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Charo Mayoral

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ACERCA DEL AUTOR

ACERCA DEL AUTOR

La responsabilidad que implica escribir el prólogo de un libro de referencia en la historia de Esteban Sánchez es un gran reto, ya que sobre él ya se ha escrito mucho. Sin embargo, lo tomo como toda una oportunidad para expresar mi agradecimiento hacia José Calzado que ha tenido la delicadeza de hacerme partícipe de su último proyecto sobre mi maestro. Esteban Sánchez fue el profesor que tuve durante los últimos años de mi formación hasta que repentinamente un viaje se lo llevó a un destino inesperado.

La primera vez que escuché hablar del maestro como un referente en los inicios de mis estudios de piano fue en Tornavacas, el pueblo de mi madre, donde solía veranear con la familia. Cuando tenía 8 años, toqué el armonio de la iglesia del pueblo durante la celebración de la boda de una prima. Me permitió hacerlo don Alejo, el sacristán, que era quien solía acompañar los ritos. Durante el casamiento un invitado se acercó y me dijo: Cuando seas mayor tienes que llegar tan alto como Esteban Sánchez, pianista de fama internacional.

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Dos años más tarde Esteban formó parte del tribunal del premio extraordinario fin de grado al que me presenté. Yo interpreté un Arabesco de Debussy y la Fantasía en Re m de Mozart. Para mi fue un orgullo haber tocado delante del insigne maestro. Impartía clases en Badajoz y tuve la suerte de que me aceptase como alumna cuando cursaba sexto curso. Mis compañeros y él fueron mis máximos referentes durante el periodo de estudios en que recibimos clases de uno de los mejores pianistas del mundo.

Como pedagogo todos sus alumnos coincidíamos en destacar la genial selección de repertorio que nos hacía para estudiar, bien adaptado a cada uno de nosotros, las fantásticas digitaciones de obras que facilitaban el estudio, los ejemplos prácticos al piano, incluso estando escayolado no había forma de inmovilizar sus manos para poner ejemplos de lo que nos pedía.

Su humor inteligente siempre entresacaba la sonrisa de los alumnos y, su ingenio para inventar juegos de palabras sabían relajar la excitación que nos producía enfrentarnos a sus clases semanales, que solían empezar con la pregunta: ¿con qué me amenazas hoy? En referencia a los estudios que cursábamos nos decía en cierto tono irónico: En España un artista tiene tres posibles salidas,… por tierra, por mar y por aire. Otras veces, aludiendo a la fortaleza y a la delicadeza de las obras de F. Chopin y a su salud, nos decía: Chopín – pochín, jugaba a buscar todo tipo de palabras homofónicas como calabacín - Albaicín. Incluso llegó a contarnos que prestó sus manos al niño actor que tocaba en una película dedicada a narrar la vida de Albéniz. Eso hacía que nos sintiésemos especiales al revelarnos algo que no había sido hecho público.

Utilizaba transportes que le permitían admirar el paisaje y disfrutar de los viajes mientras se dirigía a los lugares en los que tenía que ofrecer conciertos. Se negaba a desplazarse en avión. Los viajes en taxi le permitieron conocer más de cerca su querida España, su cultura y a sus gentes. Si alguien le comentaba que quería conocer alguna ciudad, siempre tenía consejos para ofrecer al amigo viajero: qué debes visitar, dónde puedes hacer una parada, en qué restaurante te van a tratar muy bien y a quién debes saludar de mi parte.

Es muy importante que la formación musical sea accesible y es necesario que talentos como el de Esteban Sánchez o Coronada Herrera tengan la oportunidad de aflorar y formarse en nuestra región. Estos reconocidos intérpretes regresaron a Extremadura para devolver parte de lo que la tierra les otorgó: nobleza, honestidad, transmisión del conocimiento. Ellos sientan las bases de una escuela musical que perdura y se perpetúa. En la actualidad grandes pianistas se forman en nuestra región y demuestran su valía como intérpretes en concursos y certámenes, como en el recién creado Certamen Ibérico de Piano, donde se aprecia que la escuela de pianistas formados en Extremadura tiene un gran nivel.

Implementar la enseñanza del folklore al nivel que merece en la educación general y artística reglada es uno de los retos de la formación musical de nuestros días. Grandes compositores como Falla, Turina, Albéniz… supieron imbricar el patrimonio y la tradición en sus composiciones. Varias autonomías han comenzado a introducir estas enseñanzas en los conservatorios superiores: el flamenco, el txistu o la cobla son algunos ejemplos. Es responsabilidad de las administraciones perpetuar y reglar la enseñanza de nuestro patrimonio, para que podamos garantizar su estudio, conservación y transmisión.

Quiero terminar este prólogo felicitando a José Calzado Ruiz por el excelente trabajo en toda su trayectoria y me gustaría hacer constar la importancia de que los vigilantes del patrimonio, como él, continúen con su misión altruista de recopilación y sostenimiento de la memoria cultural y folklórica, para que las futuras generaciones puedan beneficiarse de esta magnífica y generosa aportación.

CHARO MAYORAL Profesora de piano. Directora del Conservatorio Superior de Música Bonifacio Gil de Badajoz Badajoz / Junio 2022

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