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Por diversión o salud, pero vamos a correr
from Bohio 216
BRIAN CARRILLO |ATLETA E INSTRUCTOR DE PARKOUR @BRIAN_THECOACH
Los que escuchen el término “freerunning” pueden asociarlo con el simple hecho de correr, ya sea por diversión o por salud. Y no están equivocados, se trata de hacer kilómetros sin preocuparnos del ritmo, las pulsaciones, la distancia recorrida, o batir una marca.
Algunos insisten en vincularlo al parkour, en el que los practicantes hacen uso del mobiliario urbano y el entorno para realizar un sinnúmero de acrobacias. Sin embargo, el nuevo “freerunning” tiene que ver más bien con el hecho de correr. Quienes lo practican lo ven como una fi osofía de vida que permite aprender a conocerse mejor y abrir la mente a nuevos escenarios.
ALGUNOS MOVIMIENTOS DEL FREERUNNING
Frontfl ip: Consiste en dar una vuelta o giro hacia adelante.
Backflip: Consiste en dar un una vuelta o giro hacia atrás. Sideflip: Giro lateral (de lado). Se puede realizar para cualquiera de los lados.
Wallflip: Backfl ip con patada en la pared.
Palmflip: Backfl ip apoyando las manos sobre algo.
Gainer: Mortal para atrás invertida. Backflip en el que te vas hacia adelante.
Webster: Mortal hacia adelante pero consiste en hacer una especie de patada para realizar el giro.
Cork: Consiste en una mortal para atrás con un giro.
Aerial: Mortal para adelante, como una especie de media luna. (Fuente: parkourelartedeldezplamiento.blogspot.com)
Orígenes
La frase “freerunning” se usó por primera vez en el documental de 2003 “Jump London” (“Salta, Londres”, en inglés), en el que se empleaba como la traducción de parkour, que a la vez viene del francés parcours (recorrido). Su creador es Sébastien Foucan, actor francés de ascendencia guadalupeña, quien desarrolló el concepto hasta defi nirlo como una forma de autodesarrollo que permite a sus seguidores más posibilidades de expresión que el parkour.
El parkour tiene su origen en Francia a finales de los 80, a partir de métodos de entrenamiento militar. Según sus creadores (Foucan y David Belle), responde a una filosofía de superación de las dificultades, lo cual lo emparenta con las artes marciales. En cuanto al “freerunning”, se le considera una variante de él, ya que el objetivo no es desplazarse con la mayor rapidez posible, sino efectuar acrobacias y movimientos estéticos durante el trayecto sin reparar en la velocidad.
BENEFICIOS EN TODOS LOS NIVELES
Físicos. Entre sus múltiples benefi cios está el poder entrenar el cuerpo de una manera global, debido a que debemos emplear varias partes del organismo a la vez para poder desplazarnos de un sitio a otro. Las acrobacias que se realizan en esta modalidad suponen un alto conocimiento y control del cuerpo; por eso al utilizar vigas, andamios y otros elementos que encontramos a nuestro paso para desplazarnos el ejercicio que de ahí se deriva es ideal para fortalecer brazos.
Mentales. El movimiento es una actividad cognitiva como cualquier otra. Conlleva procesos cognitivos complejos como percepción espaciotemporal, percepción sensorial, atención, concentración, procesamiento y análisis de información, memoria, toma de decisiones, elaboración y ejecución de planos de actuación. Con esa estimulación promovemos el aprendizaje y la inteligencia. Y el hecho de no ir concentrado en la actividad, ni en el esfuerzo, ni en el recorrido proporciona momentos de gran creatividad y autoconocimiento.
Una disciplina inclusiva
Para mí, el “freerunning” puede resumirse de manera sencilla: ir de un punto A un punto B de la manera más eficaz posible utilizando las habilidades que la persona desarrolla con su cuerpo.
Desde mi punto de vista, cualquiera puede practicarlo, ya que es inclusivo. Vemos a personas mayores de 50 años realizando freerunning, pues no es una disciplina que encasilla; al contrario, no tiene requisitos de edades, simplemente te desplazas como desees, con total libertad de movimientos. La idea siempre será adaptarse al entorno; un banco o un bordillo de la acera será más que suficiente para practicarlo.