Evangelizar 041 - Febrero de 2017

DIÓCESIS DE SONSÓN - RIONEGRO

No. 41 FEBRERO

2017

www.diosonrio.org.co

REVISTA DE AYUDAS PASTORALES

Febrero | 1

FORMACIÓN

Jesús, El Mesías

BÍBLICA

Después de Jesús de Nazaret, Pablo es el personaje del Nuevo Testamento del que más datos se tiene. Las informaciones vienen de sus mismos escritos: las cartas auténticamente paulinas (I Tesalonicenses, I y II Corintios, Gálatas, Filipenses, Filemón y Romanos) que son los primeros escritos del Nuevo Testamento; unidas a las cartas que tienen que ver con él (Efesios, Colosenses, II Tesalonicenses, I y II Timoteo y Tito). Además, el libro de los Hechos de los Apóstoles escrito por Lucas ofrece noticias de gran valor que permiten complementar los conocimientos que de este hombre enamorado de Cristo se pueden adquirir.

La experiencia de fe del apóstol Pablo, su modo de seguir a Cristo y el celo por anunciarlo, ha servido de ejemplo al Plan Pastoral Diocesano, para que los hombres del siglo XXI que peregrinan en la Iglesia de Sonsón - Rionegro, crezcan en su experiencia de fe y renueven su vida cristiana. Por ello, la Revista Evangelizar, durante los próximos años dedicará una sección a la figura de Pablo, para conocerlo mejor y a través de él, conocer mejor la experiencia cristiana.

Investigando sus cartas y el libro de los Hechos de los Apóstoles se tendrá la oportunidad de determinar algunas fechas fundamentales de su cronología, trazar los acontecimientos

principales de su vida, conocer sus modos y opciones misioneras y ahondar en el interior de su experiencia como discípulo y misionero de Cristo.

El itinerario, pues, que traza la revista Evangelizar, reciba la acogida de sus lectores que podrán penetrar en la figura de este hombre que cambió totalmente su vida cuando se encontró con el Evangelio de Jesucristo, que es fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree (Rm 1,16).

Al iniciar esta catequesis sobre Jesucristo, nos sentimos interpelados por la misma pregunta que hace más de dos mil años el Maestro dirigió a Pedro y a los discípulos que estaban con Él. En ese momento decisivo de su vida, como narra en su Evangelio Mateo, que fue testigo de ello, “viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Ellos contestaron: unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías u otro de los Profetas. Y Él les dijo: y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” (Mt 16, 13-15).

Conocemos la respuesta escueta e impetuosa de Pedro: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16, 16).

La pregunta de Jesús sobre su identidad muestra la finura pedagógica de quien no se fía de respuestas apresuradas, sino que quiere una respuesta madurada a través de un tiempo, a veces largo, de reflexión y de oración, en la escucha atenta e intensa de la verdad de la fe cristiana profesada y predicada por la Iglesia. Reconocemos, pues, que ante Jesús no podemos contentarnos de una simpatía simplemente humana por legítima y preciosa que sea, ni es suficiente considerarlo sólo como un personaje digno de interés histórico, teológico, espiritual, social o como fuente de inspiración artística. En torno a Cristo vemos muchas veces pulular, incluso entre los cristianos, las sombras de la ignorancia, o las aún más penosas de los malentendidos, y a veces también de la infidelidad. Siempre está presente el riesgo de recurrir al “Evangelio de Jesús” sin conocer verdaderamente su grandeza y su radicalidad y sin vivir lo que se afirma con palabras.

FORMACIÓN

CATEQUÉTICA Concluimos, recordando que Jesús, en un momento especialmente difícil de la vida de los primeros discípulos, es decir, cuando la cruz se perfilaba cercana y lo abandonaban, hizo a los que se habían quedado con El otra de estas preguntas tan fuertes, penetrantes e ineludibles: “¿también ustedes se quieren ir?”. Fue de nuevo Pedro quien, como intérprete de sus hermanos, le respondió: “Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros hemos creído y sabemos que Tú eres el Santo de Dios” (Jn 6, 67-69).

Para el diálogo en Grupo

• Cada uno debe dejarse tocar personalmente por Jesús y responder a la pregunta: ¿quién dices que soy? ¿Qué soy yo de verdad para ti? No puede ser una respuesta para salir del paso; tampoco es válido utilizar respuestas prefabricadas.

• ¿Qué rasgos humanos y divinos conozco de Jesús?

Reconocemos que un estímulo para descubrir quién es verdaderamente Jesús está presente en la búsqueda incierta y trepidante de muchos contemporáneos nuestros tan semejantes a Nicodemo, que fue “de noche a encontrar a Jesús” (cf. Jn 3, 2), o a Zaqueo, que se subió a un árbol para “ver a Jesús” (cf. Lc 19, 4).

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Tomado libremente de Catequesis de san Juan Pablo II. Enero 7 de 1987.

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FORMACIÓN

LITÚRGICA

FORMACIÓN

La Liturgia Los pastores de almas deben vigilar para que los fieles participen en ella consciente, activa y fructuosamente” (SC 11).

Dentro de la vida de todo cristiano hay una triada de suma importancia: Creer, Celebrar y vivir lo celebrado. Mediante la Sagrada Liturgia celebramos lo que creemos y somos animados a llevarlo a la vida. La Liturgia la definimos como “El ejercicio del Sacerdocio de Jesucristo” (SC 7), es decir, a través de la liturgia continuamos la obra del mismo Cristo.

La liturgia no se puede concebir o reducir a meras normas o rubricas celebrativas, sería una visión muy pobre de la misma. En la liturgia “se ejerce la obra de nuestra Redención” (SC 2), es decir en la liturgia celebramos el don de nuestra redención, de manera muy especial en los sacramentos y en particular en la Eucaristía, donde actualizamos el Misterio Pascual de Cristo.

Desde la Delegación para la animación Litúrgica de la Diócesis estamos en un camino formativo en torno a la liturgia, siendo conscientes de la importancia y valor de la misma en la vida de la Iglesia, y siguiendo la invitación del Concilio: “Para asegurar la plena eficacia es necesario que los fieles se acerquen a la sagrada Liturgia con recta disposición de ánimo, pongan su alma en consonancia con su voz y colaboren con la gracia divina, para no recibirla en vano.

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Además el mismo concilio nos recuerda que “la liturgia es la cumbre a la cual tiende toda la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo, la fuente de donde emana toda su fuerza…”

(SC 10); en la liturgia mantenemos despierta la conciencia de ser salvados por Cristo y de vivir por él y para él. ¿Cómo podemos definir la Liturgia? Nos dirá el Concilio “Es el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo, por medio de signos sensibles, que realizan de una manera propia la santificación del hombre” (SC 7); es decir, en la Liturgia es Cristo mismo el que ofrece su obra de salvación al Padre.

La liturgia es comunicación con Dios en Cristo por el Espíritu Santo para juntos glorificar a Dios y recibir de él la salvación.

Hemos de crecer en la conciencia de que todos debemos participar en la Liturgia, no sólo como un derecho sino como una obligación por nuestro ser sacerdotal dado en el sacramento del bautismo.

MARIOLÓGICA En esta primera edición se hace una aproximación al culto mariano.

En el marco de los 60 años de la Diócesis de Sonsón – Rionegro y durante la ejecución del Plan de Pastoral, se estarán brindando una serie de catequesis sobre la Santísima Virgen María. Con éstas se pretende afianzar en los fieles la reflexión sobre algunos aspectos marianos, en lo que atañe a los dogmas, a la devoción, al culto y manifestación de amor a la Madre de Dios y Madre de la humanidad redimida.

Es de reconocer la fuerte devoción mariana que se deja entrever en las distintas prácticas piadosas de los fieles del territorio diocesano, además recordar que la Diócesis está consagrada al patrocinio de la Virgen María en su advocación de “Nuestra Señora del Rosario de Arma”.

“La Virgen María, elevada por la gracia de Dios por encima de todos los ángeles y de todos los hombres, como Madre de Dios Santísima, es honrada por la Iglesia con un culto especial, que difiere esencialmente del culto de adoración que se rinde al Verbo Encarnado, así como al Padre y al Espíritu Santo... Ese culto enteramente singular la Iglesia lo aprueba y favorece” (Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Lumen Gentium, nn.66 y 67).

Se llama culto a la reverencia que damos a Dios y a los santos por el honor que merecen.

El culto lleva al hombre a exteriorizar ese respeto y reverencia, que se manifiestan, no sólo en actos interiores, sino también en prácticas externas. La Iglesia señala oficialmente muchas prácticas de culto debido a Dios y a los santos, aunque cada cristiano, movido por su piedad, puede realizar algunos otros libre y espontáneamente.

Hay tres clases de culto, por razón de la distinta dignidad de aquellos a quienes se ordena nuestra reverencia: a) De latría o de adoración, que es debido sólo a Dios, como Soberano Señor. b) De dulía o de veneración, que es debido a los ángeles y a los santos por la excelencia de sus virtudes. c) El culto de hiperdulía o de veneración suprema, que es el culto debido a la Santísima Virgen en razón de ser la Madre de Dios.

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EL EVANGELIO del domingo

Quinto Domingo del Tiempo Ordinario

Isaías 58, 7-10 / Salmo 112 / 1 Corintios 2, 1-5 / San Mateo 5,13-16 “En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.

Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»

Palabra del Señor.

PAUTAS DE REFLEXIÓN Los discípulos, que viven según el estilo de las bienaventuranzas, son la sal de la tierra y la luz del mundo, es decir, fermento de una nueva humanidad. El cristiano debe sentirse comprometido con el mundo y no puede mantenerse ausente y distraído. Él se debe a los demás: Él está llamado a ser la luz que ilumina; él es la sal que no puede perder su sabor; él es la ciudad colocada en lo alto, que orienta y anuncia el camino. Esto se hace posible en el amor cristiano que no se reserva, ni se encierra en el propio egoísmo, amor que es capaz de perdonar siempre, amor que perdona lo imperdonable, amor que perdona porque se siente él mismo perdonado.

“Ustedes son la sal de la tierra”, esto lo dice a cada uno, a todos los llamados a ser sus discípulos. Los que por razones de salud deben comer sin sal, saben que las comidas así son insípidas. Como la sal da sabor a las comidas, así los cristianos debemos penetrar el mundo con el sabor del Espíritu del Evangelio. Debemos quitar el sabor amargo a un mundo que está en peligro de hundirse en el aburrimiento, la soledad, la frustración, la desesperación. Como la sal, el cristiano se puede desvirtuar: entonces es un estorbo. Un cristiano que no asume su compromiso frente al mundo, es inútil.

“Ustedes son la luz del mundo”, los cristianos estamos para disipar las tinieblas. Debemos ayudar a los hombres para que puedan vivir de verdad. El mundo grita por la luz de la justicia, la verdad, el perdón, la reconciliación

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y la paz. Nuestro paso por la tierra no es indiferente: ayudamos a otros a encontrar a Cristo o los separamos de Él; enriquecemos o empobrecemos.

Responsabilidad del discípulo, el cristiano, debe comportarse como hijo de la luz, no es poco lo que Dios mismo ha puesto en sus manos. Los frutos que debe dar como hijo de la luz son: amor, justicia, perdón, reconciliación y verdad. Tenemos que sentir vivamente nuestra responsabilidad de iluminar, de ser fermento y de comunicar la “Buena Nueva”.

Que nuestro compromiso real sea el de renovar en serio nuestra vida cristiana, para ser los auténticos discípulos que el Señor quiere para sí. Construyamos puentes de reconciliación y perdón y no muros que sigan dividiendo, destruyendo y dañando personas y comunidades.

Sexto Domingo del Tiempo Ordinario

EL EVANGELIO

del domingo

Eclesiástico 15, 15-20 / Salmo 119 / 1 Corintios 2, 6-10 / San Mateo 5,20-22a.27-28.33-34a.37

“Os lo aseguro: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será procesado.

Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Habéis oído el mandamiento “no cometerás adulterio.” Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus votos al Señor.” Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; A vosotros os basta decir “sí” o “no”. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»

Palabra del Señor.

PAUTAS DE REFLEXIÓN Este texto está ubicado dentro del sermón de la Montaña, y desde esta perspectiva hay que interpretarlo. Jesús define la relación entre el Evangelio y el modo como se interpretaba y vivía la ley del Antiguo Testamento. Entre los primeros cristianos existió una polémica sobre la interpretación de la Ley de Moisés. ¿Estaban obligados a cumplir sus preceptos o habían sido abolidos por Jesús? ¿Qué valor y qué interpretación había que darles?

El versículo 20 que puede considerarse como síntesis, criterio y conclusión de todo el discurso. Las enseñanzas de Jesús no pretenden abolir la Ley, sino llevarla hasta sus últimas consecuencias. Jesús propone una vivencia de la Ley desde dentro, sin barreras, en plenitud. Asumida como expresión de la voluntad de Dios.

“No matarás”, precepto que no se refiere solo a la muerte física. Hay formas sutiles de “matar”: el olvido, la ofensa, la injuria, el insulto, el desprecio… El “no matarás” bíblico, sigue siendo violado de manera sistemática, incluso por quienes tienen el deber-obligación de proteger la vida, esta defensa es tarea necesaria y prioritaria en la vida de todo cristiano. Cuánto daño hacen hoy en las familias y comunidades los “chismes” que van matando la confianza, la cercanía, el amor, el perdón y la reconciliación.

“No cometerás adulterio”, Cuestión relacionada con la vida matrimonial. El adulterio empieza en el corazón. Hoy se piensa que Jesús y la Iglesia han cargado al matrimonio con una pesada ley, con facilidad se olvida que el matrimonio está llamado a ser exclusivo, total e incondicional. Necesitamos –hombres y mujeres- que sepan vivir, testimoniar y defender el proyecto de un amor indisoluble, al mismo tiempo que comprender y ayudar a quienes sean incapaces de vivirlo.

“No jurarás”, La necesidad de avalar la propia palabra con juramento, supone un clima de desconfianza. La llegada del Reino inaugura un clima de sinceridad que hace innecesario este aval y cualquier otra prueba. El sí y el no de los labios deben corresponderse al sí y al no del corazón. Hoy tenemos que creer que la sinceridad, la confianza es posible, que la dignidad no está perdida, que la honestidad es una semilla del Reino. Recuperar el valor de la palabra es camino evangélico y camino de espiritualidad, además es el único camino posible que nos hará hacer realidad la reconciliación y el perdón entre todos.

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EL EVANGELIO del domingo

Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario

Octavo Domingo del Tiempo Ordinario

EL EVANGELIO

del domingo

Levítico 19, 1-2. 17-18 / Salmo 103 / 1 Corintios 3, 16-23 / Mateo 5,38-48

Isaías 49, 14-15 / Salmo 62 / 1 Corintios 4, 1-5 / San Mateo 6,24-34

“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente.” Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles?

Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.”

“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos”.

Palabra del Señor.

PAUTAS DE REFLEXIÓN ¿Cómo entender en una sociedad tan tensa y agresiva como la nuestra eso de presentar la otra mejilla o amar al enemigo? ¿Cómo ser testigos del perdón en un país enfermo y deseoso de venganza?

Este es el núcleo más original y específico del Evangelio, es un mensaje novedoso que nos puede resultar incluso desconcertante.

El cristiano no se contenta con el simple equilibrio de la justicia. Él está invitado a ir más allá, hacia un testimonio altísimo y sorprendente.

Es un llamado al riesgo continuo de perdonar y de amar.

El año de la misericordia debió haber dejado en el corazón de cada bautizado la conciencia de sentirse necesitado de misericordia y por lo tanto con la urgencia de ser misericordioso para con los demás; este año dedicado al perdón y a la reconciliación es un llamado para arriesgarnos a colocar por obra la

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misericordia, porque de lo contrario corremos el peligro de quedarnos sólo en seres teóricos y no en discípulos del Señor de la Misericordia y el perdón.

Para entender la novedad de las palabras de Jesús es necesario conocer lo que era la ley del talión; hace dos mil años ésta no era una ley de venganza sino todo lo contrario: era una forma de frenar la violencia, poner límite a la venganza y hacer posible la convivencia, exigiendo que el castigo nunca sobrepasara la ofensa. Y es ahí donde Jesús propone otro camino. Ésta ya no tiene sentido, porque con la llegada del Reino se hace presente el amor de Dios, un amor comprensivo y sin medida. El amor no puede quedarse reservado al círculo de los más cercanos, a los de mi grupo, a los de mi familia, a los que me aman, sino que alcanza incluso a los enemigos. Es un amor sin fronteras y sólo puede entenderse como expresión del amor de Dios, que es para todos.

Palabra del Señor.

PAUTAS DE REFLEXIÓN La invitación de Jesús en el Evangelio de hoy ha de ser la de la búsqueda del Reino de Dios y su justicia. Ser discípulo es eso, buscar primero y por encima de todo que reine la justicia de Dios. Ello implica que Dios y su reino son una opción fundamental, radical, totalizante y exclusiva.

De otro lado Jesús invita a una confianza total en Dios, la misma que Él tenía. Es esa confianza que nos permite dejar en segundo plano los afanes y preocupaciones de la vida cotidiana (la comida, el vestido…). No debemos agobiarnos, porque Dios vela por nosotros.

Pero es preciso poner como Jesús, todos los

medios humanos que están a nuestro alcance si queremos vivir la presencia del Reino. No es un elogio a la negligencia; es una llamada a la libertad. Depositar nuestra vida en manos de su amor providente y quedar libres para estar a su servicio y al de los pobres.

Dios sólo puede ser servido allí donde se promueve la solidaridad y la fraternidad. Toda la riqueza que se acapare para sí mismo sin necesidad es injusta, porque está privando a otros de lo que necesitan. Toda persona que se afana en asegurar su propio bienestar y acumular y acrecentar su propio capital, sin preocuparse de los necesitados, está impidiendo el surgimiento del reino de Dios.

Sólo serás feliz y auténtico discípulo si dejas de lado el odio, la venganza y sales al encuentro del otro, los otros, con el don del perdón y la reconciliación. Nuestra patria espera de nosotros ya no tanto discurso si no de verdad testimonio real de perdón y reconciliación, esta es una tarea de la que un verdadero discípulo no se puede sustraer.

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EL SANTO

PASTORAL

SACERDOTAL

del mes

Santos en la Iglesia son todos aquellos que han dejado que su debilidad humana sea cubierta por la fuerza de Dios. La santidad como tal debe entenderse como la capacidad de hacer el bien, y para ello es necesario asumir como propia la voluntad de Dios.

Santa escolástica fue una mujer que rompió paradigmas, se dedicó a la vida monástica sosteniendo así con su oración a la Iglesia, esta mujer hermana de Benito otro santo, se dedicó a auxiliar a los más pobres y desamparados.

Escolástica es fiel reflejo de lo que es donarse de manera abnegada por la causa del evangelio. Ella vivió en una época pagana, su nombre es coherente con su estilo de vida, significa “la que quiere aprender” y no hay duda, aprendió a hacer lo correcto, asumió ser luz en un contexto lleno de oscuridad, su testimonio no solo motivó a un cambio en ese entonces sino que se hace referente a esta época que tiene características similares a la que vivió ella, una cultura que deja a Dios a un lado, que tiene relegado el humanismo y da así rienda suelta a las pasiones, haciendo que las mentes tomen una conciencia libertina y desinteresada de lo que es importante y necesario para alcanzar la plenitud del alma.

Como en ese entonces también hoy se hace un llamado a conservar la virtud como acto de donación total y permanente a Dios, aún en una cultura como ésta donde la mujer ha perdido su valor esencial. Es por eso que se debe centrar la mirada en el ejemplo de mujeres como ésta, que supo serenar su corazón y permitió que su alma se uniese a la acción de su creador.

Fue una mujer estudiosa, atenta y disciplinada, virtudes, que en este 2017 habiendo tanta distancia histórica con los años de primavera de escolástica se encuentran como en ese entonces, en peligro de olvido permanente.

Es por eso que un reto actual es volver a contemplar la vida con mística, de modo que se recupere el interés por lo trascendente.

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Querido colaborador de Cristo…

Padre, usted ha dicho “sí” a Jesús y Él le ha tomado la palabra.

La Palabra de Dios se hizo Jesús, un pobre. De ahí, ese terrible vacío que usted experimenta.

Dios no puede colmar lo que está lleno, sólo puede llenar lo vacío - la pobreza profunda - y su “sí” es el comienzo, el empezar a vaciarse.

Realmente el asunto no está en cuánto “tenemos” que dar, sino en cuan vacíos estemos, de modo que le podamos recibir plenamente en nuestra vida, dejándole vivir su vida en nosotros. Él, hoy, quiere revivir en usted su completa sumisión a su Padre; permítale hacerlo.

Lo que importa no es lo que usted sienta, sino lo que Él siente en usted.

Aparte los ojos de sí mismo y gócese de no tener nada - de que usted no es nada - de que no puede hacer nada.

Dele a Jesús una gran sonrisa, cada vez que su nada le asuste. Esta es la pobreza de Jesús.

Tanto usted como yo debemos permitirle vivir

en nosotros y, a través de nosotros, en el mundo.

Adhiérase a nuestra Señora, puesto que ella también, antes de que pudiera estar llena de gracia llena de Jesús - tuvo que pasar por esa oscuridad: “¿Cómo puede ser esto...?”

Pero en el mismo momento en que dijo “sí”, se fue presurosa a llevar a Jesús a Juan y a su familia.

Siga llevando a Jesús a su gente no con palabras, sino con su ejemplo, por su enamoramiento de Jesús, irradiando su santidad y esparciendo su fragancia amorosa por dondequiera que vaya.

Que su fuerza sea la alegría de pertenecer sólo a Jesús, feliz y en paz, acepte cualquier cosa que Él le dé, y dele cualquier cosa que Él tome con una gran sonrisa.

Usted le pertenece. - Dígale “soy tuyo” y si me hicieras pedacitos, cada pedazo sería solamente y todo tuyo. Deje que Jesús sea la víctima y el sacerdote en usted.

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PASTORAL

TRIBUNAL

FAMILIAR

“Soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro.

Como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros” (Col 3,13)

La afirmación de que sin perdón no hay paz es muy cierta. Está bien comprobado que el ojo por ojo, diente por diente solo hace estragos en nuestras vidas y al final, cuando ya no queda más por destruir y estamos hartos del ciclo del desquite y el resentimiento, llegamos a la conclusión de que lo único que nos permitirá continuar y vivir con tranquilidad es la decisión de perdonar y, de ser posible, reconciliarnos.

ECLESIÁSTICO

LA INVESTIGACION PREJUDICIAL O PASTORAL PARA LOS CONYUGES EN

CRISIS MATRIMONIAL

hijo… si sospechamos que eso ha sucedido y tomar la iniciativa de pedirles perdón.

Así mismo, si alguno de ellos viene a pedirnos perdón sinceramente, no debemos demorarnos en hacerlo, ni estropear el momento con condiciones ni reproches. Solo abrazarlos y darles la oportunidad de reparar el daño si es posible, o hacer un compromiso para no repetirlo.

Algunas sugerencias que nos pueden ayudar en el proceso de perdonar, y ponerlas en práctica con la familia.

Lo que ocurre con el perdón es que creemos que perdonar significa permitir que el otro se salga con la suya y que es un acto injusto porque deja impune el daño que el otro nos ha infringido. Pero la verdad es todo lo contrario, el perdón es la mejor decisión que podemos tomar porque nos permite aceptar lo ocurrido, liberarnos del dolor que nos produce y ser capaces de seguir adelante, independiente de que la persona que nos hizo daño lo reconozca o no.

1. Busca a alguien de tu confianza a quien explicarle lo que te dolió u ofendió y desahógate.

Algo fundamental es comprender que perdonar no es un sentimiento, es una decisión. Por eso nunca vamos a tener ganas de perdonar, debemos tomar la determinación. Esa decisión va seguida de un proceso que implica aprender a lidiar con los sentimientos negativos que nos produce aquello que nos lastimó o enojó. En ese proceso tratamos de identificarnos con el ofensor para entender lo que lo motivó aunque no estemos de acuerdo con lo que hizo.

5. Concéntrate en un proyecto que te dé satisfacción, que sea creativo o que te permita ayudar a otros.

Un hogar sana cuando da cabida al perdón. Los hijos valoran mucho a los padres que les enseñan a perdonar y a pedir perdón y lo hacen con su ejemplo.

En el trato cotidiano, es difícil evitar que lastimemos a nuestros seres queridos por más que lo intentemos. Un olvido, una reacción airada, un juicio o un regaño injusto pueden herir demasiado, por eso es importante hablar con la persona, nuestra esposa/nuestro esposo, nuestro

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2. Toma la determinación de perdonar recordando que es lo único que al final te va a hacer sentir mejor y te dará paz.

3. Busca actividades que te ayuden a relajarte física y mentalmente.

4. No esperes nada de quien te ofendió.

6. La mejor venganza es superar el dolor y vivir una vida plena a pesar de la ofensa.

7. Convierte tu historia de dolor, rabia o sufrimiento en una de superación y victoria sobre los mismos. ¿Cuál de ellas crees que inspirará más a otros?

“Hoy sabemos que para poder perdonar necesitamos pasar por la experiencia liberadora de comprendernos y perdonarnos a nosotros mismos”.

(Amoris Laetitia 107)

nulidad del matrimonio en los artículos 1-6.

El Papa Francisco en la carta apostólica, M.P “Mitis Iudex Dominus Iesus”, (el Señor Jesús, En el artículo 2 dice: “la investigación Juez Clemente), sobre la reforma de nulidad prejudicial o pastoral, que acoge en las matrimonial que empezó a regir, el 8 de estructuras parroquiales diocesanas a los diciembre de 2015, no tiene como finalidad fieles separados o divorciados que dudan multiplicar las nulidades matrimoniales por de la validez del propio matrimonio o están cualquier motivo o causa sino que debe ser convencidos de la nulidad del mismo, está grave o evidente, por lo tanto, no acudir orientada a conocer su condición y a recoger inmediatamente al tribunal elementos útiles para la eclesiástico para solicitar su eventual celebración LA INVESTIGACIÓN PASTORAL nulidad matrimonial cuando del proceso jurídico, RECOGE ELEMENTOS ÚTILES PARA se presenta una dificultad ordinario o más breve.

LA EVENTUAL INTRODUCCIÓN en la relacion conyugal.

Dicha investigación ha DE LA CAUSA POR PARTE DE LOS

El Papa Francisco en este CÓNYUGES O DE SUS ABOGADOS documento se refiere a la ANTE EL TRIBUNAL COMPETENTE investigación prejudicial o (ART. 4) pastoral cuando establece las normas procedimentales para esta investigación el manejo de las sea realizada por causas de y competente en

de llevarse a cabo en el ámbito de la pastoral matrimonial diocesana unitaria (art. 2).

Es necesario que prejudicial o pastoral una persona idónea la respectiva diócesis, parroquia o institución eclesiástica (clérigos, consagrados, laicos) para buscar la posibilidad de una reconciliación de los esposos (Art. 3).

Una vez recolectados todos los elementos, la investigación se cierra con la demanda, que se ha de presentar, si es el caso, al tribunal competente (art.5).

Por eso antes de iniciar un proceso de nulidad matrimonial por parte del cónyuge interesado es necesario una investigación mediante una asesoría para conocer realmente si es posible acudir al tribunal eclesiástico competente para estudio del caso para un proceso de nulidad matrimonial.

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PASTORAL

SOCIAL

PASATIEMPOS

PASTORALES

POST-CONFLICTO, IGLESIA Y PAZ

Entre las situaciones que ocasionan más violencia en nuestra patria, hay que mencionar el crecimiento de LA POBREZA, LA MARGINACIÓN, LA EXCLUSIÓN de tantos millones de hermanos.

Frente a esta dura realidad, hay que afirmar que muchísimas personas, instituciones, grupos, se mantienen en actitudes de no recta formación, participación, compromiso, involucrarse en programas que conduzcan a ir superando dichas problemáticas.

La violencia ha estado presente en nuestra historia, tanto durante los años de dominio español, como en los tiempos de independencia, república, guerra de independencia, golpes de Estado en el siglo pasado y en el presente; confrontación partidista, surgimiento de fuerzas armadas ajenas a la ley, corrupción administrativa, civil, empresarial; creciente incremento de las bandas criminales, narcotráfico; pero indudablemente hay que afirmar, que una de las grandes formas de violencia actual es en la persona, la familia, la escuela.

Hay que afirmar sin temor a equivocarnos, que las CAUSAS de la violencia van todas en contra de la dignidad humana y sus derechos, contra la política de Estado, contra leyes civiles que desde que se establecen son incesantemente quebrantadas.

La violencia sociopolítica, se manifiesta en el conflicto interno, que por más de cincuenta años ha enfrentado a los grupos insurgentes (guerrillas y paramilitares) y el Estado, pero con consecuencias nefastas para la sociedad civil, muy particularmente para nuestros pobres y campesinos. La ley civil, tiene que tener como base fundamental la ley natural; sin embargo, muchas leyes van en contra de ésta y trae gravísimas consecuencias.

La violencia socioeconómica, se manifiesta muy particularmente entre nosotros en la corrupción, la globalización que acarrea múltiples desigualdades, el narcotráfico, la delincuencia, el desempleo, la miseria de nuestros campesinos y tantas gentes con trabajo ilegal. La violencia sociocultural, se manifiesta sobre todo

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en la cultura de muerte, la intolerancia, la ausencia de valores naturales y de virtudes cristianas, que lleven al compromiso por un mundo nuevo.

Y frente a todo esto y mucho más, ¿cuál tiene que ser nuestro compromiso de Iglesia?

En primer lugar EVANGELIZAR llevando a todos a la comprensión de que la PAZ no es nuestra: desciende del Reino de los cielos, la trae Jesucristo príncipe de la paz. Por ende tenemos que formar a todos, incluso hacer comprender a los no creyentes, que la paz es un DON DE DIOS CONFIADO A LOS HOMBRES, y que como DON DE DIOS, exige, CONOCERLA, ACOGERLA, VIVIRLA CON VOLUNTAD FIRME Y DECIDIDA, COMPARTIRLA CON TODOS y con toda la naturaleza que también es nuestra hermana.

HORIZONTAL

VERTICAL

2. Único Obispo auxiliar que ha tenido la Diócesis

1. Obispo actual de la Diócesis

5. Papa que elevó a la categoría de Concatedral a

3. Primer Seminario Diocesano

la Parroquia de San Nicolás de Rionegro

4 . Patrona de la Diócesis

7. Apellidos del primer Obispo de la Diócesis

6. Obispo que más ha durado en el gobierno de la

8. Bula mediante la cual se erigió la Diócesis

Diócesis

10. Ciudad de la primera Cátedra

9. Papa que creó la Diócesis

11. Patrona de la Catedral de Sonsón 12. Patrono de la Parroquia Concatedral de Rionegro

Evangelizar | 15

ANÁLISIS DE LA

REALIDAD

Donald J. Trump, el hoy presidente de los Estados Unidos, fue electo por casi 60 millones de estadounidenses, retando con su programa de gobierno a Latinoamérica, la mujer, los migrantes, el cambio climático, los tratados con países como China, entre otros, generando una agitación de la política mundial, acercando cambios económicos y sociales.

Desde su reciente posesión, el mundo ha sido testigo de la firma de decretos, que ponen en marcha las promesas contenidas en su campaña electoral: la abolición del sistema de salud (Obamacare), la construcción del muro en la frontera con México, el retiro del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).

Trump como líder de los Estados Unidos, considera necesario gobernar para los americanos y mirar hacia adentro con políticas proteccionistas y anti-inmigrantes. En este sentido su campaña tuvo como lema “Hacer a América grande otra vez”. Hoy se tiene al frente del país más poderoso del mundo a un gobernante nacionalista, conservador, antiglobalización y desconfiando de las instituciones internacionales.

Seremos testigos de grandes cambios en Estados Unidos, un país que históricamente ha sido el “sueño” de miles de ciudadanos del mundo; sueño que cada día se irá reduciendo progresivamente, el tiempo proporcionará las respuestas, por ahora retomamos las palabras del Papa Francisco en una entrevista concedida al diario El País “Asustarme o alegrarme por lo que pueda suceder, en eso creo que podemos caer en una gran imprudencia. En ser profetas o de calamidades o de bienestares que no se van a dar, ni una ni otra. Se verá. Veremos lo que hace y ahí se evalúa”, invitándonos a la prudencia y la espera por el desarrollo del plan de gobierno del presidente Trump.

La “era” Trump está marcada por la división y la polarización, por los cambios, y por un plan de rupturas que favorece al interior del país y que lleva a la transformación de la política interna y externa. Según María Alejandra Gonzalez-Perez, “el problema para el mundo no es ni será Trump, la verdadera problemática… es lo que está reflejando del mundo... Para que la humanidad pueda seguir y avanzar, con respecto a las libertades civiles y hacia un desarrollo sostenible y equitativo, son necesariamente alianzas pragmáticas.

Algo debe hacerse para reversar esta fuerte ola, a lo mejor es prepararse para asumir las consecuencias, pues dejarlas avanzar más podría ser irreversible”.1

Revista El Eafitense. Edición # 111. 2016 pág. 25

16 | Febrero

Benedicto XVI

Jornada Mundial de la Vida Consagrada 2 de Febrero.