D – Extremadura por encima de todo

D - EXTREMADURA POR ENCIMA DE TODO

Hay muchos ejemplos de su interés en la preservación del patrimonio local, provincial y regional, en todas sus facetas: musical, arquitectónico, literario, cultural, etc.

Baste la anécdota que protagonizó el 19 de diciembre de 1993, al finalizar la Muestra de Villancicos de la Diputación Provincial de Badajoz, celebrada en el salón de actos de la Casa de la Cultura de Orellana la Vieja, en la que actuó como jurado, al dirigirse al entonces alcalde en relación a la magnífica instalación referida: Esto está muy bien pero la Casa de la Cultura debe estar en el Convento. Se refería al Convento de las RRMM Dominicas de la localidad.

Como ejemplo de la defensa de los asuntos relacionados con Extremadura, tal vez no esté de más recordar el escrito de Esteban a raíz del incidente de la caída de la soprano universal Monserrat Caballé en el Anfiteatro Romano de Mérida, cuando contemplaba el estreno del Ballet “Romeo y Julieta” de Prokofieff, bajo la dirección de Rostropovich, al hundirse la plataforma donde se encontraba con otros amigos y familiares. El suceso tuvo lugar al día siguiente de su rotundo éxito en el Teatro Romano, con el estreno de “Herodiade” de Cherubini, en 1990. La reacción de Caballé, que llegó a poner una demanda por su caída, tuvo cumplida respuesta en la pluma de Esteban Sánchez.

Dicho escrito, bajo el título de El “accidentado” XXXVI Festival, comienza: Una o más personas pueden sufrir un accidente en cualquier lugar y en cualquier momento, “donde está el cuerpo está el peligro”, pero esto no parece entrar en la cabeza de ciertos “divos”, palabra estúpida como pocas; en cambio, sí han querido capitalizar un hecho que por fortuna solo ha tenido consecuencias escasamente leves, se mire de uno u otro modo; entonces lo que procedía era “enterrar” el asunto y esbozar una amable sonrisa por la “suerte” que, de una u otra manera, está deparando Extremadura a algunos señores, señora incluida.

Hay más. El montaje que de todo esto han hecho estos señores, señora incluida, se traduce en la altanería e ingratitud más despreciable hacia la persona del señor presidente de la Junta de Extremadura, don Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y por extensión hacia todo el pueblo extremeño que tan magnánimamente se han portado con ellos. Este año, señor Presidente, en lugar de una medalla que jamás discutí, discuto ni discutiré, un buen cencerro para cada uno, e iban bien servidos.

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