COMPARTIENDO NUESTRO TESORO
ENCADI 2015
Rostros de la reconciliación u Más de 400 catequistas de toda la diócesis se congregaron para comenzar a prepararse como comunidad catequística para el Jubileo de la Misericordia.
Vocación y Misión de la Familia en la Iglesia y en el mundo Los invitamos a desarrollar una verdadera «maratón de oración» en familias y comunidades, para que el Sínodo que se desarrolla en Roma pueda regalar a la Iglesia una clara verdad de forma comunicativa y eficaz sobre el matrimonio y la familia, para que toque los corazones y los transforme según la voluntad de Dios manifestada en Cristo Jesús.
ENCUENTRO
Consagrados u El Carmelo San José de Nueve de Julio fue escenario el 11 de setiembre de la Jornada de la Vida Consagrada
Y ADEMAS... Carta del Obispo Martín . Sobre «La Misión», a propósito de que el segundo domingo de octubre está especialmente dedicado a recordar esta importante intención de la Iglesia.
Lo suyo, lo mio, lo nuestro .Contratapa. El padre Germán Loriente escribe sobre «La alegría del Evangelio», (Parte VIII)
PARA COMUNICARNOS: comunicaciones@diocesis9dejulio.org.ar
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CARTA DEL OBISPO
Para ver más mensajes del obispo Martín http://www.diocesis9dejulio.org.ar/obispo.html
LAS MISIONES Queridos hermanos: Tradicionalmente el mes de octubre está dedicado en forma especial a las misiones católicas para el anuncio del Evangelio entre los hombres y mujeres que no conocen a Cristo. Es el mes en el que celebramos la memoria litúrgica de santa Teresita del Niño Jesús, monja carmelita descalza, que si bien nunca dejó el retiro del claustro, abrió su corazón para abrazar a los hermanos para quienes deseaba la incorporación a la Iglesia y recibieran la Revelación, y por ello ofreció en el silencio y la perseverancia su oración. Proclamada Patrona de las Misiones, es un ejemplo de la fecundidad de la plegaria y de la necesidad de pedir incesantemente a Dios para que los esfuerzos de la Iglesia alcancen sus frutos. Antes de la Ascensión, Jesús envió a sus discípulos a predicar el Evangelio a toda creatura y por todo el mundo. La misión – el envío para el anuncio – comienza con el mismo Jesús, su predicación, la llamada y la formación de sus discípulos, que reciben el mandato de continuar su obra. Los apóstoles son los primeros misioneros; ellos fundaron las comunidades con los hombres y mujeres que se incorporaban a la fe y de estas comunidades siguió la expansión de la Iglesia por todo el orbe. Aún hoy esta llamada misionera resuena con fuerza, y son muchos los hermanos y hermanas nuestras, obispos y sacerdotes, consagrados y consagradas, laicos, que en situaciones a menudo difíciles, dan testimonio del Evangelio.
Nosotros, que hemos recibido la fe desde hace tantas generaciones, debemos tomar conciencia de lo que esto significa. Preguntémonos: ¿existe en nuestras comunidades la solicitud por la misión? ¿han surgido vocaciones para la misión en países lejanos, en ambientes donde hay más necesidad y pobreza, en lugares de riesgo, incluso con peligro para la salud y hasta la vida misma? ¿acompañamos el sacrificado trabajo de los misioneros con la oración? ¿aportamos la ayuda material que está a nuestro alcance, para facilitar la difusión del Evangelio, para promover la vocación misionera, para obtener los instrumentos aptos para trasmitir la fe? El segundo domingo de octubre está especialmente dedicado a recordar en las celebraciones de la liturgia dominical, en todo el mundo, esta importante intención de la Iglesia. La colecta material de las misas de ese día se destina a las Misiones, e invitamos a nuestros fieles a ser generosos con su ofrenda. Una Iglesia misionera se preocupa por fomentar una intensidad de vida cristiana, adherida al Evangelio, testimoniando con la santidad su fidelidad a Cristo, y deseosa de llevar el anuncio de la Salvación a todos los pueblos. Hay una «cualidad misionera» que debe manifestarse en el compromiso de los cristianos, y que trasciende los espacios que conocemos y frecuentamos, y se hace presente con la oración y la ayuda material, con el seguimiento interesado y afectuoso de la obra misionera
en tierras lejanas, con la propuesta de la vocación misionera entre los jóvenes, ya sea como sacerdotes y consagrados, ya sea como laicos colaboradores. Y esta condición de ser testigos del Evangelio acredita la madurez eclesial de una comunidad. La vocación misionera además de ser un elocuente testimonio de fe y generosidad, es un anuncio que podemos llamar «martirial», no solo por el sacrificio que implica su realización, sino por el horizonte de una generosidad que no puede definir sus límites, siempre abierta a una obediencia que se impone con el fervor de la caridad, y lleva muchas veces a entregar la propia vida. La generosidad con muchos hermanos viven su fe, aún en la persecución y hasta el martirio, tiene su origen en la abnegada obra de los misioneros. Y el fruto de su intercesión vuelve en beneficio de aquellas comunidades abiertas a la misión evangelizadora, de las cuales nacieron y gracias a las cuales se desarrollaron y formaron. Pidamos a Dios que suscite santas vocaciones para la misión, y que nos ilumine a todos con el deseo ardiente de difundir el Evangelio entre quienes no lo conocen todavía, y aseguremos con generosidad la ayuda material que se necesita para esta importante acción eclesial. Con mucho afecto, los saluda y bendice, + Martín, obispo de Nueve de Julio
INTENCIONES PARA ORAR A PEDIDO DEL SANTO PADRE
OCTUBRE 2015 UNIVERSAL: Tráfico de personas. -Para que sea erradicada la trata de personas, forma moderna de esclavitud.
MISIONERA: Misión en Asia. -Para que con espíritu misionero, las comunidades cristianas del continente asiático anuncien el Evangelio a todos aquellos que aún lo esperan.
PARA AGENDAR
08 noviembre / COLECTA DIOCESANA
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COMPARTIENDO NUESTRO TESORO XIV ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL SINODO DE LOS OBISPOS
El Evangelio de la familia «La vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo» es el tema del Sínodo que se desarrolla en Roma del 04 al 25 de octubre.
L
a XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos versará sobre el tema La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo, y tendrá lugar del 4 al 25 de octubre de 2015. El evangelio de la familia es la buena noticia del amor divino que es proclamada a todos los que viven esta fundamental experiencia humana personal, de pareja y de comunión abierta al don de los hijos, que es la comunidad familiar. Monseñor Bruno Forte (teólogo y miembro de los Pontificios Consejos para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, de la Cultura y Para la Promoción de la Nueva Evangelización), nos acerca el significado del Sínodo que se está celebrando en estos días en Roma: «El tema propuesta por el Santo Padre para la próxima Asamblea General Extraordinaria es: Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización. Con respecto a esto subrayo dos aspectos. El primero se refiere a la atención prioritaria de la evangelización, la cual debe centrarse en el ser y el actuar del pueblo de Dios. La Iglesia no existe para sí misma, sino para la gloria de Dios y la salvación de los hombres, a los que está llamada a llevar la alegría del Evangelio. Esta alegría debe ser proclamada a todos, comenzando por la familia, parte decisiva de la sociedad y de la misma Iglesia. El segundo aspecto que quiero destacar es el estilo «pastoral», acentuado en la formulación del tema, prospectiva con la que el Santo Padre nos invita a mirar el valor y los desafíos de la vida familiar en la actualidad. Esta fisura se podría definir con las palabras que el Beato Juan XXIII anotaba en su diario el 19 de enero de 1962, en el clima de la preparación de la entonces próxima reunión del Concilio: «Mirar todo a la luz del ministerio pastoral, es decir: almas que hay que salvar y que hay que edificar». No se trata, en definitiva, de debatir cuestiones doctrinales, por otra parte explicadas ya por el Magisterio también reciente (por el Concilio Vaticano II en la Constitución Pas-
ORACION A LA SAGRADA FAMILIA Jesús, María y José en ustedes contemplamos el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos. Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas Iglesias domésticas. Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios de violencia, de cerrazón y división; que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado. Santa Familia de Nazaret, que el próximo Sínodo de los Obispos haga tomar conciencia a todos del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios. Jesús, María y José, escuchen, acojan nuestra súplica.
toral Gaudium et Spes 47 52, a la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio de Juan Pablo II en 1981), sino de entender cómo anunciar eficazmente el Evangelio de la familia en el momento que estamos viviendo, marcado por una evidente crisis social y espiritual. La invitación que deriva para toda la Iglesia es ponerse a la escucha de los problemas y expectativas que viven hoy tantas familias, manifestándoles cercanía, presentándoles de forma creíble la misericordia de Dios y la belleza de la respuesta a Su llamada. En particular, en el contexto de la conocida «modernidad líquida» (Zygmunt Bauman), en la que parece no establecerse ningún valor y la institución de la familia a menudo se pone en duda, o incluso es totalmente rechazada, es particularmente importante hacer ver los caracteres profundamente humanizados de la propuesta cristiana sobre la familia, que no está en contra de nadie, sino siempre y exclusivamente en favor de la dignidad y la belleza de la vida de todo hombre, en todo hombre, y por el bien de toda la sociedad. Como afirmaron los Padres del Concilio Vaticano II, la familia es la «escuela más rica de la humanidad» en la que «las distintas generaciones coinciden y se ayudan mutuamente a conseguir una sabiduría humana más completa y componer convenientemente plenos derechos personales con los demás requisitos de la vida social»(Gaudium et Spes 52). (...)
Atención, hospitalidad y misericordia son el estilo que papa Francisco testifica y pide tener hacia todos, incluyendo a las familias divididas y a todos los que viven en situación irregular desde el punto de la vida moral y canónico. El énfasis se pone «en la divina misericordia y la ternura hacia las personas heridas, en los suburbios geográficas y existenciales». Por supuesto, vivir plenamente el Evangelio de la familia no es fácil, ni evidente, y con frecuencia las condiciones concretas de la existencia tienden a socavar incluso los mejores esfuerzos: pensar en la posible fra-
gilidad psicológica y emocional de las relaciones familiares; al empobrecimiento de la calidad de las relaciones que pueden coexistir con los «hogares» aparentemente estables y normales; al estrés originado de las costumbres y los ritmos impuestos por la organización social, desde los horarios de trabajo hasta las demandas de movilidad. Además, la cultura de masas conducida por los medios influencia y corroe a veces las relaciones familiares, invadiendo la familia con mensajes que banalizan la relación marital. Es muy importante, ahora más que nunca, combinar el com-
promiso diario en familia con condiciones que la apoyen tanto en el ámbito de la sociedad civil, como en la comunidad eclesial, motivando concretamente la belleza y la fecundidad «de la fe en el carácter sacramental del matrimonio y en el poder curativo de la penitencia sacramental». Los retos específicos y aquellos contextuales no son pocos (...) Estos desafíos implican consecuencias pastorales significativas: «Por ejemplo, si pensamos al mero hecho de que en el contexto actual, muchos niños y jóvenes que han nacido en matrimonios irregulares, nunca verán a sus padres recibir los sacramentos, entenderemos la urgencia de los retos de la evangelización en la situación actual...» (DP II). La inmensidad de la obligación, la urgencia de los problemas y las expectativas, que son propensos a ser demasiado grandes, nos llevan a pedir con convicción la oración de todos por el camino iniciado, con humildad, generoso compromiso y confianza en Dios, especialmente de quien contribuirá al Sínodo, para que el Espíritu ilumine el trabajo colegiado y el discernimiento final y decisivo del Sucesor de Pedro» (Rueda de Prensa sobre la preparación de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, 05.11.2013). Los invitamos a desarrollar una verdadera «maratón de oración» en familias y comunidades, para que el Sínodo pueda regalar a la Iglesia una clara verdad de forma comunicativa y eficaz sobre el matrimonio y la familia, para que toque los corazones y los transforme según la voluntad de Dios manifestada en Cristo Jesús.
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LA IGLESIA HOY ACTU ALID AD DIOCESAN A CTUALID ALIDAD DIOCESANA EN LA ARGENTINA
ENCADI 2015 Monseñor Adolfo Canecín es el nuevo obispo de Goya æEl Santo Padre Francisco aceptó la renuncia de monseñor Ricardo Oscar Faifer como obispo diocesano de Goya, que el prelado había presentado al cumplir 75 años, según la norma canónica que así lo indica. Consecuentemente el hasta ahora obispo coadjutor, monseñor Adolfo Canecín, de 57 años, pasa automáticamente a ser el nuevo obispo de Goya. La misión, clave de la Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina æMás de 7.000 niños, jóvenes y adultos de 50 diócesis participarán del 10 al 12 de octubre próximo en Bahía Blanca, la 28ª Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina que llevará por lema «¡Vayan! Acción Católica: Pasión por Jesús, pasión por nuestro pueblo». La reunión nacional tendrá carácter electivo y clave misionera. «Tendrá como hecho distintivo que todos los participantes, desde el más pequeño hasta el más adulto, desde el presidente nacional hasta los obispos que nos acompañarán, saldremos a misionar por los barrios de la ciudad para compartir la Buena Noticia de Jesús con nuestros hermanos», destacó el presidente de la institución Emilio Inzaurraga. Una multitud renovó su devoción a María del Rosario de San Nicolás æUna multitud participó en San Nicolás de la fiesta por los 32 años del acontecimiento mariano en esta ciudad bonaerense, donde el obispo local, monseñor Héctor Cardelli presidió la misa central de la jornada e invitó a agradecer la presencia de María en este lugar. El prelado dijo que María “es la aurora de la salvación y esa fidelidad a la Palabra meditada se convierte en vida nueva, dando a luz al redentor del mundo”. Fuente: Aica
Catequistas «llamados a ser rostros de reconciliación»
E
l colegio San Agustín de Nueve de Julio fue sede el pasado 22 de agosto de un nuevo Encuentro Catequístico Diocesano (ENCADI) cuyo lema este año fue «Llamados a ser rostros de reconciliación». Más de 400 catequistas de toda la diócesis se hicieron presentes para comenzar a prepararse como comunidad catequística para el Jubileo de la Misericordia que convocó el papa Francisco destacando de modo especial el sacramento de la Reconciliación. La jornada inició con un momento celebrativo seguido por las palabras de monseñor Martín de Elizalde, quien en su mensaje sostuvo que esta «oportunidad de renovar la catequesis del sacramento del perdón tiene que ser aprovechada desde la catequesis inicial, insertándola en la presen-
Más de 400 catequistas de toda la diócesis se hicieron presentes para comenzar a prepararse como comunidad catequística para el Jubileo de la Misericordia que convocó el papa Francisco. tación de la misericordia divina y no solamente como un paso hacia la recepción de la Confirmación y la primera Eucaristía».
Luego, los presbíteros Germán Loriente y Facundo Echaniz realizaron sus exposiciones acerca del sacramento de la Reconci-
liación, monseñor Ariel Torrado Mosconi dirigió unas palabras a los catequistas y el seminarista José Pedraza hizo una breve presentación de la Pastoral Vocacional y la importancia de rezar por las vocaciones invitando a acercarse a la Carpa del Encuentro instalada dentro del mismo colegio. Durante el almuerzo y en las primeras horas de la tarde los catequistas se reunieron en grupos a cada uno de los cuales se les encomendó la tarea de confeccionar algún material que sea útil en el trabajo catequístico y pastoral relacionado con el sacramento de la Reconciliación, ya sean celebraciones penitenciales, exámenes de conciencia, etcétera. El encuentro concluyó con la celebración de una misa presidida por monseñor Martín de Elizalde en la catedral Santo Domingo de Guzmán.
ENCUENTROS DIOCESANOS
ESCADI
El fortalecimiento de la identidad eclesial en las escuelas católicas
Scout: capacitación inicial
æEl 3° Encuentro de Representantes Legales y Directivos de las Escuelas Católicas de la Diócesis se llevó a cabo el 11 de agosto, en Carlos Casares. Estos son encuentros de capacitación para los Equipos de Conducción, que se iniciaron en marzo de 2015, dictados por la licenciada María del Carmen Gagniere, vicepresidente de la Junta de Educación Católica de 9 de Julio, quien disertó sobre «El ejercicio de la función directiva en la Escuela Católica». Inició el encuentro monseñor Martín de Elizalde quién se refirió al rol del Representante Legal como responsable de todo lo que ocurre en el establecimiento: en el orden administrativo, pedagógico y pastoral. La escuela católica es un centro de evangelización, por lo tanto las acciones que en ella se desarrollan, las personas que a ella concurren (maestranza, docentes, alumnos, familia), son fuente de incultu-
ración entre fe y vida. No puede estar alejada la fe de los conocimientos que allí se imparten, ni de las relaciones vinculares entre sus miembros. Esto lleva al fortalecimiento de la identidad eclesial de la escuela católica. Luego, durante la capacitación por parte de Marita Gagniere, se desarrollaron los siguientes temas: la escuela como unidad académica; pensamiento estratégico; liderazgo pedagógico; trabajo en equipo; funciones del Director de una escuela católica; el educador como animador pedagógico-pastoral, buen administrador de los gastos y recursos; fiel colaborador del Representante Legal y coherente con su vida cristiana. Por la tarde, se invitó a Julio Pellegrino, quien desarrolló el tema «Una escuela en clave de pastoral», haciendo la diferencia entre una escuela «con» pastoral y una escuela «en» pastoral.
æDurante los días 12 y 13 de setiembre, el ESCADI realizó un nuevo curso de Capacitación Inicial, en la ciudad de Carlos Casares. Asistieron dirigentes y padres interesados en conocer el método scout. «Cada curso que realizamos nos permite hacer crecer nuestro Movimiento, compartir conocimientos y posibilita que cada vez más gente descubra sus bondades, ya que a través del juego compartido, el contacto con la
naturaleza, nos encontramos con la obra de Dios y nos descubrimos sus hijos», sostuvieron los participantes.
VEINTICINCO DE MAYO
Rito de iniciación de monaguillos æLos niños Nahuel, Bautista, Joaquín, Álvaro, Manuel, Mateo, Juan Bautista, Julián y Nazareno, de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Veinticinco de Mayo, han sido admitidos en el ministerio de servir en nuestras celebraciones litúrgicas, como monaguillos. Ellos se han preparado a través del estudio y la práctica y están listos para ser llamados a servir el altar. En la ceremonia, se
bendijeron las cruces que se entregaron con un cordón verde, que representa la esperanza de progresar tanto en la virtud cristiana como en el grupo de monaguillos.
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LA IGLESIA HOY ACTU ALID AD DIOCESAN A CTUALID ALIDAD DIOCESANA
EN EL MUNDO
CARMELO SAN JOSE
Jornada de la Vida Consagrada
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e manera especial, en este Año de la Vida Consagrada, sacerdotes y consagrados de la diócesis participaron el 11 de setiembre de la Jornada de la Vida Consagrada, en el Carmelo San José de Nueve de Julio. El convento de las Hermanas Carmelitas reunió a los sacerdotes del clero, sacerdotes Marianistas (Nueve de Julio), Discípulos de Jesús de San Juan Bautista (Carlos Tejedor y Roberts) y representantes del Monasterio Benedictino de Los Toldos con religiosas y consagradas de diferentes institutos: Adoratrices del S. Sacramento (Trenque Lauquen), Hijas del Oratorio (Nueve de Julio), Pobres Bonaerenses (Pehuajó), Hermanas de Santa Ana (Bragado), Siervas de Jesús Sacramentado (Nueve de Julio), Siervas de San José (Los Toldos), Hijas de la Virgen de los Dolores (Carlos Casares), Hijas de la Luz (Gral. Villegas), así como también Vírgenes y Laicas consagra-
das como las Pironianas y las Cristíferas. La jornada comenzó con la Oración de Sexta, seguida con una reflexión del padre Carlos Mateos a partir de la vida de Abrahám y Moisés. Luego, las Carmelitas invitaron a conocer el
convento.Tras el almuerzo en el que se destacó el clima de alegría y fraternidad, se reflexionó en pequeños grupos desde un texto ofrecido por el obispo Martín sobre «La relación del sacerdote con los consagrados» de BenoîtDominique de La Soujeole OP. Por
último, la Eucaristía reunió a sacerdotes y consagrados en torno a la mesa del altar para dar a gracias a Dios por el don de los religiosos y presentarle al Señor todo su trabajo por y para nuestra diócesis.
FIESTAS PATRONALES PARA RECORDAR
Peregrinación diocesana al Santuario de Luján De la homilía del obispo Martín «Somos Iglesia, y como peregrinos estamos en marcha hacia un encuentro, del cual esta celebración es signo y es anticipo. Nos mueve la esperanza de estar cada día más cerca de Dios, como estamos hoy congregados en el santuario, y así acercarnos a nuestro modelo del cielo, que es María, que son los santos. Somos Iglesia, y venimos a pedir que crezca en nuestros corazones la caridad, el ardor misionero, el aprendizaje de la compasión sincera, el desprendimiento para trasmitir lo que inmerecidamente hemos recibido». Los obispos Martín y Ariel en la celebración de la Eucaristía en Luján.
æ La diócesis de Nueve de
Julio peregrinó el domingo 6 de setiembre al Santuario Nacional de Nuestra Señora de Luján. Allí, como todos los años, la jornada comenzó con la celebración de la Eucaristía presidida por monseñor Martín. Luego de la misma los peregrinos pudieron disfrutar de una hermosa mañana en Luján para dar gracias y acercar sus pedidos a la Virgen; como también pasar a hacer una oración junto a la tumba del cardenal Eduardo Pironio.
Al mediodía, el almuerzo fue compartido por los peregrinos de las distintas localidades de la diócesis en un ambiente de alegría y fraternidad. Antes del regreo, el Señor volvió a reunirlos en la casa de su Madre para compartir la adoración eucarística y el rezo del Rosario a los pies de la Virgen de Luján. Allí, monseñor Ariel se dirigió a los peregrinos para dar gracias por la jornada compartida, desearles un buen regreso y darles la bendición.
RETIRO EN LA CIUDADELA DE LOS TOLDOS Comunidad de la Transfiguración Hermanas Benedictinas Misioneras de Tutzing Del viernes 13 al domingo 15 de noviembre de 2015 (después de almuerzo)
Reflexionaremos sobre el TIEMPO DEL ADVIENTO Nos acompañará el p. Juan Carlos Del Giovannino OSB, del Monasterio Santa Maria de Los Toldos. Traer Biblia. Reservas: hospederiaosb@gmail.com - Tel. 02358-44-4404
Francisco convocó los cubanos a cuidar y ser vir a los más servir frágiles de la sociedad æEl papa Francisco celebró una multitudinaria misa ante 500.000 personas en la Plaza de la Revolución, de La Habana. En la primera celebración litúrgica multitudinaria desde su llegada a la isla, el Santo Padre reflexionó sobre el Evangelio dominical, e invitó al pueblo cubano a cuidar y servir especialmente la fragilidad de los hermanos más necesitados. El pontífice recordó que, «lejos de todo tipo de elitismo, el horizonte de Jesús no es para unos pocos privilegiados», sino «una oferta para la vida cotidiana¨, que siempre hace que el día a día ¨tenga sabor a eternidad». El Papa agradeció a los obispos lo que hacen por los inmigrantes æEn un encuentro con los obispos de los Estados Unidos, Francisco les agradeció el trabajo que realizan por los migrantes. «Ninguna institución hace más por los inmigrantes que sus comunidades cristianas. No sólo como obispo de Roma, sino también como un Pastor venido del sur, siento la necesidad de darles las gracias y de animarles», dijo Francisco a los más de 400 obispos reunidos en la catedral de San Mateo en Washington. Francisco proclamó santo al misionero español Junípero Ser Serrra æEl 23 de septiembre el papa Francisco proclamó santo al misionero franciscano español Junípero Serra, que evangelizó tierras estadounidenses en el siglo XVIII y es considerado el fundador de varias ciudades en el estado de California. El pontífice argentino presidió la misa de canonización de Serra en el santuario nacional de la Inmaculada Concepción, de Washington. Fuente: Aica
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EN EL CAMINO DE EMAUS La Biblia y nosotros
Car ta a la Iglesia de Laodicea Carta Apoc. 3, 14-22 - Leemos lenta y atentamente. Varias veces, si parece, para poder captar todos los detalles, todas las ideas. Algunas aclaraciones 1. Laodicea: a unos 60 km de Filadelfia. Como ya hemos dicho, las siete iglesias están situadas en una misma zona. Esta ciudad hoy día no existe. Quedan unas ruinas a 6 km de la ciudad turca de Nizle. 2. «Vestidos blancos». En el bautismo, se le pone un vestido blanco a los recién bautizados y se les dice que están «revestidos de Cristo». Y se pide que puedan mantener limpio ese vestido, hasta la vida eterna. Porque en esa vida, como lo vimos en otras cartas, ese vestido es señal de eternidad y pureza. 3. «Un colirio»: es como una ironía, porque en esa ciudad se fabricaba ese remedio para la vista. 4. «…y cenaremos juntos»: señal de intimidad, de tierna amistad y felicidad de estar juntos. Primer paso El reproche es fuerte, repulsivo: «…te vomitaré»… El tema de la tibieza, de la mediocridad, del más o menos, ha sido siempre un tema recurrente en la espiritualidad cris-
tiana. Los maestros espirituales se han ocupado permanentemente de este asunto. Porque es una realidad que nos amenaza siempre, cercana y, además, fácilmente disimulada, de manera inconciente. Eso también puede que tenga que ver con la hipocresía, tantas veces condenada por Jesús. v,17: «Andas diciendo: soy rico». A veces tenemos parroquias con muchas actividades, instituciones, reuniones, eventos: un continuo ir y venir, terminar cosas y empezar otras. Pero ¿Qué raíz tiene todo ese movimiento? ¿Es la Palabra, la oración abundante y profunda, la Eucaristía en común, los momentos de recogimiento y silencio el alma de las actividades? ¿O todo eso no es más que una fachada sin interior; brillante, pero vacía por dentro? Sería bueno comparar con aquellas primeras comunidades que nos describe Hechos de los Apóstoles, centradas en la oración comunitaria, la enseñanza de los Apóstoles, la disponibilidad de bienes, etc (2,42-46 y 4,32). Segundo paso Jesús había dicho que Él no venía a condenar, sino a perdo-
nar y salvar. En estas cartas, es Él quien habla a las iglesias. Por tanto, lo que se dice en esta carta, no es una condena, sino más bien una sacudida, «un tirón de orejas», como decimos domésticamente. Por eso, después del reto «te aconsejo» (v.16) «Yo corrijo y reprendo a los que amo»; «Reanima tu fervor y arrepiéntete»; …estoy junto a la puerta… Cualquier reproche que venga del Señor, aún el más duro, como en este caso, es y será siempre prueba de su amor. Porque desde la llegada de Jesús y su cruz y resurrección, vivimos un tiempo de misericordia y perdón. De lo contrario nos dejaría…y chau! «Dios no se cansa de perdonar» (Papa Francisco). Tiene una gran ternura eso de estar llamando a nuestra puerta y esperar para entrar y cenar juntos. ¡Quién nos diera poder tener una intimidad así con Jesús: sin acartonamiento, llena de cariño! A veces pareciera que nuestras devociones, nuestros rezos y meditaciones no llegan a esa profundidad. Como que nos quedamos fuera de aquello que Jesús dijo: que a sus discípulos los lla-
Escribe: Pbro. Carlos Mateos
maba «amigos». Sí, es cierto que la diferencia entre Él y nosotros es infinita. Pero es Él quien la acorta y se acerca, y respetuosamente, golpea a nuestra puerta para poder entrar y cenar. No requiere un protocolo como si se tratara de un gran personaje, o autoridad o jerarquía: es el amigo, que nos ama. ¿Cuánta tranquilidad, consuelo y alegría saber esto…e intentar experimentarlo! Ter cer paso (puede ser ercer muy intenso) v.20: Yo estoy junto a la puerta y llamo. Si alguien oye mi voz y abre, entraré en su casa y cenaremos juntos. Con qué sencillez Dios se nos muestra según nuestros usos y costumbres. Primero se nos muestra como alguien absolutamente respetuoso: Está junto a la puerta y llama. No es un Dios que impone, obliga, o es confianzudo, irrespetuoso. O que compromete; o que nos hace «un apriete», como decimos comúnmente. Todo depende del que está adentro: que oiga que tocan a su puerta y que quiera abrir. Y después esa felicidad, ese goce tan puro de la mesa com-
partida en intimidad, en amistad tierna y profunda. La urgencia o dureza de aquel «arrepiéntete» que leímos primero, no es para pagar una multa o pena, para quedar a mano o simplemente, blanquear una situación. Y quedar más o menos tranquilos: ya no le debo nada a Dios. Es mucho más. Por favor, estimado lector/a o grupo en reflexión: quedarse ante esta imagen, dejarse invadir por ese ambiente o clima que provoca el encuentro don Dios en nuestra oración, nuestra intimidad, sin importar ya nuestras debilidades y flaquezas, errores y pecados. Ese es nuestro Dios. «Porque para Dios nada es imposible». Esta afirmación, dicha por primera vez a Sara, esposa de Abraham, hasta el momento de la Anunciación a María, recorrió toda la historia de salvación y sigue ahora con nosotros. Nada es imposible: puede hacer maravillas en nosotros… sólo hay que abrir la puerta de nuestro corazón, desalojar a nuestro YO y dejarlo entrar a Él. ¡Qué maravilla!
ESPACIO JOVEN
«No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás» æBenedicto XVI decía, «No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás». Citando estas palabras, es imposible para mí no anunciarlo, como él nos pide a cada uno de nosotros. Por eso la primera semana de enero 2015 misioné en «La Trocha», un barrio muy humilde de la ciudad General Villegas. En primer lugar para poder misionar tuve que salir de mi misma para poder servir a los demás; y así lo fue, les puedo decir que esa semana fue un constante y profundo encuentro con Dios, con un Dios misericordioso, que nos empapaba de su bondad. San Agustín decía que la «Misericordia es la compasión de la miseria ajena, que nos mueve a remediarla, si es posible» y estoy plenamente segura que de eso se trató la misión, tratar de remediar y llevar la palabra de Dios, la que transforma y convierte a cualquier corazón. Se me hace muy difícil redactar lo que viví en ese barrio con una realidad tan diferente a la mía, una realidad llena de miserias, que lastima al no poder cambiarla, pero si estoy segura de que quizás encendimos alguna llamita en algún corazón que hoy puede enfrentar su realidad con otra mirada y con la ayuda de Jesús. Él estuvo más presente que nunca en cada uno de los
misionados, en sus historias, pero sobretodo en sus miradas. Jesús me permitió ver en cada uno de ellos, su corazón, su humildad, la alegría y la tristeza y sobretodo el amor, ese amor que les hace tanta falta, el amor de Jesús. Respecto a lo que se llama misión puertas adentro, incontables son los momentos de risas, charlas, mates, bailes, juegos, cantos y sobretodo de oración que nos unió como grupo y familia. Me pregunto cuánto amará Dios a ese barrio, «La Trocha», que envió a 60 jóvenes misioneros y cuánto nos amará a nosotros que nos regaló esta bellísima misión. Quiero tanto a Jesús y me hace tan feliz vivir todos los días con El, que no puedo concebir mi vida desde otra perspectiva y cuando pienso por un segundo en todas esas personas desesperanzadas, que se sienten solos y que no creen, o no lo conocen, se llena de sentido mi misión. Jenni Castelli Grupo Misionero Cardenal Pironio - Ameghino
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PASTORAL ENCADI VOCACIONAL 2012
Un corazón cuya vocación sea la Paz
L
as manos de mis dos niños se escaparon de las mías. Intentamos quedarnos en el bote, pero el aire disminuía. Todo el mundo gritaba en la oscuridad. Yo no lograba que mi esposa y mis hijos oyeran mi voz». Esas fueron las palabras de Abdulá Kurdi, esposo de Rihan Kurdi, padre de Galib y Aylan Kurdi, el niño sirio encontrado ahogado en las costas turcas. Palabras pronunciadas con dolor e impotencia por no poder cambiar lo que ya había ocurrido, y por desgracia, no por primera vez: la muerte de gente inocente buscando nuevos caminos. Caminos que se habían visto ya truncados por las bombas y las guerras, pero de los que habían podido escapar. Aylan, con sólo 3 añitos, y su hermano mayor Galib, de 5 años, soñando con poder disfrutar en un futuro no muy lejano de su infancia arrebatada e insultada, se embarcaron en un viaje que marcaría el fin de su vida en este mundo. Soñaban con jugar a la escondida, a la mancha; soñaban con correr, y no por las bombas; soñaban que su vida no fuera más una pesadilla.
De espaldas. Así fue como apareció en la costa de Turquía. A lo mejor, porque nosotros hicimos eso con él: le dimos la espalda. No nos muestra su cara, ni siquiera muerto, porque no es sólo él quien murió sino su hermano, su madre, amigos, desconocidos. El papa Francisco en su Carta Encíclica «Laudato si» nos dice: «El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana» (n. 14). El mundo es nuestra casa común, todos somos una familia y tenemos que cuidarnos unos a otros ¿Nosotros qué podemos hacer? ¿Qué debemos hacer? San Juan Crisóstomo, en una de sus homilías, comenta: «Siempre que seamos corderos, venceremos y aunque estemos rodeados de muchos lobos, conseguiremos superarlos. Pero si nos convertimos en lobos, seremos derrotados, porque nos faltará la ayuda del Pastor» (Homilía 33, 1: PG 57, 389). Los cristianos no deben ceder nunca a la tentación de convertirse en lobos entre lobos; el reino de la paz de Cristo
no se extiende con el poder, con la fuerza, con la violencia sino con el don de uno mismo, con el amor llevado al extremo, también a los enemigos. Jesús no vence al mundo con la fuerza de las armas, sino con la fuerza de la Cruz, que es la verda-
ENCUENTRO DIOCESANO DE MONAGUILLOS "Hijos de María, amigos de Jesús" - Domingo 01 de noviembre Consultas: José Pedraza (02314 15 512465)
dera garantía de la victoria. Y esto tiene como consecuencia para quien quiere ser discípulo del Señor, su enviado, el estar preparado para la pasión y para el martirio, para perder la propia vida por Él, para que en el mundo triunfe el bien, el amor, la paz. Esta es la condición para poder decir: «Paz a esta casa» (Lc. 10, 5). Tenemos que colaborar para que la paz reine en nuestra casa común. Desde ya que nuestro apoyo a los perseguidos y a los afectados por las guerras por medio de la oración es fundamental. Pero a la vez es un peligro y una tentación de evitar nuestra realidad, «vivir más en Siria que en Argentina». Sufrimos, lloramos, conocemos los nombres de los que desgraciadamente pierden su vida en otro continente, pero ¿conocemos los nombres de las personas que sufren en la esquina de nuestra casa, que lloran su historia? Es parte fundamental de nuestra vocación preocuparnos por ser formadores de corazones ¿Es necesario hablar constantemente de la paz y de la no-violencia para que se viva de tal modo? ¿Es
necesario hablar todo el tiempo a favor de la vida y en contra de la cultura de la muerte para llegar a una sociedad que viva de dicha forma? Definitivamente no. Estamos llamados a ser sal y luz de la tierra (cf. Mt. 5, 13-16). ¡Cuidemos nuestro sabor! ¡No dejemos que nos lo roben! ¡Anunciemos la Palabra con obras! Es tu vida la que habla. Si los niños viven en la casa, en el colegio, en toda la sociedad con la paz como horizonte irrenunciable, como un regalo hacia el cual tenemos que encaminarnos (cf. Sal. 34, 15), no estarán dispuestos cambiarla por cualquier ideología o proyecto meramente personal. Jesús, que es el Príncipe de la Paz (cf. Is. 29, 1) es el único que es capaz de formar corazones, pero Él mismo quiere necesitar nuestras manos. Manos que bendicen y que aman, manos que acaricien liberando del odio. Dejemos que el Espíritu Santo forme en nosotros, nuestras familias y comunidades un corazón cuya vocación sea la paz, semejante al de Jesús Buen Pastor, el Rey de la Paz que supo reinar desde la Cruz para regalarnos una paz que no pasará.
FIEST AS P ATR ON ALES DE OCTUBRE FIESTAS PA TRON ONALES En las Parroquias y Capillas de nuestra Diócesis 1. Santa Ter esita del eresita Niño Jesús, Virgen y Doctora de la Iglesia
7. Nuestra Señora del Rosario
-Parroquia Santa Teresita, HENDERSON -Capilla Santa Teresita, SANTA ELEODORA (E. V. Bunge) -Capilla Santa Teresita, IRIARTE (General Pinto) -Capilla Santa Teresita, EL TRIUNFO (Lincoln) -Capilla Santa Teresita, PEHUAJÓ
Rosario, J. J. PASO -Parroquia Ntra. Sra. del Rosario, VEINTICINCO DE MAYO -Capilla N. Sra. del Rosario (Hospital), CARLOS CASARES -Capilla N. Sra. del Rosario, COLONIA SERÉ (Carlos Tejedor) -Capilla Nuestra Señora del Rosario, TRENQUE LAUQUEN
4. San Francisco de Asís -Parroquia San Francisco de Asís, BANDERALÓ -Capilla San Francisco de Asís, AMÉRICA -Capilla San Francisco de Asís, LA PORTEÑA (Treinta de Agosto) -Capilla San Francisco de Asís, SAN FRANCISCO (Monasterio Benedictino de Los Toldos)
- Parroquia Ntra. Sra. del
12. Nuestra Señora del Pilar - Parroquia N. Sra. del Pilar,
LOS TOLDOS
15. Aniversario de la Dedicación del templo par parrroquial San Juan Nepomuceno, Emilio V. Bung e Bunge
OCTUBRE 2015
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LO SUYO, LO MIO, LO NUESTRO
La alegría del Evangelio PARTE VIII
L
uego de haber reflexionado sobre el anuncio explícito del Evangelio, en el capítulo cuarto el Papa quiere compartir sus «inquietudes acerca de la dimensión social de la evangelización precisamente porque, si esta dimensión no está debidamente explicitada, «siempre se corre el riesgo de desfigurar el sentido auténtico e integral que tiene la misión evangelizadora» (EG 176). Para ello, desarrollará las repercusiones comunitarias y sociales del kerygma (I), la inclusión social de los pobres (II), el bien común y la paz social (III) y el diálogo social como contribución a la paz (IV). I. Las repercusiones comunitarias y sociales del kerygma (177-185): el Papa enfatiza que «el kerygma tiene un contenido ineludiblemente social» (EG 177) y de allí que presente la relación entre la confesión de la fe y el compromiso social (178-179). Es clave en este sentido la confesión trinitaria con la dignidad de la persona humana (EG 178). En este sentido, conecta esta dimensión social con el Reino de Dios que nos reclama (180-181) y se detiene a decir una palabra, ante las tendencias laicistas, sobre el lugar que tiene la enseñanza de la Iglesia sobre cuestiones sociales (182-185), afirmando enfáticamente: «nadie puede exigirnos que releguemos la religión a la intimi-
dad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos» (EG 183). II. La inclusión social de los pobres (186-216): en uno de los apartados más largos de todo el documento, el Papa se detiene mucho en la importancia de escuchar el clamor de los pobres. En primer lugar, señala que si nos unimos a Dios, escuchamos el clamor de Dios (187-192), y retomando las palabras de Jesús en la multiplicación de los panes (Dénles de comer ustedes mismos), dirá que ello «implica tanto la cooperación para resolver las causas estructurales de la pobreza y para promover el desarrollo integral de los pobres, como los gestos más simples y cotidianos de solidaridad ante las miserias muy concretas que encontramos» (EG 188). Recuerda que esta opción por los pobres supone una fidelidad al Evangelio «para no correr en vano», como afirma San Pablo en Gálatas 2,2 (193196). El Papa se refiere al lugar privilegiado de los pobres en el pueblo de Dios (197-201), y es firme al afirmar que «nadie debería decir que se mantiene lejos de los pobres porque sus opciones de
P. Luis Diehl
PENSAMIENTOS BREVES XLa soledad es la causa del miedo. Si vivimos en comunión, ese miedo se transforma en alegre esperanza. XSepamos ofrecer la vida en vez de querer conservarla; así alcanzaremos la Vida eterna. XNo nos salvamos por nuestras propias fuerzas, sino por la gracia de Dios
Es una publicación de la diócesis de Santo Domingo en Nueve de Julio
Escribe: Pbro Germán Loriente
Nos queda a cada uno de
nosotros, sobre todo quienes trabajamos directamente en la tarea evangelizadora de la Iglesia, desde la catequesis o la pastoral, volver sobre aquellos cuatro principios que se proponen en el punto III, y analizar como proyectamos nuestra acción y como contribuimos desde allí al anuncio del Evangelio. vida implican prestar más atención a otros asuntos» (EG 201). Se detiene luego en algunos desafíos de la economía y distribución del ingreso (202-208) y en la tarea eclesial de cuidar la fragilidad (209-216): los más pequeños, los lentos, débiles o menos dotados (EG 209), las nuevas formas de pobreza y fragilidad (los sin techo, los tóxico dependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos cada vez más solos y abandonados, y los migrantes (EG 210), las personas que son víctimas de la trata (211), las mujeres que sufren exclusión, maltrato y violencia (212), los niños por nacer a quienes se les quiere negar la vida, aclarando que «no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura sobre esta cuestión» (214), pero también señalando que «hemos hecho poco para acompañar ade-
Año XVI - N° 162 OCTUBRE de 2015
cuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias» (214). Finalmente también habla de la fragilidad del conjunto de la creación (215). III. El bien común y la paz social (217-237): recordando que «la dignidad de la persona humana y el bien común» son los dos ejes centrales de la vida social, el Papa se detiene a proponer cuatro «principios» necesarios para avanzar en la construcción «de un pueblo en paz, justicia y fraternidad». Estos cuatro principios son: -El tiempo es superior al espacio (222-225): aquí enfatiza la importancia de los procesos para construir un pueblo, sabiendo que ello nos permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos. -La unidad prevalece sobre el conflicto (226-230): para el Papa, en la sociedad el conflicto no puede ser ignorado o disimulado, sino que tiene que ser asumido, sin detenerse en la coyuntura conflictiva sino percibiendo «el sentido de la unidad profunda de la realidad» (EG 226). «Aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso: ¡Felices los que trabajan por la paz!» (227). Formula aquí por primera vez la propuesta de un «pacto cultural» que luego retomará en el apartado dedicado al diálogo. -La realidad es más importante que la idea (231-233): para el Papa, existe una tensión bipolar entre la idea y la realidad y señala que es peligroso vivir en el reino de la sola palabra, de la imagen, del sofisma y por ello concluye que la realidad es superior a la idea (231). Este criterio hace a la Encarnación de la Palabra y su puesta en práctica (233). -El todo es superior a la parte (234-237): finalmente, recogiendo la tensión entre globalización y localización, el Papa señala que «se trabaja en lo pequeño, en lo cercano, pero con una perspectiva más amplia» (235), siguiendo
DIRECTOR Pbro. Germán Loriente
el modelo del «poliedro» que «refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad» (236). IV. El diálogo social como contribución a la paz (238-258): luego de haber desarrollado la importancia de la dignidad humana (II) y del bien común (III), el capítulo se cierra con unas orientaciones sobre la evangelización y el camino del diálogo. Así, señala tres campos de diálogo para la Iglesia: «con los Estados, con la sociedad –que incluye el diálogo con las culturas y con las ciencias- y con los otros creyentes que no forman parte de la Iglesia Católica» (238). Aquí el Papa ofrece la colaboración de la Iglesia para con las autoridades nacionales e internacionales y vuelve sobre la idea de un «pacto social y cultural», exhortando a «una cultura que privilegie el diálogo como forma de encuentro, la búsqueda de consensos y acuerdos, pero sin separarla de la preocupación por una sociedad justa, memoriosa y sin exclusiones» (EG 239). El documento se detiene luego en el diálogo entre la fe, la razón y las ciencias (242-243), el diálogo ecuménico (244-246), las relaciones con el Judaísmo (247249), el diálogo interreligioso (250-254) y finaliza con el diálogo social en un contexto de libertad religiosa (255-258) (Fuente: http:/ /tiempodeevangelizar.org). El reciente viaje del Santo Padre a Cuba y EEUU ha sido un ejemplo práctico de cercanía y puesta en marcha a nivel internacional de cómo se puede contribuir por este camino a la paz. Nos queda a cada uno de nosotros, sobre todo quienes trabajamos directamente en la tarea evangelizadora de la Iglesia, desde la catequesis o la pastoral, volver sobre aquellos cuatro principios que se proponen en el punto III, y analizar como proyectamos nuestra acción y como contribuimos desde allí al anuncio del Evangelio. Nos encontramos en el próximo número. Dios los bendiga.
EDICION INTEGRAL Fabricio O’Dwyer
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