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EMILIO LOZOYA

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CONDICIONES

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EMILIO LOZOYA QUIERE ROBARSE EL HOME Y DESVIAR LA ATENCIÓN DE LA CRISIS PRESIDENCIAL

TEXTO MARIO ORTÍZ MURILLO |

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EL MAGO DE LAS PARADAS CORTAS

Nace un nuevo espacio en Dossier Informativo MX: Bateo y corrido. A partir de este número presentaremos un análisis diferente de la política nacional, basado en el uso de las herramientas que el rey de los deportes nos otorga. Con bat en mano, preparado para pegar batazos en todos los rincones de la escena política protegidos con un guante firme para detener los embates de extremistas, en Bateo y corrido lo mismo se revisarán las jugadas maestras, que las penosas pifias de los costosos errores de los políticos que solo se paran en la caja de bateo para comerse el ponche o errar en la jugada clave. Como en todo juego, la acción inesperada, el estratégico movimiento para pegar de hit o de plano volársela del parque serán objeto de crítica y reflexión en esta columna que, sin concesiones, trata a gobernantes, grilleros y representantes sociales de forma semejante a los peloteros del selecto equipo de la clase política mexicana. Si quieren conocer de cerca el juego de la comunicación política, el marketing, propaganda y la gestión presidencial, de gobiernos, congreso, y todas aquellas fuerzas que disputan día a día el poder, la agenda y hasta la carrera presidencial, no pueden perderse Bateo y corrido, el sitio correcto para volársela del parque y conocer con humor el tino y desatino de esos jugadores que un día son zurdos y otros batean del lado de los diestros sin pudor que ni pichan ni cachan ni dejan batear.

En el rey de los deportes como ocurre en la política mexicana, los protagonistas se corren las bases a toda prisa, muchas veces con cautela otras por ambición, pero siempre cuidándose de no quedar fuera por un error involuntario, leer la jugada exacta, de eso se trata el juego.

Es un Hit and run, pega y corre, arriésgate y lánzate a correr las cuatro esquinas tratando de definir la emoción de cada jugada que en el circo beisbolero de nuestra cultura mexicana

todo puede ocurrir y como diría Yogi Berra “esto no se acaba, hasta que se acaba”, ni siquiera cuando se fue el PRI de Los Pinos. Las medias tintas no caben en esa apuesta política y beisbolera. En nuestra política nacional, llena de falsas señales, embustes y video escándalos para engañar al adversario y, al final, salir con el toquecito de sacrificio. Todo puede pasar, en nuestra política beisbolera: cuidarse de los grandes batazos, adelantar de base aquel poderoso toletero al cual no se quiere enfrentar. Todo acto político, se parece al librito de jugadas del beisbol. Que arranque Bateo y corrido al grito de Playyy baaall!!!

Robándose el home plate.- Emilio Lozoya, Emilio L. o el bateador emergente recuperado por la 4T para desestabilizar las entrañas del sistema político mexicano se convirtió de la noche a la mañana en el as bajo la manda del caudillo de Palacio Nacional, el astuto propagandista matutino para desviar la atención mediática y social que cuestiona la eficacia de las medidas implementadas por el gobierno federal para enfrentar los estragos de la pandemia. El funcionario soplón ya pegó su primer hit y tan pronto llegó a primera base, y tocó suelo mexicano tras su autodestierro y fuga, pasó de delincuente confeso a testigo protegido, porque él y solo él será es el único capaz de revelar los secretos de cómo Enrique Peña Nieto con el financiamiento de la trasnacional Odebrencht logró financiar la campaña que a la postre le permitiría ganar la presidencia de la República al mexiquense, y dejar al tabasqueño de nuevo derrotado con las bases llenas. La aparición de Emilio Lozoya en la escena pública resultó

sorprendente más que el juego perfecto de Don Larsen en Serie Mundial en 1956, su presencia en la escena mediática resultó eficaz para resistir los embates de la prensa que lleva la cuenta de las bajas provocadas por la pandemia y culpa al gobierno de la izquierda evangélica. Lozoya llegó como el pitcher relevista para contener las críticas y desviar la atención en el momento más dramático de la contingencia sanitaria, por primera vez el gobierno cambió la agenda dominada por la crisis sanitaria para instalar al soplón del régimen priísta en primer plano y colocarlo en el montículo de las responsabilidades. De esta manera en la narrativa del presidente al que ya le habían propinado una blanqueada por los constantes tropiezos en la conducción económica y sanitaria, resucitó. Así, el poderoso tolete del cuarto bat de la 4T, Andrés Manuel, con el recurso de culpar al pasado del desastre económico seguirá preservando el mito del FRAUDE, ese que desde 2006 y 2006 sigue en el imaginario de AMLO y de sus fieles seguidores. Con el dicho de Lozoya, además de Felipe Calderón se suma Enrique Peña Nieto como los adversarios que rompieron las reglas y, según el chivatón de PEMEX, hicieron trampa arrebatándole al iluminado de Macuspana el derecho de ser presidente en sus dos turnos al bat previos. Fue la tercer y vencida cuando pudo derrotar a la mafia del poder con más poder que los mismísimos Yankees de Nueva York y ocupar la anhelada silla presidencial.

Pese a esa actitud triunfalista frente a la crisis, las acusaciones que como batazo a ciegas a puesto a Luis Videgaray, Ricardo Anaya y prominentes panistas no ha sido sostenido con pruebas ante la Fiscalía General de la República, por eso más que un sonado ponche sigue pegando de foul una y otra vez. De nuevo esa actitud de justiciero ayuda al régimen a purificarse y condenar de todos los males del putrefacto sistema político al arcaico tricolor que desde los remotos ochenta con Salinas de Gortari hasta el Peñato solo la fuerza moral del lopezobradorismo lograron derrumbar en la heroica gesta de 1 de julio de 2018.

Emilio Lozoya como esos jugadores que se colocan en un juego cerrado lo obligan a avanzar en las bases al ritmo y tenor del régimen, hoy se lanza contra Peña Nieto, el panismo y, seguramente en los próximos días sus acusaciones tocarán a nuevos actores, enemigos del régimen que servirán para ir poniendo en orden a los opositores del presidente.

En su ruta hacia home, en busca de robarse el plato y anotar tratando a toda costa de salirse con la suya, el juego puede cambiar radicalmente. A Lozoya lo hemos visto, correr sin prudencia representa el más grande de los riesgos. Especialmente cuando las acusaciones contra sus compañeros del gabinete y el ex presidente Peña Nieto no parecen sustentados en pruebas irrefutables. Sin duda el director de PEMEX del gobierno anterior abrió la cloaca de un escándalo que cobrará muchas víctimas, pero también es cierto que si los actos de corrupción maquillados por Lozoya no

logran llevar a tribunales al Peña Nieto por la debilidad de las pruebas, será AMLO y su aparato propagandístico quienes terminarán comiéndose el out en home y deberán pagar el costo de un proceso mediático sin condenar a los peces gordos, ese es el riesgo de una cacería de brujas a los expresidentes cuando por demás es sabido que la debilidad del actual gobierno es el conocimiento del marco jurídico, el cual al parecer ya haberle propinado el primer strike al presidente. El efecto de toda la comedia implementada para imponer el escándalo Lozoya por encima de la crisis económica y social provocada por la pandemia será fundamental en el escenario electoral de 2021, de eso se trata toda esta estrategia que está en juego, donde un pelotero de tan poco talento y velocidad como Emilio L. depende que logre robarse el home. Si lo hace con la eficacia del desfalco millonario a la paraestatal, queda esperanza para que el chivatón petrolero contribuya a fortalecer el poderoso juego del alicaído jonronero de Tabasco. DIMX

@mariopuma

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