Arquidiócesis de Cali
Boletín No. 3
Agosto de 2014
LOS RELIGIOSOS EN EL CORAZÓN DE LA IGLESIA PARTICULAR “En realidad, la vida consagrada está en el corazón mismo de la Iglesia como elemento decisivo para su misión, ya que indica la naturaleza íntima de la vocación cristiana y la aspiración de toda la Iglesia” (Vita Consecrata 3) Estamos en el corazón mismo de nuestra Iglesia particular, desde el propio carisma porque ayudamos a vivir una presencia de testimonio que expresa el amor gratuito y misericordioso de Dios en cada uno de los lugares que nos han sido encomendados. Porque ayudamos a la Iglesia en esa presencia evangelizadora de cercanía y acogida para mostrar que Dios está entre nosotros y llega a la gente en su lenguaje, en sus tradiciones y situaciones concretas. Inmersos en la vida cotidiana del pueblo o barrio podemos aportar a la Iglesia particular lo que estamos percibiendo al interior de las familias, de los ambientes y en general las necesidades y oportunidades en la vida de nuestra gente. Fortalecemos la experiencia comunitaria desde una espiritualidad de riesgo y cercanía para testimoniar con gestos, signos y palabras que Dios es amor. Esta presencia se da cuando vivimos una intimidad amorosa y cercana con Jesús queriendo seguir sus pasos de encarnación en medio de su pueblo. Una presencia que no es para que nos conozcan a nosotros y así tener prestigio y ventajas. (Pasa a la pág. 2)