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Diciembre| 1
Revista de Ayudas Pastorales
Diócesis de Sonsón-Rionegro Diciembre de 2015 | N°29
“El que recibe a este niño en mi Nombre me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe a Aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ése es el más grande”.
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A LOS SACERDOTES
Pbro. Ignacio Larrañaga EL SACERDOTE Y EL MÉTODO PARA HACER ORACIÓN
LITURGIA DEL DOMINGO
Pbro. Javier Arturo Marín Carvajal II DOMINGO DE ADVIENTO III DOMINGO DE ADVIENTO IV DOMINGO DE ADVIENTO LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ
FORMACIÓN DOCTRINAL
Pbro. Luis Javier Otálvaro Álvarez “CREO EN EL ESPÍRITU SANTO” LA “MISIÓN CONJUNTA” DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO, DESDE EL PADRE NOMBRES DEL ESPÍRITU SANTO
CONTROVERSIAS RELIGIOSAS
Pbro. Oscar Charlarca ¿ES VERDAD QUE LA “NUEVA INQUISICIÓN” LA ESTÁN EJERCIENDO LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL?
CAMBIO DE ACTITUD Pbro. John Jairo Olaya ¿QUÉ ES UN PLAN DE PASTORAL?
NUESTRA REALIDAD
Mons. Gilberto Muñoz Ospina. “LAUDATO SI” UNA ECOLOGIA INTEGRAL. CAPITULO IV
VIDA FAMILIAR
Pbro. Nelson Patiño Villa LA BUENA NOTICIA DE LA MISERICORDIA EN FAMILIA
ESPACIOS PARA CRECER
Pbro. Jorge Iván Martínez López INSTITUTO HERMANAS SIERVAS DE LA IGLESIA
Asesor General Mons. Fidel León Cadavid Marín Director P. John Jairo Olaya Ballesteros. Diagramación Silvia Giraldo Consejo editorial Delegados de Pastoral Coordinador general Vicaría de Pastoral Impresión Periódico El Mundo Dirección Diócesis de Sonsón-Rionegro Curia Episcopal Calle 51 No 47-31 Tel: 531 5252 www.diosonrio.org.co Fotografía Diócesis de Sonsón-Rionegro Sugerencias vipastoral@diosonrio.org.co
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EL SACERDOTE Y EL MÉTODO PARA HACER ORACIÓN He aquí el método sobre el que nunca se insistirá bastante: colocarse dentro de Jesús contemplativamente, para cualquier meditación fructífera. Una vez instalado “ahí”, trate de saber” (y participar) qué olas de ternura le subían desde lo más recóndito de su ser cuando repetía tantas veces: Abbá (¡oh querido Papá!). Mire atenta y contemplativamente, y trate de “saber” qué” sucedió” en los abismos lejanos y extraños del Señor, cuando dijo: Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mt 27,46). Qué sucedió en esos momentos en las regiones desoladas de Jesús? ¿Qué apagó la Luz? ¿Cayeron sobre su alma atmósferas de alta presión o espacios vacíos? ¿Qué fue? Mire el cristiano dentro de Jesús, y trate de “saber” en el Espíritu qué entrañas se rasgaron en su interior, exhalando perfumes de ternura, cuando dijo: Me dan pena estas gentes (Mt 9,36). ¿Qué hubiera querido Jesús en ese momento: sufrir lo que ellos sufrían?, ¿cargar con todas las cruces del mundo? ¿Qué fue aquella bandada de aves blancas que, de improviso, levantó vuelo y cruzó el cielo de Jesús cuando, lleno de alegría y sorpresa, dijo: Gracias, Padre, por haberme escuchado? (Jn 11, 41). ¿Qué sucedió dentro de Jesús cuando “se compadeció” de las turbas? (Mc 1, 41); Lc 7,13; Mt 14,14) ¿Qué vidrios se quebraron en sus estancias interiores? ¿Qué anhelos repentinos llovieron sobre el suelo de Jesús? ¿Qué sentía? ¿Cómo se sentía cuando les decía: Venid a mí, los destrozados, los arrojados a la orilla del río por la resaca de las corrientes, los últimos y olvidados; venid y veréis cómo la colación extiende su sombra sobre sus desiertos? (Mt 11, 28) ¿Cómo se sentía Jesús en ese momento? Este ejercicio de colocarse en el lugar de Jesús tiene un reverso ( si bien es la misma medalla) y se enuncia de esta manera: ¿Qué haría Jesús si estuviese en mi caso?
¿Qué sentiría el Señor si se instalara en el corazón de esta negra barriada donde yo estoy? ¿Indignación? ¿Compasión? ¿Ganas de denunciar? ¿Cuál sería la reacción de Jesús si le hicieran lo que me hicieron a mí hace un mes: aquel atropello injusto y arbitrario? Si Jesús respirara dentro de mi piel, ¿Qué sentiría y qué haría en este momento en que acaban de informarme que a este padre de familia- con siete hijos-lo han expulsado del trabajo y lo han dejado en la calle? ¿Cuál sería la actitud de Jesús si estuviera en mi lugar, ahora que se me ha declarado esta rebelde enfermedad y todos hablan misteriosamente y todo hace presumir que mi vida está en jaque?¿Quién me diera poder sentir la paz y el abandono de Jesús al decir: en tus manos entrego mi vida? Si la Iglesia es la prolongación viviente de Cristo Jesús, lo que ante todo debe perpetuar, a través de los siglos, es su temperamento interior. Para eso( y para poder ser ella misma) la Iglesia necesita perentoriamente contemplativos que sean verdaderamente adoradores en espíritu y verdad, que sepan “descubrir “las insondables riquezas de Cristo Jesús (Ef 3, 15). El crecimiento de la Iglesia es, sobre todo, avanzar incesante hacia el interior de la Palabra. “Crecer” significa, primeramente, profundizar y esclarecer el misterio interior de Jesucristo. Consiste, diría, en captar y capturar el secreto de la intimidad de Cristo, el Señor. La Iglesia no crece por yuxtaposición. Quiero decir, la Iglesia no es “más grande” porque tengamos setecientos centros de evangelización o hayamos impartido cinco mil bautizos o hayamos celebrado dos mil sesiones de catequesis. La Iglesia crece, fundamentalmente, por dentro y desde dentro: por asimilación interior, como toda vida. La Iglesia es Jesucristo. Y Jesucristo “crece” en la medida en que nosotros reproducimos su vida profunda, su estilo y sus preferencias.
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II DOMINGO DE ADVIENTO Liturgia de la Palabra: Baruc 5, 1-9; Salmo 125; Filipenses 1, 4-6.8-11 Evangelio según San Lucas (3, 1-6)
“En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los
pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.” Palabra del Señor
Pautas de reflexión En este segundo domingo de adviento como camino de preparación a la navidad aparece la invitación a la conversión y está a través de la penitencia. Penitencia debemos entenderla fundamentalmente como cambio de mentalidad, una corrección en el rumbo recorrido. Hacer penitencia es entonces convertirse. Es darse vuelta, cambiar el camino. La invitación que hace Juan Bautista es la de realizar un gesto, “el bautismo de conversión”, es un lavado, es una expresión externa de una decisión de cambiar la vida,
de cambiar la manera de pensar y de actuar. Y todo para obtener el perdón de los pecados. San Lucas al indicarnos los nombres de los gobernantes, de las naciones conocidas en ese momento, nos está indicando que todos los hombres del mundo quedan invitados a convertirse y “ver la Salvación de Dios”. Dios no excluye a nadie, no rechaza a ninguno. El llamado es para todos sin excepción para que se preparen a recibir al Señor y Salvador.
Diciembre| 5
“CREO EN EL ESPÍRITU SANTO” En la cultura hebrea “ruáh” quiere decir viento, espíritu, fuerza interior, alma, vida, influencia, poder transformante, modo de ser. Dios es un Espíritu que al comienzo del universo, dio origen a las primeras nebulosas. Ordenó luego el camino de los astros y la vida de los vegetales y de los animales. Un día hizo de barro al ser humano y al soplar sobre este le infundió una vida semejante a la suya. El Padre Dios, resucitó a Jesús, con la resurrección, Dios lo estableció como el viviente, vencedor sobre la muerte. “Jesús sopló sobre los discípulos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo” (Jn 20,22). El amor del Espíritu Santo, que es el amor de Dios Padre en Cristo, se confunde en nuestro interior con nuestra respiración o abre nuestro corazón a su respiración, para que nos amemos con el mismo amor que el Espíritu nos amó primero. “Nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1Co 2,11). El Señor, al invitarnos a estar siempre con Él, tiene en cuenta nuestra condición humana y es posible tenerlo siempre en la memoria.
La vida de la fe hay que mantenerla unida al amor de Dios, por el Espíritu recibido en la pila bautismal, para hacer parte de la Iglesia: La primera “Profesión de fe” se hace en el Bautismo (Mt 28,19. CEC n. 189). “Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu” (1Co 12,13) “Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá, Padre!” (Ga 4,6). El Espíritu Santo con su gracia es el “primero” que nos despierta en la fe y nos inicia en la vida nueva que es: “que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo” (Jn 17,3). Creer en el Espíritu Santo, es profesar que es una de las Personas de la Santísima Trinidad. Consubstancial al Padre y al Hijo, es inseparable de ellos, tanto en la vida íntima de la Trinidad, como en su don de amor para el mundo. “Que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria” (Símbolo de Nicea-Constantinopla). El Espíritu nos hace conocer a Cristo, su Verbo, su Palabra viva, “Nadie puede decir: ¡Jesús es Señor! sino por influjo del Espíritu Santo” (1Co 12,3), para que los que creen en Cristo, le conozcan porque él mora en ellos (Jn 14,17).
Preguntas para el diálogo
Textos para profundizar
1. ¿Qué es un espíritu? 2. ¿Quién es el Espíritu Santo? 3. ¿Cómo obra el Espíritu Santo en el mundo?
1. Catecismo de la Iglesia Católica – CEC – n. 683 – 690. 2. http://www.mercaba.org/CREDO/CURSO/ credo_05.htm 3. http://es.catholic.net/op/articulos/14540/ cat/655/tema-12-creo-en-el-espiritu-santocreo-en-la-santa-iglesia-catolica.html
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III DOMINGO DE ADVIENTO Liturgia de la Palabra: Sofonías 3, 14-18ª; Salmo Is 12; Filipenses 4, 4-7 Evangelio según San Lucas (3, 10-18)
“En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: —«¿Entonces, qué hacemos?» Él contestó: —«El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.» Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: —«Maestro, ¿qué hacemos nosotros?» Él les contestó: —«No exijáis más de lo establecido.» Unos militares le preguntaron: —«¿Qué hacemos nosotros?» Él les contestó: —«No hagáis extorsión ni os
aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga.» El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: —«Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.» Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio.” Palabra del Señor
Pautas de reflexión Continuamos el camino del adviento, frente al llamado a la penitencia que hacia Juan el domingo pasado, vemos cómo la gente pide mayores explicaciones. Juan responderá primero para todos, con una exigencia al desprendimiento: ropa y comida se deben compartir con el que no tiene nada. La renuncia hay que vivirla como los primeros cristianos y era en el compartir con quien nada tenían. Pero no para apoyar la pereza, sino buscando el enriquecimiento mutuo, y el crecimiento del hermano como Hijo de Dios. A quienes se dejan arrastrar por la ambición injusta de cosas materiales, el llamado a la conversión les dice: no
exijas más de lo debido. Considerar el trabajo como un servicio para ayudar a los demás. A los militares les dice Juan, no aprovechen su poder y autoridad para obtener beneficios personales, y mucho menos para cometer atropellos contra los más desprotegidos. La autoridad y el poder deben servir para proteger a los más débiles y no para extorsionarlos. En último término este relato del Evangelio busca llevarnos a la conversión de todo pecado, de manera especial el egoísmo, la ambición desmedida por las cosas materiales y el abuso del poder y de la autoridad.
Diciembre| 7
Catequesis 2
La “Misión Conjunta” Del Hijo Y Del Espíritu Santo, Desde El Padre El Catecismo habla de la misión conjunta del Hijo y del Espíritu (cf. n. 689). Y el Compendio explica que “la misión del Hijo y la del Espíritu son inseparables”, pues es el Espíritu Santo el que nos revela a Cristo y nos une a Él (cf. Comp., n. 137). La “misión conjunta” del Hijo y del Espíritu Santo se sigue realizando en la Iglesia, familia de Dios en el mundo, para hacer llegar a la humanidad la gracia redentora. ¿Cuándo comienza a existir esa misión doble o conjunta del Hijo y del Espíritu Santo desde el Padre? Desde el principio de los tiempos (la creación del mundo) esa misión del Hijo y del Espíritu (su Palabra y su “aliento”) está activa. Pero no se hace “visible” hasta la encarnación del Verbo. El mismo nombre de Cristo o Mesías (del hebreo) quiere decir “ungido” por el Padre con el Espíritu Santo. Jesús no solo promete el envío del Espíritu Santo, sino que, ante todo, Jesús “posee” el Espíritu desde el primer momento de su concepción en María. El Evangelio según San Lucas destaca que el Espíritu está siempre con Jesús: le impulsa y le acompaña con su
Preguntas para el diálogo 1. ¿Cuál es la misión del Espíritu Santo? 2. ¿Qué es Pentecostés? 3. ¿Quiénes han recibido el Espíritu Santo?
poder en la oración, en la predicación y en los milagros, y también en la resurrección. Así dice el Compendio: “Toda la vida y la misión de Jesús se desarrollan en una total comunión con el Espíritu Santo” (Comp., 265). El Evangelio según San Juan subraya la promesa del envío del Espíritu por parte del Padre y del Hijo (cf. Jn 16, 7 ss; 20, 22). El día de Pentecostés el Espíritu Santo desciende sobre los discípulos para continuar en el mundo su función de unificación amorosa que tiene ya en la vida intratrinitaria. En Pentecostés, dice el Compendio, “la misión de Cristo y del Espíritu se convierte en la misión de la Iglesia, enviada para anunciar y difundir el misterio de la comunión trinitaria” (Comp., n. 144). El Espíritu Santo edifica, anima y santifica a la Iglesia; como Espíritu de Amor, devuelve a los bautizados la semejanza divina, perdida a causa del pecado, y los hace vivir en Cristo la vida misma de la Trinidad Santa. Los envía a dar testimonio de la Verdad de Cristo y los organiza en sus respectivas funciones, para que todos den ‘el fruto del Espíritu’ (Ga 5, 22)”.
Textos para profundizar 1. Catecismo de la Iglesia Católica – CEC – n. 689 – 690. 2. Carta Encíclica “Dominum et Vivificantem”, del Papa Juan Pablo II, sobre el Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y del mundo. 3. http://www.mercaba.org/ARTICULOS/T/ trinidad_y_la_mision_conjunta_Salinas.htm
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IV DOMINGO DE ADVIENTO Liturgia de la Palabra: Miqueas 5, 1-4ª; Salmo 79; Hebreos 10, 5-10 Evangelio según San Lucas (1, 39-45)
“En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: —«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.” Palabra del Señor
Pautas de reflexión Pensemos en este domingo en la insistencia del evangelista en el saludo que hace María a Isabel; nada más común y normal que saludar cuando se llega a una casa. Pero notemos cómo el evangelista dice que al llegar la voz del saludo a los oídos de Isabel se produjeron hechos maravillosos: el niño que Isabel llevaba en el vientre dio saltos de alegría, e Isabel fue colmada del Espíritu Santo, y gritó palabras de bendición y de bienaventuranza. Lo que María, la Madre del Salvador, trae con su saludo no es solamente un buen día, sino todo lo que Jesucristo
significa con su redención: la alegría, el Espíritu Santo, las bendiciones y las bienaventuranzas. María es la primera evangelizadora. Viene a traer a los hombres al Salvador mismo, con todo lo que la presencia de Jesús significa para el mundo. El llamadoinvitación para nosotros es para que acojamos este regalo extraordinario que nos trae María y acogiéndolo lo llevemos como ella a nuestros hermanos, porque como tanto insiste el Papa “la alegría que encuentra el discípulo en el encuentro con el Señor, lo desborda a llevar-compartir esa alegría con sus hermanos”.
Diciembre| 9
Catequesis 3
NOMBRES DEL ESPÍRITU SANTO
El Espíritu es: • La 3ª persona de la Trinidad: −− Padre: Crea el mundo. −− Hijo: Nos redime en la cruz. −− E. Santo: Da vida y nos lleva a la verdad. • Es el que recibimos en los Sacramentos, especialmente en el Bautismo y en la Confirmación y nos compromete a estar más cerca de Cristo. • Es Dios, uno y trino. • Es quien nos regala sus Dones. Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y todas las cualidades divinas atribuidas al Padre y al Hijo, son igualmente atribuidas al Espíritu Santo. Cuando una persona nace de nuevo por creer y recibir a Jesús (Jn 1,12-13; 3,3-21), Dios habita en esa persona a través del Espíritu Santo (1Co 3,16). El Espíritu Santo tiene intelecto (1Co 2,11), emoción (Rm 15,30), y voluntad propia (1Co 12,11). La función principal del Espíritu Santo es ser el testigo de Jesús (Jn 15,26; 16,14). Él habla a los corazones de la gente la verdad de Jesús. El Espíritu Santo además actúa como maestro de los cristianos (1Co 2,9-14). Les revela la voluntad de Dios y la verdad de Dios.
Preguntas para el diálogo 1. ¿Cuáles nombres son más comunes para identificar el Espíritu Santo? 2. ¿Cuál es la función principal del Espíritu Santo? 3. ¿Cómo se puede representar al Espíritu Santo?
El Espíritu Santo es una Persona, los nombres y símbolos que lo representan proporcionan conocimiento de su naturaleza y funciones en favor del creyente. Los nombres con los que se identifica son los siguientes: −− “Espíritu Santo”, tal es el nombre propio de Aquel que adoramos y glorificamos con el Padre y el Hijo. La Iglesia ha recibido este nombre del Señor y lo profesa en el Bautismo de sus nuevos hijos (cf. Mt 28,19) −− El Consolador o Paráclito (Jn 14,26). −− El Espíritu de Dios (Rm 8,9.14; 15,19; 1Co 6,11; 7,40). −− El Espíritu del Señor (2Co 3,17). −− El Espíritu de Cristo (Rm 8,9-11). −− El Espíritu Eterno (Hb 9,14). −− El Espíritu de Verdad (Jn 16,13). −− El Espíritu de Gracia (Hb 10,29). −− El Espíritu de Vida (Rm 8,2). −− El Espíritu de Gloria (1Pe 4,14). −− El Espíritu de Sabiduría y Revelación (Ef 1,17-18). −− El Espíritu Prometido (Hch 1,4-5). −− El Espíritu de Santidad (Rm 1,4). −− El Espíritu de Fe (2Co 4,13). −− El Espíritu de Adopción (Rm 8,15).
Textos para profundizar 1. Catecismo de la Iglesia Católica – CEC – n. 691 - 693. 2. http://familiasdiaconales.org/data/docs/aula/ catequesis-sobre-ser-y-mision-del-espiritusanto.pdf 3. http://www.mercaba.org/Eduardo/espiritu_ santo.htm
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LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ Evangelio según San Lucas (2, 41-52)
“Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: —«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.» Él les contestó: —«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.” Palabra del Señor
Pautas de reflexión Te invito a reflexionar a partir de estas dos historias: Un adolescente escribió una carta a sus padres: “pienso mucho, y me pregunto para qué estoy en el mundo. No sé si ustedes tienen presente que yo les estoy confiado por algunos años, y que no soy una cosa que ustedes poseen como se posee una nevera o un carro. Mis queridos padres: si ustedes notan que yo me desarrollo de otro modo que ustedes desean, háganse amigos míos. Acéptenme como soy. Confíen en mí, para que yo también aprenda a confiar. Acompáñenme en mi camino. Solamente si ustedes me dejan en libertad por amor, puedo encontrarme a mí mismo, a ustedes y a la vida. De otro modo no”.
A un sabio le dijo una vez un joven: “no me entiendo con mis padres. Cada día hay peleas. ¡Son tan anticuados! ¡No tienen sentido para lo moderno! El sabio le contestó: “Amigo joven, te comprendo muy bien. Cuando yo tenía tu edad, mis padres fueron iguales. ¡Unos anticuados de primera! ¡No se podía aguantar! Pero tú tienes que tener paciencia con la gente vieja. Se desarrollan más lento. Después de diez años habían aprendido lo suficiente, de modo que se podía conversar con ellos y bastante bien. ¿Y qué te voy a decir? Hoy después de veinte años –si lo quieres creer o no- cuando no sé qué más hacer, pregunto a mis padres viejos.
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“LAUDATO SI”: ” UNA ECOLOGIA INTEGRAL. CAPITULO IV ECOLOGÍA SOCIAL Y NATURAL: Nos dice el Papa: “cuando se habla del medio ambiente se indica particularmente una relación, la que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita…Es fundamental buscar soluciones integrales que consideren las interacciones de los sistemas naturales entre sí, con los sistemas sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social… Las líneas de solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza” (139). Por esto es fundamental que ante la profunda crisis ambiental las ciencias sociales y las ciencias naturales trabajen integradas y que “se dé a los investigadores un lugar preponderante” (140). Consideremos pues en nuestra región la importancia que tiene trabajar unidos, CORNARE y las ONG ambientales, con las universidades; y que en cada municipio trabajemos con las secretarías de desarrollo todas las entidades sociales incluidas las pastorales, para encontrar soluciones integrales. ECOLOGÍA ECONÓMICA: “Es necesaria una ecología económica… porque la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo… Hoy el análisis de los problemas ambientales es inseparable de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos y de la relación de cada persona consigo misma” (142). Pensemos en nuestro oriente cómo la economía urbanística en vez de favorecer el medio ambiente, destruye montes, acaba con fuentes de agua para construir más y más parcelaciones, urbanizaciones para gentes con capacidad económica alta. ECOLOGIA CULTURAL: “Junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural igualmente amenazado… La ecología también supone el cuidado de las riquezas culturales de la humanidad… hay que prestar atención a las culturas locales.. no sólo en el sentido de los monumentos del pasado, sino especialmente en su sentido vivo, dinámico y participativo… La visión consumista tiende a homogenizar las culturas, a debilitar la inmensa variedad cultural” (143-146). Por tanto como lo religioso forma parte de la cultura de nuestra región, hay que velar para que el consumismo y las modernas tendencias no acaben con las virtudes, valores, tradiciones, que son un patrimonio fundamental para nuestro medio. ECOLOGIA DE LA VIDA COTIDIANA: “Un auténtico desarrollo exige asegurar una mejora en la calidad de vida humana, y esto implica analizar el espacio donde transcurre la existencia de las personas… Hace falta cuidar los lugares comunes que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de estar en casa…Toda intervención en el paisaje urbano o rural, debería considerar cómo los distintos elementos del lugar conforman un todo” (147-151). Es doloroso ver cómo en nuestro oriente cercano se ignora a la masa de población urbana y rural en lo que respecta a un urbanismo e industrialización que ignora el espacio en el que transcurre la vida de nuestra personas y familias. Por eso tenemos que exigir que los planes de desarrollo municipal, los planes de ordenamiento territorial, respeten esos espacios. “La fala de vivienda es grave en muchas partes del mundo. La vivienda es una cuestión central de la ecología humana… No podemos perder de vista el estado de abandono y olvido que sufren también algunos habitantes de zonas rurales, donde no llegan los servicios esenciales” (152-154). En este aspecto hemos mejorado en el Oriente, pero aún hay mucha gente que carece de vivienda, y muchos campesinos sin servicios esenciales. Por eso tenemos que trabajar desde la pastoral social con las entidades públicas para que no haya exclusión y olvido de estos hermanos. Mucho más nos dice el Papa en este capítulo. Por eso les invito a que lo leamos con detenimiento, para hacer de nuestro compromiso pastoral, una realidad eficaz y eficiente.
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¿Es verdad que la “NUEVA INQUISICIÓN” la están ejerciendo los medios de Comunicación Social?
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Se está diciendo que la Iglesia le tiene más miedo a los medios de comunicación que al “infierno”. Se está acabando “cada vez más” el espacio de intimidad de las personas. Los medios de comunicación se creen dueños de la vida, honra y fama de las personas. La justicia es cada vez más mediática. Los medios creen que deben cercar a la justicia para que se incline hacia sus denuncias. No respetan el debido proceso y hacen condenar a los que a ellos les parece, especialmente al clero católico. Antes, los herejes, las brujas, y los cismáticos, iban a la hoguera; ahora caen en las garras de los medios de comunicación social. No hay ninguna presa tan deseada como los chismes sobre la Iglesia: Papa, obispos, sacerdotes y religiosos. También, instituciones como el Opus Dei, los Legionarios de Cristo, las casas y orfanatos de niños, regentados por religiosos, especialmente los de la rama masculina.
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La palabra INQUISICIÓN viene del verbo latino QUARERE que traduce, preguntar, interrogar, indagar. La Iglesia era la que interrogaba y emitía un juicio sobre la culpabilidad del acusado, pero eran los tribunales civiles los que aplicaban los tormentos. En el caso de Juana de Arco, dice la historia que fue condenada a muerte por la inquisición por los supuestos delitos de brujería y traición a la patria, porque los ingleses querían librarse de ella, que los había vencido. Todos piden que a la Iglesia la crucifiquen: “crucifícala”. Al finalizar el sínodo sobre la familia, en octubre de 2015, aparecieron dos libros con el “supuesto” interés de mostrar las dificultades del Papa Francisco para reformar la Curia Vaticana. Estos libros son: AVARICIA del reportero del Semanario L`espresso Emiliano Fittipaldi, y VIACRUCIS de Gianluigi Nuzzi.
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El capítulo 10 de San Mateo nos ilumina sobre lo que es el camino de los discípulos de Cristo, la Iglesia: “Miren, yo los envío como ovejas en medio de lobos. Sean astutos como serpientes, pero sencillos como palomas” (Mt. 10, 16). “No tengan miedo a la gente” (Mt. 10, 26 a). “No crean que Yo he venido a traer paz al mundo, sino guerra” (Mt. 10, 34) “Sobre Pedro edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mt 16, 18). “Unas veces se nos honra y otras veces se nos ofende; unas veces se habla mal. Nos tratan como a mentirosos, a pesar de que decimos siempre la verdad”. (2ª Co 6, 8).
Diciembre| 13
Esta pregunta debería reflexionarse una y otra vez dado que del concepto que se tenga de lo que es un plan de pastoral dependen muchas cosas: depende el interés para diseñarlo y ejecutarlo; depende su impacto, eficacia y resultados finales; depende su valoración e implementación y monitoreo. Por otra parte, cuando no se tiene claridad acerca de la importancia y naturaleza de un plan de pastoral se corren muchos peligros: se puede entender como una cuestión meramente técnica, diseñada por técnicos; se puede reducir a la elaboración de un texto que se publica y socializa; se puede convertir en una camisa de fuerza que genera resistencia; se puede demeritar y trivializar; se puede equiparar con un plan estratégico empresarial; se puede asumir o desechar sin mayor responsabilidad.
Un plan de pastoral es una herramienta fundamental en el ámbito de la evangelización que no agota, por supuesto, las demás formas o caminos que el Espíritu Santo inspira en cada persona o institución en el día a día para llevar a cabo la obra de Dios en el mundo. Pero, qué es un plan de pastoral.? Si bien conceptualizar o describir una realidad es siempre una tarea compleja, sin embargo, es necesario hacerlo para sentar fundamentos y delimitar fronteras. Con este presupuesto de base, se puede decir que un plan de pastoral es un itinerario evangelizador en el camino discipular de una persona, comunidad o institución, en orden a la madurez en la fe, guiado por el Espíritu Santo.
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LA BUENA NOTICIA DE LA MISERICORDIA EN FAMILIA Queridas familias sabemos que el Evangelio es la fuerza de la Iglesia, es la Palabra por la cual nació y por la cual vive. El cristianismo comienza cuando el Verbo (la Palabra) se hace carne en el seno de María. Así, Ella es la primera entre los creyentes y así fue designada por Isabel: “Feliz la que ha creído en el cumplimiento de la Palabra del Señor” (Lc 1,45). Y, después de ella, todos cuanto recibieron la palabra de Jesús, llegaron a ser los primeros discípulos y se dio inicio a una nueva fraternidad, una “nueva familia”: la de Jesús y sus discípulos. Después de Pentecostés el Evangelio comenzó a difundirse y ser acogido y escuchado, a través de las casas, en las familias de los cristianos. Hoy nosotros podemos recorrer el mismo camino del inicio del cristianismo: tomar el Evangelio en nuestras manos, nuestras propias familias, y volver a tejer una nueva fraternidad entre las personas, una nueva solidaridad entre las familias para poder comunicar la “buena noticia” del amor de Dios para todos. San Juan Pablo II en la apertura del Gran Jubileo del 2000, exhortó a los cristianos a entrar “¡en el nuevo milenio con el libro del Evangelio!”. Con esa pasión que lo condujo como a un peregrino del Evangelio por todo el mundo, añadía “¡Tomemos este Libro! ¡Aceptémoslo del Señor que continuamente nos lo ofrece a través de su Iglesia (cfr. Ap 10,8). Devorémoslo (cfr. Ap 10,9) para que llegue a ser vida de nuestra vida. Saboreémoslo hasta el final: nos producirá amargura, pero nos dará la alegría porque es dulce como la miel (cfr. Ap 10,910). Seremos colmados de esperanza, nos hará capaces de compartir esta esperanza con todo hombre y mujer que encontremos en nuestro camino”.
El Papa Francisco nos invita a: ¡volved a tomar el Evangelio! Nos lo dice en la hermosa Carta titulada “La alegría del Evangelio” (Evangelii Gaudium). Es indispensable volver a tomar el Evangelio y escucharlo con una atención renovada para tener un mundo más fraterno, más solidario, más humano. La inseguridad y miedo que están marcando la vida de nuestro mundo, las injusticias increíbles que desgarran la vida de muchas personas, la violencia que parece expandirse sin restricciones incluso dentro de nuestros hogares, los conflictos y las guerras que continúan cobrando víctimas inocentes, solo pueden ser superadas a través de la escucha del Evangelio, para que se convierta en oración y el encuentro con Jesús ilumine nuestras vidas de nuevo. Para que esto sea una realidad familiar los invitamos a tomar un poco de tiempo, recogerse, hacer silencio y leer la Palabra de Dios en familia, talvez antes de una comida, al principio o final del día, o en otros momentos. Desde la Pastoral familiar queremos invitar a todas las familias a dejarse acompañar en este Año Santo de la Misericordia por la lectura familiar del Evangelio de San Lucas, el Evangelio de la Buena Nueva de la misericordia de Dios para la vida de cada uno de nosotros y de nuestras familias.
Reflexionemos en familia o en grupo
Diciembre| 15
ORIGEN Las Hermanas Siervas de la Iglesia, son una fundación de Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo. La erección canónica fue en la Diócesis de Sonsòn-Rionegro en 1971, en ese mismo año, quince jóvenes hacen su primera profesión religiosa, como Siervas de la Iglesia. El 8 de abril de 1992 Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo recibió de la Sagrada Congregación de Religiosos, la autorización para aprobar las Constituciones del Instituto, Hermanas Siervas de la Iglesia, razón por la cual promulgó el Decreto de aprobación de las Constituciones y erigió canónicamente la Pía Unión, en Instituto religioso de Derecho Diocesano, cuya casa principal se encuentra en esta Diócesis Sonsòn-Rionegro en el municipio de La Ceja. En 1993, se celebra el primer Capítulo General y se elige el primer Gobierno del Instituto, que fue conformado por la superiora general y cuatro hermanas consejeras. Actualmente ejerce como
superiora general la hermana Lilia Esther Gallo Botero.
CARISMA Su carisma se recoge en estos dos lemas “Servir a la Iglesia expresamente en sus sacerdotes y en los pobres”. “En alabanza del sacerdocio de cristo”. Consagran su vida al Señor por la santificación de los sacerdotes, teniendo como madre a la Santísima Virgen María, porque ella es maestra y modelo en el servicio evangélico.
TAREA EVANGELIZADORA Actualmente hacen presencia en varias casas parroquiales, casas episcopales, casas sacerdotales y seminarios, donde sirven primeramente con su testimonio de humildad y oración, además desempeñan con gran cariño y entrega tareas domésticas propias del funcionamiento de cada casa. Este servicio evangélico lo unen espiritualmente a aquellos momentos en los que Jesucristo oraba por los Apóstoles y les servía.
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