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La tecnología y la comunicación

Colaborador Carlos Tolentino

En la actualidad es un hecho innegable que la internet juega un papel esencial en nuestro diario vivir, y también que la forma de comunicarnos ha cambiado radicalmente en los últimos años. La tecnología y sus diversos usos en la comunicación nos ha favorecido por la reducción de las limitantes para ponernos en contacto con otras personas sin importar el lugar o distancia. El uso de la internet acompañado de los avances tecnológicos, difícilmente llegará a reemplazar la capacidad de los seres humanos para comunicarse entre sí y expresar sus ideas, con su timbre de voz y con su presencia física.

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Llegar a persuadir a una persona para llevar a cabo una acción, realizar una negociación a fin de lograr un acuerdo, o simplemente identificar las emociones de los miembros de un equipo de trabajo, difícilmente podrán llevarse a cabo de forma exitosa a través de un correo electrónico, una llamada o una serie de mensajes por WhatsApp o cualquier otra herramienta de comunicación que planifica la vida hoy día. Las tecnologías son un hecho real, existen y son necesarias, por lo tanto, no hay posibilidades de rechazo, hay que aprender a convivir con ellas y aprovechar las ventajas que nos ofrecen, a la vez que debemos tratar de evitar o reducir los riesgos que implica su introducción y aplicación en nuestras sociedades. Lo que sí es un hecho es que ofrecen una gama importantísima de posibilidades de comunicación entre los seres humanos.

Con el empleo de las tecnologías en la comunicación se podría afirmar que se está perdiendo la línea divisoria entre lo real y lo imaginario, o que necesariamente estamos entrando en una nueva forma de configurar las estructuras sociales: familia, escuela, educación, el mundo político, etc.

La utilidad de la tecnología depende de quién la desarrolla, la maneja y la controla y al servicio de qué intereses está. Es la forma cómo se usen lo que determina las consecuencias en el plano social e individual, formas que están a su vez culturalmente determinadas, pues dependen de cómo se concibe el mundo, las relaciones humanas, las relaciones de producción, los valores y presunciones que orientan y regulan la actividad. Sigamos construyendo relaciones sociales en la vida, apoyándonos de las habilidades de comunicación y apoyándonos en la tecnología.

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