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Disciplina Positiva Del equilibrio entre la amabilidad y la firmeza al desarrollo de habilidades

e incertidumbres

Disciplina Positiva

DEL EQUILIBRIO ENTRE LA AMABILIDAD Y LA FIRMEZA AL DESARROLLO DE HABILIDADES

Nadine Mager*

www.facebook.com/gluckskindcomunidadeducativa Disciplina Positiva es un estilo de vida que ha ganado cada vez mayor popularidad en el mundo. Fue creada por Jane Nelsen y Lynn Lott, con sustento en la corriente psicológica de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs. El planteamiento de Nelsen y Lott busca establecer relaciones horizontales saludables entre niños, jóvenes y adultos, partiendo de la idea de que debe haber un equilibrio entre la amabilidad y la firmeza. Los principios y herramientas que comprende Disciplina Positiva fomentan el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, que favorecen un ambiente de mayor respeto, confianza y colaboración en el hogar y centro educativo.

términos como crianza respetuosa, consciente o positiva, educación democrática, pedagogía blanca, disciplina sin lágrimas o disciplina positiva resuenan con mayor frecuencia entre padres y profesionales de la educación. Aunque muchos p a d re s , c u i d a d o re s y d o c e n t e s a l re d e d o r d e l m u n d o ya disfrutan de los beneficios que las herramientas de Disciplina Positiva aportan a sus

* Educadora de Disciplina Positiva para familias, la primera infancia, el salón de clases, parejas y equipos de trabajo, certificada por Positive Discipline Association. Creadora y Fundadora de Glückskind Comunidad Educativa. hogares y salones de clase, persiste cierta preocupación por la creencia errónea de que esta filosofía invita y contribuye a la permisividad y a la falta de límites. Incluso, es común pensar que los niños y jóvenes no aprenden a respetar si no es a través de la autoridad y el castigo.

E l d e s c o n o c i m i e n t o d e l a f i l o s o f í a , l a f u e r t e carga laboral a la que se enfrentan padres y maestros, la escasez de tiempo para estudiar o implementar nuevas estrategias, la falta de apoyo por parte de las familias o las escuelas, son algunas de las razones que dificultan que la semilla de la

crianza respetuosa y disciplina eficiente brote en más hogares y centros educativos.

Debemos, por ello, entender el verdadero propósito de Disciplina Positiva y el gran regalo que les otorgamos a niños y jóvenes al relacionarnos con ellos a través de los principios del respeto mutuo, los cuales beneficiarán su desarrollo emocional y social a largo plazo.

¿Cómo surge Disciplina Positiva?

En 1981 la psicóloga y educadora Jane Nelsen (Estados Unidos, 1937) publica el primer libro de Disciplina Positiva (Positive Discipline) (Nelsen, 2006), inspirado en las teorías del psicoterapeuta austriaco Alfred Adler (1870-1937) y su discípulo Rudolf Dreikurs (1897-1972), psiquiatra y educador austriaco. Al mismo tiempo Lynn Lott, terapeuta y conferencista (Estados Unidos, 1943), crea un taller experimental de entrenamiento para padres, del cual surge el primer manual de Disciplina Positiva.

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Ambas mujeres habían estudiado a fondo las teorías de Adler y Dreikurs, quienes defendían la idea de que cada ser humano posee la misma dignidad y merece el mismo respeto. Sus trabajos explican que los seres humanos nos encontramos en una constante e incansable búsqueda de pertenencia e importancia, la cual determina nuestro comportamiento. La mala conducta o conducta desafiante es, por ende, expresión de la necesidad innata de pertenecer y contribuir.

En 1988 Jane Nelsen y Lynn Lott deciden colaborar en la publicación del libro Positive Discipline for Teenagers (Disciplina positiva para adolescentes). Unos años después, ambas crean el programa Disciplina Positiva en el Salón de Clases, que, igual que el programa para familias, ofrece un manual con abundantes actividades, herramientas y aprendizajes. A partir de entonces, se han incorporado diferentes títulos a la serie de libros, cada uno enfocado a la atención de las necesidades de padres, cuidadores y educadores de niños y jóvenes de diferentes edades y cont e x t o s f a m i l i a re s . H a s t a l a f e c h a , s u s l i b ro s s e

Disciplina Positiva parte de la premisa de que cada ser humano posee la misma dignidad y merece el mismo respeto

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Disciplina Positiva no es ni permisiva ni punitiva: considera los errores como oportunidades de aprendizaje y alienta a buscar soluciones

han traducido a más de veinte idiomas y han llevado Disciplina Positiva y sus principios a más de sesenta países del mundo.

Los fundamentos de Disciplina Positiva

Cuando hablamos de disciplina, a menudo pensamos que ésta debe ser impuesta por alguna autoridad. En mis talleres sucede que al preguntar ideas sobre lo que significa disciplina para cada persona, las respuestas suelen ser: reglas, normas, orden, leyes, obediencia, entre otros. En este contexto, es fundamental tener en consideración que la palabra disciplina deriva de discípulo, que proviene del latín discere y significa ‘aprender ’. Si partimos de su origen etimológico, tener disciplina o ser disciplinado es un proceso intrínseco de aprendizaje y motivación, no de imposición.

A partir de esta idea, Jane Nelsen estableció cinco criterios para una disciplina efectiva: 1. Ayuda a los niños a sentir conexión, creando así un sentido de pertenencia y significado. 2. Es respetuosa y alentadora (amable y firme al mismo tiempo). 3. Es efectiva a largo plazo, ya que considera lo que los niños están pensando, sintiendo y decidiendo. 4. Enseña importantes habilidades sociales y de vida a largo plazo. 5. Invita a los niños a descubrir sus capacidades y alienta el uso constructivo del poder personal, tal como la autonomía.

Asimismo, Nelsen presentó las siguientes sugerencias para su implementación:

Las personas adultas deben desarrollar y mod e l a r h a b i l i d a d e s q u e l e s p e r m i t a n t r a n s m i t i r e l m e n s a j e d e a m o r y re s p e t o e n c a d a m o m e n t o , s i e n d o a m a b l e s y f i r m e s a l m i s m o t i e m p o y creando así un sentido de conexión y pertenencia en niños o adolescentes.

Ta m b i é n , p a d re s y m a e s t ro s , a n t e s d e c o r re g i r u n a c o n d u c t a , n e c e s i t a n i d e n t i f i c a r e l o r i g e n y l a m o t i v a c i ó n d e l c o m p o r t a m i e n t o d e s a f i a n t e , e n t e n d e r l o c o m o e s t r a t e g i a p a r a re c u p e r a r e l s e n t i m i e n t o d e p e r t e n e n c i a e i m p o r t a n c i a , a t e n d e r l a n e c e s i d a d o c re e n c i a d e t r á s d e l a m a l a c o n d u c t a y e n t o n c e s g u i a r a l n i ñ o o a d o l e s c e n t e e n e l d e s a r ro l l o d e h a b i l i d a d e s p a r a l a c o m u n i c a c i ó n e f e c t i v a y l a re s o l u c i ó n d e p ro b l e m a s .

Disciplina Positiva no es ni permisiva ni punitiva: considera los errores como oportunidades de aprendizaje y alienta a buscar soluciones en vez de implementar castigos. Enfocarse en la solución en vez del error e involucrar a niños y adolescentes en la búsqueda de soluciones tiene múltiples beneficios para su desarrollo social y emocional. Por un lado, evita generar sentimientos de culpa, enojo, rechazo, rebeldía o venganza al sentirse incomprendidos, que a menudo se convierten en nuevos comportamientos desafiantes. Por otro lado, genera en ellos el in-

terés y la disposición para reflexionar sobre su conducta, hacerse responsables de sus errores y colaborar para repararlos.

El aliento se considera una herramienta indispensable para la implementación de una disciplina efectiva. Mientras que el elogio evalúa únicamente el resultado final, sin tomar en cuenta el esfuerzo realizado, el aliento se enfoca en el esfuerzo realizado para alcanzar una meta y lo reconoce incluso si la meta aún no fue alcanzada.

Rudolf Dreikurs explicó que un niño mal portado es un niño desalentado y que los niños necesitan del aliento como las plantas del agua. Alentar a un niño o joven con frecuencia, le permite desarrollar una sana autoestima, confianza en sí mismo, motivación intrínseca y, nuevamente, una mayor disposición para colaborar.

Todas las estrategias y herramientas de Disciplina Positiva reflejan el equilibrio entre amabilidad y firmeza: corrigen sin lastimar y son respetuosas sin caer en la permisividad. Se comprende la firmeza como el respeto a uno mismo y la situación, mientras que la amabilidad es reflejo del respeto hacia el otro. Aplicados en conjunto y de forma equilibrada, ambos conceptos crean una poderosa alianza que permite desarrollar en niños y adolescentes valiosas habilidades para la vida.

Por ello, los programas de Disciplina Positiva ofrecen ejercicios y estrategias que guían a las p e r s o n a s a d u l t a s a c o n o c e r l o s m e n s a j e s d e s u i n f a n c i a y l a s a l i e n t a n a re f l e x i o n a r s o b re c ó m o dichos mensajes influyen en su forma de relacionarse con otros hoy en día. Los programas invitan a practicar la empatía consigo mismo y a ten e r e l c o r a j e d e s e r i m p e r f e c t o s , c o n s i d e r a n d o que de esta imperfección surgen oportunidades de aprendizaje.

El proceso de autoconocimiento, por ende, es i n d i s p e n s a b l e p a r a l a e x i t o s a i m p l e m e n t a c i ó n de una disciplina efectiva, ya que solamente los adultos conscientes logran reflexionar acerca de s u p ro p i a c o n d u c t a . D e e s t a c o n s c i e n c i a y re flexión surge, a su vez, la oportunidad de detectar si lo que el adulto está modelando beneficia el desarrollo de habilidades o, al contrario, invita al niño o adolescente a algún comportamiento desafiante.

De ser así, se pueden poner en práctica una o varias de las más de cincuenta herramientas

Foto: Nadine Mager

Disciplina Positiva en el aula y el hogar

Si las personas adultas buscan crear un ambiente donde las relaciones horizontales se reflejen en la interacción con niños y jóvenes, la disposición de ellas es fundamental. Y si bien tanto padres como educadores buscan un ambiente de armonía para sus casas y aulas, con frecuencia se sorprenden repitiendo los patrones de su propia infanc i a o c a y e n d o e n e l a u t o r i t a r i s m o o l a permisividad.

Los programas de Disciplina Positiva ofrecen ejercicios y estrategias que guían a las personas adultas a conocer los mensajes de su infancia

Foto: Nadine Mager

Durante los talleres vivenciales de Disciplina Positiva, tanto padres como educadores suelen compartir sorprendidos y contentos: “Esto ya lo hacía y no sabía que tenía nombre”

del programa para el hogar y salón de clases, caracterizadas por su sencillez y efectividad. Crear rutinas que brindan seguridad, ofrecer opciones que le otorgan al niño o adolescente poder de decisión o “preguntar en vez de decir” para conocer sus ideas, son tres ejemplos de lo que Disciplina Positiva propone.

Durante los talleres vivenciales de Disciplina Positiva, al trabajar los diversos ejercicios, tanto padres como educadores suelen compartir sorprendidos y contentos: “Esto ya lo hacía y no sabía que tenía nombre”. Esta expresión es reflejo de lo natural que puede ser la implement a c i ó n d e l a s d i v e r s a s e s t r a t e g i a s , c u a n d o l o s adultos buscan relacionarse con niños o adolescentes desde la consciencia y el respeto mutuo. Y también puede alentar a quienes aún guardan ciertas reservas o resistencias sobre convertir la Disciplina Positiva en su estilo de vida.

Precisamente al tratarse de un estilo de vida, éste permite explorar, ser creativos, equivocarse y abrir una gran gama de posibilidades para la implementación de múltiples herramientas. El éxito de Disciplina Positiva no radica en seguir al pie de la letra algún manual, sino en la observación que la persona adulta tenga tanto del niño o adolescente como de sí mismo. Si ella conoce los retos propios de cada etapa de desarrollo, tiene habilidades para leer la conducta e identificar las necesidades de ellos, y además trabaja en el autoconocimiento y en un manejo asertivo de sus propias emociones, se convertirá en guía que modela e inspira una disciplina que desarrollará habilidades sociales, emocionales y de vida.

Hace cuarenta años, en su libro Social Equality: The Challenge of Today (La igualdad social: el desafío del hoy) (1971), Rudolf Dreikurs expuso la importancia de entender que no se puede construir sobre deficiencias, sólo sobre fortalezas. Cuando las personas adultas no tienen fe en los niños y adolescentes, ellos difícilmente pueden desarrollar la fe en sí mismos, por lo tanto, es fundamental que padres y maestros comencemos a identificar las fortalezas de niños y adolescentes y a construir sobre ellas.

Y aunque los retos en la educación y crianza seguirán existiendo, serán más llevaderos si los niños y adolescentes cuentan con las habilidades necesarias para gestionar sus emociones y manejar conflictos de manera asertiva.

Depende entonces de las personas adultas empoderar, confiar en las fortalezas, recurrir a las herramientas que brinda Disciplina Positiva, guiar con el ejemplo y modelar todas aquellas habilidades que desean desarrollar en niños y adolescentes.

Referencias

NELSEN, J. (2006). Positive Discipline. Nueva York: Ballantine

Books.

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