Dcp_11/Marzo

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once | marzo

Gabriel Schkolnick La generaci贸n perdida del siglo XXI Lars Borges Soy una autopista, tengo sentimientos Entrevista, Maquieira/ Alvarado + Style






Editorial: Shperad Fairy: Un gran ladrón.

Perfil: Eugenio Recuenco, relatos visuales.

Arquitectura Extrema.

Opinión: Nuestras amigas las isapres.

Lars Borges: Retratos, cercanos y simples.

Disorder: Soy una autopista, tengo sentimientos.

Entrevista: Gabriel Schkolnick.

Interview: Sebastian Maquieira.

Opinión: Proyectar en círculos.

Ensayo Visual: Ventanas.

Ases y Nones: Anthony Bourdain

Interview: Rodrigo Alvarado.

El futuro no existe: La generación perdida del siglo XXI.

Pantalla grande.

In-Sound.

Hagalo usted mismo!

Biografía: Dany Boyle.

+Style.



>Staff

Director: Werner Fett Director Ejecutivo: RICARDO LORCA Edicion: NICOLÁS CASTRO Edición Fotográfica: Cecilia de Vasconcellos DirecCIÓN de Arte: Werner Fett + Cecilia de Vasconcellos DISEÑO: PABLO SERRANO Publicidad: publicidad@disfruteconpoco.cl Colaboraron en este número: ANDREA WOLF por marianne kunsemüller MANUELA JACARD PABLO SERRANO GUILLERMO HIDALGO CAMILO SALAS // www.disorder.cl MARTÍN ECHEÑIQUE MAURICIO ANAYA Nicolás acevedo franci // www.bigfenomeno.com RODRIGO FERRARI // www.SINDOMINIOPROPIO.com ALEJANDRO GATTA KAROL KRAUSE // www.HORIZONTE.CL RODRIGO HURTADO // www.HORIZONTE.CL


UN BLOG // UNA REVISTA // UN AFICHE

(www.disfruteconpoco.cl)


steal me!

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Shperad Fairey: Un gran ladrón_

editorial

por Werner Fett ¡Y empezó el año, señores! Uno que será de incertidumbre y miedo, tal como lo dije anteriormente. Y cada minuto que pasa me convenzo de lo mismo. Vivimos una avalancha de paranoias que se traducen en indecisión y más miedo. Pero, para no ser latero, no pronunciaré la palabra más repetida de los últimos meses: cri........ El año partió con dificultades para nuestro venerado artista visual Shepard Fairy, más conocido como obeygiant.com. Para los que no les suena nada de nada, es el artista callejero que pintó a Obama en esa ya clásica ilustración de tonos rojos y azules, que no estuvo exenta de polémica, ya que The Associated Press lo demandó por ocupar una fotografía sacada por Mannie Garcia, la cual fue ocupada como plantilla para dicha ilustración. Aquí entramos a nuestro tema central: ¿quién tiene la razón? Por mi lado, creo que cuando uno como artista visual toma una imagen, la interviene y trabaja, ésta pasa a ser una reinterpretación de la original. Y cuando digo “trabaja”, me refiero a la reinterpretación de los códigos visuales, no a poner un filtro en un programa de edición de fotos. Para mí, el trabajo de Shepard Fairey trasciende la imagen original y se transforma en una pieza única. Por otro lado, creo que hay un carácter más político detrás de esta demanda, ya que los asociados y directores de AP tienen otros ideales de gobierno y Fairey violó una de las leyes más graves para ellos: la del éxito rotundo. Para ellos, es la imagen original la que debiese haber estado en el podio del Word Press Photo y no la ilustración del “artista”, que es la que está tatuada en el conciente de todos nosotros. Si apuntásemos a todos los artistas visuales que parten desde una imagen para dar soluciones a sus proyectos, no habrían suficientes abogados en el mundo (y de ésos sí que hay hartos) para demandar o defender la causa. Es por eso que hay que diferenciar la utilización y la violación de un derecho de autor a la reinterpretación y apropiación (en el sentido ya explicado) para dar vida a un nuevo lenguaje, mensaje y código visual. Conozco a varios que ocupan a destajo el mundo de gettyimage (banco de imágenes) para dar vida a magníficas creaciones, las cuales terminan en cualquier cosa menos la imagen original. ¿Deberíamos demandarlos? ¿Habría que quemarlos en la hoguera? ¿Denunciamos a nuestros artistas con las altas autoridades? El mundo está lleno de delincuentes que hacen cosas bellas y sus delitos me encantan. También tengo varios golpes maestros colgando de mis paredes. Es más, soy un delincuente innato. ¡Que siga la delincuencia!



Eugenio Recuenco, Relatos visuales “Puede que esa renuncia a la pintura nos delate cómo, en sus imágenes, vemos la búsqueda de referentes, ya sea de obras, artistas u estilos pictóricos.”

por marianne kunsemüller

No es necesario definir a Eugenio Recuenco como un increíble fotógrafo de moda. Su trabajo nos da la posibilidad de pensar en un nuevo estilo cinematográfico para la fotografía, en el que éstas dejan de ser imágenes y se convierten en relatos llenos de vida. Al estudiar Bellas Artes, con una especialidad en pintura, hacía collages en los que incorporaba fotos. Éstas se fueron haciendo cada vez más presentes, hasta apoderarse de las telas. Ése es el punto de partida para su fotografía. Puede que esa renuncia a la pintura nos delate cómo, en sus imágenes, vemos la búsqueda de referentes, ya sea de obras, artistas u estilos pictóricos. También reconocemos varias reinterpretaciones del cine. Los personajes, la versatilidad para crear diferentes mundos y la carga de simbolismos. A muchos nos gustaría ver todo ese talento tras la pantalla. Por ahora su acercamiento al cine ha sido a través de comerciales para Loewe, Nina Ricci, Shanghai Tang y otros. Hay un largo camino por delante, pero habrá que esperar. Para Recuenco no son importantes las herramientas para conseguir la imagen, sino el concepto, la construcción de ésta. El fotógrafo afirma que da igual si la fotografía es estenopeica, polaroid o digital; si montaje de video, es exterior o interior. Él busca lo mejor para el resultado.

Muchos pueden pensar que un alto porcentaje de sus imágenes deben su resultado a un gran trabajo posterior, pero detrás de cada imagen hay una compleja construcción de sets, manejo de la luz y, finalmente, post producción, la cual actúa para Recuenco como un barniz final para la imagen. No hay que dejar de lado el equipo con que el trabaja. Los sets están a cargo de Eric Dover y la post producción en manos de Paz Otero y Cristina Durán. No está de más chequear su trabajo. www.eugeniorecuenco.com www.ericdoverstudio.com


“ No son importantes las herramientas para conseguir la imagen, sino el concepto, la construcción de ésta; da igual si la fotografía es estenopeica, polaroid o digital; si montaje de video, es exterior o interior. Hay que buscar lo mejor para el resultado.”




>Arquitectura Extrema// arquitectura y paisajismo virtual espejismo

POR MANUELA JACARD

Es posible que los vikingos, o quizás los rusos, descubrieran Svalbard hacia el siglo XII. Existen relatos tradicionales escandinavos de una tierra conocida como Svalbard - literalmente “orilla fría” - pero esta tierra pudo haber sido Jan Mayen o la costa este de Groenlandia. Indiscutiblemente, fue el holandés Willem Barents quien la descubrió en 1596. Las islas sirvieron como base ballenera internacional durante los siglos XVII y XVIII y también se establecieron en ellas las bases operativas de muchas de las expediciones árticas. La cartografía geológica del archipiélago fue dirigida por los equipos de Cambridge y otras universidades, encabezados principalmente por W. Brian Harland, desde la década de 1940 hasta 1980. *fuente: Wikipedia Svalbard con tan sólo 2.800 habitantes esconde los más diversos secretos, un lugar de contrastes y sobrecogedora geografía de extremas temperaturas donde

conviven proyectos que parecen sacados de un comic de ciencia ficción vs. una austerísima y funcional arquitectura residencial, una simbiosis deliciosa y siempre curiosa, en búsqueda de conectarse con lo que le rodea, jamás dejando de lado la posibilidad de ser un acucioso observador del escenario natural. Durante el año pasado, en febrero se inauguro un proyecto de importancia mundial, del cual probablemente ya han oído hablar, se trata del Banco de Semillas de especies vegetales de todo el mundo: Seed Vault, un lugar que soportaría el peor holocausto pensable, para asegurar nuestra supervivencia. Es una especie de túnel que se inserta en roca pura unos 16.500mts, donde entre estrechos recintos y especiales condiciones invernaran las preciadas semillas. Tan sólo el acceso es visible y pasa a ser su cara institucional, pero es básicamente la parte más barata del proyecto que costo al rededor de 9 de millones de dólares.



Arquitecto: Jarmund/Vigsnés AS Architects MNAL / Einar Jarmund, Häkon Vigsnés & Alessandra Kosberg Ubicación: Longyearbyen, Svalbard, Norway Área: 8.500m2 Este proyecto fue encargado a través de un concurso por invitación. La nueva estructura es la ampliación del centro de investigación de una universidad, que aumenta en 4 veces su superficie. El proyecto también incluye nuevas dependencias para el Museo Svalbard. Este proyecto es el edificio más grande en Longyearbyen y Spitzbergen. La piel aislante de cobre se pliega sobre el programa requerido, dando lugar a una carcasa que se ajusta a los flujos de viento y nieve que pasan por el sitio. Se realizaron simulaciones climáticas 3D para asegurarse de que la acumulación de nieve no bloqueara puertas ni ventanas. En el proceso, la piel fue lo suficientemente flexible para ser ajustada, incorporando cambios en su geometrÌa que responden a necesidades climáticas y programáticas. El edificio se encuentra sobre pilotes

para impedir el derretimiento de los hielos permanentes, únicos elementos que fijan el edificio. La estructura principal es de madera, para facilitar el montaje en el lugar y prevenir puentes de frío. La piel exterior de cobre funciona incluso con bajas temperaturas, por lo que la construcción pudo seguir durante la época fría. Algo importante dentro del proyecto fue la creación de espacios públicos y corredores dentro del edificio, una especie de ìcampus interiorî con espacios de reunión cálidos y luminosos durante el invierno frío y oscuro. Los espacios interiores forrados con madera de pino tienen una geometría compleja que relaciona la piel exterior - la efectividad de las circulaciones se maximiza y al mismo tiempo van variando las vistas interiores. La infraestructura técnica está escondida en los muros inclinados del interior.



Nuestras amigas las Isapres “Cuando alguien tiende a defenderse de manera débil, perfectamente podría uno asumir que no tiene mucho con qué defenderse. Parece poco probable que las Isapres simplemente no tengan capacidad argumentativa, sino que parece que derechamente no tienen la razón.”

por RODRIGO FERRARI // www.sindominiopropio.com Hace un tiempo, El Mercurio reporteaba la creciente tendencia de los usuarios del sistema privado de salud de recurrir a tribunales, por la vía del Recurso de Protección, ante las alzas unilaterales de las Isapres a los planes de salud. Cerca del 80% de las demandas han resultado en favor de los usuarios y gran parte del saldo de recursos han fracasado por fallas formales o falta de argumentación. O sea, la estrategia jurídica es prácticamente un tirar y abrazarse. Las Isapres se han defendido tímidamente ante el reportaje. De la misma manera lo han hecho en tribunales, a pesar de los millones que deben gastar en vinosos estudios de abogados, contratados para maximizar las ganancias de las Isapres. Sin embargo, los juicios le están costando dinero y acumulan derrota tras derrota. Por estos días, las Isapres respondieron a través de su director ejecutivo, en el sentido de que la arremetida judicial no se debería más que a la acción concertada de abogados que van tras las costas judiciales, reprochando que se utilice esta vía existiendo otras instancias para arbitrar las diferencias entre sistema y usuarios. Luego asegura que las alzas en que incurren las Isapres tienen respaldo legal y que todo se ajusta a un normal instrumento del mercado, de que cuando las condiciones cambian, también debieran hacerlo las prestaciones. Justicia pura, ¿cierto? La defensa de las Isapres no sólo fue refutada en el mismo blog mercurial, sino en una carta que un ingeniero mandó al decano. Es verdad que las Isapres

“podrán revisar los contratos de salud” –así lo dice claramente el art. 197, inciso 3º, del DFL 1 del Minsal–, sin embargo dicha revisión, que incluso podría traer aparejada alzas en los planes, debe circunscribirse a determinadas limitaciones detalladas en el artículo siguiente de la misma norma. En resumidas cuentas, el alza debe justificarse, así de simple. En las miles de defensas a los recursos que han intentado las Isapres, éstas no han sido capaces de justificar las alzas, escudándose sólo en la facultad revisora que otorga la ley, pero no en los fundamentos para la revisión. El argumento de que se trata de un alza obvia en los planes –por el alza que pueden haber tenido los insumos o gastos de esos mismos planes– es débil, sobre todo si se toma en cuenta que los planes de salud están calculados en UF, por lo que se hace cargo por esencia de los vaivenes económicos en cuanto a los precios. Cuando alguien tiende a defenderse de manera débil, perfectamente podría uno asumir que no tiene mucho con qué defenderse. Parece poco probable que las Isapres simplemente no tengan capacidad argumentativa, sino que parece que derechamente no tienen la razón. No están en lo correcto y por años se han acostumbrado a hacer lo que quieren con sus usuarios, dentro de lo que para ellos es “el marco legal”. Lo malo es que no leen las leyes completas, sino sólo las partes que les sirven. Cuento conocido, ¿no?




ars orges

Lars Borges


Lars Borges: Retratos, cercanos y simples

por franci // www.bigfenomeno.com

Lars Borges es joven, alemán y, a mi gusto, un muy buen fotógrafo. Una de las cosas que más me gusta de su fotografía es su simpleza: no hay grandes marcas, mega producciones ni pompa, sino lindos retratos. Ésos que te hablan, que te dejan un pedacito del fotógrafo o del fotografiado. Y qué mejor si esos retratos son de tus cantantes y DJs favoritos. Justice, Mathew Dear, Miss Kittin, Richie Hawtin, Mandy y los chilenos Ricardo Villalobos y Luciano forman parte de su catálogo. Sus fotos publicitarias no sólo están bien hechas, sino que además son divertidas. Ok, también cae en el uso del Photoshop –y ni siquiera muy bien aprovechado–, y dan ganas de darle una cámara análoga, para que siga cultivando su talento sin esos extras que, a veces, te pueden echar a perder una linda pic. Lars fotografía de todo. Navegar por su página es un lindo paseo, muy alemán a veces, aunque otras realmente no lo parece. Siempre logra eso que le cuesta tanto hasta a los más archiconocidos fotógrafos del planeta: ver a la gente cómoda y pasándolo bien ante una cámara. www.larsborges.de





















Soy una autopista, tengo sentimientos Una consultora cultural –dedicada al acercamiento del arte, las empresas y la ciudadanía– lanzó TAG, un gran libraco sobre los cambios culturales que llegaron junto a las autopistas concesionadas. 14 autores jugaron a intelectualizar sobre los cobros automáticos y los viajes express, pero hay un grupo que se roba el libro: Grifo. Mediante la manipulación de los carteles electrónicos, cambiaron los mensajes y humanizaron un símbolo de la destructiva modernidad.

Por Camilo Salas // www.disorder.cl

Esto es lo que te quieren hacer creer: las carreteras concesionadas son buenas, rápidas, seguras y automáticas. La realidad es diferente: hay lugares donde no puedes llegar sin pagar un peaje, existen barrios que están escondidos detrás de las rejas de protección y la pobreza del Gran Santiago se esconde, adyacente a la modernidad. Bienvenidos a la tierra del automóvil. Durante los ‘90, la Concertación acogió un modelo de inversión privada para crear carreteras urbanas en el que las empresas construyen, capitalizan y luego las traspasan al estado. Hay cuatro carreteras que circundan la capital bajo ese modelo, las que prometieron disminuir los tiempos de viaje, descongestionar y descontaminar el aire. Años después de su puesta en marcha, las carreteras se enfrentaron a problemas como la congestión en horas punta, el cobro para motos y el pago de multas, que a veces suman 40 veces lo adeudado originalmente. Por eso se prepara una nueva ley de concesiones. “Echando a perder se aprende” es nuestro lema.

Las carreteras son la quimioterapia del cáncer de nuestra vida moderna; la cura es peor que la enfermedad. Grifo, colectivo de ideas creado por Sr. F y Potoloco –los mismos tras campañas como “Permitido pisar el césped”, los carteles de “Por favor” bajo señaléticas de transito o el timbre “Advertencia: el dinero puede provocar adicción” estampado en billetes–, idearon una campaña pensando en las autopistas urbanas. Manipularon los letreros digitales de información y pusieron distintas frases, como una manera de humanizar esta catástrofe urbana y darle un poco de humor. Para comenzar el debate y reírse un poco.







Entrevista: Gabriel Schkolnick Luego de abandonar sus estudios en publicidad y “vagar” un rato para saber qué haría con su vida, el joven Gabriel decidió estudiar fotografía y terminó en Nueva York en la School of Visual Arts. De vuelta en Chile, en menos de 6 meses ya tenía su propio estudio y una buena cartera de clientes. Hoy, a sus treinta y tantos, Schkolnik es una marca potente en fotografía publicitaria y moda

por mauricio anaya

¿Cómo fue tu experiencia en Nueva York?

Partí de copero y mesero mientras estudiaba. Luego entré en el estudio de Mariano Pastor, donde hacía de todo: desde ordenar hasta cocinarle. Un día me llamó y me dijo que se había dado cuenta que yo era una persona simpática y alegre, que le hacia bien al lugar, por lo que me puso como su asistente. Así pasé de hombre multiuso a asistente de fotografía, sin dejar nunca lo multiuso claro (risas). Mariano fue mi gran mentor, él me enseñó la fotografía en su aspecto más técnico Luego de esa experiencia Gabriel volvió a Chile y en menos de 6 meses tenía su propio estudio y una buena demanda de trabajos. “Hasta yo me sorprendí de lo poco que me costó agarrar vuelo” comenta.

¿Qué es lo que más cuesta al momento de venderte como Fotógrafo?

Más que armar y tener tus cosas, lo más difícil es que te crean, que te compren, que eres capaz de desarrollar una campaña, y que no va hacerles pasar una vergüenza. Recuerdo que cuando comencé a presentarme en agencias, en una de ellas vieron mi book y quedaron en llamarme. Dos semanas después, me topé con un amigo quien me pregunto si yo había ido a esa agencia a presentar. Yo le pregunté cómo sabía eso y me cuenta que su polola que trabajaba ahí, le contó que había ido un fotógrafo súper chanta a mostrar fotos que no eran de él… o sea, nadie creyó que eran mis las fotos.

¿Y no te llamaron nunca?

Al principio todas mis pegas me las daban agencias que no me conocían en persona, mientras que en las agencias donde estaban mis ex compañeros de la U, no me daban ningún trabajo. Pero con el tiempo eso cambió.

Junto con tus trabajos publicitarios te has hecho un nombre en el circuito de la fotografía de moda, ¿en cual de los 2 escenarios te sientes más cómodo? En la publicidad mi función es potenciar técnicamente lo que la agencia tiene en mente. En el caso de la moda, ésta es una vía de escape, donde puedo plasmar una veta de mi creatividad. Estas dos facetas pueden coexistir perfectamente ya que funcionan con el mismo formato. La publicidad me permite mostrarle a la gente lo que puedo hacer técnicamente y así hacerme notar. La moda me permite mostrar mi lado más personal. Es donde el pavo real saca a relucir sus plumas…

Tus plumas son variadas entre si, tu trabajo es bastante diverso.

Como el mercado chileno es pequeño en comparación con lo que pasa afuera, acá no buscan un estilo determinado, acá tienes que ser lo suficientemente versátil para poder solucionar los problemas de cada cliente y en el caso de la moda, como ésta va evolucionando por si sola, siempre vas a poder hacer cosas nuevas.



“Siempre será mas entretenido hacer lo que a uno le nace que lo que te piden, pero yo lo veo así: la publicidad es mi oficio y la moda es mi capricho.”

¿Y el sello personal en qué va?

La gente dice que ve un sello personal en todos mis trabajos, pero yo creo que soy bastante disperso. Puedo hacer desde el estilo cool hunting hasta el look más romántico y clásico. Eso me hace sentir que mi sello se pierde muchas veces, pero en realidad mi rollo va mas por hacer cosas que signifiquen un desafió técnico, esa es mi búsqueda. Muchos colegas buscan explotar la simbiosis que se produce entre el fotógrafo y el modelo, en mi caso, la intención es hacer que la foto se vea increíble, utilizando todas las herramientas validas.

Eso suena a Photoshop, ¿cuál es tu postura frente al rol del retocador digital?.

Yo veo que las artes graficas confluyen hacia el resultado, que es lo que verdaderamente importa, todo es válido para llegar al resultado. Antiguamente el pintor se dedicaba sólo a pintar y el músico a componer, reinaba el purismo. La gracia de hoy es la pieza audiovisual que surge de estas nuevas sociedades, la invención de nuevos formatos, la mezcla y sobretodo la utilidad de aplicar técnicas externas o nuevas tecnologías a tu propio oficio.

¿Película o Píxel?

Sin duda la película fotográfica tiene un misticismo, pero cuando trabajas para este medio necesitas rapidez. Antes el fotógrafo publicitario tenia un cuarto de revelado en su estudio para ver los resultados en una hora, ahora con la tecnología con la que cuento (Gabriel cuenta con una cámara de 39 megapíxeles), tengo mejor

calidad que una análoga y puedo revisar el resultado al instante. Es lo que necesito y es la evolución natural.

¿Qué es lo más entretenido que has hecho en el ultimo tiempo?

He hecho varias cosas entretenidas. Hace poco hicimos la campaña de Playstation México, eso estuvo muy bueno y también la campaña de Turismo de Cancún. He comenzado a trabajar con varios clientes de afuera, lo que me permite viajar y volver, luego de los retoques finales, revisamos el trabajo con el cliente vía Internet.

Fundaste la revista Blank, medio que dio que hablar por varios años, ahora tienes los estudios de Pullpo donde también ahí tienes un laboratorio creativo que ha creado la marca de ropa Takashi , la nueva revista Exhibe y el portal The Cool Trends y próximamente vas a publicar tu libro 2 AM ¿Qué esperas de la vida actualmente? Tengo una familia maravillosa y una buena pega. Soy un agradecido de lo que la vida me ha dado, no me interesa ser el mejor fotógrafo del planeta, ni perder el alma por el éxito mundial. Mi idea es despertar cada día con una gran sonrisa y hoy estoy más que bien, estoy feliz. www.schkolnick.com



















Interview: Sebastián Maquieira Chle

Edad: 31 años ¿De dónde eres?

Vivo en Nuñoa, Santiago

¿Qué y dónde estudiaste?

Estudié Arte, con mención en pintura, en la Universidad Finis Térrea.

¿Cómo te inspira la ciudad en la que vives?

Santiago está lleno de estímulos interesantes para trabajar, como los matices sociales, la construcción, la destrucción, el caos, el mestizaje de nuestra cultura, etc.

¿Cómo definirías tu pintura?

Mi pintura es una combinación entre medios gráficos y pictóricos. Busca proponer una visión sobre realidades ocultas. Es una ficción.

¿En qué te inspiras para hacerla?

Me interesa buscar ciertas imágenes que, al alterarlas, puedan servir para construir ideas visuales. Ésa es mi motivación: develar algo lejano, obscuro y profundo, como decía Balthus.

¿Cómo definirías tu metodología de trabajo?

Primero investigo imágenes y las desarrollo, buscando distintas posibilidades a través de bosquejos en papel. Luego las llevo a la pintura, donde voy sumando capas e impresiones hasta que se arma la imagen.

¿Cuáles son tus referencias?

Tengo múltiples referentes, pero básicamente podría nombrarte a pintores como Peter Doig, Guillermo Kuitca y Anselm Kiefer. La música me ha influenciado mucho, sobre todo la actitud del rock and roll.

¿Qué opinas del arte en chile?

Creo que en Chile hay muy buenos artistas, que podrían potenciarse con más apoyo y coordinación del gobierno y empresas. Quizás así podríamos despertar el interés de la gente y de paso lograr que los artistas puedan vivir de la creación.








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Proyectar en circulos. La idea es dejar de pensar nuestros diseños como productos finitos dentro del sistema lineal de consumo, si no, como parte de un proceso cíclico, donde nuestro trabajo no termina en el momento que el usuario consume el producto, si no, en pensar que puede hacer el usuario con ese producto una vez consumido.

por pablo serrano

Tomás Maldonado, connotado diseñador argentino, hace ya cuarenta años planteo la problemática ambiental dentro del diseño, en ese entonces, su planteamiento no tuvo mucho eco pues las distintas revoluciones de aquella época eran mucho más importantes y hablar de problemas ecológicos para algunos era tratar de solapar los verdaderos problemas de aquel entonces. Hoy plantear el tema tiene mucho de contingente y aun más, es parte del vocabulario fijo al que todos debieran apelar para considerarse responsables y concientes con el planeta. De modo que hoy no es extraño que muchas empresas que en algún minuto estuvieron bajo la mirada crítica de diversos grupos ecologistas, realicen campañas externas o internas, buscando disminuir el impacto ambiental que producen y de paso, proyectar una imagen de responsabilidad verde. Más allá de ser reales, loables y útiles las campañas, tienen mucho más de estrategia de marketing que de iniciativas verdaderamente responsables con el cuidado del medio ambiente, ser amigable hoy con el medio ambiente vende en la medida que hay una importante masa consumidora que se identifica con dicha tendencia. El diseño gráfico no se ha visto ajeno a toda esta tendencia encontrandonos hoy con una serie de iniciativas que apelan a un diseño ecológico, green design o diseño sustentable, es decir, aquel diseño que considera el impacto medioambiental de los distintos proyectos que desarrolla, sea embalaje, etiquetas, publicidad gráfica, publicaciones u otros. Ejemplos existen varios, ya sea diseñando bolsas de genero para reemplazar las muy toxicas bolsas de plástico, utilizando en mayor cantidad papeles reciclables o contribuyendo con estrategias de comunicación a distintas campañas medioambientales, todas iniciativas que por pequeñas que sean, ayudan a disminuir el impacto, pero de ningún modo lo resuelven del todo. Como respuesta a este sistema en crisis, se ha desarrollado toda una línea de

pensamiento que busca dar sustento a la serie de iniciativas que tiene el diseño gráfico a su alcance para disminuir el impacto ambiental de sus productos. La idea es dejar de pensar nuestros diseños como productos finitos dentro del sistema lineal de consumo, si no, como parte de un proceso cíclico, en el cual nuestro trabajo no termina en el momento que el usuario consume el producto, si no, en pensar que puede hacer el usuario con ese producto una vez consumido. De esta manera han surgido iniciativas que promueven a través del diseño un nuevo uso a envases de mermeladas, miel u otros productos, convirtiendo estos en floreros, lapiceros o lo que el usuario convenga, ya que como todos sabemos la industria del envase es una de la más contaminantes, tanto por sus procesos productivos como por ser responsable de gran parte de los desechos que generamos. Como diseñadores gráficos contamos con las herramientas necesarias para asumir un rol mucho más protagónico dentro del mercado, un rol que nos permite dialogar tanto con quienes producen y distribuyen, como con quienes consumen, proponiendo y demostrando las ventajas de utilizar papeles reciclables, tintas no contaminantes, diseñar envases reciclables y eficientes con menos materiales, promover un consumo mucho más responsable, incentivar el no desecho; promover finalmente un pensamiento cíclico y no lineal que contribuya de manera realmente significativa desde el diseño y no sea considerado sólo como una de las tantas tendencias estéticas utilizadas por el diseño para lograr captar la atención de los consumidores. Es momento que el diseño se plante con más firmeza y menos superficialidad las responsabilidades de su hacer frente a la sociedad y su comportamiento e impacto en el medioambiente, de manera de desarrollar modelos realmente sustentables y que signifiquen cambios conductuales en productores y consumidores, tarea difícil, pero no imposible.



Ensayo Visual, ventanas por Ale Gatta






















the life is


La vida perfecta. Una mirada a Anthony Bourdain El chef niuyorquino Anthony Bourdain tiene una vida que muchos quisieran. Le pagan por comer, viajar y beber. Y sus bacanales y aventuras culinarias las convierten en un atractivo programa de televisión: Sin Reservas. Fuma como una máquina, come grasa sin culpa, especialmente cerdo -su comida favorita-. No se priva de nada, bebe todo tipo de licores, pero al parecer su favorita es la cerveza, de la que disfruta hasta en la mañana. Y sigue flaco y se lo ve animoso y vibrante. Y ya tiene 52 años. Se da el lujo de mostrase con la caña, de manifestar su necesidad de alcohol y pareciera que siempre está con hambre. En una ocasión en un restorán parisino le sirvieron más de diez platos, de los más calóricos que se pueda imaginar. Chancho, pato, mostaza, repollo, huevos, papas, legumbres eran puestos sobre su mesa en fila. El tipo sudaba y comía y se quejaba y se reía y bebía. En el lejano oriente estuvo en un hotel flotante y quiso quedarse a vivir ahí. ¿Qué más podía pedir frente a un mar azul, bien aprovisionado de cerveza y de pescados servidos en hojas de banana? No quería irse. Lo llamaban los productores para que volviera a Nueva York, mientras él le pedía a un nativo que le consiguiera cigarrillos. Todo esto, obviamente, es parte del show, pero Bourdain sabe perfectamente transmitir la sensación de los placeres de que disfruta, como una buena película

por GUILLERMO HIDALGO

transmite las emociones del amor. Cumple muy bien lo que la televisión debe transmitir y que tanto échamos de menos en nuestros programas locales. La cocina que presentan nuestro programas de televisión es aburrida , porque los cocineros parecen no disfrutar de su trabajo, porque en la televisión nuestra están todos a dieta, porque en medio de la cocción de los productos presentan el caldo de tal marca, el queso de tal otra y eso es irritante. Hace dos veranos, Canal 13 tuvo la brillante idea de invitar a sus programas festivaleros al chef japonés argentino, Iwao Komiyama, estrella del Canal Gourmet, del cable. Un apasionado de la cocina, un magnífico pedagogo de los guisos. Y ahí figuraba el pobre Iwao preparando manjares entre las risotadas de Vivi Kreutzberger y las tontería de algún chistosón y los culos de las modelos. No lo dejaban terminar sus ideas, lo interrumpían e Iwao simplemente reía y decía que lo estaba pasando bien. Por estos días, Anthony Bourdain ha estado en Chile. Vino invitado a dar unas charlas, pero además ha aprovechado el tiempo para recorrer la zona central de Chile y comer algunos de nuestros manjares. Gracias al cielo lo han mantenido a salvo de la televisión chilena. En agosto saldrá al aire su Sin Reserva en Chile. Quizás nos enseñe algo de lo que tenemos a la mano y no sabemos apreciar.



Interview: Rodrigo Alvarado Chile

Edad: 31 años ¿De dónde eres?

Vivo y trabajo en Santiago, en una casa taller en la comuna de Providencia.

¿Qué y dónde estudiaste?

Estudie artes plásticas, mitad por flojera, mitad por vocación, en la universidad Finis Terrae (por flojera).

¿Cómo te inspira la ciudad en la que vives?

Santiago no me inspira en particular, la urbe en su condición es un referente riquísimo de información, hay que considerar que un artista rural maneja otros tiempos, otros códigos, otros temas y exigencias que un artista urbano inmerso en la problemática del estimulo; y eso, se da en cualquier ciudad medianamente grande. Santiago da la flexibilidad de no influenciar en tu obra. Es una capital muy neutra, no es La Habana.

¿Cómo definirías tu pintura?

No quiero parecer creído, pero no tengo ningún interés en definir mi pintura, esa pega se las dejo a los críticos, o al publico. En el fútbol el que define las faltas es el árbitro y los aciertos el publico.

¿En qué te inspiras para hacerlas?

No busco la inspiración, las musas abandonaron al artista post moderno. La mano con la pluma ya no es guiada por ángeles en el escritor, el escritor se exige escribir ; al igual que el pintor se exige pintar. La inspiración es un cuento.

¿Cómo definirías tu metodología de trabajo?

La defino de la siguiente manera. mitad ganas de trabajar, mitad necesidad de comer. Si conjugas las dos tienes a alguien medianamente trabajador.

¿Cuáles son tus referencias?

Admiro a ciertos artistas, nunca fueron muchos. Entre ellos están Neo Rauch o Kiefer, De Kooning o Rauschenberg, chilenos me quedo con Leppe o Balmes.

¿Qué opinas del arte en chile?

Esa pregunta tiene una respuesta políticamente incorrecta, la verdad vale callampa. Primero no existen galerías, la misión de un galerista es educar a su cliente, proponer, jugárselas por un talento nuevo, cuidarlo de esa forma con el tiempo le traerá divisas. En cambio no se la juega, no propone, vende al más conservador, al decorador, o sea, no tenemos galerías sino tiendas. Por otro lado los artistas que logran cierta notoriedad siguen su fórmula, no se reinventan, son unos cobardes. En Chile tenemos casos patéticos pero arraigados en el mercado y sí tienen demanda de un público adinerado y bruto. El resultado son vacas sagradas engordando sin el más mínimo peso artístico. Bendita sean las excepciones.






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El futuro no existe: la generación perdida del siglo XXI Además son adictos a las consolas de videojuego y dueños de un vulgar modo de hablar. Si bien la mera tipificación sobre estos niños ya es la peor manera de estigmatizarlos, se hace imposible no tomar algún tipo de resguardo cuando andan cerca.

por Víctor Hugo Carvallo

Diversas publicaciones y estudios en los últimos años han hecho hincapié en que la calidad de vida de los jóvenes de algunos de los países más desarrollados ha ido empeorando a una velocidad inesperada. La verdadera sorpresa se da en que el país peor calificado en este tema no es Estados Unidos, sino Inglaterra. Un hecho que no deja de llamar la atención puesto que, a diferencia de Estados Unidos, en el país más importante del Reino Unido existen una serie de beneficios públicos que la mayoría de las sociedades sólo sueña con tener (como seguros de cesantía, de salud, educación superior asequible, etc). Por eso, y sobre todo si se mira desde este lado del mundo (donde ser un país “en vías de desarrollo” es una gran cosa), lo primero que se nos viene a la mente es la siguiente pregunta: ¿Cómo, en una nación con tales ventajas de tipo económico, político y social, puede llegar a existir un nivel de juventud disfuncional tan alarmante? En los países de Gran Bretaña, la tendencia juvenil que marca la pauta a la hora

de considerar la mayor cantidad de hábitos asociados a la marginalidad y al vandalismo (desde el alcoholismo a una edad temprana hasta la delincuencia juvenil propiamente tal) es la de los llamados chavs. Éstos son individuos que promedian entre 9 y 16 años, cuya única aspiración en la vida es tener un descapotable enchulado y equipado con parlantes gigantes en la maleta; usan ropa deportiva (zapatillas, buzo y camisetas de equipos de fútbol) muy holgada y siempre de marca, joyas de oro, celulares de alta tecnología y cortes de pelo estilo militar. Son caucásicos y es normal verlos en grupos de 10 ó 15. Se juntan afuera de restaurantes de comida chatarra, cines y centros comerciales. Además son adictos a las consolas de videojuego y dueños de un vulgar modo de hablar. Si bien la mera tipificación sobre estos niños ya es la peor manera de estigmatizarlos, se hace imposible no tomar algún tipo de resguardo cuando andan cerca. Quizás no todos sean un peligro público, pero algunos lo son. Entre las prácticas habituales



Tampoco sienten orgullo de pertenecer al proletariado. El Working Class Hero de John Lennon y la generación de los baby boomers aquí no tiene nada que ver. Tampoco son un movimiento ligado a algún tipo de manifestación artística, como los mods en los sesentas o los punks en los setenta. Muy por el contrario, en ellos sólo podemos apreciar una búsqueda de la felicidad asociada a lo material.

de un chav está la intimidación a transeúntes, las peleas de pandillas, el bullying y el maltrato animal. Todas estas, generalmente, con la única finalidad de subir un video a YouTube, grabado, obviamente, con un teléfono celular). Son, por estas razones, temidos. Pero, al mismo tiempo, motivo de burlas, chistes y adivinanzas. A modo de ejemplo: Dos chavs en un auto sin música, ¿quién maneja? Un policía; o ¿cómo le dicen en su casa a un chav de 25 años? Abuelo. Todas éstas claras señales de estigmatización. Entonces, ¿quién tiene la culpa? Más allá de cualquier comentario, estos grupos de niños desadaptados no son otra cosa que el inesperado producto del capitalismo y de la presión que ejerce el mercado y los medios de comunicación en la población más vulnerable. Si observamos con mayor profundidad, en un chav podremos encontrar una distorsiona-

da búsqueda de la felicidad a través de la ostentación. Porque, si bien provienen de familias de clase obrera, los chavs están lejos de conocer verdaderamente la pobreza: de ser así, ni siquiera podrían solventar las cosas que tienen (ropa de marca, iPods, etc.). Tampoco sienten orgullo de pertenecer al proletariado. El Working Class Hero de John Lennon y la generación de los baby boomers aquí no tiene nada que ver. Tampoco son un movimiento ligado a algún tipo de manifestación artística, como los mods en los sesentas o los punks en los setenta. Muy por el contrario, en ellos sólo podemos apreciar una búsqueda de la felicidad asociada a lo material. Lo que demuestra en realidad lo que mejor representan los chavs: una insuperable y a la vez cruenta caricatura de las costumbres de la sociedad occidental.



Pantalla Grande

por RICARDO LORCA



Mi nombre es Harvey Milk. Milk. Focus Features, Groundswell Productions y Jinks/Cohen Company, USA, 2008. Dirección: Gus Van Sant. Elenco: Sean Penn (Harvey Milk), Emile Hirsch (Cleve Jones), Josh Brolin (Dan White), Diego Luna (Jack Lira) y James Franco (Scott Smith). Guión: Dustin Lance Black. Dirección de Fotografía: Harris Savides. Diseño de Producción: Bill Groom. Música: Danny Elfman. Producción: Bruce Cohen, Dan Jinks y Michael London. Web://www.filminfocus.com/focusfeatures/film/milk/

Milk es tan emotiva, pulsional, semiótica, efectista y grandilocuente, que por un minuto casi me dieron ganas de ser gay y tener un héroe así como parte de mi historia colectiva. Hasta que me acordé de que me encantan las mujeres y que me cargan las películas que creen que el espectador es estúpido, incapaz de tener la más mínima capacidad de crítica o duda. Que uno se va a tragar la propaganda mal disfrazada de arte sin siquiera sospechar un poco. Porque la verdad es que este film es un hermoso, efectivo y excelentemente bien filmado reclame pro derechos civiles de los homosexuales. Pero de cine, de arte… poco, bien poco. Otro que se perdió, aunque éste ha sido bastante más errático en su filmografía. Van Sant se hizo conocido a fines de los ‘80 y principios de los ‘90 por dos películas duras, violentas, extremas y marginales, pero de una factura de alta calidad, llenas de niños bonitos llamados a ser las estrellas de su generación, como fueron Drugstore Cowboy y Mi Mundo Privado. Después se vendió –y muy mal– a la industria, para dedicarse los siguientes 10 años a dirigir bodrios como Todo por un Sueño, Good Will Hunting o un somnífero remake de Psicosis. Hasta que el 2002 volvió al radicalismo del cine independiente, quemó todas sus naves y se lanzó con su Trilogía de la Muerte –compuesta por Gerry, Elephant y Last Days–, piezas de verdad innovadoras. Con punto de vista, con una búsqueda de los límites del lenguaje cinematográfico, potentes e importantes, pero alejadas de la masividad. Paranoid Park seguiría esa línea. Hasta que vino Milk y otra vuelta en 180º. Una película comercial, segura, sin espacio para la polisemia y hecha para ganar premios apelando a la emotividad y a lo políticamente correcto, sin ninguna sutileza. Este largometraje, en un claro formato de biopic, trata sobre la vida de Harvey Milk, líder del movimiento homosexual norteamericano y conocido como “el Alcalde de Castro Street”, el primer gay (reconocido) en ser electo en un cargo

de representación pública. La película abarca el período que comprende entre su salida del closet, a los 40 años, cuando decide mudarse a San Francisco, hasta su prematura muerte. Conoceremos al activista, al político, a la figura pública, pero del hombre nada. Porque si el mes pasado reclamaba que Soderbergh había transformado al Che en una caricatura superficial y unívoca, acá es lo mismo e incluso peor. Milk siempre es tan bueno, tan compasivo, luchador, defensor de los necesitados y honesto que es una broma. Nadie puede ser así, ni en la ficción ni menos en la realidad. Es un Terminator amanerado, plano, sin matices ni espesor ni grietas, acosado por fuerzas del mal sin sentimientos ni honor, a las cual él enfrenta con valor y dignidad. Eso sólo se ve en la propaganda “Yes we can”. Lo siento, pero no me lo trago tan fácil. El punto alto corre por cuenta de Savides, el mismo partner frecuente de Fincher y quien ya había estado a cargo de la trilogía de Van Sant. Es un director de foto que sí sabe hacer su pega bien y nos entrega una cinematografía que, gracias a Dios, no apesta a documental, sino a construcción de una atmósfera que recrea al San Francisco de los ‘70 con una paleta de color, un tratamiento del mono y una iluminación que parecen sacadas de un antigua álbum lleno de polaroids. Notable en su simpleza, su buen gusto y su propuesta congruente. Un casting de lujo no logra salvar a un montón de personajes con tan poco espesor. La verdad es que los premios obtenidos por Sean Penn, incluyendo el Oscar, corresponden más a un reconocimiento a su carrera, y a una sensibilidad política actual que favorece la empatía con personajes como Harvey Milk, que a juzgar la actuación propiamente tal. Los multiplex la tiene programada para mayo (este año no han estado muy conectados con los Oscar). Pero la verdad es aburrida y básica. A mí no me gustó.



El Luchador. Wild Bunch, Protozoa Pictures y Saturn Films, USA, 2008. Dirección: Darren Aronofsky. Elenco: Mickey Rourke (Randy “el Carnero” Robinson), Marisa Tomei (Cassidy), Evan Rachel Wood (Stephanie Robinson), Mark Margolis (Lenny) y Todd Barry (Wayne). Guión: Robert D. Siegel. Dirección de Fotografía: Maryse Alberti. Diseño de Producción: Tim Grimes. Música: Clint Mansell. Producción: Darren Aronofsky y Scott Franklin. Web: http://www.thewrestlermovie.com/

Ésta es una película de cómo a veces uno se pierde en el camino. De cómo, cuando todo parece estar bien, de pronto das un giro en el sentido incorrecto y te despeñas hacia el vacío y el sinsentido. Eso es lo que le sucede al Carnero Robinson, una megaestrella de la lucha libre de fines de los ‘80 que hoy no es más que una patética sombra de su pasado. Un perdedor que pasa sus días entre pequeñas exhibiciones de lucha de medio pelo y un trabajo part time en un supermercado. Que vive solo en un trailer –esa versión gringa de las mediaguas–, abandonado por su familia, adicto a los esteroides y los analgésicos, enamorado de una stripper que lo ve sólo como un cliente. Pero también le pasa exactamente lo mismo al guión, que parte de una premisa interesante; una historia que parece tener mucho que dar. Pequeña, humana, atractiva, llena de dolor y esperanzas, de pliegues y matices, pero que se va diluyendo al correr los minutos. Hasta que va dando la sensación, en uno como espectador, de que en realidad no se sabe para dónde va y que termina por no importar. Parece que a Darren Aronofsky también le ocurre lo mismo. Recuerdo que, cuando estaba en el colegio vi Pi, que era una película nueva, no como las que se hacían hasta ese minuto, sino como las que se iban a hacer más adelante. Sin duda Aronofsky –junto a Tarantino, Jarmusch y Fincher– redefinió el cine a finales del milenio pasado y nos entregó una forma que se convertiría en lo que hoy se entiende como el lenguaje audiovisual contemporáneo. Uno que hace rato ya fue abrazado por el mainstream como propio. Requiem por un Sueño vino a terminar de construir esa forma. Sin embargo, El Luchador no es una película adelantada a su época, para nada. Más bien parece algo del año pasado, o incluso de hace cinco. Es sólo un conjunto de lugares comunes, de dispositivos que alguna vez fueron rupturistas, pero que ahora son utilizados por cualquiera. Un airecillo a independiente que hoy por hoy tienen hasta algunos comerciales de jugo en polvo o de retail.

Sin duda los que también se perdieron fueron los críticos, que elevaron la actuación de Mickey Rourke a la categoría de obra maestra, llenándola de premios y nominaciones. Vamos, si Daniel Day Lewis interpreta Mi Pie Izquierdo es un grande, pero si lo hace Stephen Hawkins no es actuación; es lo que hay, nada más. Les creo que si este papel lo hubiese interpretado alguien como Johnny Deep, subido 20 kilos y con tres horas diarias en maquillaje. Pero es Mickey Rourke, a quien le bastó pararse delante de la cámara y recitar sus líneas, después de años dedicado a las drogas, el copete, las películas clase C –ni para B le alcanzan–, el boxeo y el olvido. Él es un Randy Robinson. El acierto es de casting, sin lugar a dudas, al encontrar un actor idéntico al personaje, pero de actuación ni hablar. Claro que la película tiene sus momentos. Aronofsky es un tipo que sabe lo que hace, aunque ésta es su peor obra. Destacables son algunas secuencias de lucha. Crudas, tensas y pulsionales como ellas solas. O cuando el Carnero tiene un reencuentro con su hija en una casona abandonada en la playa –la locación es bella y dura a la vez, increíble–, pero un exceso de cámara en mano y estética documentalista (algo tan reiterado en el último tiempo que hace rato que ya no es propuesta, sino fórmula), unido a una trama débil y falta de rumbo, hacen que esta pieza quede francamente en deuda. Porque está bien, no todo tiene por qué seguir la lógica aristotélica, ni ser la odisea del héroe, ni el relato estar estructurado como presentación/desarrollo/ desenlace. Los que han leído antes mis comentarios saben bien que me gustan las historias que rompen este molde, pero no basta con la negación del paradigma tradicional. Es necesario construir uno nuevo que sea efectivo. Y éste no lo es, para nada. Los distribuidores locales la tienen programada para fines de abril. Si quiere verla antes, los canales paralelos siempre funcionan. Aunque no creo que valga la pena el esfuerzo.



El Lector. The Reader. Mirage Enterprises, Neunte Babelsberg Film y The Weinstein Company, USA y Alemania, 2008. Dirección: Stephen Daldry. Elenco: Kate Winslet (Hanna Schmitz), David Kross (joven Michael Berg), Ralph Fiennes (Michael Berg), Jeanette Hain (Briggite) y Bruno Ganz (Profesor Rohl). Guión: David Hare, basado en el libro homónimo de Bernhard Schlink. Dirección de Fotografía: Roger Deakins y Chris Menges. Diseño de Producción: Brigitte Broch. Música: Nico Muhly. Producción: Donna Gigliotti, Anthony Minghella, Redmond Morris y Sydney Pollack. Web: http://www.thereader-movie.com/

A veces es mejor no ser tan moderno. Ni tan vanguardista, ni pretender ser innovador y especial. A veces es mejor seguir los patrones establecidos y hacerlo bien. Simplemente hacer las cosas bien. The Reader es un film fuertemente arraigado en lo que Hollywood entiende por una película seria y que se desenvuelve tranquila en ese marco, sin pretender subvertirlo. Por el contrario, sacando lo mejor de él. Y cuando la innovación formal deja de ser una obligación –una presión– a veces el texto se suelta y fluye. Acá la historia es potente, fuerte, pequeña y paradigmática a la vez. La parte por el todo, como suelen ser las mejores. A través de las vivencias de dos personajes se van filtrando temas sociales importantes, como la pedofilia, la iniciación sexual, el amor, la dicotomía entre lo legal y lo moral, el rol de la sociedad en las violaciones a los Derechos Humanos, el cómo muchas veces preferimos no ver lo que pasa a nuestro alrededor, el cómo los pequeños y débiles –aunque no por ello menos malignos– son los que pagan los platos rotos por los crímenes, mientras los verdaderos responsables gozan de impunidad. Temas que cruzan la historia contemporáneos de Alemania, de Estados Unidos y de Latinoamérica, entre otros muchos lugares donde la violencia se institucionalizó y se aceptó como parte del juego político. La trama nos cuenta la historia de Michael, un joven que a los 15 años se vuelve amante de Hanna, una cobradora de tranvía que le dobla la edad. Él lee libros para ella y ella lo inicia en el sexo durante todo un verano, hasta que inexplicablemente desaparece. Años después, cuando Michael cursa estudios de Derecho, debe asistir como parte de un seminario a un juicio que se sigue contra ex miembros de las SS que estuvieron involucradas en una matanza en un campo de concentración. Hanna es una de las acusadas. La historia es narrada en diferentes tiempos, incluyendo el presente, donde Michael, un maduro abogado, intentará reconciliarse con su pasado. La historia es compleja, intensa, jugada por los grises y los matices. No hay blanco

y negros en esta película, donde los personajes son espesos, multifacéticos, simbólicos, capaces de las más horrendas acciones. De la traición y la violencia, pero también de la compasión y el amor, aunque con una externalización que tiende a lo mínimo, a lo parco, a lo contenido. La procesión va por dentro. La apuesta estética, no por poco vanguardista, es simple o plana; muy por el contrario. Llena de matices, capas traslúcidas, sombras y brillos, rincones y pliegues, con una paleta fría que acentúa el dramatismo. Mal que mal hay dos directores de foto llenos de pergaminos detrás del lente: Roger Deakins, el cinematógrafo permanente de los Hermanos Cohen, y Chris Menges, quien ha trabajado con directores como Stephen Frears, Neil Jordan o Sean Penn. El arte reconstruye la Alemania de post Guerra, mezcla de Bauhaus con ruinas; de pobreza con renacimiento. La forma es un armónico complemento con el fondo, construyendo una apuesta sólida y congruente. Las actuaciones son otro de los puntos altos, con un merecido Oscar para Kate Winslet, secundada por un elenco sólido que apuesta por lo sutil, lo pequeño más que por lo grandilocuente y dramático. Menos mal. Lo débil va por el lado del montaje, con un ritmo algo lento y redundante, que muchas veces se transforma en predecible e incluso algo aburrido. Ahí se nota la mano algo timorata y poco arriesgada de Stephen Daldry, un director que no pertenece al mundo del cine de autor, sino más bien está acostumbrado a los dramones industriales y pre digeridos, como Billiy Elliot o The Hours. Ésta no tiene fecha de estreno en Chile. Los distribuidores locales simplemente no la han programado a pesar de los premios y demases. ¿Será por lo cercana con nuestra historia nacional, donde algunos pocos sargentos y coroneles van a Punta Peuco mientras otros torturadores son jefes de seguridad de supermercados y los ideólogos de todo esto van al Senado o al directorio de empresas? Dicen que no hay espacio, si sólo hay 100 salas en Santiago. En fin, recurra al canal alternativo, porque vale la pena.



¿Quién Quiere Ser Millonario? Slumdog Millionaire. Celador Films, Film4 y Waner Independent Pictures, Inglaterra, 2008. Dirección: Danny Boyle. Elenco: Dev Patel (Jamal Malik), Anil Kapoor (Prem Kumar), Saurabh Shukla (Sargento Srinivas), Freida Pinto (Latika) y Mahesh Manjrekar (Javed). Guión: Simon Beaufoy, basado en la novela Q and A de Vikas Swarup. Dirección de Fotografía: Anthony Dod Mantle. Diseño de Producción: Mark Digby. Música: A.R. Rahman. Producción: Christian Colson. Web: www.foxsearchlight.com/slumdogmillionaire/

Ésta es buena. Es más, es re buena. Ya habrán oído hablar de ella. Es la película del año, la que se ganó todos los premios. Y muchas gracias al señor Oscar, ya que sin su empujoncito es bien difícil que hubiésemos tenido el privilegio de verla acá en Chile, conociendo a nuestros distribuidores. Porque es rara, no hay estrellas hollywoodenses y tampoco es del típico formato cine arte a lo Cannes. La historia dice más o menos así. Jamal Malik es un chico de la calle en India, que gana su vida repartiendo té chai en las oficinas de un call center. Hasta que se presenta al concurso televisivo lleno de luces robotizadas que premia a la gente por sus conocimientos. Y la rompe. Contesta bien todas las preguntas del primer programa y queda a sólo una respuesta del premio mayor, pero se acaba el tiempo y queda pendiente para la próxima semana. Sin embargo algo no huele bien en esto. Que un pendejo iletrado haya triunfado donde profesores, abogados y todo tipo de intelectuales varios fracasaron, es raro –por lo bajo– así que acusan a Jamal de fraude. En un cívico acto de investigación criminalístico, los policías lo agarran a la salida del estudio, le ponen una capucha, se lo llevan a un oscuro cuartel y amablemente le sumergen la cabeza repetidamente en un balde, lo cuelgan de las manos, le dan una pateadura y le meten corriente, buscando que confiese cómo cometió fraude. Después de una noche de las más avanzadas técnicas, dignas de CSI, y debido a que el inculpado no sólo no tiene la decencia de confesar, sino encima tiene el mal gusto de desmayarse, el sargento lo lleva a su escritorio y recurre a una anticuada técnica de interrogatorio: le pregunta cómo lo hizo. Jamal le cuenta que simplemente sabía las respuestas. Vamos repasando una a una las preguntas del programa, viendo cómo todas ellas tenían un punto de conexión con la vida del muchacho. A través de este dispositivo narrativo reconstruimos la vida de Jamal, un chico de los barrios más pobres de Bombay, cuya madre fue asesinada en una revuelta religiosa y se cría con su hermano en las calles. Vamos repasando la vida de estos dos malandras, delincuentes de poca monta que sobreviven a punta de mendicidad, pequeñas estafas, robos y hurtos varios. En una de estas aventuras se une al grupo una chica, Latika, pero al huir de una mafia que controla a los mendigos la dejan atrás. Jamal se ha enamorado de la niña y nunca más dejará de buscarla. Y se toparán varias veces a lo largo de su vida.

Este pie forzado servirá al realizador para armar una historia extraña, potente, improbable y por sobre todo innovadora. Es una fábula, una construcción alejada de todo naturalismo. Por el contrario, es paradigmática, extrema. Bombay es una ciudad de contrastes radicales, donde la pobreza más miserable e indigna convive con la opulencia de los deshonestos. Donde la violencia, la corrupción y la ley del más fuerte parece ser la única forma posible de vida, pero donde hay cabida también para el amor, la lealtad y la esperanza. Es una extraña mezcla entre NatGeo y MTV: cruda y pop, trendy y desgarradora. A esto contribuye fuertemente la foto, ganadora del Oscar y del premio de la ASC (al final, el más cabrón de todos). Contrastada, saturada, brillante y por sobre todo artificial y artificiosa. Llena de humo y de planos inclinados que parecen pintura, que rompen abiertamente con el naturalismo, pero que finalmente dan verosimilitud. Acá reinan los dorados, los verdes, los amarillos y los azules. Una paleta de colores digna de un carnaval, que quiebra desprejuiciadamente el sucio gris al que nos tiene acostumbrado la pobreza. Porque el romper con la realidad es clave para llevar a cabo esta historia, que la lógica rápidamente descartará como posible, pero que si entras en su juego, en sus propias normas, te llevará por un camino lleno de sorpresas y de emoción. Esta película es emotiva y emocionante, pulsional y simbólica a la vez, muchas veces superficial o forzada, pero efectiva. Aquí quizás no hay tantos pliegues, tantas sobras, tanta profundidad, sino más bien un contenido que se diluye en el continente. Una figura y fondo que se funden en una pieza que estremece, cuyo peso específico va por el lado de la puesta en escena, de la estética pero también del relato, del cómo se narra. Esto no es para nada otra película que retrata fidedignamente la tragedia humana de la India, sino un pastiche pop al ritmo de música electrónica cantada en hindi que funciona como obra, como deben ser las buenas películas. Porque para ver cosas que son “como” documentales, mejor ve un documental, ¿no? Si hay tantos buenos. Notable la secuencia de créditos final: un musical al más puro estilo Bollywood. El justo cierre necesario. En su multiplex favorito ahora ya. ¡Vaya y disfrute!





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Animal Collective El Colectivo Animal la hizo. Y la hizo en grande. Después de varios años siendo reconocidos como una de las bandas más originales y experimentales del mundo –pero al mismo tiempo como una de las menos accesibles–, acaban de dar el golpe de gracia: experimentar más pero con música más amigable. Eso es Merriweather Post Pavilion, su último disco, que ya es considerado por muchos como el gran disco de este 2009. Sí, recién en marzo. Cuando el río suena…


Yuksek Poco más de seis años llevaba el DJ y productor francés Pierre-Alexandre Busson en el mundo de la música. Muchos lo conocían como un buen remezclador o un constante animador de las noches parisinas, pero él sabía que faltaba algo. Quería llegar alto en la música. Las coincidencias de la vida hizo que, aburrido de que sus compatriotas adoptaran nombres en inglés, eligiera una palabra distinta: “Yuksek”. No tenía idea que eso significaba “alto” en turco. Ahí es donde pretende que lo lleve Away from the Sea, su disco debut, que suena como sus compatriotas de Daft Punk y Justice, además de contar con taquilleras colaboraciones, como Chromeo y Shitdisco.


The Friendly Fires Para el trío británico Friendly Fires no hay nada más aburrido que un manual, un método o una receta. Tras bostezar todo el colegio y entrar a la universidad –porque eso era “lo que había que hacer”–, un buen día se rebelaron contra los cuadernos y dejaron todo botado para ser rockeros. ¿Cómo les fue? Nada mal. Su primer single, “Paris”, llegó rápido a la radio y el influyente sello XL Recordings (el mismo de Sigur Rós, Devendra Banhart, The White Stripes y Radiohead) les ofreció un conveniente contrato discográfico y les asignó un productor que los ayudara a grabar su disco debut. ¿Qué más pueden pedir? Sólo una cosa: despidan al productor. Recuerden que no queremos manuales, métodos ni recetas.


She & Him Ella es Zooey Deschanel & él es Matt Ward. Ella es actriz & él es músico. Ella se hizo conocida como la hermana de William Miller en la película Casi Famosos & él es reconocido en el circuito musical como M. Ward. Ella escribe las letras & él hace la música. Ella canta & él produce. Ella & Él son She & Him. Su primer disco, titulado simplemente Volume One, fue publicado hace casi un año y aplaudido por casi mucha gente. Actualmente están trabajando en Volume Two, un trabajo que probablemente verá la luz a mediados de este año y que, según ellos, será el doble de bueno que su álbum debut.


Phoenix A esta década le queda poco para ser historia y los franceses Phoenix saben que para ser recordados necesitan publicar un disco que en el futuro pueda ser etiquetado de clásico. Por nombre, al menos, no se van a quedar, ya que su cuarto álbum de estudio se titulará Wolfgang Amadeus Phoenix y su primer single será “Lisztomania”, un par de alusiones directas a dos genios de la música selecta como W.A. Mozart y Franz Liszt. El disco será publicado oficialmente el próximo 26 de mayo y en la página web de la banda (www.wearephoenix.com) ya se encuentra disponible la canción “1901”, un mp3 de adelanto que puede ser descargado absolutamente gratis y en buena calidad. Merci.


Yeah Yeah Yeahs Sí, el trío neoyorquino es una de las bandas más importantes del revivalismo de rock garagero y punta de lanza de lo que hoy es perfectamente reconocible como “el sonido de la Gran Manzana”. Sí, Karen O es una de las vocalistas más carismáticas y con mejor voz que se pueden encontrar esta década. Y sí, It’s Blitz, su tercer disco, es excelente. Acaban de dar un giro en su sonido, inspirándose más en la pista de baile y en los sintetizadores. Pero la calidad sigue intacta, así que siguen habiendo muchas más que tres razones para decir que sí.




[ Hágalo usted mismo!] multitouch por andrea wolf

Mucho se habla de la masificación de los nuevos medios, la democratización de las tecnologías y medios de producción a partir de la digitalización, principalmente pensando en el acceso a cámaras minidv (o al hecho de que ya el celular puede ser suficiente para registrar imágenes o sucesos significativos), a softwares de edición y post producción de fácil uso y a las redes de distribución y exhibción que abre Internet. Nace la figura del prosumer. Otro aspecto del que tal vez no se habla tanto, al menos no fuera de los círculos más intersados, es el software libre y el código abierto. Si el caso anterior permite la creación de productos, éste posibilita además la construcción de las herramientas para producirlos. El código abierto no sólo se refiere al software desarrollado y distribuido libremente (para hacer esta distinción aparece el término freeware que se aplica al software gratuito), sino también al acceso al código de fuente, lo que permite utilizarlo, modificarlo y redistribuir la nueva versión. Desde un punto de vista técnico, esta iniciativa permite obtener programas de mejor calidad; desde un punto de vista social, este sistema es colaborativo y permite que empresas o individuos desarrollen productos de alta calidad que no habrían podido realizar con las restricciones y altas licencias de softwares privativos. El ejemplo más ilustrativo de esto que se me ocurre es - y disculpen por la referencia tan cercana - el de Josué Ibáñez, un amigo que conocí en el Máster en Artes Digitales de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, quien ahora devuelta en México y en colaboración a distancia con Luca Basile (Barcelona) ha construido una mesa multi-touch en el estudio de su casa. Este dispositivo permite cargar distintas aplicaciones, desde juegos hasta interfaces para hacer música, que controlas con el movimiento de las manos sobre la superficie de la mesa. Cuando fui

a su casa, luego del saludo después de tanto tiempo, pasamos inmediatamente a su estudio: ahí estaba la base donde Josué empezó a armar las partes: ubicar el computador, el proyector, cerrar la mesa (que en cierto modo me recordó la anécdota del autómata ajedrecista) y luego de calibrar la imagen, empezó la demostración -de menor a mayor -. Primero la manipulación de imágenes, luego la interaccióncon alguna aplicación de generación de partículas, luego juegos para dibujar, para hacer música, hasta que me perdí en las múltiples posibilidades lúdicas y de interacción y sin darnos cuenta, debimos haber estado al menos una hora alrededor de la mesa (probablemente deberían poner una advertencia: la mesa multitouch puede ser adictiva). Para la elaboración de esta mesa multitouch, Josué y Luca utilizaron dos softwares de código abierto: reactiVision y Processing. El primero es un sistema de computer-vision multiplataforma diseñado para un rastreo rápido y estable de marcas asignadas a objetos físicos que permite trabajar sobre superficies táctiles interactivas; el mismo que fue utilizado como para el desarrollo de la reacTable. Processing es un lenguaje y un entorno de programación basado en Java, desarrollado principalmente para realizar proyectos de arte electrónico, diseño y multimedia. Benjamin Fry y Casey Reas comenzaron este proyecto en el Grupo de Estética y Computación del Media Lab de MIT, con la intención de entregar una herramienta visual y de fácil uso para que los no- programadores (como artistas digitales y diseñadores) puedan trabajar y se introduzcan en la programación. Gracias al código abierto y a quienes comparten sus recetas en Internet (un sitio recomendable: www.instructables.com), la noción del “hágalo usted mismo” se vuelve cada vez una opción para el usuario promedio, o al menos para el usuario curioso; así que le pedí a Josué que de su mesa multitouch.


[ Materiales ] Hardware: -Leds Infrarrojos -Webcam -Acrílico -Proyector -Tela de Retroproyección -Silicona -Espejo Software: -Reactivision -Processing

[ Pasos ] 1_ Este fue el primer mini prototipo que Luca Basile construyó y con el cual comenzamos a experimentar.

2_ Una vez que pudimos hacer experimentos con un prototipo pequeño decidimos construir una superficie mucho más grande.


3_ Utilicé distintos materiales que puedes encontrar en casa para colocar una capa de silicona líquida, que es la que se encarga de quitar el duro arrastre del material acrílico para hacerlo más suave.

4_ Una vez seca la silicona sobre la superficie del acrílico, procedí a colocar la tela de retro proyección.

5_ Las primeras pruebas se hicieron con caballetes, sillas, libros para sostener la estructura. 6_

Posteriormente un poco de carpintería fue necesaria para poder crear una estructura adecuada para sostener el proyector, la pantalla y los demás elementos.


4_ Se diseño todo el mueble a manera que pudiera ser plegable, y fácil de armar en un tiempo muy corto.

5_ Se realizarón diversas pruebas de proyección con el espejo para poder conseguir el ángulo adecuado de retroproyección.

6_ “Particles” es una de las primeras aplicaciones multiusuario que implementamos para la mesa.


7_ “Piano App” es una aplicación creada por la comunidad del Multitouch que te permite generar música con dos pianos virtuales, los cuales puedes arrastrar, mover y escalar usando tus dedos.

8_ “Smoke” Te permite colocar objetos sobre la mesa y generar una estela digital debajo de ellos.


9_ “Water Ripples” simula agua al tocar la superficie, y de igual manera se pueden colocar imágenes que parecen flotar sobre la superficie.

¿Cómo y por qué surge la idea de construir la mesa?

El entusiasmo por construir una mesa Multitouch surge un año atrás cuando compartía piso con Claudio Nervi, uno de los integrantes del MTG ( Music Technology Group) de la Universidad Pompeu Fabra, responsables de crear la “Reactable”. Mientras me encontraba en Barcelona, realizábamos experimentos en casa usando este tipo de tecnología. Al regresar a la Ciudad de México, contacté a Luca Basile( www.lab1618.com), desarrollador y programador radicado en Barcelona, con quien venía haciendo una serie de proyectos enfocados a la generación de imágenes en tiempo real. Compartí con el la idea de poder realizar una interfaz Multitouch para experimentar maneras más naturales de interactividad. Luca comenzó a hacer investigaciones y pruebas de materiales en Barcelona debido a que era mucho más sencillo conseguir los elementos necesarios, para después trasladarse a México y traer un pequeño prototipo.

¿Qué usos que esperas darle?

Por el momento hemos creado una empresa llamada Hot Pixel, la cual está enfocada a la producción de sistemas interactivos. La mesa Multitouch es uno

de los productos que pueden ser usados tanto para aplicaciones comerciales, como para proyectos artísticos.Por otra parte, estamos en proceso de generar una interfaz musical inspirada en la Reactable, pero proponiendo un sistema nuevo de interacción.

¿Cuál fue la mayor dificultad para armar la mesa?

Creo que una de las mayores dificultades que tuve fue el conseguir los materiales adecuados en México, como leds infrarrojos que tenían que ser de tipo específico, así como la silicona y la tela de retroproyección. Desde luego tuve que hacer pedidos a distintas partes, como Estados Unidos y UK.

¿Cuáles son las aplicaciones que más te gustan o que te parecen más interesantes?

Me gusta trabajar con el programa libre Processing y centrarme en una interacción multi-usuario a la hora de diseñar una aplicación. Muchos trabajos interesantes han sido realizados en varios países con esta herramienta, los cuales son una fuente de inspiración constante.





Biografía: Danny Boyle Su carrera profesional la inició en el mundo de la TV, donde dirigió miniseries, telefilmes y seriales por más de 6 años, hasta que en 1995 realizó una pequeña película llamada Tumba al Ras de la Tierra, protagonizada por un actor que también venía de la televisión inglesa llamado Ewan McGregor, que causó sensación en los festivales y fue distribuida todo el mundo, aunque en los espacios más ligados al cine arte o al independiente, y que puso su nombre dentro del círculo de los realizadores emergentes internacionales.

por RICARDO LORCA

And the Oscar went to… Danny Boyle. Sí, sí, ya, ya, me equivoqué con mi apuesta el mes pasado. Yo le iba a Fincher, la Academia claramente optó por otro, aunque les advertí que andaba pésimo para esto de las predicciones. Slumndog Millionaire arrasó en la pasada edición del la entrega de premios de la Academia, llevándose los galardones en todas las categorías más importantes que juzgan a la obra, tanto artísticos como técnicos. Boyle tocó el cielo del mainstream cinematográfico con una pieza improbable, atípica, arriesgada y original, como ha sido toda su filmografía. Porque si algo ha caracterizado su carrera precisamente es el haber estado a la cabeza de un puñado de filmes únicos, improbables y difíciles de clasificar, que subvierten los géneros y donde la búsqueda formal es una constante, donde los caminos seguros no han sido precisamente los transitados por este inglés. Partamos por el principio. Nació en 1956 en Manchester Inglaterra, en el seno de una familia irlandesa católica. Cursó sus estudios superiores en el Thornleigh Salesian College y luego en la Universidad de Gales. Su carrera profesional la inició en el mundo de la TV, donde dirigió miniseries, telefilmes y seriales por más de 6 años, hasta que en 1995 realizó una pequeña película llamada Tumba al Ras de la Tierra, protagonizada por un actor que también venía de la televisión inglesa llamado Ewan McGregor, que causó sensación en los festivales y fue distribuida todo el mundo, aunque en los espacios más ligados al cine arte o al independiente, y que puso su nombre dentro del círculo

de los realizadores emergentes internacionales. El salto definitivo vendría al año siguiente, recién con su segunda película, que lo haría famoso a nivel global. Se trata de Trainspotting, film de 1996 que arrasaría en los más diversos festivales, desde el muy inglés BAFTA hasta los MTV Movie Awards, pasando por San Sebastián, el independent Spirit Award e incluso una nominación a los Oscares. Esta fábula pop sobre el mundo de la heroína, cargada de adrenalina, comedia, experimentación visual y crudeza, acompañada de unos diálogos de antología y una banda sonora elegida con pinzas atraería la atención de Hollywwod sobre él, y le ofrecen hacerse cargo de la cuarta parte de Alien. Sin embargo este proyecto no le pareció interesante, por lo cual aun se mantiene fuera de los grandes estudios con su siguiente obra A Life Less Ordinary, de 1997, su tercera colaboración con McGregor y la primera que rueda en Estados Unidos. Sin embargo el éxito comercial fue más bien modesto, el escocés y Cameron Díaz todavía eran actores de segunda línea en esa época y la extraña historia de la niña rica que finge su secuestro y se escapa con el chico del aseo, cargada de una estética radical cercana al video clip y poca profundidad, no logró convencer ni al público ni a la crítica, a pesar de ser bastante divertida y tener lejos la mejor secuencia de karaoke de la historia del cine, aunque los estudios seguían pendientes. Hasta que el 2000 finalmente lo ficharon para dirigir La Playa. Originalmen-



Danny Boyle

Hasta que vino ¿Quién Quiere Ser Millonario?, otra cinta pequeña, independiente, atípica. Los derechos del libro Q and A, en el cual se basa el argumento, fueron comprados por una compañía inglesa, quien le encargó la adaptación cinematográfica al guionista Simon Beaufoy, el mismo de Full Monty. Una vez con el libreto terminado, se lo ofrecieron a Boyle, quien en un primer momento no estaba para nada interesado, aunque como admiraba a Beaufoy decidió leerlo.

te fue Ewan McGregor quien le recomendó el proyecto a su amigo, pero FOX consideró que era necesario que fuera protagonizada por una estrella mucho más reconocida y le “sugirieron amablemente” que reemplazara a su actor fetiche por Leonardo Di Caprio, y hasta ahí no más llegó la amistad y la colaboración. La verdad tampoco pasó mucho con ésta, así que de vuelta al cine independiente, y de paso a Inglaterra. Regresó el 2002, y de qué manera más radical que con Exterminio (28 días después), una película de ciencia ficción apocalíptica de bajo presupuesto, sin ningún actor conocido y grabada en video digital, pero nada de HDCAM SR y full resolución como Fincher, sino nada más y nada menos que en Mini DV, un formato prosumer a lo mucho. Y la volvió a romper, siendo aclamado por su capacidad de innovación, de vanguardia, pero sin perder la entretención y el contenido. Y puso de moda a los zombies de nuevo. De ahí vendrían las Resident Evil, las Soy Leyenda y demases. Luego dirige otra película más el 2004 en Inglaterra, Millions, con la cual pasa sin pena ni gloria, hasta que el 2007 vuelve a Hollywood y a la FOX, esta vez a Fox Searchlight, su división más independiente, a encabezar un proyecto extrañísimo: Sunshine, una película especial / existencialista, una cinta de ciencia ficción de alto presupuesto con bien poca aventura que tampoco obtuvo resultados muy importantes.

Hasta que vino ¿Quién Quiere Ser Millonario?, otra cinta pequeña, independiente, atípica. Los derechos del libro Q and A, en el cual se basa el argumento, fueron comprados por una compañía inglesa, quien le encargó la adaptación cinematográfica al guionista Simon Beaufoy, el mismo de Full Monty. Una vez con el libreto terminado, se lo ofrecieron a Boyle, quien en un primer momento no estaba para nada interesado, aunque como admiraba a Beaufoy decidió leerlo. Y le gustó. Y se subió al proyecto Warner Independent Pictures, la división alternativa del estudio americano. Boyle volvió a hacer lo que quiso con esta historia de por si poco comercial, rodada en los suburbios de la india, sin estrellas gringas, incluyendo el que 1/3 de los diálogos sean en hindi. Los pronósticos empeoraron cuando Warner Bros cerró su división Independent, y la película parecía estar condenada a ser estrenada directamente en dvd. Hasta que sus antiguos amigos de Fox Searchlight le prestan ropa comprando los derechos de distribución internacional. El resto es conocido y termina con 8 estatuillas calvas y doradas: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Adaptado, Mejor Música Original, Mejor Canción, Mejor Cinematografía, Mejor Montaje y Mejor Mezcla de Sonido, además de un sinnúmero de otros premios. Que más se puede pedir.



+STYLE


“Suelas & Rayas”


adidas celebra su nueva colección “60 años de suelas y rayas” como inspiración del producto describe décadas en las que se muestran momentos culturales a lo largo del paso de los años, además de las diferentes versiones de Adidas durante los últimos 60 años.”

“60 años de suelas y rayas” como inspiración del producto describe décadas en las que se muestran momentos culturales a lo largo del paso de los años, además de las diferentes versiones de Adidas durante los últimos 60 años. Los especiales “packs de época” presentan al consumidor un calzado característico de cada una de las diferentes décadas, comenzando en los 50; se trata de productos reales que suelen llevar los amantes de las zapatillas deportivas para salir a la calle a diario haciendo uso de los “60 años de suelas y rayas” como elemento gráfico. Con los “80 de aspecto informal para pijos” adidas Originals pone de relieve su autenticidad como marca de ropa y muestra la historia de Adidas en la cultura

pop de los años 80, celebrando así su originalidad. Presenta una combinación entre un aspecto limpio clásico y pijo inspirado en el deporte del tenis y el volante. Destacando su posicionamiento como producto principal de la cultura urbana a lo largo de los años y en los albores del hip hop, Adidas creó las colecciones urbanas de los “60 años de suelas y rayas” y el “aniversario de diamante de los 60 años de suelas y rayas”, ambas colecciones destinadas al calzado y ropa para hombres. Las zapatillas deportivas clásicas como las Superstar, las Stan Smith o las Campus se han vuelto a presentar dentro del paquete especial de “iconos” que es una muestra del calzado más influyente y con más éxito de nuestra marca.




Celebrate Originality, Celebrate with adidas

Como continuación a esta tendencia en 2009, la colección dedicada al mercado femenino presenta una amplia oferta de diversas temáticas de merchandising cruzado, creado para dar cabida a la mujer que pasa de llevar ropa deportiva a otra más de diario y otra formal. Respaldada por la temática de “líneas elegantes” que presenta, por primera vez, calzado de tacón alto sin puntera, además de los “básicos cotizados”, esta colección incluye una suave transición que va de los “informales de los años 80” durante el primer trimestre del año seguido por un calzado de aspecto más veraniego para el día a día, durante el segundo trimestre. Realza la colección con el nuevo y exclusivo “pack selecto” que presenta una

gama condensada de ropa y calzado para mujer que lleva los característicos colores blanco/azul de las adidas Originals. Las colecciones exclusivas para las tiendas propias de las nuevas adidas Originals para la primavera/verano 2009 reflejan, en el calzado y la ropa, el aspecto de las Adidas “Spectrum” y “Summer Resort”. Especialmente diseñadas para un público masculino y femenino con un particular estilo de vida, el diseño combina el de las zapatillas características de la marca con materiales de primera complementadas con estrás, lentejuelas y lona para el calzado, además de Tyvek®, tejidos de jacquard y bordados para la ropa.






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