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Reportaje “Entre la vía y la muerte”

ENTRE LA VÍA Y LA MUERTE

Reportaje ganador del primer lugar en el concurso “Redacta y Salva Vidas por la Seguridad Vial”

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Diana Leonor García

Si fuera posible definir en palabras, el año 2020, sería “quédate en casa”. Nadie imaginó cuánto peso tendría esta frase para el país y cuánto cambiaría el modo de vida de los dominicanos, un pueblo con tanto deseo de salir, de compartir, de visitar y celebrar; justamente esto es lo que se prohíbe hacer, para el bien de todos, claro.

¿Es realmente el 2020 un año perdido? Para muchos lo es, sin embargo algunos lo han tomado como la oportunidad para cambiar y transformarse, convertidos en crisálidas ansiosas por salir del saco. Un año que inició como cualquier otro, lleno de metas por realizar y muchos proyectos por comenzar, donde nadie imaginó que la pandemia mundial del Covid 19 terminaría con todos los planes apenas comenzados.

El corona virus se convirtió en tsunami que con su fuerza se llevó todo a su paso, cambiando sueños por distanciamiento social y esperanza por toque de queda. Es por esto que atendiendo a la disminución de personas circulando (sobre todo flujo vehicular), quizás se pensara en una baja de los accidentes de tránsito, pero no fue así.

Si hay algo que la pandemia no pudo cambiar, fue esto, la cantidad significativa de víctimas por accidentes de tránsito.

Cada año mueren miles de personas víctimas de accidentes de tránsito en la República Dominicana, siendo el segundo país, de los 182 pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con más muertes en accidentes de tránsito por cada 100 mil habitantes, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en donde los jóvenes son los más afectados. El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) registró en el año 2020 un total de 1,725 personas fallecidas por accidentes de tránsito, de los cuales 1,469 fueron hombres jóvenes con un rango de edad entre los 21 y 25 años, que tenían como medio de transporte una motocicleta. Para ser más específicos, 1,231 personas murieron mientras se transportaban en este tipo de vehículo. Ni las víctimas, ni sus familiares valorarían tanto la frase de quédate en casa, al imaginar que esta acción salvaría la vida de sus seres queridos.

En el 2020, año en donde se detuvo parcialmente el turismo y el comercio, en donde los pequeños negocios cerraron sus puertas por miedo al contagio y por la falta de clientes (muy diferente al 2019 que fue un año muy activo, lleno de turistas y donde el país enfrentaba una campaña política por el cambio de gobierno, y las marchas y caravanas estaban en todas las esquinas), uno pensaría que las cifras de las personas fallecidas comparadas con las del año 2019 serían menos elevadas, si se mide el movimiento de estos dos años, pero no fue así.

La Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) registró un promedio de seis personas fallecidas cada día producto de los traumatismos acaecidos en accidentes de tránsito en el 2019, esto es unas 2,095 personas en total, siendo este el año de mayor registro de muertes en la última década, lo que significa una reducción de tan solo 370 personas en el 2020.

Es hora de hacer la siguiente interrogante: ¿Por qué fue tan elevada la cifra de accidentes en este año (2020) si el país ha estado limitado con innumerables toques de queda y restricciones que afectan directamente al libre tránsito? ¿Será este justamente el culpable de tanto alboroto, el famoso toque de queda tan irrespetado por el pueblo dominicano?, que exige andar de prisa para cumplir a tiempo con las obligaciones que no se detienen, ¿Es el toque de queda un arma mortal para aquellos que se encuentran en sus trabajos y necesitan llegar a tiempo a sus casas, elevando la velocidad, para evitar ser atrapados por la hora cero? ¿Sería muy difícil saber con certeza qué pudo ocasionar tantos accidentes? Esto a pesar de que muchos piensen que si la mayoría de los afectados son motociclistas, estos accidentes fueron producto de imprudencia por parte de los conductores, dada su temeraria forma de conducir.

Provincias con más accidentes de tránsito.

Desde hace más de una década Santo Domingo lidera el ranking de las provincias con más accidentes del 2009 al 2018, con un 16%, para un total de 2,595 afectados.

En el 2020 también estuvo en primer lugar con el 14%, esto es 241 defunciones.

Le sigue San Cristóbal con un 10% (165 accidentes), La Vega 8% (127) y Santiago con 7% (121).

«En el año 2020 un total de 1,725 personas fallecidas por accidentes de tránsito, de los cuales 1,469 fueron hombres jóvenes con un rango de edad entre los 21 y 25 años, que tenían como medio de transporte una motocicleta.»

«El parque vehicular al cierre del año fiscal 2020 ascendió a 4,842,366 unidades, registrando un incremento de 207,490 vehículos de nuevo ingreso más que en el 2019, para un aumento de 4.5%. Del stock de vehículos, el 44% son motocicletas, 2,695,456 para ser exactos, en donde se registró un aumento del 5%, 121,962 motocicletas más que en 2019.»

Según la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre, las provincias Pedernales y Elías Piña, ambas con baja población, fueron las de menor incidencia en el 2020, ya que solo registraron 5 y 12 accidentes de tránsito, respectivamente.

Cada año son miles los automóviles que se suman al parque vehicular, aumentando el tráfico en las calles y carreteras de República Dominicana. A mayor cantidad de vehículos, mayor es la probabilidad de que puedan colisionar unos con otros. Es muy común ver hasta tres vehículos en una familia de cinco integrantes, debido a que muchos se ven en esta necesidad por la mala reputación del transporte público, y a la baja vigilancia del comportamiento temerario muy común en las calles de Santo Domingo. El parque vehicular al cierre del año fiscal 2020 ascendió a 4,842,366 unidades, registrando un incremento de 207,490 vehículos de nuevo ingreso más que en el 2019, para un aumento de 4.5%. Del stock de vehículos, el 44% son motocicletas, 2,695,456 para ser exactos, en donde se registró un aumento del 5%, 121,962 motocicletas más que en 2019, cifras que resultan alarmantes considerando las limitaciones económicas que presentan muchas personas debido al cierre de pequeños negocios y la alta tasa de desempleo que trajo consigo la pandemia del corona virus. De acuerdo al informe “Estado de la seguridad vial en la Región de las Américas” de la OPS, los Estados miembros de la ONU tenían el compromiso de reducir a la mitad el número de muertes y traumatismos mundiales por colisiones en la vía pública para 2020, convenio que no fue posible efectuar.

Pero, ¿De qué forma sería esto posible? ¿Cuáles serían las medidas a tomar para la reducción de los accidentes de tránsito?, teniendo en cuenta que vivimos en un país donde hay ausencia o escasa educación vial, lo que se traduce en un desconocimiento de las normas de seguridad vial, donde se estima que aproximadamente el 57% de los conductores que circulan en las vías no tiene licencia de conducir y se infringen las normas que mantienen a salvo al ciudadano, tanto al conductor, como a los peatones.

Con la intención de regular las leyes de transito, velar por el bienestar físico de los vehículos que transitan las calles, poner en orden el trafico y disminuir los efectos que puedan generar los accidentes de tránsito, se crea el plan Estratégico Nacional para la seguridad Vial de la República Dominicana, que tiene como objetivo estratégico procurar el incremento de la seguridad vial en el territorio nacional, mediante objetivos y acciones orientadas a garantizar vías de tránsito seguras y eficientes, implementar programas de educación vial, mejorar el servicio de transporte público y colectivo y fortalecer el cumplimiento de las leyes de tránsito. Con este fin en el 2019 se aprobaron seis reglamentos elaborados por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant). Las normas establecen los requisitos mínimos para que un vehículo de motor pueda transitar, mejorar la formación de los conductores, identificar y sancionar a los conductores que comentan infracciones.

Aunque todo esto se pinta muy bonito, hay que tomar en cuenta que loro viejo no aprende a hablar y es evidente que los esfuerzos han podido reducir los casos, pero no tan satisfactoriamente ni con la rapidez que se plantearon.

Es cuando INTRANT decide desviar sus esfuerzos a los más jóvenes creando el Parque de Educación Vial, proyecto que apuesta a mejorar la calidad de vida de los dominicanos a través de la educación preventiva.

El parque está enfocado en niños y jóvenes entre 6 y 18 años de edad, y tiene como objetivo contribuir en la importante tarea de reducir el número de muertes y lesiones, resultado de los accidentes de tránsito y consecuentemente poder contar, a mediano y largo plazo, de un sistema vial más organizado, sostenible y amigable para todos; creando una nueva generación de ciudadanos conscientes de la responsabilidad que implica manejar un vehículo de motor, conocedores y respetuosos de las leyes de tránsito. Formar y crear conciencia desde el inicio, sensibilizando a los niños y adolescentes sobre la importancia de una conducción responsable, es la solución.

Testimonio

Gissel Marte, madre de tres niños quien es residente en la ciudad Juan Bosch, cuenta que su experiencia al visitar el Parque de Educación Vial fue muy satisfactoria y productiva, “Me sentí sumamente satisfecha y complacida con el personal encargado del parque, eran personas muy preparadas, estaba segura y feliz al ver que mis hijos se sentía motivados, ellos pensaban que en verdad estaban en una pista y que podrían conducir, es una experiencia única y de mucho valor para los niños y jóvenes” expreso la madre. Mientras que su hijo Jostin de 9 años, espera con ansias poder volver al parque donde pudo conducir una bicicleta y un vehículo karts, en el que recorrió las instalaciones de la pista del parque luego de que los instructores le enseñaron sobre seguridad vial y las normas de tránsito, cada niño pone en practica lo aprendido al momento de realizar su viaje por la pequeña pista.

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