Departamento de Comunicaciones
Boletín No. 11
Marzo 7 de 2014
MENSAJE DEL SEÑOR ARZOBISPO DE CALI, DARÍO DE JESÚS MONSALVE MEJÍA PARA LAS ELECCIONES DE ESTE 9 DE MARZO DE 2014
INCLUIRNOS TODOS EN LA PAZ Las elecciones del 2014 son un interrogante sobre la real participación del pueblo colombiano en la construcción de su proyecto de vida colectiva, de nuestro propio bienestar y paz. La exclusión económica de grandes sectores y la captura de lo público por intereses egoístas y de enriquecimiento a través del “servicio” al Estado, rompen el ejercicio democrático y agudizan cada vez más los fenómenos de ilegalidad y violencia, verdadero cáncer de la vida social colombiana. Por ello es tan importante abrir verdaderos espacios para los acuerdos con la subversión, para el sometimiento a la ley de las organizaciones criminales y para procesos de reconciliación, de desarme ciudadano y convivencia comunitaria dentro de los territorios urbanos y rurales. En ese sentido, valoramos los esfuerzos del gobierno y todo gesto sincero de los actores en el conflicto que vive Colombia, y creemos que es inaplazable una sana y constructiva autocrítica en todos los sectores e instituciones. Como Iglesia, sentimos el deber de acompañar más que nunca a nuestro pueblo con la luz de la verdad y con un llamado respetuoso a la reflexión individual, antes de expresar el voto en las urnas o abstenerse de hacerlo. ¿No está atrapado el sistema político colombiano entre la compra del elector por candidatos y la venta del Estado a quienes resultan elegidos, a su “electorado” y sus dinastías de continuidad en el poder del que ya algunos han hecho mal uso? ARQUIDIÓCESIS DE CALI Carrera 4 No. 7-17 Tel 8890562 ext. 111-112 cel. 311 7484985 – 318 2634355 www.arquidiocesiscali.org / comunicacionesarquicali@gmail.com
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Es por ello muy saludable que se plantee una gran reforma política y se garantice el acceso a la representación popular de todos los sectores y de los mejores ciudadanos, constructores de tejido social y de oportunidades para dignificar la vida personal, conformar y fortalecer las familias, y hacer crecer el bien común nacional. Sin dejar de estimular a los parlamentarios que se han ganado el reconocimiento público por su compromiso moral y público, preocupa la falta del criterio ético en muchos aspirantes, de renovación y propuestas que encaren los graves problemas nacionales. Preocupa el silencio de quienes, por autoridad, deberían advertir a ellos y a los ciudadanos sobre la impertinencia, si no la inhabilidad, de esas aspiraciones. Cada hombre y mujer de nuestra patria, y en particular cada creyente en Dios y en la Paz como vocación irrenunciable de la humanidad, decida en el santuario de su conciencia cómo involucrarse también en la Paz de Colombia. Que no sea válida jamás la opción de la amenaza y del atentado, del engaño, del dejar las cosas como están, de participar en el negocio de la compraventa del elector y la repartición clientelista del presupuesto. Cuenten con nuestra oración y apoyo. Cuente Colombia con la responsabilidad de todos sus hijos e hijas, cobijados en una misma patria, aunque estén en orillas opuestas.
ARQUIDIÓCESIS DE CALI Carrera 4 No. 7-17 Tel 8890562 ext. 111-112 cel. 311 7484985 – 318 2634355 www.arquidiocesiscali.org / comunicacionesarquicali@gmail.com
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Boletín No. 10
Marzo 6 de 2014
“ELN” ENTREGA AUXILIAR DE POLICÍA A una Comisión Humanitaria, integrada por el CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja), el Arzobispo de Cali y el Superior de los Jesuitas en Colombia, le fue entregado en algún lugar de la Serranía de San Lucas, por el Frente Darío Ramírez del Ejército de Liberación Nacional “ELN”, el auxiliar de policía RAFAEL EDUARDO SIERRA ACOSTA, de 19 años de edad, retenido en dolorosos hechos del 17 de febrero en Tarazá, Antioquia. El Arzobispo de Cali, a nombre de los comisionados, manifiesta su satisfacción por este hecho a la familia Sierra Acosta, de Tolú Viejo, Sucre, lo mismo que a la Policía Nacional. Al mismo tiempo, pone de presente el dolor de las familias que perdieron a los suyos y a quienes alientan la esperanza de recuperación de los heridos. La Iglesia ora y anima al pueblo colombiano para que exija de manera tajante y sin darle más largas, el derecho a la convivencia pacífica, quitándole todo apoyo a los proyectos de lucha armada y más guerra, que nada solucionan, mientras que sí eternizan el binomio violencia-corrupción, como lo demuestran los hechos que ya conoce el País. Esta exigencia de paz y convivencia se convierta en tarea de la que ningún hijo de esta amada patria nuestra se sienta eximido. Alentamos al “ELN” y al Gobierno a seguir propiciando la apertura de la Mesa de Acuerdos, ojalá en esta vez, con un acuerdo claro de cese o, al menos, limitación humanitaria de las hostilidades. La participación del “ELN” en los procesos de paz hará posible leer hoy el pensamiento del Sacerdote CAMILO TORRES RESTREPO, a casi cincuenta años después de su muerte en combates de lucha armada. La Colombia de hoy requiere el desmonte de la guerra, la reconciliación y el desarme de la población civil, para hacer posible el progreso con verdadera equidad y justicia social. +Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali.
Departamento de Comunicaciones
Boletín de Prensa No. 8
Marzo 4 de 2014
Mañana 5 de marzo miércoles de ceniza, se inicia en la Iglesia Católica la Cuaresma, tiempo litúrgico de conversión que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Presentamos a continuación el mensaje del Señor Arzobispo para este tiempo especial.
CUARESMA: RECONCILIACIÓN POR LA FE “Hacer
que lleguen a un acuerdo o vuelvan a ser amigas dos o más personas”, es la definición más sencilla que nos da el diccionario sobre la palabra “reconciliación”. En el campo jurídico, del derecho civil, se aplica al matrimonio, y se refiere a la interrupción del procedimiento de demanda de divorcio o de separación de cuerpos e incluye perdonar las faltas del cónyuge y reanudar la vida en común, devolviéndole al matrimonio sus efectos plenos. En términos religiosos, la reconciliación hace referencia al retorno del pecador a Dios y del alejado a su comunidad creyente, al camino de vivencias y prácticas de la fe. Bíblicamente, responde al don de Dios que provoca en nosotros la añoranza de su amor y paz, el anhelo de restablecer la alianza con Él y la decisión de levantarse y cambiar, de regresar. El don de la reconciliación se concreta en el encuentro entre el perdón gratuito y el corazón contrito, en el reintegro a la relación de filiación, de fraternidad y de participación en la alegría de Dios y el bienestar de su casa (Lucas 15). “Enemigos hasta aquí de Dios por
nuestra mala conducta” (Romanos 1,30; 8,7), podemos ahora “gloriarnos en Dios” y vencer la enemistad, no solamente con Él, sino también ver derribado “el muro que nos separaba” a unos de otros, el de la enemistad, volviendo a ser un solo Pueblo. Todo este proceso de reconciliación es, entonces la obra que Dios realiza en nosotros por medio de Jesucristo, su Hijo, enviado para rescatar al hombre a la vida, pero una vida de “hijo” y “hermano”, una humanidad en la experiencia de la armonía y la paz (Efesios 2,14). En estos tiempos, después de tantos años de perplejidad entre hacernos la guerra y soportar la violencia, Colombia vuelve al ejercicio de buscar el diálogo, el acuerdo, la reconciliación, la paz. Reconciliarnos se convierte en el gran desafío de autocrítica personal, sectorial y colectiva, para abrirle paso a la verdad, a la rectificación y al reencuentro como Nación y Patria en la que nos incluimos todos. La coyuntura hace confluir en este mes de marzo la cuaresma eclesial, la apertura de espacios sociales y la búsqueda electoral de opciones hacia el diálogo y los acuerdos, que aporten a la liberación del círculo vicioso en el que destruimos nuestro tejido social, ambiental y político. Para los católicos, es el inicio de la Cuaresma, con el signo de la Santa Ceniza sobre nuestras frentes, y una oferta de prácticas espirituales que nos ayuden a trabajar en el perfeccionamiento humano y comunitario: refrenar nuestras pasiones, elevar nuestro espíritu y compartir nuestros bienes con los necesitados (ayuno, oración, caridad). La cruz de ceniza mezclada con agua bendita y trazada sobre nuestra frente, es el signo de entrada en la “cuarentena” del pecado, para vivir la Pascua como verdadero “paso” hacia la reconciliación por la fe. Es el aporte cristiano y eclesial a la sociedad urgida de CONOCER Y PRACTICAR EL PERDON, de rehacer el tejido interior de la fe, el de la alianza con Dios, para rehacer con fuerza el tejido exterior, el de la reconciliación social y la paz. ¡Hagamos real y efectivo nuestro compromiso creyente! Arquidiócesis de Cali Carrera 4 No. 7-17 Tel 8890562 ext. 112 cel: 318 2634355
Departamento de Comunicaciones
Boletín No. 9
Marzo 5 de 2014
ROSARIO AL SITIO “En el silencio de la Cruz calla el fragor de las armas y habla el lenguaje de la reconciliación, del perdón, del diálogo, de la paz”. Papa Francisco La Arquidiócesis de Cali y con ella La Vicaría para la Reconciliación invita a toda la comunidad caleña a unirse en la oración con las familias que han perdido a sus seres queridos por causa de la violencia y clamar al Dios de la vida por la paz y la reconciliación en nuestra ciudad. Esta vez nos encontraremos para rezar el Santo Rosario por el alma de los Señores: JOSE JAIR MORENO IBARGUEN, quien fue asesinado por su hijastro el jueves 27 de febrero de 2014 en el Centro Comercial La 14 de Calima. Día: Jueves 6 de marzo Hora: 8:00 a.m. Lugar: Centro Comercial La 14 de Calima ALAIN MINA, quien fue herido gravemente el 8 de febrero pasado y falleció el domingo 2 de marzo en horas de la tarde. Día: Viernes 7 de marzo Hora: 8:00 p.m. Lugar de Salida: Cra. 1 A-12 # 71-55, Parroquia San Marcos, Barrio San Luis. Teléfono: 4428841 y 4338651. Lugar del Rosario al Sitio: Calle 70 con Carrera 1ª A13, Barrio San Luis.
AL “ELN”: NO ABANDONAR LA VOLUNTAD DEL DIÁLOGO El señor Arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve Mejía, preocupado por la situación que vive el País y de acuerdo a los últimos hechos de violencia, expresa a la opinión pública su llamado al ELN a no abandonar la voluntad del diálogo: “Hago un llamado vehemente al Ejército de Liberación Nacional –ELN- a que no abandone la senda de la Mesa de Diálogo y Acuerdos que se viene adelantando con el Gobierno Nacional. La cruda realidad de violencia que viven tantos colombianos, que destroza a tantas familias y trunca la vida de nuestros jóvenes en una guerra estéril y viciosa, exige que la razón se convierta al ejercicio de la palabra y a la construcción de espacios de inclusión ciudadana en la obra de la paz y de la justicia social. Como pastor de la Iglesia católica, invito una vez más a dejar en libertad a quienes han sido retenidos en los enfrentamientos con la fuerza pública, especialmente al AUXILIAR DE POLICÍA RAFAEL EDUARDO SIERRA ACOSTA, tomado cautivo por el ELN en el sangriento ataque a una patrulla el pasado 17 de febrero en Tarazá, Nordeste de Antioquia. Me hago vocero de su familia y de su institución, la Policía Nacional, para clamar por su libertad, uniéndome al llamado que ya han formulado diversas autoridades de Antioquia y de la Defensoría del Pueblo. Como Iglesia, reitero la disponibilidad de coadyuvar siempre en la causa humanitaria que alivie el drama vivido por quien está privado violentamente de su libertad y de quienes anhelan, con todos los defensores de la vida y trabajadores por la paz, que no se prolongue el dolor de los suyos”.
Arquidiócesis de Cali – Departamento de Comunicaciones Carrera 4 No. 7-17 Tel 8890562 ext. 111,112, 125 311 7484985 www.arquidiocesiscali.org
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De Igual manera, Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía invita a los caleños y vallecaucanos a reflexionar sobre las próximas elecciones:
INCLUIRNOS TODOS EN LA PAZ Las elecciones del 2014 son un interrogante sobre la real participación del pueblo colombiano en la construcción de su proyecto de vida colectiva, de nuestro propio bienestar y paz. La exclusión económica de grandes sectores y la captura de lo público por intereses egoístas y de enriquecimiento a través del “servicio” al Estado, rompen el ejercicio democrático y agudizan cada vez más los fenómenos de ilegalidad y violencia, verdadero cáncer de la vida social colombiana. Por ello es tan importante abrir verdaderos espacios para los acuerdos con la subversión, para el sometimiento a la ley de las organizaciones criminales y para procesos de reconciliación, de desarme ciudadano y convivencia comunitaria dentro de los territorios urbanos y rurales. En ese sentido, valoramos los esfuerzos del gobierno y todo gesto sincero de los actores en el conflicto que vive Colombia, y creemos que es inaplazable una sana y constructiva autocrítica en todos los sectores e instituciones. Como Iglesia, sentimos el deber de acompañar más que nunca a nuestro pueblo con la luz de la verdad y con un llamado respetuoso a la reflexión individual, antes de expresar el voto en las urnas o abstenerse de hacerlo. ¿No está atrapado el sistema político colombiano entre la compra del elector por candidatos y la venta del Estado a quienes resultan elegidos, a su “electorado” y sus dinastías de continuidad en el poder del que ya algunos han hecho mal uso? Es por ello muy saludable que se plantee una gran reforma política y se garantice el acceso a la representación popular de todos los sectores y de los mejores ciudadanos, constructores de tejido social y de oportunidades para dignificar la vida personal, conformar y fortalecer las familias, y hacer crecer el bien común nacional. Sin dejar de estimular a los parlamentarios que se han ganado el reconocimiento público por su compromiso moral y público, preocupa la falta del criterio ético en muchos aspirantes, de renovación y propuestas que encaren los graves problemas nacionales. Preocupa el silencio de quienes, por autoridad, deberían advertir a ellos y a los ciudadanos sobre la impertinencia, si no la inhabilidad, de esas aspiraciones. Cada hombre y mujer de nuestra patria, y en particular cada creyente en Dios y en la Paz como vocación irrenunciable de la humanidad, decida en el santuario de su conciencia cómo involucrarse también en la Paz de Colombia. Que no sea válida jamás la opción de la amenaza y del atentado, del engaño, del dejar las cosas como están, de participar en el negocio de la compraventa del elector y la repartición clientelista del presupuesto. Cuenten con nuestra oración y apoyo. Cuente Colombia con la responsabilidad de todos sus hijos e hijas, cobijados en una misma patria, aunque estén en orillas opuestas. Arquidiócesis de Cali – Departamento de Comunicaciones Carrera 4 No. 7-17 Tel 8890562 ext. 111,112, 125 311 7484985 www.arquidiocesiscali.org
ROSARIO AL SITIO El Arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve Mejía, insiste ante los hechos de violencia que desangran nuestra ciudad, salir con rosario y vela en mano para orar y elevar súplicas a Dios por nuestros hermanos asesinados. El ROSARIO AL SITIO será realizado en la Parroquia de Cristo Resucitado del barrio la Flora, al norte de la Ciudad, donde oraremos con María por los asesinados de Cali, especialmente por JAIME JOSÉ ZUÑIGA JARAMILLO, de 41 años, asesinado el pasado viernes 21 de febrero 2014. La Vicaría para la Reconciliación de la Arquidiócesis de Cali invita a toda la comunidad a unirse con María a este rosario: Fecha: Jueves 27 de febrero de 2014. Hora: 8:00 p.m. Lugar de Salida: Av. 4 B Norte, Calle 47 A – 49, Parroquia Cristo Resucitado, barrio la Flora. Lugar del Rosario al Sitio: AV. 4 Norte con Calle 48, Barrio la Flora. Informes: 315 5741571