Bogotá, 3 de octubre de 2017
Señor PRESBÍTERO Arquidiócesis de Bogotá La ciudad
Estimado Presbítero: Reciba un cordial saludo en el Señor, con mis mejores deseos y mi oración por el ejercicio fructuoso de su ministerio. Con ocasión de la Vista Apostólica del Papa Francisco, que tuvo lugar del 6 al 10 de septiembre de este año, el Equipo Arquidiocesano de Animación Vocacional, ha querido promover en torno a su mensaje, en la semana del 22 al 29 de octubre, la realización de la SEMANA VOCACIONAL ARQUIDIOCESANA. Para tal fin, se ha preparado esta cartilla con una serie de subsidios de tipo litúrgico y pastoral para el encuentro con diversos grupos y asambleas, a fin de que pueda preparar junto con su comunidad, la realización de esta iniciativa de oración y promoción de la cultura vocacional en nuestra Arquidiócesis. Del mismo modo, en los próximos días, además de recibir en su correo el archivo en PDF de la cartilla, encontrará en las vicarías episcopales un material complementario para las actividades de esa semana. Agradeciendo de antemano su apoyo en la promoción de las vocaciones para nuestra Iglesia Particular, me despido.
En Cristo, Buen Pastor,
Yarolt Contreras, Pbro. Animador Arquidiocesano- Equipo de Animación Vocacional
VISITA APOSTÓLICA DE SU SANTIDAD FRANCISCO A COLOMBIA Encuentro con algunos sacerdotes, consagrados, consagradas, seminaristas y familias de todo el país La Macarena (Medellín) - sábado 9 de septiembre de 2017
Estimados hermanos obispos, Queridos sacerdotes, consagrados, consagradas, seminaristas, Queridas familias, ¡queridos «paisas»! La alegoría de la vid verdadera que acabamos de escuchar del Evangelio de Juan se da en el contexto de la última cena de Jesús. En ese ambiente de intimidad, de cierta tensión, pero cargada de amor, el Señor lavó los pies de los suyos, quiso perpetuar su memoria en el pan y el vino, y también les habló a los que más quería desde lo hondo de su corazón. En esa primera noche «eucarística», en esa primera caída del sol después del gesto de servicio, Jesús abre su corazón; les entrega su testamento. Y así como en aquel cenáculo se siguieron reuniendo posteriormente los Apóstoles, algunas mujeres y María, la Madre de Jesús (cf. Hch 1,13-14), hoy también acá en este espacio nos hemos reunido nosotros a escucharlo, a escucharnos. La hermana Leidy de San José, María Isabel y el padre Juan Felipe nos han dado su testimonio. También cada uno de los que estamos aquí podríamos narrar la propia historia vocacional. Todos coincidirían en la experiencia de Jesús que sale a nuestro encuentro, que nos primerea y que de ese modo nos ha captado el corazón. Como dice el Documento de Aparecida: «Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo» (n. 29). Muchos de ustedes, jóvenes, habrán descubierto este Jesús vivo en sus comunidades; comunidades de un fervor apostólico contagioso, que entusiasman y suscitan atracción. Donde hay vida, fervor, ganas de llevar a Cristo a los demás, surgen vocaciones genuinas; la vida fraterna y fervorosa de la comunidad es la que despierta el deseo de consagrarse enteramente a Dios y a la evangelización (cf. Exhortación Apostólica. Evangelii Gaudium, 107). Los jóvenes son naturalmente inquietos y, si bien asistimos a una crisis del compromiso y de los lazos comunitarios, son muchos los jóvenes que se solidarizan ante los males del mundo y se embarcan en diversas formas de militancia y voluntariado. Cuando lo hacen captados por Jesús, sintiéndose parte de la comunidad, se convierten en «callejeros de la fe», felices de llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza, a cada rincón de la tierra (cf. Ibíd., 107). Esa es la vid a la que se refiere Jesús en el texto que hemos proclamado: la vid que es el «pueblo de la alianza». Profetas como Jeremías, Isaías o Ezequiel se refieren a él como una vid, hasta un salmo, el 80, canta diciendo: «Tú sacaste de Egipto una vid.… le preparaste terreno, echó raíces y llenó toda la región» (vv.9-10). A veces expresan el gozo de Dios ante su vid, otras su enojo, desconcierto y despecho; jamás se desentiende de ella, nunca deja de padecer sus distancias, de salir al encuentro de este pueblo que, cuando se aleja de Él se seca, arde y se destruye. ¿Cómo es la tierra, el sustento, el soporte donde crece esta vid en Colombia? ¿En qué contextos se generan los frutos de las vocaciones de especial consagración? Seguramente en ambientes llenos de contradicciones, de claroscuros, de situaciones vinculares complejas. Nos gustaría contar con un mundo, con familias y vínculos más llanos, pero somos parte de esta crisis cultural, y en medio de ella, contando con ella, Dios sigue llamando. Sería casi evasivo pensar que todos ustedes han escuchado el llamado de Dios en medio de familias sostenidas por un amor fuerte y lleno de valores como la generosidad, el compromiso, la fidelidad o la paciencia (cf. Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, 5). Algunas, quiera Dios que muchas, serán así. Pero tener los pies sobre la tierra es reconocer que nuestros procesos vocacionales, el despertar del llamado de Dios, nos encuentra más cerca de aquello que ya relata la Palabra de Dios y del que tanto sabe Colombia: «Un sendero de sufrimiento y de sangre [...] la violencia fratricida de Caín sobre Abel y los distintos litigios entre los
hijos y entre las esposas de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, llegando luego a las tragedias que llenan de sangre a la familia de David, hasta las múltiples dificultades familiares que surcan la narración de Tobías o la amarga confesión de Job abandonado» (ibid., 20). Desde el comienzo ha sido así: Dios manifiesta su cercanía y su elección; Él cambia el curso de los acontecimientos al llamar a hombres y mujeres en la fragilidad de la historia personal y comunitaria. No tengamos miedo, en esa tierra compleja Dios siempre ha hecho el milagro de generar buenos racimos, como las arepas al desayuno. ¡Que no falten vocaciones en ninguna comunidad, en ninguna familia de Medellín! Y esta vid —que es la de Jesús— tiene el atributo de ser la verdadera. Él ya utilizó este término en otras ocasiones en el Evangelio de Juan: la luz verdadera, el verdadero pan del cielo, o el testimonio verdadero. Ahora, la verdad no es algo que recibimos —como el pan o la luz— sino que brota desde adentro. Somos pueblo elegido para la verdad, y nuestro llamado tiene que ser en la verdad. No puede haber lugar, si somos sarmientos de esta vid, si nuestra vocación está injertada en Jesús, para el engaño, la doblez, las opciones mezquinas. Todos tenemos que estar atentos para que cada sarmiento sirva para lo que fue pensado: dar frutos. Desde los comienzos, a quienes les toca acompañar los procesos vocacionales, tendrán que motivar la recta intención, un deseo auténtico de configurarse con Jesús, el pastor, el amigo, el esposo. Cuando los procesos no son alimentados por esta savia verdadera que es el Espíritu de Jesús, entonces hacemos experiencia de la sequedad y Dios descubre con tristeza aquellos tallos ya muertos. Las vocaciones de especial consagración mueren cuando se quieren nutrir de honores, cuando están impulsadas por la búsqueda de una tranquilidad personal y de promoción social, cuando la motivación es «subir de categoría», apegarse a intereses materiales, que llega incluso a la torpeza del afán de lucro. Como he dicho ya en otras ocasiones, el diablo entra por el bolsillo. Esto no es privativo de los comienzos, todos nosotros tenemos que estar atentos porque la corrupción en los hombres y mujeres que están en la Iglesia empieza así, poco a poco, luego —nos lo dice Jesús mismo— se enraíza en el corazón y acaba desalojando a Dios de la propia vida. «No se puede servir a Dios y al dinero» (Mt 6,21.24), no podemos aprovecharnos de nuestra condición religiosa y de la bondad de nuestro pueblo para ser servidos y obtener beneficios materiales. Hay situaciones, estilos y opciones que muestran los signos de sequedad y de muerte: ¡No pueden seguir entorpeciendo el fluir de la savia que alimenta y da vida! El veneno de la mentira, el ocultamiento, la manipulación y el abuso al Pueblo de Dios, a los frágiles y especialmente a los ancianos y niños no pueden tener cabida en nuestra comunidad; son ramas que decidieron secarse y que Dios nos manda cortar. Pero Dios no sólo corta; la alegoría continúa diciendo que Dios limpia la vid de imperfecciones. La promesa es que daremos fruto, y en abundancia, como el grano de trigo, si somos capaces de entregarnos, de donar la vida libremente. Tenemos en Colombia ejemplos de que esto es posible. Pensemos en santa Laura Montoya, una religiosa admirable cuyas reliquias tenemos con nosotros y que desde esta ciudad se prodigó en una gran obra misionera en favor de los indígenas de todo el país. ¡Cuánto nos enseña la mujer consagrada de entrega silenciosa, abnegada, sin mayor interés que expresar el rostro maternal de Dios! Así mismo, podemos recordar al beato Mariano de Jesús Euse Hoyos, uno de los primeros alumnos del Seminario de Medellín, y a otros sacerdotes y religiosas de Colombia, cuyos procesos de canonización han sido introducidos; como también otros tantos, miles de colombianos anónimos que, en la sencillez de su vida cotidiana, han sabido entregarse por el Evangelio y que ustedes llevarán en su memoria y serán estímulo en su entrega. Todos nos muestran que es posible seguir fielmente la llamada del Señor, que es posible dar mucho fruto. La buena noticia es que Él está dispuesto a limpiarnos, que no estamos terminados, que como buenos discípulos estamos en camino. ¿Cómo va cortando Jesús los factores de muerte que anidan en nuestra vida y distorsionan el llamado? Invitándonos a permanecer en Él; permanecer no significa solamente estar, sino que indica mantener una relación vital, existencial, de absoluta necesidad; es vivir y crecer en unión íntima y fecunda con Jesús, fuente de vida eterna. Permanecer en Jesús no puede ser una actitud meramente pasiva o un simple abandono sin consecuencias en la vida cotidiana y concreta. Permítanme proponerles tres modos de hacer efectivo este permanecer: 1. Permanecemos tocando la humanidad de Cristo: con la mirada y los sentimientos de Jesús, que contempla la realidad no como juez, sino como buen samaritano; que reconoce los valores del pueblo con el
que camina, así como sus heridas y pecados; que descubre el sufrimiento callado y se conmueve ante las necesidades de las personas, sobre todo cuando estas se ven avasalladas por la injusticia, la pobreza indigna, la indiferencia, o por la perversa acción de la corrupción y la violencia. Con los gestos y palabras de Jesús, que expresan amor a los cercanos y búsqueda de los alejados; ternura y firmeza en la denuncia del pecado y el anuncio del Evangelio; alegría y generosidad en la entrega y el servicio, sobre todo a los más pequeños, rechazando con fuerza la tentación de dar todo por perdido, de acomodarnos o de volvernos sólo administradores de desgracias. 2. Permanecemos contemplando su divinidad: despertando y sosteniendo la admiración por el estudio que acrecienta el conocimiento de Cristo porque, como recuerda san Agustín, no se puede amar a quien no se conoce (cf. La Trinidad, Libro X, cap. I, 3). Privilegiando para ese conocimiento el encuentro con la Sagrada Escritura, especialmente el Evangelio, donde Cristo nos habla, nos revela su amor incondicional al Padre, nos contagia la alegría que brota de la obediencia a su voluntad y del servicio a los hermanos. Quien no conoce las Escrituras, no conoce a Jesús. Quien no ama las Escrituras, no ama a Jesús (cf. San Jerónimo, Prólogo al comentario del profeta Isaías: PL 24,17). ¡Gastemos tiempo en una lectura orante de la Palabra! En auscultar en ella qué quiere Dios para nosotros y nuestro pueblo. Que todo nuestro estudio nos ayude a ser capaces de interpretar la realidad con los ojos de Dios, que no sea un estudio evasivo de los aconteceres de nuestro pueblo, que tampoco vaya al vaivén de modas o ideologías. Que no viva de añoranzas ni quiera encorsetar el misterio, que no quiera responder a preguntas que ya nadie se hace y dejar en el vacío existencial a aquellos que nos cuestionan desde las coordenadas de sus mundos y sus culturas. Permanecer y contemplar su divinidad haciendo de la oración parte fundamental de nuestra vida y de nuestro servicio apostólico. La oración nos libera del lastre de la mundanidad, nos enseña a vivir de manera gozosa, a elegir alejándonos de lo superficial, en un ejercicio de auténtica libertad. Nos saca de estar centrados en nosotros mismos, escondidos en una experiencia religiosa vacía y nos lleva a ponernos con docilidad en las manos de Dios para realizar su voluntad y hacer eficaz su proyecto de salvación. Y en la oración, adorar. Aprender a adorar en silencio. Seamos hombres y mujeres reconciliados para reconciliar. Haber sido llamados no nos da un certificado de buena conducta e impecabilidad; no estamos revestidos de una aureola de santidad. Todos somos pecadores y necesitamos del perdón y la misericordia de Dios para levantarnos cada día; Él arranca lo que no está bien y hemos hecho mal, lo echa fuera de la viña y lo quema. Nos deja limpios para poder dar fruto. Así es la fidelidad misericordiosa de Dios para con su pueblo, del que somos parte. Él nunca nos dejará tirados al costado del camino. Dios hace de todo para evitar que el pecado nos venza y cierre las puertas de nuestra vida a un futuro de esperanza y de gozo. 3. Finalmente, hay que permanecer en Cristo para vivir en la alegría: si permanecemos en Él, su alegría estará en nosotros. No seremos discípulos tristes y apóstoles amargados. Al contrario, reflejaremos y portaremos la alegría verdadera, el gozo pleno que nadie nos podrá quitar, difundiremos la esperanza de vida nueva que Cristo nos ha traído. El llamado de Dios no es una carga pesada que nos roba la alegría. Dios no nos quiere sumidos en la tristeza y el cansancio que vienen de las actividades mal vividas, sin una espiritualidad que haga feliz nuestra vida y aun nuestras fatigas. Nuestra alegría contagiosa tiene que ser el primer testimonio de la cercanía y del amor de Dios. Somos verdaderos dispensadores de la gracia de Dios cuando trasparentamos la alegría del encuentro con Él. En el Génesis, después del diluvio, Noé planta una vid como signo del nuevo comienzo; finalizando el Éxodo, los que Moisés envió a inspeccionar la tierra prometida, volvieron con un racimo de uvas, signo de esa tierra que manaba leche y miel. Dios se ha fijado en nosotros, en nuestras comunidades y familias. El Señor ha puesto su mirada sobre Colombia: ustedes son signo de ese amor de predilección. Nos toca ofrecer todo nuestro amor y servicio unidos a Jesucristo, nuestra vid. Y ser promesa de un nuevo inicio para Colombia, que deja atrás diluvios de desencuentro y violencia, que quiere dar muchos frutos de justicia y paz, de encuentro y solidaridad. Que Dios los bendiga; que Dios bendiga la vida consagrada en Colombia. Y no se olviden de rezar por mí.
ARQUIDIOCESIS DE BOGOTÀ EQUIPO DE ANIMACIÓN Y ACOMPAÑAMIENTO VOCACIONAL SEMANA VOCACIONAL
22 DE OCTUBRE - DOMINGO 29º DEL TIEMPO ORDINARIO EUCARISTÍA
Monición inicial Hermanos, bienvenidos. “La verdadera alegría no nace de las cosas, ni del tener, sino del encuentro con los demás, del sentirse aceptado, comprendido, amado” como lo afirma el Papa Francisco. Estamos hoy, en este domingo, en la celebración más importante de la vida del cristiano: la Eucaristía. Y lo hacemos con un corazón sincero para poner en las manos del Señor la vida de tantos jóvenes que sienten en sus vidas la semilla del llamado que Dios en su infinita misericordia va sembrando. Esta será nuestra intención durante los próximos días en donde viviremos en nuestra Arquidiócesis de Bogotá la Semana Vocacional. Pediremos al Señor que envíe más operarios a su mies y así nos veamos fortalecidos por la gracia que se derrama por medio de sus minis tros y consagrados. Dispongamos, pues, nuestra mente y corazón para adentrarnos en la contemplación de los misterios de la salvación, de los cuales seremos testigos ahora. Iniciemos con alegría.
Comentario a las lecturas La liturgia de la palabra nos invita a reconocer a Dios como centro de nuestra vida y a darle el lugar que a Él le corresponde en nuestra existencia. A sí como el Señor invita a dar al César lo que es del César, que los consagrados y los que se sienten llamados a este sacramento de servicio entreguen toda su vida al anuncio de la Palabra y al cuidado de los más débiles. Escuchemos con atención.
DOMINGO 29º DEL TIEMPO ORDINARIO ORACIÓN DE FIELES 22 DE OCTUBRE Presidente: Fieles al mandato del Señor, pidamos al Dueño de la mies que escuche nuestras oraciones por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa en la Iglesia.
R / PADRE BUENO, ENVÍA OBREROS A TU MIES
1. Oremos por el Papa Francisco y por los pastores de nuestra Iglesia para que ellos siembren la semilla de la vocación en los bautizados, y los lleven a discernir el llamado que Dios tiene para cada uno de los hombres. 2. Oremos para que, así como Jesús reunió a los discípulos a su alrededor con el fin de asociarlos a su predicación evangélica, Dios suscite también en nuestros días servidores del Evangelio. 3. Oremos para que el Señor ilumine la mente de los jóvenes cristianos y les infunda la fuerza espiritual , a fin de que sean muchos los que se dediquen al ministerio y consagren su propia vida a hacerlo presente en medio de los hermanos. 4. Oremos para que quienes han escuchado la llamada del Señor a la consagración religiosa o al ministerio sacerdotal no se desanimen ante las tentaciones que puedan surgir a causa de la propia debilidad o de las circunstancias que los rodean. 5. Oremos por esta semana vocacional que iniciamos en nuestra Arquidiócesis de Bogotá para que la semilla que ahora se siembre, dé frutos abundantes y de calidad en bien de todo el pueblo de Dios.
Presidente: escucha, Dios de la vida, nuestra oración y haz que las vocaciones en tu Iglesia crezcan en número y perseveren fieles a tu llamado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LUNES 23 DE OCTUBRE - EUCARISTÍA - Feria Monición inicial En el marco de esta semana de oración por las vocaciones, el Señor Jesús nos congrega alrededor de la Palabra y de la Eucaristía para conmemorar su entrega en la cruz y su resurrección, misterio anunciado por quienes Él eligió para ser, en medio de la comunidad, testimonio vivo y verdadero de su amor. Celebremos, pues, con alegría la santa Misa y pidamos al Señor que siga llamando obreros a su mies. Comentario a las lecturas La primera lectura presenta a Abrahán como aquel que creyó en la promesa de Dios por la fuerza de la fe. En la misma línea, el apóstol Pablo nos invita a creer en Aquel que resucitó de entre los muertos, para participar de la salvación divina. Abrahám esperó con fe el cumplimi ento de la promesa. El cristiano, creyendo en el Señor, espera tomar parte en la salvación definitiva. Así, su mirada estará fija en los bienes del cielo al concebirlos como la mayor riqueza que el hombre puede alcanzar, evitando de ese modo la codicia que llevó al hombre del evangelio a centrar todo su esfuerzo en acumular riquezas temporales, olvidando que su vida dependía de Dios y no de los bienes del mundo. Escuchemos.
MARTES 24 DE OCTUBRE - EUCARISTÍA - Feria Monición inicial Bienvenidos hermanos a la Eucaristía, la celebración que hace presente a Jesucristo, el Don más grande que hemos recibido y por cuyo sacrificio en la cruz hemos alcanzado la salvación. Su presencia sacramental se realiza por medio del ministro que el Señor ha puesto delante de la comunidad. Oremos para que, como él, el Señor siga llamando a muchos jóvenes a la vida sacerdotal y religiosa. Celebremos con fe. Comentario a las lecturas La primera lectura a los Romanos presenta a Jesucristo como el Don desbordado de Dios en beneficio del hombre, por quien la salvación llegó a la humanidad y su gracia divina hizo posible la conversión del corazón. El creyente que reconoce esta gratuidad de Dios se siente llamado a vivir según sus designios, como lo expresa el salmista, con prontitud y deseo, al decir: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad….Dios mío, lo quiero”. Esta ‘prontitud’ del salmista se traduce en el Evangelio con ‘tener la cintura ceñida y encendidas las lámparas’, esperando a al Señor. Por ello, el cristiano tiene como eje de su vida a Jesús el salvador y está dispuesto a acoger su voluntad; por eso, se manifiesta presto y atento al encuentro con Él. Quien se siente llamado a consagrar su vida en el Señor vive esta realidad discipular: habla con el Señor, aprende de Él, se esfuerza y gusta por vivir la voluntad de Dios y halla su dicha en el Señor. Escuchemos.
MIERCOLES 25 DE OCTUBRE - EUCARISTÍA - Feria Monición inicial La Eucaristía es acción de gracias a Dios Padre, por Jesucristo que vino en su nombre a traernos la salvación. En ella, como decía el Papa Francisco en su visita a Colombia, favorecemos el encuentro con el Otro, con el Señor y, a la vez, entre quienes profesamos una misma fe. Por eso, celebremos con devoción el encuentro con el Señor y pidámosle que bendiga a su Iglesia dándole nuevas y santas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa.
Comentario a las lecturas Fidelidad y solicitud en el servicio es lo que identifica al servidor del Señor, según el Evangelio de hoy. La fidelidad del servidor significa mantenerse en el espíritu y la verdad recibidos del Señor, mientras que la solicitud hace mención a la presteza y eficacia con la cual realiza su servicio. Con esa conciencia, el apóstol Pablo nos invita en la primera lectura a los Romanos a ofrecernos a Dios como instrumentos del bien, puestos al servicio de su cuerpo que es la Iglesia. Quien obra de este modo –dirá el salmista- experimentará que su auxili o en los momentos de prueba es el Señor, que hizo el cielo y la tierra. Escuchemos con atención.
JUEVES 26 DE OCTUBRE - EUCARISTÍA - Feria Monición inicial Hermanos, dispongamos nuestro corazón y nuestra mente para celebrar esta Eucaristía pidiendo al dueño de la mies que regale a nuestra Iglesia particular de Bogotá, santos matrimonios donde se geste las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Comentario a las lecturas El apóstol Pablo nos invita a dejar aquello que nos ha hecho esclavos de la maldad y a buscar los frutos que nos llevan a la santidad; por lo tanto, y como dice el salmista, proclamemos dichoso al hombre que ha puesto su confianza en el Señor. Que escuchando la Palabra que hoy nos trae la liturgia, el Señor colme con el fuego del Espíritu recibido desde el bautismo los corazones de los jóvenes para que atiendan el llamado a dedicar su vida al anuncio del Evangelio . Escuchemos.
JUEVES – EUCARISTIA ORACIÓN DE FIELES
Presidente:Porque queremos que la vida que da Jesús se extienda sin límites a todos los hombres, supliqu émosle diciendo:
R/ JESÚS, BUEN PASTOR, ESCÚCHAMOS
1. Para que los pastores de la Iglesia, movidos por la verdadera caridad, oren por cada una de las personas a ellos confiadas, se acerquen a los alejados y estén dispuestos a dar la vida por su rebaño. Roguemos al Señor. 2. Para que la comunidad eclesial y la comunidad doméstica, es decir, la familia, como lugares de crecimiento y educación en la fe, sepan cultivar los gérmenes de la vocación al ministerio pastoral y a la vida consagrada por el Reino de los cielos. Roguemos al Señor. 3. Para que quienes han oído o van a escuchar la voz del Señor que los llama a seguirlo para el servicio y la edificación de su pueblo, respondan con docilidad al don del Espíritu. Roguemos al Señor. 4. Por todos los sacerdotes del mundo entero, pero especialmente por los sacerdotes que se encuentran enfermos o pasando por alguna dificultad en su ministerio, para que Jesús, Buen pastor, sostenga sus vidas y su ministerio. Roguemos al Señor. 5. Para que cada uno de nosotros aquí reunidos podamos dar una respuesta generosa al Señor que nos invita a caminar por sendas de vida y ser testigos de su amor ante la sociedad. Roguemos al Señor.
Presidente:Ilumina, Señor, a tu pueblo para que, cumpliendo tu santa voluntad, pueda practicar siempre el bien y tomar los senderos que conducen a la vida eterna. Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos.
VIERNES 27 DE OCTUBRE - EUCARISTÍA - Feria
Monición inicial Nos reunimos hermanos para celebrar la Eucaristía. En ella el Señor nos hablará en su Palabra y nos alimentará con su Cuerpo y con su Sangre, proclamando que nunca nos deja solos y que su mensaje es siempre actual, para que, en medio del mundo, vivamos como ciudadanos del cielo. Su presencia es visible por medio de los ministros que Él pone para presidir la celebración. Por eso, oremos por las vocaciones sacerdotales y religiosas para que nunca falten en la Iglesia, y se conviertan para nosotros en fuerza de Dios que acompaña su pueblo que camina hacia la pascua eterna.
Comentario a las lecturas Las lecturas bíblicas nos hablarán de la necesidad de saber interpretar el tiempo presente, a la luz del mensaje de Cristo. San Pablo, en la primera lectura, reflexiona acerca de su vida y reconoce que hace el mal que no quiere, movido por el pecado, aunque en su interior se complace en la Ley de Dios. El salmista confiesa que la salvación de Dios llega a él en la medida en que vive los decretos del Señor. La gran tentación del hombre, dice Jesús en el Evangelio, está en interpretarsolo las realidades que rodean al hombre desde afuera, ignorando aquellas que ocurren al interior del mismo hombre como puede ser el llamado a la justicia, ante las diferencias con los hermanos, por las rivalidades y discordias. La Iglesia necesita hombres que se consagren como sacerdotes para que, interpretando los signos de los tiempos, ayuden a los fieles, a la luz de la Palabra y del Espíritu, a descubrir la voluntad de Dios para el mundo actual. Escuchemos.
SÁBADO 28 DE OCTUBRE - EUCARISTIA – FIESTA DE LOS SANTOS APÓSTOLES SIMÓN Y JUDAS
Monición inicial Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. La Iglesia celebra hoy la fiesta de los santos Simón y Judas, apóstoles de Jesucristo. Los apóstoles son testigos del llamado del Señor a dedicar su vida al anuncio del Reino de los Cielos. Por eso, oramos a Dios que continúe llamando a jóvenes que se consagren a su servicio con el mismo fervor y radicalidad de estos dos apóstoles, para que la Iglesia se siga edificando con los ministerios y carismas que Dios pone en sus fieles. Celebremos con fe.
Comentario a las lecturas La elección de los apóstoles surgió luego de una noche de oración del Señor. Orando, Cristo eligió a los que Él quiso; orando, eligió los cimientos de la Iglesia como nos lo cuenta la primera lectura a los Efesios. Y los llamó para que estuvieran con Él y para ir con ellos hasta los más pobres y desamparados, a los enfermos y atormentados, para tocar a los necesitados de la fuerza de Dios, según nos lo dice hoy el evangelista Lucas. Vienen a nuestra memoria las palabras del Papa Francisco que nos invitaba a tocar el cuerpo de Cristo en los más pobres, es decir, a hacer lo mismo que Cristo hizo. Orar por las vocaciones es volver a la noche de vigilia del Señor, para que él llame jóvenes que se consagren a su servicio.Escuchemos con atención.
29 DE OCTUBRE - DOMINGO 30 DEL TIEMPO ORDINARIO EUCARISTÍA
Monición inicial Todo hombre que reconoce que su vida y la de los hermanos es un don de Dios ha descubierto que el sentido de la vida está en la entrega y en darse los demás. Esta misión se vive concretamente en el sacerdocio, en el matrimonio, en la vida consagrada, misionera y laical. Hoy rezamos por el aumento y perseverancia de estas vocaciones. Nos ponemos de pie e iniciamos nuestra celebración. Comentario a las lecturas Dispongamos nuestra mente y nuestro corazón para escucharla Palabra de vida eterna. Escuchemos a Dios que nos invita en este domingo a vivir el mandamiento del amor con Dios y con los hermanos. Que el Señor Jesús siga regando la semilla de la vocación en nuestra iglesia particular . Escuchemos.
DOMINGO 30 DEL TIEMPO ORDINARIO ORACIÓN DE FIELES 29 DE OCTUBRE Presidente: Instruidos por el ejemplo del Señor Jesús, el Maestro bueno que habló con autoridad , pidamos a Dios nuestro Padre por todos los hombres y por sus necesidades.
R / SEÑOR, ESCÚCHANOS
1. Oremos por la Santa Iglesia de Dios: por el Papa Francisco, los obispos, sacerdotes, diáconos y religiosos para que con su testimonio muestren a los fieles encomendados el rostro misericordioso y amoroso del Padre. Roguemos al Señor. 2. Por todas las naciones del mundo y sus habitantes: para que reciban de Dios la paz y la prosperidad temporal. Roguemos al Señor. 3. Por los que padecen hambre o cualquier necesidad en su cuerpo o están turbados en su espíritu: para que Dios acuda en su socorro. Roguemos al Señor. 4. Por los creyentes y no creyentes que entregan su vida y sus bienes con gran generosidad de ánimo por causas nobles y justas al servicio de los más necesitados: para que no desfallezcan y perseveren en su empeño. Roguemos al Señor. 5. Oremos por nuestra comunidad parroquial, para que el Señor nos regale muchas y santas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa, y seamos gestores y animadores vocacionales en medio de nuestra ciudad región. Roguemos al Señor.
Presidente: Que tu copiosa bendición descienda, oh Dios, sobre nosotros, para que cuantos te buscamos con sincero corazón nos veamos saciados de tus bienes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PARA CELEBRACIONES EUCARISTICAS CON VIDA CONSAGRADA
MONICIÓN INICIAL La vida religiosa es un don que Dios nos ofrece cada día, para la realización de su reino. Llamados a vivir los consejos evangélicos, queremos profundizar en nuestro compromiso bautismal, siguiendo a Jesús casto, pobre y obediente. Atraídos por el Señor y dóciles a la acción de su Espíritu, hacemos profesión de amarle sobre todas las cosas y de participar en forma peculiar en la misión evangelizadora confiada a todo el Pueblo de Dios. En la Iglesia, todos por igual son miembros del Pueblo de Dios, y la diversidad de los miembros y de sus funciones favorece la unidad y la cohesión del Cuerpo de Cristo. Lo mismo ocurre en la Vida Consagrada, es característica de ella desde sus orígenes que religiosos, ya sean sacerdotes o no, compartan la misma vida comunitaria y la misma misión apostólica. También hoy, según nuestras vocaciones particulares y las necesidades de la Iglesia, elegimos servir al Pueblo de Dios como religiosos, recibiendo o no los ministerios o las ordenes. Queremos que esta diversidad, vivida en unión fraterna, sirva para la edificación de la Iglesia y llegue a ser testimonio de su unidad. La Iglesia en nombre del Señor Jesús confía a la Vida Consagrada masculina una parte de su misión, reconociendo los diferentes carismas de los fundadores como dones auténticos en favor del Pueblo de Dios.
ORACIÓN DE FIELES POR LA VIDA CONSAGRADA MASCULINA Queridos hermanos, Pidamos humildemente a Dios Padre por su Santa Iglesia, Por la paz y la salvación del mundo, Por la vida consagrada y las vocaciones a la vida religiosa masculina. Digamos a cada intención: R/ Padre de amor envía operarios a tu mies · Por la Santa Iglesia de Dios, para que adornada por las virtudes de sus hijos sea cada día esposa más digna de Cristo. Roguemos al Señor. R/ Padre de amor envía operarios a tu mies . · Por el Papa y todos los Obispos, para que, cumpliendo fielmente su ministerio pastoral, alimenten con su palabra la grey universal de Cristo y sean los primeros en el testimonio del amor. Roguemos al Señor R/ Padre de amor envía operarios a tu mies. · Por todos los dedicados al servicio divino, para que, aspirando a las cosas del cielo, fomenten constantemente el progreso de los hombres. Roguemos al Señor R/ Padre de amor envía operarios a tu mies. · Por los religiosos, para que, imitando al Divino Maestro, se consagren al bien de los necesitados, evangelizando a los pobres, curando a los enfermos y ayudando a los que se sienten agobiados. Roguemos al Señor. R/ Padre de amor envía operarios a tu mies. · Por todos los que siguen los consejos evangélicos para que el precepto del amor brille en ellos y tengan, como los primeros discípulos de Jesús, un solo corazón y una sola alma. Roguemos al Señor. R/ Padre de amor envía operarios a tu mies. · Por todos los religiosos, para que cada uno, siguiendo su vocación, aumente la santidad de la Iglesia y se consagre a la propagación del reino de Dios. Roguemos al Señor. R/ Padre de amor envía operarios a tu mies. · Por todos los cristianos, llamados a ser luz y fermento del mundo, para que iluminen la sociedad humana con el resplandor de sus virtudes, y la renueven con su oración. Roguemos al Señor. R/ Padre de amor envía operarios a tu mies. Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo, y, por intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, derrama abundantemente tu Espíritu sobre los consagrados a la vida religiosa masculina llamados al perfecto seguimiento de Cristo, para que sean siempre fieles a lo que en sus votos han prometido. por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
ADORACIÓN EUCARÍSTICA Las Vocaciones y el proyecto de liberación de Jesús 1. Comentario inicial: En estos días especiales de nuestra Semana Vocacional Arquidiocesana, nos congregamos como comunidad de fe para acoger con alegría y esperanza , la presencia del Señor en el sacramento eucarístico , orando de modo particular para que el Señor suscite nuevas vocaciones al servicio de nuestra Iglesia Arquidiocesana, para que continúen prolongando el misterio de la misericordia y la reconciliación en nuestras comun idades. En este sentido, la visita del Papa Francisco , Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia, a nuestro país, con su magisterio y discernimiento, nos impulsó a dar el Primer Paso hacia la paz y la reconciliación en un esfuerzo conjunto de todos los colombianos, pero de manera especial, de quienes formamos parte de la Iglesia en la diversidad de sus carismas y vocaciones, al servicio de la misión y del proyecto liberador de Jesús. Vivamos con fe y devoción este encuentro con Jesús sacramentado, y de la mano de las enseñanzas del Papa Francisco, promovamos con la oración entre nuestros jóvenes, las vocaciones de los futuros animadores de la reconciliación en nuestra ciudad - región de Bogotá.
2. Canto: Jesús está entre nosotros (Kairoi). 3. Exposición del Santísimo - Incensación. 4. Aclamación inicial y ofrecimiento de la Adoración
.
*Bendito sea el Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento del altar. R/ Sea para siempre bendito, adorado y alabado. *Bendito y adorado, sea el Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento del altar. R/ Sea para siempre bendito, adorado y alabado. *Bendito, adorado y alabado, sea el Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento del altar. R/ Sea para siempre bendito, adorado y alabado. 5. Lectura de la Palabra de Dios (Lc 4, 16 -21).
“Vino a Nazaret, donde se había criado, y entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado. Se levantó para hacer la lectura y le entregaron el volumen del profeta Isaías. Desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito:«El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor». Enrolló el volumen, lo
devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que ”acabáis de oír.» Palabra del Señor.
6.
Pautas de reflexión . o La presencia de Jesús en medio de su pueblo, es la presencia del Mesías que anuncia la buena noticia de la libertad para aquellos que se encuentran bajo el peso de la esclavitud. Es la manifestación real y concreta del amor de Dios por su pueblo, que no lo abando na en medio de sus dificultades y que inaugura la llegada de un nuevo tiempo de esperanza y paz. Esta presencia del Hijo de Dios en medio de los suyos, no se queda solo en palabras, ya que Jesús mismo a través de sus signos, otorga la libe ración a los cautivos, la vista a los ciegos y la libertad a los oprimidos. o Este programa de Jesús, alcanza su máxima realización en el misterio de su pasión, muerte y resurrección, pues los signos de la salvación realizados en otro tiempo a su pueblo, continúan realizándose en el hoy de tantos hombres y mujeres de nuestro tiempo. o Al hacer memoria de estos acontecimientos, volvemos la mirada a nuestra amada Colombia , que vive una terrible ruptura, consecuencia de tantos años de violencia e innumerables hechos contra la dignidad humana. Vivimos en una nación que ha perdido su confianza en ella misma, que está dividida y enfrentada; o se mira con ojos de misericordia, y, por el contrario, insiste en sus fracasos y proyectos de reformas institucionales malogradas. o Sin embargo, tenemos la certeza de que Cristo está con nosotros y nos ofrece su paz, no de manera mágica o extraordinaria, sino a través de la mediación de la Iglesia, que, en la persona de sus ministros ordenados y las vocaciones de especial consagración, prolongan en sus acciones, los gestos liberadores del resucitado . Por es ta razón, consideramos que sucesos como el que compartimos con la visita del Santo Padre y el que vivimos en el día a día de nuestras comunidades, está n enmarcados dentro de un nuevo “momento de gracia, alegría, libertad y esperanza” para nuestro país, que actualiza la presencia de Jesús en medio de su pueblo. o Por tal motivo, además de nuestra oración continua para que no falten los servidores de la misericordia y la reconciliación en medio de su pueblo, pidamos al Señor para que nuestras familias se conviertan en semilleros permanentes de las vocaciones al servicio de la paz.
7.
Meditación en silencio.
8.
Canto “Eres mi pastor, oh Señor” (D.R.A.) .
9.
Letanías por los ministros ordenados (se le pide al presidente de la celebración que invite a la comunidad para realizar las respectivas invocaciones). 1. Al Santo Padre el Papa Francisco . Cólmalo de tus bendiciones y de sabiduría, Señor . 2. A los obispos, Dales tus gracias, Señor. 3. A nuestros sacerdotes,
Dales el celo por tu pueblo, Señor.
4. A los sacerdotes rectores de los seminarios , Ilumínalos en el acompañamiento de los seminaristas , Señor . 5. A los sacerdotes de las comunidades religiosas, Acrecienta en ellos el don de la perfección evangélica , Señor. 6. A los sacerdotes misioneros, Sostenlos en su entrega, Señor. 7. A los sacerdotes ancianos, Fortalécelos en su debilidad, Señor . 8. A los sacerdotes aislados, Acompáñalos, Señor. 9. A los sacerdotes caídos, Perdónalos , Señor . 10. A los sacerdotes perseguidos y calumniados, Defiéndelos, Señor . 11 . A los Seminaristas y aspirantes al Sacerdocio, Dales la perseverancia en su vocación, Señor. 12. A cada uno de nosotros, dispuestos a salir al encuentro de quienes lo necesiten, Danos fidelidad y coherencia en nuestra vida, Señor. 10. Incensación y oración final. Nos diste Señor el Pan del cielo. R/ Que contiene en sí todo deleite. Oremos: oh Dios que bajo este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención, por Jesucristo Nuestro Señor, amén. 11. Bendición final, incensación y alabanzas finales. 12. Canto final: “ Eucaristía, milagro de amor ” .
SEMANA VOCACIONAL Catequesis vocacional para Primera Comunión
LEMA: Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona A. Objetivo: despertar en los niños la inquietud por el conocimiento de las diversas opciones vocacionales de especial consagración, para que en su discernimiento vocacional puedan contemplarla como una opción significativa para sus vidas. B. Materiales: imagen del Papa, hojas de papel, cinta, marcadores, colores. C. Motivación: el catequista inicia el encuentro saludando a los niños, luego les invita a que se saluden entre ellos. D. Oración: a continuación les invita a disfrutar disponerse en silencio para la oración Oración: “Amigo Dios, te damos gracias por la vida que nos regalas en este nuevo día, por nuestros padres y familiares. Por el alimento que tenemos en nuestros hogares, por la ropa y el hogar. Por el aire, los árboles, el agua, el sol, los animalitos, y todas las obras hermosas que tú has creado para nuestro bien. Ayúdanos a valorar, amar y respetar cada persona, cada ser vivo y cada cosa que tú nos das”. Amén. Dinámica: Las colas de gato Terminada la oración, se organiza los niños en tres filas, al último de cada fila, se le coloca una cola (pedazo de tela) de diferente color: ejm. los verdes tendrán que quitar las colas de los rojos y evitar que se las quiten los azules, y así sucesivamente. E. Actividad: Si el grupo es demasiado grande, el catequista lo organiza en subgrupos de a 20 integrantes . Ya en cada grupo, inicia la actividad preguntándole a los niños ¿Qué personaje visitó hace poco a Colombia?. Rta. “El Papa Francisco”. (Si es posible se lleva impresa a color la imagen del Papa, después de la intervención de los niños, se pega en la pared o en otro lugar visible)
Luego, les pregunta ¿Qué fue lo que más les llamó la atención de su visita? (Luego de compartir algunas ideas, invita a cada niño a escribir en grande con marcador en una hoja de papel, aquello que mencionaron. Al terminar, cada niño pasa y lo pega en torno a la imagen del Papa, hasta formar un mural) Formado el mural, les preguntan ¿por qué creen que el Papa hace todo lo que ustedes escribieron? (Terminada la intervención de los niños, el catequista concluye diciéndoles) todo esto que vemos en el Papa, lo hace porque es un hombre de Dios, quien un día decidió seguir a Cristo siendo sacerdote, para poner su vida al servicio de los demás, en bien de la humanidad. Pero, como él, también son muchas las personas que deciden servir a Dios de muchas maneras y en diferentes partes del mundo. (A continuación, se organizan grupos de tres o cuatro niños, se les entrega un dibujo de un santo de la iglesia: anexo 1) cada grupo debe colorear el dibujo como deseen. Al respaldo, se les invita a dibujar una silueta, donde van a escribir lo que consideren que pueden hacer para servir, como niños seguidores de Jesús: en su casa, colegio, en otros lugares. Al finalizar el dibujo, cada grupo comparte algo sobre el personaje y lo que escribieron en la silueta. G. Conclusión El catequista concluye comentando algo sobre la vida de cada personaje: el trabajo pastoral que realizó durante su vida. Así mismo, puede comentar las diferentes tareas evangelizadoras que realizan los sacerdotes, religiosos y religiosas en la iIglesia: trabajo educativo en colegios, universidades, parroquias; en misión evangelizando en diferentes lugares del mundo; en el cuidado ancianos, niños, jóvenes; en parroquias... “Conocer a Jesús, es el regalo más grande que toda persona puede recibir”, y seguirle como discípulo suyo es algo hermoso, que desde ya podemos hacer en cada lugar: en la casa y en el Colegio. H. Compromiso Como compromiso, se invita a cada niño que en su casa haga una oración por tantas monjitas, religiosos y sacerdotes que trabajan en bien de la humanidad en diferentes lugares del mundo: ciudades, campos, en medio de situaciones difíciles. I. Oración final Oración Si me necesitas, Señor: aquí están mis manos, para que sigas bendiciendo. Aquí están mis labios, para que sigas anunciando el Evangelio. Aquí está mi corazón, para que sigas amando. Aquí están mis pies, para que sigas sirviendo. Aquí está mi vida, para que sigas salvando a todos mis hermanos. Cuenta conmigo, Señor. ¡Aquí estoy, Amén, Aleluya! J. Compartir Tener previsto un refrigerio para compartir
Catequesis vocacional para confirmación LEMA: Jesús, quiero ser callejero de la fe Objetivo: avivar en los jóvenes la inquietud por el conocimiento de las diversas opciones vocacionales de especial consagración, para que en su discernimiento contemplen la vida sacerdotal y/o consagrada en su proyecto de vida. A. Materiales: imagen del Papa, hojas de papel, cinta, marcadores, colores. B. Motivación: el catequista inicia el encuentro con un fraterno saludo, luego invita a todos los jóvenes a que se saluden no sólo con el amigo, sino con todos los demás. C. Oración: Luego, invita a los jóvenes a hacer silencio para la oración. En actitud de accion de gracias a Dios por todo lo que recibimos cada día (cada integrante hace una pequeña oracion dando gracias por algo que haya recibido . en el día de hoy) Se concluye con el Padre Nuestro. D. Actividad: De acuerdo al número de jóvenes, se organizan grupos máximo de 20 integrantes. Ya en cada grupo, el catequista inicia la actividad preguntándoles ¿Qué personaje visitó hace poco a Colombia?. Rta. “El Papa Francisco”. (Si es posible se lleva impresa a color la imagen del Papa, para pegar en un lugar visible, después de la intervención de los jóvenes) Luego, les pregunta ¿Qué fue lo que más les llamó la atención de su visita? (Después de compartir algunas ideas, se les invita a escribir en grande con marcador en una hoja de papel, aquello que mencionaron. Al terminar, cada uno pasa y lo pega en torno a la imagen del Papa, hasta formar un mural) Formado el mural, les pregunta ¿por qué creen que el Papa hace todo lo que ustedes escribieron? (Después de varias intervenciones, el catequista concluye diciéndoles): Todo esto que vemos en el Papa, lo hace porque es un hombre de Dios, quien un día decidió seguir a Cristo como sacerdote, para poner su vida al servicio de los demás, en bien de la humanidad. Pero, como él, también son muchas las personas que deciden servir a Jesús, de diversas maneras y en distintos lugares del mundo. Imitando a Cristo
con su vida: brindando amor, perdón y misericordia a tantas personas necesitadas de Dios. Conocen a algún sacerdote o religiosa ¿Saben a que se dedican? (espacio para compartir). Luego el catequista reparte al grupo algunas imágenes alusivas al trabajo evangelizador que realizan los sacerdotes, religiosas/os en el mundo (anexo 2) Son muchas las personas que en el mundo entregan su vida sirviendo en parroquias; en misión evangelizando en diferentes lugares del mundo; en el cuidado ancianos, niños, jóvenes; en parroquias... Porque, “Conocer a Jesús, es el regalo más grande que toda persona puede recibir”, y seguirle como discípulo suyo es algo hermoso, que desde ya podemos hacer en cada lugar. Jesus te llama cada día a seguirle. Al terminar, les invita a disponerse en actitud de silencio y oración (previamente se prepara un cirio puede ser el pascual en el centro del salón y una vasija de barro o metal para quemar papelitos. Si es posible se coloca una canción de oración) se entrega un cuarto de hoja de papel a cada joven y se les invita a que escriban de manera muy personal, si les gustaría seguir a Jesús y en qué les gustaría servir. En este momento, se invita al párroco a compartir su testimonio de vocación. Se concluye con la siguiente oración: Oración Si me necesitas, Señor: aquí están mis manos, para que sigas bendiciendo. Aquí están mis labios, para que sigas anunciando el Evangelio. Aquí está mi corazón, para que sigas amando. Aquí están mis pies, para que sigas sirviendo. Aquí está mi vida, para que sigas salvando a todos mis hermanos. Cuenta conmigo, Señor. ¡Aquí estoy, Amén, Aleluya!
H. Compromiso El catequista pregunta a los jóvenes, ¿Qué enseñanza les queda del encuentro? J. Compartir Tener previsto un refrigerio para compartir.
Catequesis vocacional para las familias LEMA: La Familia, Cuna de las Vocaciones “ Un matrimonio no tiene éxito si dura, es importante su calidad. Estar juntos y saberse amar para siempre es el desafío de los esposos cristianos” P. Francisco Objetivo: redescubrir el rol fundamental que tienen los padres en el acompañamiento vocacional de sus hijos, a fin de que puedan ayudar a sus hijos en su proyección de vida.
A. Materiales: marcadores, hojas de papel periódico, video, audio o letra del canto a la familia. B. Motivación: (Quizá muchos padres no suelen tener estos espacios de encuentro y compartir en la Iglesia, por lo que pueden venir con cierta inconformidad, por ello, el catequista debe iniciar el encuentro con alegría) El catequista se presenta e inicia el encuentro con un fraterno saludo. Así mismo invita a todos, para que en acatitud alegre y con una sonrisa saluden al mayor número de asistentes posibles. C. Oración: Canto a la familia https://youtu.be/3S1oEQq-ZDk u otro que consideren oportuno (lo pueden proyectar, o colocar en audio o cantarlo). El catequista invita a todos los padres en actitud de oración a dar gracias a Dios, por todas las bendiciones que han recibido como familia: la alegría de los hijos, sus logros alcanzados, las bendiciones materiales, el trabajo, el alimento de cada día... Se termina con la oración del Padre Nuestro y el Ave María. D. Dinámica: Me Pica Desarrollo: Cada persona tiene que decir su nombre y a continuación señalar un lugar donde le pica: "Soy Juan y me pica por acá". A continuación el siguiente tiene que decir como se llamaba al anterior, y decir dónde le picaba. Así sucesivamente, pero, sin repetir el lugar donde le pica a los anteriores. E. Actividad: Si el grupo es demasiado grande, se organiza en subgrupos de a 20 integrantes. Ya en el grupo, el animador orientar la actividad con las siguientes preguntas: • Alguna vez se han puesto a pensar lo que les gustaría que fueran sus hijos de adultos o ¿qué sueñan para sus hijos? Pero, ¿qué sucedería si sus hijos deciden algo diferente a lo que ustedes anhelan? • (se invita a compartir sus opiniones)
Luego, se organizan subgrupos máximo 6 integrantes, a cada grupo se le entrega una hoja de papel periódico y marcador. Cada grupo debe dialogar sobre los valores que consideran debe tener una familia cristiana a la hora de acompañar a sus hijos en su proyección de vida. Terminado el diálogo, deben plasmar en el papel las ideas principales, al finalizar, cada grupo pasa al frente y socializa lo escrito. Luego se lee el texto del Evangelio de San Lucas 8,4-8 Se les invita a reflexionar el texto con las siguientes preguntas: ¿Qué terreno somos como padres para con nuestros hijos?. Después de unos momentos de reflexión, se pueden compartir algunas ideas. El catequista concluye la actividad, haciendo una breve síntesis sobre la neceseidad de llevar a la práctica como padres, los valores antes mendionados a la luz del evangelio; permitiendo que la palabra de Dios llegue a nuestros hogares para ser terrenos fértiles que den buena semilla, esto es: dialogando con los hijos, educándolos en la fe, amando y perdonándolos (Al final se entrega por parejas la siguiente oración para rezarla entre todos). ORACIÓN POR LA FAMILIA Haz Señor, que en nuestra casa, cuando se hable, siempre nos miremos a los ojos y busquemos crecer juntos; que nadie esté sólo, ni en la indiferencia o el aburrimiento; que los problemas de los otros no sean desconocidos o ignorados, que pueda entrar quien tiene necesidad y sea bienvenido. Señor, que en nuestra casa sea importante el trabajo, pero no más importante que la alegría; que la comida sea momento de gozo y de conversación; que el descanso sea paz del corazón y del cuerpo; que la riqueza mayor sea estar juntos. Señor, que en nuestra casa el más débil sea el centro de atención; que el más pequeño y el más viejo sean los más queridos; que el mañana no nos dé miedo, porque Dios siempre está cerca; que cada gesto esté lleno de significado; que te demos gracias por todo lo que la vida nos ofrece y tu amor nos da. Señor, que nuestra casa sea el lugar de acogida como la casa de Marta, María y Lázaro en Betania. Amén. H. Compromiso ¿A qué se comprometen como padres cristianos, para con sus hijos? J. Compartir Tener previsto un refrigerio para compartir
ANEXO 1
San Juan Pablo II
Santa Teresita de Lisieux
Los tres pastorcitos San Martín de Porres
Santa Teresa de Calcuta San Francisco de Asís
7 ?
Santo Cura de Ars
Santa Teresa de JesĂşs
San Juan Bosco
Santa Rosa de Lima
Santa Laura
8 ?
ANEXO 2
9 ?
Semana Vocacional Subsidio para colegios
Vuelen alto y sueñen grande Este material está pensado para que toda la comunidad educativa de los colegios entre en sintonía de oración, reflexión y discernimiento personal y comunitario de las diferentes vocaciones que el Señor nos propone para ser fermento de la sociedad y signos visibles de su misericordia: La vida, la fe, el matrimonio, la vida consagrada y el sacerdocio. “Vuelen alto y sueñen grande”. Con esta frase que el Papa Francisco dirigió con fuerza a los jóvenes colombianos el pasado 07 de septiembre, se quiere enmarcar el “buenos días” que la mayoría de las instituciones educativas tienen antes iniciar la jornada educativa. Si no se posee este espacio en algún colegio, se propone que durante esta semana, antes de iniciar la jornada, los estudiantes en su salón con el director de curso puedan dedicar 15 o 20 minutos para realizar la siguiente oración que busca despertar el deseo de preguntarse ¿qué quiere Dios de mí? Y orar por aquellos que ya están volando alto y soñando en grande al consagrar su vida al Señor. Cada día consta de tres momentos, por favor prepararlos de la mejor manera para que sea un espacio de espiritualidad, valioso para todos. PRIMER DÍA: VOCACIÓN A LA VIDA Primer momento: Invocación trinitaria Tomar consciencia que cada vez que decimos en el nombre del Padre pedimos la presencia de aquel que nos creó por amor y para amar. En el nombre del Hijo, pedimos la presencia de aquel que nos enseña a amar. En el nombre del Espíritu Santo, pedimos la presencia de aquel que no anima a amarnos. Por eso esta señal de la cruz no la podemos hacer de cualquier manera sino con respeto y conciencia. Segundo momento: Testimonio de vida del profesor En este espacio el docente narra de forma creativa cómo fue su nacimiento, les cuenta a los muchachos algo de su vida, su adolescencia, hasta donde considere prudente. Comparte por qué quiso ser docente, y qué lo motivó a levantarse hoy para ir al colegio y encontrarse con los estudiantes. Luego le reparte un papelito de color a cada estudiante. Ellos deben escribir por qué su vida es sagrada y pegarlos como collage en el tablero. Socializar las respuestas y resaltar que la vida es una vocación, es decir Dios nos llama a estar vivos, a vivir nuestra existencia con valentía y pasión.
Finalmente se lee el siguiente trozo del mensaje del Papa Francisco a los jóvenes colombianos y si se cuenta con tiempo preguntarles a los jóvenes que les llamó la atención del mensaje: ·”Bueno, yo tenía escrito aquí: «Veo aquí a muchos óvenes», j pero aunque tuviera los ojos vendados, sé que este lío solamente lo pueden hacer los jóvenes. Ustedes jóvenes ―y le voy a hablar a ustedes― han venido de todos los rincones del País: cachacos, costeños, paisas, vallunos, llaneros…, de todos lados. Para mí siempre es motivo de alegría, de gozo encontrarme con los jóvenes. En este día les digo: por favor mantengan viva la alegría, es signo del corazón joven, del corazón que ha encontrado al Señor. Y si ustedes mantienen viva esa alegría con Jesús, nadie se la puede quitar, ¡nadie! (cf. Jn 16,22). Pero por las dudas, les aconsejo: No se la dejen robar, cuiden la alegría que unifica todo ―¿En qué?― en el saberse amados por el Señor. Porque, como habíamos dicho al principio: Dios nos ama… ―¿Cómo era?– [Repiten: «Dios nos ama con amor de Padre»], Dios nos ama con corazón de Padre. Otra vez... [Repiten: «Dios nos ama con corazón de Padre»]. Y este es el principio de la alegría. El fuego del amor de Jesús hace desbordante este gozo, y es suficiente para incendiar el mundo entero. ¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que ustedes se propongan! ¡No le tengan miedo al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande! A ese sueño grande yo hoy los invito. Por favor no se metan en el “chiquitaje”, no tengan vuelos rastreros, vuelen alto y sueñen grande” Tercer momento: Oración por la vida Bendito eres, Señor Dios, por el amanecer de un nuevo día. Te alabo por el don de la vida que me has dado y que hoy uno a la de Jesús quien por nuestra salvación y por infinito amor, murió en la cruz. Te pido por la vida de todos mis hermanos, especialmente por los que hoy están en peligro de ser abortados o de otras formas asesinados. Reconozco Señor que solo tú eres dueño y tienes derecho absoluto sobre la vida y la muerte, que solo quieres nuestro bien ahora y en la eternidad. Te pido también por aquellos que se proponen cegar una vida ya sea en sus entrañas o en cualquier lugar o por cualquier razón. Te ofrezco hoy mi vida, para propiciar el reinado de los Corazones de Jesús y de María, reino de amor, justicia y felicidad. Que tu reino dé vida que venza a la cultura de la muerte. Amén. SEGUNDO DIA: VOCACION A LA FE Primer momento: Invocación trinitaria
Tomar consciencia que cada vez que decimos en el nombre del Padre pedimos la presencia de aquel que nos creó por amor y para amar. En el nombre del Hijo, pedimos la presencia de aquel que nos enseña a amar. En el nombre del Espíritu Santo, pedimos la presencia de aquel que no anima a amarnos. Por eso esta señal de la cruz no la podemos hacer de cualquier manera sino con respeto y conciencia. Segundo momento: ¿Cómo debe ser un cristiano? El docente divide en dos el tablero trazando una línea con el marcador. En un lado escribe un título que diga ¿cómo debe ser un cristiano? Y cada estudiante pasa y escribe una característica. En el otro lado del tablero escribe defectos de la sociedad y cada estudiante pasa y escribe algo. Al final se abre el diálogo con los estudiantes preguntando qué cualidades de las que escribieron tiene cada uno de ellos y qué defectos de la sociedad se están viviendo en el curso. Luego se pregunta ¿cómo solucionamos esos defectos? Finalmente se reflexiona en el papel tan importante de los creyentes para cambiar los defectos de la sociedad. La fe es una vocación, porque Dios aunque nos creó no nos obliga a creer en él. Dios nos hizo libres para optar por una vida con él. La fe es la fuerza transformadora que nos impulsa a sentirnos amados por Dios y a ser fermento en medio de una sociedad que puede estar enferma por tantos defectos. Finalmente se lee el siguiente trozo del mensaje del Papa Francisco a los jóvenes colombianos y si se cuenta con tiempo preguntarles a los jóvenes que les llamó la atención del mensaje: Ustedes, los jóvenes, “tienen una sensibilidad especial para reconocer el sufrimiento de los otros ―curioso, ustedes se dan cuenta en seguida―; los voluntariados del mundo entero se nutren de miles de ustedes que son capaces de resignar tiempos propios, comodidades, proyectos centrados en ustedes mismos, para dejarse conmover por las necesidades de los más frágiles y dedicarse a ellos. Pero también puede suceder que hayan nacido en ambientes donde la muerte, el dolor, la división han calado tan hondo que los hayan dejado medio mareados, como anestesiados por el dolor. Por eso yo quiero decirles: Dejen que el sufrimiento de sus hermanos colombianos los abofetee y los movilice. Ayúdennos a nosotros, los mayores, a no acostumbrarnos al dolor y al abandono. Los necesitamos, ayúdennos a esto, a no acostumbrarnos al dolor y al abandono. También ustedes, chicos y chicas, que viven en ambientes complejos, con realidades distintas, con situaciones familiares de lo más diversas, se han habituado a ver que en el mundo no todo es blanco ni tampoco es negro todo; que la vida cotidiana se resuelve en una amplia gama de tonalidades grises, es verdad, y esto los puede exponer a un riesgo, cuidado, al riesgo de caer en una atmósfera de relativismo, dejando de lado esa potencialidad que
tienen los jóvenes, la de entender el dolor de los que han sufrido. Ustedes tienen la capacidad no sólo de juzgar, señalar desaciertos ―porque se dan cuenta enseguida―, sino también esa otra capacidad hermosa y constructiva: la de comprender. Comprender que incluso detrás de un error ―porque hablemos claro, el error es error y no hay que maquillarlo―, y ustedes son capaces de comprender que detrás de un error hay un sinfín de razones, de atenuantes…. ¡Cuánto los necesita Colombia para ponerse en los zapatos de aquellos que muchas generaciones anteriores no han podido o no han sabido hacerlo, o no atinaron con el modo adecuado para lograr comprender!” Tercer momento: Oración por la Iglesia Dios, Padre de bondad y de amor, que quisiste llamarnos a formar parte de tu familia: la Iglesia; escucha nuestra oración humilde y confiada. Necesitamos que llenes de tu luz y de tu amor a todas las personas que a lo largo y ancho del mundo, profesamos la fe. Fortalécenos, Padre, con los dones de tu amor, para que seamos capaces de enfrentar con valor todo lo que nos hiere y nos hace sufrir. Danos un corazón generoso para ser signos de tu misericordia en medio del dolor del mundo. Amén.
TERCER DIA: VOCACION AL MATRIMONIO Primer momento: Invocación trinitaria Tomar consciencia que cada vez que decimos en el nombre del Padre pedimos la presencia de aquel que nos creó por amor y para amar. En el nombre del Hijo, pedimos la presencia de aquel que nos enseña a amar. En el nombre del Espíritu Santo, pedimos la presencia de aquel que no anima a amarnos. Por eso esta señal de la cruz no la podemos hacer de cualquier manera sino con respeto y conciencia. Segundo momento: testimonio de un matrimonio Para este día el docente o capellán busca el testimonio de vida matrimonial de alguna persona egresada de la institución, resaltando cómo la educación en ese colegio le ayudó para formar su hogar bajo la bendición de Dios. Se lee el testimonio y se conversa con los estudiantes qué opinan del matrimonio como opción de vida, resaltando que es una vocación totalmente valida y necesaria para vivir el verdadero amor en compañía de Dios. Finalmente se lee el siguiente trozo del mensaje del Papa Francisco a los jóvenes colombianos y si se cuenta con tiempo preguntarles a los jóvenes que les llamó la atención del mensaje:
“¡Jóvenes, sueñen, muévanse, arriesguen, miren la vida con una sonrisa nueva, vayan adelante, no tengan miedo! Sólo así se animarán a descubrir el País que se esconde detrás de las montañas; el que trasciende titulares de diarios y no aparece en la preocupación cotidiana por estar tan lejos. Ese País que no se ve y que es parte de este cuerpo social que nos necesita: Ustedes jóvenes son capaces de descubrir la Colombia profunda. Los corazones jóvenes se estimulan ante los desafíos grandes: ¡Cuánta belleza natural para ser contemplada sin necesidad de explotarla! ¡Cuántos jóvenes como ustedes precisan de su mano tendida, de su hombro para vislumbrar un futuro mejor! Hoy he querido estar estos momentos con ustedes; estoy seguro de que ustedes tienen el potencial necesario para construir, ¡construir!, la nación que siempre hemos soñado. Los jóvenes son la esperanza de Colombia y de la Iglesia; en su caminar y en sus pasos adivinamos los de Jesús, Mensajero de la Paz, Aquél que siempre nos trae noticias buenas”. Tercer momento: Oración por los matrimonios Señor, Padre santo, Dios omnipotente y eterno, te damos gracias y bendecimos tu santo Nombre: tú has creado al hombre y a la mujer para que el uno sea para del otro ayuda y apoyo. Acuérdate hoy de esposos. Protégelos y concédeles que su amor sea entrega y don, a imagen de Cristo y de la Iglesia. Amén.
CUARTO DÍA: ORACIóN POR LA VIDA CONSAGRADA Y LOS SACERDOTES Primer momento: Invocación trinitaria Tomar consciencia que cada vez que decimos en el nombre del Padre pedimos la presencia de aquel que nos creó por amor y para amar. En el nombre del Hijo, pedimos la presencia de aquel que nos enseña a amar. En el nombre del Espíritu Santo, pedimos la presencia de aquel que no anima a amarnos. Por eso esta señal de la cruz no la podemos hacer de cualquier manera sino con respeto y conciencia. Segundo momento: testimonio de un sacerdote o religiosa Para este día el docente o capellán busca el testimonio vocacional de un sacerdote o religiosa egresado de esa institución, resaltando cómo la educación en ese colegio le ayudó para discernir su vocación.
Se lee el testimonio y se conversa con los estudiantes qué opinan de la vida consagrada y del sacerdocio como opción de vida, resaltando que es una vocación totalmente valida y necesaria para vivir el verdadero amor en compañía de Dios y servir a los más necesitados. Se pregunta a quién le gustaría o llegó a pensar en algún momento ser sacerdote o religiosa y se comparte el por qué les llamó o les llama la atención. Finalmente se lee el siguiente trozo del mensaje del Papa Francisco a los jóvenes colombianos y si se cuenta con tiempo preguntarles a los jóvenes que les llamó la atención del mensaje: “Bueno, yo tenía escrito aquí: «Veo aquí a muchos jóvenes», pero aunque tuviera los ojos vendados, sé que este lío solamente lo pueden hacer los jóvenes. Ustedes jóvenes ―y le voy a hablar a ustedes― han venido de todos los rincones del País: cachacos, costeños, paisas, vallunos, llaneros…, de todos lados. Para mí siempre es motivo de alegría, de gozo encontrarme con los jóvenes. En este día les digo: por favor mantengan viva la alegría, es signo del corazón joven, del corazón que ha encontrado al Señor. Y si ustedes mantienen viva esa alegría con Jesús, nadie se la puede quitar, ¡nadie! (cf. Jn 16,22). Pero por las dudas, les aconsejo: No se la dejen robar, cuiden la alegría que unifica todo ―¿En qué?― en el saberse amados por el Señor. Porque, como habíamos dicho al principio: Dios nos ama… ―¿Cómo era?– [Repiten: «Dios nos ama con amor de Padre»], Dios nos ama con corazón de Padre. Otra vez... [Repiten: «Dios nos ama con corazón de Padre»]. Y este es el principio de la alegría. El fuego del amor de Jesús hace desbordante este gozo, y es suficiente para incendiar el mundo entero. ¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que ustedes se propongan! ¡No le tengan miedo al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande! A ese sueño grande yo hoy los invito. Por favor no se metan en el “chiquitaje”, no tengan vuelos rastreros, vuelen alto y sueñen grande”.
Tercer momento: Oración por la vida consagrada y los sacerdotes Señor, danos sacerdotes Señor, danos muchos sacerdotes, Señor, danos muchos y santos sacerdotes. Señor danos hombres y mujeres que consagren su vida a tu servicio Señor danos muchos hombres y mujeres que consagren su vida a tu servicio Señor, danos muchos y santos hombres y mujeres que consagren su vida a tu servicio. Amén.
EVANGELIZACION DEL MUNDO UNIVERSITARIO ENCUENTRO SEMANA VOCACIONAL Estos encuentros se puede realizar con el departamento de Bienestar Universitario, Pastoral y Capellanía de cada universidad (en estos espacios se congregan alumnos(a))
¿A QUÉ NOS LLAMA JESÚS DENTRO DEL AMBITO UNIVERSITARIO? 1. En el seguimiento de Jesús (Mc 1,17-18; 3,13; Lc 5,11; Mt 19,21; Jn 21,19) a). A ser yo mismo, Es decir, a madurar y alcanzar mi verdadera identidad. (Del ego-centrismo al ex centrismo) b). A realizarme como persona, Es decir, a lograr metas y aspiraciones profundas, a “hacer bien” lo que tengo que hacer, sin que haya lugar para la frustración o el fracaso. (De la “necesidad” al “deseo”) ¿Qué voy hacer yo para realizarme como persona siguiendo el ejemplo de Jesús? § § §
Crecer hasta llegar a la estatura de Aquel que es la Cabeza, Cristo (Ef 4,15). Progresar hasta alcanzar la madurez de la plenitud de Cristo (Ef 4,13). Con disposición de: Pro-seguir su obra Per-seguir su causa Con-seguir su plenitud (L.Boff)
2. En la dinámica del Reino de Dios
(Mt 6,33; Mc 4,11; Lc 17,21; Hch 14,22;
Rom 14,17)
a). A sentirme útil, Es decir, a potenciar mis capacidades y cualidades orientándolas al servicio de los demás. b). A lograr la felicidad, Es decir, a llevar un estilo de vida que me haga verdaderamente feliz, porque hago felices también a los demás. ¿Qué voy a hacer yo para sentirme útil “acercando” el Reino de Dios a los demás? § §
Acercar el Reino de Dios (Lc 10,9.11). Anunciar y proclamar su novedad (Lc 9,2.60; Hch 8,12;28,23).
§
Hacerlo experimentar con hechos (Mt 12,28; Lc 11,20)
3). En la Comunidad Cristiana (Hch 2,41-47; 4,32-35; 11,21-24; Rom 12, 313) a). A convivir con los demás, Porque “el hecho fundamental de la existencia es
el hombre con el hombre” (Martin Buber). b). Pero a convivir en igualdad y en fraternidad, Porque todos somos hermanos, hijos del mismo Padre (Mt 6,9.14-15; 23,8-9). ¿En qué estoy dispuesto a colaborar y a participar en la Comunidad Cristiana? § §
Poner a disposición de los otros las propias cualidades o “carismas” (1Cor 12,7). Participar en la construcción de la comunidad (Ef 2, 19-22; 4,12.15-16) como “piedras vivas” (1Ped 2,5).
Escuchar Colaborar Actitudes específicas: Motivar Comprender
v Hablar sobre un santo o santa ejemplo: Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia Nace en el Castillo de Rocaseca, cerca de Nápoles, Italia, en 1225. Es el último hijo varón de una numerosa familia de doce hijos. Su padre se llamaba Landulfo de Aquino. Los monjes le enseñaron a meditar en silencio. Es el más piadoso, meditabundo y silencioso de todos los alumnos del convento. Lo que lee o estudia lo aprende de memoria con una facilidad portentosa. Continúa sus estudios por cinco años en la Universidad de Nápoles. Allí supera a todos sus compañeros en memoria e inteligencia. Conoce a los Padres Dominicos y se entusiasma por esa Comunidad. Quiere entrar de religioso pero su familia se opone. El religioso huye hacia Alemania, pero por el camino lo sorprenden sus herma nos que viajan acompañados de un escuadrón de militares y lo ponen preso. No logran quitarle el hábito de dominico, pero lo encierran en una prisión del castillo de Rocaseca. aprovecha su encierro de dos años en la prisión para aprenderse de memoria Tomás muchísimas frases de la S. Biblia y para estudiar muy a fondo el mejor tratado de Teología que había en ese tiempo, y que después él explicará muy bien en la Universidad.
Liberado ya de la prisión lo enviaron a Colonia, Alemania, a estudiar con el más sabio Padre Dominico de ese tiempo: San Alberto Magno. Al principio los compañeros no imaginaban la inteligencia que tenía Tomás, y al verlo tan robusto y siempre tan silencioso en las discusiones le pusieron de apodo: "El buey mudo". Pero un día uno de sus compañeros leyó los apuntes de este joven estudiante y se los presentó al sabio profesor. San Alberto al leerlos les dijo a los demás estudiantes: "Ustedes lo llaman el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero". Y así sucedió en verdad después. A los 27 años, en 1252, ya es profesor de la famosísima Universidad de París. Sus clases de teología y filosofía son las más concurridas de la Universidad. El rey San Luis lo estima tanto que lo consulta en todos los asuntos de importancia. Y en la Universidad es tan grande el prestigio que tiene y su ascendiente sobre los demás, que cuando se traba una enorme discusión acerca de la Eucaristía y no logran ponerse de acuerdo, al fin los bandos aceptan que sea Tomás de Aquino el que haga de árbitro y diga la última palabra, y lo que él dice es aceptado por todos sin excepción. En 1259 el Sumo Pontífice lo llama a Italia y por siete años recorre el país predicando y enseñando, y es encargado de dirigir el colegio Pontificio de Roma para jóvenes que se preparan para puestos de importancia especial. En 4 años escribe su obra más famosa: "La Suma Teológica", obra portentosa en 14 tomos, donde a base de Sagrada Escritura, de filosofía y teología y doctrina de los santos va explicando todas las enseñanzas católicas. Es lo más profundo que se haya escrito en la Iglesia Católica. El Romano Pontífice le encargó que escribiera los himnos para la Fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo, y compuso entonces el Pangelingua y el Tantumergo y varios otros bellís imos cantos de la Eucaristía (dicen que el Santo Padre encargó a Santo Tomás y a San Buenaventura que cada uno escribiera unos himnos, pero que mientras oía leer los himnos tan bellos que había compuesto Santo Tomás, San Buenaventura fue rompiendo los que él mismo había redactado, porque los otros le parecían más hermosos). Su devoción por la Virgen María era muy grande. En el margen de sus cuadernos escribía: "Dios te salve María". Y compuso un tratado acerca del Ave María. Murió el 7 de marzo de 1274 a la edad de 49 años. Fue declarado santo en 1323 apenas 50 años después de muerto. Y sus restos fueron llevados solemnemente a la Catedral de Tolouse un 28 de enero. Por eso se celebra en este día su fiesta.
v Tertulias vocacionales con experiencia de las mismas personas de la universidad Capellán Docentes Agentes de Pastoral AlumnoS
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EL SERVICIO COMO INSTRUMENTO QUE NOS HACE DISCIPULOS DEL SENOR Para todos los voluntarios que con amor y alegria prestaron un gran servicio en torno a la visita del Santo Padre en la ciudad de Bogota
El pasado 7 de septiembre la ciudad de Bogota vivio ó tal vez el momento histo ó rico ma á s importante de las ultimas décadas y para muchos un diı́a que no se volvera a repetir frente a la llegada del Papa Francisco al encuentro con miles de personas que fervorosamente lo esperaban en diferentes partes de la ciudad. Centenares de jo óvenes de la Arquidio ócesis de Bogota á se prepararon espiritualmente para servir de la mejor manera a todos los hermanos y hermanas que pu úblicamente quisieron profesar su fe en Jesu ús y a la figura que representa el Papa Francisco en la Iglesia Cato ólica. Es asiı́ como el valor que significo el servicio de los voluntarios se hace incalculable al ser protagonistas ano ónimos y puentes que unı́an la presencia de ma ás de un millo ón de personas con la sencillez y amor del Santo Padre.
ó n y entrega por Querido voluntario luego de prestar tu servicio con dedicacio ó n espirituales que ma á s de 14 de horas, sumado a las jornadas de preparacio tuvieron que hacer con el úunico fin de ser canal de bendicio ón para miles de personas, te invitamos a que tu voluntariado no haya sido solo de ese diı́a, por el contrario en las palabras que el Santo Padre pronuncio en Medelliı́n en cuya homiliı́a propone tres actitudes fundamentales para el discipulado cristiano, esta á un nuevo acontecer que te hace el llamado a descubrir a Jesu ús en el otro, ese Jesu ús que te hace libre y que necesita de tu Fe viva y operante para anunciarlo con la mayor alegriı́a posible.
Reflexionemos juntos, las actitudes que nos propone el Papa Francisco…
IR A LO ESENCIAL
No quiere decir «romper con todo» romper con aquello que no se acomoda a nosotros, porque tampoco Jesu ús vino «a abolir la ley, sino a llevarla a su plenitud» (Mt 5,17); ir a lo esencial es ma ás bien ir a lo profundo, a lo que cuenta y tiene valor para la vida. ático, sino un continuo camino hacia Cristo; El discipulado no es algo esta no es simplemente el apego a la explicitacio ón de una doctrina, sino la experiencia de la presencia amigable, viva y operante del Sen ñor, un permanente aprendizaje por medio de la escucha de su Palabra. Y esa palabra, lo hemos escuchado, se nos impone en las necesidades concretas de nuestros hermanos
¿Qué tanta trascendencia doy a las situaciones, Solo pienso en mı́ O me quedo en los superficial? ¿Con que frecuencia escucho Su Palabra y la hago concreta en el otro? ¿Y en el servicio que presté desde mi voluntariado creo que me llevo a un cambio real de mi vida?
RENOVARSE Como Jesu ús «zarandeaba» a los doctores de la ley para que salieran de su rigidez, ahora también la Iglesia es «zarandeada» por el Espiı́ritu para que deje sus comodidades y sus apegos. La renovacio ón no nos debe dar miedo supone sacrificio y valentiı́a, no para considerarse mejores o ma á s pulcros, sino para responder mejor al llamado del Sen ñor. En Colombia hay tantas situaciones que reclaman de los disciı́pulos el estilo de vida de Jesu ús, particularmente el amor convertido en hechos de no violencia, de reconciliacio ón y de paz
¿Cua áles son mis apegos en lo material, en lo sentimental y en la cotidianidad? ¿Qué tanto estoy dispuesto a sacrificar para convertir mi actuar en hechos concretos de servicio hacia el otro?
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En el servicio que preste desde mi voluntariado ¿Co ó mo me sentiı́ sacrificando tiempo, suen ñ o, cansancio? ¿Me desacomode por otros?¿ Fui referente del rostro del Sen ñor? …
INVOLUCRARSE
Nosotros somos simples «servidores» (cf. Col 1,23) y no podemos ser quienes impidamos ese encuentro con Jesu ús. Al contrario, Jesu ús nos pide, como lo hizo con sus disciı́pulos: «Denles ustedes de comer» (Mt 14,16); este es nuestro servicio. Disciı́pulos que sepan ver, juzgar y actuar, como lo proponiı́a aquel documento latinoamericano que nacio ó aquiı́ en estas tierras (cf. Medelliı́n, 1968). Disciı́pulos misioneros que saben ver, sin miop as heredadas; que examinan la realidad desde los ojos y el corazo ón de Jesu ús, y desde ahiı́ que arriesgan, que actu úan, que se comprometen. ó mo hacer para que mis prejuicios no sean un obsta á culo la hora de ¿Co servir? ómo hacer que mi actitud no sea un obsta ¿Co áculo que impida que mi pro ójimo se encuentre con Jesu ús?
¿Estoy dispuesto a dar el segundo paso?
"los voluntarios son artesanos de la misericordia“