Lbnd113 1110

Page 1

X La XXXII Peregrinación Diocesana al Monasterio Benedictino de Los Toldos se realizará los días 13 y 14 de noviembre. La partida será el sábado a las 21,30, desde la Catedral. El domingo 14, al arribar al Monasterio, aproximadamente a las 7, concluirá con la Santa Misa presidida por el obispo Martín de Elizalde. VIGILIA DE ORACION

COLECTA DIOCESANA

2011 será el Año de la Vida

La Iglesia, nuestra casa, necesita el apoyo de todos nosotros

XEl Santo Padre ha convocado a una vigilia de oración por la vida naciente, a realizarse el 27 de noviembre al comenzar el tiempo del Adviento, para agradecer al Señor que, con el don total de sí mismo, ha dado sentido y valor a toda vida humana y para invocar su protección sobre cada ser humano llamado a la existencia. En este sentido, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina dio a conocer una la declaración.

X Se realizará en todas las capillas y parroquias de la diócesis, los días 13 y 14 de noviembre


La Buena Noticia

Pág. 2

NOVIEMBRE DE 2010

ACTUALIDAD DIOCESANA CARTA DEL OBISPO

Preguntas y respuestas Queridos hermanos: A partir del 12 de septiembre, durante una semana muy apretada, realicé la Visita pastoral a la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, de Trenque Lauquen, coincidiendo con la celebración de las fiestas patronales, en las que tuve la alegría de participar. Las actividades de la semana fueron intensas, pero quiero comentar una iniciativa del Cura Párroco, novedosa y finalmente muy útil. Se organizó un encuentro del Obispo con los fieles comprometidos en las tareas pastorales: colaboradores de la parroquia, religiosas, ministros, catequistas, docentes, miembros de movimientos laicales,. Se congregó una cantidad muy importante de personas y se los invitó a presentar preguntas, a responder en el momento. Ellas resultaron muy interesantes, representativas de las preocupaciones de nuestros laicos; y dieron pie para presentar algunas de las opciones pastorales de la diócesis y aclarar cuestiones que no es frecuente o fácil plantear de parte de los fieles. No voy a enumerar todas las preguntas, pero voy a indicar algunos temas más importantes y significativos. 1. Una pregunta se refería a la pastoral de los jóvenes. Ellos están a menudo alejados de la Iglesia y como ajenos a la práctica cristiana y a los valores de la fe. La preocupación pastoral no encuentra muchas veces el camino para acercarse a ellos e interesarlos, llevándoles propuestas para una visión integral de la vida, abierta a la espiritualidad y sostenida por los sacramentos. En la respuesta me referí a la responsabilidad de las familias, ya que durante los años de desarrollo y formación, en la niñez y adolescencia, son los padres quienes se encuentran más cerca de ellos, trasmitiéndoles los elementos que habrán de serles útiles a lo largo de toda su existencia, desde la experiencia del hogar hasta la preparación en los más variados aspectos. Los padres pueden manifestar a los educadores y docentes su experiencia y su percepción del mundo de los jóvenes, comprometiéndolos para seguir en la mejor dirección. La Iglesia recibe a los jóvenes que los propios padres han orientado y, en cierto modo, presentado a la Iglesia misma, acompañándolos con su testimonio. La Iglesia llama, pero no es fácil que en plena época de cambios y descubrimientos, los jóvenes que no han tenido un primer acercamiento a la fe desde su ambiente familiar, con la participación en la Eucaristía y la instrucción recibida en la catequesis, se avengan a escuchar esta voz. En realidad, les devolví la pregunta, recordándoles su responsabilidad que es primera, y asegurándoles de nuestro compromiso con los jóvenes, orando por ellos, convocándolos y estimulándolos para que se formen en un espíritu cristiano, y lleguen a ser cristianos maduros en su fe y en sus prácticas. 2. Otra pregunta deseaba saber porqué se impuso el celibato de los sacerdotes, en la Iglesia latina. Una respuesta completa sería necesariamente muy extensa, por lo que debimos resumir. La tradición de la Iglesia ha reconocido siempre el valor de la virginidad, siguiendo en esto al mismo Salvador, que señaló la prioridad del celibato por el Reino de los cielos. De algunos de los apóstoles sabemos que eran casados, de Juan evangelista, que era virgen; desde los primeros siglos se propuso este ideal, para los monjes y consagradas, en primer término, y para los obispos, como se ha conservado hasta hoy en la Iglesia ortodoxa y entre los orientales católicos. Durante el primer Milenio, en Occidente, se generalizó la práctica del celibato, que ya era aceptado, aunque subsistieron excepciones y abusos, que la tradición y la disciplina eclesiásticas fueron ordenando. Encontramos tres fundamentos en el Nuevo Testamento: A) el primero es el testimonio de la vida de Jesús, quien no contrajo matrimonio, y tenía una dedicación plena a su Padre celestial, entregado al cumplimiento de su misión redentora. Nacido de María Virgen, le confió a ella ser Madre de todos los hombres, y así señaló la fecundidad y el alcance universal de la maternidad de quien es modelo de entrega a Dios, Virgen y Madre. El celibato y la virginidad se originan en el amor a Dios y se expresa en la disponibilidad hacia los hermanos; la opción primera es por el Reino de Dios: “¡Entienda el que pueda!” (Mt, 19, 12).

INTENCIONES PARA ORAR EN EL 2010 Propuestas por el Santo Padre Benedicto XVI General: Para que cuantos son víctimas de la droga y de toda forma de adicción encuentren en el poder de Dios Salvador la fuerza de cambiar radicalmente su vida, gracias al apoyo de la comunidad cristiana. Misionera: Para que las Iglesias de América Latina prosigan la misión continental propuesta por sus Obispos, insertándola en la tarea misionera universal del Pueblo de Dios.

B) El segundo es la enseñanza de Jesús, propuesta a sus discípulos: a los saduceos, opuestos a la doctrina de la resurrección de los muertos, les dice que en la vida eterna los hombres no se casan ni contraen matrimonio (Mt 22, 29-32), esto indica que la virginidad tiene un sentido escatológico, señala lo definitivo, identificándolo en la esperanza con la condición de los bienaventurados, los ángeles y los santos. El seguimiento de Cristo pide una actitud de desprendimiento, de renuncia (cf. Mt 19, 27.29). Y así lo entendió siempre la Iglesia. El signo de la vida consagrada a Dios por la virginidad y el propósito de celibato es un testimonio ante el mundo, que lo necesita siempre, para descubrir la presencia de Dios y su amor misericordioso, y responder con generosidad a su entrega. C) El tercero lo expresa el Apóstol San Pablo, cuya doctrina es expuesta en el Catecismo de la Iglesia Católica de esta manera: (Los sacerdotes de la Iglesia latina) “llamados a consagrarse totalmente al Señor y a sus ‘cosas’ (cf. 1 Co 7, 32), se entregan enteramente a Dios y a los hombres. El celibato es un signo de esta vida nueva al servicio de la cual es consagrado el ministro de la Iglesia; aceptado con un corazón con un corazón alegre, anuncia de modo radiante el Reino de Dios” (n.1579). Estos pasajes nos hablan de la libertad del espíritu y de la dedicación en el servicio misionero y comunitario, que representa la aplicación al apóstol y al pastor de las actitudes interiores del mismo Salvador. 3. La escasez de sacerdotes fue otra de las preocupaciones que se expresaron, con el deseo, bien comprensible, que hubiera sacerdotes jóvenes y dinámicos en todas las comunidades parroquiales. Es sabido que nuestra diócesis no cuenta con un número tan abundante de sacerdotes y diáconos; incluso la presencia de las comunidades religiosas es más bien limitada. Tenemos seminaristas, que representan una esperanza para el futuro, pero el tiempo de formación es bastante largo (8 años), y al mismo tiempo es un proceso de discernimiento de su vocación. Hay sacerdotes que ya están retirados de las responsabilidades parroquiales, después de largos años de servicio pastoral, y todos ellos, de diferentes maneras, siguen prestando una colaboración generosa en las parroquias donde residen. Se prodiga mucho esfuerzo y dedicación, que debemos apreciar y agradecer. Pero también nos preocupamos por el futuro de nuestra Iglesia, la celebración de los sacramentos y la acción pastoral. ¿Cómo podremos hacerlo? Con la oración insistente, en primer lugar, y la promoción de la Obra de las Vocaciones, que forma y alienta este espíritu en las comunidades, que piden por sus sacerdotes y el surgimiento de nuevas vocaciones santas. Pero no olvidemos que las vocaciones surgen en el ámbito de las familias cristianas y son alentadas por su participación en la comunidad eclesial, la oración y el apostolado. Desde los inicios de la catequesis y en la predicación dominical, en la formación de los laicos y en los grupos de espiritualidad tiene que estar presente la llamada a la vida sacerdotal y consagrada. 4. En fin, se preguntó también sobre algunos temas referidos a la Catequesis. De esto se habló más detalladamente en el ENCADI, pero quise recordar la importancia de la familia en la trasmisión y la práctica de la fe en los niños, comenzando a una edad bien temprana. El descenso de la edad para iniciar la catequesis y recibir los sacramentos, responde a la comprobada aptitud de los niños, en la época de su despertar religioso, para acoger el mensaje del Evangelio y acercarse a la oración y a la práctica de la caridad, la limosna, la misión. También se han acortado los lapsos que antes transcurrían entre la primera Comunión y la Confirmación, para evitar el desgranamiento, facilitar la recepción de este último sacramento y preparar la deseada recuperación del orden tradicional, teológico, de los sacramentos de iniciación, que es la secuencia Bautismo, Confirmación, Eucaristía. No es suficiente pensar en una catequesis postergada hasta la adolescencia del sacramento de la Confirmación, porque no se trata de ejercer una contención solamente, sino que se debe encarar eficientemente una pastoral de los jóvenes, ya plenamente incorporados a la vida sacramental de la Iglesia, por una parte, y en un anuncio misionero a los que se encuentran más alejados. La Visita pastoral ofrece esta oportunidad de diálogo y de encuentro, que tenemos que aprovechar. Agradezco a quienes se acercaron con sus inquietudes, y dieron la posibilidad de exponer, en la respuesta, el pensamiento de la Iglesia. Con mucho afecto, los saluda y bendice,

+ MARTÍN, OBISPO DE NUEVE DE JULIO


NOVIEMBRE DE 2010

Pág. 3

VIDA CRISTIANA

VIGILIA DE ORACION

Comunicado del Obispado de Nueve de Julio

2011, Año de la Vida El Santo Padre ha convocado a una vigilia de oración por la vida naciente, a realizarse el 27 de noviembre al comenzar el tiempo del Adviento, para agradecer al Señor que, con el don total de sí mismo, ha dado sentido y valor a toda vida humana y para invocar su protección sobre cada ser humano llamado a la existencia. Por eso, con relación a este tema, compartimos la declaración la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina.

C

omo afirmamos en el documento «Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad», cuando hablamos del don de la vida, regalo sagrado de Dios a los hombres, «nos referimos a la vida de cada persona en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural» y en todas sus dimensiones: física, espiritual, familiar, social, política, religiosa, etc. La persona humana, portadora de vida, es «necesariamente fundamento, causa y fin de todas las instituciones sociales» y es en este sentido que la Iglesia ha buscado siempre, en su accionar, la promoción de la dignidad de la persona y la protección de los derechos humanos

como sustento imprescindible y constitutivo de todo orden social. Por eso, como pastores y ciudadanos, queremos reafirmar, en este camino del Bicentenario y de modo especial durante el 2011, la necesidad imperiosa de priorizar en nuestra patria el derecho a la vida en todas sus manifestaciones, poniendo especial atención en los niños por nacer, como en nuestros hermanos que crecen en la pobreza y marginalidad. Estamos convencidos de que no podremos construir una Nación que nos incluya a todos si no prevalece en nuestro proyecto de país el derecho primario de toda persona sin excep-

ción: el derecho a la vida desde la concepción, protegiendo la vida de la madre embarazada, y, potenciando el vínculo madrehijo a fin de cuidar su calidad de vida hasta la muerte natural. Debemos encontrar caminos para cuidar la vida de la madre y del hijo por nacer, y así, salvar a los dos. Alentamos, entonces, a todos los argentinos a realizar una opción sincera, madura y comprometida por la vida garantizando la protección de este derecho fundamental sin el cual no podremos edificar el país que anhelamos. Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina Octubre 14 de 2010

ACTUALIDAD DIOCESANA ACTUALIDAD DIOCESANA

Tres Lomas: el templo parroquial cumplió 70 años X El templo parroquial de Nuestra Señora de Luján, en Tres Lomas, cumplió 70 años. En el marco de sus festejos, el 17 de setiembre se celebró la misa en memoria y agradecimiento a Dios Nuestro Señor y a los fieles que elevaron, mantuvieron y cuidaron el templo parroquial dedicado a la Virgen de Lujan. Adhiriendo a este acontecimiento los fieles acercaron fotos de las distintas épocas y celebraciones del mismo, armándose una exposición del 9 al 11 de octubre en la «Vieja Usina», adonde concurrieron los habitantes de la ciudad para ver la muestra. Allí se expusieron fotos de bautismos, casamientos, comuniones, confirmaciones, la de todos los sacerdotes que han pasado por la comunidad, como también ves-

Eucaristía, en acción de gracias, celebrado por el padre Carlos Arive, en el templo parroquial de Tres Lomas. tiduras litúrgicas, vestidos de casamiento, de comunión, de bautismos, etc. La celebración tuvo, además, un almuerzo comunitario el domingo 10 de octubre en las instalaciones del Club Unión Deportiva que cedió el espacio con

mucha generosidad. Agradecemos a todas las personas e instituciones que colaboraron para esta celebración y nos preparamos así para celebrar las bodas de diamante en el año 2015 con mucho entusiasmo.

X El Papa Benito XVI nos invita a celebrar la gracia de la vida y a participar con fe y gratitud en su misterio durante el próximo año, 2011., comenzando el sábado 27 de noviembre, en el sábado que precede al Iº Domingo de Adviento, con una Vigilia de Oración. La Iglesia en la Argentina se une a este pedido, recordándonos que es »para agradecer al Señor que, con el don total de sí mismo, ha dado sentido y valor a toda vida humana y para invocar su protección sobre cada ser humano llamado a la existencia». Con este motivo, el sábado 27 de noviembre próximo, en todas las iglesias parroquiales y capillas de la diócesis, se realizará al fin de la tarde y parte de la noche una VIGILIA DE ORACIÓN, con textos y lecturas adecuadas, y en la Santa Misa de ese primer Domingo de Adviento, con los mismos formularios del Misal Romano, se incorporará en la Oración de los Fieles esta intención. Asimismo, el celebrante tendrá en cuenta en la homilía esta circunstancia y presentará a los fieles el sentido de la propuesta del Santo Padre.


La Buena Noticia

Pág. 4

NOVIEMBRE DE 2010

VIDA CRISTIANA - VOCACION Los hombres «siempre tendrán necesidad de Dios» y por tanto «de sacerdotes» …[Hoy], mucha gente piensa, que el sacerdocio católico no es una «profesión» con futuro, sino que pertenece más bien al pasado. (…) [Sin embargo], también en la época del dominio tecnológico del mundo y de la globalización, seguirán teniendo necesidad de Dios, del Dios manifestado en Jesucristo y que nos reúne en la Iglesia universal, para aprender con Él y por medio de Él la vida verdadera, y tener presentes y operativos los criterios de una humanidad verdadera. Donde el hombre ya no percibe a Dios, la vida se queda vacía; todo es insuficiente. El hombre busca después refugio en el alcohol o en la violencia, que cada vez amenaza más a la juventud. Dios está vivo. Nos ha creado y, por tanto, nos conoce a todos. Dios está vivo, y necesita hombres que vivan para Él y que lo lleven a los demás. Sí, tiene sentido ser sacerdote: el mundo, mientras exista, necesita sacerdotes y pastores, hoy, mañana y siempre… El seminario es una comunidad en camino hacia el servicio sacerdotal. No se llega a ser sacerdote solo. Hace falta la «comunidad de discípulos», el grupo de los que quieren servir la Iglesia de todos.

CARTA DEL PAPA BENEDICTO XVI A LOS SEMINARISTAS

El sacerdocio no es "algo del pasado"

En la carta, el Papa, expresa lo mucho que piensa en los seminaristas, especialmente en estos momentos difíciles, lo cerca que los tiene en la oración y el deseo de que tomen conciencia de la seriedad de la propia formación y su propia identidad. Elementos importantes para los años de formación. El sacerdote: un «Hombre de Dios» 1. Quien quiera ser sacerdote debe ser sobre todo un «hombre de Dios». (…) Dios se ha manifestado en Jesucristo. En el rostro de Jesucristo vemos el rostro de Dios. En sus palabras escuchamos al mismo Dios que nos habla. Por eso, lo más importan-

te en el camino hacia el sacerdocio, y durante toda la vida sacerdotal, es la relación personal con Dios en Jesucristo. El sacerdote no es el administrador de una asociación, que intenta mantenerla e incrementar el número de sus miembros. Es el mensajero de Dios entre los hombres. Quiere llevarlos a Dios, y que así crezca la comunión entre ellos. Por esto, es tan importante que aprendan a vivir en contacto permanente con Dios… La Eucaristía, centro de la relación con Dios 2. Para nosotros, Dios no es sólo una palabra. En los sacramentos, Él se nos da en persona, a través de realidades corporales. La Eucaristía es el centro de nuestra relación con Dios y de la configuración de nuestra vida. Celebrarla con participación interior y encontrar de esta manera a Cristo en persona, debe ser el centro de cada una de nuestras jornadas. (…) Para celebrar bien la Eucaristía, es necesario también que aprendamos a conocer, entender y amar la liturgia de la Iglesia en su expresión concreta… Sacramento de la Penitencia 3. También es importante el sacramento de la Penitencia. Me enseña a mirarme con los ojos de Dios, y me obliga a ser honesto conmigo mismo. Me lleva a la humildad. El Cura de Ars dijo en una ocasión: Piensan que no tiene sentido recibir la absolución hoy, sabiendo que mañana cometerán nuevamente los mismos pecados. Pero -nos

dice- Dios mismo olvida en ese momento los pecados de mañana, para darnos su gracia hoy. (…) Cuando recibo el perdón, aprendo también a perdonar a los demás. Reconociendo mi miseria, llego también a ser más tolerante y comprensivo con las debilidades del prójimo. Piedad popular 4. Sepan apreciar también la piedad popular. (…) A través de ella, la fe ha entrado en el corazón de los hombres, formando parte de sus sentimientos, costumbres, sentir y vivir común. Por eso, la piedad popular es un gran patrimonio de la Iglesia. Ciertamente, la piedad popular tiene siempre que purificarse y apuntar al centro, pero merece todo nuestro aprecio, y hace que nosotros mismos nos integremos plenamente en el «Pueblo de Dios». El tiempo en el seminario, es sobre todo, tiempo de estudio 5. El tiempo en el seminario es también, y sobre todo, tiempo de estudio. La fe cristiana tiene una dimensión racional e intelectual esencial. (…) Una de las tareas principales de los años de seminario es capacitarnos para dar razones de nuestra fe. Les ruego encarecidamente: Estudien con tesón. Aprovechen los años de estudio. No se arrepentirán. Es verdad que a veces las materias de estudio parecen muy lejanas de la vida cristiana real y de la atención pastoral. Sin embargo, es un gran error plantear de entrada la cuestión en clave pragmática: ¿Me servirá esto para el futuro? ¿Me será de utili-

dad práctica, pastoral? Desde luego no se trata solamente de aprender las cosas meramente prácticas, sino de conocer y comprender la estructura interna de la fe en su totalidad, de manera que se convierta en una respuesta a las preguntas de los hombres, que aunque aparentemente cambian en cada generación, en el fondo son las mismas. Por eso, es importante ir más allá de las cuestiones coyunturales para captar cuáles son precisamente las verdaderas preguntas y poder entender también así las respuestas como auténticas repuestas. (…) Amen el estudio de la teología y continúenlo con especial sensibilidad, para anclar la teología en la comunidad viva de la Iglesia que, con su autoridad, no es un polo opuesto a la ciencia teológica, sino su presupuesto. Sin la Iglesia que cree, la teología deja de ser ella misma y se convierte en un conjunto de disciplinas diversas sin unidad interior. Maduración humana 6. Los años de seminario deben ser también un periodo de maduración humana. Para el sacerdote, que deberá acompañar a otros en el camino de la vida y hasta el momento de la muerte, es importante que haya conseguido un equilibrio justo entre corazón y mente, razón y sentimiento, cuerpo y alma, y que sea humanamente «íntegro. (…) En este contexto, se sitúa también la integración de la sexualidad en el conjunto de la personalidad. La sexualidad es un don del Creador, pero también una tarea que tiene que ver con el desarrollo del ser humano. Cuando no se integra en la persona, la sexualidad se convierte en algo banal y destructivo. En nuestra sociedad actual se ven muchos ejemplos de esto. Recientemente, hemos constatado con gran dolor que algunos sacerdotes han desfigurado su ministerio al abusar sexualmente de niños y jóvenes. En lugar de llevar a las personas a una madurez humana y ser un ejemplo para ellos, han provocado con sus abusos un daño que nos causa profundo dolor y disgusto. Debido a todo esto, muchos podrán preguntarse, quizás también ustedes, si vale la pena ser sacerdote; si es sensato encaminar la vida por el XXX


aicitoN aneuB aL

NOVIEMBRE DE 2010

Pág. 5

ACTUALIDAD DIOCESANA

COLECTA DIOCESANA 2010

La Iglesia, nuestra casa, necesita el apoyo de todos nosotros Mensaje de monseñor Martín De Elizalde Osb, Obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio, con motivo de la Colecta Diocesana que se realizará en todas las parroquias y capillas los días 13 y 14 de noviembre de 2010.

L

a Iglesia es la morada espiritual de quienes creemos en Jesucristo, nuestro Salvador; es nuestra casa, que anticipa la Patria definitiva que esperamos, y en ella somos todos enviados y misioneros para anunciar a los hermanos el Evangelio, demostrar la caridad que nos anima, colaborar en la continuidad de la obra santificadora. Aún muchas personas que no se sienten comprometidas con la fe de la Iglesia apoyan y valoran la tarea que se realiza, y esto también nos anima en el cumplimiento de tan seria responsabilidad. Para llevar adelante esta misión, la Iglesia diocesana necesita contar con los recursos económicos para ello: la formación de los sacerdotes y seminaXXX

celibato. Sin embargo, estos abusos, que son absolutamente reprobables, no pueden desacreditar la misión sacerdotal, que conserva toda su grandeza y dignidad. Gracias a Dios, todos conocemos sacerdotes convincentes, forjados por su fe, que dan testimonio de cómo en este estado, en la vida celibataria, se puede vivir una humanidad auténtica, pura y madura. Pero lo que ha ocurrido, nos debe hacer más vigilantes y atentos, examinándonos cuidadosamente a nosotros mismos, delante de Dios, en el camino hacia el sacerdocio, para ver si es ésta su voluntad para mí. Un elemento esencial del camino es practicar las virtudes humanas fundamentales, con la mirada puesta en Dios manifestado en Cristo, dejándonos purificar por Él continuamente.

ristas, el sostenimiento de las estructuras pastorales, la continuidad de la obra asistencial y de las tareas educativas, además de la preparación de los agentes pastorales (catequistas, ministros, colaboradores), el mantenimiento de templos, escuelas, centras, tanto los edificios como su funcionamiento eficaz. Al mismo tiempo que se agravan las necesidades sociales y aumenta la inseguridad jurídica y económica, se difunde en muchos ambientes un sentimiento de creciente desapego y de incomprensión hacia la función de la Iglesia, y todo esto exige una mayor cohesión y convicción de parte de los fieles, para acompañar y sostener la presencia sacramental y la transmisión del mensaje de la Iglesia. Las vocaciones proceden de distintos ambientes. Un desafío para la formación 7. En la actualidad, los comienzos de la vocación sacerdotal son más variados y diversos que en el pasado. Con frecuencia, se toma la decisión por el sacerdocio en el ejercicio de alguna profesión secular. A menudo, surge en las comunidades, especialmente en los movimientos, que propician un encuentro comunitario con Cristo y con su Iglesia, una experiencia espiritual y la alegría en el servicio de la fe. La decisión también madura en encuentros totalmente personales con la grandeza y la miseria del ser humano. De este modo, los candidatos al sacerdocio proceden con frecuencia de ámbitos espirituales completamente diversos. Puede que sea difícil reconocer los ele-

De esta manera hemos podido hacer frente a los desafíos de nuestra propuesta pastoral, que ahora desea renovarse, asumiendo con énfasis y convicción el carácter MISIONERO que el Santo Padre ha propuesto para todas las Iglesias del continente americano. Ello necesita la colaboración generosa de los fieles, y pro eso invito a los Curas Párrocos a hacer presente esta necesidad a sus fieles, y a motivarlos para que acerquen su ayuda a la Iglesia diocesana en las colectas de las misas de los días 13 y 14 de noviembre próxi-

La COLECTA DIOCESANA que se realiza cada año el segundo domingo de noviembre es la oportunidad para formar la responsabilidad de los fieles para el sostenimiento de la obra evangelizadora de la Iglesia e invitarlos a colaborar, con su esfuerzo, sus iniciativas y su contribución material. Cuanto se obtiene en esta colecta se destina a los gastos de la diócesis de Nueve de Julio en su conjunto, y llega también a todas las comunidades en el trabajo pastoral coordinado, la preparación de ministros y colaboradores, el apoyo a las iniciativas nuevas.

mentos comunes del futuro enviado y de su itinerario espiritual. Precisamente, por eso, el seminario es importante como comunidad en camino por encima de las diversas formas de espiritualidad. (…) El seminario es el periodo en el que uno aprende con los otros y de los otros. En la convivencia, quizás a veces difícil, deben asimilar la generosidad y la tolerancia, no simplemente soportándose mutuamente, sino enriqueciéndose unos a otros, de modo que cada uno pueda aportar sus cualidades particulares al conjunto, mientras todos sirven a la misma Iglesia, al mismo Señor. Ser escuela de tolerancia, más aún, de aceptarse y comprenderse en la unidad del Cuerpo de Cristo, es otro elemento importante de los años de seminario.

mo, o la entreguen en la Curia diocesana o en las secretarías parroquiales. Pido a Dios que bendiga con abundancia a quienes se unen con la oración y el esfuerzo apostólico a la tarea eclesial, y muestran su generosidad, colaborando también económicamente para el sostenimiento de la Iglesia diocesana.

Í

FIESTAS PATRONALES DE NOVIEMBRE en la Parroquias y Capillas de nuestra Diócesis de Nueve de Julio. 3. San Martín de Porres, Religioso

Medalla Milagrosa, G.

-Parroquia San Martín de

-Capilla N. Sra. de la Medalla

Porres, BRAGADO

Milagrosa, BERMÚDEZ

-Capilla San Martín de

(Lincoln)

Porres, TRENQUE LAUQUEN

-Capilla N. Sra. de la Medalla

11. San Martín de Tours, Obispo Capilla San Martín de Tours, BERRAONDO (Norberto de la Riestra)

VILLEGAS

Milagrosa, EL PROVINCIAL (N. Sra. de Fátima, Nueve de Julio) -Capilla N. Sra. de la Medalla Milagrosa, PELLEGRINI -Capilla N. Sra. de la Medalla Milagrosa, TRENQUE

27. Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

LAUQUEN

-Capilla Nuestra Sra. de la

MAYO

-Capilla N. Sra. de la Medalla Milagrosa, VEINTICINCO DE


La Buena Noticia

Pág. 6

ACTUALIDAD DIOCESANA EL COLEGIO JESÚS SACRAMENTADO EN EL AÑO DEL CENTENARIO

Mirar el pasado, iluminar el presente, forjar el futuro

H

ace 100 años nacía ARen Nueve de Julio, por el impulso del padre Felix Compairé, el Colegio Jesús Sacramentado, que continúa hasta el día de hoy a cargo de las religiosas de esa Congregación. Ellas, han brindado siempre todo al servicio de la educación de los niños y la juventud de esta ciudad y alrededores, teniendo en cuenta que a través del sistema de pupilas abrió posibilidades de estudios a las niñas de hogares rurales, ya que de otra manera hubiera sido dificultoso estudiar.

Poco a poco fue creciendo y este centenario lo encuentra pleno, pero con la convicción que la meta se va haciendo en el día a día, que consiste en abrir caminos para que otros muchos puedan transitarlo. Ya no es más la escuela de niñas, sino un colegio mixto, que puede integrarse en los distintos niveles: Inicial, Primario y Secundario; donde todos, además de aprender los conocimientos como herramientas para insertarse en la vida social, van también creciendo en la fe y descubriendo que los valores evangélicos

no caducan, por el contrario, más se conocen más los compromete con la vida. La alegría por este cumpleaños brilla en todos los integrantes de la comunidad que prepararon diversos festejos, tratando de abarcar en ellos a los distintos estamentos de esta familia de Jesús Sacramentado. Así, se hizo el festejo con los alumnos el día 8 de mayo, donde la participación y la algarabía puso su nota colorida. El 25 de setiembre se realizó el Día del Reencuentro, cita con ex alumnos, ex docentes, y ex colaboradores. Aquí también, encontrarse con esa amistad que naciera en tiempos estudiantiles, volver a caminar por las aulas, compartir la oración en la Capilla, encontrarse en la exposición de fotos y cantar juntos el Himno del Instituto, fue un momento de verdadera emoción donde se puso de manifiesto esa alegría de saberse familia, de una gran familia. Ahora, se está preparando para cerrar el año la reunión de las familias actuales; para así compartir también con ellas el sentido que tiene este aniversario: mirar el pasado, para iluminar el presente y forjar el futuro. Saber que tantos esfuerzos de la gente que dejó sus huellas marcaron el derrotero de esta institución y de tantas generaciones que crecieron bajo el amparo de Jesús Eucaristía y que siguieron sintiéndose unidas a pesar de los distintos caminos de la vida. Celebrar 100 años es historia, pero es también presente y es gratitud, para los de hoy, para los de ayer, para los de siempre.

NOVIEMBRE DE 2010

ESTE MES CELEBRAMOS A

San Carlos Borromeo, obispo

X Nació en el castillo de Arona (Lombardía) en 1538. De familia noble de alta alcurnia. Su madre pertenecía a la noble rama milanesa de los Médicis. Desde los primeros años dio muestras de gran seriedad y devoción. A los doce años, recibió la tonsura. Después de estudiar latín en Milán, se trasladó a la Universidad de Pavía donde se graduaría en derecho. Carlos tenía cierta dificultad de palabra y su inteligencia no era deslumbrante; sin embargo, el joven hizo grandes progresos en sus estudios. A los 22 años, cuando sus padres ya habían muerto, obtuvo el grado de doctor. En 1559 retornó a Milán, donde recibió la noticia de que su tío, el cardenal de Médicis, había sido elegido Papa a raíz de la muerte de Pablo IV. A principio de 1560, el nuevo Papa hizo a su sobrino cardenal y le nombró administrador de la sede vacante de Milán, pero, en vez de dejarle partir, lo retuvo en Roma y le confió numerosos cargos. Lo extraordinario es que todos esos honores y responsabilidades recaían sobre un joven que recién había cumplido 23 años, y que aun no había recibido el orden sagrado. Pío IV había anunciado poco después de su elección que tenía la intención de volver a reunir el Concilio de Trento, suspendido en 1552. San Carlos empleó toda su influencia y su energía para que el Pontífice llevase a cabo su proyecto. Los esfuerzos del cardenal tuvieron éxito, y el Concilio volvió a reunirse en 1562. Persuadido de que las conclusiones del concilio habían de comportar grandes bienes, las defendió con gran empeño e hizo que se compusiera el Catecismo romano. Se ordena sacerdote en 1563. Dos meses más tarde, recibe la consagración episcopal, aunque no se le permitió trasladarse a su diócesis. Milán que había estado durante ochenta años sin obispo residente, se hallaba en un estado deplorable. San Carlos consigue entonces permiso para reunir un concilio provisional y visitar su diócesis. Al poco tiempo seria convocado a Roma para asistir a Pío IV en su lecho de muerte. El nuevo Papa Pío V le pidió que se quedase algún tiempo en Roma, pero el santo aprovechó la primera oportunidad para rogarle que le dejase partir. Pío V le despidió con su bendición. San Carlos llegó a Milán en 1556 y, en seguida empezó a trabajar enérgicamente en la reforma de su diócesis. De sus rentas no empleaba para su propio uso más que lo absolutamente indispensable. Su espíritu de oración y su amor a Dios producía en los otros un gran gozo espiritual, les ganaba los corazones, e infundía en todos el deseo de perseverar en la virtud y de sufrir por ella. Tal fue el espíritu que aplicó a la reforma de su diócesis, empezando por la organización de su propia casa. Empleando por una parte la ternura paternal y las ardientes exhortaciones y, poniendo rigurosamente en práctica, por la otra, los decretos de los sínodos, doblegó poco a poco a los obstinados y llegó a vencer diversas dificultades. Fundó monasterios y congregaciones religiosas. Reunió sínodos provinciales y diocesanos. Cuando en 1576 asoló en Milán una terrible peste, Carlos se preocupó intensamente de la atención de enfermos. Era infatigable en la visita a las parroquias. Su celo por la salvación de las almas le llevó a viajar mucho, y las penurias y fatigas empezaron a afectar su salud. En 1584, decayó más la salud del santo. No tenía más que cuarenta y seis años de edad cuando partió a la casa del Padre. La devoción al santo cardenal se propagó rápidamente. San Carlos fue canonizado por Paulo V el 1 de noviembre de 1610. Sus restos descansan en la Catedral de Milán. Su fiesta es celebrada el día 4 de noviembre.


aicitoN aneuB aL

NOVIEMBRE DE 2010

PASTORAL VOCACIONAL DIOCESANA

Por qué me hice sacerdote

"Seguime, yo te haré pescador de hombres..." "Yo queria dejar todo y seguir a Jesús; era lo único que me interesaba", dice en su testimonio el padre Mariano Cortés, actual párroco en General Villegas.

«Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. Jesús les dijo: «Síganme, y yo los haré pescadores de hombres». Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron. Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron». (Mc 1, 16-20)

H

ace 19 años, después de haber termi nado el colegio secundario ingresé en el Seminario. Hace 10 años, después de haber terminado el seminario fui ordenado sacerdote. La verdad es que, aún después de estos años, me sigo preguntado lo mismo: ¿por qué soy sacerdote? Y, si tengo que ser sincero, sigo sin encontrar la respuesta. Lo que si tengo claro es que lo de ser sacerdote no fue una ocurrencia mía, sino que fue Dios el que me llamó, el que fue suscitando de a poco en mi corazón el deseo de seguirlo. Desde chico estuve cerca de las cosas de Dios, y particularmente cerca del que en ese momento era el párroco de Ameghino, el padre Liborio Pérez. El servicio del altar como monaguillo me gustaba mucho. De ese tiempo recuerdo el día de mi primera comunión como un día muy alegre para mí. Durante mi adolescencia, con todo lo que implica esa etapa como tiempo de crecimiento y de maduración, con idas y venidas, dudas, miedos, metidas de pata, me mantuve cerca de Jesús, participando en el grupo de jóvenes, ayudando en la catequesis, acompañando al sacerdote cuando iba a los pueblos para celebrar misa. La presencia, el ejemplo y la paciencia de mis padres fueron muy importantes en esos años.

iban pensando que hacer en el futuro, pero en mí, la indecisión y la confusión era grande. Por una parte sentía algo que me invitaba a entregarle la vida a Dios; pero por otra parte había otras cosas que me atraían, y me entusiasmaba también la idea de formar una familia como la que habían formado mis papás.

Al promediar el cuarto año del colegio, mis compañeros ya

Pág. 7 En un momento determinado comencé a hablar con el sacerdote sobre lo que me pasaba. Esos viajes Blaquier y Santa Eleodora los domingos a la tarde me encantaban; después de todo yo me imaginaba haciendo lo mismo que ese cura: andar por los pueblos, celebrar la misa, ayudar a la gente. Creo que me pasó algo parecido a lo de los Apóstoles: Jesús me miró y me dijo: «Seguime, yo te haré pescador de hombres». Y fue así como al año siguiente de terminar el colegio secundario ingresé al seminario para comenzar la formación sacerdotal. El seminario no fue nada fácil, pero mi entusiasmo era tan grande que me hacía superar cualquier dificultad; yo quería dejar todo y seguir a Jesús, era lo único que me interesaba, y esa era mi alegría. El 25 de marzo del 2000 fui ordenado sacerdote, ¡con cuan-

Me descubro llamado a estar con los jóvenes; soy párroco y tengo muchas cosas que hacer: celebrar misas, visitar el hospital, animar la catequesis y la caridad, y hasta arreglar techos y paredes de iglesias..."

ta alegría recuerdo ese día!. Estaba feliz, Dios «me había sacado de entre los hombres para ponerme al servicio de los hombres», eso fue maravilloso. Ahí comenzaba la entrega verdadera, hasta ese momento solo había dado pasitos, pero ese día di el salto definitivo. El lema que elegí expresaba como me sentía: «Llevo un tesoro en una vasija de barro». Llevo 10 años de sacerdote, he trabajado en varias parroquias; he compartido con otros hermanos sacerdotes; he acompañado a mucha gente en distintas circunstancias; he vivido verdaderas aventuras; he ido a lugares maravillosos. Me descubro llamado a estar con los jóvenes; soy párroco y tengo muchas cosas que hacer: celebrar misas, visitar el hospital, animar la catequesis y la caridad, y hasta arreglar techos y paredes de iglesias. La tarea no es sencilla, pero hay algo que me sigue entusiasmando cada día: lo de ser sacerdote no es una ocurrencia mía, sino que es Dios el que me llama, el que suscita en mi corazón el deseo de seguirlo. Para terminar, se los digo casi gritándolo; como dice la canción: ¡SOY FELIZ

IGLESIA ALEGRE Y MISIONERA

Primer Encuentro Diocesano de Secundarios X El fin de semana largo de octubre, diecisiete chicas de Tres Algarrobos, Villegas y Pehuajó, un grupo de jóvenes del grupo Santa María de la Estrella, y el padre Mariano Cortés (Párroco de Nuestra Señora del Carmen, Villegas) fuimos parte del primer Encuentro Diocesano de Secundarios en J. J. Paso. Se trata de un proyecto que se fue gestando después de varios años en los que Santa María de la Estrella viene realizando retiros en algunas localidades de nuestra diócesis: Tres Algarrobos, Pehuajó, Villegas, Emilio V. Bunge y Nueve de Julio. Creemos que la misión es parte fundamental de nuestro crecimiento como discípulos. No hay discipulado sin misión, sin hacer la experiencia de compartir lo recibido con otros. A su vez, al pensar en este proyecto teniendo en cuenta la invitación a participar hecha a los jóvenes que asistieron a los retiros realizados en las distintas ciudades, valoramos el inmenso regalo de nutrirnos unos a otros, aprendiendo,

dándonos apoyo y creciendo juntos en esta familia que es nuestra Iglesia. Pasamos tres días compartiendo charlas y actividades entre nosotros, dentro de la Escuela 16 donde nos alojamos, y tuvimos también el regalo enorme de salir al encuentro de la gente del pueblo a través de gestos misioneros.

Fueron tiempos para escuchar, compartir, rezar, conocernos y poner nuestro corazón en cada visita que realizamos entrando en comunión con las familias y la comunidad. El domingo, después de compartir la Misa, disfrutamos de una comida a la canasta con la gente del pueblo. Ésta fue otra oportunidad que tuvimos para

seguir conversando y conociéndonos, y para reflejar entre todos la alegría que experimentarnos al descubrirnos amados por Jesús. Pudimos ver la imagen de una Iglesia alegre, misionera, y que sobretodo nos abraza a todos y nos invita a sentirnos parte de esta gran Familia.


NOVIEMBRE DE 2010

Pág. 8

MISION CONTINENTAL (V)

Nuestros pueblos En esta edición, el padre GERMAN LORIENTE nos invita a considerar con una mirada teologal y pastoral los grandes cambios que están sucediendo en nuestro continente y en el mundo, y que interpelan a la evangelización. VER El discípulo misionero mira la realidad con ojos iluminados por la fe y un corazón lleno de amor, por la gracia de la fe que lo hace seguidor de Jesús y por el gozo de participar en la misión eclesial. El documento de Aparecida presenta en su «Capítulo 2», realidades que interpelan la vida cotidiana de nuestros pueblos: Falta de transmisión de nuestros valores culturales; ideología de género (cada uno puede elegir su orientación sexual); corrupción en la sociedad y en el Estado; indiferencia hacia el prójimo (no necesito del otro, no me siento responsable del otro); violencia, cultura del consumo en niños y jóvenes; búsqueda del sentido de la vida y trascendencia; sentido de encontrarse con otros y compartir lo vivido; el testimonio como componente clave de la vivencia

de la fe; solidaridad; problemas de identidad y pertenencia en culturas suburbanas mayormente pobres; concentración de poder y riquezas en manos de pocos; pobreza de conocimientos y uso y acceso de nuevas tecnologías; dducación de baja calidad; desempleo; inseguridad ciudadana; regresión autoritaria en nuestras democracias, que deriva de regímenes de corte populista; desencanto por la política; leyes en contra de la vida humana o por encima de los derechos humanos; falta de conciencia ecológica; discriminación social; falta de acercamiento a poblaciones migrantes; crecen manifestaciones de religiosidad popular, especialmente piedad eucarística y mariana; aprecio por los sacerdotes (y por la vida consagrada); Pastoral Familiar; Pastoral Juvenil; acción de Caritas; uso de Medios masivos de Comunicación; diálogo interreligioso; desproporción entre crecimiento porcentual de la Iglesia y crecimiento poblacional; espiritualidad individualista; comunidades privadas de la Eucaristía por largo período de tiempo (más de un mes). JUZGAR Ante estas realidades nos toca analizar y discernir estos desafíos para nuestra tarea evangelizadora.

P. Luis Diehl

PENSAMIENTOS BREVES TRIUNFO DEL AMOR ? Como la luz disipa las tinieblas, así, el amor, la verdad y la justicia siempre triunfarán sobre el egoísmo y la indignidad. ? La Luz, el Amor, la Verdad y la Justicia que necesitamos no son las que el mundo nos propone, sino las que nos ofrece Cristo Muerto y Resucitado, que es la misma Fuerza y la misma Sabiduría de Dios.

Es una publicación de la Diócesis de Santo Domingo en Nueve de Julio

Del Evangelio de Lucas (13,20). Jesús dijo entonces: «¿Con qué podré comparar el reino de Dios? Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa». Palabra de Dios. Pistas para profundizar la palabra Como Iglesia somos la presencia ínfima (hongos microscópicos) del reino de Dios en la gran masa de la humanidad. Descubrir que la masa de la humanidad actual no es para desechar, sino para fermentar. Debemos «fermentar» la humanidad, es decir: mejorar sus posibilidades de conservación, cambiar sus características, en este caso dar mejor «color, olor y sabor» a la misma. Creer que tenemos la fuerza del Espíritu para ésta misión. ACTUAR Ahora toca buscar, mediante un discernimiento comunitario abierto al soplo del Espíritu Santo, líneas comunes de una acción realmente misionera, que ponga a todo el Pueblo de Dios en un estado permanente de misión. Nuestros Obispos en Aparecida nos dejan claves de transformación de la realidad. De acuerdo a las realidades elegidas en el primer punto (VER) ahora nos toca elegir alguna (nos mas de tres) de las pistas que ellos sugieren y proponer HACER algo concreto en la comunidad. Lo que se pueda hacer tiene que ser CONCRETO, REALIZABLE (cómo, cuándo y dónde), y TRANSFORMADOR de esa realidad. • Apoyar la participación de la sociedad civil para la reorientación y consiguiente rehabilitación ética de la política. (cfr. DA. 406. a) • Trabajar con las personas que viven en la calle. (cfr. DA. 407)

Año XI - Nº 113 NOVIEMBRE 2010

• Alentar en las Iglesias particulares la Pastoral. (cfr. DA. 419-421). • Prevenir, acompañar y sostener políticas de erradicación de la Droga. (cfr. DA. 422 y 426). • Fortalecer la Pastoral carcelaria (hacia reclusos y sus familias). (cfr. DA. 427 y 429). • Promover proyectos de familias evangelizadas y evangelizadoras, desde los movimientos eclesiales y la catequesis. (DA. 437). • Desarrollar acciones puntuales y orgánicas a favor de los niños y niñas, sobre todo los más pobres. (DA. 439 y 441). • Impulsar una Pastoral juvenil. (DA. 443-444). • Procurar la atención humana integral de las personas mayores – ancianos. (DA. 450). • Garantizar la efectiva presencia de la mujer en la organización de la pastoral, planificación y decisión, valorando su aporte. (DA. 458). • Revisar las actividades eclesiales a fin de incluir la presencia del varón en nuestras comunidades. (DA. 461 y 463). • Conocer y valorar esta nueva cultura de la comunicación. Formar comunicadores competentes y comprometidos con los valores humanos y cristianos (DA. 486 a y b). • Estar presente en los medios de comunicación social: prensa, radio y TV, cine digital, sitios de Internet, foros y tantos otros sistemas para introducir en ellos el misterio de Cristo (DA. 486 e). • Educar la formación crítica en el uso de los medios de comunicación desde la primera edad (DA. 486. f) • Emplear esfuerzo y creatividad en la evan-

gelización de empresarios, políticos y formadores de opinión, el mundo del trabajo, dirigentes sindicales, cooperativos y comunitarios (DA. 492). • Actuar con los artistas, deportistas, profesionales de la moda, periodistas, comunicadores y presentadores, así como con los productores de información en los medios de comunicación, con los intelectuales, profesores, líderes comunitarios y religiosos (DA. 497 c). • Rescatar el papel del sacerdote como formador de opinión (DA. 497 d). • Incorporar en las celebraciones litúrgicas elementos artísticos que puedan transformar y preparar a la asamblea para el encuentro con Cristo (DA 500) • Incentivar la creación de centros culturales católicos, necesarios especialmente en las áreas más carentes, donde el acceso a la cultura es más urgente y reclama mejorar el sentido de lo humano (DA 500 b). • Responder a los grandes desafíos de la creciente urbanización transformando la Parroquia en una comunidad de comunidades (DA 517 a y e). • Integrar los elementos propios de la vida cristiana: la Palabra, la Liturgia, la comunión fraterna y el servicio, especialmente, a los que sufren pobrezas económicas y nuevas formas de pobreza (DA 517 g). • Difundir la Palabra de Dios, la anuncie con alegría y valentía y realice la formación de los laicos (DA 517 h). • Fomentar la pastoral de la acogida a los que llegan a la ciudad y a los que ya viven en ella, pasando de un pasivo esperar a un activo buscar y llegar a los que están lejos con nuevas estrategias (DA 517 i). • Desarrollar servicios especiales que respondan a las diferentes actividades propias de la ciudad: trabajo, ocio, deportes, turismo, arte, etc. (DA 518 m). Impulsar una Pastoral juvenil. (DA. 443-444).

DIRECTOR: Pbro. Germán Loriente

EDICION INTEGRAL: Fabricio O'Dwyer.

Iglesia Catedral de Nueve de Julio. Teléfono: (02317) 422163

Ugarte 590 - (6223) Coronel Charlone. Tel. (03388) 490303 - labuenanoticia@servicoopsa.com.ar


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.