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ABRil DE 2011
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Iglesia ejercer su misión, en' muchos. países musulmanes, de y y especialmente en el Medio Oriente. En su Mensaje para la Jornada Mundial de la que se celebra el 1 de enero cada año, propuso como lema <tLibcrtad camin(l para kt pazi>. El pedido de libertad para el ejercicio de la religión no se levanta solamente a favor de los cristianos, pero es evidt~nte que estos <<J0/1 attualmente que el mtJ,YOt número de persuucionu .-cuua de su fe)J. El pasado 31 de octubre, en Bagdad, un vil ataque contra la catedral siro-católica, provocó la muerte de dos sacerdotes y de más de cincuenta en de Egipto, un atentado provocó también numerosas v.íctimas hermanos: entre cristianos coptos, en el último del año. En Sudán la población cristiana es gravement.e Nos encontramos ya recorriendo, con el tiempo discriminada, y ha sufrido un auténtico genocidio, y P.e la para la Pascua del en los enfrentamientos entre cristianos y para su gloriosa Resurrección que nos musulmanes son causa de muchas muertes y de trae la nos con la promesa de la innumerables sufrimientos. Además nos felicidad verdadera e instaura el reinado de encontramos con otras formas de atacar, Cristo, de la bienaventuranza. Pero esa promoviendo la apostasía de la fe e induciendo a y gozosa solamente podemos haciendo dificil la existencia de las minorías en de la Pasión y los medio de una que las oprime y les sutrmüentos de Cristo, porque si <<hemoJ muerto el ejercicio de su fe, con1o en Arabia Saudita. En con él, también 1'it1iremoJ toll él. Si Pakistán una antiblasfemia es utilizada de con él, también reinaremos con é/;) ( manera arbitraria en contra d elos cristianos, a Tim 2, 11-12). la Cuaresma quienes se acusa de falta de respeto al profeta y al nos enseña y nos Corán. Una de las consecuencias de todo esto es el que u!ttt'iero/1 en Cristo (Fil 2, continuado éxodo de los cristianos, que deben pero es toda la existencia del cristiano la que abandonar sus tierras ancestrales, habitadas por tiene las características de la Cuaresma. Como ellos desde mucho antes de la llegada del Islam, en iws enseñan los Padres de la Iglesia, través de busca de condiciones dignas de vida para ellos y sus la generosidad y el esfuerzo a la En un diario portei'io, el conocido escritor. del y a la continuidad de la Marcos Aguinis ofreció una reflexión muy clara y conversión en una vida según el de valerosa bajo el título <(E/cri;-timúmto, de Dios, la Cuaresma se dilata en el servicio ne•"re,cw·u"'''' (La Nación, 10 de enero de 201 y ofrecido al Creador, en el culto verdadero que enumera allí los casos recientes de tan crud como anticipa ia Resurrección. Las implacable ofensiva, que curiosamente no despierta fueron también anunciadas por el mismo Señor eco alguno en las sociedades occidentales, tan Me 10, y es verdad {lile el disdpulo no apegadas a la deft~nsa de ios derechos humanos. El es mayor que d l\Jaestro l\h 10, La Papa BeniW XVI en su alocución a la Cmi.a romana, enemistad del mundo contra los discípulos de el pasado 20 de diciembre, recuerda que «todru um d rechaz.o de su (joctrina, ridiculizando la .. .-o!UÚMtu del be1/l.w de que la violencia no más terribles pro,gruo ... >-;, y cita las pahtbras de un se han daqo en.. t()dos dignatario islámico, que fue invitado a a los
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claridad a los ataques que se dirigen en contra de los cristianos en muchos países, mencionando los sucesos de y ello provocó una dura reacción del gobierno egipcio. Todo es.to que en un mundo globalizado, donde nadie puede aducir ignorancia o desconocimiento, nos convoca a la - unidad de una actitud espiritual, que nos permita vigorizar nuestra fe, en la fidelidad y en la audacia, como los mártires de todos los tiempos, con mucha oración y una concientización creciente, formándonos en la defensa de la libertad religiosa y de la de la fe.
La Iglesia atiende con solicitud a sus fieles que permanecen con abnegación y en medio de la dificultades en el. Medio Oriente, especialmetlte en la tierra donde vivió Jesús y donde se difundió primero el Evangelio por el testimonio de los apóstoles. El Viernes Santo, en todas las iglesias del mundo, se realiza una Colecta por los cristianos de Tierra Santa. En ella, tenemos la oportunidad de ofrecer con generosidad nuestra ayuda, para sostenerlos en su combate por la fe y reparar los daños que sufren esas comunidades.
Agreguemos otra forma de persecución, más civilizada, menos violenta, pero que es igualmente implacable y de efectos, si cabe, aún más drásticos. Es la persecudó11 que pn~tende borrar todos los signos de la presencia cristiana en nuestros ambientes. En Europa se está llevando a cabo un ataque concertado contra la exhibición de los signos del cristianismo y se pretende su 'pá:sencia, no bajo el titulo de la blasfemia sino como ú11 pretendido gesto (h~ liberalidad que es - eat realidad indiferencia yhostiiid:lid. Entre
ya hay proyectos en d mismo sentido, pá-u quitar.,..,, ..~:"'""'"" también' se' tnodúce un áVance de propuestas (fUC áhe'i:au 'su;itam::ialme~He ~.as instituciones natut\des y tos coricéptos hásicocS sobre los que
están ·asei.ttada:s !a familia y la sociedad, · solápadamente las cí:eendas de los
ciudadanos. Pero 'sóbte todó est.:ntemos de retornar én óha oportunidad.
;ao.;¡cxul!ua:uu
General: Para que La Iglesia sepa ofrecer a las nuevas generaciones, a través del anuncio creíble del Evangelío, razones siempre nuevas de vlda y esperanza. Misionera: Para que los misioneros, con La proclamación del Evangelio y el testimonio de vida sepan Llevar a Cristo a cuantos todavía no lo conocen.
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Escribe:
Alejandro
Sanguinetti OSB
« ... Creo en Jesucristo, que
muerto y citó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios .... Creo ... en la resurrección de la carne y la vida eternw>. Lo sabemos de memoria. Lo cada vez que recitamos el Credo. Tal vez resulte el modo como Jo decimos. Todos -creo- hemos hecho esta la invitación del que la Eucaristía a nuestra fe suele desencadenar un fenómeno llamativo. Es como si se diera la voz de o como si una esclusa se abriera: comenzamos a recitar el Credo a toda a destiempo, lándonos y acelerando como si la vida eterna que mencionamos al final fuera el merecido premio de aquel que termina priniero. En medio de ese desborde, ese aluvión verbal, las palabras << ... al tercer día resuci~ tó ... » «Creo ... en la resvrrección de la carne ... » pasan casi inadvertidas, pierden relieve y
;consistencia. Y sin embargo la fe y Ja pre· .dicación de la Iglesia primitiva. se centraban en el acontecimiento de la resurrección. Dice San Pablo: «Si no hay resurrecde los muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si no resucitó Cristo, vacía es nuestra prevacía también la fe de ustedes» ( 1 15, 16-1 Ese acelerar, ese atropellarse como para terminar cuanto antes de recitar el Credo puede estar en relación con nuestra y nuestra dificultad para creer, para creer en particular en la resurrección, la de Cristo y la nuestra. El cristiano medio contemno parece vivir de la
fe en la resurrección de la carne. Si todavía cree en algo, es mucho más en la inmortalidad del alma que en la resurrección de la carne. La evolución teológica acerca de la supervivencia del alma del alma separada del cuerpo después de la muerte parece haber despojado de interés a la resurrección. Desde luego, ambas doctrinas (inmortalidad del alma y resurrección de la carne) no son incompatibles; antes sedel cuerpo en ese misterioso intervalo que media entre la muerte y el el alma recupera su cuerpo, se restablece la unidad del ser humano. Pero solemos ver esto como meramente decorativo y hasta innecesario. Nos hemos una noción
a ser y terminamos por ni desearla. Dice Romano Guardini: «Una inmortalidad puramente nos indiferentes». Nos encontramos, al parecer, en una situación semejante a la de algunas civilizaciones antiguas que creían en una existencia póstuma debilitada, inconsistente, anémica. Homero (no el de la serie televisiva sino el poeta griego)' decía: «Preferiría labrar la tierra como jornalero, ser un hombre necesitado, sin patrimoni'o ni bienestar propio, a sobre ' la' muchedumbre desespéranzada de los mue1'tos)) (Odisea • Xl, 484-491). Seguramente conocenÍos a más de un cristiano que considera la perspectiva de la vida eterna con una desconfianza y una aprensión semejantes. Es el alto precio que pagamos por habernos alejado del vigoroso realismo de la resurrección de la carne. Y si no creemos en la resurrección de la carne co creemos en la resurrección de Cristo. Y sin fe en la resu-
También este stra impresiones v cuando todavía estatambién considera ba oscuro y vio que la y reconoce. Pero da un paso había sido María cree que la muerte ha más, el paso decisivo. Lee esos y cree. Ve los mismos triunfado: sólo va a hacer una que Pedro y """"""'r"n piadosa visita al que la Vida ha derrotado a la tonces ve la Pero el ver de María es un muerte. mer.o ver porque se tienen que gozan de la que registran sensaciones. Lo que es Cristo signo de vida lo como signo de muerte: «Se han resucitar de entre los llevado del sepulcro al Señor y · muertos (cf. Sin no sabemos dónde lo han el amado ve y c.ree, puesto» (v. 2). es de avanzar en la direcTres p~rsonajes. · clon que los signos le muesEvangelio del Domingo Simón Pedro <<Entró al se' ¿Por qué? Probab!emen~ de Resurre.cción (Jn 20, l-9) di- pulcro y vio las ·vendas en el te, porque de los es el que sipa esa ilusión y nos pone de suelo>> y el sudario. está en mayor sintonía con Jeciu.a a la realidad . (vv. 6-7). que es la Vida. Y esa Este pasaje nos presenta: También Pedro ve. Percibe sintonía brota de su condición -tres personajes: María . una realidad cuya presencia se de amado. Magdalena, Pedro y el discípule impone. Incluso contempla, Haber sido loa111ado; considera y reconoce los objehaber visto el -un funct·amental, que las vendas y el sudario no es tos que tiene delante. Pero no se desdobla en tres signos: la parece ir más allá de lo que ve, de fe en la resurrecpiedra quitada, las vendas y el contempla, considera y reconoción de Cristo. El mero ver no es suficiente. sudario; son signos «minice. no pruebas· evidenEl crecimiento de nuestra fe en la resurrección también detes. «Luego entró el otro disci-tres !nodos de ver y tres él también vio y eredel sabemos actitudes ante esos amados por Jesús distancia de veinte
rrección de «somos los más miserables de todos los hombres» (1 Co 15, Necesitamos revitalizar nuestra fe en la resurrección de Cristo" devolverle su densidad y su central en nuestra vida. Surge a veces una ilusión: ¡Con cuánta facilidad creeríamos en la resurrección de Cristo si sido sus contemporáneos, si hubiéramos pertenecido al grupo de los discípulos de ptimera gene, ración!
«lVfaría
ese amor que nos transforma y nos para creer sin haber visto.
~Pa~·g~·-4~----------~-------------------------~~-.---------------------------------A-BR•I•l•D-E-20•1-1
ACTUALIDAD DIOCESANA EN LA ARGENTINA
Convocan al Congreso Nacional de Doctrina Social de la Iglesia ~"Unidos..para promover el desarrollo int~~gral y erradicar la ppbrcza'·\.será el kma del Congreso Nacional sobre la Doctrina So.ciá.l, que por primera ve% organiza la Tgksia en la Argentina. Se desarrollará del viernes 6 al domingo 8 de mayo en el Teatro El Círculo (Laprida 1223), de !a ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Las conferencias centrales éstar;iú a cargo de monseñor JmgcCasaretto, obispo de San l~idrQ
y presidente de la
CcJmisiónEpiscopal de Pastoral Sodal, y ddcard~'nal Petcr Turkwn, prc~idcntc del Consejo Pontificio Just1cia y Paz. También habrá 20 mesa> temáticas wbre problemáticas concretas.
Nueve obispos celebraron aniversario .de ordenación episcopal ~Los obispos Jorge Casarctto, de San ls.idro; Rinaldo Fidel Bredic¡:, emérito de Santa Rosa; Pedro Luis 1.\onchino, emérito de Comodoro R.ivadavia; Juan Rubéon Martíncz, de Posadas; .José Vicente Conejero Gallego, de Formosa; l "uis G uillcrrno Eichhorn, de Marón; Gustavo .Arturo llelp, de Venado
'fuer.to;.Hugo Santiago, de
MOVIMIENTO MISIONERO "SIN FRONTERAS''', DE
TR~S
Misión 2011 : 30 años en Mallín Alto ~
30 ru"ios no es nada. Siempre es como la primera vez. La rutina no tuvo lugar en el grupo. Nunca forma parte de esta historia que se ha ido gestando un año tras otro. Es llamativo como las cosas se hacen con la misma alegría y el mism.o entusiasmo de la primera vez. El Sur ..• sueño de todos los que se van formando en los dis~ tintos grupos de la Escuela Misionera «Madre Antonia María». Ma:tlín es como la familia grande que esperacon alegría el encuentro de cada año. La comunicación de Fe es el plato fuerte en cada misión, en cada encuentro. Decía una persona del lugar: «Los misioneros vienen a prender esa chispita de la Fe que en el año se va apagando». La respuesta de cada vecino, la acogida, el mate siempre listo, la puerta siempre abie1ia, son valores que ayudan, contagian, enseñan, dan vida. Llovió en la procesión de la cíausura pero allí estaban todos: las familias, el Obi~po, el párroco, el padre Y oni -con sus misioneros. Llama la atención la
Grupo lVfisionero "Sin Fronteras" que misionó en Mallín Alto.
acogida del Obispo, el saludo. cariñoso a cada vecino. Él siempre está. Es el Padre. y Pastor. Agradece cada gesto, la presen- , cía de los misioneros. Su despedida es siempre: "GRACIAS, los seguimos esperando". La comunicación permanente con el Obispo, la Parroquia, los vecinos, acortan distancias y mantiene vínculos. La Misión sigue siendo el punto final de un largo año de trabajo y el punto de partida del que se inicía.
. cclebmron en la,. fiesta de San Jq::;é, su anivcrsa.1:io de ordenación episcopal. San .José es patrono de la arquidiócesis · de Santa Fe de la Vera Cmz y de la diócesi:; de.Reconqui>ta, además de copatrono de l::t diócesis de. Guakguauchú y. patn'ino secundario de las dióceús de Cruz del Eje y Zámtc-Campana.
Jubileo Diocesano en· . Puerto lguazú, Misiones ~El papa Benedicto XVI Otorgó, a través de la Penitenciaría Apostólica, la gracia de la indulgencia plenaria con motivo del jubileo por los 25 años de la creación de la diócesis de Puerto Iguazú.
F'uente: AlOA
¿Qué nos van regalando estos 30 años? La permanencia en el lugar nos ha regalado la posibilidad de disfrutar de la llegada de la electricidad, el arreglo de casas y caminos; y de medios de comunicación como: autos, colectivo, tel~ fonos, TV. Todo esto ha facilitado la comunicación entre los vecinos. Nos llena de alegría el haber logrado construir la Capilla. En su interior está totalmente terminada.
Faltan detalles del frente. También están terminados el salón comunitario, cócina y baño. Hoy Mallín Alto es una comunidad organizada. Goza de muy buena relación entre .los yecin9s. Se ayudan, colaboran •ei} las ta.J~eas comunitarias, se '1,11;eocupfin P()r los más débites. I,¡rlios,pitálidad es uno de sus · .g,¡'¡ll\des ya;lores. . , ~a Capilfa y el salón comu. rlitai:ío es un lugar de encuentro y formación. ¿Sus actividades? En la semana se dictan clases de yoga, de telar artesanal, taller de costura, feria, encuentro de vecinos. La actividad pastoral la realiza un equipo del lugar: Rita, · Silvia, Cristina, Alfredo, Aldo. Se ocupan de cuidar la Capilla, preparar la Liturgia, continuaT el trabajo de los misioneros, visitar a las familias con la Virgen y preparar fiestas especiales como la celebración de la Pascua o la Navidad. Por todo esto sólo nos queda deCir ... GRACfAS ... y nos alienta a seguir trabajando. Hermana Ma Eulalia
SAN MARTIN DE PoRREs, BRAGADO
MONASTERIO DE. LA CIUDADELA
Retiro de jóvenes
Fin de Semana Matrimonial
Santo 'J.'omé y Pedro Daniel Martíncz, de San Luis,
LOMAS
~· Del, 4 al 6 de marzo se realizó en el Mona,steriQ de la
~ Bajo el lema:
<<Levántate, escucha, no tengas miedo en anunciar a Cristo». los días 24, 25 y 26 de febrero se .llevó a cabo el retiro del Grupo de Jóvenes, ,<duan Pabloii»,, . de .la parroquia San Martín de Porres,de · Bragado. Antes de finalizar el encuentro los jóvenes elaboraron un mensaje, en el qued,est&can que «un retiro es una ocasión especial para profundizar en el espíritu de oración, para mejorar nuestra respuesta a la lh:nnada personal que Dios nos hace y pa,ra concretarpropósitos de v:ida <;:otidiana». ¿Por qué retirarse? «El ritmo y ruido del día a día, no nos permiten escuchar lo que Dios tiene para decirnos y tomarnos 4n tiempo para plantearnos: ¿Qué me.falta? ¿Qué o quién puede d.arsentido a mi vida? Por eso, y luego de muchos preparativos, concretamos el proyecto bajo el lema:»Levántate, escucha, no tengas miedo en anunciar a Cristo». Durante los tres días, además. de la oración, se trataron temas como la amistad, el compromiso d.el matrimonio, la vocación del cristiano, las vocaciones religiosas y conyugales, arn0ten·lafamilia, la creación de Dios y la misión d~ los hombres en la tierra; ~l silt;mcJo y la escucha, la eucaristía, el sufrimiento y el dolor. ··
el
Transfiguración, de las Hennanas Benedictinas e.n Los J'oldos (La {::iudadela) el denominado Fin de Semana de Espiritualidad (FPSE) del Movim.iento de Encuentro Matrimonial. Partkiparon matrimonios de la ciudad de Nueve de Julio y de Los Told.os. El FOSE es <mna respuesta a este llamado que el S~ñoLnos hace. Es, una serena meditación sobre el plan de Dios para la pareja; ilutnina.da por la P.a.Jabra fructífera en la medida ~p que se abran al diálogo con el CÓflJ'l¡!ge y s.e 1.teng1,1 el oídq atttn~o--í\Ja paljibra, que es la permanente. invitación al diálogo con Dios, nu.estro Padre. E~ uq¡:¡ "_<?portunidac!. para profundizar la técnica del diálogo. entre los cóny.uges y con el Señor» Por este medio, los «encuentristas» agradecen a los matrimonios deGraciela y C¡:¡.t;losMadueño {diócesis de Avellaneda-Lanús) y de Cristina y Carlos Cappelletti (de nuestra diócesis) que, junto con el padre Gennán, fueron los gu.ías en esta experiencia. También agradecen la hospitalidad y servicio de las Hermanas Benedictinas que hicieron todo lo que · estuvo de· su parte para que se sintieran corno en « Betania». Se recuerda para el fin de semana de ·29, 30 de abril y l de · máyo se realizaráun nuevo FDS ( odgi,nal).
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p nsar el compro iso bautism EN
«C~o~~h~si~
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el Bautismo, con él también han resucitado» (cf Col2, 12) sacerdotes y diáconos, religiosos y religiosas, hermanos y hermanas: La cita del Apóstol San Pablo, con que el Papa Benito XVI comienza su mensaje para la Cuar,~sma 2011, nos recuerda la centralidad del misterio bautismal. El Bautismo procede de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, y por él, nosotros mismos morimos con Cristo, somos sepultados a toda forma de pecado y resucitamos a una vida nueva. El Bautismo ha sido entregado a la Iglesia, para que, conferido a tos fieles, como fruto y resultado de la llamada misionera a difundir el Evangelio, discípulos en todos los tiempos y lugares. La celebración pascual, incluyendo la prolongada preparación del tiempo de Cuaresma, con su poderoso simbolismo bautismal, nos pone cada afio, estas fechas tan centrales del Año litúrgico, en el núcleo de la fe de la Iglesia: el Hijo de Dios dio su vida por nosotros, y nos ha incorporado a su pueblo y familia, a su Cuerpo, haciéndonos hijos de Dios, y llamándonos a la vida eterna, junto al Padre. En esta reflexión, que les ofrezco calurosamente como una invitación dirigida a todos ustedes, seguiré algunas de las lineas de pensamiento que el Papa nos propone en su mensaje cuaresmal, disponiéndolas en cuatro pasos o momentos, que nos llevan desde la fe recibida y la conversión a la comunión de santidad en la Iglesia, que es esperanza y anticipo de
en
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Esta
Mensaje monseñor Martín de lde OSB, Obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio TIEMPO DE CUARESMA Y EN lA PREPARACIÓN
la vida eterna. Pues esta es la vocación del cristiano: llamado en esta vida a ser y de . para transformar el mundo con su dad y su de esa manera debe y difundir la felicidad que, en alcanzar en plenitud cuando seamos admitidos al Reino de Dios. Estamos presentes en el somos responsables de nuestros hermanos, pero destinados a una realidad más y perfecta, la vida· divina, que ya nos ha sido dada por los misterios que celebramos en la lglesia. Quisiera poder expresar con claridad
PASCUA
y
que mos en la esperanza con ser en el.Reinoo
esperamos
~ Estos cuatro momentos de
nuestro camino litúrgico, creyente, de comunión y de esperanza, son el programa que nos propone alcanzar con gozo y con fruto la Pascua del Señor Resucitado.
y sencillez la profundidad del misterio que celebramos, en la liturgia (1). Cuanto recordamos con fe en este tiempo santo, no es una sa recordación solamente; nosotros hacemos con el Señor Jesús este mismo camino, que Él asumió por amor. El pecado es nuestro, como es nuestra la limitación de la voluntad y la pobreza de los deseos y propósitos. De alli procede la cruz que Jesús cargó, y que a nosotros nos cuesta tanto llevar, como si se tratara de algo impuesto y no de la consecuencia del pecado que hemos cometidoo La Pascua de Jesús redime nuestra condición humana (2), vence el pecado del mundo, restablece la armonía de la creación entera y da paz a los corazones, y ese anhelo, escrito misteriosamente en nuestro interior, nos confirma en la búsqueda de Diosy nos introduce en la conversión de vida - la muerte y sepultura a todo lo que nos separa del Bien. El Bautismo (3) nos otorga la vida divina y nos incorpora a la Iglesia, a la comunidad de amor congregada en torno del Resucitado, de quien las palabras y los gestos, las enseñanzas y los milagros que acompañaron su vida en la tierra, son reconocidos ahora en la perspectiva de la eternidad, en la dimensión de la salvación. Y así llegamos a la Resurrec-
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1. La liturgia pascual «La comunidad eclesial, asidua en la oración y en la caridad operosa, mientras mira hacia el encuentro definitivo con su Esposo en la Pascua eterna, intensifica su camino de para obtener con ción en el más abundancia del misterio de la. redención la vida nueva en Cristo Señon> (S: S .. Benito XVI: Mensaje para Cuaresma 20U, lntr.. )
Durante el Año litúrgico la Iglesia celebra «con un sagrado la obra salvífica» del Sefior Jesús, y «cada semana, en 'del
Señor',. commimora su Resurrecci{m, que una vez al año celebril, junto con su santa Pasión, en nidad de la Pascua>> (Conc. Vaticano H: Const. Sacrosanctum 102). La celebración pascual es centro hacia el cual confluye el culto litúrgico, pues así como la Resurrección gloriosa de Jesús, con la enseñanza del Espíritu, da una «mayor de los hechos y dichos del Señor (cfr. el aconteciConst. Dei Verbum, miento pascual, celebrado en la Iglesia
los sostiene en la esperanza. «La mien el tnisterio tramos ante el de la cruz' (1 Co 1, 1 S. Benito XVI: Exh.
Desde el comienzo de la Cuaresma se escucha la llamada a la y se trasmiten !as enseñanzas de Jesús y su a conformar la propia vida a la condición de ciudadanos del Reino. La dura cuarenta en busca libertad en la Tierra prometida -, que tiene su paralelo con el retiro de Jesús en el monte durante cuarenta días 4,]-ll;Mc1,12-l3;Lc 4, l-l3),noesunaprueba ni un es expresión de un deseo, de una búsqueda ardiente, y a la vez ejercicio siempre renovado de y de perseverancia. En el término de la misma se encuentra la esperanza luminosa del encuentro con que es Padre, como el híjo pródigo que, después de abandonar su casa y su herencia, las recupera acrecentadas, y su dolor setransforma en gozo Le 15, H32). La celebración cuaresníal, con su mo catequístico, sus estaciones en el proceso bautismal de íncorporación a la Iglesia, que cada alma cristiana es invitada a recorrer nuevamente, afio tras año, su sentido más pleno con . la espléndida riqueza de la pascual. Recordemos pasos de la liturgia de esa Noche santa, que corona la espera y da razón del esfuerzo realizado: El simbolismo del fuego, del agua y de la luz, la consagración de! --- por la inscripción del año corriente en el cirio mismo, con un y
la vocación del cristiano: llamado en esta vida a ser discípulo y seguidor de Jesús, para trans~ormar el.mundo .con su generosidad y su testimonio ... n
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vo -, de la
a la dimensión eterna
la síntesis tan rica y variada de la Revelación en el ciclo de las lecturas de esa noche y que son introducidas con la alabanza del el Exsultet. La eclesial de esta Noche se del agua bautismal-·· unida a la invocación de los santos -y la la renovación de las promesas, y, en la participación en la Eucaristía que nos establece en la comunión con el misterio y con los hermanos de la Iglesia de todo el con compartimos la fe y la celebra·· ción. Esta visión que une lo celestial y lo terreno da sentido a las ticas penitenciales de la Cuaresma. Estas no son solamente ascéticos, - s-ignificativos pero que estaríamos equivocados si los viéramos como privado, malinterpretando la enseñanza de Jesús sobre la humildad de los que hacen penitencia y ejercen la misericordia. Ellos son los pasos que vamos dando, todos los miembros de la Iglepara establecer el reinado de Cristo y su evangelio de caridad, para transformar el mundo y convertirlo a la santidad. La celebración pascual es mucho más que la explosión de la alegria después de la tentación y la prueba, como una reacción humana elemental: es el Anuncio, que la liturgia varias veces esa noche, «¡E! Señor ha resucitado!» El mundo ya no es lo que era, oscurecido por e! pecado; los hombres hemos recibido la vida y la libertad. La cruz es señal de redención, y la mi.sericordia que procede del amor de Dios se expresa en ese madero, instrumento de dolor y muerte pero hecho llave para abrir las puertas de la eternidad. La persecl,lción que muchos cristianos, hermanos nuestros, sufren en este tiempo en países, es una manifestación del poder del amor, de la fuerza de la vida que resiste y vence a la muerte. Deberíamos avergonzarnos por una mortificación cuaresmal corta y tímida, cuando estos hermanos ofrendan sus bienes, su futuro, hasta la vida, por fidelidad a Cristo. Son combates, que parecen concluir en derrota, porque es la lucha de
abandono ( cf Mt 27, 46; Sal 2!, alno sea parcial ni ni escaso y pecanzamos la plenitud pascual. recedero, sino que sea pleno y estable, sólido y abarcan te, y que otorgándonos la serenidad y la paz que esperamos, no provoque la envidia ni cause daño al~ No desaprovechemos !a oporguno a los demás, ni a nosotros nos tunidad que nos ofrece laPascua haga caer en el egoísmo y la indiferenpara recordar a los que están cia o nos mantenga en el temor de su agobiados y tristes, cansados y . pérdida. Esa paz, que nos conduce y ~ riqueza del Misterio, la en búsqueda, Cristo muHó por nos protege en el verdadero abumhmda inconmensurable de todos y es quien transforma es la que orientó la vida de los grandes su significado y la confianza que nuestro dolor en alegría, porque santos, y fue cuando llegaron a Dios ponemos en su fruto, deben ser ha cargado con nuestros pecaque la encontraron. La travesía . para los ministros sagrados un dos. La Pascua es celebración de cuaresmal refleja también las condicioestimulo para celebrar con dig~ la fe de confesamos que nes de la existencia, que vivida sin Dios nidad y respeto. Hemos de resal" el Señor ha resucitado, y es se convierte en un camino sin esperantar los distintos aspectos, procuanuncio de esperanza, invitación za. El proyecto ascético, la orientación rando acercar a los fieles a su y propuesta para quienes estl'm hacia Dios, la enmienda de aquello que comprensión, para que lleguen a lejos o creen· imperfectamente, está mal en nuestra vida, todo lo que es éonsumar la vivencia cuaresmal pero están también redimidos por propio del itinerario cuaresmal, se trasen Pascua, y prolongar esta el sacrificio del Hijo de Dios. lada, en la lectura de la historia que Solemnidad de solemnidades en Acompañemos la de hace la tradición cristiana, también a los el resto del año, especialmente este tiempo con iniciativas que ámbitos de la experiencia humana. Esta con la participación eucarística ayuden a abrir la difusión del aspiración, que incluso puede ignorarse en el Dia Señor. Para ello, mensaje a todós los sectores, a sí misma, re:l:leja la búsqueda secreta invito muy encarecidamente a convencidos que en el Evangelio del alma y nos acercando, en un aslos Párrocos y demás sacerdotes está la respuesta a su búsqueda, censo humilde pero constante, que es a ofrecer a los fieles de nuestras y sepamos trasmitir la certeza ya un fruto de la gracia de Dios. «El parroquias y comunidades oporque la Pascua aporta Ia vida, la hombre ha sido creado en la Palabra y ttmidades para participar diarialuz y la alegría al mundo. En la vive en ella; no se entiende a sí mismo mente en la Santa Misa, y para gran llamada a la Misión contisi no se abre a este La Pala·· acercarse al sacramento de la nental este aspecto es sumamenbra de Dios revela la naturaleza Reconciliación, así como proy relacional de nuestra vida», escribe te importante. puestas formativas (conferenel Papa en la ya mencionada Exhortacias, cursos, lecturas) y de pieción apostólica Verbum y prodad (adoración, celebraciones, sigue: «En este diálogo con Dios nos Vía crucis, visitas a los tem3. El Bautismo comprendemos a nosotros mismos y enplos). «Al renovar las promesas bautismacontramos respuesta· a las cuestiones más que anidan en nuestro les, que Cristo es el Señor corazón. La Palabra de Dios, en efecde nuestra vida, la vida que Dios nos comunicó cuando renacimos 'del agua to. no se contrapone al hombre, ni 2. La aspiración por el Bien y del Santo', y de acalla sus deseos auténticos, sino que «Sólo esta agua puede apagar nuevo nuestro firme compromiso de comás bien los purificándolos y nuestra sed de bien, de verdad y de bees rresponder a la acción de la lleza. Sólo esta agua, que nos da el perfeccionándolos. Qué para ser sus discípuloS)) descubrir en la actualidad que sólo los desiertos del alma inDios responde a la setl que hay en el (ib., 2) e ·hasta que desde todo ser lutmmum (22-23). corazón canse en Dios', según las célebres paLa Noche pascual part1c1pamos en labras de San Agustín» una liturgia bautismal. En ella se imparEsta nueva apologética, que ilustra (ib., 2) admirablemente una reciente publicatía antiguamente, y .hace todavía, el ción de los obispos de Italia: Carta a Bautismo a los catecúme-nos, al La búsqueda de la paz encierra tolos que buscan a Dios (Buenos Aires, no de su camino de preparación espiridas las aspiraciones tual y en la los· fieles renuevan las· San Pablo, 2010), muestra como desde del hombre, cenlos interrogantes que unen a todos los promesas bautismales. Es como un nuetradas en prohombres en su desconcierto (felicidad y vo comienzo, con la inocencia recuperacurar el sufrimiento, amor y faltas, trabajo y da, los propósitos fortalecidos, reafirBien, un fiesta, justicia y paz), se puede llegar a mada la comunión de la Iglesia. Por eso bien que enfrentar positivamente el desafio de también la Cuáresma y la Pascua son Dios, alimentar una esperanza y descuocasión para reflexionar brir en la Iglesia la respuesta que el . -sobre el vínculo entre la gracia mundo necesita y tanto le cuesta alcanla llamada y la conversión, zar. El momento litúrgico para enunciar -entre la conversión (cambio de esta búsqueda es justamente el tiempo vida) y la entrada en la Iglesia por el que a.hora estamos viviendo: por la Bautismo, Cuaresma, con sus dudas y sequeda-entre la ascripción sello) des, con lasoledad que sufrió el mismo sacramental y la continuidad de la resJesús, que cuestionó hasta el sentido de su muerte, llegando a la hondura del
los y de los débiles e pero en realidad terminan en la victoria luminosa de la Pascua, que con alegría y esperanza celebramos en la Vigilia de la Resurrección.
puesta, participando en la santidad y en la misión de la Iglesia.
demás y abriéndonos a la caridad de CristoN 3)
Reconocemos que la preparación para el Bautismo de los niños que se ofrece a los padres y familiares es, desgraciadamente, muy insuficiente. Es al de la comunidad cristiana a quienes debemos con renovada diligencia, con modos apropiados, pero sobre todo con una profunda fe, que sea de verdad contagiosa e inspiradora, la llamada a la responsabilidad que ella en su conjunto contiene. Responsabilidad de la comunidad, no temamos afirmarlo y reiterarlo siempre, y dentro de ella, en cada familia, de los padres y madres, los abuelos, los hermanos, los amigos, para que la motivación que los lleva a pedir el Bautismo sea la adecuada y sostenida con firmeza, y así encuentren estos niños y niñas en sus hogares y en su medio la asistencia para su fe y se preparen para recibir, en su tiempo, los demás sacramentos de la iniciación cristiana, la Confirmación y la Eucaristía. Las celebraciones pascuales son, decíamos, una oportunidad para hacerlo, recordando el sentido del sacramento y las condiciones para recibirlo con fruto, así como los compromisos asumidos.
La continuidad de la vida bautismai se realiza por la asistencia del de que es el y habita por la en los corazones de los fieles. Es el Esel que nos lleva a invocar a Dios, llamándolo (cfr. Rom 8, J y es el que nos seguir el camino que Jesús nos enseña para ser verdaderos adoradores del Padre. Esa adoracwn, en y en verdad, solamente alcanzará su plenitud en el del cual la liturgia terrenal es La Pascua nos otorga la adelantar, en la experiencia de esta No~ che, la celebración y al mostrarnos este signo que la manifiesta, nos invita .a avivar en nosotros la certeza de la vida eterna, a orientarnos ya, aquí en la tierra, no hacia metas caducas, sino· hacia el encuentro del Bien, verdadero y definitivo. Es la dimensión escatológica; nos la proporciona la comuníón del Espíritu Santo, y ella debe estar siempre presente en nuestro peregrinar, para no caer en el y ahogamos en la inmediatez. Pero esta visión no impide el esfuerzo por cambiar el a! lo con la verdad de lo definitivo, y así podemos ofrecer a nuestros hermanos el tesoro más valioso para el corazón del hombre, el encuentro con
Un aspecto muy importante es poner de relieve la dimensión eclesial del Bautismo (y por eso, también de los demás sacramentos), evitando una presentación individualista o privada, la cual excluiría desde el mismo comienzo la responsabilidad de una respuesta participada en la vida de la comunidad, y que tiene en la liturgia, especialmente del Domingo, su manifestación más significativa, con el Pueblo de Dios rodeando el del sacrificio pascual.
~ Por el Bautismo fuimos sepultados con Cristo, y resucitamos con Él; este acontecimiento maravilloso tiene en la Pascua de año, y en la Pascua semanal del Día del Señor, su actualización por la liturgia. No es un hepuntual y que permanece aislado, separado de nuestra respuesta, indiferente al tenor de vida del cristiano, sino que debe ser hecho presente constantemente. Juntamente con la ilustración por la homilía litúrgica de lo que estamos celebrando en estos cuando nos encontramos en la administración del mismo sacramento del Bautismo y su preparación, será necesario establecer con claridad el vínculo entre la fe y el sacramento, entre la y la respuesta en la
4. iwa Resurrección y la nrl~.~~,.n«'!i::ll del Espirit:u Santo <(En síntesi:l', el itinerario en el cual se nos invita a el misterio de la cruz, es
Igualmente, la presencia del Espíritu Santo da fecundidad ala celebración de los y a la Justamente a de la festividad pascual, como centro de la ción en el acontecimiento sa!vífico de la Resurrección, cada Eucaristía y todas nuestras celebraciones, la la alabanza, la súplica y la acción de gracias, se inspiran y se nutren de la Pascua, y trasmiten en armonía y comunión los dones de la santidad por el sacrifi~ cio de Cristo y su Resurrección.
celebración pascual, incluyendo la prolongada preparación del tiempo de Cuaresma, con su poderoso simbolismo bautismal, nos pone cada año, en estas fechas tan centrales del Año litúrgico, en el núcleo de la de la Iglesia: el lUJo de Dios dio su vida por nosotros, y nos ha Incorporado a su pueblo y famma, a su Cuerpo, haciéndonos hijos de Dios, y llamándonos a vida eterna~ Junto al
muerte' una nuestra vida: la acción del
a Cristo en su para llevar a de
Pablo en el camino orientar con decisión nuestra existenla superando el instinto de dominio sobre los
La importancia del lugar que ocupa la Palabra en la liturgia es también indicativa de !a centralidad de la para la fe del creyente, para el ordenamiento y desarrollo de su vida, para el conocimiento de Jesús y la escucha de su mensaje. obra del Espíritu hace que !a Palabra sea desde siempre y por siempre ense.ñanza y guía, y que la atención que le presta la es constitutiva de su ser y de su obrar, y la conduce en sus acciones y objetivos. Como enseña el Santo Padre: «Cuanto más sepamos ponernos a de la Palabra di,. vina, tanto más constatar que el misterio de Pentecostés está vivo también en la de Dios. El del Señor do sus dones sobre la para que seamos a la verdad develándonos el sentido las Escrituras y haciéndonos anunciadores creíbles dé la Palabra de salvación el mundo» (
SA
confíando que Ia asistencia del la de sus dones, ha y que la celebrada con veneración y con un corazón alimente y forme por medio de la Palabra anunciada y que, recibida con conduzca a sus fieles a la unión con que es la santi-
SE 1
l
~ En la cercanía de la celebración de la Pascua, cuando hacemos solemne memoria de la Pasión, Muerte y Resurrección del la diocesana se reúne en la Eucaristía en tomo del obispo y con la de todo el para la consagración del Santo Crisma y la bendición del óleo de los y óleo de los Como todos
***
1 1 1
que ia mortificación de este tiempo, para el cristiano, además de la dimensión penitencial, correctiva y reparadora, proviene también de una actitud de espera, o mejor, de esperanza, de un deseo de encontrarse con el Señor. su ausen~ cía fomentamos ese deseo, que la privación de su presencia hace doloroso, pero lo encontramos, cuando nos reunimos con entonces celebra·· mos con alegría, y dejamos atrás las penas y angustias. En este sentido, la Cuaresma nos prepara para la gnm aley eclosión de júbilo de la liturgia de la Resurrección expresa, en el lenguaje de los símbolos, que mos llegado a la meta esperada. Con esa misma y profunda esperan.;. za nos acercamos a la celebración de la Pascua. Renovemos en nosotros la confianza de Maria Santísima, la alegria de los la fidelidad de los demás para que los frutos de la Resurrección nos permitan anunciar con valentía y el y trasmitir a todos los hermanos el mensaje de salvación. Especialmente en este tiempo de la Misión Continental reiteramos nuestro de ser fieles a las enseñanzas del maestro, para decir a todos las madel Señor. Dios los bendiga con abundancia en estos dias de y la intercesión de la Virgen Maria y de los santos les conduzca en el camino de una sama Cuaresma, para llegar renovados espiritualmente y con una más honda comprensión a la cua del Señor.
Mensaje de Monseñ.o:r Martín de Elizalde OSB Obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio invitando a las comunidades de la diócesis a participar en la Misa Crismal Iglesia Catedral, Jueves 14 de abril de 2011
1
hermanos y hermanas: En una de las celebraciones eucarísticas de la propone como lectura que refiere la pregunta de los disddel Bautista a Jesús: ayunamos muna con que a nosotros nos puede difícil comprenpero es sumamente elocuente: los esposo uueu;~n estar tristes mientras el esposo e~"tá el momento en y .entonces La inclusión
DAD DE lA IG SIA ESA EN UNION
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renovados por santificados por el · alimentados y fortale· cidos con el y la Sangre del Redentor. Toda Eucaristía genera unidad y expresa la comunión que nos une con Cristo Cabeza y entre nosotros, pero la Misa Crisma! lo manifiesta de una manera especiaL No siempre tenemos la oportunidad de celebrar juntos la Eucaristía, aunque cada vez que participamos de la mesa del Resucitado, para recibir su Cuerpo y su Sangre y escuchar la Palabra, lo hacemos en unión con el obispo y con la Iglesia Universal; en las grandes concentraciones de la diócesis, las peregrinaciones, ciertas solemnidades, vivimos con fuerza y alegría la comunión. La Misa Crisma!, con su fuerte motivación eclesial, al mostrar visiblemente la unidad del presbiterio con su obispo y el origen en la comunión eclesial de los signos sensibles de la gracia, que son los sacramentos, en el ámbito sagra~o de la Catedral, es una señal, un testimonio, una escuela, para vivir meJor nuestra vocación. Por el Santo Crisma se indica la unción del Espiritu; en el Bautismo y en la Confirmación, en la ordenación sacerdotal y en la consagración del obispo, en la dedicación del templo y del altar para el sacrificio eucarístico, se reproduce exteriormente el gesto que traduce una profunda realidad interior, se hace patente la semejanza de los fieles con el mismo Señor, el Ungido, el Mesías. La presencia de Dios que santifica y guía a los fieles no llega como un accidente personal o un encuentro individual, sino por la comunión, porque la recibimos en el seno de la Iglesia. Es muy bueno entonces que podamos celebrar también comuni~ tariamente su confección y consagración, para acompañar su venida y ser acompañados por la gracia que ·nos procura en nuestra como Iglesia. El óleo santo, de la unción prebautismal, que aleja la influencia del mal del catecúmeno que va a ser bautizado y lo dispone a la vida de la gracia, y el óleo de los enfermos, que fortalece el alma de quienes padecen alguna dolencia y puede también procurarles la salud corporal, son un don de Cristo a su Iglesia, que ruega por estos frutos de santidad para sus hijos. La participación en la Misa
Crisma! debe fomentar en los fieles el aprecio por estos divimedios de instrumentos de la na, en su sentido eclesial, donde compartimos los bienes y nos apoyamos en la los unos a otros. Desde hace ya varios la Iglesia ha incluido en la celebración de la Misa Crisma! la renovación de las promesas sacerdotales. El ministro que acerca a los fieles los medios de santificación que Dios ha con·· ~ en lufiado a la gar los sacramentos -, tiene que reflejar en su propia vida y conducta !a caridad de compartir su ser modelado por su ejemplo y su enseñanza. El que congrega a los sacerdotes en un solo cuerpo, cuya cabeza es el obispo, en presencia de la asamblea que representa a los t1eles que les han sido confiados, testimonia de manera solemne, clara, pública, su deseo de entregar su vida al Evangelio y a la Iglesia, a los hennanos, a la caridad y a la y se confía a la misericordia divina y espera en la oración y el aliento de los hermanos. En el Año sacerdotal, que hemos concluido hace pocos meses, el acento estuvo puesto en la santidad que requiere el ministerio sagrado, y que procuran y aumentan la gracia de la ordenación y el ejercicio del servicio pastoral. Participar, pues, en la Misa Crisma!, es actualizar el recuerdo y los frutos de este Aí'ío de gracia, que el Santo Padre propuso a los sacerdotes y a toda la Iglesia En estos momentos, en que resulta tan difícil sostener, frente a la invasión de todo lo sensible, la primacía de la verdad y el compromiso asumido del servicio a Dios y a los hermanos, la ocasión que laMisa Crisma! nos ofrece, como.lglesiadiocesana, nos·permite unimos en la oración para que sea confirmado el propósito de los sacerdotes en la Iglesia. Todos, en la noche pascual, vamos a renovar también las promesas bautismales, y así, la liturgia nos da la posibilidad derenacer en la fuente de la gracia divina. Al hacerles a todos ustedes, queridos hermanos y hermanas, esta invitación para reunimos en torno del altar del Señor, les manifiesto mi sincero compromiso de seguirdedicando, junto con los sacerdotes de ia diócesis, nuestros esfuerzos por su bien espiritual, y encomiendo a sus oraciones y a su afecto la entrega y el ministerio de los sacerdotes. Pido a Nuestra Señora de Fátima, Patrona de la diócesis, que interceda por ustedes y por toda la familia diocesana, y nos obtenga gracias abundantes de Dios.
Monseñor Martin de Elizalde OSB, Obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio.
ABRIL DE 2011
ACTUALUlAD DIOCESANA
ENSAJE DEL OBISPO
EN EL MUNDO N
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Trasladan a Jerusalén los restos de Santa Teresa de Lisieux
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1 como fuera adelantado en la edición anterior, el Martín de Elizalde dirigió su habitual mensaje al iniciarse el ciclo de actividades catequísticas en la diócesis de Nueve de Julio, a
en nuestras parroquias, capillas, colegios y centros"; "a sus que los acompañan y motivan para que Dios con su vida y en el conocimiento y en la amistad con ; "a los de todos los niveles y "'"'J"''""' que se dedican con generosídad a esta tarea formando a
y animan con su !.os que han escuchado la llarnada del Set1or para por el
vida su iniciación y mente en la comunidad que cree y celebra por medio de los sacramemos"; " a los Curas Párrocos,
y a los sacerdotes y que deben animar y sostener esta obra"; "a los eduque están en
y tienen una
excepcional para trasmitirle la sabiduría del Evangelio, y a todos los ministros dé la asistentes pastorales para la visita de los ancianos y enfermos, responsables y colaboradores en las y centros, miembros de Caritas y sus voluntarios, que frecuentan los hogares más necesitados"; y finalmente, "a los coordinadores de catequesis en cada parroquia, a los formadores en los seminarios catequísticos y a sus alumnos", Este encabezamiento tan largo y tiene para
monseñor Elizalde una razón: "la catequesis se da en todos los momentos y en todos los tos de la acción eclesiaL El cristiano anuncia siempre al Señor, y tiene que orientar y señalar el camino para ir a su encuentro, para sus enseñanzas, Por eso, de manera el cristiano tiene que estar dispuesto y deseoso para dar testimonio de su Señor, y prepararse para eilo", Estas reflexiones del Martín nacen a la luz de! documento de y la Misión
"
o
como «el
de los esfuerzos realizados en la para hacer para a los hombres a creer que Jesús es el de Dios a de que, por la tengan la vida en su y para educarlos e instruirlos en esta vida y construir así el Cuerpo de Cristo)) La convocatoria a la Misión continental se dirige a todos los bautizados, cada cual según su vocación y sus posibilidades; nadie debe permanecer pues de una manera sencilla y silenciosa o con un compromiso más visible y todos hemos de resy
El documento final de la
Conferencia General del latinoamericano y del Cari" reunido en expresa con una fónnula feliz la condición misionera de todos los bautizados: «La admiración por la
3, En un sentido inmediato !a misión comienza en las con el testimonio de los y la educación de los hila feo Los
persona de su llamada su mirada de amor buscan suscitar una respuesta consciente y libre desde !o más intimo del corazón del una adhesión de toda su persona al saber que Cristo lo llama por su nombre>) l Y esta convicción lo lleva a ser para sus un instrumento del anuncio salvador: <<Al llamar a
los suyos para que lo da un encargo muy anunciar el ''"'om<.JPI no a 000 Por esto, discípulo es misionero, pues Jesús lo hace de su al mismo tiempo que lo vincula a Él como y hermano)) (n, 144), Todos los entonces, son invitados a ser más generosos y abiertos para dar continuidad en su vida y hacer fructificar los dones de la gracia, contribuyendo con su testimonio y su acción a la difusión del Evangelio y la consolidación del espíritu y la tica del mismo o
20 Una de las maneras legiadas de hacerlo es la trasmisión catequística, que el Catecismo de la Iglesia Católica define
se hace del Señor en los contextos nuevos de la sociedad, Ello permitirá mostrar que las conductas más publicitadas, aunque no sean mayoritarias, adversas a la vida y a la de la y que promueven formas basadas en apreciaciones y subjetivas sobre la naturaleza de la familia y la trasmisión de la no conducen a !a felicidad deseada y contradicen el de Dios""
Patriarcado l ,atino, en la puerta de Yafa de la vieja ciudadela
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El Papa envió 1 00.000 dólares de ayuda al ::J Bcncdicw XV!
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En el comienzo de las actividades del entonces, el pastor diocesano invita "a asumir con y esta llamada a convertirse verdaderamente en dis·· y asumir la vocación tomando en el ámbide la la tarea que cial a los
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que se educación cristiana de los niños y jóvenes, 4, La misión alcanzará así a las familias, y a la vez hará más sólidas las bases de la instrucción en la fe y la sa, Al mismo tiempo, contribuirá a afianzar los valores familiares, tan amenazados hoy por la disolución que diversas corrientes culturales y sociales: la sacramentalidad del matrimonio, ·la estabilidad del vínculo, el reciproco estímulo para progresar en el amor por la vida de fe y comprometerse en la realización de un proyecto con metas sanas y fundadas en la gracia divina,
50 En la catequesis misma, de una manera adecuada y preparada con los debidos conocí-
Señala que "este dedicado por el Santo Padre a la defensa de la vida naciente, nos ofrece un motivo aún más fuerte para darle a toda la obra evangelizadora el
esta ios fondos diócesis rn8s afee radas n" Univers~dades
católicas reflexionarán sobre su identidad
a la ense~Con
su '"oración por toda la familia catequística" y su "bendición para todas las familias cuyos comienzan este camino de vida cristiana, y para todos los agentes también ellos catequistas y evangeliza-dores, invoco a la Santísima Virgen, Nuestra Sel'íora de catequista de su Hijo y de todas las generaciones cristianas, y al Patrono y modelo de catequistas, San Pío X, para que su intercesión nos a seguir cumpliendo con ildelidad y acierto esta misión",
la
de
más de 50 unive.rsidades católicas de 20 del mundo se realizará del 2 al 4 de agosto en la ciudad de el l\Iundial de Universidades Católicas, U nos siete centros universitarios y casi 30 del resto del mundo han este encuentro que contará con la de diversas
casas de altos estndios y de varias conferencias fuente: AICA
autores Són los miembros de la Junta estudio y profundización de la Biblia.
a la. formación dedicado su a la
'VCJiii,'I:!''~!U
Biblia, por dónde empe r Parte 1
tici r la aurora, construir la esperan CAMINO Al 111° CONGRESO CATEQUÍSTICO NACIONAl
~Dios nos habla
todos los de muchas maneras, por gran variedad de mede instrumentos. Por medio de otras personas, una homilía, un encuentro, una un pequeño
actipronto un pensauna idea ... desde ham hasta hubo una manera de de acercarse y mostrarse, como que un plan, un de a poco: enseñando un camipara el Con Abra-
que nom son como
o como se «bisagra» de
ade·-
aparecen en el Test<lmento, citadbs por 'Jesús o los Apóstoles'. Tamhubo ·
Escribe:
tos, que a Dios .Je sirvieron para sus ensefí.anzas y sus caminos: el Arca de la Alianza, el cordero de Ael cordero pasarco el arca Noé,Ja serpiente en el Paraíso y en el la torre de Babel y otros .. De esa larga historia de Dios acercándose al (que llamamos Historia de Salvación o Plan de Salvación), en la Biblia tenernos lo quedó por es" y hasta nosOtros. Y eso que quedó escrito y ·llegó hasta nosotros, está hecho de J-i>•·pnt~>o maneras de esde muchos ahora, gracias modernas, en~uadernamos en un solo volumen o tomo. · Pero se trata de 46 bros _del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo. Además de esa cantidad
de libros, está la variedad de los mismos: unos son cánticos giosos (los otros son consideraciones sobre la vida que se presentan a manera de refranes o dichos: los Proverotros nos traen mensajes de Dios en forma de imágenes o visiones, como de los Profetas. Se trata de maneras de escribir, propias de cada tiempo y lugar, diferentes de los nuestros de ahora. Por eso, la Biblia no es un libro que se empieza a leer desde la como - un manual de la escuela o una novela moderna. De a lamade los cristianos, lo que más le suena son los Evangelios, porque se leen todos los domingos, en la . misa. Pero como mucha& veces Jesús·ha: · bla de Moisés, de David, de los profetas; \]no puede empezar a alguna parte del Antiguo Testa~ mento, donde figuran· esta~ personas ;de la Historia de Salvación.
Queridos catequistas: Seguimos compmtiendo con ustedes la preparación espiritual para el Congreso Diocesano de Catequesis, que se realizará en Carlos Casares, el 30 del corriente. En el anterior los invitamos a que lean: Hch. 9,1-20; teniendo presente el texto seguimos contemplando: ~ La iniciación cristiana no es algo que se produce «por arté de magia» ni tampoco es el resultado de un esfuerzo constante o de una disciplina exigente, es la respuesta siempre renovada a la iniciativa de Dios que se de los cristia1nanifiesta en la mediación de la Iglesia ... Pablo, el nos, será «llevado de la mano» hasta Damasco porque no veía nada y tendrá su tiempo de reflexión personal «tres dias sin ver, y sin comer ni beber» ... Será enviado Ananías, un miembro de la para que obre en nombre del Señor las manos y diciéndole: «Saulo, hermano
el Sei'ior Jesús - el mismo que se te en el ca11lino - me envió lleno del Santo». Leemos a ti para que recobres la vi.~'tll y «Ser discípulo es un don destinado a crecer. La initambién en ciación cristiana da la posibilidad die un aprendizaje gradual en el conocíamor y seguimiento de ,Jesucristo. Así, la identidad cristiana con las convicciones fundamentales y la búsqueda del sentido de la cristiana vida. necesario asumir la dinámica catequética de la (291 ). El catecismo de la Iglesia Católica describe este simbólico y dialogal: «Desde los tiempos apostólicos, para llegar a ser cris., tiarw se sigue un camino y una iniciación que consta de varias Este camino ser recorrido o lentamente. Y nos elementos esenciales: el ammdo de la Palabra, ·la acogida del lleva .a la conversión, la pmfesión de fe, el Bautismo, .la efusión del Espíritu Santo, el acceso a la comunión eucarística» ( cf 1231). ~ La iniciación cristiana es un momento del proceso evangelizador. Después de acoger el kerigma y celebrar la gracia el cristiano se dispone <.i irradiár con su testimonio la vida nueva en la que ha sido sumergido. Pablo después de haber sido bautizado por Ananías «comió algo y re.cobró susfuerz¡us ...
alguDttmasco, y luego es el ap1mta la initenga como nu es fro , , huma-
nos dias con los vivían en comellZÓ a predicár ·en fms sinagogas ·Hijo tle Dios». también en <<Como rasgos del disCípUIO;á,l que · ciaeión cristiana destacam.o~: que la persona de Jesu~risto, Salvador de nuestná tódam~~
Por supu_esto que estamos hablando· de leer para meditar, rezar, ref1exionar, aprenc der nuestra vida.
y'cris~
que tenga espíritu de ora~ ción, sea amante
Próxima edición: "La Biblia, por dónde · empezar"~ Parte Il
De la historia de Dios acercándose al hombre (que ahora llamamos Historia de Salvación o Pian de - Salvación). en la Biblia tenemos que quedó por escrito y llegó hasta nosotros. Y eso que q por escrito y llegó hasta nosotros, está hecho de diferentes maneras de escribir.
la Aurera
r la tlit~er;••
de la Palabra, practique la confesión frecuente y pa¡·ticipede la Eucaristía; que se inserte cordialmente en la comunidad eclesial y sea solidario en el amor y fervoroso misionero» (292).
~ Congreso Diocesano de Catequesis, 30 de abril en Carlos Casares.
ABRIL DE 2011
e llfll!
ice reli
Te lo regalo Puedo compartirles la inmensa alegría de un «regalo pascual». Después de la clausura del Concilio Vaticano H los superiores de la Orden Carmelita nos invitaban «a una adecuada renovación». El2l deseptiembre 1969 mis padres celebrarían sus bodas de oro. Cuando ya todos los hijos nos habíamos «casado» se retiraron para vivir como novios a um.'l casa de campo a 80 km de Asunción. Mi hermana, en una visita, con suficiente anticipación, me si sería posible que mis superiores me permitieran viajar para ese acontecimiento. Yo le pedí a monseñor Eduardo Pironio que me ayudara a discernir ... me respondió: yo te lo daría, hablalo con tu Obispo. Yoconversé con monseñor Quarracino, me escuchó con atención y me respondió bondadosamente: pensar. El domingo de Pascua vino a celebrar (yo era sacristana y fui a saludarlo), me devolvió el saludo con un «te lo regalo». Después de casi 20 años volví a reencontrarme con mis padres. Visité al Arzobispo de Asunción pidiéndole permiso para celebrar, en el campo, una Misa en Acción de Gracias. Con benevolencia, me dio su bendición. Luego pedi a mi capellán, que en ese tiempo era rector de Universidad Católica. Lo aceptó de inmediato y agregó: yo llevo todo lo necesario. El día de las bodás, muy temprano llegó mi capellán trayendo, con gnm sorpresa mía, al Arz()bispo. ¡Tan era salesiano. fue
n con La vida de un cristiano es un , evangelio vivo. A través del testimonio de aquéllos que han consagrado su vida a Dios ·vemos resplandecer el mensaje de Jesús y nos damos cuenta que el evangelio no es una utopía. En este nümero comparte su vida la hermana lucía Zaldfvar, del Carmelo de Nueve de Julio, que con sus 80 años derrochando alegría y santidad y dice: "No puedo negarme a dar testimonio de mi esperanza y del amor gratuito del Padre".
Recuerdos de infancia Soy paraguaya pero dicen que no lo parezco. En realidad mis abuelos paternos eran inmigrantes vascos y mis abuelos maternos alemanes, judíos conversos. ¡Yo salí con sangre vasca y judía!!! Por mamá supe que me bautizó el padre Frutos y luego me levantó en sus brazos y me ofreció a la Virgen. Yo !o recuerdo con gratitud ¡me hizo miembro de la Iglesia! Recuerdo algo lindo de mi infancia: en mi primera comunión, (fiesta de la maternidad de Maria) el sacerdote me tomó de la mano era la más chica tenía6 años), me ayudó a subir al Presbiterio y me pidió que apoyara mi mano sobrecet Evangelio, para renovar las promesas del Bautismo en representación de .todo el
braron «responsable de las misiones» para las niñas de la primaria. Dibujé un mapa grande de las Islas Filipinas (en guerra por su independencia). Ese sería nuestro campo de misión. Pasaba periódicamente por las aulas recogiendo las oraciones y sacrificios, íbamos colocando banderitas en el mapa señalando las regiones conquistadas. A fin de año las hermanas enviaban lo recaudado (convertido en pesos), a las misiones.
Qué lindo es sentirse querido Estaba cursando el 6° año cuando, en un retiro, «oí que Jesús me llamaba para seguirlo». Mientras maduraba me consagré en la Accíón Católica ... me pidieron que acompafíara a las pequeñas aspirantes. Hacíamos lindos paseos y casi jugando fuimos descubriendo el amor del Padre. También visitaba hospitales. En una ocasión me acerqué a! lecho de un hombre agonizante, le tomé las manos en un gesto de cariño. . . y con gran esfuerzo en un balbuceo me. respondió: ¡qué lindo que es. sentir" se querido!. .. ¿era Jesús? ¿Quiere sentirse querido?
Entrada en el Carmelo
El11 de noviembre, memoria de la Presentación de·Marfa, del Año Santo en 1950 a las 9 de la mañana subí ál avión y a tas 1 de ·la tarde, m ientn1s tocaban las grupo. Vo sentí. <wergien~a» · campanas del· Ángelus,·· se me porque tenia. ias numos «su- . •·· abriet·oo las puertas del Carmeio con ia cera de ia vela, Ah! de Santa 'feresita oo Bueoos Aio se me regaló unaexperiéncia in- ·. res. El padre capeUán me bendijo efuble. (¿011) SO~! diciéndoriu:~; <<A~1ora ~nicias el caun.in,o de iaCruZ>». Y asi fúe. La ~
lwaes y · Madre :Priora me abmzó~n cari~ fío y me dijo: ~<Que lindos cabe~ puso·en.un ~· Tenía 8 años, Nuí!str10 párro· IÜ!Itfts. Era humana,
Lo tomó •
co, viendo 1a necesidad de reparaciones en rmestro templo, propuso llqita ¡:Je 1.m Jesús, Papá compró cada uno de l.os seis h.,,.'"'"'"''"' que éramos. de la me anda a traer el Niño ... y así fue. Nuestro párroco lo puso en mis brazos y espontáneamente se formó un cortejo hasta casa. Mamá me dio un chal celeste y le armó Ul1 Pesebre. El era muy lindo ¡y grande!, como un bebé norma!.
Pequeña misionera ¡Cuántos recuerdos de mi infancia! Estaba cursando el 4° afio del bachillerato. Me nom-
ría, como José. Ese mismo día recibí la «Bendición Apostólica» del Santo Padre. Es por eso que me siento muy agradecida y comprometida a orar por el Papa.
La llegada a Nueve de .Julio El I 9 de marzo de J962 nos visitaron el padre Eduardo PinmiQ y su amigo Antonio Quarracino (preconizado Obispo de Nueve de Julio), quien nos pidió un Carmelo para su diócesis. Nos ofrecimos ocho herma~ nas. El 1 i de mayo del aí'io sipudimos venir, entre eUas María del Can!I'H!n y yo. Ya éramos amigas como jóvenes de · Acción Católica en Asunción y COJUlOVkias. Veniamos
Rezarpwloe
Hijas».
sacerdotes Mi más pura alegria es la profesió~t
·
domingo de Pentecostés. Amaneció, con un viento recio y una lluvia torrenciaL Se rompieron con estrépito vidrios de la ventana de nuestra capilla. Los invitados no pudieron llegar, excepto los celebrantes y una vecina ancianita. En la Eucaristía, a las 9 horas fui invitada a subir al Presbiterio y firmar sobre el Altar mi alianza eterna con Jesús. Ahora, mi (mica aspiración es dejarme guiar por el Espíritu Santo, como Ma-
Agradecimientos No terminar sin expresar mi. gratitud a nuestro Martín y a nuestros por su cercanía y por la celebración diaria de la Eucaristía, a los monjes benedictinos que acompañan nuestro peregrinar con el Sacramento de la Reconciliación, a los religiosos y religiosas, a nuestras hermanas del Carmelo Seglar que nos confortan con su amistad, a los médicos que con sollcitud cuidan de nuestra salud, al ingeniero y arquitecto que construyeron nuestro bel!ísimo del Padre de las Misericordias. A tantas personas por sus generosas donaa tantas otras que con sus diversos oficios nos a mi comunidad que me contiene y brinda un espacio de y en a las hermanas venes que me y hacen lo que yo ya no puedo ... Finalmente agradezco a mí familia, el amor de mis hem1anos y sobrinos que de tanto en tanto nos visitan con algún regalo. Igualmente a las familias de cada una de las hermanas de nuestra comunidad que de muchos modos nos hacen sentir que somos «familia de familias}>. Ahora espero e! cumplimiento de la promesa que Jesús me cuando me ofrecí para la fundación de este Cannelo: «Si crees, verás ia de Dios>1.
Para que lo alaben cenm~t~o
El Padre de
. Zaldiv•» (asi nos llamaban pór conoce mis mi.lchos :oe,ca<ws lo numerosos y .unidos éra'- me perdona, cada mos: tios; · primos, .nietos~ bi~o .despertar ·ie doy como hermanas jóvenes «para nietos, y trabajadores del ~ampo día que me setodo .trabajo)>. Ahora, q.ue va- con sus f.mtinas ), guir luchando por mi convero m{)s pasando ios .80 no nos , Esté «regaJo pastuab>, me. solo les he contado sus: «achicamo~m y seguin1os fr.ehizo sentir hond<llmeilte ~a belle.. maravillas para que io alaben gandopisos y caceroluen ser-•. zade la maternidaddda. Iglesia, ·conmigo. mAleluya!!! vicio de m.1estrds:herm.anas.
como Santa Ter.esa qtliere a sus
El dia, de la religiosa El 29 de
un diainolvidable para la (<tribu
en humanidad!)) A mi regreso escuché el mandato de Jesús: «Permanezcan en mi Amor».
veintena de Capellanes. que . Jesús me fue regalando a lo largo de los años. Algunos ya están gloriosos en la Casa del Padre, los más, militando por el Reino como discípulos y misioneros (entre ellos un Obispo). El último es un fraile carmelita a quien acompaño (a pedido de su maestro) desde su ingreso al postuiantado, fue ordenado sacer-
dote el 8 de diciembre de 20 Solemnidad de María Inmaculada. Lo conozco solo por fotos y un testimonio suyo enviado por nuestro Padre Provincial.
e
en la y Capillas de nuestra Diócesis de Nueve de Julio.
21. San Anselmo, Obispo y Doctor de la -Parroquia San Anselmo,
29. Santa Catalina de Siena, Virgen y Doctora de la Iglesia -Parroquia Santa Catalina de Siena, N. DE LA RIESTRA
DE20H
li
H. Centralidad de Cristo y del. Reino El nuevo estilo de vida pastoral que la misión continental no se dar sin una inmersión en el misterio de Cristo. Lo más decisivo en la la acción santa del su
Tres básicos 111ara vivir esta
Misión Continental:
cuado y tanto. «Si· no conocemos a Dios e!l Cristo y con Cristo, toda la realidad se
escucha Pero adernás de la Palabra de Dios en la Sa·· Escritura, también la necesidad de que ia escuchar la voz de en la
cernir los
para ponernos al
ma vino para que todos y <<para que la
vida ni verdad» Pero también se
tud»
O, 1
siste
fhn>
Y será esa
expe~
rienda de adhesión a Jesucristo
~!!Que Dios e conceda: fuerza y esperanza al iniciar la por una sombra agua fresca y una vianda a la hora del y al cuando te encuentres con los y paz ~n el reposo nocturno.
Es una publicación de la Diócesis de Santo Domingo en Nueve de Julio
la que nos hará capact;s de ser de los y de ha·cernos solidarios con su destino DA Es de esa da de donde puede brotar el manantial de una acción pastoral fecunda, pues «cuando el discíestá enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al
Año XII· 1\1° 116 ABRil de 2011
con
y
el desafío de vivir su identidad mediante una escucha atenta a la Palabra de Dios escrita y «acontecida». Consciente de esto, el en su discurso advir-
La rnisión es de no sonws tantos. acostumbramos a ser minoría en un mundo que no comparte nuestras que no tiene por entendernos si no sabemos comunicamos pero que es el terreno de misión encomendado por vayan y enseñen.
DIRECTOR: Pbro. Germán Loriente
EDICION INTEGRAL: Fabricio O'Dwyer
Iglesia Catedral de Nueve de Julio.
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