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El uso de la nitazoxanida como tratamiento contra la COVID-19. Entrevista: Dr. Hugo Mendieta Zerón

Dr. Hugo Mendieta Zerón

Médico cirujano e internista Especialista endocrinología e investigador

Con el uso de la nitazoxanida y el esquema de soporte básico (…) con más de un año de pandemia la mortalidad materna fue de 3.1 % y en este año es de 0 %, en ello se ve la efectividad de nitazoxanida. Dr. Hugo Mendieta

La pandemia producida por el coronavirus SARS-COV2 (COVID-19) continúa amenazando la vida y colocando a prueba los sistemas de salud en el mundo. En este contexto, varios han sido los esquemas de tratamiento aplicados para reducir la letalidad del virus, uno de los medicamentos utilizados es la nitazoxanida (NTZx) que tiene un efecto antiviral e inhibe la replicación de una amplia gama de virus entre ellos los coronavirus. Para conocer sobre este fármaco y su eficacia, revista Guía Farmacéutica conversó con el doctor Hugo Mendieta Zerón, médico cirujano, internista y especialista en endocrinología del Hospital Materno Perinatal Mónica Pretelini Sáenz de México, quien ha realizado varias publicaciones sobre el uso de la nitazoxanida para tratar la COVID-19.

¿Qué es la nitaxozanida y en qué radica su efectividad al tratar la COVID-19?

La nitazoxanida no es un medicamento nuevo, fue sintetizado en 1974 por Rosignol Cavier, químico y médico francés. La nitaxozanida se desarrolló como antiparasitario y con el tiempo se confirmó que tenía propiedades antivirales. Encontraron que, su metabolito activo tizoxanida inhibe la replicación de un amplio rango de virus tanto de ARN como de ADN; además, experimentaron con influenza, virus respiratorio sincitial, norovirus, dengue, fiebre amarilla, encefalitis japonesa virus, rotavirus, hepatitis B y C. Llegando incluso a tener efectividad in vitro contra los coronavirus que desarrollaron las epidemias de la inmunodeficiencia humana Severo Síndrome respiratorio Agudo (SARS) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), pero se autocontuvieron de seguir investigando este virus porque no se esparció más, hasta que vino la pandemia actual, en la que diversos investigadores en el mundo planteaban, de manera hipotética, la utilidad de la nitazoxanida contra este coronavirus (SARS-COV2), siendo lógico porque ya se utilizaron en los coronavirus de SARS y MERS.

¿Cuál es el mecanismo de acción de nitazoxanida para reducir la carga viral en pacientes con la COVID-19?

Se han propuesto dos mecanismos: la vía endosómica y la no endosómica. Esto debido a que el compuesto tizoxanida ofrece la posibilidad de bloquear por una acción proteolítica que se unan, el virus a la superficie endotelial por acción de las proteínas Spike e intervienen otras moléculas como TMPRSS2 y purina. El compuesto tixozanida derivado de nitaxozanida, teóricamente, bloquea estas vías y por eso no ingresa el virus.

¿Cuál es el protocolo que se debe seguir para el uso de nitazoxanida en la COVID-19? ¿En qué fase se debe administrar?

Existen varias publicaciones que han derivado de diversos protocolos que se registran en bases internacionales, cuando empezaron las investigaciones se aprobaba el uso de nitazoxanida en diferentes situaciones; de manera inicial, con pacientes normales, hospitalizados, en tratamiento hacia personal de contacto de pacientes positivos y se demostró que, por ejemplo, en un grupo brasileño que, aunque no se disminuyó la sintomatología, si bajó la carga viral. Posiblemente, no disminuyó mucho la sintomatología porque la posología suministrada fue de cada doce horas y lo que se plantea para que tenga una mayor efectividad en cuanto a alcanzar las concentraciones inhibitorias mínimas que eliminen el virus es de cada seis horas; entonces, por esta dosis baja, en el grupo brasileño, no redujo la sintomatología, pero si la carga viral. Este mismo grupo de investigación publicó avances en sus resultados, en los cuales demuestran que en el 85 % de los pacientes que recibieron nitazoxanida se frena la evolución del virus a un cuadro grave. En México se cuenta con publicaciones en las que se demuestra que el uso, de manera oportuna, de nitazoxanida para personal de salud, con una dosis de 500 mg cada seis horas por dos días, una dosis, hipotéticamente, alta o suficiente para eliminar el virus; después se continuó con 500 mg cada doce horas por cuatro días más y con eso los resultados han sido muy buenos. A los pacientes hospitalizados se los mantiene con los 500 mg cada seis horas por seis días, el problema es que algunos tienen poca tolerancia a nivel gástrico y se debe bajar la dosis.

¿Presenta alguna interacción con otros medicamentos?

Con las dosis planteadas no existe interacción, pero habría que tener cuidado en suministrar a pacientes con hepatopatía, porque en un porcentaje bajo, menos del 10 %, estos pueden desarrollar ictericia y se deberá bajar la dosis.

¿La nitazoxanida está disponible en América Latina?

Por mi participación en diferentes foros virtuales de varios países de América Latina, puedo decir que es un medicamento accesible, económico, de amplia difusión global, con experiencia de décadas y vasta seguridad. En realidad, para que se produzca una toxicidad, la nitazoxanida tendría que proporcionarse casi 200 veces para que exista algún peligro, por todas estas cualidades la nitazoxanida es altamente disponible y económica para nuestra región.

¿Qué conoce acerca del uso de la nitazoxanida en Ecuador?

En diversas participaciones de los colegas ecuatorianos en conferencias virtuales se ha evidenciado que, la nitazoxanida ha tenido resultados positivos y están animados a continuar los protocolos y hacer conocer a las personas que es una opción válida y más, si no contamos con otras alternativas eficaces para la mayoría de la población que no está vacunada. Es importante considerar que, si bien la vacuna nos protege y ayuda a contener la gravedad de la enfermedad, no todo está solucionado porque el virus llegó para quedarse; por tanto, habrá incluso, con la población vacunada, algún porcentaje de personas que van a desarrollar la infección y un cuadro grave; por ello, la nitaxozanida en el caso de Ecuador tiene su lugar importante en el protocolo de tratamiento.

¿Algo en particular que compartir?

Estamos en la línea de batalla con esta pandemia que parece que va un poco cediendo, pero como médicos debemos sistematizar la información al registrar los casos que se atienden, así se puede determinar si está siendo útil o no nuestro manejo y hacer un análisis de esos datos, no solo para una publicación, sino para una adecuada retroalimentación; es decir, contrastar la evolución y resultados de los pacientes evaluando los tratamientos que se instauraron y bajo este sistema considerar a la nitazoxanida en un esquema que pueda ofrecer ventajas y resultados positivos como los está demostrando.

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