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LA VIDA ES UNA CONS
LA VIDA ES UNA CONSTANTE PASIÓN POR CREAR E INTENTAR: SANDALIO SAÍNZ DE LA MAZA
TEXTO EDMUNDO CACERES
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Para Sandalio Sainz de la Maza, creador y fundador del Maratón Internacional de la Ciudad de México y férreo promotor del deporte en nuestro país, si no hay pasión ni emoción en lo que haces no tiene sentido alguno, mucho menos, llevarlo a cabo por mera obligación o por obtener un dinero fácil y rápido.
Las cosas se tienen que hacer con total entusiasmo, con ganas de servir y ser útil. “La vida es una constante pasión por crear e intentar”. Desde niño y hasta su edad madura, siempre estuvo seguro que sería un triunfador de innumerables retos y luchas, más sin embargo, jamás se imaginó que la vida le jugaría una mala broma, y de repente, le tocó perder una batalla frente al COVID19 que lo sorprendió y derrotó.
El pasado viernes 26 de febrero accedió conversar con este reportero frente a una taza de café en el restaurante del Campo Marte, a un costado del Auditorio Nacional, en donde nos confió sus deseos de convertirse en candidato a la Alcaldía de Tlalpan, cobijado por una alianza partidista PRI/PAN/PRD, pero el Comité Ejecutivo del PRI en la Ciudad de México le jugó sucio dándole la candidatura a otra persona, no obstante que ya estaba amarrada la candidatura para él. Confiado, se dio a la tarea de llevar a cabo una gira proselitista con su gente en Tlalpan donde tenía ubicado su domicilio particular, desafortunadamente, se contagió del COVID19 y en tan sólo 2 semanas, le costó la vida.
Profesor de carrera por la Escuela Superior de Educación Física, un visionario y amante del deporte, para él, jamás existieron los imposibles. Su sueño de crear el Maratón Internacional de la Ciudad de México, tuvo una merecida recompensa al ser reconocido y anotado dentro del Libro Guinness de Récords Mundiales. Durante la entrevista exclusiva concedida a este reportero, lo observé lleno de energía y con una emoción especial, totalmente confiado que se convertiría en Alcalde de Tlalpan, en donde había vivido desde hace poco más de 45 años. Me pide que esta entrevista la publicara el lunes 7 de junio, un día después de su triunfo en las casillas pero el destino le tenía preparado otro final.
A manera de sencillo pero merecido reconocimiento, es mi deseo dar a conocer esta interesante charla con un hombre fuera de lugar. Amable, inteligente, emprendedor, leal amigo y siempre dispuesto a brindar ayuda a quien lo más lo necesitara. Enviando un saludo fraternal y respetuoso a sus hijos, hermanos, familiares y amigos.
-¿Cómo le va en la vida?
-Muy bien. Soy una persona sumamente feliz. Si me pides que haga una reflexión sobre mi vida, uff, te puedo decir que estoy encantado de todo lo que he podido lograr, de todo lo que he tenido la suerte de conocer, imagínate, hasta hablo ruso.
-¿Un errante deportivo?
-Cuando estuve en el Instituto Mexicano de la Juventud, que en ese entonces dirigía Silvia Hernández y que luego lo transformaron como CREA, llevamos a Rusia, en repetidas ocasiones, a muchos deportistas mexicanos.
-¿Cómo era el niño Sandalio que nadie conocemos?
-Era terriblemente inquieto. Estuve en la escuela bilingüe la American Counter School of English, que por cierto ya no existe. Tuve de compañeros a Jorge Ortiz de Pinedo, Susana Dosamantes, Alejandra Alessandrini y también a Yazmin Alessandrini,
aunque ella estaba tres años màs abajo que nosotros, así como Angel Papadòpulos, un prestigiado cirujano plástico.
-¿Qué número le tocó ocupar en su familia?
-Me tocó ser el tercero de siete hijos, cinco hermanas, mi hermano y yo.
-¿Su papá a qué se dedicaba?
-Tenía un rancho en el pueblo de Tlamimilolpan, muy cerca de Texcoco con una extensión de 360 hectáreas que después se lo vendió a Matsumoto. Ese señor convirtió esa zona en algo muy exitosa porque ahí se fabricaba un whisky muy famoso y hasta una pequeña cuenca lechera.
-¿De niño era bueno para los negocios pero burrito para la escuela?
-No burrito no, màs bien, era medio aplicado y terriblemente inquieto…
-¿De verdad..?
-Uff, no sabes. A las niñas les amarraba sus trenzas con otras niñas o del mismo pupitre. Era muy travieso. Por cierto, en la escuela había un ratoncito muerto, lo recogí y se lo ponía en los útiles a mis compañeras, pero un día, me subí al camión de regreso a mi casa, se me olvidó que en la bolsa de mi pantalón llevaba el ratón muerto, de repente empezó a escurrirme algo, cuando meto la mano, saco el ratón, ja,ja,ja, el gritadero de mi mis compañeros arriba del camión, entre todos hicieron que me bajara a tirarlo, al llegar a mi casa le cuento lo sucedido a mi mamá, me puso una buena regañada por los riesgo que corría mi salud.
-¿De verdad, resulta muy gratificante nacer en pañales de seda?
-Pues para mí sí y siempre lo fue porque mis papás me dieron lo mejor, tanto fue así, que nos clasificaban como de la clase media alta.
-¿En dónde vivían?
-En el rancho de mi papá cerca de Texcoco, tiempo después, compró una casa en la colonia Nueva Santa María en la calle de Clavelinas y Platanales, ahí, llegué a los 10 años de edad,
por cierto, frente a mi casa vivía Ema Godoy, que tenía aproximadamente unos 30 perros, una extraordinaria mujer que se dio a la tarea de crear el Instituto Nacional de la Senectud -hoy INAPAM- aparte de ser reconocida ampliamente en la ONU.
-¿Y las tareas también se las hacia su mamá?
-No que va. Nos exigían la hiciéramos nosotros, solo nos supervisaba. Imagínate una mamá con siete niños, así como si fuera una marimba, seguiditos uno tras otro.
-¿Y el juguete favorito?
-El futbol en la calle con mis amigos, cosa que ahora ya no se puede realizar. Antes, pasaba un carro cada 20 minutos, ahora, pasan 20 carros por minuto. También era muy aficionado al famoso “tochito”, padrísimo poder convivir con los amigos y vecinos.
-¿Había valores más firmes?
-Definitivamente, a mis 72 años de edad, nunca me han operado de nada. Juego frontenis. Tengo muchos deseos de vivir, de hacer muchísimas cosas y participar.
-¿Gracias a la vida..?
Lo has dicho a la perfección. La vida es para hacer cosas, crear e intentar.
Cuando le preguntaron al
Premio Nobel Sir Winston
Churchill ¿Qué es la política?, Churchill responde:
“La política es como la vida misma, absoluta pasión”. Si no hay pasión ni emoción en lo que haces no tiene sentido alguno, mucho menos llevarlo a cabo por obligación o por dinero. Las cosas se tienen que hacer con total entusiasmo, con ganas de servir y ser útil.
-¿Vivir para servir o servir para vivir?
-Vaya pregunta, mira Edmundo, créeme que te felicito mucho por la tarea que estás llevando acabo con estas brillantes entrevistas y no obstante que no recibes un
peso a cambio. Reconozco esa gran capacidad y talento con entrevistas que se han convertido en tendencia nacional y han acaparado la atención de todos.
-¿La vida la mueven los motores o las máquinas?
-Ja,ja,ja, esa era una frase célebre de Víctor Hugo, no por supuesto que no. La vida la mueven las ideas.
-¿De dónde demonios saca tantas fuerzas Sandalio Sainz de la Maza para crear tanto el Maratón Internacional de la Ciudad de México e infinidad de actividades sociales?
-La verdad es que no lo sé.
-¿No será que quedó influenciado por tanta la tele que veía de niño y echaba a volar su imaginación?
-La televisión mexicana se inauguró el primero de septiembre de 1950 con el IV Informe de Gobierno del Presidente Miguel Alemán Valdéz, a través de la señal de XHTV Canal 4, que en ese entonces era en blanco y negro.
-¿Por qué lo tiene tan claro porque usted tenía acaso un par de años de nacido?
-Porque me encanta investigar. Con el paso del tiempo conocí a Miguel Jiménez San Pedro, con quien tuve el gusto de trabajar y que desempeñó como el presidente más joven que haya tenido la Cámara de Diputados y fue él, precisamente, quien le contestó el IV Informe a Miguel Alemán a sus 25 años de edad.
-¿Sandalio Saiz de la Maza es un deportista o un político?
-Mira, cuando tenía 20 años de edad, Jiménez San Pedro me invitó a trabajar con él en la Delegación Benito Juárez y me nombro como Jefe de la Unidad de Actividades Deportivas y Sociale
-¿No fue un tanto temerario nombrarlo así de “bote pronto”?
-La verdad es que sí, mientras que el subdelegado era Miguel Castillo que era de mi misma edad y Arath de la Torre, el papá del actor, era Jefe de la Unidad de Parques y Jardines.
-¿Insisto, desde niño Sandalio ha sido colmado de “mimos”?
-No, jamás me pegaron, tenían otro sistema demasiado inteligente, nunca utilizaron la violencia para controlarnos, las regañadas o “sermones”, dolían más que unas cuantas nalgadas.
-¿A lo mero macho, era usted un “pan de Dios”?
-Pues no “un pan de Dios”, como lo dices, pero tampoco fui conflictivo o chismoso y en premio me estimulaban en los regalos de Reyes con un caballito de madera equipado de resortes que era mi fascinación, así como carritos de bomberos.
-¿En esa época que soñaba ser de grande?
-Mi papá nos metió a mi hermano y a mí, al Colegio Cristóbal Colón, una escuela solo para varones.
-¿Un auténtico “Club de Tobi”?
-Sí, indudablemente, para donde quiera que volteaba puros hombres veía y hasta los maestros eran puros hombres. Ahí conocí a gente muy interesante y aprendí muchísimas cosas.
-¿A qué Maestro de secundaria le guarda un especial cariño?
-A Eduardo Palmer, quien fue director técnico del América iba a enseñarnos futbol. Por cierto, me tocó organizar un concurso en mi escuela que le pusimos “Quién es Quién” y yo me disfrazaba de Clavillazo el actor.
-¿Cuál fue el mejor año en la secundaria?
-Todos, en especial, las clases de historia, pero Física y Química me traían un poco de cabeza. Me aprendí de memoria la vida del Albert Einstein. También era un apasionado por el básquetbol.
-¿Alguna vez reprobó alguna materia?
- No, ni cuando estuve en la Escuela Superior de Educación Física en donde me daban 300 pesos al mes por obtener las mejores calificaciones.
-¿Un auténtico “nerd”?
-No, nunca me consideré como tal.
-¿Y la primera novia?
-Laura de los Cobos, quien era integrante del Ballet Folclórico de Amalia Hernández, luego lo fue Alejandra Alessandrini y Susana Dosamantes.
-¿Qué programas de tele veía que lo hicieron tan despierto?
-Fijate que en mi familia, fuimos de los primeros en tener una televisión en aquellos tiempos, y por ello, se consideraba como “riquillos”. Los domingos no me perdía “Teatro Fantástico” con Enrique Alonso “Cachirulo”; luego me invitaron a participar en el programa del “Tío Polito”, también me gustaba mucho “Cómicos y Canciones” con Viruta y Capulina, un humorismo muy sano sin albures ni groserías. Era una televisión que de verdad unía a la familia. “Domingos Hérdez”, con Héctor Lechuga y Chucho Salinas y para irnos a dormir, era ver “Comentarios y Celebridades” con el maestro Agustín Barrios Gómez. -¿Por qué no me dice qué
quería ser de grande?
-En mi mente no había otra ambición que ser ganadero como mi papá, al ser el hombre mayor de sus hijos, pues había puesto sus expectativas para que yo continuara con lo que él había forjado desde el principio…
-¿Su padre ya presentía su muerte y aceleró que usted continuara su labor?
-Oye Edmundo, ¿Acaso eres sicólogo?. Fijate que un 9 de noviembre me voy a despedirme de él porque tenía examen de química y cuando regreso de la escuela a mi casa, mi papá ya estaba muerto a causa de un infarto, un golpe terrible para toda mi familia y el proyecto de tener un gran rancho pues se fue al olvido.
-¿Aprendió a montar a caballo?
-Por supuesto… -¿Cuántas veces se cayó del caballo?
-Ninguna, no obstante que una caída del caballo es sumamente tremenda
-Jinete que no cae del caballo no es buen jinete… -No me preocupaba en lo más mínimo porque lo mío eran lo deportes.
-¿Cómo logra sobreponerse a la intempestiva muerte de su papá?
-Gracias al deporte, participaba en diferentes ligas y torneos como aquel famoso Club Peñarol y el Botafogo.
-¿Cómo ingresa a la Escuela Nacional de Educación Física?
-Gracias a una vecina que me dice que su hija acababa de ingresar a la Escuela Nacional de Educación Física y como sabía que hacía mucho deporte, me anima para que realice los exámenes de ingreso.
-¿Le costó mucho trabajo ingresar?
-Me preparé a conciencia para acreditar los exámenes físico, médico y de conocimientos generales, eran sumamente difíciles. Más de tres mil los aspirantes y solo entregaban mil fichas. De esos mil, solo pasaban 250. Mi mamá y hermanos estaban felices que me haya quedado en la Escuela de Educación Física, hasta animaron a mi mamá para que me dejara llevar el carro que era de mi papá e irme a la escuela. Un Chevrolet precioso de 8 cilindros con bujías como de avión
-¿Ya contaba con su licencia de manejo?
-No, tenía 15 años de edad y como menor de edad, tramité un permiso especial. Llegaba a la escuela con mi carro, por fin, podía alternar con mujeres en la escuela y después de estar acostumbrado a tratar con puros hombres.
-¿Cuántas veces se fue de pinta y con carro?
-Muy pocas veces, cuando te hace falta tu padre como que te entregas más a lo tuyo.
-¿Qué metas se fija estando en la Escuela Superior de Educación Física?
-Siempre me ha gustado ser el mejor, era un reto conmigo
mismo. Creo que fui un buen estudiante, además, era el de menos edad en toda la escuela y la terminé a los 18 años.
-¿Al concluir sus estudios en la Superior de Educación Física que optativas tenía?
-Ingresé a la Escuela de Periodismo Carlos Septién García con don Alejandro Avilés, así como también logre hacer una buena conexión con el maestro Manuel Pérez Miranda.
-¿Por qué decide entrar a la Carlos Septién si lo suyo era el deporte?
-Me sentí con enorme energía, siempre he sido muy inquieto buscando alternativas o complementos. En las mañanas daba clases de educación física porque se convierte en el líder natural de los niños y jóvenes, te identificas con ellos de inmediato y los analizas a fondo. Por cierto, en alguna ocasión y siendo Director General de Promoción Deportiva del Distrito Federal, el entonces Regente de la Ciudad Ramón Aguirre, me mandó con su representación a un aniversario de la fundación de la Escuela Carlos Septién García, el maestro Manuel Pérez Miranda, director general de la Carlos Septién me presenta como exalumno y recibo una enorme e inmerecida ovación.
-¿Un sicólogo encubierto?
-Mira que tú no cantas mal las rancheras ehhh, en cinco minutos que conversas con tus entrevistados los desnudas completamente y hasta descubres su forma de carácter. Recuerdo que tuve como alumno a Cristóbal Ortega, un extraordinario futbolista profesional, jugador del América y seleccionado nacional.
-¿Concluye la carrera de periodismo en la Carlos Septién?
-No, desafortunadamente no porque Manuel Jiménez Guzmán me invita a colaborar con él en la delegación Benito Juárez en 1972 y con el trabajo que realizamos, queda en décimo lugar en los Juegos Deportivos Metropolitanos.
-Jiménez Guzmán era un político de sepa…
-En efecto, los delegados políticos eran personas de enorme talla y no como sucede ahora que hasta al chofer de la 4T lo nombran virrey. Eso depende de la preparación y no de la actividad que realicen. -¿No es mejor zapatero a
tus zapatos?
-Hay deportistas muy bien preparados…
-¿Cómo Cuauhtémoc Blanco?
-Cuauhtémoc Blanco es un deportista con pésima preparación académica. Lo mismo sucede en la Cámara de Diputados y de Senadores con el arribo de artistas como representantes del pueblo, pero también, hay líderes campesinos que saben a la perfección la problemática del campo.
-¿Qué me dices de don Alfonso Martínez Domínguez que ni siquiera termino la primaria y fue un muy destacado político?
-Pues ahí tienes una prueba clarísima, inclusive, el profesor Carlos Hank González, esos eran verdaderos señorones de la política mexicana y sin haber ido a estudiar a Harvard. -¿Cuantos obstáculos tuvo
que vencer para implementar el Maratón Internacional de la Ciudad de México?
-Cuando estuve como director de Promoción Deportiva de la Ciudad de México, gracias a la oportunidad que me brindó Ramón Aguirre, le presentó al entonces presidente de la República Miguel de la Madrid mi proyecto. El Maratón Internacional era una laguna que le hacía muchísima falta a la Ciudad de México, dado que el Maratón más antiguo es el que se lleva a cabo en Boston, EUA.
-¿Qué repercusiones tuvo su proyecto?
-Cuando hice el Maratón Internacional de la Ciudad de
México era un primer gran paso a lo que será el hombre en el futuro. El Ultra Maratón en los 80’s, que era de 100 kilómetros, me decían que estaba mal de la cabeza porque se iba a morir la gente y no pasó absolutamente nada. El hombre dentro de 30 años, va a correr desde la Ciudad de México hasta Tijuana, son como tres mil kilómetros y tendrá que recorrer 100 kilómetros diarios, lo que a la ligera parece una locura pero no. Los Maratones de 40 kilómetros lo corren personas de casi cien años y no pasa nada.
-¿Una auténtica fiesta para Juan Pueblo?
-Pues fíjate que nada más ni nada menos. En el interior del país surgieron de inmediato poco más de 40 maratones como los de Morelia, Puebla, Culiacán, Guadalajara, etcétera, fue un detonador porque constituye un programa de salud pública. Obviamente, poníamos en práctica pequeñas carreras de 10 o 20 kilómetros para preparar a la gente. -¿Qué pasa por la mente
de su creador, el hecho que el Maratón de la Ciudad de México figure en el Récord Guinness?
-Una emoción padrísima saber que una cosa que uno inicia tenga una repercusión mundial, pero sobre todo, que se haya convertido en el Maratón de mayor participación a nivel mundial.
-¿Por qué ya no se le imprime el mismo ímpetu como cuando usted lo coordinaba?
-En ese tiempo, no se utilizaban adecuadamente los tiempos oficiales de radio ni de televisión, así es que me dí a la tarea de llevar a cabo un auténtico bombardeo de spots y ayudó muchísimo a que la gente se inscribiera.
-¿Cómo lo recibían las televisoras y estaciones de radio?
-Increíblemente bien, lo mismo iba con Jacobo Zabludovsky en Televisa que con López Dóriga, existía la total disposición de apoyar su difusión.
-¿Cómo le hizo para que todo saliera a la perfección?
-Todo lo ensayamos con la debida anticipación, además, el disparo de salida era a las 9 y media de la mañana y no a las seis o siete de la mañana porque a esa hora no hay gente en las calles.
-¿El Maratón es cosa de romper records o ratings?
-No, en el Maratón no existen los records porque las topografías son muy diferentes.
-¿Cómo logró conjuntar criterios con autoridades locales, federales y hasta militares para que todo saliera a la perfección?
-México no tenía un evento de esa envergadura, después pudimos traer la Fórmula 1 y el Ultra Maratón. -¿Recibía una lanotota por
la organización de un evento de tal magnitud?
-Tenía mi sueldo de director general de Promoción Deportiva y contaba con todo el apoyo del Regente de la Ciudad o Jefe del Departamento del Distrito Federal como se le conocía antes. Los celulares entraron en servicio hasta 1989 y en 1982 me habían proporcionado un automóvil equipado con teléfono, además, me daban un trato de funcionario público de alto nivel.
-¿Cuál es la diferencia entre lo brillante y lo mediocre?
-Que buena pregunta y la respuesta es tan simple: Un esfuerzo más. Carreras Atléticas y Maratones se hacen en todos lados.