘aliento primordial’, no está sujeto a las condiciones del cuerpo y el alma, y se percibiría como eterno e infinito. De tal modo, la conexión ‘espiritual’ con las profundas dimensiones superiores del ser, lograría disolver la ilusión de separación ante una perfecta unidad del todo en amorosa armonía, borrando los límites de la consciencia ordinaria regida en muchos casos por el egoísmo y el miedo. Recuperar tal unidad es el objetivo esencial de la religión. Como dijera Mircea Eliade: ‘el hecho de que el hombre se dé cuenta de su propia forma de vivir y asumir su presencia en el mundo constituye una experiencia religiosa’. Los mitos fundacionales de las grandes tradiciones espirituales han dado paso a un despliegue de ritos, símbolos, sacramentos, cosmovisiones y modos de vida que han convergido en la estructuración de religiones institucionalizadas, cuyo rol ético-moral se ha resguardado por medio de jerarquías de poder basadas en el acceso a los saberes iniciáticos, sirviendo de éste modo sus sacerdotes, hierofantes, monjes y otras autoridades como medios de vinculación ―y en muchos casos, paradójicamente, de privación y alejamiento― entre la divinidad y la sociedad. Es así como la religión ―lo exotérico― sirve de vestidura para la espiritualidad ―lo esotérico―.
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DESARROLLO CONCEPTUAL En el presente trabajo hemos querido ejemplificar el asunto de ‘la consciencia’ desde lo religioso y lo espiritual con casos particulares de tradiciones iniciáticas de distintas culturas y tiempos. En concreto, hemos seleccionado de la enorme gama de cultos y religiones un caso occidental, el cristianismo, un caso oriental, el taoísmo y un caso transversal como resulta ser el chamanismo.
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CRISTIANISMO
Presentación Las grandes transformaciones culturales, como la aparición de una religión o del cristianismo mismo, carecen de fecha de nacimiento, pues se constituyen a partir de una acumulación paulatina de mínimos elementos que van separándose de la tradición vigente. Aun así, vemos como el Cristianismo surge aproximadamente unos años después de la muerte de Jesús, el Mesías prometido, el hijo de Dios padre y creador del universo. Antecedentes históricos El cristianismo comenzó como un movimiento religioso dentro del judaísmo y así lo consideraron las autoridades romanas durante muchos años. Aunque la tradición dice que el apóstol de Cristo, Pedro, fue quien fundó la Iglesia cristiana en Roma, el personaje más importante de los primeros tiempos del cristianismo ―después de Jesús― fue Pablo de Tarso. Pablo se acercó a los no judíos y transformó el cristianismo de una secta judía a un movimiento religioso más amplio. Jesús de Nazaret había comenzado su predicación en medio de la confusión y de los conflictos de Judea, hace más de dos mil años atrás ―nuestro calendario lleva la cuenta aproximada―. A partir de su muerte surgen de distintos escritos, cartas y otros libros que dan origen a los evangelios que transmiten las enseñanzas y mandamientos que este dejó. El principal mandamiento ―y uno muy sencillo, además― es Amar al prójimo como a uno mismo. Pablo de Tarso creyó que este mensaje debía ser predicado también en Asia menor y las costas del mar Egeo. Así fue como comenzó la expansión y ha llegado hasta nuestros días, sigue vigente, pero de forma “actualizada”. Si bien, el mensaje de Cristo era bastante simple, con el paso del tiempo este mensaje fue sustituido por otros; ya no era fundamental sólo amar al otro, sino evitar cometer cualquier pecado que pueda ofender a Dios. A lo largo de los siglos estas ofensas fueron reguladas por la Iglesia a través del sacramento de la confesión; Dice en el evangelio de Juan “A quienes perdonéis los pecados, éstos les son perdonados; a quienes retengáis los pecados, éstos les son retenidos.” (Jn, 20:23, RVA) Pero ¿Cómo sabemos qué es pecado y qué no? La Biblia se divide en dos grandes libros, el antiguo y el nuevo testamento; es en el antiguo testamento donde aparecen los diez mandamientos de Dios y no cumplirlos significa pecar.
Desarrollo El cristianismo hace especial énfasis en este “examen de conciencia”, ya que, a partir de este, se auto-revisan las acciones y pensamientos que no corresponden con el dogma cristiano y de los 3
que de forma voluntaria ―a través del arrepentimiento― se confiesan. La doctrina cristiana se hace cargo de inculcar en sus fieles la conciencia de su realidad pecadora, estableciendo un difícil equilibrio entre la vivencia espiritual libre y creadora y la religión con sus normas y doctrinas. La Iglesia católica cuenta con su propio catecismo, un libro donde se expone la fe, la doctrina y la moral de la Iglesia, atestiguadas o iluminadas por las sagradas escrituras, la tradición apostólica y el magisterio eclesiástico. Se considera la fuente más confiable sobre aspectos doctrinales. En la tercera parte del Catecismo de la Iglesia católica (CIC) habla sobre la conciencia como aquella voz interior a la que hay que obedecer. Esta conciencia moral es un juicio de la razón por la que una persona reconoce la cualidad moral de sus actos, lo que dice y hace y está obligado a seguir lo que sabe que es justo y recto: “Presente en el corazón del hombre, la conciencia moral le ordena practicar el bien y evitar el mal. Juzga también las opciones concretas aprobando las que son buenas y denunciando las que son malas (…) El hombre prudente, cuando escucha la conciencia moral, puede oír a Dios que le habla” (CIC, III, 1772, 1992) Aquél que no evita el mal, tiene la misión de denunciar sus propias acciones; el CIC en la segunda parte habla acerca del sacramento de la confesión y de curación. Este sacramento está disponible para aquellos que han obrado mal y desean reconciliarse con Dios y con la Iglesia, pidiendo perdón y confesando sus pecados, siempre y cuando el arrepentimiento sea genuino. La dualidad pecado‐confesión implica cuestionarse, enfrentarse internamente. Es en este sentido en que la iglesia ha controlado la conciencia. Hitchens, politólogo, filósofo y periodista inglés, no repara en que la culpabilidad adquiere un significado positivo cuando se interpreta como un aspecto de la vida moral de Jesús de Nazaret, el Hombre‐Dios, que renuncia a la trascendencia para acompañar al hombre en su coexistencia con el mundo. Jesús se aflige frente a la muerte de Lázaro, experimenta angustia ante su inminente detención, soporta terribles dudas sobre su conciencia mesiánica, casi sucumbe al desierto, donde el yo revela su inconsistencia sin la presencia del otro, y muere en la cruz con sentimientos de abandono y desesperación. La culpabilidad del hombre sólo puede ser la conciencia de esa vulnerabilidad. (R. Narvona, RDL, Abril1, 2009) Ser hombre significa buscar la realización en el otro. La culpabilidad no es un principio ontológico, sino el conflicto moral que define el escenario de las relaciones humanas. El hombre pierde su trascendencia cuando se ensimisma, alejándose del mundo y de sus semejantes. La espiritualidad verdadera asume todo lo que es verdaderamente humano ―así como Jesús asumió todo lo humano, enseñó el amor como único camino― y, la religión verdadera debería llevar a una vida activa de unidad y crecimiento. Tanto el cristianismo con su examen de conciencia, como el Dalai lama, comparten un objetivo en común, pero con distinto método, transformar y perfeccionar el estado general del 4
corazón y de la mente, para de este modo hacernos mejores personas: “Cuando te des cuenta de que cometiste un error, trata de hacer algo para remediarlo inmediatamente. Pedir perdón y asumir la culpabilidad mostrará lo fuerte de tu carácter”. (Dalai Lama, 18 Reglas de la vida). La religión en este caso funciona como apoyo de un proceso personal, si es que se practica bien, y si es controladora y consoladora, entonces es todo lo contrario. Esta inquietud espiritual desencadena desequilibrios emocionales que impiden alcanzar la espiritualidad de forma plena, sin embargo, la religión es en algunos casos el primer camino o medio, primera experiencia o contacto con lo espiritual desde lo religioso. La biblia dice que tenemos libre albedrío, que “todo me es lícito, más no todo conviene; todo me es lícito, más no todo edifica. Ninguno busque su propio bien sino el del otro. De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia; porque del Señor es la tierra y lo que la hinche.”(1Corintios; 10:23-26 RVA) La espiritualidad es justamente eso; elegir libremente, ser, no temer a la libertad y ejercerla con conciencia. Quien comprende esto y se desprende de la doctrina como limitación, como acusación y como culpa y se reconcilia con todo lo humano que lo configura como ser, su espiritualidad sobrevive a partir de la gratitud, la compasión y la honradez, desarrollando su capacidad de contemplación, de escucha, de valores y respeto. Jesús fue un ejemplo de esto, y enseñó que el único camino para desarrollarse como ser espiritual ―ya que dice que su reino está en el cielo y no en la tierra― es el del amor.
Conclusión La espiritualidad es, entonces, aquello que completa lo que la religión deja inconcluso; nos brinda entendimiento de las razones que tenemos para vivir y la vida es eso, nacer y crecer física y espiritualmente. Muchas veces el ser humano se encuentra atrapado en una especie de teocracia cuando en el espíritu religioso se considera delito el “crimen del pensamiento” y esto bloquea el crecimiento espiritual. Quizás en algún momento la iglesia evolucione y apoye la búsqueda de la espiritualidad. El resultado; humanidad sin angustias, cristianismo sin agonía, religión sin culpa, pensamiento sin tiranía. Una religión transcendida a la plenitud del hombre y al descanso de las urgencias personales de la existencia. La pujanza biológica y espiritual del hombre en búsqueda de una sola cosa: paz. El hombre no es realidad, sino realización. Existir es desplegarse hacia adelante sin prisa y sin coacción, un proceso personal, en serenidad acogedora y laudativa, sin espera ni esperanza en satisfacción suficiente. Se intenta entonces una reconstrucción de la propia conciencia, heredando el legado de la cultura occidental y reconciliándose con la iglesia, en cuanto comunidad del sentido humano, de sentimiento religioso y de proyecto moral. Ética, religión y metafísica articuladas por un bien mayor: la plenitud del hombre.
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CHAMANISMO
Presentación El chamanismo se refiere a una clase de creencias y prácticas tradicionales similares al animismo, que aseguran la capacidad de diagnosticar y curar el sufrimiento del ser humano y, en algunas sociedades, el poder de causarlo. Afirman tener la facultad de controlar el tiempo, profetizar, interpretar los sueños, usar la proyección astral y viajar a los mundos superiores e inferiores. Algunos especialistas en antropología definen al chamán como un intermediario entre el mundo natural y el espiritual, que viaja entre los mundos en un estado de trance. Una vez en el mundo de los espíritus, se comunica con ellos para conseguir ayuda en la curación, la caza o el control del tiempo. Describen a los chamanes como ‘personas que tienen fuerte ascendencia en su ambiente circundante y en la sociedad de la que forman parte.’ Antecedentes históricos El chamanismo es considerado por algunos como el antecedente de todas las religiones organizadas, ya que nació antes del Neolítico. Cabe destacar que junto al chamanismo nacen las distintas expresiones artísticas, no con un fin estético, sino como una necesidad de dominación mágica. Algunos de sus aspectos se mantienen en el fondo de las religiones, generalmente en sus prácticas místicas y simbólicas. El paganismo griego estaba influenciado por el chamanismo, como se refleja en las historias de Tántalo, Prometeo, Medea y Calipso, entre otros, así como en los misterios de Eleusis. Algunas de las prácticas chamánicas de la religión griega fueron copiadas más adelante por la religión romana. Las prácticas chamánicas de muchas culturas fueron marginadas con la propagación del monoteísmo en Europa y el Oriente Medio. En Europa, comenzó alrededor del año 400, cuando la Iglesia Católica consiguió la primacía sobre las religiones griega y romana. Los templos fueron destruidos sistemáticamente y sus ceremonias prohibidas o apropiadas. La caza de brujas fue la última persecución para acabar con el remanente del chamanismo europeo. La represión continuó con la influencia católica en la colonización española. En el Caribe, y América Central y del Sur, los sacerdotes católicos seguían los pasos de los conquistadores y eran el instrumento de destrucción de las tradiciones locales, denunciando a sus practicantes como ‘representantes del diablo’ para justificar su ejecución. En Norteamérica, los puritanos ingleses realizaron campañas periódicas de ataque contra los pueblos indígenas a quienes consideraban como brujos. Más recientemente, ataques contra participantes de prácticas chamánicas han sido llevados a cabo por misioneros cristianos en países del llamado Tercer Mundo. Hoy, el chamanismo sobrevive sobre todo en pueblos indígenas. Su práctica continúa en las tundras, las selvas, los desiertos y otras áreas rurales, y también en ciudades, pueblos, suburbios, y aldeas de todo el mundo. Está especialmente extendido en África, y también en Sudamérica, donde existe el llamado ‘chamanismo mestizo’. 6
Desarrollo conceptual La palabra ‘chamán’ se refería originalmente a los sanadores tradicionales de las áreas túrquicas y mongolas del centro-norte de Asia (Siberia) y Mongolia. Chamán significa “médico” en turco ―tungus― significa literalmente ‘el que sabe’. El chamanismo se basa en la premisa de que el mundo visible está impregnado por fuerzas y espíritus invisibles de dimensiones paralelas que coexisten simultáneamente con la nuestra. Una de las cualidades más significativas y relevantes que separan a un chamán de otros líderes espirituales son sus comunicaciones con el mundo sobrenatural. Cumplen un papel central en las comunidades cazadoras y recolectoras, como depositarios de sabiduría. Usualmente los individuos se inician en el chamanismo de tres formas principales: auto-selección, transmisión hereditaria y la confrontación de una crisis que los lleva a considerar el rol de chamán. No importa cuál sea el método de selección, el futuro chamán debe participar de un período de adiestramiento riguroso y pasar una serie de pruebas, pero suele exigir siempre pasajes de iniciación, consistentes en largos ayunos, retiros y, en ciertos casos, ingestión de plantas de poder. Entre sus funciones está comunicarse con los espíritus para corregir los errores de la comunidad a la que pertenecen, por lo cual también restauran la armonía entre el hombre, su mundo espiritual y el mundo físico. El chamán convierte a los espíritus de la naturaleza y de los hombres en sus ‘familiares’. Los antropólogos que estudiaron el fenómeno del chamanismo, señalan que para recibir conocimientos pueden realizar ‘viajes’ al mundo espiritual mediante estados modificados de consciencia. Con todo, el prestigio del chamán en la tribu deriva muy directamente de su poder de sanar. El chamán utiliza una gran variedad de rituales y técnicas para alterar su conciencia y lograr un estado de trance. Algunas de ellas se describen a continuación: •Condiciones de altas temperaturas: Los nativos americanos utilizan un ritual de sanación conocido como temazcal. Este ritual requiere un lugar cerrado en el cual se ponen piedras que han sido calentadas por horas. Las personas se sientan en el centro y experimentan el calor intenso generado por las rocas. Estas altas temperaturas producen cambios fisiológicos que alteran el ritmo cardiaco, producen náuseas, mareos y la liberación de toxinas mediante el sudor. Es una instancia que recrea el estado previo al nacimiento y que, dependiendo de su intensidad, puede durar horas y hasta días. •Privación física y sensorial: Antes de realizar algún tipo de trabajo el chamán puede ayunar o dejar de dormir por varias noches. En algunas culturas el chamán se abstiene sexualmente por un tiempo determinado cuando va a realizar algún ritual importante. También, para facilitar la privación sensorial la mayor parte del trabajo chamánico se hace en la obscuridad o con los ojos cerrados, acudiendo a lugares retirados y preparados para el aislamiento. •Uso de plantas sagradas: Las plantas que causan visiones y ‘viajes’ tienen un rol importante en el chamanismo que se practica en diferentes partes del mundo. El chamán las utiliza como una manera de facilitar el acceso al mundo espiritual a través de la experiencia 7
del trance. Sin embargo, es necesario aclarar que las plantas no son esenciales para el trabajo chamánico. Debido a que las sustancias químicas que producen estas plantas se utilizan con un propósito espiritual, se consideran sagradas. Algunas de las plantas que se utilizan son peyote, ayahuasca, datura, distintas variedades de hongos y el cactus de San Pedro. •Estímulos auditivos: El chamán utiliza el sonido del tambor, las maracas y otros instrumentos de percusión como una manera de alterar su consciencia y tener contacto con otras dimensiones. El ritmo del tambor envuelve el cuerpo y el ambiente, acoplándose al ritmo cardíaco. Acompañado de cantos y danzas, la música es empleada para lograr el éxtasis e inducir a la comunión entre los participantes, la naturaleza y el cosmos. Conclusión Podemos resumir diciendo que el sistema del chamanismo tiene las siguientes características: •El chamán a través de un estado alterado de conciencia tiene la capacidad de comunicarse con un realidad alterna. •El chamán cultiva relaciones con animales de poder, espíritus guías y otros seres sobrenaturales. •El chamán utiliza técnicas de sanación tales como extracción de objetos, recuperación del alma y rituales de danza. •El chamán valora objetos y lugares especiales que facilitan su desarrollo como sanador. El chamanismo contiene principios universales de sanación que van a manifestarse en otros sistemas de ayuda. En ese sentido este sistema tiene bases arquetípicas que trascienden el tiempo y el espacio. El chamanismo seguirá vigente en el próximo milenio pues es un patrón de conducta que se halla enraizado en la psique de los seres humanos. Muchas tradiciones chamánicas se han abierto al mundo y han comenzado una especie de cruzada inversa; se habla también del chamanismo urbano, donde los chamanes asisten a las selvas de cemento a difundir sus técnicas y sabiduría encomendados por los espíritus y la Madre Tierra.
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TAOÍSMO
Presentación El Taoísmo es una tradición espiritual milenaria desarrollada en China. Su enseñanza está orientada a formar una mente compasiva y una salud firme basada en un cuerpo equilibrado en el que el chi fluya de manera óptima. Su origen se remonta al chamanismo de la antigua China, donde se aportaron las primeras imágenes y prácticas extáticas rituales que más tarde se desarrollarían en técnicas para la longevidad y ceremonias litúrgicas. No obstante, como filosofía, su origen puede atribuirse a la figura de Lao Tse, sabio a quien se adjudica el Tao te King ―‘libro del Tao y su virtud’―. El concepto Tao tiene diversos usos, por ejemplo para el confucianismo hace referencia a la norma natural que rige el desempeño del universo y la sociedad. Para el taoísmo, alude a la vía natural y el retorno a su método. En su dimensión espiritual y mística, es una práctica contemplativa que se inspira en la naturaleza, sus manifestaciones, ciclos y espontaneidad. En su faceta religiosa, si bien se puede hablar de una concepción no-teísta, en su desarrollo incluyó diferentes sabios que fueron elevados al panteón de dioses y profetas iluminados.
Antecedentes históricos Como primera referencia a tomar en consideración, debemos resaltar el desarrollo del I Ching o Libro de las mutaciones, en el que se despliegan las combinaciones entre las polaridades yin y yang, describiendo las distintas facetas del encuentro de los elementos de la naturaleza y su traspaso analógico al obrar humano. El Pa kua ―ocho trigramas, derivados de las combinaciones de líneas yin y yang en 3 niveles― fue organizado por Fu Hi, emperador mítico fundador del lenguaje y la agricultura, quien ordenó los 64 hexagramas que componen el I Ching, a partir de la combinación de los 8 trigramas básicos. Más tarde se añaden los aportes del Rey Wen y su hijo el Duque de Chou. Finalmente, la labor de Confucio, quién compiló el I Ching adjuntando una gran cantidad de aforismos de la China clásica. De tal modo, el I Ching contiene la base que inspiraría tanto al confucianismo con su filosofía enfocada en la organización social, el sentido común y el conocimiento práctico, como al taoísmo, con su corriente mística, intuitiva, anárquica y de espontánea naturalidad. La cosmología contenida en el I Ching tiene vastos alcances, pues además de ser un sistema oracular y sapiencial, se adaptó como calendario, es la base del Feng Shui, el fundamento filosófico de las artes marciales y la medicina china, concibiendo al humano como un microcosmos en el que se replican a escala los diversos fenómenos universales. En un segundo término, con la figura de Lao Tse, se instaura el taoísmo como una tradición filosófica y mística que concibe al Tao como el origen del universo y el principio inmanente e inmutable presente en el despliegue de la existencia, que a partir del vacío primordial ―‘Wu chi’― engendra la gran polaridad ―el ‘Tai chi’, que contiene la dualidad arquetípica representada por el principio yang correspondiente al Cielo y el yin propio de la Tierra― que a su vez genera las ‘diez mil miríadas de cosas’ en su 9
constante vaivén y evolución. Lao Tse hace énfasis en la imposibilidad de reducir al Tao a conceptos mentales dada la parcialidad del intelecto: ‘El Tao que puede ser explicado, no es el Tao eterno. El nombre que puede ser pronunciado, no es el nombre eterno’, por lo que recalca la necesidad de retornar a la vitalidad de la naturaleza y su espontaneidad. Posterior a Lao Tse, destacan las figuras de Chuang Tse y Lie Tse, que expresaron en historias, alegorías y diálogos la sabiduría del Tao en acción. A partir del siglo II el taoísmo fue constituido como una religión formal, y a lo largo de los siglos incorporaría y se fusionaría con concepciones del budismo y el confucionismo, derivándose principalmente en 5 escuelas distintas: Escuela Acción y karma, Escuela Ceremonial, Escuela Alquímica interna, Escuela Talismánica y la Escuela de Adivinación. El Canon taoísta cuenta con más de 1600 textos clásicos en los que se abarcan prácticamente todas las áreas del conocimiento y sabiduría chinas, desde la medicina, la química, metalurgia, geografía, astronomía, metafísica, epistemología, estrategia militar, meditación, prácticas físicas, ética y poesía.
Desarrollo El Tao fluye sin cesar Pero en sus efectos no desborda jamás, Es como un abismo sin fondo Y parece ser el ancestro de toda cosa. Él embota sus asperezas Resuelve sus enredos Modera su esplendor Se hace uno con el polvo, Es profundo y misterioso y sin embargo real. Hijo de quién, no lo sé. Parece anterior a Dios. Lao Tse, Tao te King, epigrama IV, versión de Gastón Soublette.
En el taoísmo, la consciencia se asocia al desarrollo energético-espiritual por medio de prácticas de cultivo interior enfocadas en fortalecer la salud y aumentar la energía reduciendo su pérdida innecesaria. Al concebir al humano como un microcosmos, comprendiendo el flujo natural de su chi ―energía vital equiparable a los conceptos de prana, ki, éter o plasma―, se emplean técnicas ―tao yin, chi kung, tai chi, alquimia intera, alquimia sexual, etc― para recuperar su adecuada distribución por el cuerpo, reconectando con su vitalidad, retardando su envejecimiento y aquietando la mente. Es, en definitiva, una armonización del individuo con los procesos universales, abandonando la lucha que genera la resistencia egotica al acontecer por medio de la resonancia entre el mundo exterior y el interior, equilibrando su polaridad yin y yang. En el epigrama XXVIII del Tao te King leemos ‘Quien está consciente de su claridad pero asume la obscuridad se vuelve el modelo del mundo. La Virtud eterna no lo abandona y retorna al estado original’. Dicho estado que se abstrae de las turbulencias del drama es la ataraxia que se alcanza al conectar con la realidad anterior al despliegue 10
fenoménico, y que sin embargo, permanece en él y lo trasciende. Se logra así una mente calmada ante la que, como dijera Chuang Tse, el universo entero se rinde. Promueve de tal modo una forma de vida sencilla y natural contraria a las maquinaciones artificiosas de quien se siente y concibe separado del resto de la existencia, despertando la intuición y la compasión. El concepto de Wu wei ―no acción, no obrar― describe el modo en que se desempeña el sabio mediante la vía media, sin forzar ni luchar, actuando en resonancia al acontecer y empleando la acción de modo económico y estratégico para llegar a la no-acción, en las palabras contenidas en el tratado de alquimia taoísta ‘El secreto de la Flor de Oro’: ‘Existen muchas enseñanzas alquímicas, pero todas ellas se sirven temporalmente del esfuerzo para llegar al no esfuerzo’. La bondad suprema es como el agua. La virtud del agua es la de beneficiar a todos sin distinciones Y permanecer siempre en los lugares bajos de la tierra. Actuando así es la imagen del Tao. Por eso el Sabio para su morada ama la tierra En su pensamiento es profundo En el don procede con amor En su palabra se atiene a la verdad En el gobierno busca la paz En sus quehaceres procede con habilidad En sus actos busca la oportunidad Y porque no rivaliza con nadie, está siempre libre de todo reproche Lao Tse, Tao te King, epigrama VIII, versión de Gastón Soublette.
Conclusión El taoísmo constituye una tradición espiritual milenaria altamente flexible al cambio de las épocas. Actualmente sus técnicas y secretos se hallan al alcance de un número cada vez mayor de personas que han acudido a la sabiduría oriental en la búsqueda por recuperar su conexión con la divinidad inmanente en cada partícula de la creación. Sus premisas filosóficas, al igual que en el caso del vedanta y el budismo, se hallan en concordancia con los modernos descubrimientos de la física cuántica. En la era de la información tenemos una oportunidad magistral para integrar y aplicar los diversos saberes desarrollados por las distintas tradiciones herméticas e iniciáticas a lo largo de la historia de la humanidad. Es así como el taoísmo, con su naturalidad y énfasis tanto en la salud física como la paz psíquica otorga una metodología práctica para sobrellevar las crisis económicas, ecológicas y existenciales ―en definitiva: crisis conscienciales― ante las que nos hemos visto envueltos por una creciente y avasalladora sociedad desacralizada corrompida por los intereses egoístas de los grupos dominantes que han impuesto modelos parasitarios sobre la población degradando tanto el medio ambiental como social a absurdos niveles infrahumanos que no se justifican ni están a la altura ante las posibilidades otorgadas por el desarrollo técnico que hemos alcanzado. 11
CONCLUSIÓN
Como hemos visto, pese a sus diferencias y hasta incompatibilidades formales, la esencia de las religiones es una sola: el espíritu. A través de la evolución de la mente, el lenguaje y los conocimientos técnico-científicos, las distintas tradiciones han explorado diversas manifestaciones del espíritu, concibiendo múltiples mapas de la consciencia, sistemas simbólicos, cosmovisiones y formas de vida, desplegando el desarrollo de toda cultura humana en su rica y compleja multiplicidad. De dicha forma, las religiones articulan vías hacia la comunión, que al ser absolutizadas sin calar hasta su esencia, pasan a ser dogmas que segregan y escinden de su verdad interior a sus profesantes, encadenándolos a sus imágenes y ritos vaciados de contenido, originando conflictos sociales y guerras brutales. Ante tal desviación, y en el panorama globalizado que nos ha tocado habitar, las crisis de la postmodernidad junto a la deconstrucción de los grandes metarrelatos, esconden ―para variar― grandes oportunidades de integración, al develar la coherencia de la fuente espiritual que nutre los fundamentos de toda religiosidad, y el enriquecimiento mutuo que ofrecen las distintas tradiciones con sus textos, técnicas, arte y sabiduría práctica para la vida cotidiana. Es así como el rescate, valoración y síntesis de dichos saberes puede plantear el desarrollo de una humanidad adulta y consciencialmente madura, que tome de base la inconmensurable riqueza desarrollada por sus antepasados para aplicar sus conceptos espirituales como un parámetro de conducta ética e iniciática que los habilite para traer el Cielo a la Tierra, recuperando su divinidad inherente y llevándola de dicho modo a superar sus límites al entrar en armonía con el sistema planetario. Las dificultades de tal empresa se basan en el poder que aún resguardan las instituciones basadas en la hegemonía egotica, que no obstante, con creciente notoriedad evidencian su corrupción estructural y su inoperancia para responder a los conflictos sociales y desastres ambientales derivados de su propia inconsciencia.
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FUENTES CONSULTADAS
Mircea Eliade – La búsqueda. Editorial La aurora, 1971.
Cristianismo: C. HITCHENS, Dios no es bueno, alegato contra la religión. (2008) Barcelona, España. J. ALZOC, Historia universal de la Iglesia, Tomo I, (1856) Barcelona. J.J. GARCÍA Norro, Donde el conflicto realmente yace. Ciencia, religión y naturalismo. (2011) Oxford, Oxford University Press. BIBLIA DE JERUSALEN, Antiguo y Nuevo Testamento, Edición Española Desclèe de Brouwer, S.A.-Bilbao 1975 Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, vigesimotercera edición, (2014) Edición del tricentenario. R. NARVONA, Revista de Libros, Debate Barcelona, (2009). Catecismo de la Iglesia Católica, constitución apostólica “Fidei Depositum”, Concilio Ecuménico Vaticano II, 1992.
Chamanismo: El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis – Mircea Eliade. Fondo de cultura económico Curaciones Chamánicas. Pachita: el milagro de México – Jacobo Grinberg-Zylberbaum. Biblioteca fundamental Año Cero Sabidurías Invisibles. Chamanismo. Hechicería. Vudú. – Douchan Gersi. Martínez Roca Entrevista a Miguel Blanco periodista español experto en chamanismo (youtube) Chamanismo la religión natural Pangeica (youtube)
Taoísmo: I Ching, el libro de las mutaciones – Versión de Richard Wilhelm. Editorial Sudamericana El Tao de la física – Fritjof Capra. Editorial Sirio 13
Textos de estética taoísta – Luis Racionero. Alianza Editorial Tratado de Lao Tse de la respuesta del Tao – Li Ying-Chang – Versión e introducción de Eva Wong. Edaf Las místicas orientales – Daniel Odier y Marc de Smedt. Martínez Roca Tao te King, el libro del Tao y de su virtud - Lao Tse – Versión y comentarios de Gastón Soublette. Cuatro Vientos Editorial Chuang Tse, místico y humorista – Versión de Lin Yutang. Ediciones Crisol La práctica Daoísta – Oleg Orlando Ryabchenkoff. Dao Inc. Productora Ltda El secreto de la Flor de Oro – Versión de Thomas Cleary. Edaf Despierta la luz curativa del Tao – Mantak y Maneewan Chia. Editorial Mirach *Agradecimientos a Sergio Huneeus, maestro de Tai Chi, por su revisión.
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