ESCHER

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“MONOGRAFIA” HACIA UNA LECTURA NO DUAL DE LA OBRA DE M.C. ESCHER.

JUAN CARLOS URREA BOTERO

Trabajo presentado como requisito de: PROYECTO DE GRADO

UNIVERSIDAD DE CALDAS FACULTAD DE DISEÑO VISUAL MANIZALES 1997


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A TODO HOMBRE ABSURDO QUE VIVA DEL EXTASIS DE ESTAR VIVO.


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HACIA UNA LECTURA NO DUAL DE LA OBRA DE M.C ESCHER.

Oh, Alma mía, no aspires a la vida inmortal, pero agota el campo de lo posible. PINDARO. “III Pítica”

JUAN CARLOS URREA BOTERO

UNIVERSIDAD DE CALDAS FACULTAD DE DISEÑO VISUAL MANIZALES 1997


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En palabras del simbolista francés, el gran poeta maldito: ARTHUR RIMBAUD:

“ EL POETA SE HACE VIDENTE POR MEDIO DE UN LARGO, INMENSO Y RAZONADO DESARREGLO DE TODOS LOS SENTIDOS, EL MISMO BUSCA TODAS LAS FORMAS DEL AMOR, DEL SUFRIMIENTO, DE LA LOCURA; EL MISMO CONSUME TODOS LOS VENENOS, PARA NO GUARDAR SINO SUS QUINTAESENCIAS. INEFABLE TORTURA PARA LA CUAL REQUIERE DE TODA LA FE, DE TODA LA FUERZA SOBREHUMANA, Y EN LA CUAL SE VUELVE ENTRE TODOS EL GRAN ENFERMO, EL GRAN CRIMINAL, EL GRAN MALDITO ................¡ Y EL SUPREMO SABIO! ¡PORQUE HA LLEGADO A LO DESCONOCIDO!”.


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TABLA DE CONTENIDO

Pag.

DEDICATORIA

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EPIGRAFES

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INTRODUCCION

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CAPITULO I

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ESCHER, EL ETERNO RETORNO Y LA FASCINACION CAPITULO II

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CONCIENCIA SUBLIME, SATORI Y LA UNIDAD DEL MUNDO CAPITULO III

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EL JUEGO DE LA CONTEMPLACION CONCLUSIONES GLOSARIO

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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LISTADO DE GRAFICOS

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INTRODUCCION

El presente trabajo no es un tratado sobre la obra de M. C. Escher, ni el análisis compositivo de la misma; es más bien un acercamiento a la idea que quiso transmitirnos en sus dibujos y grabados. Descubramos algo de él: Maurits

Cornelis Escher nació el 17 de Junio de 1898 en Leeuwarden

(Holanda). En la Escuela de enseñanza media de Arheim recibió excelentes lecciones de dibujo de F.W Van Der Haagen, cuyas clases de grabado en linóleo aportaron mucho al desarrollo de su inclinación por el arte gráfico. De 1919 a 1922 estudió en la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem. La fuerte personalidad de su maestro de técnicas gráficas libres, S. Lesserun de Mesquita, tuvo también una gran influencia sobre su posterior desarrollo como artista gráfico. En 1922 se trasladó a Roma, donde se estableció en 1924. Durante los 10 años de su estancia en Roma realizó


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numerosos viajes de estudios a los Abruzos, la Costa de Amalfi, Calabria, Sicilia, Córcega y España. En 1934 abandonó Italia, permaneciendo luego sucesivamente dos años en Suiza y cinco en Bruselas. A partir de 1941 vivió y trabajó en Baarn, Holanda, donde murió el 27 de marzo de 1972, a la edad de 73 años. Con este trabajo se pretende compartir la realidad que el artista captó a través de su pensamiento, única vía para conocer, y que expresó a través de su obra. Se trata de una invitación a contemplar el absurdo: el universo libre y caótico, sin leyes dictables. Un mundo vivo y misterioso. Sin reconocer a ningún dios ni a ningún demonio. Sólo es un encuentro con seres humanos desconocidos.

Los siguientes son varios ensayos sin ningún orden estricto o sistemático. Se componen de meras aproximaciones a la idea del Eterno Retorno; la cual es el hilo conductor que tejerá lo comentado en el escrito. Sin embargo, el lector tendrá que hacer un esfuerzo para relacionar semejante idea con todos los capítulos. Es recomendable, que la descripción de tal idea, que se relata en las primeras páginas y que se presenta en cursivas, sea casi que memorizada, y además se necesita que se le preste la suficiente atención hasta comprenderla cabalmente. Sutilmente, a través de palabras subrayadas, se crea una especie de conexión entre los diferentes capítulos.


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La intenci贸n final del texto es provocar en el lector, y antes de entrar a explicaciones, una posibilidad de mirar el mundo con una mente NO - DUAL.


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CAPITULO I ESCHER, EL ETERNO RETORNO Y LAS FASCINACION


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1. ESCHER, EL ETERNO RETORNO Y LAS FASCINACION

La idea de ESCHER sólo es UNA. Y esta idea coincide con la doctrina del fenómeno del “Eterno Retorno”.1

Pero, cuál es esta idea? El eterno retorno es la misma idea del tiempo circular. Es en esencia un principio estético. Es lo infinito y lo infinitesimal, es un estado sublime. Es la ley de la naturaleza y la observamos como la unidad del cosmos (el campo unificado, como denota la física cuántica). Para asumir la idea del eterno retorno se debe contar con una forma de pensamiento especial: Pensamiento no - dual. Y así la reconoceremos fácilmente en un mandala, o en la cruz escalonada (hallada en varias culturas precolombinas), o en un fractal, o en una flor, o en el cielo...

Es una capacidad de “fascinarse” o de

“maravillarse”. Esta doctrina, la del eterno retorno, es formulable así: “El número de todos los átomos que componen el mundo es, aunque desmesurado, finito, y sólo es capaz como tal de un número finito (aunque desmesurado también) de permutaciones. En un tiempo infinito, el número de permutaciones posibles debe ser alcanzado, y el universo tiene que repetirse.


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De nuevo nacerás de un vientre, de nuevo crecerá tu esqueleto, de nuevo arribará esta página a tus manos iguales, de nuevo cursarás todas las horas hasta tu muerte increíble” 2

Y aquí ya se dijo TODO y NO se ha dicho NADA. Por qué ésta aparente paradoja? Porque se han relacionado muchos de los temas que explican la idea del eterno retorno, más no se han explicado muchas de las ideas que se relacionan con el tema del eterno retorno.

Precisamente esa es la idea de Escher, una sola, y es la paradoja, o sea, la eterna metamorfosis. M.C. Escher es comparable al grupo de genios filósofos que vivieron en Elea hacia el siglo V antes de Jesucristo, quienes desarrollaron profundamente la compresión de las paradojas (Por ejemplo Zenón de Elea, un inventor de paradojas, quien fue el autor de la famosa aporía que tiene por protagonistas a Aquiles y la Tortuga; con la cual niega la existencia del movimiento. Se basa en la concepción del espacio como una sucesión

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ETERNO RETORNO, Cuando conjugo estas palabras no me refiero exactamente a la doctrina de Friederich Nietzche pero si a sus implicaciones y concordancias con la idea de Escher, aunque este nunca la pronunciará con este mismo nombre, el la dibujo exactamente. 2 BORGES, Jorge Luis. “Historia de la Eternidad”. Madrid, Alianza. Emecé, 1971. Pág 81.


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discontinua de puntos. Con sus aporías pretendía demostrar a los pluralistas la unidad del ser. Si el ser es divisible, y así hasta el infinito; el ser es infinitamente grande e infinitamente pequeño a la vez. Negaba la noción de espacio; todo es ser, porque si el ser se encuentra en el espacio, éste, a su vez, precisa de otro espacio que lo contenga, y así indefinidamente).

Este trabajo es un “abordaje estético” al mundo gráfico de Escher. Quien apreciando el mundo con una MIRADA NO - DUAL, descubre la ley que rige a la naturaleza: La ley del eterno retorno. Pero antes de llegar a apreciar la obra de Escher, también con una mirada “no - dual” es imprescindible comprender algunos conceptos estéticos básicos. No obstante, es preciso aclarar la conflictividad entre las exigencias de la razón y la sensibilidad: “La suprema conciencia de nuestra naturaleza moral puede obtenerse sólo en un estado violento, en lucha; el supremo placer moral estará siempre acompañado del dolor” 3 Y si la estética va unida a la moral, no es justamente el problema a manejar en este escrito, es decir, se abordará el concepto de estética independientemente de la moral, veamos: Cada uno de nosotros ha sentido siempre, constantemente, la impresión de que alguna cosa nos gusta más que otra. Entre más experimentamos cosas, situaciones, actitudes, percepciones

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SCHILLER, F. “ Escritos sobre estética”. Tecnos, Madrid. 1991. Pág 49.


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que nos apetezcan, entonces nos sentiremos más tranquilos y contentos. Pero será que todo nos gusta verdaderamente por lo que es, o por lo que creemos que es, o por lo que nosotros somos? Existe cualquier cantidad de artículos iguales y repetidos en los mercados, pero cada uno se apropia de éstos de acuerdo a sus preferencias personales.

El gusto desde un punto de vista estético se entiende como la facultad de valorar los objetos de una forma en que se note la belleza de los mismos. Puede entenderse asumiendo las características subjetivas de las preferencias de un individuo. Como también puede entenderse aceptando las características de valorar “según normas”.

Se entiende por estética aquella parte de la filosofía que tiene por objeto el estudio de la “BELLEZA”. Se compone del estudio de la belleza como tal y de las condiciones que hacen bellos (agradables) a los objetos. Pero no sólo interesa el concepto de lo bello, sino “otros” como: Lo sublime, lo ordenado, lo feo, lo gracioso, etc.

La belleza pues, no puede atribuirse sólo a la obra de arte, sino a un sinnúmero de objetos naturales e ideales. Y, si la estética se limita a la expresión artística,


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ésta se traduce en una estética semiótica. Un análisis de los signos estéticos, lo que tampoco atrapa el interés en este trabajo.

Hay patrones estéticos que dominan el arte y el diseño de cada época. Normas que los artistas ponen de manifiesto en sus obras y que algunos de ellos han formulado literariamente. Precisamente, este trabajo analiza a un esteta en específico (M.C. Escher) y una “norma”, también específica (la doctrina del eterno retorno). Sin embargo, todas las estéticas contemporáneas coinciden en considerar “lo bello” como una categoría aplicable a las cosas materiales concretas, (un paisaje, un poema, una escultura...) como si “lo bello” fuera privativo de la materia. Mientras en la antigüedad “lo bello” era un concepto metafísico que en Platón coincide con “lo bueno”, y en Aristóteles, aunque no hay una teoría de lo bello, ni siquiera una definición o un concepto determinado y claro de la belleza, a veces considera a “lo bello” como equivalente también, y casi sinónimo de “lo bueno”.

El artista contemporáneo M.C Escher, se interesa más que por “lo bello” por “lo sublime”. Es preciso aclarar estos conceptos (bello y sublime) entendidos a partir de Emmanuel Kant en su “Crítica del Juicio”. Para el filósofo alemán lo bello es intensificación de la vida, mientras que lo sublime es crítica de la


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existencia. En el mundo de Escher lo sublime es causado por el vértigo, el desequilibrio y la inquietud catastrófica. El mundo sublime de Escher es de la fascinación. Y en busca de entender “lo sublime” hay que empezar por admirar nosotros mismos a “lo bello” y luego... maravillarse, como una fuerza de revelación que produce exaltación. Porque, como afirma Zecchi en “La belleza”, ésta no tiene rostro, puede tener el rostro que el tiempo haya querido darle para hablar del mundo, para desafiarlo con un sentido, para afirmar la sacralidad de nuestra unión con el todo”.

La fascinación es un fenómeno muy complejo de la percepción humana. Normalmente es un fenómeno provocado, pero su modo de actuar no es totalmente claro. Puede nacer desprevenidamente con una simple atracción o a través de un perfecto hechizo, pasando por la seducción y el encanto.

La fascinación es un estado sublime que se puede conseguir a través de muchas formas y técnicas hipnóticas. El movimiento regular de un péndulo brillante, la emisión monótona de una misma nota musical, la rotación regular de una espiral, la contemplación prolongada de una trama o de unos reflejos cambiantes, o la sugestión verbal, son otros tantos medios a disposición del médico, del mago, del chamán, del artista o inclusive del charlatán para


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concentrar la atención de sus pacientes.

M. C. Escher agota recursos

plásticos en cada una de sus obras para evocar mundos infinitos e imágenes que traspasan los límites del tiempo y del espacio, para sentir su mundo interno en una forma más clara, distinta a la que normalmente nuestra mirada tiende a mostrarnos (ese mundo hecho de límites y superficies -dualidad-).

El poder de fascinación que tenga una persona o un objeto, o un acontecimiento provoca un estado de atención sostenida en el sujeto. Este experimenta una fuerte concentración y se reduce el campo de su conciencia respecto al estímulo.

Es preciso, antes de ahondar y de entrar en ejemplos acerca del caso de la fascinación, anotar ciertas reglas en cuanto a la psicología de la percepción descifradas por los psicólogos de la Gestalt, las cuales permiten una mejor asimilación de este fenómeno en mención. Estas leyes de la Gestalt subrayan la importancia de las configuraciones globales; leyes que incluyen las reglas de la continuidad (según la cual nuestra percepción continúa en la dirección sugerida por un estímulo), la proximidad (agrupamos elementos que se

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Ver MOLES y JANISZEWSKI, “ Grafismo Funcional ”, Barcelona, CEAC, 1991, pag.47.


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encuentran cerca uno del otro), la ley semejanza (agrupamos elementos parecidos) y la ley de cierre (completamos configuraciones incompletas)

Los gestaltistas también indican otra manera común de organizar la sensación, dividiéndola en una figura (el objeto sobre el cual enfocamos nuestra atención) y un fondo (el fondo del objeto focalizado). Cuando la relación figura - fondo es ambigua, (recurso escogido por M.C. Escher en muchos dibujos suyos) nuestras percepciones de la figura y el fondo se alteran. Esta opción muestra de una manera interesante la naturaleza activa de nuestro sistema perceptivo, ya que puede elegir entre dos percepciones distintas del mismo estímulo, sin embargo, no las podemos ver al mismo tiempo.

La fascinación ha sido definida por Joan Costa y Abraham Moles como la captura que la imagen efectúa del ojo del espectador. Una imagen que me fascina, (entonces me seduce) es una imagen de la que no puedo apartar la mirada, una imagen que no sólo se impone al ojo (pregnancia de la forma), sino que retiene la mirada.

“La mirada no es simplemente el eje óptico del ojo, sino el mecanismo complejo de orientación del mismo, acompañado por el sistema perceptivo


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cerebral de los datos que el ojo le proporciona y por el control, mediante este sistema perceptivo (el centro óptico), de los movimientos de orientación del ojo en el espacio visual.”5

Así pues, una imagen que nos fascina es una imagen de la que no podemos desprendernos, una imagen a la que vuelve nuestra mirada. Pero las imágenes poseen muy diferentes capacidades para retener la mirada, aunque los ejemplos que se mencionan a continuación, en sí, son los mismos. Por lo tanto, existe un poder de fascinación, un poder que está relacionado con las características objetivas de la imagen. El diseñador visual, quien realiza imágenes, debe conocer cuáles son estas características, pues su objetivo consiste “en sorprender, en emocionar, en encantar a un espectador” (Racine)

El siguiente es un recorrido gráfico acerca de la fascinación. Entre las características objetivas6 de la imagen se puede mencionar, en primer lugar los fenómenos ópticos que sorprenden a la mirada por su evidencia, el más simple de los cuales es, por supuesto, la regularidad geométrica.

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IBID, Pág 60. IBID, Pág 60 - 61.


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M.C. Escher nos ejemplifica casi todos los casos donde se comprueban estas características en un asombroso juego intelectual, que “desconcierta” al espectador de su obra.

Las figuras geométricas que se derivan aquí del cuadro contrastan con el espacio vacío que invita a reconocer un espacio infinito de formas análogas.


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También se da el caso de procesos geométricos más sutiles, que por el juego de su precisión y por la previsión que conllevan, retienen la mirada, la cual se satisface precisamente con el juego de esta previsión. El típico ejemplo es el tornasolado (interferencia óptica de series regulares), del que artistas como Soto han sabido hacer un uso que los prestigia.


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Existen imágenes con error flagrante, como “cóncavo y convexo” de Escher. Cada plano es tan realista, que cada uno de éstos se impone en nuestra conciencia certeramente y en una contradicción que es a la vez flagrante y duradera.


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En el concepto de vértigo, la espiral nos proporciona quizás el mejor ejemplo y en el que la mirada, dirigida a cualquier punto de esa espiral, se dirige irremediablemente hacia el centro de la misma, en una desesperada búsqueda del centro, y vuelve a iniciar la operación apenas la ha terminado.


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En cuanto a los imposibles y engañosos efectos de las imágenes, Escher es maestro. La mirada, colocada en la situación de descubrir el propósito de un dibujo gira indefinidamente buscando su significado (esos hombres, ¿suben o bajan?) y descubre, con escándalo pero con fascinación, que se ha deslizado en un error lógico en lo que le proponía el sentido común. La conciencia visual se complace jugando con este error renovándolo, en un proceso típico de fascinación.


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Se encuentra también la imagen geométrica imposible como “Dado con cintas mágicas” de Escher, contradiciendo totalmente la idea de “separabilidad de los elementos” (Aristóteles), tan sólidamente anclada en nuestros sentidos.


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Vemos como la atracciรณn de lo insรณlito en una condiciรณn fisiolรณgicamente insรณlita, simplemente, fascina.


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Encontramos el juego de las figuras ambiguas, como en esta imagen, también de Escher, los pájaros negros se transforman en peces blancos de arriba abajo, en un mecanismo de ilusión positivo - negativo (figura-fondo). En este caso, la percepción es un disparador sensible que se renueva según las leyes de la Gestalt (figura-fondo) y que, nuestra atención.

al crear decepción,

recrea perpetuamente


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También se da el caso de la figura compuesta y “arcimbóldica” en la que la suma de seres forman otro ser que emerge súbitamente a nuestra conciencia y nos lleva a verificar el testimonio alusivo de esta conciencia.

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Al parecer, el pintor manierista Arcimboldo fue el primero en emplear este artificio de osmpsición, que en la actualidad se utiliza corrientemente en publicidad.


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En la idea de serie se expresa una imagen que contiene a su propia imagen, en una especie de serie l贸gica que nos da la impresi贸n de llegar al infinito, en una especie de imagen en forma de mu帽eca rusa en la que el descubrimiento de la existencia de una serie nos incita a proseguir, con el pensamiento, hasta tan lejos como sea posible, y as铆 sucesivamente.


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Existen también factores más sencillos de fascinación, simetría.

como la simple

Cuyo descubrimiento pone en marcha nuestro mecanismo

proyectivo a partir de la voluntad, ilusoria, de descubrir significados en una imagen no significante, pero cuya simetría nos induce a efectuar una reconstrucción de la realidad.


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En el vertiginoso “Planetoide tetraédrico”, mundos laberínticos, nuestra conciencia no puede evitar el intento de entrar o salir del laberinto.


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Mucho m谩s sutilmente, el deseo de conocer el origen de este trazo indefinido, cuyos pliegues y repliegues trazan una escena, crea para la conciencia una situaci贸n de captura del ojo.


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En este prolífico “juego intelectual” Escher logró concebir las más “bellas” y virtuosas realizaciones visuales, acercándonos a comprender el fenómeno del eterno retorno. Douglas R. Hofstadter, (nobel en física en 1961) analista de trabajo intelectual del genio holandés, le nombra a este fenómeno como “Bucle Extraño” o “ Jerarquía Enredada”.

Y lo explica de la siguiente manera:

“El fenómeno del Bucle Extraño ocurre cada vez que, habiendo hecho hacia arriba (o hacia abajo) un movimiento a través de los niveles de un sistema jerárquico dado,

nos encontramos inopinadamente de vuelta al punto de

partida” 8 y este proceso perceptivo sigue y sigue ad infinitum en muchos de los grabados y dibujos de M.C. Escher, es decir, sobrepasar de la realidad sensible a una realidad inteligible.

Interesa descubrir cómo el artista mencionado llegó a concebir semejante idea, para luego empezar a discutirla, y, si es posible, asumirla.

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HOFSTADTER, Douglas R. “Gödel, Escher. Bach. Un eterno y grácil Bucle”, Barcelona, Tusquest, 1992. Pág 12.


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M C. Escher consideraba el ideal supremo de las artes gráficas al perfeccionamiento técnico de dichas artes “Yo mismo me encontré durante muchos años en semejante estado de alucinación, hasta que llegó el momento en que cayó la venda que cubría mis ojos y me di cuenta de que mi meta no era el dominio de la técnica” 9

Que, sin embargo la llegó a dominar de forma suprema. Nació entonces otro anhelo, de cuya existencia ni siquiera él mismo sospechaba. Se apoderaron de él ciertas ideas que nada tenía que ver con el dibujo o con el grabado. Ideas de tal magnitud, que a toda costa procuró por comunicarlas. Eran ideas que no podía expresarlas verbalmente, pues no se trataba de ninguna materia literaria,

sino que, sólo otros le entenderían si lograba representarlas en

cuadros. De allí en adelante para cada proyecto que abordara escogería, de entre las numerosas técnicas que dominaba, la más apropiada. Su trabajo comenzaba con la búsqueda de una forma visual capaz de traducir del modo más claro posible un determinado pensamiento.

“ Las más veces pasa mucho tiempo hasta que creemos ver esta forma con toda

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ESCHER, M.C “ Estampas y dibujos”. Berlín, Taschen. 1971. Pág 5.


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Claridad. Un pensamiento, sin embargo, es algo enteramente distinto a una imagen visual, a pesar de todos nuestros esfuerzos, nunca conseguimos realizar a la perfección aquello que concebimos en nuestro espíritu y que equivocadamente creemos contemplar ”10 Se dedicó entonces, a partir de 1938 (después del impacto que tuvo al conocer una ciudad de origen árabe en España: La ciudad de la “Alambra”) a la concepción de ciertas imágenes interiores, es decir, una nueva presentación de imágenes. Esta representación es necesaria, con el fin de facilitar diversos modos de ordenación de las presentaciones; sin las representaciones que hace posible la imaginación no sería posible el conocimiento.

Sus ideas se basaron en el asombro que causa la admiración por ciertas leyes contenidas en el mundo que nos rodea,

que podría considerarse como

“imaginación estética”, “actividad de naturaleza intelectual”, o imágenes relacionadas con el entendimiento. El mismo Escher expresó: “Quien se maravilla de algo, toma conciencia de algo maravilloso. Manteniendo alerta mi mirada frente a los enigmas del mundo, si bien interesado en su plasmación

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IBID


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sensible, entro en contacto, en cierto modo, con el dominio de las matemáticas. Aunque no dispongo de una formación en las ciencias exactas ni de conocimientos especializados, a menudo me siento más próximo a los matemáticos que a mis colegas de profesión ” 11

Fue cuando una nueva y gran preocupación invadió a Escher en la segunda etapa creativa de su vida. Pero que, no obstante el carácter objetivo e impersonal de la mayoría de sus temas, comprobó con desdicha que a ninguno de sus congéneres pareció afectarle el espectáculo que nos ofrece el mundo circundante de la misma manera que a él.

Cita Juan Kronfus, en el texto “Euritmia Arquitectónica”, una reflexión que nos acerca al conocimiento intuitivo de M.C Escher al ofrecernos tan magnífico trabajo, veamos:

“Es lo físico y lo psíquico que rige las acciones del hombre y de todo el mundo, lo que hay que tomar en consideración, pues existe una ley universal desconocida para nosotros y que rige en todos los genios de artistas que en sus obras demuestran ritmo, armonía y proporción y que corresponde a su

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IBID, Pag. 6.


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vez, a nuestras leyes deducidas de las obras de ellos. Pues estas leyes no son creadas en meses de estudio de intelectuales y filósofos, sino son al mismo tiempo leyes de la naturaleza y de la vida misma; o si queremos individualizar mejor usaremos la palabra dios�.


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CAPITULO II

CONCIENCIA SUBLIME, SATORI Y LA UNIDAD DEL MUNDO


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2. CONCIENCIA SUBLIME, SATORI Y LA UNIDAD DEL MUNDO.

En el planeta que vivimos encontramos infinidad de formas visuales propias de la naturaleza del cosmos e infinidad de representaciones visuales propias de la naturaleza humana con su recursividad creativa. Esta creación humana de formas visuales definidas nacen de la experiencia personal al admirar el universo exterior (la naturaleza, por ejemplo), o de admirar nuestro universo interior (la mente, por ejemplo); sean ya experiencias de una realidad externa o de una realidad interna, sorprenden aquellas que se derivan de la genialidad humana que, a través de su historia, han hecho obras de arte que comprobaron “leyes” que gobiernan a la vida y al universo mismo; leyes de ritmo, armonía y proporción. Leyes que no tienen fórmula: leyes desconocidas.

Estas creaciones humanas artísticas nacen del proceso “extático - mental” de maravillarse de algo. Es el devenir de lo sublime, es el elevarse por encima del reino de los sentidos en la contemplación de lo sublime, en Escher, al todo.

Por otra parte, en nuestra herencia cultural etno-americana encontramos un ritual equiparable a este asunto. Es el chamanismo y, el chamanismo es un


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saber hecho arte. En él se activan todas las prácticas del saber (mitogónico, poética, escultura, pintura - facial, corporal; en telas, cortezas, piedras, objetos-arte -collares, bastones, cestos, tocados, máscaras...-, instrumentos musicales...), para gestar un estilo de vida artístico. El chamanismo es un modo de existencia estético, en el que el saber y el arte no van por sendas separadas. En la trocha del arte-saber se topa, en su inicio con las plantas o sustancias enteógenas13 que posibilitan con más potencia transformar el modo de existencia. Los enteógenos cumplen el papel de conducir a “estados de conciencia acrecentada”, concepto que le sugiere el brujo don Juan Matus (Chaman Yaki) a Castañeda14, para investigar el pensamiento de afuera, en un afuera del “yo pienso”, en una afuera de los paradigmas simbólicos de la cultura, para investigar tanto lo impensado como para experimentar lo inaudible, lo indecible, lo invisible como experiencia estética de necesidades reales.

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TORRES, Willian. “El chamanismo y lo sublime” En : Gaceta, N°28, Bogotá, COLCULTURA, Junio 1995, Pág 40 y siguientes. 13 “En griego, Entheos significa literalmente “ dios (theos) adentro”, y es una palabra que se utilizaba para describir el estado en que uno se encuentra cuando está inspirado y poseído por el dios, que ha entrado en su cuerpo. Se aplica a los trances proféticos la pasión erótica y la creación artística, así como a aquellos ritos religiosos en que los estados místicos eran experimentados a través de la ingestión de sustancias que eran transustanciales con la deidad. En combinación con la raíz Gen.-, que denota la acción de “Devenir”, esta palabra compone el término que estamos proponiendo: enteógeno.” Wasson, Hofmann y Ruck. El camino a Eleusis. Una solución al enigma de los misterios. Apéndice : Enteógenos, pág 235. México : Fondo de Cultura Económica. 1980. 14 CASTAÑEDA, Carlos. “El conocimiento silencioso”. Buenos Aires, Emecé. 1988, Pág 11 - 15


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Experimentar los estados de conciencia acrecentada no es nada bello. Lo experimentado es una intensidad de dolor y placer. Es “la sensación del alma... en un ser movido y en un padecer” (Schiller, F).Es experimentación de lo sublime.

Ahora bien, al tomarse una conciencia maravillada, el genio-autor de-muestra arte que cumple con “Leyes (?)” que debiera cumplir cualquier estética: ritmo, armonía y proporción, - placer-15

Escher, ilustre representador de “estas leyes”, pretende transportarnos a “estados de conciencia acrecentada”. Es un estado donde la mirada se expande, se abre. -Como la vista de águila -. La mirada contempla y conoce, como una de las formas más altas de la vida activa, en otras palabras, como el grado supremo de la actividad espiritual.

La mirada ya no configura fenómenos independientes. La mirada ya no “ve sino que mira”16

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Entendido no como una sensación placentera o como la alegría sino como “un gozar de” o “un sufrir de”, experiencia conseguida a través de una conciencia dirigida intencionada. Conciencia de lo sublime, esto es, el placer que produce lo sublime porque es el testimonio de la insalvable conflictividad que está presente en la realidad (conflictividad del sujeta hacia el objeto). 16 La mirada aquí ya no se entiende como el proceso sensorial de percibir sino que se entiende como el proceso mental del darse cuenta. A donde el pensamiento se encuentra en un ámbito de conciencia más amplia y el espíritu se inquieta. Esta es precisamente la mirada NO DUAL.


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Es una mirada que no percibe ni deforma al objeto; porque aquí ya no hay, en absoluto, ninguna distinción del sujeto “que percibe” al objeto “percibido”.

Un diseñador debiera ser un coleccionista de infinitas miradas infinitesimales (lectura visual profunda). O sea, un contemplador del instante, del aquí y del ahora (conciencia acrecentada). Ser y estar... Ver, mirar y... conocer.

Tal como lo es Escher, quien con cada una de sus obras nos propone una estética impersonal y objetiva, y que como interesa en el caso, debería ser modelo estético a seguir por el comunicador visual (diseñador visual).

Así mismo, Escher representa pensamientos que no se pueden presentar. Trata de mostrar lo inmostrable, decir lo indecible. El nos prepara, nos dispone. Nos convida a sentir esa experiencia en nosotros, no a que entendamos la de él.

Pues sencillamente el autor si buscase algún tipo de entendimiento, no más tendría que haber descrito con palabras su experiencia, pero, como se dijo antes, en Escher, no se trataba de discursos, ni de material literario. Precisamente es allí donde radica el punto crucial de este asunto:


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Definitivamente, esta “idea mental”, esta “Experiencia espiritual” es INCOMUNICABLE. Pero como cualquier idea o experiencia cotidiana, si es REPRESENTABLE.

Y es la condición de “representabilidad” la que nos dirige hacia una oportunidad no sólo de entender su obra, sino también de vivenciarla, por supuesto, esto no sería posible sin la imaginación, que con la representación proporciona conocimiento.

No vivirla como una enseñanza moral o idea razonable que se pondría en práctica después de conocer su obra, sino “vivirla” en el mismo instante en que se mira y en que se admira cualquiera de sus dibujos.

Pues la obra de Escher no nos enseña ninguna moraleja (aquí nos alejamos de una connotación moral). No nos entrega ninguna fórmula práctica. Sólo nos trae una invitación a reconocer no su mente, ni su idea, pero sí “nuestra mente” o “nuestra idea”. El se convierte así en una especie de espejo de sí mismo y de los otros.


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Las magnificas y enigmáticas representaciones logradas por el diseñador holandés, negro sobre blanco, tratan de transportar al espectador a “estados de conciencia acrecentada”, representando el concepto infinito a través de formas finita -mundos infinitos-. Representaciones que invitan a la asimilación y a la comprensión de la realidad de una forma más integra. Dejando a un lado, por el momento, la disposición que tenemos de configurar simbólicamente separados e independientes los fenómenos que acontecen, siempre, en cada instante. Porque justamente, esta disposición crea en el pensamiento del hombre, el fantasma de la separatividad, y la pretensión es de carácter unificante.

Ahora bien, se intenta a través de estas representaciones visuales derrumbar la imposición dualística de nuestro acostumbramiento mental, que imposibilita una visión integra de la realidad que va más allá de lo bello y de lo feo, de lo malo y de lo bueno... es decir, penetrar al campo de la estética, de lo sublime y como dice Longino (pág 55), “ No es conducir al espectador a la persuasión, sino a la exaltación”.


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Bueno, ya se ha mencionado muchas veces el concepto de “no dualidad” y no se ha explicado. Ahora que se reconocen ciertas ideas, se puede entrar en materia, veamos: Salvador Pániker escribe en su aproximación al origen: “El hombre es un animal enajenado, víctima del simbolismo del lenguaje” Y dice Herder: “Somos criaturas del lenguaje”.

“Efectivamente, más que vivir en la percepción pura de la realidad, vivimos prisioneros del simbolismo del lenguaje. Nuestra percepción de la realidad viene filtrada por las categorías de nuestro mundo simbólico. El hombre no domina el mundo simbólico de su lenguaje, sino que es dominado y condicionado por él. Lo que nosotros llamamos realidad no es más que lo que las categorías de nuestro lenguaje puede asimilar” 17

Para los hombres primitivos, hace miles de años, el lenguaje era apenas unas vocalizaciones sonoras que terminaba por ser de carácter relativo; pero para el hombre actual el lenguaje se ha convertido en algo de carácter absoluto.

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BASHO, Matsuo. “Haiku de las cuatro estaciones”. Madrid, Miraguano. 1986. Prólogo: Francisco F. Villalba, Pág III


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Y el hombre de ahora no sabe percibir normalmente más allá de ese mundo simbólico absolutizado. Por eso las culturas se han forjado solamente en esa proyección verbal de las sociedades humanas y a la inversa, el lenguaje ha determinado la formación de un mundo simbólico.

No obstante, siempre, en todas las épocas han existido hombres que, como Maurits Cornelis, Escher, han intuido una realidad más profunda y más amplia, más allá de los límites del lenguaje y de la cultura. Se les llama sabios, místicos, maestros espirituales y concretamente en el caso de Escher, aunque parezca paradójico, artistas.

“ El lenguaje es por naturaleza profundamente dualista. Surge de la separación de la cosa real y el símbolo que la designa. De esta manera y de un estado original no dual, el hombre pasa a encontrarse separado de la realidad, ya que el símbolo se interpone. El lenguaje evoluciona al mismo tiempo que la inteligencia, comienzan a surgir todo tipo de dualidades derivadas: Sujeto, Objeto, Verdad-Mentira, Realidad-Irrealidad, etc.”18

18

IBID; Pág IV


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Lo más importante en la obra de Escher, ya se ha mencionado anteriormente, es “comunicar lo incomunicable”. Es decir, no comunicar un concepto a través de unos símbolos (verbales o gráficos) sino despertar la conciencia de la nodualidad primordial, es la mirada de un “todo”

El autor gráfico holandés, no nos impone nada, no nos cuenta ninguna historia personal, ni trata de mostrar su expresión artística. El no nos comunica nada a nivel simbólico, sino que más bien se dedica a procurar despertar una conciencia transimbólica. Las formas visuales que él utiliza sólo son un recurso gráfico para provocar un encantamiento hasta percibir y despertar la conciencia de la no-dualidad primordial.

El truco consiste en percibir la eternidad “absoluta” del momento presente. “Lo que importa no es la vida eterna, sino la eterna vitalidad”, diría Nietzsche.

“Y este absoluto lo incluye todo, incluso el mundo simbólico del lenguaje limitado”. 19

19

.IBIDEM, Pág VIII


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Para Escher, el hecho de concebir estas imágenes constituye la experiencia del despertar de la conciencia a una realidad pre-simbólica o trans-simbólica SATORI en el budismo Zen - 20. Es simplemente algo que sucede.

Como se ha dicho anteriormente, Escher ejemplifica con gracia el fenómeno del “Bucle extraño”. Cabe preguntarse ahora, si en relación con este fenómeno el ser humano podría “Brincar fuera de sí mismo” hasta producirse una “jerarquía enredada” (o bucle extraño) y “contemplar” la realidad sin distinguir sujeto de objeto.

Hay que diferenciar “Trascender” de “Percibirse”, podemos tener visiones de nosotros mismos a través de diferentes medios (en un espejo, una fotografía, una película, una descripción de otro, un tratamiento psicoanalítico, etc.), esto es en el sentido de una “percepción sensible” o percepción por órganos de los sentidos, una aprehensión de realidades externas.

Y en cuanto a la

trascendencia, se trata de un trascender del sujeto, pero es hacia el objeto, en tanto que objeto exterior cognoscible. Se dice entonces que el objeto es trascendente al sujeto y que el sujeto puede alcanzarlo sólo cuando va hacia el

20

Véase, DT. SUZUKI. Introducción al budismo Zen. “Bibao, Mensajero. 1986. Pág 127 y siguientes


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objeto, así la trascendencia del objeto presupone el trascender del sujeto hacia el objeto manteniéndose una concepción “Realista” del conocimiento.

Entonces, las posibilidades de evadir el sistema espacio-temporal implica que una persona decida por su propia voluntad no acatar las leyes de la física. El sistema de la física es inquebrantable, del cual no hay salida posible, pero veamos, de acuerdo a la siguiente cita, que se puede hacer: “Sin embargo, hay una ambición más modesta uno puede saltar desde un subsistema del propio cerebro, a otro subsistema más amplio; en ocasiones, uno puede eludir los senderos habituales. Esto se debe a la interacción de diversos subsistemas de nuestro cerebro, pero impresiona como si se tratase de un verdadero salto fuera de nosotros mismos”21

Pero no se puede, en absoluto, abandonar la propia piel y ubicarse en el exterior de uno mismo (a pesar de las pretensiones de los movimientos ocultistas modernos, inclusive ni siquiera como lo describían los simbolistas franceses en los “paraísos artificiales” provocados por el consumo de alucinógenos)

21

HOFSTADTER, Douglas. “Godel, Escher, Bach. Un eterno y grácil Bucle”. Barcelona Tusquest, 1992. Pág 532.


62

También el Zen se preocupa por el concepto de trascendencia respecto al sistema.22 Un adepto al Zen siempre está tratando de comprender más profundamente qué es él mismo, apartándose de todas las reglas y convenciones que lo encadenan, incluyendo las del propio Zen. En algún punto

de

este

esquivo

sendero

puede

suceder

el

SATORI=SUBLIME=VISION.

“De todas maneras (como yo lo veo) se espera que mediante la paulatina profundización de autoconocimiento, mediante la paulatina ampliación del ámbito del sistema, sobrevenga por último un sentimiento de unidad con todo el universo”23

Ya para la física actual es un hecho esta UNIDAD. El doctor Germán Martín escribe en el prólogo de “La perfecta salud” de Deepak Chopra:

“La física cuántica formula en el campo unificado la unión y origen de las partículas elementales (protones, electrones, neutrones, etc.) y de las fuerzas básicas (interacción fuerte y débil, gravedad y electromagnetismo) que

22

Véase : SUZUKI, D.T. y FROMM, Erich. Budismo Zen y Psicoanálisis. México. Fondo de Cultura Económica, 1995. Pag 33 y siguientes.

23

HOFSTADTER, Douglas R. “Gödel, Escher, Bach,” Barcelona. Tusquests, 1992. Pág 532.


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cohesionan y constituyen el universo físico en sus diferentes escalas de complejidad que percibimos con nuestros sentidos.”

Tal descripción del universo nos acerca al umbral de una nueva concepción de la existencia donde materia y energía son intercambiables, donde se unen lo material ostensible con lo sutil, lo aparentemente estático e inmutable con lo eternamente dinámico, lo externo con lo interno, lo temporal con lo imperecedero, podríamos decir entonces, la superación de los dualismos como es pretensión en la obra de Escher.

Un versículo védico declara: “La inteligencia interior del cuerpo es el genio último y supremo de la naturaleza refleja del cosmos”.

Ese genio está dentro de nosotros; es parte de nuestro plano interior que no se puede borrar, al contrario es necesario darle la salida.

En el plano de la mecánica cuántica no existen límites nítidos que nos separen del resto del universo. Cada uno de nosotros está en equilibrio entre lo infinito y lo infinitesimal, esta incertidumbre es nuestra posibilidad, aunque para la ciencia haya generado tantos conflictos.


64

Dentro de nosotros han fijado residencia los mismos protones encontrados en el corazón de las estrellas, que existen desde hace cinco mil millones de años. Los neutrinos que se disparan por la tierra en unas pocas millónesimas de segundo, son parte de nosotros por un breve instante, instante que nos proporciona la posibilidad de trascender.

Somos

cada uno de nosotros, un río fluyente de átomos y moléculas

recolectadas en todos los rincones del cosmos, somos un afloramiento de energía, cuyas ondas se extienden hasta los límites del campo unificado. Somos una represa de inteligencia que no se puede agotar, porque la naturaleza es un todo inagotable, y definitivamente, somos...

Dijo el sabio místico hindú Ramakrisma:

“Dios es mi compañero de juego. No hay consonancia ni razón en el universo. ¡El, risueño!, lágrimas y risas, todos los papeles de la comedia. ¡Ah, esta diversión del mundo¡ Escuelas de niños abandonados ¿A quién alabar? ¿A quién censurar? No tiene razón, no tiene cerebro. Nos engaña con su pizca de


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razón y su pizca de cerebro. Pero esta vez no picaré. Tengo la llave del juego. Más allá de la razón y de la ciencia y de todas las palabras, está el amor”.


66

CAPITULO III EL JUEGO DE LA CONTEMPLACION


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3. EL JUEGO DE LA CONTEMPLACION

Hacia una mirada no-dual de una lámina de Escher.

NOTA : “El ejercicio propuesto a continuación carece de validez científica, por lo tanto no implica la utilización de ninguna clase de metodología en específico”.

TERAPEUTICA : El juego consiste en un intuitivo recurso de MODO A CONTEMPLAR:

Siéntese cómodo y con la espalda recta en una buena silla. Enseguida, tome sobre sus manos la lámina y obsérvela con detenimiento (situando la lámina por lo menos a una distancia como la cuarta de su mano). Abra muy bien sus ojos y dirija su mirada hacia el centro de la imagen. A continuación deje que la mirada conduzca lentamente su mente a un estado de QUIETUD, es decir que vaya disolviendo de su pensamiento todas las formas duales de representación (negro-blanco, abajo-arriba, izquierda-derecha, pequeño-grande, círculorecto, caos-orden, dinámico-estático..., mentira-verdad,...)


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Y sólo déjese llevar por el vértigo que produce el propio dibujo, y el tiempo suficiente para que su conciencia alcance “ EL ESTADO SUBLIME”.


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CONCLUSIONES.

Al genio de Maurits Cornelis Escher TODO le produce un estado sublime, porque llegó un momento en que cayó la venda que cubría sus ojos, un momento de fascinación, un SATORI.

Mucho de lo que se dijo, probablemente a cualquiera de ustedes podrá sonarle dudoso. NO ME IMPORTA. Pues en este trabajo tan sólo hablo conmigo mismo y tan sólo respecto y por respeto a mi CONCIENCIA. Y por ella tengo una profunda convicción y una profunda comprensión de todo lo dicho. Sea o no sea, todo esto, VERDAD.

Espero que la terapéutica propuesta haya sido clara, y si afortunadamente así es, entonces se le ponga en práctica. El objetivo es desarrollar un ejercicio que propicie por un instante la experiencia de lo sublime para los futuros diseñadores visuales.


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GLOSARIO

Genio. Definición por Arthur Rimbaud.

“El es el afecto y el presente puesto que hizo la casa abierta al invierno espumoso y al rumor del verano, él, el que purificó las bebidas y los alimentos, él, que es el encanto de los sitios fugaces y la delicia sobrehumana de las estaciones. El es el afecto y el futuro, la fuerza y el amor que nosotros, de pie en las rabias y los disgustos, vemos pasar en el cielo de tormenta y las banderas del éxtasis.

Es el amor, medida perfecta y reinventada, razón maravillosa e imprevista, y la eternidad: máquina amada por las cualidades fatales. Todos hemos sentido el espanto de su concesión y de la nuestra: Oh, goce de nuestra salud, ímpetu de nuestras facultades, afecto egoísta y pasión por él, él, que nos ama para su vida infinita...


71

Y lo volvemos a llamar y él viaja... Y si la adoración se va, suena, su promesa suena: “Atrás esas supersticiones, esos antiguos cuerpos, esas parejas y esas edades. ¡Es ésta la época que ha zozobrado!”. El no se irá, no volverá a descender de un cielo, no logrará la redención de las cóleras de las mujeres y de las alegrías de los hombres y de todo este pecado: Porque hecho está, siendo él, y siendo amado. Oh, sus alientos, sus cabezas, sus carreras: la terrible celeridad de la perfección de las formas y de la acción. ¡Oh fecundidad del espíritu e inmensidad del universo! ¡Su cuerpo: la liberación soñada, el rompimiento de la gracia cruzada de violencia nueva! ¡Su visión, su visión!. Todas las genuflexiones antiguas y las penas realzadas en su séquito... ¡Su día! La abolición de todos los sufrimientos sonoros y móviles en la música más intensa. ¡Su paso¡ Las migraciones más enormes que las antiguas invasiones. !Oh, él y nosotros! Orgullo más benévolo que las caridades perdidas. !Oh mundo! ¡Y el encanto claro de las desgracias nuevas! El nos conoció a todos y a todos nos amó. Sepamos, en esta noche de invierno, de límite a límite, del polo tumultuoso al castillo, de la multitud a la playa, de


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miradas a miradas, cansadas las fuerzas y los sentimientos, llamarlo y verlo, y despedirlo, y, en las mareas y en lo alto de los desiertos de nieve, seguir sus visiones, sus alientos, su cuerpo. Su día.”24

24

RIMBAUD, Arthur. Iluminaciones. Bogotá. Ancora editores. 1995. Pág 87, 89.


73

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75

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ZECCHI, Stefano. La belleza, Madrid, Tecnos. 1994.


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LISTADO DE GRAFICOS

Portada

M.C Escher. Límite circular 4 (Cielo e infierno) xilografía, 1960.

Imágen 0.

M.C Escher. “Reptiles”. Litografía.. 1943.

Imágen 1.

M.C Escher. “Partición cúbica del espacio” Litografía. 1952.

Imagen 2.

Gráfico de Soto.

Imagen 3.

M.C Escher. “Cóncavo y convexo”, Litografía. 1955.

Imagen 4.

M.C Escher. “Espirales”, Grabado en madera. 1953.

Imagen 5.

M.C Escher. “Escarela arriba y escarela abajo”. Litografía. 1960.

Imagen 6.

M.C Escher. “Dado con cintas mágicas”, Litografía, 1957.

Imagen 7.

M.C Escher, “Banda sin fin”, Litografía, 1956.

Imagen 8.

M.C Escher. “Aire y Agua I”, xilografía, 1938.

Imagen 9.

M.C Escher. “Peces y escamas”, Xilografía, 1959.

Imagen 10. ARRIGONI, Oleo, 1978. Imagen 11. Roschach., “Manchas de tinta”. Imagen 12. M.C Escher, “Planetoide tetraédrico”, Xilografia, 1954. Imagen 13. M.C Escher, “Ondulaciones en el agua”, Linóleo, 1950.


77

Imagen 14. M.C Escher “Verbum”, Litografía. 1956.


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