Evangelizar 077 - Mayo de 2020

Page 1

ISSN 2590-8359 | No. 77 Mayo 2020


Nos llamas a tomar este tiempo de prueba como un momento de elección. No es el momento de tu juicio, sino de nuestro juicio: el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es. Es el tiempo de restablecer el rumbo de la vida hacia ti, Señor, y hacia los demás


Por: Delegación de Movimientos Eclesiales

SANTO DEL MES

Santo 6 de mayo Poco después de su llegada al Oratorio, Domingo tuvo oportunidad de impedir que dos chicos se peleasen a pedradas. Presentándoles su pequeño crucifijo, les dijo: "Antes de empezar, mirad a Cristo y decid: ‘Jesucristo, que era inocente, murió perdonando a sus verdugos; yo soy un pecador y voy a ofender a Cristo tratando de vengarme deliberadamente’. Después podéis empezar arrojando vuestra primera piedra contra mí". Los dos bribonzuelos quedaron avergonzados. Mucho bien hizo a Domingo Savio la guía de Don Bosco

omingo, que significa: "el que está consagrado al Señor", nació en Riva del Piamonte, Italia, en 1842. Era hijo de un campesino y desde niño manifestó deseos de ser sacerdote. Cuando San Juan Bosco empezó a preparar a algunos jóvenes para el sacerdocio, con objeto de que le ayudaran en su trabajo en favor de los niños abandonados de Turín, el párroco de Domingo le recomendó al chico. San Juan Bosco, en el primer encuentro que tuvieron los dos, se sintió muy impresionado por la evidente santidad de Domingo, quien ingresó en octubre de 1854 en el Oratorio de San Francisco de Sales de Turín, a los doce años de edad. Uno de los recuerdos imborrables que dejó Domingo en el Oratorio fue el grupo que organizó allí. Se llamaba la Compañía de María Inmaculada. Sin contar los ejercicios de piedad, el grupo ayudó a Don Bosco en trabajos tan necesarios como la limpieza de los pisos y el cuidado de los niños difíciles. En 1859, cuando Don Bosco decidió fundar la Congregación de los Salesianos, organizó una reunión; entre los veintidós presentes se hallaban todos los iniciadores de la Compañía de la Inmaculada Concepción, excepto Domingo Savio, quien había volado al cielo dos años antes.

Domingo observaba escrupulosamente el reglamento; por supuesto, algunos de sus compañeros llevaban a mal que el santo quisiese que ellos observasen el reglamento en la misma forma. Le llamaban chismoso y le decían: "Corre a acusarnos con Don Bosco"; con lo cual no hacían sino mostrar cuán poco conocían al fundador del Oratorio, que no soportaba a los chismosos. Muy probablemente Santo Domingo reía de buena gana en esas ocasiones, pues era de un espíritu muy alegre, cosa que algunas veces le creó dificultades. Sí, Domingo no tenía nada de chismoso, era en cambio muy hábil para contar cuentos; ello le daba gran ascendiente con sus compañeros, sobre todo con los más jóvenes. Fue en verdad una feliz providencia de Dios que Domingo cayese bajo la dirección de un director tan experimentado como Don Bosco, pues de otro modo se habría convertido fácilmente en un pequeño fanático. Don Bosco alentaba su alegría, su estricto cumplimiento del deber de cada día y le impulsaba a participar en los juegos de los demás niños. Así, Santo Domingo podía decir con verdad: "No puedo hacer grandes cosas. Lo que quiero es hacer aun las más pequeñas para la mayor gloria de Dios." "La religión debe ser como el aire que respiramos; no hay que cansar a los niños con demasiadas reglas y ejercicios de devoción" -solía decir Don Bosco-. Fiel a sus principios, prohibió a Domingo que hiciese mortificaciones corporales sin permiso expreso, diciéndole: "La penitencia que Dios quiere es la obediencia. Cada día se presentan mil oportunidades de sacrificarse alegremente: el calor, el frío, la enfermedad, el mal carácter de los otros. La vida de escuela constituye una mortificación suficiente para un niño". Una noche Don Bosco encontró a Domingo temblando de frío en la cama, sin más cobertor que una sábana. "¿Te has vuelto loco? -le preguntó- Vas a coger una pulmonía." Domingo respondió: "No lo creo. Nuestro Señor no cogió ninguna pulmonía en el establo de Belén".

Asesor General Mons. Fidel León Cadavid Marín

Coordinador General Vicaría de Pastoral

Director Pbro. Javier Otálvaro Álvarez

Fotografía y Correción de Estilo Javier Ocampo Zuluaga

Consejo Editorial Delegados de Pastoral

Diseño y Diagramación Cristina Giraldo Giraldo

Impresión Publicaciones San Antonio Oranización COREDI Sugerencias diseno@diosonrio.org.co vipastoral@diosonrio.org.co

Referencia: hhttps://www.aciprensa.com/recursos/biografia-4608

https://bit.ly/2XOlVzJ

Dirección Diócesis de Sonsón Rionegro Curia Episcopal: Calle 51 No. 47 - 31 PBX: 531 52 52

3 | Evangelizar


FORMACIÓN BÍBLICA

Por: Pbro. Bernardo Arley Aristizábal

“La colecta para los pobres,

Una acción esencial en la misión del apóstol pablo” n los inicios del cristianismo, la tarea de la evangelización estaba estrechamente unida al ejercicio de la caridad con los más pobres; ambas acciones eclesiales fueron de vital importancia para el apóstol Pablo, quien nos informa que después de la Asamblea de Jerusalén, donde los Apóstoles aprobaron que junto con Bernabé evangelizaran a los gentiles, se les pidió solo una cosa: “que nos acordáramos de los pobres, cosa que he procurado cumplir” (Gál 2,10); de ahí, la importancia que para el apóstol supuso esta tarea y a la que, unida simultáneamente a la evangelización, dedicó varios años de su vida, esto es lo que se conoce como la colecta en favor de los hermanos más pobres de Jerusalén. Los pobres eran una mayoría inmensa en la clase social del mundo antiguo, no sin razón Jesús advirtió: “pobres tendréis siempre con vosotros y podréis hacerles bien cuando queráis” (Mc 14,7). Por ello, encontramos en las cartas paulinas varios textos que reflejan esta preocupación del apóstol por los pobres y en los que motiva a las comunidades cristianas por él fundadas a ayudar a los más necesitados, colecta que normalmente se hacía el primer día de la semana, es decir, el domingo. (cf. 1Cor 16,1-4; Rm 15,25-32). Los dos textos más extensos sobre la colecta son: 2Cor 8,1-24 y 2Cor 9,1-15 en los que nos detendremos un poco más; así, la asistencia a los más necesitados y pobres, llegó a ser un rasgo distintivo de los creyentes en Cristo, actitud que veinte siglos después se sigue replicando en la Iglesia. El principio teológico que motiva la colecta en 2Cor 8 es: “Conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de enriqueceros con su pobreza” (2Cor 8,9), el modelo de la caridad cristiana es pues la generosidad de Cristo para con los creyentes. Dicha caridad no busca otra cosa que la “igualdad” de la comunión en Cristo entre los que poseían bienes y los que poco tenían, “no se trata de que paséis apuros para que otros tengan abundancia, sino procurar la igualdad” (2Cor 8,13).

4 | Abril

https://bit.ly/2Vfvl5M

Por otra parte, la motivación de la colecta en 2Cor 9 se expresa así: “Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7); de este modo, la colecta era un compartir caritativo que mostraba la comunión de bienes, de unos cristianos en mejores condiciones económicas que los pobres de la Iglesia de Jerusalén, porque los creyentes en Cristo tenían la conciencia de formar parte de un pueblo universal congregado por el Señor Jesucristo para glorificar a Dios, y provocar acciones de gracias al mismo Creador. (cf. 2Cor 9,12-15). En palabras del mismo Pablo: “Si los gentiles se han beneficiado de sus bienes espirituales, ellos a su vez deben servirles con sus bienes temporales” (Rm 15,27). Cuánto bien hace recordar estas palabras de apóstol, en este momento en que como comunidad cristiana vivimos la tragedia de esta pandemia que afecta a todos, pero que se convierte, a la vez, en una oportunidad para, por la fe en Cristo, compartir los bienes espirituales orando unos por otros, pero también los bienes temporales, como signo de la comunión que nos une en una misma fe, dando de comer al hambriento, vistiendo al desnudo, consolando al triste, etc., pues como dice el mismo apóstol: “Poderoso es Dios para colmaros de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, lo necesario, tengáis a un sobrante para toda obra buena” (2Cor 9,8).


Por: Delegación de Catequesis

FORMACIÓN CATEQUÉTICA

“Y entrando en sí mismo”

Lc 15,17

ntrar en sí mismo requiere, antes que nada, una determinación, que puede darse porque la persona es empujada a ello, o porque libremente lo hace. En la narración del hijo pródigo, pareciera que las circunstancias externas son las que mueven a este hijo a ir dentro de sí mismo.

5 | Evangelizar

1

Este dejarse llevar o conducir por el Espíritu no siempre ocurre en un clima cálido y de quietud, sino que se puede vivir en un clima de conflictos y movimientos contradictorios que se dan en la intimidad y que, en últimas, son el contexto cotidiano donde se vive la vida. De ahí la necesidad de ir formando la conciencia Este examinar la conciencia no está referido a ver en una actitud permanente y continua de las buenas o malas acciones, sino a detectar qué examinarse la persona. Puede ayudar los fue lo que movió –nos movió- a nivel de siguientes pasos: sentimientos, criterios, opciones e intereses. El Tener una continua actitud de padre Arrupe decía: “El verdadero examen de AGRADECIMIENTO. conciencia debe ser la actitud constante de buscar la Voluntad de Dios por un contacto ininterrumpido con Pedir LUZ para ver con claridad lo que nos él” 1. desvía del camino hacía Dios. La práctica constante del examen de conciencia Generar una actitud de EXAMEN, para ver ayudará a pacificar todo sentimiento o ¿qué? y ¿por dónde? nos lleva Dios. movimiento interior que se experimente; purificará toda intención que se posea y ayudará a Desde una actitud de ARREPENTIMIENTO, proyectar la vida tomando las mejores decisiones. pedir perdón por negar el amor de Dios. Y para poder tomar esta decisión, es preciso PROYECTAR a futuro lo que percibimos, viene reconocer la acción del Espíritu, que es el que de Dios. impulsa y mueve. Esto hizo el hijo pródigo, se dejó llevar por el Espíritu, entro en sí mismo, examinó su conciencia y tomó una decisión determinada… volver al Padre. Se podría decir que este momento de mirarse a sí mismo es lo que va formando la conciencia y ayuda a tomar decisiones serias, razonadas y oradas. Examinar la conciencia permitirá leer la vida desde la fe y ponerse en contacto con Dios desde lo más real y humano que somos cada uno.

La Identidad del Jesuita en nuestros tiempos. Sal Terrae, Santander 1982. P. 234

Este entrar en sí –el hijo- refleja la necesidad que tiene toda persona de dedicarse tiempo, no en sentido egoísta o idólatra, sino que es algo que inevitablemente el ser humano se ve abocado a vivir en situaciones límite; es decir, situaciones a las cuales hay que atender, para seguir avanzando con mayor claridad y convicción.


FORMACIÓN LITÚRGICA

Por: Pbro. Jairo de Jesús Ramírez | Delegado de Litúrgia

EL LECCIONARIO DE LA MISA n este mes quiero escribir sobre el Leccionario de la Misa. Se llama Leccionario al libro que contiene un sistema organizado de lecturas bíblicas para su uso en las celebraciones litúrgicas. El concilio Vaticano II ha hecho posible el que hoy podamos contar con el más grande y rico Leccionario de la palabra de Dios de toda la historia de la liturgia. Todo el Nuevo Testamento y gran parte del Antiguo Testamento se encuentran dispuestos para nutrir la fe de las comunidades en todo el conjunto de leccionarios que están actualmente en vigor: Leccionarios de la misa, Leccionarios de los diferentes rituales de sacramentos y sacramentales, Leccionarios del oficio divino. El concilio, en efecto, resaltó la importancia objetiva de la presencia de la palabra de Dios en la liturgia en las constituciones Dei Verbum y Sacrosanctum concilium (cf DV 21; 23; 24; 25; SC 7; 24; 33; 35; etc.). En este último documento afirmó lo siguiente: A fin de que la mesa de la palabra de Dios se prepare con más abundancia para los fieles, ábranse con mayor amplitud los tesoros de la Biblia, de modo que, en un período determinado de años, se lean al pueblo las partes más significativas de la Sagrada Escritura”(SC 51). Nos centramos, a partir de este momento, en el Leccionario destinado a la celebración eucarística, que es el principal y el más constante a lo largo de la historia de la liturgia. En los primeros años la comunidad cristiana leía directamente la Biblia, con amplia libertad de elección, mientras el tiempo lo permite, como decía el año 150 san Justino. Pero pronto se vio la conveniencia de una selección de lecturas para los diversos tiempos y fiestas. Según el modo de indicar las varias perícopas o unidades de lectura bíblica, este libro se fue llamando Capitulare, que señalaba las primeras y las últimas palabras de cada pasaje, o bien Comes o Liber comitis en que constan las lecturas íntegras. Según los contenidos, más tarde se diversificaron el epistolario y el evangeliario, cuando se organizaron por separado esas lecturas.

6 | Mayo

Las diversas familias litúrgicas de Oriente y Occidente fueron configurando, con criterios de selección propios, sus leccionarios. Casi siempre fueron fieles a las tres lecturas: el profeta, el apóstol y el evangelio, para la Eucaristía. En la reforma del Vaticano II, una de las realidades que más riqueza ha aportado a la celebración son los nuevos Leccionarios. Antes teníamos un Misal plenario, con lecturas y oraciones juntas. Ahora el Misal Romano consta de dos libros: el Misal, que es el libro del altar o de las oraciones, y el Leccionario, el Ordo Lectionum Missae (=OLM). Este segundo está dividido en siete volúmenes: el leccionario dominical en tres ciclos, el ferial en dos, el santoral, el ritual para los sacramentos, el de las misas diversas y votivas, siguiendo así la consigna del Concilio de ofrecer al pueblo cristiano una selección más rica y más variada de la Palabra de Dios (cf. SC 51). La primera edición latina del nuevo Leccionario apareció en 1969. En 1981, al publicarse la segunda, se enriqueció notoriamente su introducción. El Leccionario usado en la celebración litúrgica debe ser digno, decoroso, que manifieste en su misma apariencia el respeto que a la comunidad cristiana le merece su contenido: la Palabra que Dios nos dirige (cf. OLM 35-37). Por eso se rodea de signos de aprecio: el que proclama el Evangelio besa el Libro, que antes se puede llevar en procesión al inicio de la Misa e incensar en días festivos, etc. El leccionario proclamado, domingo tras domingo, o día tras día, a la comunidad cristiana, es el mejor catecismo abierto, que continuamente alimenta y ayuda a profundizar la fe (cf. OLM 61). Seguimos motivando a los sacerdotes y a las Congregaciones religiosas para que adquieran para sus Parroquias o Comunidades locales la nueva edición del Leccionario que la Conferencia Episcopal Colombiana ha publicado.


Por: Delegación de Religiosidad Popular

La Iglesia

RELIGIOSIDAD POPULAR

necesita del misterio

Mariano

n nuestra manera de pensar, escribía su Santidad Benedicto XVI, queda válido solo el principio masculino: hacer, producir, planificar el mundo y, si fuera posible, fabricarlo de nuevo por sí mismo, sin pedirle nada a nadie, haciendo recurso exclusivamente a nuestras fuerzas. No es una casualidad, creo, que con nuestra mentalidad masculina hayamos separado a Cristo de la Madre, sin darnos cuenta que María, como su madre, podría significar algo para la teología y para la fe. Toda nuestra modalidad de relacionarnos con la Iglesia parte de una manera equivocada de pensar. La consideramos casi como un producto técnico que queremos programar con perspicacia y realizar con un enorme dispendio de energías. Nos asombramos si después sucede lo que anota san Luis M. Grignon de Montfort a margen de una afirmación del profeta Ageo: “Ustedes siembran mucho, pero cosechan poco” (1,6). La Iglesia necesita del misterio mariano, más aún, ella misma es Misterio de María. Habrá fecundidad en la Iglesia solo si se somete a este signo, solo si llega a ser tierra santa por la palabra. Debemos aceptar el símbolo del terreno fértil, debemos nuevamente volvernos hombres y mujeres que esperan, interiormente recogidos, personas que en la profundidad de la oración, del anhelo y de la fe hacen espacio para el crecimiento” ¿No es acaso esto lo que hizo el discípulo José?. Así se expresaba Juan Pablo II en una catequesis sobre los signos de esperanza presentes en la Iglesia: “La Iglesia no es un aparataje; no es sencillamente una institución... Ella es Mujer. Es

Madre. Es viviente. La comprensión mariana de la Iglesia es el más fuerte y decidido contraste con el concepto de iglesia puramente organizativa o burocrática. Nosotros no podemos hacer la Iglesia, debemos ser la Iglesia...Y solo siendo marianos, llegamos a ser Iglesia. En los orígenes, la Iglesia nació cuando el “fiat” emergió en el alma de María. Este es el deseo más profundo del Concilio: que la Iglesia se despierte en nuestras almas. María nos indica el camino”. La iglesia despertó en el corazón del discípulo José, porque María le mostró el camino. Él supo concretizar su propio “Fiat”, tomando siempre al “Niño y a su Madre”. Hay un evidente significado práctico en la misión de José, en cuanto, y aquí el juicio de Juan Pablo II se hace verdaderamente solemne y paradigmático para la Iglesia, esta misión “contiene uno de los testimonios más importantes acerca del hombre y de su vocación”. Encuentro Continental de Pastoral Mariana y Congreso Teológico-Pastoral Mariano México, D.F. – 27 de septiembre – 1º de octubre de 2006

7 | Evangelizar


EL EVANGELIO DEL DOMINGO

Por: Pastoral Bíblica | Con el apoyo del Pbro. Hernán Darío Cardona S.D.B

Primera Lectura: Hechos de los Apóstoles 2, 14.36-41 Salmo 22: “El Señor es mi Pastor” Segunda Lectura: Primera carta del Apóstol San Pedro Evangelio: Juan 10, 1-10

DOMINGO 3 DE MAYO

CUARTO DOMINGO DE PASCUA El buen pastor da la vida por las ovejas Dijo Jesús: — «Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guardián, y las ovejas escuchan su voz, y él va llamando por su nombre a las ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: — «Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia». Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN Jesús desarrolla en Juan 10 un amplio anuncio sobre el Pastor Excelente. Un aprisco no es un espectáculo habitual para muchos lectores de hoy; se debe imaginar el paisaje del Oriente cercano, el rebaño agrupado por la noche en un lugar bien guardado; por la mañana el pastor llega a liberar a las ovejas y las lleva a los pastos nuevos y a las aguas refrescantes. Este tipo de reflexión era familiar para los oyentes de Jesús, pues había muchos rebaños en Israel y, además, varios profetas usaron esta comparación, el salmo 23 es un ejemplo y también Isaías, para mostrar la solicitud de Dios hacia su pueblo: “Quien está lleno de ternura por ellos, los conducirá a las corrientes de agua y los llevará a refrescar” (Is 49,9). De otro lado, entre los judíos, algunos esperaban el Mesías como un nuevo pastor de Israel. Al mismo tiempo, los profetas no dejaban de poner en guardia contra los malos pastores porque eran un peligro evidente para las ovejas (Ez 34). Tener los pastores idóneos era un asunto de vida o muerte para el rebaño. Por este motivo, Jesús habla tanto de la solicitud del pastor hacia las ovejas como del peligro para ellas si tienen malos pastores.

Estos temas familiares se retoman en el presente texto con dos pequeñas comparaciones: el pastor y la puerta. Cada una de las imágenes se introduce con la fórmula solemne: “En verdad, en verdad, les digo”. Esta expresión habla de un asunto nuevo y esencial, aunque era común hablar de pastores…, entonces, ¿en dónde está la novedad? El Pastor excelente es Jesús. Por otra parte, según el evangelista, ambas parábolas se dirigen a los fariseos: pero cuando Jesús les habló de la puerta “no entendieron lo que quería decirles”. Jesús, entonces, les propone la segunda imagen. Para los fariseos era muy difícil ver en Jesús al pastor excelente esperado por Israel, además, porque así ellos quedaban en el rango de los malos pastores. Por tanto, ellos captaron bien la comparación de Jesús, pero no la podían aceptar. Este Galileo como Mesías, enviado de Dios, contradice la imagen forjada por ellos a lo largo de los siglos.

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿Qué sentimientos suscita en mí la imagen de Jesús como la Puerta? 2. ¿Qué tan grande es mi confianza en Jesús? 3. ¿Cómo puedo asumir el texto en mi oración?

8 | Mayo


Por: Pastoral Bíblica | Con el apoyo del Pbro. Hernán Darío Cardona S.D.B

EL EVANGELIO DEL DOMINGO

Primera Lectura: Hechos de los Apóstoles 6, 1-7 Salmo 32: “El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya” Segunda Lectura: Primera carta del Apóstol San Pedro 2, 4-9 Evangelio: San Juan 14, 1-12

DOMINGO 10 DE MAYO

QUINTO DOMINGO DE PASCUA “Yo soy el camino la verdad y la vida” Dijo Jesús a sus discípulos: — «No se angustien; crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos; si no fuera así, ¿les habría dicho que voy a prepararles sitio? Cuando vaya y les prepare sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estén también ustedes. Y adonde yo voy, ya saben el camino». Tomás le dice: — «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde: — «Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre. Ahora ya lo conocen y lo han visto».

Felipe le dice: — «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le contesta: — «Hace tanto que estoy con ustedes, ¿y todavía no me cono¬ces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo les digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, Él mismo hace sus obras. Créanme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, crean a las obras. Les aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre».

Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN siquiera había comenzado; de ahí que el Maestro los exhorte a observar el lenguaje de sus obras (v. 11), porque en ellas se manifiesta la presencia salvadora de Dios. El tiempo de Pascua nos ayuda a descubrir la necesidad de vivir un discipulado con Jesús, condición esencial para alcanzar la plena comunión con el Padre; de allí brotará el impulso misionero, que nos llevará a hacer las mismas obras de Cristo y hasta mayores, según Él lo enseña (v. 12). Los discípulos llegarán un día al destino alcanzado por Jesús, es decir, a la casa del Padre. Pero mientras se llega a la meta, debemos asumir la vida en esta historia como una vocación, marcada por el discipulado y por el seguimiento del Maestro. El inicio y la meta están en Dios, en Jesús nuestro hermano mayor, pero el paso a paso de ese recorrido es una decisión personal, en cada evento cotidiano, con la asistencia de la comunidad. Si Jesús es la presencia del Padre para Tomás y Felipe habían “seguido” a Jesús, pero no nosotros, cada creyente es la presencia de Jesús sabían aún quién era Él (14, 5. 8): su discipulado ni para cada hermano y hermana. Este texto está dentro del llamado el “libro de la Hora de Jesús” (capítulos 13 al 20). El Maestro acaba de fundar su comunidad en el estatuto del amor (c. 13) y se dispone ahora a explicar la relación de dicha comunidad con Él y con el Padre. A sus seguidores, turbados por el anuncio de su partida (v. 1), los anima para llegar a la plena comunión de vida con el Padre. En otras palabras: gracias a la misión de Jesús, ellos llegarán a compartir la dignidad de ser hijos de Dios, y se cumple así lo anunciado en el Prólogo del Evangelio: «a quienes acogieron la Palabra les dio potestad para llegar a ser hijos de Dios» (1,12). Ahora bien: la meta es la comunión con el Padre, e incluso a habitar con Él (14,2); y el Camino para lograrlo es Jesús (v. 6): solo Él comunica vida entregando la propia; además, en Él no hay engaño.

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿He hecho experiencia del amor de Jesús y del amor del Padre? 2. ¿Mi forma de amar se inspira en el amor de Jesús? 3. ¿Cómo me ayuda el texto en la oración de este día?

9 | Evangelizar


EL EVANGELIO DEL DOMINGO

Por: Pastoral Bíblica | Con el apoyo del Pbro. Hernán Darío Cardona S.D.B

Primera Lectura: Hechos de los Apóstoles 8, 5-8.14-17 Salmo 65: “Las obras del Señor son admirables” Segunda Lectura: Primera carta del Apóstol San Pedro 3, 15-18 Evangelio: San Juan 14, 15-21

DOMINGO 17 DE MAYO

SEXTO DOMINGO DE PASCUA “Yo le rogaré al Padre y él les enviará otro consolador Dijo Jesús a sus discípulos: — «Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que les dé otro defensor, que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, lo conocen, porque vive con ustedes y está con ustedes. No los dejaré huérfanos, volveré. Dentro de poco el

mundo no me verá, pero ustedes me verán y vivirán, porque yo sigo viviendo. Entonces sabrán que yo estoy con mi Padre, y ustedes conmigo y yo con ustedes. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él». Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN Cuando Jesús afirma, “El Espíritu de verdad… mora en ustedes y está en ustedes”, les anuncia la llegada del gran día de la Alianza. El verbo “morar o permanecer” (meno, en griego) evoca para los seguidores de Jesús la larga espera del pueblo: la aspiración de los creyentes, la presencia de Dios en medio de su pueblo; Dios tuvo la Tienda del Encuentro durante el éxodo… y después el templo de Jerusalén; pero se esperaba la Nueva Alianza (Jer 31,31-34) y con ella, Dios ya no habita en edificios, sino en el corazón de su pueblo; estará presente de manera muy íntima en el corazón de cada creyente, allí cada uno tomará las decisiones para el bien (cfr. GS 16). Dios lo prometió en la profecía de Ezequiel: “Mi morada será en medio de ellos; Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (Ez 37,26-27), y también en Zacarías: “Grita de felicidad, hija de Sión, pues he aquí que Yo vengo para habitar en medio de ti” (Zac 2,14). Los discípulos se llenan de esta esperanza: la Alianza definitiva se destina a la humanidad entera; y a lo largo de su misión, Jesús habló de su sed: nada se pierda y todas las personas sean salvadas.

Pero ¿por qué el mundo no es capaz de recibir al Espíritu de la verdad? Jesús no hace un juicio de valor, sino una constatación: “El mundo es incapaz de recibirlo porque ni lo ve, ni lo conoce”. Y continúa: “pero ustedes lo conocen porque el Espíritu habita en ustedes y está en ustedes”. Este es el envío a la misión, una forma de decirles: “El mundo no conoce al Espíritu de verdad… A ustedes se les ha dado el conocerlo; ustedes deben descubrir el Espíritu a toda carne”. El término “mundo” no es peyorativo; la salvación del mundo es el gran deseo de Dios: “Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgarlo sino para que el mundo sea salvado por Él” (Jn 3,17). De hecho, se podría cambiar la palabra “mundo” por “espíritu del mundo”, opuesto al “espíritu del amor”. Jesús fortalece a sus discípulos, ayuda a creer en el contagio del amor, poco a poco, para transformar el espíritu del mundo en espíritu de amor (agápe). De alguna manera, la misión es evangelización por contagio, paso a paso. ¿Misión imposible? No; porque Jesús les dice: “Yo oraré al Padre y Él les dará otro Defensor que estará siempre con ustedes”.

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿Me empeño cada día por hacer vida la Palabra de Dios? 2. ¿Leo los sucesos de mi vida a la luz de la Palabra de Dios? 3. ¿Qué me pide el Señor por medio de este evangelio?

10 | Mayo


Por: Pastoral Bíblica | Con el apoyo del Pbro. Hernán Darío Cardona S.D.B

EL EVANGELIO DEL DOMINGO

Primera Lectura: Hechos de los Apóstoles 1, 1-11 Salmo 46: “Entre voces de Júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya” Segunda Lectura: San Pablo a los Efesios 1, 17-23 Evangelio: San Lucas 24, 46-53

DOMINGO 24 DE MAYO

SÉPTIMO DOMINGO DE PASCUA Ascensión del Señor Los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, lo adoraron, pero algunos dudaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: — «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todos los pueblos, bauti¬zándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo». nombre».

Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN La resurrección revela la autoridad de Jesús sobre el cielo y la tierra, los discípulos reciben el envío a la misión, con un imperativo: “Vayan y hagan discípulos”, la tarea esencial es hacer discípulos a todas las gentes. Por medio de ellos, el Señor resucitado quiere acoger a la humanidad entera en la comunión con él. Hasta ahora ellos han sido los únicos discípulos. Jesús los llamó y los formó mediante un proceso. En este momento, los discípulos son enviados para dar en el tiempo post-pascual los dones recibidos en el tiempo pre-pascual. Hacer “discípulos” es iniciar a otros en el “seguimiento”. Si Jesús los llamó a su seguimiento y los hizo pescadores de hombres (4,19), también los misioneros deben atraer a todos los seres humanos al seguimiento de Jesús, con el cual vivieron y continúan viviendo. “…A todas las gentes”, Jesús los envía a la tierra entera, pues ha puesto en sus manos el mundo y es superior al tiempo y al espacio. En la primera misión, la tarea apostólica se limitaba en forma explícita a las “ovejas perdidas de la casa de Israel” (10,6; ver 15,24). Ahora la misión no conoce

fronteras ni límites: a todos los seres humanos, y “al hombre todo” (en todas sus dimensiones). El nuevo discípulo debe insertarse en la familia trinitaria “…Bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. El “nombre” de Dios está puesto en relación con el conocimiento de él. La comunión con este Dios, determinada por el seguimiento y por el bautismo, le exige a los discípulos un estilo de vida conforme a la altura de ese don. De muchas maneras, desde las bienaventuranzas (5,3-12) hasta la visión del juicio final (25,31-46), Jesús instruyó a sus discípulos. A lo largo del evangelio distinguimos cinco grandes anuncios de Jesús. Ahora los apóstoles deben anunciarlos a los nuevos discípulos atraídos por ellos. Las enseñanzas de Jesús no son opcionales. Hasta el presente fue Jesús quien llamó discípulos y los educó en una existencia según la voluntad de Dios. Ahora ellos, por encargo suyo, deben llamar a los hombres como discípulos y educarlos en una vida recta. “Y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿Qué cambios significativos ha tenido mi vida durante esta pascua? 2. ¿Cómo apoyo a la Iglesia en su tarea misionera y de evangelización? 3. ¿Cuál es el significado de la Ascensión para mí y para mi comunidad?

11 | Evangelizar


EL EVANGELIO DEL DOMINGO

Por: Pastoral Bíblica | Con el apoyo del Pbro. Hernán Darío Cardona S.D.B

Primera Lectura: Hechos de los Apóstoles 2, 1-11 Salmo 103: “Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya” Segunda Lectura: Primera cata del apóstol San Pablo a los Corintios Evangelio: San Juan 20, 19-23

DOMINGO 31 DE MAYO

DOMINGO DE PENTECOSTÉS “Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo: Reciban el Espíritu Santo” Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en eso entró Jesús, se puso en medio y les dijo: — «Paz a ustedes». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: — «Paz a ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: — «Reciban el Espíritu Santo; a quienes ustedes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos».

Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN Para transmitir Espíritu Santo (así sin artículo, según el texto griego) a sus discípulos, Jesús sopla su aliento sobre ellos. Viene a la mente una frase del Génesis: “El Señor Dios sopló en las narices del hombre un aliento de vida y el hombre vivió” (Gn. 2,7). Y el salmo 103 añade: “Envías tu aliento y todas las cosas son creadas”. Estamos en la tarde de Pascua y Jesús retoma este gesto del Creador: “Era la tarde del primer día de la semana” (dice el Evangelio), es el primer día de la nueva creación. En el judaísmo, se evocaba con frecuencia la primera creación de Dios obrada en siete días y se esperaba el día octavo, el día del Mesías. En otras palabras, el texto nos dice: “el famoso día octavo ha llegado y es la verdadera re-creación del ser humano a la cual ustedes asisten”. El orden escogido por el autor para contarnos Pentecostés es toda una lección: 1). “Como el Padre me ha enviado, así Yo los envío a ustedes”… 2). “Sopló sobre ellos su aliento y les dijo reciban Espíritu Santo”… 3). “A quienes perdonen los pecados les serán perdonados”. La primera y la tercera frase hablan de una misión, enmarcan la frase sobre el don del Espíritu; por lo tanto, este Espíritu es dado para una misión. No tenemos otra razón de ser, sino esta misión. Y esta misión consiste en “perdonar los pecados”. Es la misma misión de Jesús: “Como el Padre me envió, Yo también los envío a ustedes”. Jesús, el enviado del Padre, es un argumento central del Cuarto Evangelio. Jesús nos envía y se emplea el mismo término de cuando se muestra a Jesús como el enviado del Padre y nosotros los enviados de

Jesús, tenemos su misma misión. Él nos confía dicha misión, cree sin dudar en cada uno de nosotros. Y la misión de Jesús, de acuerdo con algunos textos del Cuarto Evangelio, era aquella de borrar el pecado del mundo, “extirpar” el pecado del cosmos, siendo Él, el cordero de Dios. “He ahí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, dijo Juan Bautista. El cordero permanece tranquilo y humilde de corazón frente a sus verdugos (así habla Isaías 52-53); es también el cordero pascual, pues sella con su vida la liberación del pueblo de Dios. Y más allá de la liberación de Egipto, la frase de Juan Bautista mira a la liberación del pecado, es decir, del odio y de la violencia. Estas afirmaciones de Jesús sobre su misión iluminan la difícil frase del texto: “A quienes le perdonen los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retengan, les serán retenidos”. La primera parte de la frase nos conviene, pero la segunda nos desanima. Nos cuesta aceptar un Dios Padre decidido a no perdonar nuestro pecado. El poder dado a los discípulos de Jesús, supera el sentido tradicional del poder, se trata más bien de la misericordia y el perdón de Dios; pero nosotros, como personas particulares y como comunidad creyente, tenemos una tremenda responsabilidad: no decir la palabra del perdón de Dios, deja al mundo ignorante de este perdón; significa dejar al mundo abandonado en su desespero. Si decimos no al perdón de Dios y no lo asumimos, dejaremos a la creación en la ignorancia. En cambio el “si” al perdón de Dios nos llena de gozo y esperanza.

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿Me ocupo por fortalecer cada día mi relación con el Espíritu Santo? 2. ¿Cuáles son los frutos del Espíritu Santo evidentes en mí? 3. ¿A qué me comprometo con la celebración de Pentecostés?

12 | Mayo


Por: Vanesa Marín Pamplona

PASTORAL JUVENIL

Mírate alguna vez en el espejo, aprende a reconocer tu hermosura, bríndate palabras hermosas, cuida de ti mismo física y emocionalmente, reconoce el valor innato que posees, ¡Ámate! tanto como Dios te ama, pues decidió darte el regalo de la vida que es intransferible, no tiene precio alguno, es un regalo personal. Este regalo que eres hace parte de esta gran humanidad que navega mar adentro en el océano de la vida, decidiendo a veces ir a la deriva sin un capitán; humanidad sufriente en sus grandes deficiencias, día tras día carente de amor, de empatía, de solidaridad, de respeto por sí misma, por el prójimo, por la naturaleza; humanidad esclava de los conceptos “tener”, “poder”, “placer”. Humanidad sin tiempo que busca externamente aquello que posee al interior; agobiada por el ruido creciente de las redes sociales, de los centros comerciales, del estudio y el trabajo sin sentido ni placer.

ada persona recibe un llamado especial hecho por Dios, es el mismo que un día recibió el profeta Jeremías cuando el Señor lo eligió para una misión al decirle “Antes de formarte en el vientre de tu madre te conocí; antes que salieras del seno te consagré; como profeta de las gentes te constituí” (Jer 1, 5) Este es un llamado directo, un llamado de corazón a corazón en el cual Dios, valiéndose de su infinita misericordia, se compadece de la humanidad y decide enviar su Palabra como un regalo cargado de esperanza para el mundo, aportando así su gracia a la construcción de la civilización del amor. Ten esto presente, pues es así como has llegado a ser parte esencial de la creación, tú eres un regalo personal que Dios creó para salvar a la humanidad; eres tan único y perfecto que no hay criatura alguna que sea igual a ti. Tus ojos, tus brazos, tus labios, tus pies, tu nariz, tu cabello, tu boca, tu cuerpo, tu estructura personal, emocional y espiritual, eres único e irrepetible.

Tú eres un regalo que Dios ha enviado al mundo, así como un día envió a Jeremías para ayudarle a reconocer la grandeza que existe en cada persona; eres un regalo que el mundo necesita, así lo dijo el papa Francisco en su bendición Urbi et Orbi el pasado 27 de marzo en la plaza de San Pedro “Pues en esta barca estamos todos” nos necesitamos unos a otros; somos constructores de la “Koinonía”, la comunión fraternal, en la cual encontramos lo esencial de la vida y al verdadero Capitán. Este es nuestro regalo, tu regalo y el mío, una vida llena de sentido, creada para ser respetada, amada y fortalecida en la comunidad. Es tu misión y la mía también, cuidar de nosotros mismos, cuidar del hermano que está a nuestro lado y así juntos “animarnos a abrazar las contrariedades de nuestro tiempo”.

13 | Evangelizar


PASTORAL SACERDOTAL

Por: Pbro. Juan Bautista Alzate Arias

Yo soy el a imagen del pastor es conocida en diversas culturas, también en la bíblica, por ser una de las más sugestivas para expresar valores como la libertad, el cuidado, el riesgo de la vida propia por custodiar la ajena. Por eso, no sorprende que figuras emblemáticas como Moisés y David hayan sido pastores en el sentido real del término, como adelanto a su insustituible misión. Y más adecuado resulta ilustrar el amor de Dios con su pueblo como el pastor que cuida del rebaño; en este marco se inscribe la elocuente expresión del salmo 23, “el Señor es mi pastor” y, por supuesto, la autorreferencia de Jesús, “Yo soy el buen pastor”. Sin embargo, no todo en el pastor es ocasión para resaltar la virtud. En la literatura clásica de la antigüedad, la vida pastoril era emblema de reposo, tranquilidad, poesía; en la novela española del siglo XVI era, en cambio, la ilustración de la mentira, la picardía y vida al margen de la formación social. Así, también, en la Biblia aparece la crítica y el anti-tipo del pastor, especialmente entre los profetas: Ezequiel califica a los malos líderes de su pueblo como pastores perversos; Jeremías los llama torpes y Zacarías los hace responsables de la ira del Señor.

comunidades parroquiales se congratulan con sus ministros ordenados para exaltar su misión. Pero no sobra la reflexión sobre el pastor con sus dos valencias. La positiva, en primerísimo lugar, referida a Jesús, solo Él es el buen pastor, solo a Él, como el orante del salmo 23, decimos es mi pastor. Y la otra, de no identificarse sin más como buen pastor. Si el Papa ha insistido en la necesidad de ser pastores con olor a oveja, conviene sabernos con olor a oveja, porque esa, y no otra, es nuestra condición primordial. En la plenitud de las fuerzas y del esplendor del ministerio sacerdotal, a lo mejor la figura de la oveja para sí mismo no sea la más relevante. Pero cuando las fuerzas escasean por la ancianidad, la enfermedad o por los golpes de la vida, pensar en Jesús como el único pastor, y el sacerdote –aun con su unción– como una oveja necesitada del pastor y del resto del rebaño, entonces la figura adquiere luminoso matiz.

Bueno pensarnos como pastores en el ejercicio del ministerio sacerdotal, pero es necesario no dejar de vernos como ovejas. El pastor debe ser fuerte, la oveja es frágil y dependiente del pastor toda su vida… eso es el sacerdote, en la plenitud de las fuerzas, o en la En torno al cuarto domingo de debilidad de los años pascua, normalmente llamado consumidos por la misión. del Buen Pastor, a menudo las

14 | Mayo


Por: Pbro. Frankin Aníbal Osorio Londoño | Delegado de Pastoral Familiar

PASTORAL FAMILIAR

El Amor es paciente y te ayuda a descubrir el tesoro que hay en tu Familia

Génesis 18, 27-33 "Replicó Abraham: «¡Mira que soy atrevido de interpelar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza! Supón que los cincuenta justos fallen por cinco. ¿Destruirías por los cinco a toda la ciudad?» Dijo: «No la destruiré, si encuentro allí a 45.» Insistió todavía: «Supón que se encuentran allí cuarenta.» Respondió: «Tampoco lo haría, en atención de esos cuarenta.» Insistió: «No se enfade mi Señor si le digo: "Tal vez se encuentren allí treinta".» Respondió: «No lo haré si encuentro allí a esos treinta.» Díjole. «¡Cuidado que soy atrevido de interpelar a mi Señor! ¿Y si se hallaren allí veinte?» Respondió: Tampoco haría destrucción en gracia de los veinte.» Insistió: «Vaya, no se enfade mi Señor, que ya sólo hablaré esta vez: "¿Y si se encuentran allí diez?"» Dijo: «Tampoco haría destrucción, en gracia de los diez.» Partió Yahveh así que hubo acabado de conversar con Abraham, y éste se volvió a su lugar." l amor es un camino que se construye en base a la experiencia de vida, este jamás podrá tener un límite, pues ya lo decía San Agustín “La medida del amor, es amar sin medida”. La paciencia en el amor se prueba sin medidas. Este aspecto forma parte esencial e integrante en la configuración de la virtud perfecta, como lo es el amor, concebir un amor sin esta virtud, sería quitarle su alma y su corazón. En el Antiguo Testamento se presenta “El prototipo de todo amor”, un amor que, entre las muchas virtudes que posee, exalta en primer lugar, así como se presenta en el encabezado del presente artículo, en la cita bíblica del libro del Génesis, la paciencia como dote fundamental e innegable de quien es en sí mismo el amor, Yavhé, Dios: “Lo perfecto es lo más excelso en cualquier género. Pero la paciencia tiene obra perfecta, según leemos en St 1, 4. Por tanto, la paciencia es la más excelente de las virtudes” (Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino, Cuestión 136, artículo 2). “El amor es paciente” (1 Co 13,4). La paciencia, como característica primordial del amor y de quien es el Amor en plenitud (1 Jn 4,8), se irradia al ser humano como moción primordial de los aspectos más profundos a los que aspira y espera, ilumina el caminar de la creatura más perfecta de Dios, que camina entre luces y sombras, entre esperanzas y alegrías, es fundamento de toda esperanza humana, de quien es poseedor del amor y sabe beber de su fuente (Familiaris consortio 29). En ocasiones, como familias, se nos es muy complejo poner en practica esta virtud de la paciencia, principalmente en esta época en que nos encontramos de manera constante en casa y se nos es tan compleja la convivencia con el otro que preferimos encerrarnos en nuestro micro universo.

https://bit.ly/3atsv1s

Hoy queremos invitarte a practicar la virtud de la paciencia a través de unos tips sencillos:

1. Colócate en los zapatos del otro: recuerda que en nuestra diferencia podemos encontrar el valor inmenso de la vida.

2.

Aprende a responder con calma: el enojo y la desesperación solo hace que respondamos lo primero que se nos viene a la mente, sin pasarlo por el filtro del amor, la caridad y la justicia y sin querer terminaremos hiriendo a quien más amamos.

3. Darle un lugar importante al otro y valorar su presencia:

Reflexionar quién es el otro para mí, qué significado y lugar tiene en mi vida, cómo puedo ayudarlo a crecer desde el amor y qué de ese otro me ha llevado a ser lo que soy hoy.

4.

Intentar dejar el impulso de quererlo todo ya: En un mundo completamente frenético es fundamental aprender a disminuir la velocidad de las cosas que hacemos y queremos, tomar un nuevo aire para que las cosas salgan bien.

5.

Respirar y meditar: busca espacios que te permitan reflexionar, tener un tiempo fuera.

6.

Aprende a perdonar: perdonar empieza por darnos ese regalo a nosotros mismos, cuantas veces no logramos perdonar a los demás porque estamos en un conflicto constante con nosotros mismos.

15| Evangelizar


PASTORAL SOCIAL

Por: Área de Pastoral Social

Conocimiento de sí mismo “Entonces él les contestó; si es pecador, no lo sé, una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo” Juan 9,25

htt ps :// bi

a dM D6 3c / y t.l

16 | Mayo

n su carta encíclica Laudato Sí’. el papa Francisco nos recuerda que gran parte de las problemáticas socio ambientales a las cuales nos enfrentamos en la actualidad, y que ponen en riesgo a toda la humanidad, paradójicamente responden a la actividad desmesurada de nosotros como especie; tal como lo dice el tercer capítulo de la encíclica, existe una raíz humana de la crisis ecológica y es obligación de los seres humanos hacer un cambio para contrarrestar el impacto negativo que hemos causado.

una expresión profunda que nos refleja su pensamiento, quien consideraba que conocerse a sí mismo es un paso fundamental para poder encontrar a Dios en el interior. Entendiendo estas apreciaciones, es importante aclarar que el sí mismo es una entidad dinámica que se haya en constante flujo, por lo que conocerse a sí mismo no es una tarea fácil o acabada, que, por tanto, implica estar trabajando en ello durante toda la vida. El autoconocimiento o conocimiento de sí mismo es el momento previo para poder desarrollar la autoestima, el autorespeto y el autocontrol. No se puede amar, respetar ni controlar lo que no se conoce; no puede existir autoestima sin autoconocimiento. Es necesario llegar a un alto grado de consciencia respecto a nuestros propios sentimientos, emociones, pensamientos, conductas y hábitos; debido a que solo conociendo nuestras virtudes y reconociendo nuestras limitaciones, podremos tener una idea clara de quienes somos más allá de los datos, de que nos motiva, más allá de las necesidades y que potencialidades poseemos más allá de nuestras acciones cotidianas.

Siendo el ser humano el principal causante de la crisis actual, es necesario afinar la mirada frente a un aspecto vital del equilibrio ecológico: “la relación con sí mismo” dado que según como esté configurada la relación con sí mismo, van a depender las relaciones que se construyan con los demás, la naturaleza y con Dios; generando una dinámica compleja que debemos reconsiderar y examinar con detenimiento para lograr avanzar hacia un cambio profundo en nuestro estilo de vida, el cual nos lo demanda la tierra que ha sido violentada y los pobres, quienes día a día sufren por las condiciones de vida Es vital conocernos a nosotros para poder desfavorables de la mismos diferenciarnos de los demás y actualidad. tener la capacidad de Como lo dijo San Agustín de reconocer el inmenso valor que Hipona “No salgas fuera de ti, representa el otro en sí mismo, vuelve a ti, en el interior del ya que siendo hermanos nos hombre habita la verdad” es entrelazamos en la existencia.


Parte 2

Por: Mons. Gilberto Muñoz Ospina

ANÁLISIS DE LA REALIDAD

En el Antiguo Testamento El trabajo pertenece a lo que Dios haya encomendado a nuestros primeros padres, pero hay una condición originaria de ellos y precede a su caída; no es, por ello, ni un castigo ni una maldición, sino una grave y definitiva falta. Se convierte en fatiga y pena a causa del pecado de Adán y Eva, que rompen su relación confiada y armoniosa con Dios “La serpiente era el más astuto de los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿cómo es que Dios os ha dicho que no comáis de ninguno de los árboles del jardín? Dios nos ha dicho, no comáis ni toquéis del árbol que está en medio del jardín so pena de muerte. Replicó la serpiente (demonio), de ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal… la mujer comió del fruto y dio a su marido que igualmente comió. Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín, y el hombre y su mujer se ocultaron. Dios los buscó y le dijo: ¿Han comido acaso del árbol del que les prohibí comer? y contestó la mujer: la serpiente me sedujo y comí. https://bit.ly/2VpDwfG

Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: por haber hecho esto, maldita entre todas las bestias del campo; enemistad pondré entre ti y la mujer y entre tu linaje y su linaje, él te pisará la cabeza mientras asechas su calcañar y Dios les dijo a Adán y Eva: maldito el suelo por su causa con el sudor de tu rostro comerás el pan, porque eres polvo y al polvo volverás” (cf. Gn 3, 1-19). Era pues la prohibición de comer “del árbol de la ciencia del bien y del mal”. Génesis 2, 17 recuerda al hombre que ha recibido todo como don y que sigue siendo una criatura y no el Creador. El pecado de Adán y Eva fue provocado precisamente por esta tentación: “seréis como dioses” (Gn 3, 5). Quisieron tener el dominio absoluto sobre todas las cosas, sin

someterse a la voluntad del Creador. Desde entonces, el suelo se ha vuelto avaro, ingrato, sordamente hostil (cf. Gn 4, 12); solo con el sudor de la frente será posible obtener el alimento (cf. Gn 3, 17.19). Sin embargo, a pesar del pecado de los primeros padres, el designio del Creador, el sentido de sus criaturas y, entre estas, del hombre, llamado a ser cultivador y custodio de la creación, permanecen inalterados. El trabajo debe ser honrado porque es fuente de riqueza o, al menos, de condiciones para una vida decorosa, y, en general, instrumento eficaz contra la pobreza: “Mano indolente empobrece, mano diligente enriquece. Bendiciones de Dios sobre la cabeza del justo. El sensato de corazón acepta mandatos” (Pr 10,4-6-8). Pero no se debe ceder a la tentación de idolatrarlo, porque en él no se puede encontrar el sentido último y definitivo de la vida. El trabajo es esencial, pero es Dios, no el trabajo, la fuente de la vida y el fin del hombre. El principio fundamental de la sabiduría es el temor del Señor; la exigencia de justicia, que de Él deriva, precede a la del beneficio: “Mejor es poco con temor de Yahveh, que gran tesoro con inquietud” (Pr 15, 16); “Más vale poco, con justicia, que mucha renta sin equidad” (Pr 16, 8). El culmen de la enseñanza bíblica del A.T. sobre el trabajo es el mandato del descanso sabático. La memoria y la experiencia del sábado constituyen un baluarte contra el sometimiento humano al trabajo, voluntario o impuesto, y contra cualquier forma de explotación, oculta o manifiesta. El descanso sabático, en efecto, además de permitir la participación en el culto a Dios, ha sido instituido en defensa del pobre; su función es también liberadora de las degeneraciones antisociales del trabajo humano. Este descanso, que puede durar incluso un año, comporta una expropiación de los frutos de la tierra a favor de los pobres y la suspensión de los derechos de propiedad de los dueños del sueño: “Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su producto; al séptimo la dejarás descansar y en barbecho, para que coman los pobres de tu pueblo, y lo que quede lo comerán los animales del campo. Harás lo mismo con tu viña y tu olivar. Seis días harás tus trabajos y el séptimo día (sábado) descansarás, para que repoden tu buey y tu asno, y tengan un respiro el hijo de tu sierva y el forastero… Guardarás la fiesta de los ázimos, guardarás la fiesta de la siega y del cordero” (Ex 23, 10-16). Esta costumbre responde a una profunda intuición: la acumulación de bienes en manos de algunos se puede convertir en una privación de bienes para otros.

17| Evangelizar


PASTORAL MISIONERA

Por: Delegación de Pastoral Educativa

MAESTROS, MEDIOS Y FAMILIAS:

FUNDAMENTOS PARA EDUCAR EN LA ACTUALIDAD PANORAMA ACTUAL os encontramos en una nueva realidad educativa en Colombia, a raíz de los distintos acontecimientos que se han dado en el mundo, especialmente por la pandemia que ha surgido. Al no haber una formación presencial, buscando la protección de todos los estudiantes, para evitar así un contagio masivo, es necesaria la búsqueda de medios que garanticen la continuidad en la formación, puesto que la educación es un derecho para todos. En este punto nos podríamos preguntar, ¿estamos preparados para las nuevas formas de aprendizaje, reconociendo que no es lo mismo enseñar o aprender desde el salón de clase, que virtualmente, desde un televisor o por radio...? ¡Si, lo estamos!, “lo digital no es solo un conjunto de herramientas complementarias, sino un nuevo entorno que no puede esquivarse” (Magro, 2017) y con el cual hemos estado en contacto desde hace varios años. La situación actual ha llevado a replantear las formas pedagógicas y de aprendizaje que se han asumido a nivel nacional, que son necesarias para avanzar en los procesos educativos de cada alumno. Este reto implica un compromiso para todos: estudiantes, familias y educadores, especialmente estos últimos, quienes deben capacitarse no solo en las distintas dimensiones para la enseñanza, sino también en el uso de las tecnologías, pedagogías y medios para dar clases no presenciales. Sigamos motivando a nuestros educadores en los desafíos que enfrentan, sabiendo que la educación es parte fundamental de la vida del hombre, es un compromiso que la mayoría está dispuesto a asumir con responsabilidad y de corazón. Por eso agradecemos a Dios por los educadores, profesores y formadores, quienes, como dice el papa Francisco, son los “artesanos de las futuras generaciones” (Francisco, 2020).

18 | Mayo

https://bit.ly/3cDn9ls

HUMANIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN ormar no es solo enseñar conceptos, dictar algo, preguntar si se aprendió y dar una nota, es “buscar integrar el lenguaje de la cabeza con el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos” (Francisco, 2020). Es necesario fortalecer en la formación los campos éticos y morales, formando un uso responsable y provechoso de las tecnologías, la buena convivencia, el respeto y comprensión, especialmente en este tiempo donde se está en el hogar, donde los estudiantes al no tener el apoyo presencial del maestro, son las familias quienes deben acompañar los procesos emocionales y formativos, convirtiéndose en medios de enseñanza. Todo esto se logra, dejando de evadir las responsabilidades de cada cual, como lo es el compromiso del estudiante, el docente, la familia y la comunidad. De acuerdo con lo anterior, es necesario brindar argumentos para que el estudiante responda a las inquietudes vitales: ¿Quién soy?, ¿Para qué existo? y ¿para dónde voy? Todo esto hace que se pueda avanzar integralmente en la formación humana. Referencias Francisco, P. (07 de 02 de 2020). Vatican.va. Obtenido de Vatican.va: http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2020/february/documents/papa-francesc o_20200207_education-globalcompact.html Magro, C. (2017). 21 habilidades VENTIUNO. Madrid: Santillana global.


Jesús desnuda la verdad que existe en el corazón de todo ser humano, penetra en la profundidad de la conciencia, desnudando esas miserias escondidas hipócritamente en el corazón humano


"Agradezco la generosidad de médicos, enfermeros, auxiliares, administrativos… Sé que su generosidad no tiene límites. Quisiera expresar que me siento cerca de vosotros" Papa Francisco. Agradecimiento que en nuestra diócesis extendemos a las administraciones municipales, organismos de prevención y socorro, a la policía, el ejército, las autoridades de tránsito, al personal de las clínicas y hospitales, a quienes sirven en supermercados, a los transportadores de alimentos y personas y, en general, a todos los que en este tiempo se han puesto al servicio de los demás, cuidando y protegiendo la vida.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.