COLECCIÓN ECLIPSE
FINALISTA DEL I CERTAMEN DE POESÍA VENEZOLANA «ECOS DE LA LUZ»
AMORFO D E
YO LV I
D I O S CAURO
EDICIONES AWEN
{AUTOR}
YOLVI CAURO
{EDITORES}
JORGE MORALES CORONA / VERÓNICA VIDAL
{DISEÑO DE COLECCIÓN} JORGE MORALES CORONA
{DIAGRAMACIÓN}
EDICIONES PALINDROMUS
{CONTACTO}
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YOLVI CAURO
PROMOCIÓN TURÍSTICA DEL INFIERNO Aquí todo es posible: que la inedia anule voces y hasta tegumentos. Aquí es posible reparar acentos, loar las Palmas Reales, -como Heredia-, apostillar alguna multimedia, la polución de algunos pensamientos… Aquí se han producido avistamientos de criaturas de mimbre. La tragedia vertiginosamente aquí se esparce. Aquí todo es mortal, todo es ustible. Aquí es improductivo desangrarse. Aquí es posible incluso lo imposible, incluso hasta volver a suicidarse con falsas plenitudes. Es posible.
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AMORFO DE DIOS
(IM)PULSOS DEL ANDANTE La noche vierte sobre nosotros su misterio, y algo nos dice que morir es despertar. xavier villaurrutia
La noche desorienta bajo el cielo su cuota de pesares y se asoma ese gruñido atroz, una maroma junto a la imperfección que lleva el suelo. A pesar de que extingue su desvelo —ganas de obedecer a lo apacible—, en el atlas del tiempo que, inasible, despojó en fechas su pintura incierta. La noche rumbo al cielo desconcierta. La noche desorienta y es terrible.
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CONFESIONES DEL DIPSÓMANO OSCURO DESPUÉS DE LA CAÍDA Las calles dan la vuelta sobre sí rumiando los delirios del asfalto; del ictus de esta calle en que, lo más alto y lo más bajo, queda siempre en mí. Mi frágil luz, la sombra que seguí por propia voluntad con cada salto. La miseria me nutre y yo me exalto en un último trago carmesí. El líquido se vierte, sorbo a sorbo, quisiera rechazar de entre su ayer el flujo de vapores; el estorbo de mí: brutal David que va de ronda y duda si vencer para perder... ¿Derribo a Golïat con otra honda?
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PARÁLISIS DEL ARREPENTIDO Entre perfumadas rosas ya va quedando de mí, el sueño de tantas cosas que quise ser y no fui. otelio hernández
Hoy he visto en el nublado álbum íntimo de plasma el resplandor del fantasma de mi pasado. Estoy sin sol. Desolado sin versos (también sin prosas). Y hundido en negras lozas de la noche —como un búho—, salgo al jardín, me atenúo entre perfumadas rosas.
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Sabed, malditos difuntos que pudrieron mi ilusión que voy de mi corazón a mis asuntos, ignorando los presuntos desconsuelos que viví. ¡Cuántas miserias sufrí en esta tierra malsana! Trozos de vida profana ya va quedando de mí.
¡Cuánto acorde de flaqueza mi soledad solivianta! Yo solo adoro a una santa: Santa Tristeza. Soy un demonio que reza al viejo dios de las glosas, las tenues, menesterosas tesituras de su indulto, con la promesa de un culto… el sueño de tantas cosas.
Con qué helada parsimonia se esconden tras los almendros
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mis penas (esos engendros de Babilonia), y azuzan la ceremonia raída que vive en mí. Bellas lágrimas vertí, —por un ser fatalizado. Por cosas del pasado que quise ser y no fui.
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BUSINESS
El muerto con su lívida anarquía, distante, taciturno, indiferente, —y a la par tan idéntico y oyente— gesta la universal psicopatía. La vida irrepetible es la elegía… ¿Cómo obrar cuando el pánico inmanente al abismo eternal se nos presente? ¡Citando a los sentidos a una orgía! ¿Tratar de comprender es insensato? Soy gimnasta mortal en el trapecio, mas no una marioneta sin relato; ¿por cuestionar los hilos soy un necio? Sin duda es una opción (ojo al contrato), venderle el alma a Dios, pero ¿a qué precio?
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LA MUERTE CONSTANTE (FRAGMENTOS)
Como no decidí el venir a este mundo, aunque no quiera irme, es correcto que parta; levanta, pues, saquí, y sírveme con garbo, que el vino lavará la tristeza del mundo. omar khayyam (rubaiyat)
En esta barra sufro la borrasca sentimental, la pena, el mal augurio… Aquí las maldiciones y el perjurio se arremolinan como la hojarasca. Esta es mi madriguera, mi tugurio. Aquí quiero yacer, en esta tasca donde, cuando el desánimo se enfrasca en desmoralizarme, yo lo injurio. Quiero yacer decúbito supino en esta fonda sin alegorías
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donde pasé de lord a libertino. Y quiero en mi epitafio estas grafías: “Aquí descansa un múltiplo del vino, entre nacencias y postrimerías”.
Y bebo y vivo tanto como trago, tragándome a mí mismo en el empeño; en ese olvido atroz, sin Dios ni dueño, que no consigo hallar por más que pago. La niebla en torno al bar donde naufrago de místico licor, buscando un sueño, se densifica más, y me hago leño flotando a la deriva del estrago. La amputación del sol sin rumbo onírico —tras calles que vomitan la opulencia. Estamos muertos, como el texto lírico. Muertos como el latín y el esperanto. Muertos como la luz y la demencia. Muertos de risa. ¡Dios! Muertos de llanto.
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EL FOSO DE LAS HORAS
El foso de las horas acontece en el principio de un lapso donde el sueño es otro. Momentos que perfilan imágenes sucesivas de abolida selva. ¿Tendré que adherirme a lo incorpóreo? ¿Tendré que alumbrar futuros años que se fugan? ¿Una luz trinadora repasa antiguos fuegos? ¿Manda mensajes en órbita la Luz? Algo se fuga hacia miradas que todavía no son. Escapan noche adentro las voces. Tantea bordes el sueño. Lo hondo lo veo venir.
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[SIN TÍTULO] Sé que en la eternidad perdura y arde lo mucho y lo preciso que he perdido. jorge luis borges
Me es hoy la vida un irse de tristezas con gusanos y lepras tremebundas; miserias que resisten a profundas realidades del cuerpo y sus pobrezas. Me harán pedazos, —hebras de impurezas— me volveré residuo, despedida. ¡Miserable de mí!, ¡Qué envilecida es la forma de estar en el olvido! Si me voy, y a la vez, yo no me he ido ¿Qué esperaré de mí para esta vida?
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PRÓFUGO DE LA HUIDA
El pasado es gotera que persiste. El pasado es horrenda dependencia. ¿Sabré reconocer la diferencia de lo endeble? ¿Por qué esa cruz insiste en doblegar mi entendimiento? Viste, después de todo, andamos en la apuesta del tiempo donde naufragamos. Cuesta retener, sí, el asombro de lo indemne. Es el pasado un cántico solemne. Eres tú, desvelándome la siesta.
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VACILACIONES DEL NO-OCCISO ¡Cuánto penar para morirse uno! miguel hernández
Áspero acorde de la despedida. Marcas de rastros húmedos en el asfalto. Corrientes pausadas de los vientos tristes sobre carreteras de un recorrido sin pasaporte. La noche sin rumbo ni destino navegando por las calzadas del cielo. Notifican voces la tempestad. En la jungla del silencio, levitan las calles laceradas de cierno y de infortunio, de larvas y de inmundicia. Y caen los escombros y la sombra sobre el cuerpo, como extraños y concisos ornamentos.
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(DIS)CURSO DEL JUGADOR ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonía? jorge luis borges
Soy la pieza, el pensamiento puesto en el cuadro. Me induce una mano que conduce la jugada en movimiento. No soy la pieza, -lo siento-, soy su atisbo, su embestida. ¿Seré la trama vencida en el juego de lo inerte? Sé que después de la muerte jugaré mi otra partida.
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ARQUETIPOS Y ESPLENDORES
Ocaso, ¿tus señales son honestas? Tiempo, espacio y materia, son verdades, intuiciones, que aguantan tempestades, parecen inmutables… las apuestas. Mas, ¿lo resuelven todo estas propuestas? Lo increíble no sabe de unidades, de ecuaciones, ¡le sobran las deidades!, lo increíble atesora las respuestas. ¿Qué guardan las estrellas tras sus brillos? Relumbran las costillas de este pecio, que emerge y pone rumbo a sus anillos. Sospecho, compañero, con mi aprecio, que vivirás de sed… y sin pestillos. ¿Ser un esclavo de la luz o un necio?
AMORFO DE DIOS
AMORFO DE DIOS
Las horas del insomnio. La hoja fina de luz que escapa y va entre quicio y marco de la puerta. El tic tac que asesina al tiempo lentamente, y ese parco adagio que al mañana existe. Claro para Dios si está allá arriba y terco para mí que soy tan simple. Me paro entre las sombras. Palpo acá, y me acerco a un mueble que me lleva y otro esquivo y voy, con paso corto. Me demora la luz, la tinta y hoja donde escribo los versos que tú estás leyendo ahora. Pienso que así habrá escrito Dios mi entorno, las horas de mi sueño y mi trastorno.
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MEDITACIONES EN EL ALUMBRADO DE UNA LUCIÉRNAGA
Transfigurando, el presagio me entregó su soledad, siendo mi mano bondad de la réplica y el plagio. Ya no recuerdo ese adagio; aquel personaje triste. Supe que tú me mentiste en aquel extraño lago y ahora vivo el estrago de un recuerdo que persiste.
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SOLILOQUIO DEL PRÓFUGO Escapar es fundar. Mas, ¿de qué escapo? ¿Qué fundo con mi miedo sempiterno? j. d. c.
Salgo de mí mismo. Un río de tinieblas ya me acecha y se atina por la estrecha luz que rasga el desafío. ¡Ay! de este lago sombrío que deambula por mi herida. ¿Quién se escapa de la vida cuando la misma es [arruga existencial? ¿Quién se fuga de la rampa sostenida por el tiempo? ¿Dónde mora el atlas de la tristeza? Labran los años su corteza y en los reflejos aflora su rostro —ademán que ignora las voces que lleva el coche [de la muerte. En su derroche gime el viento y su mutismo y yo salgo de mí mismo perturbado por la noche.
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BAJO EL FUEGO INTERIOR DE MIS LLAGAS
Descubro que tengo escamas y larvas dentro del pecho; un enlutado sin techo he sido y aun soy en llamas de estragos y lipogramas. ¿De trastornos? No sé cuánto… Tengo un dolor que no aguanto y un arrimo de impureza. De día soy la tristeza. De noche soy el espanto.
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ENTRE EL DOLOR Y LA MUERTE Me equivoquĂŠ. Nada exijo. Nada me dan y, por suerte, entre el dolor y la muerte no es la muerte lo que elijo. j. l. s.
No es la muerte lo que elijo en este avivar temprano; en este aturdir ufano que condensa el crucifijo del Padre, EspĂritu e Hijo que sempiterna la suerte, del Ser y el Estar inerte ante la verdad vivida, ya no soporto esta vida: entre el dolor y la muerte.
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Nada me dan y, por suerte, prosigo en mi caminar mientras diviso el andar del hombre lírico, inerte. Toda verdad se subvierte en el remanso que elijo, y llevar el crucifijo que sintetiza las horas; ¡ah! Creo que te demoras. Me equivoqué. Nada exijo.
AMORFO DE DIOS
SIMULACRO DE PERDÓN
Ojo con la vendetta. ¡Es tan neurótica! Ya no hay rencores gráciles ni escuálidos. Los besos son tan tenues como pálidos; y la amistad tan parca como exótica. La muerte no es esbelta ni es erótica, y mucho menos tiene dedos cálidos. La muerte tiene horcones (todos válidos) que consolidan su fachada gótica. ¿Cremar al enemigo con el óbolo en los ojos? ¿Lanzar como un discóbolo la rodaja del odio irremisible, o perdonar con un perdón famélico, rumiando, como el médium psicodélico que finge dialogar con lo invisible?
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EDICIONES AWEN es el sello editorial de
la Revista Literaria Awen que, comprometida con la creación literaria internacional, edita plaquetas de narrativa y poesía. Yolvi Cauro expone a través de la sátira la realidad, expresándola de una manera ligera, inteligente y completamente cruda; ofreciendo así un momento de reflexión sobre las virtudes universales del ser humano.
AMORFO DE DIOS se terminรณ de editar en el mes de marzo de 2018 en la ciudad de Maracaibo, Venezuela, bajo la licencia del sello Awen y del autor.