RINOCERONTES,
CORAZONES Y
OTRAS FORMAS DE
EQUIPAJE ANASTASIO MORALES
COLECCIÓN ECLIPSE
RINOCERONTES,
CORAZONES Y
OTRAS FORMAS DE
EQUIPAJE ANASTASIO MORALES
EDICIONES AWEN
ANASTASIO MORALES
{AUTOR}
JORGE MORALES CORONA | VERÓNICA VIDAL
{EDITORES}
JORGE MORALES CORONA
{DISEÑO DE COLECCIÓN} EDICIONES PALINDROMUS
{DIAGRAMACIÓN}
JOSÉ DEL CARMEN BARROSO
{FOTO DE PORTADA}
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ANASTASIO MORALES
Cada maleta es una bala que no logró dar en el blanco. Una que nos pasó muy cerca de la sien silbando su consigna de la patria y de la muerte. O se detuvo a un paso de nuestro paso cansado. Cada maleta pesa tanto que la llevamos a rastras de una frontera a la otra y a la otra. Pesa tanto porque “en ella va la vida” (muchos repiten), y la vida no es liviana. No puede serlo.
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La vida se va cargando con el tiempo como mata de toronja, y sus ramas también se doblan hasta rozar el suelo. En una maleta no debería caber ni media vida. No debería. Sin embargo, hacemos lo imposible y metemos la vida plena en la maleta. Apretamos y apretamos y la vida se adapta al espacio mínimo. Pero no se acostumbra. Siempre ansiará el arribo para desparramarse en otro solar, en lluvias ajenas, en paisajes menos inhóspitos, en calles menos hostiles.
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Una maleta es una huella dactilar. Por ella se conoce al pasajero. Siempre lo han dicho. Hay maletas de cuero, ingentes y con un sonido de estampida de rinocerontes en sus ruedas. En ellas van libros como el Quijote, el Ulises y otros que han ido ganando peso por tantos subrayados y notas al margen. Va la ropa de invierno que aguardó durante años para ser lucida en un invierno verdadero. Va el verano perpetuo en la gorra tricolor descolorida. Por consejo de poetas, van semillas o vástagos, de la casa dejada atrás para ser plantados en terrenos donde haya corrientes de aire libre y aguas diáfanas.
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Existen maletas diminutas. Esas maletas parecen más bien cachicamos andando detrás de nuestra prisa. En ellas tan solo va la procesión. Hay otras humildes, de textiles deshilachados y asas descosidas, pesadas, las maletas, como la miseria de la cual se huye. Las hay lujosas, con monogramas de oro, olorosas al almizcle del perfume parisino que se va derramando. Están las que tienen forma de trombón o violonchelo. En ellas viajan todos los sonidos de la tierra que tal vez no volverá a pisarse. Algunas toman la forma de lo que portan, por ejemplo un santo, la Virgen del Valle o el Siervo de Dios.
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Donde viajan las cenizas de nuestros difuntos, adoptan aspecto de corazรณn. Las que portan elefantes de la infancia toman la forma de sombrero o de serpiente. Las mรกs sencillas son las de viandantes que van a Narragonia: un trozo de tela brillante con sus cuatro puntas atadas a una vara. Adentro van las risas con los dientes rotos, una rosa (que no es rosa), un sol encrespado y un perro rabioso. En la maleta mรกs pesada se traslada la culpa, el arrepentimiento, la conciencia, el pedimento de perdรณn, el perdรณn,
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las fotos que serán arrojadas en altamar o en carreteras tupidas de verdes. Algunos solo trasladan en ella su descaro y las treinta monedas de plata. Esa maleta tiene la forma de quien la arrastra. Ambos ruedan fundidos, cubiertos como crisálidas. Cuando se despojen de su envoltura se sabrá si tendrán alas espléndidas o serán bichos de malos augurios. Cuando se extravía una maleta, si es preciso, se llora el Orinoco entero. O el mar de las Antillas con sus peces. O los cuerpos de agua contenidos en la memoria. (La memoria, la memoria: valija en forma de vida transcurrida.)
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Luego, se mira la mudanza de piel del otro cielo. Luego, se arde. Y se resurge.
EDICIONES AWEN es el sello editorial de
la Revista Literaria Awen que, comprometida con la creaciĂłn literaria internacional, edita plaquetas de narrativa y poesĂa.
R I N O C E R O N T E S , CORAZONES Y OTRAS FORMAS DE EQUIPAJE se terminรณ de editar en el mes de octubre de 2018 en la ciudad de Maracaibo, Venezuela, bajo la licencia del sello Awen y del autor.
[SOBRE EL AUTOR]
ANASTASIO MORALES nació en 1947 en La Montaña de San Gil, costa oriental del estado Falcón, Venezuela. Poeta y maestro normalista. Reside en Ecuador desde 2017. Este poema forma parte de su libro inédito El vuelo de la piedra de rayo.