Cuaresma, tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado (Papa Francisco)
Abril 2022-Vol 23 año 5
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“Te pedimos Señor que nos des un verdadero espíritu de conversión” 3
Vivir la fraternidad en la oración 15
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Año 5 No. 23
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Tras dos años de pandemia, el presbiterio arquidiocesano participa en encuentro presencial 17
Colombia se consagró a San José, hombre de fe, ternura y defensor de la vida 19
Arquidiócesis de Bogotá promueve consolidación de eco parroquias y galardón San Francisco de Asís 24
Pastoral de la Salud: proclamadores de la esperanza 26
“Y se quedaron con Él” 29
Predicar el kerigma para iniciar la conversión Pbro. Tadeo Albarracín 16
La soledad del hombre fuerte Pbro. Jesús Arroyave Restrepo 38
‘El Sembrador’, plataforma virtual de la ESAE para la formación permanente 35
Elclero.co 36 Desde la Cancillería 39
En imágenes Proyecto arquitectónico Parroquia Nuestra Señora de Aparecida
bendijo Agroparque
en espíritu sinodal
Un año de escucha, evaluación, discernimiento y proyección
Padre Raúl Guillermo Vaca, padre Silvestre Pongutá Hurtado, monseñor Pedro Vicente Rueda Alvarado
"Ante la avanzada de la cultura de la muerte y del descarte, luchamos por la vida"
Nuestra Señora de Aparecida, un lugar donde todos somos parroquia
En marcha, ciclo formativo para población vulnerable
Schola Cantorum de la Catedral Primada de Bogotá
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá
La época de la pandemia ha dejado a la Iglesia en Bogotá, a su clero diocesano y religioso, sin un número grande de sacerdotes que murieron en medio de esta crisis de salud. Otros fallecieron por causas naturales. En las memorias que se pronuncian y escriben acerca de ellos resulta muy interesante notar que, tanto sus hermanos en el ministerio como sus familiares y amigos, destacan siempre, sobre todo, su misión de curas de almas.
Es como si en ese momento definitivo brillara con más fuerza la razón de la vida que se apaga, no sin antes haber dejado una huella indeleble a través del ministerio sagrado que, sirviendo a los hombres y mujeres, sirve a Dios, Padre de todos.
Más que cualquier otro aspecto, en la muerte de un sacerdote, la Iglesia toda, ministros y laicos, reconocen el valor de la existencia dedicada plenamente a llevar las almas al encuentro con Dios. Todo lo demás parece muy pequeño y de menor importancia al lado de una misión tan alta y noble.
Entre las infinitas búsquedas de la Iglesia y de los mismos sacerdotes acerca de cómo realizar la misión en la época presente, debe resurgir con potencia el ideal del cura de almas. Y se trata de un ideal que no está hecho para lucir como tantas ocupaciones que tienen otras personas. Más aún: es un ideal que se rea liza, sobre todo, y muy preferiblemente, en la discreción y humildad que solo Dios y las personas beneficiadas del mismo reconocen en su plenitud e impor tancia. Nunca hay que permitir que el sacerdocio se convierta en lo que no es y en lo que Jesús no pensó cuando lo instituyó. Cualquier obispo o sacerdote, y quizás también los diáconos permanentes, deben ser ajenos a que su ministerio se convierta en gerencia, en estrellato, en negocio, en exclusividad familiar, en arquitectura, en oficinista, en viajero incesante. Todo esto, además de no ser lo propio del ministerio, le roba tiempo al finísimo y delicadísimo oficio pastoral de atender, cuidar y conducir las almas que Dios le ha encomendado.
Curiosamente, el bello oficio de cuidar las almas, sigue siendo, desde siempre, el mismo. Porque la misión encomendada no ha cambiado y los seres humanos tampoco, pese a todas las apariencias engañosas de que sí lo han hecho. Cele brar la eucaristía con fe, con amor y respeto; predicar la Palabra a tiempo y a destiempo, bautizar a todo el que toque las puertas de la parroquia por encima de cualquier consideración o pretexto que lo pudiera impedir; ejercer el mi nisterio de la reconciliación sin decir nunca que no al que lo solicita; entregar con amor infinito la primera comunión al infante que se ha preparado para ello; acoger con amabilidad al joven que pide los dones del Espíritu Santo en la confirmación; acompañar con gusto y sabiduría a quienes piden la bendición de su unión matrimonial; ejemplificar sin sombras al joven que siente atracción por la vida sacerdotal y estar al lado del enfermo en su lecho para fortalecerlo en la hora suprema que cierra esta vida y abre las puertas de la que no tiene fin. Oficio inigualable reservado para el cura de almas y todas tareas inaplazables de cada día, hasta que las propias fuerzas desaparezcan y otro tome en sus manos el testimonio del servicio sacerdotal y prolongue esta tarea única y sencilla.
Que nada ni nadie distraiga a los sacerdotes del principal servicio para el cual Dios los llamó: cuidar almas. Y añádase a lo anterior el cuidado de los pobres, la escucha de los angustiados, la paciencia con los que han perdido el rumbo, la dulzura con los violentos, la misericordia con los que nos persiguen. Todos tienen un alma y aunque no lo sepan hay que cuidarla y elevarla al cielo. Tarea del sacerdote. No puede volverse la vida del pastor tan sofisticada, tan estudia da, tan ejecutiva, tan social, que termine por sentir desprecio por su tarea inicial que, como ya se dijo, es en esencia muy sencilla y humilde, sin el brillo de este mundo. Todo sacerdote ha experimentado cómo en el llevar la gracia, la bendi ción y la Palabra de Dios a las personas, su vida se hace plena y que no necesita nada más para ser feliz y encontrarle sentido pleno a su existencia.
En cada edición de Fraternidad queremos, exactamente, hacer visible cómo nuestros obispos, sacerdotes y diáconos, cuidan del pueblo de Dios y lo hacen de manera constante y de muy diversas formas. Ojalá cada sacerdote, viendo cómo sus hermanos cuidan de las almas, se sienta cada día más animado a rea lizarlo y a sentir profunda alegría de haber sido llamado a la misión más noble y delicada que pueda darse en este mundo.
Padre Rafael De Brigard Merchán DirectorDespués de dos años de restricciones por pandemia, este 2022 los bautizados regresaron en mayor número a los templos y se retomó el rito tradicional de la imposición de la ceniza.
En su mensaje para Cuaresma, du rante la misa del Miércoles de Ceniza, en la Catedral Primada de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Co lombia, insistió en el significado y sen tido de la conversión a la que los bau tizados nos encontramos llamados, de manera especial, en este tiempo de preparación para la vivencia del miste rio central de nuestra fe: pasión, muer te y resurrección de Jesucristo.
“El Señor es nuestro camino y que remos caminar con Él como Pueblo de Dios. Este es un tiempo propicio de gracia, de bendición; una oportunidad que la vida nos da, a través del Señor y de la Iglesia, para reconciliarnos, para renovar nuestra existencia y para inci dir en la renovación del mundo azo tado por signos de guerra, de muerte”, afirmó el prelado.
Pasos que conducen a la conversión
Volver a Dios de todo corazón. Lo que nos mueve a la conversión es el amor hasta el extremo del hijo de Dios, que entregó la vida en la cruz por nosotros.
Con la gracia del Espíritu apartarnos del pecado. Es necesario identificar y reconocer el pecado dominante de nuestra vida y, con la gracia del Espíritu, apartarnos de este. Se ne cesita silencio, humildad.
Acoger el perdón y disponernos a perdonar. Abrirnos a la acogida de la misericordia de Dios y a ser mi sericordiosos como el Padre.
Caminar decididamente y con ale gría hacía la santificación, dejarse renovar interiormente.
Contamos con múltiples ayudadas para dar estos pasos de conver sión, movidos por el Espíritu San to, algunos son:
1. La oración desde el corazón, que expresa la conversión en relación con Dios.
2. El ayuno, que expresa la conver sión en la relación con nosotros mismos, abandonando ciertos pla ceres, ciertos gustos, que nos desfi guran en la vida cristiana y que nos quitan el gozo de la santidad.
3. La limosna, nos permite vivir la conversión en la relación con los demás, salir de la indiferencia , ser agradecidos con lo que Dios nos ha dado para compartirlo en el servicio a los demás.
En la Catedral Primada acompañaron la solemne eucaristía los obispos auxiliares de Bogotá y los vicarios episcopales territoriales.
4. La Palabra de Dios, que se con vierte en luz y lámpara para el ca mino de nuestra vida.
5. La práctica de las Obras de Miseri cordia corporales y espirituales.
"La con versión se realiza en la vida cotidiana, mediante gestos de reconciliación; de atención a los po bres, a los enfermos; en el ejercicio de la justicia; en la defensa de la vida en todas las etapas, desde la fecun dación, pasando por la enfermedad, hasta la muerte natural; en la correc ción fraterna; en el examen de con ciencia; en la dirección espiritual; en el ofrecimiento al Señor de los sufri mientos…Tomar la cruz y seguirlo a Él es el camino más seguro de con versión".
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá
El 25 de febrero del 2022, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, participó en la inauguración y bendición de la Plaza de la Paz y del museo arqueológico ‘Nueva Esperanza’, que hacen parte del Agroparque Sabio Mutis.
Este espacio tiene como objetivo generar desarrollo social, a través de la cultura e historia; así como el acer camiento y respeto por la naturaleza a partir de distintas experiencias y actividades. En las más de 38 hectá reas del lugar, los visitantes pueden disfrutar de escenarios naturales, que muestran una gran diversidad de flo res, aves, mariposas, abejas, arácni dos, mamíferos, entre otros.
El agroparque cuenta con varios es pacios como el 22º Jardín Botánico de Colombia y cinco museos:
Museo del Oficio de las Tradiciones Populares.
Museo Henrique Rochereau, con tres colecciones dedicadas a José Celestino Mutis y Henrique Roche reau, sacerdote eudista, antropólo go, misionero y lingüista.
Museo de las Comunicaciones, con una colección de más de 300 radios.
Casa Museo del Café, donde se con serva material de la cultura cafetera.
Museo Arqueológico ‘Nueva Es peranza’, allí reposarán cerca de 16 toneladas de material arqueológico muisca recuperado.
El 24 de agosto del 2013 el padre Diego Jaramillo, presidente de la Cor poración Minuto de Dios, y el profe sor Héctor López fundaron este agro parque, ubicado entre los municipios de La Mesa y Tena (vereda Escalante) en Cundinamarca, lugar donde el sacerdote y científico José Celestino Mutis inició la Expedición Botánica en el año 1783.
Bendición e inauguración de la Plaza de la Paz y Museo Arqueológico Nueva Esperanza
En este acto participaron el padre Diego Jaramillo, presidente de la Cor poración Minuto de Dios; el profesor Héctor López, director del Agropar que Sabio Mutis; monseñor Luis José Rueda Aparicio; la ministra de cul tura Ana María Mayolo, entre otros invitados especiales.
Monseñor Luis José bendijo la Pla za de la Paz, donde se pretende que los visitantes guarden un mensaje inspirado en la enseñanza de los úl timos Papas, llevando la paz de Dios, de la naturaleza y de los corazones a Colombia. Precisamente, esta plazo leta resguardará uno de los Papamó viles utilizados por el papa Francisco en su viaje apostólico a Colombia en el año 2017.
“Estamos acompañando al padre Diego Jaramillo, gestor de esta obra, porque aquí vamos a encontrar una combinación de fe, razón, ciencias, historia, cultura y de esperanza. Por otro lado, está aquí uno de los dos pa Pamóviles que usó el santo padre en su visita; nos recuerda un momento histórico, del primer Papa latinoame ricano que vino a Colombia, que oró por nosotros. Aquí, encontraremos siempre la presencia del santo padre en esta Plazoleta de la Paz que acaba mos de bendecir”, indicó monseñor Rueda.
Posteriormente, fue inaugurado el Museo Arqueológico Nueva Espe ranza (MANE), gracias a la alianza entre Transmisora Colombiana de Energía S.A.S. (TCE) y la Corpora ción Universitaria Minuto de Dios –UNIMINUTO. Allí reposarán cerca de 27.000 objetos arqueológicos, de incalculable valor antropológico e histórico.
La colección que expone e inves tiga el MANE pertenece a Nueva Esperanza, uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes de Cundinamarca, que conserva evi dencias del proceso de poblamiento y cambio cultural que experimentaron las sociedades prehispánicas que ha bitaron la Sabana de Bogotá desde el año 400 A.C.
“Para nosotros es un agrado poder entregar al oriente de Cundinamarca este centro de cultura, para todo el de partamento, posiblemente, también, para todo el país y trascendiendo las fronteras patrias, para muchos otros lugares del mundo”, agregó el padre Diego Jaramillo.
El agroparque Sabio Mutis, tiene un horario de atención de 9:00 a.m. a 4:00 p.m. de lunes a domingo y el pasadía tiene un costo de 55.000 pesos.
Las Vicarías Episcopales Territoriales de la Arquidiócesis de Bogotá, de la mano del Plan E y del camino sinodal emprendido el año anterior, continúan fortaleciendo su acción pastoral y evangelizadora, con mi ras a ser una iglesia en comunión, partici pación y misión. Hablamos con los ocho vicarios episcopa les territoriales, quienes compartieron las proyecciones para el 2022.
V.E.T.
Monseñor Daniel Arturo Delgado Guana, vicario epis copal territorial de San Pedro, ubicada al noroccidente de la ciudad, tiene claro que volver al encuentro con los sa cerdotes, las comunidades parroquiales y congregaciones religiosas es el gran reto de este año 2022.
“De la experiencia de la pandemia han surgido nuevos retos para la acción evangelizadora: Volver a la comuni dad como volver a casa; rescatar la confianza y generar condiciones para el reencuentro como familia es priori tario. Nos corresponde poner énfasis en el encuentro, en la escucha; hay muchos dolores, tristezas y soledades en la sociedad de consumo”, aseguró.
Monseñor Delgado, también, resaltó la importancia de la culminación de la tercera etapa del Plan de Evangeliza ción: “Este año será para recoger, discernir, recorrer el ca mino y descubrir el actuar del Señor en todo este tiempo del desarrollo del Plan”, afirmó.
En la Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro hay 39 congregaciones religiosas: 23 femeninas y 16 masculinas,
V.E.T. de la Inmaculada Concepción
V.E.T. de San José
de San Pablo
del Espíritu Santo
V.E.T. de Santa Isabel de Hungría
muchas de estas dedicadas a la educación, con grandes colegios y una riqueza inmensa por los carismas y por la experiencia a lo largo de los años. “La cercanía y el apoyo a la vida consagrada, tan rica en su presencia y, a veces, tan distante entre congregaciones y con la vida arquidio cesana, es también gran desafío para este año
Esta Vicaría trabaja de la mano con la coordinación para la evangelización de la juventud y de los lineamien tos de Puente J. Se realiza un trabajo permanente y deci dido por el refuerzo de las comunidades juveniles exis tentes.
Paralelo a estas acciones, se está perfilando la participa ción en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se llevará a cabo en Lisboa (Portugal), del 1 al 6 de agosto de 2023. El trabajo vicarial consiste en escuchar las voces de los muchachos y sus aspiraciones en contexto de la marcha o camino sinodal.
Monseñor Daniel Arturo Delgado Guana está al fren te de esta Vicaría desde hace más de 7 meses.
de Cristo Sacerdote Padre Misericordioso de San Pedro Monseñor Daniel Arturo Delgado GuanaEjes pastorales en la Vicaría Espíritu Santo
Tras señalar que el 2021 fue “un año que nos exigió en la fe y que nos mostró que el mundo es más cuando de jamos a Dios ser Dios”, monseñor Yoany Cupitra Díaz, vicario episcopal territorial de la Vicaría Espíritu Santo, destacó que este también fue un año en el que “las pa rroquias, los movimientos, las comunidades religiosas fueron ganando en la convicción sobre la urgencia por evangelizar, y eso ya es una gracia”.
Sobre las proyecciones de la Vicaría en ámbitos pasto rales y sociales, el sacerdote precisó: dando continuidad a los procesos en marcha, se fortalecerán:
Las apuestas para que presbíteros, religiosos, religiosas y laicos crezcan en la conciencia sinodal, en el caminar juntos.
La sinodalidad no la entendemos como un tema sino como espiritualidad, como una forma concreta de ser Iglesia, una forma de proceder. Crecer en este espíri tu sinodal es una tarea de la vicaría; esto redundará en frutos bellísimos en la evangelización.
El trabajo por una cultura vocacional: se dará mayor fuerza a los semilleros vocacionales.
Además, se ha elaborado una ruta para ir generando ese despertar vocacional en niños y jóvenes, para que, aquellos que el Señor ha elegido, tengan la valentía de responderle con generosidad y puedan abrazar la voca ción sacerdotal, religiosa, con alegría, con entusiasmo, con ese deseo de sentir que también hoy vale la pena vivir la vocación. Se permitan preguntarse qué es lo que Dios quiere con ellos.
Monseñor Yoany Cupitra DíazDos sacerdotes lideran este proyecto, el padre Fredy Herrera y el padre Jonatán Rozo, ellos han convocado a religiosas y laicos y ya tienen una planeación para este año.
A nivel vicarial, queremos liderar un proyecto de em prendimiento en espíritu de economía solidaria, qui siéramos apoyar a muchas personas que necesitan una oportunidad laboral.
También, un proyecto para crear espacios de formación para la paz y la reconciliación desde las parroquias.
Acompañamiento a adultos no bautizados: este año celebraremos los sacramentos de Iniciación Cristiana para un grupo de 45 adultos que, acompañados por la Vicaría, se han preparado en sus propias parroquias.
Ya estamos iniciando la apertura de un nuevo grupo, que se va a formar durante los próximos nueve meses, para que en la Pascua del 2023 reciban los sacramentos.
Seguir acompañando los EPEM (Equipo Parroquial de Evangelización Misionera) como organismos de comu nión y participación en las parroquias.
Si logramos que cada parroquia instaure el EPEM y este asuma su misión, estaremos renovando efectivamente la marcha pastoral de nuestras comunidades.
Seguir acompañando a los presbíteros, para que, "en un ambiente de fraternidad, podamos unos y otros apoyar nos. El cuidado de los pastores es una bella misión de todos y contamos con un grupo de excelentes sacerdo tes que diariamente entregan su vida; a ellos debemos acercarnos y fraternalmente ponernos a su servicio".
Esta Vicaría cuenta con 34 parroquias, 34 párrocos, 3 vicarios parroquias y religiosos que colaboran. Son apro ximadamente 40 sacerdotes.
la Inmaculada Concepción V.E.T. del Espíritu Santo V.E.T. de Santa Isabel de Hungría de San JoséAlrededor de 90 sacerdotes, entre diocesanos y religio sos; comunidades de vida consagrada; animadores de la evangelización; movimientos apostólicos; y laicos com prometidos, sirven desde distintos frentes en estas comu nidades.
No para de anunciar el Evangelio, de anunciar la pre sencia del Señor, de acoger nuevos hijos, no para de tra bajar en la formación, de ser solícita con los pobres, no para en el fomento de los grandes valores de la huma nidad, es decir, ¡estamos ahí siempre!, afirma monseñor Julio Hernando Solórzano Solórzano, vicario episcopal territorial de la Vicaría Inmaculada Concepción, al refe rirse a los desafíos de la acción pastoral y evangelizadora en tiempo de pandemia y de múltiples complejidades so ciales, ambientales, formativas y de vivencia de la fe.
Transitando un nuevo año, marcado por el Sínodo y por el cierre de los nueve años del Plan de Evangeliza ción, monseñor Solórzano comparte las proyecciones pastorales y para la misión evangelizadora en el centro de la capital.
“Esta Vicaría es muy bella y a la vez muy compleja, acoge el centro de una ciudad cosmopolita como Bogotá, con todas las grandezas y potencialidades que hay en un sector como este, conjugadas con todas las tragedias e in humanidades de zonas vulnerables: población en situación de mendicidad, prostitución, delincuencia, desplazamien to... Son barrios al oriente y occidente de la 30 y de la 6 ha cía el sur, donde encontramos familias numerosas, mucha infancia y juventud, pero también, un sector industrial”.
Macro proyecto es de encuentro y articulación con co munidades religiosas; acompañamiento a parroquias, comunidades, vocaciones y sacerdotes eméritos, bus cando sinergias, enriquecernos con experiencias. Un modo de crecer como Iglesia. “Tenemos la propuesta de hacerlo por carismas. La vida consagrada tiene ese rasgo bellísimo del seguimiento de Jesucristo a través de un carisma predominante”.
Diseño e implementación de procesos pastorales y de evangelización con comunidades vulnerables y evange lización en el mundo del trabajo.
Fortalecimiento de la iniciación cristiana, orientado a la construcción y acompañamiento de pequeñas comuni dades
Promoción vocacional: fortalecimiento de los semille ros vocacionales en los arciprestazgos. “Toda forma de vida humana es vocacionada, entonces hay que ayudar a que las familias descubran su vocación, los papás, las mamás, los maestros, los niños, los jóvenes, los adultos, los ancianos, todos tenemos vocación de Dios”.
Fortalecimiento de la comunicación como herramienta de evangelización.
Aprovechamiento de los aprendizajes que viene dejando la pandemia en relación a nuevos modos de generar actividad pastoral, desde procesos auténticos, con diversas pedagogías y herramientas tecnológicas.
“La Iglesia lleva su dinámica, la Iglesia no para…”
En medio de esta realidad “hay corazones comprometidos de muchos de los nuestros”V.E.T. de Cristo Sacerdote V.E.T. del Padre Misericordioso V.E.T. de la Inmaculada Concepción del Espíritu Santo V.E.T. de San Pablo V.E.T. de Santa Isabel de Hungría de San Pedro de San José Monseñor Julio Hernando Solórzano Solórzano
Es el mensaje de monseñor Jaime Alberto Mancera Ca sas, Vicario Episcopal Territorial de la Vicaría San José, ubicada en el sur oriente de Bogotá.
Desde su llegada en el 2021, monseñor Mancera ha en contrado una serie de retos y desafíos: “El primer reto es volver a reactivar los grupos, las actividades y proyectos que la pandemia detuvo. Debemos animar a los párrocos para retomar toda la vida parroquial.
El segundo es la familia, porque en este amplio sec tor de la ciudad hay una cultura tradicional que valora profundamente la familia y el tema de la drogadicción, de la violencia intrafamiliar, dificultades en la comuni cación, es una petición permanente que escucho y que queremos trabajar”.
Otro tema que quieren acompañar como Vicaría, du rante el año, es el compromiso social: “Sin duda es un sec tor de la ciudad que carece de recursos y necesita muchas ayudas y generar proyectos, entonces queremos retomar esos procesos que se estaban adelantando con el Plan de Evangelización, ver en qué estado se encuentran, animar los, potenciarlos y, por su puesto, generar otros proyectos ecológicos, a nivel de trabajo con los campesinos en las once parroquias rurales y los mercados campesinos que habíamos iniciado, pero que se detuvieron a causa de la pandemia”.
Otro aspecto de trabajo que destaca el sacerdote es el tema de los trabajadores: “Hacemos honor a nuestro pa
trono, a San José, esposo de María y padre de Jesús y en ese sentido todo el trabajo por las familias, pero también San José Obrero, porque la gente que vive en este territo rio de nuestra Arquidiócesis es trabajadora, la mayoría campesinos, y queremos acompañarlos con todos esos desafíos que el Papa ha planteado últimamente frente al trabajo”.
Son 29 comunidades religiosas que se encuentran en el territorio vicarial, explica monseñor Mancera quien, en los más de seis meses que lleva al frente, ha podido visitar varias comunidades, tanto masculinas como femeninas. El trabajo social y educativo es grande: “Están presentes en varios proyectos como el de Ciudad de Dios, de las hermanas Carmelitas; los colegios de las hermanas Sale sianas y el trabajo de las hermanas Adoratrices”.
También, el trabajo de las comunidades religiosas de hombres es muy fuerte: “Están presentes los Padres Sa lesianos, en el 20 de Julio; los Padres Mínimos; los Pa dres Camilos; los Padres Oblatos de María Inmaculada; los padres Misioneros de la Preciosísima Sangre, con ellos hemos ido estableciendo contactos, conociendo sus obras, sus actividades y el deseo del Plan de Evangeliza ción de articular esfuerzos y tender puentes de trabajo”.
En cuanto al trabajo pastoral explica que se continúa la ruta establecida por el Plan de Evangelización de la Arquidiócesis, pero imprimiendo el espíritu sinodal: “La sinodalidad ante todo es un estilo de vida, en ese sentido, el propósito que tenemos en la Vicaría es tratar de infun dir el estilo de caminar juntos, dialogando, aprendiendo unos de otros, pero también generando liderazgos comu nitarios. Este año queremos trabajar en una serie de talle res en los que participen los animadores de la evangeliza ción, generando liderazgo evangelizador y comunitario para reavivar ese espíritu”.
Cristo Sacerdote de la Inmaculada Concepción del Espíritu Santo de San Pablo V.E.T. de Santa Isabel de Hungría V.E.T. de San José Monseñor Jaime Alberto Mancera Casas Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de BogotáEn la capital del país, al sur de la ciudad, se encuentra ubicada la sede de la Vicaría Episcopal Territorial San Pa blo.
Esta Vicaría cobija 35 parroquias y 12 comunidades religiosas entre masculinas y femeninas. Desde hace dos años su vicario es monseñor Nelson Enrique Ortiz Rozo, quien, también, es el coordinador de la evangelización de la familia.
Monseñor Ortiz inició este 2022 con acentos claros en toda su acción evangelizadora.
El primer énfasis es la comunión sacerdotal: crecer en la fraternidad y solidaridad.
De otra parte, se busca fortalecer la participación activa de los laicos tanto a nivel parroquial, arciprestal y vicarial.
Otro acento se relaciona con acoger la llamada o salida misionera. “No quedarnos solo en el despacho parroquial sino salir al encuentro de las realidades en el territorio vicarial. Sentirnos compañeros de camino en esta tarea evangelizadora”, afirma monseñor Ortiz.
Tienen claro que una acción importante es involucrar a los laicos y hacerlos protagonista de cada misión que, a nivel parroquial, se propone.
Por esta razón, la participación en la vida sacramental, el acompañamiento y formación parroquial, el trabajo
comunitario y social, entre otros, no se ha hecho esperar; muchos quieren participar y acuden al llamado.
12 comunidades religiosas colaboran con la vida parro quial en la mayoría de actividades misioneras, compro metidas, especialmente, con la evangelización de los más pobres y desprotegidos.
Un gran desafío para este año, no solo a nivel de esta Vicaría sino de toda la Arquidiócesis de Bogotá, es seguir acompañando las vocaciones sacerdotales: salir al en cuentro de una manera más decisiva y ayudar a discernir el camino de quienes siente este llamado.
También, a través del programa “Puente J” que, por ubicación territorial, tiene la coordinación en esta Vi caría y es el espacio donde se trabaja y evangeliza a los jóvenes, la misión es seguir acompañando a la juventud en todas sus actividades complementarias de formación y de servicio.
En relación a la coordinación de la evangelización de la familia en la Arquidiócesis de Bogotá, en la Vicaría se tiene claro que es un tema transversal para todos, por esta razón, continuará la labor de reflexión de los distintos pasajes de Amoris Laetitia ‘La alegría del amor”, segunda exhortación apostólica postsinodal del papa Francisco, firmada el día 19 de marzo de 2016.
Además, se tiene previsto fortalecer los diferentes pro gramas de preparación al matrimonio, acompañamiento a las parejas en todos los estados de vida y realidades.
de Cristo Sacerdote de la Inmaculada Concepción del Espíritu Santo V.E.T. de San Pablo V.E.T. de Santa Isabel de Hungría V.E.T. de San JoséEs la invitación de monseñor Alberto Forero Castro, vicario episcopal territorial en Cristo Sacerdote, segunda Vicaría creada en la Arquidiócesis de Bogotá.
Su territorio comprende la calle 45 hasta la calle 100 y desde la avenida carrera 68 hasta La Calera. Está confor mada por 44 parroquias, 69 sacerdotes, 59 comunidades religiosas.
“La pandemia nos ha cambiado el horizonte” y en esta zona, con un importante número de población mayor, el retorno a los templos no ha sido fácil; por ello, anima a retomar la vivencia de la fe en comunidad, de acuerdo con las aperturas que se han venido dando y a los proto colos de bioseguridad implementados.
Sumado a los esfuerzos por reactivar procesos pastora les, se encuentra el trabajo con los capellanes de las ins
tituciones educativas y con los párrocos, con quienes se busca fortalecer la participación juvenil e infantil.
Destaca como aliado para la evangelización en este tiempo de pandemia la creatividad y el uso de herramien tas tecnológicas “para dar respuesta a lo que la Iglesia y la ciudad nos pide en el momento actual”.
Esta Vicaría tiene muchas riquezas, entre ellas, la pre sencia de la vida religiosa: “ Tenemos 10 parroquias enco mendadas a comunidades. Es una riqueza muy grande, porque ellos, desde otro ángulo, aportan de manera sig nificativa en nuestra labor evangelizadora”, agrega
“Otro elemento fundamental es que se han desarrollado unos lazos muy fuertes de solidaridad, de comunicación cristiana de bienes, de ayuda entre todos: sacerdotes, laicos, religiosos. Ha sido un momento en el que hemos avanzado muchísimo en la solidaridad, porque sin ese valor tan im portante es difícil hacer frente a cualquier desafío”.
de Cristo Sacerdote V.E.T. del Padre Misericordioso V.E.T. de la Inmaculada Concepción V.E.T. del Espíritu Santo V.E.T. de San Pablo de San Pedro“Sigamos conociendo a Jesús para amarlo más y anunciarlo con un testimonio comprometido”Monseñor Alberto Forero Castro Escanéame Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá
La Vicaría Santa Isabel de Hungría ocupa el territorio de la localidad 19 de Bogotá, llamada Ciudad Bolívar, ubicada al sur de Bogotá, con aproximadamente 713.764 habitantes, distribuidos en 13.000 hectáreas. Se caracteri za por ser una de las localidades más extensas, dinámicas, diversas y complejas de la ciudad.
Desde el 2018 monseñor William Casas Velásquez es el vicario episcopal territorial de esta zona, que cuenta con 32 parroquias y con el servicio pastoral y evangelizador de 29 sacerdotes, no solo de la Arquidiócesis de Bogotá, sino de otras diócesis y de comunidades religiosas.
Monseñor Casas indica que, luego de una reunión con los arciprestes, se identificaron tres elementos centrales y desafíos en los que se debe enfocar el trabajo pastoral y social en la Vicaría:
Pastoral vocacional: Se observó con gran preocupación que no se está realizando el acompañamiento a los jó venes que quieren entrar en la vida religiosa. Queremos centrarnos muy particularmente en esa atención a to dos aquellos que sienten el llamado del Señor a la vida sacerdotal o religiosa.
Formación de laicos: Se pudo observar la falta de for mación de las personas que desean colaborar en los
diferentes ámbitos y servicios de la Iglesia. Para ello, se decidió abrir la Escuela de Formación para la Evange lización, que se realizará en el barrio Potosí. Será una formación tanto virtual, como presencial.
Servicio de la dimensión humana integral: Desde la pas toral social se tiene la urgencia de poder atender las diferentes realidades que se viven en este sector de Ciu dad Bolívar, en esta línea, se pretende realizar un tra bajo en conjunto con instituciones oficiales para poder ofrecer a las personas un abanico de servicios y ayudas.
El apoyo de las comunidades religiosas es primordial en todo el trabajo pastoral y social, sin embargo, existe la ne cesidad de mayor presencia ante “la necesidad tan grande de evangelización, de atención, desde los diferentes ámbi tos en nuestra comunidad”, precisa monseñor William.
Actualmente, la Vicaría de Santa Isabel de Hungría, cuenta con 12 comunidades religiosas (10 femeninas y 2 masculinas). “Entre las masculinas se encuentran los padres Somascos y los padres Salesianos y algunas fe meninas son las hermanas Dominicas, las hermanas Sa lesianas, hermanas Vicentinas y las hermanas del Buen Pastor, entre otras”.
Estas comunidades, especialmente en las parroquias, tienen un compromiso de formación y capacitación: “Los padres Salesianos con el Centro de Formación Don Bos co, allí brindan capacitación a un grupo muy amplio de niños y jóvenes, a quienes forman en diferentes áreas y profesiones, de modo que ellos luego puedan salir a la borar. Por otra parte, las Hermanas Dominicas tienen un jardín infantil y colegio de primaria; las Hermanas del Buen Pastor ayudan específicamente en la parroquia; y las Salesianas trabajan con niñas que han sido vulneradas en su integridad, en su intimidad, en su cuerpo y trabajan de una manera muy cercana, llegando a esa realidad que necesita atención de la mano del Señor Jesús, para sanar esas heridas”, afirmó.
del Padre Misericordioso V.E.T. de la Inmaculada Concepción del Espíritu Santo V.E.T. de San Pablo V.E.T. de Santa Isabel de Hungría V.E.T. de San José Monseñor William Casas Velásquezde San Pedro
La Vicaría Padre Misericordioso, ubicada en el norte de la ciudad, es una de las más nuevas, fue erigida en el 2017. Está conformada por 33 parroquias, organizadas en 6 arciprestazgos. Cuenta con 44 comunidades religio sas (27 femeninas y 17 masculinas), que colaboran en los procesos evangelizadores y acompañan los 120 colegios que rodean este territorio vicarial.
Monseñor Juan Álvaro Zapata Torres es el vicario epis copal territorial, como acentos para el trabajo pastoral y evangelizador durante el 2022 destaca: la familia, los jó venes, la cultura vocacional y la fraternidad sacerdotal.
Se encuentra consolidando el equipo coordinador para el trabajo con líderes juveniles de las parroquias; colo cando un énfasis vocacional no solo hacia el ministerio
del Espíritu Santo
V.E.T. de San José
V.E.T. de Santa Isabel de Hungría
de San Pablo
ordenado o la vida consagrada sino, también, al matri monio: “Vamos a colocar este carácter vocacional para favorecer a los jóvenes en la proyección de su servicio y trabajo por la comunidad”, enfatizó monseñor Zapata.
La asistencia a los templos y la reactivación de los pro yectos sociales, que responden al contexto acompañado, son otros de los retos a nivel vicarial.
El fortalecimiento de los procesos de iniciación cristia na, desde el trabajo con la niñez y familia; el acompaña miento a los adultos bautizados y el catecumenado como fuente de crecimiento en la evangelización”, se suman a los acentos demarcados para este año.
La tarea con las familias es también otro reto. Se lanza rá una cartilla en el mes de marzo, para este trabajo.
Monseñor Juan Álvaro Zapata es también director del Centro de Estudios Pastorales (CEPCAM) y de la Escuela del Diaconado Permanente, que inició este año la forma ción, con presencialidad total. Son 65 estudiantes para el diaconado, hombres casados, que quieren servir a la Igle sia desde su estado de vida; candidatos que pertenecen no solo a la Arquidiócesis de Bogotá, sino que provienen de las Diócesis de Engativá, Fontibón y Facatativá. La formación se centra en las diferentes dimensiones de lo humano-familiar, en lo pastoral y espiritual.
de Cristo Sacerdote V.E.T. del Padre Misericordioso de la Inmaculada Concepción Monseñor Juan Álvaro Zapata Torres Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá -El 2022 será un año de gracia para la Arquidiócesis de Bogotá, que continúa avanzando en su proyección pastoral y evangelizadora, desde un espíritu sino dal, así lo afirmó monseñor Germán Medina Acosta, obispo auxiliar de esta Iglesia particular.
Al referirse a los próximos pasos que se darán a nivel arquidiocesano, en línea con el llamado a “caminar juntos y a discernir los pasos que el Espíritu nos in vita a dar”, así como a los desafíos que representa la finalización cronológica del Plan E, el prelado explicó que, aunque “cronológicamente se había dado esta fe cha, el 2022, como término del Plan de Evangelización, Plan E, eso no significa que los procesos y los proyectos que están todavía en curso se vayan a detener, vamos a seguir desarrollándolos, pero a la vez, sentimos el deber, la necesidad, de sintonizar con toda la Iglesia, de escuchar, evaluar, discernir y proyectar hacia delante nuestra acción evangelizadora”.
“Es un año de escucha. La Iglesia en América Latina también quiso tomar la iniciativa de la Asamblea Eclesial Latinoamericana, que implica una escucha en el contexto de nuestro continente, fíjense que ya hay dos movimientos en la Iglesia que nos están diciendo escuchen al Pueblo de Dios (…) Un llamado que se impone en el contexto actual”, agregó.
“Tercer año de la pandemia, explosiones sociales, elecciones en nuestro con texto y, particularmente, en nuestra Arquidiócesis coincide con la finalización cronológica del Plan E (…) Vamos conectando todos estos elementos conver gentes: escucha sinodal, escucha de la Asamblea Eclesial, evaluación de nues
Camino de y proyección de nuestra acción evangelizador a
Asamblea Eclesial de América Latina y del Caribe
Fase diocesana del Sínodo: ejercicios de sinodalidad (ad intra y ad extra)
Ejercicios de sinodalidad con quienes tenemos deuda de escucha
Octubre de 2021 a abril de 2022
Asambleas arciprestales
Desde los EPEM y COPAE
Desde los arciprestazgos, vicarías y organismos arquidiocesanos
Desde la vida consagrada y otraseclesialesexpresiones
Mayo de 2022
Asambleas vicariales
De los EPEM y COPAE
De los arciprestazgos, vicarías y organismos arquidiocesanos
De la vida religiosa y otraseclesialesexpresiones
Junio a agosto de 2022
Encuentros de discernimiento
tro Plan de Evangelización, discerni miento en un nuevo contexto, para proyectar lo que sigue y proyectarlo haciendo una lectura también desde la fe”.
¿Qué es lo que el Señor nos está pidiendo que hagamos?
Orientados e inspirados por esta pregunta central del Sínodo, por una Iglesia Sinodal: comunión partici pación y misión, monseñor Medina señaló que hay situaciones nuevas que “debemos considerar, discernir, y frente a los cuales debemos tomar decisiones”.
En medio de las restricciones por el COVID-19, el año anterior se logró adelantar algunos ejercicios de escu cha, el central fue la Asamblea Ar quidiocesana, modalidad arciprestal, “un ejercicio presencial muy intere sante”, afirmó.
De nuestra acción evangelizadora como camino de esperanza, de fe y de amor
Perspectiva Jubilar
Sepiembrea noviembre de 2022
Asamblea arquidiocesana
porunaiglesiasinodal.arquibogota.org.co
“Sumado a lo anterior, hemos escu chado grupos de indígenas presentes en nuestra ciudad, de afrodescen dientes, hemos escuchado también otros grupos con los que tenemos deuda de escucha. También a jóve nes, niños, y queremos ahondar en esta escucha en la medida en la que nos abramos más a la presencialidad”.
“Queremos escuchar sacerdotes que han dejado el ministerio; a la academia; a la juventud profesional; entonces, hay una serie de grupos con los que esperamos compartir; no será masivo por la pandemia, pero avan zamos en el proceso (…) Nosotros no hemos querido hacer simplemente una encuesta, hemos querido hacer ejercicios de escucha, de encuentro, pero también sabemos que no todos pueden participar presencialmente, entonces, también, se puede hacer a través del micrositio.
Finalmente, monseñor Germán Medina pidió a sacerdotes, comuni dades religiosas, bautizados y laicos en general que “aprovechemos este tiempo para redescubrimos como miembros del Pueblo de Dios (…) Hoy necesitamos que el laicado redes cubra esa condición y que todos en la Iglesia abramos los espacios de parti cipación (…) Acojamos la invitación a escucharnos y escuchándonos en contrar la voz del Señor (…) No nos quedemos callados y revisemos lo que haya que revisar. Es una oportunidad para mejorar, para crecer”.
Puntos de atención 2022
Conversión personal y eclesial.
Espiritualidad y forma sinodal de vivir y proceder.
Fraternidad y acompañamiento sacerdotal.
Discernimiento evangélico.
Jóvenes, vocaciones y Seminario.
Acción evangelizadora y estructura arquidiocesana.
Es la invitación hecha a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Bogotá, a través de la iniciativa Retiros Espirituales ‘Bre ves’, liderada por el equipo para la Formación Permanente del Clero.
Es una iniciativa que retomamos gracias a que las circuns tancias en relación a la pandemia vuelven a ser favorables para la presencialidad. Se trata de ofrecerle a los sacerdotes de la Arquidiócesis una jornada de ejercicios espirituales, en los que vivamos la fraternidad a través de la oración, ex plicó monseñor Alejandro Díaz García, animador
Será un para la formación a partir de la meditación de un sacerdote, la reflexión personal y comunitaria y la oración. Se realizará los primeros jueves de cada mes, jueves sacer dotal y vocacional, en el Seminario Conciliar de Bogotá.
El primer encuentro del año, en tiempo de Cuaresma, tuvo como predicador al cardenal Rubén Salazar Gómez, con el tema ‘La escucha en el ministerio y la vida del sa cerdote’
La línea temática de los Ejercicios Espirituales respon derá a camino sinodal emprendido, por una Iglesia en co munión, participación y misión. La predicación estará a cargo de algunos sacerdotes arquidiocesanos e invitados especiales.
El Equipo Arquidiocesano para la Formación Permanen te del Clero o Pastoral Sacerdotal está conformado desde el año 2002. En la actualidad los acompañan 14 presbíteros, al servicio de la formación permanente del presbiterio en Bogotá, a partir de sus iniciativas de encuentro, acompaña miento y oración.
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis
Bogotá
Cuando me dirigía a mi casa en un vehículo de transpor te público, un muchacho impuso su voz sobre el murmullo colectivo para advertir que había dejado a cada uno de los pasajeros un paquete con instrumentos de escritura; elogia ba la bondad de la proporción utilidad - costo del contenido de la bolsita plástica y pregonaba la finalidad de su acción: financiar un centro de rehabilitación de personas que luchan por dejar el cautiverio de las drogas.
Expresaba su testimonio personal de conversión merced a la gracia del Señor Jesucristo, que lo estaba liberando de la esclavitud del bazuco. Además de ser un medio para aportar unos pesos al sostenimiento de un centro cristiano de re habilitación, el neo converso entendía su brega en los buses urbanos como un apostolado y, por ello, se veía obligado a dejarnos a los pasajeros la Palabra del Señor.
Consecuente con su misión apostólica refirió un par de versículos de alguna carta paulina que repitió de memoria, con la citación bíblica correspondiente.
Yo abrí el bolso que suelo llevar para las clases y sustraje el ejemplar del Nuevo Testamento con intención de corro borar la citación del profeta treintañero. Quien ocupaba la silla a mi lado me interrogó: «¿Esa es la Biblia?». Respondí: «Es el Nuevo Testamento. Pero sí, se puede decir que es la Bi blia». Él a mí: «¿Y lo que ese ‘man’ dice, es verdad?». Le dije que estaba buscando el lugar en donde hallaría la citación; al encontrarlo, puse el libro al resguardo de su mirada y le comenté: «Mire, no son frases literales, pero se puede decir que el sentido es el mismo».
Este encuentro me dejó algunos interrogantes para los siguientes días. ¿Aquella cita bíblica que el anunciante nos dejó como ‘Palabra de Dios’ es en realidad eso? Sólo en un principio, pues, así como la palabra humana surge del diá logo de igual manera sin oración no hay palabra de Dios, si no hay este diálogo el texto bíblico recitado sigue siendo una
cita. Y esa es una rémora en nuestra actividad pastoral: que la Escritura sea un cúmulo de frases para citar.
Es preciso estimular el diálogo entre el texto y lo que cons tituye la existencia de cada uno, para que partiendo del texto bíblico se llegue hasta la palabra de Dios.
También, la escena urbana referida me hace pensar que el anuncio del kerigma tiene que ir más allá de dejar una información. La Iglesia predica el kerigma para suscitar la conversión, de manera que, si el primer anuncio no logra iniciar al destinatario en un proceso de conversión, se con sidera que aún no se ha hecho este anuncio como es debido. Ahora bien, la conversión es el resultado del encuentro de la gracia de Dios con la libertad del ser humano, pues quien convierte a una persona es la gracia mediante la acción del Espíritu Santo que actualiza la liberación de la Pascua de Je sucristo en la historia del creyente; pero esta acción de Dios no se realiza sin la apertura libre de la persona en un autén tico acto de fe y amor, esto es de confianza y entrega.
Una característica de la cultura de nuestros días es el ale jamiento o la desconfianza de las personas en general ha cia lo institucional y el consecuente recepto en lo personal. Este nuevo escenario nos puede estar llevando a considerar la conversión personal como experiencia central del cristia nismo y de allí la perspectiva de nuestra actividad pastoral.
Esta nueva mirada concuerda con el concepto de revela ción que expone la constitución Dei Verbum. La revelación es acontecimiento salvífico en la historia de las personas y de las comunidades; ello implica, en numerosos casos, llegar a valorar la existencia de cada persona como el lugar más próximo para la experiencia de fe.
Dios viene actuando la salvación sin que la persona mu chas veces sea consciente de ello, la Iglesia, en su misión de evangelizar, ayuda a estas personas a hacerse conscientes de esta obra divina y a participar decididamente en ella.
Predicar el kerigma para iniciar la conversión
La conversión es el resultado del encuentro de la gracia de Dios con la libertad del ser humano.
En un ambiente de oración, fraternidad y gozo, más de 300 sacerdotes de la Arquidiócesis de Bogotá se reencontraron el 1 de marzo, para compartir una jornada de oración, reflexión y formación, en el marco de la reunión general del presbiterio.
seguir a Cristo en el ministerio sa cerdotal.
Reencuentro con el Padre: “Cree mos que podemos vivir una plena autonomía, autosuficientes, distan tes de los hermanos sacerdotes, sin trabajar juntos, viviendo etapas de dispersión y aislamiento”, ante esta realidad, el llamado es a “discernir en humildad para decidir y tomar el camino de vuelta a la casa del Padre”.
Reencuentro con la cruz y el marti rio: “Esta época nos exige ayudar nos mutuamente a llevar la cruz, apoyarnos. Reconocer el amor in condicional de Dios, desear vivir y manifestar la totalidad de este amor. Reencontrar a Jesús en cla ve pascual: un acto de fe, amor y esperanza”.
sentó las claves para el discernimien to en común; y, finalmente, abordó la relación con la sinodalidad.
Mirar la vida: conocer la realidad, reconocer los signos de los tiempos y la huella de Dios en la cotidiani dad. “Dios se revela en lo que pasa en la historia”.
Sentir y conocer mociones: la con templación de la realidad produce mociones racionales, afectivas, sen sibles. “Dios se revela en lo que me pasa en la conciencia”.
“Reconocerse, orar juntos, escuchar la voz de nuestro pastor y profundi zar en el discernimiento comunitario como actitud clave para seguir cami nando juntos y descubrir el ritmo y la ruta que el Señor quiere instaurar para su Iglesia”, fue el objetivo de la jornada que se adelantó en la Funda ción Caminos de Libertad.
La alegría del encuentro se eviden ció en sus rostros, miradas, abrazos, y en el mensaje que monseñor Luis José Rueda Aparicio compartió.
El arzobispo dividió su interven ción en cuatro puntos:
Reencuentro que se debe tener con el «Amor Primero». El llamado a volver al asombro de la elección de
Reencuentro del entusiasmo misio nero: “Hemos disminuido el entu siasmo misionero (…) No pode mos olvidar que nuestro tiempo y nuestra vida es una ofrenda agrada ble Dios. El camino misionero es la misma persona de Jesús”, aseguró. Finalmente, insistió en que “ser discípulos es tener disposición per manente de llevar a otros al amor de Jesús en todo momento y lugar (…) Este es un tiempo de reencuentro con el «Amor Primero», con el amor misericordioso del Padre; un reen cuentro real y consiente con la cruz y con el martirio. Este es un tiempo por el reencuentro con el entusiasmo misionero”.
Discernimiento espiritual, discernimiento en común y sinodalidad
El padre Hermann Rodríguez SJ, Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia, orientó el espacio for mativo del encuentro. Inicialmente se refirió a los momentos claves del proceso de discenimiento; luego pre
Interpretar las mociones: ¿de dón de vienen y hacia dónde van estas mociones? Discernir, distinguir con base en criterios: Evangelio, Jesús, la Palabra. Implica la centralidad en el amor y en los más débiles, así como la construcción de la comunidad. “Dios se revela en la Palabra… en los criterios”.
Actuar: transformar nuestra reali dad a partir del llamado del Espí ritu; “tomar la decisión de realizar lo que me conduzca a una vida más humana”. “Dios se revela en la lla mada, en la pregunta”.
“Éste es el «método» con el cual no sotros actuamos en la Iglesia, tanto en las pequeñas como en las grandes asambleas. No es una simple cues tión de procedimiento; es el resultado de la misma naturaleza de la Iglesia, misterio de comunión con Cristo en el Espíritu Santo” (Benedicto VXI –Aparecida 2007).
Francisco quiere una Iglesia que crece en colegialidad…
“Hay que caminar juntos: la gente, los obispos y el Papa. La sinodalidad debe vivirse a distintos niveles”.
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá
“Cuandounmaestrodela leyseinstruye acercadelreinodeloscielos, separecealdueñodeunacasa, quedeloquetieneguardado sabesacarcosasnuevas ycosasviejas”.
Mateo 13, 52
Los seres humanos buscamos, con la ayuda de otros, los caminos de Dios para nuestras comunidades en me dio de claridades y oscuridades. Eso supone escribir, de la mano de Dios, la historia de la salvación y la histo ria humana en una sola tablilla. Esta práctica ha estado presente en la Igle sia desde sus orígenes. Es un ejercicio necesario en tiempos de cambios o cuando se producen ‘perturbaciones’ en las escalas de valores. Este fenó meno se dio en la Iglesia primitiva al verse obligados a discernir lo que legítimamente debía cambiar en las prácticas de las primeras comunida des cristianas.
Hoy, también asistimos a un mo mento marcado por la interacción en tre distintas culturas y una sociedad en la que los cambios se suceden a una velocidad vertiginosa. Frente a esta realidad, necesitamos preguntarnos por la posibilidad de buscar juntos la voluntad de Dios, como un ejercicio cotidiano en la vida del cristiano.
Por otra parte, no podemos perder de vista la historia de violencia que hemos vivido en Colombia. Más de medio siglo de confrontación entre distintos bandos que se disputan el poder, llegando a extremos de irra cionalidad insospechados. No hace falta extendernos en detalles conoci dos por todos. Esta crisis humanitaria que vivimos, sin dudarlo, ha marcado estas reflexiones. No pretendemos ofrecer soluciones fáciles o fórmulas simples a problemas complejos. Sin embargo, nos hemos sentido moti vados por esta imposibilidad de mu chos de nuestros compatriotas para resolver sus conflictos de una manera civilizada a través del diálogo. Hoy necesitamos propiciar el difícil cami no de esgrimir ideas y no balas.
El Concilio Vaticano II hizo un lla mado a las familias religiosas a vol ver a las fuentes para responder más adecuadamente a los retos que nos presenta la historia: “La adecuada renovación de la vida religiosa com prende, a la vez, un retorno constante a las fuentes de toda vida cristiana y a la primigenia inspiración de los insti tutos y una adaptación de éstos a las cambiadas condiciones de los tiem pos” (Concilio Vaticano II, Perfectae Caritatis, 2).
Esta llamada a la renovación, des encadenó en la Iglesia un proceso múltiple de adaptación del espíritu
fundacional a las condiciones del mundo actual. Dentro de este proce so redescubrimos la experiencia del discernimiento espiritual, tanto en su práctica personal como en su dimen sión comunitaria. Este es el punto de partida de nuestra reflexión.
Para definir el discernimiento, con viene comenzar por partir del título de lo que se conoce como las ‘Reglas de discernimiento’ que presenta San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales: “Reglas para en alguna manera sentir y conocer las varias mociones que en el ánima se causan: Las buenas para recibir y las malas para lanzar, y son más propias para la primera semana” (Ignacio de Loyola, Ejercicios Espirituales, 313).
Podríamos decir que el discerni miento espiritual es el ejercicio de percibir y conocer las mociones que ocurren en nuestro interior, como re acción ante lo que pasa o nos pasa en la vida. Estas mociones necesitamos in terpretarlas a la luz del Evangelio, para tomar las decisiones más convenien tes de acuerdo con estos criterios. Esta breve aproximación a la comprensión del discernimiento desde una pers pectiva personal, nos invita a dar un paso más hacia el discernimiento que se hace práctica comunitaria.
La reflexión sobre la práctica co munitaria del discernimiento en la historia de la Iglesia y de la humani dad entera, nace y se desarrolla a par tir del Concilio Vaticano II. Podemos decir, sin temor, que se trata de algo nuevo y reciente, por lo menos como elaboración conceptual. Pero con la misma fuerza, hay que decir que no se trata de algo que haya surgido por arte de magia. El discernimiento es piritual comunitario es hijo legítimo de un momento muy concreto de la historia de la Iglesia.
Pbro. Hermann Rodríguez Osorio, SJJesús nos advirtió que no todo quedaba dicho: «Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa» (Jn 16,13). Re conocemos un avance importante en el uso del adjetivo comunitario para calificar el sustantivo discernimiento, en las palabras del Papa Benedicto XVI al inaugurar la Conferencia de Aparecida, cuando comentó el capí tulo 15 de los Hechos de los Apósto les, con estas palabras:
“
Esta página de los Hechos nos es muy apropiada, por haber venido aquí para una reunión eclesial. Nos habla del sentido del discernimiento comunitario en torno a los grandes problemas que la Iglesia encuentra a lo largo de su camino y que vienen a ser aclarados por los “Apóstoles” y por los “ancianos” con la luz del Es píritu Santo, el cual, como nos narra el Evangelio de hoy, recuerda la ense ñanza de Jesucristo (cf. Jn 14, 26) ayu dando así a la comunidad cristiana a caminar en la caridad en búsqueda de la verdad plena (cf. Jn 16,13). Los jefes de la Iglesia discuten y se enfren tan, siempre sin embargo en actitud de religiosa escucha de la Palabra de Cristo en el Espíritu Santo. Por eso, al final pueden afirmar: «Pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros ...» (Hch 15, 28)” (Benedicto XVI, Aparecida, 13 de mayo de 2007)
Palabras que alentaron a muchos a seguir caminando en el desarrollo de la teoría y, sobre todo, de la práctica de este método que debe ser el que anima a la comunidad cristiana en la búsqueda de la voluntad de Dios, como resultado de la naturaleza de la Iglesia: “Éste es el “método” con el cual nosotros actuamos en la Iglesia, tanto en las pequeñas como en las grandes asambleas. No es una sim ple cuestión de procedimiento; es el resultado de la misma naturaleza de la Iglesia, misterio de comunión con Cristo en el Espíritu Santo” (Benedicto XVI, Aparecida, 13 de mayo de 2007)
El papa Francisco ha convocado un sínodo sobre la sinodalidad en la Igle sia, que lleva por título: «Por una Igle sia sinodal: comunión, participación y misión». Este sínodo se ha iniciado solemnemente el 9 y 10 de octubre de 2021 en Roma. La celebración de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, tendrá lugar en octubre del 2023. Con esta convo catoria, el Papa invita a toda la Iglesia a interrogarse sobre un tema decisivo para su vida y su misión.
La historia de la Iglesia de Oriente y Occidente, ha estado marcada por la presencia de dos modelos, uno cor porativo o conciliarista, y otro más monárquico y absolutista.
El primer modelo ha querido dar más fuerza a la colegialidad episcopal y el segundo ha sostenido el princi pio monárquico de la autoridad en la Iglesia. La Iglesia de Oriente ha insis tido en la sinodalidad hasta rechazar el primado, mientras la Iglesia de Oc cidente ha exaltado el primado, hasta casi perder la conciliaridad radical de la Iglesia primitiva. Hoy el Papa Francisco quiere llamar la atención de toda a Iglesia sobre la necesidad de escucharnos más unos a otros, para caminar juntos en comunión, partici pación y misión.
Discernimiento, discernimiento en común y sinodalidad, se articulan en una dinámica que nos puede ayudar a encontrar los caminos que la Igle sia debe recorrer para seguir siendo “sacramento universal de salvación” (LG, 48), en el mundo de hoy.
Hermann Rodríguez Osorio, SJ1 Bogotá, 8 de marzo de 2022
1 Licenciado en Filosofía y Magister en Psicología Comunitaria de la Pontificia Universidad Javeriana. Doctor en Teología de la Universidad Pontificia Comillas, Madrid (España). Director del Centro Ignaciano de Reflexión y Ejercicios – CIRE. Decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana. Actualmente es el Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia.
En la sede de la Conferencia Epis copal de Colombia se celebró, en la Solemnidad de San José, el 19 de marzo, la consagración de las familias y del país al santo pa triarca, esposo de la Virgen Ma ría, que en la tierra hizo las veces de padre del Hijo de Dios, Cristo Jesús.
La ceremonia fue presidida por monseñor Luis José Rueda Apa ricio, arzobispo de Bogotá y pre sidente del episcopado colombia no, y concelebrada por monseñor Luis Manuel Alí, obispo auxiliar de Bogotá.
Durante su homilía, monseñor Luis José Rueda destacó tres as pectos especiales de San José: “Es un hombre de fe; es hombre de ternura de Dios y tiene la misión de defender la vida. ÉL, con la fuerza de los sacramentos y con la gracia de Dios, acompañará en esa misión a hombres y mujeres dentro del hogar y a nuestra so ciedad colombiana, amenazada por distintas formas”, precisó el prelado.
“Que San José acompañe nues tros hogares y nuestra patria, para que encuentre los caminos de Dios”.
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá -
En el marco del Año de la ‘Familia que finaliza el próximo 26 de junio, y en el contexto de conmemoración de los 50 años del Tribunal Eclesiástico, el 19 de marzo de 2022, conversó con monseñor Pedro Fernando Mercado Cepeda, vicario judicial de la Arquidiócesis de Bogotá y presidente del Tribunal sobre la misión y proyección de este organismo judicial de la Iglesia católica; y de su aporte a la acción pastoral, especialmente en el ámbito de familia.
Padre Rafael De Brigard (RDB): Monseñor, comencemos con una pregunta básica, ¿qué hace un Tri bunal Eclesiástico?
Monseñor Pedro Mercado (MPM): El Tribunal Eclesiástico atiende, en primer lugar, las causas de nulidad matrimonial de los fieles de nuestra Arquidiócesis, pero también, por delega ción y confianza del señor arzobispo, atiende las causas pe nales y administrativas que compe ten a la justicia de la Iglesia.
(RDB): En el imaginario de nues tra gente existe la idea de que acu dir a un Tribunal Eclesiástico por temas, por ejemplo, matrimonia les, es complicado, costoso y eterno, ¿eso ha cambiado?
(MPM): A partir del año 2015 el papa Francisco quiso cambiar la fi sionomía del proceso de nulidad matrimonial, de tal manera que pu diéramos desmontar esa mentalidad en torno al proceso de nulidad ma trimonial.
Se buscó que se comprendiera más la naturaleza del proceso, para hacer la justicia de la Iglesia mucho más cercana, mucho más accesible, y eso significa, también, más cerca na a las posibilidades económicas de los fieles.
(RDB): ¿Las estadísticas que us tedes manejan reflejan eso: que ha llegado más gente, que acuden más las personas, que hay mayor acceso al tribunal?
(MPM): Antes de la reforma, esta mos hablando del año 2015, el pro medio de solicitudes era, aproxima damente, de unas 200 - 300 causas de nulidad; en el año inmediatamen te posterior a la reforma se duplica ron, tuvimos 750 solicitudes y más o menos ese ha sido el número hasta la llegada de la pandemia, que ha signi ficado un descenso importante en el número de causas de nulidad.
Sin embargo, hacia el futuro espe ramos nuevamente poder atender un promedio anual de 600-700 causas.
(RDB): ¿Monseñor, ustedes han podido percibir las causales prin cipales de esta gran crisis matri monial, que pudiera servirnos en la Iglesia para trabajar aún mejor el tema de la pastoral para el ma trimonio?
(MPM): Así es, y de hecho hemos estado permanentemente en contac to con la pastoral familiar; precisa mente uno de los grandes objetivos del papa Francisco era que el Tribu nal o los Tribunales Eclesiásticos de jaran de funcionar como entidades autónomas, como entidades aparte,
para insertarse en la evangelización y, particularmente, en la Pastoral de la Familia, con la que hemos ido detec tando una serie de debilidades:
La falta de preparación remota, la falta de preparación inmediata al sacramen to, que mucha gente sigue asumiendo como una formalidad social. Hay que darle al sacramento la importancia que realmente tiene, y eso implica un gran desafío.
También, están las novedades en la jurisprudencia, nos damos cuenta que las nuevas generaciones, es decir, los procesos de las personas más jóvenes, que ya empiezan a acercarse al Tribu nal, en ellas encontramos causales nue vas, por ejemplo, la exclusión de la pro le, la exclusión de la indisolubilidad del matrimonio, causales que en el pasado eran un poco más extrañas, hoy se van haciendo cada día más comunes.
Hoy, muchas personas dicen no que remos tener hijos, preferimos tener mascotas; el matrimonio vamos a asu mirlo como una prueba, si nos va bien nos quedamos, de lo contrario, acudi mos al divorcio, esas causales empie zan a presentarse cada día más.
(RDB): ¿El tema de las adicciones ha crecido como causal de termina ción de matrimonio?
(MPM): Si, canon 1095.3 que refiere a la presencia dentro de la pareja, den tro de los contrayentes, de algún tipo de afección psíquica grave y ahí entran, también, ese tipo de realidades: las adic ciones, una muy importante que hemos ido detectando es la ludopatía, que afec ta gravemente la convivencia matrimo nial y puede ser considerada como una causal de nulidad matrimonial.
(RDB): Monseñor, sobre el tema de los procedimientos creo que hay dos noticias importantes para las perso nas, primero: que pueden entablar las causas de nulidad ellas mismas sin necesidad de abogado y, segundo,
que los costos son muy razona bles hoy día
(MPM): Una de las grandes no vedades del Motu Proprio Mitis Iudex Dominus Iesus, es decir, Juez Misericordioso es la intención de acercar la justicia de la Iglesia a los fieles y, para ello, el Papa tomó dos decisiones fundamentales: la primera, la implicación de los párrocos; es decir, que los párro cos se dieran cuenta que una de sus labores pastorales fundamen tales es acompañar a esas ovejas heridas para llevarlas a un plano de restablecimiento de su vida en comunión de la Iglesia y, también, a un plano de restablecimiento de su vida matrimonial y familiar. Y los párrocos en Bogotá están ha ciendo una excelente tarea en ese sentido.
De otra parte, los abogados no han desaparecido, las personas que deseen, que quieran verse acompañadas por un jurista pue den hacerlo, pero la Arquidiócesis cuenta con 8 puntos, ubicados en las distintas Vicarías, donde las personas pueden encontrar tam bién asesoría jurídica.
Otro elemento son los costos. Dado que ya no es necesario con tratar un abogado, pues los cos tos también disminuyen, y en el Tribunal hemos hecho el esfuerzo de racionalizar este tema, de tal manera que para las personas sea mucho más sencillo poder acce der a la justicia de la Iglesia.
Hoy, más del 50 por ciento de las causas de nulidad en nuestro Tri bunal reciben algún tipo de patro cinio, reciben algún tipo de ayuda.
Vemos que mucha gente de es casos recursos, que en un princi pio consideraba imposible hacer un proceso de nulidad matrimo nial, puede acercarse con mayor tranquilidad.
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá
(RDB): ¿Una sentencia del Tribu nal puede ser apelada?
(MPM): Una sentencia de nulidad de primera instancia puede ser ape lada al Tribunal Nacional de Apela ciones, que es Tribunal de segunda instancia o incluso directamente a la Rota Romana, que es Tribunal de Cierre, Tribunal de tercera instancia.
(RDB): ¿Ese Tribunal de apela ción dónde está?
(MPM): El Tribunal de Apelación se encuentra en la ciudad de Bogo tá, y es presidido por el padre Omar Cristancho, también sacerdote de la Arquidiócesis de Bogotá.
(RDB): Monseñor, dentro del es quema de la Arquidiócesis de Bo gotá: parroquias, vicarías, tribu nales, fundaciones, pastoralmente hablando, ¿qué lugar daría al Tribu nal Eclesiástico?
(MPM): Hace unos días, el arzo bispo de Bogotá, en diálogo, me de cía: “No hay dimensión de la pastoral que no exija la vivencia de la justicia
y no hay vivencia de la justicia que no exija una aplicación concreta en la pastoral, así que el Tribunal es transversal, porque tiene como obje tivo la vivencia de la justicia en todas las dimensiones de las relaciones de la Iglesia con los fieles; la dimen sión de la justicia entre sacerdotes; y, también, la dimensión de la justicia en las relaciones de la Iglesia con el mundo.
La justicia es un valor fundamen tal, no hay verdad sin justicia, no hay justicia sin verdad e intentamos también que esa justicia en nuestro Tribunal, particularmente, esté fun dada y basada en la caridad.
Así que yo considero que el Tribu nal tiene una función transversal en todas las dimensiones pastorales de nuestra Arquidiócesis.
(RDB): ¿Cómo siente usted a las personas que acuden al tribu nal, los esposos (hombres-muje res), que están disolviendo sus ma trimonios ante esta instancia de la Iglesia?
(MPM): Yo creo que ha habido un gran cambio de mentalidad no solo en los sacerdotes, a quienes agra dezco el trabajo de acompañamiento que han hecho desde las parroquias, también en los fieles. Hoy encuentro una mayor sinceridad, una mayor apertura, una mayor transparencia y una mayor tranquilidad a la hora de afrontar el proceso de nulidad matri monial, que nunca es un proceso fá cil, porque significa abrir, en ocasio nes, heridas del pasado, confrontarse con situaciones de la vida anterior, que uno ha querido dejar en el olvido, pero que a raíz de un proceso de nu lidad matrimonial vuelven a aflorar.
Pero creo que el acompañamiento pastoral, la labor que los sacerdotes de la Arquidiócesis han hecho, ha ayudado a asumir el proceso con una dimensión de sanación espiritual, que ha sido también para nosotros realmente muy positiva.
(RDB): Monseñor, en el contex to de la celebración de los 50 años del Tribunal, retomemos un poco la historia de este organismo y al gunos de los sacerdotes ilustre que han acompañado y liderado este servicio.
(MPM): Estamos celebrando 50 años de fundación, la asignatura apostólica, el 19 de marzo de 1972, dio autorización al arzobispo de Bo gotá para iniciar el Tribunal Ecle siástico de Bogotá junto a otros cua tro Tribunales que se erigieron en
Queremos ser la casa de la misericordia de Dios para sus vidas.
Colombia; entre ellos: el Tribunal de Medellín, el Tribunal de Cali y el Tri bunal de Barranquilla.
Grandes sacerdotes ilustres han acompañado este Tribunal, por ejem plo, tenemos que agradecer esta casa a monseñor Darío Álvarez, quien ejer ció durante cerca de 15 años como vicario judicial y presidente de este Tribunal, y también a ilustres ca nonistas: los hermanos Ferreira, a quienes agradezco el gran impulso que dieron al Tribunal, grandes per sonajes que han ido contribuyendo paulatinamente a la consolidación de una praxis jurídica y pastoral.
Este Tribunal de Bogotá siempre ha querido la cercanía con las perso nas y la vinculación de los párrocos a la labor que ejerce.
(RDB): ¿Qué sacerdotes los acom pañan hoy en esta misión en el Tri bunal?
(MPM): Hoy están en el Tribunal dos vicarios judiciales adjuntos: los
padres Carlos Rodríguez Laiton y Octavio Soler, quienes cumplen una función muy importante; un equipo de 14 jueces; 5 defensores del vínculo; unos 20 o 25 abogados inscritos en el Tribunal Eclesiástico; y un equipo de funcionarios de aproximadamente 15 personas, así que somos un Tribunal grande, sólido y con una praxis judi cial realmente muy valiosa.
(RDB): ¿Cómo trascurre la rela ción entre el Tribunal y el señor ar zobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio?
(MPM): Es una gran bendición la presencia y compañía de los ar zobispos a lo largo de la historia, pero, particularmente, el apoyo y confianza de monseñor Rueda han sido muy valiosos, porque, como lo mencionaba, en el Tribunal no solamente se atienden las causas de nulidad matrimonial, sino también las causas penales y administrativas que atañen también al fuero judicial de la Iglesia.
(RDB): Monseñor, para termi nar, dos palabras, una para los ma trimonios, otra para los que esta mos al frente de las parroquias en este tema matrimonial
(MPM): A nosotros nos han in tentado convencer de que la familia está en crisis, de que el modelo de fa milia que la Iglesia propone está pa sado de moda, pero eso no es cierto, eso no es verdad, junto a los indis cutibles signos de oscuridad, de pro blemáticas, que la familia hoy en la actualidad afronta, hay unos grandes signos de esperanza, vemos familias jóvenes, con niños, familias que tie nen la ilusión de vivir el modelo del matrimonio, el camino matrimonial según el querer de Cristo y según el querer de la Iglesia.
Esas familias son signos de espe ranza y creo que van a ser la semilla de una nueva humanidad y de una nueva forma de ser Iglesia, Iglesia muy fundada en la familia.
Periodista
Comprometidos con el llamado a ser custodios de la Casa Común, a través de prácticas sostenibles y amigables con el ambiente, la coordinación arquidiocesana del cuidado de la creación, ha creado el galardón San Francisco de Asís, una iniciativa que busca apoyar y visibilizar el trabajo que en parroquias y comunidades parroquiales se adelanta de la mano de la encíclica Laudato si.
“Hay parroquias que están haciendo todo un camino ecológico y queremos que estos trabajos se conozcan, apoyarlos. Iniciaremos con un piloto en cuatro Vicarías Territoriales: Espíritu Santo, Santa Isabel de Hungría, San Pablo y San José. Allí, de mano de los trabajado res sociales, párrocos y equipos comprometidos con estos procesos avanzaremos hacia la consolidación de las eco parroquias”, explicó el padre Alfonso Canedo, coordinador arquidiocesano del cuidado de la creación.
Tras afirmar que “no podemos desligar la Palabra de Dios del cui dado de la Casa Común (…) Cada uno de nosotros tiene una respon sabilidad con Dios y con lo que Él nos ha concedido: la creación”, el sacerdote agregó que si parroquias de otros sectores se quieren sumar también lo pueden hacer”.
“La idea es que, si una parroquia tiene una idea ecológica en mar cha o proyectada, y logra ser seleccionada dentro los premiados por el galardón, podamos hacer realidad ese sueño y continuar cuidando y construyendo nuestra Casa Común”, afirmó.
A partir del diplomado ‘Pastoral Social Transformadora’, desarrollado mediante una alianza entre Unimonserrate y la Arquidiócesis de Bogotá, y orientados por la coordinación del cuidado de la creación, con formaciones relacionadas con la encíclica Laudato si, animadores de la evangelización en esta Iglesia particular ampliaron sus perspectivas de servicio.
Muestra de ello es el proyecto "Recuperación, embellecimiento y mantenimien to de un espacio en proceso de deterioro en el Eje Ambiental", inmediato a la parroquia Nuestra Señora de las Aguas (Vicaría Inmaculada Concepción).
Otra experiencia se gesta al suroriente de la ciudad de Bogotá, localidad 5 de Usme, en la parroquia San Marcelino Champagnat, donde, sumado a diversas prácticas ecológicas en el templo, en el despacho parroquial y en la comunidad, desde el 2021 se fortalece el proyecto ‘Terraza Verde’.
Con el grupo de personas que acompaña esta iniciativa se recolectan los resi duos orgánicos de las familias y se depositan en las composteras, de donde pro viene el abono orgánico con el cual se siembran en la huerta productos como cilantro, perejil, aromáticas, lechugas, acelgas, entre otros, explica el padre Alfonso Canedo, párroco.
Estas son solo dos experiencias, de muchas en marcha o en proyecto, en las distintas comunidades parroquiales de la Arquidiócesis, y que se suman a las que se espera identificar para ser acompañadas desde esta coordinación e invi tarlas a participar en el galardón propuesto.
El padre Luis Alfonso Canedo Restrepo, oriundo de Cúcuta, Norte de Santander, adelantó sus estudios de filosofía y teología en la Fundación Universitaria San Alfonso (Bogotá). Recibió su ordenación sacerdotal el 6 de mayo de 2006, de manos de monseñor Óscar Urbina, en Cúcuta. Incardinado mediante decreto no. 1186 del 19 de diciem bre de 2017.
En esta Iglesia particular ha servido como: Párroco en San Marcelino Champagnat; miembro del equipo arquidiocesano de evangelización de la movilidad humana; miembro de la comisión arquidiocesana de evangelización (V.E.T San Pablo); administrador parroquial en Santa María de Caná; párroco en San Josemaría Escrivá de Balaguer; capellán en el Instituto San Ignacio de Loyola, en el Colegio Parroquial Inmaculado Corazón de María; vicario parroquial en San Josemaría Escrivá de Balaguer, en Nuestra Señora de la Valvanera, en La Sagrada Familia y en Santa María de Jerusalén.
Fraternidad, una revista para el clero de
Proyecto Tejiendo comunidad’ Proyecto Proyecto Terraza Verde’Presencia y acción de un ministe rio eclesial de relación y ayuda, es la misión de la coordinación de evan gelización de la salud, “un servicio cristiano, especializado, encarnado y celebrativo”, que busca promover, cui dar y defender la vida.
El padre Wilsson Javier Ávila Es pejo, sacerdote camiliano, capellán de la Fundación Hospital San Car los y coordinador arquidiocesano de esta pastoral, habló con Fraternidad sobre la proyección y desafíos de la evangelización en el mundo de la salud y del trabajo articulado con el Centro Camiliano, en un contexto marcado por la cultura del descarte y la muerte.
El sacerdote destacó que, en me dio de esta realidad, la pastoral de la salud “nos permite seguir siendo un signo de vida (…) Como capellán percibo que dentro de los hospitales se ve que la gente quiere vivir, que, en medio de sus enfermedades, pide sanar para seguir adelante con sus proyectos, con su vida, con su fami lia, con sus sueños. Entristece la otra parte, lo que se va legislando a nivel del país”. También, se hace evidente la necesidad y urgencia de fortalecer procesos y servicios relacionados con los cuidados paliativos.
Ante esta contrariedad, explicó que la espiritualidad en el mundo de la sa lud es una espiritualidad encarnada
por medio de un Evangelio de envío. Es ir y curar (…) Es el amor de Dios en una persona que quiere humani zar el mundo desde sus limitaciones, comprendiendo que salud no es solo el componente físico y orgánico sino la integridad del ser humano, los as pectos psicológicos, sociales, afecti vos, espirituales”.
Consolidación del equipo de capella nes. Actualmente, la Arquidiócesis cuenta con 25 capellanes, sirviendo en diferentes hospitales y clínicas de la ciudad, siendo presencia viva de Iglesia.
Para el 2022 se proyectan encuen tros trimestrales y una experiencia de rotación en los distintos centros de salud que acompañan.
Sumado a lo anterior, se adelanta rá un diplomado en bioética y una misión cuaresmal sacerdotal de la mano de la Formación Permanente.
Consolidación del grupo arquidioce sano de voluntariado y apoyo en la humanización dentro del mundo de la salud. Desde la coordinación se viene realizando un trabajo articu lado con el Centro Camiliano, en tres ejes centrales:
Formación: cursos básicos, que im parte el Centro Camiliano en mo dalidad presencial y virtual.
Estructura: se avanza en la consoli dación del equipo arquidiocesano,
El padre Wilsson Javier Ávila Espejo, oriundo de Acevedo (Huila), adelan tó sus estudios de filosofía en la Fun dación Universitaria San Alfonso, y de teología en la universidad San Buenaventura.
Fue ordenado el 10 de octubre de 2009 por monseñor Rigoberto Corre dor. Incardinado en la Arquidiócesis de Bogotá el 16 de febrero de 2018.
En esta iglesia particular ha servido como:
Coordinador arquidiocesano de evangelización de la salud; arci preste para la Vida Consagrada en la Vicaría Episcopal Territorial San José; párroco en San Juan Pablo II; párroco en La Resurrección, capellán en la Fundación Hospital San Carlos; arcipreste para la Vida Consagrada en la Vicaría Episcopal Territorial San Pablo; administrador parroquial en La Resurrección; vicario parro quial en Nuestra Señora del Rosario (La Calera); capellán Hospital San ta Clara; y párroco en el Hospital San José.
para lo que se está convocando dos animadores a nivel vicarial.
En esta línea, también, se busca fortalecer el acompañamiento a los grupos parroquiales de pastoral sa lud, ministros extraordinarios de la comunión, diáconos, voluntarios de los hospitales y personal de la salud; además, el posicionamiento de con memoraciones especiales como la Jornada Mundial del Enfermo, a tra vés de Triduos, orientados a la sensi bilización, oración y solidaridad.
El sacerdote explicó que dentro de los retos pastorales en los que se enfocarán durante el 2022 se encuentra la conso lidación de las delegaciones diocesanas y arquidiocesanas de pastoral de la salud, siguiendo las tres líneas operativas: asesoría, formación y acompañamiento.
1. La dimensión solidaria, que busca ser presencia de Je sús, Buen Samaritano, junto a los que sufren;
Afirma el padre Luis Alejandro Ruiz Blanco, coordinador Nacional de Pastoral de la Salud (SNPS) y director del Cen tro Camiliano de Humanización y Pastoral de la Salud.
El sacerdote, filósofo y teólogo, con experiencia pastoral en diversas instituciones de salud públicas y privadas del país, llamó la atención sobre la tendencia a la valoración utilitarista de las personas y sobre la cultura del descarte.
“Como sociedad hemos entrado en la dinámica de la ética utilitarista, es decir, considerar a la persona en función de qué tanto produce o sirve, incluso, lamentablemente, den tro del núcleo familiar, en algunos casos, se hace de lado a los enfermos. Esto se reproduce también en el ámbito esta tal (…) Los enfermos terminales se han convertido en una carga para las entidades de salud, llevando a que se abra la puerta, a que sea más fácil eliminarnos, desconociendo su dignidad y la sacralidad de la persona”.
2. La dimensión comunitaria, la cual busca favorecer la promoción y educación en salud;
3. La dimensión político-institucional, que se orienta a promover el derecho a la salud, la humanización y evangelización en el mundo de la salud.
Actualmente se cuenta con 42 delegaciones de pastoral de la salud en Colombia.
“En la Arquidiócesis de Bogotá hemos venido trabajan do de la mano del padre Wilson Ávila, nuevo encargado de animar la pastoral de la salud en la esta jurisdicción. Dentro de los principales desafíos está el volver a reunir a los discípulos misioneros en el mundo de la salud, a los agentes de pastoral de la salud, para retomar los procesos, no solo de formación sino de acompañamiento a todos aquellos hermanos que sufren”.
Centro Camiliano de Humanización y Pastoral de la Salud
Ante esta realidad, desde promoción y defensa de la vida de la Conferencia Episcopal de Colombia y del Centro Camiliano vamos a seguir trabajando y queremos compartir con todos ustedes que en la página web del episcopado se ha creado el micrositio eutanasia.cec.org.co, dedicado a acompa ñar y brindar los recursos humanos, lega les, espirituales a todas aquellas familias y enfermos que atraviesan por este momento de dificultad y para evitar caer en la red de amenaza y de la cultura de la muerte y el descarte.
“La enfermedad como realidad inherente a la condi ción humana hace que no se respete ni condición social, ni raza, ni sexo, ni absolutamente nada, sino que nos toca a todos. Es por eso que, desde el Centro Camiliano, esta mos llevando a cabo un curso de formación virtual Cómo acompañar a aquellos pacientes no católicos, porque con sideramos que el acompañamiento espiritual va más allá (…) Toda persona que sufre necesita de la presencia de Jesús, Buen Samaritano, que se acerca independientemen te de la creencia”.
eutanasia.cec.org.co
Fraternidad, una revista para el clero de
Arquidiócesis
“Ante la avanzada de la cultura de la muerte y del descarte, luchamos por la vida y dignidad de los más frágiles”
La Fundación de Atención al Mi grante (FAMIG), en su compromiso de acompañamiento y ayuda a la po blación vulnerable radicada en Bo gotá, dio inicio a un nuevo ciclo de cursos teórico-prácticos orientados a ampliar las posibilidades laborales para personas migrantes venezola nas y colombianas.
“Es mejor enseñar a pescar que dar el pescado, porque el que aprende a pescar ya sabe el oficio, ya sabe sa lir adelante”, afirmó el padre Wilfran Oyola, director ejecutivo de la Fun dación, durante la apertura del pro ceso formativo.
Agregó que, paralelo a la forma ción técnica, se contará con acompa ñamiento psicosocial, espiritual y de proyecto de vida, con lo que se busca fomentar el emprendimiento y creci miento integral de los participantes.
“No es simplemente que sean pro fesionales, necesitamos saber cómo están, esto será una formación inte
gral (…) Apoyarse, ayudarse, van a ser una familia”.
Belleza capilar, corte y confección, manicura y pedicura, barbería, pa nadería y comidas rápidas hacen parte de la oferta educativa.
Sobre la iniciativa, la Hermana Valdete Wilemann, coordinadora del Centro Pastoral de Capacitación explicó que “con las puertas abiertas para todos (…) la Fundación está apoyando el 50% de los kits de tra bajo y uniformes”; sin embargo, el apoyo responderá a la situación de cada estudiante”.
Al referirse a esta experiencia, Joha na Alaya, madre soltera venezolana, manifiesta estar contenta y agradeci da: “Adquirir el conocimiento para crecer como ser humano, como mu jer, como emprendedora, como em poderada, como madre”, es una gran oportunidad.
Además del cumplimiento a nivel académico (proceso teórico - prác tico), los estudiantes deberán reali zar una serie de acciones en su co munidad que reflejen el espíritu del compartir. Finalizada la formación recibirán certificación por parte de la Fundación.
La formación, en niveles básico y especialización, se realiza en el Centro Pastoral de Capacitación, ubicado en la carrera 73c bis #38b -16 Sur.
El CEPCA es uno de los tres centros de atención y acompañamiento integral a población vulnerable del FAMIG, institución católica que cumple 20 años y que durante el 2021 y primer trimestre 2022 ha beneficiado a más de 21 mil familias.La Arquidiócesis de Bogotá, en su interés por renovar la vida cristiana de cada uno de sus miembros, hace entrega a todos los espacios y comunidades eclesiales del itinerario de iniciación cristiana para adultos: “Y se quedaron con Él” (Jn1, 39).
El propósito fundamental de este itinerario está formulado en las siguientes palabras del papa Francisco:
“Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él” (EG 3).
Con el objetivo de acompañar esta renovación del encuentro personal con Jesucristo, se le ha dado el nombre Y se quedaron con Él, expresión tomada del Evangelio de San Juan (Jn 1, 39), la cual forma parte de la primera escena, de cuatro, que narran el proceso de fe de los primeros discípulos de Jesús, a partir del testimonio de Juan el Bautista. (Jn 1, 35 - 44). Dicho testimonio lleva a dos de los discípulos (en la segunda escena se identifica a uno de ellos como Andrés hermano de Simón Pedro), al encuentro personal con Jesús y en ese encuentro empieza a surgir la fe y más adelante las primeras profesiones de fe de los discípulos (Jn 1, 41. 45. 49).
YsequedaronconÉl expresa la acogida en libertad a vivir el encuentro con Cristo, de adhesión a su persona, experiencia que cambia la vida y la orienta en relación con Jesús y su proyecto del Reino. Quedarse con Jesús es adherirse a Él, arraigarse en Él, tal como lo recuerda de modo constante el Magisterio y la pedagogía de la Iglesia: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación de cisiva” (DEC 1).
Quedarse con Jesús no es un momento puntual y aislado, Juan nos ha mos trado a los dos primeros discípulos llamados como unas personas inquietas, en búsqueda, y por tener esta actitud se encuentran con Jesús.
Quedarse con Jesús es el momento de un llamado y de una decisión en li bertad, es optar por construir la vida de ahora en adelante desde Jesús y su propuesta de vida nueva y digna para todos; es el inicio de todo un camino de discipulado, lleno de nuevas búsquedas, interrogantes, contradicciones, mie dos, desánimo, pero también de coraje, entrega incondicional y alegría. Todo el Evangelio nos va a mostrar cómo estos personajes evolucionan a medida que avanza el relato y son testigos de las palabras y acciones de Jesús, narrando el momento del surgir de la fe de los discípulos.
El itinerario esta estructurado en tres etapas:
La primera etapa Llamados a es tar con Él se centra en la invitación que nos hace Jesús a ser discípulos suyos en nuestra cotidianidad, y vemos algunas respuestas que han dado diferentes personajes de la es critura ante esta misma invitación. En esta línea, Jesús se presenta a Él mismo por medio de diferentes imá genes (la Luz del mundo, el Pan vivo, el Camino, la Verdad, la Vida, la Re surrección y la Vid verdadera).
El enfoque de la segunda etapa el Reino de Dios, es la proclamación que hace Jesús sobre la Buena Nue va del Reino de Dios, a partir de di versas parábolas y bienaventuran zas como propuesta de vida de aquel que quiere ser discípulo suyo. Para esta etapa, se hace la entrega escrita de las Bienaventuranzas, como sig no importante en esta iniciación a la vida cristiana.
En el desarrollo de la tercera etapa Si alguno quiere venir en pos de mí, se hace memoria de la vida de Jesús, acciones, palabras y hechos en su caminar por Galilea, renovando el llamado que nos hace a seguirlo y a hacernos discípulos suyos, fruto del camino recorrido.
Por: Equipo Arquidiocesano de Iniciación Cristiana
Padre Raúl Guillermo Vaca (1937- 2022)
Un sacerdote alegre y entregado a su ministerio
ciembre de 1970 e incardinado en la Arquidiócesis de Bogotá, mediante decreto no. 986 del 22 de septiembre de 1983.
Será recordado como un sacerdo te alegre, dedicado a su ministerio y, por su puesto, a su Iglesia. En tregó su corazón y su vida al Señor y lo demostró celebrando todos los sacramentos, que es lo más sagrado que tiene un sacerdote. Se enamoró de la Palabra de Dios, interiorizó y vivió la Sagrada Escritura cada día, celebrando la eucaristía con todo el fervor y amor.
tó a familiares y amigos su oración cercana y el sentimiento fraterno de solidaridad.
Fue ordenado por monseñor Au gusto Trujillo Arango el 12 de di La Arquidiócesis de Bogotá fue su hogar desde su ordenación y siempre le tuvo un cariño y amor eterno
El padre Raúl Guillermo Vaca na ció en Campohermoso (Boyacá) el 21 de abril de 1940. Realizó sus estudios de primaria en Tunja en la Escuela Normal de Varones en 1955; su se cundaria la cursó en el colegio Santo Tomás de Aquino en 1960.
En 1963 estudió filosofía en el Se minario Mayor de Barranquilla, y en 1970, en Bogotá, Teología en el Insti tuto Teológico Salesiano.
La Arquidiócesis de Bogotá fue su hogar desde su ordenación y siem pre le tuvo un cariño y amor eterno, así lo aseguró en una entrevista dada a El Catolicismo, en noviembre de 2020: “Yo quiero mucho la Arqui diócesis como algo concreto de la Iglesia donde uno ha trabajado con gusto, con cariño. Me he sentido fe liz, dichoso en las parroquias; la gen te me ha aceptado a pesar de mis de fectos, la gente me ha comprendido y yo trato de comprender a la gente, poniendo en práctica la alegría y la fidelidad, esa es formación salesiana, por eso yo me identifico como sacer dote diocesano con corazón salesia no”.
En el año 2020 cumplió 50 años de ordenación sacerdotal: “Siento ale gría y gratitud por los 50 años, uno no cree que haya llegado a los 50 años de sacerdocio, pero llegué feliz y dichoso de ser sacerdote”, indicó el padre Vaca en su jubileo.
El padre Raúl partió a la Casa del Padre el 26 de enero de 2022. Ante este sensible suceso, monseñor Julio Hernando García Peláez, obispo de la Diócesis de Garagoa, “en nombre de toda la iglesia diocesana, del pres biterio, las congregaciones religiosas, los grupos apostólicos y de todas las comunidades creyentes”, manifes
“Al dar gracias a Dios por sus 50 años de ministerio sacerdotal, lo presentamos en oración por la Igle sia, para que, ahora, celebrando la eucaristía en la eternidad, interceda de modo particular por esta Igle sia a la que quiso tanto y de la que siempre estuvo muy pendiente. Que nuestra fe en la resurrección nos lle ne de confianza y nos brinde la cer teza de que nuestro querido herma no, el padre Raúl Guillermo, gozará de la misericordia divina y orará en favor nuestro. Que el Señor le conce da el descanso y la paz”.
En la Arquidiócesis de Bogotá ini ció su vida pastoral desde el año 1972 como vicario cooperador en Nuestra Señora de Lourdes, sirvió también como:
Vicario cooperador en Nuestra Señora de la Valvanera (1973).
Vicario sustituto en Santa Bibiana (1974).
Vicario sustituto en la Santísima Trinidad (1977).
Vicario cooperador en Soacha (1978).
Párroco en Usme (1985).
Párroco en Santa Mariana de Jesús (1987).
Párroco en la Inmaculada Concepción, en Cáqueza (1996).
Párroco Ad Tempus en San Buenaventura (1998).
Párroco Ad Tempus en Jesús Nazareno (1999).
Adscrito en San José Obrero (2011).
Párroco en San Ricardo Pampuri (2012).
En 1953 adelantó el noviciado y el 29 de enero del año siguiente hizo su primera profesión religiosa. Para 1957 hizo su profesión perpetua.
Su formación teológica la realizó en Turín (Italia) en la Universidad Pontificia Salesiana. En 1958 obtuvo la licenciatura en filosofía y en 1963 la licenciatura en teología. Luego, fue al Instituto Bíblico de Roma donde se licenció en Sagrada Escritura. Fue ordenado presbítero en Turín, el 2 de febrero de 1963.
Al final de su vida le causó gran dolor la decisión de los superiores mayores de terminar el Teologado en Bogotá, casa a la que dedicó toda su pasión apostólica. Hasta el último momento guardó la esperanza de que esta decisión fuera reversada.
Murió a los 87 años de edad, 68 de profesión y 59 de sacerdocio. “Damos gracias a Dios por el padre Silvestre que pasó por este mundo haciendo el bien. Fue fiel y murió en la brecha del trabajo al estilo de Don Bosco”.
El padre John Jairo Gómez, SDB, lo recuerda como un gran formador:
Exigente, disciplinado, intelectualmente brillante, autor de varios libros sobre Sagrada Escritura, generoso con todos, especialmente con los más pobres, y muy cercano a los jóvenes.
Durante su vida sacerdotal dedicó gran parte al Teologado Salesiano ‘Santo Tomás de Aquino’, al que lle gó en 1966, hasta su muerte, es decir, 55 años. En esa casa fue coordinador de estudio de los jóvenes en forma ción de teología; vicario del director; miembro del consejo local; vicario parroquial. Desde 1983 hasta que se pensionó fue profesor de Sagrada Escritura en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeria na de Bogotá.
Toda su vida apostólica la dedicó a la formación, a la docencia uni versitaria y a atender pastoralmente los barrios de Cerro Norte y Santa Cecilia, comunidades de personas nobles y sencillas, pero en situación de mucha vulnerabilidad.
“En la fiesta de nuestro padre San Juan Bosco estamos despidiendo a uno de sus hijos, a uno de nuestros hermanos, que fue fiel a su vida sa lesiana, a su consagración, a su mi nisterio sacerdotal. El querido padre Silvestre Pongutá Hurtado, quien du rante 68 años vivió su vida salesiana en fidelidad. Con seguridad, fue mu cho el bien que hizo como salesiano y como sacerdote, especialmente como formador y como profesor de Sagra da Escritura.
El padre Silvestre Pongutá Hurta do, Salesiano de Don Bosco nació en Tópaga (Boyacá), el 8 de abril de 1935, en el hogar de don Julio Ro berto y la señora Enriqueta. Después de terminar la primaria en su tierra natal, fue al colegio salesiano Sagra do Corazón de Mosquera, donde ob tuvo el título de bachiller académico.
Fue un buen hermano, cordial, identificado con su sacerdocio y con la vida religiosa salesiana, siempre pendiente del bienestar y unión de su familia.
Exigente, disciplinado, intelec tualmente brillante, autor de varios libros sobre Sagrada Escritura, gene roso con todos, especialmente con los más pobres, y muy cercano a los jóvenes. Fue capellán, confesor y di rector espiritual de las hermanas de las Hijas de María Auxiliadora.
Dejó huellas profundas en el cora zón de tantos candidatos al presbite rado, a salesianos, y de otras comu nidades y laicos. Fueron muchas las personas que pudieron encontrarse con Dios en la vida y el ministe rio presbiteral de nuestro hermano, de quien podemos afirmar que fue signo y portador del amor de Dios, especialmente, desde su identidad sacerdotal y la dimensión de la evan gelización y la catequesis, encarna das con gran celo y ardor apostólico como un verdadero enamorado de la palabra de Dios y de los sacramentos de la reconciliación y la eucaristía. Es esto lo que sin lugar a dudas se pro puso con exigente fidelidad nuestro hermano salesiano, a quien con la tristeza profunda de la separación y con el gozo pascual de la resurrec ción damos cristiana sepultura”.
Un enamorado de su sacerdocio y de su vida de oraciónFraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis
de Bogotá, incluso en esta parroquia San Luis Beltrán”, señaló monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá – Primado de Colombia y presidente de la Conferencia Epis copal de este país, durante la misa exequial.
El prelado agregó que “nuestra pre sencia aquí quiere ser expresión de gratitud a Dios por el don de la vida sacerdotal de su siervo, y súplica con fiada de que participará en el banque te celeste, el que tantas veces presidió: la Eucaristía en la tierra”. Gratitud y oración a Dios por su vida y ministe rio, y por el consuelo a sus seres que ridos.
«Y a todos nosotros nos dé la cer teza de que no está muerto, sino que duerme, de que no ha perdido la vida, sino que reposa, porque ha sido lla mado a la vida eterna por los siglos de los siglos”.
Custodio de la familia, amigo y hermano de sus compañeros en el ministerio.
“En este momento de duelo en que nos ha sumido la muerte de monse ñor Pedro Vicente, con quien hemos convivido largos años y a quien tan to amábamos, la Iglesia nos recibe y quiere reanimar y fortalecer nuestra esperanza”, afirmó monseñor Sergio Pulido Gutiérrez, párroco de San Luis Beltrán, al iniciar la eucaristía, concelebrada por monseñor Ger mán Medina Acosta, obispo auxiliar; y acompañada por el padre Hernán Javier Hernández Ruiz, canciller; por varios sacerdotes; y por los canónigos del capítulo de la Catedral Primada.
Nació en Bogotá el 11 de enero de 1940 del hogar de Pedro Vicente Rue da y Carmen Rosa Alvarado. Termi nó los estudios de secundaria en el Seminario Menor en 1959; filosofía en el Seminario Mayor de Bogotá en 1962; y teología en el Seminario Ma yor de Bogotá en 1966. Fue ordenado presbítero el 19 de noviembre de 1966 por el monseñor Emilio de Brigard, para el servicio de la Arquidiócesis de Bogotá. Estudió Psicología en la Pon tificia Universidad Javeriana en 1976.
Con un gesto de respeto, venera ción y gratitud hacia una vida sacer dotal gastada en el servicio a Dios y a la Iglesia, el 24 de febrero 2022, en la parroquia San Luis Beltrán, fue dado el último adiós a monseñor Pedro Vi cente, canónigo de la Arquidiócesis de Bogotá.
“Un día fue recibido en la familia de los hijos de Dios por el bautismo, quedando para siempre incorporado a Cristo. Otro día, por medio del sa cramento del Orden, fue hecho sig no e instrumento de Cristo, cabeza y pastor de la Iglesia. Desde entonces, sus manos, sus labios y su corazón han estado consagrados al ministerio presbiteral en nuestra Arquidiócesis
Durante la santa misa se destacó el compromiso y servicio a la Iglesia ca tólica de este sacerdote, que por más de 50 años fue fiel a su ministerio, padre y maestro en sus comunida des, defensor de la dignidad huma na, promotor de obras sociales para poblaciones vulnerables, acompaña miento a niños y jóvenes, custodio de la familia, amigo y hermano de sus compañeros en el ministerio.
Finalmente, la comunidad y sacer dotes presentes oraron para que “el Señor abra las puertas del triunfo a nuestro hermano, para que, termina do el duro combate de su vida mortal, entre como vencedor por las puertas de los justos y en sus tiendas entone cantos de victoria por los siglos de los siglos».
Vicario cooperador en la parroquia de Fómeque (1967); vicario cooperador en la parroquia Nuestra Señora de la Val vanera (1968); vicario cooperador en la parroquia Santa Marta (1971); vicario cooperador en la parroquia Sagrada Eucaristía (1971); capellán en el colegio de las Esclavas (1972); párroco en la Di vina Providencia (1974); arcipreste del arciprestazgo 1.5 (1975); capellán en el colegio del Sagrado Corazón de Jesús –Suba (1976); vicario sustituto en la San tísima Trinidad (1978), arcipreste del Arciprestazgo 1.5 (1980); capellán en el colegio Sagrado Corazón de Jesús de las Hermanas Bethlemitas (1986), arcipres te del arciprestazgo 1.5 (1990); párroco en San Luis Beltrán (1991); canónigo del capítulo catedralicio (1995); asesor arquidiocesano para el equipo directi vo del Movimiento Familiar Cristiano (1998); miembro de la Junta Directiva de las Fundaciones San Antonio y Hogar de la Joven (1999); párroco en Nuestra Señora de las Nieves (2000); arcipreste del arciprestazgo 1.1 (2002); párroco en Santa Rita de Cassia (2005); arcipreste del arciprestazgo 2.3 (2008), adscrito en la parroquia Santo Domingo Savio (2014) y emérito hasta la fecha.
Cuando éramos unos niños del se gundo año de elemental lo llamába mos el “papi Rueda”. Era un compa ñero que se destacaba por su porte de persona mayor. Más alto que todos, rubio y maduro. Gozaba de nuestro respeto por su comportamiento se rio pero amable. Los más pequeños lo sentíamos como nuestro represen tante y protector.
Estudiamos juntos la primaria y para el segundo año de bachillerato dejé las aulas del Liceo de La Salle para ingresar a San Benito, la Escuela Apostólica del Seminario de la Arqui diócesis de Bogotá. A los trece años quería ser sacerdote.
Dos años después apareció Pedro Vicente en el Seminario Menor de la calle 81 y me expresó su inquietud vocacional. Ya no había diferencia mayor de estatura. Ingresó a cursar el quinto año de bachillerato y desde entonces fuimos compañeros de cur so y de ordenación sacerdotal.
En el Seminario fue un personaje respetado y admirado por su seño río, su don de gentes y su comporta miento cordial. Pienso que, aunque sonreía con bondad, no tenía un gran sentido del humor. Nosotros gozábamos con él y él tenía mucha paciencia porque era buena gente. Era ejemplar en su piedad, en la con sagración académica y austeridad. “Pedro V” lo llamábamos por la for ma como él firmaba su nombre.
Para él no fue fácil adaptarse al rit mo académico del Seminario. Los compañeros llevábamos varios años aprendiendo el latín y a este estudio se le daba particular atención pues, de acuerdo con el ordenamiento de la Iglesia, en el Seminario Mayor, las clases, los textos y los exámenes, eran en esta lengua.
“Pedro V” era muy metódico y ordenado. Recordamos todos su protocolo para ponerse los lentes de contacto. Tenía un maletín marrón dedicado a la limpieza, lubricación y colocación de los lentes. Con aten ción seguíamos este proceso, para no sotros bastante novedoso, que Pedro nos iba explicando y que nosotros en la sencillez de vida que llevábamos gozábamos al máximo.
Su familia estaba conformada por mujeres, por santas mujeres. Siempre lo acompañaron su mamá, sus dos tías y Rosario, su hermana, quien co laboró toda su vida con el padre Pe dro en los menesteres de la casa cural y del despacho parroquial.
A nosotros, en un tiempo muy agi tado de la vida de la Iglesia, nos for maron en el Seminario Mayor para ser párrocos del Concilio Vaticano II, con amor a la Palabra de Dios, a la liturgia, al papel de los laicos en la Iglesia, a la catequesis y el diálogo con el mundo moderno. La mayor as piración consistía en tener la propia comunidad parroquial, mantenerla cerca de Jesús y servirla. Ningún otra responsabilidad u honor pasaba por nuestra cabeza y corazón.
La vida sacerdotal del padre Pedro Vicente Rueda fue toda dedicada a la cura de las almas en las comunida des diversas que le fueron confiadas en la Arquidiócesis de Bogotá. Su personalidad fue siempre la misma. Tranquilo en medio de los movi mientos conciliares. Siempre dispo nible para ser cura, y cumplidor es tricto del deber, de corazón abierto para acoger y atender.
Tenía especial preocupación por formar buenos catequistas y esto lo hizo en sus diferentes parroquias. Aceptó de buen grado trabajar con el Movimiento Familiar Cristiano como asesor arquidiocesano y desempeñó con su característica fidelidad el car go de canónigo de la Iglesia Catedral.
Fue paciente en su larga enferme dad. Se fue quedando sin su propia familia y los antiguos feligreses le ofrecieron su cercanía y amistad. A pesar de su limitación mantuvo su entusiasmo y optimismo.
Siempre lo recordaré con especial afecto pues sé que me consideró su hermano y, aunque poco nos veía mos, sabíamos del especial vínculo de amistad que la vida nos había dado.
Monseñor Pedro Vicente Rueda Al varado se ofrendó con Cristo, como su sacerdote, y se ha unido en la historia a tantos sacerdotes ilustres que, como pastores sencillos y generosos, han he cho posible la vida eclesial de nuestra querida Arquidiócesis de Bogotá.
Bogotá D.C. marzo del 2022 +Fabio Suescún Mutis Obispo Castrense Emérito de Colombia
Fotografías: Cortesía de la parroquia Santo Domingo Savio
Nuestra Señora de Aparecida, un lugar donde todos somos parroquia
La Arquidiócesis de Bogotá cuenta con cerca de 300 parroquias a lo largo y ancho de su territorio. Esta historia de fe, acompañamiento espiritual y pastoral de más 450 años ha tenido como protagonistas el compromiso misionero de sacerdotes, religiosos y comunidades, quienes, superando condiciones adversas, no han desfa llecido en el sueño de contar con un lugar digno para el culto.
En esta oportunidad, compartimos la historia y desafíos de la comunidad perteneciente a la parroquia Nuestra Señora de Aparecida, ubicada en el noroccidente de Bogotá, localidad Suba, sector La Colina.
Tras más de 13 años de consoli dación pastoral y evangelizadora, su actual párroco, el sacerdote Hernán E.Báez Álvarez, de la mano con la co munidad, avanza en la construcción del templo en el terreno denominado ‘Tierra Prometida’, lugar en el que, desde el 2020, se congregan para la vivencia comunitaria de la fe.
“En el lote de 1.474 metros funcio na actualmente una capilla, adecuada en una carpa gigante, con capacidad para alrededor de 350 personas. Tam bién se encuentra el tráiler que, como iniciativa pastoral novedosa, sirvió inicialmente de Centro de Atención Pastoral y ahora como sacristía”, ex plica el padre Hernán al referirse a
En julio de 2017 es nombrado como párroco el sacerdote Hernán E.Báez Álvarez, quien sigue trabajando por conseguir un terreno para la construcción del templo; al tiempo que, con su cercanía y acogida, acompaña los ámbitos pastorales, generando espacios para proponer el Evangelio a las familias desde la catequesis y la cultura del encuentro; mantenido unida la comunidad a pesar de la pandemia.
uno de los mayores logros en este sueño de tener un templo.
La parroquia Nuestra Señora de Aparecida es hija de la parroquia Je sucristo Redentor del barrio Mazu rén, siendo párroco monseñor Mauro Serrano Díaz.
En el año 2007 fue nombrado para este sector el padre Carlos Santiago Granados para ir conformando la co munidad parroquial.
En un principio se le dio el nom bre de parroquia Nuestra Señora de la Luz y la Esperanza, pero luego de la V Conferencia General del Episco pado Latinoamericano y del Caribe en el 2007, en Aparecida (Brasil), el cardenal Pedro Rubiano Sáenz la eri ge, mediante Decreto Arzobispal No. 1382 del 02 de abril de 2008, como parroquia Nuestra Señora de Apare cida y nombra como administrador parroquial al padre Jesús María Mesa
Ramírez, quien acompañó la comu nidad hasta junio de 2017. El padre Jesús María, con su carácter acoge dor, fue conformando los diferentes grupos pastorales y fortaleciendo la identidad parroquial.
Hace parte de esta historia los luga res de culto para la celebración de las Eucaristías y para las reuniones de los diferentes grupos, entre ellos: el Cen tro Comercial Colina Plaza, el Centro Comercial Multidrive, los salones co munales de los conjuntos residencia les, los parques Montecarlo y parque Reserva de la Colina, la zona de ali mentos de Éxito Colina, el parquea dero de Carulla Rincón y la Capilla ubicada en la zona sur del almacén.
Actualmente, el Centro de Aten ción Parroquial funciona en un local que se tomó en arriendo en el mismo almacén donde también se adaptó un pequeño oratorio, la oficina del pá rroco y una sala de reconciliación.
Capilla en el lote TierraPrometidaEsta es una parroquia en salida que acoge a las familias, con diversidad de grupos y movimientos apostólicos. Busca la acogida, la integración y la participación.
El proyecto es un homenaje a Nuestra Señora de Aparecida en su estrecha conexión con el agua (río Paraima) y con la comunidad que peregrina a buscar y sanar, renovar y fortalecer la fe y la vida.
Inmerso en el entorno urbano y en un sector predominantemente resi dencial, busca generar un espacio de encuentro con Dios, con la naturaleza, con la comunidad y con nosotros mis mos. “El templo, además del área de celebración, será un espacio de comu nidad donde todos se sientan bienve nidos: familias, niños, jóvenes, perso nas mayores, deportistas y caminantes de los domingos, hasta nuestros seres queridos, cuyas cenizas se podrán te ner en una capilla de la Vida”.
“Construir este Templo es un reto que asumimos apoyados en la con fianza en Dios; la certeza que la Vir gen nos acompaña y la convicción que la comunidad está comprometi da: ¡Todos somos parroquia!
Quienes quieran unirse se pueden sumar con alegría en la campaña «Construye un metro cuadrado en la Tierra Prometida», así entré todos, construimos nuestra parroquia”, pre cisa el sacerdote.
La Escuela de Animadores de la Evangelización (ESAE), en su esfuerzo por disponer de una oferta formativa complementaria, ha desarrollado la herra mienta de educación virtual El Sembrador.
El entorno digital ofrece diferentes cursos a quienes deseen continuar con su proceso formativo en torno a la fe católica, en áreas como: Biblia, Pastoral, Teología, Doctrina Social de la Iglesia, entre otros.
Esta plataforma nació como respuesta a las necesidades de seguir formando agentes de la evangelización en medio de las restricciones a la presencialidad por COVID-19, surge bajo la inspiración de monseñor Germán Medina, obis po auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá, cuando tenía a su cargo la Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.
Se trata de un ambiente virtual de aprendizaje que facilita a los fieles el cre cimiento en la fe y los anima en su compromiso evangelizador. Los cursos han sido cuidadosamente estructurados y permiten a los participantes continuar con su proceso formativo, soportado en las Tecnologías de la Información. Con el apoyo de un equipo de trabajo, este proyecto quiere ponerse al servicio de toda la Arquidiócesis.
Por: ESAE
El ambiente virtual de aprendizaje se desarrolla en la plataforma moodle. Para el primer ciclo formativo del 2022 se dispondrá de 8 cursos gratuitos.
Informes: escueladeanimadores@arquibogota.org.co Celular: 3178861685 Conozca y a proveche esta herramienta formativa. www.elsembrador.com.co
Sobre los clérigos hay muchas cosas buenas qué com partir. Obispos, presbíteros y diáconos siempre tienen asuntos interesantes por contar, vivencias y experiencias, que permiten estrechar lazos de comunión y unidad. Ese es el principio que inspira y consolida el nuevo medio: elclero.co, un escenario digital de encuentro para los clé rigos de Bogotá, Colombia, Latinoamérica y la Europa de lengua hispana.
Surgió hace más de cinco años como un sencillo blog: ‘Elcleroreflexiona’, y hoy día es un portal para compartir fotografía, videos, meditaciones, reflexiones y textos sobre las riquezas humanas y ministeriales de los clérigos. “La buena información, dispersa en las redes sociales, parecie ra haber estado reclamando un espacio organizado con un nombre que nos convocara: elclero.co”, afirman los creado res de esta iniciativa.
Los cientos de visitantes de distintas partes del mundo, que van en aumento conforme el sitio trabaja en su posi cionamiento y en la calidad de sus contenidos, han ani mado al consejo de redacción a hacer un trabajo cada vez más serio, elaborado y pertinente. Por ejemplo, llama la atención las crónicas y memorias sobre clérigos que han partido, o aún en ejercicio; “con seguridad, en el fondo nos une un abrazo entrañable”.
Escribir es un ejercicio importante para un clérigo, le ayuda a perfeccionar su capacidad comunicativa y es sig no manifiesto de su salud mental, esto lo sabe el padre Wilsson Ávila, quien se refiere a las motivaciones que lo impulsan a compartir, desde hace ya varios años, sus escri tos: “La pandemia ha cambiado el orden existente, como un cambio de época, que ha traído cambios a todo nivel. En los días de cuarentena estricta se dio la oportunidad de continuar este ejercicio de escribir, y desde este blog tener la posibilidad de reflexionar, compartir y aportar a
quienes desean escuchar a sus sacerdotes. Me siento feliz de poder hacerlo”.
Una novedad como medio en la Iglesia colombiana, señala el equipo editorial, consiste en haber dado la voz a los sacerdotes casados, a quienes han dado el paso ha cia la vida matrimonial, y viven desde allí un estilo de vida cristiano importante, enriquecedor. “¡Buenísima idea!”, fue lo primero que exclamó Gabriel Malagón, sa cerdote casado. También los diáconos permanentes han compartido interesantes testimonios, gratamente aco gidos por los lectores; por esto, Víctor Manuel Nieto es el encargado de animar a sus hermanos del diaconado permanente, aunque los diáconos transitorios también están invitados a participar.
“Secciones como ‘Se busca, se necesita, se ofrece’, o ‘Li bros, películas y recomendados’ de la Cartelera pueden ser muy dinámicas si todos nos animamos a esta forma de comunión fraterna de bienes”, insisten.
Elclero.co tiene su ‘Rincón de la Cultura’ con las produc ciones del padre Alfonso Rincón (q.e.p.d.), premio Simón Bolívar. Esta es una sección abierta a otros audios.
Obispos, presbíteros, diáconos, algunos de ellos religio sos, caminando juntos, están invitados a participar.
“Nuestro arzobispo, monseñor Luis José, fue el primero en resaltar el beneficio del portal para estrechar la fraterni dad del clero, en el que “cada aporte suma y nos enriquece a todos”. Mensajes de obispos de diferentes diócesis del país han llegado no solo felicitando la iniciativa sino apor tando a las reflexiones su ponderación episcopal, porque no hay clericalismo en elclero.co”.
Finalmente, elclero.co, también, es un medio para esti mular la fraternidad con aquellos clérigos que se encuen tran en dificultades, “promoviendo la auténtica fraterni dad”.
El consejo de redacción y los colaboradores, sabiendo de su compromiso con esta causa hacen sus aportes enviando al Whatsapp 3144203568 o al correo electrónico elclerore flexiona@gmail.com ¡Todos pueden participar!
“Más que un regalo caído de las nubes es el fruto de un gran esfuerzo llevado a la nube. Más que un medio de co municación es un espacio virtual de comunión, que ayuda a consolidar la comunidad clerical en la que cada vez par ticipan, de diversos modos, clérigos de diferentes genera ciones”, afirma su director, el padre Víctor Ricardo.
Finalmente señala: “Si bien fue creado para clérigos, hasta los acólitos parroquiales ingresan, porque lo que es con el clero es con toda la Iglesia”.
P. Víctor Ricardo Moreno Holguín, director, P. Miguel Ángel Leguizamón, P. Wilsson Ávila, Gabriel Malagón, Hans Schuster, DcP Víctor Manuel Nieto Gómez Algunosdesuscolaboradores:Ricardo Londoño, Rafael De Brigard, Daniel Delgado y Víctor Moreno, su director.
Fundada por el cardenal Rubén Salazar Gómez en el 2011, es una experiencia pedagógica que acoge a niños y adolescentes en un proceso orientado a su madurez social, desde la perspectiva de las artes relaciona das con la Liturgia de la Iglesia.
Los pueri cantores, seleccionados por audición, reciben una educación musical con énfasis en técnica vocal y práctica coral gregoriana y polifó nica. También se les ofrece instruc ción respecto de la lengua latina y la disciplina litúrgica, pues su campo fundamental de acción es la cele bración en la Catedral de los ciclos de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua.
Adicional a su participación en estas celebraciones, la Schola Can torum realiza temporadas de con ciertos en los cuales difunde la mú sica sacra de grandes compositores. Cuenta con un amplio repertorio que abarca el canto gregoriano, obras del renacimiento, el barroco, el clasicismo, el romanticismo, y un
de siglo XX y XXI.
Durante ocho años de actividad ininterrumpida se ha insertado en la dinámica artística de la ciudad, dis tinguiéndose por la transparencia de sonido, la expresividad y la versatili dad para abordar repertorios de di versas épocas y estilos.
Ha participado en diferentes mues tras y concursos en Colombia, obte niendo múltiples reconocimientos y premios.
El coro, conformado por niños y jóvenes entre los 8 y 18 años, del que nació la Schola, lo conforman en la actualidad 25 chicos, quienes aman la música y, al tiempo que adelantan los estudios específicos en el área, se han ido formando en disciplina, puntuali dad y responsabilidad para lograr los mejores resultados en sus presentacio nes.
“Asumen un compromiso serio y profesional. Además, no es solo la música lo que los une, su formación
de fe de los integrantes y de sus fami lias. A través de estos años de trabajo con la Schola he visto muchas con versiones no solo de los niños sino de los padres que los acompañan, se acercan más a Dios y a la vida de la Iglesia”, afirma, Bárbara de Martiis, directora artística de la Schola.
En la actualidad, el coro adelanta los ensayos de manera presencial, se reúnen los viernes en la tarde y sába do en la mañana en la parroquia San ta María Goretti, de la Arquidiócesis de Bogotá.
Concentración, entrega y música para Dios
De Martiis es una enamorada de su trabajo y de esta música que da “glo ria a Dios; es lo que más adoro, no es un trabajo, lo disfruto, ha enriqueci do mi vida de fe a través de la música”, enfatiza.
La disciplina, entrega, el rigor en la puntualidad y compromiso en los en sayos es su premisa.
La labor de la maestra Bárbara no se limita a lo musical, en estos años ha construido una verdadera comuni dad con los niños, jóvenes, los padres y con los otros músicos que acompa ñan el repertorio.
La Schola Cantorum mantendrá abierta la convocatoria, durante el primer semestre del 2022, para niños de 8 a 10 años que aún no hayan cambiado de voz y para niñas de 8 a 12 años. Este grupo es denominado “Semillero” y nació en el año 2013.
También, se encuentran abiertas las inscripciones para niños de 5 a 7 años, quienes integraría el grupo “PreSemillero”, en el que se adelanta un trabajo de iniciación musical. Se creó en febrero de 2020.
Formulario de inscripción: www.catedraldebogota.org
Más información: schola@catedraldebogota.org
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de BogotáHay cosas que nacieron juntas y que ahora no tienen ningu na semejanza, porque hay contrastes que se revelan solo con el tiempo. Hay diferencias entre las cosas pares, que, compar tiendo un mismo origen, pierden los detalles que las unifor man, como el camino que se bifurca para terminar, de un lado mirando al cielo y del otro al polvo. Así también parecen cre cer las diferencias entre teologías que se revelan tan dispares, aun cuando tuvieron una misma madre.
Siempre ha habido posturas en apariencia irreconciliables dentro del seno de la Iglesia, que luego el Espíritu allana para alcanzar mayor profundidad. Pero es posible que estemos sufriendo, con ciertas corrientes, un intento de desalojo, una remodelación de la Iglesia que en nada se parece a su reno vación.
Entre el pueblo, al que atendemos diariamente, se puede percibir una preocupación creciente, y no se trata de amor dazar los miedos con solo tildarlos de conservadurismos ne cios: hay una marea de hombres consternados, que se sienten en una Iglesia que por hablar de inclusión pierde identidad y arriesga su esencia. Me refiero a los que miran con descon fianza ciertas posturas progresistas, solapadas bajo lemas de una Iglesia más comprensiva.
Muchos cristianos, reaccionando a veces con despecho, se sienten sacrificados, ellos y sus costumbres, ellos y sus espe ranzas, ante el altar de la inclusión. Ojo, porque no se trata tan solo de una reacción desconfiada y tardía al Concilio: este miedo consiste en que el pueblo de Dios advierte también los peligros que lo acechan.
Tampoco describimos al curita modernista -el de Papinique confunde su apostolado con el progreso y pierde la fe. Creo más bien que se trata de posturas serias, organizadas, que, olvidando los recursos de la Iglesia durante siglos, la filo sofía cristiana y una teología sana, se abalanzan sobre nuevas tendencias que parecen más acertadas para leer el mundo y el querer de Dios.
Una teología marxista, cada vez menos escasa y, por citar solo un ejemplo, se propone usar herramientas más apropia das para la Evangelización: para empezar, hay que eliminar todo asomo de diferencia de clases, o sea, suprimir al clero y empoderar al pueblo. Más urgente aun es darle las verdaderas proporciones al cielo, o sea, atenuar la esperanza trascenden tal y mirar más a la tierra. Además, proponer una hermenéu tica renovada de las Escrituras, haciéndolas pasar de promesas a programa. El mal, materializado por el pecado, es fruto de ciertas estructuras que serán suprimidas. Los sacramentos pa sarían por el cedazo ya que perpetúan lo bancario.
Con una fórmula como la anterior (solo una entre tantas) tenemos una religión del hombre autosuficiente, cuyo Dios se limita a mirar y aplaudir desde el cielo cuanto su creatura
emprende, cuya única dádiva es la fuerza transformadora, que hace de la historia un monólogo de autonomía humana, que ve en el estómago repleto todas las aspiraciones del hombre. Donde el Evangelio es un mero proyecto humano, una especie de manifiesto al que le urge una re- comprensión y activación, y entonces la Iglesia es una asociación que debe admitir su extravío milenario.
La soledad del hombre fuerte es el ámbito de la religión del abandono. Como decía Gómez Dávila, (otro olvidado): El católico progresista habla de “dimensión histórica” del cris tianismo, a fin de pervertir la historicidad de su origen en terrenismo de las metas. “Reino de Dios”, en el léxico progre sista, es el sinónimo eclesiástico de reino del hombre. Es in manentismo con alba.
Del formato que propone ese materialismo histórico al servicio de la teología, no queda sino desasosiego porque los fieles no alcanzan a habitar el paraíso terrenal, el final de toda dialéctica de opresor-oprimido. Quedan defraudados porque el paraíso se traslada, se pospone, se hace esperar. Y esta frus tración, gracias a Dios, señala al cielo. La fe de nuestra madre nos ha enseñado a disfrutar la vida, el trabajo honrado y a esperar en la vida futura el cumplimiento de las Bienaventu ranzas.
Si no hay resurrección, si no nos espera el cielo, si para mo rir nacemos, entonces nada más digno y urgente que la muer te y la esterilidad, placentera y ecológica, respectivamente. Si la resurrección ya está superada, si solo estamos llamados a este fango perfectible y si vemos en la Iglesia una fachada mo numental para ser rellenada con nuevas aspiraciones, enton ces, como dice San Pablo: somoslosmásdignosdelástima.
Por eso hay que decir que menos mal quedan aquellos fieles que conservan la memoria y la fe como para recordarnos que somos el fruto de revoluciones pasadas y que, a pesar de todo, el dolor de los vivos alcanza dimensiones cada vez más pla netarias, y el mundo sigue necesitando a Cristo. Esos mismos fieles, algunos de ellos lo suficientemente pobres y sencillos como para obligarnos a atender, advierten el peligro de una religión del hombre abandonado, del hombre que se salva solo.
Pero tal vez sea bueno decir, de paso y mientras todavía se pueda, que nada más violento contra el pueblo que ese em pobrecimiento al que lo someten ciertas teologías de nueva estirpe, que dejan a su paso tierra quemada y pregonan una iglesia con un Dios, testigo sí, pero lejano.
Esos hombres que salieron de entre nosotros pero que no eran de los nuestros ven en el Dios de la providencia una candidez paralizante, y en el relato de la torre de Babel una injusticia.
Jesús Arroyave Restrepo ■ Presbítero Párroco en Santa María Micaela y san Mario y capellán del Liceo San JoséAl señor Presbítero Diego Armando Ji ménez Melo, Capellán en el Liceo Pa rroquial San Gregorio Magno – SEAB, Vicaría Episcopal Territorial Inmacu lada Concepción.
COMUNICADO No. 009/2022
Al Reverendo Padre Luis Carlos Rodrí guez Riveros, a la Arquidiócesis de Bo gotá.
Al Reverendo Padre Fr. Mauricio Francisco Enríquez Merchán, O. de M., en la parroquia San Pedro Nolasco, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacer dote.
Al Reverendo Padre Fabián Esteban Arrieta Botero, O.F.M., Conv., en la pa rroquia San Luis de Tolosa, Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso.
Al Reverendo Padre Gregorio Huerta Velasco, F.M.I., en la parroquia Cristo de la Paz, Vicaría Episcopal Territorial de San Pablo.
Al Reverendo Padre César Fernando Franco Núñez, C.R.S., en la parroquia San Jerónimo Emiliani, Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.
Al Reverendo Padre Anyel Humberto Mesa Gutiérrez, S.S.S., en la parroquia Corpus Christi, Vicaría Episcopal Te rritorial de Cristo Sacerdote.
Al Reverendo Padre José Robinson Sil va Orozco, C.M., en la parroquia Nues tra Señora de las Mercedes, Vicaría Episcopal Territorial de la Inmaculada Concepción.
Al Reverendo Padre Hernán Humberto Zapata Suaza, M.X.Y., párroco en la parroquia San Antonio – Fosca, Vicaría Episcopal Territorial de San José.
Al señor Presbítero Edison Fabiany Buitrago Bautista, administrador pa rroquial en la parroquia Madre de la Misericordia, Puente Quetame – Sáname, Vicaría Episcopal Territorial San José.
Al Reverendo Padre Fr. Johnny Sala manca Díaz, O de M., en la Parroquia San Pedro Nolasco, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.
Al Reverendo Padre Carlos Andrés Valbuena Corso, C.R.S., en la parroquia
San Jerónimo Emiliani, Vicaría Episco pal Territorial de San Pedro.
Al Reverendo Padre Fabián Alberto Martínez Araque, O.F.M., Conv., en la parroquia San Luis de Tolosa, Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericor dioso.
Al Reverendo Padre Agostino Damonte Isetta, F.M.I., en la parroquia Cristo de la Paz, Vicaría Episcopal Territorial de San Pablo.
Al Reverendo Padre Fray Juan Isidro Aldana Maldonado, O.F.M., en la parroquia Nuestra Señora de los Ánge les – La Porciúncula, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.
Al Reverendo Padre Fray Jesús Hum berto Ávila Gómez, O.F.M., en la pa rroquia Nuestra Señora de los Ánge les – La Porciúncula, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.
Al Reverendo Padre John Ernesto Bel trán García, S.D.B., en San Juan Bosco, Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso.
Al Reverendo Padre Jhon Alexander Páez Castillo, C.M., en Nuestra Señora de las Mercedes, Vicaría Episcopal Te rritorial de la Inmaculada Concepción.
Al Reverendo Padre José Atanasio Her nández Franco, C.Ss.R., en la parroquia San Alfonso María de Ligorio, Vicaría Episcopal Territorial de la Inmaculada Concepción.
Al Reverendo Padre Fedilse Frías Ju lio, T.C., en la parroquia San Bartolomé Apóstol, Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.
Al Reverendo Padre José María Gutié rrez Otegui, S.M., en la parroquia Beato Guillermo José Chaminade, Vicaría Episcopal Territorial de San Pablo.
Al Reverendo Padre José Antonio Mar zola Medrano, SS.CC., en la parroquia San Damián de Molokai, Vicaría Epis copal Territorial de San José.
Al señor Presbítero Leonardo Cárde nas Téllez, miembro del Consejo Pres biteral en representación de la Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.
Al señor Presbítero Justiniano Sana bria Torres, Arcipreste para la Vida Consagrada de la Vicaría Episcopal Te rritorial del Espíritu Santo.
Al señor Presbítero Daniel Fernando Almanza Romero, Capellán en el Cole gio Parroquial San Juan Bautista de la Salle – SEAB, Vicaría Episcopal Terri torial de San José.
Al señor Presbítero Jesús Arroyave Restrepo, Capellán en el Colegio Parro quial Adveniat – SEAB, Vicaría Episco pal Territorial de San José.
Al señor Presbítero José Gabriel Leguí zamo Díaz, Notario Auxiliar de la Vi caría Episcopal Territorial de San José, para un período de tres (3) años.
Al señor Presbítero Diego Richard Bastidas Hernández, Adscrito en la Parroquia Santa Bibiana (Convenio Interdiocesano), Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso.
Al señor Presbítero Ángel Albeiro Bo hórquez Guzmán, Formador del Semi nario Conciliar de Bogotá.
Al señor Presbítero Juan Felipe Garzón Gutiérrez, Capellán en el Instituto Tec nológico del Sur – SEAB, Vicaría Epis copal Territorial del Espíritu Santo.
Al Reverendo Padre Louiseau Samedy, O.M.I., Capellán en el Colegio Parro quial Santa Isabel de Hungría – SEAB, Vicaría Episcopal Territorial del Espí ritu Santo.
Al señor Presbítero Juan Carlos Carba llo Pérez, Arcipreste del Arciprestaz go 6.2, Vicaría Episcopal Territorial de San Pablo.
Al señor Presbítero Julián Andrés Gar cés Londoño, Adscrito en la Parroquia Santa María de la Esperanza (Conve nio Interdiocesano), Vicaría Episcopal Territorial de San Pablo.
Al Ilustrísimo Monseñor Jorge Hum berto Acevedo Quintero, representante del Sistema Educativo de la Arqui diócesis de Bogotá –SEAB en la Junta Directiva del Instituto San Pablo Após tol.
Al señor Presbítero Julio César Monti lla Riveros, Arcipreste del Arciprestaz go 1.7., Vicaría Episcopal Territorial de La Inmaculada Concepción.
Al señor Presbítero Angelino Sanjua nés Flórez, Arcipreste del Arciprestaz go 2.7, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.
Al señor Presbítero Uriel Fernando Alonso Rivera, Arcipreste del Arci prestazgo 4.6., Vicaría Episcopal Terri torial de San José.
Al señor Presbítero Carlos Mario Charry Rodríguez , Arcipreste del
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de BogotáArciprestazgo 5.4., Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.
Al señor Presbítero William Eduardo Castro Solano, Arcipreste del Arciprestazgo 7.4., Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso.
Al Reverendo Padre Juan Carrasquilla Ossa, S.D.S., Arcipreste de la Vida Consagrada de la Vicaría Episcopal Terri torial de Cristo Sacerdote.
Al señor Presbítero Silvio Alejandro Pabón Rubio, Capellán en el Liceo Parroquial San José – SEAB, Vicaría Epis copal Territorial de San Pablo.
Admisión al rito de candidatura a la sagrada orden
A los seminaristas Germán Aníbal To var Cortés y José Luis Carlos Urrego Prieto.
Institución Ministros Lectores Diaconado Permanente
A los señores: José Álvaro Cardozo Sa las, Ovidio Arnaldo Díaz González, Ni colás Duque Martínez, Jorge Mateus Rojas y Luis Alfonso Mendoza Muñoz.
A los señores: Joaquín Antonio Berrio Murillo, Reinaldo Echavarría Rojas, José Gregorio Gil Gómez, Carlos Al berto González Restrepo, José Alberto Jaimes Morales, Sergio Lozano Mon roy, William Enrique Martínez Ren dón y Jhon Álvaro Soto Quintero.
Institución Ministros Acólitos Diaconado Permanente:
A los señores: Juvenal Aldana Bautista, Gustavo Adolfo Galindo Acosta, Nel son Alfonso Guillén Peñuela, Guillermo Gustavo Olarte Páez, Rubén Darío Ossa Zuluaga, Julio César Rodríguez, Jhon Fredy Vargas Lozano, Héctor Té llez Arias y Luis Julián Villanueva Galicia.
Admisión al rito de candidatura a la sagrada orden Diaconado Permanente:
A los señores Francisco Henry Acos ta Núñez, John Alexander Alarcón Echeverry, Germán Andrés Díaz Díaz, Andrés Giraldo Villa, Alex González Sánchez, Darío Gutiérrez Piedrahita, Román Leonardo Luengas Serrano, Ye sid Neira Rubiano, Víctor Julián Ramí-
rez Betancur, Alfredo Rubio Rey, Jairo Salcedo García, Segundo Alfonso Té llez Mosquera, Pedro Antonio Valen zuela Angarita y Pablo Emilio Villar Blanco.
Al Diácono Permanente Diego Iván Castro Uñate, Adscrito en la Parroquia María Auxiliadora, Vicaría Episcopal Territorial de San José.
Al señor Presbítero Wilfran Oyola García, Director Ejecutivo y Represen tante Legal de la Fundación de Aten ción al Migrante – FAMIG.
Al señor Presbítero Jorge Gustavo Ca margo Navarro, como representante de la Arquidiócesis de Bogotá y como suplente suyo al señor Presbítero Ra fael Hernández Arévalo en la Junta Directiva del Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos – CRAC
Renovar la debida licencia por tres (3) años para que en la Capilla de la Ha cienda Común y Silvestre ubicada en la Calle 247 No. 8 – 14 Sector Torca, ju risdicción de la Parroquia San Luis de Tolosa, se celebre el sacramento del matrimonio exclusivamente para el culto católico.
Conceder la debida licencia por un (1) año para que, en la Capilla de los San tos Apóstoles del Gimnasio Moderno de Bogotá, ubicado en la Carrera 9 No. 74 – 99, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote, se mantenga la Reserva del Santísimo Sacramento; sin embargo, en esta Capilla no se autoriza la celebración de los demás sacramen tos y no habrá culto público, sino ex clusivamente privado.
Renovar la licencia por un (1) año para que, en la Capilla de la Fundación San ta Fe de Bogotá, ubicada en la Calle 119 No. 7 – 75, Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso, se mantenga la Reserva del Santísimo Sacramento; sin embargo, en esta Capilla no se autoriza la celebración de los demás sacramen tos y no habrá culto público, sino ex clusivamente privado.
Conceder la debida licencia por un (1) año para que, en la Capilla de la Ha cienda El Retiro de San Juan, ubicada en la Autopista Norte No. 212 Km. 13 Vía Arrayanes, jurisdicción de la Pa rroquia San Viator, se celebre la sagra da eucaristía y el sacramento del ma trimonio exclusivamente para el culto católico.
Renovar la licencia por un (1) año para que en la Capilla del Colegio Bilingüe
Buckingham ubicado en la Carrera 52 No. 214 – 55, Vicaría Episcopal Territo rial de San Pedro, se mantenga la Re serva del Santísimo Sacramento; sin embargo, en esta Capilla no se autoriza la celebración de los demás sacramentos y no habrá culto público, sino ex clusivamente privado.
Conceder la debida licencia por un (1) año para que, en la Capilla del Gimna sio Femenino de Bogotá, ubicado en la Avenida Carrera 7 No. 128 – 40, Vica ría Episcopal Territorial Padre Miseri cordioso, se mantenga la Reserva del Santísimo Sacramento; sin embargo, en esta Capilla no se autoriza la cele bración de los demás sacramentos y no habrá culto público, sino exclusiva mente privado.
Conceder la debida licencia por un (1) año para que, en la Capilla La Santa Cruz de la Universidad de la Salle de Bogotá, ubicada en la Carrera 2 No. 10 – 70, Vicaría Episcopal Territorial de La Inmaculada Concepción, se man tenga la Reserva del Santísimo Sacra mento; sin embargo, en esta Capilla no se autoriza la celebración de los demás sacramentos y no habrá culto público, sino exclusivamente privado.
Conceder la debida licencia por un (1) año para que, en la Capilla Inmacula da Concepción de la Universidad de la Salle de Bogotá, ubicada en la Carrera 7 No. 179 – 03, Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso, se man tenga la Reserva del Santísimo Sacra mento; sin embargo, en esta Capilla no se autoriza la celebración de los demás sacramentos y no habrá culto público, sino exclusivamente privado.
Conceder la debida licencia por un (1) año para que, en la Capilla Nuestra Se ñora de la Estrella de la Universidad de la Salle de Bogotá, ubicada en la Ca rrera 5 No. 59A – 44, Vicaría Episco pal Territorial de Cristo Sacerdote, se mantenga la Reserva del Santísimo Sacramento; sin embargo, en esta Capilla no se autoriza la celebración de los demás sacramentos y no habrá culto pú blico, sino exclusivamente privado.
Conceder la debida licencia por un (1) año para que, en el Oratorio de la casa de los Hermanos directivos de la Uni versidad de la Salle de Bogotá, ubicado en la Carrera 5 No. 60A – 27, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacer dote, se mantenga la Reserva del San tísimo Sacramento; sin embargo, en esta Capilla no se autoriza la celebra ción de los demás sacramentos y no habrá culto público, sino exclusivamente privado.
Bogotá, 10 de marzo de 2022
“El diseño del templo parroquial favorece la transparencia mediante grandes ventanales, para integrar las actividades internas y externas. Se proyecta un lugar claro y fresco que conecte con el Dios cercano, el Dios de la naturaleza. La altura de sus cubiertas hará un reconocimiento especial al templo católico tradicional, pero moderno y funcional. Contará con espacio para lo sagrado, lo administrativo, lo pastoral, lo que permite un equilibrio de usos según las necesidades, ajustado a las normas del POT anterior y actual”.
PROYECTO
