Colección Eclipse de Poesía
Con todos los espejos batiéndose Diego Abreu
ediciones awen VE • PE • BR
Índice La palabra inmóvil Pt. 1 p. 07 Meta-recordatorio p. 08 Un es no es p. 09 Monolito p. 10 Enluciferado p. 11 Tower of our tuning p. 12 3 Cicadas p. 13 Recipiente p. 14 Puente colgante p. 15 Blanco p. 16 La palabra inmóvil Pt. 2 p. 17 La palabra inmóvil Pt. 3 p. 18 Botánico p. 19 Anagnórisis p. 20 Velas p. 21 Toda la sangre p. 22 Uno y otro p. 23 Ti ho aspettato p. 24 24 p. 25 25 p. 26 SOBRE EL AUTOR p. 27
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Estoy aquí en la tierra como una fiel costumbre, como un galgo que lame una estatua mojada, como el que va en la sombra llamando sus parientes, como el gesto inocente de los espantapájaros bajo el húmedo viento. Vicente Gerbasi
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La palabra inmóvil Pt. 1 Se estrangulan las letras por razon desconocida los rumores son tan poco favorables que todo indica la muerte del poeta Hay un ansia extraña al fondo del temblor se es un perdedor todas las mañanas Arrimada en un colchón en plena sala una paca de fragmentos agitados por el tiempo desde la inicial de tu nombre La parca se lava las manos en aguas de nuestras realidades se escucha un deshacerse del tiempo un remodelar el silencio Desde las bestias se oyen pronombres inactivos temerosos un letargo en el vaho de la juventud Un recurrir al no saber escribir en los ordenadores viejos del colegio la palabra intransitoria Todo lo que pienso arruina el hecho de vivir vivir vivir vivir vivir Serpiente | desde el altar me trajiste hasta los aparatos de la soledad a convivir con un cultivo de voces y otros seres cautivos Siempre he respetado a las almas del rebaño disparándose en el callejón más viejo del mundo He mal interpretado mis versiones de vivir el viento que mueve las lámparas escucho los dulces chillidos de una guitarra y mis oídos ya estan acostumbrados claramente falta bálsamo en los labios de esa muchacha a la que toco desde los 12 Donde estoy la voz se escucha lejos Todos los pintores nos vimos beber ese día briagos junto a la imágen gastada del baúl Bebiendo de las máquinas que religiosamente nos llevarían de un lado a otro y durante las próximas cuarenta y ocho horas me sentiría como la vaga sombra de éste lado del mañana
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Meta-recordatorio A las brazas me entrego prometo anunciar la luz entre estas ráfagas de vida que vienen de mi madre | prometo no repetir | Cada mártir a lo suyo a parir un sin fin de preguntas al fondo de esta calle sola en un charco mezclado con sangre también se mezcla el arroz con la carne y sudor de los puestos callejeros viejo hombre con su mano deshauciada en nombre de todas las sombras Sigo frotando el mismo lienzo doce horas al dia —más de doce— siento en mis manos lo que mis ojos desconocen se trata de un manto que se extiende del más allá hasta las palmas de un muchacho Sostuve ese manto toda la niñez En él los poetas bordaron sus decubrimientos | sus tesoros | el poema nació allí igual que yo En vida vagué por mucho tiempo ahora vengo hecho silencio y a las brazas me entrego la noche está viva y su vida se retuerce en mis manos la ahorco un sábado cualquiera en un bar hediondo y derruido estoy por desplumarle como a un pajaro enfermo y aun así me mira maternalmente Guardar silencio no es
mentir
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Un es no es Yo soy muy descarado Como todos los autómatas de la nueva década me desvelo en huracán de fronteras imaginarias fronteras en una mujer o pais que no existen Prefiero jugar con las sombras y sus delicados contornos borrosos al momento en que el día comienza totalmente independiente de uno Montalbetti dice «yo solo sé contar hasta uno» y uno es el comienzo del cordón que ato a quienes leo Puedo imaginar la sangre correr desde todos esos lugares —repetidos hasta el cansancio— Una mirada encierra todas las miradas del mundo y al mismo tiempo ninguna ... A veces el poema es lo primero que se pierde
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Monolito Escribo en ella las veces que he sufrido a manos de la existencia reparto los momentos más erráticos de mi paso por la tierra en proceso de fraccionar una gran pregunta un melodrama desplegandose | quizás libro polvoriento pronto desterrado del papel a las paredes del mundo Para satisfacer mi propio morbo me conte a mí mismo en un centenar de espejos Espejos retrogrados girando especialmente para la ocasión Fue entonces que comencé a pedir favores Enumerame Enumerame dos veces Enumerame de nuevo por favor etc... Repítese la palma en el reflejo y cada linea se abre como el giboso horizonte de un final felíz aún entonces mostrando lo frágil de la mente carente del sentido de las horas Entonces palma siempre enigma y anagrama o mejor canción jamás escrita donde solo ruego aparezcan los relieves
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Enluciferado Quise borrar mi rostro salir a la calle y borrar mi rostro salir del pueblo del estado | del país de la cuadra | de la casa silenciar el aire separar los mares de sí mismos extraerme a mí también tomar la cabeza de perseo descalzo perseo descalzo quien encalla exánime borrar el margen
recoger la cocecha
Trasladar la imágen del cuerpo sobre la cabeza agonizante (También propia) enmarañada palma abrazando los vestigios de cabello Como sostener un redondo y pálido tomate Desde su cómodo lugar en la mano asimilar de reojo la bermeja mueca en el fondo del tapíz que atestiguó la caida tapíz que alguna vez lugar de concilio entre voces preñadas de nostalgia des-hace toda conciencia de la máscara de turno y admirar y recorrer como callejuelas dispersas | los riesgos de reconocer un rostro en cuyos relieves se ocultan los mismos dioses de siempre religiosamente expuestos al mimetismo que esta noche parte de mí pacta conmigo Infructifero y dañado resquebrajo | entonces hoy me alejo del espejo ante la seguridad de haber visto un lobo
Con todos los espejos batiéndose [12]
Tower of our tuning Abril 30 año desconocido Maracaibo rechina en el centro de la noche hay quienes | despiertan la estación destripan la paciencia de las calles un constante olvidar qué hay que decir especulatoria trashumancia ahora caótico souvenir Desplegando mensaje celestial de lúmenes —notas musicales Entonces me eché liviano al suelo
oí cómo se tensaban las cuerdas
creí atestiguar hondas revelaciones Se volcó el alarido Siempre frecuentes turbulencias por cerebros tan sonoros que hasta la máquina azul dijo «ya olvidé» tan violentamente
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3 Cicadas
I
diferir del sueño descomponerse a más no poder pupa o criatura cáscara resina Devastado me levanto crujo y vuelvo a la zuela del zapato II ojo tembloroso | llora agonía Sintetiza la angustia de recordarme por qué no
III
/Morfeo se estira por la noche Siembra fauna y foresta en los rostros de las sombras por lo recondito del mundo caminantes sin mapa meciendo sus miradas hacia el foco de lo insomne malogrados vestigios atados al velo de las tres de la mañana fatídica disputa de espejos dilatando el profano averno del alma /Morfeo nutre el suelo por mera conveniencia Vacía en silencio sus bolsas de constelados médanos dando vida a imágenes por la pluma de cautivos para asi volver a casa | mecerse en su respaldo & leer tranquilamente | siempre sin dormir
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Recipiente Cantante desbocado sigues el camino de todos los hombres humanos descendiendo de la piedra a la piedra Abriste una puerta celeste hace largo tiempo una brecha y regresaste con el alba amordazada te vi bailar calipso desnudo sobre su cuerpo | recitas: fuego fátuo
Nocturno resplandor del vientre amarillo
Chispazo violento que aflora al interior del lago puerta abierta sobre el agua por antepasados de las flores la sensibilidad del campo y luces [que desprenden del monte de lo verde del neem canta vierte tu savia entre las cosas del bosque intentas abrir tus pulmones piensas con voz divina convertirte en pajarero & hacia tu ánfora flotante aludir a las ánimas altivas a visitar más seguido a repetirse aquí
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Puente colgante Conoces el lugar la madurez interior del fuego desdoblas la línea del silencio mientras puedes dejaste de opinar sobre la otra cara de la luna Estás vistiendo arena que pisaste con tal de recordar ardor almas antorchas de tí mismo Eres una carretera cada vez que abres la boca bendices sonrisas de neon tras la negrura Abrazas | lo abrazas todo y te vistes de la arena que pisaste y bañas la casa con tus médanos y llenaste los médanos de flores a punta de flores criaste tus estrellas Ahora que hay constelaciones sabes donde está el abismo redescubres texturas ocultas bajo el agua Escribir una cancion en conchas marinas es abrazar el círculo de voces que te hablaron del futuro y el pasado de las palmas Todos fuimos niños asomando sus rostros por vitrales señalando al exterior imaginando un horizonte himalayas reencontrandose en la nieve y un silencio suficiente para oír a la montaña El alma es un puente colgante que atraviesa todas tus edades
Con todos los espejos batiéndose [16]
Blanco Soy blanco y me derramo por las escaleras transpirando alguna clase de lenguaje original intransmutable | infinito Soy blanco bajo las ramas de los árboles y el sol es una curva pronunciada en el cielo asandome las sienes Soy blanco siendo el eco de miles de silencios ancestros de otras culturas aludiendo otra niñez con un cuervo irremediable bajo el brazo Abrazo la misma madre que todos cuando duermo
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La palabra inmóvil Pt. 2 «Trouble cure for a trouble mind» Nick Drake, Time has told me
Veo una sombra encarnada | una silueta partida en calma dicha sombra busca mudar la silueta veo el letargo interrumpido que el deterioro incuba lengua halando la sombra petrificada la sombra es una sabana entumecida que no alcanza cubrirse
Con todos los espejos batiéndose [18]
La palabra inmóvil Pt. 3 Hay un suceso que derrama mis deseos de quedarne demasiado vacío sonando tras bostezos como para no querer correr a casa y leer El proceso de buscar visiones más allá de las visiones siempre se interpone ante el proceso de cocechar sembrar hilos Algo de mala sangre recorriendole las venas al perro el coyote el pajarraco mala sangre Siempre la mudez danza extraños valses tras el arribo la casa sigue a oscuras mas alla de los bombillos Aunque Yolanda Pantín dice que tras esto hay una poética poética de encuentro en clave quizá aprender a respirarlos | ser menos avaro en desiertos ajenos Señalame tu cansancio de nuevo esta vez quizá lo abrace
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Botánico El panorama se cierra solo y sigues estático tarareas canciones que no recuerdas por qué desmitificas tu figura con cada manojo de barro directo al paladar conciente que cicatrices o estigmas perduran como flores hasta ya marchitas en el ánfora por el calor de la sala qué carajo por supuesto que es fácil escuchar el rumor de las plantas reproduciendo salmos y gracias las paredes siguen siendo planta cada membrana susurra silogismos mortíferos de otras tantas veces que ni sabes por qué y recuerdas el camino que traza la mano del barro a la boca tras creerse raíz del palimpsesto —cuánto más de otros que de mí— como propinarse uno mismo la coñiza hasta destilarse como llegar a la cocina prender la hornilla y tirar el matero
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Anagnórisis Uno mira coronas imaginarias y parece que nadie habitara ni la llaga ni la ropa ni la casa ¿A dónde ir si todos los grises te escudriñan? Como dudar de las arterias y la sangre/sangre si el frío se perpetúa en una cama cuyas tablas gritan nombres dolorosos que alzan extraños horrores familiares al desconocido silencio en el tumor de los sonidos helados témpanos derritiéndose uno tras otro bautizan tu tierna cabeza de zorro y se le erizan las palabras de pensar en blanco Uno llega temblando cada noche a la misma fecha y misma hora llega remordimiento embalado en la caja empapado souvenir de la tundra que oculta todos tus cuerpos en sí el cuerpo de tus dientes mestizos el cuerpo de tu hambre de esponja el cuerpo de tu espectro siamés el cuerpo de tus primeras palabras hecha para repetirse cerrada cerrándose cuando menos algo se cierra
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Velas A veces las velas te nombran asomas tu rostro y pides —más favor que súplica— saber agradecer más tarde Un nostálgico aroma a plátano trazando fuego endecasílabas te entrecorta llegando a casa todo vaciado de palabras Comparas fotogramas noctámbulos tiempo despierto tardes solitarias piensas un colchón de cartones aludiendo la antigua casa para escupirte a la calle todo escombros Calcado te adhieres a las cosas costra o membrana hambrienta simulando lo que falta Crees desmerecer vivir esta secuencia de hallar gracia al final de la cera
Con todos los espejos batiéndose [22]
Toda la sangre Toda sangre es leña en el pelambre ardiente del fuego las puertas se abren como lupas dérmicas oh aguja traspasando la garganta de una soprano enmudecida en discusiones con el abismo sobre cultivar flora en diversos puntos del mapa la oscuridad es un sembradio de lenguas cubriendo por completo cada palabra que alumbramos todo deciende siempre bajo el peso el peso de la nada arrugada en el bolsillo de un escritor nada arrugada en la papelera devanando tal vez los ojos de quien sostiene lapicero viril e íntimo cuenta las horas afilado cuan hormigas pasando un puente de ramitas erizadas bordeando rítmico pulsar en el clima de la muñeca un bovino pastando la médula ósea del paciente que frecuentemente recurre al miedo entonces mastica talando el poema perdiendo la rima gozando una ira inigualable por ser gota impaciente que cae del tintero arruinando la obra y luego rezongar aullando en lo hondo del pequeño dios econdido entre los pliegues
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Uno y otro Uno y son lenguajes del agua uno y quebradas hasta el obituario uno es uno sufre un aburrimiento monstruoso otro no otro goza una caravana de palabras
otro otro uno dice otro calla
Uno le habla a todo lo que otro cree inconveniente otro es la triste escuela donde uno carece de nombre en ambos el significado se asume de pronunciadas raíces la raíz es una casa creciendo como fractal en el umbráculo creciendo indefinidamente por las singularidades del no-sol sabiendo que hasta el lenguaje tiene sus consecuencias
Con todos los espejos batiéndose [24]
Ti ho aspettato Hay una canción tras la espera de mí mismo una sombra es una esposa de hace siglos y secuestra un alma de por vida | por amor roza el rostro oblicuo un cienpiés curvo | circular como la sombra te espera al final del día todo acontecimiento para repartirse por las páginas de un libro mal escrito de versos ininteligibles de niñez filosa apuntando a las manos no es querer caminar dudoso por las tejas es estirar las palabras hasta uno
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24 Se te repiten los anuncios como un sistema de deshechos visuales Argumentos genéricos | todos apilados | un suceso que no pasa porque sí hay cierto slang tras el televisor Verás Todos los poetas mueren al final de la historia Es casi un final antagónico por matar al mundo y deslenguar lo trabado del lenguaje Pienso Alguna clave para descifrar el instinto todo un paraíso reconstruyendo los ojos de un muñeco nacido ciego
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25 Con todos los espejos batiéndose alguna trama al final del libro ver en el reflejo una forma que se asemeje al fuego secreto al silencio en las reencarnaciones al susurro de una abuela al final del dia La carnada del dios anímimico al fondo del bolsillo Se despierta el espíritu todo inquieto con todos los espejos batiéndose algun recuerdo de bachillerato en quemar la sal de la lengua y estudiar incendios nocturnos despidiendo una sombra densa y extrañarla al final del día Asumir que falta muerte en la llaga | la emergencia esta clínica de sentimientos al filo de la palabra los ojos seduciendo a la sierpe al final de los pasillos Bajo mi lengua y me escupo en mí mismo Sonrío al final del túnel
Diego Abreu (Venezuela, 1996) Músico, escritor y artista visual. Ha realizado diversas presentaciones como músico bajo el heterónimo «Sabadante». Participó en diversos recitales poéticos como lo fueron «Brisa de Mastranto» (Bitácora de Fuego), «aXión» (La Casa Andrógina), entre otros. Obtuvo el segundo lugar en el Primer Slam Poético de Maracaibo «Tapa el sol con un dedo» en Puerto de Libros. Recientemente fue artista invitado dentro del apartado visual en la revista POESÍA. Es autor del libro «Elemental en la praxis» (La Casa Andrógina, 2020) y creador de la serie de collages que ilustran las portadas de la temporada 2020-2021 de Ediciones Awen.
CRÉDITOS Con todos los espejos batiéndose ©2021, Diego Abreu © De esta edición: Ediciones Awen (Un sello de Ediciones Palíndromus)
Cualquier parte de este libro puede ser reproducida, almacenada o transmitida con permiso del autor o editor mientras se esté citando la fuente. edición
Jorge Morales Corona | Verónica Vidal diseño de colección
Jorge Morales Corona diagramación
Ediciones Palíndromus collage de portada
Diego Abreu corrector
John González contacto
revistaawen@gmail.com linktr.ee/revistaawen/
Con todos los espejos batiéndose de Diego Abreu se terminó de editar en el mes de febrero de 2021 en las instalaciones de Ediciones Palíndromus ubicadas en Maracaibo, Venezuela, bajo la licencia del sello Awen y el autor. Para la colección se utilizaron las tipografías Lato de Lukasz Dziedzic para el cuerpo y Manrope de Michael Sharanda para los títulos. todos los derechos reservados