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Vacunas, el fin de las pandemias

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Bohio 216

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MILTON FERNÁNDEZ | ARTICULISTA MILTONJFERNANDEZLORA@GMAIL.COM • T @MJFL1969

¡Hola! Espero que todos en sus respectivos hogares y núcleos familiares se encuentren bien y sin nada que lamentar durante este largo aislamiento al que nos hemos visto obligados para preservar la salud. A propósito, hoy queremos conversar sobre el fi n de la pandemia, es decir, sobre vacunas y específi camente sobre la aparición de una contra la COVID-19.

¿Qué es una vacuna?

Se denomina vacuna al compuesto que se inocula de manera preventiva o profi láctica en el ser humano para generar inmunidad adquirida (en contraposición a la inmunidad innata) contra una enfermedad específi ca a través de estimular la creación de anticuerpos.

Los anticuerpos, a su vez, son proteínas producidas por el sistema inmunitario cuando nuestro cuerpo detecta sustancias nocivas llamadas antígenos, como bacterias, hongos, parásitos, virus, etc. De esta manera la vacuna “entrena” al cuerpo para reconocer al invasor, atacarlo, destruirlo y, lo más importante, crear una especie de memoria o registro que lo capacite para vencerle en un futuro ataque o intento de contagio.

El entrenamiento mencionado lo logra la vacuna inoculando el cuerpo con versiones atenuadas o muertas u otros componentes del antígeno (como toxinas o proteínas propias), el mismo que pretende combatir.

Historia

Aunque hay evidencia del uso de algún tipo de inoculación con cepas debilitadas de viruela humana en la China, no es hasta el siglo XV en que aparece documentación de un tipo de inmunización, que se hacía insufl ando a través de las fosas nasales polvo de costras secas de pústulas de personas con versiones leves de viruela.

La vacunación debe su nombre a que el médico inglés Edward Jenner observó en 1796 que las mujeres que ordeñaban vacas adquirían viruela bovina; pero al fi nalizar el proceso de la enfermedad quedaban a salvo de la versión humana. A través de un experimento, con un niño para más señas, confi rmó la efectividad de inocular primero la viruela bovina y luego de sobrepasada esa infección comprobar la inmunidad contra la versión humana.

FASES DE CREACIÓN DE LA VACUNA

Fase 0 (Preclínica): Pruebas in vitro y en animales. Se debe demostrar la seguridad y la funcionalidad de la vacuna en los organismos de animales. Si pasa la prueba, se sigue a la fase clínica, que se divide en tres o cuatro fases:

Fase 1: La vacuna se prueba en pequeños grupos de entre 20 y 100 personas sanas. El estudio se centra en confi rmar que es segura y efectiva, identifi car posibles efectos secundarios y determinar la dosis adecuada.

Fase 2: Estudio a mayor escala en el que participan cientos de personas; se evalúa aquí los efectos secundarios más comunes en el corto plazo y cómo reacciona el sistema inmune.

Fase 3: Ensayo mucho más grande, con miles de participantes voluntarios. Se compara la evolución de los sujetos que fueron vacunados con respecto a los que no. Se recolecta estadísticas de la efectividad y la seguridad. Esta fase también sirve para detectar posibles efectos secundarios, aparte de los detectados en fase 2.

Fase 4: Aunque es opcional, muchas vacunas se someterán a una fase 4 después de su aprobación, con el objetivo de recabar aún más información que pueda reforzar su seguridad y efi cacia.

A la vuelta de cien años, en 1880 Louis Pasteur ya desarrollaba preparaciones específi cas contra el ántrax y el cólera aviar. A esas preparaciones, y en honor a su colega Jenner, las nombró vacunas y a su aplicación vacunación, en virtud del origen vacuno del proceso.

Estatus actual de la vacuna

Aunque los expertos calculan que antes de 12 o 18 meses, trabajando a la máxima velocidad posible, no habrá una vacuna lista y efectiva, existen 13 proyectos ya en fase clínica, de los cuales vamos a enumerar los más avanzados:

CanSino Biologics Inc. / Instituto de Biotecnologías de Pekín (China). Fase 2:

Vacuna de nueva generación que no contiene patógenos y se caracteriza por su seguridad. Las primeras pruebas humanas han resultado satisfactorias y se ha ampliado la muestra para seguir comprobando su efi cacia y seguridad.

Moderna / Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas NIAID (Estados Unidos). Fase 2: Está basada en ARN mensajero, combinado con el código genético del virus. La farmacéutica que la está desarrollando informa que en julio comenzará la tercera y última fase, en la que participarán unos 30.000 sujetos.

Instituto Jenner de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Fase 2b/3: Con una probabilidad de éxito en un 80 % se cree que este proyecto podría tener lista para fi nales de 2020 vacuna para uso limitado. AstraZeneca, farmacéutica que participa en el proyecto, tiene ya contrato con varios países de Europa para el suministro de hasta 400 millones de dosis.

Esperanza en la oscuridad

Al momento de escribir este artículo y según los datos de John Hopkins University And Medicine (https://coronavirus.jhu.edu/map. html), los contagios en el mundo se acercan a 10.512.383 personas, de las que han fallecido 512.331. En nuestro país, según la misma fuente, los contagios se cuentan en 33.387 con 754 muertes.

La situación, aunque todavía grave, gravísima, no ha doblegado la voluntad y resiliencia del ser humano, que se ha dispuesto a buscar una salida a esta crisis y seguro que la encontrará. Solo nos queda apelar a otra cualidad humanidad, la benignidad, que la disponibilidad de esa vacuna que se obtenga no sea presa de la avaricia y la ambición.

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