Revista Fraternidad Vol. 21

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Historias Padre Alberto Ducuara, padre Alirio Cuevas Mojica, padre Jorge Enrique Rodríguez
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 1 Parroquias Santa Bárbara de Usaquén 32 ‘ En el SEAB me formo integralmente’ 30 Iglesia en obras Iglesia misionera de la mano con los más vulnerables 19 Caravana de la amistad social 10
de vida
12 Conversaciones Fundación Pontificia ‘Ayuda a la Iglesia que Sufre –ACN Colombia’ 20 Detrás del pastor Un pastor que camina con su comunidad 4 Ordenación Episcopal Monseñor Germán Medina Acosta 8 Nuestros hermanos mayores Monseñor Carlos Leal 28

Escuchar también a los sacerdotes

El papa Francisco ha puesto a la Iglesia universal en modo Sínodo. Y quiere que sea una ocasión donde se escuche a todos los sectores de la Iglesia y no solamente a sus pastores, léase, a sus obispos. Por eso, será un Sínodo de amplio itinerario pues la idea es que el ejercicio de escucha toque todas las instancias de la Iglesia. Si esta tarea se hace bien, seguramente se encontrarán sorpresas muy positivas y otras no tanto.

Nadie puede negar que en amplios sectores de la Iglesia se experimenta hoy un malestar grande por muchos aspectos de la vida del Pueblo de Dios.

Pero lo que está claro es que, aun cuando, el Vaticano II recuperó la noción de Pueblo de Dios como un punto capital en la auto-comprensión de la Iglesia, en la práctica este fundamento teológico no parece pesar demasiado.

Llega, entonces, una oportunidad grande para que los bautizados levanten su voz y dejen conocer su sentimiento respecto de su propia Iglesia, a la vez que su com promiso con ella.

Sin embargo, no habría que descuidar el escuchar a los sacerdotes del mundo entero. Son ya varios años en los que desde adentro y desde afuera de la Iglesia estos han sido sometidos a un juicio sumario por los errores de unos cuantos.

En justicia, el Sínodo en sus instancias universales y locales, debe facilitar que los presbíteros tengan oportunidades amplias de manifestar sus diversos pareceres sobre toda la vida de la Iglesia y también de su propio ministerio.

No está de más preguntar si la gran crisis universal de los sacerdotes no ha sido causada, entre otras razones, por una sordera institucional ante sus voces, propues tas, reclamos y sentimientos. Queda la sensación después de tantos años de juicios y acusaciones generalizadas, de que los sacerdotes realmente son vistos con muy poco aprecio por buena parte de la jerarquía de la Iglesia, aunque al final siempre les regalen palabras supuestamente de solidaridad y fortaleza.

Lo he escrito muchas veces, pero lo repito una vez más: la Iglesia, en su modelo actual, casi toda se mueve por la tarea pastoral de los sacerdotes, que no es poca ni hecha de cualquier manera. Son los párrocos, más que nadie, quienes sabemos cómo es el Pueblo de Dios. Conocemos sus necesidades profundamente.

Constatamos la imposibilidad de llevar a la práctica “la Iglesia documental”, que emite papeles y más papeles que nada tienen que ver con el caminar juntos de la Iglesia real, que es la que se da en las parroquias. Por esta razón, se hace urgente dar una oportunidad grande a los sacerdotes de abrir sus corazones para que se conoz ca cómo es que palpita la Iglesia en su diario vivir.

También, es necesario que los mismos presbíteros se animen a comunicar tantas ideas y sentimientos, no todos fáciles de expresar, que tienen guardados y que bien propuestos pueden dar lugar a importantes cambios “desde la base” para bien de to dos. De hecho, la forma que el Papa le ha dado al nuevo Sínodo contiene ya un men saje implícito en el sentido de que hay que ir a escuchar a esa base, de la cual hacen parte los sacerdotes, porque hasta ahora se escucha solo a los mismos de siempre.

Los sacerdotes, en general, pasamos muchas horas escuchando a las personas en consejería, en despachos parroquiales, en capellanías, en la visita a los enfermos, en el sacramento de la reconciliación, etc. Seguramente no tendremos ningún proble ma en seguir escuchando asambleas de laicos que quieran renovar la Iglesia y que se quieran comprometer más con la misión y que quieran, incluso, cambios radicales de parte de los sacerdotes.

Pero por esa continua tarea de escuchar al pueblo de Dios es que parece del todo razonable que los sacerdotes sean escuchados ampliamente en las actividades del Sínodo y que sus pareceres sean recogidos honestamente por quienes tendrán la ardua tarea de hacer síntesis y documentos de trabajo. Que en estas instancias tam bién se acallan voces que no deberían desaparecer.

Cuando el clero en general, en concreto los sacerdotes, sienta que los canales de comunicación en la Iglesia fluyen ágilmente y que sus voces gozan de acogida y real interés, seguramente sus actitudes y modos de vida serán todavía más generosas con Dios, con la Iglesia y con las comunidades a las que sirve. Si hemos de hacer un gran ejercicio de escucha, que todos puedan hablar, sin excepción.

Editorial
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Del arzobispo de Bogotá Mensaje a los sacerdotes

¡Gracias!

Agradezco, una vez más, su entrega y esfuerzo en este tiempo difícil que vive la familia humana y, particular mente, nuestro país; agradezco su oración, testimonio, valentía, responsabilidad, creatividad y generosidad en el ejercicio de su ministerio en medio de la porción del Pueblo de Dios que, con usted ora y trabaja. ¡Gracias! por permanecer con su gente, consolándola, sirviéndola y sos teniéndola en la esperanza.

Discernir el camino que Dios quiere

del pastor

Querido padre:

Le deseo “Gracia, misericordia y paz, de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro”(1Tm 1, 2)

Me alegra comunicarme con usted, esta vez, por medio de una sencilla carta que espero reciba con afecto filial.

Mis hermanos

“Los sacerdotes precisan de la cercanía física y afectiva de su obispo”, nos ha recordado el papa Francisco, con ocasión de su visita a Colombia. Desde el comienzo de mi servicio episcopal en la Arquidiócesis de Bogotá, he que rido estar cerca a ustedes, mis hermanos presbíteros, para conocerlos, escucharlos, orar juntos y acompañarlos. Los encuentros arciprestales y vicariales, mis visitas a las pa rroquias y los ejercicios espirituales, han permitido encon trarnos, reconocernos y animarnos mutuamente.

Sé que sobre sus espaldas pesa la fatiga del trabajo coti diano de la Iglesia. Ustedes están continuamente circun dados de la gente que, abatida, busca el rostro y la voz del pastor que ama hasta dar la vida, que ve venir el lobo y no los abandona. Espero, con la gracia que nos procura el Señor, cumplir con fidelidad mi vocación de ser Pueblo de Dios con ustedes, con el gozo de servir desde la misión episcopal que Dios Padre, por pura misericordia, me ha confiado.

Desde hace varios años, la Arquidiócesis viene reco nociendo el valor de “caminar juntos” para llevar a cabo su misión. Primero lo vivió en la experiencia del sexto Sínodo Arquidiocesano (1989-1998) y, más reciente mente, lo expresó y buscó en el proceso de diseño y desa rrollo del Plan E (2011-2022).

Hoy, con el papa Francisco, estamos convencidos de que “la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”, por eso, lo aliento a aprender juntos los procesos que mejor pueden ayudarnos a vivir la comu nión, a realizar la participación y a abrirnos a la misión.

Cuento con ustedes

Vamos a acoger, con decisión, la fase diocesana de la es cucha y consulta al Pueblo de Dios que el santo padre nos pide y que nos permite, no solo participar activamente en la preparación de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, sino que nos ayuda a evaluar y a proyectar sensatamente nuestro propio camino como Iglesia particular, con la convicción de que el Espíritu Santo nos está abriendo nuevas posibilidades.

¡Cuento con usted para hacer el camino juntos!, ¡cuento con usted para seguir adelante!, ¡cuento con usted y su comunidad para asumir un estilo sinodal que nos permita realizar nuestra vocación de ser “sal de la tierra” y “luz del mundo” en nuestra ciudad región.

Le ofrezco mi bendición, oración y cercanía como padre, amigo y hermano, y me confío a sus oraciones, para que vivamos a la luz del Evangelio bajo la protección de la Bienaventurada Virgen María y San José.

Fraternalmente,

+ Luis José Rueda Aparicio Bogotá, septiembre 20 de 2021

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Detrás

Detrás del pastor

Un pastor que camina con su comunidad

Monseñor Luis José Rueda, arzobispo de esta iglesia particular y presidente del episcopado colombiano, acompañó, el 4 de septiembre, a la comunidad de la pa rroquia San Martín de la Caridad en un recorrido a la gruta de la Virgen, ubicada en la quebrada Las Delicias, barrio Bosque Calderón, al oriente de Bogotá.

Tres signos especiales llamaron la atención de los más de 100 peregrinos: su báculo de madera; su figura de pastor cercano, senci llo, acompañando a su pueblo; y las rosas rojas, cuya ofrenda a la santísima Virgen María, fue también signo de aprecio, res peto y oración por monseñor Rueda, se ñaló el padre Johnier Montoya, párroco en San Martín de la Caridad.

“Fue un momento muy especial, monse ñor disfrutó el recorrido, oró por la comu nidad y las personas quedaron muy felices y asombradas con él, por su calidez, senci llez y su cercanía”.

Unidad, rezo del santo Rosario y cuidado de la Casa Común

Esta actividad se realiza el primer sábado de cada mes, iniciando con la eucaristía en el templo, a las 6:00 a.m. Posteriormente, se peregrina hacia la gruta, unidos en ora ción con el Santo Rosario.

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4 - Fraternidad - octubre 2021

En el marco de la conmemora ción de los 20 años de servicio del Banco Arquidiocesano de Alimentos en Bogotá (BAB), monseñor Luis José Rueda Apa ricio, tras destacar esta obra en beneficio de los más vulnerables, llamó la atención sobre la nece sidad de continuar fortaleciendo las acciones en torno a la lucha contra el flagelo del hambre.

“El Banco de Alimentos es ante todo una posibilidad de esperan za para tantas familias pobres. En el mundo se desperdician to neladas de alimentos, pero hay muchas personas muriendo de hambre. Dicen que la primera causa de muerte en el mundo no es la guerra, ni el cáncer, ni el COVID, es el hambre (…) un desafío no solo en Colombia sino en el mundo, así que es necesario ponerlo en el primer renglón de atención”, afirmó el arzobispo de la Arquidiócesis de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.

“Hoy el clamor es grande porque el hambre sigue afectando”

Advierte el padre Daniel Saldarriaga Molina, director Ejecutivo del BAB, quien se suma al llamado de monseñor Rueda.

“En Colombia hay 12 millones de personas que viven en inseguridad alimentaria, que constantemente luchan por conseguir alimentos. Hoy, más que nunca, nuestra ta rea es fundamental para apoyar a miles de personas que se han vis to golpeadas por los efectos del COVID y la crisis social que en frenta el país”, afirmó el sacerdote.

Esta obra liderada por la Iglesia católica ha sido posible gracias a la generosidad de miles de perso nas, empresas e instituciones.

“Contabilizamos más de 228 mi llones de kilos de alimentos en tregados, superando todas las expectativas, a través de claros y eficientes procesos, que permiten garantizar a nuestros donantes un

“En el 2020 las oportunidades que nos dieron todos los que nos donan, nos permitió llegar a 1.500.000 personas, desde Amazonas hasta San Andrés, por toda la costa Caribe, la costa Pacífica, por nuestros Llanos y el Centro del país”.

manejo impecable y responsable de los recursos”, precisó el padre Saldarriaga.

Finalmente, agregó, “el Banco de Alimentos no le entrega a nadie en particular, solo a través de organizaciones constituidas for malmente, que salvan los produc tos con el Banco de Alimentos y los hacen llegar con fraternidad y justicia a las personas que ne cesitan, ayudándolos, además, a pasar a un nuevo nivel (…) No queremos ayudarle a los más po bres para que permanezcan po bres. Queremos que los que son ayudados con nuestro Banco de Alimentos y con nuestras organi zaciones, puedan tener un mejor presente y puedan soñar con un mejor futuro”.

20 años garantizando que el acceso a los alimentos sea un derecho y no un privilegio
“Es necesario poner en el primer renglón de atención la problemática del hambre” : monseñor Luis José Rueda
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pastor

Detrás

25 años

brindando acompañamiento integral a adultos mayores

En el territorio de la Arquidiócesis Bogotá existen unos 500 hogares geriátricos, un grupo de ellos son acompañados por la Pastoral de la Salud.

Es el caso del Hogar Nazaret que, desde hace 25 años, en convenio con la Secretaría de Integración Social de Bogotá, alberga a 150 personas mayores en condición de abandono y vulnerabilidad.

“Cuando veo el rostro de estas personas que tienen calidad de vida, que son respetados, que son acom pañados, que son bien alimentados, que están hi giénicamente cuidados, siento una alegría inmensa, porque es como si estuvieran cuidando a mi padre y a mi madre. Ellos son mis hermanos”, manifestó monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, durante su visita pastoral a este lugar de servicio, acogida y promoción de la dignidad huma na.

El Hogar Nazaret, ubicado en Chinauta (Cundina marca), hace parte de la Fundación Instituto Tecno lógico del Sur, que contempla las ramas: formativa, con el Colegio Instituto Tecnológico del Sur, per teneciente al Sistema Educativo de la Arquidióce sis de Bogotá (SEAB), en el que se forman dos mil estudiantes, desde pre jardín hasta 11 grado de ba chillerato; y la social, con dos albergues de adultos mayores.

La obra es liderada por el padre José Carrillo, repre sentante legal de la Fundación, y apoyada por profe sionales en diversas áreas y por la comunidad Sier vas del Santísimo y de la Caridad

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del

La conversión pastoral, que actúa la gracia, nos lleva a comprender que la salvación que Dios nos ofrece es mucho más que un premio para quienes se portan bien; los signos de los tiempos nos vienen mostrando la necesidad de soltarnos de una obsoleta interpretación del medieval ‘ exopereoperato’, que está favoreciendo una especie de inconsciencia sacramental.

La fe cristiana es sacramental

En 1963 E. Schillebeeckx (Cristo, sacramento del encuentro del hombre con Dios) propuso ampliar la categoría sacramento a toda manifestación de la gracia en nuestra historia; de esta forma se abrió la renovación de la sacramentología que nos lleva a reconocer la mediación sacramental más allá de siete ritos que el Magisterio de la Iglesia comenzó a reconocer en medio de las controversias con los reformadores protestantes.

Una de las ganancias de la aproximación a los textos bíbli cos con metodología científica ha sido la recuperación de la categoría historia de la salvación y, con ello, una nueva mane ra de asumir el concepto de revelación.

Esto que comenzó a manifestarse como soplo del Espíritu entre las comunidades nacidas de la Reforma entró por la puerta del Concilio para llevarnos a ser conscientes de que Dios se revela en la historia salvando.

«El plan de la revelación se realiza por obras y palabras in trínsecamente ligadas; las obras que Dios realiza en la histo ria de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y las realidades que las palabras significan; a su vez, las palabras proclaman las obras y explican su misterio» (Dei Verbum, 2). De modo que la revelación de Dios es actual.

El servicio (diaconía) de los profetas precisamente consiste, en gran medida, en ayudar a descubrir cómo Dios está salvan do hoy a cada persona en su misma realidad histórica y cómo Dios está salvando el conjunto de la vida de las comunidades.

El Espíritu nos ayudará a vencer el temor para apropiarnos debidamente de estas categorías y ponerlas por obra en nues tro quehacer pastoral.

La conversión pastoral, que actúa la gracia, nos lleva a com prender que la salvación que Dios nos ofrece es mucho más que un premio para quienes se portan bien; los signos de los tiempos nos vienen mostrando la necesidad de soltarnos de una obsoleta interpretación del medieval ‘ex opere operato’, que está favoreciendo una especie de inconsciencia sacra mental.

Desde antes de la pandemia las descripciones del problema focal que nos arroja el Plan de Evangelización acusaban una desarticulación entre la vida de los católicos y el proyecto del reino.

Las secuelas que nos deja la crisis sanitaria nos mueven a abandonar como principal criterio de identidad católica la práctica ritual, para ver más claramente que el hecho de ser cristiano implica tomar consciencia de que la salvación anun ciada y ofrecida por Jesús es una realidad en la existencia co tidiana.

La salvación es un acontecimiento presente. Profesar que se tiene fe cristiana quiere decir que se cree que Jesús, el Cristo, es el Salvador, y ello sobre el convencimiento que en Jesús de Nazaret Dios revela y ofrece la vida que Dios quiere para el ser humano; de ahí, que el hecho de acoger por la fe la revelación implica participar ya y ahora de esta vida que Dios ofrece a toda la humanidad.

En este panorama se habla de ‘nueva sacramentalidad’ ya que la existencia del creyente se convierte en sacramento: «signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de unidad de todo el género humano» (Lumen Gentium, 1). No hay cisu ra entre el hecho de aceptar por la fe la revelación y la realiza ción de la salvación en la existencia del creyente.

Quien acoge el amor de Dios para la humanidad en Jesu cristo comienza a ser transformado por este amor. La señal por la que el mundo nos reconocerá a los creyentes en Jesús es que amamos con amor divino, es decir, con el amor que Jesús ha recibido del Padre y que a su vez, Él nos lo ha comunicado (cf. Jn 15, 9).

En febrero de 2020 la Comisión Teológica Internacional entregó los resultados de un trabajo encomendado seis años atrás sobre la relación entre fe y sacramento: La reciprocidad entre fe y sacramentos en la economía sacramental.

Aunque el trabajo de la CTI se centró en los sacramentos de la iniciación cristiana, sin embargo, la declaración de inten cionalidad expresada en la presentación del documento ma nifiesta que este espera «contribuir a superar la fractura entre fe y sacramentos allí donde se dé, en su doble vertiente: ya sea una fe que no sea consciente de su esencial sacramentalidad; ya sea una praxis sacramental realizada sin fe o cuyo vigor plantee serios interrogantes con relación a la fe y la intención fiducial que la práctica de los sacramentos requiere. En ambos casos, la práctica y la lógica sacramental, situadas en el cora zón de la Iglesia, sufren una herida seria y preocupante».

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Tadeo Albarracín ■ Presbítero ■ Doctor en Liturgia

Ordenaciones

Ordenación episcopal

Monseñor Germán Medina Acosta

En su mensaje como nuevo obispo auxiliar de Bogotá, pronun ciado al finalizar la ceremonia de ordenación episcopal, el 14 de agosto 2021, en la Catedral Primada, monseñor Germán Medina Acosta manifestó su asombro y gratitud ante la misericordia de Dios: “el Señor deposita su confianza en mí para que contribuya a anunciar, como sucesor de los apóstoles, el Evangelio de la Espe ranza”.

“Reafirmo mi disposición y deseo de infundir confianza, procla mar con obras y palabras la voluntad salvadora de Dios, la presen cia constante del Señor Jesús, la luz de su resurrección y la fuerza de su Espíritu”, manifestó al presbiterio arquidiocesano; obispos auxiliares; obispos de esta jurisdicción eclesiástica y de distintas regiones del país; diáconos; religiosos; religiosas; seminaristas; fa miliares; y amigos, quienes, respetando los protocolos de biosegu ridad, lo acompañaron en la solemne eucaristía.

Al referirse a la tarea del obispo en medio de la pandemia y de la crisis social actual, agregó, “vemos más rostros sufrientes: hom bres y mujeres errantes en “una tierra que ya no conocen” (Jr 14, 18), buscando consuelo y guía; familias que lloran la pérdida de sus seres queridos; jóvenes que, frente al futuro incierto y sin opor tunidades de trabajo digno, acechados por las fuerzas del mal que enfrían el amor (cf. Mt 24, 12), desesperan, resienten y rechazan con enojo modelos sociales, políticos y económicos excluyentes”.

Ante esta dura realidad, insistió, “me reconozco llamado a reflejar, como lo promueve el santo padre Francisco, el rostro relacional de la Iglesia, su estilo sinodal de vivir la misión: el “nosotros eclesial” en camino, que discierne y acompaña a todos, de manera especial, a los últimos, con su cercanía incluyente, compasiva y solidaria, fraterna y dialogante, en la creación de un mundo más humano”.

Tras agradecer al papa su confianza y enseñanza; al señor car denal Rubén Salazar Gómez su cercanía y ejemplo de fe serena; al señor nuncio apostólico, Luis Mariano Montemayor, su pre sencia y orientación; al señor arzobispo Luis José Rueda Aparicio su fraternidad y sencillez; y pedirles que cuenten con su apoyo y servicio incondicional, se dirigió a la iglesia arquidiocesana ma nifestándoles: ¡Con ustedes soy discípulo, para ustedes quiero ser padre, hermano y amigo!

La solemne eucaristía fue presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. El cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá, y monseñor Luis Mariano Montemayor, nuncio apostólico en Colombia, fueron obispos acompañantes y primeros ordenantes.

Profeta, testigo y servidor de la esperanza, esto debo y quiero ser
Monseñor Medina
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Me anima esta convicción: Cristo resucita do y glorioso es la fuente profunda de nues tra esperanza, y no nos faltará su ayuda para cumplir la misión que nos encomien da. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los bro tes de la resurrección el Reino de Dios ya está presente en el mundo, y está desarro llándose, aquí y allá, de diversas maneras (Evangelii Gaudium 276 y 278), camina por su propia naturaleza hacia la cosecha tanto en los días claros y luminosos como en las noches oscuras de la historia.

Ordenación episcopal en la catedral de Bogotá. De izquierda a Derecha: monseñor Luis Manuel Alí Herrera, vicario episcopal para la vida religiosa, asociaciones y movimientos laicales; cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá; monseñor Germán Medina Acosta, obispo auxiliar, vicario episcopal de evangelización y vicario episcopal para el anuncio, formación en la fe y diálogo con la cultura; monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; monseñor Luis Mariano Montemayor, nuncio apostólico en Colombia; monseñor Pedro Manuel Salamanca Mantilla, vicario general con mandato especial.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 9 (Benjamín González B., TiempodeCrear Profesión de fe en la capilla de la curia arquidiocesana.

¡Así vivimos la Caravana de la Amistad Social 2021!Notas arquidiocesanas

¡Bajo el lema ‘Del yo y los otros al nosotros’, la Iglesia ca tólica en Bogotá animó las ‘Semanas Sociales’, dedicando especial atención a la realidad y desafíos institucionales y pastorales en la promoción de la reconciliación y la paz; la atención efectiva y afectiva a adultos mayores; enfermos; personas con adicciones; personas privadas de la libertad; migrantes; y la urgencia de unirnos en el cuidado de la Casa Común. A continuación, algunos de los momentos compartidos durante las seis semanas:

De la mano de la Virgen María, la Arquidiócesis ora por la unidad y la paz

En desarrollo de la ‘Caravana de la Amistad Social’, durante la primera semana, dedicada a la salud y al adulto mayor, monseñor Germán Medina Acosta, obispo auxiliar de la Ar quidiócesis Bogotá, durante el encuentro de animadores de la Pastoral de la Salud, animó a estos agentes y a los bauti zados en general a vivir “la dimensión universal del amor fraterno, que nos abre, nos acerca a todos”.

Retomando la encíclica Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y la amistad social, que describió como “hoja de vida con sa bor a Evangelio, como el modo de ser cristiano”, el prelado se refirió a ‘la fraternidad abierta y a la cultura del cuidado’, afirmando que “para ser verdaderos evangelizadores en la fe, debemos ser como el buen samaritano”.

El amor es el criterio decisivo, insistió, por ello, “estamos lla mados a la escucha, al encuentro, al diálogo, a la generación de vínculo, a reconocer el valor de cada persona, a la ética social (…) La vida existe donde hay vínculo, comunión y fra ternidad”.

En esta línea, “la Iglesia debe asumir un rostro relacional, poner en el centro la escucha, el diálogo, la acogida, el dis cernimiento común, en un recorrido que transforma la vida de quien participa (…) Es el dinamismo del amor, que es di namismo de apertura que Dios infunde y hace posible”.

Cultura y gramática del cuidado

Finalmente, invitó a seguir las claves propuestas por el papa Francisco para concretar la fraternidad social, la amistad social y la caridad: promoción de la dignidad de toda perso na; la solidaridad con los pobres e indefensos; la preocupa ción por el bien común y el cuidado de la creación.

En la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María y en el contexto de la Semana por la Paz, la Iglesia católica en Bogotá se unió en oración por la reconciliación y la unidad del país.

“Nuestros hogares deben ser escuelas, santuarios de paz, talleres de paz, donde se aprende a dialogar, a escuchar; donde se aprende a descubrir el plan de Dios”, señaló mon señor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de la Arquidió cesis de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), durante la solemne eucaristía concele brada por los obispos auxiliares: monseñor Luis Manuel Alí Herrera, también secretario general de la CEC; monseñor Pedro Manuel Salamanca Mantilla; y por monseñor Ger mán Medina Acosta.

Acompañaron la celebración eucarística, en la capilla del Sagrario, el Consejo Episcopal, el personal de la curia e in vitados especiales, entre ellos, representantes de jóvenes, líderes parroquiales de la pastoral social y empresarios.

“Signo esperanzado de paz en la natividad de La Virgen ”

Dirigiéndose a la comunidad congregada, monseñor Rueda agradeció su compromiso por “fortalecerse en el servicio eclesial como instrumentos de paz” y les animó a convertir cada lugar de trabajo en un lugar misionero.

“Para ser verdaderos evangelizadores en la fe, seamos como el buen samaritano”
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En la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, patrona de las personas pri vadas de la libertad, y en el marco de la quinta semana de la ‘Caravana de la Amistad Social’, se oró por el mundo carcelario, sus familias y por los ser vidores de la Pastoral Penitenciaria en todo el territorio colombiano.

Durante la santa misa, presidida por el arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, en la capilla de la sede de la Conferencia Episcopal de Co lombia (CEC), el prelado, refiriéndose al plan de salvación que tiene el Señor, precisó que “el Señor nos invita a tener una actitud de humildad, de amistad, aún en las cárceles; sentir que Dios está con nosotros en cada momento, en cada lugar, no importa si estamos en prisión, allí también está Dios (...) Hagamos de la celda un lugar de ora ción, de adoración a nuestro Señor”, enfatizó el arzobispo.

Acompañaron esta celebración el vi cepresidente de la CEC, monseñor Omar Alberto Sánchez C., arzobispo de Popayán; monseñor Luis Manuel Alí H., secretario general de la CEC y obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá; y monseñor Hugo Torres M., obispo de la Diócesis de Apartadó.

También, se unió un grupo de sacer dotes servidores de la Pastoral Peni tenciaria del país y personas que ha cen parte de las entidades carcelarias de cada provincia en Colombia, moti vados y encabezados por el capellán general del INPEC, padre Eliécer Mon tañez.

CONVERSATORIO

Las ‘Semanas Sociales’ finalizaron con un llamado a la fraternidad y a la vivencia de la exhortación del papa Francisco a acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y refugiados.

Desde el 2015 y, posteriormente, con la compleja realidad que desató la pandemia por COVID-19, Colombia se convirtió en paso y destino de miles de migrantes vene zolanos y de países latinoamericanos.

Ante la grave situación humanitaria que esto ha generado en distintas zonas del te rritorio, superando la capacidad estatal, la Iglesia católica ha desplegado su acción y servicio pastoral para esta población, con enfoque en atención humanitaria – espi ritual, asesoría jurídica y acompañamiento formativo para el desarrollo de medios de vida.

En esta línea, la Fundación de Atención al Migrante (FAMIG), realizó un encuentro semipresencial, con comunidad acompañada e instituciones aliadas, en el que se presentó, de manera general, la realidad migratoria en el país, con énfasis en la ciu dad de Bogotá, y se socializó el Estatuto Temporal de Protección a Migrantes Venezo lanos (ETPV), el proceso a seguir para acceder a este mecanismo y se resolvieron las inquietudes sobre el tema.

Participaron en la jornada el Secretariado de Pastoral Social Riohacha (SEPAS) y la Corporación Opción Legal.

Según cifras de Migración Colombia, en el territorio nacional se encuentran 1.742.927 venezolanos, de los que 759.584 están en condición regular y 983.343 en condición irregular. A estas cifras se suman los migrantes pendulares y quienes, dado los pasos de acceso, no se encuentran registrados y/o identificados. Encuentre conversatorio en: canal de YouTube Arquidiócesis de Bogotá (oficial).

Yerica Rivas

#BastaDeXenofobia

#BastaDeXenofobia

#BastaDeXenofobia

Giovanni Gómez

‘Galería de los sueños’
‘Realidades migratorias en Colombia y procesos de regularización’
La Virgen María, intercesora, compañera y madre de los privados de la libertad
"Esta moneda, además de recordarme mi país, fue uno de los últimos regalos que me entregó mi padre en vida, por esto la guardo con tanto cariño". A su corta edad, Jesús y Bárbara recorrieron caminando casi un país entero junto a su her mana y a sus padres. La maleta de sus super héroes favoritos los acompañó en todo el tra yecto y los motivó a seguir su arduo camino. "Esta camiseta, además de ser de la vinotinto y recordarme a mi país, fue usada por todos mis hermanos y mis sobrinos; y este saco, lo hizo mi mamá para mis hijos". Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 11

Historias de vida

Alberto fue un caballero alegre y sencillo; un hombre que, sin aspavientos, iba marcando a su paso la presencia de Dios en él

Un caballero alegre, amable y sencillo

Así recuerda monseñor Julio Solórzano, vicario episcopal de la Inmaculada Concepción, al padre Alberto Ducuara, quien falleció el pasado 13 de agosto, a sus 89 años.

El padre Ducuara nació en Ibagué (Tolima) el 1 de agosto de 1932, realizó sus estudios primarios en el colegio San Roque de Ibagué. Posteriormente, ingresó al Seminario Menor de los padres misione ros Montfortianos, en Choachí (Cundinamarca). Su formación para el sacerdocio la adelantó en el Seminario Mayor de esta misma co munidad, en Albán (Cundinamarca).

Recibió la ordenación sacerdotal el 7 de septiembre de 1959, de manos de monseñor Francisco José Bruls, y fue incardinado para la Arquidiócesis de Bogotá en septiembre de 1981.

Su servicio pastoral en nuestra Arquidiócesis fue amplio y de grandes frutos:

Vicario parroquial en Nuestra Señora de Belén - 1973

• Párroco en Nuestra Señora de Belén - 1973

• Vicario cooperador en San Lucas – 1975

• Capellán colegio San José - 1976

• Capellán hospital San José - 1982

• Vicario sustituto en San Roque -1982

• Párroco en San Clemente Mártir y La Transfiguración - 1984 Párroco en Santa Matilde - 1986 Párroco en María Reina - 1996 Vicario parroquial en la Catedral de Bogotá - 1998

• Párroco en Nuestra Señora de las Angustias - 2000

• Vicario Parroquial en Santa Águeda - 2004

• Párroco en María, Madre de Dios - 2005

• Adscrito en Santos Cosme y Damián – 2007.

• Sacerdote emérito.

Cenizarios

La parroquia Cristo Rey dispone de una bella cripta con cenizarios para la venta.

Mayor información en el despacho parroquial: Transversal 18 No. 96-90 Teléfono: 2579144

Alberto Ducuara
Padre
12 - Fraternidad - octubre 2021-

Padre Alirio Cuevas Mojica

La Ceja (Antioquia), donde ter minó sus estudios de filoso fía en 1980. Posteriormente, se trasladó a Bogotá al Seminario Mayor para concluir su forma ción en teología en 1984.

chazaba los reconocimientos y figuraciones. Con gran sentido humano buscó servir y acercar los corazones de las comunida des que acompañó a Dios.

De esta forma será recordado el padre Alirio Cuevas Mojica, sacerdote de la Arquidiócesis de Bogotá, quien partió al encuen tro del Padre el 6 de septiembre de 2021, tras luchar contra una penosa enfermedad.

El padre Alirio nació en la ciudad de Bogotá, el 24 de agosto de 1958, en la familia confor mada por Pablo Cuevas Manri que y Rosa Elena Mojica. Tuvo seis hermanos. Culminó sus estudios secundarios en el INEM Santiago Pérez de Bogotá. Siem pre sintió el llamado al sa cerdocio y por eso ingresó al Seminario Cristo Sacerdote en

Fue ordenado sacerdote el 3 de agosto de 1985, en Bogotá, por monseñor Mario Revollo Bravo para el servicio de esta arqui diócesis. Desde su ordenación, el padre Cuevas tuvo un cons tante trabajo pastoral, inician do como párroco en Santa Inés y los Sagrados Corazones de Jesús y María en 1985. Luego, fue nombrado párroco en San León Magno y el Señor de la Colum na, en 1986. Un año después, en 1987, es nombrado párroco en Nuestra Señora del Ave María.

En 1988 asume como cape llán del Colegio Nacional Cle mencia Caycedo. En 1998 es nombrado párroco en Santa María Soledad; en 2006 en San Rafael Arcángel, donde estuvo cinco años; después fue trasla dado a la parroquia San Tarsi cio en 2011; y, finalmente, llega a la parroquia de Santa Ana en 2014, donde ocupó los cargos de administrador, párroco y vica rio parroquial.

El padre Alirio Cuevas Mojica, destacado por su don de gentes, entrega en su ministerio y cer canía con la comunidad, re

Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferen cia Episcopal de Colombia, en la eucaristía de exequias del padre Alirio envío un mensa je de fortaleza a la familia del padre Alirio: “Pido a la Santísi ma Virgen María que fortalezca a toda la familia Cuevas Mojica, que hoy ve cómo un miem bro de su familia, un ungido de Dios, un elegido en el seno de su hogar, es llamado a la eterni dad. Que Ella consuele a quie nes quedamos peregrinando y que reciba a este sacerdote con todas sus luchas por el Reino, por el Evangelio en la Iglesia”.

El prelado, también, recordó a todos los sacerdotes que se han despedido en este tiempo: “Por distintos motivos ha sido un año donde le hemos entregado a Jesucristo, Sumo y Eterno Sa cerdote, la vida de varios pres bíteros, tal vez como en ningún otro año, tal vez como en nin guna otra época, y esto nos une como familia sacerdotal con toda la familia humana ante la fragilidad, que ahora es más no toria a nuestra conciencia”.

Historias de vida

Un sacerdote íntegro, que solo pensó y trabajó en función de los demás
Con gran sentido humano buscó servir y acercar los corazones de las comunidades que acompañó a Dios
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 13

Historias de vida

Padre Jorge Enrique Rodríguez

1930, en el hogar conforma do por Florentino Rodríguez y Raquel Peña. Una familia que fue bendecida por Dios, con vocaciones sacerdotales y religio sas.

Siempre con una sonrisa y dispuesto a ayudar

El pasado 15 de septiembre fa lleció el padre Jorge Enrique Ro dríguez, quien será recordado por su dedicación al servicio y entrega a los demás.

El padre de Jorge Enrique Ro dríguez nació en Gachetá (Cun dinamarca), el 8 de julio de

Realizó sus estudios de secundaria en el Seminario Menor en 1949; filosofía y teología en el Seminario Mayor de Bogotá, en 1954. Fue ordenado sacerdote el 6 de diciembre de 1955 por el señor cardenal Crisanto Luque para el servicio de la Arquidió cesis de Bogotá.

Monseñor Rafael Cotrino, Vi cario de Administración de la Arquidiócesis de Bogotá, en las exequias del padre Jorge, recor dó su celo pastoral al vivir su ministerio y transmitir el men saje de Dios: “vivió la experien cia del amor familiar, vivió la experiencia del amor como sa cerdote. Y como párroco, no hizo

otra cosa que transmitir el amor de Dios con sus predicaciones, a veces duras de entender por lo que decía en algunos momen tos. Con su trabajo como párro co confesando, acompañando los jóvenes en los colegios, no hizo otra cosa que transmitir el amor de Dios”.

Además, “siempre se preocu pó por sus hermanos presbíte ros: Damos gracias a Dios por la experiencia de amor que le per mitió vivir a Jorge por tantos años. Le damos gracias a Dios por haber sido un sacerdo te hermano de sus hermanos. La última vez que hablé con él, hace muy pocos días, me pre guntó ¿Quién está enfermo? y le conté de dos o tres sacerdotes que están enfermos, siempre se preocupó por nosotros. Por eso, damos hoy eternas e infinitas gracias a Dios”, indicó monse ñor Cotrino.

El padre Jorge Enrique, en sus 60 años como sacerdote, brindó un amplio servicio pastoral: Párroco en Quetame - 1959

Vicario cooperador en Nuestra Señora de la Consolata - 1963

• Capellán en la Normal Departamental - 1964

• Párroco en Nuestra Señora de las Lajas - 1965

• Párroco en Santa Marta - 1977

Párroco en Santa María Goretti - 1988

Administrador parroquial en Santa María Goretti – 2005

14 - Fraternidad - octubre 2021

El programa básico de la Escuela de Animadores de Evangelización (ESAE), de la Arquidiócesis de Bogotá, presenta un quinto módulo llamado: El discernimiento apostólico laical, que busca orientar, a ni vel personal y comunitario, la definición del apostolado o servicio que más coincide con el querer de Dios en un tiempo específico y para una persona o comunidad particular.

El nuevo módulo amplía las herramientas para el fortalecimiento del ímpetu misionero en todos los bautizados, fortaleciendo la misión evangelizadora.

Sumado a lo anterior, durante el 2021, se puso en marcha el progra ma de especialización con los temas: Proclamadores de la Palabra y Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión.

La formación, en este nivel, es dirigida a los Proclamadores, Minis tros Extraordinarios, y a quienes expresen su deseo de servir en estos apostolados una vez terminen su formación en el programa básico.

Metodología

La ESAE utiliza una metodolo gía de autoestudio en grupos de trabajo, con la moderación de un coordinador.

En cada parroquia o espacio eclesial se conforman los grupos de estudio de cada módulo; se de fine la periodicidad de los encuen tros, que se sugiere sea semanal; y se anima el estudio y construcción colectiva del conocimiento.

Frutos de esta iniciativa arquidiocesana

La ESAE cuenta con dos promo ciones: en el 2019 y en el 2020, con la participación de más de 2 mil laicos, que han realizado su pro ceso formativo en el programa bá sico. De las 300 parroquias arqui diocesanas, 101 han hecho parte de este proyecto. Cuenta, además, con un equipo de sacerdotes dele gados por cada Vicaría para pro mocionar y acompañar la ESAE.

Notas arquidiocesanas

escuelaanimadores.arquibogota.org.co Contacto:

Celular: 317 886 16 85 / Teléfono: (+57) 601 3505511 Ext.: 1109 Correo: escueladeanimadores@arquibogota.org.co

A pesar de las circunstan cias actuales relacionadas con el COVID-19, algunos de los grupos de estudio han logrado adaptarse a la virtualidad para continuar con su formación, evidenciándose el entusiasmo y compromiso que ha despertado este proyecto.

El estudio y la formación no solo se ha dado en el espacio parro quial, sino también en comunida des religiosas, en grupos de laicos y en trabajadores de oficina que, después de su jornada, se reúnen para desarrollar las sesiones de cada módulo de manera virtual.

La meta es que en cada una de las 300 parroquias de la arquidió cesis se desarrolle el programa formativo, tanto básico como de especialización, y lograr llegar a los 10.000 animadores de evange lización en formación.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 15

“La ESAE buscar orientar y formar a los laicos en su compromiso de fe con el Señor, para que puedan ser verdaderos evangelizadores”. ESAE, fortalece su programa formativo

y cultura

Disponible Segunda temporada de la serie web Encuentros

La producción audiovisual fue estrenada el pasado 16 de julio. En esta segunda temporada se da un especial énfasis a la importancia del per dón en un mundo herido, explicó el director espiritual de la fundación ‘Tierra de Gracia’, el padre Edgar Rivera García, de la Arquidiócesis de Bogotá, quien recordó que la serie web nace como respuesta a los dra mas que afrontan las personas en este tiempo de pandemia.

“Supimos de muchos que sufrieron quiebras económicas, muchos que en medio del estrés rompieron sus vínculos familiares al no saber afrontar la nueva realidad; otros que atentaron contra su propia vida o la de sus congéneres; en fin, una cantidad de dramas a los cuales buscá bamos dar respuesta desde la Palabra de Dios”.

El sacerdote, además, precisó que el nombre de la serie “fue una ins piración del Espíritu Santo a Camilo Arana, nuestro director creativo, como una invitación que el buen Dios nos hacía a crear un contenido audiovisual que muestre los dramas propios de la vida real (…) como un instrumento para descubrir el amor de Dios que sale siempre al en cuentro de cada uno de nosotros para misericordiarnos - como lo afir ma el papa Francisco-, a pesar del pecado”.

16 - Fraternidad - octubre 2021 Arte

“Todos los argumentos de los li bretos de esta serie son escritos con fundamento en cosas que, como sa cerdote, escucho en el día a día, y son redactados ante la presencia de nues tro Jesús Eucaristía”, explicó.

El padre Rivera agradeció la acogi da que ha tenido la primera tempora da “en todos los países de Latinoamé rica, en Estados Unidos y en España”, y señaló que han recibido muchos mensajes que les han permitido co nocer “testimonios de personas que se acercaron a la fe por primera vez me diante los capítulos de Encuentros ”.

“Mientras estábamos lanzando los capítulos de la primera temporada, recibimos el mensaje de una persona de Argentina que no acostumbraba a usar redes sociales y, justo un día en que estaba determinada a tomar una decisión fatal, por providencia divina recibió un mensaje que la hizo abrir un capítulo de Encuentros, en que tra tamos el tema del suicidio, llevándola inmediatamente a cambiar de opinión y a tomar la decisión de empezar con todo su corazón el camino de la fe”.

“La serie es una manera de afianzar la certeza de que todas las cosas ocurren para nuestro bien y que siempre estamos llamados a la conversión, para iniciar una vida digna, una vida de los hijos de Dios”.

El padre Rivera remarcó que, tras dos temporadas de la serie, están se guros que, por la gracia de Dios, “este esfuerzo evangelizador ha valido la pena, pues ha ayudado a muchos a encontrar respuestas a sus dificulta des y a descubrir cómo nuestro buen Dios sale a su encuentro”.

“Sabemos de casos en que se han salvado vidas del aborto, que se han salvado matrimonios, que ha habi do perdón, y todo esto nos motiva a seguir adelante a pesar de todas las dificultades que conlleva hacer un producto de tan buena calidad con recursos muy limitados”, señaló.

Asimismo, indicó que esta segunda temporada, que cuenta con una cali dad audiovisual superior y con “nue vos actores de gran trayectoria en la televisión colombiana, es una apuesta por hacer un mayor hincapié en el tema del perdón, en un mundo muy herido” .

En esta segunda temporada Encuen tros busca plantear la necesidad del perdón en “escenarios concretos como la familia, el mundo carcelario, el se cuestro, los atentados contra la vida y la honra, que son realidades tan pre sentes en nuestro mundo actual”.

El sacerdote enfatizó que “el dra ma más grande al que puede verse enfrentada cualquier persona, sin importar si es creyente o no, es a la falta de sentido”, y subrayó que cada vivencia es “una oportunidad de cre cimiento, de superación, de aprendi zaje, más cuando no se encuentra un sentido a lo que se está afrontando”.

Informes sobre la fundación y capítulos de la serie web, en sus dos temporadas en: www.tierradegracia.org

Finalmente, pidió oraciones por el proyecto y animó a donar a la funda ción ‘Tierra de Gracia’, para “seguir produciendo esta serie y difundién dola en las redes sociales de cada per sona e institución católica, para que esta iniciativa evangelizadora llegue cada vez a más y más corazones”.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 17

Es verdad que nos vemos acuciados por una creciente urgencia de evangelizar, de una Nueva Evangelización, pero no estamos llamados a someternos, por pura tentación de logros, al mismo paradigma al que se somete el mundo

La tentación de la efectividad en la Iglesia

La Iglesia está llamada a anunciar y a disponer de todos los recursos para llevar adelante su misión. En seguimiento de este horizonte se enfrenta a dos escenarios, cuyos extremos pueden resultar nocivos: el exceso de confianza, que deriva en la quietud, versus la eficacia.

Cuando nos confiamos en que el destino de la Iglesia de pende de Aquel que la convocó y nos justificamos en que siempre habrá un rebaño dispuesto porque “las puertas del in fierno no prevalecerán”, caemos en un efecto de relajamiento irresponsable, en el quietismo.

Por otro lado, contrario a la pasividad, puede levantarse un fantasma igual de nocivo: la eficacia del anuncio. Peligro es todo aquello que aleja de la verdad, y es posible que tras la persecución del éxito erremos el camino.

Los recursos de los que nos servimos para implantar el Rei no, son, a modo de estructura movible, medios y no fines: for matos, correos, medios de difusión, convocatorias, reuniones, tablas de valoración y demás guarismos, no dicen necesaria mente que la Iglesia realiza su misión en el mundo.

Una iglesia sometida a un espíritu del éxito corre el peligro de ubicar su propósito en la esfera de lo productivo, de lo cuantificable, de la medición, tanto del pastor como del re baño. Por esta razón se trata de huir de una lógica, no de la esterilidad de los recursos, sino de la que se augura provechos por actuar con previsión y tiento.

El peligro real, además de la catástrofe que deja su paso, es el de caer en un corporativismo que desconoce la vida interna de la comunidad cristiana. Es verdad que nos vemos acucia dos por una creciente urgencia de evangelizar, de una Nueva Evangelización, pero no estamos llamados a someternos, por pura tentación de logros, al mismo paradigma al que se some te el mundo.

Cuando no se marca el centro, el equilibrio que atempera, entonces se alza el vértigo, y con él, las radicalizaciones. De apoyar el Evangelio sobre nuestra inteligencia deviene el de clive de la caridad propiamente cristiana. En otras palabras, es necesario recentrar al hombre en la tarea evangélica, al hom bre integral, de otra forma, tanto el que anuncia como aquel que recibe el anuncio, terminan difuminados, y la evangeliza ción se pervierte en proselitismo.

Todos hemos visto -quizá sufrido- agentes pastorales, desde presbíteros a catequistas, sometidos al activismo, a la fatiga, al desborde, etc., actitudes peligrosas que pueden degenerar en un nocivo desaliento. Además, el sometimiento de la Iglesia al escrutinio debe ser bien discernido, de lo contrario se corre el riesgo de abrir la dialéctica incómoda entre lo que hoy somos y lo que llegaremos a ser. O peor aún, vivir en un malestar generado por lo que hoy somos y, lamentablemente, lo que no.

El anuncio del Evangelio lo hacen hombres pobres, conscientes de una precariedad intrínseca, que no abandona nunca al apóstol. El mismo san Pablo era consciente de que cuanto se había logrado lo era por la necedad, que flota sobre los discursos persuasivos. El mismo Señor envía a los apóstoles como ovejas entre lobos, en una especie de desventaja, que, al mismo tiempo, marca la diferencia, la identidad del cristiano.

Vivimos tiempos maravillosos en los que la llamada a con versión es constante, donde Pedro alienta a la autorreflexión, a una actitud renovadora. Apartarnos de cuanto contamina, por más loable que aparezca a los ojos del hombre, es siempre una obediencia al Espíritu, que todo lo purifica, y esto aplica también para la tarea que nos incumbe, porque Él conoce el verdadero destino de su barca.

No se trata entonces de caer en pietismos infértiles, pues el celo pastoral siempre es recursivo, bien ordenado y, por su gra cia, efectivo. Es él quien hace crecer, pero quien planta; astuto como serpiente, emplea todos los recursos necesarios para que se alcance el fruto. El modelo del pastor, Jesucristo, incansable, apremia a alimentar, pero también conduce al descanso.

Jesús Arroyave Restrepo ■ Presbítero Párroco en Santa María Micaela y san Mario y capellán del Liceo San José
18 - Fraternidad - octubre 2021

En el Barrio Santafé, o zona de tolerancia, en pleno corazón de Bogotá, pese a los esfuerzos instituciones, al flagelo de la explotación sexual, la mendicidad, el tráfico de armas, el consumo y venta de estupefacientes, toman rostros dife rentes todos los días.

Allí, en medio del hambre y el poder, del olvido y el miedo, la Iglesia Ca tólica en Bogotá recuerda que su misión no tiene fronteras. Que su opción preferencial siempre serán los más vulnerables.

“Desde la samaritanidad uno tiene que aprender a dejarse cuestionar por todo aquel que está en una situación vulnerable, que está apaleado en el camino; en ese sentido, siempre trabajaremos con los últimos de la historia”, afirma el padre René Rey Luengas, C.J.M., líder del área de pastoral de la Fundación Eudes.

Siguiendo esta convicción, la organización, sin fines de lucro, creada en el año 1987, por el sacerdote eudista Bernardo Vergara Rodríguez, CJM, por más de tres décadas, viene trabajando en brindar las herramientas necesarias para mejorar la calidad de vida de población vulnerable, desde programas de pro moción y prevención del VIH/SIDA; Infecciones de Transmisión Sexual (ITS); asistencia humanitaria; acompañamiento médico, psicosocial y espiritual.

A través de esta expresión de Iglesia misionera, con el apoyo de religiosos, religiosas, sacerdotes, laicos comprometidos e instituciones arquidiocesanas, se acompaña, de manera directa, entre 120 y 150 mujeres, en el Hogar ‘El Refugio’, ubicado en el Barrio Santa Fe, localidad Los Mártires.

Además, en articulación con el Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Bogotá, se entregan alrededor de 4.300 mercados mensuales y cada semana se reparten entre 300 y 400 almuerzos a habitantes de la calle.

“Nuestra misión es de puertas abiertas, acá no solo atendemos mujeres sino también ancianos, niños, acompañamos habitantes de calle. Durante el lunes trabajamos con el grupo de migrantes venezolanas, mujeres en ejercicio de prostitución. El martes, con la Red Tamar: Hermanas del Buen Pastor, Herma nas Adoratrices, Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor y personal de nues tra casa, acompañamos a un grupo de 70 chicas con psicólogos, psiquiatras y médicos. También, con proyectos productivos. Los miércoles, de la mano de las Hermanas del Buen Pastor, acompañamos espiritualmente y con orientación psicológica a 120 chicas. Los jueves y viernes se da seguimiento al componente espiritual”, explica Carmen Julia Medina, coordinadora del Hogar ‘El Refugio’.

Esta presencia efectiva y afectiva, como lo ha pedido el papa Francisco, en su invitación a ser una Iglesia en salida, cobra relevancia en una ciudad en la que los índices de criminalidad van en aumento.

Según cifras de la Secretaría de Seguridad, en un comparativo entre julio 2020 y 2021, la tasa de homicidio registró un incremento del 56,9 % (de 65 crímenes en julio del año anterior se pasó a 102 en este año).

En el caso de trata de personas, otro de los flagelos contra los que la Iglesia católica lucha y cuya prevención motiva su presencia en los sectores más vulne rable, registra en Colombia, según cifras del Ministerio del Interior, 686 casos (el 82 % corresponde a mujeres y el 18 % a hombres) en el periodo 2013-2020.

“Ha sido un desafío permanen te, la pandemia agudizó algo que era una realidad. Hay co sas que a veces las personas no veían: por ejemplo, la situación de pobreza. Lo que se asumió, entonces, fue aquel llamado que también hace el papa Fran cisco de hacer de esto como un hospital de campaña”, precisó el padre René.

Conozca detalles de esta obra en: www.fundacioneudes.co

en obras

Iglesia misionera, de la mano con los más vulnerables
El activo más poderoso con el que contamos es la fidelidad a la misericordia
Padre Bernardo Vergara Rodríguez, C. J. M., fundador
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 19 Apoyo a mujeres gestantes y madres cabeza de familia Atención psicosocial
Iglesia

CONVERSACIONES Fundación Pontificia

Ayuda a la Iglesia que Sufre –ACN Colombia’

Uno de los temas que ha venido creciendo, a veces en silencio, otras veces con alguna notoriedad, son las grandes necesidades de la Iglesia. Una de ellas, la persecución que están sufriendo muchos cristianos en diferentes partes del mundo.

Para conocer un poco más sobre esta realidad, la revista Fraterni dad conversó con la directora ejecutiva de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre – ACN Colombia’, María Inés Espino sa, quien compartió un panorama general sobre la persecución re ligiosa en el mundo y las necesidades de la Iglesia católica en torno a su acción pastoral y evangelizadora.

Iglesia de la Inmaculada en Irak, destruida por ISIS / Foto:ACN

20 - Fraternidad - octubre 2021

Padre Rafael De Brigard (RDB): ¿Cuál es la actividad en Colombia de esta organización católica inter nacional?

María Inés Espinosa (MIE): Lo que hacemos es promover la evangeli zación ayudando a las comunidades que tienen necesidades económicas, tienen dificultad para adelantar la terea evangelizadora, sufren persecu ción religiosa, en Latinoamérica y en otros lugares del mundo como Asia Central o en Europa Oriental.

(RDB): ¿Qué datos manejan sobre la persecución a los cristianos en el mundo?

(MIE): Desde hace 28 años, cada año, presentamos un informe de li bertad religiosa en el que hacemos una denuncia no solo de la persecu ción de los cristianos y católicos sino de todas las religiones. Los católicos solemos ser los más afectados en países en donde hay una persecución gigantesca.

Hacemos un estudio de 196 países, de los cuales en 62 países hay perso nas amenazadas por su fe. Y de esa parte específica, casi 52 países son amenazados por su fe por diferentes grupos.

Durante la pandemia, religiosas trabajando para los pobres en Natal, capital del estado de Río Grande del Norte (Brasil) / Foto: ACN

(RDB): ¿En qué consiste esa perse cución hoy en día?

(MIE): Es una persecución física, con varias fases. Nosotros nos centra mos en la discriminación y la perse cución. La discriminación es cuando una persona no puede conseguir tra bajo por causa de que practica una fe específica; no puede votar; los niños no pueden acceder a un colegio; o la persona no puede vivir en un lugar es pecífico porque está limitado según la religión.

Persecución es cuando ya son per seguidos hasta la muerte. Es decir, o usted se convierte a tal religión, en el caso del extremismo yihadista, o le damos determinado tiempo para que salga de acá o lo matamos. Es decir, que puede llegar hasta el Genocidio.

(RDB): En estos casos, ¿cuál es el apoyo que da la fundación?

(MIE): Nuestro apoyo es especial mente con las comunidades religiosas que viven en estos lugares. Como fun dación pontificia nos encargamos de detectar, de hablar con ellos, son nues tros “socios de proyecto”, quienes nos cuentan cómo están viviendo, cuáles son sus reales necesidades. Los temas básicos de supervivencia.

También, apoyamos la reconstruc ción de iglesias que han sido destruidas

por cuenta de los ataques, lo que permite que las personas vuelvan a retomar su fe y no huyan de esos lu gares en donde ya queda solamente unos muy pequeños bastiones de la religión católica.

(RDB): Aquí en Colombia, ¿cuál es el panorama, se puede hablar de persecución y discriminación religiosa?

(MIE): nosotros no lo tenemos clasificado como una persecu ción religiosa. Es diferente a lo que sucede en Nicaragua, por ejemplo, o lo que ha sucedido en Cuba o en Venezuela. En Colombia tenemos un ataque al establecimiento, a las instituciones. Sin embargo, es muy preocupante lo que se está viviendo en Latinoamérica, en Chile, con la provocación de incendios en las pa rroquias.

(RDB): Aquí en Colombia, ¿cómo realizan ustedes esta solida ridad cristiana?

(MIE): nuestra ayuda aquí tiene más que ver con recursos económi cos para el sostenimiento de sacer dotes, religiosos, misioneros; para la formación de los seminaristas, la construcción de Iglesias o luga res para practicar la fe; medios de transporte y material catequético.

Entrevista del Padre Rafael De Brigard a María Inés Espinosa, directora ejecutiva de la fundación Pontificia ‘Ayuda a la Iglesia que Sufre – ACN Colombia’ / Foto: ACN

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 21

De

Además, contamos con ayudas para medios de comunicación cuando se trata de emisoras de radio, emiso ras comunitarias, que representan un respaldo muy importante para la evangelización de la Iglesia católica.

(RDB): ¿De dónde provienen los recursos económicos con los que us tedes ayudan?

(MIE): De los benefactores, sin su generosidad esto no existiría. El próximo año cumplimos 75 años gracias a su apoyo. Nosotros somos un simple puente de caridad entre la necesidad de estas personas, de los socios de proyecto, comunidades, sa cerdotes…, y las personas que quie ren ayudar, que son generosos.

(RDB): Ustedes, cada año, pro mueven la iniciativa llamada ‘Sema na Roja᾽ en la que iluminan de rojo unos templos, ¿en qué consiste?

(MIE): Esta iniciativa busca resal tar la sangre de los mártires; se hace en lugares icónicos de las ciudades del mundo en las que estamos, que son 23.

(RDB): Recientemente en Colom bia, ¿cuáles son las ayudas concretas

que ustedes han realizado a favor de iglesias en necesidad?

(MIE): Hemos ayudado a muchos seminarios; a una religiosa dominica, en Docordó (Chocó), con una lancha rápida que necesitaban para la evan gelización en esos lugares; a un sacer dote de la Diócesis de Buga le dimos una camioneta para llegar a lugares de difícil acceso y continuar su misión evangelizadora; becas para presbíte ros y laicos comprometidos, que las diócesis dispongan para prepararse en Roma, en temas específicos que sirvan para sumar a nuestra Iglesia, eso lo hacemos constantemente.

(RDB): La Arquidiócesis de Bogo tá ha venido promoviendo la cultura de que los fieles laicos se hagan apor tantes recurrentes de las necesidades de la Iglesia, una razón para que se sumen a las campañas que ustedes promueven y que tienen como des tino necesidades reales de la iglesia y de sus comunidades.

(MIE): La razón más fuerte es lograr que la evangelización siga en el mundo, que nuestra Iglesia se sos tenga con el apoyo de todos.

Sin la solidaridad de los benefactores no existiríamos...Nosotros somos un simple puente de caridad
Conversaciones
arriba a abajo: Misa en la Iglesia de la Virgen María, en Egipto / Foto: ACN Red Week, en Portugal / Foto: ACN Jóvenes cristianas refugiadas (Sudán del Sur) / Foto: ACN 22 - Fraternidad - octubre 2021 Conversaciones

El Trastorno Bipolar en Colombia

¿Cómo vincularse?

Los interesados pueden encontrar el link de inscripción ($35.000 el año) en www.bipolaresco.org o escribir a: asociacioncolombiade bipolares@gmail.com

El Trastorno Afectivo Bipolar (TAB), es una alteración patológica en la mo dulación de los estados de ánimo de la persona. Se presenta por episodios, que se repiten en ciertos momentos, alternando estados de exaltación o maníacos y episodios depresivos, se parados por periodos donde desapa recen parcial o totalmente los sínto mas; dura a lo largo de la vida.

El TAB afecta aproximadamente a entre el 1 y el 3% de la población mundial, lo significa un gran número de personas afectadas con esta pato logía. En nuestro país aflige entre el 1.3 y el 2% de los adultos y aún no se dispone de datos regionales precisos. La mayoría de personas tuvieron su primer episodio antes de los 18 años, siendo el periodo entre 15 y 35 años el de mayor ocurrencia.

Este trastorno impacta todas las dimensiones de la vida personal y su entorno familiar y social, por lo que es de la mayor importancia su tra tamiento integral, lo más temprano posible. El 93% de los familiares han reportado estrés moderado debido a problemas de relación o por el cuida do de los afectados. Se ha encontrado, asimismo, que las personas con TAB tienen más probabilidad de cometer suicidio en relación con la población general.

La pandemia del Covid 19 trajo condiciones adicionales de est rés,

ansiedad y sufrimiento, en la medi da en que dificultó los encuentros personales, afectó la economía de los hogares e irradió el miedo a contraer la enfermedad, con la consiguiente elevación en todo el país de episo dios críticos, aumento de casos de ansiedad y depresión e incluso de suicidio. Los datos más precisos aún están en proceso.

La Asociación Colombiana de Bipolares y el servicio que brinda

La Asociación nació en 1997 de la necesidad de personas diagnostica das de contar con apoyo permanente para lograr la estabilidad y la buena calidad de vida, a través de la com prensión y el adecuado manejo de la enfermedad. Su abordaje es integral, lo que significa que trabaja para au nar los conocimientos médicos y farmacológicos, con el manejo del conjunto de condiciones del diario vivir. Su misión es concientizar a las personas afectadas, familiares, cuida dores, amigos y al público en gene ral sobre la existencia del trastorno, su sintomatología y tratamiento, así como acabar con la estigmatización que soportan las personas que la pa decen, abogar por sus derechos y por la investigación en el área médica y científica.

Este año estaremos todos los sá bados, de manera presencial y por zoom, de 2:00 p.m. a 3:30 p.m. y de 4:00 p.m. a 5:30 p.m. en la parro quia Cristo Rey de Bogotá (Trans versal 17A # 97-39), gracias a una alianza que busca sensibilizar y formar sobre este trastorno, así como acercar estos servicios a los ambientes comunitarios.

Hemos tenido años de actividades en las parroquias El Buen Consejo y La Valvanera de Bogotá. Existen 10 capítulos en regiones del país (ver www.bipolaresco.org ).

Como organización de base social cuenta con reconocimiento jurídico, una junta directiva de diagnostica dos y familiares, el apoyo de comi tés de distintas actividades y del di rector científico, médico psiquiatra Nicolás Rodríguez y de los médicos psiquiatras que orientan los grupos semanales de apoyo y psicoeduca ción, doctores Juan David Páramo y Valeria Barrera.

La principal herramienta de traba jo es el programa semanal de grupos de apoyo y psicoeducación en el que participan las personas afectadas, sus familias y cuidadores, con el apo yo de médicos psiquiatras y otros es pecialistas.

Además, se organizan talleres, en cuentros recreativos, cine foros, con ferencias y un simposio anual.

Myriam Jimeno, presidente de la Asociación Colombiana de Bipolares Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá
Notas arquidiocesanas
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Notas arquidiocesanas

Avanza la causa de beatificación del padre Rafael García Herreros

En julio de 2021, se anunció que la Congregación para las Causas de los Santos decretó la validez jurídica del proceso adelantado en la Diócesis de Engativá para la Causa de Beatificación del Siervo de Dios, Rafael García Herreros Unda.

Luego de la petición hecha por la Comunidad Eudista a monseñor Héctor Gutiérrez Pabón, entonces obispo de Engativá, el proceso se inició cuando éste, a comienzos de 2013, presentó la propuesta de adelantar la Causa a la asamblea plenaria del episcopado colombiano, que dio una respuesta favorable. En octubre de 2018, en una solemne eucaristía, presidida por monseñor Francisco Nieto, obispo de Engativá, concluyó la fase diocesana de la Causa. Ahora sigue la fase romana y la presentación de la positio sobre el Siervo de Dios.

Servicio y amor

El padre Rafael había nacido en Cúcuta en 1909, el tercero de siete hijos del general Julio César García He rreros y doña María Unda. Fue ordenado sacerdote en 1934 en la Congregación de Jesús y María, a la cual se incorporó en 1932.

“AmarásalSeñor,tuDios, yatuhermano,elhombre”
24 - Fraternidad - octubre 2021

Un nuncio apostólico, monseñor Paolo Giobe, lo ordenó, y un nuncio apostólico presidió sus exequias, el 26 de noviembre de 1992, en Bogotá: monseñor Paolo Romeo, quien, en trevistado por un noticiero, expre só del padre García Herreros: “Con su vida, él procuró evangelizar a los hombres, buscando métodos nuevos para llegar a expresiones nuevas, de manera que nuestra fe cristiana pu diera ser vivida y que el evangelio, a través de nuestras palabras y obras, fuera creíble en este tiempo”.

Concelebraron la eucaristía de exe quias el obispo de Barrancabermeja, monseñor Juan Francisco Sarasti; el obispo de Coro (Venezuela) monse ñor Roberto Lückert; el obispo elec to de Zipaquirá, monseñor Jorge Ji ménez; y un centenar de presbíteros, ante una multitud de fieles.

El cardenal Mario Revollo, arzo bispo de Bogotá, expresó a El Espec tador: “He recibido con profundo pesar la noticia del fallecimiento del padre Rafael García Herreros. Fue un hombre que marcó en la Iglesia una estela de servicio y amor. Su vida fue ejemplar; su fe, profunda y de amor por Cristo. Su obra fue excep cional. Hay que darle gracias a él por lo que hizo por Colombia”.

El padre Diego Jaramillo, eudista, sucesor del padre Rafael al frente de la obra, inició la homilía del fune ral, con la frase labrada en las puer tas del templo del barrio Minuto de Dios: “Amarás al Señor, tu Dios, y a tu hermano, el hombre” (Mt 22, 3739) y dijo: “Esas palabras resumen la vida del padre García Herreros y son como el testamento espiritual que él nos ha legado”.

El Siervo de Dios Rafael García Herreros ejerció los primeros 20 años de su ministerio presbiteral como formador en seminarios: San ta Rosa de Osos, Jericó, Mérida (Ve nezuela), Pamplona, Miranda, Car tagena y Cali. El vicepostulador de la causa, el padre Iván Díaz, eudista, expresa que fue “un gran maestro de espiritualidad, con su testimonio y ascesis, para sus alumnos en los di ferentes seminarios”.

En enero de 1955, el padre García Herreros inició en la televisión co lombiana el programa “El Minuto de Dios”, que realizaba por radio desde 1950. Expresa el vicepostulador de la causa:

“Con El Minuto de Dios, logró llegar al corazón de los colombia nos para trabajar por una revolu

ción social sin derramar una gota de sangre, a la luz del Evangelio y la doctrina social de la Iglesia, buscan do la conversión de ricos y pobres; quiso que intelectuales, científicos, artistas y reinas de belleza dieran a su actividad una finalidad social. En este empeño por comunicar a todos el amor de Dios y su misericordia sin límites, que busca la conversión del pecador, no temió críticas, ame nazas o peligros, cuando se sintió llamado por Dios a involucrarse en procesos de paz con la guerrilla, rescate de secuestrados o entrega de narcotraficantes. Liberado de juicios y prejuicios, se comprometía, a ima gen del Buen Pastor, en rescatar a la oveja perdida. Lo que afectaba al ser humano lo afectaba a él: la pobreza, la enfermedad, el desempleo, la des trucción de los hogares, la pérdida de valores, las tragedias naturales, el desequilibrio socioeconómico. Innovador desde el Evangelio, supo utilizar los medios de comunica ción para transmitir su mensaje; creó obras y actividades para res ponder a las necesidades de vivien da, educación y trabajo, así como para ayudar a los afectados por de sastres naturales”.

El padre Rafael García Herreros con indígenas Bari o Motilones, en el Catatumbo, adonde empezó a ir el padre desde 1963 para llevar progreso y desarrollo.

El padre García Herreros en compañía de monseñor Aníbal Muñoz Duque.

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Notas arquidiocesanas

En su tarea evangelizadora y de promoción vocacional, el padre Rafael desplegó gran actividad literaria mediante cuentos, de los que publicó unos 250; y dejó muchos otros escritos: obras teatrales, vidas de santos, crónicas, oraciones, páginas espirituales. Con ellos y sus “Minutos de Dios” se han publicado 34 volúmenes.

Sacerdote virtuoso

“El Siervo de Dios fue realmente un hombre virtuoso, que amó pro fundamente a Dios y sirvió a la hu manidad”, afirma el padre Camilo Bernal, superior de la Provincia Eu dista Minuto de Dios; y destaca de él: “Su relación de proximidad con Dios, en todos los momentos de su vida, en sus actuaciones, en la toma de decisiones y aun en circunstancias adversas. Su espíritu contemplativo: era un místico, siendo un hombre de muchas realizaciones. Su amor a Dios; era un enamorado profundo de Jesucristo. Su interés y amor por la persona humana; su capacidad de escuchar, atender y, en particular, servir a los pobres y ayudar a trans formar sus realidades”.

Concuerda con esto el padre Díaz: “Su norma de vida fue el amor a Dios y al hombre. Era un sacerdote consa grado, autoexigente, con una intensa vida litúrgica y sacramental y obraba buscando, en todo, la voluntad de Dios. Fue un sacerdote pobre, que vivió con austeridad y nunca tomó para sí nada del dinero que pasó por sus manos con destino a las obras sociales o evangelizadoras”.

Casi desde los comienzos del programa de televisión, el padre García Herreros presentaba cada noche en “El Minuto de Dios” a una de las familias a las que ayudaba con mercado y con el dinero que recibía por el patrocinio del programa.

El superior general de la Congre gación de Jesús y María – Eudistas, el padr Jean Michel Amouriaux, expre sa que el padre García Herreros fue un sacerdote centrado en Jesucristo, que buscó siempre lo mejor para los demás y se esforzó por realizar la comunidad cristiana; y destaca “su permanente rectitud de vida, su fide lidad en el sacerdocio... En esa recti tud de vida, el Siervo de Dios puede ser propuesto como modelo de vida sacerdotal”. Añade que un rasgo ca racterístico del P. Rafael fue su aper tura a las llamadas del Espíritu San to: “Habiendo tenido una educación que pudo ser rígida, en una familia militar, él supo escuchar la llamada de los indígenas, de los pobres, de la Renovación Carismática, de las ne cesidades de su país. A través de esa rectitud de vida, supo adaptarse y crear para responder. No tomaba de cisiones sin escuchar al Espíritu San to. Escuchar los llamamientos del Es píritu, escuchar a la Iglesia, escuchar las expectativas del momento: esto podría ayudar a muchos sacerdotes; estamos en un momento en que se busca el modelo sacerdotal. Por otra parte, en un tiempo en que la credibi lidad de los sacerdotes es muy frágil, el que un sacerdote pueda recibir el honor de la Iglesia como beato y san to es muy importante para la Iglesia. Consuela un poco”.

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La comunidad cristiana, Colombia, la paz

El Siervo de Dios quería confor mar comunidades cristianas; como decía: “familias que viven cristiana mente y que tienen conciencia del bien común como norma… que creen en Dios, en el hombre; recha zan totalmente la violencia, la envi dia y la amargura de vida…”.

Denota el padre Iván Díaz: “El pa dre Rafael se consagró a buscar que la gente viviera un cristianismo co herente, alimentado por la Palabra de Dios y los sacramentos y confiando en la intercesión de la Virgen María; abrió las puertas, en su parroquia, al movimiento Neocatecumenal, a los Cursillos de Cristiandad y a la Reno vación Carismática de la Iglesia cató lica. Desde esta corriente espiritual, se esforzó en promover grupos de oración y comunidades laicales, así como misiones, retiros y conviven cias para laicos, sacerdotes y obispos. Con espíritu abierto y ecuménico, tuvo diálogo con judíos y con cristia nos bautistas y anglicanos, para tra bajar por la unidad”.

“Creo que el padre García Herreros podría ayudar a muchos sacerdotes también a escuchar más las necesida des del pueblo de Dios y del pueblo de Colombia y a trabajar para que

las comunidades cristianas sean real mente sal y luz en la sociedad”, firma el padre Amouriaux,

“La beatificación del siervo de Dios, expresa el vicepostulador, podría con tribuir a dar a conocer e imitar el pro fundo amor a Dios y al ser humano, la asiduidad a la Palabra de Dios; el conocimiento y aplicación del Ma gisterio de la Iglesia; la creatividad y la actividad incansable para llevar el amor misericordioso de Dios a quie nes no lo conocen; el esfuerzo porque la fe y la religión se traduzcan en co munidades vivas que den testimonio y se comprometan, como Iglesia, en construir en el mundo el Reino de Dios. Las enseñanzas del Siervo de Dios cobran actualidad en esta épo ca de nuestra realidad nacional, con vulsionada por la protesta social y las desigualdades socioeconómicas; su mensaje fue siempre el de encontrar el progreso y la promoción del ser hu mano sin conflictos ni derramamien to de sangre, sino desde la conversión del corazón de unos y otros. La obra que dejó el Siervo de Dios, El Minuto de Dios, se ha convertido en un refe rente de promoción de la dignidad humana en el país”.

El padre Jaramillo expresa que el padre García Herreros fue un profeta que quiso remediar los males sociales y su mensaje tiene vigencia: “Muchos

han ayudado a que se ponga en prác tica la doctrina de la Iglesia sobre la justicia social; en este campo, sin nin guna duda, Rafael García Herreros fue un profeta mayor”.

Con la posible beatificación del Siervo de Dios Rafael García Herre ros, dice el Padre Bernal, “El Minuto de Dios recibiría bendiciones. Como fundador, él sigue caminando con su obra, la cuida, la bendice. Y para la Iglesia, su beatificación es un paso extraordinario: él fue el sacerdote más influyente en la segunda mitad del siglo XX en Colombia. El mundo de hoy y la Iglesia colombiana nece sitan santos próximos a su realidad. La Causa de Beatificación del Siervo de Dios tendría un alto sentido y una enorme motivación para la Iglesia y para el pueblo colombiano, en la bús queda de la reconciliación y la paz, en el ejemplo de este sacerdote que se comprometió en esos campos y nun ca empuñó un arma distinta al Evan gelio y que, a través de la Palabra de Dios, construyó grandes propósitos en la Iglesia y el país”.

El Superior General de los Eudistas concluye invitando a todos a orar con la oración de la Causa: “La beatifica ción no se hace por nuestras acciones solamente ni porque haya un lobb ying; se hace por la fuerza del Espíritu Santo”.

Oficina de comunicaciones de la Causa de Beatificación

El padre Rafael con indígenas en el set del programa de televisión “El Minuto de Dios” en enero de 1964. “Los traía el padre García Herreros para presentarlos al país y obtener que éste les ayudara a superar su marginación”, explica el P. Diego Jaramillo.

El padre Rafael García Herreros, Maruja Pachón y Francisco Santos oran, en el marco de una reunión en que los dos periodistas agradecieron al padre García Herreros sus gestiones, pues, gracias a él, el 21 de mayo de 1991 fueron liberados del secuestro en que los tuvieron “los extraditables”.

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Nuestros Hermanos Mayores

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Posteriormente, estudió teolo gía en el Seminario Mayor de Bogotá. Fue ordenado sacerdo te para la Diócesis de Arauca el 2 de febrero de 1974, por mon señor Jesús Emilio Jaramillo, obispo mártir, declarado beato el 8 de septiembre de 2017.

“Fue por nuestra fe,porque la fe, el Evangelio, cuestiona”

Afirma al referirse a la razón por la que tuvo que separarse de su amada comunidad de ‘La Esmeralda’, en Arauca, región del Sarare, al este del país, don de inició su servicio pastoral y evangelizador.

“Yo llegué siendo jovencito, a los 27 años; a mí me encargó el bea to Jesús Emilio Jaramillo como el coordinador del equipo de pas toral Pío XI, entonces, me tocó liderar toda esa pastoral en este territorio que apenas nacía (…) Hacia dentro, sin carreteras, sino por trocha, por camino de herra dura, yo recibí La Esmeralda, un caserío muy pequeño, pero lo acogí con mucho cariño y con esa juventud de sacerdote que todo lo sueña y todo lo puede… Me quedaba en cualquier casita en la que me daban la oportuni dad de colgar la hamaca, pues en ese tiempo ni cama ni nada, pero yo era feliz en eso”, afirma. En estas tierras marcadas por la violencia, por la presencia de distintos grupos al margen de la ley y por el olvido institucional, permaneció por 15 años lideran do distintos procesos y proyec tos de desarrollo integral, en las áreas de educación, salud y or ganización comunitaria, princi palmente.

“Yo atendía una región comprendida entre La Esmeralda y Bocas del Ele; me gastaba dos días para ir a visitar a esta co munidad. Tenía que ir a pie, en lancha y a caballo. Allí duraba tres, cuatro días, para adminis trar sacramentos, bautismos, primera comunión, confirma ciones, matrimonios... Esa era la dimensión de lo que fue mi pri mera parroquia en La Esmeral da. Yo fundé más de 40 veredas de mi sector.

Lo primero que hice fue el Hogar Juvenil Campesino y un inter nado para niños del campo, en este lugar acogíamos unos 80 niños y niñas internos, que es tudiaban en el colegio y los sá bados se iban a sus veredas (…) También, se apoyó en la crea ción del hospital y se fundó el instituto San José Obrero, a tra vés del que capacitamos a más de 3.500 campesinos en distin tas áreas”.

Así, en medio de la compleja situación de la zona, la comu nidad encontraba algo de espe ranza, hasta que todo cambió.

“En 1982 aparece un aviso de ellos. Ahí comenzó a cambiar todo, vino la muerte, vino la violencia, pero aún, en medio de esa violencia, de esa muerte, yo seguí trabajando y la Diócesis me apoyó”.

Así fue hasta el final del año 1989. Pocos días después del asesinato de monseñor Jesús Emilio Jaramillo recibió la advertencia de que debía salir del territorio, evitando “correr la misma suerte del beato”.

“Tres sacerdotes fuimos ame nazados, entre esos, monseñor Jorge Acevedo, el padre Genaro

Yepes y yo. Frente a las amena zas que fueron comprobadas, muy delicadas, la gente me pi dió que mejor me fuera. Que me querían mucho, que yo era una necesidad para ellos, pero que me querían vivo”.

Un nuevo camino pastoral

“Llegué a la parroquia de San Gregorio Magno y allí comencé mi trabajo con la Arquidiócesis de Bogotá. Luego, me envia ron a la parroquia San Esteban Protomártir, allí construimos un templo y una comunidad muy bella. Después monse ñor Nieto me pide que pasara a Venecia. Luego, a la parroquia San Antonio de Padua, donde adelanté reparaciones del tem plo en infraestructura y obras, que hacen parte del patrimonio cultural. Logramos organizar la comunidad, la embellecimos, ahorita es un templo bellísimo”.

“Como eso lo dirige Dios, quién sabe qué pensará Él; si me tuvo lo otro tan maravilloso, que me tendrá ahora después”.

Señala al iniciar su etapa como obispo emérito. Actualmente se encuentra en Paipa, en casa pa terna.

“En estos días me he dedicado como a acomodarme. Estoy tra tando de organizarme de una manera ya no directa con la pa rroquia, pero quiero ayudar en las parroquias, quiero seguir mi obra. Yo puedo sostenerme en dos parroquias más” (sonríe). “Y no sé si termine haciendo algu na obra, porque soy muy amigo de las obras sociales”.

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Sistema Educativo de la A rquidiócesis de Bogotá

En el SEAB me formo integralmente’

Fue el lema que acompañó la sema na del Sistema Educativo de la Arqui diócesis de Bogotá (SEAB), durante el 2021.

Con un enfoque en la formación integral, del 6 al 11 de septiembre, se realizaron diversas actividades recreativas, formativas, artísticas y espirituales, en modalidad semipre sencial, con los 19 colegios que ha cen parte del Sistema Educativo y con la comunidad de la Fundación Universitaria Monserrate.

La apertura de la jornada estuvo a cargo de monseñor Ricardo Pulido Aguilar, director general del SEAB, quien, refiriéndose al enfoque pro puesto para la semana, explicó que “nuestra vida es una reunión de muchas realidades: somos personas académicas, intelectuales, afectivas, lúdicas, relacionales, que soñamos,

que queremos construir una vida grande (…) Y para aprender a vivir, a convivir, a transformar la vida, a ser felices, necesitamos formarnos”.

Conscientes de ello, agregó, “en el SEAB no se forma solamente en lo académico sino en todo lo que so mos, en nuestra integralidad”.

El sacerdote, también, manifestó su gratitud con la comunidad educa tiva y envió un mensaje a cada uno de ellos.

A los niños y niñas del SEAB, quienes se encuentran iniciando su formación, les recordó que “ustedes están llamados a ser personas felices, a comunicar esa alegría a sus papás,

a sus compañeros, a sus abuelitos, a toda su familia”.

A los Jóvenes vinculados al Siste ma Educativo, en el nivel secunda rio, les animó a reconocerse como “la semilla de un mundo nuevo (…) Ustedes pueden cambiar este mundo si se forman integralmente, si son ca paces de desarrollar sus sentimien tos, su afectividad, su sentir; si son capaces de aprender a manifestar lo que sienten, de manera constructiva, y a aportar con su alegría y con su presencia”.

A los universitarios, les invitó a asumir con valentía la transforma ción de la sociedad, “de una manera

Encuentro de Monitores del Plan Pastoral SEAB -Estudiantes de grado 6º
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más cercana”. Esto solo es posible, precisó, “si son capaces de entender que es desde la integralidad donde podemos construir un país nuevo, un mundo mejor”.

Finalmente, manifestó su gratitud a “todos mis queridos estudiantes, docentes, que aportan en cada mo mento su grano de arena para la construcción de una nueva nación, de una nueva Iglesia (…) Y, a mis queridos padres de familia, gracias por confiar en el SEAB”.

Impacto en: 16.040 familias Egresados SEAB 70.989

Balance de la jornada y formativos

El padre Rubén Darío Hernández Perdomo, capellán general del SEAB, al realizar un balance de la jornada, destacó que “podemos ver la manera en la que hemos avan zado en el uso de las tecnologías, para permitir una comunicación sincrónica y la participación de muchas voces; ejemplo de ello, fue lo vivido en el foro de derechos humanos o en las distintas actividades académicas”.

Paralelo a esto, también, se evidenció los desafíos para el Sistema Educativo de la Arquidiócesis, en el contexto actual.

“La interacción en alternancia ha afectado el proceso educativo a la hora de la so cialización del conocimiento y de la comunicación entre pares. Los profesores han perdido la interacción vital con los niños y estos con otros niños, lo cual afecta el pro ceso de maduración humana, de desarrollo de la emocionalidad, de la aceptación de la diferencia y del cultivo de la relación más cercana”, explicó el sacerdote.

Ante esta realidad, precisó: “la semana del SEAB nos plantea la necesidad de seguir trabajando en los diálogos de aporte e incidencia social (…) Continuar formando de manera integral, darle un sentido de transformación a la realidad social desde la propia transformación en el deseo de humanización y de aportes de construcción de tejido social; también, desde la ciencia, desde el saber, desde el conocer, desde el proponer”.

de Bogotá -

Retiro espiritual de docentes SEAB Colegio parroquial ‘Monseñor Emilio De Brigard’ Impacto SEAB - agosto 2021
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis
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19 Rectores 18 Capellanes 847 Docentes 33 Orientadores 196 Administración 14.779 Estudiantes 90 Colaboradores de servicios generales 58 Coordinadores y directores de programa

Parroquias

Parroquia madre de Bogotá: Santa Bárbara de Usaquén

Historia, cultura y evangelización por más de tres siglos.

La parroquia Santa Bárbara de Usa quén, ubicada al nororiente de la ciudad de Bogotá, nace en un contexto indíge na. Con más de 350 años de creación, se constituye en eje central del proceso de evangelización y desarrollo cultural de esta zona de la capital colombiana, habitada durante la época prehispáni ca por un poblado muisca, desplazado hacia el sur por decreto real”.

“Aquí habitaba una tribu indígena, cuyo cacique le denominaban el Usaquén, por eso esta zona se denomina Usa quén. Se cree que esta parroquia nace en 1665; aunque no se reconoce propia mente el lugar y el terreno donde se edi ficaba el templo”, explica el sacerdote Juan Carlos Bejarano Cubillos, C.J.M., actual párroco en esta comunidad, al referirse a los inicios de esta parroquia, considerada uno de los mayores tesoros arquitectónicos de Bogotá.

“A su llegada los colonos españoles desplazaron a la comunidad indígena hacia Soacha y abordaron todos estos territorios con pequeñas fincas; crea ron solamente el pueblito fundacional, de las cuatro cuadras alrededor de la plaza y allí nace el templo parroquial”, agrega el padre Juan Carlos.

La acción pastoral y evangelizadora fue asumida inicialmente por los frai les dominicos, “ellos estuvieron alre dedor de los dos primeros siglos como administradores parroquiales y párro cos del templo, después con la llega da de los padres Eudistas a la zona, a fundar su Seminario en este territorio, hace más de un siglo, la Arquidiócesis de Bogotá les concede la administra ción de la parroquia y desde allí esta mos acompañando a la feligresía “.

De acuerdo a los archivos parroquia les, se tiene información que el primer sacerdote a cargo de la parroquia San ta Bárbara de Usaquén fue Fray Mar cos Camargo, en el año de 1742.

Templo doctrinero

La Iglesia, junto con la plaza fundacio nal, fue el lugar de fundación del pobla do de Usaquén desde la época Colonial.

La ubicación precisa de este templo, no se conoce, pero se presume que fuera la misma en la cual se construyera o se convirtiera posteriormente a parro quia, después de 1.759 (indicación de abolición de los resguardos).

“Del primer templo al templo que tene mos construido parece que hubo una renovación, pero, a través de tres siglos de historia que tiene este templo, se piensa que ha tenido más intervencio nes, principalmente en la estructura del techo, del piso y las ventanas. También en los nichos que antes eran numerosos en el interior de la estructura del tem plo”, precisa el sacerdote Eudista.

Intervenciones –restauraciones

Según la reseña realizada por el padre Eudista Álvaro Botero Álvarez, en la

década del 2000 - retomada en el Es tudio de valoración - templo de Santa Bárbara - Arq. Ángela Mercedes Ria ño- en 1775 se interviene el templo rea lizando el cambio de tejado y algunas vigas de la iglesia, y se determina que se debe volver a construir la Sacristía que está desplomada”.

“Era la iglesia de Santa Bárbara de Usa quén de tapia pisada, adobe y teja de barro. Su espadaña alojaba tres cam panas que sonaban cuatro veces al día. En las mañanas las beatas vestidas de pañolón negro con su catrecillo de ter ciopelo y haciendo cruces mal hechas, mojadas en agua bendita invadían el templo. El carácter medieval lo daba el canto gregoriano que nadie compren día y ascendía, mezclando con olor a incienso, fundiéndose al retablo de madera, tallada y estofada en pan de oro, con sus santos tristes que parecían vivos, hechos por artistas y artesanos coloniales como los Figueroa, Vásquez Arce y Ceballos, quienes en sus talle res molieron pigmentos con linaza y trementina, para sobre yutes crear la

Finalmente, el padre Juan Carlos, tras compartir con Fraternidad el proceso de creación y consolidación de esta comunidad parroquial, el valor histórico y arquitectónico del templo y los desafíos pastorales vividos a lo largo del servicio en esta parroquia, recuerda a los bautizados que peregrinan en esta porción del pueblo de Dios que: “el Señor nos ha bendecido abundantemente a través de la parroquia Santa Bárbara de Usaquén. Sigamos acogiendo sus bendiciones (…) que Jesucristo sea el Rey y Señor de cada uno de nosotros”

1920. Fuente: Archivo de la Parroquia de Usaquén, Padres Eudistas.

1893
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iconografía americana” (Estudio de valoración - templo de Santa Bárbara -Arq.ÁngelaMercedesRiaño).

En el mismo estudio, se indica que “el proceso de reconstrucción de la Iglesia que hoy conocemos estuvo acompa ñado de acontecimientos que influye ron para su consolidación: la venta de las tierras que constituían el antiguo

resguardo; la constitución de la parro quia; el regreso de los indígenas desde el resguardo de Soacha a su antiguo resguardo, los cuales finalmente con tribuyeron en la reconstrucción de la iglesia de Usaquén”.

En 1781, la iglesia es intervenida nueva mente, señala el registro en mención, “con la reparación del retablo y el arco toral, obra que realizan los indígenas. Se reconoce en la iglesia para esta épo ca, el uso del bahareque y los amarres realizados con fibras naturales, la teja de barro, los aleros con canes y las grandes puertas en madera”.

En 1939 se diseña la nueva torre por el padre francés Andrés Basset, que reem plazará la espadaña de 3 campanas.

Para 1940 se está construyendo la torre actual, y para 1941 ya está terminada.

En el 2014 se proyecta la restauración del techo y su estructura luego del de terioro natural de sus materiales, que se acrecentó con la ola invernal del 2010.

Tras la pandemia, el templo hoy se en cuentra con las adecuaciones estruc turales necesarias y las puertas abier tas para acoger en la fe a niños, niñas, jóvenes, adultos y personas mayores.

Dinamismo pastoral

La parroquia Santa Bárbara de Usa quén, perteneciente a la Vicaría Padre Misericordioso, se ha caracterizado por acompañar pastoral y espiritualmente tanto a residentes como a visitantes, quienes, atraídos por la belleza y valor histórico tanto de la localidad como del templo parroquial, visitan el lugar, so licitan la administración de sacramen tos, principalmente el matrimonio; van en búsqueda de asistencia espiritual o a participar en la santa misa.

“Celebramos cinco misas en el templo el día domingo, tres entre semana, con buena asistencia y con un aforo que nos permite mantenernos bioseguros. Tam bién continuamos con las transmisiones virtuales y los grupos, movimientos, van regresando a la presencialidad”.

Desafíos en tiempo de pandemia

Esta parroquia reaccionó rápidamen te, a través de las redes sociales, para transmitir y seguir el funcionamiento virtual de las celebraciones eucarísti cas, señala su párroco, quien acompa ña esta comunidad desde hace más de 6 años. Actualmente, adelanta la tarea pastoral de la mano de los presbíteros Nicolás Otero y Gerardo Amado, vica rios parroquiales.

Ante el progresivo retorno a la presen cialidad se ha establecido el aforo y las condiciones necesarias para retomar la acción pastoral y evangelizadora con todos los protocolos de bioseguridad.

1940 2021 Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 33
1925
1941
2021

Especial: arte sacro

‘La Iglesia como custodia del ARTE

Los procesos de evangelización, cristia nización y desarrollo cultural, a lo largo de la historia, han caminado de la mano, siendo el arte instrumento de apoyo en la expresión de la fe y devoción de los pue blos; así como en la configuración de las sociedades.

Así lo refiere, el cardenal Rubén Salazar Gómez, en el prólogo de la publicación ‘Arte Sacro, 450 años – Arquidiócesis de Bogotá’, en el que precisa que “la Palabra del Señor, asimilada por la fe y la devoción del pueblo de Dios; la vida de los santos que han iluminado la vida de la Iglesia a lo lar go de los siglos; el afán de plasmar en el arte los contenidos de la misma fe, llevaron a muchos artistas – profundamente creyen tes e intérpretes de la fe del pueblo de Diosa concebir y realizar estupendas obras de: pintura de caballete, esculturas, retablos, en los cuales se expresó la riqueza admira ble de la fe, de la devoción, de la esperanza.

La Arquidiócesis de Bogotá no fue ajena a esta realidad, por el contrario, desde antes de su constitución, hace 459 años, se inició una serie de dinámicas que llevaron a que “las parroquias fueron dotadas, por párro cos, fieles o personajes de la vida pública de: pinturas, esculturas y elementos para el culto, todos devocionales, que con el paso del tiempo se convirtieron en colecciones de arte religioso (…) La mayoría de cuadros que se realizaron se hicieron como elemen tos de culto, con una característica funda mental: ser elementos para realizar cate quesis”, explica el padre Edison Sahamuel Ortiz, delegado para el patrimonio en esta iglesia particular y curador de la colección que tiene el Palacio Arzobispal.

Este acervo cultural y patrimonial, del que la Iglesia es tenedora, la convierte en “cus todia de estos elementos: arquitecturas, bie nes muebles, mobiliario, joyas… “, compro metiéndose con su cuidado y conservación.

Sobre el rol de custodia del arte, de manera específica en la Arquidiócesis de Bogotá, Fraternidad conversó con el padre Edison Sahamuel Ortiz, y esto fue lo que nos com partió:

Anónimo. VirgenDolorosaode laPaloma. Óleo sobre tela. Siglo XIX. 101 x 136 cm. Tomado de: Libro Arte Sacro, publicación de la Arquidiócesis de Bogotá.

Faternidad: ¿En qué consiste la la bor de la Iglesia como custodia del arte?

Padre Edison Sahamuel Ortiz: la tarea de la Iglesia universal es prote ger, conservar todas las obras de arte que se encuentran en distintos luga res, especialmente, lugares de culto, templos, casas curales y algunas ofi cinas, para que esas obras permanez can en el tiempo.

En el caso de la Arquidiócesis de Bogotá, hemos buscado protegerlas, cuidarlas, conservarlas y, en muchos casos, restaurarlas.

(F): ¿Qué compone el acervo pa trimonial, cultural y artístico de la Arquidiócesis de Bogotá?

(ESO): En todas las áreas del patri monio, la Iglesia es una dinamizadora, tenedora y propietaria de esos inmue bles (edificios; templos; casas curales; lugares de culto, llámense rectorías,

parroquias. También, en el campo de lo material, todo lo que concierne a la pintura de caballete, escultura, or febrería.

Asimismo, es poseedora de unas muy buenas colecciones de textiles, que se conservan en muchos lugares de la Iglesia. Nosotros, en Bogotá, tenemos textiles desde el siglo XVI y estamos trabajando a ver cómo se logra construir un espacio para su exposición.

Además, se mantiene y conserva todo el legado de tradiciones ances trales, que son inmateriales.

(F): ¿Dónde reposa este patrimo nio, acervo cultural, y cómo se ga rantiza su cuidado y preservación?

(ESO): En nuestro caso, en dis tintos lugares dentro de la ciudad, donde se encuentran las estructuras arquitectónicas - templos, casas cu rales... Las colecciones se ubican en

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Anónimo. Retablillode laVirgendelTopo. Óleo sobre tela. Siglo XVIII. 52x73 cm.

Tomado de: Libro Arte Sacro publicación de la Arquidiócesis de Bogotá

Anónimo. SanFranciscode Asís.Talla en madera. Siglo XVIII. 102 x 44 x 27 cm.

Tomado de: Libro Arte Sacro publicación de la Arquidiócesis de Bogotá.

lugares específicos definidos como contenedores, algunas son custo diados por comunidades religiosas, quienes tienen un acervo patrimo nial extraordinario, por ejemplo, San Francisco, San Ignacio y otros tem plos.

Los mismos lugares en donde las obras están ubicadas se convierten un poco en museos. Por ejemplo, la Catedral Primada, que es un espacio cultural pleno para la música, para la pintura, para la escultura.

En las parroquias Egipto y Nuestra Señora de las Aguas tenemos pintura mural, que eran catequesis, buscaban enseñar a la gente, al tiempo de ser elemento decorativo.

Otras colecciones han estado ex puestas a mucho espolio y finalmente se han sumado a la colección de la Ar quidiócesis de Bogotá, en lo que llama mos la Curia o Palacio Arzobispal.

(F): ¿Cómo responder a los distin tos cuestionamientos sobre por qué conservar este patrimonio, acervo cultural, y no venderlo para subsanar tantas necesidades en el mundo?

(ESO): Su venta no solucionaría los problemas sociales de gran enverga dura que tiene nuestro país y perdería mos un extraordinario acervo cultural e histórico. Además, nos estaríamos exponiéndonos a una crítica mayor,

porque los bienes son de la Iglesia en los fieles; es decir, no son del arzo bispo, no son del episcopado, no son de la Curia.

Es diferente que, por seguridad, muchos de esos bienes llegan hasta nosotros para ser conservados. Esto no quiere decir que podamos dispo ner de estas piezas.

Dos décadas al servicio de la preservación y cuidado del arte en relación a nuestra fe

(F): ¿Cuál es el balance?

(ESO): Creo que ha sido un tiempo maravilloso, de la mano de obispos y sacerdotes que han hecho posible esta misión.

Por apoyar espacios para que el patrimonio se conserve, agradeci mientos especiales a: cardenal Pedro Rubiano Sáenz, cardenal Rubén Sa lazar Gómez, arzobispo Luis José Rueda Aparicio, monseñor Rafael Cotrino, vicario administrativo de la Arquidiócesis de Bogotá

Hoy, casi 19 años después de haber iniciado ese trabajo aquí, vemos que la colección está casi en su totalidad restaurada y conservada, esto es algo de lo que nos podemos sentir orgu llosos; así como de los libros: ‘Arte Sacro’ e ‘Iglesias, Ermitas, Parroquias

Anónimo. MediacióndeSanJosé Óleo sobre madera. Siglo XVIII. 42 x 77 cm

Tomado de: Libro Arte Sacro, publicación de la Arquidiócesis de Bogotá.

del siglo XVI al XVIII’, que son dos publicaciones de referencia.

También, se destaca el pequeño museo en el Palacio Arzobispal, con unas piezas realmente extraordina rias. Tenemos pintura de caballete, escultura y orfebrería.

(F): Padre, nos ha compartido que su servicio en esta área está próximo a concluir, ¿cuál es el ma yor desafío que va a encontrar la persona que asuma esta tarea?

(ESO): Creo que una de las gran des tareas que va a tener es la difusión del patrimonio (…) Hacer difusión nos ayuda no solamente a cuidar las obras, sino a mantenerlas seguras.

(F): ¿Qué viene para usted?

(ESO): Además de darle las gracias a los obispos que han estado aquí en la Arquidiócesis de Bogotá desde que yo estoy en el cargo, quiero expresar el deseo de poder colaborar de distintas formas en lo que es la conservación del patrimonio en nuestra arquidió cesis, en nuestra ciudad y en nuestro país. Creo que cuando uno tiene ex periencia, la debe poner al servicio; el Señor nos llama para eso.

También, seguiré trabajando como sacerdote y como párroco.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 35

Especial: arte sacro

El padre Edison Sahamuel Ortiz es especialista en conservación y restauración del patrimonio arquitectónico y urbano; magister en restauración de monumentos arquitectónicos; y licenciado en Teología.

Fue ordenado el 6 de diciembre de 1984 por monseñor Rubén Buitrago Trujillo.

Servicios pastorales: Párroco en Santa María del Cedro Miembro de la Comisión Arquidiocesana de Infraestructura y Patrimonio Delegado arzobispal para el patrimonio Miembro de la Junta para la Conservación del Patrimonio de la Catedral de la Arquidiócesis de Bogotá

Izquierda: Gregorio Vásquez. Ecce Homo. Óleo sobre tela. Siglo XVIII. 64x85 cm.

*Tomado de: Libro Arte Sacro, publicación de la Arquidiócesis de Bogotá.

Derecha: Anónimo. SanGregorio. Óleo sobre tela. Siglo XVIII.110 x 137 cm.

*Tomado de: Libro Arte Sacro publicación de la Arquidiócesis de Bogotá.

Pintores y artistas destacados de los que la Arquidiócesis tiene obras

• Antonio Acero de la Cruz: Pintor bogotano del Reino de la Nueva Granada (1600 - 1667).

Baltasar Vargas de Figueroa: Pintor neogranadino (16291667).

• Gaspar de Figueroa: Pintor colonial (1594-1658).

Ricardo Acevedo Bernal: Pintor, retratista, fotógrafo y compositor musical colombiano (1867 - 1930).

• Ramón Torres Méndez: Fue uno de los más importantes pintores colombianos del siglo XIX (1809-1885).

• Santiago Páramo, S.J.: Sacerdote, pintor y muralista (18411915). Dentro de sus obras se destaca: una monumental estatua de San Luis Gonzaga, en yeso bronceado; los decorados para representaciones teatrales; la construcción de la iglesia de San Vicente y la realización de algunas de sus pinturas; la iglesia de San Ignacio y de su antigua sacristía, la capilla de San José. (Tomado de Enciclopedia.banrepcultural.org)

Gonzalo Ariza Vélez: Artista colombiano, realizó las primeras fotografías de la cédula de ciudadanía en Bogotá, además de fotografías urbanas e históricas, postales con composiciones de poetas y retratos artísticos (1912 - 1995).

• Coriolano Leudo: Pintor, dibujante, escenógrafo, docente y caricaturista (1866 – 1957).

• Fernández de Heredia: Activo en Santafé hacia 1624, Thomás Fernández de Heredia fue cabeza de una familia de pintores conformada por sus hermanos Alonso y Pedro, y probablemente también por su hijo (Tomado de: enciclopedia. banrepcultural.org).

Castillo Cervantes: Pintor (1922 – 1995).

• José María Espinosa: Prócer de la Independencia, pintor y cronista colombiano (1796-1883).

36 - Fraternidad - octubre 2021

Cambio en la Cancillería

Reconocimiento

Después de estar al frente de la Cancillería de la Arquidiócesis de Bogotá por 10 años, terminó su labor el padre Ricardo Pulido Aguilar. Acompañó al carde nal Rubén Salazar en todo su gobierno pastoral y el primer año del arzobispo Rueda Aparicio.

Quienes trabajaron cerca de él y, en general, todo el clero reconoce que la misión del padre Pulido fue muy eficiente y que realmente le dio un carácter muy ejecutivo a este cargo de la Curia arquidiocesana. Los asuntos bajo su res ponsabilidad se resolvieron siempre con prontitud y agilidad. Además, supo delegar para que todos los temas fluyeran de acuerdo con las necesidades de la Arquidiócesis, de las instituciones y del presbiterio en sus diversas misiones.

El padre Pulido se destacó por su perfecta fidelidad a la Iglesia y a los arzo bispos que acompañó. Para los sacerdotes de esta iglesia particular fue siem pre un servidor cercano, acogedor y claro en sus indicaciones. También, fue sabio en saber armonizar la tarea de las distintas instancias de la Curia y de la Arquidiócesis.

Ahora, el padre Ricardo Pulido continúa su labor al frente del SEAB y asume también la vicaría que tiene a su cargo toda la dimensión social de la evan gelización. Con su inmensa capacidad de trabajo, seguramente en estas tareas también se destacará para bien de la Arquidiócesis y de los fieles de la Iglesia.

padre Ricardo Pulido por su gran trabajo en la Cancillería de la Arquidiócesis de Bogotá y le desea muchos frutos en sus nuevas tareas sacerdotales!

Notas arquidiocesanas

Afirma el padre Hernán Javier Hernández Ruiz, nuevo canciller de la Arqui diócesis de Bogotá, quien manifiesta su alegría y compromiso con la misión encomendada, la cual espera adelantar siendo “presencia de la Iglesia desde esta dependencia; testimonio sacerdotal ( ); puente entre el señor arzobispo y cada uno de los sacerdotes, las religiosas, los religiosos, los consagrados y los laicos”.

“Recibo este servicio con alegría y mucha esperanza (…) siento que este lla mado ha sido de la Providencia Divina y por eso me fío en ella para que guíe este camino”, ha señalado.

El sacerdote, oriundo de Cáqueza (Cundinamarca) y ordenado el 3 de diciem bre de 2005 por el señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz, para esta iglesia particu lar, en estos cerca de 16 años de ministerio sacerdotal, ha servido como: vicario parroquial en San Marcelino Champagnat (2005); administrador parroquial en Nuestra Señora del Carmen - Guayabetal (2006); párroco en Nuestra Señora del Carmen - Guayabetal (2009); formador del Seminario Conciliar de Bogotá (2014); párroco en Santo Cura de Ars (2016); rector del colegio parroquial Santo Cura de Ars (2016); miembro del Equipo Arquidiocesano de Animación Vo cacional (2017); arcipreste del Arciprestazgo 3.1(2020); y notario auxiliar de la Vicaría Episcopal Territorial del Espíritu Santo (2020).

Actualmente, se desempeña como: canciller y notario general de la Arquidió cesis de Bogotá; director de la Oficina de Personas Jurídicas; delegado arzobis pal para la Causa de Partidas; secretario del Consejo Episcopal; secretario del Consejo Presbiteral; secretario del Colegio de Consultores; y rector de la Iglesia San Juan de Dios.

"Le pido a Dios que nos acompañe en este trabajo. Él, que nos ha puesto a caminar juntos en este servicio, sea el que ilumine y santifique la obra en nuestras manos; que todo lo que hagamos sea con cariño, con unción, con entrega, con sentido de Iglesia”, agregó el presbítero.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá -

“Vengo con la ilusión de servir con toda mi disponibilidad y cariño, desde una actitud de acogida y humanidad”
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Notas arquidiocesanas

Acto de entrega ‘frutos de la Maratón

¡Porque la Fe es Acción!’ ¡Gracias por su generosidad!

En el salón Santa Bárbara, de la Curia Arzobispal, el 1 de octubre 2021, fueron presentados los frutos de la pri mera maratón de la Arquidiócesis de Bogotá, desarrollada el viernes 6 y sábado 7 de agosto del año en curso, bajo el liderazgo de la Oficina Arquidiocesana de Acción y Parti cipación de los Fieles, en alianza con el canal Teleamiga y las distintas estructuras e instituciones de esta iglesia par ticular.

Durante la transmisión ininterrumpida de 27 horas, se recaudaron fondos para contribuir al financiamiento de las obras y parroquias de la Arquidiócesis de Bogotá, a través de las que se atienden más de 3 millones de personas.

554 millones 407 mil 989 pesos fue el monto recauda do gracias a la generosidad, el cariño y la fe convertida en acción, de cientos de personas y empresas hacia nuestra Iglesia.

“Los desafíos del siglo XXI nos han llevado a replantear la manera como gestionamos nuestros procesos para se guir trabajando por el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades más vulnerables de la ciudad. De esta manera, y en respuesta a la necesidad evidenciada en im plementar procesos que permitan la sostenibilidad de las organizaciones sociales, educativas y pastorales, la Oficina de Acción y Participación de los Fieles-APF, en cabeza de Monseñor Rafael Cotrino y Kenny Lavacude, se ha plan teado como objetivo fortalecer las obras y parroquias de Nuestra Iglesia Particular”, señalaron los organizadores de la jornada.

50 personas lideradas por el director ejecutivo de la Fun dación San Antonio, junto con el equipo de la Oficina Ar

Reconocimiento especial a Teleamiga, canal aliado para esta Maratón y con el cual se logró llegar a más de 8 millones de hogares, a través de los 1.760 sistemas de cable y antenas parabólicas, con alcance del 94% de los municipios de Colombia y presencia en 32 países.

quidiocesana de Acción y Participación de los Fieles-APF, la Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones y el canal Teleamiga, lograron hacer realidad esta primera Maratón. Además, se contó con 236 voluntarios, quienes trabajaron incansablemente para recolectar datos, hacer llamadas, enviar correos electrónicos y visitas puerta a puerta a los fieles que deseaban realizar sus aportes.

38 - Fraternidad - octubre 2021

Entrega de donativos

12 obras, dirigidas a distintos gru pos poblacionales: niños, jóvenes, adultos, personas mayores, en condiciones sociales y realidades diversas, algunas de ellas, en esta do de vulnerabilidad, se verán be neficiadas con estos aportes. Entre ellas se encuentran:

Fundación Casa de Ejercicios Es pirituales – EMAUS

• Fundación Caja de Auxilios para el Clero

Fondo para la Creación y Soste nibilidad de Nuevas Parroquias Sistema Educativo de la Arqui diócesis de Bogotá - SEAB

• Fundación para la Solidaridad del Buen Samaritano y Casa Centro Día

• Casa Centro Día

• Fundación Música en los Tem plos Conferencia Episcopal de Co lombia

• Fundación de Atención al Mi grante - FAMIG

Fundación Callejeros de la Mise ricordia

• Parroquias San Ambrosio

• Parroquia Nuestra Señora de Al tagracia, en la localidad de San Cristóbal

En el 2022 se realizará la segun da gran maratón arquidiocesana ¡Porque la fe es acción!, los días 4, 5 y 6 de agosto.

Desde la Cancillería

Comunicado No. 015

Queridos integrantes del ministerio parroquial de retiros Emaús en la Ar quidiócesis:

Les hago llegar en primer lugar un saludo muy cordial en el Señor Jesucristo muerto y resucitado por la salvación de todos.

Al mismo tiempo, les reitero mi gratitud por el generoso y fructuoso apos tolado parroquial que realizan y en virtud del cual muchas personas han vi vido la alegría del encuentro personal con Cristo y emprendido procesos de iniciación cristiana.

Por sentido de responsabilidad y de cuidado del don de la vida, el Comité Arquidiocesano de acompañamiento de la experiencia de Emaús en la Ar quidiócesis, había solicitado la suspensión de los retiros desde hace ya varios meses.

Hoy, consciente del avance esperanzador de la vacunación en Bogotá, he resuelto reabrir la posibilidad de que los retiros vuelvan a hacerse en las pa rroquias de la Arquidiócesis de Bogotá.

Para que su realización sea segura, el comité de acompañamiento ha dise ñado una serie de protocolos que pido encarecidamente se cumplan con la mayor rigurosidad.

Jesucristo resucitado nos envía a anunciar la Buena Nueva en las circuns tancias ordinarias de nuestra vida y mediante el servicio de los retiros. Seamos valerosa y gozosamente testigos de la esperanza y del amor cristiano en un mundo tan marcado en estos momentos por la incertidumbre y el dolor.

¡Jesucristo ha resucitado, en verdad resucitó!

Bogotá D.C., 20 de agosto de 2021.

+Luis José Rueda Aparicio Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia

Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia

Comunicado No. 050 – 2021

Nombramientos en la Arquidiócesis de Bogotá

La cancillería arquidiocesana comunica los nombramientos hechos por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá.

1. Párrocos:

Al señor presbítero Leandro Antonio Ruiz España, en la parroquia El Santo Cura de Ars, Vicaría Episcopal Territo rial del Espíritu Santo.

Al reverendo padre Sergio Augusto López Sánchez, S.D.S., en la parroquia El Divino Salvador, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 39

Desde la Cancillería

2. Nombrar Administradores Parroquiales:

Al reverendo padre Camilo Andrés Ro dríguez Varón, C.F.S., en la parroquia El Señor de la Columna, Vicaría Epis copal Territorial de San José.

Al señor presbítero Alessandro Alessi en la parroquia San Pedro Fabro, Vica ría Episcopal Territorial de San José.

3. Nombrar Vicarios Parroquiales:

Al reverendo padre Óscar Alejandro Ángel Martínez, L.C., en la Parroquia Basílica Menor La Inmaculada Con cepción – Cáqueza, Vicaría Episcopal Territorial de San José.

Al reverendo padre Eberto Cano Álva rez, S.D.S., en la Parroquia Madre del Salvador, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

4. Nombrar en Otros Cargos:

Al señor presbítero Leandro Antonio Ruiz España, rector en el Colegio Pa rroquial Santo Cura de Ars – SEAB.

Al señor presbítero Rafael María De Brigard Merchán, director de la revis ta “La Iglesia”, Órgano Oficial de la Ar quidiócesis de Bogotá.

5. Nombrar seminaristas de Año de Inserción Eclesial:

Diego Otero Espinel, adscrito en la pa rroquia Santa María del Camino, Vica ría Episcopal Territorial de San Pedro.

David Felipe González Ardila, Adscri to en la Parroquia San Mario, Vicaría Episcopal Territorial de San José.

Erick Joseph Mtey, Adscrito en la Ba sílica Menor Nuestra Señora de Lour des, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

6. Licencias:

Renovar la licencia por tres (3) años renovables para que en el Oratorio del Centro de Formación CGA - SENA, ubicado en la Avenida Caracas No. 13 – 88 Piso 11, se mantenga la reserva del Santísimo Sacramento bajo la respon sabilidad pastoral del Capellán.

Bogotá, 20 de julio de 2021.

Nombramientos en la Arquidiócesis de Bogotá

A través del comunicado No. 049/2021, la cancillería arquidiocesana comunica los nombramientos hechos por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá.

1. Nombrar Vicarios Episcopales:

Al excelentísimo monseñor Germán Medina Acosta, vicario episcopal de Evangelización y vicario episcopal

para el Anuncio, Formación en la Fe y Diálogo con la Cultura.

Al ilustrísimo monseñor Daniel Del gado Guana, vicario episcopal para la Comunión y Participación.

Al excelentísimo monseñor Luis Ma nuel Alí Herrera, vicario episcopal para la Vida Religiosa, Asociaciones y Movimientos Laicales y director de la Oficina para el Buen Trato.

Al ilustrísimo monseñor Ricardo Alon so Pulido Aguilar, vicario episcopal para la Dimensión Social de la Evan gelización.

2. Nombrar Canciller:

Al señor presbítero Hernán Javier Her nández Ruiz, canciller de la Arqui diócesis de Bogotá, notario general, delegado arzobispal para la Causa de Partidas, director de la Oficina de Per sonas Jurídicas, secretario del Consejo Episcopal, secretario del Consejo Pres biteral y secretario del Colegio de Con sultores.

3. Ratificar:

Al ilustrísimo monseñor Ricardo Alon so Pulido Aguilar, rector de la Funda ción Universitaria Monserrate y direc tor general del Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá – SEAB.

Bogotá, 19 de agosto de 2021.

40 - Fraternidad - octubre 2021

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