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La instalación del CRA

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Entrevistas

Entrevistas

113. Rafael Cuevas del Cid, Discursos Universitarios 1970-1974. (Guatemala: Editorial Universitaria, 1974) 69.

En ese entonces yo no tenía conciencia de la Importancia que la juventud tenía en la vida política de los países y no estaba de acuerdo con manejar consignas. Enrique Matheu.

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Luego de la resolución del CSU de apoyar el Plan de restructuración de Arquitectura, los promotores del proceso procedieron con las acciones programadas. El 2 de mayo quedó integrado el directorio del CRA: por la Junta Directiva el arquitecto Lionel Méndez Dávila; por el claustro el arquitecto Mario Rodas del Valle; por el Colegio de Arquitectos el arquitecto José Asturias Rudeke; por los estudiantes Pedro Asturias, Gilberto Castañeda y Mario René Villagrán. El Directorio convocó a la realización del Congreso de Reestructuración de Arquitectura que sería inaugurado el 10 de mayo por el Rector Cuevas del Cid:

El Rector quiere expresar en este momento preliminar del congreso, que comparte, con profundo entusiasmo y con profunda fe, la confianza que la juventud tiene el cambio de las estructuras universitarias. […] hay en la juventud de hoy una afirmación que lleva al cambio de valores, al cambio de mentalidad -a la sustitución de lo viejo por nuevo-. Es una actitud que es ahora universal. Por todas partes, las organizaciones universitarias son organizaciones cuestionadas, no solamente en cuanto al cumplimiento de sus funciones sino en cuanto a la prevalencia misma de sus funciones tradicionales. Podemos decir, entonces, que la juventud y quienes luchamos por el cambio tenemos siempre claro lo que queremos de la institución universitaria, -sin que siempre esté claro lo que esperamos de ella en el futuro-. Consecuencia de ello es una natural angustia por los resultados finales de nuestro trabajo. La meditación serena pudiera hacernos detener por esa angustia -pero no debe ser así-. Los grandes cambios que ha sufrido la humanidad no han estado siempre precedidos ni de una planificación exhaustiva ni de una visión clara y concreta de nuestras nuevas aspiraciones. […] el camino está lleno obstáculos. La formación de nuestros profesionales y de gran sector de nuestro propio estudiantado hace difícil la realización de cambios positivos. Pero esos obstáculos no deben arredrarnos. Como Rector de la Universidad deseo repetir lo que tantas veces he dicho: mi apoyo irrestricto a la reestructuración como forma de encontrar mejores caminos vitales, mi respeto por la juventud en cuya madurez y sensatez creo, unida a su entusiasmo y a su buena fe. […] mis fervientes votos porque de este cónclave salga una Facultad de Arquitectura más completa, más digna, más universitaria y más consciente de su responsabilidad frente a Guatemala. 113

Figura 3.1. Acto de instalación del CRA en el Salón de Actos de Ingeniería. Gilberto Castañeda Sandoval, representante estudiantil ante el Directorio del CRA; Lionel Méndez Dávila, representante de la Junta Directiva en el Directorio; Héctor Jiménez Martínez, Presidente de la Asociación de Estudiantes de Arquitectura (AEDA); Carlos Asencio Wunderlich, Decano de la Facultad; Rafael Cuevas del Cid, Rector de la Universidad; Roberto Diaz Castillo, Secretario General de la Universidad; José Asturias Rudeke, representante del Colegio de Arquitectos ante el Directorio; Mario Rodas del Valle, representante de los profesores ante el Directorio; Mario René Villagrán y Pedro Asturias Montenegro, representantes estudiantiles ante el Directorio. Mayo de 1972. Foto: Jorge Rousselin.

114. Luis Estrada, entrevista. Fue evidente el apoyo que el Rector concedía al proceso. Las acciones que impulsaría luego de este discurso serían determinantes para los resultados. Luis Estrada se refiere a este tema: «el Consejo Superior Universitario apoyó este proceso de cambio en la Facultad y la figura emblemática de ese apoyo, fue el Rector Rafael Cuevas del Cid».114

115. Castañeda, “La formación”, 37. El CRA planteó para su desarrollo cinco etapas: La primera fue la de investigación que cubría cuatro grandes temas: la realidad nacional, la práctica profesional, la Facultad de Arquitectura y los campos del diseño. La segunda comprendía las resoluciones y recomendaciones que se elaborarían sobre los resultados alcanzados en la primera etapa. Se incluirían los nuevos objetivos de la Facultad, las bases curriculares y los criterios básicos para la constitución del nuevo sistema de gobierno y para el seguimiento del plan de reestructuración. La tercera perseguía la elaboración del proyecto de reestructuración, para lo cual se integró un grupo técnico con los arquitectos José Asturias, por el directorio; Manuel Pinelo, Hermes Marroquín y Carlos Brichaux, por los profesores; Los estudiantes Gilberto Castañeda por el Directorio, Fernando Pepió, Silvia morales y Luis Estrada por la AEDA; quienes trabajarían durante julio de 1972. La cuarta etapa consideraba la sanción final por medio de la convocatoria a un Seminario Nacional de Arquitectura -SNA- que debería realizarse durante la segunda semana de agosto. Aquí se aprobaría el proyecto de reestructuración el cual sería enviado al Consejo Superior Universitario para su sanción final. La quinta etapa la constituía la aprobación final y la ejecución del Plan.

Según Castañeda «los estudiantes lograron que el directorio estableciera relación de trabajo con la Comisión de Planificación en la Universidad para que lo asesorara en la elaboración del Plan General de desarrollo del Congreso. Se buscaba contar con su opinión favorable cuando fuera el momento de aprobar la reestructuración de la Facultad al nivel del Consejo Superior Universitario. […] el directorio fue un factor muy dinámico y efectivo, pero paulatinamente se fue separando de su base, alejándose cada vez más de ella y, por tanto, propiciando la atomización y las divergencias, así como las dinámicas particulares en el seno del estudiantado».115 Esta situación convertiría al directorio, en la cabeza visible del bloque de la reestructura, lo que lo puso en el blanco de las críticas y ataques que conforme avanzaba el proceso fueron proliferando cada vez más. Aun así, el proceso se fue desarrollando.

Inicialmente se había logrado la aceptación de hacer el Congreso de Reestructura, la participación del decano en la inauguración avizoraba una apertura para este proceso. Pero pronto, a algunos docentes y estudiantes, no les parecería el rumbo que estaba tomando. Varios profesores titulares que no comulgaban con las nuevas ideas comenzarían a solicitar permiso.

Figura 3.2. Trabajo de análisis y discusión por un grupo de estudiantes. 1972. Foto: Jorge Rousselin.

Figura 3.3. Reunión de asesoría al proceso de renovación curricular. 1972. Foto: Jorge Rousselin.

Otro grupo de estudiantes consideró que estaba tomando un tinte ideológico y comenzaron a cuestionar el proceso. Destacó la participación de la denominada organización de Estudiantes de Arquitectura, conocido como grupo EDA. Sobre esa visión se refiere Enrique Matheu:

En un inicio participamos en la toma de la Facultad. Estábamos peleando porque se cambiara el pensum que venía de la Habana y que estaba trasnochado. El congreso se fue implementando con conferencistas de gran categoría; entre ellos Julio Hernández Sifontes, Severo Martínez y otras personalidades. Pero comenzó a tomar otro giro, en el sentido que ya no hablaban de la arquitectura que habíamos llegado a estudiar, sino que hablaban de otra esfera de estudios que incluían bastante más el tema humanístico con orientación social. A mi juicio lo que estaba pasando ya no era sólo sobre la facultad,

116. Enrique Matheu, entrevista de B. Rabe, (16 de agosto de 2022). 117. Ramiro Soria, entrevista. 118. Edmond Mulet, «Re-estructuración de Arquitectura», Alerta. 18 de junio de 1972. 17.

Los temas tratados en las pláticas y en las mesas redondas y los libros que se “invita” a leer a los alumnos son todos de tendencias socialistas. Los mismos sociólogos, humanistas y ciencia-políticos invitados al Congreso, son conocidos por esa misma y desgraciada característica.

Edmund Mulet-Lesieur

había una agenda oculta, una agenda política que estaba poniendo en peligro la autonomía de la universidad. En ese entonces yo no estaba de acuerdo en que nos involucraran en temas políticos. Pronto ya no estábamos en línea, y poco a poco fuimos integrando un grupo que quería seguir estudiando arquitectura, el grupo EDA. Los términos que antes eran amistosos se fueron modificando y llevaron a una polarización. 116

En la interpretación que hace Ramiro Soria menciona algunas situaciones que contribuyeron, en ese momento, con la polarización del movimiento:

Yo nunca asumí ninguna posición política, pero si era combativo. Luchaba por mis derechos y, en lo personal, consideraba que no era justo que al estudiantado en general se le tratara de esa manera. En cierto momento comenzamos a recibir mensajes peyorativos como: son los que no vienen a estudiar, vienen a pelear, a hacer lucha social. El movimiento, además de crear consecuencias académicas, distanció las relaciones entre los que nos estábamos formando. Los del CRA fuimos etiquetados como los malos de la película. 117

Algunos medios de comunicación estaban siguiendo la noticia, unos divulgaban las acciones estudiantiles y otros comentaban que el movimiento estaba tomando un giro hacia la izquierda. Quizás uno de los comentarios más opuestos al movimiento estudiantil fue el de Edmund Mulet-Lesieur, que hizo serios señalamientos hacia lo que rotulaba como la peligrosa posición que estaba tomando el Congreso de reestructuración de Arquitectura. Cuestionaba que en el evento: «Los temas tratados en las pláticas y en las mesas redondas y los libros que se “invita” a leer a los alumnos son todos de tendencias socialistas. Los mismos sociólogos, humanistas y ciencia-políticos invitados al Congreso, son conocidos por esa misma y desgraciada característica». Indicaba que para probar lo que afirmaba, reproducía un párrafo de un boletín publicado oficialmente por la Asociación de Estudiantes de Arquitectura, en la que ésta, refiriéndose al “imperialismo” de Estados Unidos, sostenía: «Por eso la estrategia para un verdadero desarrollo de los pueblos oprimidos del mundo es la estrategia revolucionaria: la liberación, frente a la violencia reaccionaria del imperialismo y sus lacayos, la violencia revolucionaria de los condenados de la tierra». Para Mulet a todas luces ese párrafo invitaba abiertamente a la subversión. «Sólo un guerrillero podría escribir algo así, o por lo menos, alguien que está de acuerdo con las guerrillas».118

119. Mulet. «Reestructuración de Arquitectura». 17. 120. ïdem..

121. Pedro Pablo Palma, entrevista. Mulet continuaba: «Así, con este material que denunciamos, se está desenvolviendo la “re-estructuración” de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Mesas redondas, conferencias, pláticas, textos distribuidos, todo encaminado a lavar el cerebro de los estudiantes, para hacerles perder la noción de lo lógico. Los catedráticos que intervienen son comunistas (conocemos a uno) y los son los que llevan las riendas de este congreso». Después de estas serias acusaciones, Mulet hace un alarmante llamado:

La Cámara de Comercio y la Cámara de Industria de Guatemala, así como las asociaciones de productores, que son los que pagan impuestos al fisco, debieran reunirse en sesión permanente y enviar un memorándum al Ejecutivo para que, de alguna u otra forma, éste tome cartas en el asunto e intervenga, coarte, suspenda o algo parecido a la Universidad de San Carlos, sobre todo a las facultades “revolucionarias”, que, como la de Arquitectura, no están cumpliendo con una de sus principales funciones: la formación de buenos profesionales. De no atenderse el memorándum, no se pagarían impuestos hasta ver atendidas las justas reclamaciones de los que los pagamos»119

Mulet en su artículo también se refirió a un boletín que se adjudicaba a Pedro Pablo Palma en el que este afirmaba «una orientación popular de Arquitectura sólo será posible con una destrucción total del actual sistema establecido y con la toma del poder, económico y político por el pueblo».120 Al consultar en entrevista personal a Pedro Pablo Palma sobre lo anterior, dijo:

Publiqué un escrito titulado La encrucijada de Arquitectura en el que hacía ver mi posición sobre la situación que se vivía en la Facultad y en la que, además, dije otras cosas como que a lo que podía aspirar un estudiante era a ser dibujante de las empresas monopólicas de la construcción arquitectónica en Guatemala que ya estaban distribuidas en manos de la clase dominante. Que había que despertar la enorme capacidad creativa en el diseño que llevábamos en la sangre los guatemaltecos, después de haber construido ciudades magnificentes como Tikal, pero para ello había que romper con la costumbre de edificar con copias de los diseños y los planos de arquitectura de los estadounidenses. A lo más que se podría aspirar a construir como arquitecto, fuera de estas grandes empresas, era como maestro de obra de casas particulares. Lo cual todavía tiene cierta vigencia.121

122. P. P. Palma, entrevista. 123. Ídem.

El movimiento armado no tuvo nada que ver con el CRA.

Pedro Pablo Palma

Palma expuso que los directivos del CRA sacaron un comunicado en el que decían que su escrito era una posición personal y que nada tenían que ver con el movimiento. En efecto, «fue un planteamiento personal que me trajo bastantes problemas, yo no tenía ninguna incidencia en el panorama del CRA y en ese momento todavía no me había integrado al movimiento guerrillero».122

Palma Lau recalcó que no estuvo vinculado con ningún movimiento estudiantil de la Facultad, que la única vinculación como estudiante en la política universitaria fue cuando su hermano participó para presidente de la AEU en 1972, y ganó en contra de la candidatura del estudiante de arquitectura Mario René Villagrán que era dirigente del movimiento del CRA. Finalmente recalca que quienes decidieron vincularse con el movimiento guerrillero fue por convicción personal y no por medio del movimiento de reestructura. 123

Aquí se hace evidente los que ya se ha señalado, los movimientos revolucionarios estudiantiles tenían dos formas de proyectarse, la primera insistía en la participación armada, pero estaba la que consideraban que la acción política debía pasar necesariamente por el proceso de consolidación de la institución universitaria en el cumplimiento efectivo de sus funciones académicas y este fue el caso del CRA.

No se puede negar que la orientación del modelo de restauración social que se aplicaba tenía sólidos fundamentos ideológicos de la izquierda. Pero de eso, a sostener que había una vinculación con el movimiento guerrillero, había mucha distancia. En esa época muchos no pudieron establecer la diferencia, especialmente los movimientos contrainsurgentes que terminaron afectando a intelectuales y académicos que no tenían nada que ver con la violencia política.

La lucha ideológica y el conflicto por separar los aspectos políticos de la academia serían aspectos que afectarían el desarrollo futuro de Arquitectura. La mayoría de los que se irían durante el conflicto dentro de la facultad, insistieron en que no había problema para que la Facultad se actualizara y respondiera a la realidad nacional. Con lo que no estuvieron de acuerdo fue en la forma como este proceso de transformación se realizó y el rumbo político que tomó. En la Tabla 3,1 se resumen algunas interpretaciones que varios actores hicieron sobre este tema.

Tabla: 3.1. La percepción sobre el tema político ideológico

◊ La génesis del asunto no fue política partidista, sino académica, lo que puso el dedo en la llaga para que explotara toda esa angustia fueron las normas de evaluación que se propusieron. (Héctor Jiménez) ◊ Yo nunca asumí ninguna posición política, pero si era combativo. Luchaba por mis derechos. (Ramiro Soria) ◊ La propuesta de revisar el pensum y acoplarlo a las necesidades de Guatemala era correcta y buena, lo que no me pareció fue la forma. (Mario Flores) ◊ Hay grupos que tienen intenciones sinceras de mejorar las cosas, pero hay otros que por su naturaleza política desvirtuaron el objetivo de la facultad. (Víctor Cohen) ◊ Yo creía que se merecía un cambio de planes, pero desde el punto puramente académico. El problema es que tomó un cariz político. (Guido Ricci) ◊ Lo que estaba pasando ya no era sólo de la facultad, había una agenda política, se estaba poniendo en peligro la autonomía de la universidad. (Enrique Matheu) ◊ Lo malo era la percepción de que se dejaba muy por el borde el concepto académico y se enfocaba más en el concepto político. (Víctor Cohen) ◊ Había buenas intenciones, pero los estudiantes lo llevaron extremos políticos. La política marxista se involucró. (Augusto Vela) ◊ En mi opinión se politizó el asunto, había intereses oscuros de otras corrientes que aprovecharon la oportunidad, porque los cambios del reglamento de calificaciones no eran para tanto. (Jorge Escobar) ◊ El CRA se contaminó con líderes estudiantiles de la Usac comprometidos en política nacional. (Augusto Vela) ◊ Recibíamos un adoctrinamiento de pensamiento de izquierda y muchos buenos arquitectos se retiraron porque no les parecía ese enfoque. (Fernando Salazar) ◊ El ambiente era muy molesto, hubo muchos abusos, pues se había asentado en la universidad un movimiento del PGT. (Roberto Aycinena) ◊ El CRA no fue un problema académico, fue un problema político que estuvo influenciado por la política de la universidad y la política nacional. (Julio Corea) ◊ La posición de la derecha veía la subversión hasta debajo del colchón. Ellos creían que el movimiento era manipulado por la subversión. (Pedro Pablo Palma) ◊ Los temas tratados en las pláticas y en las mesas redondas y los libros que se “invita” a leer a los alumnos son todos de tendencias socialistas. (Edmund Mulet-Lesieur) ◊ El CRA no tenía ninguna incidencia ni relación con el movimiento guerrillero, yo me incorporé a la guerrilla por decisión propia, al igual que lo hicieron otros compañeros. (Pedro Pablo Palma) ◊ Que el Ejecutivo de una u otra forma, tome cartas en el asunto e intervenga, coarte, suspenda o algo parecido a la Universidad, sobre todo a las facultades “revolucionarias” como la de Arquitectura. (Edmund Mulet-Lesieur) ◊ Pienso que había que restructurar la facultad, pero no a trancazos. (Augusto Vela)

Fuente: Comentarios obtenidos en diversas entrevistas y recortes de prensa.

En medio de las discusiones sobre la vinculación política del proceso, se presentaría ante el CSU una polémica renuncia que resaltaría las serias diferencias que iban marcando las posiciones entre varios sectores.

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