3 minute read
ELECTRONICA & ROLL - NOMBRES
from DJ Mag ES #115
Nombres
Bajo el pseudónimo de The Black Madonna, la DJ y productora Marea Stamper ha desarrollado su carrera hasta ahora. En pleno 2020 con las sensibilidades a flor de piel (nunca mejor dicho) una petición online en Change. org iniciada por el también DJ y productor Monty Luke alcanzó 1.000 firmas para que la artista se cambiara su alias por tratarse de una apropiación cultural de un icono católico de creyentes afroamericanos, caribeños y latino-americanos. Stamper, una DJ con un perfil muy activista en sus redes sociales con todas las minorías y muy comprometida con la causa LGTBI+, no ha esperado mucho para cambiarse el nombre transformándolo en The Blessed Madonna.
La propia artista emitió un comunicado en su donde explica el cambio y se muestra comprensiva con la situación. “Siempre he sido transparente sobre mi fe porque sentí la responsabilidad de ser clara acerca de quién era y quién no. El nombre era un reflejo de la larga y profunda devoción católica de mi familia al tipo específico de ícono europeo de la Virgen María que tiene un tono oscuro”, explica la norteamericana, mientras es inevitable no pensar en La Moreneta como posible influencia.
“A la gente que comparte esa devoción les encantó el nombre, pero mirando hacia atrás, debería haber escuchado con más atención otras perspectivas”, en referencia a toda la campaña de Change.org que inició Monty Luke, cuando el propio dueño de Black Catalog le escribió sobre este asunto y nunca tuvo respuesta. Hay que entender que en Detroit existe el denominado santuario de Black Madonna, que es una figura cultural importante para muchos interesados en la idea de un feminismo negro y la lucha racial de los últimos 50 años. Que una mujer blanca, residente en Chicago (ciudad rival), adopte ese nombre artístico puede crear, como poco, confusión y recelo.
La propia Stamper lo zanjó y cortó por lo sano: “Pero ahora escucho fuerte y claro. Mi alias ha sido un punto de controversia, confusión, dolor y frustración que distrae de las cosas que son mil veces más importantes que cualquier palabra en ese nombre. Vivimos en tiempos extraordinarios y esta es una parte muy pequeña de una conversación mucho más grande, pero todos tenemos la responsabilidad de tratar de promover un cambio positivo de cualquier manera que podamos. Quiero que os sintáis seguros de la persona que soy y de lo que defiendo”. Todo para rematar con un mensaje reivindicativo contra la policía de su ciudad natal, Louisville, para pedir la detención de los tres policías que asesinaron a Breonna Taylor, visibilizando su compromiso contra la injusticia.
El propio Monty Luke elogió a Marea Stamper por tomar la decisión final de dejar de utilizar el nombre The Black Madonna. “El tema de la apropiación cultural es generalizado, matizado y complejo. Espero que el diálogo que esto ha provocado continúe para que podamos obtener una comprensión más profundas de todos los rincones de la comunidad de música de baile en un esfuerzo por avanzar juntos”, sostiene el productor como conclusión de esta polémica, que nos ha dejado un buen reguero de memes, alguna cuenta parodia de TBM y una serie de interesantes reflexiones.
Una de ellas es la de Bradley Zero, que nos puede ayudar a comprender ese sentimiento de apropiación que puede levantar cierto escozor en la población negra y que también pone en liza las contradicciones del uso de un nombre como The Black Madonna, de una supuesta activista como ella. El británico se preguntaba cómo era posible que le haya alcanzado aesta cuestión tan tarde con un pseudónimo, a priori, tan proclive a la controversia, sobre todo en los tiempos de corrección política que vivimos… siendo la propia Stamper un buen ejemplo de ello, cuando acusó a Marquis Hawkes de algo que ella misma estaba haciendo.
Pero quizá la más realista y certera es la reflexión de Honey Dijon – DJ y productora negra y transgénero – al afirmar que, en medio de una pandemia, la gente tiene más tiempo de preocuparse por el nombre de una DJ que por los verdaderos problemas que tenemos en esta situación. Y razón no le falta…