Arellano-P. & Rangel-Ch.
CARACTERIZACIÓN ECOLÓGICA, OFERTA AMBIENTAL, USO DEL SUELO, TRANSFORMACIÓN Y ZONIFICACIÓN AMBIENTAL Henry Arellano-P. & J. Orlando Rangel-Ch. RESUMEN En la franja alta de la región de vida andina, se diferenciaron 62 unidades ecológicas en las cuales predomina la vegetación boscosa, pero igualmente presentan varias combinaciones con otras unidades no estrictamente boscosas que representan el 48%, es decir 14118 hectáreas del territorio. En la misma franja alto-andina, se presentan fenómenos de trasgresión altitudinal cuando vegetación típicamente paramuna se establece en varios sitios por causas directamente relacionadas con la tala del bosque andino natural. Estos diferentes tipos de vegetación se extienden en un área de 12683 hectáreas (43%). En el subpáramo (páramo bajo) se encuentran ensambles como chuscales, matorrales bajos, matorrales combinados con pajonales, pajonales combinados con chuscales y rosetales-frailejonales bajos, que se extienden sobre 1774 hectáreas (6%). En el páramo medio se establecen los rosetales-frailejonales bajos; rosetales altos, matorrales bajos y pajonales en 16 hectáreas (0.05% de la superficie total del área de estudio). La superficie para conservación de los ecosistemas en la región es cerca de 9402 hectáreas, aunque alrededor de 5600 hectáreas están siendo utilizadas con algún fin netamente económico. Entre los tipos de uso encontrado en las áreas con mejor estado de conservación, figuran el pastoreo que frecuentemente invade zonas de conservación de bosque, en 3699,13 ha (12,69%); áreas con cultivos de cebolla o plantaciones de cultivos ilícitos entremezcladas con bosques conservados en 1014,18 ha (3,48%); áreas conservadas con vegetación de pára-
mo pero con cultivos de cebolla o ilícitos en 64,72 ha (0,22%) y áreas con bosques conservados de la franja alto andina con zonas de pastoreo ocasional en 37,87 ha (0,13%). Las zonas con grado medio de conservación, alteradas o transformadas de la franja alto andina, en la actualidad presentan los siguientes usos: pastoreo y cultivo de cebolla e ilícitos en 8905,88 ha (30,56%); extracción maderera y cultivos ilícitos en 2705,57 ha (9,28%); extracción maderera, cultivos ilícitos y pastoreo en 2067,24 ha (7,09%); pastoreo y cultivos de cebolla en 1856,61 ha (6,37%); pastoreo, extracción maderera y cultivo de cebolla e ilícitos en 1460,85 ha (5,01%) y áreas de pastoreo exclusivamente en 31,34 ha (0,11%). Sobre una superficie de 29.139,4 hectáreas, el 40.02% presenta buen estado de conservación; 0.07% del área presenta procesos de regeneración; 37.16% son áreas que sufren el proceso de paramización, mientras que la superficie con procesos de alteración y transformación representan 22.78%. Las amenazas de orden natural se manifiestan en 14261,36 hectáreas, es decir 48,94% de su territorio y en 2264,65 ha (7,84%) hay riesgo alto. Las amenazas de grado moderado a medio pueden afectar a 2695,03 hectáreas, aproximadamente 9% de territorio. La franja alto andina y la región paramuna de la Serranía de Perijá pueden considerarse entre las zonas con mejores condiciones de conservación en el país con respecto a su tamaño. Las áreas en deterioro ambiental y que requieren de medidas urgentes para su reincorporación en la cadena de restauración natural cubren una superficie de 2076,3 hectáreas, es decir el 7,13% del territorio. 347