La Voz Católica - Septiembre 2020

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“Biblia, Paz, Migrantes y María, sean motivos de esperanza, firme como el Ancla de esta barca en que vamos todos, por el Océano de la vida: “asiéndonos a la esperanza propuesta, que nosotros tenemos como segura y sólida ancla de nuestra alma” (Hbr 6,18-19)”. † Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali

ISSN: 2462-9979

Mes de la Biblia 2020: La Palabra de Dios, fuente de vida y esperanza >> Detalles página 8

Semana por la Paz 2020: Hagamos pactos de vida >> Detalles página 10

Semana del Migrante y Refugiado: Promoviendo una cultura de encuentro y paz >> Detalles página 12

AÑO XXIX

No 242

SANTIAGO DE CALI, SEPTIEMBRE DE 2020

VALOR $1000.00


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Editorial

Santiago de Cali, Septiembre de 2020

Y ¿ahora qué sigue? Y ¿ahora qué sigue? No es aún la hora “después de la pandemia”. No es el retorno a la “normalidad” anterior. No es la nostalgia del pasado ni la fuga de la realidad: es la hora de empezar a salir, a poner en común las lecciones dejadas por este tiempo que llevamos y a implementar los cambios que debemos hacer para proteger solidariamente la vida de todos.

Año 2020 No. 242 de Septiembre de 2020 Publicación Mensual ISSN: 2462-9979 Arzobispo de Cali Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía DEPARTAMENTO DE COMUNICACIONES Delegado Arzobispal Pbro. José Over Gallego Londoño Comunicador Social Periodista Oscar Andrés Orejuela Valero Diseño y Diagramación Bernardo Arcila Parra Impresión Casa Editorial El Tiempo ARQUIDIÓCESIS DE CALI Curia Arzobispal Cra. 4 No. 7-17 PBX: 889 0562 medios@arquicali.org www.arquicali.org

Los escritos de los colaboradores solo comprometen a quienes los firman.

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seis meses del confinamiento inicial, estamos entrando en el último tramo del año con los meses “bre”, sumidos entre el “pico, meseta y contención progresiva del contagio”, pero también con los efectos desastrosos que nos va dejando la pandemia y su mezcla explosiva con el oportunismo de los violentos y de los enemigos de una salida política acordada al conflicto armado colombiano. Es un cuadro y un escenario muy dolorosos los que estamos protagonizando, con los muertos por COVID-19 y todo el sufrimiento aledaño; y con estas muertes violentas, la mayoría de ellas enmarcadas en la cobardía del armado que somete al inerme, a adolescentes y jóvenes desprevenidos, a indígenas y negros, a campesinos y cultivadores, incluidos los desarmados por vía del Acuerdo de paz. No encuentro otro nombre que el que exprese la indefensión de las víctimas y la cobardía, la sevicia y crueldad de los victimarios, la desproporción y abuso de la fuerza: son las masacres, como la que vivimos en Llano Verde, el 11 de este agosto pasado. He consignado el dolor de la Arquidiócesis en un comunicado y en la oración que escribí, corazón en mano, para el momento de las exequias. Hemos estado presentes como Iglesia Católica, en lo educativo, lo humanitario, la construcción de paz barrial y en esta tragedia. Lo seguiremos estando. Pero, bien valga, reiterar aquí nuestra condolencia en la fe, en la solidaridad, en la esperanza, con estas familias, con este pueblo afro colombiano, con esta generación de vidas truncadas, con estas poblaciones desarraigadas, reubicadas y estigmatizadas. Créanme que escribo estas palabras con lágrimas y con sagrado respeto por quienes están siendo masacrados en Cali, El Tambo, Samaniego, Tumaco, Catatumbo, Arauca... Por desgracia, en Colombia no estamos ya solamente “preservando la vida”, como la mayoría de países del mundo, sino esperando al asesino, sumidos, como estamos, entre el poder de las mafias y la impotencia de la paz, esa impotencia por opción de no-violencia. Porque a quienes luchamos por la paz solo nos queda la oración de súplica y de protesta que nos quieren manipular; la palabra que buscan acallar; la unidad en casas y vecindades que difícilmente puede expresarse en las calles y plazas; la espera del actuar de Dios sobre quienes abusan de su libertad para hacer daño, para generar violencias y desastres, injusticias y miseria. Esa “pasividad pacífica” es actividad fuerte si la asumimos todos, si no caemos en la tentación, que nos ponen los criminales, a nosotros y a los gobiernos, de igualarnos todos con ellos, de reclutarnos para su guerra. ¡Ninguna guerra nos reclutará más! En ese panorama turbio, tenebroso, septiembre 2020 nos trae “luces de esperanza” que, como familias y comunidades creyentes debemos aprovechar bien: Es el Mes de la Biblia: En Jesús la Palabra se hizo hombre y en la Escritura la Palabra se hace libro, Biblia, “colección de libros”. Siempre me llama la atención la conexión etimológica entre “liber”, (libro en latín) y “libertas”, que traduce “libertad”. En el libro de las Sagradas Escrituras, la Palabra de Dios, hecha carne, se hace “Verdad que nos hace libres” (Juan 8,32). “El Señor es el Espíritu. Y donde hay aquél Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2Cor3,17). Es lo primero que quisiera recordar en este mes, en este contexto de tanto dolor, de depresión y desesperanza: tener La Palabra es escucharla en el corazón. Más que confiar su Palabra a nosotros, Dios quiere que nosotros nos confiemos a su Palabra: “Ahora los encomiendo a Dios y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y darles la herencia con todos los santificados” (Hch20,32). Por: † Monseñor Darío de Jesús Es muy importante tener la Biblia y poder leerla y orar con Monsalve Mejía ella, hablar con Dios en ella. Pero es más importante, aún, tener La Palabra, a Cristo Jesús en el corazón: “La Palabra Arzobispo de Cali está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón” (Rm10,8). Y contemplarla, antes que leerla: contemplar al Libro o Biblia, quizás iluminada con un cirio y en un Altar de La Biblia, en tu casa, viendo en Ella, más que textos, al Autor de la Escritura, que se expresa por autores humanos: al Espíritu Santo. Y relacionarla con la propia libertad, para apreciarla, leerla, escucharla, “comerla”, digerirla, testimoniarla y anunciarla con la propia vida. Junto al mes de “la Palabra de Dios, fuente de vida y de esperanza, recreándonos hacia una nueva humanidad”, como reza el tema de la Arquidiócesis de Cali), y que culmina el día 30 del mes, con la fiesta del traductor al latín, San Jerónimo, tendremos otras dos celebraciones en septiembre: *La “Semana de la Paz”, que se celebra siempre en torno al día 9, con motivo de la fiesta de San Pedro Claver, esclavo de los esclavos negros, patrono de los defensores de los derechos humanos. *La Semana del Migrante, jornada mundial, animada por el Papa con su mensaje y dedicada, entre nosotros, a apoyar con la colecta esta acción eclesial, que necesita donantes y recursos de urgencia, para atender a los hermanos y hermanas migrantes de Venezuela y “desplazados internos”. Francisco nos invita a ver en ellos a Jesucristo, obligado a huir, con cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar. Una ocasión anual para apoyar la labor humanitaria, de hospitalidad, integral e integradora, que realiza la Arquidiócesis, motivando la jornada de colecta en especie y dinero. Como si fuera poco, para este septiembre de Iglesia caleña, reabierta y llena de esperanza, las fiestas de María Virgen se “tomaron el mes”: el 8, la Natividad de María, el 12 el Dulce Nombre de María, el 15 los Dolores de María, el 24 Nuestra Señora de las Mercedes. Biblia, Paz, Migrantes y María, sean motivos de esperanza, firme como el Ancla de esta barca en que vamos todos, por el Océano de la vida: “asiéndonos a la esperanza propuesta, que nosotros tenemos como segura y sólida ancla de nuestra alma” (Hbr 6,18-19). Y ¿ahora qué sigue? No es aún la hora “después de la pandemia”. No es el retorno a la “normalidad” anterior. No es la nostalgia del pasado ni la fuga de la realidad: es la hora de empezar a salir, a poner en común las lecciones dejadas por este tiempo que llevamos y a implementar los cambios que debemos hacer para proteger solidariamente la vida de todos, para impulsar la producción de comida para todos, la conectividad de todos, la vivienda digna para el estudio, el trabajo y el descanso de todos, el ingreso legal para todos, la salida de todos de las “economías que matan”, el desarme de las violencias todas, el cuidado de la casa común de todos. ¡Es la hora del más grande compromiso con la vida, como pacto de alianza con el Dios de la Vida! Amén.


Santiago de Cali, Septiembre de 2020

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Para reflexionar

Dichosos los que trabajan por la paz

Opinión † Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Tips Pastorales La Palabra de Dios en la pandemia

“Hay paz donde hombres y mujeres pueden elegir, pensar, creer, orar y esperar”

Por: Pbro. Germán Martínez R. Vicario Episcopal de Educación

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l Evangelio de Mateo llama bienaventurados, dichosos, a los que trabajan por la paz, y encima les promete que “a ésos los va a llamar Dios hijos suyos” (5, 9). En la Biblia la paz forma parte del anuncio del ungido de Dios: “De las espadas forjarán arados; de las lanzas podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, vengan, caminemos a la luz del Señor” (Isaías 2, 4-5). ¿Poesía inconclusa? ¿Un mero sueño proyectivo? Tal vez no. La paz es una vivencia, no nace de conceptos, ni de legislaciones, ni de cálculos o acomodamientos. La paz es la expresión de una vida plena: fruto del respeto a todos los seres, reconocimiento de todas las personas desde el niño hasta el más viejo. Hay paz donde toda persona por condición de fraternidad, no de inteligencia, ni de riqueza, ni de apellidos, ni por condición de género es tan valiosa como todas los demás. La paz es la convivencia en la comunidad de bienes, es decir, que hay paz donde el pan, el techo, la cultura, la riqueza, el bienestar y la prosperidad son

patrimonio de todos y no sólo de quienes explotan, humillan y deshumanizan. La paz es la vivencia de la condición espiritual y trascendente de toda persona: hay paz donde hombres y mujeres pueden elegir, pensar, criticar, creer, orar y esperar, sin que se les persiga, desprecie o margine por razón de su espiritualidad, de su fe y de su esperanza. Todo reduccionismo utilitarista, instrumentalizador y manipulador mata la posibilidad de la paz porque la persona y la comunidad humanas son espirituales y libres por naturaleza y porque la paz integral sólo puede realizarse en la libertad del encuentro, en el diálogo y la aceptación del otro en cuanto otro, es decir, en cuanto persona diferente e irreductible a la uniformidad totalitaria. Cuando no se respeta la condición trascendental, ética y religiosa de cada persona, no basta la celebración de los encuentros, ni el aplauso por los datos y las estadísticas, ni el deseo de la comodidad y el poder, ni la firma de acuerdos verbosos para que nazca la paz. Sin sentido de trascendencia, aunque se pacte la paz siguen muriendo los justos. Sigue siendo impactante el canto de los ángeles que narra el Evangelio de Lucas: “Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres, que él quiere tanto” (2, 14), es y seguirá siendo la invitación a ser trabajadores por la paz.

Sí. Ahora más que nunca necesitamos los creyentes creer de verdad. Jesús, en el Evangelio nos dirá que si nos ponemos de acuerdo para pedir algo con fe al Padre, Él lo concederá (cfr. Mateo 18, 19). Centenares de veces se repiten en la Biblia las palabras “no teman”, “no tengan miedo”. Algunos llegan a contar 365 citaciones de esta exhortación del Señor en la Biblia a su Pueblo Israel, tanto en el Antiguo testamento, como luego Jesús a los discípulos y en ellos a nosotros. Durante este tiempo de aislamiento preventivo voluntario u obligatorio, son propuestas a las personas para ocupar el tiempo en casa, toda clase de libros, de programas por TV y por distintas plataformas, así como reuniones virtuales; se han publicado toda clase de libros físicos y digitales, revistas, artículos con los que, esperamos de buena fe, se quiere ilustrar a los lectores, con la innegable realidad de que se ha venido creando una gran confusión, cansancio, aburrimiento y desconfianza en lo que se dice y se lee. ¿Quién tiene la verdad? Lo cierto del caso es que nadie tiene esa verdad y por el contrario, todos están o estamos caminando a tientas, adivinando en cada momento y en cada día los pasos que deben darse. Pero hay una lectura sobre la que es posible que se hable poco. Una lectura que seguramente traerá paz, tranquilidad, confianza y fortaleza. Es la Biblia, la Sagrada Escritura, la Palabra de Dios, como se quiera llamar. En ella, Jesús, la Palabra hecha carne, se hace cercano, asume nuestra condición humana, experimenta nuestro dolor y nos redime. “Vengan a mí todos los cansados y abrumados por cargas, y yo los haré descansar. Tomen sobre ustedes mi yugo, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus vidas, pues mi yugo es

suave y mi carga ligera” (Mateo 11, 28 - 30). Es posible que muchos desconozcan textos bellísimos de la Palabra de Dios que acompañan en la soledad, alegran el espíritu cansado y abatido, alientan en la debilidad y entretienen. A quienes leen estos Tips, les sugiero los libros que pueden ser inicialmente leídos, meditados y compartidos, especialmente en este tiempo de pandemia. Esos sí contienen la Verdad revelada y nos ayudarán a vivir mejor estos días de incertidumbre: 1. Eclesiastés. 2. Sabiduría. 3. Eclesiástico. 4. Proverbios. 5. Los salmos. 6. El Éxodo. 7. Evangelio de San Lucas. 8. Evangelio de San Marcos. 9. San Pablo a los Corintios 10. San Pablo a los Tesalonisences 11. San Pablo a los Filipenses. 12. Las Cartas de San Juan. Los textos bíblicos los pueden leer de dos formas: o lectura seguida (lectio continua), donde cada día se lee una parte del libro elegido hasta terminarlo. Sugiero, que cada que se lea la parte escogida, se deje un espacio de tiempo, de silencio, para recordar las palabras o el mensaje que más le llame la atención. La segunda forma es la lectura orante (lectio divina), en donde elegido el texto, se siguen los pasos ilustrados en las siguientes preguntas: ¿Qué dice el texto? ¿Qué me dice el texto? ¿A qué me compromete el texto? Si leen así la Palabra de Dios, no sólo “ocupan el tiempo”, sino que se llenan de la fuerza de Dios y de su luz divina, para entender lo que también Él nos está diciendo en esta pandemia. Léanla con pasión. Y si “quedan encarretados”, lean toda la Biblia, que les hará mucho bien.


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Para reflexionar

Santiago de Cali, Septiembre de 2020

De la Doctrina a la Vida En tiempos de pandemia también se construye la paz Por: † Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Auxiliar de Cali y Secretario General del CELAM

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a primera semana de septiembre se ha institucionalizado en Colombia como la Semana por la Paz. Durante estos duros días por la pandemia del COVID-19, se han hecho notar muchos rasgos esperanzadores del ser humano: la generosidad, la solidaridad, el heroísmo de los servidores de la salud y otros sectores sociales, entre otros. Pero también se han evidenciado preocupantes signos oscuros que nos interpelan y tienen que movilizar para mejorar. Numerosos hechos violentos revelan el aumento de la agresividad en las personas: violencia intrafamiliar, contra las mujeres, los niños, asaltos callejeros, a establecimientos de comercio, a peatones y usuarios de bicicletas, masacres perpetradas por distintos grupos armados contra sectores específicos de la población como jóvenes, líderes sociales, comunidades indígenas, muestran que no solo se ha multiplicado exponencialmente el contagio del COVID-19 sino también el muy triste y mucho más letal de la violencia. Por ello nos viene bien hacer esta semana una buena lectura del mensaje que el Papa Francisco nos regaló para la jornada mundial de la paz que se celebra todos los 1 de enero: «La paz como camino de esperanza: diálogo reconciliación y conversión ecológica» Mientras circula toda clase de informaciones que infunden desconcierto y confusión y muchos líderes locales y globales parecerían estimular sentimientos que infunden animadversión hacia otras regiones y naciones, el Papa hace un llamado a la esperanza, perseverando en tender puentes y espacios de diálogo reconciliador. Si bien cuando vio la luz el mensaje del Papa publicado el 1 de enero aun no nos encontrábamos en medio de la pandemia, sus palabras son oportunas: «la esperanza es la virtud que nos pone en camino, nos da alas para avanzar, incluso cuando los obstáculos parecen insuperables» (Francisco, 53 Jornada Mundial de la Paz, enero 1 de 2020).

El Santo Padre recuerda que, en estos momentos de crisis, todos estamos en la misma barca

El Santo Padre deja claro una de las causas que alimentan los conflictos y violencias: «nuestro mundo vive la perversa dicotomía de querer defender y garantizar la estabilidad y la paz en base a una falsa seguridad sustentada por una mentalidad de miedo y desconfianza, que termina por envenenar las relaciones entre pueblos e impedir todo posible diálogo» (JMP, 2020). ¿Cómo romper el miedo que mantienen a las sociedades inmersas en círculos de violencia en muchos niveles? El Papa Francisco plantea la vía de la fraternidad: «basada sobre nuestro origen común en Dios y ejercida en el diálogo y la confianza recíproca. El deseo de paz está profundamente inscrito en el corazón del hombre y no debemos resignarnos a nada menos que esto» (JMP, 2020). Si algo tenemos que aprender de esta pandemia, nos lo recordó el Papa el 27 de marzo, es que todos somos igualmente vulnerables y que en las manos de todos, remando juntos, esta la salida a la crisis. Este razonamiento podemos también ponerlo para otras dificultades, como las de la violencia fratricida que vivimos en nuestro país. Estos días de confinamientos y mucho tiempo para pensar, vayamos a lo profundo de nuestra conciencia y redescubrámonos como hermanos, ni iguales ni perfectos, pero todos hijos de una misma tierra: en nuestras manos está hacer de esta una nación donde haya espacio y posibilidades de vida digna para todos o seguir tercamente vién-

donos como enemigos y tiñendo cada centímetro cuadrado de la patria con sangre de hermanos. ¿Ansiamos la vacuna para liberarnos del Coronavirus? En nuestras manos ya tenemos el antídoto para nuestra larga historia de violencia: cultivar la paz por el camino de la esperanza, en diálogo honesto y fraterno, asumiendo cada uno su propia parte de responsabilidad. Finalmente, al tiempo con la Se-

mana por la Paz, tenemos la jornada de las migraciones. En esta ocasión el Santo Padre nos convoca a recordar que como tantos hermanos y hermanas nuestras deben dejar su tierra para buscar un mejor porvenir en tierras extrañas, Jesús tuvo que refugiarse con su familia en Egipto cuando apenas era un bebé. Y desde esta perspectiva, una vez más nos convoca para acoger, promover e integrar a los migrantes y desplazados internos.


Santiago de Cali, Septiembre de 2020

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Región

Verdad y justicia, la exigencia para que el crimen de los cinco niños no quede en la impunidad

Voces de familiares y comunidades claman justicia para que estos actos violentos no queden en la impunidad

Por: Yesid Idrobo Observatorio de Realidades Sociales

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an pasando las semanas, luego de la masacre en la que fueron asesinados cinco niños en el barrio Llano Verde, los familiares siguen preguntando «¿quién los mató?» Con el dolor convertido en fuerza, Rudy Cortés Castro, madre de Jair Cortés Castro, se plantó frente a la entrada de la sede de la Fiscalía en Cali, tomó el megáfono entre sus manos y con la voz fuerte y clara dijo: «No nos vamos a callar. Aquí estamos ¡Exigimos justicia, justicia, justicia!». Su voz clamando justicia no estaba sola, varias personas y organizaciones sociales acompañaron desde la plazoleta San

Francisco esos gritos que exigen que ese crimen atroz no quede en la impunidad. Entendiendo que el silencio no es opción, Luz Olivia Palacios se hizo presente con un cartel que decía «Este crimen ¡no quedará impune!», y expresó que «no vamos a dormir hasta que aparezca la verdad. Este crimen no va a quedar en la impunidad». Los días pasan y familiares, comunidad y muchos en Cali siguen esperando respuestas de las autoridades para explicar la masacre que tuvo lugar entre los cañaduzales que rodean el barrio Llano Verde. Según el director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, el general Jorge Vargas, «hay avances significativos en términos técnicos». Eso le dijo a un diario local de la ciudad, sin embargo, los familiares de los cinco niños temen que lo sucedido a sus hijos

quede como uno más de los hechos de violencia que ocurren en la ciudad. Mientras se sabe la verdad, ¿qué hacemos? Desde el 2013, tiempo en el que se creó el barrio, la Iglesia particular de Cali mantiene acompañamiento en el territorio a través de los liderazgos y expresiones comunitarias, lo cual ha permitido que hoy como arquidiócesis estemos muy conectados con los dolores de esa comunidad y muy activos en el rechazo tajante a toda forma de violencia que enlute a caleños y vallecaucanos, máxime en momentos en los que algunas voces son disonantes, queriendo justificar asesinatos y masacres, grupos de «limpieza social», promoviendo la justicia por mano propia y el uso de armas por parte de civiles. Los tiempos no son fáciles, las masacres van golpeando por toda

la región y nos retroceden por lo menos una década. De allí que se requiera una sociedad colombiana fundamentada en lo sagrado de la vida humana y la no violencia, que sobreponga colores e ideologías para centrarse en la defensa de la vida a través de la Lucha Unida Contra los Homicidios y las Armas. El asesinato de 64 menores de edad en el año 2018, 62 en el 2019 y 34 en lo que va corrido de este 2020 debe llevarnos a revisar el corazón de nuestro vecindario, rodeando con solidaridad a comunidades como las de Llano Verde, acompañándolas en sus esfuerzos por garantizar entornos protectores y, sobre todo, permitiendo que la memoria de Jair Andrés, Álvaro José, Jean Paul, Leíder y Luis Fernando renazcan en verdad, dignidad, igualdad, justicia y vida para el oriente de Cali.


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Amor Esponsal

Santiago de Cali, Septiembre de 2020

Ser una sola carne Por: Vicaria para la Familia y la Cultura

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scucha de la Palabra Evangelio según Mateo 19,3-6 Y se le acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a su mujer por un motivo cualquiera?» Él respondió: «¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre.» Contemplación de la Palabra Padre, nos amamos y queremos seguir por el camino del amor. Deseamos vivir todos los días con fiel atención, el uno para el otro; manifestamos respetarnos mutuamente. Queremos que nuestro amor nos haga vivir a fondo la personalidad de cada uno y enriquezca nuestras posibilidades. Que la fuerza de tu Espíritu nos

La vida matrimonial requiere una entrega mutua

llene nuestros corazones. Para que los dos, en el gozo de nuestra entrega mutua, seamos para los que nos rodean estímulo de amor. Te pedimos que estés junto a nosotros en ese camino que estamos recorriendo juntos desde nuestra boda; en los momentos de mayor felicidad, y también en los momentos que nos resulten más complicados y difíciles. Aprendizaje de la Palabra Hay dos momentos en el contexto bíblico, momentos que necesitan leerse unidos: Dios ha creado a los humanos como hombre y mujer, creados el uno para el otro en referencia a la imagen de Dios, Dios es amor, manifiesta una relación de amor en su Divinidad, por tanto la rela-

ción matrimonial está guiada por amor de Dios. Ya la originalidad del matrimonio cristiano, es que Dios se sirve del amor del hombre y la mujer para comunicar su amor. Cuanto más se entregan en el amor fiel, en el respeto mutuo, en la caridad constante, en el perdón unificador, más se manifiesta Dios. El matrimonio es una realidad sacramental, todo sacramento me permite el encuentro con Dios, donde se encuentran con el Creador los casados, se encuentran con Dios en su realidad matrimonial, pues Dios los capacita para santificarse en su propia entrega y en la edificación constante de su hogar. El segundo momento el ser una sola carne, el Cantar de los Cantares

expresa “déjame ver tu figura, déjame escuchar tu voz” (Cant 2,14), el amor es búsqueda, es encuentro, es gracia, es paso de lo individual hombre y mujer a la unidad de los esposos “una sola carne”, superando toda soledad, constituyéndose en un espacio para crecimiento juntos, para la aceptación renovada y fiel de quien se ama, así el amor pertenece al ámbito de la relación matrimonial donde ser amado es un don. Pregunta a los esposos ¿Su modo de vida matrimonial los está conduciendo a vivir la gratuidad de la entrega fiel y generosa, ya que el amor ni se compra ni se vende, debe ser una entrega, respetuosa, libre y fiel al que se ama?

Vicariato Apostólico de Guapi

El valor de la fe en épocas de pandemia La fe sana, pacifica, salva, anima, restaura y permite tomar mejores decisiones Pbro. Ariel Viáfara Hurtado Párroco San Miguel Arcángel - López de Micay

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a pandemia del COVID-19 ha impactado el mundo en todas sus dimensiones y de manera muy particular en la fe. Se cerraron los templos, se cancelaron actividades pastorales, aunque siempre se tuvo el corazón y la mente abiertos para celebrar la vida a través de los medios de comunicación, que han sido aliados estratégicos para mantener viva la llama que enciende la sintonía con Dios en las celebraciones litúrgicas. Ha sido muy complejo participar de las Eucaristías por televisión, radio o por redes sociales. El creyente siente que nada se compara con la interacción directa con los hermanos, con los ritos, con quien preside, con la Palabra y, sobre todo, con el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Esta fiesta con Dios es inigualable en el

lugar de todos, el templo. Por eso los fieles han anhelado el regreso de las celebraciones litúrgicas en las iglesias, expresando así que la fe es vital y que la economía no lo es todo. Los gobiernos le han apostado a la reapertura de diversos sectores, dando prioridad a la reactivación económica. Y es que es importante la economía; millones de personas han visto sus finanzas en riesgos, muchos perdieron sus trabajos, muchos han pasado hambre y muchos ven con pesimismo su futuro con la crisis que ha desatado esta pandemia. Duele esta

realidad, pero la fe lo puede todo. Es bueno que se reactive la economía, pero ella no es lo más importante. Ante esta crisis sanitaria, el ser humano requiere de la fe. Fe en ese Dios que no nos abandona en ningún momento. La fe sana, da paz, salva, anima, restaura y llena de regocijo. Acordémonos de lo que Jesús le dijo a la mujer que padecía flujos de sangre: “levántate, vete: tu fe te ha salvado” (Mc 5,34). En estos momentos donde muchas personas estás sufriendo trastornos del estado de ánimo y trastornos de personalidad como depresión,

La fe es soporte durante situaciones complejas

estrés, ansiedad, los cuales pueden desencadenar en conflictos internos, familiares, laborales y afectar el ritmo cotidiano de la vida, la fe es vital porque es una herramienta que ayuda a contrarrestar los estresores y situaciones problémicas como esta que estamos viviendo. La fe es un camino que fortifica la mente, la voluntad y conlleva a tomar mejores decisiones. La fe da seguridad al sentirse amado por Dios, a pesar de las dificultades que se experimenten día a día. Hace posible que veamos con ojos de esperanza esta crisis y la consideremos una oportunidad más que una desgracia. Debe ser una oportunidad para amar más, vivir mejor, valorar más lo que Dios dispone en nuestro camino. Que en este tiempo difícil no abandonemos la fe, sino que la acrecentemos mucho más, porque por medio de ella podemos sobrellevar mejor esta situación tan compleja que no sabemos cuándo terminará. La fe consolida la resiliencia, esa capacidad para adaptarnos a situaciones difíciles como esta, enfrentarla y salir victorioso de ella.


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Santiago de Cali, Septiembre de 2020

El vivir de un Creyente Por: Pbro. Jhon Sair Duque Delegado Arzobispal para la Pastoral Juvenil

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esde el comienzo, la fe en Dios no es una respuesta o búsqueda de huida de la realidad más tenebrosa que el ser humano puede experimentar, el fin de su vida. Es por el contrario invitación a la vida, no solo terrenal sino a la vida eterna, por ende, la expresión de ese llamado se concretiza en la manera o forma adoptada, es decir, en el vivir; el creyente, no debe tener un vivir de cualquier manera o improvisada a las circunstancias de la cotidianidad, el vivir del creyente debe revelar la presencia de ese Dios en quien cree y que le mueve cada día. Dicho vivir responde, por tanto, a la recta búsqueda no del placer desorientado, no del poder, sino la alegría que tiene en su raíz el sentimiento nacido de un acontecimiento que afecta positivamente la comprensión de sí mismo, la relación con los demás y por supuesto con el mismo Dios. La definición de acontecimiento es fundamental para entender cómo puede afectar la intimidad y la exterioridad de la persona, en consecuencia, la definimos como “hecho comprendido ”es decir, un hecho que ha sido asumido por la inteligencia e incorporado a la comprensión del sentido del yo histórico narrado en la diversidad de escenarios e interrelaciones experimentadas conscientemente. El encuentro con Dios por tanto, no se da en un vivir enmarcado por momentos. Los momentos carecen de vitalidad temporal ya que están estructurados desde la experiencia epidérmica y enraizados en las emociones que carecen de contenido vivencial de encuentro; son manifestaciones esporádicas de la interioridad que rápidamente se desplazan a un nuevo objeto sin ejercicio facultativo de la inteligencia por su rápido deslizamiento de la atención a otra actividad o experiencia epidérmica, es decir, superficial. La centralidad del aconteci-

La presencia de Dios se revela en la vida del creyente

miento está en su riqueza de sentimiento que escapa en la práctica a la manipulación de la atención, diferente a las emociones que no lo logran. Mediante la emoción se puede controlar a la persona con excitaciones placenteras carentes de contenido concreto de sentido, pero llenas de diversidad de micro sensaciones que permiten olvidar rápidamente la sensación anterior por ir en búsqueda de la nueva y este es un peligro en la vida espiritual al caer en la dinámica celebrativa de las emociones sobresaltadas sin narración de cercanía, sino de manipulación sensitiva que reemplazaría el verdadero encuentro que la celebración presenta, la presencia de Dios encarnado y donado en la liturgia que devuelva al acontecimiento fundante de la fe. El acontecimiento, por estar lleno de sentimiento, permite adentrarse en el misterio redescubriendo la dimensión trascendente olvidada del propio ser a causa de la cantidad de sensaciones que circulan en el ambiente y no permiten centrar la atención, no ejercer el discernimiento que ya hemos mencionado previamente. La lucha por la atención es una batalla que se libra con todos los medios disponibles de la tecnología captados por el merca-

do para la vida de consumo. En el momento que la persona, el individuo vuelve la mirada sobre sí mismo sin temores, con reposo y dándose el tiempo que merece para comprenderse, abre los ojos a la dimensión de sí mismo. Se abre a su inteligencia ese umbral hacia lo misterioso de sí que estaba oculto en la maleza de las sensaciones o en la falsa percepción nacida desde la interioridad de las cosas y no del yo que se abstrae en la distancia de los objetos, reconociéndose en su estado negativo presencia diferente en el escenario del mundo que debe construir narrando su interioridad en decisiones y acciones que den identidad definida, en pocas palabras, es necesario que cada uno recupere la autopercepción que ha empeñado al vaciarse en los objetos de consumo y terminan en el cementerio de desperdicios para poder empoderarse de su propio potencial de vida que inscribe el nombre en las interrelaciones en la historia compartida que no termina en el cementerio de desperdicios, sino en la conciencia de los otros, llámese familia, amigos, etc. La experiencia de fe implica el despertar del adormecimiento del todos queremos lo mismo alimentado en la falacia de una ideología

ofrecida en un vivir bajo condiciones de igualdad de consumo, sin la veracidad de unas condiciones existenciales que correspondan a la exigencia de la conciencia que busca el sentido del desgaste cotidiano en el vislumbrar de un horizonte cargado de sentido en las múltiples facetas del ser humano. Sin esta búsqueda, se cae en la necesidad de placebos de sentido para calmar la ansiedad del ser que desea realmente ser en el mundo y no solo estar, ser para los demás y para sí mismo. Dejar de escuchar la voz estrepitosa de los narradores de sentido consumista implica hacer un pare, realizar una lejanía interior del yo capturado en las trampas del mercado y de lo que ByungChul Han ha llamado “el infierno de lo igual” para rescatar el escucharse, ahí, en ese escucharse, es volver a la intimidad del sí incondicional del ser que se compromete a buscar el tesoro escondido, el castillo del cual nace una voz que ha dejado de ser escuchada y rompe el monologo inmanente cargado de soledad y vacío existencial presentado en el vivir inmanente, pues, es un llamado de trascendencia, el llamado de dejarse guiar no por el ser comercial o los ogros neocapitalistas que desgarran el alma para explotarla cada vez que logran acceder a ella. Esa voz que suena, ese tesoro es la presencia de alguien que transforma el monologo a dialogo interior, liberando del narcicismo en el que los ogros (caracterizados por un hambre insaciable, típica del sistema neoliberal y sus representantes) del neocapitalismo encierran la conciencia con la finalidad de producir almas fracasadas que circulan por las arterias de la vida social; la presencia de ese otro al que se le da el lugar que le pertenece en la conciencia recupera la vitalidad del alma. Vitalidad manifestada en las opciones de vida tomadas en calma, en acciones que permiten ser evaluadas y ante todo, que construyen sentido en las relaciones cargadas o expresivas de felicidad que nace no de la posesión, sino de la donación, la propia y la de otros que es aceptada y valorada en todo su realidad de amor y fraternidad.


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Lo que celebramos

Santiago de Cali, Septiembre de 2020

La Palabra de Dios, fuente de vida y esperanza. Recreándonos hacia una nueva humanidad Por: Pbro. Diego Fernando Ospina Arias Decano de la Facultad de Teología Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium - UNICATÓLICA

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l anterior es el tema que la delegación de pastoral bíblica de la Arquidiócesis de Cali definió para este mes de la Biblia, queriendo responder desde la Sagrada Escritura a la necesidad de una lectura creyente y esperanzadora de la situación actual, en el marco del año de la Palabra de Dios declarado por la Federación Bíblica Católica como conmemoración de los 1600 años de la muerte de San Jerónimo. 1. Fechas y momentos: Esta conmemoración se llevará a cabo entre, el lunes 31 de agosto y el sábado 3 de octubre, en dos momentos, así: Primer momento. La realización de cuatro encuentros semanales virtuales siguiendo la cartilla elaborada por la delegación bíblica. Los encuentros ocurrirán en las cuatro semanas transcurridas desde el lunes 31 de agosto hasta el domingo 27 de septiembre. Segundo momento. Cierre de la conmemoración con el congreso bíblico-teológico virtual desde el lunes 28 de septiembre hasta el sábado 3 de octubre. Este Congreso promovido y organizado de la mano de los programas de Teología y la Especialización en Educación y Sagrada Escritura de la Facultad de Teología, Filosofía y Humanidades de Unicatólica, tendrá como tema: La Sagrada Escritura en la vida del pueblo de Dios. “Hacia una lectura contextual de la Biblia”. El elemento que moviliza la reflexión surge de la misma Palabra, en el texto de los Hechos de los Apóstoles, a partir de la pregunta que Felipe le hace al ministro de la reina etíope: “¿Entiendes lo que lees?” (Hch 8, 30). Esta misma interpelación sigue teniendo eco hoy en los creyentes y en cada comunidad que se acerca al texto bíblico para comprender su buena noticia. Lo cual, a su vez, ha posibilitado diferentes acercamientos y lecturas del texto, teniendo en cuenta la realidad y las condiciones de los sujetos lectores. De ahí que el congreso se plantee como objetivo: Reflexionar sobre la

“Si tuviéramos la Palabra de Dios siempre en el corazón, ninguna tentación podría alejarnos de Dios” – Papa Francisco

centralidad de la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia y la manera como ha sido leída desde los distintos contextos y sujetos. Dada la contingencia que ha provocado la pandemia del COVID-19, el Congreso será virtual, lo que hemos querido aprovechar para conectar a todo Iberoamérica con el evento, ofreciendo conexión con una plataforma que nos permite tener en línea un alto número de personas. Las exposiciones estarán en cabeza de varias experiencias pastorales y de seis ponentes: Dr. Xavier Pikaza, de la Universidad de Salamanca. Pbro. Dr. José Santos Torres Muñoz. Claretiano, docente Universidad Santo Tomás – Bogotá. Dra. Elsa Tamez, docente Universidad Bíblica Latinoamericana. Mg. Aníbal Cañaveral Orozco, docente Universidad Claretiana – Medellín. Mg. Jhon Fredy Mayor Tamayo, director de la Especialización en educación y Sagrada Escritura de Unicatólica – Cali. Pbro. Mg. Venancio Mwangui, sacerdote de la Consolata. Para mayor información se pueden contactar a los siguientes números y correos: 555 27 67 Ext. 1810. 322 692 0748 asistente.teologia@unicatolica.edu.co especializacionse@unicatolica.edu.co 2. Encuentros semanales virtuales Estos encuentros se condensarán en una cartilla como los años pasados, la

cual será enviada a los correos de las parroquias y todos aquellos que estén interesados, a la vez que se colgará en la página de la arquidiócesis para que pueda ser descargada allí. Los encuentros se desarrollarán bajo el siguiente esquema: Primer Momento: Ambientación: símbolo / canto / video Segundo Momento: Hecho de vida Tercer Momento: Reflexión Bíblica a. Textos bíblicos b. Lo que dicen los textos (pistas para la reflexión) c. La relación de los textos con la vida. d. Compromiso Cuarto momento: Oración. Los temas de los cuatro encuentros semanales virtuales serán los siguientes: Primer Encuentro: Jesús nos llama

al mar adentro, enfrentando tempestades, con la certeza de su presencia cercana. En este primer encuentro la reflexión bíblica se realizará a partir de dos textos: Lc 5,4-6: el relato de vocación de Pedro y los primeros discípulos, quienes después de una noche fallida, lograron una pesca numerosa, al fiarse en la palabra de Jesús. Y Mt 14,22-33: relato sobre la travesía del lago realizada por los discípulos una vez terminada la primera multiplicación de los panes, en la cual enfrentando la contrariedad normal del viento y las olas, se asustan ante la presencia de Jesús que camina sobre las aguas. Él les ordena a todos tranquilizarse y luego a Pedro que quiere probarlo, le tiene que dar la mano cuando se está hundiendo. Con el “pare” de las diversas actividades con ocasión de la pandemia, pareciera que también la fe hubiera parado. Ante una situación tan amenazante y dolorosa como la que estamos viviendo, diera la impresión que algunos cristianos, hubieran optado por quedarse a la orilla del lago, mirando el agua, la barca y las redes, añorando lo pasado. Es ahí que irrumpe el Señor diciendo, “remen hacia mar adentro”. No significa que desconozcamos lo que está sucediendo sino que se trata de partiendo de las “nuevas condiciones” que se nos presentan, continuemos nuestra vivencia de la fe, en la cotidianidad, que implica el afrontamiento de todo tipo de dificultades y adversidades.


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Es posible encontrar similitud tanto en la actitud temerosa de los discípulos gritando ante la presencia no reconocida de Jesús, como en el grito desesperado de Pedro pidiendo ayuda en su hundimiento, con las voces y gritos de tantas personas que desde una fe fundamentalista, mágica y que le pide pruebas a Dios de su presencia, está queriendo mostrar que lo que está sucediendo es “castigo” divino. Pero la realidad es distinta, ya que cuando el Señor ve que el viento nos es contrario y zarandea “nuestra barca”, viene a nuestro encuentro para manifestarnos su cercanía. El personal de salud que está trabajando incansablemente contra el coronavirus, las autoridades locales que lideran con honestidad y transparencia todas las medidas en favor de las distintas poblaciones, y tantas personas que están aportando para que la humanidad salga de esta crisis, son la expresión visible de la presencia del Señor entre nosotros, que camina en medio de esta “turbulencia”, diciéndonos: “no teman, soy yo”, estoy con ustedes. Segundo Encuentro: Paz en medio de la tormenta Este segundo encuentro del mes bíblico tiene como propósito iluminarnos desde el pasaje de Mc 4, 35-41, la situación que actualmente enfrentamos con ocasión de la pandemia y sus efectos en la vida social y de fe. La imagen de Jesús y los discípulos cruzando el lago de Galilea puede ser la nuestra. Mientras van en la barca, a la madrugada y en la mitad del lago, los sorprende una tormenta que pone en riesgo la seguridad de todos. Ante esta situación los discípulos se llenan de temor y buscan desesperadamente la ayuda de Jesús. La actitud y las palabras de Jesús (además de calmar la situación) traen paz y tranquilidad a la comunidad. Al igual que los discípulos, la humanidad atraviesa un momento difícil que ha puesto al descubierto nuestra fragilidad. Además del virus otros factores como la incertidumbre, el desempleo y la violencia recorren nuestros campos y ciudades arrasando con nuestras esperanzas. Es preciso recordar en un momento así que no estamos solos. Como Iglesia de Cristo seguimos confiados en él y en la fuerza de la comunidad. Aunque el momento actual podría llevarnos a la tentación de pensar únicamente en nosotros, es necesario recordar que somos una comunidad (humana y de fe) que necesita salir unida adelante. Este tiempo también es un tiempo de salvación, no lo perdamos por pensar de manera egoísta.

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Tercer Encuentro: La creación… DON de Dios y TAREA del ser humano. Génesis 1, 1-31. Este relato de la creación se divide en tres partes en las cuales Dios crea tres grupos de seres. En la primera parte (vv.3-5) se insiste en la Palabra creadora de Dios y en la aparición de la luz. En la segunda parte (vv.6-13) son creados el firmamento, la tierra, los mares y la vegetación. A la palabra creadora se suma la acción “Dios hizo...”, a la vez que aquí se le delega un papel expansivo y co-creador a la vegetación cuando se dice “produzcan vegetales”. En la última parte, son creados los demás seres que habitan el mundo (vv.14-31): el sol y la luna, con funciones específicas; las aves del cielo y los peces del mar, con el mandato de fecundidad, como signo de la bendición del creador. Seguidamente, se narra la creación de la pareja humana a imagen y semejanza de Dios, indicando su función de dominar a los demás seres vivientes, en cuanto administradores responsables de todo lo creado. Este último acto creacional se cierra con la repetición de la frase: «y vio Dios que era bueno» haciendo justicia a

la imagen divina que cada persona lleva en sí misma. Este relato nos invita a volver la mirada a la casa común, constatando con tristeza cómo la ambición y la irresponsabilidad humana ha convertido todo lo que Dios hizo bueno en un lugar de exclusión, contaminación muerte. Este tercer encuentro nos debe sensibilizar y comprometer frente a la gran responsabilidad que tenemos los seres humanos en la obra de la creación, como lugar donde todos tengan cabida y vida en dignidad y libertad. Cuarto encuentro: La relación con Dios. Tú tienes palabras de vida eterna. Nadie nos separará del amor de Cristo Jn 6, 60-71 Recordemos que nos encontramos al final del capítulo sexto del cuarto evangelio, todo él dedicado al Pan de Vida. El capítulo comienza con la llamada multiplicación de los panes. Después del signo tiene lugar una magistral exposición de Jesús, como el verdadero pan bajado del cielo, este discurso sobre el pan de vida remplaza, digámoslo así, la institución de la eucaristía, que, no aparece en el cuarto evangelio. A partir del versículo 60 comienza la reacción de incomprensión y

de rechazo ante Jesús como pan verdadero, Verbo encarnado y palabra de vida. Jesús se ratifica en su mensaje, y lo explica (cf. 62-63), es al Cristo glorioso al que recibimos en la eucaristía, y es el Espíritu el que nos capacita para recibirlo como Palabra viva del Padre. Jesús no se vuelve atrás, ni ruega para que se queden con Él, es absolutamente necesario recibir a Jesús como Palabra del Padre y comerlo por la boca. Pero cuando Jesús reta a los discípulos, le da ocasión a Pedro, para que en nombre de los Doce, que representan a la comunidad, manifieste su fe en Jesús: “¿A quién vamos a ir? tú tienes palabras de vida eterna…” (67-69). Aunque estemos tentados de volver atrás, Jesús nos desafía para que, como Pedro en representación de los Doce, reafirmemos nuestra fe en él, el único que tiene palabras de vida eterna, y que es el Santo de Dios. Jesús, el Cristo es el único mediador eterno entre nosotros y el padre y en este tiempo de pandemia, es de vital importancia volvernos a Él y sus “palabras de vida eterna” (Jn 6,68) solo así, reconoceremos que nada, ni una pandemia, podrá sepáranos del amor de Cristo (cf. Rm 8,35).


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Todos en la misma barca pactando por la vida Por: Vicaría para la Reconciliación y la Paz

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l Papa Francisco sabiamente en su bendición URBI ET ORBI de este año 2020, alentaba al mundo entero a tener esperanza y a confiar en Dios, ante la oscuridad y el miedo producido por el COVID-19. Afirmaba categóricamente que, en esto, “todos estamos en la misma barca”, seguidamente, lanzó una significativa e importante invitación al mundo entero a “remar juntos para confortarnos mutuamente”, para no hundirnos ante el dolor, porque juntos se superan las pruebas. Hoy ad portas de vivir la Semana por la Paz 2020, ésta invitación de su Santidad se hace vigente y se extiende a otras situaciones donde la vida y la dignidad de las personas están en peligro de ser destruidas por la violencia que ha marcado durante mucho tiempo el cuerpo y el alma de la humanidad como otro virus que carcome la vida, es así que ante estas otras adversidades, todos estamos llamados a remar, pero ¿hacia dónde? hacia la paz, siendo ésta, el camino de esperanza ante los obstáculos y las pruebas, lográndose a través del diálogo, la reconciliación y la conversión ecológica, así lo expresa el Papa en su mensaje para la 53° Jornada mundial de la paz 2020. La tarea entonces, consiste en vivenciar estas palabras y llevarlas a la cotidianidad de la vida, de una manera responsable, con un compromiso verdadero y un trabajo arduo que se realiza de manera individual y colectiva porque el camino de la reconciliación y la paz se edifica continuamente, y este camino se hace con el otro, es decir, juntos buscando siempre el bien común. Por tanto, agrega el Papa en su mensaje, que “el proceso de paz es un compromiso constante en el tiempo. Es un trabajo paciente

Para construir paz se requieren pactos de vida y caminos de reconciliación

que busca la verdad y la justicia, que honra la memoria de las víctimas y que se abre, paso a paso, a una esperanza común, más fuerte que la venganza”. Pactando vida Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, arzobispo de Cali, en uno de sus discursos en el marco del proceso de paz, expresaba que “la palabra paz deriva de pacto y pactar es construir paz, pero hay que educar y promover a la gente, darle la palabra a la gente, abrir mesas de diálogo y lograr acuerdos y pactos. Debe haber un pacto social y este se llama paz”. Así mimo señala, el arzobispo, que “no se puede construir la paz sin un pacto de respeto a la vida, pues ese es el corazón de la doctrina social y moral de la Iglesia Católica”. La Semana por la Paz de este 2020 se convierte en esa oportunidad para que todas las personas, las organizaciones, las instituciones que trabajan en pro del bienestar de las personas, suban a la misma barca que navega en la búsqueda de una verdadera fraternidad, de un encuentro en medio de la diversidad y de un diálogo que esté basado sobre el respeto por la vida, generando en cada una

de las familias, las comunidades y los territorios, pactos que fortalezcan la convivencia, asumiendo un compromiso individual y colectivo para el desarrollo de la vida y el cuidado de la casa común. Súbete a la barca Este año 2020, la Vicaria Dirección de Reconciliación y Paz de la Arquidiócesis de Cali y la Red de Aliados por la Paz, como es costumbre cada año ha programado la Semana por la Paz que se desarrollará del 6 al 12 de septiembre, animando a todos los habitantes de la ciudad de Cali y los municipios que conforman el territorio arquidiocesano, a subirse a la barca, a remar mar adentro apor-

tando sus experiencias de vida, sus proyectos y propuestas para que desde donde esté, se pacte por el respeto por la vida, la dignidad y los derechos de las personas; a proteger la casa común, a construir comunidades seguras y con una sana convivencia. Hoy se hace necesario no perder la esperanza, creer en la posibilidad de la paz, saber y entender que el otro tiene también, la misma necesidad de paz, que la vida vale y hay que defenderla, para ello se necesita subir a la misma barca y realizar pactos de vida. La Dirección de Reconciliación invita a todas y todos a acompañar y participar en las diversas iniciativas y actividades programas para esta semana, teniendo en cuenta las palabras del Papa Francisco: “La cultura del encuentro entre hermanos y hermanas rompe con la cultura de la amenaza. Hace que cada encuentro sea una posibilidad y un don del generoso amor de Dios”. Que a partir de esta semana aspiremos siempre a vivir la fraternidad, como hijos de Padre celestial, porque estamos en la misma barca y estamos destinados a remar juntos para así visibilizar en el horizonte una ciudad y un país reconciliado. Nos acogemos para esta semana por la paz, a la protección de María, Reina de la Paz, para que sea ella quien nos impulse a subirnos a la barca y nos fortalezca en el camino de paz.

¿QUÉ ES LA SEMANA POR LA PAZ? Es un escenario que busca hacer visibles los procesos y esfuerzos de miles de personas y organizaciones de la sociedad civil que trabajan por el logro de la paz, la transformación pacífica de los conflictos y por la construcción de iniciativas para dignificar la vida. Desde 1987 se realiza Semana por la Paz (SPP) en todo el territorio nacional de manera ininterrumpida, un importante grupo de organizaciones sociales y comunitarias, regionales y nacionales, defensoras de los Derechos Humanos se unen en el marco del día nacional de los Derechos Humanos - 9 de septiembre.


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Programación Semana por la Paz 2020 “Todos en la misma barca – hagamos pactos de vida”

• Miércoles 26 de agosto: Conversatorio: “Cátedra de paz del asistencialismo a la responsabilidad social”. 5:30 p.m. Plataforma ZOOM, enlace de inscripción: zhttps://forms.gle/HXFyLgmsMPVf7J1c6 • Lunes 7 al Sábado 12 de septiembre: Santo Rosario “Camino de paz por la ciudad”. 3:00 p.m. a 6:00 p.m. Más información en Facebook https://www.facebook.com/semanaporlapaz2020 • Lunes 7 al Sábado 12 de septiembre: Pedagogía para la Paz, Viralicemos la vida digna. Más información en Facebook https://www.facebook.com/semanaporlapaz2020 • Lunes, 7 de septiembre: Conversatorio No. 1: La paz, camino de esperanza ante los obstáculos y las pruebas. 9:00a.m a 11:00a.m Transmisión Facebook Live https://www.facebook. com/semanaporlapaz2020 Transmisión Facebook Live, a través de: https://www.facebook.com/ BanrepculturalCali/ • Martes, 8 septiembre: Signo Cristo de Bojayá. Lugar: Santuario de Fátima. Preside: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali. 10:00a.m. Transmisión por Facebook Live https://www.facebook. com/semanaporlapaz2020 • Martes 8, 15 y 22 de septiembre: Ciclo de Conferencias: El rol de la mujer en la construcción de paz. 4:30 p.m. Plataforma ZOOM, enlace de inscripción: https://forms.gle/ Ans1Vg4JapC5PwWD9 • Miércoles, 9 de septiembre: GRATITUD EXPERIENCIAS GRATAS DE MÉDICOS EN TIEMPOS DE PANDEMIA - ESE Hospital Benjamín Barney Gasca de Florida 10:00am Transmisión Facebook Live https:// www.facebook.com/semanaporlapaz2020 • Miércoles, 9 de septiembre: “Las mujeres pactamos vida, porque la paz tiene nombre de mujer”. 2:00p.m. a 6:00p.m. Transmisión Facebook Live https:// www.facebook.com/semanaporlapaz2020 • Miércoles, 9 de septiembre: Inicio del Diplomado Cátedra de Paz: “Transcender el asistencialismo”. Enlace para inscripción: https://forms. gle/uBBBwvfQtVX7zDRQA •Miércoles 9 de septiembre: Foro Virtual: Son nuestros hijos. Preguntas urgentes por la violencia y la juventud. 5:00 p.m. Transmisión por https://www.facebook.com/OArquidiocesis

•Miércoles, 9 de septiembre: Eucaristía San Pedro Claver. 6:00 p.m. Transmisión en vivo por el canal de Youtube de la Pontificia Universidad Javeriana Cali. https://www.youtube.com/channel/UCbBfj_qpUlVWcdu-HPfypew • Jueves, 10 de septiembre: Foro Virtual: “Pazeando” con la verdad: Educación para la VERDAD, LA CONVIVENCIA Y LA NO REPETICIÓN 9:00 a.m. a 12:00 p.m. Canal de YouTube de la Comisión de la Verdad: https://www.youtube.com/channel/UCCYEPSzpYaPqs3ajvn0yL5A Perfil de Facebook de la Comisión de la Verdad: https://www.facebook.com/ComisionVerdadC Canal de YouTube de la Universidad Javeriana Cali: https://www.youtube.com/channel/UCbBfj_qpUlVWcdu-HPfypew • Jueves, 10 de septiembre: Conversatorio: Seminario en construcción de Paz: la mediación como técnica en la resolución de conflictos. 10:00am Transmisión Facebook Live https://m.facebook.com/ programadepazuv/?locale2=es_LA •Jueves, 10 de septiembre: SOLIDARIDAD: Comunidad Triunfo Cristal Paez Experiencias en manejo de enfermedad con medicina tradicional ancestral. 2:00pm Transmisión Facebook Live https://www.facebook. com/semanaporlapaz2020 • Jueves, 10 de septiembre: Conversatorio: “La paz no está en cuarentena” - Equipo pedagógico del Banco de la República del pro-

yecto ‘La paz se toma la palabra’. 4:00 p.m. Facebook Live, a través de:https://www.facebook.com/BanrepculturalCali/ • Viernes, 11 de septiembre: Conversatorio No. 2: “La paz. Camino de escucha basado en la memoria, en la solidaridad y en la fraternidad”. 9:00 a.m. - 11:00 a.m. Transmisión Facebook Live https:// www.facebook.com/semanaporlapaz2020 Transmisión Facebook Live, a través de: https://www.facebook.com/ BanrepculturalCali/ •Viernes, 11 de septiembre: Conversación con cantadoras por la paz. Vení canta con el Pacífico con Cynthia Montaño, Elena Hinestroza cantadora de la Paz. 5:00p.m. Transmisión Facebook Live, a través de: https://www.facebook.com/BanrepculturalCali/ • Sábado, 12 de septiembre: Hagamos Pactos por la Vida. 9:00am Transmisión Facebook Live https://www.facebook.com/semanaporlapaz2020 • Domingo 13 septiembre: Eucaristía Semana por la Paz. Preside: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali. 7:00 a.m. Transmisión por el canal regional Telepacífico • Domingo 13 septiembre: Acto simbólico: “Luz por la paz, prendámonos de ella” y Rosario de cierre. Lugar: Plaza de Toros Preside: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali. 6:00 p.m. Transmisión Facebook

¡Prográmate y participa de todas las actividades que tenemos preparadas!

Live https://www.facebook.com/semanaporlapaz2020 • Lunes, 14 de septiembre: Conversatorio No. 3: “La paz, camino de reconciliación en la comunión fraterna”. 9:00 a.m. - 11:00 a.m. Transmisión Facebook Live https://www.facebook.com/semanaporlapaz2020 Transmisión Facebook Live, a través de: https://www.facebook.com/ BanrepculturalCali/ • Jueves, 17 de septiembre: Café debate: Derechos humanos en medio de la desigualdad: Relatos de diferentes trabajos sociales 4:30 p.m. Enlace de inscripción: https://forms.gle/cymLh8VhJrnHu6r48 • Jueves, 17 de septiembre Taller: Lecturas y escrituras para la paz. Por:Nataly López, Lic.enLiteratura. Público: Mujeres 4:00 p.m. Plataforma WEBEX, enlace:https:// bit.ly/rutapaz • Viernes, 18 de septiembre: Conversatorio No. 4: “La paz, camino de conversión ecológica”. 9:00 a.m. - 11:00 a.m. Transmisión Facebook Live https://www.facebook.com/semanaporlapaz2020 Transmisión Facebook Live, a través de: https://www.facebook.com/ BanrepculturalCali/ • Martes, 22 de septiembre: Taller: “Expresiones de paz”. Por: Andrés Plata, Antropólogo. Público: Líderes, mediadores, maestros. 4:00 p.m. Plataforma WEBEX, enlace: https:// bit.ly/rutapaz •Jueves, 24 de septiembre: Taller: “Objetos de paz”. Por: Ingrid Cosme, Lic. en Artes escénicas. Público: Familias 4:00 p.m. Plataforma WEBEX, enlace: https:// bit.ly/rutapaz • Jueves, 27 de septiembre: Tejiendo redes para afrontar la crisis del COVID-19 en el sector cultural. Invitados: Música Independiente de Cali – MIC, Xiomara Suescún, Red de Teatros, Red de Centros Culturales de Cali, Carolina Jaramillo de Red de Museos del Valle. 5:00 p.m. Plataforma WEBEX, enlace: https://bit.ly/Paz2020 • Lunes, 28 de septiembre: Taller: “Objetos de paz”. Por: Ingrid Cosme, Lic. En Artes escénicas. Público: Familias 4:00 p.m. Plataforma WEBEX, enlace: https://bit.ly/rutapaz • Miércoles, 30 de septiembre: Taller: Redes para la paz. Por: Isabela Quesada, psicóloga. 4:00 p.m. Plataforma WEBEX, enlace: https://bit.ly/ rutapaz


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Promoviendo una cultura de encuentro y paz Semana del Migrante y el Refugiado 2020

Por: Pastoral para los Migrantes

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igrantes, desplazados y refugiados. Seres humanos, todos por igual. El fenómeno de movilidad humana es transversal a todas las personas. Desde la experiencia particular de cada uno se hace manifiesto, más si se toma en cuenta el caso colombiano, el cual ha sido tradicionalmente marcado por el signo del desplazamiento. Sea interno o hacia al extranjero, para Colombia no es ajeno este fenómeno. Ello es visible al menos en el reflejo de las familias colombianas, de las cuales quizás muchos de sus miembros vengan de distintas zonas del país y tengan historias relacionadas de manera directa o indirecta con la migración. Un antepasado de una región lejana, un abuelo de algún pueblo cercano, hermanos en otras ciudades, conocidos y familiares fuera del territorio. Esta es la generalidad, este es uno de los rasgos de la colombianidad. Sin embargo, en la actualidad la movilidad humana se ha presentado como novedosa. La llegada de población proveniente de Venezuela da una nueva dimensión a lo que se entiende por migración y desplazamiento, ya que lo usual en la historia nacional ha sido ver la salida y el desplazamiento de colombianos, no la salida y desplazamiento de otros. Ahora la situación es distinta. Todos los rincones de Colombia están repletos de población proveniente de Venezuela –muchos de los cuales son descendientes de colombianos que en su momento se vieron en la necesidad de abandonar el país. Y se vea o no, la situación representa retos a largo plazo para la nación. ¿Qué dice el migrante de las tradiciones del territorio? ¿Qué aporta a la cultura colombia-

Jesús está presente en cada hermano en condición de migrante y refugiado

na? ¿Qué se puede aprender de ellos? Esto último se vuelve elemental, pues ellos dentro de su misma situación están aprendiendo día a día aspectos esenciales de lo que significa vivir en Colombia. Aprenden las formas y los dichos de cada región. Aprenden a moverse y a entender la particularidad de cada zona. A donde van se encuentran con cosas buenas y situaciones indeseables. A este respecto conviene destacar que la bondad del colombiano hacia el migrante ha sido constante, ello se sabe; no obstante, en el encuentro entre ambas culturas el migrante pasa por los padecimientos

que históricamente han aquejado al colombiano. Aporofobia, inequidad y desigualdad son algunos de los dramas de la nación. Uno de estos dramas, quizá de los de mayor peso, es el desplazamiento a consecuencia del conflicto armado y la violencia. Bien sabemos lo que ello ha representado para el país. Familias y generaciones enteras se enfrentan al desarraigo, al trauma y a las demás consecuencias provenientes del conflicto. Mas esto no es ahora cuestión exclusiva del pueblo colombiano, pues los migrantes de hoy también viven lo que se ha hecho extensivo en

la historia de las últimas décadas en Colombia. Quienes llegan también sufren el desplazamiento, también son víctimas de la violencia que nos ha aquejado por años. En su necesidad por estabilizarse encuentran zonas en disputa, delincuencia y conflictividad inédita para sus vidas. Los problemas del país son ahora sus problemas. Y así como se comparte aquello que resulta deplorable, también se puede compartir la solidaridad y el acompañamiento que se ha brindado a las víctimas. Después de todo, para el caso de mucho de los migrantes que llegan a Colombia, este será tam-

bién su país. De esta manera, la respuesta ante ellos debe ser empática y acogedora. Esto invita a pensar en un nosotros en gran escala, porque ellos formarán parte de las historias del país, se mezclarán con las comunidades y brindarán nuevas perspectivas a la identidad nacional. En su vocación de permanencia hay una nueva lectura que se hace a diario de la colombianidad. Su migración será pronto la historia de miles de colombianos más. En sus dramas estarán las luchas y los sueños del país, que es tan de ellos como de todos los que conforman actualmente su identidad.


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Programación Semana del Migrante y Refugiado 2020 Promoviendo una cultura de encuentro y paz

ORACIÓN MOMENTO DE FE Y UNIDAD “¡Aquí estás, Señor, Dios Viviente! ¡Dios Amor en la Creación! ¡Dios Salvador en la Cruz! ¡Dios unificador con tu Santo Espíritu, que derramas en nuestros corazones! ¡Acudimos ante Ti, Dios misericordioso con todos; siempre dispuesto a restaurarnos, con tu perdón y con tu mandato de arrepentimiento sincero, de verdad confesada, de reparación y justicia cumplida, de garantías para la no repetición de barbaries y atrocidades como la que estamos sufriendo!

“Acoger, proteger, promover e integrar a los desplazados internos” Papa Francisco

• Lunes 14 de septiembre: “Acercarse para servir”. Lugar: Barrio El Piloto 10:00 a.m. - Compartir comunitario y Facebook Live en el Comedor de Ayuda Humanitaria. 2:00 p.m. - Cierre con presentación artística del Aula Sociocultural – Pastoral para los Migrantes. • Martes 15 de septiembre: “Escuchar para reconciliarse” 9:00 a.m. a 11:00 a.m. – Facebook Live “Atención psicosocial y ayuda humanitaria en el contexto de pandemia”. Invitados: Jessica Castrillón Castro, Líder de Unidad Psicosocial de la Pastoral para los Migrantes. Laura María Mayor Patiño, Coordinadora de Proyecto de la Pastoral para los Migrantes . • Miércoles 16 de septiembre: “Involucrar para promover” 9:00 a.m. a 12:00 m. - Conversatorio: Aspectos pastorales y las nuevas migraciones. Invitados: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali. Mons. Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal, Venezuela. Mons. Omar Alberto Sánchez, Obispo de Tibú. Mons. Orlando Olave Villanoba, Obispo de Tumaco. • Jueves 17 de septiembre: “Colaborar para construir”. 9:00 a.m. a 11:00 a.m. – Facebook Live: Aspectos jurídicos y acceso a derechos para migrantes y refugiados. Invitados: Óscar Millán - Lider Unidad Jurídica de la Pastoral para los Migrantes. Lina María Rojas Aguirre, Coordinadora de la Pastoral para los Migrantes. • Viernes 18 de septiembre: “Conocer para comprender”. 9:00 a.m. a 12:00 m. - Foro: La academia y las instituciones de

cara a la movilidad humana. Invitados: Administración municipal de Cali – Desafíos de la atención a flujos mixtos desde la Alcaldía de Cali. Defensoría del Pueblo – Similitudes entre los desplazados colombianos y la migración venezolana. Jan Grill, Universidad del Valle – Aspectos de la migración en Cali. Alexander Campos, Universidad Central de Venezuela – El desplazamiento en clave venezolana. Ligia Bolívar, Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela – Prospectiva de la migración venezolana. • Sábado 19 de septiembre: “Crecer para compartir” 9:00 a.m. a 12:00 m. - Conversatorio – Líneas y estrategias de integración desde las organizaciones de cooperación internacional. Invitados: Agencia de la ONU para los Refugiados – ACNUR. Organización Internacional para las Migraciones – OIM. Heartland Alliance International – HAI. Fundación Panamericana para el Desarrollo – FUPAD. Consejo Noruego para Refugiados – NRC. • Domingo 20 de septiembre: “Promoviendo una cultura de encuentro y paz” 7:00 a.m. – Transmisión por el Canal Regional Telepacífico de la Eucaristía Anual conmemorativa de la Semana del Migrante y Refugiado, desde la parroquia San Juan Bautista. Unidos como Iglesia de Cali en torno al altar para elevar una plegaria por las realidades de los migrantes, refugiados y desplazados. Reconocimiento a toda una vida de entrega y servicio de quienes comenzaron esta obra en la Arquidiócesis de Cali.

¡Aquí estás, Señor! ¡Aquí nos tienes! ¡Aquí traemos ante Ti nuestras lágrimas, nuestra rabia, nuestro dolor! ¡Aquí traemos nuestro miedo y nuestra sed de venganza! ¡Aquí traemos nuestra opresión y humillación por quienes se escudan en sus armas, por quienes contratan muerte y miedo, terror y desplazamiento, amenazas y ofensas! ¡Aquí nos tienes, impotentes ante el inmenso e irreparable daño! ¡Acudimos a la Omnipotencia del Amor que eres Tú, Señor. ¡Cálmanos! ¡Enciérranos en tus brazos de Padre y Madre! ¡Acoge los espíritus martirizados de nuestros muchachos! ¡Dinos que los recibes en tu hogar del Cielo, ahora que han vivido el horror de la tierra, el terror de los inhumanos y las fieras, el infierno de los insaciables! ¡Aquí nos tienes, Señor, para entregarlos del todo, soltándolos de nuestros resentimientos; soltándonos nuestros remordimientos y culpas; soltando a tu justicia divina nuestra frustración con la injusticia humana, que agrava nuestra tragedia! ¡Aquí nos tienes, Señor! ¡En Ti, con tu Santo Espíritu de verdad, vida y amor, queremos reconciliarnos! Necesitamos de tu presencia que rompa esta soledad y tiniebla! ¡Necesitamos de tus Palabras de Vida Eterna, que nos conduzca por este camino de tortura y de memoria herida, de corazones sangrantes, de temores constantes! ¡Necesitamos de una Madre al pié de la Cruz, como María, y que seamos confiados por Ti, su Hijo Crucificado, a su maternal cuidado! ¡Ven, Señor! ¡Venga tu Espíritu! ¡Venga a nosotros tu Reino! ¡Nazca tu paz y tu horizonte infinito de vida dentro de nosotros, entre nosotros, en tu pueblo y humanidad entera, AMÉN! Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

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Lo que celebramos

Santiago de Cali, Septiembre de 2020

Bodas de plata de la Fundación Ángeles de la Calle Por: Pbro. Gustavo Adolfo Echeverry Acosta Presidente de la Fundación Ángeles de la Calle

L

a Fundación Ángeles de la Calle, ha tenido como objetivo principal ayudar a los hermanos necesitados de regeneración dez las drogas y alcoholismo, de todo ese mundo de indigencia y adicción y apoyarlos en el proceso de resocialización con sus familias y la sociedad. El pasado 7 de agosto, esta obra cumplió sus 25 años de fundación. La obra fue fundada por el Pbro. Gustavo Adolfo Echeverry Acosta en el año 1995, con un grupo de jóvenes de la ciudad de Cali; jóvenes espirituales y optimistas, con deseos de servir a los más pobres y quienes se vincularon a esta labor cuando el padre Gustavo llegó de Villavicencio, donde tuvo experiencia trabajando con habitantes de la calle. El padre Gustavo Adolfo llegó a

Cali en enero de 1995, como Capellán de la Tercera Brigada del Ejército; sin embargo, inició con estos jóvenes esta “locura” de servir a Jesús en los más pobres. La Fundación Ángeles de la Ca-

lle contó con una casa de paso durante 17 años, donde los amigos y amigas de la calle, desayunaban, tenían espacios de aseo personal, lavaban sus ropas, tenían formación espiritual, talleres

de algún arte, y almorzaban. Posteriormente, se debió entregar la casa por la mala situación de la misma. Actualmente, la Fundación se encuentra en la búsqueda de una nueva sede para brindar una mejor atención. Durante la actual pandemia de COVID-19, la Fundación no ha cesado de servir a Jesucristo pobre de las calles. Continúan trabajando para mantener su misión. La Fundación desea agradecer a todos los voluntarios que se han unido a dicha labor y han dedicado su tiempo al servicio; en particular a la señora Martha Lucía Cubillos Reyes y al señor Carlos Alberto Ortiz Pazos. También, agradecen a los benefactores que han apoyado esta hermosa causa en función de los hermanos que más necesitan del apoyo y misericordia de todos. Dios continúe bendiciendo la labor que realiza la Fundación Ángeles de la Calle y que permita contar con un hogar de paso, de manera que se pueda brindar una mejor atención y apoyo a todos los hermanos habitantes de calle de la ciudad.

Catequesis

El mundo en que vivimos Catequesis para Confirmación

U

n taller para crecer: ¿Si el mundo fue creado para ser feliz porque hay desesperanza, maldad, tristeza? ¿Quién tiene la culpa del desorden social, de las injusticias? ¿Qué aspectos positivos rescatas de la vida del mundo hoy? ¿Cuál es tu contribución al desorden en el que está el mundo hoy? ¿Con qué contribuyes a la construcción de justicia en el mundo? La palabra de Dios te ilumina: No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta (Romanos 12, 2).

Cuestionando mi vida: Escribe unos cuantos renglones donde des tu opinión sobre lo que ves en el mundo que te rodea y cómo podríamos ayudarle ser cada vez más justo, solidario, amoroso. ______________________ ______________________ ______________________ ______________________ ______________________ ______________________ ______________________ ______________________ ______________________ ______________________ ______________________ ______________________ ______________________


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Educación

Santiago de Cali, Septiembre de 2020

Comunidades del río San Juan: entre la pandemia y el conflicto armado

Esta comunidad hace un llamado al gobierno nacional para que atiendan la problemática que afrontan

E

l confinamiento ha sido de las medidas adoptadas por la mayoría de gobiernos en el mundo para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por COVID-19, por lo que cientos de ciudadanos no solo han tenido que cumplir y adaptase a esta medida, sino también a un inminente cambio cultural, social y económico. Se supone que una persona debe estar obligada a permanecer en un lugar o encerrada en él; eso es claro, pero, que en Colombia, el confinamiento se convierta en una situación aún más preocupante, no solo por el riesgo de contraer la enfermedad, sino por el miedo a ser víctima del fuego cruzado entre los diferentes actores del conflicto armado, es triste, pero además difícil de comprender. Esta es la suerte que viven los habitantes de las comunidades asentadas en el Bajo, Medio y Alto San Juan, territorio que limita los departamentos del Valle del Cauca y Chocó. Al respecto, la Facultad de Educación y la Facultad de Teología, Filosofía y Humanidades de UNICATÓLICA han manifestado su preocupación ante la grave situación que padecen las comunidades afrocolombianas, indígenas y los colonos que habitan en las riberas del río San Juan, pues desde el pasado 3 de julio se han presentado en la zona varios enfrentamientos entre grupos armados, y algunos miembros de la comunidad Wounaan son estudiantes de los programas

de Licenciatura en Ciencias Sociales, Licenciatura en Filosofía y Licenciatura en Informática de la Institución. La guerra insiste en ser la protagonista de una verdadera crisis. Algunos miembros de las comunidades indígenas Wounaan de Papayo, Chachajó, Puerto Pizario, Nuevo Pitalito, Malaguita y territorios cercanos, aseguran que la situación es demasiado compleja, incluso, los estudiantes han manifestado que “el desplazamiento a las chagras, a recoger los alimentos, la pesca en los ríos y la movilidad hacia Buenaventura para la compra de productos, que no se consiguen en el territorio, es cada vez más difícil y peligrosa”. Para poner en contexto; el territorio del río San Juan es uno de los escenarios del conflicto armado en la región del Pacífico, donde combaten la insurgencia, la fuerza pública y los paramilitares, situación que, además de violar los derechos humanos de sus habitantes, ha agravado las condiciones de pobreza, acceso y abastecimiento de alimentos y productos de primera necesidad, como artículos de aseo y medicamentos. A esta situación se suma el reciente asesinato de la niña embera, Luz Elena Cáizamo Rojas, de 9 años de edad, alcanzada por un proyectil en medio de un enfrentamiento. El pasado 17 de julio ambas Facultades elevaron su voz para dar a conocer esta situación y hacer un llamado a los Gobiernos nacional, regional y a la comunidad internacional, para que atiendan urgentemente la problemática

que afrontan nuestros conciudadanos, además de tomar las medidas necesarias, no solo para esclarecer y pedir justicia por el

asesinato de la pequeña Luz Elena, sino también para buscar una pronta salida al conflicto social y armado en Colombia.


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Actualidad

Santiago de Cali, Septiembre de 2020

Santos del Mes

FELIZ CUMPLEAÑOS

Santa teresa de calcuta

SEPTIEMBRE Ulloa Caicedo Gonzalo Serna Zapata Miguel Ángel Forero Parra Manuel Felipe Gálvez Pineda Fernando Henao Diosa José Guillermo López Velásquez Ricardo Marcial Salgado Gómez Omar Herney Bernal Velazco Francisco Alejandro Cruz Rendón Luis Hernando Palacio Builes Iván Parrado Parrado Jorge Tulio Gallego Muñetón Juan Carlos Ortiz González Jhon Elisander, O.F.M. Cuervo Pineda Juan José De Los Ríos López Héctor Candamil Tafur Raúl Montes Martínez Diego Alejandro Torres Fajardo José Jonás Ortiz Ortiz Braulio Marcial Matíz Moreno Marco Antonio Vargas Jhon Alberto, C.R. López Ramírez Andrés Mauricio Grenier Enrique, S.J. Alvarado Camargo Luis Felipe Bortolossi Cluadio, S.X. González Carrasquilla Álvaro

01 02 04 04 05 05 09 10 11 12 13 13 16 21 21 22 23 24 24 24 25 25 27 28 29 30

05 de septiembre

San Pedro Claver Su nombre de nacimiento fue Pere Claver Corberó,3​fue un misionero y sacerdote jesuita español que pasó a la posteridad por su entrega a aliviar el sufrimiento de los esclavos del puerto negrero de Cartagena de Indias donde vivió la mayor parte de su vida. Se apodó a sí mismo el «esclavo de los negros». Fue un modelo admirable de la praxis cristiana del amor y del ejercicio de los derechos humanos, de los que se lo declaró «defensor» en 1985.

SEPTIEMBRE

14 de septiembre

El Señor de los Milagros de Buga, es una imagen tallada en madera y con una altura de 1.33 metros. La tradición cuenta que una indígena estaba lavando la ropa en el río Guadalajara para poder comprar una nueva imagen de Jesucristo con los jornales. En el río que la indígena visitaba haciendo su labor, vio un objeto brillante que bajaba por el río. Era un crucifijo que llevó a su casa y puso en medio de las aguas en un altar. Al día siguiente, cuando se despertó, describió que la efigie había aumentado hasta llegar al tamaño actual. La escultura de color oscuro representa a Cristo ya muerto con el cuerpo muy inclinado, la cabellera empapada de sangre y los labios entreabiertos. Esta imagen empezó a conocerse como “Señor de los Milagros”.

San mateo apóstol

Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro 22 años de ordenación Sacerdotal Septiembre 06 de 1997 Años de

Día Servicio 04 07 08 10 10 10 10 12 12 12 20 21 29 30

27 07 13 09 09 26 26 28 28 33 06 02 27 47

Fue uno de los doce apóstoles elegidos por Jesús. Mateo es citado en los Evangelios como Leví, hijo de Alfeo o Cleofás, publicano y recaudador de impuestos en Cafarnaúm (Mateo 9:9, Marcos 2:14, Lucas 5:27-29). Mateo como todos los Apóstoles dejo su vida pagana y no dudo un instante en responder al llamado que Jesús le hizo para que le siguiera como su discípulo.

21 de septiembre

Santos arcángeles miguel, gabriel y rafael

29 de septiembre

Bíblicamente se reconocen tres arcángeles, los cuales actuando en función de enviados por Dios tuvieron una misión específica dentro de la historia de salvación. San Miguel en hebreo significa “¿Quién como Dios?”. Su nombre era el grito de guerra en la batalla liberada en el cielo contra el enemigo y sus seguidores. San Rafael quiere decir “Medicina de Dios” o “Dios ha obrado la salud”. Es el Arcángel amigo de los caminantes y médico de los enfermos. San Gabriel significa “Fortaleza de Dios”. Tuvo la misión de anunciarle a la Virgen María que sería la Madre del Salvador.

San Jerónimo

FALLECIMIENTOS

SEPTIEMBRE

Pbro. Rafael Jairo Calle Orozco Monseñor Anuar Ilian Botero Pbro. Juan Salvadó Góma Pbro. Samuel Hurtado Duque Pbro. Francisco Fernely Alvarado Pava

09 de septiembre

Señor de los milagros

ORDENACIONES

Narváez Acuria Kelvin Fabián Salcedo Gómez Alonso Ramos Escobar Jaime Humberto González Mercado Freddy Alberto Santacruz Valencia Oliver Giraldo Osorio Carlos Arturo Gómez Valderrama Ramón Elías Uribe Jaramillo Cesar Javier, S.J. Arias Pineda Óscar Jhony, C.S.S.R. Rodríguez Rincón Rafael Ángel Urrea Cerón Eduar, S.D.V. Santamaría Vásquez Juan David Bere Gerardus Bortolossi Cluadio, S.X.

Nació el 26 de agosto de 1910 y muere el 5 de septiembre de 1997, de nombre secular Agnes Gonxha Bojaxhiu. Agnes descubrió su vocación desde temprana edad, y para 1928 ya había decidido que estaba destinada a la vida religiosa, por lo cual optó por cambiar su nombre a “Teresa” en referencia a la santa patrona de los misioneros, Teresa de Lisieux. Santa Teresa de Calcuta es reconocida a nivel mundial al reflejar el rostro de Cristo en medio de los más necesitados y enfermos, de igual manera fundó una comunidad religiosa al servicio de la caridad y la ayuda de los menos favorecidos.

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Nació en Dalmacia en el año 340 y murió en Belén el 30 de septiembre de 420. Es considerado Padre de la Iglesia, uno de los cuatro grandes Padres Latinos. La traducción al latín de la Biblia hecha por San Jerónimo, llamada la Vulgata “edición para el pueblo” y publicada en el siglo IV de la era cristiana, fue declarada en 1546 por la Iglesia Católica en el Concilio de Trento, la versión única, auténtica y oficial de la Biblia para la Iglesia latina. Con sus obras, influenció la forma de traducción e interpretación de las Sagradas Escrituras y el uso del latín como medio de comunicación en la historia de la Iglesia.

30 de septiembre


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