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Se cierra el cerco

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Entrevistas

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El bloque del CRA había logrado sus objetivos académico-políticos más importantes, la Facultad contaba con un nuevo pensum y un enfoque curricular orientado a la vinculación social de la arquitectura. Ahora debía consolidar esos logros y para ello apuntaría a relevantes objetivos político-estratégicos. Las prioridades, que se consideraba determinantes para el éxito de la reestructura, eran que el CSU aprobara el sistema de gobierno propuesto y eliminar cualquier fuerza que no fuera congruente con sus planes.

El inicio del nuevo plan de estudios se había demorado, las principales causas fueron la falta de preparación durante el año anterior y la discordia por la contratación de docentes. Se aprovechó la oportunidad para integrar nuevos cuadros de profesores y dejar fuera a quienes no habían apoyado el CRA. El proceso de evaluación para la contratación de docentes fue muy cuestionado y, a pesar de los errores confesos de la comisión, opiniones en contra y abstenciones, la Junta Directiva conducida por el Decano en funciones, aprobó la nómina de docentes propuestas por la comisión. Sobre esta nómina caerían una serie de reclamos que finalmente ya no serían atendidos y, entre amenazas de nuevos problemas, el semestre iniciaría.

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El Decano cometió un error estratégico al solicitar permiso en un período que inició cuando se cumplían los cuatro años de su gestión. Cedió un importante espacio para que sus principales adversarios pudieran tomar el control total de la Facultad en un período de relevante importancia. Su ausencia dejaría desamparados a quienes apoyaron su gestión y contribuiría a acelerar la caída del modelo vigente y la salida los profesores que no avalaron la nueva propuesta. El Vocal 1 supo aprovechar la coyuntura al asumir como Decano en funciones y facilitar, de manera efectiva, diversas acciones para obtener los objetivos políticos del CRA.

Acciones para consolidar el CRA 176

Los estudiantes habían solicitado desde años atrás mayor participación y, en ese momento, el proceso los había llevado a empoderarse totalmente. Nada se hacía sin su consentimiento, pocos se atrevían a manifestar opiniones en su contra.

Una muestra de ese nuevo poder se reflejó en contra el presidente del Claustro, quien sin el apoyo de los profesores anteriores y con el Decano interino conduciendo la ofensiva, sería prácticamente destituido de su cargo. Con la salida de la anterior directiva del claustro, se obstruirían definitivamente las acciones del grupo opositor de docentes al interior de la Facultad.

Simultáneamente se estaba dando un irregular proceso de elección a Decano. La consigna era bloquear la elección a toda costa hasta que se readecuaran las fuerzas políticas y se aprobara el nuevo sistema de gobierno. La lucha por evitar que se realizaran las elecciones de Decano era intensa y todavía no había terminado. Se usarían todos los recursos, ya fuera para impulsarla como para frenarla. La insistencia por realizar la elección sin cumplir con los procedimientos legales abriría nuevos frentes en las fuerzas docentes y profesionales que estarían al pendiente de las nuevas acciones.

Quienes estaban a cargo del movimiento sabían la importancia de los posicionamientos políticos y ya habían experimentado el poder que daba la organización y los medios de presión para lograr objetivos dentro de la Universidad. Además, consideraban importante eliminar de tajo, cualquier vestigio del pasado que pudiera interponerse en sus proyectos de cambio. La acometida contra el sector docente y profesional e incluso hacia estudiantes opositores, por parte de la AEDA y del bloque del CRA, sería sistemática y contundente. Sus principales obstáculos seguían siendo algunas autoridades, docentes titulares y estudiantes. Atender este tema sería el paso siguiente.

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La Desintegración 180

LA DESINTEGRACIÓN

En septiembre de 1973, en Argentina, retornó al poder Juan Domingo Perón a quien la izquierda radicalizada apoyaba de manera casi incondicional, según decían sus simpatizantes era la puerta para la revolución argentina.

Pero, ese mismo mes en Chile, un presidente de izquierda que había llegado al poder por medio de elecciones, sería derrocado. El gobierno de Allende se había convertido en el referente de las posibilidades democráticas que la izquierda podía tener para alcanzar el poder en los países de Latinoamérica. El golpe en Chile fue un serio tropezón para la izquierda democrática latinoamericana y sería un argumento para que el sector más beligerante de la izquierda guatemalteca insistiera en la necesidad de que la lucha armada se fortaleciera.

Entre tanto, el cambio iniciado en Facultad de Arquitectura era irreversible. El posicionamiento estudiantil, que se hacía cada vez más fuerte, perseguía una revolución total dentro de la estructura facultativa y, para lograrla, se había demostrado que no tendrían contemplación alguna.

A esas alturas el concepto que había dado inicio a la Facultad de Arquitectura hacía más de una década, había sido anulado y sus fundadores estaban siendo inhabilitados o desplazados. La batalla interna dentro de la unidad académica era una réplica, a menor escala y con menos violencia, de las confrontaciones políticas que afectaban al país.

283. Enrique Matheu, entrevista personal. Las condiciones se habían ido construyendo gradualmente, se habían alineado los distintos recursos, planes y aliados para continuar con el proceso de reestructura de manera efectiva. Pero aún quedaban decisiones finales que salían del campo de acción del bloque y que dependían fundamentalmente del Consejo Superior Universitario. El conglomerado mantenía la expectativa sobre dos decisiones que consideraban primordiales, la aprobación del sistema de autogobierno y la elección de Decano. La decisión final sobre estos temas arrastraría serias repercusiones. El sistema de gobierno, la continuidad de los titulares, las continuas trifulcas y los fallidos intentos de colocar un nuevo Decano, estaban aportando al agotamiento y desintegración de la Junta Directiva.

Muchos profesores y estudiantes descontentos con la forma como se impulsaba el proyecto de reestructura, comenzaban a reflexionar sobre la opción de abandonar la Facultad. Quienes consideraban salir del escenario abordarían su propia agenda para crear una nueva Facultad de Arquitectura fuera de la USAC.

Después de eso decidimos irnos de la Facultad y comenzamos a hablar con otras universidades. Primero fuimos con la Mariano Gálvez, luego con la Marroquín y la Rafael Landívar (URL). Quien más nos ofrecía fue la URL. Entonces el Rector era el Padre Santos Pérez. Era una gran oportunidad llegarían muchos estudiantes y además tenían salones desocupados entre las 2 y las 5:30 de la tarde. Algunos padres apoyarían con becas a los estudiantes de pocos recursos y los profesores estaban de acuerdo con iniciar ad honorem. Estábamos aliados con los arquitectos que se habían opuesto cuando se tomó la Facultad. Pero no queríamos lo contrario de lo que estaba pasando en la San Carlos. 283

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