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El cerco político académico

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Entrevistas

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64. Castañeda, entrevista. 65. FARUSAC, 241/1971 de 19 de mayo. 66. Varios de los integrantes de esta planilla destacarían en diversas actividades en el futuro. La integraron: Luis Benítez, Aura Rosa González, Jorge Rousselin, Víctor Mejía, Eduardo Sosa, Gilberto Castañeda, Eduardo Aguirre, Pedro Asturias, José Sánchez, Arnoldo Ramírez Amaya, Armando Lau, Rodolfo Gándara, Julio Fonseca, Sergio Búcaro, Gerardo Soto y Fernando Pepió. 67. En el punto 13 del Acta 243 el Ing. Rony Sarmiento hizo constar los méritos y cualidades de Claudio Olivares y manifestó su protesta al considerar injusto que se le hubiera eliminado de la votación. Sobre todo, porque existía el precedente de que el Vocal 1, en ese momento, no era catedrático titular cuando fue electo y solicitó que la Facultad pidiera una aclaración al CSU.

La participación en las movilizaciones y los paros realizados en 1971 contra la represión y el Estado de sitio del gobierno de Arana Osorio, el cual era encabezados por el movimiento sindical y popular. Fueron momentos que alimentaron una toma creciente de conciencia del papel de los estudiantes en su propia formación y del valor de sus planteamientos, al tiempo que se rompía la imagen elitista que teníamos como Facultad. Como resultado de ese proceso, los estudiantes de arquitectura dispusimos cada vez más de condiciones y herramientas que después demostrarían su importancia y su fuerza con el desarrollo y desenlace de la crisis que llevó al CRA.64

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Otro ciclo de elecciones se daría durante el primer semestre de 1971. Las nuevas autoridades electas jugarían un papel preponderante ante la crisis que se aproximaba. Se presentaron cuatro candidatos para representante estudiantil ante el CSU, Jorge Rousselin, Julio Fonseca, Arnoldo Ramírez Amaya y Roberto Aguilar. Luego de dos votaciones fue electo Julio Fonseca que apoyaría fuertemente el movimiento estudiantil de Arquitectura. 65

También se realizó la elección de 17 estudiantes que integrarían el Cuerpo Electoral para elegir al Vocal 1 en representación de los catedráticos, pero se presentó una sola planilla.66 En una discutida elección, que se realizaría una semana después, se elegiría al Vocal 1 ante Junta Directiva. Se nominaron dos candidatos, los arquitectos Lionel Méndez Dávila y José Claudio Olivares. El primero, afín al movimiento estudiantil que se gestaba y, el segundo, simpatizante de las autoridades de ese entonces. El bachiller Gilberto Castañeda objetó la nominación de Olivares por no ser catedrático titular, tema que generó discrepancias entre los asistentes. Ante esta dificultad y para obviar la discusión se retiró la nominación de Olivares. 67 Méndez Dávila tomaría posesión del cargo a principios de agosto de 1971. Los estudiantes buscaban colocar las piezas que aportaran a los procesos que se acercaban y el nuevo Vocal 1 sería un aliado determinante.

La AEDA convocó al tercer seminario “El estudiante de Arquitectura” que se realizó del 29 de septiembre al 1 de octubre de 1971. Su tema central fue el “Plan de estudios y su proyección al medio nacional”. Aquí se trataría la falta de respuesta de la Comisión Paritaria creada para evaluar el Plan 69 y se respondería al reiterado incumplimiento de la Comisión de Docencia de la Facultad que, con el aval de las autoridades académicas, habían dado largas al tema para diluir las exigencias estudiantiles. En el seminario se alimentó la toma de conciencia y la decisión de los estudiantes y de algunos profesores que compartían sus inquietudes.

Preámbulo 55

68. Castañeda, “La formación”, 25. 69. Memoria del III Seminario El Estudiante de Arquitectura, 1971. 70. Memoria del III Seminario El Estudiante de Arquitectura, 1971. La demandada evaluación del pensum partía de una preocupación de carácter gremial, que se relacionaba con el estrechamiento del mercado de la construcción, un fenómeno que empezaba a darse en el marco de la crisis capitalista mundial en ascenso. Hasta ese momento, la exigencia de cambio del plan de estudios aún no calaba tan hondo como ocurriría más adelante, al ligar la formación profesional con el aporte a la solución de los problemas nacionales en los que se ve involucrada la Arquitectura. Por ese entonces, la preocupación se centraba en el creciente estrechamiento del mercado de la construcción en el marco de la crisis del Mercado Común Centroamericano (MCCA), torpedeado por los intereses de las nacientes empresas transnacionales, y del propio capitalismo en curso, crisis que estallaría en el decenio de 1970, en torno al mercado petrolero y el ascenso imparable de los precios de los hidrocarburos. 68

El plan 69 sería sometido a un escrutinio total, varios de los cuestionamientos expresados en distintos documentos serían reiterados. Se criticó la distancia entre los contenidos de la enseñanza en relación con el medio social guatemalteco; la ausencia de objetivos claros en cuanto al tipo de arquitecto que se deseaba formar y su papel dentro de la práctica profesional que demandaba la realidad guatemalteca; la falta de investigación y contacto con el medio social. Se censuró la falta de formación didáctica y pedagógica de los profesores, su aislamiento de los estudiantes y en la mayoría de los casos, su imposición jerárquica sin correspondencia con sus conocimientos y capacidades y, se señaló, la falta de profesores de carrera, algunos eran de medio tiempo y la mayoría por asignatura. Se planteó la falta de criterios evaluativos y su aplicación sistemática, así como la falta de coordinación entre las distintas asignaturas y áreas de conocimiento. 69

Se señaló que el currículo era el resultado de dos sistemas contrapuestos en lo básico: «El de Beaux Arts y la Bauhaus. Del de beaux arts viene la idea de la secuencia de proyectar, en la cual al estudiante se le pide resolver una serie ascendente de problemas complejos de Arquitectura, desde una casa para un escultor hasta un grupo de edificios para el gobierno. La Bauhaus contribuyó al concepto de que el estudiante nunca debe copiar, sino trabajar sus ideas desde el principio». Opinaban que ambos currículos dieron poco énfasis a los libros de clases y le dieron primera importancia al maestro y que, si habían funcionado, era porque en el caso de beaux arts no se esperaba que el estudiante fuera original porque “los principios de la composición arquitectónica estaban establecidos” en tanto que, en el sistema de la Bauhaus “los problemas dados no eran complejos”.70

Preámbulo 56

71. Castañeda, “La formación”, 27. 72. Ramiro Soria, entrevista de B. Rabe, (30 de julio de 2022). 73. FARUSAC, 251/1971 de 21 de octubre.

74. FARUSAC, 260 y 261/1972 de 1 de marzo y 7 de abril. De alguna manera, el tercer seminario reflejo las disparidades que más tarde se darían en el bloque de la reestructura. Dicho bloque estaría marcado por contradicciones entre quienes participarían motivados por preocupaciones de orden gremial estricta y quienes lo harían buscando lograr un compromiso de los arquitectos con las mayorías desposeídas. También algunos participarían por motivos personales, de figuración o de ascenso social.71

En esa época no entendíamos que debía haber un contenido. Aprendíamos lo que el profesor buenamente nos daba. Normalmente los profesores eran profesionales que casi regalaban su tiempo porque no ganaban lo suficiente como para dedicarse solo a la docencia. La ley del profesor era la que se mantenía y la tendencia académica de las autoridades era de apoyarlo al 100%, aunque no tuviese la razón. Había muy poca asesoría y la transmisión y comunicación entre el maestro y alumno era insuficiente, pero era lo que había y había que aceptarlo. Los profesores calificaban con pura apreciación personal. Nunca sabias por qué tenías esa nota, no sabías porque habías sacado 85, 60 o 51 y mucho menos por qué habías perdido el problema. Pero también había buenos docentes como Adolfo Lau, Manuel Sandoval y Roberto Aycinena. 72

En octubre la Junta Directiva conoció un memorándum presentado por AEDA en el que se planteaban una serie de denuncias sobre algunos docentes y cursos, así como sobre los procesos de Evaluación del Pensum de Estudios. La Junta Directiva acordó dar respuesta punto por punto, pero en el acta no se incluye la nota, no se detallan los puntos ni las respuestas indicadas.73

Para marzo de 1972 se haría la elección de los vocales 4 y 5. Serían electos Jorge Rousselin y Luis Estrada. Se les daría posesión a principios de abril, justo días antes de que la Comisión de Docencia presentara una polémica propuesta ante la Junta Directiva.74 La participación del Vocal 1 y de los nuevos vocales estudiantiles cambiaría totalmente el panorama a lo interno de la Junta Directiva y en las decisiones que se acercaban. El proyecto estudiantil se reforzaría y la dirección de la Facultad tendría una serie de reveses y oposiciones.

Preámbulo 57

75. Castañeda. “La formación”, 35. 76. Castañeda, entrevista. Luego de tres años de esfuerzos infructuosos por hacer efectiva la evaluación del Plan de Estudios de Arquitectura, la parte estudiantil de la Comisión Paritaria presentaría su renuncia. Pero, además, denunció la inoperancia que esta comisión había tenido y el desinterés de los docentes representados por los jefes de los cinco departamentos que integraban de la Comisión de Docencia.75 Sería el inicio de las acciones que llevarían a la toma del edificio unos días después.

«La cohesión de lo que más adelante sería el “bloque de la reestructura” fue el resultado, principalmente, de la confrontación entre la evidencia y la necesidad de evaluar y modificar un Plan de Estudios anquilosado y la incapacidad de la mayoría de la Junta Directiva y del Claustro para captar esta realidad y proponer algún camino en busca de solución consensuada a lo que pronto derivó en un conflicto de grandes proporciones».76

Preámbulo 58

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