ACTUALIDAD
Se viene una nueva Colecta Nacional de Cáritas
TRABAJAR POR LA PAZ EN NUESTRA PATRIA Mensaje del obispo Martín en un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo
u Se realiza en todas las parroquias los días 7 y 8 de junio, bajo el lema «Compartir es amar». Es una invitación a expresar de manera concreta nuestro compromiso por los hermanos más pobres y excluidos de nuestro país, dotándolos de esperanzas para un futuro mejor. COMPARTIENDO NUESTRO TESORO
El amor de Cristo nos apremia u Artículo de la hermana Carla Zapulla en dónde nos recuerda la importancia esencial de la caridad para los cristianos.
Y ADEMAS... Carta del Obispo . Reflexiones de monseñor Martín de Elizalde acerca del sacerdocio bautismal y la liturgia (segunda parte).
Lo suyo, lo mio, lo nuestro .Contratapa. El padre Germán Loriente escribe sobre «La dimensión social del bautismo».
La Cruz de los Jóvenes recorrió la diócesis Fue del 28 de abril al 04 de mayo. El Papa la entregó en la JMJ en Río.
Visite la página web de nuestra diócesis: www.diocesis9dejulio.org.ar
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CARTA DEL OBISPO
Para ver más mensajes del obispo Martín http://www.diocesis9dejulio.org.ar/obispo.html
SACERDOCIO BA UTISMAL Y LITUR GIA (II) BAUTISMAL LITURGIA Queridos hermanos: Proseguimos con nuestra reflexión sobre la liturgia y su lugar en la vida del cristiano, con una expresión del papa Benedicto XVI, quien, en su catequesis del 26 de septiembre de 2012, citó al papa san Juan Pablo II: «Para actualizar su misterio pascual, Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en las acciones litúrgicas. La liturgia es, por consiguiente, el ‘lugar’ privilegiado del encuentro de los cristianos con Dios y con quien Él envió, Jesucristo (cfr. Jn 17, 3)». Por la participación de los fieles en la liturgia de la Iglesia somos introducidos en la comunión con el Señor Jesús. Ella les concede nacer de nuevo, cuando son sumergidos en las fuentes de la vida por el bautismo; en la liturgia, los fieles reciben la santidad del Espíritu de Dios y se alimentan con el Cuerpo y la Sangre de Cristo para sostener su condición y acrecentarla con esa comida celestial. La «ordenación recíproca» del sacerdocio bautismal y del sacerdocio ordenado asocia a los fieles a la celebración del sacrificio; como dice un teólogo contemporáneo: «el sacrificio de Cristo se hace presente sacramentalmente para que los fieles puedan unir su sacrificio al suyo; el sacrificio de los cristianos se realiza para ser asumido por el de Cristo» (B. de la Soujeole OP). Es por lo tanto una manera especialmente señalada, fundamental, para estar unidos al Señor Resucitado. El papa Pablo VI en su alocución del 4 de diciembre de 1963, al cerrar el segundo período de sesiones del Concilio, tras señalar la importancia que revestía el hecho que la Constitución sobre la sagrada Liturgia fuera el primer documento a ser promulgado por el sínodo ecuménico, expresaba que la liturgia de la Iglesia «es la fuente primera de ese divino intercambio, por el cual estamos en comunión con la vida misma de Dios; es la escuela principal de nuestras almas, es el don primero que debemos transmitir al pueblo cristiano, unido
a nosotros con la práctica de la fe y de la oración; es la primera invitación dirigida al género humano, para que suelte su lengua en las oraciones santas y verdaderas, y sienta esa fuerza inefable, en la que se recrea el alma, que se halla en el canto de las alabanzas divinas y en la esperanza de los hombres, por Cristo Jesús y en el Espíritu Santo». Para el Concilio, la liturgia es «la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza. Pues los trabajos apostólicos se ordenan a que, una vez hechos hijos de Dios por la fe y el bautismo, todos se reúnan, alaben a Dios en medio de la Iglesia, participen en el sacrificio y coman la cena del Señor. Por su parte, la liturgia misma impulsa a los fieles a que, saciados con los sacramentos pascuales, sean concordes en la piedad; ruega a Dios que conserven en su vida lo que recibieron en la fe, y la renovación de la alianza del Señor con los hombres en la Eucaristía enciende y arrastra a los fieles a la apremiante caridad de Cristo» (S.Concilium, 10). Esta consonancia y colaboración con la gracia hace de la liturgia una obra de los fieles, en la que han de participar «consciente, activa y fructuosamente» (S. Concilium, 11). A ello se dirige la solicitud pastoral de los Padres conciliares, expresando la preocupación de la Iglesia, Madre y Maestra. La actitud pastoral se preocupa por incorporar a los fieles en una vivencia profunda y verdadera del Misterio de salvación. La liturgia es obra de Cristo y es acción de la Iglesia, por lo que el sacerdocio instituido por el Señor tiene la misión de celebrarla, poniendo al alcance de todos los fieles los frutos del sacrificio de Cristo. Es también por la participación en la liturgia que los bautizados se unen, espiritualmente y con sus buenas obras, al mismo sacrificio, sacrificio que da valor y hace aceptable ante Dios su vida y acción. Dice el Concilio Vaticano II que corresponde al obispo trasmitir a sus fieles la vida de Cristo, y resalta la importancia que tiene «la vida litúrgica de la diócesis en torno al obispo, sobre todo en la iglesia catedral,
INTENCIONES PARA ORAR JUNIO 2014
a pedido del Santo Padre
GENERAL: Desempleados Para que los desempleados reciban el apoyo y el trabajo que necesitan para vivir con dignidad. MISIONERA: La fe en Europa Para que Europa reencuentre sus raíces cristianas a través del testimonio de fe de los creyentes.
persuadidos de que la principal manifestación de la Iglesia se realiza en la participación plena y activa de todo el pueblo santo de Dios en las mismas celebraciones litúrgicas, particularmente en la misma Eucaristía, en una misma oración, junto al único altar, donde preside el obispo rodeado de su presbiterio y ministros» (S. Concilium, 41). La santificación del pueblo fiel es una de las tres funciones que competen al obispo, junto con las de enseñar y regir, y lleva a la participación de los bautizados en el misterio de Cristo. La participación de los presbíteros en la vida pastoral está vinculada al sacramento del Orden recibido de manos de un sucesor de los Apóstoles y en comunión con ellos, por lo que la dimensión pastoral, la solicitud del pastor, el ministerio de la santificación, de la enseñanza y de la conducción de su rebaño, se realiza también por medio de ellos, colaboradores de los obispos. La misión pastoral comprende la vida litúrgica, que el sacerdote debe celebrar con y para los fieles, en comunión con los sucesores de los apóstoles, y que determina, para el ministro sagrado, la necesidad de una profunda participación espiritual, con la adecuada preparación y el sentido de la trasmisión apropiada, por las palabras y los gestos, para edificar al Pueblo de Dios y alimentarlo con las fuentes de la Palabra y de los sacramentos. Para los Padres conciliares semejante propuesta pastoral suponía un considerable esfuerzo de renovación y adaptación, para hacer más clara la llamada a la conversión y a la unidad, por la centralidad de la liturgia, que por eso debía ser revisada y adaptada, para lograr una participación más plena e inteligente. Con mucho afecto, los saluda y bendice, + Martín, obispo de Nueve de Julio
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COMPARTIENDO NUESTRO TESORO EN EL MES DE LA COLECTA DE CARITAS
Porque el amor de Cristo nos apremia
(2 Cor 5,14)
En este artículo, la hermana Carla nos hace recordar la importancia esencial de la caridad para los cristianos, ofreciéndonos una síntesis de algunas ideas de la encíclica «Deus caritas est», junto con su aporte personal enriquecido también con mensajes del papa Francisco.
Escribe: HNA. CARLA ZAPULLA, Adoratrices del Ssmo. Sacramento de Rivolta d’Adda
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os cristianos no somos los únicos que ayudan y se hacen solidarios con los más necesitados. En la sociedad actual son numerosos los grupos y las asociaciones de voluntariado y de servicio desinteresado que no pertenecen a la Iglesia. Es una situación que debemos valorar y que puede explicarse por el hecho de que el imperativo del amor al prójimo ha sido grabado por el Creador en la naturaleza misma del hombre. Pero es también un efecto de la presencia del cristianismo en el mundo, que reaviva continuamente y hace eficaz este imperativo. Dentro esta situación general podemos preguntarnos: ¿Qué es lo específico de la caridad cristiana? ¿Qué es lo que como bautizados somos llamados a vivir? La fisonomía específica del servicio que Cristo pidió a sus discípulos la encontramos en el himno a la caridad (cf. 1 Co 13), san Pablo nos enseña que ésta es siempre algo más que una simple actividad: «Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve » (v. 3). Este himno debe ser la Carta Magna de todo el servicio eclesial. La actuación práctica resulta insuficiente si en ella no se puede percibir el amor por el hombre, un amor que se alimenta en el encuentro con Cristo. La íntima participación personal en las necesidades y sufrimientos del otro se convierte así en un darme a mí mismo: para que el don no humille al otro, no solamente debo darle algo mío, sino a mí mismo; he de ser parte del don como persona. ¿Cuál es la fuente, el motor que nos empuja a este don gratuito de la propia vida? La misma vida de Jesús en nuestra vida, el amor del Padre que nos «primerea», que nos ama primero. ¡Todo el amor que recibimos en nuestros corazones por el Es-
Jesús lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos: «Serán felices si hacen esto» (Jn 13,17). La comunidad evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo. píritu Santo que se nos ha dado! (cf. Rm 5,5). Para nosotros, cristianos, el amor al prójimo nace del amor de Dios y es de ello la más límpida expresión1. Quien quiere dar amor, debe a su vez recibirlo como don. Es cierto —como nos dice el Señor— que el hombre puede convertirse en fuente de la que manan ríos de agua viva (cf. Jn 7, 3738). No obstante, para llegar a ser una fuente así, él mismo ha de beber siempre de nuevo de la primera y originaria fuente que es Jesucristo, de cuyo corazón traspasado brota el amor de Dios (cf. Jn 19, 34). «Dios es amor» (1 Jn 4, 8). Es allí, en la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se debe definir ahora qué es el amor. Y, desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación
de su vivir y de su amar. Dios nos ha amado primero (cf. 4, 10), y este amor de Dios ha aparecido entre nosotros, se ha hecho visible, pues «Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él» (1 Jn 4, 9). Dios se ha hecho visible: en Jesús podemos ver al Padre (cf. Jn 14, 9). De hecho, Dios es visible de muchas maneras. En la historia de amor que nos narra la Biblia, Él sale a nuestro encuentro, trata de atraernos, llegando hasta la Última Cena, hasta el Corazón traspasado en la cruz, hasta las apariciones del Resucitado y las grandes obras mediante las que Él, por la acción de los Apóstoles, ha guiado el caminar de la Iglesia naciente. El Señor tampoco ha estado ausente en la historia sucesiva de la Iglesia: siempre viene a nuestro encuentro a tra-
vés de los hombres en los que Él se refleja; mediante su Palabra, en los Sacramentos, especialmente la Eucaristía. En la liturgia de la Iglesia, en su oración, en la comunidad viva de los creyentes, experimentamos el amor de Dios, percibimos su presencia y, de este modo, aprendemos también a reconocerla en nuestra vida cotidiana. Él nos ha amado primero y sigue amándonos primero; por eso, nosotros podemos corresponder también con el amor. Dios no nos impone un sentimiento que no podamos suscitar en nosotros mismos. Él nos ama y nos hace ver y experimentar su amor, y de este «antes» de Dios puede nacer también en nosotros el amor como respuesta. La comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el
amor; y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos. Vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva. ¡Atrevámonos un poco más a primerear! Como consecuencia, la Iglesia sabe «involucrarse». Jesús lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos: «Serán felices si hacen esto» (Jn 13,17). La comunidad evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo2. La unión con Cristo es al mismo tiempo unión con todos los demás a los que él se entrega. No puedo tener a Cristo sólo para mí; únicamente puedo pertenecerle en unión con todos los que son suyos o lo serán. La comunión me hace salir de mí mismo para ir hacia Él, y por tanto, también hacia la unidad con todos los cristianos. Nos hacemos «un cuerpo», aunados en una única existencia. Ahora, el amor a Dios y al prójimo están realmente unidos: el Dios encarnado nos atrae a todos hacia sí. Se entiende, pues, que el agapé se haya convertido también en un nombre de la Eucaristía: en ella el agapé de Dios nos llega corporalmente para seguir actuando en nosotros y por nosotros. De la Eucaristia celebrada y adorada aprendemos el arte del amor cristiano, el Señor Jesús en este Sacramento se entrega por nosotros, nos da su vida, nos une a Él, con esta fuerza podemos salir al encuentro de nuestros hermanos para amarnos los unos a los otros como Él nos amó (cf. Jn 15, 12). PAPA FRANCISCO, 21 de mayo de 2013 PAPA FRANCISCO, EG 24. 1
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LA IGLESIA HOY ACTU ALID AD DIOCESAN A CTUALID ALIDAD DIOCESANA EN LA ARGENTINA Encuentro sobre coooperativismo y Doctrina Social æLa Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) fue el espacio elegido para desarrollar la jornada interdoctrinal «Economía Asociativa y Doctrina Social de la Iglesia», de la que participaron docentes, referentes eclesiales y de asociaciones cooperativas. En el primer panel, titulado «La Economía Social en el pensamiento de la DSI», el presidente de Cooperar, Ariel Guarco, explicó por qué las empresas cooperativas construyen un mundo mejor. El panel además estuvo integrado por el responsable de la comisión arquidiocesana de Pastoral Social de Buenos Aires, presbítero Carlos Accaputo. Monseñor Víctor Man uel F er nánde z: Manuel Fer ernánde nández: «La violencia de no saber leer» æEl arzobispo Víctor Manuel Fernández, rector de la Universidad Católica Argentina, aseguró que el documento episcopal «Felices los que trabajan por la paz» tuvo «la sana intención» de ofrecer «una propuesta educativa y autoeducativa» sobre la violencia en la sociedad, pero lamentó que no haya sido recibida de ese modo porque «simplemente no se lo leyó completo». «Creo que una de las peores formas de la violencia actual es la de no escucharnos unos a otros, interpretándonos muchas veces a través de la hermenéutica sesgada de los medioss», reflexionó. Gran devoción a Nuestra Señora de Luján æMiles de peregrinos se acercaron a la basílica de Nuestra Señora de Luján para elevar oraciones en el día de su fiesta. Entre las diversas actividades de la jornada, se reinauguró un mural dedicado a la patrona nacional, se realizó un homenaje en el cabildo local y se recreó, con una procesión en carreta tirada por bueyes, la llegada de la Virgen a estos pagos. Fuente: Aica
MENSAJE DEL OBISPO MARTIN - Parte I de II
Trabajar por la paz en nuestra patria
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in duda, valoramos el haber nacido en este hermoso país, en el cual estamos llamados a recibir los frutos de la gran generosidad con que Dios lo ha enriquecido. Experimentamos cada día la alegría de la fraternidad, que nos concede encontrar en los hermanos de nuestra Patria el apoyo y los ejemplos que necesitamos, la herencia de las tradiciones recibidas de nuestros padres, el aporte de las razas y las culturas que han llegado a habitar este suelo y se unieron a quienes ya lo poblaban para trabajar por el crecimiento de la Nación, que solo puede alcanzarse por la justicia y el equitativo desarrollo de todos. Apreciamos y agradecemos la dimensión espiritual, que como consecuencia de la fe recibida de una Iglesia misionera, nos hizo cristianos e incorporó a nuestra cultura aquellas condiciones esenciales de libertad, de respeto, de trabajo. Por eso resulta muy difícil comprender y es doloroso aceptar la situación presente de una sociedad que se ve triste, dividida, como asediada por el desánimo, y que no se reconoce en los excesos de poder ni en el abuso de la corrupción, que no acepta la incerteza del mañana y no quiere compartir las responsabilidades de tantas acciones, públicas y privadas, que llevan el sello del egoísmo, del interés material y de la indiferencia moral. El episcopado argentino ha dado a conocer hace poco una declaración, que bajo el título Felices los que trabajan por la paz», nos propone una mirada sobre la realidad que estamos viviendo en la Argentina. Es un texto escrito desde una participación muy serena pero también comprometida con los habitantes de este bendito país, y quiere ser una llamada a todos los hombres de buena voluntad que habitan este suelo, para que advirtiendo aquellas realidades injustas y peligrosas para la salud de la Nación, asuman con responsabilidad la tarea de mejorarlas con un cambio de actitudes y el ejercicio de las virtudes que necesitamos. Es un mensaje de gran densidad espiritual, que no pretende enseñar soluciones para que otros las apliquen, aunque sean los responsables del gobierno político y de las grandes fuerzas
En su mensaje con motivo de un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, monseñor Martín de Elizalde nos propone realizar, como sociedad y como ciudadanos, una reflexión sobre la Argentina que somos.
sociales y económicas. Se dirige a los hombres y mujeres de buena voluntad, es decir, atentos a la verdad y deseosos de favorecer el bien común, con la invitación a convertirse en factores de cambio, por la promoción de aquellos valores considerados ciertamente necesarios, pero que se encuentran debilitados hoy entre nosotros, cuando no ausentes, y también una llamada a asumir el esfuerzo por excluir de nuestro medio conductas y propuestas estériles, alienantes, que solamente provocan el enfrentamiento de los hermanos entre sí y causan heridas profundas y duraderas. Una lectura que solamente viera en este documento de la Iglesia un mensaje dirigido al Gobierno, quedaría en lo superficial, porque el sentido del mismo es invitar a todos los argentinos al cambio esperado, y tan largamente demorado, que haga del nuestro un pueblo justo, libre, feliz, en el sentido pleno de estos términos. Señalemos los momentos principales del mensaje de los obispos, que nos invitan a individuar la presencia de estas realidades que nos detienen, y que encontramos tan difíciles de superar. Ellos son, a mi parecer:
está enferma de violencia. Algunos de los síntomas son evidentes, otros más sutiles, pero de una forma o de otra todos nos sentimos afectados. Queremos detenernos a reflexionar sobre este drama porque creemos que el amor vence al odio y que nuestro pueblo anhela la paz» (1). Esta violencia se manifiesta en hechos que provocan grave inseguridad, no solo en aquellos lugares más conflictivos, sino que está presente en las actitudes de muchos sectores de la sociedad. «Es evidente la incidencia de la droga en algunas conductas violentas y en el descontrol de los que delinquen, en quienes se percibe escasa y casi nula valoración de la vida propia y ajena», prosigue la Declaración (2). Ya el año pasado, la Conferencia Episcopal Argentina advirtió sobre este drama, que no se resuelve todavía y donde no se advierten avances, a causa de una política insuficientemente articulada sobre el narcotráfico y una alarmante indefinición acerca de los métodos para combatirlo, así como la escasez de recursos y de preparación para atender a las víctimas, que son los consumidores y proceden de los sectores más débiles y vulnerables.
La violencia «Constatamos con dolor y preocupación que la Argentina
La pobreza Otra mención importante es a la pobreza: «No se puede responsabilizar y estigmatizar a
los pobres por ser tales. Ellos sufren de manera particular la violencia y son víctimas de robos y asesinatos, aunque no aparezcan de modo destacado en las noticias. Conviene ampliar la mirada y reconocer que también son violencia las situaciones de exclusión social, de privación de oportunidades, de hambre y de marginación, de precariedad laboral, de empobrecimiento estructural de muchos, que contrasta con la insultante ostentación de riqueza de parte de otros. A estos escenarios violentos corremos el riesgo de habituarnos sin que nos duela el sufrimiento de los hermanos» (3). La familia y los jóvenes, la educación Compartimos la responsabilidad, como miembros de esta sociedad: «Para lograr una sociedad en paz cada uno está llamado a sanar sus propias violencias. Es necesario reconocer las diversas crisis por las que atraviesa la familia, que es la primera escuela de paz. En ella aprendemos la buena noticia del amor humano y la alegría de convivir. Muchos niños y adolescentes crecen solos y en la calle provocando el debilitamiento de los vínculos sociales. Esto también repercute en la escuela. Episodios de violencia escolar se desarrollan ante la mirada pasiva de algunos hasta que es demasiado tarde. Muchos jóvenes ni estudian ni trabajan, quedando expuestos a diversas formas de violencia» (4). La situación educativa en nuestro país sufre por la falta de políticas coherentes, por lo que corremos el riesgo de que estas condiciones repercutan desfavorablemente en las jóvenes generaciones. Cuando se pone de manera casi exclusiva el acento en educación en una obligación formal – no siempre cumplida – de cursar determinado número de años, apuntando sobre todo a la „contención», no se está realizando lo más importante, que es enseñar para la vida, capacitar para la inserción en la sociedad, proveer los instrumentos necesarios para ser verdaderamente personas libres, maduras, sanas, responsables. (...) 2° parte en la próxima edición
Suplemento de la edición N°148 de LA BUENA NOTICIA DIOCESANA - Junio de 2014 Editado por CARITAS DIOCESANA NUEVE DE JULIO, para animar la COLECTA 2014
ACERCÁ TU COLABORACIÓN EN LAS CAPILLAS Y PARROQUIAS DE LA DIÓCESIS DE NUEVE DE JULIO La Colecta es una invitación a expresar de manera concreta nuestro compromiso por los hermanos más pobres y excluidos de nuestro país, dotándolos de esperanzas para un futuro mejor.
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Suplemento de la edición N°148 de LA BUENA NOTICIA DIOCESANA - Junio de 2014
COLECTA ANUAL 2014 DE CARITAS ARGENTINA 9 DE JULIO
MENSAJE DE MONSEÑOR MARTÍN de ELIZALDE OSB, OBISPO DE SANTO DOMINGO EN NUEVE DE JULIO La enseñanza del Evangelio nos invita a abrir el co-razón hacia nuestros hermanos, especialmente los más necesitados. Hay en el mundo mucha aflicción, mucho dolor, y la palabra y el ejemplo del Señor Jesús nos abren un camino para estar presentes, como Iglesia, junto a los que sufren. La Iglesia, a la que Cristo confiara la continuidad de su misión en la tierra, tiene que ejercer siempre con generosidad esta vocación, y una de sus dimensiones es la de la caridad, la de manifestar el amor que proviene de Dios a todas y cada una de sus creaturas. Hay dolores del alma, hay situaciones que afectan a personas pero también a sociedades enteras, hay desgarramientos producidos por las guerras, la enemistad, el exilio, y cada día, junto a nosotros, está el drama de la pobreza. Hay en el mundo una pobreza moral, donde no se encuentran los recursos en uno mismo para superar esas situaciones; hay condiciones materiales que hacen muy difícil encontrar los medios para llegar a lo que requiere la dignidad de cada hombre y mujer.
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Caritas, como la mano fraterna de los cristianos, es una organización que promueve en la Iglesia la generosidad de los cristianos y se preocupa por hacer llegar la ayuda a quienes la necesitan, en forma inmediata y directa, aliviando situaciones críticas, y poniendo en marcha proyectos e iniciativas que las iniciativas locales proponen. Al acercarse la Colecta anual de Caritas, el próximo 8 de junio, queremos invitar a todos los fieles cristianos a colaborar generosamente, con su aporte material, en dinero y en alimentos, para que el alivio de la caridad alcance a nuestros hermanos necesitados. El lema de este año, COMPARTIR ES AMAR, es elocuente y claro. Los bienes recibidos, las dotes y talentos, la disponibilidad de recursos y de tiempo, nos han sido dados para ponerlos al servicio de nuestra capacidad de amar. Compartirlos es expresar nuestra fraternidad, es acercar un gesto, dar la mano, aproximarnos efectivamente a los que padecen esas necesidades, que son hoy día tan frecuentes y presentes. Animamos pues a todos a ser generosos, con la certeza que el Dios del amor retribuirá con su gracia y su bondad a quienes lo imiten al compartir con amor. Que Dios bendiga este esfuerzo de la comunidad cristiana, y que llegue al corazón de todos su invitación a ser generosos, para que cada acción, cada palabra, inspirada en el mandamiento de Cristo, encuentre su camino para llevar alivio y paz a los que sufren.
Nueve de Julio, 27 de abril de 2014 Octava de Pascua Canonización de los santos Papas Juan XXIII y Juan Pablo II
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AMAR, COMPARTIR, POBREZA CERO
POR: MONSEÑOR OSCAR OJEA PRESIDENTE DE CÁRITAS ARGENTINA Otra vez nos convoca la Colecta Anual con un lema que nos invita a pensar y a revisar nuestra vida y nuestras opciones. Este año la propuesta es «Compartir es Amar». Espontáneamente recordamos a la Madre Teresa quien ante la pregunta acerca de cuándo terminaría el hambre en el mundo, ella aseguró: «Cuando tú y yo aprendamos a compartir». Esa respuesta tiene la fuerza de una interpelación de un sano desafío. Muchas veces al pensar en las necesidad de nuestro pueblo, pensamos en medidas tomadas desde las instituciones de gobierno y está muy bien, pero podría escapárse-nos el ingrediente de conversión personal que tiene la necesidad de mi hermano, de mi hermana. Tenemos que tomarnos la fraternidad cristiana de un modo sencillo, pero serio y concreto. A qué me refiero? A lo que naturalmente hacemos en la familia: cuando alguien tiene una necesidad nos ponemos en función de esa necesidad, por ejemplo: cuando alguien está enfermo, los recursos de tiempo, de dinero, de energía, se ponen allí. Es
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la dinámica de una familia cuyos miembros se quiere y se cuidan, algo muy simple pero poderoso como herramienta, porque hace la diferencia entre vivir bien o padecer necesidades. Imagínense si esto lo pudiéramos llevar al cuerpo social, si los argentinos nos pensáramos como familia… ¡sería una verdadera revolución en nuestra manera de vivir! Sería incluso, la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas. Todavía estamos muy lejos de este modo de relacionarnos en la sociedad argentina; hoy nos parece quizás una utopía inalcanzable, pero esa utopía es el mensaje de Jesús: la buena noticia del Reino de Dios, en la que el Padre reúne a sus hijos en una sola familia y nos invita a mirarnos (porque somos) como hermanos. Como miembros de Cáritas nos sentimos llamados a contar esta Buena Noticia, la cual en nuestra Argentina tan dividida e individualista, se vuelve palabra profética. Ustedes saben que la palabra del profeta y del testigo se avala con su vida; el compromiso de amar y compartir empieza por nosotros. Que el Espíritu nos regale el don de mirarnos como hermanos que se cuidan para que nadie pase necesidad, es mi deseo para esta nueva Colecta que compartimos. ¡Una fraterna bendición!
8 COMO MIEMBROS DE CÁRITAS NOS SENTIMOS LLAMADOS A CONTAR ESTA BUENA NOTICIA, LA CUAL EN NUESTRA ARGENTINA TAN DIVIDIDA E INDIVIDUALISTA, SE VUELVE PALABRA PROFÉTICA.
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JESÚS LO HIZO, nuestros hermanos lo esperan 8San Pablo, motivando la «primera colecta» de la historia, le escribe a los corintios: «Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo que, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza (2 Co. 8,9) No tenemos mejor motivo que este: Jesús. Mirándolo a Él comprendemos bien que amar es compartir. Todos sus gestos fueron sencillos y hasta pequeños: nació pobre en un rincón insignificante del poderoso Imperio Romano. Vivió y murió entre los últimos. Pero ahí estaba Dios mismo rehaciendo la humanidad, recomponiendo los vínculos rotos por el pecado. Dios compartía su vida con nosotros.
El Reino de Dios está creciendo en este mundo nuestro. Cada gesto de amor desinteresado, cada mano tendida nos permiten entrever su misterio. Claro que apuntamos alto. ¿Podríamos hacer otra cosa? Apuntamos a la cultura del encuentro y a la Pobreza Cero. Ese es el sueño de Dios. Él está trabajando con nosotros y sosteniendo cada paso de la humanidad en esa dirección. Animémonos, por tanto, a compartir lo poco o mucho que tengamos. Jesús lo hizo. Nuestros hermanos lo esperan.
COLECTA ANUAL 2014 DE CARITAS ARGENTINA
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Suplemento de la edición N°148 de LA BUENA NOTICIA DIOCESANA - Junio de 2014 9 DE JULIO
PROTAGONISTAS 2014 8CADA AÑO LA CAMPAÑA ASPIRA A MOSTRAR EN ROSTROS CONCRETOS EL TRABAJO QUE REALIZA UNA COMUNIDAD SIGNO QUE REPRESENTA LA LABOR DE CÁRITAS EN TODO EL PAÍS. ESTE AÑO LA COMUNIDAD SIGNO ES CÁRITAS SAN FRANCISCO (CÓRDOBA). LOS ROSTROS DE LOS AFICHES SON PERSONAS REALES, CUYAS HISTORIAS DE VIDA ILUSTRAN CUÁNTO PUEDE CAMBIAR LA VIDA DE LAS PERSONAS CUANDO UNA COMUNIDAD COMPROMETIDA BRINDA SU AYUDA SOLIDARIA. ELLOS SON ALGUNOS DE LOS MILES DE EJEMPLOS QUE REFLEJAN EL TRABAJO DE CÁRITAS EN TODO EL PAÍS, BRINDANDO POSIBILIDADES DE INCLUSIÓN SOCIAL Y MEJORANDO LA CALIDAD DE VIDA. Y ELLOS TAMBIÉN SON UN EJEMPLO CONCRETO DEL DESTINO DE LOS FONDOS QUE SE LOGRAN EN CADA COLECTA ANUAL.
JUAN CARLOS AGUIRRE, Plan de viviendas de Cáritas 8 Juan Carlos Aguirre vive en Las Varillas (Diócesis de San Francisco), provincia de Córdoba. El Plan de viviendas de Cáritas, Autoconstrucción y ayuda mutua, le dio la posibilidad de tener un hogar para él y su familia. «Tener una casa significa mucho. Sin esto no hubiera podido tener un hogar. Hoy día no hubiéramos llegado», comenta Juan Carlos. «Nos ayudó la Iglesia por medio de Cáritas», agrega Juan Carlos. Entre todas las familias se formaron grupos y fueron ayudándose unos a otros para construir las viviendas, coordinados por un equipo técnico, la comunidad parroquial y un área administrativa. Juan Carlos formó parte de las reuniones e integró un grupo compuesto por varias familias que también recibieron la posibilidad de tener una casa. Cáritas acompañó a estas familias durante la construcción de las viviendas y les brindó la ayuda y contención necesaria. Se formó una pequeña comunidad, integrada por Juan Carlos y su familia, donde todos colaboraron y compartieron para construir las casas. «Yo estaba en un grupo de siete familias y como maestro mayor de obra ayudé a dirigir las casas. Las fuimos haciendo y fui el primero en mudarme. Era muy lindo el grupo. Nos reuníamos los sábados y domingo para trabajar y compartir», comenta. «Para mí la casa en lo principal. Todo el mundo quiere un techo», concluye Juan Carlos. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
MARISOL RIVALTA Centro comunitario La Milka 8 Marisol Rivalta tiene 32 años y empezó junto a una amiga un microempren-
dimiento para confeccionar bolsos, alfombras, colitas de pelo, que venden en negocios de la ciudad de San Francisco. Marisol forma parte del centro comunitario La Milka, Diócesis de San Francisco (Córdoba) e integra el Plan de Emaús de Cáritas donde participó de los talleres de costura, porcelana, tejido y otras manualidades. Cáritas la ayudó a emprender este negocio y le proporcionó telas que ellas reciclaron para hacer los bolsos, alfombras, entre otras cosas. Este micro emprendimiento significó una gran oportunidad y las dos lo consideran como un trabajo. «Cáritas me dio una posibilidad de poder avanzar, tener un ingreso y poder darles a mis hijos lo que necesitan», comenta Marisol. «Lo hacemos en conjunto con mi amiga y nuestra idea de crecimiento es hacerlo como un emprendimiento. Queremos poder progresar y poder vivir de esto», agrega. Marisol vive con su esposo y sus dos hijos que asisten al comedor del Barrio la Milka donde reciben apoyo escolar y participan activamente. Además, sus hijos tienen una beca para poder estudiar y comprar los materiales de la escuela. «Cáritas me cambió muchas cosas, para bien porque es una gran ayuda», concluye. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
SOLEDAD IBARRA Plan de inclusión educativa Emaús 8 Soledad Ibarra tiene 28 años y vive en el Barrio La Milka de San Francisco (Córdoba) junto a sus cuatro hijos. Además de acompañar a sus hijos al centro comunitario del barrio, Soledad forma parte del Plan de Inclusión Educativa «Emaús», que la ayudó a terminar la escuela secundaria. «Era algo que me debía para mejorar como persona, salir adelante y tratar de conseguir un buen trabajo. Mi nena venía con tareas que no entendía y no la podía ayudar. Ella me apoyó a que empiece el colegio», comenta Soledad. Asimismo, formó parte de los talleres de costura, porcelana, tejido y otras manualidades. Junto a su amiga Marisol, las dos en la misma situación de necesidad, empezaron un microempren-
dimiento para fabricar bolsos, alfombras, colitas de pelo que venden en negocios de la ciudad de San Francisco. Cáritas las ayudó a emprender este negocio y les proporcionó el conocimiento y los materiales para hacer bolsos, alfombras, entre otras cosas. Además, significó un cambio en sus vidas y les proporcionó los medios para tener un trabajo y salir adelante. «Entrar en Cáritas te cambia todo. Tanto para mis hijos y como para mí es mucho. Recibo mucho de ellos y por eso cuando ellos me necesitan, estoy. Para mí lo principal son mis hijos y en Cáritas los atienden muy bien», concluye. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
MARÍA CRISTINA ARTAZA Comedor de la Virgencitaa 8 María Cristina Artaza tiene 31 años y tres hijos. Asiste junto a sus hijos al Comedor de la Virgencita de Barrio Parque, San Francisco, Córdoba. Sus hijos reciben apoyo escolar y ella forma parte del Plan de Inclusión Educativa Emaús, donde está terminando la escuela secundaria. «Sin estudio no sos nadie y quiero terminarlo para tener un buen trabajo y darles otro futuro a mis hijos.», comenta María. Tanto ella como sus hijos reciben una beca que los ayuda a pagar sus estudios y los materiales de la escuela. María asegura que el centro comunitario La Virgencita es un lugar donde los chicos se divierten, aprenden y realizan actividades. Entre las actividades está el equipo de Hockey, un proyecto que nació en el comedor y hoy en día cuenta con más de 70 nenas que juegan y entrenan. «Lo bueno es que a los chicos los saca de la calle. Conozco muchos chicos que están pasando por momentos difíciles y esto los saca de la calle. Se aprende mucho, no sólo los niños sino también los adultos», explica María. «Todos los días mis hijos se duermen pensando en las actividades que hay en Cáritas porque acá reciben amor y no hay discriminación», agrega. Para María lo más importante es compartir y por eso, junto a las demás mamás que asisten al comedor, ayuda con la limpieza del comedor, la cocina y sirve la merienda de los chicos.
«Para mí vida Cáritas es una bendición y ayuda», concluye María. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
EVA MARÍA FERREIRA Recicladoras de la Virgencita 8 Eva María Ferreira tiene 42 años y hace más de medio año que forma parte de las Recicladoras de la Virgencita, un proyecto de inserción laboral, de Cáritas Diocesana San Francisco, que da trabajo a un grupo de madres que asisten al Comedor de La Virgencita en el Barrio Parque de San Francisco, Córdoba. Las Recicladoras de la V irgencita reciclan papel, cartón y otros materiales reciclables. El plan, además de brindarles un trabajo, colabora con el medio ambiente y les permite ser reconocidas, dándoles un lugar en la sociedad. «Cáritas nos hizo esta propuesta a distintas mamás para que tengamos un ingreso. Y fuimos varias las que nos sumamos a reciclar», comenta Eva. Para las Recicladoras de la Virgencita este proyecto no sólo es un trabajo sino también una forma de concientizar al resto de la sociedad de lo importante que es reciclar. Además, Eva asiste al Comedor de la V irgencita junto a sus hijas y colabora con las actividades. «El centro comunitario de la Virgencita es una gran ayuda para el barrio porque hay muchas familias necesitadas que llevan a sus hijos y que no tienen qué comer y ahí les dan la merienda. No sólo les dan de comer sino que también les dan apoyo escolar y otras actividades», explica Eva. Por su parte, Eva integra el Plan Emaús de Cáritas y está terminando la escuela primaria, la cual es una meta muy importante para ella y sus hijos. «Hoy si no tenés estudios no te abren las puertas. A pesar que vivimos acá en Barrio Parque, una zona difícil, yo siempre hice el sacrificio para que mis hijos estudiaran y sean educados», agregó. Gracias a Cáritas Eva logró salir adelante, estudiar y tener un trabajo digno. «Para mí significa mucho, estaba viviendo un momento muy difícil de depresión y conocí gente de Cáritas que me supo aconsejar, escuchar y ayudar. Hubo momentos duros y ellos me sacaron adelante, me aconsejaron para que no baje los brazos».
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Suplemento de la edición N°148 de LA BUENA NOTICIA DIOCESANA - Junio de 2014
COLECTA ANUAL 2014 DE CARITAS ARGENTINA 9 DE JULIO
ENCUENTRO DIOCESANO DE COLECTA 2014 Como todos los años, se realizó el Encuentro Diocesano de Colecta para animar a las Cáritas Parroquiales a una nueva propuesta solidaria. Este año fue la comunidad de Carlos Casares quien dio la acogida a los agentes de las Cáritas Parroquiales el sábado 17 de mayo. A esta jornada fueron invitados a participar todos los voluntarios de la diócesis. Cada uno de ellos aportó lo mejor que tiene. Muchos la experiencia del trabajo al servicio de nuestros hermanos más necesitados. Otras voluntades se incorporaron con ganas, entusiasmo e ideas para sumarse en este camino. A todos, sin excepción, nos une el deseo de transformar la realidad de exclusión y pobreza que impide a tantos hermanos vivir con dignidad. Seguimos apuntando alto, nuestro objetivo es ambicioso queremos alcanzar una sociedad con pobreza cero; sabemos que para Dios «no hay nada imposible» (Lc. 1, 37). La jornada se dividió en los siguientes momentos: n El mensaje de nuestro obispo Martín de Elizalde, invitando «a los fieles cristianos a colaborar generosamente, con su aporte material, en dinero y en alimentos, para que el alivio de la caridad alcance a nuestros hermanos necesitados».
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n Se revisó y evaluó la planificación de la campaña 2013, reconociendo, valorando los esfuerzos y renovando la esperanza para seguir luchando por la pobreza cero. n Las diferentes comunidades plantearon objetivos a trabajar durante este año, resaltando las necesidades más urgentes e importantes. n Surgieron acciones innovadoras para implementar en las etapas del: Antes, Durante y Después de la colecta, definiendo tiempos, recursos y responsables de cada tarea, animando a la solidaridad en las comunidades. n El tema central desarrollado fue la comunicación, con el objetivo de llegar a toda la comunidad: l Generando conciencia sobre la necesidad de una distribución más equitativa de los bienes. l Invitando a participar desde un compromiso solidario para que todos podamos vivir conformes a nuestra dignidad de hijos de Dios. l Proponiendo el bien común como meta social fortaleciendo el diálogo fraterno. Como conclusión del trabajo en grupo se coincidió en aprovechar los recursos con que cuenta cada comunidad en medios de comunicación para llegar a todos los corazones, redescubrirnos como hermanos y favorecer la comunidad cristiana de bienes.
Finalizando el encuentro se presentó el lema y afiches de la colecta 2014, donde Andrea Rodríguez (voluntaria de Cáritas Lincoln) relató su experiencia de par-
ticipar del Encuentro Nacional de Referentes de Colecta, llevado a cabo el pasado 15 y 16 de marzo en la ciudad de Buenos Aires.
Tiempo de caminata En el Encuentro Diocesano de Colecta se presentó a los agentes de las Cáritas Parroquiales la propuesta a trabajar por vicarías en la segunda mitad del año: 2014 tiempo de Caminata. Es el tiempo de preparación para el Encuentro y Asamblea Federal en todos los planos de Cáritas (nacional, regional, diocesano y parroquial). La Caminata nos anima a: · Realizar un proceso de reflexión, avanzando como discípulos misioneros de nuestras comunidades. · Contemplar la realidad de hoy desde la mirada y la palabra de los más pobres. · Revisar las acciones que venimos desarrollando desde el marco de nuestra espiritualidad, misión y de las Líneas Pastorales priorizadas en 2009. La Caminata institucional va a enriquecer nuestro trabajo y en la marcha de éste año especial, la imagen de la V irgen de Luján, patrona de Cáritas, estará recorriendo todas las diócesis del país derramando su amor maternal. A Ella encomendamos, como cada año, nuestra tarea.
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«Cáritas es la caricia de la Iglesia a su pueblo. La caricia de la Madre Iglesia a sus hijos, la ternura, la cercanía». «Llevar el Evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio, para edificar un mundo nuevo». «El encuentro y la acogida de todos, la solidaridad, es una palabra que la están escondiendo en esta cultura, casi una mala palabra; la solidaridad y la fraternidad, son elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente humana». «Habitualmente tenemos miedo a salir del centro. El discípulo-misionero es un des-centrado: el centro es Jesucristo, que convoca y envía. El discípulo es enviado a las periferias existenciales». «Sé que ustedes no quieren vivir en la ilusión de una libertad chirle que se deja arrastrar por la moda y las conveniencias del momento. Sé que ustedes apuntan alto, a decisiones definitivas que den pleno sentido a sus vidas». «Nunca se desanimen, no pierdan la confianza, no dejen que la esperanza se apague. La realidad puede cambiar, el hombre puede cambiar». «Muchas gracias por lo que están haciendo, por el trabajo. Cáritas es parte esencial de la Iglesia sin la caridad no existe, y Cáritas es la institución del amor de la Iglesia». «¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!».
GRACIAS PAPA FRANCISCO, CÁRITAS ARGENTINA TAMBIÉN REZA POR VOS
Este suplemento es editado por CARITAS DIOCESANA NUEVE DE JULIO, junto a la edición Nº148 de «LA BUENA NOTICIA DIOCESANA» (Junio de 2014).
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LA IGLESIA HOY ACTU ALID AD DIOCESAN A CTUALID ALIDAD DIOCESANA
EN EL MUNDO
POR LA DIÓCESIS
Viajé con Jesús La Cruz de San Damián, entregada por el papa Francisco a los jóvenes en Río de Janeiro, pasó por la diócesis de Nueve de Julio del 28 de abril al 4 de mayo. Este es el testimonio de uno de los jóvenes que acompañó ese recorrido.
L
a Cruz de San Damián fue bendecida y enviada a recorrer todas las diócesis del territorio argentino el año pasado, cuando el papa Francisco celebró junto a los fieles, la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro. Este gesto de darnos a los argentinos una Cruz para que camine por cada rincón de nuestro querido país, no es otra cosa que el acercamiento a la distancia del papa Francisco que de alguna forma quiere estar cerca de nosotros y obviamente el mismo Jesús que quiere también acercarse. La bendición fue hecha en la catedral de Río donde asistimos más de 40.000 argentinos, y fue ahí donde Su Santidad nos animaba a «Hacer lío», una frase que sin dudas recorrió el mundo y revoluciono los corazones de los jóvenes que caminamos para y por Jesús. La Cruz de San Damián ya ha recorrido todo el sur, toda la provincia de La Pampa, también la zona de Bahía Blanca, La Plata, y desde ahí llegó a la diócesis de 9 de Julio. El lunes 28 de abril en la ciudad de 25 de Mayo comenzó este recorrido por la diócesis de 9 de julio, y el objetivo de esta aventura era llevar la Cruz a cada ciudad y pueblo para que nadie pierda la oportunidad del encuentro con ella, algo que teníamos bien en claro. Podíamos cansarnos, podíamos agotarnos, podíamos fatigarnos y decir basta, pero pensando en frio, siempre tuvimos en claro que no era la Cruz del papa Francisco, ni la Cruz de los Jóvenes, era la Cruz de Jesús que nos decía: «sean instrumento para que yo pueda llegar a todos». Con esta consigna emprendimos este viaje. El viaje comenzó en la ciudad de 25 de mayo por la mañana donde recibimos la Cruz que venía desde la Plata. Al mediodía de ese lunes partimos para Bragado. El martes 29, Lincoln era el anfitrión de esta Cruz. Miércoles 30 de mayo el viaje siguió por la ciudad de Ameghino, Bunge finalizando el día en Gral. Villegas y Cuenca.
El jueves 1 de mayo la Cruz de San Damián visitaba la ciudad de América pasando luego por Fortín Olavarría y terminando la jornada en Trenque Lauquen. El viernes 2 de Mayo Ing. Thompson, Tres Lomas, Salliqueló y Pellegrini tuvieron la posibilidad de abrazar la Cruz del Papa Francisco visitando antes del sábado el pueblo de De Bary. El sábado 3 de mayo partimos hacia Pehuajó concluyendo el día en Carlos Casares, y por la noche se visitó el pueblo de Smith. El domingo y
ya terminando el viaje, nuestra odisea finalizó en Los Toldos, al mediodía Baigorrita y por la tarde con la Misa en la Catedral de 9 de Julio, centro de la diócesis. La Cruz visitó lugares de dolor, a veces de mucho dolor, la terapia intensiva del Hospital de Lincoln le daba lugar a Jesús que llegaba por medio de unos misioneros con una cruz de madera que les decía a esas personas que Jesús estaba acá para darles paz, que estaba al lado de ellos hasta el final. Los abuelos en distintas
ciudades abrazaban la cruz como niños que llegaban al abrazo de Jesús. Se sabe que mientras más grandes son las personas más sensibles son, y a veces entendemos a Jesús cuando lo dejamos entrar en nuestro corazón y para dejarlo entrar es necesario abrirnos de par en par y llorar a sus pies, Jesús llegaba a decirles que los amaba, que el papa Francisco les mandaba un abrazo a todos por medio de los jóvenes que acompañamos la cruz. Visitamos colegios, y hogares; los niños serán el futuro de este país, y si no conocen a Jesús, difícilmente podremos construir un lugar para todos. Muchos jovencitos miraban la cruz y con vergüenza y quizás con toda inocencia miraban los ojos del Cristo y de alguna manera Él les tocaba el corazón para decirles que los amaba. Me llevo una gran experiencia y todavía sigo procesando lo vivido. En Trenque Lauquen visitamos un Penal, y vimos como Jesús quería decirles a esas personas que quizás cometieron un error en su vida, que los acompaña en todas. Uno de los hombres que estaban ahí, se puso de pie miro la cruz, y la abrazo como si estuviera abrazando al maestro. Otro hombre de muy lejos, que estaba preso en ese penal, me dijo en secreto: «Yo soy de muy lejos, pero hoy, me siento cerca». Soy consciente que por ahí no le cambiamos la vida a las personas, o su situación personal no se transformó, pero de lo que si estoy seguro es que Jesús pudo abrazar a las miles de personas, y sembramos una semilla, Dios sabe porque hace lo que hace, y está en nosotros seguir proponiendo, pero entendemos que el cambio empieza por cada uno de nosotros. «Mientras más camino más conozco a Jesús, espero que nunca nos olvidemos de la mirada de Jesús en el otro». JONATAN RUIZ Parroquia San Martin de Porres, Bragado.
El Papa a las familias de Asia: Sean levadura del amor de Cristo æEl papa Francisco envió un mensaje a los participantes del Congreso pan-asiático sobre la familia, organizado en Manila por los obispos filipinos y el Consejo Pontificio para la Familia. Los laicos asiáticos ¨deben profundizar la experiencia de la fe y la comunión, trabajando bajo la guía de los obispos para ser siempre levadura del amor de Cristo en la sociedad¨, expresó el Pontífice en su mensaje. El encuentro tuvi como tema: ¨Familias de Asia, luces de esperanza¨: la finalidad es la de ¨enfrentar la situación del núcleo familiar hoy¨ a la luz del mensaje del Papa para exhortarlos a ¨vivir la alegría de la fe¨. El Sínodo de los Obispos analizó el documento de trabajo sobre desafíos pastorales de la familia æEl Consejo Ordinario del Sínodo de los Obispos se reunió los días 13 y 14 de mayo para examinar el primer borrador del ¨Instrumentum Laboris¨ de cara a su III Asamblea General Extraordinaria que se celebrará en octubre y cuyo tema es: ¨Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización¨, y cuya reunión fue presidida por el papa Francisco. El borrador del documento preparatorio se estudió a fondo y se añadieron sugerencias surgidas durante la discusión. Pablo VI será beatificado el 19 de octubre æEl papa Francisco autorizó, entre otros decretos, la aprobación del milagro atribuido a la intercesión del venerable siervo de Dios Giovanni Battista Montini (Pablo VI), fallecido el 6 agosto de 1978 tras un pontificado de 15 años. El rito de la beatificación de Pablo VI tendrá lugar en San Pedro del Vaticano el 19 de octubre próximo. Fuente: Aica
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EN EL CAMINO DE EMAUS La Biblia y nosotros
Pent ecostés ¿también para noso tr os? entecostés nosotr tros? (Hechos 2, 1-11) - Parte I de II
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o importa si ya pasó la fecha litúrgica. El Espíritu siempre sobrevuela buscando pista. No impone ni obliga. Pero en cuanto uno le da lugar, aterriza y moviliza, ilumina, anima, empuja, entusiasma, quita los miedos, da alegría… Así que, primero leemos ese texto. Primer abordaje Estamos en Jerusalén, aquel día y en aquel momento. Con los Apóstoles que, siguiendo la indicación de Jesús, esperan reunidos el cumplimiento de la promesa hecha tantas veces (Repasando las apariciones del resucitado se ve la reiteración de ese «Alguien» que va a venir). ¿Qué esperaban los Apóstoles, cuando esperaban reunidos en oración, con la Madre del Señor? ¿Qué iba a hacer en ellos el Espíritu? Lo que está en Hechos 1,3-5 (Leer). Y nosotros ¿Qué esperamos? Hoy somos los discípulos. La Madre también está. ¿Qué esperamos que haga en nosotros el Espíritu? ¿Qué necesitamos que haga? Una pastilla por vez El médico nos hace una receta para la farmacia, con los detalles pertinentes. Y nos da otra con la dosis. Por ejemplo: una pastilla por día. En este ejercicio que le ofrezco, estimado/a lector/a le propongo una pastilla por vez. «Vez»: lo que a ud. o a los que lo/a acompañan en la lectura y reflexión les parezca conveniente: un día, una semana, varias veces; mientras le saquen provecho, sigan con el tema. Primera pastilla: lucidez para ver un horizonte ancho y profundo De punta a punta a lo largo y a lo ancho. Que el Espíritu nos ayude a ver así el mundo, lo que pasa en él y en la Iglesia.
Escribe: Pbro. Carlos Mateos
metidas con la lucha por la justicia y la paz, por la protección y defensa de los más débiles, o pobres. Personas desinteresadas, incorruptibles. En todos los ambientes: política, gremialismo, cultura, deportes, vecindarios, ONG de todo tipo. Y del otro lado, individuos ambiciosos, corruptos (en todos los ambientes; no sólo en la función pública), capaces de cualquier maldad o injusticia; de abusos o engaños; de aprovechamientos inescrupulosos. Personas capaces de todo: desde promover guerras hasta peleas entre familiares o vecinos. Es una larga lista. Lamentable, dolorosa. La Iglesia. Que el Espíritu nos ilumine para ver todo el panorama de la Iglesia universal, nacional, diocesana, parroquial…y de nuestro grupo o movimiento. Tanta fe, tanta entrega generosa, humilde, anónima. Vidas enteras entregadas al Señor, a seguir a Jesús. Personas que para el mundo, y aún para algunos en la Iglesia, no son relevantes. «Los pobres de Yavé; el resto de Israel» (Como María y José). Y lamentablemente, también, ambiciones e intrigas en los ambientes que deberían ser los más sagrados. Y desde los escándalos, tan dolorosos como vergonzantes hasta los roces, rencillas y celos en los ambientes y grupos parroquiales. A veces, tanto los males del mundo como de la Iglesia, son tenidos más presentes por nosotros. Alguna cosa nos ha golpeado más. Y el árbol nos tapa el bosque. Que el Espíritu nos ayude a ver todo el horizonte: a reconocer, como nos enseña Jesús, que el reino es una pequeña semillita que siempre crece, da origen a un arbusto, que protege a los inocentes. Que el Reino siempre está, porque Dios no se deja vencer por el mal, ni en el mundo ni en la Iglesia. (A lo mejor, como ejercicio más prolijo, puede ser útil hacer una lista de cada ambiente: de las malas en el mundo y otra de las buenas; y lo mismo con las de la Iglesia, ir anotando lo que reconoce cada uno).
El mundo. Todo lo bueno, lo beneficioso de la ciencia y la técnica. Y tantas y tantas personas buenas, honestas, solidarias, generosas, derechas. Muchas de ellas, sin la misma fe religiosa que tenemos nosotros, pero muy compro-
Continuará en la próxima edición
A LA ESCUCHA EN BETANIA La catequesis en nuestra diócesis
Para prepararnos al ENCADI 2014 - 23 de agosto en Ameghino
Iglesia - FFamilia amilia - Comunidad - Comunión Preparemos el corazón para festejar juntos el Día del Catequista y reflexionar sobre nuestra tarea catequística. oponemos poder leer estas pala br as del documento pr epar atorio al Sínodo de la F amilia par a poner nos en c lima proponemos palabr bras pre para Familia para ponernos clima Te pr El proyecto de Dios Creador y Redentor La belleza del mensaje bíblico sobre la familia tiene su fundamento en la creación del hombre y la mujer, ambos hechos a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,24-31; 2, 4b-25). Unidos por un vínculo sacramental indisoluble, los esposos viven la belleza del amor, de la paternidad, de la maternidad y de la dignidad suprema de participar así en la obra creadora de Dios. En el don del fruto de la propia unión asumen la responsabilidad del crecimiento y de la educación de otras personas para el futuro del género humano. A través de la procreación, el hombre y la mujer cumplen en la fe la vocación de ser colaboradores de Dios en la custodia de la creación y en el crecimiento de la familia humana. El beato Juan Pablo II ha comentado este aspecto en la Familiaris Consortio: «Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza (cf. Gn 1,26s): llamándolo a la existencia por amor, lo ha llamado al mismo tiempo al amor. Dios es amor (1Jn 4,8) y vive en sí mismo un misterio de comunión personal de amor. Creándola a su imagen y conservándola continuamente en el ser, Dios inscribe en la humanidad del hombre y de la mujer la vocación y consiguientemente la capacidad y la responsabilidad del amor y de la comunión (cf. Gaudium et Spes, 12). El amor es por tanto la vocación fundamental e innata de todo ser humano» (FC, n. 11). Este proyecto de Dios creador, que el pecado original ha trastornado (cf, Gn 3,124), se ha manifestado en la historia a través de las vicisitudes del pueblo elegido
hasta la plenitud de los tiempos, cuando, con la encarnación del Hijo de Dios no solo quedó confirmada la voluntad divina de salvación, sino también, con la redención, fue ofrecida la gracia para obedecer a esa misma voluntad. El Hijo de Dios, el Verbo hecho carne (cf. Jn 1,14) en el vientre de la Virgen Madre, vivió y creció en la familia de Nazaret y participó en las bodas de Caná enriqueciendo la fiesta con el primero de sus «signos» (cf. Jn 2,1-11). Él ha aceptado con alegría la hospitalidad familiar de sus primeros discípulos (cf. Mc 1,29-31; 2,13-17) y ha consolado el luto de la familia de sus amigos de Betania (cf. Lc 10,38-42; Jn 11,1-44). Jesucristo ha restablecido la belleza del matrimonio proponiendo nuevamente el proyecto unitario de Dios, que había sido abandonado por la dureza del corazón humano, aún en la tradición del pueblo de Israel (cf. Mt 5,31-32; 19,3-12; Mc 10,1-12; Lc 16,18). Volviendo al origen, Jesús ha enseñado la unidad y la fidelidad entre los esposos, reprobando el repudio y el adulterio. Precisamente a través de la extraordinaria belleza del amor humano –ya celebrada con matices inspirados en el Cantar de los Cantares y prefigurada en el vínculo esponsalicio exigido y defendido por Profetas como Oseas (Os 1,2-3,3) y Malaquías (Ml 2,13-16)– Jesús ha confirmado la dignidad originaria del amor conyugal del hombre y de la mujer».
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PASTORAL ENCADI VOCACIONAL 2012
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a entrados en el tiempo pascual, y gozosos de saber que nuestro Señor ha Resucitado, miramos hacia delante y, ¿con qué nos encontramos? Vemos a nuestro Señor ascender hacia los cielos, ¡y para nosotros es una fiesta! ¿Lo hemos pensado con profundidad? ¿Alguna vez, se detuvo a pensar bien lo que celebramos? Nuestro Señor asciende a los cielos, y nos quedamos sin su presencia visible entre nosotros. Entonces, ¿qué festejamos? ¿Estamos festejando que el Señor Jesús se «aleja de nosotros»? ¿Festejamos que ya no está más visible y físicamente entre nosotros? ¡No es eso lo que hace que estemos de fiesta! Estamos radiantes de gozo y alegría porque el Señor Resucitado asciende a los cielos y así nos abre las puertas que estaban cerradas. Como su resurrección es mi resurrección, así también su ascensión es mi ascensión a los cielos. Ya estamos ascendidos con Jesús a la Casa del Padre. ¡Qué felicidad y gozo tan profundo ! Esta Buena Noticia de la Salvación no puede callarse, no puede apagarse, no puede encerrar-
ASCENSIÓN DE NUESTRO SEÑOR
¿Por qué están mirando al cielo? se en un grupo de personas. Eso sería ahogar la llama de la fe. Estamos a casi un año de la Jornada Mundial de la Juventud que se realizó en Brasil, y a la luz de la Ascensión de Nuestro Señor, miremos qué nos está pidiendo el Resucitado. Que la Jornada Mundial de la Juventud no haya sido un momento de euforia, sin una conversión profunda en nuestras vidas. Toda nuestra vida está marcada por el lema de la misma: «Vayan y hagan discípulos a todas las naciones». Dice la Palabra de Dios en el marco de la Ascensión del Señor, en Hechos 1, 11: «Hombres de Galilea, ¿por qué están mirando al cielo?», y en Marcos 16, 15: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación». Clara llamada a «salir afuera, a salir a las calles», «a hacer lío», «a no convertirnos en una ONG» (Papa Francisco, encuentro con los jóvenes argentinos en la JMJ 2013).
Muchas veces estamos como los hombres de Galilea y seguimos mirando el cielo en vez de poner la mirada en la tierra. Sin dejar de tener el corazón en el cielo, debemos callejear la fe. No se si alguna vez se ha tomado en serio esta pregunta: «¿por qué están mirando el cielo?». Esto no quiere decir olvidarse de Jesús, pero sí quiere decir acordarnos de nuestra misión, que no es solo contemplar al Resucitado en el Cielo. Es algo mucho más profundo, más fuerte, más interesante. Es hacer eso, y a la vez «ir, sin miedo, para servir». Pero, ¿cuándo, dónde tengo que ir a servir? El papa Francisco nos ha dejado, a lo largo de su visita en Brasil, una serie de lugares donde no puede faltar la presencia de Jesús. Y en su última homilía ha dicho: «Vayan, sin miedo, a servir». Queda claro entonces que nuestra vocación es una vocación de servicio siempre, en todo momento y lugar.
ESPACIO JOVEN
Caridad, ¿compromiso social vs. compromiso cristiano? æEmpecemos por lo primero: ¿qué es la caridad? Abro el catecismo de la Iglesia católica y leo «La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por El mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios». Dale, está bueno, cierro el catecismo… Me voy con alguna ONG a realizar obras de caridad… Vuelvo, voy a Misa, me confieso… listo, le pongo el tick a la caridad y sigo con mi vida, reconfortado por ser un gran cristiano que ama a Dios y a su prójimo, un buen ciudadano, comprometido con la sociedad. Caridad, hermosa palabra pero, ¿ya está? ¿eso era todo? Mmm… creo que algo falta, vamos de nuevo. Me acuerdo de la primera carta de Juan: «El que dice «Amo a Dios» y no ama a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve?» Creo que por ahí va la cosa, no se puede amar a Dios sin amar a los hermanos, el amor surge del encuentro y el encuentro con Dios trasforma nuestra
vida, nos hace querer salir al encuentro de los hermanos y en ellos amar más a Dios, es un círculo virtuoso de caridad. El compromiso social de un cristiano tiene de base el amor de Dios, como Francisco siempre dice la Iglesia no es una ONG, si quitamos a Dios de nuestro trabajo social lo que queda es un voluntarismo vacío, un humanismo ciego que lleva a un promoción humana sin salvación definitiva, sin redención, sin esperanza de un mañana mejor. Cualquiera puede hacer «trabajo social», cualquiera puede dar limosna o jugar con niños en las plazas, esta bien hacerlo, pero el cristiano tiene algo más que ofrecer, tal vez más disimulado que construir una casa, tal vez más silencioso que hacer una campaña contra el hambre en el mundo, el cristiano lleva una Buena Noticia que no le pertenece y de la cual solo es mensajero: Dios te ama, Jesús esta vivo y quiere abrazarte. Por eso creo que el compromiso social que cualquier persona pude sostener se puede separar del compromiso cristiano con
la sociedad, porque parten desde diferentes lugares y tienden a diferentes metas: unos quieren solucionar problemas y dar mejores oportunidades (lo cual es bueno y necesario, nadie lo niega), los otros dan lo mejor que tienen, una experiencia de Dios Misericordia, de Dios fiel, de Dios compañero, consuelo y perdón para los que lo necesitan, alegría para los tristes y fuerza para los cansados. Un Dios que nos dio todo, hasta a su Hijo para que seamos libres del pecado y la muerte. Este es el compromiso cristiano en cualquier actividad que realice, a pesar de tantas carencias en el mundo, el cristiano esta llamado a ser caridad, amar a Dios y a los hermanos, porque solo el Amor salva, porque solo el Amor trasforma y porque solo Él nos hará libres.
Todos los días de nuestra vida tienen que poder descubrir que somos cristianos por cómo amamos en el servicio, sobre todo a los más necesitados, donde dos veces vive el Señor. El Papa se pregunta y nos pregunta, y se responde y nos responde: «¿Adónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos.» Aquí se hace fuerte la comunidad, no vamos solos. Vamos juntos, como hijos amados de Dios, como Iglesia salimos de nosotros para amar a todos. Nunca estamos solos, estamos acompañados por la Iglesia, por Jesús que cumple su palabra: «Yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos» (Mt. 28, 20). Si llegamos a sentirnos amados, Resucitados y Ascendidos con Cristo, nuestra respuesta no puede ser otra que el anuncio
constante y amoroso del Evangelio. Anuncio que se hace fuerte en el servicio. El Papa dice a los argentinos el día de san Cayetano: «Vayan, busquen y encuentren al que más necesita. Pero solos no: con Jesús. ¿Vas a convencer al otros que se haga católico? No, no, no. Vas a encontrarlo, es tu hermano. Eso basta. Y lo vas a ayudar. Lo demás lo hace Jesús, lo hace el Espíritu Santo.» Nuestra vocación es a ser santos, eso contagia alegría, esperanza y es lo que atrae a tantos hermanos a seguir a Jesús. ¡Nuestro Señor está Vivo, más Vivo que nunca! Si ya hemos mirado el cielo, ahora nos toca ir, sin miedo, a servir. El Resucitado sigue haciendo resonar en nuestros corazones su mensaje de Amor y nos recuerda que su triunfo sobre la muerte es mi triunfo, y que su Ascensión es mi ascensión. Bendiciones de la mano del que reina junto al Padre, PASTORAL VOCACIONAL DIOCESANA
FIEST AS P ATR ON ALES DE JUNIO FIESTAS PA TRON ONALES En las Parroquias y Capillas de nuestra Diócesis 3. Santa Clotilde, reina Parroquia, BERUTI 13. San Antonio de Padua, prebístero y doctor de la Iglesia Capilla, ESTANCIA MAYA (Beruti) Capilla, NUEVE DE JULIO (N. Sra. de Fátima) 21. San Luis Gonzaga, religioso Capilla, BRAGADO (Santa Rosa de Lima) 25. San Guiller mo bad Guillermo mo,, a abad Capilla, LINCOLN 27. Nuestr a Señor a del P er petuo Socor Nuestra Señora Per erpetuo Socorrro Capilla, PEDERNALES (N. de la Riestra) 27. (Fecha móvil) Sagrado Corazón Capilla, SANSINENA (América) Capilla, ORDOQUI (Carlos Casares) Capilla, M. HIRSCH (Carlos Casares) Capilla, TIMOTE (Carlos Tejedor) Capilla, SANTA INÉS (Carlos Tejedor) Capilla, CHARLONE (E. V. Bunge) Capilla, CAÑADA SECA (E. V. Bunge) Capilla, GERMANIA (General Pinto) Capilla, LINCOLN Capilla, NUEVE DE JULIO (N. Sra. de Fátima) Capilla, C. M. NAÓN (Catedral, Nueve de Julio) Capilla, QUENUMÁ (Salliqueló) Capilla, TRENQUE LAUQUEN Capilla, TRES LOMAS
MANUEL SANCHEZ 29. San Pedro y San Pablo, apóstoles Capilla, NUEVE DE JULIOAGADO (Santa Rosa de Lima) San Pablo, apóstol -Capilla, GDOR. UGARTE (Veinticinco de Mayo)
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LO SUYO, LO MIO, LO NUESTRO (V)
La dimensión social del bautismo
R
espirando aún los aires pascuales es bueno ir reflexionando sobre la importancia del bautismo en nuestras vidas, y cómo, dicha acción de Dios, nos compromete socialmente con nuestros hermanos, creados a imagen de Dios. En el misterio pascual «desemboca y se consolida para siempre el gran movimiento de la redención, por el que Dios nos libera y nos reconcilia… Al conmemorar lo que Dios hace por nosotros en la Pascua de su Hijo, la Iglesia se sitúa ante sus responsabilidades… Participar en el don de Dios exige de nosotros compromisos bien precisos. Puesto que Cristo nos libera en los más profundo de nuestra existencia, tenemos la misión de participar en la liberación de nuestros hermanos… tendiendo al mismo fin y utilizando los mismos medios… apartándonos de la esclavitud del dinero, del éxito, del trabajo, del poder, esforzándonos en cambiar las condiciones de vida sociales o económicas que obstaculizan la verdadera libertad y la verdadera justicia, oponiéndonos a los que hacen de la violencia, la mentira o el abuso del poder instrumentos de dominación…» (Congreso Eucarístico de Lourdes, Jesucristo pan partido, cap. IV B 1 y Cap. IV C 1-2.).
La liberación que obra Dios, para nosotros, pueblo fiel, no es una ilusión, es realmente la obra de Dios en el corazón creyente a través de cada uno de sus sacramentos. Celebrar la Pascua en los sacramentos es asumir toda la profundidad humana e histórica que implica la lucha por el hombre nuevo. Los sacramentos son actos liberadores, lugares de esperanza, símbolos de libertad donde se expresa una experiencia humana, se realiza la liberación de Cristo, y la comunidad se compromete para la liberación de las esclavitudes y opresiones de los hombres y de las estructuras injustas, con especial atención a los pobres y marginados. En los sacramentos se concentra la fuerza profética para convocar y provocar contra las injusticias de las clases oprimidas y explotadas. El encuentro sacramental con Dios sólo es verdadero si parte del encuentro con el «sacramento del pobre» Con lo dicho, simplemente procuro concretizar una afirmación más amplia e indiscutible: que el misterio de la gracia no puede encerrarse en los límites de la intimidad ni de la comunión fraterna que se vive en pequeños grupos, sino que tiende siempre, si no hay condicionamientos que lo impidan, a un compromiso comunitario y realista para construir
Escribe: Pbro Germán Loriente
El bautismo nos ha dado el estilo de Jesús, el carácter del evangelizador que vino a anunciar la Buena Nueva a los pobres, el que ha alimentado a una multitud, el que nos ha indicado en la unción de Betania que, «a los pobres siempre los tendrán». Por eso si hablamos de «evangelizar a los pobres» y ellos son en la Iglesia los dueños de casa, esto implica que la evangelización debe realizarse «desde ellos», con una profunda receptividad, lo cual no será posible sin una auténtica «conversión de la Iglesia».
P. Luis Diehl
PENSAMIENTOS BREVES
XMostremos con nuestra vida que seguimos alegremente el llamado de Jesús. XLas necesidades de los hombres nos muestran cuál es la voluntad de Dios. X Jesús intercede por nosotros para que construyamos su Reino: no lo defraudemos.
Es una publicación de la diócesis de Santo Domingo en Nueve de Julio
eficazmente una historia más justa y más fraterna en cada comunidad, en cada nación, y en el mundo entero. El bautismo no sólo hace partícipes de un nuevo pueblo, sino que también inaugura un nuevo tipo de vida basada, no en la discriminación, sino en la igualdad, la fraternidad y la unidad. «Todos los bautizados en Cristo se han revestido de Cristo: ya no hay judío o griego, esclavo o libre, ya que todos son uno en Cristo Jesús» (Gal 3, 27-29).
Año XV - N° 148 JUNIO de 2014
El magisterio desde los primeros siglos, en la tradición patrística (por ej. San Juan Crisóstomo) a la actualidad: Concilio Vaticano II y magisterio Latinoamericano sucediente, siempre ha acentuado el compromiso social con el pobre quien es nuestro hermano. Dicha exigencia brota desde el bautismo que nos une íntimamente a Cristo que quiso identificarse con el pobre. Basta citar algunos párrafos del Magisterio eclesial: «…el hombre nuevo del que se revistieron por el bautismo» aparezca en las buenas obras, y así todos los hombres puedan «percibir con mayor plenitud el sentido genuino de la vida humana y el vínculo universal de la unión de los hombres» (AG nº 11), «Iníciense, pues, los catecúmenos convenientemente en el misterio de la salvación, en la práctica de las costumbres evangélicas y en los ritos sagrados, que han de celebrarse en los tiempos sucesivos, y sean introducidos en la vida de la fe, de la liturgia, y de la caridad del pueblo de Dios (AG nº 14). «Si verdaderamente hemos partido de la contemplación de Cristo, tenemos que saberlo descubrir sobre todo en el rostro de aquellos con los que Él mismo quiso identificarse: `He tenido hambre y me han dado de comer, he tenido sed y me han dado de beber; fui forastero y me han hospedado; desnudo y me han vestido, enfermo y me han visitado, encarcelado y vinieron a verme`(Mt 25, 35-36). Esta página no es una simple invitación a la caridad: es una página de cristología que ilumina el misterio de Cristo» (NMI 49). Nos coloca ante una opción que no admite mediocridades, que no puede ponerse frenos, límites, topes. El amor, don bautismal, tiene un dinamismo que debe llegar al pobre, tiene un impulso que no puede encerrarse en el cómodo mundillo de los seres cercanos, que pertenecen a la misma condición social. Esas paredes llenas de condicionamienDIRECTOR Pbro. Germán Loriente germanloriente@gmail.com
tos deben ser rotas, de manera que la mirada pueda posarse, sincera, amante, y generosa, en el pobre y marginado. Insiste el mismo documento: una especial «capacidad de hacerse cercanos y solidarios con quien sufre, para que el gesto de ayuda sea sentido no como. Limosna humillante, sino como un compartir fraterno» (NMI 49). Allí está la clave: imaginar concretos y variados que podrían lograr que el pobre nos sienta como verdaderos amigos y compañeros de camino. Si en el punto 42 de NMI se dice que debemos hacer de la Iglesia la «casa de la comunión», ahora se nos invita a una comunión donde el pobre esté efectivamente integrado. Por eso será autentica casa de comunión si se convierte en la casa del pobre. Y estar en la casa implica ser sujeto, poder tomar decisiones, marcar un estilo, ser escuchado a la hora de establecer normas de convivencia. Marcar un estilo. El bautismo nos ha dado el estilo de Jesús, el carácter del evangelizador que vino a anunciar la Buena Nueva a los pobres, el que ha alimentado a una multitud, el que nos ha indicado en la unción de Betania que, «a los pobres siempre los tendrán». Por eso si hablamos de «evangelizar a los pobres» y ellos son en la Iglesia los dueños de casa, esto implica que la evangelización debe realizarse «desde ellos», con una profunda receptividad, lo cual no será posible sin una auténtica «conversión de la Iglesia». Si la noche Pascual, y cada vez que celebramos el bautismo, se nos invita a renunciar al egoísmo, como falta de testimonio de amor; al materialismo y la injusticia; a buscar el propio interés por encima del bien común; es para que la conversión bautismal cobre dinamismo en nuestras vidas y se haga realidad girando hacia Dios, nuestro Padre, y hacia los hombres, especialmente los más necesitados, estrechando nuestras manos.
EDICION INTEGRAL Fabricio O’Dwyer fabricio1969@gmail.com