Juntos pongamos
#AltoALaTrata
Ana, Fรกtima y Pablo Una historia de desiluciรณn, lucha y solidaridad
Directora de ECPAT:
María Eugenia Villarreal Coordinadora del proyecto
María Agenlina Quixtán
Mediación de contenidos: Martika Victoria Orellana Diagramación e ilustraciones: Martika Victoria Orellana
PRESENTACIÓN La TRATA DE PERSONAS es un crimen que afecta a muchos niños, niñas y adolescentes, en nuestro país y el mundo. Las personas que cometen este delito, se aprovechan
de la inocencia y los buenos deseos de los chicos y chicas, a quienes eligen como sus víctimas. Utilizan sus condiciones (falta de recursos económicos, deseos de migración, falta de oportunidad laborales y educativas), que los hacen vulnerables para sacar partido, explotándolos en su propio beneficio.
En Guatemala, existen esfuerzos para promover la prevención, así como luchar y perseguir penalmente a los que cometen el delito de trata. Sin embargo, estos esfuerzos no son suficientes para reducir el riesgo y combatir a las redes criminales de trata de personas. Por lo anterior, el presente material está encaminado a proveer una herramienta para informar, de una manera amigable e ilustrativa, sobre este delito.
Ana, una niña enamorada Desde hace un mes, Ana tiene un enamorado por las redes sociales, su nombre es José. Ellos platican todas las tardes y se envían fotos. Ana sueña con conocerlo y que se hagan novios.
Mh... no me gusta como salió esta selfie. ¡Me sacaré otra!
Aquí está mi foto de hoy. Espero te guste. ¡Te quiero mucho!
¡Te ves muy linda! Y... te lo he dicho: me gustaría que fueras mi novia. ¿Cuándo te conozco en persona?
Al fin voy a conocerlo. me arreglaré para que me vea linda... lindísima.
Ana, no deberías ir sola a conocerlo.
No, Pablo. Él así lo quiere y yo estoy tan emocionada. Al menos, hacelo en un lugar con mucha gente.
¡Para nada! José es muy dulce y cariñoso. No me hará daño. Porfa, no le digás a mis papás.
Unas horas después....
¡Hay! José... Jos... ¿Dónde estoy? ¿Qué me pasó?
Tranquila. Estabas dormida o desmayada. No sé.
Y... ¿ustedes quiénes son? ¿Dónde estamos? Me duele mucho la cabeza.
Yo soy Fátima. Y desde que me subí al camión, estabas dormida.
Yo soy Ana. Pero ¿a dónde va este camión? Vamos a la Capital. ¿También trabajarás y estudiarás con Don Poncho?
¿Don Poncho? ¿Este camión es de él?
Imagino que sí. No conozco a Don Poncho, pero un señor que lo conoce llegó a mi aldea a ofrecernos trabajo. En la Capital voy a estudiar y trabajar
y ¿Tú porque vas? nos dijeron que todas trabajaremos cuando lleguemos.
¡¿Qué?! Yo no. Yo solo quería conocer a José. ¡¡¡¡Paren el camión!!!!
Los días siguientes....
Ana y Fátima son recibidas por Doña Juana. Ella las deja en un cuarto con llave, junto a otras niñas. Ana, no termina de entender cómo paró en ese bus, qué pasó el día que fue a conocer a José y qué pasa con su vida. Fátima está ilusionada con su primer pago, aunque siente que el trabajo es muy duro. Ana no deja de llorar.
Fátima, debe trabajar desde las 5 de la mañana hasta las 10 de la noche que cierran el negocio. A veces, le duelen sus pulmones y sus piernas, pero el esfuerzo valdrá la pena cuando le paguen su primer mes.
Esa noche.... ¡No es justo! Me he esforzado mucho y dice doña Juana que no me pagarán nada. Que es suficiente con lo que me dan para vivir.
No tendré nada para enviarles a mis papás. Quisiera regresarme a mi aldea. Y a mi que no me dejan salir. ¿No sabes por qué? Si pudiera salir, llamaría a mis papás y a los tuyos.
Pues... oí a doña Juana decir que a ti te van a mandar a un lugar. Quieren que estés ahí todo el tiempo. Dijeron que eras muy bonita y que le gustarás a todos los hombres que lleguen.
Esto no puede estar pasando. ¿Por qué no escuché a mis papás?
Tenemos que hacer algo, Fátima. Ellos quieren prostituirme. ¡No quiero ni pensarlo! ¡No quiero eso!
Pero yo tengo prohibido salir de la tortillería. No sé qué hacer. A veces llega don Poncho a vigilarnos. ¿Podrías llamar a mi mejor amigo? Él sabrá qué hacer. Mañana, buscá un teléfono cerca y llamalo. Lo intentaré, Ana.
Al día siguiente...
Pablo, te habla Fátima. Yo conozco a Ana. Ella me dio tu número. ¿Dónde está Ana? Todo el mundo está preocupado por ella. No sabemos dónde estamos. Es la capital. Ana dice que con su contraseña entrés a su cuenta. ¡Tengo que colgar!
visitó a los papás de Ana. Les contó sobre la Esa tarde... Pablo llamada y sobre la cita de Ana con José. También, les
mostró sus conversaciones de Facebook y sobre lo que Fátima le dijo.
(1) Procuraduría General de la Nación. (2) La unidad operativa de la Alerta Alba-Kenneth, es la encargada de coordinar acciones cuando hay niños, niñas y adolescentes desaparecidos. El número para denuncias es el 1546.
Eso es todo lo que sé, doña Lupe. Aquí están las conversaciones, las imprimí. Ana me pidió que no les dijera nada, antes.
Gracias, Pablo. Le daré esta información a los de la PGN1 y la Alerta Alba-Kenneth2. Ojalá que sirva para encontrarla. ¡Extraño mucho a mi Ana!
Espero que puedan encontrarla, doña Lupe.
Esa noche...
Fátima, ¿Pudiste llamar a mi amigo? decime, por favor. Lo llamé y le conté todo. Me dijo que tus papás estaban preocupados. Cuando hablaba, doña Juana me vio y tuve que colgar. Ahora me amenazaron. ¡Tengo miedo, Ana! No te preocupes. Ya verás como, juntas, salimos de esto. No quiero ir a ese lugar que me contaste.
Por cierto, gracias por las tortillas y el agua. Doña Juana no me dio en todo el día. Dice que mientras no les genere dinero, no merezco nada.
No me gusta que te dejen sin comer. A nosotras, a veces, nos dicen que no comamos tanto, porque todo tenemos que pagarlo con trabajo.
Como si no fuera suficiente todo lo que te hacen trabajar.
3 días después... La llamada fue por gusto, Ana. Y, después que utilicé el teléfono, me vigilan todo el tiempo y me amenazan. No me gusta estar así.
¡Nadie se mueva! Esta es un operativo de la Policía y el MP1. ¡Escucha! Parece que aquí en la casa.
(1) Ministerio Público (2) Policía Nacional Civil.
¿Fátima y Ana? Yo soy el oficial Pedro Gómez, de la PNC2. Venimos a rescatarlas.
PNC DEIC
A la mañana siguiente... Hijita, Ana, Gracias al cielo que te encontré.
¿Cómo me encontraste, mamá? A los días que no supimos de vos, fuimos a la policía y se activó una Alerta Alba-Kenneth. Te quiero, mija.
¡Mamá! Te extrañé tanto y tenía miedo, mucho miedo. Gracias a Dios que estoy con vos de nuevo.
También te quiero mamá.
Por la tarde...
Ana y Fátima, con la ayuda de Pablo, de los padres y las autoridades; lograron el rescate de ellas y de otras 5 niñas. Ahora, se sienten felices de ir con sus padres y de ser liberadas. Sin embargo, les espera un largo camino para los procesos penales de los integrantes de la red de trata de personas, que las esclavizó y privó de sus ibertades. Además, necesitarán mucha ayuda y acompañamiento para superar las marcas emocionales que esta experiencia les dejó.
1 año después...
Ana y Fátima, ahora son voluntarias de ECPAT, una asociación para prevenir que niños, niñas y adolescentes sean víctimas de la trata de personas. Pablo, se les unió también.
La trata de personas es un delito
Ya han logrado superar algunos miedos que les dejó la mala experiencia. Al principio, se sentían vulnerables y desconfiaban de toda persona. El acompañamiento dado por las instituciones, les ayudó a superar, en gran parte, estos traumas. Por ahora, están comprometidas con llevar esta información a todo aquel que puedan.
Cómo operan las redes de trata de personas 1. Reclutan
2. Trasladan
3. Acogen
Basándose en
y transportan a sus víctimas, al lugar donde las explotarán.
En el lugar don-
engaños y en las necesidades de las personas.
4. Retienen
Con amenazas, de los retendrán. cohersión Generalmente, y abuso de poder. en cautividad.
5. Explotan De diferentes formas a las víctimas que caen en sus redes criminales.
NO TRATES CON LA TRATA ¡Cuidate de las redes criminales que buscan privarte de tu integridad y de la vida que merecés! La trata es un crimen que atenta contra tus derechos y tus libertades individuales. Se da de diferentes maneras y para muchos fines.
La historia de Ana y Fátima, es solo una de miles que se dan anualmente alrededor del mundo. Y no termina en tragedia, ni tiene repercusiones que perduran para toda la vida, como la historia de muchos niños, niñas y adolescentes que viven, en carne propia, las atrocidades de este crimen. A veces, caen con promesas de trabajo, otras por engaños cibernéticos, secuestro, migración, etc. La base para que los
tratantes puedan operar es el engaño, la cohersión, las amenazas y los malos tratos, y lo hacen aprovechándose de las vulnaribilidades materiales, emocionales o psicológicas que sus víctimas tienen. La legislación nacional y los tratados internacionales, así como las autoridades y organizaciones de la sociedad civil, hacen su aporte en la lucha contra este crimen. Por tu parte, informarte e informar a otros es la mejor manera de prevenir y no caer en riesgo de ser víctima de trata.
Juntos pongamos #AltoALaTrata
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