Emilio Arag贸n Berm煤dez (Miliki)
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TREINTA CUENTOS Y MEDIO (PARA ADULTOS)
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Miliki en su casa (1995)
ÍNDICE ÍNDICE
pg 9
NOTA
pg 11
SOBRE
pg 13
LA
EDITORIAL EL AUTOR
OBRA
1
E nt r e nar d os y t u lip ane s
PG 13
2
E l cu ar t o oscu r o
PG 17
3
S ue ños
PG 23
4
La fue r z a d e la palabr a
PG 27
5
Pat acr u e l
PG 31
6
Me t e mp sícosis
PG 37
7
La fue r z a d e la cost umbre
PG 41
8
Los jue gos d e l mal
PG 45
9
La m e nt ir a
PG 49
10
La m e d alla d e br once
PG 55
11
Vivir d e m or ir
PG 59
12
La fue r z a d e l e sp ír it u
PG 61
13
La su e gr a y e l violín
PG 69
14
La m ir ad a
PG 73
15
La cast añe r a y e l niño
PG 79
16
E sp e r anz a
PG 83
17
E n e l limbo
PG 87
18
E l t e xano y la vaca
PG 93
19
E l se nt id o com ún
PG 99
20
E l pe scad or solit ar io
PG 103
21
Los pe d igü e ños
PG 107
22
La vir t ud d e las malas cos t umbr e s
PG 113
23
Ham bu r gue sas con sor p r e s a
PG 117
24
I nspir ación
PG 123
25
E l pr e cavid o
PG 127
26
E l hom br e m ás r ico d e l m un d o
PG 131
27
E l pay aso y e l niño
PG 137
28
E l for ast e r o
PG 141
29
Am or d e se spe r ad o
PG 145
30
E t e r nid ad
PG 149
1/2
Me d io cue nt o
PG 155
NOTA EDITORIAL
Hace algo menos de tres años, Emilio Aragón “Miliki” se puso en contacto con nosotros a través de su agencia literaria. Acababa de publicar su última novela con Planeta y quería saber qué otras opciones le ofrecía el mercado para su siguiente trabajo. Se trataba de una relación de cuentos para adultos, expresada de esa forma cercana y especial que él tan bien sabía lograr. En cuanto la recibimos nos entusiasmó, tanto que quisimos dar un paso más e incorporarla a nuestra linea de publicaciones multimedia. Planteamos la propuesta a Emilio, una obra en papel pero que incorporase audiolibro, entrevistas, textos en ebook y más. Él quedó fascinado, encantado por la posibilidad de enriquecer su trabajo con estos nuevos materiales, y como siempre ha sido innovador en su campo y una persona con grandes miras, se implicó de lleno en el trabajo. El proyecto estaba en marcha. Lamentablemente, y como un jarro de agua fría, hace ahora dos años nos comunicaron su fallecimiento. El proceso de edición estaba a medias y Emilio se marchó sin poder ver terminado este trabajo en el que tanta ilusión había depositado. Compartiendo el dolor de la familia Aragón por su pérdida y el tiempo necesario para asimilar su falta, el trabajo editorial quedó paralizado hasta este año en el que, gracias a la importantísima colaboración de sus familiares, pudimos retomarlo. Tanto ellos como nosotros somos conscientes de su deseo de que esta obra viese la luz y, por fin, gracias al trabajo de muchos, está en tus manos. Para nosotros es el mejor homenaje que podemos hacer a una figura tan importante en la historia de España y Latinoamérica, Emilio Aragón, alguien que nunca dejó de enseñarnos y a quien solo podemos decir GRACIAS, estés donde estés. 9
autor SOBRE EL AUTOR
En su casa (1990)
Emilio Aragón Bermúdez, Miliki, miembro de una larga dinastía de artistas, ya es parte del imaginario de varias generaciones que han crecido disfrutando de su arte en España, EE. UU. y América Latina. Todos conocen al payaso Miliki, pero pocos saben que Emilio Aragón Bermúdez fue un artista en el sentido global de la palabra: guionista, actor, 11
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payaso, director, pintor, productor y –sobre todo- músico, fue un auténtico pionero de la televisión. En 1949, junto con sus hermanos Gaby y Fofó (Gabriel y Alfonso), firmó un contrato con Unión Radio Televisión, la primera televisión del mundo en habla hispana. Y su contrato fue el primer contrato televisivo que se le hacía a un artista para una televisión en castellano. Compositor cuyas canciones pertenecen al ADN de millones de personas y autor entre otras del famoso “Feliz, Feliz en tu día”, su búsqueda de la innovación fue constante. Su labor tuvo su recompensa en forma de premios: 64 premios internacionales, entre los que destacan 2 Grammys Latinos otorgados a sus álbumes “A mis niños de 30 años” (1999) y “¿Cómo están ustedes?” (2000). Igualmente, recibió la Medalla del Oro a las Bellas Artes, la Medalla de Plata de Andalucía y fue nombrado Embajador de UNICEF. Como literato, ha publicado anecdotarios Recuerdos (1996, Ediciones B), libros destinados al público infantil como La Máquina de los Coches (2001), Juan Olores (2003, Ediciones Alfaguara), Con Alma de Niño (2009, Editorial Everest) y novelas. En el 2008 se publica su primera novela, La Providencia (2008, Espasa) y a sus 82 años nos sorprendió con Mientras duermen los murciélagos (2012, Planeta), su segunda novela. Con su inagotable creatividad, durante años estuvo escribiendo cuentos que se han recopilado y hoy se editan con el título de Treinta Cuentos y Medio.
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1/2 MEDIO CUENTO
PARIR MEDIO CUENTO ES
COMO ESCRIBIR MINTIENDO
Y ADEMÁS CREÉRSELO
Quisiéramos escribir este cuento completo, pero desgraciadamente la historia se desarrolla en el país del Todo a Medias, el increíble país que surgió a la luz en la edad media y quinientos años más tarde sigue siendo el país del Todo a Medias. Valoramos, ahora que lo sabemos y en su justa medida, el hecho de que fue el país donde se crearon las hoy imprescindibles medias (prenda de vestir que a partir de entonces ha salvado tantas vidas, pues de no ser por las medias y la penicilina, esta última mucho más tarde, las bajas por concepto de pulmonía hubieran sido incontables haciendo de este mundo algo diferente). En los días en que los mitadenses, ciudadanos nacidos en La Mitad (ciudad capital de Todo a Medias), crearon las medias cuando la humanidad sólo usaba alpargatas o zapatillas, crearon primero la media de rosca, pues eran una especie de vendas con las que cubrían las piernas en invierno. Más tarde crearon la media de lana de oveja y enseguida la media de algodón. Pero los mitadenses no sólo fueron famosos por haber creado las medias. También inventaron la exquisita “media noche” y la “media tostada”. Dos importantes aportes a la gastronomía internacional, al tiempo que dos deliciosos productos comestibles históricos. Para sorpresa de muchos que no tuvieron la oportunidad de estudiar a los mitadenses y su fantástica historia, debemos informarles de que tam155
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bién ellos fueron los creadores de la “media ración”, algo práctico y muy rentable en nuestra época. La media ración ha venido a resolver un problema económico que no tenía solución. En realidad, los ciudadanos de La Mitad tenían la desgracia de ser medio tontos y la ventaja de ser medio listos a la vez. Lo cual les compensaba a medias. Lo demuestra el hecho de que inventaran primero las medias de seda, después las de nylon y últimamente las de un material que es medio plástico medio lana de pelo de gato de tamaño medio. Pero la creación más importante llevada a cabo por los mitadenses y que gracias a su derecho de autor cubren el presupuesto económico del país, es la más famosa de las composiciones cortas internacionalmente conocida y que lleva por título: “Media copita de ojén”. Es una composición que se ha utilizado por todos los ciudadanos del mundo para llamar a la puerta de las casas: “ta-tara ta ta-tatá”, tema que casi no da ni para media composición. Es sin duda un país digno de visitar pues tiene muchos medios museos y sobre todo medios espectáculos geniales. Ellos no dan conciertos completos ni presentan obras de teatro cuyos argumentos contengan final, pues sólo ofrecen la mitad del contenido del argumento. Ahora, eso sí, unas mitades que convencen por lo bien interpretadas que están. Suelen presentar obras con historias muy complicadas porque no pueden ni siquiera dejar adivinar el final de un argumento. Tan pronto se deje adivinar ligeramente el final, se considera un medio fracaso (tampoco un fracaso entero). Si hablamos de las costumbres de Todo a Medias, entenderíamos mejor el irascible y al mismo tiempo alegre carácter de sus ciudadanos. Los mitadenses comen la mitad que el resto de los ciudadanos del mundo, con la única salvedad de que cinco minutos después de haber comido pueden volver a comer. Con el sueño les sucede más o menos lo mismo. Duermen la mitad de lo que dormimos nosotros. Pero tan pronto se despiertan, dan media vuelta y pueden volverse a dormir. También hablan un idioma muy difícil de comprender, pues dejan las palabras a medias. Por ejemplo, en lugar de decir “papanatas”, sólo dicen “papa”. O para decir “dame leche que tengo hambre”, ellos dicen: “da le q te ham”. El peor de los defectos de ese pueblo es que todo lo dejan a medias. Si se casan, lo hacen a medias. Para estar legítimamente casado tienes que medio divorciarte y medio volverte a casar, con lo que sumas dos medios casamientos que suman un casamiento entero. Eso tiene la desventaja de que si te medio divorcias y te vuelves a medio casar, si es con otra mujer no te lo aceptan las leyes (que por cierto están hechas a medias). 156
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Los restaurantes son sólo la mitad restaurante, la otra mitad puede ser una tintorería o una fábrica de fuegos artificiales, vaya usted a saber. Yo fui a uno de estos restaurantes y la otra mitad era un quirófano donde estaban realizando un trasplante de hígado. Ya podrán imaginar a lo que me sabría el medio hígado encebollado que acababa de pedir. Las habitaciones son medio habitación dormitorio y medio jardín, con el inconveniente de que, desde que se inventó el riego por aspersión, los mediatenses apenas duermen. En contrapartida, sus habitaciones huelen muy bien. Otro ejemplo extraño es el de los prostíbulos. Yo visité, por el hecho de que no me contaran, un prostíbulo cuya mitad era casa de lenocinio y la otra mitad fábrica de muñecas y muñecos, algo que perjudicaba seriamente la imagen del local y sobre todo su negocio. Pero de lo que no hay la menor duda es de que ellos viven medio felices y medio infelices con su media manera de vivir o su medio modo sistemático de existencia. Están orgullosos de haber conseguido ser los mejores mediadores en la faz de la tierra. Todos se consideran de clase media. No hay quien insulte mejor que ellos ya que por cualquier cosa te ponen de vuelta y media. Y además, todos son de talla media y llevan media melena. Por supuesto que a su media naranja la conquistan a la luz de la media luna o, en su defecto, a medio anochecer. Yo, sinceramente, recomiendo visitar La Mitad, pues con conocer la mitad de La Mitad es más que suficiente y cuesta la mitad. Lo único que hay que vigilar al llegar a la frontera es no quedarse la mitad fuera de La Mitad, porque entonces nos perdemos algo original y que realmente vale la mitad de la pena conocer. Y me perdonan si me medio despido con este cuento pero es media tarde y tengo que merendar mi medio café con medias tostadas. Y les aseguro que seré medio feliz si he conseguido haberles hecho medio felices con este libro. Es más, hasta con un cuarto me conformo. Pero, como dicen algunos sabihondos: “En el medio está lo justo”, así que yo me quito de en medio y os dejo con vuestra felicidad. Esta vez completa.
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