Colección Telúrica de Narrativa
Juego Final Juan Martínez Reyes
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Índice Desilusión p. 05 Visita nocturna p. 06 Búsqueda p. 07 Propósito logrado p. 08 Llanto p. 09 Lamento p. 10 Juego final p. 11 Virus p. 12 Evolución p. 13 Decisión p. 14 SOBRE EL AUTOR p. 15
Juan Martínez Reyes [5]
Desilusión Al despertar, contempló entristecido aquel semblante sin gracia, que dormía junto a él. Suspiró afligido y derrotado. Soñar que estaba casado con Megan Fox, fue un sueño demasiado hermoso para ser realidad.
Juego final [6]
Visita Nocturna Otra vez aquella figura siniestra se acerca. Resplandecen sus ojos escarlatas en la oscuridad. Estoy pasmado de terror. Ciertamente esta vez me llevará. Ya no es una pesadilla.
Juan Martínez Reyes [7]
Búsqueda Una intensa alegría lo invadió, cuando encontró el elixir para prolongar la vida, después de muchos años de múltiples experimentos fracasados. Sin embargo, ya no le alcanzó el tiempo y, se desplomó.
Juego final [8]
Propósito logrado La vida se hizo para gozarla, como dijo Epicuro: «Vivir solo de los placeres». Cuando llegue mi hora, lo único que quiero es morir feliz, solía decirle. Hoy, después de alcanzar el orgasmo por séptima vez consecutiva, su corazón se detuvo. Su esposa llamó a una ambulancia, sin embargo, ya nada pudieron hacer. Ella lloraba sin control. Cuando los de la funeraria lo amortajaban, encontraron en uno de los bolsillos de su chaqueta, una nota que decía: «Lo mejor para el hombre es morir feliz». (Antístenes)
Juan Martínez Reyes [9]
Llanto —¿Has escuchado, está llorando el bebé en la habitación? —preguntó ella. —Pero si está aquí en el cochecito —señaló, replicando confundido, el marido. La mujer se acercó al carrito, y observó aterrada a un extraño ser deforme que la sonreía macabramente.
Juego final [10]
Lamento El silencio se quiebra otra vez, con el llanto de la criatura en la madrugada. Despierto asustado. Me levanto como autómata y salgo de mi habitación. Escucho pasos, ventanas que se abren y cierran. El viento silba en la sala, el quejido es cada vez más fuerte y mis latidos se aceleran. En seguida escucho una risa perversa en el recinto. Siento una presencia detrás de mí, me vuelvo y veo el espectro siniestro del bebé, sonriéndome.
Juan Martínez Reyes [11]
Juego final Al perder todos mis ahorros en el casino, decidí luchar contra la fuerza de jugar sin control. Iba al cine, de paseo, me reunía con viejos amigos, o caminaba por las calles tratando de distraerme. Todo me aburría. Pronto llegó fin de mes y recibí mi sueldo. Compré algunos medicamentos. Al llegar a casa, vi a mi hijo durmiendo en su habitación. Me dirigí a mi biblioteca y tomé un libro. Minutos después, detuve mi lectura, al evocar esos días cuando iba a los juegos de azar, y escuchaba como un encantamiento el sonido de la ruleta, las fichas y la música del lugar. Entonces, crecieron mis deseos de apostar, de arriesgarlo todo, de ganar. ¿Y si voy? ¿A lo mejor hoy es mi día de suerte? Finalmente, el deseo irrefrenable de jugar otra vez, quebró mi voluntad y mi espíritu. Además, necesitaba dinero para tratar la leucemia de mi hijo. Me dirigí al casino y lo aposté todo. Esperé con ansias que la ruleta se detuviera en el siete. Quise cambiar mi jugada, pero ya era tarde. Se detuvo en el seis. Caminé rumbo a casa, sin dinero y sin esperanza. La noche me pareció un eterno eclipse en ese frío invierno, y la angustia se apoderó de mi ser. Ya no tengo dinero y estoy endeudado con el banco. ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Cómo haré para continuar con el tratamiento de mi hijo? Mi mujer murió de una extraña enfermedad hace meses, si ella estuviera aquí, tal vez todo fuera diferente. Cuánto me arrepiento de haber apostado. Maldito vicio. Mi mente era una vorágine de ideas, seguí dando vueltas en mi dormitorio, mirando aquel objeto metálico sobre la mesa, y supe cuál era la solución.
Juego final [12]
Virus Desde la acelerada expansión del virus COVID-19, nadie ha vuelto a salir por miedo al contagio. La cuarentena se fue prolongando indefinidamente. Miles morían cada día. La economía colapsó y poco a poco empezaron a escasear los alimentos. En la desesperación por sobrevivir, tuvimos que sacrificar al gato y luego al perro. Después empezamos a cazar insectos, hasta que ni siquiera eso pudo saciar el hambre que acuchillaba nuestros estómagos. Viví una tragedia tras otra. Primero, el virus acabó con mi padre, después, con mi madre. Hasta que me quedé solo. He visto difusas imágenes por las calles, desde que recorro sin rumbo. Varios días después, vencido por el cansancio y el hambre, dormí largamente. Cuando desperté, la oscuridad lo invadía todo. Hace mucho tiempo que camino a tientas. La incertidumbre me devora, porque ya no sé si esta oscuridad tendrá fin.
Juan Martínez Reyes [13]
Evolución Muchos años después de la pandemia, los humanos desaparecieron de la Tierra. Los animales, al fin vivían libres y en paz, de su mayor depredador, el hombre. Pasaron miles de años para que el mundo volviera a su equilibrio. Todo estaba bien, hasta que el mono comenzó a evolucionar.
Juego final [14]
Decisión Se detuvo frente a la ventana. Sintió el viento frío recorriendo su cuerpo y el silencio habitando dentro de sí. Ya nada tenía sentido. Su esposa había fallecido hacía un mes en un accidente y, ayer, su único hijo murió de una extraña enfermedad. Ya no quería seguir sufrimiento. Pidió perdón a Dios y, luego se lanzó al vacío. Su cuerpo yacía frente al hospital donde había permanecido durante una semana. Apresuró su muerte, pues sabía que tarde o temprano, el COVID-19 lo iba a matar.
Juan Martínez Reyes
(Chimbote, Perú) Se licenció en la especialidad de Lengua y Literatura por la Universidad Nacional del Santa. Integrante del Grupo Literario “Isla Blanca”. Es coautor en las antologías de cuentos «Desde el silencio» (2016) y «Navío al viento» (2017). Participó en la revista poética Marea N° 23 (2017), Marea N° 24 (2018) y Marea N° 25 (2019). Ha publicado en diversas revistas digitales: Literaria Pluma (Argentina), Perro Negro de la Calle (México), Trinando (Colombia), Socializarte (México), Teresa Magazine (México), The Reading (Guatemala), El Narratorio (Argentina), Solsticio (Colombia), El Almacén (Perú), Anuket (Argentina), Collhibrí (México), Polisemia (México), Zomplante (México), Extrañas noches (Argentina), Íkaro (Costa Rica), Brevilla (Chile), Monolito (México) Arte Siente (México) Poetas Impropios (México), Quarks (Perú), Caracola (México), El Errante (España), Elipsis (México), Óclesis (México), Microscopías (Argentina), Alborismos (Venezuela), Engarce (México), Rupaní (Perú), Metáforas al aire (México), Zax Magazine (México), Kuma (Chile), Literaturalmente (México), Didasko (Estados Unidos). Ha participado en diversos eventos literarios y ferias de libros. Además, fue finalista en el II Concurso de Microrrelatos Bibliotecuentos, organizado por la Casa de la Literatura Peruana (2017).
CRÉDITOS Juego final ©2021, Juan Martínez Reyes © De esta edición: Ediciones Awen (Un sello de Ediciones Palíndromus)
Cualquier parte de este libro puede ser reproducida, almacenada o transmitida con permiso del autor o editor mientras se esté citando la fuente. edición
Jorge Morales Corona | Verónica Vidal diseño de colección
Jorge Morales Corona diagramación
Ediciones Palíndromus collage de portada
Diego Abreu corrector
John González
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Juego final de Juan Martínez Reyes se terminó de editar en el mes de marzo de 2021 en las instalaciones de Ediciones Palíndromus ubicadas en Maracaibo, Venezuela, bajo la licencia del sello Awen y la autora. Para la colección se utilizaron las tipografías Lato de Lukasz Dziedzic para el cuerpo y Manrope de Michael Sharanda para los títulos. todos los derechos reservados