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RENUNCIA

El miércoles de Ceniza de Benedicto XVI uEl obispo Martín de Elizalde, quien participó de la celebración presidida por el Papa, reflexiona acerca de este momento histórico y nos invita a examinar nuestra conciencia a la luz de este extraordinario gesto de grandeza.

DIOCESIS

Crónicas de los grupos misioneros

uLa experiencia de misión 2013 del Grupo de Tres Lomas en la zona de El Bolsón, el Grupo «Cardenal Pironio» integrado por jóvenes universitarios en Villa Sauze y los seminaristas diocesanos en América.

Y ADEMAS... El Año de la Fe y la educación cristiana .Carta del obispo Martín en el inicio del ciclo escolar, dirigida a todos quienes se encuentran «comprometidos en esta noble e importante tarea».

En la memoria agradecida .En contratapa. El legado de Benedicto XVI, el Papa teólogo, a través de sus cartas encíclicas. El padre Germán Loriente realiza una síntesis de su magisterio luminoso y sencillo.

CUARESMA «Volver a Dios de todo corazón» «Nuestro camino cuaresmal pasa a través de la Cruz, el seguir a Cristo por el camino que conduce al Calvario, al don total de sí», dice Benedicto XVI en su mensaje, marcado por la sorprendente renuncia como Pastor de la Iglesia Católica.

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CARTA DEL OBISPO

EL AÑO DE LA FE Y LA EDUC ACION CRISTIANA EDUCA Queridos hermanos: El Santo Padre Benito XVI quiso que al comenzar el Año de la Fe se celebrara la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (octubre de 2012). Al término de la misma se dieron a conocer un mensaje, dirigido al Pueblo de Dios, y una serie de 58 proposiciones para trabajar sobre ellas en la acción pastoral, esperando la Exhortación apostólica que el Papa elaborará con los importantes aportes recibidos. Como nos encontramos en el comienzo de un nuevo año escolar, quiero dirigirme a todos los que se encuentran comprometidos en esta noble e importante tarea: a los educadores y a las familias de los niños y jóvenes, y también a estos, para acompañarlos en una circunstancia tan especial y recordar la enseñanza de la Iglesia a este respecto. Recurrimos sobre todo a los mencionados documentos procedentes del reciente Sínodo, situándonos en el Año de la Fe que estamos transitando. La educación de los niños y jóvenes es una prioridad en la sociedad: les ofrece los instrumentos formativos para que lleguen a desarrollar plenamente su vocación y sepan poner sus capacidades al servicio de la comunidad. Tan importante tarea necesita cubrir los diferentes aspectos de la vida del hombre, y no limitarse a una preparación profesional y laboral o a la trasmisión de saberes meramente técnicos y especulativos, de manera enciclopédica. En una visión cristiana, tiene que alcanzar la dimensión espiritual, abriendo caminos para buscar el conocimiento trascendente y la plena satisfacción interior, que viene con él, pues en el encuentro con Dios, Creador de la vida, y término de nuestra búsqueda y causa de todo bien, hallará la felicidad cuyo anhelo está en todo corazón humano. El Mensaje de los Padres sinodales, que hemos mencionado, habla de «nuevas oportunidades de evangelización» (n. 6), aunque no sin dificultades y

contradicciones. Por su parte, la proposición 27, sobre Educación, llama a la educación una «dimensión constitutiva de la evangelización». La Iglesia ha atendido siempre a la acción educativa en colegios y establecimientos propios, y en la proposición correspondiente ya citada, se expresa: «Los Padres sinodales están agradecidos por la labor educativa llevada a cabo por miles de maestros, hombres y mujeres, en las instituciones educativas católicas de los cinco continentes». Pero sobre todo la Iglesia alienta a los padres y madres de familia para que trasmitan a sus hijos la fe que los anima, para que creen los espacios de encuentro con Dios en la oración y la frecuentación de los sacramentos, para que los formen en el conocimiento de la doctrina del Evangelio y los animen con la palabra y el testimonio a practicar la fe y crecer en las virtudes, irradiando así desde el hogar los ejemplos que nos enseñó el mismo Señor Jesús. En su Mensaje dicen los Padres sinodales: «Desde la primera evangelización la trasmisión de la fe, en el curso de las generaciones, ha encontrado un lugar natural en la familia. En ella – con un papel muy significativo desarrollado por las mujeres, sin que con esto queramos disminuir la figura paterna y su responsabilidad – los signos de la fe, la comunicación de las primeras verdades, la educación en la oración, el testimonio de los frutos del amor, han sido infundidos en la vida de los niños y adolescentes en el contexto del cuidado que toda familia reserva al crecimiento de sus pequeños» (n. 7). La proposición 27, por su parte, indica que «las escuelas deben ayudar a las familias para introducir a los niños en la belleza de la fe … (ellas) ofrecen una gran oportunidad para trasmitir la fe o al menos que se conozca la fe». En este sentido, todo cristiano tiene que estar muy atento a la responsabilidad de ser testigo de su fe, y también a ejercerlo en su ambiente – familia, trabajo, sociedad. Especialmente esta misión compete a quienes tienen a su cargo a niños y jóvenes, que son más sensibles para adquirir los hábitos y los conocimientos que los ayudarán en su vida para enriquecer su persona y volcar en beneficio de los demás todo lo recibido.

Los educadores cumplen una tarea importantísima, y en el respeto de las personas que les son confiadas por la elección de sus padres, son responsables de ofrecer una educación que les aporte a los niños cuanto puedan necesitar para desenvolverse en la vida y aprender en este proceso a volcarlo en bien de todos. Quiero insistir en el deber del educador cristiano, quien no puede dejar de lado su condición en su conducta y actitudes, y debe recordar siempre su compromiso de expresarlo en la hermosa misión que le ha tocado. A él le toca descubrir con el sentido de la fe y aplicando con inteligencia las ocasiones que se ofrecen, iluminar la conciencia de los niños y jóvenes, para hacerles ver el panorama integral de la existencia, orientándolos en la generosidad, el servicio, el amor a los hermanos, la responsabilidad social, con la recta aplicación de estos valores espirituales en la familia tal como Dios la ha dispuesto y en la sociedad. «Proclamar a Jesucristo Resucitado es acompañar a todos los seres humanos en su historia personal, en su desarrollo y en su vocación espiritual. La educación necesita, al mismo tiempo, promover todo lo que es verdadero, bueno y bello y que es una parte de la persona humana, es decir educar la mente y las emociones para apreciar la realidad» (proposición 27). La llamada que nos dirige la Iglesia a todos los bautizados en el Año de la Fe nos invita a comprometernos en la «nueva evangelización». «No se trata de comenzar todo de nuevo, … (sino de) vivir de un modo renovado nuestra experiencia de fe y el anuncio, mediante una evangelización ‘nueva en su ardor, en sus métodos, en sus expresiones’ … como dijo Juan Pablo II», expresa el Mensaje del Sínodo (n.2). Concluyo este saludo en el inicio del año lectivo con una invitación muy cordial a los educadores católicos para que consideren con seriedad y empeño el compromiso de su fe, para volcar en su tarea y vocación los dones que Dios nos ha revelado, y que tienen que ser puestos en las almas de los niños y ejercitados en la vida de los jóvenes. De manera especial esta recomendación se dirige a los responsables de las escuelas católicas, diocesanas y congregacionales, para que el testimonio de vida, la práctica sacramental, la oración y la vida espiritual, la capacitación doctrinal, se fortalezca en toda la comunidad, irradie en los educandos y alcance beneficiosamente a los padres y familiares de los niños y jóvenes. Con mucho afecto, los saluda y bendice,

+ MARTÍN, obispo de Nueve de Julio

INTENCIONES PARA ORAR EN EL 2013 a pedido del papa Benedicto XVI MARZO GENERAL: Respeto por la naturaleza -Que crezca el respeto por la naturaleza, obra de Dios confiada a nuestra responsabilidad. MISIONERA: El clero -Que los obispos, sacerdotes y diáconos sean incansables anunciadores del Evangelio hasta los confines de la tierra.


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COMPARTIENDO NUESTRO TESORO Benedicto XVI sorprendió al mundo con el anuncio de renuncia. En este artículo, el obispo Martín de Elizalde, quien participó de la Misa del miércoles de Ceniza presidida por el Papa, reflexiona acerca de este momento histórico y nos invita a examinar nuestra conciencia a la luz de este extraordinario gesto de grandeza.

T

odo el mundo, y no solo la Iglesia, ha quedado sorprendida por la noticia que dio el mismo papa Benedicto XVI: el 28 de febrero, a las 20 horas, cesará su misión apostólica al frente de la Iglesia Católica como Sucesor de san Pedro y Obispo de Roma. La sorpresa fue grandísima, pues desde hacía muchos siglos ningún papa había abdicado. Muchos Papas sufrieron persecución, estuvieron prisioneros y exiliados; muchos encontraron grandes dificultades en el ejercicio de su servicio pastoral, y ello fue así en todos los tiempos. Pero no fueron muchos, ni de tiempos recientes los que dimitieron. Gregorio XII lo hizo en 1415, buscando la paz de la Iglesia y su unidad; Celestino V en 1294 renunció porque no creía poder cumplir con su deber, siendo un anciano y simple monje y ermitaño. La renuncia del Papa se encuentra prevista en el Código de Derecho Canónico, y ya el mismo Benedicto XVI había mencionado esta posibilidad, si el Papa se encontrara con dificultades para llevar adelante su misión. Elegido hace 8 años, cerca de cumplir los 86 años de edad, manifestó ante los Cardenales de la Iglesia su voluntad de abandonar su cargo, pues se siente sin las fuerzas necesarias para ejercerlo como considera que debe hacerlo. Conocemos sus palabras, pronunciadas ante los Cardenales el 11 de febrero: «Queridísimos hermanos, los he convocado a este consistorio no solo por las tres canonizaciones, sino también para comunicarles una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado repetidas veces mi conciencia ante Dios, he llegado a la certeza que mis fuerzas, a causa de mi avanzada edad, no son aptas para ejercer del modo adecuado el ministerio petrino. Soy bien consciente que este minis-

El miércoles de Ceniza del papa Benedicto XVI

«En el dolor de esta despedida, nos preguntamos también si algunos rechazos de nuestra parte, la indiferencia a la voz del Papa, nuestras debilidades, olvidos y traiciones, no han sido causa de sufrimiento, motivo de escándalo, de manera que estamos representando nosotros mismos esas limitaciones que él ha encontrado en el ejercicio de su ministerio». terio, por su esencia espiritual tiene que ser cumplido no solo con obras y palabras, sino en no menor medida también sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a cambios rápidos y agitado por cuestiones de gran relevancia para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor, tanto del cuerpo como del alma, vigor que, en los últimos meses ha disminuido en mí, de manera tal que debo reconocer mi incapacidad para administrar bien el ministerio que me fue confiado, Por eso, conociendo la gravedad de este acto, con plena libertad, declaro renunciar al ministerio de obispo de Roma, sucesor de san Pedro, que me fue confiado por mano de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de modo que, a partir del 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de san Pedro, estará vacante y deberá ser convocado, por aquellos a quienes compete, el Cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice. Queridos hermanos, les agradezco sinceramente de corazón por todo el amor y el trabajo con que han soportado conmigo el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiemos la santa Iglesia al cuidado de su Pas-

tor Supremo, Nuestro Señor Jesucristo, e imploremos a su santa Madre María, para que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales en la elección del nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí concierne, también en el futuro, quiero servir con todo el corazón, con una vida dedicada a la oración, a la Santa Iglesia de Dios». Algo sabemos como de los pasos a seguir: Benedicto XVI, el 28 de febrero se retirará de los apartamentos pontificios en el Vaticano, y mientras se prepara el Cónclave y se realiza la elección del nuevo Papa, residirá en Castelgandolfo, la residencia de verano de los Papas. La Iglesia ha recibido la promesa divina de permanecer siempre fiel, conducida por sus pastores, bajo la guía del Espíritu Santo. En este tiempo nos prepararemos con la oración, rogando por una elección que sea verdaderamente el resultado de la acción del Espíritu, y que el nuevo Papa sea acogido por todos los hijos de la Iglesia, para llevar adelante la misión que le fue confiada. ¿Y el papa Benedicto XVI? Tuve la inmensa emoción de participar en la Basílica de san Pedro, en Roma, en la misa del miércoles de Ceniza, que señala el comienzo de la Cuaresma. Habi-

tualmente el Papa concurre en este día a la Basílica de santa Sabina, en el Monte Aventino, para la estación litúrgica tradicional. Esta vez, sin embargo, las circunstancias especiales de la celebración, apenas dos días después del anuncio papal, hicieron aconsejable que ella se realizara en el Vaticano, con el acostumbrado ritual de penitencia y de meditación. Una extraordinaria cantidad de fieles, en un clima de intenso recogimiento, acompañó al Santo Padre. Su figura frágil, su expresión bondadosa, su concentración en los textos y en los cantos, en los gestos y en los ritos, la homilía serena y profunda, hicieron de la ocasión una experiencia inolvidable, seguida con silencio y unción que se hicieron patentes en todo momento. Al concluir la misa, el Cardenal Secretario de Estado dirigió al Papa unas palabras muy sentidas, cabal expresión de lo que estaba en el corazón de todos. Se percibía un velo de tristeza, por la despedida del Papa, unido a la admiración sincera, a una gratitud profunda por su ministerio universal. Un largo y sereno aplauso selló esas palabras, y se prolongó durante varios minutos. Cabe preguntarnos ahora como hemos de valorar nosotros este momento histórico, esta experiencia extraordinaria de fe. Sin

duda, ante todo, gratitud a Dios por habernos dado al papa Benedicto XVI, que ofreció con generosidad su bondad y sacrificio paternales, su sabiduría y prudencia, para bien de la Iglesia. Pero también debemos examinar nuestra conciencia, y preguntarnos si a lo largo de estos años de su pontificado hemos recibido con fruto cuanto él nos entregó, si hemos mostrado un corazón abierto, si nuestra inteligencia ha estado dispuesta a dejarse enseñar, si nuestras acciones han sido coherentes con la vocación del cristiano y la formación recibida. ¿En qué medida hemos colaborado con la Iglesia, con los pastores, con el Papa, para secundar su tarea, hacerla más fácil y a la vez más eficaz? En el dolor de esta despedida, nos preguntamos también si algunos rechazos de nuestra parte, la indiferencia a la voz del Papa, nuestras debilidades, olvidos y traiciones, no han sido causa de sufrimiento, motivo de escándalo, de manera que estamos representando nosotros mismos esas limitaciones que él ha encontrado en el ejercicio de su ministerio. Pedimos a Dios que le retribuya al papa Benedicto XVI su generosa entrega, y nos unimos en la oración, a la espera del nuevo Pastor de la Iglesia Católica.


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LA IGLESIA HOY

EN LA AR GENTIN A ARGENTIN GENTINA Miles agradecieron la próxima beatificación del Cura Brochero æEl nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, presidió una misa en Villa Cura Brochero a fin de bendecir la construcción del templo que en esta localidad se alzará en honor al venerable José Gabriel del Rosario Brochero, que en septiembre de este año será declarado beato. En la Eucaristía se agradeció a Dios por la firma del milagro que el papa Benedicto XVI efectuó el pasado 20 de diciembre. Cerca de 8.000 personas acompañaron esta manifestación de piedad religiosa en el cierre de la «Semana Brocheriana». En la homilía, el nuncio valoró las virtudes del Cura Brochero y llamó a imitarlo e implorar a Dios la conversión del mundo.

ACTU ALID AD DIOCESAN A CTUALID ALIDAD DIOCESANA

ACTIVIDAD DE LOS GRUPOS MISIONEROS DIOCESANOS

Discípulos y misioneros Como todos los años, los meses de verano resultan propicios para que distintos grupos, especialmente de jóvenes, desplieguen su tarea misionera dentro y fuera de la diócesis. Aquí, como ya nos tienen acostumbrados, la experiencia de misión 2013 del Grupo de Tres Lomas en la zona de El Bolsón, el Grupo de Universitarios en Villa Sauze y los seminaristas diocesanos en América.

Misión en Mallín Alto: con el mismo ardor, entusiasmo y alegría desde hace 34 años. Monseñor Dus asumirá la arquidiócesis de Resistencia el 3 de mayo æEl arzobispo electo de Resistencia, monseñor Ramón Dus, informó en un contacto con medios de la provincia del Chaco que la celebración eucarística en la que tomará posesión de la cátedra episcopal se desarrollará el viernes 3 de mayo. También compartió con los oyentes de ese medio las sensaciones vividas en las últimas semanas desde que fue anoticiado de su partida de la diócesis de Reconquista. Mons Annibale: Mons.. D‘ D‘Annibale: «Me comprometo a construir una sociedad que dignifique estas tier tierrras» æEl nuevo obispo diocesano de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D’Annibale, envió una carta a los fieles de las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego en la que se comprometió a «seguir construyendo, una sociedad que dignifique a quienes viven en estas tierras». Fuente: Aica

De Tres Lomas a Mallín La Comunidad Parroquial envía, acompaña y ayuda. Todo el pueblo, cada uno desde su posibilidad, colabora. Como hace 34 años, el mismo ardor, entusiasmo y mucha alegría. Son jóvenes y adultos, que se forman en la Escuela Misionera Madre Antonia María de las «Hijas de la Virgen de los Dolores». Los acompañan las Hnas. María Eulalia y Susana Rita. Conscientes de que la Misión es de todos, llevan la responsabilidad de saber que son la cara visible de una Comunidad Misionera. Nos lleva la trafic del Gobierno Municipal que vive por primera vez su experiencia de trasladar el grupo. ¿Grupo grande? No, son nueve. Los necesarios para realizar la Misión: Patricia, Iris, Belén, Agustina, Lucrecia, Milagros, Matías y las Hnas. Vivimos 22 días compartiendo con nuestros hermanos de Mallín que siempre nos esperan. Cada Misión es como un retiro espiritual en el que todos vivimos tiempos fuertes de fe. Se declaró la Misión como el acontecimiento más importante, en cuanto a lo religioso y a lo social, que se vive en Mallín en el mes de enero y se reconoce al Grupo Misionero como el sujeto

activo de lo que se va logrando en el lugar. El momento fuerte de este acontecimiento es la clausura: Procesión, Misa y el Bautismo de Bautista. Asistieron a ella – además de todas las familias del lugar- el Obispo de San Carlos de Bariloche monseñor Fernando Maletti, el arzobispo emérito de Tucumán Luis Héctor Villalba, el Párroco del Bolsón padre Graciano y el padre Yoni con su Grupo Misionero. El señor Intendente del Bolsón, representantes del Concejo Deliberante y de PAMI.

Después de compartir nuestra fe celebramos con ricas tortas, jugos, caramelos y mucha alegría. Se va logrando ·Se terminó la Capilla, el salón de usos múltiples, cocina, depósito y baño. ·Se logró instalar el agua (capilla) y se cerró el predio con un alambre olímpico. ·Personal de PAMI visitó el lugar para arreglar jubilaciones y Obra Social. ·El grupo de Médicos y Enfermeras hicieron una reunión en

Misión América 2013 En la semana del 7 al 13 de enero estuvimos los seminaristas recorriendo otra vez las calles de la ciudad de América, por tercera, y también, por última vez. Otra gran experiencia que El Señor nos regaló, la de poder visitar las casas en los barrios Perón y Norte, que fueron los destinados por el padre Daniel y el Consejo Pastoral de la parroquia para ser misionados este año, de muchas personas que generosamente nos abrieron sus puertas, y nos aceptaron en lo más profundo de sus familias, compartiendo mucho con nosotros. También fueron gratificantes los encuentros con los monaguillos, los niños, los jóvenes y los adultos, que en todo nos ayudaron a poder vivir mejor estos encuentros. También gran experiencia fue la de volver a visitar el Hospital, el FAPUI, y al taller protegido, acompañados siempre por el padre Daniel. Y también de toda la gente, que directa o indirectamente colaboró con nosotros en la misión. Vaya para todos ellos nuestro mayor agradecimiento, a quienes nos recibieron, a quienes nos acompañaron, nos ayudaron, y a la comunidad en general, que nos recibió en estos 3 años de misión.

el lugar para organizar la atención en la futura salita. Proyectos ·Parquizar el predio de la capilla. ·Colocar letrero con el nombre de la capilla «Virgen Misionera». ·Colocar la Cruz dando terminación al frente. ·Se consiguió el permiso del señor Obispo para construir la Sala de Primeros Auxilios dentro del terreno de la Capilla. ·Desde el municipio se iniciaron los trámites para la construcción de la salita. Hna. María Eulalia

Universitarios en Villa Sauze El Grupo Misionero «Cardenal Pironio» está conformado por jóvenes universitarios de diversas ciudades de nuestra diócesis, que junto con el padre Mariano Cortés desde hace varios años ofrecen parte de sus vacaciones para compartir su fe y su amor a Jesús con gente de otros pueblos. A principio de enero de este año regresaron por tercera vez a Villa Sauze donde vivieron esta experiencia de discípulos-misioneros. Continúa en página siguiente


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LA IGLESIA HOY ACTU ALID AD DIOCESAN A CTUALID ALIDAD DIOCESANA EN EL MUNDO

EN AMÉRICA Aunque sin Benedicto, la JMJ Río 2013 sigue avanzando en los preparativos æEl arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani Joao Tempesta, informó que la Jornada Mundial de la Juventud por realizarse en julio de 2013 sigue avanzando en sus preparativos, a pesar de que no contará con la presencia del papa Benedicto XVI. Aventuró que la presentación del pontífice al mundo durante la JMJ «será una bella señal de nuevos tiempos para la juventud católica, con mucha alegría de todos y con las oraciones de Benedicto XVI».

Curso de capacitación scout

A

cada rato el buen Jesús nos tiene prepara do un regalito. Y a los scout de la diócesis nos ofreció un curso de capacitación que duro cuatro días!. Desde el 8 hasta el 11 de febrero. En un lugar en que la mano del creador está en cada lugar en que se fije la mirada… el Vivero Municipal «Perito P. Moreno» de América. Organizado por la Escuela de Adiestramiento Scout de ESCADI, dirigida por la m.s. Elisa Buono y el capellán diocesano m.s. p. German Loriente con la colaboración de la ADISCA La Plata representada por el m.s. Jorge a. Martin y m.s. Matías García Javier. Cada día tuvo una idea-fuerza: «Scout una vez, scout toda la vida», «El metro de Dios es el amor» y «No basta ser bueno, sino hacer el bien»… Y fue jugar, construir, cantar, caminar, cocinar… celebrar, pensar, reflexionar, buscar nuevas formas de aprender para después enseñar. Y fue encontrarse con los dirigentes de Trenque Lauquen, de Nueve de Julio, de General Pico, de La Plata, de América… laicos, sacerdotes, seminaristas. Y los padres que como en todo grupo no podían faltar colaborando con todo lo que hiciera falta.

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Compartimos con ustedes el testimonio de Sofía Sinforiano de la localidad de Trenque Lauquen. Como cada año que arranca, también comienza una nueva misión. No todas son iguales, el grupo tiene nuevos integrantes como también los que ya compartieron esta experiencia y siguen haciéndolo, sin olvidar los que nos apoyan y se hacen presente con su oración. La convivencia es la de una gran familia unida en Jesús, intentando que haya diálogo, escucha, vigilancia y alegría. Todas las mañanas empezamos el día rezando la oración de la mañana y haciendo una meditación que prepara el Sacerdote para salir a «pescar» junto con el

Todos tan diferentes en su apariencia, en edades, en necesidades, en intereses. Todos scout para gozar de la hermandad, del hacer juntos… Tal vez las imágenes que acompañan esta notita cuenten de mejor manera lo que hemos vivido. Mil gracias a todos los que rezaron por este encuentro y a todos los que colaboraron. Alfredo Marchese América

compañero de misión que el Señor te tiene preparado. En el transcurso del día ves como los niños vienen con todas sus energías y alegrías para compartirlas con los misioneros, regalándonos sus sonrisas. Los

jóvenes que jugando un partido de futbol ven que somos como ellos. Los adultos y ancianos que además de abrirnos las puertas de su casa abren las de su corazón para que podamos transmi-

tirles a Jesús, brindándonos momentos en los cuales rezamos con ellos o leemos alguna oración. Al finalizar el día, reflexionar frente al Santísimo y rezar te da paz para descansar y arrancar el próximo día. La noche de cierre tiene algo especial, que es poder compartir con tus compañeros «Donde vi a Jesús», porque cada uno tiene experiencias diferentes, donde vemos que Él está presente en cada uno de nosotros. Como dice nuestro lema, poder decir «Viví y compartí tu Fe» es un regalo que el Señor nos hace y nos invita a no ser perezosos y anunciarlo. La Fe es la compañera de vida que nos permite distinguir con ojos puros las maravillas que Dios hace por nosotros, nos compromete a cada uno a convertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristo.

Benedicto XVI anunció para el 12 de mayo tres canonizaciones æBenedicto XVI anunció la canonización de las religiosas Laura Montoya, que se convertirá en la primera santa reconocida de Colombia, y Guadalupe García, de México, y Antonio Primaldo y compañeros mártires, de Otranto, Italia. Las dos futuras santas, la colombiana Laura Montoya, «madre espiritual de los indígenas, a los que quiso mostrar el amor de Dios», y la mexicana Guadalupe García, cuyo lema fue «Caridad hasta el sacrificio y constancia hasta la muerte», fueron beatificadas por Juan Pablo II, el 25 de abril de 2004. Composición del futuro Cónclave æEl futuro cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI se regulará por el ¨Ordo Rituum Conclavis¨. El Cardenal Camarlengo, que tiene un papel fundamental en el período de sede vacante, es el cardenal Tarcisio Bertone. Los cardenales electores, según el continente de proveniencia, serán 61 europeos, 19 latinoamericanos, 14 norteamericanos, 11 africanos, 11 asiáticos y 1 procedente de Oceanía. Fuente: Aica


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TIEMPO DE CUARESMA

Durante la Misa de Cenizas, presidida por el papa Benedicto XVI, ha explicado el significado de la Cuaresma que estamos transitando, como período de gracia y conversión. El Papa ha subrayado que es un tiempo favorable para acoger su gracia que nos hace hombres nuevos.

Vivir la Cuaresma en comunión eclesial «

Hoy, Miércoles de Ceniza, iniciamos un nuevo camino cuaresmal, un camino que se desarrolla por cuarenta días y que nos conduce al gozo de la Pascua del Señor, a la victoria de la Vida sobre la muerte. Nos hemos reunido para la Celebración de la Eucaristía siguiendo la antiquísima tradición romana de las stationes cuaresmales. Tal tradición prevé que la primera statio tenga lugar en la Basílica de Santa Sabina sobre la colina romana del Aventino. Las circunstancias han sugerido reunirnos en la basílica Vaticana. Esta tarde somos muchos los que nos encontramos alrededor de la Tumba del Apóstol Pedro para pedir también su intercesión para el camino de la Iglesia en este momento particular, renovando nuestra fe en el Pastor Supremo, Cristo Señor. Es para mí una ocasión propicia para agradecer a todos, especialmente a los fieles de la Diócesis de Roma, mientras me preparo a concluir el ministerio petrino, y para pedir un particular recuerdo en la oración. Las Lecturas que han sido proclamadas nos ofrecen ocasiones que, con la gracia de Dios, estamos llamados a convertir en actitudes y comportamientos concretos en esta Cuaresma. Ante todo la Iglesia nos vuelve a proponer, el enérgico llamado que el profeta Joel dirige al pueblo de Israel: «Dice el Señor todopoderoso: convertíos a mí de todo corazón, con ayuno, con llanto, con luto» (2,12). Es subrayada la expresión «de todo corazón», que significa desde el centro de nuestros pensamientos y sentimientos, de la raíz de nuestras decisiones, elecciones y acciones, con un gesto de total y radical libertad. Pero ¿es posible este retorno a Dios? Sí, porque hay una fuerza que no reside en nuestro corazón, sino que se libera del corazón mismo de Dios. Es la fuerza de su misericordia. El profeta dice todavía: «Convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, y se arrepiente de las amenazas» (v.13). El retorno al Señor es posible como ‘gracia’, porque es

Queridos hermanos y hermanas, comencemos confiados y alegres este itinerario cuaresmal. Que resuene fuerte en nosotros la invitación a la conversión, a «volver a Dios de todo corazón», acogiendo su gracia que nos hace hombres nuevos...

obra de Dios es fruto de la fe que reponemos en su misericordia. Pero este retornar a Dios se vuelve realidad concreta en nuestra vida solo cuando la gracia del Señor penetra en lo profundo y lo sacude donándonos la fuerza de «lacerar el corazón». Es el profeta una vez más que hace resonar da parte de Dios estas palabras: «Rasgad los corazones, no las vestiduras» (v.13). En efecto, también en nuestros días, muchos están listos a «rasgarse las vestiduras» ante escándalos e injusticias – cometidas naturalmente por otros –, pero pocos parecen dispuestos a actuar sobre el propio «corazón», sobre la propia consciencia y sobre las propias intenciones, dejando que el Señor transforme, renueve y convierta. Aquel «convertíos a mí de todo corazón», es un llamado que no solo involucra al individuo, sino a la comunidad. Hemos escuchado siempre en la primera Lectura: «Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión; congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos, congregad a muchachos y niños de pecho; salga el esposo de la alcoba» (vv.15-16). La dimensión comunitaria es un elemento esencial en la fe y en la vida cristiana. Cristo ha venido «para reunir a los hijos de Dios que estaban dispersos» (Cfr. Jn 11, 52). El «Nosotros» de la Iglesia es la comunidad en la

que Jesús nos reúne (Cfr. Jn 12, 32): la fe es necesariamente eclesial. Y esto es importante recordarlo y vivirlo en este Tiempo de la Cuaresma: que cada uno sea consiente que el camino penitencial no lo enfrenta solo, sino junto a tantos hermanos y hermanas, en la Iglesia. El profeta, en fin, se detiene sobre la oración de los sacerdotes, los cuales, con los ojos llenos de lágrimas, se dirigen a Dios diciendo: «¡No entregues tu herencia al oprobio, y que las naciones no se burlen de ella! ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?» (v.17). Esta oración nos hace reflexionar sobre la importancia del testimonio de fe y de vida cristiana de cada uno de nosotros y de nuestras comunidades para manifestar el rostro de la Iglesia y cómo, algunas veces este rostro es desfigurado. Pienso, en particular, en las culpas contra la unidad de la iglesia, en las divisiones en el cuerpo eclesial. Vivir la Cuaresma en una comunión eclesial más intensa y evidente, superando individualismos y rivalidades, es un signo humilde y precioso para los que están alejados de la fe o los indiferentes. «¡Éste es el tiempo favorable, éste es el día de la salvación!» (2 Co 6, 2). Las palabras del apóstol Pablo a los cristianos de Corinto resuenan también para nosotros con una urgencia que no admite ausencias o inercias. El término

«éste» repetido tantas veces dice que este momento non se debe dejar escapar, se nos ofrece como ocasión única e irrepetible. Y la mirada del Apóstol se concentra en el compartir, con el que Cristo ha querido caracterizar su existencia, asumiendo todo lo humano hasta hacerse cargo del mismo pecado de los hombres. La frase de san Pablo es muy fuerte: Dio «Dios lo identificó con el pecado en favor nuestro ». Jesús, el inocente, el Santo, «Aquél que no conoció el pecado» (2 Co 5, 21), asume el peso del pecado compartiendo con la humanidad el resultado de la muerte, y de la muerte en la cruz. La reconciliación que se nos ofrece ha tenido un precio altísimo, el de la cruz levantada en el Gólgota, donde fue colgado el Hijo de Dios hecho hombre. En esta inmersión de Dios en el sufrimiento humano en el abismo del mal está la raíz de nuestra justificación. El «volver a Dios con todo nuestro corazón» en nuestro camino cuaresmal pasa a través de la Cruz, el seguir a Cristo por el camino que conduce al Calvario, al don total de sí. Es un camino en el cual debemos aprender cada día a salir cada vez más de nuestro egoísmo y de nuestro ensimismamiento, para dejar espacio a Dios que abre y transforma el corazón. Y san Pablo recuerda cómo el anuncio de la Cruz resuena también para nosotros gracias a la predicación de la Palabra, de la que el mismo Apóstol

es embajador; un llamado para nosotros, para que este camino cuaresmal se caracterice por una escucha más atenta y asidua de la Palabra de Dios, luz que ilumina nuestros pasos. En la página del Evangelio de Mateo, que pertenece al denominado Sermón de la montaña, Jesús se refiere a tres prácticas fundamentales previstas por la Ley mosaica: la limosna, la oración y el ayuno; son también indicaciones tradicionales en el camino cuaresmal para responder a la invitación de «volver a Dios de todo corazón». Pero Jesús subraya que la calidad y la verdad de la relación con Dios son las que califican la autenticidad de todo gesto religioso. Por ello Él denuncia la hipocresía religiosa, el comportamiento que quiere aparentar, las conductas que buscan aplausos y aprobación. El verdadero discípulo no se sirve a sí mismo o al «público», sino a su Señor, en la sencillez y en la generosidad: «Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará» (Mt 6,4.6.18). Nuestro testimonio, entonces, será más incisivo cuando menos busquemos nuestra gloria y seremos conscientes de que la recompensa del justo es Dios mismo, el estar unidos a Él, aquí abajo, en el camino de la fe, y al final de la vida, en la paz y en la luz del encuentro cara a cara con Él para siempre (Cfr. 1 Co 13, 12). Queridos hermanos y hermanas, comencemos confiados y alegres este itinerario cuaresmal. Que resuene fuerte en nosotros la invitación a la conversión, a «volver a Dios de todo corazón», acogiendo su gracia que nos hace hombres nuevos, con aquella sorprendente novedad que es participación en la vida misma de Jesús. Nadie de nosotros, por lo tanto, haga oídos sordos a este llamado, que se nos dirige también en el austero rito, tan sencillo y al mismo tiempo tan sugestivo, de la imposición de las cenizas, que cumpliremos dentro de poco. ¡Que nos acompañe en este tiempo la Virgen María, Madre de la Iglesia y modelo de todo auténtico discípulo del Señor! ¡Amén!»


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PASTORALENCADI VOCACIONAL 2012 MENSAJE DEL CARDENAL MAURO PIACENZA

Carta a las madres de los sacerdotes y seminaristas

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l pueblo cristiano ha Ofrecemos la carta del 30 de diciembre de 2012, que el venerado siempre, con Prefecto de la Congregación para el Clero dedica a las madres profunda gratitud, a la Bienaventurada Virgen María, de sacerdotes y seminaristas y a todas aquellas que ejercen el contemplando en Ella la Causa de don de la maternidad espiritual hacia ellos. toda nuestra verdadera Alegría. En efecto, acogiendo la Palabra Eterna en su seno inmacula- mentos, en modo eminente la Sando, María Santísima dio a luz al tísima Eucaristía, es Cristo misSumo y Eterno Sacerdote, Jesu- mo el que a través de sus miniscristo, único Salvador del mun- tros, obra la Salvación del homdo. En El, Dios mismo vino al en- bre y se hace realmente presente cuentro del hombre, lo levantó del en el mundo. La vocación sacerdotal, norpecado y le donó la Vida eterna, es decir Su misma Vida. Adhirién- malmente, tiene en la familia, en dose a la Voluntad de Dios, Ma- el amor de los padres y en la priría participó, de modo único e irre- mera educación en la fe, aquél petible, en el misterio de nuestra terreno fértil en el cual la disponiredención, convirtiéndose así en bilidad a la voluntad de Dios pueMadre de Dios, Puerta del Cielo de radicarse y extraer la indispensable nutrición. Al mismo tiempo, y Causa de nuestra Alegría. De modo análogo, la Iglesia cada vocación es, incluso para la toda mira, con admiración y pro- misma familia en la que surge, una funda gratitud, a todas las madres irreductible novedad, que huye a de los sacerdotes y de cuantos, los parámetros humanos y llama recibida esta altísima vocación, a todos, siempre, a la conversión. En esta novedad, Cristo achan emprendido el camino de formación, y con profunda alegría túa en la vida de aquellos que ha elegido y llamado, todos los fame dirijo a ellas. Los hijos, que ellas acogieron miliares –y las personas más cery educaron, fueron elegidos por canas– están implicados pero es Cristo desde la eternidad, para ciertamente única y especial la convertirse en sus «amigos pre- participación que corresponde a dilectos» y, así, vivo e indispen- la madre del sacerdote. Únicas y Dios, un «padre», llamado a gesable instrumento de su Presen- especiales son los consuelos es- nerar y acompañar la vida eterna cia en el mundo. Por medio del pirituales que le afluyen por ha- en una multitud de hermanos. sacramento del orden, la vida de ber llevado en su seno a quien se Cada madre de un sacerdote es ha convertido misteriosamente «hija de su hijo». los sacerdotes en ministro de Hacia el podrá ejercer también una es definitivaCristo. Toda nueva «maternidad», en la discremente asumida Cada madre de un madre no pue- ta, pero eficacísima e inestimablepor Jesús e sacerdote es de sino ale- mente valiosa, cercanía de la orainmersa en El, de misteriosamente grarse en ver ción y en la ofrenda de la propia modo que en «hija de su hijo». la vida del pro- existencia por el ministerio del ellos, es Jesús Hacia el podrá pio hijo, no hijo. mismo el que ejercer también una Esta nueva «paternidad», a la sólo realizada pasa y actúa ennueva «maternidad», sino investida que el seminarista se prepara, que tre los hombres. en la discreta, pero de una al sacerdote es donada y de la Este misterio eficacísima e especialísima cual el Pueblo Santo de Dios se es tan grande inestimablemente predilección beneficia, necesita ser acompañaque el sacerdovaliosa, cercanía de divina que da por la oración asidua y por el te es también llala oración y en la abraza y trans- personal sacrificio, para que la limado «alter ofrenda de la propia forma para la bertad de adhesión a la voluntad Christus» – existencia por el divina se renueve y robustezca eternidad. »otro Cristo». ministerio del hijo. Si aparen- continuamente, para que los saSu pobre humatemente, en cerdotes no se cansen nunca, en nidad, elevada virtud de la la cotidiana batalla de la fe y por la fuerza del Espíritu Santo a una nueva y más vocación y la ordenación, se pro- unan, cada vez más totalmente, alta unión con la persona de Je- duce una inesperada «distancia», la propia vida al sacrificio de Crissús, es ahora lugar del Encuen- respecto a la vida del hijo, miste- to Señor. Tal obra de auténtico sostén, tro con el Hijo de Dios, encarna- riosamente más radical de toda do, muerto y resucitado por no- otra separación natural, en reali- siempre necesaria en la vida de la sotros. Cuando cada sacerdote dad la bimilenaria experiencia de Iglesia, parece hoy más urgente enseña la fe de la Iglesia, es Cris- la Iglesia enseña que la madre que nunca, sobre todo en nuesto el que habla en él, habla al Pue- «recibe» al hijo sacerdote en un tro Occidente secularizado, que blo; cuando, prudentemente, guía modo totalmente nuevo e ines- espera y pide un nuevo y radical a los fieles a él confiados, es Cris- perado, tanto como para ser lla- anuncio de Cristo y las madres to el que apacienta a las propias mada a reconocer en el fruto del de los sacerdotes y de los seminaovejas; cuando celebra los sacra- propio seno, por voluntad de ristas son un verdadero «ejérci-

to» que, desde la tierra eleva al Cielo oraciones y ofrendas y, todavía más numeroso, desde el Cielo intercede para que cada gracia sea derramada sobre la vida de los sacros pastores. Por esta razón, deseo con todo el corazón animar y dirigir un particularísimo agradecimiento a todas las madres de los sacerdotes y seminaristas y -junto a ellas- a todas las mujeres, consagradas y laicas, que han acogido, también por la invitación dirigida a ellas durante el Año Sacerdotal, el don de la maternidad espiritual hacia los llamados al ministerio sacerdotal, ofreciendo la propia vida, la oración, los propios sufrimientos y las fatigas, como también las propias alegrías, por la fidelidad y la santificación de los ministros de Dios… Un especial agradecimiento, por último, se eleve hasta el Cielo, a aquellas madres, que, llamadas ya de esta vida, contemplan ahora plenamente el esplendor del Sacerdocio de Cristo, del cual sus hijos se ha convertido en partícipes, y por ellos interceden, en modo único y, misteriosamente, mucho más eficaz…


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LA PUERTA DE LA FE

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En la memoria agradecida: Benedicto XVI, el Papa teólogo

al vez recordemos el Pontificado de Benedicto XVI como un hito histórico luego de la sorpresiva, magna y a la vez humilde decisión que ha tomado de renunciar al cargo de obispo de Roma el pasado 28 de febrero. Pero, seríamos ingratos si solo recordáramos el Pontificado de Benedicto XVI por éste episodio, aunque por cierto tiene mucho de profético y heroico: nos habla de una libertad innegable en el corazón del último Papa. Benedicto XVI tuvo que afrontar, y lo hizo con la misma libertad y sabiduría de siempre, los embates de una sociedad secularizada frente a un pontificado menos carismático que el de su antecesor, pero no menos lúcido. Le debemos haber resuelto y clarificado los casos de pederastia dentro de la Iglesia, pidiendo perdón incluso a las victimas de EEUU, cuando se reunió con ellas en el 2008. También es el Papa que nos ayudó con sus grandes discursos a entrar en un mundo globalizado, nos ha dado la llave como Iglesia para dialogar en él e interpretarlo. Y si bien, en política exterior, ni las fuerzas ni los años han acompañado la posibilidad de realizar un ritmo de viajes como el beato Juan Pablo II, su magisterio en consonancia con Aparecida y la Nueva Evangelización se hizo patente en su viaje a México y Cuba. Es difícil hacer una mirada retrospectiva

del pontificado de Benedicto XVI, sólo por el hecho de su dimisión hace unos días. Creo que a lo largo de que pasen los años su figura se agigantará más. Suele pasar con los grandes hombres. Tampoco soy un analista político para hacerlo. Simplemente un sacerdote, y junto a ustedes, un hombre de fe dentro de la Iglesia. Pero quiero destacar un aspecto de su Pontificado que será de luz y anuncio por muchos años: el legado de su reflexión en las cartas encíclicas escritas desde su elección el 19 de abril de 2005. Deus caritas est (latín: Dios es amor) es la primera encíclica escrita por el Papa Benedicto XVI, y trata el tema del amor cristiano. Fue promulgada el miércoles 25 de enero de 2006. Esta encíclica versa, en un total de 42 párrafos, sobre los conceptos del eros (amor sexual), agape (amor incondicional), logos (la palabra), y su relación con las enseñanzas de Jesucristo. «En un mundo en el cual a veces se relaciona el nombre de Dios con la venganza o incluso con el odio y la violencia, éste es un mensaje de gran actualidad y con un significado muy concreto. Por eso, en mi primera encíclica deseo hablar del amor, del cual Dios nos colma, y que nosotros debemos comunicar a los demás» (Deus, nº1). La primera mitad de la encíclica es más filosófica, establecien-

P. Luis Diehl

PENSAMIENTOS BREVES LA PASIÓN DE CRISTO X El relato de la pasión, Muerte y Resurrección de Jesús fue, es y será un actual y estremecedor alegato contra la soberbia, la crueldad y la violencia. XPero, al mostrarnos la fidelidad de Jesús, su entrega sin medida y su grandeza sin limites seguirá siendo la más excelente alabanza al amor cristiano.

Es una publicación de la diócesis de Santo Domingo en Nueve de Julio

Escribe: Pbro. Germán Loriente

«Quiero destacar un aspecto de su Pontificado que será de luz y anuncio por muchos años: el legado de su reflexión en las tres cartas encíclicas». do y delimitando el significado de la palabra amor. La segunda mitad, basada en un informe preparado por el Consejo Pontificio Cor Unum, es más práctica, y considera las actividades caritativas de la Iglesia como una expresión de amor, refiriéndose a su triple responsabilidad: la proclamación de la Palabra de Dios (kerygmamartyria, el carisma), la celebración de los sacramentos (leitourgia, la liturgia), y el ejercicio del ministerio de la caridad (diakonia, la diaconía o el diaconado). Afirma que la Iglesia no puede quedarse al margen de la lucha por la justicia, pero su tarea no es la política sino el servicio del amor desinteresado. El final está inspirado en la Divina Comedia de Dante Alighieri (particularmente en el canto de Paraíso, el cual finaliza en la Luz interminable que es Dios, que es al mismo tiempo el Amor que mueve al Sol y a las otras estrellas), concluyendo al considerar el ejemplo de los santos y al elevar una oración a la Virgen María. Spe salvi (latín: Salvados en esperanza) es el nombre de su segunda encíclica , firmada y presentada el 30 de noviembre de 2007. Está dedicada al tema de la esperanza y se apoya fundamentalmente en la epístola a los romanos de san Pablo. El título hace referencia al versículo 24 del capítulo octavo de esa carta paulina: Porque nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? Año XIV - N° 135 MARZO de 2013

Ante el sombrío panorama de crisis internacionales, conflictos bélicos, terrorismo, desequilibrios económicos, problemas medioambientales, desorden moral y corrupción política, muchos cristianos, y hombres en general, pierden la esperanza y se sienten tentados a caer en el pesimismo y a abandonar la lucha. Frente a esta situación, Benedicto XVI, sale al encuentro en esta Encíclica presentando un horizonte de esperanza y animando a trabajar y esforzarse para hacer frente con coraje a los males de nuestro tiempo. Una de las afirmaciones clave de la encíclica es: «Quien tiene esperanza vive de otra manera, una vida nueva». Por eso, el Papa quiere ofrecer un horizonte de esperanza a la humanidad y afirma que la vida «no acaba en el vacío». Precisamente este saber distingue a los cristianos. Señala el Papa que el marxismo ha dejado una destrucción desoladora. Pese a los agudos análisis de Marx, este olvidó que el hombre es libre y que un mundo sin libertad no sería un mundo bueno. Esta libertad necesita una esperanza que la oriente en medio del sufrimiento, las frustraciones y los fracasos de la existencia y de la historia. Habrá un Juicio de Dios, «que es nuestro consuelo y esperanza». Afirma que el progreso material ha traído nuevas posibilidades para el bien, pero también abismales posibilidades para el mal. La ciencia no redime al hombre, el hombre es redimido solo por el amor de Dios. Anima a una autocrítica del cristianismo que ha de superar la tentación de una religiosidad individualista. El cristiano, animado por la esperanza, ha de ser para los otros, ha de solidarizarse con todos. Afirma que Jesús no trajo al mundo un mensaje «socio-revolucionario», sino algo mucho mayor: «el encuentro con el Dios vivo, con una esperanza más fuerte que los sufrimiento de la esclavitud y que por ello transforma desde dentro la vida y el mundo». Caritas in Veritate (latín: La caridad en la verdad) es el nomDIRECTOR Pbro. Germán Loriente germanloriente@gmail.com

bre de la tercera encíclica de Benedicto XVI firmada el 29 de junio de 2009 y presentada el 7 de julio del mismo año. Retomando temas sociales contenidos en la Populorum progressio, escrita por el Siervo de Dios Pablo VI en 1967, se propone profundizar en algunos aspectos del desarrollo integral de nuestra época, a la luz de la caridad en la verdad: La Doctrina Social de la Iglesia y el desarrollo sostenible a la luz de las pobrezas y desigualdades existentes en el mundo y la actual crisis económica global. Aborda con realismo y esperanza los problemas creados por la crisis financiera, por la falta de instituciones internacionales capaces de reformar la ineficacia burocrática que alarga el subdesarrollo de muchos pueblos y por la falta de ética de muchas mentalidades que predominan en las sociedades opulentas. En una primera parte examina las enseñanzas de sus dos predecesores: Pablo VI y Juan Pablo II. Los dos estaban convencidos de la capacidad del corpus de la denominada Doctrina Social de la Iglesia para dar la luz necesaria a un mundo que busca desesperadamente esperanza y claridad. También hace referencia a otras encíclicas y documentos. En la segunda parte recorre las grandes amenazas que se ciernen sobre la humanidad. Siempre el punto de partida es la falta de consideración de la dignidad de la persona humana, y su conclusión será el ataque a la propia vida humana, la pobreza, la guerra, el terrorismo, el medio ambiente. El Papa proporciona los principios morales para afrontar estos problemas sociales y económicos, promoviendo una verdadera cultura de la vida y de la paz. Queridos lectores: esta pequeña síntesis del magisterio quiere ser memoria agradecida de lo que nos ha brindado su teología. El acento luminoso, sencillo, y podría decir poético de sus escrito nos ha acercado a la Belleza del Logos y a dejarnos embriagar por su Luz. Los animo a que se abreven de su lectura. EDICION INTEGRAL Fabricio O’Dwyer fabricio1969@gmail.com


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