Demos de todo corazón una sincera bienvenida al papa Francisco, y unámonos a él. Nos toca a nosotros por una doble razón ser sus colaboradores diligentes y convencidos, como cristianos y como argentinos, para que la alegría manifestada por nuestro pueblo con motivo de su elección se exprese siempre en la oración por él, en la guarda de la comunión sincera, en la sintonía para comprender y aplicar cuanto recibamos de él.
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CARTA DEL OBISPO
EL P AP A FRANCISCO PAP APA Queridos hermanos: Hemos vivido semanas muy intensas, de profunda densidad eclesial. Después de la gran sorpresa que fue para el mundo entero la renuncia de Benito XVI, tuvimos la alegría de conocer la elección del nuevo Pontífice, Francisco. Alegría que se manifestó, por supuesto, en la Argentina, pero que estuvo en los corazones de los católicos de todo el mundo, que percibieron el gesto esperanzador, el anuncio gozoso, las expresiones sencillas, con que el Santo Padre Francisco renovó la proclamación de la Buena Nueva de Jesús Resucitado. Tenemos que dar gracias sinceras a Dios. A Benito XVI, Pastor amado y admirado, sucede Francisco. La Iglesia ha recibido su guía, que el Espíritu Santo, por la voz de los Padres Cardenales reunidos en el Cónclave, ha designado para ser el Obispo de Roma, «la Iglesia que preside en la caridad», el Supremo Pastor que debe guiar en este tiempo a la comunidad de los creyentes, el papa Francisco. Gratitud que es un acto de fe en la misericordia divina, que asiste siempre a los suyos, y que al ponernos bajo la
INTENCIONES PARA ORAR EN EL 2013 a pedido del papa emérito Benedicto XVI
ABRIL GENERAL: La liturgia, fuente de vida Que la celebración pública y orante de la fe sea fuente de vida para los creyentes. MISIONERA: La Iglesia en misión Que las Iglesias locales de los territorios de misión sean signos e instrumentos de esperanza y de resurrección.
conducción del papa Francisco, a quien nos unen los vínculos tan fuertes de la patria, de la cultura y del camino eclesial recorrido juntos, nos recuerda nuestra responsabilidad de creyentes. En efecto, hijos del mismo suelo y herederos de la misma tradición, esta cercanía nos impone mayor disponibilidad para escuchar su enseñanza, seguir sus orientaciones, trabajar con generosidad en la nueva evangelización, atentos a sus gestos y propuestas. El compromiso de los creyentes, la respuesta que debemos a Dios que nos llama a la fe, y que es compromiso para vivir en la santidad y el amor, ejercer la caridad fraterna, colaborar en la obra evangelizadora de la Iglesia, se acrecienta por el hecho de nuestra cercanía con el papa Francisco. En las pocas semanas transcurridas desde su elección hemos podido reconocer expresiones y gestos suyos a los que nos tenía acostumbrados en su ministerio al frente de la arquidiócesis de Buenos Aires y como Primado de la Argentina. Se trata, en realidad, de una invitación a vivir nuestra fe con una actitud más sencilla y directa, con una entrega al hermano que sea más efectiva, a manifestar con transparencia nuestro deseo de ser mejores, más santos, y de llevar a todos este mensaje para que compartan la vida que hemos recibido.
Nosotros comprendemos esas palabras, interpretamos esos gestos, y no tendríamos excusa si permaneciéramos indiferentes frente a este llamado que, por la persona del Papa, la Iglesia nos dirige nuevamente, con insistencia y clara contundencia. No se dirigen a inciertos responsables, a desconocidos agentes que deben procurar un cambio, sino a nosotros, para que cada uno, desde su lugar y con los medios a su alcance, mirando su corazón, dejándolo iluminar por el amor que Dios nos ha mostrado en su Hijo Jesucristo, alentado por la fuerza del Espíritu Santo, emprenda el camino nuevo, realice el cambio, salga de su encierro y difunda el Evangelio entre sus hermanos. En especial, tengamos presente su reiterado pedido, tanto en las ocasiones públicas como en los encuentros privados, a manera de saludo: «Recen por mí», y que la oración de los fieles por el Santo Padre sea constante, una manera de expresar nuestro afecto y vivir la comunión. Demos de todo corazón una sincera bienvenida al papa Francisco, y unámonos a él. Nos toca a nosotros por una doble razón ser sus colaboradores diligentes y convencidos, como cristianos y como argentinos, para que la alegría manifestada por nuestro pueblo con motivo de su elección se exprese siempre en la oración por él, en la guarda de la comunión sincera, en la sintonía para comprender y aplicar cuanto recibamos de él.
Con mucho afecto, los saluda y bendice, + Martín, obispo de Nueve de Julio
Para ver más mensajes del obispo Martín http://www.diocesis9dejulio.org.ar/obispo.html
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COMPARTIENDO NUESTRO TESORO FRANCISCO, EL PAPA ARGENTINO
«Hermano tan deseado, Francisco tan bien querido»
¡El cardenal argentino Jorge Bergoglio es el nuevo Papa!. Eligió llamarse Francisco, como il poverello de Asís. Y también con su estilo cálido, cercano y sin alardes ya ha comenzado a cuestionarnos. Para que nos decidamos a parecernos a Jesús, a vivir de puro Evangelio, con perfume de Belén.
Escribe: Hna. María de las Gracias Bernardo, General de las Hermanas de Nuestra Señora de Rosario (Congregación presente en Trenque Lauquen)
H
ermano tan deseado, Francisco tan bien querido... Este es el último verso del Himno con que la Iglesia le canta a San Francisco de Asís, en las Laudes (oración de la mañana) de su Fiesta, el 4 de octubre. Al recordarlas espontáneamente, pensé en nuestro recién estrenado papa Francisco, cuyos gestos simples, cercanos, fraternalmente universales, provocan un santo orgullo en los creyentes, una sorpresa genuina en quienes no adhieren a ningún credo; y en todos, intuición más o menos explícita de que son hijos de Dios. Ésa fue justamente la propuesta que el Papa hizo a los periodistas de todo el mundo, en el encuentro que tuvo con ellos, donde habló de la importancia de su oficio de comunicadores y les agradeció la enorme tarea de haber cubierto las noticias relacionadas con la renuncia de Benedicto XVI, la sede vacante, el Cónclave y, finalmente, su elección. Lo cierto es que en estos pocos días, nuestro Francisco ha subyugado a más de un escéptico, anticlerical e hipercrítico de la Iglesia. Uno imagina que, salvadas las distancias epocales, históricas y culturales, cuando il Poverello se decidió a vivir el evangelio, sin añadiduras, las gentes comenzaron a sentir que se les encendía el corazón, como ahora nos está pasando a nosotros. El recordado papa Pablo VI, en su inolvidable Evangelii Nuntiandi, decía que si algunas
personas se decidían a vivir a fondo el evangelio, seguramente, iban a despertar un interrogante en los que los veían: «y éstos, por qué viven así?» La única respuesta es Jesucristo... eso es dar testimonio, forma privilegiada de evangelización. (Cf. EN 21) «Es uno de nosotros» Observando este fervor que el padre Bergoglio ha despertado, nos damos cuenta de que cada gesto suyo se ha convertido en proclamación, testimonio e interpelación. Un sacerdote hablando por televisión, dijo días pasados, que había renunciado a los signos del poder, para resignificar el poder de los signos. Pero, ¿de qué signos se trata? Un hombre que saluda de manera cotidiana, que llama personalmente a sus amigos por teléfono, y donde cada uno de ellos siente que se dirige a su propio corazón, alguien a quien los pobres y enfermos se pueden acercar tranquilos para exponer sus necesidades… Innumerables anécdotas y gestos que el pueblo conoce y admira: «Es uno de nosotros», fue la frase escrita por algunas personas más conocidas y repetida en la calle por un taxista. Al escucharlos, uno se admira de ese sentido de la fe que tienen los fieles, inspirados por el Espíritu Santo (Cf. LG 12); esta apreciación de que es «uno como nosotros», no tiene nada de banal. Muy por el contrario, es la afirmación más elocuente que utiliza el apóstol Pablo en su carta a los cristianos de Filipos, cuando se refiere al abajamiento (la
Lo cierto es que en estos pocos días, nuestro Francisco ha subyugado a más de un escéptico, anticlerical e hipercrítico de la iglesia. Uno imagina que, salvadas las distancias epocales, históricas y culturales, cuando il Poverello se decidió a vivir el evangelio, sin añadiduras, las gentes comenzaron a sentir que se les encendía el corazón, como ahora nos está pasando a nosotros. kénosis) que el Hijo de Dios ha asumido al hacerse hombre: «Cristo, siendo de condición divina, no consideró codiciable el ser igual a Dios. Al contrario se despojó de su grandeza… y se hizo semejante a los hombres» (Fil 2, 6 y ss) Pasó por uno de tantos, no hizo alarde… no necesitó hacer apología de su autoridad, ni reclamarla. Cuando alguien la ejerce como servicio, los demás se la reconocen, porque adhieren sin presiones y la respetan naturalmente. Porque se sienten amados. Pero además, porque el amor es esencialmente difusivo, este clima generado por Francisco está teniendo un efecto contagioso; espontáneamente, la gente dice: «todos nos sentimos llamados a ser más buenos», «es una oportunidad de cambio», «recemos más, tratémonos mejor»…. Si hasta los políticos creen en la posibilidad de diálogo… Una mecha encendida Ojala, como Iglesia y particularmente la que peregrina en la Argentina, no dejemos pasar este desafío, no dejemos apagar la mecha encendida: que el cambio sea de verdad, que nos cuestio-
nemos la mansedumbre, la fraternidad, la pobreza, la humildad y la oración. Que, como nos repite el Papa, «nos cuidemos los unos a los otros y cuidemos especialmente a los más frágiles». Que renunciemos a los reclamos, muchas veces, violentos, de poder, para en la vida cotidiana, «pasar por uno de tantos». Según la tradición, el Cristo de San Damián que habló a san Francisco de Asís, le dijo: «Ve y repara mi Iglesia, que está en ruinas» Más allá de todos los pecados que han oscurecido a la Iglesia, sobre todo en estos últimos tiempos, la respuesta que nos golpea el corazón, no puede ser simplemente, la de reclamar que otros se conviertan, que los culpables sean castigados; actitudes que, a veces, parecieran encubrir una cierta forma de venganza. Dejemos las sanciones a quienes les compete aplicarlas. Lo urgente, lo franciscano, es empezar por reparar las ruinas de nuestro propio corazón, que ¡vaya si acusan grietas! Rajaduras que nos impiden la reconciliación; hendiduras por donde se nos escapan la fe, la esperanza y la caridad; heridas que nos encierran y por las que sólo pensa-
mos cómo pisar al otro, hacer quedar mal al hermano o utilizar cualquier método para trepar…. Cada uno, deberemos mirar nuestra propia vida y descubrir qué está fallando en nuestros fundamentos cristianos; y «sin cansarnos de pedir perdón», como nos enseña Il fratello Papa, empezar con la gracia a reedificarnos, en la certeza de que «nadie puede poner otro cimiento sino el que ya está puesto: Jesucristo» (1Cor 3,11). En Él, podremos renovarnos como piedras vivas, teniendo como pastor a Francisco. La Iglesia ruega siempre «que no le falte al rebaño la solicitud del pastor; pero que no le falte al pastor la obediencia de su rebaño». Estemos seguros: Francisco no cambiará a la Iglesia; la cambiaremos entre todos. «Tu «T u vida nos cuestiona» Parece que el papa Inocencio, al encontrarse frente a Francisco de Asís y sus primeros hermanos, le dijo: «tu vida nos cuestiona». Parece que nuestro papa Francisco ha comenzado a cuestionarnos, con su estilo cálido, cercano y sin alardes. Que nos dejemos interpelar y nos decidamos a parecernos a Jesús, a vivir de puro evangelio, con perfume a Belén, que de eso se trata. Reconocernos en un hermano mayor que nos hace sentir el amor del Padre nos ha puesto a todos exultantes. Parece que lo teníamos muy olvidado… Tal vez por eso, Francisco sea el que deseábamos, el hermano tan bien querido…
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LA IGLESIA HOY EN LA AR GENTIN A ARGENTIN GENTINA «Recen x mi», un por tal par a dejar portal para una plegaria por Francisco æRecientemente se lanzó en internet el sitio www.recenxmi.com, un portal que permite dejar una oración o mensaje para el santo padre Francisco, y que está inspirado en su primer gran pedido. El mensaje que se deje aparece luego en las redes sociales Twitter o Facebook, según elija el usuario, y en la página principal del sitio. De esta manera, se va conformando un mural con todas las caras de los que ya escribieron en algún momento. Conf ir man que la Confir irman beatificación de Brochero la presidirá un cardenal y no el Papa æLa diócesis de Cruz del Eje, en la provincia de Córdoba, confirmó a través de su cuenta en Twitter que la ceremonia de beatificación del venerable José Gabriel del Rosario Brochero tendrá lugar en Alto Grande el 14 de septiembre, y será presidida por el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos. La información fue enviada desde Roma por el obispo diocesano, monseñor Santiago Olivera, quien es además el delegado episcopal para las Causas de los Santos. Card. Karlic: El Papa «es capaz de enfrentar las cosas más complicadas» æEl arzobispo emérito de Paraná, cardenal Estanislao Esteban Karlic, reveló haberse emocionado al ver salir por el balcón de San Pedro a su amigo Jorge Mario Bergoglio, ahora papa Francisco, a quien describió como «un pastor capaz de enfrentar las cosas más sencillas y también las cosas más complicadas¨. El purpurado cree que ayudará ¨a comprender cada vez más que todos en el mundo tenemos algo que dar a los demás, y todos tenemos que recibir algo de los demás». Fuente: Aica
CRÓNICAS DE UN CURA DE PUEBLO EN LA CIUDAD ETERNA
¡Es argentino! ¡Yo lo conozco! E
stos días pasados han sido particularmente intensos para los católicos del mundo entero. La renuncia de Benedicto XVI, un gesto de humildad para muchos, mal comprendida por otros, la espera del nuevo Papa, los nombres de los candidatos que corrían por los distintos medios, y la espera de una comunidad «reunida en la oración». El día de ayer, miércoles 13 de marzo, amaneció lluvioso en Roma, un clima bastante común en la ciudad eterna. Todo tenía aspecto de expectación. Por los pasillos de la Universidad de San Anselmo los estudiantes caminábamos de un aula a la otra, cambiando de lecciones. Los comentarios se adivinaban y entreoían: ¿Vas hoy a la fumata? ¿Lo elegirán hoy? ¿Será Papa italiano? ¿O tal vez americano o africano? El espacio se llenaba con estas preguntas y suposiciones. La Iglesia esperaba a su pastor. Por la tarde, a eso de las 17:30 (hora romana), esperábamos una posible fumata, pero nada. El silencio y la expectativa se prolongaban. A las 19 hs., finalizadas las lecciones, muchos deciden ir hacia Piazza San Pietro por las dudas. Otros nos quedamos en el colegio pero nos vinimos enseguida a ver la tele. 19:06. La fumata se hace realidad. Un tímido humo negro inicial da lugar al blanco de la alegría. La Iglesia tenía nuevo pastor! No me hice esperar: tomé «las cosas de emergencia», que tenía sobre la cama en caso de que lo sucedido sucediera: un paraguas, la campera y la cámara de fotos. Por el pasillo muchos estudiantes iban y venían corriendo. La noticia se difundía. Todos salíamos corriendo hacia San Pedro. La gran mayoría de nosotros era la primera vez que vivíamos un acontecimiento de esta magnitud. Estábamos en Roma e íbamos a recibir a nuestro nuevo pastor. Ya de por sí, este hecho, era uno de los regalos más grande que Dios nos hacía. Salimos a la calle luego de una escalera de 120 escalones. La lluvia bañaba Roma. Algunas campanas se oían a lo lejos pero mucha gente parecía no haberse enterado aún. Monté a la carrera en dirección al río Tiber, el cual atravesé y me interné en la zona del «trastevere», barrio tradicional de
Por: P. Facundo Echaniz, sacerdote diocesano, desde Roma. la ciudad, camino obligado para llegar a San Pedro. Muchos compañeros quedaron atrás. Yo corría desesperadamente con un paraguas sin abrir en la mano y el corazón en la otra, con la lluvia del cielo que caía con olor a Espíritu Santo… Normalmente, caminando se arriba en 35 minutos a la plaza. Yo creo que lo hice en 15. Desesperado intentaba llamar al Padre Diego, sacerdote nuevejuliense, para intentar localizarlo y juntarnos. Lo mismo con otros conocidos. Imposible: las líneas estaban colapsadas… Tenía que acercarme lo más posible a la Basílica en una plaza que ya estaba repleta. No sé como hice pero logré llegar hasta el obelisco que se encuentra justo en el centro de la plaza, lugar en el cual, según la tradición, el apóstol Pedro fue crucificado. Y ahí me planté. Intenté llamar varias veces, el teléfono funcionaba. Sólo pude establecer contactos con mi madre de Argentina, con la cual intercambiamos algunas impresiones y enseguida a cortar y esperar el Papa. El corazón me latía de manera especial. La gente estaba nerviosa. A mi alrededor un buen grupo
de italianos que murmuraba: ha sido un cónclave rápido, seguro se han puesto de acuerdo para elegir un italiano. Mientras tanto en Roma llovía… Unos minutos pasadas las 8 de la tarde el gran acontecimiento, el cual sin saber aún iba a marcar mi vida como la de tantos argentinos y católicos. El cardenal que sale al balcón con el anuncio del Habemus Papam. Enseguida me apresuro a tomar la camarita de fotos para grabar algo y me doy cuenta que la batería estaba casi descargada, por lo que pude filmar solo un momento. Era «nuestro» Papa y lo ofrecíamos orgullosos Y de repente el nombre: Eminentisimo y Reverendísimo Giorgio Mario… No lo dudé, sólo conocía un Jorge Mario. No pasó una milésima de segundo y comencé a gritar desaforadamente: «¡Es argentino! ¡Es Bergoglio! ¡Yo lo conozco! ¡Viva Argentina!». Realmente no sabía lo que decía, eran gritos de alegría sin una lógica demasiado racional. Todos los que me rodeaban se dieron vuelta por la magnitud de mis gritos y porque nadie sabía de quién se trataba. «¡Es argentino.Viva el
Papa!» cotinuaba yo. Por supuesto el aplauso de la gente y la cálida bienvenida. Yo no lo podía creer… comenzaron a llover mensajes de argentina, de compañeros. Yo no veía a nadie. La gente se miraba entre sí. A lo lejos una bandera argentina se agitaba triunfante sobre la masa internacional de gente que llenaba la plaza. Juro que en ese instante sentí un orgullo nacional que jamás había sentido en mi vida: sentía los ojos del mundo sobre nosotros. Resonaban con fuerza en mis oídos aquellas gloriosas palabras de nuestro himno nacional: ¡Y los libres del mundo responden al gran pueblo argentino salud! La Iglesia tenía Papa, y era argentino, era «nuestro» Papa, y lo ofrecíamos orgullosos al mundo. Me imaginé por un instante a todos mis compatriotas «en la otra parte del mundo», tan lejanos y tan cercanos en aquel momento. Me imaginé a los argentinos, tan sufridos en estos tiempos, tan ultrajados, tan cansados, tan desanimados, por un momento levantar la cabeza y recuperar su dignidad, decir con orgullo aquí estamos, sí, es uno de los nuestros… Hoy el mundo nos miraba y nos sonreía. Hoy muchos estarían obligados al menos a buscar en el mapa y ver dónde se encuentra Argentina… Y después de un rato la salida al balcón, lo que todos vimos: esa figura humilde, pequeña, la simplicidad de su saludo, su inclinación para recibir la bendición del pueblo. Ahí estaba: Francisco I, el nuevo Pastor de la Iglesia universal. Por primera vez un latinoamericano, después de cientos de años un no-europeo. El que todos conocíamos porque viajaba en subte, porque era cercano a la gente. Todo lo que siguió es lo sabido. Salí de la plaza con el pecho hinchado. Ya no llovía. Roma se había vestido de fiesta y las nubes se habían disipado, casi como profetizando un nuevo tiempo para nuestra Iglesia. Llamadas, saludos, auguri (como dicen los italianos). Ya en el colegio, antes de llegar a mi habitación, miré una vez más por un gran ventanal la cúpula de San Pedro que se elevaba majestuosa y sonreí… Y dije para mis adentros: hoy me siento en casa…
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LA IGLESIA HOY ACTU ALID AD DIOCESAN A CTUALID ALIDAD DIOCESANA EN EL MUNDO
PROFESIÓN PERPETUA
«Toda mi vida alabaré al Señor»
E
l sábado 23 de febrero en el Monasterio Santa María de Los Toldos, el obispo Martín Elizalde OSB presidió la Eucaristía. En ella hicieron su consagración definitiva, profesión perpetua, tres hermanas de la Congregación de las Hermanas Benedictinas Misioneras de Tutzing, Región de Argentina: hermana Alexandra Gutierrez Roca OSB, hermana Maria Eugenia Schneider OSB y hermana Patricia Edith Giraldez OSB. Los monjes benedictinos del Monasterio Santa María concelebraron, como también el padre José Maria, párraco de San Benito Abad, Buenos Aires; y el nuevo Párroco de Los Toldos, padre Gabriel. Nos alegramos con la presencia de la madre priora Iracema Gomes da Silva, que vino de Brasil y recibió nuestros votos. Este momento tan importante de nuestra vida fue acompañado por las superioras de nuestras comunidades (Buenos Aires y Los Toldos) y por las Hermanas. Siendo una congregación internacional,
nuestras comunidades son compuestas por Hermanas de diferentes culturas, lo que constituye una gran riqueza. «Me sentí muy feliz con la consagración porque significa que mi vida en su totalidad es reservada para Dios y su voluntad. El mayor regalo de Dios es el llamado que me hizo y la gracia de saber responderle con mi sí».
IGLESIA CATEDRAL
Misa Crismal: comunión del obispo con sus sacerdotes æ Monseñor Martín de Elizalde celebró el 21 de marzo, junto al clero diocesano en la Iglesia Catedral, la Misa Crismal en la cual consagró el Santo Crisma y bendijo el Óleo de los catecúmenos y los enfermos. Durante su homilía, el obispo diocesano expresó «un profundo y sincero agradecimiento a Dios por haber dado a su Iglesia el Supremo Pastor que debe guiarla en este tiempo, el papa Francisco», al tiempo que recordó con emoción al papa emérito, Benito XVI. Esta celebración es una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo y signo de la unión estrecha de los presbíteros con su pastor. Por eso, dirigiéndose a sus sacerdotes, monseñor Elizalde dijo: «Quiero expresarles mi profundo agradecimiento por su comunión y su ministerio, animarlos para que sigan creciendo en su identificación esperanzada con el Señor, invitarlos a progresar siempre en generosidad y en santidad de vida, y así, sostenidos los unos con los otros, llevar adelante la misión recibida. Siempre habrá cosas para mejorar y crecer, y ojalá podamos encararlas con entusiasmo y buena disposición, porque la vocación recibida no nos pertenece; es un depósito valiosísimo que nos ha sido confiado, y queremos mantenerlo sano y puro, y entregarlo acrecentado al fin de nuestro camino al Juez que nos espera, y a cuya misericordia de Pastor y hermano no dejaremos de encomendarnos».
La Profesión que se realizó en el momento del Credo fue expresión de nuestra fe, la postración durante la Letania fue señal de humildad mientras la asamblea invocaba la intercesión de todos los Santos. El canto de Suscipe me Domine (Recibime Señor) afirmación de confianza en Dios y en la comunidad religiosa, la entrega de la Alianza es entendido como
símbolo de amor y compromiso para con Dios y su Iglesia. La Misión de la Congregación es construir el Reino de Dios llevando la Buena Noticia hasta todos los pueblos de la tierra. Como portadoras de este mensaje recibimos la Cruz Misionera. Quisiera compartir lo que llegó a mi corazón de la homilía de nuestro Pastor monseñor Martin Elizalde OSB: ´La Vida Consagrada no es una llamada para ser famosa, sino para cultivar el misterio que traemos dentro de nosotros, que es Jesuscristo y compartirlo con los demás‘. Quiera Dios que desarrollemos este don en la Misión que nos fue confiada. Luego de la celebración continuamos en la casa de las Hermanas en ágape fraterno. Las felicitaciones fueron cantadas en los diferentes idiomas respresentando las distintas culturas presentes en la Región de Argentina. Hermana Patricia E. Giraldez OSB
Nombramiento æA partir del 1º de enero el padre Gabriel Ghilardini, que se desempeñaba como vicario parroquial en la localidad de Nueve de Julio, fue nombrado administrador parroquial de las parroquias Nuestra Señora del Pilar de General Viamonte y Nuestra Señora de la Guardia de Baigorrita. El padre Gabriel, que estuvo en Ameghino por un tiempo de cuatro años y en la Catedral de Nueve de Julio, por un lapso de siete meses, estuvo acompañado en esta ocasión por su madre, algunos de sus hermanos, dos de ellos sacerdotes, y feligreses de otras parroquias junto con la comunidad local. En tanto el padre Rodolfo Olmedo, quien ejercía como párroco en esas localidades, fue trasladado a préstamo por cinco años a la diócesis de Gregorio de Laferrere. Incor por aciones Incorpor poraciones æEn la ciudad de Nueve de Julio, tanto para la Iglesia catedral como para la parroquia Nuestra Señora de Fátima, han sido incorporados como vicarios parroquiales los padres Enrique Crespo, proveniente de la diócesis de Quilmes y Hernán Greca de la diócesis de San Rafael. Bodas de Plata æEste año dos sacerdotes de nuestra diócesis celebran sus 25 años de sacerdocio: el padre Adolfo Petti, párroco de Pehuajó, quien fue ordenado el 15 de mayo de 1988 y el padre Juan Carlos Maturana, párroco de Pellegrini, el cual recibió el orden presbiteral el 7 de mayo de ese mismo año. Como comunidad diocesana comprometemos nuestra oración por la fecundidad de su ministerio.
El papa se llama Francisco y no Francisco I æJorge Mario Bergoglio adoptó el nombre de Francisco, como figura en la página oficial del Vaticano, y no Francisco I como se difundió en un principio, aclaró el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi SJ. «El pontífice Francisco no lleva el número I ya que no existe un papa Francisco II», aclaró. «Si en algún momento hay un papa Francisco II o Francisco III o sucesivamente, entonces pasaría en la historia como Francisco I», precisó. El vocero vaticano explicó que «lo mismo ocurrió con el papa Juan Pablo, quien cuando fue sucedido por Juan Pablo II, pasó a ser llamado Juan Pablo I» Francisco: «¡En julio, a Río!» æAl culminar la misa del Domingo de Ramos y tras el rezo del Ángelus desde el atrio de la basílica de San Pedro, el papa Francisco aseguró su presencia en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río 2013, exclamando «¡En julio, a Río!». El Santo Padre también pidió a los jóvenes que preparen «espiritualmente el corazón». «Los encomiendo a María, ante todo a ustedes, queridos jóvenes, y su itinerario hacia Río de Janeiro». Histórico: El ater nal encuentr o fra ternal encuentro fr de dos Papas æEn un hecho histórico y sin precedentes en la historia moderna, el papa Francisco se dirigió al mediodía del sábado 23 de marzo –en el mismo helicóptero que usó Benedicto XVI cuando salió del Vaticano el pasado 28 de febrero-, al Palacio apostólico de Castelgandolfo, a 25 kilómetros al sur de Roma, para visitar y almorzar con su antecesor, el obispo emérito de Roma Benedicto XVI. Según informó el vocero vaticano, padre Federico Lombardi SJ, hubo un ¨abrazo lindísimo¨ y ¨un momento de altísima y profundísima comunión¨. Fuente: Aica
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A LA ESCUCHA EN BETANIA
EN EL CAMINO DE EMAUS La Biblia y nosotros
Escribe: Pbro. Carlos Mateos
Ustedes, si no ven signo, no creen æ Ya pasaron Semana Santa y
Pascua. Antes, durante la Cuaresma, hemos tratado de seguir su impulso y su espíritu, de prepararnos como mejor supimos y pudimos, para vivir los días santos bien cerca de Jesús (Y eso, teniendo en cuenta que se acababan las vacaciones-los que las tuvieron- comenzaban muchas actividades, las clases…todas cosas que nos ocupaban y nos podían distraer…) Ahora el riesgo es que nos relajemos (como los equipos que meten el primer gol), como que «ya está». Pero la vida sigue, hay muchos meses por delante…y también la vida cristiana sigue, y la de la comunidad parroquial también. El Año de la Fe Este también sigue. Prácticamente recién está en sus comienzos; hace poco que lo empezamos con muchos gestos, textos, oraciones, folletos (¿recuerdan el Sínodo y Año de la Palabra? ¿Qué quedó de todo eso?). En realidad, con lo vivido en Semana Santa, el entusiasmo por este tema tendría que intensificarse y llevarnos a seguir creciendo en el conocimiento de nuestra fe, haciendo cada vez más sólidas sus bases y motivos y, sobre todo, el modo de vivirla. En procura de esto última, acá va la humilde oferta de un ejercicio espiritual o de meditación y revisión de vida, en base a: Leer Juan 4,43-54 No es difícil imaginar la angustia y desesperación de ese padre. Y encima, como que Jesús lo reta: ustedes, si no ven signos… (v.48). El hombre insiste en que vaya a su casa, para curar al hijo…es urgente, se muere de un momento a otro (v.49). Pero Jesús no va. Al revés: al papá lo manda de vuelta. Hasta se puede pensar que se lo saca de encima (v.50) ¿Y si se siente frustrado, no escuchado, «ninguneado»? Es una jugada a todo o nada, a vida o muerte. El hombre no insiste más. Se vuelve, creído en lo que Jesús le ha dicho. Y así sucede. Lo confirma con el asunto de la hora. La Palabra de Dios es vida. Es eficaz. Aceptada, vivida, guardada da el resultado que Él quiere para nosotros. Lo mejor.
Pero esa Palabra, exige una fe desnuda, absoluta, total. Una fe que es confianza, aunque todo parezca en contra, pase lo que pase. Y, como Él lo dice, así será. La experiencia Hay muchísimas ocasiones en la vida con algún parecido a las de este padre. Al menos, en cuanto a la necesidad de ayuda, de presencia de Jesús. Fuera por los motivos que fueren (eso cada uno lo recuerda), angustiado o preocupado, se recurrió a Él (ven pronto a mi casa) y parecía no venir, no acercarse, no estar sobre el problema o la situación. No contestar. 1. ¿Cómo estuvo entonces mi fe? ¿Recuperé en algún momento la confianza? ¿Qué fue lo que me ayudó a salir de la desesperanza, a zafar de la desesperación? ¿O entré en un largo tiempo de frustración y queja? ¿Crisis, o enojo? 2. Ustedes si no ven signos no creen, fue el reproche de Jesús. La fe que Él exige de nosotros (para que se dé lo que necesitamos) no depende de cosas extraordinarias. ¿Soy ese tipo de creyente que siempre anda atrás de novedades, de apariciones, visiones, revelaciones? ¿Permanente viajero/a en busca de quien, como decía san Agustín: «Te buscaba afuera de mí, y estabas dentro»? ¿No me alcanza todo lo que Jesús me dejó tan a mano para encontrarlo y tenerlo junto a mí: su Palabra, los sacramentos, el Pan de vida, el Sagrario...? ¿Todavía no aprendí a reconocerlo en el día a día, en la vereda, en la cocina, en el cruce cotidiano con el prójimo, en lo que me sucede, en lo que hago porque es mi trabajo, mi tarea, en la homilía aburrida de mi cura? No hay signo más maravilloso que la vida y sus cosas y su gente, «mi gente»: ahí, por ahí anda, cercano, vecino, compañero, Jesús, el de Nazareth… no hay que ir muy lejos ni esperar ninguna maravilla… porque esa es la maravilla. Y esa es la fe, la confianza que siempre encuentra la ayuda y presencia del Señor. Señor, ven pronto a mi casa… ¡Si estoy aquí! ¿Cómo es que no me ves? Sólo cree, confía.
La catequesis en nuestra diócesis
Retiro Diocesano de Cat equistas 20 13 Catequistas 201 æUn año más nos reunimos en el
Monasterio de Los Toldos un grupo de catequistas de distintas ciudades de nuestra diócesis: Bragado, Carlos Casares, Nueve de Julio, Pehuajó, Pellegrini, Tres Lomas y Trenque Lauquen. Fue el 17 y 18 de marzo y vivimos un momento sumamente enriquecedor espiritualmente: el lugar especialmente propicio para el recogimiento y la contemplación de la naturaleza, el poder compartir con los monjes los rezos y las misas en la capilla .El sacerdote que guía el retiro, orienta la meditación en temáticas que nutren la vida cristiana, ahondan en la Palabra viva del Evangelio, pudiendo profundizar la misma en forma personal, y luego compartiéndolas con los demás. La proyección de películas, especialmente seleccionadas para poder reflexionar y ver en lo cotidiano temas atemporales y fundamentales de nuestras creencias: en esta ocasión la parábola del Padre misericordioso: la capacidad de perdonar y la gracia que implica el otorgar y recibir ese perdón. Vaya nuestro agradecimiento a la Diócesis, y en especial a los que nos permiten poder realizar anualmente estos retiros que son un bálsamo para nuestro espíritu en nuestra vida cotidiana.
tual Taller vir virtual æEl pasado 9 de marzo se realizó el primer taller virtual para catequistas organizado por el Instituto Monseñor Miguel Raspanti (de Haedo). El mismo, contó con la presencia de 70 catequistas de nuestra diócesis y la participación de catequistas de la diócesis de Mercedes-Luján. Los catequistas comenzaron el taller mediante una videoconferencia y finalizó con una puesta en común también con esta modalidad entre las cuatro sedes en que se realizó el taller (Rosario, Morón, Tucumán y Santiago del Estero). Por este medio queremos agradecer al Grupo «Los Grobo» que facilitaron el auditorio en la ciudad de Carlos Casares para que se pudiera llevar a cabo dicho taller.
En agenda
Encuentro de ex-alumnos de los seminarios y coordinadores de catequesis
æEl sábado 1 de junio se llevará a cabo en la comunidad de Pehuajó. Invita-
mos a todos los ex-alumnos de los distintos seminarios de catequesis para participar. El mismo comenzará a las 9 y terminará a las 16. Durante esas horas podremos seguir reflexionando sobre las conclusiones del pasado EN.CA.DI, en donde pudimos ir descubriendo algunas prioridades para nuestra catequesis.
Inicio de un nuevo Seminario Diocesano de Catequesis
æLa Junta de Catequesis está trabajando en el proyecto de un nuevo Seminario de Catequesis. El mismo tendrá su comienzo el 28 y 29 de septiembre en la ciudad de Nueve de julio. A los catequistas que quieran participar los invitamos a comunicarse con sus respectivos párrocos o también por medio de la Junta Diocesana de Catequesis o el facebook de «catequistas-diocesis 9 de julio».
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PASTORALENCADI VOCACIONAL 2012
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e hizo público en diciembre del 2012 el mensaje de Benedicto XVI con motivo de la celebración de la 50ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que tendrá lugar el próximo 21 de abril, IV Domingo de Pascua. Con este motivo el Santo Padre invita a reflexionar sobre el tema: «Las vocaciones signo de la esperanza fundada sobre la fe», que se inscribe en el contexto del Año de la Fe y en el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. El Papa recuerda que Pablo VI, durante la Asamblea conciliar, instituyó esta Jornada de invocación unánime a Dios Padre para que continúe enviando obreros a su Iglesia, y destaca que en estos decenios, las diversas comunidades eclesiales extendidas por todo el mundo se han encontrado espiritualmente unidas cada año, en el cuarto domingo de Pascua, para implorar a Dios el don de santas vocaciones y proponer a la reflexión común la urgencia de la respuesta a la llamada divina. Al mismo tiempo, Su Santidad pone de manifiesto que esta significativa cita anual ha favorecido un fuerte empeño por situar cada vez más en el centro de la espiritualidad, de la acción pastoral y de la oración de los fieles, la importancia de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Benedicto XVI escribe que la esperanza es espera de algo positivo para el futuro, pero que, al mismo tiempo, sostiene nuestro presente, marcado frecuentemente por insatisfacciones y fracasos. Y al preguntarse ¿dónde se funda nuestra esperanza?, afirma que contemplando la historia del pueblo de Israel, narrada en el Antiguo Testamento, vemos cómo, también en los momentos de mayor dificultad como los del Exilio, aparece un elemento constante, que subrayan los profetas, a saber: la memoria de las promesas hechas por Dios a los Patriarcas; memoria que lleva a imitar la actitud ejemplar de Abrahán, tal como lo recuerda también el Apóstol Pablo. En todo momento, sobre todo en aquellos más difíciles, la fidelidad del Señor, auténtica fuerza
50° JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES
«Ven y sígueme»
El próximo 21 de abril, IV Domingo de Pascua, celebraremos la 50° Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Con este motivo, en diciembre pasado, el papa emérito Benedicto XVI ya invitaba a reflexionar sobre el tema: «Las vocaciones signo de la esperanza fundada sobre la fe», que se inscribe en el contexto del Año de la Fe y en el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. motriz de la historia de la salvación, es la que siempre hace vibrar los corazones de los hombres y de las mujeres, confirmándolos en la esperanza de alcanzar un día la «Tierra prometida». Aquí está el fundamento seguro de toda esperanza, afirma el Papa: Dios no nos deja nunca solos y es fiel a la palabra dada. Por este motivo, en toda situación gozosa o desfavorable, podemos nutrir una sólida esperanza y rezar con el salmista: «Descansa sólo Dios, alma mía, porque él es mi esperanza» (Sal 62,6). Su Santidad también escribe que tener esperanza equivale «a confiar en el Dios fiel, que mantiene las promesas de la alianza. Fe y esperanza están, por tanto, estrechamente unidas. Y explica que la fidelidad de Dios en la que se puede confiar con firme esperanza consiste en su amor. Él, que es Padre, vuelca en nuestro yo más profundo su amor, mediante el Espíritu Santo (cf. Rm 5,5). Y este amor, que se ha manifestado plenamente en Jesucristo, interpela a nuestra existencia, pide una respuesta sobre aquello que cada uno quiere hacer de su propia vida, sobre cuánto está dispues-
to a empeñarse para realizarla plenamente. Tras destacar que el amor de Dios sigue, en ocasiones, caminos impensables, y que alcanza siempre a aquellos que se dejan encontrar, Benedicto afirma que también ahora Jesús repite: «Ven y sígueme» (Mc 10,21). Y explica que para responder a esta invitación es necesario dejar de elegir por sí mismo el propio camino. Porque seguirlo significa sumergir la propia voluntad en la voluntad de Jesús, darle verdaderamente la precedencia, ponerlo en primer lugar frente a todo lo que forma parte de nuestra vida: la familia, el trabajo, los intereses personales y nosotros mismos. Significa entregar la propia vida a él, vivir con él en profunda intimidad, entrar a través de él en comunión con el Padre y con el Espíritu Santo y, en consecuencia, con los hermanos y hermanas. En cuanto a las vocaciones sacerdotales y religiosas que nacen de la experiencia del encuentro personal con Cristo, del diálogo sincero y confiado con él, para entrar en su voluntad, el Papa escribe que es necesario «crecer
æEn nuestra diócesis se le ha ido dando cada vez más importancia a la «Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones», a tal punto de organizarse en algunas comunidades parroquiales, una jornada completa de oración -de la mañana a la tarde- por el aumento, la perseverancia y la santificación de las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada. Invito a los sacerdotes, religiosos y laicos, a tratar de realizarla en toda la diócesis. Los seminaristas que visitarán las parroquias con motivo de esta jornada están dispuestos a colaborar para llevarla a cabo. P. Guillermo Gómez - Pastoral Vocacional
en la experiencia de fe, entendida como relación profunda con Jesús, como escucha interior de su voz, que resuena dentro de nosotros». Y añade que la oración constante y profunda hace crecer la fe de la comunidad cristiana, en la certeza, siempre renovada, de que Dios nunca abandona a su pueblo y lo sostiene suscitando vocaciones especiales al sacerdocio y a la vida consagra-
da, para que sean signos de esperanza para el mundo. Hacia el final de su mensaje el Santo Padre escribe que la respuesta a la llamada divina por parte de un discípulo de Jesús para dedicarse al ministerio sacerdotal o a la vida consagrada, se manifiesta como uno de los frutos más maduros de la comunidad cristiana, que ayuda a mirar con particular confianza y esperanza al futuro de la Iglesia y a su tarea de evangelización. Tarea, esta última, que necesita siempre de nuevos obreros para la predicación del Evangelio, para la celebración de la Eucaristía y para el sacramento de la reconciliación. Por eso pide que no falten sacerdotes celosos, que sepan acompañar a los jóvenes como «compañeros de viaje» para ayudarles a reconocer, en el camino a veces tortuoso y oscuro de la vida, a Cristo, camino, verdad y vida. Y concluye deseando que los jóvenes, en medio de tantas propuestas superficiales y efímeras, sepan cultivar la atracción hacia los valores, las altas metas, las opciones radicales, para un servicio a los demás siguiendo las huellas de Jesús. «Queridos jóvenes – les pide el Papa – no tengan miedo de seguirlo y de recorrer con intrepidez los exigentes senderos de la caridad y del compromiso generoso. Así serán felices de servir, serán testigos de aquel gozo que el mundo no puede dar, serán llamas vivas de un amor infinito y eterno, y aprenderán a dar razón de su esperanza».
Admisión a las Ordenes Sagradas æEl día viernes 22 de marzo en el Carmelo San José de Nueve de Julio los seminaristas Jorge Ballejo de Fortín Olavarría y Ariel Palanga de Tres Algarrobos recibieron la admisión a las Sagradas Ordenes. Por este rito se los reconoce a ambos como candidatos firmes en el camino hacia el sacerdocio comprometiendo así su oración y la de toda la comunidad por la perseverancia en la vocación a la que el Señor los llama.
ABRIL 2013
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LA PUERTA DE LA FE
VATICANO II - (1962 / 1965)
E
l gran acontecimiento de nuestra Era Moder na en el ámbito de la Iglesia fue el Concilio Vaticano Segundo, convocado por el papa Juan XXIII y seguido y clausurado por el papa Pablo VI. Se pretendió que fuera una especie de «agiornamento», es decir, una puesta al día de la Iglesia, renovando en sí misma los elementos que necesitaren de ello y revisando el fondo y la forma de todas sus actividades. Proporcionó una apertura dialogante con el mundo moderno, incluso con nuevo lenguaje conciliatorio frente a problemáticas actuales y antiguas. Ha sido el concilio más representativo de todos. Constó de cuatro etapas, con una media de asistencia de unos dos mil Padres Conciliares procedentes de todas las partes del mundo y de una gran diversidad de lenguas y razas. Fue convocado por el Papa Juan XXIII en 1962 y clausurado por el Papa Paulo VI en 1965. El Papa Juan XXIII apeló a la reforma interior de la Iglesia, el Papa Paulo VI de la vida eclesiástica y la búsqueda de un camino nuevo para tratar de conciliar a los cristianos separados de la unidad católica de la Iglesia. Se propuso actualizar la vida de la Iglesia sin definir ningún dogma. Trató de la Iglesia, la Revelación, la Liturgia, la libertad religiosa, etc. Recordó el Concilio la llamada universal a la santidad.
El Concilio se convocó con el fin principal de: -Promover el desarrollo de la fe católica -Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles. -Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo. Tras un largo trabajo concluyó en 16 documentos, cuyo conjunto constituye una toma de conciencia de la situación actual de la Iglesia y define las orientaciones que se imponen. Las características del concilio Vaticano II, son Renovación y Tradición. El concilio Vaticano II, con la nueva definición de la relación entre la fe de la Iglesia y ciertos elementos esenciales del pensamiento moderno, revisó o incluso corrigió algunas decisiones históricas, pero en esta aparente discontinuidad mantuvo y profundizó su íntima naturaleza y su verdadera identidad. La Iglesia, tanto antes como después del Concilio, es la misma Iglesia una, santa, católica y apostólica en camino a través de los tiempos; prosigue «su peregrinación entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios», anunciando la muerte del Señor hasta que vuelva (cf. Lumen gentium, 8). En Informe sobre la fe Benedicto XVI (entonces Card. Ratzinger) comenta: «Por esto, no me cabe en la cabeza que se pue-
P. Luis Diehl
PENSAMIENTOS BREVES
Escribe: Pbro. Germán Loriente
El Concilio se convocó con el fin principal de: -Promover el desarrollo de la fe católica -Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles. -Adaptar disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo. Tras un largo trabajo concluyó en 16 documentos, cuyo conjunto constituye una toma de conciencia de la situación actual de la Iglesia y define las orientaciones que se imponen. Las características del concilio Vaticano II, son Renovación y Tradición. da pensar (con un sentido nulo de la realidad) en seguir caminando como si el Vaticano II no hubiera existido nunca» Y prosigue: «Descubramos el verdadero Vaticano II» No son, pues, ni el Vaticano II ni sus documentos (huelga casi mencionarlo) los que constituyen problema. En todo caso, a juicio de muchos —y Joseph Ratzinger se encuentra entre estos desde hace tiempo, el problema estriba en muchas de las interpretaciones que se han
dado de aquellos documentos, interpretaciones que habrían conducido a ciertos frutos de la época posconciliar.» Seguía diciendo Ratzinger hace diez años: «Hay que afirmar sin ambages que una reforma real de la Iglesia presupone un decidido abandono de aquellos caminos equivocados que han conducido a consecuencias indiscutiblemente negativas». En cierta ocasión escribió: «El cardenal Julius Döpfner decía que la Iglesia del posconcilio es un gran astillero. Pero un espíritu crítico añadía a esto que es un gran astillero donde se ha perdido de vista el proyecto y donde cada uno continúa trabajando a su antojo. El resultado es evidente». Pero no deja de repetir con la misma claridad que «en sus expresiones oficiales, en sus documentos auténticos, el Vaticano II no puede considerarse responsable de una evolución que —muy al contrario— contradice radicalmente tanto la letra como el espíritu de los Padres conciliares». Dice: «Estoy convencido de que los males que hemos experimentado en estos veinte años no se deben al Concilio «verdadero», sino al hecho de haberse desatado en el interior de la Iglesia ocultas fuerzas agresivas, centrífugas, irresponsables o simplemente ingenuas, de un optimismo fácil, de un énfasis en la modernidad, que ha confundido el progreso técnico actual con un progreso auténtico e integral. Y, en el exterior, al choque con una revolución cultural: la afirmación en Occidente del estamento medio-superior, de la nueva «burguesía del terciario», con su ideo-
logía radicalmente liberal de sello individualista, racionalista y hedonista». La consigna, la exhortación de Ratzinger a todos los católicos que quieran seguir siendo tales, no es ciertamente un «volver atrás», sino un «volver a los textos auténticos del auténtico Vaticano II». Para él, insiste «defender hoy la verdadera Tradición de la Iglesia significa defender el Concilio. Es también culpa nuestra si de vez en cuando hemos dado ocasión (tanto a la «derecha» como a la «izquierda») de pensar que el Vaticano II representa una «ruptura», un abandono de la Tradición. Muy al contrario, existe una continuidad que no permite ni retornos al pasado ni huidas hacia delante, ni nostalgias anacrónicas ni impaciencias injustificadas. Debemos permanecer fieles al hoy de la Iglesia; no al ayer o al mañana: y este hoy de la Iglesia son los documentos auténticos del Vaticano II. Sin reservas que los cercenen. Y sin arbitrariedades que los desfiguren». «Lo repito: el católico que con lucidez y, por lo tanto, con sufrimiento, ve los problemas producidos en su Iglesia por las deformaciones del Vaticano II, debe encontrar en este mismo Vaticano II la posibilidad de un nuevo comienzo. El Concilio es suyo»Cfr. Informe sobre la Fe, capítulo 2, Joseph Ratzinger Hoy, más que nunca, en vez de estar buscando culpar a un Concilio Ecuménico asistido por el Espíritu Santo de todos los males de la Iglesia, deberíamos en sintonía con el Papa y reconocer que «Estamos en deuda con el Concilio Vaticano II»
SANTIDAD II X Vivamos en la presencia de Dios, tratemos de ser transparentes en nuestras obras, pensamientos y deseos. Ellos nos llevarán a apreciar cada vez más el Bien al que hemos sido llamados. X Así creceremos cada vez más en el Amor y alcanzaremos la santidad que, impulsándonos a vivir en el bien, nos hará gozar de la paz porque agradaremos a Dios y a los hombres.
Es una publicación de la diócesis de Santo Domingo en Nueve de Julio
www.diocesis9dejulio.org Año XIV - N° 136 ABRIL de 2013
DIRECTOR Pbro. Germán Loriente germanloriente@gmail.com
diocesisdenueve EDICION INTEGRAL Fabricio O’Dwyer fabricio1969@gmail.com