uest
R
DEAD LA MUERTE COMO TEMA TABÚ, HISTORIA Y TANATOLOGÍA.
#4 RICHMOND GRUPO EDITORÍAL
HECHO EN MÉXICO ABRIL, 28, 2018
P.
uest
P.
ABRIL 2018
uest
R
Quest es una revista especializada en abordar temas en particular y de gran relevancia a nivel mundial, con un contenido que tiene como objetivo principal dar a conocer a nuestros suscriptores información eficaz y verás que le ayuden a despejar dudas y que además los motiven a interesarce a profundidad sobre los temas que le están dando la vuelta al mundo.
CONTENIDO EL AFRONTAMIENTO DE LA MUERTE p4 ¿CÓMO SE VIVE ACTUALEMNTE LA MUERTE p5 LA FORMA DE MORIR P6 LA MUERTE EN EL HOSPITAL P7 LA TANATOLOGÍA P10 LA NOTA AMARILLA P12 EL DUELO P13 EN MI OPINÓN P16
CREDITOS
RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN E IMAGENES: Villasana Nepomuceno Montserrat Calderón Delgado Yadira DIRECCIÓN DE PROYECTO: Garcia Yescas Daniel Villasana Nepomuceno Montserrat Calderón Delgado Yadira MAQUETACIÓN: Garcia Yescas Daniel Villasana Nepomuceno Montserrat Calderón Delgado Yadira
DERECHOS RESERVADOS A SUS RESPECTIVOS AUTORES. FOTOGRAFIA, IMAGENES Y PUBLICIDAD: TODOS LOS DERECHOS A SUS RESPECTIVOS AUTORES
DISEÑO DE REVISTA: Garcia Yescas Daniel
P.3
uest
ABRIL 2018
EL AFRONTAMIENTO DE LA MUERTE
JAVIER SÁDABA
“La muerte nos sucede a lo vivos. Y de una
manera muy especial,por problematizada, a los seres humanos. Sólo la muerte enseña a vivir, lo cual supone que hay que enfrentarse con la muerte, y hay que enfrentarse con la idea que cada uno tiene de la muerte”
De esta forma el filósofo Javier Sádaba nos introduce al tema del afrontamiento de la muerte, pero aunque es inevitable enfrentarse a ella,la forma de hacerlo no ha sido la misma a lo largo de la historia. La muerte es el último rito del ciclo de la vida, pero al tener un importante componente cultural, ha evolucionado en el tiempo, y es por esta razón materia de reflexión para el historiador. Al observar el afrontamiento actual de la muerte el historiador se pregunta ¿ha sido siempre así?, y comprueba que a pesar de que la muerte en todas las épocas ha inquietado al hombre, la representación y las actitudes del hombre ante la muerte (costumbres, mitos,creencias, P.4
ritos) han sido muy diferentes en distintas épocas y sociedades. Así por ejemplo, en el mundo preindustrial, sometido al ciclo demográfico antiguo, la muerte no era un personaje oculto, ignorado y postergado hasta el momento inevitable, como se hace en la actualidad. Por el contrario, estaba firmemente enquistada en la vida. Los muertos compartían con los vivos el suelo urbano y el espacio sagrado de los templos. La muerte se mostraba cercana por la menor esperanza de vida y por la precariedad y fragilidad de la existencia. Esta presencia de la muerte obligó a los seres humanos que la sufrían a darle un significado racional que sirviera para paliar la angustia e integrar socialmente a quienes vivían en su temor. La respuesta tuvo un contenido, ante todo, religioso, fue el cristianismo quien dotó a la muerte de un significado consolador: había que morir para renacer a la vida eterna.
¿CÓMO SE VIVE ACTUALMENTE LA MUERTE? En la actualidad se ha experimentado una crisis en los dispositivos tradicionales que la sociedad tenía para afrontar la muerte. El historiador Philippe Ariès ha presentado a la muerte de hoy día como salvaje, ya que progresivamente ha perdido la contención de los muros de la religión, de la comunidad y de la familia. Estos marcos que domesticaban la muerte se han fracturado, por la fuerza de la razón el primero, y con el peso de la ciencia, específicamente la ciencia médica, el segundo. La razón, el progreso y la tecnología médica, entre otras causas, han modificado la actitud ante la muerte, y este cambio ha quedado reflejado en: la forma de morir, la estancia del moribundo, el duelo, los modos de enterramiento y la pérdida de la mayoría de los ritos funerarios. No debemos olvidar que los ritos funerarios, como los velatorios prolongados, la preservación del luto y el tiempo de duelo, o las visitas periódicas al cementerio significaban mucho más que una demostración de respeto y afecto a la memoria del difunto. Eran “una estrategia” defensiva de la sociedad, y su función fundamental consistía en preservar el equilibrio individual y social de los vivos”.
Victor Hugo en su lecho de muerte por Felix Nadar, Paris, Mayo 23
Si esta estrategia ha desaparecido prácticamente, ¿cómo afrontamos la muerte los hombres y mujeres del siglo XXI? Analicemos el proceso que ha posibilitado la ruptura ayudados por el recurso histórico, porque quizás pueda permitirnos entender cómo ha sido construida la imagen que hoy tenemos y reflexionar sobre las actitudes actuales ante la muerte. P.5
uest
ABRIL 2018
LA FORMA DE MORIR
En nuestra sociedad el modelo del hombre moderno que “todo lo puede”, la muerte ha sido excluida, debe disimularse, ocultarse, y superarse rápidamente. Sin embargo esta actitud es nueva, no tiene nada que ver con la forma de responder en otros tiempos. En la Edad Media existía la creencia de que la muerte avisaba, pero para que la muerte fuese anunciada, era preciso que no fuera súbita. Se debía morir rodeado de los familiares, tener tiempo para las despedidas y para testamentar. Así se garantizaba la continuidad de las voluntades del moribundo y la distribución de sus bienes. Sólo se temía una forma de muerte: la repentina, considerada infame y vergonzosa porque impedía ponerse en gracia de Dios. Un hombre del medioevo estaba aterrado ante la idea de morir así, prefería un tiempo de arrepentimiento y de balance de sus deudas con Dios y con los hombres; incluso en las oraciones medievales se rezaba: “líbranos Señor de la muerte repentina”. P.6
La creencia de que la muerte avisaba ha sobrevivido mucho tiempo en las mentalidades populares. En cambio, en la actualidad, la muerte deseada es la muerte rápida, y preferentemente, la que llega cuando se está dormido. Se habla de la buena cuando se asocia a una muerte súbita, sin dolor. En épocas anteriores el moribundo conocía la proximidad de su muerte y se preparaba para ella. No se ocultaba como ahora, muy al contrario, el sacerdote y el médico tenían la obligación de avisar al enfermo cuando la enfermedad se agravaba o en el caso de peligro de muerte. La persona agonizante debía estar en el centro de la reunión y presidir la ceremonia. La muerte era, por lo tanto, un acontecimiento público, hasta tal punto que los médicos de finales del siglo XVIII comenzaron a quejarse del gentío que invadía la sala del moribundo. Esta costumbre ha persistido hasta finales del siglo XIX, incluso a principios del siglo XX, cuando se llevaba el viático a un enfermo, todo el mundo podía entrar en la casa y en su habitación. En la actualidad la muerte se silencia, no se habla de ella, sobre todo cuando se tiene salud, y se deja para cuando llegue la hora,
LA MUERTE EN EL HOSPITAL Hay dos momentos históricos que marcan una ruptura: en el siglo XIX, cuando los médicos comienzan a diagnosticar la muerte, y en el siglo XX, a partir de los años sesenta, cuando surge una nueva cultura de la muerte, o quizá mejor, del morir. Según Diego Gracia se ha llegado a dar una revolución de la muerte.
Las Unidades de Cuidados Intensivos, los trasplantes de corazón, las técnicas de soporte vital, etc., son algunos agentes de esta revolución. Estas rupturas instauran una nueva forma de ver y hablar de la muerte, nos marcan una nueva concepción, una nueva mirada. Hasta principios del XIX la figura del médico estaba separada de la muerte. El médico acompañaba al paciente mientras “había algo que hacer”, cuando consideraba que estaba desahuciado, el agonizante quedaba al cuidado de su familia. En esta época se vivía con terror ser enterrado vivo. Este miedo queda reflejado en los testamentos, donde se especifica el tiempo que debe pasar desde la muerte hasta ser enterrado. Con el descubrimiento del estetoscopio (1818) se comienza a confiar en el diagnóstico médico y el miedo a la muerte aparente se apacigua. A partir de este momento la muerte comienza a dejar de ser patrimonio de la religión y de la filosofía, como había sido antaño, y empieza a ser una cuestión de la ciencia médica. Sin embargo el gran cambio se dará, sobre todo, en la segunda mitad del siglo XX: cuando la habitación del moribundo pase de la casa al hospital. Ese traslado será aceptado por los familiares, por ser, en otras cosas, el único sitio donde se podrá escapar a la publicidad. P.7
uest
ABRIL 2018
El peso de los cuidados que había sido compartido por vecinos y amigos, sobre todo en las clases populares y en el campo, con el transcurso de los años queda limitado a los parientes más próximos. Además en las ciudades la presencia de un enfermo grave en un piso comenzó a ocasionar más de un trastorno en la familia. Hay que añadir la tendencia de los médicos a mandar a un enfermo al hospital en cuanto hallaban indicios de gravedad. Todo ello ha contribuido a que, especialmente en las ciudades, se haya dejado de morir en casa. Pero se debe reconocer que al avanzar la tecnología de la salud y aparecer los Cuidados Intensivos, se ha posibilitado prolongar la vida a pacientes que de no ser por estos cuidados morirían. Como contrapartida, se han modificado los límites de la vida y de la muerte y de la forma de morir, ya que el agonizante no podrá estar acompañado de su familia. No hay más que presentar un dato para dejar bien patente hasta qué punto la muerte P.8
está medicalizada: un 78% de las personas que mueren lo hace en un hospital o centro sanitario (incluyendo geriátricos y residencias de ancianos). Esta situación ha provocado una ruptura de los lazos sociales y se ha reflejado en el distanciamiento de la muerte y en la reducción de los acompañamientos. En la muestra que analizó G.Gorer en su investigación sobre las actitudes inglesas en 1663, demostró que sólo la cuarta parte había asistido a la muerte de un pariente próximo.
P.
uest
ABRIL 2018
LA TANATOLOGÍA ¨La Muerte es algo natural, incontratable e inevitable. Hemos manifestado permanentemente la inequívoca tendencia a hacer a un lado a la Muerte y eliminarla de la vida. Hemos intentado matarla con el silencio. En el fondo, nadie cree en su propia muerte. En el inconsciente cada uno de nosotros está convencido de su inmortalidad. Y cuando muere alguien querido, próximo, sepultamos con él nuestras esperanzas, nuestras demandas y goces. No nos dejamos consolar y hasta donde podemos nos negamos a Sustituir al que perdimos ¨ Sigmund Freud, 1917.
P. 10
Desde tiempos muy antiguos se sabe que la Muerte es el único hecho al que todos vamos a llegar o el que todos hemos de vivir, de tal forma que el nacimiento de la Tanatología ha sido un suceso ineludible, por otro lado el concepto y definición de la muerte según Potter (1971) y Gutiérrez (2006) aseguran ha ido variando a través del tiempo tomando en cuenta la cultura, la religión y el pensamiento predominante de cada pueblo y de cada época, con la creencia o no de la vida después de la muerte, finalmente se muere con la esperanza de una vida cuando la estancia terrenal haya llegado a su fin, así como el reencuentro con nuestros seres queridos. De tal forma que la Tanatología es la Ciencia de la Muerte y sus manifestaciones, las cuales giran alrededor del enfermo terminal, basada en las descripciones y observaciones que sobre él se realizan para ofrecer un diagnóstico y mediante éste, determinar las acciones a seguir (Kübler, 1972).
En 1901, Elie Metchnikoff quien recibiera el premio Nobel de Medicina en 1908, acuñó el término Tanatología, denominándola como la Ciencia encargada de la Muerte, desde ese momento la Tanatología fue considerada como una rama de la Medicina Forense que trataba de ella y de todo lo relativo a los cadáveres, desde el punto de vista Médico Legal. En 1930, como resultado de los grandes avances de la Medicina, empezó un período en el que se confina a la muerte en los hospitales, ya para la década de los cincuentas, esto se va generalizando cada vez más y así, el cuidado de los enfermos en fase terminal es trasladado de la casa a las Instituciones Hospitalarias, dando por resultado que la sociedad de esa época ¨escondiera¨ la Muerte en un afán de hacerla menos visible, para que no se recordaran los horrores de la guerra que en ese tiempo acababa de terminar. La manera en como se ve y se interpreta a la Muerte, ya sea como un acontecimiento general o ajeno, cambia cuando afecta a una persona en particular, es decir, cuando el enfermo o sus familiares se enteran de la posibilidad de la cercanía o la inminencia de la Muerte, por lo que es importante conocer sus reacciones y actitudes en estas circunstancias (Veatch, 1976). En el año de 1991 la Dra. Elizabeth Kübler Ross describe los fenómenos psicológicos que acompañan a los enfermos en fase terminal durante el proceso de Muerte y define a la Tanatología como una instancia de atención a los moribundos, por lo que se le considera la fundadora de esta ciencia. Es ella a través de su labor, quien hace sentir a los moribundos miembros útiles y valiosos de la sociedad, y para tal fin crea clínicas cuyo lema es ¨ayudar a los enfermos en fase terminal a vivir gratamente, sin
dolor y respetando sus exigencias éticas¨, con lo que da inicio, ayudada por un grupo de colaboradores, la práctica tanatológica, creando varios modelos de atención para darles una vida de calidad; de esta forma es como Elizabeth Kübler Ross, da la importancia requerida a la atención de este tipo de pacientes, naciendo así la Tanatología. P. 11
uest
ABRIL 2018
LA NOTA AMARILLA
En la actualidad, el término Tanatología, según el diccionario de la Lengua Española se relaciona con una serie de circunstancias que rodean la Muerte de un ser humano, por lo que es considerada como una disciplina que estudia el fenómeno de la Muerte en los seres humanos y está enfocada a establecer entre el enfermo en tránsito de Muerte, su familia y el personal de asistencia que lo atiende, un lazo de confianza, esperanza y buenos cuidados, que ayuden al enfermo a morir con dignidad. El vocablo ¨Tanatos deriva del griego Thanatos y este era el nombre que se le daba a la diosa de la muerte dentro de la mitología griega.
P. 12
¨Logos¨ deriva del griego ¨Logos¨ y tiene varios sentido.De esta manera se llega a la definición de Tanatología como ¨Ciencia que se encarga de encontrar sentido al proceso de la Muerte¨ (Diccionario de Religiones). Por lo que se refiere a ¨Ciencia de la Muerte¨ este término fue acuñado en el año 1901 por el médico ruso Elías Metchnikoff. En este momento, la Tanatología fue considerada como una rama de la medicina forense que trataba de la muerte y todo lo relativo a cadáveres desde el punto de vista medico-legal. En 1930 como resultado de los grandes avances de la medicina empieza un período en el que se confina la muerte en los hospitales.
EL DUELO ¿Cuántas personas hay por el mundo viviendo un duelo como parte de su vida? Muchas personas se quedan atrapadas en la tristeza y el dolor por la pérdida de un ser querido. En vez de continuar con su vida y avanzar, se quedan en el funeral eterno, en la pérdida y en el sufrimiento. La pérdida en estas personas se manifiesta entre otras formas en llanto, negación, ira, resentimiento y depresión. Así mismo otras personas en situación de duelo pasan las por distintas etapas del proceso hasta llegar a la aceptación, que consiste en volverse a conectar con el ser querido, vivo en nuestro interior, pero con la aceptación de que ya falleció y ya no está aquí.
La experiencia de una pérdida importante no sólo nos roba posesiones, capacidades o seres queridos, sino que también suele quitarnos creencias y presuposiciones que habían sido hasta ese momento los ladrillos que sustentaban nuestra filosofía de vida y que, ante esta experiencia, pareciera que ya no tenemos nada para creer. Conectándonos con lo doloroso es como empieza el camino de recuperación porque así es como se entra en este sendero, con este peso, con esta carga. Si bien, algunas personas también entran con esta creencia irremediable: la supuesta conciencia de que no lo van a soportar, porque muchas personas han sido educadas por sus mayores significativos (padres, maestros) para creer que no se soportará el dolor, que nadie ni nada puede superar la muerte de un ser querido, que podrían morir si la persona amada fallece, que la tristeza es nefasta y destructiva, que no serían capaces de aguantar ni siquiera un momento de sufrimiento extremo de una pérdida importante. P.13
uest
ABRIL 2018
El término “duelo” viene del latín dolus (dolor) y es la respuesta emotiva natural a la pérdida de alguien o de algo. Se manifiesta en el proceso de reacciones personales que siguen a una separación o a cualquier tipo de pérdida. El término “luto” del latín lugere (llorar) es la aflicción por la muerte de alguna persona querida; Se manifiesta con signos visibles externos, comportamientos sociales y ritos religiosos. El duelo es la matriz que reúne la respuesta a las separaciones de ambientes, bienes materiales, roles sociales, valores afectivos, lazos afectivos, la salud y la separación de las personas queridas”. La elaboración del duelo de una pérdida es un proceso largo, lento y doloroso cuya magnitud dependerá en gran parte de la dimensión de lo perdido y de las características peculiares de cada persona y tiende a la adaptación y armonización de nuestra situación interna y externa frente a una nueva realidad. Elaborar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida de lo que no está, valorar su importancia y experimentar el sufrimiento y la frustración que comporta su ausencia y se termina cuando ya somos capaces de recordar lo perdido sintiendo poco o ningún dolor, cuando hemos aprendido a vivir sin lo que ya no está, cuando hemos dejado de vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra energía en nuestro presente y en lo que tenemos a nuestro alrededor
P. 14
16
P.
uest
ABRIL 2018
EN MI OPINIÓN Tomás Olivieri Acosta es director de las entidades “En el final de la vida” y “Duelo laboral”. Dirigió la Asociación Civil Diagonal. Se formó en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Tornú y se define como un comunicador “de temas que nos cuestan como sociedad pero que nos atraviesan a todos los seres humanos”. Columnista del ciclo “Pura vida, cada día” en la TV Pública.
Tomás Olivieri Acosta
“Mientras la muerte siga siendo un tema tabú, no vamos a poder honrar la vida” “Cuando la última etapa de la vida se acerca, el ser humano que se está despidiendo necesita un espacio de contención, escucha y hasta cumplir algunos deseos que podrían quedar truncos en breve. Cuando para la medicina tradicional ya no hay más nada para curar, el foco entonces será cuidar. Tomás Olivieri Acosta hace doce años que entendió que su misión es acompañar emocional y espiritualmente a personas que por enfermedades avanzadas se encuentran próximas a morir. “Vivimos como si nunca fuéramos a morir y morimos como si nunca hubiéramos vivido”, repite varias veces. La muerte sigue siendo un tema tabú. ¿De eso no se habla?. P. 16
Negamos la muerte porque nunca empezamos a vivir ni terminamos de ser lo que realmente somos. El día que todos tomemos conciencia de que para tomar contacto con la vida tenés que encontrarte con la muerte, la gente va a hacer un gran salto. Como sociedad creo que la mayoría de las personas están muertas en vida porque no incorporan la dimensión de la muerte. Mientras la muerte siga siendo un tabú, no vamos a honrar la vida y seguiremos sobreviviendo. Si existiera una aplicación que te puede decir el día que te vas a morir y que a cada momento te recuerde cuántos días te quedan, ¿la usarías o no? Para mí sería muy bueno porque la gente no vive intensamente su vida.
¿La resistencia al tema tiene que ver también con el ideal de la juventud eterna? Todo tiene que ver con el parecer. Nosotros valemos por lo que hacemos y tenemos, no por lo que somos. La muerte te enfrenta con tu ser. Cuando a la gente la vinculás con esto en definitiva se tiene que preguntar qué está haciendo con su vida. El día que todos tomen conciencia vamos a consumir la quinta parte, se van a acabar tantas cosas materiales que hoy tenemos sin ningún sentido. Al sistema le conviene que nosotros sigamos dormidos con esto. Hay mucho vacío existencial que se termina llenando con objetos externos. ¿Por qué cree que muchas personas no se sienten capaces para acompañar a un familiar que está viviendo su último tramo de vida y piden ayuda? Porque no tienen elaborada su propia muerte y eso lo proyectan a la persona que está por morirse. Hay mucha gente que muere rodeada de gente pero sola. Porque cuando te estás por morir se te abre una sensibilidad enorme y necesitás alguien que te pueda acompañar desde esa conciencia. Cuando percibe que sus familiares no están a la par, entonces se cierran. El que está muriendo termina acompañando a los que lo rodean, todo al revés. El día que morimos dejamos todo lo que tenemos y nos llevamos solamente aquello que dimos. Una persona que vivió ayudando a otros, el día que se está por morir, después de haber honrado la vida, lo siente como una celebración. Nuestro trabajo es que el paciente pueda transmutar del enojo a la paz, de la negación a la aceptación. P. 17
uest
ABRIL 2018
¿Qué cambios o transformaciones hizo la sociedad con el duelo a lo largo del tiempo? Antes, hace cien años, la gente se moría mucho mejor que ahora, en su casa y la muerte estaba incorporada a la vida de la familia. Desde que empezó más la tecnificación, la gente muere cada vez más en hospitales y aislada de sus seres queridos. La sociedad tiende a rechazar el sufrimiento y la muerte. Algunos mueren con todos los lujos pero solos. ¿Cuáles son los arrepentimientos que más escuchó de los pacientes que asistió? Lo que más detecto es aquellos que no dijeron lo que querían decir. Por ejemplo: un padre que no pudo expresar en palabras todo lo que quiere a su hijo. A veces un hijo quiere que su padre le diga mil veces te amo a que le deje la casa como herencia. El poder de sanación que tiene expresar lo que sentimos a los seres queridos, para los que se están muriendo y para los que se quedan acá, es clave. No tenemos que dejar nada pendiente. Hay un trabajo que realizó una enfermera australiana, Bronnie Ware, que habla de los cinco arrepentimientos más comunes de la gente antes de morir. El primero de todos es no haber hecho lo que quería hacer. Estos son los dos arrepentimientos que más escucho.
P.18
Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte. Leonardo Da Vinci
P. 17
uest
ABRIL 2018
uest
R
www.revistaquest.com.mx
P.